Telenovela

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La telenovela es un género televisivo producido originalmente en varios países de América Latina, cuya principal característica es contar desde una perspectiva básica melodramática una historia fantástica de amor, propia de una sociedad tercermundista, a lo largo de varios capítulos y que casi siempre tiene un final claro y determinado.

Durante el trayecto de la misma, los personajes principales (un galán y una damita joven) sufren los embates de uno o varios villanos (generalmente una novia despechada, una madre celosa o un padre despótico), que se ve coronada con la felicidad en el último minuto del capítulo final, hasta el cual se sucede una innumerable cantidad de peripecias. Esencialmente de carácter sentimental, con intrigas, engaños y confusiones.

Con los años han ganado más acción e incorporado elementos de otros 'géneros' (como el policíaco, la comedia, el thriller e incluso la ciencia ficción).

El argumento base de la telenovela es el de la ascensión social que, generalmente, se da por medio del matrimonio (aunque también ha habido muchas en que la protagonista luego de ser seducida y abandonada, logra revertir su penosa situación y triunfa a costa de mucho esfuerzo y dedicación - sirviendo así de ejemplo, sobre todo, para las amas de casa y las mujeres que hasta los años 80, eran el público fundamental de estas producciones; pero hace un par de décadas amplios segmentos masculinos consumen seriales de esta clase).

En la telenovela clásica, generalmente hay un amor imposible, un/a hijo/a abandonado/a (casi siempre un/a heredero/a de una abultada fortuna), y grandes secretos del pasado que, al revelarse, cambian el curso de la historia rectificando fatales errores e injusticias.

La telenovela moderna ha abordado temas tan polémicos y peliaguados como el cáncer, las drogas, la homosexualidad y el crimen. También, por su gran matiz prescriptivo, promueven sensibles cuestiones sociales. Cabe destacar que las novelas brasileñas de la Rede Globo son las que más abordan estos temas y con mente abierta.

Aunque muchos lo cuestionen, la telenovela se ha vuelto patrimonio de la cultura latinoamericana[cita requerida] (sobre todo donde mayor sofisticación ha alcanzado, como en Brasil). Pero su finalidad básica no es educar, como algunos pretenden, ya que es un programa de neto entretenimiento y que surgió más por estímulo de las jaboneras que por una necesidad recreativa o cultural.

Telenovela vs. Soap-opera

Su gran diferencia con la soap-opera norteamericana y anglosajona es que tiene duración finita y casi siempre se emite en horario estelar. También, en modelos menos avanzados como el mexicano y venezolano, suele tener pocas subtramas.

En las daily soaps (novelas jaboneras diarias) suele haber muchos subplots (subtramas) que garantizan una duración de años, incluso décadas (como es el caso de The Guiding Light, que estuvo 72 años en antena, entre radio y TV). En ello, las brasileñas se asemejan más, pues tienen una diversidad de historias que, a veces, superan en interés a la clásica historia de amor central.

El título de soap-opera, se debe al hecho de que eran patrocinadas por las empresas jaboneras. En América Latina no fue la excepción y el desarrollo del género está indisolublemente ligado a las grandes empresas del ramo de la higiene, que así vieron una forma de penetrar su clientela más fiel: las amas de casa.

Historia

El género nació en la radio, específicamente en Cuba, donde salieron al aire los primeros seriados radiales. Algunos apuntan influencia norteamericana, pero desde el principio este tipo de narrativa tuvo un fuerte sabor caribeño, con una obvia influencia del folletín del s. XIX., novelas por entregas, y más recientemente, en el siglo XX, en la década de los sesenta, las fotonovelas, fotomontajes con actores reales, que apoyándose en un texto mínimo desarrollaban la historia, estuvieron en los cimientos de las actuales telenovelas.

En los años 30, Félix B. Caignet, autor del mundialmente famoso El derecho de nacer, escribió los primeros policíacos de su célebre personaje Chan Li Po, un detective chino, que develaba misterios y asesinatos. La primera de estas series fue "La serpiente roja", emitida originalmente en la provincia Oriente, de donde era originario.

Luego, al mudarse a La Habana, Caignet, llevó su 'invención' consigo, logrando imponer un estilo no visto hasta aquel entonces.

Cuando nace la TV en América Latina, especialmente en Cuba y Brasil (otoño de 1950), el género es automáticamente importado al nuevo medio. Era normal, pues la mayoría de sus especialistas venía de la radio y la TV ensayó todas las fórmulas exitosas de su antecesora.

La primera telenovela latinoamericana parece ser la brasileña Tu vida me pertenece (Sua vida me pertence, en port.), realizada por TV Tupi de São Paulo. Empezó el 21 de diciembre de ese año, con capítulos de 20 minutos y 3 veces por semana.

La cubana Senderos de amor, estrenada el 1.º de octubre de 1952, por CMQ-TV parece haber sido la segunda propuesta del género en el continente, a la cual siguió una estela de historias que para 1958 ya eran 15 por año, sólo en el antes mencionado Canal 6 (CMQ).[1]​ .

