Diferencia entre revisiones de «Jack el Destripador»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Sin resumen de edición
Etiquetas: Edición desde móvil Edición vía web móvil
Sin resumen de edición
Etiquetas: Edición desde móvil Edición vía web móvil
Línea 1: Línea 1:
{{Artículo bueno}}
{{Artículo bueno}}
{{Ficha de criminal
{{Ficha de criminal
|nombre = Jack el matador
|nombre = Jack el matador😄😬🙃😎😬🙃✌🏿✌️😅🙃
|nombre original = Desconocido
|nombre original = Desconocido
|nombre_de_imagen = JacktheRipper1888.jpg
|nombre_de_imagen = JacktheRipper1888.jpg

Revisión del 08:01 3 oct 2016

Jack el matador😄😬🙃😎😬🙃✌🏿✌️😅🙃
Información personal
Nacimiento Reino Unido Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento Londres (Reino Unido) Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Londres Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Británica
Información profesional
Ocupación Desconocida
Información criminal
Condena Jamás fue atrapado; mató a cinco mujeres pero se le atribuyen más víctimas. A pesar de esto, la policía de Whitechapel considera que no fue solamente una persona la que cometió los atroces asesinatos.

Jack el Destripador (Jack the Ripper en inglés) fue un asesino en serie de identidad desconocida que cometió varios crímenes en 1888, principalmente en el distrito de Whitechapel, en Londres, así como en las áreas empobrecidas de los alrededores.

El citado apodo tuvo su origen en una carta escrita por alguien que se adjudicaba los asesinatos bajo este alias y, como resultado de su difusión por los medios de comunicación, dicho nombre pasó a ser conocido por la sociedad en general.

A pesar de ello, varias fuentes consideran que el aludido documento se trató realmente de una broma de mal gusto elaborada por algún periodista, en un intento de aumentar el interés en la historia y, al mismo tiempo, tal vez armar un escándalo.[1][2][3]

Otros alias con los que también es conocido el homicida son «El asesino de Whitechapel»[4]​ y «Mandil de cuero»,[4]​ además de «Genio independiente», este último acuñado en una carta escrita por George Bernard Shaw.[5]

Con frecuencia, Jack el Destripador es descrito como un asesino inteligente, eficaz, burlón, astuto, frío y obsesionado por el asesinato.[6]​ Los ataques que se le atribuyeron, involucraron a mujeres prostitutas de barrios pobres y tenía un modus operandi distintivo, que consistía en estrangulación, degollamiento y mutilación abdominal.[7][8]​ La extracción de los órganos internos de al menos tres de las víctimas, llevó a pensar que el asesino tenía conocimientos anatómicos o quirúrgicos.[9]​ Por otra parte, los rumores de que los asesinatos estaban relacionados entre sí se intensificaron entre septiembre y octubre de 1888, período en el que apareció una gran cantidad de misivas escritas por uno o varios sujetos anónimos, enviadas a Scotland Yard y a los medios.[10]Uno de los textos, recibido por George Lusk del Comité de Vigilancia de Whitechapel, incluía medio riñón humano preservado,[11]​ supuestamente de una de las víctimas.[10]​ Debido al carácter extraordinariamente brutal de los asesinatos y el enfoque que los medios de comunicación les dieron a los mismos, el público creyó que en verdad se trataba de un único asesino: Jack el Destripador. La amplia cobertura que la prensa le otorgó a dichos eventos provocó que alcanzaran notoriedad a nivel internacional. Una investigación sobre los asesinatos en Whitechapel cometidos hasta 1891 no pudo resolver con certeza si todos los crímenes se conectaban con los asesinatos en 1888; para entonces, la leyenda de Jack el Destripador comenzaba a solidificarse.

Debido a que los homicidios jamás fueron resueltos, las leyendas en torno a ellos se convirtieron en una combinación de investigación histórica genuina, folclórica, y pseudohistórica. Desde entonces, se tiene constancia de más de un centenar de teorías sobre la identidad del Destripador, mientras que los acontecimientos han influido en múltiples obras de ficción literarias, cinematográficas y artísticas.

Contexto histórico

A mediados del siglo XIX varios inmigrantes irlandeses llegaron a Gran Bretaña y se establecieron en varias de sus principales ciudades, incluido el East End de Londres. A este sitio llegaron también refugiados judíos del este de Europa y de la Rusia imperial.[12]​ Los efectos de la sobrepoblación se resintieron en algunos sectores del East End como Whitechapel,[13]​ donde las condiciones laborales y de vivienda fueron decayendo, y la pobreza se fue extendiendo de forma importante[14]​ permitiendo la proliferación de barrios bajos.[13]​ Problemas como los robos, la violencia, el alcoholismo y la prostitución se volvieron cotidianos. Por citar un ejemplo, en octubre de 1888, la Policía Metropolitana de Londres calculó que había 62 burdeles y 1200 mujeres que trabajaban en dichos sitios, tan solo en Whitechapel.[15]​ Las manifestaciones sociales no se hicieron esperar, y en algunas de ellas fue necesaria la intervención de la policía, como es el caso del conocido como Domingo Sangriento.[16][17]​ La prensa hizo eco en sus páginas del racismo, la delincuencia, los disturbios públicos y la pobreza que imperaban en Whitechapel, barrio que comenzó a cobrar una mala fama por la inmoralidad de su comunidad.[18]​ Por si esto fuera poco, en 1888 los medios de comunicación nacionales dieron a conocer una serie de asesinatos grotescos y depravados que atribuyeron a un personaje sin identificar, el cual sólo era conocido con el apodo de «Jack el Destripador».[19][13]

Asesinatos

Mapa victoriano de Londres marcado con siete puntos rojos, ubicados a pocas calles uno del otro, que representan a los escenarios de los primeros siete asesinatos de Whitechapel: calle Osborn (centro a la derecha), George Yard (centro a la izquierda), calle Hanbury n° 29 (arriba), Buck's Row (arriba a la derecha), calle Berner (abajo a la derecha), Mitre Square (abajo a la izquierda) y calle Dorset
n° 36
(en el centro, a la izquierda); los enlaces en cada nombre de lugar o de calle dirigen a informaciones sobre cada asesinada en ese sitio.

En ese período de disturbios sociales y violencia, varias mujeres fueron atacadas o asesinadas en el East End, razón por la que ha sido complicado esclarecer en cuántos de esos casos participó un solo individuo.[20]​ En la investigación realizada por la Policía Metropolitana de Londres se analizaron 11 homicidios ocurridos entre abril de 1888 y febrero de 1891 en Whitechapel, los cuales atribuyeron al mismo asesino —para más información véase el artículo Asesinatos de Whitechapel—.[10][21][22]​ Aunque nunca pudo comprobarse tal hipótesis, varios investigadores dan por válida la sospecha de que cinco de esas muertes sí fueron ocasionadas por el Destripador.[23]​ Suelen referirse a estas como «las cinco [muertes] canónicas». Se observó que los cadáveres de esas mujeres presentaban cortes en la garganta, mutilaciones abdominales y del área genital, el rostro desfigurado o carecían de algún órgano. Se trataba del modus operandi del misterioso homicida.[8]

Los primeros dos casos de la investigación no figuran entre los cinco canónicos.[24]​ La primera víctima, Emma Elizabeth Smith, fue asaltada y violada en la calle Osborn de Whitechapel el 3 de abril de 1888. Al día siguiente falleció mientras estaba internada en un hospital, a causa de una peritonitis por un objeto contundente que el asesino insertó en su vagina.[25][26][27]​ A pesar de la similitud del crimen con el modus operandi de Jack el Destripador, Smith declaró antes de su muerte que había sido atacada por dos o tres hombres, uno de los cuales era un adolescente.[27]​ Por lo tanto, se considera que es uno más de los numerosos asesinatos registrados en East End durante esa época violenta.[10][28]​ La siguiente víctima, Martha Tabram, fue asesinada de 39 puñaladas en George Yard, Whitechapel. Tampoco coincide con las características antes mencionadas, sin embargo la policía lo vinculó en su momento como uno de los cinco canónicos debido a la crueldad y a la cercanía del lugar a los demás en que ocurrieron los siguientes homicidios.[29][30]

Las cinco víctimas canónicas

El cadáver de la primera víctima canónica de Jack el Destripador, Mary Ann Nichols, fue encontrada en la calle Buck's Row —actual calle Durward—, Whitechapel, en la madrugada del viernes 31 de agosto de 1888. Tenía dos cortes en la garganta, y su abdomen estaba parcialmente desgarrado por una herida en forma irregular hecha con algún cuchillo, además de que presentaba muchas otras incisiones en esa misma parte de su cuerpo.[31][32]​ A la semana siguiente, el sábado 8 de septiembre, poco antes del amanecer, se halló el cuerpo de Annie Chapman, la segunda víctima canónica, en la puerta de un patio trasero de la calle Hanbury Stree, en Spitalfields. También tenía un par de cortes en la garganta,[33]​ y su abdomen había sido completamente desgarrado. Poco después se descubrió que su útero había sido extraído.[34]​ Durante la investigación policíaca, un testigo dijo haber visto a Chapman a las 5:30 a.m. con un hombre de cabello oscuro y de aspecto andrajoso aunque gentil.[35][36]

Los cuerpos de Elizabeth Stride y de Catherine Eddowes fueron hallados en la misma madrugada del sábado 30 de septiembre. El de la primera estaba en Dutfield's Yard —actual calle Henriques—, Whitechapel. La víctima había fallecido de una incisión en el lado izquierdo del cuello que le dañó la artería principal. Existen dudas sobre si debiese vincularse al Destripador, o si este fue interrumpido durante el ataque ya que no presentaba heridas en el abdomen como en los casos anteriores.[37]​ Algunas personas que afirmaron haber visto a Stride, horas antes del asesinato, ofrecieron distintos puntos de vista sobre la identidad del posible homicida: unas dijeron que era rubio, y otras que era de tez morena. Unas comentaron que vestía de forma andrajosa, pero otras que iba bien vestido.[38]​ Cuarenta y cinco minutos después de este hallazgo, encontraron el cadáver de Eddowes en Mitre Square, en la City de Londres. Este sí tenía la garganta dañada, y un corte profundo y extenso en el abdomen. No tenía el riñón izquierdo ni la mayor parte del útero. Un vecino del lugar, Joseph Lawende, que había pasado por la escena del crimen acompañado de dos amigos poco antes del homicidio, describió haber visto a un hombre rubio de aspecto andrajoso junto con una mujer que podría haber sido Eddowes.[39]​ No obstante sus amigos no pudieron avalar tal descripción.[39][40]​ La policía encontró una parte del delantal ensangrentado de Eddowes en la entrada de una casa en la calle Goulston, Whitechapel. En la pared donde estaba tirado, justo encima, estaban escritas unas palabras que implicaban a judíos. Sin embargo, no pudo determinarse si el propio asesino había escrito tal consigna, o si se trataba de algo meramente incidental.[41][42][43]​ El comisionado de la policía Charles Warren pidió que lavasen la pared para evitar posibles disturbios antisemitas.[44]​ El cuerpo de la última de las cinco víctimas canónicas, Mary Jane Kelly, fue hallado sobre la cama de la recámara de su casa, en Miller's Court,[10]​ calle Dorset, Spitalfields, a las 10:45 a.m., del viernes 9 de noviembre. Presentaba una profunda herida en la garganta y no tenía ningún órgano en su abdomen, ni siquiera el corazón.[10]

Un aspecto característico en todos los asesinatos canónicos es que fueron cometidos durante la noche, y en un fin de semana o un día antes, en la primera o en la última semana del mes correspondiente.[45]​ Cada homicidio era más severo que el anterior, excepto por el de Stride cuyo atacante podría haber sido interrumpido.[46][47]​ El cuerpo de Nichols no tenía ningún órgano, el de Chapman carecía del útero y el de Eddowes no contaba con el útero ni tampoco un riñón. Su rostro estaba desfigurado al igual que el de Kelly, que no tenía el corazón.

