Usuario discusión:Apoxyomenus/Madonna fandom

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Un grupo de admiradores vestidos con el look de la cantante de principios de los años 1980, generalmente llamado Madonna wannabe.

Madonnamanía[editar]

Madonna frente al público londinense durante un concierto en 2016. El periodista John Cassidy mencionó que los británicos tuvieron una segunda oleada de la Madonnamanía al comenzar el siglo xxi.[1]​

Tan pronto salió su segundo disco Like a Virgin, la Madonnamanía se esparció de ciudad en ciudad en los Estados Unidos según relató Lucy O'Brien en Madonna: Like an Icon.[2]​ Esa época coincidió con la conservadora era Reagan, donde la artista ya había alcanzado una base natural de admiradores entre las mujeres jóvenes, gais y negros.[3]​ Con su primera gira mundial Who's That Girl Tour, tenía un objetivo bien preciso: «Difundir la Madonnamanía en todo el planeta» de acuerdo al escritor Francesco Falconi.[4]​

Se convirtió en uno de los primeros artistas musicales en aprovechar los avances tecnológicos de los años 1980 con los medios masivos y de esta manera ser omnipresente. Esto ayudó a esparcir la Madonnamanía.[5]​ Diversas fuentes de antaño describieron esta manía por ella. Las revistas Guión y Music & Media por ejemplo, hablaron sobre el impacto y ventas récords que tuvo en Europa.[6]​[7]​ Russell Baker del The New York Times también abordó el tema aunque se dirigió en un país en particular, el Reino Unido. Él describió a estas personas como «admiradores que sucumben al delirio, el frenesí y la histeria».[8]​ Nick Robertshaw de Billboard dijo que la cantante «desencadenó una histeria entre los fanáticos británicos en una escala rara vez vista».[9]​

En 1994, la revista Cambio 16 mencionó que la «Madonnamanía fue tan real como la desaparición de la misma».[10]​ El académico Stephen Brown reconoce que la Madonnamanía disminuyó al culminar la década de 1980, pero destacó que su poder de permanencia es muy notable.[11]​ En palabras de Sofía Maluenda para El Mercurio: «La "Madomanía" continúa siendo casi una religión».[12]​

Hay muchos ejemplos de lo que tanto Brown como Maluenda mencionaron. Así, los británicos tuvieron otra oleada de la Madonnamanía a principios del siglo xxi, cuando la cantante se mudó a la nación tras haberse casado con Guy Ritchie en diciembre del 2000 según el periodista John Cassidy.[1]​ De hecho, la cadena inglesa ITV Granada realizó un programa especial llamado Madonna-mania en 2005.[13]​ De acuerdo a Arthur Fogel de Live Nation, los países sudamericanos lo vivieron con la gira Sticky & Sweet Tour, ya que era la primera vez que se presentaba en un concierto tras 17 años de ausencia en la región y en el caso de Chile, la primera vez.[14]​ Situación que se repitió con su primer concierto en Colombia con el The MDNA Tour de 2012.[15]​

Grupos y características[editar]

Un grupo de admiradores esperando el inicio de su concierto en Brasil de la gira Sticky & Sweet Tour.

Las etiquetas que se le han puesto a su fandom son variadas, ya que depende del grupo categórico de admiradores y también de la referencia que se cite. Durante los años de 1980, varios críticos usaron las palabras «wannabes» o «Madonna wannabes» para referirse a su fandom juvenil.[16]​[17]​ Hoy día esta etiqueta también es usada para describir a las personas que la aman tanto que intentan ser como ella.[18]​ Otros medios los han llamado «Madders»,[19]​[20]​ y en un caso particular, el portal Jenesaispop se refirió a su base de seguidores como «Madonniers».[21]​ Su fandom en línea se llama así mismo «Iconers», apodo derivado de su club oficial de fan, Icon.[17]​ No obstante, Jason Richards de The Atlantic notó que su base de admiradores se llaman así mismos con la palabra genérica de «fans».[22]​

Varios comentaristas han reseñado a su fandom y por consiguiente, han encontrado ciertas características y cualidades. Como preámbulo, el científico social James Lull mencionó que la cantante atrae «una base de admiradores múltiples».[23]​ De manera similar a Lull, la profesora Tracy Tuten de la Universidad del Este de Carolina notó que posee varios grupos de fanáticos, como los seguidores de su estilo a quienes describió como personas que la siguen a tal punto que sus elecciones de vestuario se basan en el sentido de la moda que tiene la artista.[24]​

Tuten también explicó que si bien cada agrupación cultural dentro de su fanaticada se puede conectar con ella a través de diferentes elementos, destacó que en un sentido amplio todas estas personas pueden estar unidas dentro de esta cultura de sus seguidores.[24]​ Por otro lado, son varios los autores que destacan el hecho que «los fanáticos de Madonna trascienden la edad y géneros».[25]​ Ambos puntos fueron descritos y ampliados por Lull de la siguiente forma:

Diferentes tipos de personas aprecian a Madonna por muchas razones. Ella cuenta con fanáticos entusiastas que son jóvenes y mayores, heterosexuales y homosexuales, educados y sin educación, del primer o tercer mundo, negros, blancos, de color marrón, amarillo y de todas las preferencias sexuales, categorías demográficas y estilos de vida inimaginables. Las personas que difieren entre sí pueden incluso encontrar algo relevante [...] Su significado se descubre, se refuerza y se trasciende en las diversas formas en que sus fanáticos la ponen a trabajar.[23]​

Los autores del libro Continuum Encyclopedia of Popular Music of the World (2003); entre ellos los historiadores musicales Dave Laing y Paul Oliver, también explican que Madonna es uno de esos artistas que «cultivaron de manera consciente sus bases de fanáticos al adaptar su imagen para crear y unir a un grupo de seguidores» a menudo «vendiendo» una ideología para que esto pasara. En su caso fue la libertad sexual para las mujeres.[26]​

Diversas fuentes describen a su base de fanáticos como una de las más leales por el hecho de llevar una carrera con éxito masivo durante décadas.[27]​ Aunque la propia artista reconoce esta votalidad de público/admiradores, como lo expresó en una entrevista de 1995 con la revista New Musical Express (NME):

He pasado de tener una gran base de fanáticos a perder una gran base de fanes, y a tener una especie de base de fanáticos «fluctuante». Siempre he tenido un grupo de seguidores que se han quedado conmigo, pero, dependiendo del tipo de música que hago, termino atrayendo a ciertos grupos de personas y alienando a otros.[28]​

La escritora Perri Lewis destacó que obviamente hay diferentes niveles de fandom, por ejemplo: «La persona que hace una tarjeta de cumpleaños temático [sobre ella] para un amigo, será algo diferente a la persona que vuela al otro lado del mundo a uno de sus conciertos vistiendo una réplica del sujetador de Like a Virgin».[29]​

Por otro lado, algunos autores han encontrado distintos comportamientos en su fandom. El periodista Wenceslao Bruciaga la ubicó como un objeto para seguidores de culto y mencionó que «sus admiradores no distinguen entre buenos y malos discos. Para ellos todo lo que lanza la "Reina del Pop" es perfecto. Por lo visto, veneran la religiosidad que profesa hacia ella misma».[30]​ El autor Joseph Baladi por su parte, observó que el fanático general de la cantante «no se limita así mismo a solo escuchar y comprar su música, pues a menudo van mucho más allá de esto». El autor de referencia detalló más al respecto e indicó que «son individuos incondicionales que se relacionarán con ella a través de la personalidad y que empatizarán con sus experiencias o encontrarán puntos en común y, en última instancia, le permitirán entrar en sus mundos».[25]​

A continuación, solo se muestran algunos grupos categóricos en su fandom, no necesariamente son los únicos.