Otras novelas que precedieron a Senda... fueron La criada de la granja (1954, Televisa, hoy Venevisión), Ante la ley (22 de agosto de 1955, Puerto Rico) y La esquina (1955), escrita por Román Chalbaud, y transmitida por Radio Caracas Televisión y producida por Colgate-Palmolive.[2]

La principal característica de todas era su corta duración (no más de 20 capítulos), episodios de 15 a 20 minutos y emisiones en días alternos. La frecuencia diaria viene a imponerse en la segunda mitad de los 50. Hasta los 90, la mayoría de las telenovelas eran emitidas en capítulos de media hora. La excepción era Brasil. A partir de esa época, el formato más usual es el de 45 minutos.

Sin embargo en Europa y otros continentes, a donde se extendió a partir del nuevo milenio, aún existen episodios de corta duración.

Nota terminológica

Es también conocida como teleromance, novela de TV o simplemente novela en Cuba y Brasil; teleteatro o tira en Argentina; culebrón (por su larga duración) en España y Venezuela; seriado (por la cronología) en Colombia; teleserie (porque la comedia o la acción es mayor al romance) en Chile y en zonas de Perú y Bolivia; comedia en Uruguay y teleserye en Filipinas.

Telenovela es una palabra de origen castellano, especialmente del español hablado en Cuba, precursor de este género audiovisual que se inspiró en las radionovelas. El término es el resultado de la fusión de las palabras: tele (de televisión) y novela (el género literario romántico).

La palabra también se utiliza y forma parte del idioma portugués. Algunos señalan una supuesta contradicción en su denominación, que deberían llamarse "tele-romances". Pero para la lengua portuguesa, una novela literaria se diferencia de la novela no por su tamaño sino por la forma en que los acontecimientos suceden en la narración y el enfoque de folletín.

El habla cotidiana en países latinoamericanos, acepta el uso de novela como apócope para referirse a la obra audiovisual. En Europa, se prefiere usar telenovela, con el fin de distinguir el trabajo audiovisual de la obra literaria.

La matriz original del término demostró ser lo suficientemente fuerte como para lograr legitimidad en otros idiomas como el ruso, que antes usaba serial para este tipo de folletín televisivo. Varios idiomas como el inglés, el italiano, el francés y otros, aceptan el uso de telenovela, telenovella o telenovel entendiéndose como melodramas de duración limitada, soap operas en formato de miniseries de origen latinoamericano (o habladas en portugués y español originalmente). En estos idiomas no se habla de novel o román, porque indica a una obra literaria, no un programa de televisión como en español o portugués.

Países asiáticos que producen folletines televisivos para su público, las denominan (también en inglés como segunda lengua) como: dramas o seriales, y su emisión, recepción y denominación en países latinoamericanos es igual que las telenovelas.

Modelos de producción

Como vimos, las telenovelas nacieron bajo el amparo y auspicio de las jaboneras, sin embargo, a partir de los años 60, se vuelve el principal negocio de varias televisoras que, gracias a ellas, lograron formar significativos capitales (tal es el caso de la Globo Televisa.

Raras veces, productoras independientes consiguieron afirmarse en el mercado del audiovisual seriado, ya que las grandes cadenas o redes copaban los espacios. Y aunque hoy en día los monopolios son menos evidentes, ni la Record de Brasil, ni TV Azteca en México, han sido capaces de destronar a sus principales rivales.

Uno de los factores de éxito en la producción de telenovelas es la constancia y la costumbre. Productoras inestables han demostrado también incapacidad para poder imponerse en los mercados internos y externos, ya que la continuidad es el factor básico de una industria exitosa del teleserial romántico latino.

Otro factor es la cantidad. Las grandes productoras generalmente tienen varias telenovelas en antena(4 en Brasil, 5 en México). Esto posibilita una variedad y aumentan el potencial de exportación.

En Brasil, la producción la asume la cadena, en México, existe un sistema de productores que en algo recuerda al norteamericano (en los EUA las grandes corporaciones, debido a vetos estatales, estimulados por los grandes estudios de cine, sólo pueden producir noticias y por ello compran la mayoría de sus producciones a terceros que las realizan por encargo o por iniciativa propia para vendérsela a un emisor).

Así pues, mientras que en Brasil el estilo de la novela se asocia básicamente a su autor y al horario, en México, éste se define por el productor el cual, aunque tiene una marca personal, generalmente busca no diferenciarla demasiado de la anterior, para no haber grandes baches en la recepción y garantizar una sintonía constante.

Consecuentemente, mientras que en Brasil es el autor el que determina los rumbos de la historia y tiene la última palabra sobre la misma (exceptuando el obvio control institucional y estatal), en México, es el productor el que decide por qué camino ha de seguir. La diferencia de enfoque es sustancial, pues allá, con todas las presiones comerciales y de otro tipo, las series terminan siendo hasta cierto punto 'obra de autor', mientras que en México el autor es apenas un ejecutor eficiente de las disposiciones de un jefe (algo cada vez más en voga con la desaparición de las grandes 'plumas' de antaño, sobre todo los de la época de la radio cubana, cuyos guiones se vienen reproduciendo durante décadas).

