Rita Hayworth

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Rita Hayworth

Hayworth en 1942.
Información personal
Nombre de nacimiento Margarita Carmen Cansino
Apodo La diosa del amor Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 17 de octubre de 1918
Bandera de Estados Unidos Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos
Fallecimiento 14 de mayo de 1987 (68 años)
Bandera de Estados Unidos Manhattan, Nueva York, Estados Unidos
Causa de muerte Enfermedad de Alzheimer Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cementerio de Holy Cross Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Estadounidense
Religión Católico Ver y modificar los datos en Wikidata
Lengua materna Inglés Ver y modificar los datos en Wikidata
Características físicas
Altura 1,68 m Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Eduardo Cansino
Volga Hayworth
Cónyuge Edward C. Judson (matr. 1937; div. 1942)
Orson Welles (matr. 1943; div. 1947)
Alí Khan (matr. 1949; div. 1953)
Dick Haymes (matr. 1953; div. 1955)
James Hill (matr. 1958)
Hijos Yasmin Aga Khan (n. 1949)
Rebecca Welles (1944-2004)
Educación
Educada en
  • Boys and Girls High School
  • Alexander Hamilton High School Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Actriz, bailarina
Años activa 1923-1972
Obras notables
Distinciones
  • Estrella del Paseo de la Fama de Hollywood Ver y modificar los datos en Wikidata
Firma

Rita Hayworth (Nueva York, 17 de octubre de 1918—íd, 14 de mayo de 1987) fue el seudónimo de Margarita Carmen Cansino,[1]actriz, bailarina y pin-up estadounidense.[2]​ Alcanzó la fama en la década de 1940 como una de las principales estrellas de la Edad de Oro de Hollywood y apareció en 61 películas en total a lo largo de 37 años. La prensa acuñó el término «La diosa del amor» para describir a Hayworth, luego de que se convirtiera en el ícono cinematográfico más glamoroso de la época. Fue la principal chica pin-up de los soldados durante la Segunda Guerra Mundial[3]​ y ocupa el puesto 19.º en la lista del American Film Institute de las grandes estrellas del séptimo arte. Gilda, su mítico personaje de la película homónima, es considerado un arquetipo de la belleza femenina y marcó el inicio de una serie de criterios estéticos y culturales en la mujer que perduran hasta la actualidad.

Nacida en Brooklyn, Nueva York, Hayworth tuvo una infancia marcada por los abusos físicos y la explotación laboral.[4][5]​ Provenía de una familia de varias generaciones de bailarines y a la edad de cinco años, comenzó dar sus primeros pasos en el mundo del baile.[6]​ Ante el incipiente éxito de la pequeña Hayworth, su padre no tardó en convertirla en su pareja de baile —el dúo se llamó «Bailes Cansino»— y ambos se dedicaron a recorrer los casinos flotantes y clubes nocturnos de la costa californiana y la frontera mexicana.[7]​ Luego de breves incursiones en cine, la Fox le ofreció un contrato de seis meses para comenzar a trabajar en 1935 bajo el seudónimo de Rita Cansino.[8]​ Durante ese período, apareció en papeles comunes, a menudo interprendo a extranjeras llamativas.

Su casamiento en 1937 con el empresario Edward Judson, que pronto se volvió su patrocinador, le abrió puertas en la industria del cine y logró que Columbia Pictures la contratara por siete años.[9]​ Por sugerencia de su director, Harry Cohn, llevó adelante un cambio físico rotundo y la modificación de su seudónimo por el de Rita Hayworth.[10][11][12]​ Su crecimiento profesional tuvo lugar a partir de 1939 cuando tuvo un rol importante en Sólo los ángeles tienen alas de Howard Hawks,[12]​ a la que le sucedieron La pelirroja y Sangre y arena, ambas de 1941. Antes de eso, había intervenido en una docena de películas de clase B para Columbia y Fox.[13]

Columbia le renovó contrato una vez más y Hayworth coprotagonizó con Fred Astaire Desde aquel beso (1941), una de las películas con mayor presupuesto jamás financiadas por el estudio, y Bailando nace el amor (1942), donde tuvieron escenas de baile que se volvieron emblemáticas.[14][15]​ En agosto de 1941, Hayworth fue portada de la revista Life, convirtiéndose en una de las principales chicas pin-up de la Segunda Guerra Mundial por el efecto que generaba sobre la moral de los soldados.[3]

Hayworth es mejor conocida por su papel en Gilda (1946), coprotagonizada por Glenn Ford, tras el cual se convirtió en un símbolo sexual y un ícono de la mujer fatal.[12]​ La película fue un éxito de recaudación y llevó a que una bomba atómica detonada sobre las Islas Marshall en 1946 fuera bautizada Gilda, una referencia a su estatus de bomba.[16]​ Su siguiente actuación en La dama de Shanghái (1948) la mostró en un rol policial atípico con un tinte de cabello platinado, esta vez dirigida por su segundo marido, Orson Welles.[17]​ Su casamiento con el príncipe Alí Khan en 1949 y sus permanentes conflictos laborales con Columbia la mantuvieron alejada de Hollywood hasta que regresó para filmar Affair in Trinidad (1952), pero luego volvió a tener un impasse laboral de varios años tras su polémico casamiento con Dick Haymes; ambos matrimonios dañaron severamente su imagen.

Biografía[editar]

Familia y primeros años (1918-1923)[editar]

Rita Hayworth de pequeña, c. 1918-19.

Rita Hayworth nació como Margarita Carmen Cansino —tal su verdadero nombre— en Brooklyn, Nueva York el 17 de octubre de 1918 como la primera de los tres hijos de Eduardo Cansino (1895-1968) y Volga Hayworth (1897-1945). Su padre era de Castilleja de la Cuesta, un pequeño pueblo cerca de Sevilla,[18]​ y se desempeñaba como bailarín y actor en el teatro de vodevil. Para ese entonces, llevaba cuatro años viviendo en Estados Unidos al igual que su hermana Elisa (1896-1990), con la que formaba pareja de baile.[19]​ Su repertorio habitual incluía bailes españoles en presentaciones llevadas a cabo en el Orpheum Theatre de Duluth, Minnesota.[19]

Su abuelo paterno, Antonio Cansino (1865-1954), era hijo de Joaquín Avecilla y Rosario Montero. Aunque Eduardo solía decir en Estados Unidos que descendía de reyes moros de Granada, en realidad tenía ascendencia romaní y gitana.[20][21][22]​ Antonio Cansino era bailarín clásico de flamenco y contrajo matrimonio con Carmen Reina (1866-?), una empleada tabacalera con quien tuvo once hijos, entre ellos Eduardo. A la muerte de Gracia y Carmela Cansino, dos de las hijas con las que realizaba sus espectáculos por Sevilla, Antonio se retiró de los escenarios y se dedicó a la enseñanza de baile, primero en Barcelona y luego en Madrid, donde fundó escuelas mundialmente famosas.[23]​ Elisa, otra de sus hijas, formó un dúo artístico con Eduardo, el mayor de los varones, y comenzaron a actuar juntos.[24]

En 1913, los hermanos Eduardo y Elisa Cansino viajaron por primera vez a Nueva York, Estados Unidos, con apenas veinte dólares en el bolsillo.[25]​ Firmaron una serie de contratos para actuar en espectáculos de revista en diversas ciudades estadounidenses y en 1916 debutaron en la comedia musical Follow me en el Casino Theatre, donde Eduardo conoció a Volga Hayworth, una corista estadounidense de ascendencia inglesa e irlandesa que había escapado de su hogar a los 16 años para dedicarse a la actuación.[26][12]​ Su padre, Allyn Duran Hayworth (1870-1938), era nativo de Indiana y se había trasladado a Washington D. C., donde fundó una imprenta y se casó con Margaret O'Hare (1870-1942). Un hermano de Volga, Vinton Hayworth (1906-1970), también era actor.[27]​ Tras el casamiento de Hayworth con Cansino en 1917, decidió en lo sucesivo no volver a saber más nada de su hija.[26]

Luego del nacimiento de Margarita (Rita) en 1918, el matrimonio Cansino dio a luz a dos varones: Eduardo Jr. el 13 de octubre de 1919 y Vernon el 21 de mayo de 1922.[28][29]​ Margarita era descripta a menudo como una niña dócil, excesivamente tímida y obediente.[4]​ Su padre quería que se convirtiera en bailarina profesional, mientras que su madre esperaba que se convirtiera en actriz.[30]​ Fue así como Hayworth asistió a clases de baile todos los días durante algunos años en una academia de baile que su tío Ángel Cansino había abierto en el Carnegie Hall,[4][12]​ aunque su abuelo paterno Antonio fue quien la instruyó en su primera lección de danzas.[31]​ Hayworth recordó más tarde: «Desde que tenía tres años y medio... tan pronto como pude valerme por mis propios medios, me dieron lecciones de baile»[32]​ y luego señaló: «No me gustó mucho... pero no tuve el valor de decírselo a mi padre, entonces comencé a tomar lecciones. Ensayar, ensayar, ensayar, esa fue mi niñez».[33]