Madonna wannabes[editar]

Artículo principal: Madonna wannabe

Madonna wannabes es el nombre que se la da a su primer grupo categórico de fanáticos. También es su primer grupo de admiradores en ser escrutado y visible por el mundo tras la realización de su gira The Virgin Tour, donde especialmente adolescentes blancas vestían igual a ella.[31]​

Si bien era claro que la artista poseía admiradores de género masculino,[32]​ los autores de Bitch She's Madonna (2018) señalaron que el mayor impacto lo tuvo con las mujeres, ya que fueron las que decidieron mimetizarse con ella. Esto a pesar de que la cantante era provocadora, pero irónicamente lograba sacar lo sexual del juego del fanatismo musical.[33]​ Además, de acuerdo a los autores este fenómeno impulsado por la intérprete «no se trató solo de una manifestación de los gustos musicales de un numeroso grupo de jóvenes, sino de una acción política» como lo fueron contraculturas de décadas pasadas tales como el movimiento mod y los Teddy boys.[33]​

Gary Herman en el libro Historia trágica del rock (2009) describió a sus fanáticas como un ejército de clones: «Al adoptar su imagen se convirtieron en ella y puesto que en este mundo lo que importa son las apariencias, los números sexuales de Madonna parecen no causar daño a nadie», recordó.[34]​ La redactora Natalia Mardero de forma retrospectiva habló sobre este fenómeno: «Lo que me sucedía a mí les pasaba en simultáneo a miles, millones de niñas y adolescentes alrededor del mundo. Esa chica había llegado para mostrarnos algo importante. Era más que usar ropa con encaje, pulseras de goma y crucifijos: nos estaba diciendo que podíamos ser dueñas de nuestro cuerpo, tomar las riendas de nuestras vidas y que nadie nos iba a detener».[35]​

LGBT+ fandom[editar]

La artista es considerada un ícono LGBT y su relación con su fandom gay ha sido ampliamente escrutada por académicos y periodistas. De acuerdo al escritor Matt Cain de Attitude, desde el inicio de su carrera los hombres gais han sido sus mayores admiradores.[36]​ En relación a este tema, Stephen Daw de Billboard describió que ella «siempre se aseguró que sus fanáticos LGBTQ se sintieran vistos» a través de su activismo durante la crisis del VIH/sida en la década de 1980, o de sus constantes homenajes a la comunidad con canciones como «Vogue» y «Forbidden Love». El autor de referencia también destacó que la intérprete «ha servido como fuente de amor e inspiración para sus admiradores LGBTQ».[37]​

T. Cole Rachel escribió para Pitchfork sobre su experiencia personal de crecer escuchando su música, asistir a sus giras y ser parte de este fandom. Luego indicó que hay cosas que sus detractores odian de ella, pero precisamente por lo firme que es y la resiliencia que muestra ante las criticas, es uno de los motivos por lo cual los hombres homosexuales la aman.[38]​ De hecho, tras ganar un premio especial en los GLAAD Media Awards de 2019, la propia cantante comentó que ha podido acercarse a sus fanáticos LGBTQ gracias a su «experiencia como mujer que desafía las convenciones». También mostró gratitud hacía ellos a la vez que dijo que su «relación se basa en "reciprocidad total" e inspiración; Me hicieron sentir que no tuviera miedo a ser diferente, y yo les hice sentir que no tuvieran miedo de ser diferentes».[37]​

Académicos[editar]

Lucy O'Brien es un ejemplo de los varios intelectuales que se han fascinado por Madonna y han escrito sobre ella. Publicó el libro Madonna: Like an Icon como prueba de su admiración que nació desde 1985.

Madonna posee una audiencia y fanáticos en el mundo académico,[16]​ en parte gracias al desarrollo de los Madonna Studies desde los años de 1980 cuando su influencia fue «seriamente discutida» por intelectuales, profesores universitarios, expertos en estudios de género y feministas.[39]​ En palabras de Gail Dines, experta en los estudios de la mujer, la cantante «atrajo a la audiencia académica a medida que sus videoclips se volvieron más complejos y políticos».[40]​ El profesor Stephen Brown también explicó el origen de esta fascinación y destacó que la intérprete creó en el mundo académico un frenesí de teorización a medida que los estudiosos y filósofos posmodernos trataban «deslumbrados» de explicar el «desconcertante "fenómeno de Madonna"».[11]​ No obstante, muchos dentro del círculo vieron con escepticismo a estos colegas, como lo pudo constatar en primera mano Laurie Schulze, una de las autoras del compendio The Madonna Connection:

Siempre me sentí incómoda al estudiar a Madonna y sus admiradores (como si no fuera uno de ellos). A veces me preocupaba que mi trabajo como crítica cultural me descalificara del «fandom real»; tampoco esperé que sus fanáticos pensaran en mí como uno de ellos o que estuvieran particularmente contentos con mi trabajo sobre ella. Sabía que el hecho de ser su fanática en este contexto de la academia, especialmente mientras trabajara sobre ella, algunos me descalificarían como miembro de la «real academia» —que los «académicos reales» no pensarían en mí como uno de los suyos o en mi trabajo sobre Madonna como [un trabajo] verdaderamente académico—.[41]​

La autora de referencia y también fan de la artista, se defendió con el concepto del psicólogo musical británico, Simon Frith quien dijo que «no hay división binaria clara entre ser un fan y académico», es decir, que los académicos pueden ser fanáticos y los fanáticos pueden ser académicos.[41]​ La historiadora Carla Freccero habló del tema y mencionó que las intelectuales y académicas feministas estaban mostrando el síndrome de «Madonna wannabe» al reseñar y comentar sobre la cantante.[42]​ Paul Rutherford de la Universidad de Toronto incluyó a la intelectual feminista Camille Paglia como una fan de Madonna.[43]​ En el sector religioso, el ministro Bruce Forbes citó el ejemplo de un colaborador llamado Mark Hulsether: «[...] su interés académico en la lectura de Madonna surgió de los esfuerzos por interpretar música popular con y para grupos de jóvenes de la iglesia».[44]​

Actividades[editar]

Clubes, sitios webs y otros medios[editar]

En ambas fotos: Una celebración rave de 2012 en honor a la artista, que tuvo lugar en el «Madonna Celebration Club». Es una de las muchas discotecas y bares al rededor del mundo en su honor.

El club oficial de fanes de Madonna es Icon, cuyo acceso en línea se encuentra exclusivamente en Madonna.com. Se puede acceder de manera gratuita al registrarse. Anteriormente, se había incorporado la opción de pagar una membresía «Platinum» que daba acceso total al interfaz entre otros beneficios como descuentos para sus suscriptores.[45]​ No obstante las membresías «Platinum» y «Legacy Platinum» fueron descontinuadas en 2011. Los miembros que contaban con dicho beneficios mantenían de por vida la membresía «Legacy Platinum», que además extendía cosas extras como un descuento permanente en su tienda en línea.[46]​ El sitio web fue honrado en los premios Webby en la categoría celebridad/fan de 2016.[47]​

De acuerdo a Radio Mágica, no hay país en donde no exista un club de admiradores de la cantante.[48]​ Si bien no son oficiales, muchos fueron reconocidos por su compañía discográfica, Warner Bros Records. Tal es el caso del club MadonnaChile, fundado por Eduardo Espinoza a finales de 2007.[49]​ Varios de estos clubes han sido mencionados por medios internacionales. Por ejemplo: Lucky Star de Argentina recibió menciones en la prensa local y extranjera cuando la artista filmó y estrenó la cinta Evita.[50]​ El sociólogo Mario Margulis también los mencionó durante una investigación de fandoms que realizó en 1997.[51]​ En 2000, la revista Tiempo de Hoy hizo mención de unos 94 clubes de fanáticos de la artista, entre ellos El Santuario de Madonna.[52]​ En 2009, el diario El País realizó un reportaje especial del club oficial Divina Madonna fundado en 1987 por Chris Márquez en España.[19]​ En 2015, Wenceslao Bruciaga de Vice hizo cobertura de los miembros del club Four Seasons y MadonnaMéxico, ambos de la nación azteca.[30]​ El club fundado en 2001, Madonna Radio en México, también recibió menciones de medios locales.[53]​

Las académicas Joanna Rydzewska y Elżbieta Oleksy describieron en un estudio de 2004, que existen cientos de páginas web y grupos de noticias en línea dedicados exclusivamente a Madonna.[54]​ Entre esas diversas páginas de fanes se encuentra Madonnalicious.com, fundada por la científica biomédica de Reino Unido, Clare Parmenter cuando era adolescente.[55]​ La página ganó el premio al mejor sitio web de música no oficial en los BT Digital Music Awards de 2004.[56]​[57]​ Hay más sitios que recibieron mención de los medios de comunicación por distintas razones. Entre ellos están Where Life Begins,[58]​ y AllAboutMadonna.com del que Michael Michalsky confesó ser lector.[59]​ El País mencionó a DivinaMadonna.com, un sitio en español que recibía unas 20 000 visitas por día hasta 2009.[19]​ El sitio Madonnarama.com se dio a conocer principalmente por ser de las primeras webs en ofrecer una semi-cobertura de su boda con Guy Ritchie a finales del 2000.[60]​[61]​ Por nombrar otro ejemplo, MadonnaTribe.com fue fundado en 2003. Originalmente era una web bilingüe en inglés e italiano, aunque poco tiempo después, cuando los visitantes internacionales se multiplicaron, sus desarrolladores crearon versiones locales en francés y español.[4]​[60]​