Fue la guionista brasileña Janete Clair, la primera en transformarse en autora-estrella. Con ella, empezó a resaltar la autoría antes que la actuación (la cual no perdió importancia, pero dejó a un lado el modelo de 'figuras' que aún predomina en la mayoría de los países latinoamericanos, donde se escriben y realizan telenovelas a la medida de figuras como Verónica Castro, Grecia Colmenares, Andrea del Bocca o Thalía).

En Brasil, a pesar de su belleza y éxito, nadie hizo telenovelas para Maitê Proença, por sólo citar algún ejemplo, aunque sí hay reinas del folletín como Regina Duarte, Glória Menezes o Suzana Vieira, por sólo citar tres nombres que halan grandes masas de espectadores. También los galanes, que han sido otro elemento determinante para alcanzar la popularidad.

En Venezuela, Venevisión y RCTV lograron crean una industria respetable del culebrón, pero éste se ha visto afectado en los últimos años, no tanto por las presiones políticas, sino por el deterioro de sus argumentos que trataron de abandonar las clásicas historias de chica-pobre-quiere-chico-rico, pero no encontraron un sustituto a la altura, como sí sucedió en Colombia, donde tras largos años experimentando y haciendo novelas 'alternativas', han logrado crear un estilo propio que va desde las comedias con elementos de crítica social, hasta las narco-novelas en las que se exalta el aparente glamour del bajo mundo con el que irremediablemente se asocia el país por sus cárteles de la droga.

De un sistema de productoras (programadoras, como se llamaban), cuando se crearon los canales RCN Televisión y Caracol TV, pasaron a producir sus múltiples telenovelas (quizás el mayor número por cantidad). Productoras como R.T.I. y Tepuy, también producen. La inyección del capital norteamericano de Telemundo, ayudó mucho a este boom. Hoy en día, dichas telenovelas conservan pocos rasgos característicos del país y oscilan entre un costumbrismo con sabor local, hasta una enajenación total de los valores nacionales.

En Argentina, a pesar de un comienzo propicio, de la mano de Goar Mestre (el mismo dueño de CMQ-TV que huyó de Cuba hacia el país sudamericano, donde trató de reproducir su próspero imperio mediático), la intervención estatal de los canales de TV en los años 70 impidió el florecimiento comercial de la misma. Aún así, por esa época hubo algunas novelas argentinas populares. Un despegue se dio en los 80, cuando Buenos Aires se estaba volviendo meca del género, sobre todo por sus lazos con la Europa latina (Italia y España) con la que se co-produjeron varias historias clásicas con las actuales de la mexicana Verónica Castro y algunas actrices venezolanas.

La peculiaridad de estas novelas era que se hablaban en español neutro, sin el característico 'voseo' de la comunidad rioplatense. Incluso hoy el 'tuteo' es sinónimo de telenovela latina por allá. Omar Romay y Raúl Lecuona, fueron algunos de los productores más prolíficos, pero aún así la producción es irregular, si la comparamos con otros países del continente, donde se transmiten varias novelas al día por un mismo canal.

Popular en Europa e Israel, la novela argentina no encontró mucho mercado en América, sobre todo cuando pasó a ser hablaba con las peculiaridades fonéticas y gramaticales del Río de la Plata. Llegando incluso Telefé a tratar de doblar algunas de sus realizaciones más recientes. Es Telefé, justamente, la que más apostó en telenovelas clásicas, mientras que Artear, en co-producción con Polka, se decanta más por la 'tira', una telenovela con un sabor costumbrista y humorístico más acentuado.

En Perú, también hubo algunos atisbos de consolidar una industria, pero no cuajó a pesar de algunos éxitos significativos espaciados en el tiempo. A finales de los 90 y principios de los 2000 parecía que habría un despunte, pero no pasó de un boom que ahora no tiene gran expresión fuera de fronteras.

Ídem a Chile, donde las teleseries brasileñas causaron tanto impacto que se produjeron muchos remajes de las más populares. Remakes que lograron una buena acogida local. Igual a algunas historias propias (ej.: La Madrastra). Muchos achacan al acento la poca penetración en el mundo latinoamericano, sin embargo, la novela chilena, producida básicamente por la TVN o el Canal 13 (otrora canal de la Iglesia) tiene variada exportación internacional como países de Europa o en Asia, ya que se traducen, en cambio en los países de habla hispana es más complicado por la cantidad de modismos y la pronunciación de los chilenos. Las telenovelas más vendidas a otros países en su formato original son Machos, ¿Dónde Está Elisa?, Brujas, Hijos Del Monte, Pampa Ilusión, Primera Dama, Bellas y audaces, Mujeres de Lujo y El laberinto de Alicia, principalmente a países como Canadá, Italia, Estados Unidos (por cable), Uruguay, Puerto Rico, R. Dominicana, Ecuador, Grecia, Israel y Costa Rica. Algunas telenovelas exportadas al extranjero el 2012 en su formato original: Mujeres De Lujo (España, Ecuador, Honduras), Brujas (USA Pasiones), Hijos Del Monte (España), Donde Esta Elisa (Polonia, Canadá) (Repetición) 40 Y Tantos (Uruguay), Machos (I.Canarias, España), Papi Ricky (Costa Rica), Infiltradas (Ecuador), Aquí Mando Yo (Ecuador), Primera Dama (El Salvador, P.Francesa, Francia).