La creencia de que estos asesinatos fueron cometidos por el mismo individuo proviene de documentos posteriores en los que se les relacionó entre sí, al mismo tiempo que se excluía a otros.[48][49]​ En 1894 el asistente del jefe de la Policía Metropolitana y director del Departamento de Investigación Criminal —CID, por sus siglas en inglés—, Melville Macnaghten, aseguró en un reporte que «el asesino de Whitechapel tuvo 5 víctimas, y nada más».[48][46]​ Aunque debe tomarse en cuenta que Macnaghten se unió a la policía un año después de los asesinatos canónicos, además de que su memorándum tiene varias incongruencias en la información dada sobre los posibles sospechosos.[50][51]​ Ya antes, en noviembre 1888, el médico Thomas Bond [52]​había vinculado esos cinco homicidios en una carta dirigida a Robert Anderson, el entonces director del CID.[7]​ Algunos investigadores coinciden en que si bien algunos de los casos fueron cometidos por el mismo sujeto de manera indudable, los restantes debieron ser responsabilidad de un número desconocido de homicidas.[53]​ Para los escritores Stewart P. Evans y Donald Rumbelow el expediente de las cinco víctimas canónicas representa un mito, ya que a pesar de que tres de esos asesinatos definitivamente tienen elementos en común, no existe certeza en los de Stride, Kelly ni tampoco en el de Tabram.[54]​ Sin embargo, otros sí piensan que hay evidencias suficientes para deducir que los seis casos investigados desde Tabram hasta Kelly fueron obra del mismo personaje.[8]​ El Dr. Percy Clark, auxiliar del médico forense George Bagster Phillips, avaló que tres de los homicidios están relacionados, y los demás pudieron ser cometidos por «individuo[s] de mentalidad débil..., que trataban de imitar [el modus operandi del Destripador]».[55][56]

Los cinco homicidios canónicos en Whitechapel
Mary Ann Nichols, primera víctima canónica de Jack el Destripador.
Annie Chapman, segunda víctima canónica.
Elizabeth Stride, tercera víctima canónica del Destripador.
Cadáver de Catherine Eddowes, la cuarta víctima canónica.
Cuerpo descuartizado de Mary Jane Kelly, la quinta y última víctima canónica atribuida a Jack el Destripador.

Posteriores asesinatos en Whitechapel

Kelly es ciertamente considerada como la última víctima del Destripador. Se piensa que después de ese crimen, el asesino cesó su actividad ya sea porque falleció, o porque fue encarcelado, internado en alguna institución, o simplemente emigró.[28]​ No obstante, la investigación policíaca incluyó otros cuatro homicidios más en su expediente de Whitechapel, que ocurrieron después de los cinco canónicos ya descritos anteriormente.

El cuerpo de Rose Mylett fue hallado en Clarke's Yard, de la calle High ubicada en Poplar, el 20 de diciembre de 1888. La víctima había sido estrangulada, pero el cadáver no tenía ninguna señal de forcejeo. Por lo tanto, se llegó a la conclusión de que Mylett pudo haberse ahorcado accidentalmente mientras estaba en estado de ebriedad, o se suicidó.[57]​ Aunque no hubo una respuesta objetiva para el caso, el jurado investigador lo catalogó como un homicidio.[57][58]​ El siguiente asesinato ocurrió seis meses después, el 17 de julio de 1889. Se trataba de Alice McKenzie, quien había fallecido a causa de una herida en la arteria carótida izquierda. Su cuerpo, hallado en Castle Alley, Whitechapel, tenía varias contusiones menores y algunos cortes. Aunque Thomas Bond,[59]​ uno de los forenses que examinó el cadáver, consideró que se trataba de una víctima más del Destripador, el forense George Bagster Phillips, que había analizado los cuerpos de las pasadas tres víctimas, rechazó esa hipótesis.[60][61]​ Algunos escritores que han redactado sobre el tema se muestran divididos respecto al asesinato de McKenzie: unos piensan que podría haber sido otro individuo que imitó el modus operandi del Destripador para despistar a las autoridades,[62]​ o si efectivamente había sido cometido por él.[63]

El torso de la calle Pinchin, como su nombre lo sugiere, era un torso sin cabeza ni piernas de una mujer no identificada, encontrado bajo un arco ferroviario en la citada calle, ubicada en Whitechapel, el 10 de septiembre de 1889. Es probable que el homicidio pudiera haber sido perpetrado en cualquier lugar, mientras que los restos del cuerpo desmembrado habrían sido dispersados para deshacerse de ellos.[64][65]

Coles fue asesinada el 13 de febrero de 1891 bajo un arco ferroviario en Swallow Gardens, Whitechapel; su garganta había sido seccionada, pero su cuerpo no había sido mutilado. Un hombre llamado James Thomas Sadler, quien había sido visto con ella poco antes de su asesinato, fue arrestado por la policía, acusado del asesinato de Coles e incluso vinculado con el Destripador.[66]​ Sin embargo, fue absuelto por la corte el 3 de marzo de ese año, debido a que no había evidencia alguna que corroborara la acusación.[66][67]

Otras supuestas víctimas

Además de los once casos de Whitechapel, algunas personas han asociado otros ataques al Destripador. En uno de ellos, el de «Fairy Fay», no está del todo claro si la agresión fue verdadera o se trataba de un asunto fabricado aprovechando la popularidad del asesino.[68]​ Se designó como «Fairy Fay» a una supuesta víctima que presuntamente fue encontrada el 26 de diciembre de 1887, «después de que le enterraran una estaca en el abdomen»,[69][70]​ sin embargo no hay evidencia alguna de un homicidio cometido en Whitechapel alrededor de la temporada navideña de 1887.[71]​ De hecho, se llegó a creer que «Fairy Fay» pudo haber sido creado por la prensa a través de la confusión de detalles en torno al asesinato de Emma Elizabeth Smith y otro ataque sin consecuencias fatales ocurrido en la Navidad de 1886.[68]​ Por lo tanto, la mayoría de los autores considera que «Fairy Fay» nunca existió.[68][72]

Annie Millwood ingresó a la enfermería del workhouse de Whitechapel con puñaladas en las piernas y la parte baja del abdomen el 25 de febrero de 1888.[73]​ A pesar de que fue dada de alta murió poco después, el 31 de marzo, a la edad de 38 años, al parecer de causas naturales.[72]​ Con el paso del tiempo se le consideró como la primera víctima del Destripador, sin embargo, este ataque no pudo ser conectado con los demás.[74]​ Otra supuesta víctima fue Ada Wilson,[75]​ quien de acuerdo a los reportes médicos sobrevivió tras haber sido apuñalada en dos ocasiones en el cuello el 28 de marzo de 1888.[76]​ Annie Farmer, quien vivía en la misma hostería donde residía Martha Tabram,[77]​ reportó un ataque el 21 de noviembre de 1888; al ser examinada, presentaba un corte superficial en la garganta, que posiblemente se trataba de una herida autoinfligida.[77][78]

Ilustración de tres hombres descubriendo el torso de una mujer; «El misterio de Whitehall» de octubre de 1888.

«El misterio de Whitehall» fue un término usado para referirse al descubrimiento del torso decapitado de una mujer el 2 de octubre de 1888, en el sótano de la nueva sede de la Policía Metropolitana, construida en la calle Whitehall. Un brazo perteneciente al cadáver había sido encontrado previamente flotando en el río Támesis cerca de Pimlico, mientras que una de las piernas se halló enterrada cerca del lugar donde se encontró el torso.[79]​ Las otras extremidades y la cabeza nunca aparecieron, por lo que el cuerpo jamás pudo ser identificado. Las mutilaciones eran similares a las del caso de la calle Pinchin, en donde las piernas y la cabeza fueron cortadas, pero no los brazos. El misterio de Whitehall, junto con el caso de la calle Pinchin, podrían formar parte de una serie de asesinatos denominada «Los misterios del Támesis», perpetrados ambos por un solo asesino en serie, apodado «Homicida del torso».[80]​ Es discutible, aún hoy, la cuestión de si Jack el Destripador era la misma persona o si se trataba de diferentes asesinos en serie activos en la misma región.[80]​ Ya que el modus operandi de este último difería en parte al del Destripador, la policía descartó relacionar estos últimos casos con los canónicos.[81]​ Elizabeth Jackson, una prostituta cuyas extremidades fueron recogidas del río Támesis entre el 2 y el 25 de junio de 1889, podría tratarse de una víctima más del Homicida del torso.[82][83]​ John Gill, un niño de siete años de edad, fue hallado muerto en Manningham, Bradford, el 29 de diciembre de 1888; sus piernas presentaban heridas, mientras que el abdomen había sido seccionado y sus intestinos sacados del cuerpo. No se encontró ni su corazón ni una de sus orejas. Las similitudes con el caso de Mary Kelly llevaron a la prensa a especular que el Destripador había asesinado al chico.[84]​ El empleador de la víctima, el lechero William Barrett, fue arrestado en dos ocasiones acusado del asesinato por evidencias circunstanciales, sin embargo al final fue puesto en libertad.[84]​ Aparte de él, nadie más fue procesado en torno al caso.[84]

Carrie Brown (apodada como «Shakespeare» debido a que citaba constantemente sonetos de Shakespeare), fue estrangulada con prendas de vestir y mutilada con un cuchillo el 24 de abril de 1891 en Manhattan.[85]​ Al momento de encontrar el cadáver, se halló en la escena del crimen un largo tenedor incrustado en la zona de la ingle, así como heridas superficiales en las piernas y espalda.[86]​ A pesar de que ningún órgano fue extraído del cuerpo, se encontró un ovario sobre la cama, se desconoce si fue dejado allí a propósito o de forma accidental.[85]​ En ese momento el asesinato fue comparado con los de Whitechapel, aunque la Policía Metropolitana de Londres descartó cualquier conexión entre éstos.[85]

Investigación

Inspector Frederick George Abberline, 1888.

Los archivos criminales que aún subsisten sobre los asesinatos de Whitechapel permiten una visión detallada de los procedimientos de investigación que existían en la época Victoriana.[87]​ Uno de los pasos en las pesquisa consistió en que un numeroso grupo de policías llevó a cabo un programa de investigación casa por casa en todo Whitechapel, se recogió material forense para posteriormente examinarlo. Una vez hecho esto, se pasó a identificar y trazar conjeturas, examinando algunas de manera más minuciosa, mientras que otras simplemente eran descartadas al no ser útiles para la investigación. En la actualidad, la policía suele trabajar con base en este mismo patrón.[87]​ Se procedió entonces a entrevistar a un aproximado de 2.000 personas, «se investigó más de 300» y 80 fueron detenidas.[88]

Al principio, la investigación era llevada a cabo por el Departamento de Investigación Criminal (CID) de la Policía Metropolitana de Whitechapel (H), encabezada por el detective e inspector Edmund Reid. Tras la muerte de Nichols, los agentes Frederick George Abberline, Henry Moore y Walter Andrews fueron enviados desde la Oficina Central de Scotland Yard para prestar ayuda. No fue sino hasta el homicidio de Eddowes, suscitado en Square Mile, que la policía municipal, dirigida por James McWilliam, se involucró en el caso.[10]​ No obstante, la dirección general de las investigaciones en torno al expediente del Destripador se vio obstaculizada en cierto modo, debido a que el recién nombrado jefe de la CID, Robert Anderson, se hallaba de licencia en Suiza entre el 7 de septiembre y el 6 de octubre, período en que Chapman, Stride y Eddowes fueron asesinadas.[89]​ Esto llevó al comisario de la Policía Metropolitana, Sir Charles Warren, a nombrar al inspector Donald Swanson como el coordinador de la investigación por parte de Scotland Yard.[90][91]

Edmund Reid opinó acerca de la frustración de la policía y el modus operandi del asesino:

La posición de la sangre y del cuerpo mostraba que él le había cortado el cuello con la mano derecha; de derecha a izquierda, haciendo que la sangre saliese despedida en dirección contraria de donde él se hallaba, lo que probablemente haría que su ropa no se manchara de sangre. Una de las principales dificultades del caso radicaba en que el ingenio sobrepasaba a la razón.[10][92]