Existen varias fanzines. MLC (siglas de Madonna Louise Ciccone) es una de las primeras y fue creada en 1987 en Toronto por el promotor e historiador en Madonna, Bruce Baron junto al matrimonio Pete y Linda Weinzettl. La publicación tuvo gran aceptación entre los fanáticos a pesar de no ser oficial.[62]​[63]​[64]​[65]​ Justify My Life es un fazine que fue mencionado por Variety en 1993.[66]​ Otro ejemplo es Dare Star, del creador del club y sitio web de España, Divina Madonna.[19]​ El primer fanzine autorizado por ella es Like a Fanzine que luego fue renombrado a Icon en su edición número tres. El tiraje impreso casi siempre presentaba imágenes nuevas sobre la cantante y material proporcionado por Liz Rosenberg, la publicista de la cantante. Según Matthew Rettenmund, una copia original vale cientos de dólares hoy día.[62]​

También hay varios podcasts de fanáticos. Uno de ellos es MLVC: The Madonna Podcast, el cual posee cobertura en radios como iHeart.[67]​[68]​ Hay otro llamado The Immaculate Podcast que tiene presencia en la tienda en línea de Apple.[69]​ En otras manifestaciones culturales sobre su fandom, existen varias fanfictiones sobre ella en páginas en línea como FanFiction.Net.[70]​[71]​

Convenciones, concursos y eventos[editar]

Una fotografía que muestra parte de la edición número 13 del Madonnathon en Nueva York, 2013.

Los autores de Bitch She's Madonna escribieron que los concursos relacionados con Madonna «son una expresión más del impacto de la artista». Nombraron como ejemplo el evento que Warner y MTV organizaron en 1986 llamado Madonna's Make My Video Contest, donde les pidieron a su fandom y a la audiencia de la cadena, que realizaran sus propias versiones del vídeo «True Blue». Se seleccionó a diez finalistas de las miles de cintas que recibieron, y varias de ellas formaron parte del maratón de 24 horas que la cadena le dedicó posteriormente. Para los autores, esto marcó un hito en el mundo del videoclip y a su vez sentó precedentes para los viddings, que hoy día son muy populares en plataformas como YouTube.[33]​[72]​

En 1993, se realizó una Madonna Expo de tres días en los Estados Unidos que se trasmitió por canales como Continental Cablevision, Century Cable y Manhattan Cable Television. El especial llamado All AboutMadonna estuvo dedicado para relatar las actividades que realizó la cantante y también su fandom durante aquel tiempo.[66]​

Un flashmob de fanáticos de Madonna realizado en la ciudad de San Francisco en 2011.

Las convenciones de admiradores que se llevan a cabo en su honor de manera permanente o esporádica son varias, y han proliferado desde los años de 1990. Por ejemplo, en 1992 se llevó a cabo en la ciudad de Southfield, Míchigan la primera edición de la convención internacional «Madonnathon», que coincide con el cumpleaños de la artista, el 16 de agosto. A esta primera reunión asistieron un estimado de 1 200 a 1 500 personas de al menos dos continentes. El programa contó con diversas actividades, como el Madonna Collectibles Museum, donde los fanáticos pudieron intercambiar entre ellos objetos de colección. También se incluyó una guía ininterrumpida por autobuses donde se reproducían sus videoclips en todo el recorrido.[63]​[64]​

De acuerdo a Chase's Calendar of Events, la edición de 1994 del «Madonnathon» se celebró en Detroit, la ciudad natal de la artista. En esa ocasión el evento se extendió por varios días y contó con invitados especiales. En el programa de actividades fueron incluidas nuevamente los recorridos por autobús y las exhibiciones e intercambios en el museo. Adicionalmente, se realizaron concursos de imitadores y diversas fiestas en clubes nocturnos.[73]​ En 1999, se celebró en Nueva York la primera convención del «Maddyfest», llevada a cabo en el Southgate Tower Hotel.[74]​

En 2001, se celebró por primera vez una convención de su fandom en la ciudad de Los Ángeles, alojado en esa ocasión en el Avalon Hollywood. Si bien la compañía discográfica Warner Bros. no patrocinó el evento, intervino realizando algunos concursos. Exhibiciones de recuerdos y sincronización de labios fueron algunas de las actividades que se realizó, donde los ganadores escogidos por el público pudieron obtener álbumes, carteles, fotos y otros objetos autofotografiados.[75]​ En esa misma ciudad se realizaron varias actividades previas al concierto de la gira Madame X Tour de 2019 según informó el diario local LA Weekly. La primera fue el Bootie LA’s Madonnapocalyspe donde hubieron varios invitados especiales y tuvo como colaborador al DJ ShyBoy. Por su parte, las excoristas de la intérprete, Niki Harris y Donna De Lory realizaron la presentación Songs and Stories. También se transmitió el especial Madonna In LA: Madame X Tea & More with Michael Coope como parte del podcast de admiradores llamado MLVC.[67]​ En marzo de 2020, el Harrogate Convention Centre hospedó el «Into the Groove - Ultimate Tribute to Madonna», una convención dedicada especialmente a ella.[76]​

Existen varios flashmob sobre ella que recibieron cobertura de los medios de comunicación. En 2011, la página de guía SF Station anunció dos de ellos en la ciudad de San Francisco. El primero se llevó a cabo en el Dance Mission Theater.[77]​ En 2016, el club Madonna Radio realizó uno antes de que iniciara su concierto en México como parte del Rebel Heart Tour.[53]​ Tras anunciarse el concierto de la gira Madame X Tour en el London Palladium, un grupo de bailarines realizaron un flashmob frente al mismo teatro.[78]​

Interacción de Madonna con los fanáticos y audiencia[editar]

Madonna en la apertura del Hard Candy Fitness de Berlin (2013), donde invitó a sus fanáticos a bailar con ella mediante un concurso.

Madonna ha realizado diversas actividades para acercarse a sus fanáticos y hace un uso constante de sus redes sociales con el fin de llegar a ellos. En una inusual promoción para mediados de la década de 1990, la cantante habló sobre el tema «Secret» en Internet, su nuevo sencillo en aquella época, dejando un mensaje de audio para sus fanáticos y un fragmento de la canción que se pudo descargar en los foros de Warner Bros. Records hasta que se lanzara oficialmente.[79]​ En 2009, a través de su página web convocó un casting para que algunos seguidores tuvieran la oportunidad de aparecer en su videoclip «Celebration».[80]​[81]​ Las canciones del álbum de grandes éxitos del mismo nombre fueron seleccionadas por ella misma y sus fanes.[82]​

En 2010, anunció que los miembros más antiguos del club Icon recibirían como regalo el envío de un vinilo de doce pulgadas del tema inédito «Broken», grabado en las sesiones del álbum Celebration.[83]​ En 2012, por medio de su sitio oficial invitó a sus admiradores a votar para ser incluida en la categoría Biggest Fans de los MTV Europe Music Awards.[84]​ En 2013, interactuó con varios de ellos y la audiencia en general, en el r/IAmA (Ask Almost Anything: «Pregúntame casi cualquier cosa» en español) de Reddit.[85]​ Ese mismo año, 2013, realizó un concurso para que algunos fanáticos pudiesen conocerla y bailar con ella durante la inauguración de la sucursal del Hard Candy Fitness en Berlin.[86]​ Situación que se repitió en 2014 con la apertura de la sucursal en Canadá.[87]​

En 2015, tras la filtración de maquetas que sufrió el que sería su álbum Rebel Heart, la artista pidió a sus fanes no descargar las canciones; su argumento era que «un verdadero fanático respetaría su arte».[88]​ Ese mismo año chateó con cinco seguidores en Grindr como parte de un concurso que realizó para promocionar la era del disco.[89]​ También realizó un videochat con su fandom en el Romeo Saturday Night Online donde iba respondiendo una por una las preguntas que le hacían.[90]​ Además, durante este período promocional de la era Rebel Heart apoyó el fan art al invitarlos a realizar obras inspiradas por ella para luego mostrarlas como clips de fondo en su gira mundial Rebel Heart Tour.[91]​

En 2016, luego de una espera de 23 años para brindar un concierto en Australia, premió a sus seguidores de esa nación con la presentación especial Madonna: Tears of a Clown.[92]​ En 2019, al promocionar su disco Madame X conversó en vivo con varios admiradores en LiveXLive respondiendo las preguntas que le hacían.[93]​ Situación que se repitió durante una entrevista promocional que tuvo con MTV.[94]​ Ese mismo año dio inicio la gira Madame X Tour, que se diferenció de sus giras anteriores al ser únicamente en teatros. Con esto, la artista expresó que quería tener presentaciones más intimas y poder hablar directamente con su público.[95]​ También les prohibió a sus fanáticos el uso de teléfonos celulares, relojes inteligentes, cámaras o dispositivos de grabación. Esto dividió la opinión de sus fanáticos, mientras unos la apoyaron otros la criticaron.[96]​[97]​ La interacción con sus admiradores durante la gira, fue regularmente subida por ella misma en sus redes sociales. Algunos medios como ABS-CBN escribieron artículos al respecto, como el caso de un admirador proveniente de las Filipinas.[98]​

Opinión pública[editar]

Madonna interactuando con su audiencia en el Rebel Heart Tour (2015-16).