En países como Cuba, donde surgió el género, la producción de telenovelas clásicas se ve interrumpida a principios de los años 60, con el triunfo de la Revolución, cuando se imponen otras concepciones ideo-estéticas al medio. Comienzan a exhibirse en el espacio Grandes Novelas, dramatizaciones de los clásicos de la Humanidad (como sucedió en la Venezuela de los 70, donde las novelas estelares debían tener - por decreto - contenido cultural o educativo).

Alternamente, se transmitía Horizontes, un espacio dedicado a las novelas sobre la clase obrera ('novelas por sindicatos', como jocosamente se han dado en llamar de un tiempo a esta parte).

La ausencia de estímulo comercial y la constantes oscilaciones en los modelos de producción (por falta de recursos e inconsistencia ideológica, o sea, poca claridad sobre el tipo de producto que se desea hacer), han llevado a la telenovela cubana de una cúspide innegable a finales de los años 50, a un abismo del cual trata de salirse con poca suerte.

Normalmente las telenovelas no se eligen con sus apelativos narrativos o cualidades comerciales, sino por sus contenido político-ideológico. Eso dificulta el tratamiento de un sinfín de temas, aún y cuando, se supone que las estén concibiendo - sobre todo en la última etapa - con el propósito de tratar la 'realidad'. Hoy en día la 'telenovela cubana' es una especie de híbrido de serie cotidiana, con elementos melodramáticos que, difícilmente, se ajuste al patrón que la propia Cuba generó en los 40 y 50.

En los 90, se meditó en producir telenovelas para la comercialización exterior, pero las pocas que se han hecho dentro de un esquema reconocible, no cumplen con los parámetros de una industria cada vez más competitiva, por la emergencia sobre todo a partir del 2000 de países y productores que han querido sacarle provecho a este género que, a pesar del declive, aún sigue siendo el plato fuerte de las TVs latinas y de muchos países.

Impacto económico

Las telenovelas se pueden comparar mejor al cine hollywoodense más que a las soap operas por la importancia económica que tienen en países como Brasil, Colombia, México, Venezuela, Ecuador, Chile, Perú, Argentina y Brasil por los grandes presupuestos destinados a su producción y por las secuelas realizadas (Amándote 2, Como Pedro por su casa, Chiquititas 1995-2006, Casi Ángeles, Rebelde, Rebelde Way, Ecomoda, Salud, dinero y amor, Más allá del puente etc.).

En muchos canales, las telenovelas actúan como una columna vertebral de la programación de la estación, ya que si éstas son exitosas, ayudan a mejorar los niveles de audiencia del resto de la oferta televisiva de la señal. Es por eso que las estaciones televisivas destinan grandes presupuestos en la producción de este tipo de programas.

En Chile, las telenovelas principalmente para TVN son muy importantes, ya que son lo más visto de Chile, las más exitosas en nivel de ventas de libreto son La Madrastra y La colorina junto con Amores de mercado y ¿Donde está Elisa?, son tres emisiones al día. La primera es la de las 2 de la tarde, en aquel horario se emiten telenovelas rosas y clásicas. La de las 8pm, la telenovela principal, varía su temática. Y la de las 10pm, generalmente el suspenso y el misterio predominan el horario, aunque últimamente la comedia es lo que más gana (ej.:Soltera otra vez). Los remakes de telenovelas chilenas más conocidos son Colorina (1980) con Lucía Méndez, remake de La colorina (1977), La Madrastra (1981) original de Vivir un Poco (1985), Para toda la vida (1996) y La Madrastra (2005). Telemundo estos últimos años ha basado sus grandes éxitos en historias chilenas como ¿Dónde está Elisa? y La casa de al lado, éstas últimas están dentro de los 20 finales más vistos de las cadenas hispanas de Estados Unidos y 10 de Telemundo.

La TV Globo de Brasil, tiene a su haber varios récords de exportación, con telenovelas tales como El color del pecado, India, una historia de amor, Terra Nostra y El Clon (las cuales rondan los 100 países de emisión. En los 90, la Globo vendía un promedio de 50 millones de dólares en telenovelas y la tendencia era a un aumento de 3% anual. Ya en el mercado interno, una novela puede recaudar hasta más de 300 millones de dólares por concepto de publicidad. Estos indicadores colocaron a la Globo como 2.ª red en importancia del mundo, superando a majors norteamericanas (como NBC y Fox). Su lugar clásico fue el 4.º, hasta años recientes en que su facturación ascendió considerablemente convirtiéndose en la segunda televisora más importante del mundo, a pesar de las caídas de las audiencias (fenómeno generalizado con el género en todo el mundo).

Además las telenovelas de ser un producto de exportación, se venden los derechos de formato para su adaptación local en otros países del mundo, generando aún más ganancias.

Los países latinoamericanos que más exportan novelas al mundo son Brasil, México, Colombia, Venezuela, Chile y Argentina.