Comienzos profesionales (1923-1935)[editar]

Antes de cumplir cinco años, fue una de los «Cuatro Cansinos» que aparecieron en la producción de Broadway The Greenwich Village Follies en el Winter Garden Theatre[6][34]​ y en 1926, a la edad de ocho años, apareció en La Fiesta, un cortometraje para Warner Bros.[12]​ En 1927, su padre llevó a la familia a Hollywood, porque creía que sus coreografías podrían aparecer en las películas y que tanto él como su hija podrían ser parte de ello, además de establecer su propio estudio de danza en Sunset Boulevard,[12][35]​ donde le enseñó a estrellas como James Cagney y Jean Harlow.[36]​ Dada la actividad a la que fue introducida desde pequeña, Hayworth tuvo una infancia dislocada por sucesivas mudanzas y giras a lo largo del país que a menudo le impedían pasar tiempo con su familia y desarrollarse entre sus contemporáneos.[4][5]​ A pesar de eso, logró iniciar sus estudios elementales a la edad de seis años en la escuela nacional de Jackson Heights, un barrio cercano a su domicilio,[37]​ pero la Gran Depresión, sumada a la aparición del cine sonoro y la dificultad idiomática de su padre para adaptarse al nuevo mercado, hicieron que la familia Cansino perdiera todos sus ahorros.[35]

Hayworth, de 12 años, caracterizada para el dúo «Bailes Cansino» que conformaba con su padre, 1931.

En la primavera de 1931, Margarita hizo una nueva aparición sobre los escenarios cuando tuvo que sustituir imprevistamente a la bailarina de su primo Gabriel Cansino en el Carthay Circle Theater de Los Ángeles, donde solían montar coreografías en vivo antes de la proyección de las películas.[35]​ Los comentarios de prensa hablaban en ese entonces de una «joven de catorce años, de busto prominente y aspecto provocativo».[38]​ Ante el incipiente éxito de la pequeña Hayworth, su padre no tardó en convertirla en su pareja de baile —el dúo se llamó «Bailes Cansino»— y ambos se dedicaron a recorrer los casinos flotantes de la costa californiana.[7]​ Su cabello fue teñido de castaño a negro para darle una apariencia más madura y «latina».[1]​ Un nuevo contrato en Chula Vista, California, cerca de la frontera mexicana, hizo que Hayworth debiera abandonar sus estudios escolares y ocupara de pronto el papel de principal fuente de ingresos de la familia que había perdido su padre.[7][38]

Hayworth, de 16 años, junto a su padre, Eduardo Cansino, en 1933.

Según las leyes de California, como Hayworth era demasiado joven para trabajar en clubes nocturnos y bares, su padre la llevó a trabajar al otro lado de la frontera de Tijuana, México.[5]​ A principios de la década de 1930, era un lugar turístico popular para la gente de Los Ángeles,[12][39]​ aunque se había ganado una mala reputación por la amplia cantidad de prostíbulos que abundaban en la zona.[5]​ Como consecuencia, Hayworth nunca se graduó de la escuela secundaria, pero completó el noveno grado en la Alexander Hamilton High School. Sus hermanos revelaron que sus padres habían falseado la edad de Hayworth para librarla de la escolarización obligatoria y la propia actriz le confesó años más tarde a su segundo marido, Orson Welles, que su padre era alcohólico y ludópata,[7]​ y a menudo abusaba sexual y físicamente de ella.[5]​ Unas entrevistas grabadas a Vernon Hayworth en 1974, poco antes de su muerte, demuestran que él estaba al tanto de los padecimientos de su hermana, al igual que su madre, Volga, que solía protegerla de su marido en muchas ocasiones.[40]

Hayworth tuvo un pequeño papel en la película Cruz diablo (1934) a los 16 años, lo que la llevó a otro pequeño papel en la película In Caliente (1935) con la actriz mexicana Dolores del Río.[12]​ También bailó con su padre en locales nocturnos como Foreign y Caliente.

Luego de una infructuosa prueba de cámara para la Warner Bros., Hayworth fue convocada en 1934 por Winfield Sheehan, jefe de producción de la Fox, que había quedado fascinado con su actuación en el club nocturno Caliente. En ese entonces, la percibió «tímida en grado superlativo», pero pensó que podía introducirla en el mundo del cine.[41]​ Su debut cinematográfico para la Fox fue una secuencia de baile de tono erótico al lado de Gary Leon en una película protagonizada por Spencer Tracy, Dante's Inferno. A poco de comenzar el rodaje, Leon tuvo un percance en su tobillo y la filmación de la secuencia se postergó durante más de dos semanas, durante las cuales Hayworth y su padre se dirigieron a trabajar a Aguascalientes, México.[8]​ Según su biógrafa Barbara Leaming, Eduardo Cansino «utilizaba la buena presencia de la hija para introducirse en los círculos secretos de la industria del cine».[42]​ Luego de su breve incursión, la Fox le ofreció un contrato de seis meses con los derechos normales de renovación para comenzar a trabajar en febrero de 1935 bajo el nombre de Rita Cansino.[8]

Dificultades en la carrera e irrupción en Columbia (1935-1939)[editar]

Rita Hayworth en una foto publicitaria para la Fox, junio de 1935.

Durante su tiempo en Fox, Hayworth fue anunciada como Rita Cansino y apareció en papeles comunes, a menudo interprendo a extranjeras llamativas. Estaba tan aterrada al momento de filmar su primera película hablada, Amor de gaucho (1935), que cuando llegó el momento de pronunciar sus líneas frente al actor Warner Baxter comenzó a tartamudear.[43]​ La productora la había matriculado en academias de interpretación, baile y equitación, y le había sugerido que adelgazara y continuara realizando ejercicio físico. Una nota de prensa de la Fox se refería a ella en ese entonces como una «hermosa bailarina hispano-irlandesa de dieciséis años que ha dado la vuelta al mundo una docena de veces».[43]​ Un periodista que la entrevistó para Milwaukee Journal en 1935 dijo que «hace mucho no veo a nadie tan aturdido» en referencia a su nerviosismo, inseguridad y los ataques de llanto que dispensaba frente a directores y colegas.[43]​ Luego de interpretar a una joven argentina llamada Carmen en Amor de gaucho, Hayworth fue asignada con otro papel para principiantes, la niña egipcia Nayda, en Charlie Chan en Egipto. El objetivo era prepararla para un rol muchísimo más importante en el filme tecnicolor Ramona (1936), basada en una novela de Helen Hunt Jackson. Winfield Sheehan esperaba que ese protagónico le diera a Hayworth una popularidad similar a la de Dolores del Río y la llevara al estrellato.[44]​ Sin embargo, Fox tenía importantes problemas financieros a tal punto que en 1935 debió fusionarse con Twentieth Century, tras lo cual Joe Schenck y Darryl F. Zanuck sucedieron a Sheehan en la dirección y no dieron su aprobación para los proyectos de su predecesor. Zanuck, por su parte, consideró que Hayworth no servía para el papel y la reemplazó por Loretta Young. Además, se negó a renovarle contrato una vez que finalizó la grabación de Message to García de George Marshall y Contrabando humano de Allan Dwan, dos de las películas con las que se esperaba prepararla para su primer protagónico.[45]​ El episodio desató una crisis dentro de la familia Cansino que, en su mayor medida, dependía económicamente de los ingresos de Hayworth. Su hermano Vernon definió aquella experiencia como «traumática».[46]

Rita Hayworth, diciembre de 1935.