A causa de la insatisfacción social originada por el trabajo de los cuerpos policíacos, un grupo de ciudadanos voluntarios del East End, conocido como el Comité de Vigilancia de Whitechapel, optó por patrullar las calles en busca de personas sospechosas; de hecho, el Comité le solicitó al departamento policial británico Home Office, el 30 de septiembre de 1888, que fijara de forma definitiva y oficial una recompensa para aquel que proporcionara información útil sobre el asesino. No obstante, la solicitud fue rechazada ese mismo día.[93]​ Previamente, un mes antes, el 31 de agosto, L. P. Walter había enviado una carta al departamento policial británico Home Office con tal de que se ofreciera alguna especie de bonificación económica para quien lograra capturar a Mandil de Cuero, siendo ésta opción rechazada también al instante.[93]​ De forma similar, el 10 de septiembre, Samuel Montagu, primer barón de Swaythling, ofreció un monto de 100 GBP a quien capturara al Destripador.[93]​ Así, al día siguiente de que el Comité enviara su solicitud, el 1 de octubre, el diario The Financial News ofreció un incentivo económico de 300 GBP a quien lograra capturar al homicida.[93]​ Ese mismo día, el Lord Mayor of London propuso inclusive una bonificación más elevada al ofrecer hasta 500 GBP por la captura del Destripador y aunque Sir Alfred Kirby también dio aviso de una recompensa de 100 GBP, además de incluir en su oferta a un grupo de 10 hombres de milicia, esta última se redujo al final.[93]​ Un día después, el 2 de octubre, George Lusk (líder del Comité de Vigilancia de Whitechapel) insistió de nueva cuenta al Home Office que reconsiderara la opción de la recompensa.[93][94]​ Este mismo concepto de las bonificaciones económicas sería retomado luego por ADIP Walter and Sunders Peterfields, una industria textil, en una misiva enviada al Ministerio Interior de Londres.[92]​ Otra de las acciones más prominentes del Comité fue contratar detectives privados para interrogar a los testigos de manera independiente.[95]​ Sin embargo, el gobierno rechazó cualquier gratificación de esa índole; en opinión de Paul Begg: «la Policía Metropolitana y otras instituciones habían ofrecido recompensas en el pasado y dicha política había caído en desuso porque se creía que el ofrecimiento de una recompensa animaba a la gente a facilitar informaciones falsas con la esperanza de conseguirla».[96]​ Debido a esto, las críticas no se hicieron esperar; la policía fue «acusada de no afanarse demasiado en saber quién era el Destripador y de que el esfuerzo habría sido muy superior si los crímenes hubieran tenido lugar en las zonas más ricas de Londres».[97]​ Posteriormente, se ofreció una oferta de 500 GBP para quien diera información del asesino de Eddowes.[92]

Los carniceros, cirujanos y médicos se volvieron sospechosos debido a la naturaleza de las mutilaciones. Una nota de Henry Smith, Comisionado Interino de la policía municipal, indica que se indagaron las coartadas de los carniceros y matarifes locales, sin embargo fueron eliminadas del proceso de investigación.[98]​ Un informe del inspector Donald Swanson al Ministerio Interior confirma que se visitó y examinó a un total de 76 carnicerías y mataderos, y que la investigación había abarcado a todos sus empleados durante los últimos seis meses.[99]​ Algunas figuras contemporáneas, inclusive la Reina Victoria, pensaban que el patrón de los asesinatos indicaba que el culpable era un carnicero o ganadero que abordaba alguno de los barcos de ganado que surcaban las aguas entre Londres y la Europa Continental (incluso, se llegó a pensar que el culpable no era un inglés sino un judío).[100][101]​ Whitechapel estaba cerca de los muelles de Londres,[102]​ y por lo general estos barcos, atracaban cada jueves o viernes y partían el sábado o el domingo.[103]​ Aun cuando se examinaron este tipo de embarcaciones, las fechas de los asesinatos no coincidían con el desplazamiento de un solo barco, desestimándose también el traslado de un miembro de la tripulación entre dos o más barcos.[104]

Perfil criminal

A finales de octubre, Robert Anderson pidió al médico de la policía, Thomas Bond, su opinión sobre las habilidades y conocimientos quirúrgicos del asesino.[105][106]​ La opinión ofrecida por Bond sobre el personaje conocido como el «asesino de Whitechapel» es considerada como el primer perfil criminal de la historia que aún se conserva.[107]​ La evaluación del médico se basó en su propio examen de la víctima más mutilada y en las notas post mórtem de los cuatro asesinatos canónicos anteriores, en la cual decía lo siguiente:[7]

No dudo que los cinco asesinatos fueron cometidos por la misma mano. En los primeros cuatro las gargantas parecieran haber sido cortadas de izquierda a derecha, mientras que en el último caso, debido a la considerable mutilación, es imposible señalar en qué dirección se hizo la cortada, aunque se hallaron rastros de la sangre arterial sobre la pared en forma de salpicaduras, muy cerca de donde la cabeza de la mujer debió haber estado.
Todas las circunstancias en torno a los asesinatos me llevan a deducir que las mujeres fueron asesinadas cuando se encontraban recostadas y, en todos los casos, la garganta fue cortada en primer lugar.
El asesino, en su apariencia externa, es muy probable que sea de aspecto inofensivo. Un hombre de mediana edad, bien arreglado y de aire respetable. Puede tener el hábito de llevar capa o abrigo porque si no, la sangre de sus manos y ropas hubiera llamado la atención a los viandantes.[7]

Bond se opuso totalmente a la idea de que el asesino poseía cualquier tipo de conocimiento científico o anatómico, o incluso «los conocimientos técnicos de un carnicero o matarife».[7]​ En su opinión, el asesino debía tener hábitos de un hombre solitario, sujeto a «ataques periódicos de manía homicida o erótica» y el cáracter de las mutilaciones era un probable indicador de «hipersexualidad».[7]​ Además, consideró: «el impulso homicida podía haberse desarrollado a partir de un sentimiento de venganza o de una condición mental melancólica, o la manía religiosa pudo haber sido la enfermedad original, pero no creo que alguna de éstas [hipótesis] sea la correcta».[7]​ Si bien no hay evidencia de ninguna actividad sexual con ninguna de las víctimas,[8][108]​ algunos psicólogos suponen que la penetración de las víctimas con un cuchillo y «la exhibición de los cadáveres en posiciones sexualmente degradantes con las heridas expuestas» indican que el autor obtenía placer sexual con los ataques.[8][109]

No obstante, esta opinión es cuestionada por otros, que descartan estas hipótesis afirmando que en realidad se trata de una serie de suposiciones inverificables.[110][111]​ Las comparaciones del Destripador con la motivación y los actos de los asesinos en serie contemporáneos, han llevado a sugerir que el primero pudo haber sido un loco esquizofrénico, como Peter Sutcliffe el «destripador de Yorkshire», que decía oír voces, dándole instrucciones para atacar a prostitutas.[112]

Sospechas

Portada de la revista Puck del 21 de septiembre de 1889, sobre la especulación de Jack el Destripador; realización del caricaturista Tom Merry.

La concentración de los asesinatos en los fines de semana y la ubicación a unas pocas calles de diferencia uno de otro, ha hecho que muchos concluyan que el Destripador era un empleado que trabajaba durante la semana y vivía en la misma localidad.[113][114]​ Otros piensan que se trataba de un hombre de clase alta educado, posiblemente un doctor o un carnicero (ya que se pensó que el asesino tenía experiencia quirúrgica y anatómica, basándose en el grado de las mutilaciones y en el hecho de que el útero de Champman hubiera sido extraído), que se acomodó en el área de Whitechapel buscando una zona más adecuada para llevar a cabo sus crímenes;[115]​ esas nociones se basan en las percepciones culturales, como el miedo a la profesión médica, la desconfianza de la ciencia moderna o la explotación de los pobres por los ricos.[116]​ Incluso, algunos lo calificaban de «habilidoso» y otros simplemente opinaban lo contrario.[79]​ El escritor Stephen Knight propuso una elaborada teoría de conspiración masónica donde interviene la clase alta y un médico en su libro publicado en 1976 Jack the Ripper: The Final Solution, no obstante muchos autores califican esta teoría como «una fantasía».[117][118][119][120]​ Los sospechosos propuestos años después de los asesinatos, incluyen virtualmente a cualquiera remotamente relacionado con el caso en los documentos contemporáneos, así como muchos nombres famosos que nunca fueron considerados en la investigación policial original. Debido a que todas las personas de esa época se encuentran muertas, los autores modernos han sido libres de acusar a cualquiera, sin «requerir de evidencia histórica alguna».[121]​ En 1894, Sir Meville Macnaghten redactó un memorándum en el que nombró a tres personas que a él le parecían sospechosos (hoy en día, estas acusaciones son catalogadas como evidencia circunstancial):[122]Montague John Druitt, Michael Ostrog y Aaron Kosminski. En opinión de Begg:

Creo que a Ostrog se le puede tachar sin problemas. Era un hombre mucho mayor. Era un estafador y un ladronzuelo y es muy posible que en la época de los asesinatos se encontrase en Francia.[123]

A pesar de las muchas y variadas teorías sobre la identidad y la profesión de Jack el Destripador, las autoridades no están de acuerdo en una única solución y el número de sospechosos identificados llega a más del centenar.[124][125]

Según un estudio realizado para el documental «Jack el destripador en América», emitido por Discovery Channel, el homicida viajó hacia los Estados Unidos y habría cometido varios asesinatos en el país. El resultado de la investigación concluye que Jack el Destripador se llamaba James Kelly, un asesino psicótico que escapó del asilo psiquiátrico de Broadmoor en Inglaterra y que había viajado, luego del cese de los asesinatos en ese país, hacia Estados Unidos. Señala en apoyo de su versión que un tiempo antes del asesinato de una prostituta en ese país, el cual habría tenido las mismas características que las de los homicidios ocurridos en Londres, una carta enviada a la policía de Nueva York y firmada por quien dijo ser Jack el Destripador, avisaba que habría más asesinatos. James Kelly luego regresó al hospital psiquiátrico ya envejecido y dijo haber luchado «contra el mal» durante toda su vida y admitió haber viajado hacia Estados Unidos.[126]

La última hipótesis hasta el momento es la postulada por un detective jubilado inglés, llamado Trevor Marriott, quien sostiene que no todos los asesinatos fueron cometidos por el mismo individuo denominado Jack; según Marriott, la identidad de este habría correspondido a un marinero alemán llamado Carl Frigenbaum, quien no era de clase alta como indica la leyenda urbana.[127]

En 2014, El autor Russel Edwards dijo haber realizado un estudio de ADN en una prenda perteneciente a Eddowes y lanzó la hipótesis aún sin confirmar de que Aarón Kosminski fue el famoso asesino.[128]

Eduardo Coutiño, en su obra: "Jack El Destripador. Un enigma con solución"; teoriza sobre la existencia de tres asesinos que actuaban en colaboración. Siendo el nombre de dos de ellos conocidos: Stephen Herbert Appleford y su cuñado Frederick Gordon Brown.[129]

Cartas

La carta «Desde el infierno».
La carta «Querido jefe».

En el transcurso del tiempo en que sucedieron los crímenes del Destripador, la policía, los periódicos y otros recibieron cientos de cartas sobre el caso.[130]​ Algunos bien intencionados ofrecían consejos para capturar al asesino, pero la gran mayoría eran inútiles.[131][132][133]​ Cientos de cartas afirmaban ser escritas por el propio asesino,[134]​ y tres de éstas destacan: la carta «Querido jefe», la postal «Saucy Jacky» y la carta «Desde el infierno».[135]

La carta «Querido jefe», datada el 25 de septiembre de 1888 (y sellada el 27 del mismo mes), fue recibida por la Agencia Central de Noticias y luego enviada a Scotland Yard el 29 de septiembre.[136][137][138][139]​ Inicialmente se consideró una broma, pero cuando Eddowes fue hallada muerta tres días después del sellado de las cartas con una oreja cortada parcialmente, la promesa de la carta «cortaré las orejas de las señoritas» llamó la atención.[140]​ Sin embargo, la oreja de Eddowes parecía haber sido mellada por el asesino incidentalmente durante su ataque, mientras que la amenaza del autor de la carta consistente en enviar las orejas a la policía jamás se llevó a cabo.[141]​ El nombre de «Jack el Destripador» fue usado por primera vez en esta carta por el firmante y ganó notoriedad en todo el mundo después de su publicación.[142]​ La mayoría de las cartas posteriores imitan el tono narrativo de ésta.[143]​ Muchas fuentes enlistan otra carta, que data del 17 de septiembre de 1888, como la que usa por primera vez el nombre de Jack el Destripador, pero la mayoría de los expertos creen que se trataba de una falsificación moderna insertada en los registros de la policía en el siglo XX, mucho tiempo después de los asesinatos.[144]​ La carta contiene el siguiente texto:

Querido Jefe, desde hace días no dejo de oír que la policía me ha atrapado, pero en realidad todavía no me ha pillado. En mi próximo trabajo le cortaré la oreja a la dama y se la enviaré a la policía para divertirme. No soporto a cierto tipo de mujeres y no dejaré de destriparlas hasta que haya terminado con ellas. El último es un magnífico trabajo, a la dama en cuestión no le dio tiempo de gritar. Mi cuchillo está tan bien afilado que quiero ponerme manos a la obra ahora mismo. Me gusta mi trabajo y estoy ansioso de empezar de nuevo, pronto tendrá noticias mías y de mi gracioso jueguecito [...]
Atentamente, Jack el Destripador.