La telenovela colombiana merece un capítulo a parte, pues se sumó a este selecto grupo recientemente, sobre todo, luego que se extendieron sus vínculos con Telemundo, la cual tiene la base financiera del capital norteamericano que les da mayor alcance internacional. Las productoras colombianas han logrado posicionar en el mundo cerca de 84 historias, todas con un rotundo éxito. La telenovela colombiana Yo soy Betty, la fea, uno de los éxitos televisivos más grandes de la historia de los dramatizados, ha sido exportada a numerosos países en donde igual alcanza ratings de audiencia muy altos, incluso en el 2010 entró al libro de los Guinness World Records como la telenovela más exitosa de la historia.[3][4][5][6]​ Entre sus 22 adaptaciones se encuentran: La fea más bella en México, Ne rodis krasivoy en Rusia, Lotte en los Países Bajos, Jassi Jaissi Koi Nahin en la India, Verliebt in Berlin en Alemania, Ugly Betty producida por Salma Hayek para la ABC de Estados Unidos y Yo soy Bea, la adaptación española.

Mientras que en Venezuela, "La criada de la granja" en 1953 fue la primera de su tipo, las telenovelas han causado desde los años 80's un impacto politico-social y cultural dando inicio al nuevo fenómeno del entretenimiento nacional. Colocando a este país como el principal exportador en la materia, para este tiempo. Algunas de los dramáticos más conocidos de este país son Esmeralda de Venevision en 1970, La señora de Cárdenas de RCTV en 1977, Leonela de RCTV en 1983, reconocidas por la tematica basada en diversas situaciones del venezolano para el tiempo. A partir de ese momento comenzó la época dorada de las telenovelas venezolanas, muestra de ello Cristal y Las Amazonas en 1985 generaron una fuerte batalla de audiencia nacional, Abigail en 1988 , Por estas calles y Kassandra dos de las telenovelas más importantes de Venezuela, hechas por la desaparecida cadena RCTV la primera ha sido la más vista en la historia la televisión nacional y la más larga con más de dos años de duración, la segunda fue exportada a más de 180 países logrando un Records Guinness como la más vendida de la historia.

Ya en el nuevo milenio las telenovelas de suspenso y amor han sido las más populares a nivel internacional destacando Angelica Pecado del año 2000, Juana la virgen , La mujer de Judas y Mi gorda bella en el 2002, (entre las tres generaron una ganancia millonaria, siendo vendidas a más de 100 países cada una). Estrambótica Anastacia de 2004, Amor a palos de 2005, Ciudad Bendita y Voltea pa' que te enamores en 2006, Mi prima Ciela y Toda una dama en 2007, la telenovela juvenil más popular del país Somos tu y yo en este mismo año, Calle Luna, Calle Sol yUn esposo para Estela en 2009. Luego del cierre de RCTV las producciones dramáticas bajaron su calidad y, en pocas oportunidades resaltaron el poderio que Venezuela seguía obstentando en el mercado entre ellas La mujer perfecta en 2010, La viuda joven y Natalia del mar en 2011 y Mi ex me tiene ganas , ¡Válgame Dios! y Dulce Amargo en 2012.

Un medio de exportación e incluso de repetición de historias a nivel local es la adaptación de libretos o formatos, fenómeno muy común en México desde los años ochenta y que se ha extendido a otros países desde los años noventa hasta la actualidad. Quizá el ejemplo más famoso ha sido el de la telenovela colombiana Betty la fea, pero otras historias también han logrado un gran éxito a través de este medio. Algunas de estas historias han sido Simplemente María (1967), de origen argentino, producida luego en Perú, Venezuela, México y Brasil, Raquel de 1973 que fue luego Los ricos también lloran y María Mercedes en 1992 y Marimar en 1994 y María la del barrio en 1995 y Rosalinda y Marina –de Telemundo– en 2007, Montecristo (telenovela argentina que fue adaptada en México, Portugal –"Vingança"–, Colombia y Chile), Las Aguas Mansas (su más exitosa adaptación, Pasión de gavilanes y, fue vista en más de 80 países), Pedro el escamoso (que llegó a México como Yo amo a Juan Querendón), La usurpadora protagonizada por primera vez por Marina Baura en Venezuela en 1970 (que ha sido adaptada en México dos veces, la primera con El hogar que yo robé en 1981 y la segunda, La usurpadora, en 1998, considerada la telenovela mexicana más rentable en el mercado internacional) y Señora Isabel (historia colombiana, que fue Mirada de mujer a finales de los noventa y Victoria en el 2008).[7]

Impacto cultural

Lucía Méndez
Archivo:David zepeda Sortilegio.jpg
David Zepeda
La Esclava Isaura, telenovela brasileña.

Las telenovelas gozan de gran popularidad en toda América Latina y en países como Portugal, España, Italia, Grecia, Europa del Este, Asia Central, el Cáucaso, Turquía, China, Filipinas, Indonesia, Israel, Eslovenia y también los países de África, especialmente en la ex-colonia española de Guinea Ecuatorial donde se consumen las telenovelas brasileñas.[8]

En una población al sur de Serbia, los televidentes solicitaron al gobierno serbio que se retiraran los cargos contra Kassandra, el personaje de la novela del mismo nombre. Una copia de la carta fue enviada al entonces presidente Slobodan Milošević [2]. Kassandra tiene el premio de Mundial de Guinness por ser la telenovela vista en más países (185 países) [3].