La relación de Madonna con sus fanáticos ha generado varios comentarios. En 1989, el autor Randal Hill mencionó que «ella odia decepcionar a sus fanáticos».[99]​ En otra observación positiva, el periodista musical Joaquín Luqui mencionó que «existe una relación de felicidad mutua» entre ella y sus fanes. Este punto de vista lo justificó al decir que la cantante «tiene un aura especial que atrae, tanto a ellos —que la desean— como a ellas —que la idolatran—; y eso lo saben hasta sus fervientes detractores».[100]​ En cambio, María Mérida de la edición española de Vogue la incluyó entre las celebridades que supuestamente tratan mal a sus seguidores.[101]​ Pero también añadió que «hay que tener claro que estamos hablando de ella, y como la gran diva que es, no puede comportarse como el "común de los mortales", por mucho que nos pese».[101]​ Darlene Lutz, quien fue su asesora de arte desde mitad de los años de 1980, aseguró que la artista «no se preocupa por sus admiradores», pues ella nunca administró su fan mail.[102]​ En palabras de la propia Madonna:

Creo que en la mente de mis fanes represento muchas cosas, muchos estereotipos, como la imagen de reina del sexo. Pero, sobre todo, creo que notan que la mayor parte de mi música es positiva y pienso que aprecian eso; creo que represento todo lo que les han enseñado a no ser. Si me molestara demasiado toda esa atención que provoca, no haría lo que hago.[100]​

También existe una cierta creencia popular, sostenida durante años, que ella es muy hermética e inalcanzable para sus fanáticos, incluso para los medios de comunicación. Como lo expresó del primero punto el fundador del club MadonnaChile al periódico La Tercera: «[...] es una artista que es inaccesible e inalcanzable. No puedes pensar que algún día vas a poder sacarte una foto con ella, es super complejo. Cada día se pone como peor en ese sentido (…) No pesca mucho a los fans en el sentido de hacernos, por ejemplo, meet & greet en los conciertos».[49]​ En cambio, el periodista chileno Andrés Caniulef, quien se convirtió en la primer persona de su país en entrevistarla, si bien dijo que acercarse a ella es casi imposible, cuando culminó la conversación destacó que esta percepción que tenía sobre ella cambió, pues fue muy amable. Esto representó un hito para la televisión chilena y él describió el encuentro como un «sueño cumplido».[12]​[103]​

Para críticos culturales como Peter Robinson de la revista Vice, el hecho de verla perder el control durante la filtración completa de su disco Rebel Heart y sentir que era necesario pedirles a los fanáticos que no escucharan esos demos, «fue un claro recordatorio del gran cambio de poder del fandom pop». Según las palabras del autor de referencia, la relación de fan/artista ha dado un giro tras la disminución de las ventas musicales en general, en donde ahora la mayor parte de los ingresos para los músicos provienen del patrocinio.[88]​

Incidentes[editar]

Tras culminar su presentación en el Olympia de París como parte de su gira The MDNA Tour, un grupo de espectadores dirigieron hacía la cantante insultos y silbidos, mientras otros lanzaron botellas al escenario gritándole «Salope» (palabra francesa traducible al español como «puta»[104]​) a la vez que levantaban mensajes injuriosos en su contra. Esto como respuesta al alto precio de los boletos y porque su presentación fue de solamente 45 minutos.[104]​ No obstante, los medios de comunicación comentaron que posiblemente se trataban de simpatizantes de Marine Le Pen haciéndose pasar por fanáticos enfurecidos de la cantante. Esto porque parece muy improbable que hubieran podido imprimir esos carteles en el instante. La cantante también comentó sobre el tema y mencionó que este grupo no eran fanáticos.[4]​

Josephine Georgiou y Madonna en el Rebel Heart Tour, poco antes de que la cantante expusiera accidentalmente su seno.

En esa misma gira, varios admiradores expresaron su descontento porque se presentó tarde en varias ciudades como lo fueron Miami, Filadelfia o Detroit.[105]​ En Chile, el espectáculo empezó con dos horas de retraso, el formato fue distinto y se acortó la presentación, lo que resultó «decepcionante» para sus admiradores.[106]​ Ella también se molestó con un grupo de fanáticos que no querían dejar de fumar en el estadio.[12]​ En 2018, más de tres mil personal presentaron una denuncia ante el Servicio Nacional del Consumidor de Chile por las circunstancias del concierto.[12]​

El problema de la puntualidad también fue recurrente en el Rebel Heart Tour de 2016. En uno de estos recitales, le dijo a la multitud que le empezó a abuchear:

Quiero darles las gracias por esperar. No me gusta llegar tarde. Por cierto, para todas las «perras» que están protestando, cierren la boca. No estoy ahí, detrás del escenario comiendo chocolate, pintándome las uñas o poniéndome extensiones. El vídeo se estropeó y no podíamos salir. No teníamos vídeo y debíamos esperar hasta que pudiéramos reiniciarlo. No soy una diva, si ustedes son unos divos y quieren seguir protestando por ello, no vengan a mi concierto.[107]​

Con la gira Madame X Tour, al menos tres admiradores de distintas ciudades la demandaron por cambiar el horario, las fechas o cancelar los conciertos previstos debido a problemas de salud. Uno de los demandantes mencionó: «Hay artistas que aprecian a sus fanes, pero creo que ella no tiene miramientos por nadie».[108]​ En su cuenta de Twitter, la cantante les dijo a sus admiradores que debían «entender» que «una reina nunca llega tarde».[109]​

Varios de sus mensajes publicados en sus redes sociales han sido criticados por sus propios fanáticos según informan los medios de comunicación. En 2019 por ejemplo, recibió críticas tras haber subido un vídeo donde explica que usa la orinoterapia como método de belleza y salud.[110]​ En 2020, también recibió críticas por subir un vídeo en donde se muestra semidesnuda en su bañera y señala al Coronavirus como «el gran ecualizador». Incluso, el bloguero Perez Hilton quién llamó a la cantante como su «artista favorita número uno de todos los tiempos» se mostró indignado.[111]​

Según el periódico ABC, varios fanáticos se sumaron a diversas organizaciones y celebridades para pedirle en las redes sociales con la etiqueta #MadonnaDontGo que cancelara su presentación del Festival de la Canción de Eurovisión 2019 como protesta contra la ocupación palestina.[112]​ La colaboración musical que hizo ese año con Maluma dividió la opinión de sus fanáticos.[94]​

En 2016, durante su presentación en Australia del Rebel Heart Tour, la cantante expuso accidentalmente el seno de Josephine Georgiou, una fanática de ese entonces 17 años. El vídeo se volvió viral y muchos seguidores la criticaron alegando que «había ido demasiado lejos» e instaron a la joven a abrir una demanda contra la cantante. No obstante, Josephine la defendió y aclaró que no la demandaría, pues estar al lado de ella fue «el mejor momento de su vida».[113]​[114]​

Referencias en la cultura popular[editar]

Véase también: Madonna en la cultura popular
Emilia Mazer en Buscando a Madonna donde da vida en la trama a una fanática de la artista.