En un contexto donde el mercado cinematográfico estaba dominado por varones, la única posibilidad de acceder a ser una figura estelar —sobre todo para las jóvenes provenientes de familias disfuncionales o de la clase obrera— era por medio de favores sexuales o el patrocinio artístico.[47][48][49]​ Edward Charles «Eddie» Judson, un empresario divorciado en tres oportunidades y vinculado a los consorcios petroleros y la industria automotriz, comenzó a interesarse por Hayworth luego de ver una prueba de cámara para Ramona.[45]​ Henry C. Rogers, que jugaba al póquer con él, lo definió como un «tipo misterioso. Nadie supo nunca quién era en realidad».[50]​ Helen Hunt señaló más tarde que Judson fue como un «padre» para Hayworth no sólo por la diferencia de edad —era 22 años mayor— sino porque, al menos en los comienzos de la relación, la educaba, protegía y cuidaba como tal.[46]​ Los relatos de personas que los vieron juntos narran cómo Hayworth cambió su actitud completamente al rodearse de Judson y lo obedecía verdaderamente como si fuera un padre. En poco tiempo, Judson comenzó a interceder en favor de Hayworth ante las principales figuras de la industria del cine y logró una serie de trabajos sin contrato que le proporcionaron un promedio de 200 USD por película a cambio de ofrecer rebajas en el precio de los vehículos a los productores que le dieran un papel a su representada.[9]​ Además de un papel pequeño en Meet Nero Wolfe de Columbia, Hayworth apareció en un par de películas de vaqueros protagonizadas por Tom Keene bajo producción de Crescent Pictures, Rebellion y Old Louisiana.[9]

Sin embargo, los esfuerzos de Judson no tuvieron ningún logro importante hasta que Columbia Pictures le ofreció a Hayworth un contrato de siete años. Si su trabajo no tenía éxito, la productora se reservaba el derecho de no renovarle el contrato, tal como ocurrió cuando fue despedida por Twentieth Century-Fox.[9]​ Columbia Pictures había sido fundada en 1924 y había permanecido como una productora menor hasta que en los años de 1930, su director Harry Cohn la situó en primera línea. Su único defecto, a diferencia de otras empresas competidoras, era que no poseía estrellas contratadas de manera exclusiva, de modo que Cohn debía pedirlas prestadas a otras productoras a cambio de una elevada comisión del 75%. Como Hayworth estaba dentro de las chicas que quería probar, le concedió un pequeño papel en Girls Can Play, donde la actriz y otras compañeras formaban un equipo femenino de sóftbol.[51]​ Si bien Cohn quedó bastante disconforme con su actuación, le sugirió que modificase su apellido dado que Cansino sonaba demasiado español y fue ahí cuando Rita Cansino adoptó definitivamente —y para consternación de su padre— el apellido de soltera de su madre, convirtiéndose en Rita Hayworth.[10]​ Cohn argumentó también que su imagen era demasiado mediterránea, lo que la limitaba a desempeñar papeles poco comunes, de modo que, con un nombre que enfatizara su ascendencia irlandesa-estadounidense, era más probable que la gente la mirara como una típica norteamericana.[12]

Rita Hayworth y su primer marido, Edward Charles Judson, en 1942.

En mayo de 1937, apenas cuatro meses después de la firma de su contrato, la actriz se fugó con Judson en el afán de contraer matrimonio, escapar de su hogar y lograr un desarrollo profesional aún mayor. Ese día, Hayworth llegó extremadamente nerviosa a la filmación y temía que su padre adivinara lo que estaba sucediendo. La pareja se dirigió a Yuma, Arizona, desde donde enviaron un telegrama a la familia Cansino anunciando la boda.[10]​ Los padres de Hayworth, impactados por la situación, en cuanto volvieron a reencontrarse con Judson, lo agredieron físicamente.[52]​ Por su parte, el matrimonio le exigió a Eduardo Cansino que les devolviera todo el dinero que Hayworth había ganado para la familia.[52]​ Años después, la actriz manifestó de Judson que: «Yo me casé por amor, pero para él fue una inversión... Desde el principio se puso al frente de todo y durante cinco años me trató como si no tuviese alma ni cerebro».[53]​ Según su biógrafa Leaming, al final del día, si Judson se quejaba de que su esposa no había logrado llamar la atención de nadie importante, la actriz se iba a la cama llorando por haberle decepcionado.[54]​ El maquillador Bob Schiffer comentó que Hayworth «reproducía lo que los hombres deseaban. Por desgracia, pensaba que era así como tenía que ser».[53]​ Judson, de hecho, le recomendó cambiarse el color de cabello a rojo jengibre y someterse a un tratamiento electrolítico para elevar la línea desde donde le nacía el cabello y ampliar la frente.[11][12]​ Antes de su consagración en Sólo los ángeles tienen alas (1939) de Howard Hawks, Hayworth trabajó en una docena de películas de bajo presupuesto y clase B de Columbia[13]​ hasta que Cohn vio unas fotos publicitarias tomadas luego de su cambio físico y quedó deslumbrado. La necesidad de formar a cualquier costo un plantel de estrellas propias para Columbia llevó a Cohn a presionar al director Hawks para elegir a Hayworth en el que sería su primer papel importante en cine.[55][12]

Crecimiento profesional y portada de la revista Life (1939-1945)[editar]

Hayworth en el drama romántico Sólo los ángeles tienen alas (1939).

Hawks sabía que Hayworth era una actriz novata y que su nerviosismo delante de las cámaras era consecuencia de eso. Por ese motivo, se limitó a explotar fundamentalmente su aspecto provocativo y le restó importancia a la faceta actoral cuando llegó el momento de rodar Sólo los ángeles tienen alas (1939), donde la actriz actuó junto a Cary Grant. En ese sentido, Hawks señaló irónicamente que «adquirió mucha reputación por aparecer irreprochablemente en una escena de borrachera. Pero si hubiéramos querido que la interpretase... ¡bueno!» y le aseveró a Cohn que debía reforzar la personalidad de Hayworth.[56]​ Henry Rogers, un publicista de reconocida trayectoria, fue el encargado de llevar adelante una campaña mediática para fortalecer la imagen de la actriz a cambio de una comisión del 5% sobre los ingresos brutos de Hayworth. Cada vez que Rogers tenía que comentar los avances de la campaña al matrimonio Judson, notaba que la actriz permanecía en silencio mientras Judson hablaba por los dos y respondía inmediatamente en su lugar, sobreponiéndose a Hayworth. «Nunca la informaba de nada. La trataba igual que a una niña», manifestó en una ocasión.[57]

Durante 1940, Hayworth apareció en cinco películas, pero ninguna tuvo repercusión entre el público.[58]​ Warner Bros. la contrató para sustituir a Ann Sheridan, que había entrado en un conflicto contractual con la productora, en La pelirroja (1941) de Raoul Walsh.[12]​ El filme narraba la historia de un dentista joven interpretado por James Cagney que se enamora del personaje de Hayworth, pero luego se casa con una chica menos provocadora aunque más resuelta encarnada por Olivia de Havilland. Tras un papel en la comedia Affectionately Yours, regresó a la Twentieth Century-Fox —otra vez cedida por Columbia— para protagonizar con Tyrone Power Sangre y arena, producida por Darryl F. Zanuck, quien unos años antes la había desvinculado de la Fox.[59]​ Durante el rodaje, entabló una amistad con el coreógrafo Hermes Pan, que se volvió una persona de confianza en el entorno de Hayworth.[60]​ La película la consagró en el mundo del cine y demostró su enorme habilidad para encarar personajes provocadores.[61]

El rotundo cambio físico y la incipiente popularidad de la actriz obsesionó al director de la productora, Harry Cohn, que con el tiempo comenzó a perseguirla al extremo de colocarle micrófonos en su camarín para escuchar sus conversaciones privadas. La situación creó una tensión profesional que se extendió a lo largo de muchos años.[62]​ Columbia le renovó contrato una vez más y Hayworth coprotagonizó con Fred Astaire Desde aquel beso, una de las películas con mayor presupuesto financiadas por Columbia, donde bailó al compás de la música de Cole Porter.[15][12]​ La película se estrenó en el Radio City Music Hall en septiembre de 1941. Astaire señaló que «aprendía los pasos más aprisa que nadie», pero la experiencia resultó agotadora para Hayworth que, además del acoso de Cohn, padecía la sobre exigencia de Astaire en los ensayos.[63]​ Por otra parte, en el seno de su intimidad, la actriz estaba lidiando serios problemas personales con su marido Judson, por cuyas manos pasaban todas las decisiones financieras concernientes a su trabajo y, además, solía instarla a acostarse con otros hombres de negocios de la industria a cambio de ofertas laborales.[64][62]

Hayworth con Fred Astaire en Bailando nace el amor (1942).