A partir de 1995, el lugar de las mexicanas, lo ocuparon las brasileñas que durante una década fueron los programas de mayor audiencias (descontando el noticiero Tiempo, del Canal 1). Mujeres de arena, La próxima Víctima, El rey del Ganado, Por amor, Terra Nostra y El Clon fueron de las más vistas, llegando, como en el caso de Terra Nostra a tener una participación en cuota superior al 50%.

El éxito de Mujeres de arena fue tal, que sus capítulos finales se retrasaron para hacerlos coincidir con el día de la elección del 96 y así evitar que el público se retirara a sus casas de campo, donde por lo general no tenían televisión. También se creó un concurso que sólo en la primera semana recibió 80 mil cartas. Un concurso semejante se creó cuando La próxima víctima, en que los lectores del periódico Antena debían adivinar al asesino múltiple que centraba la trama.

En Chile durante los 80 TVN emitía gran parte del día telenovelas mexicanas que eran de novedad, las más exitosas fueron Colorina (1980) y Tú o nadie (1985) que consolidaron a Lucía Méndez como ídola en el país, junto con Verónica Castro, la cual se dio a conocer en Chile gracias a El derecho de nacer (1981) y Rosa Salvaje. Pero a nivel internacional las telenovelas chilenas han causado gran impacto como La Fiera, que llegó a ser emitida en Estados Unidos por Univisión en horario estelar con altos niveles de audiencia entre los hispanos del país. Luego Romané sería exportada a varios países destacando su audiencia en Ecuador y Colombia. ¿Dónde está Elisa? ha sido vendida a más de 80 países en su formato original y a 15 les ha vendido su guion. Telemundo en los últimos años se asoció con TVN para distribuir sus telenovelas, como La familia de al lado, Alguien te mira, Témpano y recientemente Aquí Mando Yo la cual ha batido récords en su emisión en Ecuador por Telerama en horario estelar, compartiendo horario con otra exitosa chilena Mujeres de Lujo. En Canal 13 sin duda, Tentación si bien no logró superar a su competencia logró una venta al extranjero extraordinaria, destacando en Colombia, Uruguay, Estados Unidos y Venezuela. Machos la más exitosa a nivel de emisiones en otros países. Ahora último Primera Dama imita el singular éxito de Tentación, porque tampoco logró una buena audiencia en Chile, pero si lo ha logrado en otros lugares del mundo y muy pronto en Estados Unidos por Azteca América.

En China, la telenovela brasileña La esclava Isaura fue vista por más de 450 millones de televidentes [4]. Recientemente la actriz y cantante uruguaya Natalia Oreiro es admirada en Rusia e Israel, por las telenovelas que protagonizó en la década de los 90 y las de los últimos años. De hecho es más exitosa en los países de Europa del Este que en la propia Argentina.

En Angola el principal mercado de Luanda, se llama Roque Santeiro por el personaje de la telenovela homónima de 1985 y en Cuba, los restaurantes privados autorizados en la década del 90, tomaron su nombre 'Paladar' de la empresa que tenía la protagonista de Vale todo, un hit en la isla y en países como Perú, Chile, Uruguay y Portugal.

Novelas como Niña Moza (1986), Kassandra o Esmeralda paraban los combates en los conflictos bélicos de Nicaragua, Bosnia y Croacia.

En Colombia, hoy en día segundo mayor exportador de telenovelas en el mundo, los canales privados Caracol TV y RCN TV emiten telenovelas (nacionales y extranjeras) durante la mayor parte del día, lo cual ha conllevado a innumerables críticas hacia esos canales dentro del país, junto a los constantes cambios de horario ocasionados por la guerra por el rating. También han sido fuertemente cuestionados por las alianzas con los canales estadounidenses para la población latinoamericana Telemundo y Univisión.

Además de Kassandra, en los años ochenta telenovelas venezolanas como La dama de rosa, Abigail, Cristal, Topacio, Ligia Elena, Las Amazonas, etc. causan gran impacto en Hispanoamérica y el mundo, convirtiendo desde ese momento y hasta la fecha a actores venezolanos en verdaderos ídolos en diversos países: Carlos Mata y Jeannette Rodríguez en España; Catherine Fulop y Grecia Colmenares en Argentina, etc. RCTV y Venevision siempre han ido a la vanguardia renovando el género, apostando por la calidad, formando los mejores actores del país y marcando hitos con sus producciones.

Mundialmente este género ha creado estrellas, algunas féminas han sido bautizadas con el título de Reina de las telenovelas, siendo las pioneras Lucía Méndez y Verónica Castro. Pero con el paso de los años otras actrices han sido llamadas así, Lucero, Victoria_Ruffo, Edith_González, Maria_Conchita_Alonso, Gaby_Spanic, Sonya_Smith, Gaby_Espino, Alicia_Machado, Maritza_Rodriguez y Scarlet_Ortiz . Entre los actores protagónicos están David_Zepeda, Fernando_Carrillo, Miguel_de_Leon, Fernando_Colunga, William_Levy, Christian_Meier, Luis_Roberto_Guzmán y Mario_Cimarro.

Sin especificar países, las telenovelas causan gran impacto en la sociedad, más específicamente en los niños. Al ser programas que transmiten a todas horas, un niño puede presenciar situaciones o acciones que a lo largo del tiempo puede adoptar como propio, es decir, se deja influenciar por un medio de comunicación que no siempre es controlado por los padres.