Su fandom y algunos fanáticos en específico han recibido cobertura mediática de muchas formas. Varios aparecieron en programas especiales que cubren notas sobre coleccionismo, temas afínes y entrevistas. La revista británica Number One tenía una sección de entrevistas llamada «Super Fans», donde se pudieron ver ejemplos de algunos de sus seguidores.[115]​ En 2004, Chris Gennaro del Reino Unido apareció en el programa Totally Obsessed de VH1 en donde habló de su obsesión por la cantante y su estilo. También mencionó que renunció a sus sueños de convertirse en doctor y gastó cerca de £55 000 para recrear varios de sus trajes. Su fascinación comenzó en 1984 cuando la vio en la primera entrega de los MTV Video Music Awards.[116]​

En 2009, se realizó en Chile el documental Material Pipol para relatar la primera visita de la artista al país contado desde el punto de vista de Eduardo Espinoza, el fundador del club oficial de ella en esa nación. La obra fue exhibida en la Universidad de Chile. Además, el éxtasis y las expectativas que creó su primera visita a la nación, hizo que también su fandom fuera objeto de cobertura de los diarios más importantes en ese territorio, incluyendo una portada en La Cuarta.[117]​

En 2001, el autor Michael Craig creó un libro de trivias llamado Who's That Girl?: The Ultimate Madonna Trivia Book que está dirigido especialmente a sus fanáticos.[118]​ La directora y fanática Oxana Nabokova, creó el fanfilm llamado Like a Prayer, un documental donde cuenta la historia de cinco admiradores, incluido la de ella misma.[67]​ En 2018, Emilia Mazer realizó la obra Buscando a Madonna donde da vida a Lucy, una adolescente que es fanática de la artista dentro del trama.[119]​

Fanactivisms[editar]

Ese mismo año, podemos encontrar un ejemplo de fan activism con el fotógrafo de moda Vincent Flouret, quién recreó varios estilos de la intérprete durante una sesión llamada Maxdonna, que tuvo a su golden retriever como protagonista. Flourat se identifica como un «super fan» y señaló que esta idea surgió con el fin de donar todo el dinero obtenido de las impresiones vendidas a Raising Malawi, la organización benéfica de la intérprete.[120]​

Récords mundiales[editar]

Existen varios récords mundiales relacionados a Madonna y su fandom. Por ejemplo, la mayor tienda departamental de Brasil, Lojas Renner llevó a cabo una actividad en 2012 con varios seguidores de la artista y lograron crear la carta de admiradores más grande del mundo jamás escrita. En total, fue de un kilómetro de longitud a lo largo del paseo marítimo turístico de Ipanema y comenzó en el Hotel Fasano donde se hospedó la cantante para presentar su concierto en el país como parte del The MDNA Tour. Al respecto ella dijo: «Esa fue la mejor acción jamás realizada por mis fanáticos».[121]​

El mensaje de un kilómetro de su fandom en Brasil se convirtió en la carta de admiradores más grande del mundo jamás escrita.[121]​

En 2014, un grupo de 440 fanáticos transformistas ingresaron al Libro Guinness de los Récords como la mayor cantidad de personas vestidas como Madonna en una sola reunión. El encuentro ocurrió en Fire Island Pines, New York como parte del evento anual Fool's Paradise Drag Party.[122]​[123]​ Daniel Back del Reino Unido ingresó al libro por el tiempo más rápido en recitar el primer verso de una canción en inglés. Registrado el 12 de noviembre de 2009, Black estableció la hazaña con «True Blue» en la radio Heart. En total le tomó 7,91 segundos hacerlo.[124]​ Asimismo, un fan multimillonario de Dubái le pagó a la cantante cinco millones de dólares por un concierto privado en 2008,[125]​ siendo uno de los conciertos privados mejor pagados en la historia.

En cuanto a hazañas de memorabilias, el Libro Guinness de los Récords registró que la suma más grande jamás pagada por una prenda de vestir perteneciente a Madonna, se trata de un corsé diseñado por Jean-Paul Gaultier. Un fanático pagó por la prenda la suma de 19 360 de dólares en una subasta en Christie's de Londres, en mayo de 1994.[126]​ No obstante, muchas de sus prendas subastadas posterior al corsé de 1994, alcanzaron pagos por un valor multiplicado. En 2014 por ejemplo, una chaqueta que la intérprete usó en Desperately Seeking Susan se vendió a un valor de 252 000 dólares.[127]​

Respecto a los récords de coleccionismo en su nombre, varía según el año y la fuente. En 2006, se dio a conocer a través de varios medios que la mayor colección privada en Europa de artículos relacionados a la cantante pertenece a Steven Christen, quien es un fan originario de Suiza. Con un valor hasta entonces de 64 500 euros, su colección está abierta al público y se encuentra en la residencia de Christen, ubicada en la ciudad de Basilea.[128]​ En 2012, algunos medios hablaron de su récord pero esta vez en términos generales (todo el mundo), en vez de ser únicamente de la región europea.[129]​ En 2019, la radio Oasis indicó que el museo personal más grande dedicado a Madonna lo posee el chileno Eduardo Espinoza, fundador del club oficial de fanes MadonnaChile.[130]​

Coleccionismo[editar]

Un cuarto lleno de pósteres e imágenes de Madonna, algo común en los coleccionistas.

De acuerdo a BBC, Madonna ha sido objeto de algunas colecciones muy serias al ser una inspiración para las personas durante varias décadas.[60]​ Aparte de los fanáticos coleccionistas mencionados anteriormente: el chileno Eduardo Espinoza y el suizo Steven Christen, hay otros que han recibido cobertura mediática por precisamente coleccionar cualquier objeto relacionado a ella. Por el ejemplo, el británico James Harknett, quién más allá de identificarse como fan, se considera así mismo un «experto en Madonna».[60]​ Posee más de 10 000 objetos relacionados a su nombre y destacó que su casa es como un «museo viviente».[60]​ En 2009, prestó parte de esta colección a la exhibición «Simply Madonna: Materials of the Girl», que representó en ese entonces, la mayor exposición privada de objetos sobre ella.[131]​[60]​

El italiano Tomasso Pinassi también recibió cobertura de algunos medios. Su colección la empezó en 1985 y consta principalmente de revistas y portadas de periódicos de todo el mundo donde la cantante ha aparecido como protagonista.[132]​ El venezolano Williams Ojeada fue otro fan que atrajo la atención de medios. Empezó a coleccionar cualquier objeto, nota y pieza con alguna referencia sobre ella desde finales de los años 1990. Fue descrito como un «Madonnamaníaco».[133]​

Fanáticos notables[editar]

Chris America, una imitadora de Madonna en la Base Naval de la Bahía de Guantánamo.

John Hand es un periodista de la BBC y fanático de Madonna desde 1984 quien admite que serlo se convirtió en «parte de su identidad».[134]​ Como fanático y periodista asistió a varios de sus conciertos. Por esa razón, recibió una llamada de la oficina de la cantante para ir a la premier de un documental en 2005.[134]​ En 2001, hizo un reportaje especial de sus seis conciertos consecutivos en el Centro de Exhibiciones Earls Court.[58]​ Hand señaló que «cada vez es más común que los fanáticos de Madonna logren el estatus de mini celebridades».[58]​

En otros ejemplos, está el editor Matthew Rettenmund, quien es reconocido por ser uno de los mayores «expertos de Madonna» por medios como Billboard y se identifica así mismo como un coleccionista de la «Madonnabilia» (colección de archivos y notas sobre la artista).[62]​ Escribió el libro Encyclopedia Madonnica describiéndolo como «una obra de un fan para los fanáticos».[135]​ Bruce Baron es otro historiador de Madonna,[136]​ conocido principalmente por ser uno de los cofundandores del fanzine, MLC.[62]​[63]​

Adam Guerra, artísticamente conocido como Venus D-Lite, se dio a conocer en la terca temporada de RuPaul's Drag Race en 2011. Años más tarde circuló en las noticias que se realizó dieciocho cirugías y gastó unos 175 mil dólares con el fin de parecerse a ella.[137]​[138]​ Medios como MTV y VH1 lo nombraron como el principal imitador de Madonna.[139]​ Al igual que Guerra, varios de sus imitadores de tiempo completo han adquirido fama. Como ejemplo encontramos a Chris America en Estados Unidos, quien es considerada por Vanity Fair como su primera imitadora en ganar reconocimiento internacional.[140]​ Carolina Baily de Chile también se hizo conocida, especialmente durante la primera visita de la cantante en la nación con la gira Sticky & Sweet Tour. Hasta ese momento, se convirtió en una de las pocas figuras de su país en acaparar la atención de medios ingleses de acuerdo a un informe de La Cuarta.[141]​[142]​ Melissa Totten es otra de sus imitadoras más famosas. Se tiene conocimiento que se presentó ante una audiencia de dos millones de personas en unos 30 países desde que empezó a imitarla a principios de los años 1990.[143]​

Existen varios fanáticos que gozaron de una «fama local», pero que aún así recibieron cobertura de medios nacionales y extranjeros. Por ejemplo, «Madonna Badillo», una mujer transgénero y fanática de la artista que se destacó a nivel regional en el municipio de Maicao por su activismo en favor de la comunidad LGTB desde los años de 1990 hasta su muerte en 2019.[144]​ Algunos medios también le llamaron «la Madonna de Colombia» y según informó Diario Frontera, la cantante fue para ella como su alter ego.[145]​ De acuerdo a Michael Lavers de Washington Blade, los pobladores locales también le llamaban «la Madonna de Maicao».[146]​ En Chile, había una mujer trans conocida como «Madonna Mapuche». Su historia fue mencionada en el libro Loco afán: crónicas de sidario por Pedro Lemebel entre otras publicaciones. En su sección «La muerte de Madonna», Lemebel redactó de cómo esta persona murió de sida y describió que los locales le agregaron mapuche por sus rasgos indígenas.[147]​

Acosadores y hackers[editar]

Residencia de Madonna en Hollywood Hills donde Robert Dewey Hoskins la acosó y amenazó de muerte.