El biógrafo de Astaire, Peter Levinson, escribió que la combinación de baile de Astaire y Hayworth era de un «magnetismo absoluto en la pantalla».[14]​ Aunque Astaire hizo diez películas con su otra pareja de baile, Ginger Rogers —que tenía una relación de parentesco lejana con la actriz—, la sensualidad de Hayworth superó la vasta experiencia técnica de Rogers. «La exuberancia juvenil de Rita encajaba perfectamente con la madurez y elegancia de Fred», comentó Levinson.[14]​ Cuando le preguntaron a Astaire quién era su pareja de baile favorita, intentó no responder la pregunta, pero luego admitió que era Hayworth: «Está bien, te daré un nombre», dijo. «Pero si alguna vez lo dejas entrever, juraré que mentí. Fue Rita Hayworth».[14]​ Astaire comentó que «Rita bailaba con una perfección y personalidad entrenadas... Era mejor cuando estaba en escena que cuando ensayaba».[14]​ El biógrafo Charlie Reinhart describió el efecto que tuvo en el estilo de Astaire: «Había una especie de reserva respecto de Fred. Era encantador. Te invitaba a su baile. Con Hayworth no había reservas. Era muy explosiva. Y es por eso que creo que realmente se complementaron».[14]​ Volvió a actuar a dúo por segunda y última vez con Fred Astaire en la comedia musical Bailando nace el amor (1942), producida por Columbia. También efectuó durante ese año varias presentaciones de Mercury Wonder Show, una espectáculo ambulante organizado por Welles que recorría distintos campamentos militares de California y que Cohn le prohibió continuar por cuestiones de contrato con Columbia. Fue reemplazada por la actriz Marlene Dietrich.[65]

Fotografía pin-up de Rita Hayworth —similar a la de la revista Life— para la edición del 7 de julio de 1944 de Yank, the Army Weekly, una revista semanal del Ejército de los Estados Unidos para todo el personal alistado.

En agosto de 1941, Hayworth fue portada de la revista Life a través de una foto a cargo de Bob Landry que luego se volvió emblemática por el entusiasmo que generaba sobre la moral y el espíritu de los millones de soldados que acudían en ese entonces a la Segunda Guerra Mundial.[66]​ El retrato la mostraba de camisón entallado y corpiño de encaje negro,[67][68]​ y consolidó a Hayworth como una de las dos mejores chicas pin-up del conflicto bélico junto a Betty Grable. Durante dos años, fue la fotografía en circulación más solicitada.[69][70]​ En 2002, el camisón de satén que Hayworth usó para la foto fue subastado por la casa Sotheby's en 26 888 USD.[71]

Cohn la cedió en préstamo para hacer dos películas más, una para Paramount Pictures con el actor francés Charles Boyer en Seis destinos (1942) y otra para Twentieth Century-Fox con Victor Mature —con quien tuvo un breve noviazgo— en Mi chica favorita. Su segundo marido, Orson Welles, contó respecto al rodaje de Seis destinos que «perdieron un día entero porque cada vez que Boyer le ponía cara de "ooh, ooh", ella se tronchaba de risa... Lo que todas las mujeres se derretían por tener, a ella le hacía gracia. Y el pobre Boyer, que era un buenazo, no entendía nada. Se limitaba a hablar con acento francés...»[72]​ En marzo de 1942, Hayworth visitó Brasil como embajadora de buena voluntad de la política de buena vecindad de la administración de Roosevelt, bajo el auspicio de la Oficina del Coordinador de Asuntos Interamericanos.[73]​ Durante la década de 1940, Hayworth también contribuyó a las iniciativas de diplomacia cultural en apoyo del panamericanismo a través de sus transmisiones radiales a Sudamérica por la cadena de radio CBS.[74]

Hayworth obtuvo una gran facturación en una de sus películas más conocidas, el musical tecnicolor Cover Girl, estrenado en 1944.[75]​ La película la consolidó como la principal estrella de Columbia de la década de 1940 y le dio la distinción de ser la primera de las seis mujeres en bailar en la pantalla tanto con Gene Kelly como con Fred Astaire.[76]​ «Creo que las únicas joyas de mi vida fueron las escenas que hice con Fred Astaire... y también con Cover Girl», diría Hayworth en 1970.[77]​ Durante tres años consecutivos, a partir de 1944, Hayworth fue una de las principales atracciones de boletería del mundo; era experta en números de ballet, tap, baile de salón y danzas españolas. Estaba embarazada de su primera hija Rebecca, fruto de su matrimonio con Orson Welles, cuando comenzó a prepararse para el rodaje de Tonight and Every Night (1945), un musical con Lee Bowman ambientado en Londres durante los bombardeos,[78]​ donde Cohn continuó con su idea de mostrar el talento para la danza de la actriz. Tras el nacimiento de Rebecca Welles y la temprana muerte de la madre de Hayworth a los 47 años con apenas unas semanas de diferencia, la actriz se dirigió a México para pasar unas vacaciones con su esposo a comienzos de 1945. Hayworth se hallaba muy deprimida y esos sucesos —junto con los amoríos extramatrimoniales luego corroborados de Welles— llevaron a la actriz a beber ocasionalmente.[79]

Éxito con Gilda (1945-1946)[editar]

Hayworth en el apogeo de su carrera en los años de 1940, con su típica melena roja.

Si bien luego de su casamiento con Orson Welles en 1943, Hayworth estaba decidida a despegarse de los papeles de símbolo sexual, sus siguientes películas la identificarían desde entonces y para siempre con ese arquetipo.[80]​ Su apariencia sexy y glamorosa quedó al descubierto en la película de cine negro, Gilda (1946), dirigida por Charles Vidor con Glenn Ford, que causó cierta consternación a los censuradores. El papel, en el que Hayworth vestía un satén negro y realizaba un legendario striptease con un solo guante mientras interpretaba su versión de «Put the Blame on Mame», la convirtió en un ícono cultural como mujer fatal.[12]​ En referencia a eso, Hayworth diría que «los hombres se van a la cama con Gilda, pero se despiertan conmigo».[81]​ Según el ejecutivo Jonie Taps, «Rita no se consideró ni quiso ser nunca un sex symbol».[81]

Gilda fue desarrollada por la productora Virginia Van Upp que funcionó como un instrumento para Hayworth, que en ese momento era conocida principalmente por sus papeles en comedias musicales.[82]​ Originalmente, la historia iba a ser una película de gánsteres estadounidenses dirigida por Edmund Goulding.[83]​ Sin embargo, la ubicación de la historia se trasladó a Buenos Aires, Argentina luego de las objeciones del censor Joseph Breen y el reemplazo de Goulding por Charles Vidor.[83]Gilda fue filmada del 4 de septiembre al 10 de diciembre de 1945.[82][83]​ Durante el rodaje, Hayworth y Ford comenzaron una extensa relación de amistad, con intervalos de romance, que perduraría hasta la muerte de Hayworth en 1987.[84][85][86][87]

Hayworth en la emblemática escena de Gilda (1946), donde interpreta «Put the Blame on Mame».

Cuando se estrenó por primera vez, la película obtuvo críticas que iban de mixtas a positivas. A Variety le gustó la película y escribió: «Hayworth es fotografiada de manera muy seductora. Los productores no han creado nada sutil en la proyección de su sex appeal, y probablemente eso haya sido acertado. Glenn Ford es el vis-a-vis, en su primer papel cinematográfico en varios años... Gilda es obviamente una producción costosa y lo demuestra. La dirección es estática, pero eso es más culpa de los escritores».[88]​ Al revisar la película para The New York Times, Bosley Crowther le dio una crítica negativa, admitiendo que no le gustó ni entendió la película, pero elogió a Ford por tener «cierto aguante y aplomo en el papel difícil de un apostador joven».[89]​ En retrospectiva, y a grandes rasgos, la película fue aclamada por la crítica. El sitio web Rotten Tomatoes informó que el 90% de los críticos dieron a la película una reseña positiva, basado en 67 de ellas.[90]

Gilda fue proyectada en la competición del Festival de Cine de Cannes de 1946, la primera vez que se celebró el festival.[91]​ En su estreno, la película obtuvo ganancias de 3 750 000 USD en los Estados Unidos y Canadá,[92]​ y de 6 millones USD en todo el mundo.[93]

Más recientemente, el crítico de cine Emanuel Levy escribió una reseña positiva: «Con Rita Hayworth en su interpretación más conocida, Gilda, estrenada justo después del final de la Segunda Guerra Mundial, llama la atención por su peculiar capacidad para mezclar géneros y la forma en que interactúan sus personajes. Gilda fue un cruce entre una impresionante aventura negra de la década de 1940 y la oleada de películas femeninas. Imbuida de una perspectiva moderna, la película es bastante notable por la forma en que aborda las cuestiones sexuales».[94]The A.V. Club dijo que «parte de la fascinación de Gilda es la forma en que complejiza la idea de la mujer fatal... Hayworth interpreta a Gilda con un nivel de audacia que oculta una profunda inseguridad», pero mencionó que el inusual final feliz para un filme negro casi arruina la experiencia cinematográfica.[95]

Hayworth, su amigo Glenn Ford y la productora Virginia Van Upp en un descanso de la película Gilda (1946).