Presumiblemente, las mejores telenovelas fueron creadas en épocas donde el gobierno influía sobre las televisoras para vender historias que envolvieran tanto al público que fueran incapaces de distinguir la importancia entre los eventos de la obra ficticia y las situaciones de la vida diaria. Un ejemplo claro se dio en África, donde un apagón durante la transmisión del final de una telenovela mexicana en Nigeria, causó el linchamiento de unos empleados de la eléctrica. En el 2000, en un último esfuerzo para disuadir el voto, TV Azteca lanzó una telenovela llamada El Candidato, sobre un hombre que busca ganar las elecciones presidenciales. Aunque mostraba muchas de las trampas a los que los políticos pueden acudir, el personaje estaba basado en los candidatos priistas, incluso en un debate enfrentó a un personaje similar a Vicente Fox, candidato favorito y ganador de las elecciones presidenciales que se dieron dos días después del final de la telenovela.

Los países con más producción de telenovelas son:

Clasificaciones

Se pueden clasificar según el público al que van dirigido, la periodicidad con la que se emiten o el tema que tratan, entre otros parámetros.

Usualmente, las telenovelas tienen alto contenido melodramático, pero a partir de la segunda mitad de los 90 y sobre todo en los primero años del s. XXI, empezó a imperar una variedad, que iba desde la comedia hasta el thriller.

En Brasil, dicha variedad empezó a forjarse por los años 70, cuando los ejecutivos se dieron cuenta de que el público no quería sufrir y llorar, sino pasar un buen rato ante la pantalla. Así pues se creó la novela de las 6, más leve, la de las 7 más cómica, la de las 8 más general y clásica y la de las 10, con contenido alternativo o cultural.

Otra distinción se puede hacer entre las telenovelas con historias rosas y las de historias más realistas, siendo las primeras aquéllas en que la trama gira alrededor de personajes y situaciones claramente determinados, siendo entendible a cualquiera quién es bueno o malo; y refiriéndose las segundas a aquellas telenovelas que planean con mayor profundidad a sus personajes, teniendo todos ellos acciones aprobables y reprobables, con un grado de complejidad en la trama que se asemeja más a la vida real.

Telenovela rosa

La telenovela rosa posee alto grado de romanticismo y dramatismo. El argumento básico de una telenovela rosa es una protagonista pobre que se enamora de un hombre rico y tiene que luchar para lograr casarse con él. Uno de los componentes básicos en el argumento de una telenovela rosa, es una villana que quiera arrebatarle el amor a la pobre protagonista. La mayoría de las veces a estas villanas las mueve la ambición por el dinero. La mexicana Lizbeth Salazar Rosado empezó su carrera a los 24 años cuando dirigió la novela Senyase; después, a los 30 años, renunció a ser directora y empezó a destacarse como escritora, pues fue ella quien publicó "Verboide", el famoso libro que hablaba de manera específica de la literatura y el arte escénico.

Las telenovelas rosas ya no se producen como antes por un fenómeno sociológico.[cita requerida]. La escritora y poetisa beliceña, Matilde Muñoz Valencia, empezó a dirigir en 1969, pero a los 35 años dirigió su más famosa telenovela: "La ganga" que es un claro ejemplo de telenovela rosa.


De temática internacional

Son aquellas novelas que tienen una trama basada en la cultura, sociedad o política de otro país. Muchas de ellas tocan más de un tema en específico para darle más intensidad que la telenovela común. Algunas están basadas en obras literarias o gráficas, mientras que otras, son basadas en leyendas o noticias.

Rede Globo, la televisora más importante de Brasil y segunda en el mundo, es considerada la cuna de este tipo de telenovelas, ya que cuenta con muchas producciones de este tipo: El sheik de Agadir de 1966 (Arabia), La sombra de Rebecca de 1967 (Japón), El clon de 2001 (Marruecos), Esperança de 2002 (Italia), América de 2005 (Estados Unidos), Negocio de China de 2008 (China), India, una historia de amor de 2009 (India) y próximamente Salve Jorge (Turquía).

Por su parte, la cadena estadounidense Telemundo ha realizado remakes de telenovelas aplicando temáticas internacionales: El Clon (basada en la telenovela brasileña homónima) y Sin senos no hay paraíso, de temática social colombiana, remake de la serie televisiva de este país, Sin tetas no hay paraíso.

En 2012 la cadena mexicana Televisa lanza la novela Amor bravío, con temática ambientada en Chile.

Etapas

El argumento de una telenovela suele desarrollarse en una serie de etapas que suelen guardar el mismo orden.

El prólogo se podría definir como una presentación de los personajes y el fondo sobre el cual pretenden situarnos en la historia. Puede ser que nos hablen del pasado de los padres de los protagonistas y su interacción, lo cual define los conflictos con los que comienza la historia. Usualmente esto termina con el primer contacto entre los personajes principales, tanto el héroe y la heroína como los villanos.