Por otro lado, existen casos documentados de acosadores de Madonna, que sufren de algún trastorno y se les conoce generalmente como «fanáticos extremos». Alrededor de 1994, la cantante interpuso una demanda contra un fanático llamado Todd Lawrence luego de haberla acechado durante unas dos semanas y escalar la valla de seguridad de 2.4 metros en su propiedad.[148]​

A comienzos de los años de 1990, un fan identificado más tarde como Robert Dewey Hoskins le mandaba constantemente cartas amenazándola de muerte.[149]​ Además, entró en más de una ocasión a su residencia de Hollywood Hills, lo que le provocó a la cantante problemas para dormir durante varios meses.[150]​ Según varios medios, el hombre fue finalmente arrestado en 1996 por la policía de California y obtuvo una sentencia de 10 años de cárcel más tratamiento psicológico.[151]​[149]​ Al momento de su captura, Robert amenazó que «rebanaría la garganta de Madonna de oreja a oreja» sino se casaba con él.[150]​ Durante la corte, la intérprete dijo:

Me siento increíblemente trastornada por el hecho de que el hombre que me ha amenazado de muerte repetidamente esté sentado al otro de lado de la habitación en la que yo estoy[150]​
Robert Dewey Hoskins en el docu-drama LUV for Keeps: The Story of Madonna's Stalker de 2012.
Una escena recreada como parte del mismo documental.

Años después, en 2001, Robert ingresó a la clínica para recibir el tratamiento psicológico.[150]​ En su juicio de 2006, volvió amenazar que le cortaría la garganta al decir que «si no puede ser mía, no será de nadie».[149]​ Finalmente, en 2012 escapó del hospital psiquiátrico aunque fue recapturado al poco tiempo.[149]​[151]​ Ese mismo año se filmó el mini documental LUV for Keeps: The Story of Madonna's Stalker donde se cuenta su historia.[152]​ Su caso es uno de los ejemplos más visibles de erotomanía en la cultura popular. Katherine Ramsland, escritora en criminología dijo en una nota para Psychology Today que este «fanático obsesivo de Madonna refleja nuestra cultura centrada en las celebridades».[153]​

En 2004, la artista indicó que temía morir como John Lennon en manos de un fan, pues reportó que un admirador millonario estadounidense seguía cada uno de sus pasos, y que había empezado a merodear por su vivienda en Londres.[154]​ En 2008, mientras aún era la esposa de Guy Ritchie, un fanático de 16 años se apareció en el set de filmación de la película Sherlock Holmes amenazando con matar a Ritchie. Cuando logró ser reducido por la seguridad, gritó: «¡Soy el mayor fan de Madonna!».[155]​

En 2010, un bombero jubilado identificado como Robert Linhart fue detenido en más de un ocasión y finalmente sentenciado a tres años de libertad condicional por acosar a la cantante en su apartamento de Nueva York. También se le encontró en posesión de un punzón de picahielo y fue acusado de hacer grafitis.[156]​[157]​ Si bien el Tribunal Criminal de Manhattan lo declaró como un «peligro público»,[156]​ la propia cantante dijo a los medios que no se sentía en peligro o asustada.[158]​ La abogada del implicado mencionó: «No es un crimen adorar a Madonna y si lo fuera, los tribunales estarían mucho más llenos».[156]​ En 2017, el fanático obsesivo recibió 455 000 mil dólares por la demanda que interpuso ante la justicia debido a las lesiones que le ocasionaron los policías al momento de su detención.[159]​

En 2011, un fanático con el nombre de Grzegorz Matlok fue arrestado por varios intentos de robo en la vivienda de la artista en Londres. Posteriormente no fue procesado y se le envió a una evaluación mental. La fuente policial dijo al respecto: «Algo terrible ha pasado aquí. La seguridad que hay alrededor de la estrella del pop más famosa debería ser inexpugnable».[160]​

Al menos dos de sus fanáticos fueron visibles por cometer delitos de filtrar algunas piezas musicales. En 2011, la operación policial Madonnaleaks llevada a cabo en Zaragoza, detuvo a un fan identificado con las siglas J.M.R. tras habérsele acusado de filtrar el tema «Give Me All Your Luvin'», canción que no había sido presentada ni al público ni a la crítica. No obstante, la Policía de Aragón sostuvo que este admirador no perseguía ningún beneficio económico y actuó «de forma altruista».[161]​[162]​ En 2015, en un hecho similar pero de proporciones mayores, se llevó a cabo una persecución internacional por el FBI para identificar al hacker que filtró por completo el disco Rebel Heart. El israelí Adi Lederman fue acusado y procesado por este delito. Su abogado Efrat Nahmani Bar alegó que era «un fan de Madonna y un coleccionista compulsivo que, en un exceso de celo, tal había llegado demasiado lejos, aunque sin violar la intimidad de la cantante», aseveró.[163]​

Famosos identificándose como fanáticos[editar]

N.B.: Solo se incluyen algunos ejemplos.
Gwendoline Christie con Madonna en el concierto australiano del Rebel Heart Tour. Más tarde confesó que lloró de la emoción por esa ocasión. La actriz se identifica como fan desde que era pequeña.

Existen innumerables ejemplos de famosos que se han identificado así mismos como fanáticos. En 2001, BBC One realizó un documental para rendirle homenaje a su influencia en donde también hablaron varias de estas celebridades. Por ejemplo, Melanie C mencionó haber sido una de «sus wannabes» y Britney Spears agregó ser su admiradora desde que era niña.[164]​ En 2019, Benyamin Cohen de From The Grapevine informó que algunas de las celebridades más grandes de Israel son fanáticas de la intérprete, entre ellas mencionó a Gal Gadot.[165]​

Desde los años de 1980 los integrantes de la banda Sonic Youth hablaron constantemente sobre su fascinación por ella y lo plasmaron en el libro Goodbay 20th Century.[166]​ En los inicios de su carrera, Lady Gaga mencionó: «No hay nadie que quiera y adore a Madonna más que yo. Soy su mayor fan, tanto a nivel profesional como personal».[167]​ El diseñador de moda alemán, Michael Michalsky se describió así mismo como «el mayor fan de Madonna en la historia». También añadió que su música ha estado presente en su vida y carrera desde el principio.[59]​

La periodista Liz Smith fue su fan y fiel defensora ante sus críticas.[168]​[136]​ En el caso del pintor mexicano Alberto Gironella, él mismo reconoció tener una obsesión compulsiva hacía ella. En los últimos años de vida plasmó en su obra su «Madonnafilia» (parafilia por Madonna). Al respecto dijo: «Creo que me he comprometido a tal grado como artista que mi obra gira en torno a ella».[169]​ Bif Naked se declaró fan mucho antes de convertirse en famosa.[170]​

Gwendoline Christie también es una fan y ha asistido a varios de sus conciertos. Reveló que lloró de la emoción cuando le envió un texto al mánager de ella para pedirle que la subiera al escenario en su concierto de 2016 en Australia. En 2017, confesó en el programa Late Night with Seth Meyers: «Solía disfrazarme de ella en mi habitación e intentaba copiar las rutinas de baile y estilo».[171]​ La argentina Fátima Flórez declaró ser fan y mencionó que antes de ser actriz e imitadora profesional empezó como un juego cuando imitaba a ser Madonna y Michael Jackson.[172]​