A causa del impactante éxito de Gilda, el agente comercial de la actriz, Johnny Hyde, exigió a Harry Cohn que otorgase a Hayworth un porcentaje de los beneficios de las películas. Cohn rechazó inicialmente la propuesta y como consecuencia, la actriz fingió estar enferma durante el rodaje de Down to Earth (1947). Interrumpido el rodaje, Cohn sabía que se trataba de una estratagema de Hyde y accedió a regañadientes a dar el 25% de los beneficios netos de las películas de la actriz a Beckworth Corporation —compañía formada con el nombre de Becky, la hija de Hayworth, y el apellido de la actriz—.[96]

Gilda, el arma nuclear de 23 kilotones, detonada en el aire el 1 de julio de 1946 durante la Operación Crossroads.

Mientras Gilda estaba en lanzamiento, se dio a conocer que una bomba atómica que estaba programada para ser probada en el atolón Bikini en las Islas Marshall del Océano Pacífico llevaría una imagen de Hayworth, una referencia a su estatus de bomba. Aunque sin duda el gesto pretendía ser un cumplido,[16]​ Hayworth se sintió profundamente ofendida. Orson Welles, entonces casado con Hayworth, recordó su enfado en una entrevista con la biógrafa Barbara Leaming: «Cada dos por tres le daban ataques de ira, pero el más tremendo fue cuando se enteró de que la habían puesto en la bomba atómica. Estuvo a punto de perder la razón, se puso furiosísima. Como si le hubieran dado un mazazo. Ante cosas así era la persona más susceptible del mundo. Quería ir a Washington para celebrar una rueda de prensa, pero Harry Cohn se lo impidió porque según él habría sido antipatriótico». Welles intentó persuadir a Hayworth de que todo el asunto no era un truco publicitario por parte de Cohn como ella creía, sino que era simplemente un homenaje a la actriz por parte de la tripulación del vuelo. Hayworth se había convertido en la personificación total de la sexualidad femenina para los soldados estadounidenses y poner una foto en la bomba había sido una forma ingenua de demostrarlo.[97]

En la emisión del 30 de junio de 1946 de Orson Welles Commentaries, Welles dijo sobre la inminente prueba: «Quiero que mi hija pueda decirle a su hija que la fotografía de la abuela estuvo en la última bomba atómica que explotó».[98]​ La cuarta bomba atómica detonada estuvo decorada con una fotografía de Hayworth recortada de la edición de junio de 1946 de la revista Esquire y encima de ella estaba escrito el apodo del dispositivo, Gilda, en letras negras menores.[99]​ El traje de baño bikini fue introducido por el diseñador de ropa francés Louis Réard en julio de 1946 y lleva el nombre del atolón Bikini, donde cuatro días antes había tenido lugar la primera prueba pública de la bomba nuclear Gilda.[100]​ Tras el auge de la película, surgió una leyenda urbana que asevera que una copia de la película fue enterrada en la Cordillera de los Andes para su preservación en caso de un ataque nuclear.[101]

La dama de Shanghái (1947-1948)[editar]

Hayworth en La dama de Shanghái (1947).

La actuación de Hayworth en la película de Welles de 1947, La dama de Shanghái, fue incomprendida por la crítica de entonces.[12]​ El fracaso de la película en ventas se atribuyó en parte a que fue cortado el famoso cabello rojo de Hayworth y decolorado a rubio platinado para el papel. Cohn no había sido consultado y estaba furioso por el cambio de imagen de Hayworth.[17][102]​ «Orson estaba intentando algo nuevo conmigo, pero Harry Cohn quería la imagen, la imagen que me hará hasta los 90 años», recordó Rita Hayworth.[77]​ «La dama de Shanghái era una película muy buena. Entonces, ¿qué dice Harry Cohn cuando la ve? ¡Te ha arruinado, te cortó el pelo!"». El papel de Elsa Bannister refleja muchos aspectos de la personalidad y la vida de la actriz. Por empezar, la película comienza con un intento de violación y el personaje interpretado por Hayworth es el de una joven casada con una figura paterna que la supera en edad y que, al igual que su marido Judson, la amenaza con revelar secretos de su pasado.[17]​ Según Leaming, «Orson la puede salvar de una violación en la primera escena, pero no de la destrucción final... de los últimos instantes de la película. Por ello: "Matarte es matarme a mí mismo", le dice el padre-esposo cuando se disparan entre sí en el enloquecedor laberinto de reflejos (Welles pensaba acertadamente que Judson era una "prolongación" de Eduardo, de aquí que en la película ambas figuras aparezcan fundidas en una sola). En la secuencia de la sala de los espejos, cuando Rita se enfrenta a los múltiples fragmentos de su yo dividido, se vuelva adonde se vuelva acaba viendo siempre el reflejo del padre-esposo que le devuelve la mirada y los disparos». Leaming concluyó que «Welles, como artista, comprendía el misterio de la personalidad de Rita con una profundidad probablemente insuperada».[17]

La película fue estrenada en 1948 y fue financiada —además del director— por Harry Cohn, que se mostró totalmente disgustado con el montaje inicial de Welles, en particular lo que consideraba una trama confusa y la falta de primeros planos —Welles los había evitado deliberadamente como recurso estilístico—, y no simpatizaba con el uso brechtiano de la ironía y la comedia negra por parte de Welles, especialmente en la escena que transcurre en los tribunales. También objetó el aspecto de la película dado que Welles había buscado una apariencia de estilo documental rodando la película casi en su totalidad en exteriores —convirtiéndola en una de las primeras películas importantes de Hollywood rodadas de esta manera— en Acapulco, Pie de la Cuesta, Sausalito y San Francisco, y utilizando principalmente tomas largas, mientras que Cohn prefería la filmación de imágenes y la iluminación estrictamente controladas en estudio. El estreno de la película se retrasó debido a la orden de Cohn de realizar una edición exhaustiva y nuevas tomas, lo que excedió notablemente el presupuesto inicial destinado al filme.[103][104]

Celebración del cumpleaños 28.º de Hayworth a bordo del yate Zaca durante la filmación de La dama de Shanghái. De izq. a der.: Errol Flynn, su esposa Nora Eddington, Hayworth y Orson Welles.

La película fue considerada un desastre en Estados Unidos al momento de su estreno, aunque el tiroteo final en un salón de espejos se ha convertido desde entonces en una de las piedras angulares del cine negro. Poco después del estreno de la película, Welles y Hayworth finalizaron su divorcio. William Brogdon de Variety consideró que el guion era «difuso y lleno de agujeros», al tiempo que señaló que el «estilo divagante utilizado por Orson Welles tiene destellos ocasionales de imaginación, particularmente en los difíciles entramados de fondo que utiliza para desarrollar la historia, pero los efectos, aunque buenos por sí solos, distraen de la trama de asesinato».[105]​ Bosley Crowther del New York Times consideró de manera similar que el argumento del asesinato era «algo completamente confuso y desconcertante. La tensión se escurre imprudentemente en un colador de trama complicada y en una muy larga discusión en la sala del tribunal que tiene poco salvo algunos trucos visuales. Como productor de la película, el Sr. Welles podría haberse despedido a sí mismo, es decir, como autor, y contratar a alguien para que le diera al Sr. Welles, director, un mejor guion».[106]Harrison's Reports sintió que «la acción, por momentos, es confusa, pero parece como si la confusión tuviera un propósito».[107]Time Out Film Guide, en una reseña retrospectiva, afirmó que a Welles simplemente no le importó que la narrativa fuera fluida: «el principal placer de La dama de Shanghái es su enfoque irónico a la hora de contar historias».[108]​ Posteriormente, el crítico y museólogo David Kehr declaró a la película como una obra maestra y la calificó como «la mejor película extraña jamás realizada».[109]

También, en 1947, Hayworth apareció en un artículo de la portada de Life de Winthrop Sargeant que derivó en que la apodaran «La diosa del amor».[110]​ El término fue adoptado y utilizado posteriormente como título de una película biográfica y un libro sobre ella. El artículo señalaba en su interior que «Rita Hayworth no es sólo una joven, es además una de las encarnaciones de nuestro mito nacional más arraigado, el de una suprema hechicera, la diosa del amor».[111]​ En una entrevista recopilada en un libro de la década de 1980, Hayworth dijo acertadamente: «Todos los demás hacen escenas de desnudos, pero yo no. Nunca hice películas de desnudos. No necesitaba hacer eso. Bailaba. Supongo que era provocativa en algunas cosas. Pero no quedé completamente expuesta».[112]

Su siguiente película, The Loves of Carmen (1948) con Glenn Ford, fue la primera película coproducida por Columbia y la productora de Hayworth, Beckworth Corporation. Fue la mayor fuente de ingresos de Columbia ese año y fue el primer filme del que Hayworth cobró un porcentaje de ganancias, como así también de todas sus películas posteriores hasta 1954, cuando disolvió Beckworth para saldar deudas.[113]

Reveses profesionales y huida de Hollywood (1948-1951)[editar]

Hayworth en la portada de Photoplay, octubre de 1949.