La postal «Saucy Jacky» fue sellada el 1 de octubre de 1888 y recibida el mismo día por la Agencia Central de Noticias. La caligrafía es similar a la de «Querido Jefe».[145]​ En ella se menciona que dos víctimas fueron asesinadas muy cerca una de la otra; la frase «esta vez un doble acontecimiento» pudiera referirse específicamente a los asesinatos de Stride y Eddowes.[146]​ La carta fue enviada por correo antes de que los asesinatos se dieran a conocer, por lo que es poco probable que cualquiera tuviera conocimiento de los crímenes,[147]​ pero fue sellada 24 horas después de que los asesinatos tuvieron lugar, así que no fue sino hasta mucho después que los detalles fueron conocidos por los periodistas y residentes de la zona.[146]

No bromeaba querido jefe cuando le di el chivatazo. Mañana tendrá noticias del «Bueno de Jack». Esta vez, la cosa es doble; la primera chilló un poco y no pude rematarla, no me dio tiempo a quitarle la oreja para la policía, gracias por retener mi última carta hasta que volví al trabajo.
Jack el Destripador.

La carta «Desde el infierno» fue recibida por George Lusk, líder del Comité de Vigilancia de Whitechapel, el 16 de octubre de 1888; la caligrafía y estilo de ésta difieren respecto de los de la carta «Querido jefe».[148]​ La carta venía en una pequeña caja en la cual Lusk descubrió la mitad de un riñón, preservado en «espíritus de vino» (etanol).[148]​ Se cree que el riñón izquierdo de Eddowes fue extraído por el asesino. En un tono tétrico, el escritor afirma que «frió y se comió» la mitad del riñón que faltaba. No obstante, hay desacuerdo sobre el órgano hallado: algunos sostienen que pertenecía a Eddowes, mientras que otros argumentan que en realidad era una broma macabra.[10][11]​ El riñón fue examinado por el Dr. Thomas Openshaw del Hospital de Londres, quien determinó que era humano y que correspondía al lado izquierdo del cuerpo, pero (contrario a los falsos reportes de los periódicos) no pudo determinar ni la edad ni el sexo del propietario.[149]​ Openshaw posteriormente recibió una carta firmada por «Jack el Destripador».[150]​ «Desde el infierno» conteniendo el siguiente texto:

Desde el infierno. Señor Lusk. Señor le adjunto la mitad de un riñón que tomé de una mujer y que he conservado para usted, la otra parte la freí y me la comí, estaba muy rica. Puedo enviarle el cuchillo ensangrentado con que se extrajo, si se espera usted un poco. Firmado, Atrápeme si puede Señor Lusk.
Jack el Destripador.

Scotland Yard publicó facsímiles de la carta «Querido Jefe» y la postal el 3 de octubre, con la esperanza de que alguien reconociera la escritura.[151]​ En una misiva dirigida a Godfrey Lushington, Jefe de la Secretaria de Estado del Ministerio del Interior, Charles Warren explicó: «Creo que todo esto es un engaño pero por supuesto estamos obligados a poner a prueba y encontrar al responsable en cualquier caso».[152]​ El 7 de octubre de 1888, George R. Sims, en el periódico dominical Referee, explicó mordazmente que la carta había sido escrita «con el fin de acrecentar al máximo la popularidad de un periódico de baja circulación».[1]​ Más tarde, los cuerpos policíacos afirmaron haber identificado a un periodista como el autor de «Querido jefe» y la postal correspondiente.[153]​ El periodista fue identificado como Tom Bullen en una carta del Jefe Inspector John George Littlechild a George R. Sims, que tiene como fecha el 23 de septiembre de 1913.[154]​ Un periodista llamado Fred Best confesó en 1931 que había escrito las cartas para «mantener vivo el negocio».[2]​ En 2009, Kelvin McKenzie, un editor de periódicos retirado, sometió la carta «Querido Jefe» a un análisis de escritura llevado a cabo por la grafóloga Elaine Quigley; esta demostró, tras haber situado una copia transparente de una muestra conocida de la escritura de Best por encima de la carta original, que Best era, casi indudablemente, el autor de la misma. Por la forma deliberada en la que fue escrita la misiva, Quigley dedujo que el autor redactó por instrucciones de un tercero: de acuerdo a esta teoría, McKenzie pudo entonces especular que T. P. O'Connor, el editor de Best, era su cómplice y su objetivo era aumentar la circulación de su periódico The Star.[3]

Medios de comunicación

«Horrible asesinato en el East End. Una mujer ha sido mutilada. Capturado: «Mandil de cuero». Periódico de formato grande refiriéndose al asesino como «Mandil de cuero».

Los asesinatos del Destripador marcaron una importante línea divisoría respecto al tratamiento de los crímenes por parte de los periodistas.[28][155]​ Aunque no fue el primer caso de un asesino en serie, Jack el Destripador fue el primero en crear frenesí mundial en los medios de comunicación.[28][155]​ Las reformas fiscales en la década de 1850 habían permitido la publicación de periódicos baratos con una mayor difusión.[156]​ Éstos se multiplicaron después de la época Victoriana para incluir periódicos de circulación masiva a un precio muy bajo (un penique), junto con revistas populares, como Illustrated Police News, que hizo del Destripador el beneficiario de una publicidad sin precedentes.[157]

Tras el asesinato de Nichols a comienzos de septiembre, el Manchester Guardian reportó que: «Cualquier información que esté en manos de la policía, debe mantenerse en secreto  [...] Se cree que su atención se dirige particularmente a ... un personaje conocido como 'Mandil de cuero'».[158]​ Los periodistas se vieron frustrados por la renuencia de la policía judicial a revelar detalles de su investigación al público, por lo que recurrieron a la redacción de informes de veracidad dudosa.[28][159]​ Como resultado de lo anterior, comenzaron a proliferar descripciones ficticias de «Mandil de cuero» en la prensa,[160]​ aunque eran descartadas al mismo tiempo por reporteros rivales, como «consecuencia de la mítica fantasía de los periodistas».[161]​ Así, John Pizer, un limpiabotas local, fue reconocido como «Mandil de cuero»[162]​ y arrestado, «a pesar de que el inspector de la investigación informó que «no existía nada que lo comprobara».[163]​ Finalmente habría de ser liberado tras confirmar su coartada.[162]

Tras la publicación de la carta «Querido jefe», «Jack el Destripador» vino a substituir a «Mandil de cuero» como el nombre adoptado por la prensa y el público para describir al asesino.[164]​ Más tarde el asesino pasó a ser conocido también como «Jack Rojo».[165]​ El nombre «Jack» fue usado para describir a otro legendario asesino de Londres: «Spring Heeled Jack», que supuestamente atacaba a sus víctimas saltando por encima de las paredes y huía tan rápido como llegaba.[166]​ La invención y adopción de un alias para un asesino en particular llegó a ser una práctica muy común entre los medios de comunicación con ejemplos notables como el Hachero de Nueva Orleans, el Estrangulador de Boston, y el francotirador de Beltway. Ejemplos derivados de Jack el Destripador incluyen el Destripador francés,[167]el Destripador de Düsseldorf,[168][169]el Destripador de Camden,[170]Jack el Stripper,[171][172]el Destripador de Yorkshire,[173][174][175]​ y el Destripador de Rostov.[176][177]​ Informes de prensa sensacionalistas, combinados con el hecho de que nadie fuera declarado culpable, han confundido el análisis académico y creado una leyenda que arroja incógnitas sobre posteriores asesinos en serie.[178]

Legado

«Un fantasma portando un cuchillo y flotando en la calle de un barrio». El «Némesis de la Negligencia»: Jack el Destripador representado como un fantasma de Whitechapel al acecho y encarnando el abandono social, en una caricatura de la revista 'Punch' en 1888

La naturaleza de los asesinatos y de las víctimas llamó la atención sobre las pobres condiciones de vida en el East End,[179]​ al mismo tiempo causó como resultado que la opinión pública se manifestara en contra del hacinamiento y la insalubridad en los barrios bajos.[180]​ En las dos décadas posteriores a los asesinatos, los peores aspectos de aquellos barrios fueron eliminados o, en su caso, demolidos,[181]​ aunque las calles y algunos edificios sobrevivieron y la leyenda del Destripador es promovida por medio de un tour por los sitios de los asesinatos.[182]​ El pub The Ten Bells en la calle Commercial era frecuentada por al menos una de las víctimas (Mary Kelly) y fue el centro de este tipo de giras durante muchos años.[183]

Además de las contradicciones y la falta de fiabilidad de los testimonios contemporáneos, los intentos de identificar al verdadero asesino se ven obstaculizados por la falta de pruebas forenses.[184]​ Los análisis de ADN en las cartas son inconclusos;[185]​ el material disponible se ha manejado muchas veces y está demasiado contaminado como para ofrecer resultados significativos.[186]​ Hasta la fecha más de 100 obras no ficticias abordan exclusivamente los asesinatos de Jack el Destripador, convirtiéndolo así en uno de los temas criminales más explorados en la literatura.[124]​ Incluso, el término «ripperología» fue acuñado por Colin Wilson, en la década de 1970, para describir el estudio del caso.[187][188]​ Tras una serie de análisis en torno a los expedientes, los periódicos Ripperana, Ripperologist y Ripper Notes publicaron sus investigaciones.[189]​ El pintor inglés Walter Sickert, inspirado en la indisposición para asumir el orden de la región East End, realizó algunas pinturas, destacando entre ellas la obra Jack the Ripper's Bedroom.[190]

Inmediatamente después de los asesinatos «Jack el Destripador se convirtió en el coco de los niños».[191]​ Las representaciones que se hacían de él eran a menudo fantásticas o monstruosas. Entre 1920 y 1930, se le representó en el cine vistiendo ropa típica como un hombre que ocultaba un secreto cazando a sus víctimas desprevenidas; la atmósfera y el mal eran mostrados por medio de iluminación y juego de sombras.[192]​ En 1960, llegó a ser «el símbolo de la aristocracia depredadora»,[192]​ siendo retratado con un sombrero de copa y vestido como un caballero. La clase dirigente llegó a convertirse entonces en el villano, mientras que Jack representaba la sobreexplotación de la clase social alta.[193]​ Además, la imagen del asesino se fusionó con historias y símbolos del género del terror, tales como el manto de Drácula o la cosecha de órganos de Víctor Frankenstein.[194]​ De hecho, el mundo ficticio del Destripador logró alearse con múltiples géneros, que van desde Sherlock Holmes hasta el terror erótico japonés.[195]

A diferencia de otros asesinos de menor popularidad, no existe ninguna figura de cera de Mandil de Cuero en la Cámara de los Horrores de Madame Tussauds, pues ahí se rigen por una política de no exhibir personajes cuya descripción no sea del todo conocida.[196]​ Debido a ello, Jack es representado como una sombra.[197]​ En 2006, fue elegido por la revista BBC History y su comunidad de lectores como el «británico más detestable de todos los tiempos».[198][199]