El empresario y también fan de ella, Sylvan Adams pagó 1,3 millones de dólares para que la cantante se presentase en el Festival de la Canción de Eurovisión 2019.[173]​ Claudia Molina, quién realizó el musical tributo llamado Remember. Live tribute to Madonna confesó que aceptó rápidamente ser parte del proyecto por ser una fan «de toda la vida».[174]​ Otros ejemplos puntales de famosos identificándose como fanáticos han sido: Ariana Grande,[175]​ Boy George (originalmente fuente de Cromosoma X), o la lingüista canadiense Susan Ehrlich por mencionar otros ejemplos.[176]​

Críticas[editar]

  • Madonna fans have not acted on the subversive values scholars find in their idol. Her audiences - Garry Wills

Pier Domínguez de BuzzFeed News destacó que aunque las estrellas del rock de mediados del siglo xx fueron precedidas por estrellas del pop como Madonna, a los fanáticos musicales aún se les encasillaban de forma general «como consumidores y seguidores acríticos». Estas etiquetas en fandoms como las «Madonna wannabes», fueron impuestas a jóvenes mayoritariamente blancas por parte de críticos heterosexuales al considerarlas como «adolescentes inquietantes».[17]​ Uno de estos comentaristas fue el profesor John Fiske, quien a finales de los años 1980 analizó precisamente a las admiradores jóvenes de la cantante y las describió como «uno de los grupos más carentes de poder de la sociedad».[177]​

Una caricatura de Madonna representado el problema del embarazo adolescente por su canción «Papa Don't Preach» que alarmó a varias organizaciones por su impacto en sus jóvenes fanáticas.[178]​

Adam Sexton escribió en Buscando desesperadamente a Madonna (1992) que varios críticos han asumido que sus fanáticos son «tontos culturales» capaces de ser manipulados a voluntad y en contra de sus propios intereses; y tal manipulación sería no solo económica, sino también ideológica.[179]​ Un ejemplo de esto, es lo que mencionó la periodista Vanessa Grigoriadis para The New York Times, cuando la artista atrajo muchas críticas por corromper a sus admiradores más pequeñas o alentar el embarazo adolescente con «Papa Don't Preach».[178]​

Para el autor Pablo Tocino de Jenesaispop, el comportamiento del fandom en la era digital puede llegar a ser «tóxico», aunque ellos pretendan lo contrario. Tocino contextualizó que a veces los propios admiradores acentúan una pelea que se haya suscitado —con frecuencia al físico y la edad de las cantantes— mientras otras veces son los propios seguidores que extrapolen sus batallas a los artistas. En este caso, podemos ver el ejemplo de los «Little Monsters» (fandom de Lady Gaga) con los fanáticos de Madonna.[21]​

El escritor Francesco Falconi apuntó que la propia artista no consigue adaptarse a la red, como lo hacen los demás cantantes. Esto se ve reflejado en su club de fan Icon y página oficial, que «a menudo están menos actualizados y reciben menos visitas que los sitios y los blogs gestionados por su fandom en todo el mundo».[4]​ Alina Simone, autora del libro Madonnaland, se enfocó bastante en hablar de su fandom y notó una cierta invisibilidad por parte de ellos en ciertas páginas o redes como la lista de nombres de fandoms musicales en Radio.com. Pero notó que todo va dirigido directamente hacia su sitio web Madonna.com.[180]​

En otro contexto, la autora también destacó que mientras investigaba sobre la relación de la cantante con su ciudad natal, Bay City, Michigan, conversó con un fan devoto y desde su punto de vista periodístico, describió la obsesión del fan por ella como un «amor monótono exhausto». Comparó su caso con una representación gráfica de sentimientos que según Simone, a lo largo del tiempo no contenía ni picos ni valles: «Era simplemente una línea diagonal que subía y subía». En cambio, había poco o nulo conocimiento por parte del fanático en términos generales de cultura musical.[180]​

Tras tener un declive comercial en los Estados Unidos con la publicación del disco American Life, la escritora Lynette Holloway de The New York Times notó que a los promotores musicales les era más difícil ofrecer su música a las audiencias jóvenes, que son generalmente el grupo más consumidor en esta industria. En cambio, su base de fanáticos ahora se componía en su mayoría de gente mayor de 25 años y oyentes gais. La autora también hizo constar que la artista mantenía un gran número de seguidores internacionales.[181]​

El fanatismo y la idolatría son dos de los puntos en su contra reseñados por detractores. En el libro Contra el fanatismo, Amos Oz hace una crítica de estos sentimientos en general, mientras hizo mención que existe una idolatría universal a la cantante.[182]​ El religioso Rigoberto González Mann también mostró su preocupación al decir que para millones de personas ella es una «ídola total».[183]​

Sentimiento anti-fan[editar]

En un estudio realizado, los académicos del compendio The Madonna Connection (1993), notaron que algunos de los que la odian se consideran «lectores resistivos». Ellos encontraron que Madonna «no es universalmente amada». De hecho, mencionaron que no es querida por aquellas personas que son críticas sobre lo que está mal en la sociedad desde el punto de vista estético, social y/o moral.[184]​

También existen páginas webs y clubes con sentimiento anti-fan hacía Madonna. En 2000, la revista Tiempo de Hoy mencionó al entonces existente sitio www.antifan.com, donde incluían nombres como el de la artista, «cuyos artículos promocionales no debían adquirirse bajo ningún concepto».[52]​ En 2009, John Marrs de The Guardian identificó a Madonna Blows Chunks, que según su investigación es la web anti-Madonna más grande en Internet. Se creó en 2003 como un boletín actualizado de forma diaria con noticias negativas, ensayos y foros para sus haters. Hasta ese entonces, el sitio registró unas 70 000 visitas, 300 miembros y unos 30 000 mensajes negativos.[185]​

Contrarespuestas[editar]

Sexton mencionó que no hay escasez de evidencia para apoyar la opinión de varios críticos de que sus fanáticos sean «tontos culturales».[179]​ T. Cole Rachel de Pitchfork se enfocó en hablar de su situación con el público en general en los últimos años. Si bien indicó que ella siempre ha sido una figura complicada de amar, los que verdaderamente lo hacen no les importa las críticas que recibe.[38]​ El autor también generalizó que el fandom gay es un fenómeno complicado, pero enfatizó que lo que ella representa para las personas homosexuales; y en particular los de una cierta edad del sector, es algo que no debe tomarse a la ligera.[38]​

Para Eduardo Limón de Cultura Colectiva, la idolatría de las masas por ella es algo positivo y de manera sempiterna es algo que «nunca cesará». Justificó su punto de vista al decir: «Sería absurdo pensar lo contrario frente a un personaje tan icónico como ella; mucho de lo que conocemos inclusive es resultado de su presencia en este mundo».[186]​

Análisis académicos[editar]

Dos fotografías que muestran a fanáticos imitando el Corsé cónico Gaultier de Madonna. Según la académica Joanne Garde-Hansen, este es uno de los más elementos más icónicos en las fiestas de disfraces y una muestra de la conexión entre Madonna/fan.

Uno de los primeros en realizar análisis sociológicos sobre el fandom de la cantante fue el profesor John Fiske a finales de los años 1980. Sus puntos han servido como referencia para muchos otros autores desde entonces. En uno de sus puntos, sugiere que la imagen que ella proyecta tiende a polarizar su audiencia de fanáticos y odiadores.[31]​

El sociólogo Mario Margulis describió al analizar el caso de una fan de Madonna: «El fanatismo no sólo constituye comunidades interpretativas sino comunidades sociales alternativas».[51]​ Patricia Coralis de la Universidad del Estado de Río de Janeiro enfocó su análisis en la idolatría por la cantante. Explica que las imágenes transmitidas a los medios tienen un gran poder en la formación de la subjetividad del público y la forma en que se presenta la artista es fundamental para comprender su éxito aunado a las percepciones y reacciones de sus fanáticos lo que finalmente la reafirma como una personalidad significativa en el mundo occidental.[187]​

El comportamiento e interacción en línea de su fandom ha sido otro punto de interés para los comentaristas. A finales del siglo xx, la activista Frances Wasserlein fue de las primeras en realizar un análisis con enfoque académico al respecto, mientras resaltó:

En ninguna parte he podido encontrar una lista que incluya los nombres de los músicos y técnicos en las grabaciones de Madonna. Creo que esto es notable, por un lado, y completamente consistente en relación al "negocio de Madonna", por otro. El "negocio de Madonna" se trata de comercializarla, no de construir la reputación de los cantantes de respaldo ... músicos de sesión y productores ... Aparentemente, no hay un propósito [para] que un fanático recopile esa información. De lo contrario, estoy segura de que ya se habría hecho.[188]​