Hayworth tuvo una relación tensa con Columbia Pictures durante muchos años. Un día después de que saliera su sentencia definitiva de divorcio con Orson Welles, en diciembre de 1948, fue convocada por Columbia para someterse a distintas pruebas de maquillaje y vestuario para el papel que debía interpretar en Lona Hanson, que iba a comenzar a rodarse en México a la semana siguiente. Debido a que Hayworth no había revisado el guion y no iba a aceptar que Cohn la obligara a aceptar un papel que no conocía de antemano, cuando por fin le dieron un ejemplar, lo leyó y rechazó alegando que no le convenía. Irritado por su decisión, y con la película aplazada por tiempo indefinido, Cohn le comunicó que dejaría de pagarle los 5 000 USD de salario semanal que percibía. William Holden, el coprotagonista, volvió a la Paramount para interpretar otra película. Cohn, por su parte, hizo saber en la industria que Hayworth se negaba a trabajar, lo que, sumado a sus devaneos amorosos, hizo mucho daño a su imagen.[114]

En ese entonces, Hayworth lanzó una declaración a la prensa, defendiéndose de lo que consideraba un ataque a su reputación:

«La afirmación de que me he negado a presentarme a mi puesto de trabajo no es cierta. Acudí al trabajo el 12 de septiembre, pero no se había preparado ningún guion. Me entregaron uno el jueves pasado. El personaje que por lo visto tenía que encarnar yo no tenía que ver conmigo, antes bien me perjudicaba. Así lo comuniqué a la empresa y esta me suspendió de empleo y sueldo».[115]

El New York Times remarcó que «los expertos le recordaron [a Rita] sin rodeos ni ambigüedades que la desfavorable situación económica que vive la industria del cine en nuestros días exige que todos los afectados trabajen con mayor ahínco».[115]​ En 1943, Hayworth ya había sido suspendida sin goce de sueldo durante nueve semanas porque se había negado a aparecer en Once Upon a Time.[116]​ Durante este período en Hollywood, los actores contratados no podían elegir sus películas; recibían un salario en lugar de recibir una cantidad fija por película.

Hayworth y su tercer esposo, el príncipe Alí Khan, con quien huyó de Hollywood entre 1949 y 1952.

En 1947, el nuevo contrato de Hayworth con Columbia le proporcionaba un salario de 250 000 USD más el 50% de las ganancias obtenidas de las películas.[117]​ Un año después, en el apogeo de su fama, Hayworth viajó a Cannes y conoció al príncipe Alí Khan. Comenzaron un noviazgo que duró un año y se casaron el 27 de mayo de 1949. Hayworth dejó Hollywood y navegó hacia Francia, rompiendo su contrato con Columbia. Como ya era una de las celebridades más conocidas del mundo, el noviazgo y la boda recibieron una enorme cobertura de prensa. Debido a que todavía estaba legalmente casada con su segundo marido, Orson Welles, durante los primeros días de su noviazgo con el príncipe, Hayworth también recibió algunas reacciones negativas, lo que provocó que algunos fanáticos estadounidenses boicotearan sus películas. El 28 de diciembre de 1949, Hayworth dio a luz a la única hija de la pareja, la princesa Yasmin Aga Khan. Aunque estaba ansiosa por comenzar una nueva vida en el extranjero, lejos de Hollywood, el estilo de vida extravagante y los deberes de Alí Khan resultaron demasiado difíciles para la actriz. Luchó por adaptarse con sus amigos y le resultó difícil aprender francés. Alí Khan también estaba catalogado en los círculos sociales como un playboy y se sospechaba que le había sido infiel a Hayworth durante el matrimonio.

Retorno a la pantalla y problemas económicos (1951-1955)[editar]

En 1951, Hayworth zarpó con sus dos hijas hacia Nueva York y aunque se reconcilió con Alí Khan por un corto tiempo, se divorciaron en 1953. Columbia alegó que habían «invertido más de 800 000 USD en una infraestructura en que ella se ha negado a aparecer».[118]​ La actriz había salido de Hollywood para casarse con el príncipe y, en consecuencia, fue suspendida de empleo y sueldo por no presentarse a trabajar en la película Affair in Trinidad. En 1952, expresó que su negativa se debía a que se oponía al guion y además lo desconocía:[119]

«Estaba en Suiza cuando me enviaron el guion de Affair in Trinidad y lo tiré al otro lado de la habitación. Pero hice la película, y Pal Joey, también. Regresé a Columbia porque quería trabajar y primero, mira, tenía que terminar ese maldito contrato, ¡así es como Harry Cohn se apropió de mí!».[77]

Hayworth quería revisar el guion antes de comenzar a filmar la película y este no estaba en condiciones, de modo que se negó a trabajar mientras no estuviera terminado, lo que avaló a la productora para tomar medidas más drásticas. Cohn admitió que la idea original de Affair in Trinidad era mala, pero su intuición le decía que ganaría dinero mientras estuviese en alza el interés público por el regreso de la princesa Hayworth.[118]​ En ese entonces, la actriz deseaba romper contrato con Columbia, pero necesitaba trabajar.[118]​ Después del colapso de su matrimonio con Khan, la actriz se vio obligada a regresar a Hollywood para protagonizar la película, que significó su retorno al cine y nuevamente la emparejó con Glenn Ford. El director Vincent Sherman recordó que Hayworth parecía «bastante asustada ante la propuesta de hacer otra película». Continuó chocando con el jefe de Columbia, Harry Cohn, y fue suspendida durante el rodaje, aunque la película fue muy publicitada y terminó recaudando un millón USD más que su anterior éxito de taquilla, Gilda.

Continuó protagonizando una serie de películas exitosas. En 1953, estrenó dos películas: Salomé con Charles Laughton y Stewart Granger, y Miss Sadie Thompson con José Ferrer y Aldo Ray. Estuvo fuera de la pantalla grande durante otros cuatro años, principalmente debido a un tumultuoso matrimonio con el cantante Dick Haymes, a raíz del cual recibió mucha publicidad negativa y se mostró reacia a trabajar en cine, lo que disminuyó significativamente su atractivo.[120]​ Luego de rematar unas escenas secundarias de Miss Sadie Thompson, Hayworth declaró a los reporteros que, a su juicio, casarse con Haymes era la mejor forma de ayudarle en la coyuntura que estaba atravesando —el cantante había sido acusado de evadir responsabilidades militares en época de guerra y podía ser deportado—. Cuando Columbia la hizo volver inmediatamente a Los Ángeles para las sesiones fotográficas de publicidad, la actriz pensó que se la quería alejar de Haymes y, en consecuencia, se rehusó a dejar Las Vegas, donde se hallaba con el cantante.[121]

En octubre de 1953, Hayworth celebró una rueda de prensa en Houston donde declaró que se hallaba «en bancarrota» y que Haymes «tendrá que mantenernos a todos, a mí, a mis hijas, la casa, con lo que gane como cantante». Y agregó: «En contra de lo que cree todo el mundo, que soy rica, debo confesar que no tengo un céntimo». Un portavoz de Columbia señaló que, desde su regreso a Hollywood, Hayworth había ganado más de 250 000 USD anuales y que aún tenía que percibir el 25% de los beneficios de Affair in Trinidad. Pero dados los problemas legales que afrontaba Haymes por un lado y la actriz con el príncipe Alí Khan por la tenencia de su hija Yasmin por el otro, a medida que entraba dinero, este se utilizaba para pagar los crecientes honorarios de los abogados.[122]

En 1955, demandó a Columbia Pictures a través del Tribunal Federal de Nueva York para que la liberaran de su contrato firmado en 1947. Cohn tenía reputación de capataz, pero tenía sus propias críticas hacia Hayworth. Había invertido mucho en ella antes de que comenzara una aventura con Alí Khan, y eso podría haber causado un contragolpe a su carrera y al éxito de Columbia. Por ejemplo, un artículo del periódico británico The People pedía boicotear las películas de Hayworth: «Hay que decirle a Hollywood que su reputación ya empañada se hundirá hasta el fondo si le devuelve a esta imprudente mujer un lugar entre sus estrellas».[123]

Hayworth y su cuarto esposo, Dick Haymes, en septiembre de 1953. Los escándalos del matrimonio dañaron severamente la imagen de la actriz.