Literatura

Jack el Destripador destaca en cientos de trabajos de ficción, los cuales en conjunto sobrepasan las fronteras entre la realidad y la ficción, incluyendo las cartas y el Diario del Destripador.[200]​ Asimismo ha sido retomado en novelas, cuentos cortos, poemas, caricaturas, juegos, canciones, obras teatrales, películas, y en la ópera de 1930 Lulu, de Alban Berg. Poco tiempo después de acontecidos los primeros asesinatos, en octubre de 1888, fue publicada la novela gótica The Curse Upon Mitre Square, escrita por John Francis Brewer, cuya trama aborda primordialmente el asesinato de Catherine Eddowes en Mitre Square.[201]​ Asimismo, la obra In Darkest London de Margaret Harkness, publicada justo al año siguiente bajo la firma «John Law», describe a Jack como un matarife no judío que se ocultaba entre la comunidad judía de la región del East End.[202]​ A rasgos generales, las historias del Destripador consiguieron atraer la atención internacional;[203]​ en 1892, se lanzó una antología de cuentos cortos en idioma sueco, UppskärarenEl destripador») compilada por Adolf Paul, sin embargo ésta fue suprimida a últimas instancias por las autoridades rusas.[204]​ Por otra parte, la obra en español Jack El Destripador pasó ser considerada como un «divertido pastiche al estilo de Sherlock Holmes» tras su lanzamiento comercial, poco después de la serie de homicidios.[203]

La primera historia influyente, «The Lodger», fue escrita por Marie Belloc Lowndes, siendo publicada en la revista McClure's Magazine en 1911 y novelizada un par de años después, en 1913.[204]​ En esta, una pareja de Londres, los Bunting, sospechan que su inquilino, el señor Sleuth, es un asesino misterioso conocido como «El Vengador», quien se halla claramente basado en la imagen del Destripador.[205]​ Si bien no se da a conocer al final si Sleuth es realmente El Vengador, el enfoque del cuento corto radica en el terror psicológico de los Bunting, el cual podría ser enteramente infundado, más allá de la veracidad en torno a la verdadera identidad de Sleuth.[205]​ En 1927, «The Lodger» inspiró el largometraje del cineasta Alfred Hitchcock The Lodger: A Story of the London Fog; en la época contemporánea se han grabado un total de cuatro adaptaciones adicionales tomando todas ellas como referencia la historia original de Lowndes.

En 1926, Leonard Matters propuso, en un artículo publicado en una revista, que Jack había sido alguna vez un eminente doctor, cuyo hijo murió de sífilis a causa de su relación con una prostituta. De acuerdo a su teoría, el doctor, bajo el alias de «Dr. Stanley», cometió los asesinatos a manera de venganza y huyó después de esto hacia Argentina. Más tarde, en 1929, Matters expandió sus ideas en forma de un libro titulado The Mystery of Jack the Ripper; tras su publicación, fue señalado como objeto de estudio por parte de académicos, aunque luego se evidenció que contenía errores de objetividad, además de que la bibliografía que supuestamente sustenta su contenido jamás fue localizada.[206]​ El material mencionado inspiró otras obras tales como la escenificación teatral Murder Most Foul, así como la película Jack the Ripper.[207]​ El libro de Jonathan Goodman Who He? (1984) también se encuentra escrito al estilo de un estudio objetivo, sin embargo el sospechoso mencionado en el texto, un tal «Peter J Harpick», se trata en realidad de un término usado a manera de anagrama de «Jack the Ripper» (en español, «Jack el Destripador»).[208]

La historia corta «Yours Truly, Jack the Ripper», de Robert Bloch (publicada en la colección Weird Tales, en 1943),[204]​ describe al Destripador como un ente inmortal que debe realizar sacrificios humanos para garantizar la vida eterna.[209]​ Décadas después, en los años 1960, se realizó una adaptación doble (una para radio, en el programa radiofónico Stay Tuned for Terror, y la otra para televisión, bajo el formato de un episodio de la serie Thriller).[210]​ Asimismo, la antología de ciencia-ficción Dangerous Visions (1967) incorporó un relato inédito sobre el homicida, de la autoría de Bloch, titulado «A Toy for Juliette», además de una continuación oficial para la misma por parte de Harlan Ellison, la cual pasó a denominarse «The Prowler in the City at the Edge of the World». Otras obras de Bloch incluyen The Will to Kill (1954) y Night of the Ripper (1984).[211]

Además de los anteriores, los siguientes relatos se basaron en la mitología de Jack: A Case to Answer (1947) por Edgar Lustgarten, The Screaming Mimi (1949) por Fredric Brown, Terror Over London (1957) por Gardner Fox, Ritual in the Dark (1960) y The Killer (1970) por Colin Wilson, Sagittarius (1962) por Ray Russell, A Feast Unknown (1969) por Philip José Farmer, A Kind of Madness (1972) por Anthony Boucher, Nine Bucks Row (1973) por T. E. Huff, The Michaelmas Girls (1975) por John Brooks Barry, Jack's Little Friend (1975) por Ramsey Campbell, By Flower and Dean Street (1976) por Patrice Chaplin, The Last Sherlock Holmes Story (1979) por Michael Dibdin, The Private Life of Jack the Ripper (1980) por Richard Gordon, White Chappell, Scarlet Tracings (1987) por Iain Sinclair, Anno Dracula (1992) por Kim Newman, A Night in the Lonesome October (1993) por Roger Zelazny, Ladykiller (1993) por Martina Cole, Savage (1993) por Richard Laymon, The Pit (1993) por Neil Penswick, Dan Leno and the Limehouse Golem (1994) por Peter Ackroyd, Pentecost Alley (1996) por Anne Perry y Matrix (1998) por Mike Tucker y Robert Perry.[212]​ De manera más reciente, Giles Richard Ekins, ha hecho uso de los asesinatos del Destripador en su novela Sinistrari; en la cual incluye detallados textos sobre sus víctimas y los principales sospechosos.[213]

En la literatura española, El cuarteto de Whitechapel de Daniel Sánchez Pardos (2010) indaga en el mito de Jack el Destripador a través de una reflexión desde las performances artísticas del siglo XXI.[214]​ Por su parte, Fernando García Calderón narra en Yo también fui Jack el Destripador (2015) los intentos por desentrañar la identidad del asesino durante una investigación a mediados del siglo XX, en el Londres posterior a la Segunda Guerra Mundial.

A su vez, Gabriel Pombo, editó en el año 2016, la novela de intriga "El animal más peligroso: Un thriller victoriano", cuya trama alcanza tanto a los homicidios de Whitechapel como a los del Descuartizador del Támesis, postulando una complicidad entre ambos célebres criminales.[215][216]

Cine

El libro «The Lodger» ha sido adaptado en cinco películas: The Lodger: A Story of the London Fog, de Alfred Hitchcock (1927), The Lodger (1932), The Lodger (1944), Man in the Attic (1953) y The Lodger (2009). En su versión, Hitchcock decidió contratar en el rol estelar a Ivor Novello, lo que ocasionó que la compañía productora Gainsborough Pictures insistiera a cambio en reescribir el guion de tal forma que el personaje de Novello resultara más simpático.[217]​ En 1932, Novello realizó una nueva versión de la película, esta vez con un final más dramático en donde él estrangula al asesino, quien en realidad es su hermano enloquecido, el «asesino bosnio».[218]​ Por otro lado, la adaptación de 1944 prescindió de la ambivalencia de la novela y describió al inquilino, interpretado por Laird Cregar, como Jack el Destripador.[219]​ A diferencia de sus predecesoras, esta nueva versión se ubica en 1888, año en que sucedieron los acontecimientos.[220]​ La versión Man in the Attic, de 1953, protagonizada por Jack Palance, resultó ser muy similar a la anterior adaptación,[221]​ mientras que la cinta de 2009 es estelarizada por Simon Baker.

Otra película basada en Jack es Room to Let (1949), misma que se basó en el programa radiofónico de Margery Allingham transmitido en 1948 y fue una de las primeras películas de horror producidas por Hammer Productions.[222]​ En la trama, Valentine Dyall interpreta al inquilino, el Dr. Fell, quien escapa de un manicomio en donde había estado cautivo por 16 años tras haber cometido los asesinatos canónicos de Whitechapel.[223]​ Más tarde, la misma productora estrenó tres nuevas cintas a principios de los años 1970: en Hands of the Ripper (1971), la hija del Destripador, interpretada por Angharad Rees, se convierte en una asesina tras ver cómo su padre mata a su propia madre;[224]​ por otra parte, en Dr. Jekyll and Sister Hyde (1971), el Dr. Jekyll se transforma en la maligna Sister Hyde y es responsable de los asesinatos de Jack;[225]​ finalmente, en su producción Terror in the Wax Museum (1973), un asesino se hace pasar por una figura de cera de Mandil de Cuero.[226]

  • Das Wachsfigurenkabinett (1924; Waxworks en inglés), dirigida por Paul Leni, relata uno de los asesinatos perpetrados por Mandil de Cuero, el cual es interpretado por Werner Krauss (previamente, el mismo actor protagonizó la cinta El gabinete del doctor Caligari).[227]
  • Die Büchse der Pandora (1929; trad. literal: La caja de Pandora), es una cinta alemana dirigida por Georg Wilhelm Pabst y basada en una obra de teatro creada por Frank Wedekind acerca de una mujer, Lulu (interpretada por la actriz Louise Brooks), cuyo estilo desinhibido la lleva a encontrarse con el Destripador, encarnado por Gustav Diessl.[228]
  • Drôle de Drame (1937) es una parodia de Jack dirigida por Marcel Carné, en la que participa Jean-Louis Barrault como un vegetariano del East End que asesina a carniceros en venganza por los animales que éstos han matado.[229]
  • La película para televisión Jack the Ripper (1958), basada en un episodio de The Veil, cuenta en sus escenas iniciales con Boris Karloff y trata sobre un clarividente que identifica al Destripador como un cirujano notable que decide hacerse pasar por muerto para evitar ser aprisionado en un asilo de lunáticos.[230]​ La historia se basa en un reporte publicado por un periódico en 1895, donde se enuncia que Robert James Lees había utilizado poderes psíquicos para atraer al asesino a la casa de un físico londinense.[231]
  • Jack the Ripper (1959), producido por Monty Berman y Robert S. Baker, se basó en parte en la teoría formulada por Leonard Matters, donde también se llega a la conclusión de que el asesino de Whitechapel era en realidad un doctor vengativo.[232]
  • Por otra parte, el filme alemán Das Ungeheuer von London City (1964), (trad. literal: El monstruo de Londres), presenta al hijo de Jack el Destripador como el antagonista de la historia; asimismo, hace mención de que Jack había sido víctima de sífilis.[233]
  • Dr. Strangelove (1964) es una comedia negra en la que el antagonista es llamado General Jack D. Ripper, aunque los parecidos entre éste y el verdadero Jack nunca son profundizados en la trama.[234]
  • Tanto en A Study in Terror (1965) como en Murder by Decree (1979) se muestra a Sherlock Holmes combatiendo al asesino de Whitechapel. La primera es acompañada de una novela homónima escrita por Ellery Queen,[235]​ mientras que la segunda es protagonizada por Christopher Plummer como Sherlock y James Mason como Watson. De manera coincidente, en ambas cintas, Frank Finlay interpreta al Inspector Lestrade.[236]​ Parte de la misma trama fue seguida en la serie televisiva Jack the Ripper, en 1988, estelarizada por Michael Caine como el Inspector Frederick George Abberline.
  • Por otra parte, la producción de bajo presupuesto Night After Night After Night (1969) abordó la trama de un juez cuya identidad secreta es la de un asesino parecido al Destripador que ataca a prostitutas en el área londinense conocida como Soho.[237]

A lo largo de los años 1970 y 1980 comenzaron a estrenarse filmes cuyo vínculo con el mito de Mandil de Cuero era solamente con fines comerciales. Ejemplo de ello son las películas de horror tipo porno softcore Blade of the Ripper (1970), The Ripper of Notre Dame (1981) y The New York Ripper (1982), las cuales tienen poca o nula relación con los homicidios de Whitechapel más allá de usar el término «Destripador» en sus títulos.[238]​ Otro ejemplo notable es The Ripper of Notre Dame, que fue dirigida y coescrita por Jesús Franco, cuya otra película titulada Jack the Ripper (1976) presenta a Klaus Kinski como un doctor homicida cuya madre era una prostituta.[239]​ De manera similar, What the Swedish Butler Saw (1975) aborda una historia en la que el Destripador se oculta en un estudio fotográfico; el filme es considerado un poco más pornográfico que los anteriores.[240]​ Mientras tanto, las cintas de suspenso Jack the Mangler of London (1973), Fear City (1984), Night Ripper (1986) y Jack's Back (1988) recibieron críticas malas tras su estreno,[241]​ al igual que el filme japonés Assault! Jack the Ripper.[242]Edge of Sanity (1989) es otra película similar que, a pesar de ser protagonizada por Anthony Perkins como el Dr. Jekyll y su álter ego Jack Hyde, fue catalogada por la crítica como «una producción de mal gusto».[243]