Desarrollo de la relación

El héroe y la heroína se conocen, al principio pueden tener una relación difícil, ya sea por rivalidades, conflictos familiares, que andan en otras relaciones (usualmente con un villano(a) o alguien que morirá a manos del villano) o simplemente no han dado con la chispa, pero pronto se vuelven pareja. Mientras tanto empezamos a conocer mejor los motivos de los villanos y vemos cómo va maquinando una complicada cadena de acciones que busca hundir a sus enemigos; esta cadena de acciones puede ser decisiva para que una novela tenga éxito o no.

Etapa oscura

Mientras la relación de la pareja llega a un tope (se casan por el civil, consuman su relación o tienen la cita más dulce de su vida), el villano por fin logra que sus acciones afecten directamente a los personajes más importantes, a veces provocando que la relación de los héroes se caiga dramáticamente y los personajes se hundan en depresión, vicios o enfermedades. Por si fuera poco, la heroína puede quedar embarazada y tiene usualmente a su hijo en la soltería, lo cual provoca aún más escándalos. Si el villano tiene aún más éxito, el galán o la heroína pueden quedar inmiscuidos en un delito que no cometieron cayendo en la cárcel, a merced de quedar allí para siempre.

Etapa Culminante, Cumbre o Decisiva

La Etapa Culminante, también llamada Etapa Cumbre o Decisiva, es el punto en donde una telenovela comienza a llegar a su punto más alto y comienza la desesperación en la trama. Esta puede tomar parte o todo de la Etapa Final. Usualmente los personajes comienzan a encontrar huecos que ayudan a debilitar el poder del villano, a encontrar evidencias que prueban que el amor nunca se ha perdido o que todo fue una maquinación para provocar el desdén entre los protagonistas. Poco a poco caen personajes clave, tanto del lado de los buenos como del lado de los malos, lo cual empieza a mostrar cada vez más a todos los personajes las fechorías del villano y poco a poco los héroes toman acción para remediarlo todo y ventilar a los demás lo peligroso que es el rival.

La Etapa Final

Es la etapa donde una telenovela se encuentra en momento de crisis. Esta etapa puede tomar una parte o la totalidad de los Capítulos Finales. Usualmente el villano, al verse completamente descubierto, decide emprender una arriesgada jugada que va a poner en peligro a varios personajes clave, principalmente los protagonistas, el objetivo es acabar con ellos y borrar toda evidencia de las cosas que le acusan. En estas etapas, nuevamente el amor es puesto a prueba, ya sea por el peligro que corre la heroína por las maquinaciones del villano o por una súbita enfermedad que la pone en peligro de muerte, provocada por la angustia de los eventos.

Capítulos Finales

Son, como su nombre lo indica, los últimos capítulos de una telenovela que comprenden de 10-15 ó 20 Capítulos. Esta etapa en algunas ocasiones se divide en "Últimas semanas" (2), "últimos capítulos" (10) y puede tomar parte o todo de la Semana Final.

Semana Final

Es el conjunto de 6 ó 5 (a veces menos) capítulos que vienen antes de los 4 capítulos finales que son el Antepenúltimo Capítulo, el Penúltimo Capítulo el Anteúltimo Capítulo y el Capítulo Final. En algunas telenovelas de Televisa, el capítulo final puede ser un especial de dos horas transmitido en horario estelar para mostrar por fin el desenlace de la trama, usualmente feliz. En el caso de las novelas infantiles o juveniles, el final pasa a un concierto en vivo de los protagonistas. En la mayor parte de las novelas todas las tramas deben quedar resueltas, tanto las de los personajes principales (los héroes se casan, los villanos finalmente caen en la cárcel, mueren, se vuelven locos o simplemente se alejan, aunque en ocasiones puede ocurrir que por algún motivo se rediman, cambien su conducta y procuren deshacer el mal causado, con diferente suerte positiva o negativa) como de los personajes secundarios (quienes usualmente encuentran la felicidad de una manera u otra al estar del lado de los protagonistas, o sufren un trágico destino al tomar parte del lado equivocado).

Referencias

  1. Mitos y realidades sobre la génesis de la Radio-Telenovela en Cuba, de Mayra Cue Sierra
  2. La telenovela: una cronología, Víctor Fowler
  3. «‘Yo soy Betty la fea’ entra al libro de los Guinnes Records». colombia.com. Consultado el 12 de febrero de 2010. 
  4. «La fea en Guinness Records». novebox.com. 11-02-2010. Consultado el 12 de febrero de 2010. 
  5. «La fea, en los Guinness Records». eldiario.com. Consultado el 13 de febrero de 2010. 
  6. «Yo soy Betty la fea entra a los Guinness Record». quedice.org. Consultado el 13 de febrero de 2010. 
  7. Novelas About (Los 15 más... Escritores de Telenovelas) - por Lorena González
  8. [1]

Bibliografía

  • Roura, Assumpta (1993). Telenovelas, pasiones de mujer. El sexo en el culebrón. Barcelona:.
  • Trejo Silva, Marcia (2011). La telenovela mexicana. Orígenes, características, análisis y perspectivas. México:Trillas. ISBN-978-607-17-0914-1
  • Verón, Eliseo y Lucrecia Escudero Chauvel (compiladores) (1997). Telenovela, ficción popular y mutaciones culturales. Barcelona: Gedisa.