En una nueva negociación con Cohn —arengada e influenciada por su esposo Haymes—, Hayworth aseveró que no volvería a trabajar mientras no se aceptase cuatro condiciones decisivas: que la Columbia prestase 50 000 USD a Haymes para que este pagara las pensiones alimenticias y otras deudas que había contraído con sus exesposas —las mismas habían desencadenado una orden de captura en California—, y que se comprometería devolver a razón de 10 000 USD anuales, que Haymes tuviera libre acceso a los estudios de la productora, que Cohn hiciera todo lo posible por anular el decreto de deportación y que se le permitiera a Hayworth cumplir sus compromisos laborales en el país que prefiriese en caso de ocurrir la deportación de Haymes. Además, Columbia debía comprar las acciones de la compañía Beckworth, consistentes en alrededor de 700 000 USD.[124]

El acuerdo se firmó el 28 de diciembre de 1955, pero la productora, que le dio un anticipo de dinero, no estaba totalmente convencida de que Hayworth acudiese a los estudios para hacer las dos películas que figuraban en el contrato una vez que retirase la demanda que había presentado. Para ello, se le exigió a modo de garantía que depositase 100 000 USD de las acciones Beckworth en una cuenta en participación en una banco de Reno, Nevada.[125]​ Cuando la productora le comentó a Haymes que estaba pensando en contratar a Orson Welles para que actuara con Hayworth, se opuso rotundamente.[126]​ Cuando el papel finalmente le fue concedido a Kerwin Matthews, Haymes se enfureció dado que esperaba que se lo dieran a él. Le ordenó a Hayworth que enviara un telegrama para cancelar el acuerdo alegando que el rodaje de Joseph and His Brethren no comenzó cuando estaba acordado y exigió que se le abonara su salario de 150 000 USD, y que se le reintegraran los 100 000 USD depositados en Nevada. La Columbia presentó una contraquerella notificándola de que se la suspendía de empleo y sueldo, y una nueva demanda por no devolver el préstamo otorgado en tiempo y forma.[127]​ La película fue filmada posteriormente en 1961 por una compañía extranjera como The Story of Joseph and His Brethren.[128]

Cohn expresó su frustración en una entrevista de 1957 con la revista Time:

«¡Hayworth podría valer fácilmente diez millones de dólares hoy! Poseía el 25% de las ganancias con su propia empresa y había tenido éxito tras éxito, y tuvo que casarse y salir del negocio, y tuvo que ser suspendida porque se enamoró de nuevo. ¡En cinco años, con dos películas al año, al 25%! ¡Piensa en lo que podría haber hecho! ¡Pero no hizo películas! ¡Recibió dos o tres suspensiones! ¡Se mezcló con diferentes personajes! ¡Impredecible!».[129]

Años después de que terminara su carrera cinematográfica y mucho después de la muerte de Cohn, Hayworth todavía estaba resentida por el trato que le habían dado tanto él como Columbia. En una entrevista de 1968, señaló:

«Solía tener que marcar un reloj en Columbia. Cada día de mi vida. Así era. Estaba bajo contrato exclusivo, como si fueran mis dueños... Creo que tenía micrófonos en mi camerino... Era muy posesivo como persona conmigo, no quería que saliera con nadie, que tuviera amigos. Nadie puede vivir de esa manera. Así que luché contra él... ¿Quieres saber qué pienso de Harry Cohn? Era un monstruo».[130]

Posteriormente, en 1972, dijo:

«Harry Cohn pensaba en mí como una de las personas a las que podía explotar y ganar mucho dinero... Y yo gané mucho dinero para él, pero no mucho para mí».[131]

A Hayworth le molestaba el hecho de que el estudio no la había entrenado para cantar o ni siquiera la había animado a aprender a cantar.[132]​ Aunque parecía cantar en muchas de sus películas, generalmente la doblaban. Como el público no conocía ese secreto, le daba vergüenza cantar para las tropas en los espectáculos de la USO.[133]

«Quería estudiar canto, pero Harry Cohn seguía diciendo: "¿Quién lo necesita?" y el estudio no lo pagaría. Me tenían tan intimidada que de todos modos no podría haberlo hecho. Siempre decían: "Oh, no, no podemos dejar que hagas eso. ¡No hay tiempo para eso; tiene que hacerse ahora mismo!" Estaba bajo contrato y así fue».[134]

Desaceleración profesional[editar]

Otros títulos destacados de su filmografía son Pal Joey (1957), que fue su último musical y único rotundo triunfo de la actriz ya en su madurez física e interpretativa, que incluye un número que ha pasado a la historia del género; Fuego escondido (1957), de Robert Parrish, junto a Robert Mitchum y Jack Lemmon; y Mesas separadas (1958), de Delbert Mann, junto a Burt Lancaster, Deborah Kerr, Wendy Hiller y David Niven.

Singular para el público hispano es la comedia El último chantaje (The Happy Thieves, 1961), donde Rita Hayworth y Rex Harrison encarnan a dos ladrones que pretenden robar del Museo del Prado el cuadro El 2 de mayo (La carga de los mamelucos) de Goya.

Rita nunca fue nominada a los premios Óscar, pero asistió a la 36.ª ceremonia de dichos premios para entregar el galardón a la mejor dirección en 1964, antes de que en la siguiente década empezara a tener problemas de memoria.

Declive y lucha contra el Alzheimer[editar]

Rita Hayworth en una convención de la National Film Society en Washington, 1977.

Orson Welles notó el problema de Hayworth con el alcohol durante su matrimonio, pero nunca creyó que su inconveniente fuese el alcoholismo. «Ciertamente, imitaba el alcoholismo en todos los sentidos superficiales», recordó en 1983. «Ella nunca se enfurecía conmigo, ni una sola vez, siempre con Harry Cohn o su padre o su madre o su hermano. Destrozaba los muebles y se subía al auto, y yo tenía que subirme con ella y tratar de controlarla. Conducía por las colinas de manera suicida. Noches terribles, terribles. Y yo solo veía a esta hermosa chica autodestruyéndose. Admiro mucho a Yasmin».[135]

Yasmin Aga Khan habló de la larga lucha de su madre contra el alcohol:

«Recuerdo que cuando era niña tenía un problema con la bebida. Tenía dificultades para afrontar los altibajos del negocio... Cuando era niña, pensaba: “Tiene un problema con la bebida y es alcohólica”. Eso era muy claro y pensé: “Bueno, no es mucho lo que yo pueda hacer”. Puedo simplemente quedarme quieta y observar. Es muy difícil ver a tu madre pasar por sus problemas emocionales y beber y luego comportarse de esa manera... Su condición empeoró bastante. Empeoró y tuvo un colapso alcohólico y aterrizó en el hospital».[136]

En 1972, Hayworth, de 54 años, quería retirarse de la actuación, pero necesitaba dinero. Por sugerencia de Robert Mitchum, aceptó filmar The Wrath of God, pero la experiencia expuso su precaria salud y el deterioro de su estado mental. Como no podía recordar sus líneas, sus escenas se rodaron una a la vez.[137]​ En noviembre, aceptó concluir una película más, la película británica Tales That Witness Madness,[138]​ pero debido al empeoramiento de su salud, abandonó el set y regresó a Estados Unidos. Nunca regresó a los escenarios.[139]

En marzo de 1974, sus dos hermanos murieron con una semana de diferencia, lo que le provocó una gran tristeza y la llevó a beber en exceso. En enero de 1976, en el Aeropuerto de Londres-Heathrow, Hayworth fue apartada de un vuelo de TWA después de tener un arrebato de ira mientras viajaba con su agente. El evento atrajo mucha publicidad negativa; al día siguiente se publicó en los periódicos una fotografía que causó consternación.[140]​ El alcoholismo de Hayworth ocultaba síntomas de lo que finalmente se diagnosticó como la enfermedad de Alzheimer.[141]