  • The Ruling Class (1972) es una sátira de la aristocracía británica, en donde se vincula al homicida con la clase alta de Gran Bretaña.[244]​ En dicha cinta, Jack Gurney (interpretado por el actor Peter O'Toole) pasa gran parte de la trama creyendo que él es Jack el Destripador, por lo que perpetra un par de los asesinatos atribuidos a Mandil de Cuero.[244]
  • En Time After Time (1979), basada en la novela homónima, Jack escapa en una máquina del tiempo a un San Francisco contemporáneo, en donde es perseguido por H. G. Wells.
  • La producción Terror at London Bridge (1985), protagonizada por David Hasselhoff, relata cómo el espíritu de Jack es transportado a Arizona por medio de una piedra maldita del Puente de Londres, ubicado en el lago Havasu City.[245]​ Ese mismo año, se estrenó The Ripper, en donde el mismo espíritu del homicida se halla oculto en un anillo maldito.[245]
  • Amazon Women on the Moon (1987) es un filme de comedia que parodia las teorías en torno a la identidad del Destripador especulando que Jack era el Monstruo del lago Ness, pero disfrazado.[246]
  • La comedia negra Deadly Advice (1994) muestra a Jane Horrocks como una asesina en serie que se imagina que es aconsejada por las encarnaciones de asesinos históricos famosos. En este filme, John Mills aparece como Jack.[247]
  • Ripper Man (1994) muestra a un asesino que cree ser la reencarnación del asesino George Chapman, quien fue uno de los sospechosos de ser el Destripador, tras su arresto en 1903.[248]
  • En The Ripper (1997), Samuel West interpreta al Príncipe Eddy, quien es acusado de ser el Destripador.
  • Años después, se estrenó el filme Jill the Ripper (2000), dirigido por Dolph Lundgren, el cual es protagonizado por una versión femenina del Destripador, que asesina únicamente a hombres.[249]
  • La película Desde el infierno (2001), basada en la historieta del mismo nombre, fue dirigida por los hermanos Hughes y protagonizada por Johnny Depp como el Inspector Abberline.
  • Lanzadas el mismo año que Desde el infierno (y consecuentemente ensombrecidas por ella),[250]​ las producciones Ripper y Bad Karma (renombrada como Hell's Gate), abordaron igualmente la temática de Jack el Destripador.

Historietas

From Hell es una novela gráfica creada por Alan Moore y Eddie Campbell acerca del Destripador, cuyo nombre es tomado de la carta homónima supuestamente escrita por el homicida. Está basada en la teoría conspirativa de Stephen Knight, en la cual acusó a la realeza y a la francmasonería de haber perpetrado los crímenes atribuidos a Jack, teoría popularizada por su libro Jack the Ripper: The Final Solution.[252]​ En el apéndice de la novela gráfica, Moore claramente menciona que no le da credibilidad a la teoría de Knight y explica que solamente utilizó el nombre con fines dramáticos. La realeza y el asesino fueron incorporados también en Blood of the Innocent, hecha por Rickey Shanklin, Marc Hempel y Mark Wheatley en 1986, así como una historia («Royal Blood») de la serie Hellblazer de DC Comics.[253]

El ejemplar número 100 de Master of Kung Fu, publicado por Marvel Comics en 1981, contiene una historia titulada «Red of Fang and Claw, All Love Lost», en la cual el Destripador era un experimento de Fu Manchú, el cual escapó y se ocultó en Londres. Al final de la historia, el héroe de la publicación se enfrenta al asesino. Igualmente, en Gotham by Gaslight (1989), de la editorial DC Comics, muestra una versión de la época victoriana del superhéroe Batman, quien se halla persiguiendo a Jack en Nueva York.[254]​ Además, Mandil de Cuero apareció en Doom Patrol (1989) de Grant Morrison, Wonder Woman: Amazonia y Predator: Nemesis en 1997, además de una historia del cómic Judge Dredd titulada «Night of the Ripper!».[253]​ Una historia en la serie de la Liga de la Justicia se fusionó con La isla del doctor Moreau de H. G. Wells, dando como resultado un relato en el que Jack aparece como un orangután,[253]​ mientras que Whitechapel Freak (2001) de David Hitchcock incorpora al homicida como una figura secundaria en un relato centrado en un espectáculo ambulante de fenómenos. En el mismo, el Destripador es un hombre sin piernas «atado a los hombros de un enano».[255]​ Existe otra historia, adicionalmente, creada por Rick Geary y publicada en su volumen A Treasury of Victorian Murder de 1995.[253]

Teatro y ópera

El Destripador aparece al final de la obra moral de Frank Wedekind Die Büchse der Pandora (1904), en la cual asesina a Lulú, el personaje principal. Lulú es la personificación pecaminosa de la lujuria que sin darse cuenta recibe su merecido cuando flirtea con el homicida.[256]​ En la etapa de producción original, Wedekind representó al Destripador.[203]​ La obra fue adaptada a una película Die Büchse der Pandora (en 1929, dirigida por Georg Wilhelm Pabst), además de la ópera Lulú (por Alban Berg); ambas representaciones también terminan con el asesinato de Lulú perpetrado por el Destripador.[257]​ También se realizaron tres películas en 1923, 1962 y 1980 respectivamente,[258]​ y una obra teatral dirigida por Peter Barnes en 1970.[259]

Jack l'Eventreur de André de Lorde era parte de la producción del Grand Guignol en París.[260]​ La novela e historia corta de Marie Belloc Lowndes The Lodger fue adaptada para el escenario como The Lodger: Who Is He? por Horace Annesley Vachell. En 1917, el primer papel de Lionel Atwill en el teatro de Broadway fue como personaje principal de ésta.[261]Phyllis Tate también basó su ópera The Lodger, escenificada por vez primera en 1960, en la historia de Lowndes.[262]​ Mientras tanto, Murder Most Foul de Claude Pirkis debutó en 1948. Aquí, el personaje del asesino, el Dr. Stanley, fue tomado de The Mystery of Jack the Ripper por Leonard Matters, publicado por primera vez en 1929.[263]​ Finalmente, Force and Hypocrisy de Doug Lucie está basada en la teoría conspirativa de la realeza redactada por Stephen Knight.[264]

Música rock y pop

La versión instrumental de 1959 de Link Wray, «Jack the Ripper», comienza con una risa malvada y el grito de una mujer. Esto fue usado en «Jack the Ripper» (1963), grabado originalmente por Screaming Lord Sutch e interpretado a su vez a manera de cover por The White Stripes, The Horrors, Black Lips, The Sharks y Jack & The Rippers.[265]Jack the Ripper: The Musical (1974), con letras de Ron Pember y música de parte de Dennis DeMarne, influenció por otra parte al musical Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street de Stephen Sondheim.[266]​ El falso documental This Is Spinal Tap (1984) cuenta con una viñeta en la que una banda de música discute sobre la posibilidad de componer una ópera acerca de la vida de Jack el Destripador, llamada Saucy Jack. En 1996, una ópera de rock titulada Yours Truly: Jack the Ripper con letras de Frogg Moody y Dave Taylor fue mejorada y el Destripador pasó a ser descrito como un hombre ordinario.[267]​ Las bandas de metal se asocian, particularmente, con la imagen de «derramamiento de sangre y sordidez» proveniente del Destripador.[268]​ Algunas canciones tituladas «Destripador» («Ripper») fueron grabadas en su momento por Judas Priest en 1976 y Praying Mantis en 1979.[268]​ La banda de deathcore estadounidense Whitechapel, deriva su nombre de la localidad homónima ubicada en Londres, lugar de los asesinatos de Jack el Destripador. En consecuencia, el álbum debut de la banda The Somatic Defilement es un álbum conceptual en primera persona acerca de Jack el Destripador. El grupo de metal texano Ripper es otro ejemplo de una banda que decide inspirarse en la mitología del asesino de Whitechapel. De igual forma, los vocalistas de los grupos Meridian y Sodomizer adoptaron los nombres de Jack D. Ripper y Ripper, respectivamente. Existe un musical efectuado en Corea del Sur ambientado en la historia de Jack el Destripador.[268]

Otras canciones inspiradas por el Destripador fueron compuestas por artistas como Morrissey, Nick Cave and the Bad Seeds, The Legendary Pink Dots, Thee Headcoats, The Buff Medways, The Asbestos y Bob Dylan.[266]​ El álbum del grupo Radio Werewolf The Fiery Summons contiene en sus canciones palabras usadas en la carta Desde el infierno,[269]​ atribuida a Jack el Destripador. Además, la banda británica Black Sabbath grabó en 1970 en su disco homónimo el tema Fairies Wear Boots (Jack the Ripper). También existe una canción de Motörhead llamada Jack The Ripper. A su vez, Non Servium presentó en su segundo disco (N.S.A La Santa Familia) una canción referente a este personaje: Jack.

Dentro de la música clásica existe el cuarteto Frère Jacques the Ripper (deconstructing the Canon) (2003) de Juan María Solare (para Flauta, Clarinete, Violín y Cello)

Televisión

En el episodio «Wolf in the Fold» de la serie televisiva Star Trek (1967), el guionista Robert Bloch reutilizó partes de su historia corta titulada «Yours Truly, Jack the Ripper», la cual ya había aparecido en un episodio de la serie de televisión estadounidense Thriller, en 1961. En la misma, una entidad inmortal, referida como «Redjac», se alimenta del miedo, y ha cometido algunos asesinatos, incluyendo los atribuidos a Jack el Destripador, con tal de subsistir. Para finales de la década 1960, Mandil de Cuero quedó establecido en la televisión estadounidense como una «fuerza maligna universal», un concepto que podía dar origen a cualquier tipo de villano.[270]

Asimismo, en el episodio «The New Exhibit» de The Twilight Zone (1963), Martin Balsam interpreta al curador de un museo de cera que empieza a obsesionarse con cinco figuras de cera de asesinos, entre las cuales se incluye el Destripador. Lo anterior, lo lleva a matar a otros con tal de «proteger a las figuras de cera».[271]​ Por otra parte, en el capítulo «Knife in the Wilderness» de Cimarron Strip (1968), escrito por Harlan Ellison,[210]​ Jack continúa su serie de atrocidades en el continente americano, finalizando en Cimarron City, donde encuentra su final a manos de indios nativos.[272]​ Mientras tanto, en la serie Superagente 86, específicamente en el episodio «House of Max» (1970), el homicida es un maniquí de cera animado.[273]

En la serie televisiva The Sixth Sense, en el capítulo «With Affection, Jack the Ripper» (1972), un hombre enloquece durante un experimento paranormal en el que asume el control del cuerpo del asesino.[274]​ Además, en el episodio titulado igualmente «With Affection, Jack the Ripper» de la serie La Isla de la Fantasía (1980) —la razón de llevar el mismo nombre que el episodio de The Sixth Sense es porque el guionista era el mismo en ambos programas: Don Ingalls—, Lynda Day George encarna a la criminóloga Lorraine Peters, la cual utiliza un portal del tiempo para confirmar sus sospechas de que Jack el Destripador era un doctor, Albert Fell, interpretado por Victor Buono. Sin embargo, Fell la sigue una vez que ella vuelve a través del portal y se la lleva de vuelta a 1888, el enigmático Sr. Roarke interviene de manera fortuita y el doctor muere más tarde mientras trata de huir.[275]​ El nombre Fell claramente es tomado del programa radiofónico de Margery Allingham, Room to Let (1948).[275]​ El mismo concepto del portal del tiempo fue incorporado en «A Rip in Time» (1997), el primer episodio de la miniserie Timecop, en la cual un policía que viaja en el tiempo vuelve a 1888 para atrapar a un criminal que ha asesinado y desplazado a Jack el Destripador.[276]​ Mientras tanto, el capítulo «Comes the Inquisitor» de la serie Babylon 5 muestra a un personaje llamado Sebastian, quien en realidad es el Destripador, abducido por la raza alienígena Vorlon en el año 1888, para pasar a convertirse en su inquisidor, de tal forma que puede probar (por medio de la tortura) a seres que son llamados a encabezar una importante causa.[277]