Al igual que el caso de Fiske, el análisis de Frances ha servido como referente para otros investigadores, siendo un «ejemplo fundacional» en palabras de Joanne Garde-Hansen, profesora en la Universidad de Gloucestershire.[189]​ En 2003, Matthew Hills de la Universidad de Cardiff señaló que esta investigación de Wasserlein indica que las prácticas realizadas por su fandom se basan en sus propios criterios de relevancia; pues dada la posibilidad de insertar información en la red informática, los fanes de la cantante han compilado las variantes de lanzamientos de sus producciones en diferentes países, así como sus fantasías y ficciones que giran en torno a ella, pero los detalles de producción no son relevante para ellos.[188]​ Mark Duffett de la Universidad de Chester también tocó el punto en su libro Popular Music Fandom: Identities, Roles and Practices (2013), y si bien habló de la artista, también señaló que esta práctica es en toda la industria musical. Según sus palabras, la música pop «a menudo parece funcionar al promover esa sensación de conexión personalizada entre fan/artista y marginar la información técnica/industrial».[190]​

La comunidad virtual de fanáticos de la artista ha ido evolucionando a la par con el desarrollo y apariciones de nuevas tecnologías y redes sociales en Internet, así como el uso masivo de esta herramienta desde entonces. Las autoras Elżbieta Oleksy y Joanna Rydzewska en el libro Representing gender in cultures escribieron al mencionar a la cantante, que el fandom en línea en general significa reacciones muy rápidas y espontáneas de los pasos de los cantantes como ella.[54]​ En el contexto del continúo cambio en la era digital, la profesora Joanne Garde-Hansen señaló que sus fanáticos han reproducido de forma física y virtual, recordatorios de cómo ellos han vivido en la cultura popular de manera significativa; lo que según ella, «estos recordatorios pueden incluso desafiar la configuración de cultura y poder que la misma Madonna ha producido». También dijo que lo hacen a través de tres formas claves: «La memoria, envejecimiento y nostalgia». Aunque la cantante no está muerta en absoluto, a través de la conmemoración y recuerdos acerca de ella, los fanáticos refuerzan su identidad al haber sido seguidores durante tanto tiempo. Basándose en los conceptos de nostalgia como modo de consumo o un páramo colectivo, la académico definió a la artista como una especie de «industria patrimonial» para sus fanes y el público en general.[189]​

Garde-Hansen también indicó que un buen ejemplo de recrear una memoria sobre la artista, es a través de la suplantación, es decir, copiándole o actuando como ella. Entrando más en detalles, la autora de referencia señala que los actos tributos a Madonna, imitadores profesionales de ella o quien se vista con ropa de los momentos claves de su carrera y se identifica con ella, «son experiencias placenteras que unen al fanático (hombre o mujer) —con y hacia ella— de manera emocional, física y memorablemente».[189]​

Encuestas y ensayos[editar]

Varios académicos han realizado con su fandom y público diversos ensayos. Jane Brown y Laurie Schulze realizaron una respuesta de audiencia que llamaron The Effects of Race, Gender, and Fandom on Audience Interpretations of Madonna's Music Videos en donde mostraron dos de sus videoclips a un variado grupo de estudiantes en tres diferentes universidades. Las autores dividieron a los participantes por géneros y razas, mientras las respuestas fueron clasificadas según los comentarios que los participantes hacían. Así pudieron identificar y categorizar a haters, fanáticos y personas neutrales.[31]​

En otro ensayo académico, un grupo de tres profesores realizaron en los años de 1990 un estudio sobre las personas que odian a Madonna. Utilizaron como recursos una encuesta del periódico y un conjunto de respuestas de estudiantes universitarios que hicieron sobre sus videoclips. Los encuestados vieron a la cantante como una «una fuente de contagio moral».[168]​

Los escritores del compendio académico The Madonna Connection también realizaron algo similar pero dentro del debate de Madonna como feminista y clasificaron tres grupos dentro de los comentarios de estudiantes universitarios encuestados: fanáticos, personas intermedias y haters. Utilizaron también como herramienta un análisis discriminante lineal, una técnica estadística que predice la pertenencia a grupos.[184]​

En 1995, la revista George realizó una serie de encuestas sobre la recepción de figuras políticas en varios fandoms. En lo que respecta a la fanática de grupos que pensaron que Bill Clinton era un buen modelo a seguir para los niños, los seguidores de Madonna quedaron subcampeones.[191]​

Legado[editar]

[...] How important are these comments for academic scholarship? How does the Madonna business involve fans in the production of memories and archives?.
——Joanne Garde-Hansen, profesora de la Universidad de Gloucestershire.[189]​

La profesora E. Ann Kaplan.[32]​

La académica Joanne Garde-Hansen resaltó que las «conexiones emocionales y memorables hechas entre el fanático y Madonna son importantes no solo para la subjetividad del fan (como término), sino también para la construcción de una identidad duradera por parte de una celebridad». Para justificar su punto, Garde-Hansen se basa en el térmico sociológico de la «inmortalidad simbólica», en donde según ella, tanto la intérprete como sus fanáticos están continuamente trabajando en su valor después de su muerte a través de esta interacción de fan/celebridad en el presente.[189]​

Pier Domínguez de BuzzFeed sugirió que en el universo post-Madonna, los fandoms en línea crearon un espacio para que las voces de los jóvenes homosexuales se escucharan más explícitamente en sus propios términos, tal como ocurrió con las jóvenes «Madonna wannabes» al momento de hablar de su propia feminidad y feminismo a través de la imagen de la artista.[17]​

Los autores de Bitch She's Madonna (2018) dijeron que Madonna «es una figura femenina particular en el mundo de la música», ya que ha logrado llegar más lejos que cualquier otra con el apoyo de sus legiones madonnianas.[33]​ La profesora estadounidense Mary Cross escribió en Madonna: A Biography (2007) que ciertamente, sus ventas y éxito extensivo hablan mucho sobre la base de fanáticos que tiene, ya que «no se puede agotar las entradas de una gira internacional meses antes de salir, a menos que tengas una legión de admiradores».[168]​


Entre las cambiantes y crecientes cifras de seguidores que acumula en sus redes sociales, hasta 2015, en Facebook amasaba cerca de 20 millones de me gusta, que si bien no son cifras que se acercan a las páginas más seguidas, Christian Rodríguez de Forbes indicó que «es un número nada despreciable que le genera ingresos».[192]​ En junio de 2019, tenía más de 14 millones de seguidores en Instagram, aunque el número en Twitter era más desproporcional e inferior con nada más 2.5 millones.[193]​ Hasta marzo de 2020, sus oyentes mensuales en Spotify superaban los 12 millones,[194]​ mientras que su cuenta en YouTube tenía más de 3.7 millones de suscriptores y unas 2.1 billones de visualizaciones según Social Blade.[195]​ En 2009, la empresa TowerData; especialista en base de datos de mercadeo y software, determinó tras analizar las redes sociales de la época, que sus fanáticos eran predominantemente mujeres.[196]​ En la estimación del periódico Milenio, ella cuenta con la audiencia gay más grande del mundo.[197]​

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. ↑ a b Cassidy, John (4 de diciembre de 2000). «ON FLEET STREET MADONNA MANIA». The New Yorker (en inglés). Consultado el 18 de febrero de 2020. (requiere suscripción). 
  2. ↑ O'Brien, 2007, p. 146
  3. ↑ Morton, 2002, p. en línea
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Bibliografía consultada[editar]

En español[editar]

Enlaces externos[editar]

En línea[editar]

Fuentes escritas[editar]

  • La luz cegadora: Populismo y teoría del estrellato por Jon Beasley-Murray (2002) — Revista de Crítica Cultural

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REFS[editar]

No obstante, [[bell hooks]] quien no se considera fan de la artista, redactó que la recepción entre la comunidad de mujeres afroamericanas era únicamente decente entre las jóvenes.<ref name="hooks">{{cita web|url=https://www.taylorfrancis.com/books/9781315743226/chapters/10.4324/9781315743226-16|título=Black Looks: Race and Representation|fechaacceso=13 de febrero de 2020|año=1992|editorial=[[Taylor & Francis]]|nombre=bell|apellido=hooks|enlaceautor=bell hooks|idioma=inglés|isbn=978-0-89-608433-9}}</ref>

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