En 1976, Hayworth viajó por primera vez a Buenos Aires, Argentina como parte de la producción de una película que finalmente no se realizó. La invitación provino de Editorial Abril y Canal 13. Hayworth tuvo una participación en el programa televisivo Almorzando con Mirtha Legrand, una cena en el restaurante de comida tradicional argentina La Cabaña y un coctel auspiciado por Robert Hill, el embajador de Estados Unidos en Argentina, en el Palacio Bosch. Según se desprendió luego de información desclasificada, el embajador Hill envió un telegrama al Departamento de Estado alertando sobre el descubrimiento de seis granadas en lanzadores en un parque frente al Hotel Sheraton. Las granadas fueron detonadas a tiempo por una brigada antiexplosivos, evitando el posible ataque. De haber resultado exitoso, el incidente habría sido visto como gigantesco triunfo publicitario para los grupos subversivos, dada la presencia de Hayworth en el hotel.[142]Graciela Borges, que la conoció en aquella oportunidad, señaló muchos años después: «Nunca conocí a una mujer más triste».[143]

Yasmin Aga Khan habló de la enfermedad de su madre:

«Eran sus arrebatos. Podía volar en ira. No puedo explicártelo. Pensé que era alcoholismo, demencia alcohólica. Todos pensamos eso. Los periódicos se hicieron eco de ello, por supuesto. No puedes imaginar el alivio que se siente simplemente al recibir un diagnóstico. ¡Por fin teníamos un nombre, Alzheimer! Por supuesto, eso no ocurrió verdaderamente hasta los últimos siete u ocho años. No le diagnosticaron Alzheimer hasta 1980. Antes de eso, hubo dos décadas de infierno».[144]

La biógrafa Barbara Leaming escribió que Hayworth envejeció prematuramente debido a su adicción al alcohol y también a las muchas tensiones en su vida. «A pesar del maquillaje ingeniosamente aplicado y del pelo rojo hasta los hombros, no se podían ocultar los estragos de la bebida y el estrés», escribió sobre la llegada de Hayworth a Nueva York en mayo de 1956 para comenzar a trabajar en Fire Down Below, su primera película en tres años. «Le habían aparecido líneas profundas alrededor de los ojos y la boca, y parecía desgastada, agotada, mayor que sus treinta y ocho años».[145]

Su última aparición pública fue en octubre de 1980 durante un evento en Los Ángeles, California, aunque The National Enquirer publicó una foto desagradable de Hayworth en su portada en junio de 1981.

La comunidad médica había olvidado en gran medida la enfermedad de Alzheimer desde su descubrimiento en 1906. El historiador médico Barron H. Lerner escribió que cuando el diagnóstico de Hayworth se hizo público en 1981, ella se convirtió en «la primera cara pública del Alzheimer, ayudando a garantizar que futuros pacientes fueran diagnosticados. Sin que ella lo supiera, Hayworth ayudó a desestigmatizar una condición que todavía puede avergonzar a las víctimas y sus familias».[146]

En julio de 1981, la salud de Hayworth se había deteriorado hasta el punto de que un juez del Tribunal Superior de Los Ángeles dictaminó que debía ser puesta bajo el cuidado de su hija, la princesa Yasmin Aga Khan de la ciudad de Nueva York.[147]​ Hayworth vivía en un apartamento en The San Remo en Central Park West, contiguo al de su hija, quien se encargó del cuidado de su madre durante sus últimos años.[148]​ Cuando se le preguntó cómo estaba su madre, Yasmin respondió: «Todavía es hermosa... pero es una cáscara».

En 1983, Rebecca Welles concertó una cita con su madre por primera vez en siete años. Hablando con su amigo de toda la vida, Roger Hill, Orson Welles expresó su preocupación por el efecto de la visita en su hija. «Rita apenas me conoce ahora», dijo Welles. Recordó haber visto a Hayworth tres años antes en un evento que los Reagan organizaron para Frank Sinatra. «Cuando terminó, me acerqué a su mesa y vi que ella estaba muy hermosa, lucía muy serena, y al principio no me reconoció. Después de unos cuatro minutos de hablar, pude ver que se dio cuenta de quién era y se puso a llorar en silencio».[135]

En una entrevista que concedió la noche anterior a su muerte en 1985, Welles calificó a Hayworth como «una de las mujeres más queridas y dulces que jamás hayan existido».[149]​ La actriz, por su parte, se había referido a él en algún momento diciendo que «la única felicidad que he tenido en la vida te la debo a ti».[150]

Muerte[editar]

Tumba de Hayworth en el cementerio de Holy Cross.

Hayworth cayó en semicoma en febrero de 1987. Murió a los 68 años, por complicaciones asociadas con la enfermedad de Alzheimer, el 14 de mayo de 1987, en su casa de Manhattan.[16]​ El presidente Ronald Reagan, que fue uno de los contemporáneos de Hayworth en Hollywood —y que también sufriría de Alzheimer en sus últimos años—, emitió una declaración:

«Rita Hayworth fue una de las estrellas más queridas de nuestro país. Glamurosa y talentosa, nos brindó muchos momentos maravillosos en el escenario y en la pantalla y deleitó al público desde que era una niña. En sus últimos años, Rita se hizo conocida por su lucha contra la enfermedad de Alzheimer. Su coraje y franqueza, y los de su familia, fueron un gran servicio público al llamar la atención mundial sobre una enfermedad que todos esperamos que pronto tenga cura. Nancy y yo estamos tristes por la muerte de Rita. Era una amiga a la que extrañaremos. Extendemos nuestro más sentido pésame a su familia».[151]

Se celebró un funeral el 18 de mayo de 1987 en la Iglesia del Buen Pastor de Beverly Hills.[16]​ Entre los portadores del féretro, se encontraban los actores Ricardo Montalbán, Glenn Ford, Cesar Romero, Anthony Franciosa, el coreógrafo Hermes Pan y un amigo de la familia, Phillip Luchenbill.[152]​ Fue enterrada en el cementerio de Holy Cross, Culver City y su lápida incluye el sentimiento de Yasmin: «Por el compañerismo de ayer y el reencuentro de mañana».

Vida privada[editar]

  • Fue sobrina de Vinton Hayworth.
  • Se casó cinco veces: con Edward Judson; con el director Orson Welles —con quien tuvo a su hija Rebeca—; con el príncipe iraní Alí Khan —con quien tuvo a su hija Yasmine Aga Khan—, con el cantante y actor Dick Haymes y con el director James Hill.
  • Para trabajar en el cine tuvo que someterse a dieta en pos de adelgazar un poco, tratamientos electrolíquidos y mediante electrodepilación se le amplió la frente y se acentuó el pico del pelo.
  • A los cincuenta años empezó a enfermar de alzhéimer, algo que, al no estar diagnosticado por entonces, se confundió con el alcoholismo. Falleció víctima de esta enfermedad que se le tardó veinte años en diagnosticar. Está enterrada en el cementerio de Holy Cross, California.
  • Está considerada una de las estrellas indiscutibles de la historia del cine y de la época dorada de Hollywood. Una mujer de mucha belleza e instinto para la interpretación, con una personalidad y una profundidad que trascendió su trabajo y que, como afirmó el director George Cukor, consiguió que sus fanes se interesasen por la persona más que por sus personajes.
  • Tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, en el 1945 de Vine Street.

Filmografía[editar]

Rita Hayworth y George O'Brien en Siempre hay una mujer (1938)
Rita Hayworth en Sangre y arena (1941)
Frank Sinatra y Rita Hayworth en Pal Joey (1957)

Bibliografía[editar]

Curiosidades[editar]

  • Su imagen cargada de belleza, talento y seducción fue inspiración para que la actriz Italiana Francesca Rettondini construyera su rol de la sensual cantante Francesca en la película Ghost Ship[153]
  • Existen dos novelas, cuyos títulos tienen como referencias el nombre de la actriz: La traición de Rita Hayworth (1968) de Manuel Puig y Rita Hayworth y la redención de Shawshank (1982) de Stephen King. Sobre la primera, la actriz llegó a conocer al autor argentino en México y le indicó que estaba al tanto del éxito de dicha obra en Estados Unidos, aunque ella no había leído la novela. Hayworth le aseguró que dado su prestigio, la novela sería llevada al cine. Sin embargo, esto no ha sucedido hasta el presente.[154]​ Sobre la segunda, fue edaptada al cine en 1994 con el nombre de The Shawshank Redemption y fue dirigida por Frank Darabont. Es considerada como la mejor película calificada de IMDb[155]​​ y votada por la revista Empire como la mejor de la historia en su encuesta The 201 Greatest Movies of All Time en marzo de 2006.[156][157][158]​ Un dato llamativo, es que las historias de ambas obras, no tiene que ver con la actriz en sí misma.

Referencias[editar]

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Enlaces externos[editar]