A su vez, la serie Jack the Ripper (1973), escrita por Elwyn Jones y John Lloyd, tuvo una conexión en algún momento con el drama policíaco Z Cars. Dicho programa especial presentó a los detectives Barlow y Watt, de Z Cars (interpretados por Stratford Johns y Frank Windsor, respectivamente), investigando los asesinatos desde una perspectiva histórica.[278]​ En el primer episodio de Kolchak: The Night Stalker, titulado «The Ripper» (1974), el reportero Carl Kolchak persigue a un asesino sobrenatural cuyas víctimas tienen los mismos patrones de los asesinatos atribuidos al Destripador. El homicida posee una fuerza sobrehumana y es invulnerable a cualquier tipo de arma, sin embargo Kolchak logra «desmaterializarlo» al electrocutarlo.[279]​ De igual forma, el episodio «Ripper» de The Outer Limits (1997), está situado en un ficticio 1888, en donde el actor Cary Elwes (en su papel del Dr. Jack York), asesina a mujeres que cree que están poseídas por alguna especie de entidad alienígena.[280]​ En otro capítulo de la serie Sir Arthur Conan Doyle's The Lost World, «The Knife» (2001), los exploradores se encuentran con los dos hombres culpados por los homicidios en la teoría de conspiración real descrita por Stephen Knight: William Gull y Robert Anderson.[281]Spike Milligan parodió luego el género en la «sublimemente tonta» The Phantom Raspberry Blower of Old London Town.[282]​ Por otra parte, la serie de ciencia-ficción Sanctuary (2007) detalla la posesión de John Druitt (implicado históricamente como uno de los sospechosos de ser el Destripador) por una criatura demoníaca que lo convierte en Mandil de Cuero. Asimismo, en la séptima temporada de Smallville, un doctor llamado Curtis Knox dice que puede curar a los fenómenos que provienen de meteóritos, sin embargo está mintiendo pues su propósito es asesinarlos. Luego se descubre que Knox es inmortal y que reclama ser el verdadero Jack el Destripador. Finalmente, en la miniserie de 2009 Whitechapel, un homicida parecido al Destripador comete una serie de asesinatos en la misma fecha, hora y estilo que los homicidios de Jack. En la caricatura canadiense Total Drama World Tour, en el episodio 13, el desafío se basa en evitar ser atrapado por Jack el Destripador (Quién después se revela que es Ezekiel) en todo Londres. En el anime Kuroshitsuji el shinigami/mayordomo Grell Sutcliff y Madame Red resultan ser los "Jack el Destripador". Uno de los oficiales a cargo del caso responde al nombre de "Fred Abberline", aunque su jefe, Lord Randall, tiene más parecido físico al verdadero. En el anime Soul Eater, en el primer episodio Soul Eater Evans y Maka Albam enfrentan a Jack the Ripper que es un garras que aparentan ser navajas. En el anime Nobunagun Adam Muirhead, un miembro de DOGOO tiene un objeto llamado E-Gen con el alma de Jack el Destripador, cuya arma es un gran cuchillo de caza.

En Los Simpsons se le menciona en varios capítulos.

Videojuegos

Jack el Destripador apareció por primera vez en la industria de los videojuegos en un juego de tipo aventura conversacional denominado Jack the Ripper en 1987.[283]​ A continuación, el personaje fue incorporado en el videojuego de plataformas Master of Darkness (1992) de Sega, en el cual se revela al final que el villano es en realidad un muñeco de cera animado.[284]​ Ese mismo año, se lanzó el título Waxworks tipo juego de mazmorras de clasificación RPG.[285]​ Por otra parte, el asesino es uno de los personajes históricos que aparecen en la serie de juegos de pelea World Heroes, debutando en World Heroes 2: Jet, en 1994.[284]Ripper (1996) trata asimismo sobre un asesino en serie similar a Jack, que se ambienta en un Nueva York futurista, específicamente del año 2040;[284]​ mientras que en Jack the Ripper (2003) el jugador asume el rol de un reportero enviado a cubrir una noticia sobresaliente en torno a una serie de ataques parecidos a los del Destripador, en Nueva York durante el año 1901, exactamente trece años después de los homicidios canónicos.[284]Duke Nukem: Zero Hour (1999) es, a su vez, «un simpático juego de disparos situado en el Londres victoriano» que incorpora a Jack el Destripador.[284]​ Además, Jack es uno de los principales villanos en el juego de horror Shadow Man (1999) y aparece también en el juego de plataformas gótico MediEvil 2 (2000), aunque en este último es descrito como un monstruo alto y verde con grandes garras, largos dientes afilados y un sombrero de copa, en vez de un ser humano.[284]​ Hay un personaje llamado Jack the Ripper en el juego de Virtual Boy Jack Bros..También aparece en la DLC de 2015 del juego Assassin's Creed: Syndicate.

Raiden, el personaje principal del videojuego Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty es apodado Jack el Destripador, por un montón de asesinatos que cometió durante su niñez. Luego de enlistarse a FOXHOUND, es enviado a Big Shell para destruir Metal Gear RAY. Su nombre verdadero es Jack, su anterior nombre código era Snake, y cuando llegó a Big Shell, su nombre fue cambiado a Raiden por el Coronel Roy Campbell Impostor.

Mystery in London: On the Trail of Jack the Ripper (2007) fusiona por otra parte la historia del asesino con el relato El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, mientras que Sherlock Holmes versus Jack the Ripper (2009) incorpora elementos del universo correspondiente a Sherlock Holmes.[284]

