Titulus
Titulus (en latín, "título", en plural tituli) es el rango que distingue a ciertas iglesias de Roma, algunos de los más antiguos templos católicos de esa ciudad, por ese hecho y por estar destinados inicialmente a la evangelización o misión local. Con el tiempo y la reorganización de la iglesia de Roma como diócesis, los tituli pasaron a ser títulos cardenalicios, las iglesias titulares de los cardenales del orden de los presbíteros.
Organización inicial
En sus orígenes su principal función era preparar a los catecúmenos para el bautismo. Sin embargo, los primeros tituli carecían de baptisterio, dado que era el obispo de Roma (el Papa) quien se había adjudicado el realizar personalmente los bautismos en la ciudad durante la Vigilia Pascual, en su propia iglesia de San Juan de Letrán. Fueron evolucionando a auténticos centros de catequesis y celebración de sacramentos, con los espacios adyacentes necesarios para la realización de tales actividades y para la lectura de textos bíblicos y patrísticos.
Tras la progresiva consolidación e institucionalización de la iglesia de Roma, el Papa personalmente promovió la construcción de templos en diversos lugares de la ciudad, o en localidades cercanas, de manera que fuera más fácil la evangelización de la población. Más tarde las familias aristocráticas de Roma ayudaron al Papa con el dinero necesario para estas edificaciones. De ahí que el nombre de tales bienhechores fuera el originalmente impuesto a cada iglesia. También asumieron el nombre de un mártir cuando acogían las reliquias de alguno de ellos, o por alguna otra razón deseaban ponerse bajo su patronazgo. En algunos casos mantenían ambos, por ejemplo: San Lorenzo en Dámaso recibe esta denominación por estar dedicada al mártir Lorenzo y haberse levantado por el papa Dámaso.
El uso del término titulus aparece documentado por primera vez en el año 377. Tenía un sentido más relacionado con la institución que con la construcción:
En su acepción legal, el término titulus indicaba el acto constitutivo de la fundación, con el capital necesario para la realización del aula de culto, la dotación de los objetos litúrgicos, la iluminación y el mantenimiento de un clero estableBartolozzi (2003:7)
Hasta el siglo V, los tituli mantuvieron una dependencia económica de la iglesia de Letrán, dado que en ellas no se realizaban colectas. Cuando la conversión de las familias más pudientes de Roma atrajo nuevas y más fuertes donaciones, los tituli se organizaron siguiendo la división de la iglesia de Roma que consistía en siete regiones.
El Liber Pontificalis menciona que el papa Marcelo I (308-309) fundó veinticinco tituli a modo de diócesis suburbicarias. Sin embargo, parece comprobado que el redactor de esta obra solía mover al pasado situaciones contemporáneas de la iglesia de Roma. Lo mencionado en las actas de diversos concilios y sínodos de la ciudad, muestran que el número de los tituli iba variando con el tiempo por motivos que se desconocen. También se sabe que en varias ocasiones en vez de construir se usaron casas de gente rica que tenían amplios espacios, especialmente para los triclinios. Sin embargo, no se ha podido comprobar que algunas domus ecclesiae (edificios dedicados a las reuniones de los cristianos y el desarrollo de sus cultos) se hubiera convertido, tras el edicto de Constantino, en una iglesia titular. Más aún: algunas de estas domus se mantendrán en localidades muy cercanas a sus respectivos tituli hasta la mitad del siglo IV.
Se han hecho estudios para determinar si existía un criterio planificado para la construcción o aceptación de casas que sirvieran de iglesias titulares; cosa que resulta difícil, pues al parecer eran muy numerosos y diferentes los factores que se tenían en cuenta: lugares más habitados, presencia de diversas tradiciones litúrgicas, disponibilidad de edificios o terrenos, generosidad mayor o menor de los bienhechores, etc. A finales del siglo V toda la ciudad estaba organizada de acuerdo con estos tituli, no habiéndose de recorrer más de quinientos metros para llegar a alguno desde cualquier lugar de ella.
Aspectos litúrgicos
Como un modo de mostrar su comunión con el obispo de Roma, en las celebraciones eucarísticas de estas iglesias se introducía en el cáliz una hostia consagrada por el Papa. A esta hostia, trasladada por un acólito, se la llamaba fermentum.
Desde la segunda mitad del siglo IV consta que en las iglesias de Roma se celebraban bautismos: por tanto, fue necesario dotarlas de baptisterios adecuados y preparar una celebración propia de la Vigilia Pascual.
Hacia el 410 se ha datado la presencia de cementerios anexos a los tituli, especialmente en los relacionados con mártires.
Títulos y diaconías actuales de los cardenales
Cardenales Obispos
Cardenales Patriarcas Orientales
Cardenales Presbíteros
Cardenales Diáconos
Bibliografía
- Gabriele Bartolozzi Casti et alii, RomArcheologica, Elio de Roma editore, Roma 2003, ISBN 88-7369-046-7
- Enciclopedia cattolica del nuevo siglo" (versión italiana-grecolatina), Ed. Sansoni, Florencia 1951