Véase también

Referencias

  1. a b Citado en Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, pp. 41, 52 y Woods y Baddeley, p. 54
  2. a b Profesor Francis Edward Camps, agosto de 1966, «More on Jack the Ripper», Crime and Detection, citado en Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, pp. 51–52
  3. a b Banks-Smith, Nancy (25 de junio de 2009). «Review: Jack the Ripper: Tabloid Killer - Revealed». The Guardian (Londres). 
  4. a b Rumbelow, Donald (2004). The Complete Jack the Ripper: Fully Revised and Updated. Penguin Books. ISBN 0140173951.
  5. Carta escrita por George Bernard Shaw.
    ¿Permitirán que haga un comentario acerca del éxito del asesino de Whitechapel a la hora de atraer la atención por un momento hacia la cuestión social, mientras nosotros los demócratas sociales convencionales perdíamos el tiempo en educación, agitación y organización? Un «genio independiente» ha decidido actuar por su cuenta.
  6. Gabriel Antonio Pombo. «El Monstruo de Londres: La Leyenda de Jack el Destripador». «p. 78, ISBN 9974-8051-7-1». 
  7. a b c d e f g Carta de Thomas Bond a Robert Anderson, 10 de noviembre de 1888, HO 144/221/A49301C, citado en Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 360–362 y Rumbelow, pp. 145–147.
  8. a b c d e Keppel, Robert D.; Weis, Joseph G.; Brown, Katherine M.; Welch, Kristen (2005), "The Jack the Ripper Murders: A Modus Operandi and Signature Analysis of the 1888–1891 Whitechapel Murders", Journal of Investigative Psychology and Offender Profiling, vol. 2, pp. 1–21.
  9. Rumbelow, p. 274-275
  10. a b c d e f g h i The Enduring Mystery of Jack the Ripper, London Metropolitan Police, consultado el 20 de septiembre de 2014 .
  11. a b Wolf, Gunter (2008). "A kidney from hell? A nephrological view of the Whitechapel murders in 1888". Nephrology Dialysis Transplantation vol. 23 pp. 3343–3349 (Subscripción requerida)
  12. Kershen, Anne J. "The Immigrant Community of Whitechapel at the Time of the Jack the Ripper Murders", en Werner, p. 65–97; Vaughan, Laura, "Mapping the East End Labyrinth", en Werner, Jack the Ripper and the East End (2008), p. 225
  13. a b c Diniejko, Andrzej (2013) «Slums and Slumming in Late-Victorian London». Consultado el 11 de septiembre de 2014.
  14. Life and Labour of the People in London (London: Macmillan, 1902–1903) (The Charles Booth on-line archive) retrieved 5 August 2008
  15. Evans y Skinner (2001). Jack the Ripper: Letters from Hell. Sutton Publishing, p. 1; reporte de la policía que data del 25 de octubre de 1888, MEPO 3/141 ff. 158–163. Citado en: Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 283; Rumbelow, The Complete Jack the Ripper. Fully Revised and Updated, p. 12
  16. Evans y Rumbelow, Jack the Ripper: Scotland Yard Investigates (2006), pp. 38–42
  17. Rumbelow, The Complete Jack the Ripper. Fully Revised and Updated (2994), pp. 21–22
  18. Marriott, John, "The Imaginative Geography of the Whitechapel murders", en Werner, Jack the Ripper and the East End (2008), pp. 31–63
  19. Haggard, Robert F. (1993), "Jack the Ripper As the Threat of Outcast London", Essays in History, vol. 35, Departamento de Historia de la Universidad de Virginia.
  20. Woods y Baddeley, 2009, p. 20.
  21. Cook, 2009, pp. 33-34.
  22. Evans y Skinner, 2000, p. 3.
  23. Cook, 2009, p. 51.
  24. Evans y Rumbelow, 2006, pp. 47-55.
  25. Begg, 2003, pp. 27-28.
  26. Evans y Rumbelow, 2006, pp. 47-50.
  27. a b Evans y Skinner, 2000, pp. 4-7
  28. a b c d e Davenport-Hines, Richard (2004). "Jack the Ripper (fl. 1888)", Oxford Dictionary of National Biography. Oxford University Press. Subscripción para la versión online.
  29. Evans y Rumbelow, 2006, pp. 51-55.
  30. Marriott, 2005, p. 13.
  31. Evans y Rumbelow, 2006, pp. 60-61.
  32. Rumbelow, 2004, pp. 24-27.
  33. Rumbelow, 2004, p. 42.
  34. Marriott, 2005, pp. 26-29.
  35. Begg, 2003, p. 153.
  36. Cook, 2003, p. 163.
  37. Cook, 2093, pp. 81-125.
  38. Begg, 2003, pp. 176-84.
  39. a b Begg, 2003, pp. 193-94
  40. Evans y Skinner, 2000, pp. 185-88.
  41. Cook, 2003, p. 143.
  42. Fido, 1987, pp. 47-52.
  43. Sugden, 2002, p. 254.
  44. Evans y Skinner, 2000, pp. 183-84.
  45. Evans y Skinner, 2000, pp. 339-40.
  46. a b Evans y Skinner, 2000, pp. 584-87.
  47. Fido, 1987, p. 98.
  48. a b (Cook, 2003, p. 151)
  49. Woods y Baddeley, 2009, p. 85.
  50. Marriott, 2005, pp. 231-34.
  51. Rumbelow, 2004, p. 157.
  52. Gabriel Pombo, Jack el Destripador: La leyenda continúa (reedición ampliada, en google libros), editorial Torre del Vigía, Montevideo, 2015, ISBN 978 9974 99 868 1, pp. 241-243.
  53. Cook, 2003, pp. 156-59, 199.
  54. Evans y Rumbelow, 2006, p. 260.
  55. Cook, 2003, pp. 179-80.
  56. Evans y Rumbelow, 2006, p. 239.
  57. a b Evans y Rumbelow, 2006, pp. 245-56
  58. Evans y Skinner, 2000, pp. 422-39.
  59. Gabriel Pombo, Thomas Bond: el forense del Destripador, sitio digital 'Pombo y Pombo', 16 de febrero de 2015.
  60. Evans y Rumbelow, 2006, pp. 208-09.
  61. Rumbelow, 2004, p. 131.
  62. Evans y Rumbelow, 2006, p. 209.
  63. Marriott, 2005, p. 195.
  64. Evans y Rumbelow, p. 210
  65. Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 480–515
  66. a b Evans y Rumbelow, pp. 218–222; Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 551–568
  67. Gabriel Pombo, Jack el Destripador: La leyenda continúa (reedición ampliada, en google libros), editorial Torre del Vigía, Montevideo, 2015, ISBN 978 9974 99 868 1, pág 30-33.
  68. a b c Evans, Stuart.; Connell, Nicholas (2009). The Man Who Hunted Jack the Ripper. Amberley Publishing. ISBN 1-902791-05-3.
  69. Fido, Martin (1993). The Crimes, Detection and Death of Jack the Ripper. Nueva York: Barnes and Noble. p. 15. ISBN 978-1-56619-537-9. 
  70. El término «Fairy Fay» fue acuñado por Terrence Robinson en Reynold's News, 29 de octubre de 1950, «ante la necesidad de un mejor nombre».
  71. Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 3
  72. a b Begg, Paul (2006). Jack the Ripper: The Facts. Robson Books. ISBN 1861058705 pp. 21–25.
  73. The Eastern Post and City Chronicle, 7 de abril de 1888.
  74. Beadle, William (2009). Jack the Ripper: Unmasked. John Blake Publishing Ltd. p. 75. ISBN 9781844546886. 
  75. Beadle, p. 77.
  76. P.ej. East London Advertiser, 31 de marzo de 1888.
  77. a b Beadle, p. 207.
  78. Evans y Rumbelow, p. 202.
  79. a b Evans y Rumbelow, p.. 142–144.
  80. a b Gordon, R. Michael (2002), The Thames Torso Murders of Victorian London, Jefferson, North Carolina: McFarland & Company, ISBN 978-0-7864-1348-5
  81. Evans y Rumbelow, pp. 210-213
  82. Gordon, R. Michael (2003). The American Murders of Jack the Ripper. Greenwood Publishing. pp. xxii, 190. ISBN 9780275981556. 
  83. Gabriel Pombo, Jack el Destripador: La leyenda continúa (reedición ampliada, en google libros), editorial Torre del Vigía, Montevideo, 2015, ISBN 978 9974 99 868 1, págs 115-122.
  84. a b c Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 136.
  85. a b c Vanderlinden, Wolf (2003–04). "The New York Affair", en Ripper Notes parte uno #16 (julio de 2003); parte 2004), parte tres #19 (julio de 2004 ISBN 0-9759129-0-9)
  86. Gabriel Pombo, Jack el Destripador: La leyenda continúa (reedición ampliada, en google libros), editorial Torre del Vigía, Montevideo, 2015, ISBN 978 9974 99 868 1, pp- 56-57.
  87. a b Canter, David (1994). Criminal Shadows: Inside the Mind of the Serial Killer. Londres: HarperCollins. pp. 12-13. ISBN 0002552159. 
  88. Reporte del inspector Donald Swanson al Ministerio del Interior, 19 de octubre de 1888, HO 144/221/A49301C, citado en Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 205; Evans y Rumbelow, p. 113; Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 125.
  89. Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 675.
  90. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 205.
  91. Evans y Rumbelow, pp. 84–85.
  92. a b c Begg, Paul, The Jack The Ripper A-Z, pp. 156–159, 199.
  93. a b c d e f «Timeline of Ripper-related events (1887-1997)». Casebook.org (en inglés). Consultado el 10 de septiembre de 2010. 
  94. Eddleston, John J. (2002). Jack the Ripper: An Encyclopedia. Metro Books. p. 265. ISBN 1-84358-046-2. Consultado el 9 de septiembre de 2010. 
  95. Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 245–252
  96. Begg, Paul, The Jack The Ripper A-Z, p. 123
  97. Begg, Paul, The Jack The Ripper A-Z, p. 59.
  98. Rumbelow, p. 274.
  99. Reporte del inspector Donald Swansonal Ministerio del Interior, 19 de octubre de 1888, HO 144/221/A49301C, citado en Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 206 y Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 125.
  100. Blair, Sara (1996). Henry James and the writing of race and nation (en inglés) 63 (Segunda edición). Cambridge University Press. p. 489. ISBN 0521497507. Consultado el 9 de septiembre de 2010. 
  101. Eddleston, John J. (2002). Jack the Ripper: An Encyclopedia. Metro Books. p. 262. ISBN 1-84358-046-2. 
  102. Marriott, John, "The Imaginative Geography of the Whitechapel murders", en Werner, Jack the Ripper and the East End (2008), p. 48
  103. Rumbelow, p. 93; Daily Telegraph, 10 de noviembre de 1888, citado en Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 341.
  104. Robert Anderson al Ministerio Interior, 10 de enero de 1889, 144/221/A49301C ff. 235–6, citado en Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 399.
  105. Evans y Rumbelow, pp. 186–187.
  106. Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 359–360.
  107. Canter, pp. 5–6.
  108. Woods y Baddeley, p. 38
  109. Ver las ediciones posteriores de Psychopathia Sexualis Richard von Krafft-Ebing, citado en Woods y Baddeley, p. 111.
  110. Evans y Rumbelow, pp. 187–188, 261.
  111. Woods y Baddeley, pp. 121–122.
  112. Marriott, p. 204.
  113. Marriott, p. 205.
  114. Rumbelow, p. 263
  115. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 43
  116. Woods y Baddeley, pp. 111–114.
  117. Begg, The Jack, The Ripper A-Z, pp. x–xi.
  118. Marriott, pp. 205, 267–268
  119. Rumbelow, pp. 209–244
  120. Woods y Baddeley, p. 70.
  121. Evans y Rumbelow, p. 261.
  122. P. ej. Frederick Abberline en Pall Mall Gazette, 31 de marzo de 1903, citado en Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 264.
  123. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 47.
  124. a b Whiteway, Ken (2004). A Guide to the Literature of Jack the Ripper (29 edición). Canadian Law Library Review. pp. 219-229. Consultado el 11 de marzo de 2010. 
  125. Eddleston, John J. (2002). Jack the Ripper: An Encyclopedia. Metro Books. pp. 195-244. ISBN 1-84358-046-2. 
  126. Gabriel Pombo, Jack el Destripador: La leyenda continúa (reedición ampliada, en google libros), editorial Torre del Vigía, Montevideo, 2015, ISBN 978 9974 99 868 1, págs 61-65.
  127. BiobioChile.cl. Detective habría resuelto misterio de “Jack, el destripador”. Miércoles 25 de septiembre de 2013.
  128. http://www.theguardian.com/uk-news/2014/sep/08/jack-the-ripper-polish-aaron-kosminski-dna
  129. Gabriel Pombo, Jack el Destripador: La leyenda continúa (reedición ampliada, en google libros), editorial Torre del Vigía, Montevideo, 2015, ISBN 978 9974 99 868 1, pp- 221-226.
  130. Donald McCormick estimó «probablemente cerca de 2000» (citado en Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 180). The Illustrated Police News del 20 de octubre de 1888, señaló que alrededor de 700 eran investigadas por la policía (citado en Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 199), y que cerca de 300 permanecían en la Corporación de Londres de la Oficina de Información (citado en Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 149).
  131. Paul Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, Pearson Longman (2004), isbn 1405807121 y 9781405807128, p. 165.
  132. Stewart Evans, Keith Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, Sutton Pub Limited (2005), p. 105.
  133. Rumbelow, pp. 105–116.
  134. Se conservan alrededor de 200 en la Oficina de Información Pública (Evans ySkinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, pp. 8, 180).
  135. Marriott, p. 219
  136. Cook, pp. 76–77
  137. Evans y Rumbelow, p. 137
  138. Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, pp. 16–18
  139. Woods y Baddeley, pp. 48–49
  140. Cook, pp. 78–79; Marriott, p. 221
  141. Cook, p. 79; Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 179; Marriott, p. 221
  142. Cook, pp. 77–78; Evans and Rumbelow, pp. 140; Evans and Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, pp. 193
  143. Cook, p. 87; Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 652
  144. Marriott, p. 223
  145. Marriott, pp. 219–222
  146. a b Cook, pp. 79–80; Marriott, pp. 219–222; Rumbelow, p. 123
  147. Cullen, Tom (1965), Autumn of Terror: Jack the Ripper, his crimes and times, Londres: The Bodley Head, pp. 103
  148. a b Evans y Rumbelow, pp. 170
  149. Cook, p. 146
  150. Jack the Ripper 'letter' made public, BBC, 19 de abril de 2001, consultado el 27 de febrero de 2010
  151. Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, pp. 32–33
  152. Carta de Charles Warren a Godfrey Lushington, 10 de octubre de 1888, Metropolitan Police Archive MEPO 1/48, citado en Cook, p. 78; Evans Y Rumbelow, p. 140 y Evans Y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 43
  153. Cook, pp. 94–95; Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters From Hell, pp. 45–48; Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook: An Illustrated Encyclopedia, pp. 624–633; Marriott, pp. 219–222; Rumbelow, pp. 121–122
  154. Citado en Cook, pp. 96–97; Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, p. 49; Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 193; y Marriott, p. 254
  155. a b Woods y Baddeley, pp. 20, 52
  156. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 208
  157. Curtis, L. Perry, Jr. (2001). Jack the Ripper and the London Press. Yale University Press. ISBN 0-300-08872-8
  158. Manchester Guardian, 6 de septiembre de 1888, citado en Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 98
  159. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 214
  160. Manchester Guardian, 10 de septiembre de 1888, y Austin Statesman, 5 de septiembre de 1888, citado en Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, pp. 98–99; The Star, 5 de septiembre de 1888, citado en Evans y Rumbelow, p. 80
  161. Leytonstone Express and Independent, 8 de septiembre de 1888, citado en Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 99
  162. a b Marriott, p. 251; Rumbelow, p. 49
  163. Reporte por el Inspector Joseph Helson, CID 'J' Division, en el Archivo de la Policía Metropolitana, MEPO 3/140 ff. 235–8, citado en Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 99 y Evans y Skinner, The Ultimate Jack the Ripper Sourcebook, p. 24
  164. Evans y Skinner, Jack the Ripper: Letters from Hell, pp. 13, 86
  165. Ramsland, Katherine M. (2006) Inside the minds of serial killers: why they kill, Greenwood Publishing Group, ISBN 978-0-275-99099-2, p. 4
  166. Ackroyd, Peter, "Introduction", en Werner, p. 10; Rivett y Whitehead, p. 11
  167. Rumbelow, pp. 249, 303–304
  168. Rumbelow, pp. 312–330
  169. Woods y Baddeley, pp. 218–222
  170. Rumbelow, p. 298; Woods y Baddeley, pp. 235–237
  171. Rumbelow, pp. 305–312
  172. Woods y Baddeley, pp. 223–226
  173. Cook, p. 192
  174. Marriott, pp. 330 351
  175. Woods y Baddeley, pp. 57–59
  176. Rumbelow, p. 298
  177. Woods y Baddeley, pp. 226–228
  178. Marriott, John, "The Imaginative Geography of the Whitechapel murders", citado en Werner, p. 54
  179. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, pp. 1–2; Rivett y Whitehead, p. 15
  180. Cook, pp. 139–141; Vaughan, Laura, "Mapping the East End Labyrinth", en Werner, pp. 236–237
  181. Dennis, Richard, "Common Lodgings and 'Furnished Rooms: Housing in 1880s Whitechapel", en Werner, pp. 177–179
  182. Rumbelow, p. xv; Woods y Baddeley, p. 136
  183. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 19
  184. Cook, p. 31
  185. Marks, Kathy (18 de mayo de 2006). "Was Jack the Ripper a Woman?" The Independent, consultado el 5 de mayo de 2009
  186. Meikle, p. 197; Rumbelow, p. 246
  187. Woods y Baddeley, pp. 70, 124
  188. Evans, Stewart P. (abril de 2003). "Ripperology, A Term Coined By...", Ripper Notes, consultado el 11 de marzo de 2010.
  189. Creaton, Heather (mayo de 2003) "Recent Scholarship on Jack the Ripper and the Victorian Media", Reviews in History, no. 333, Institute of Historical Research, consultado el 11 de marzo de 2010.
  190. Jack the Ripper's Bedroom. Manchester Art Gallery. Consultado el 29 de julio de 2010.
  191. Dew, Walter (1938). I Caught Crippen. Londres: Blackie and Son. p. 126
  192. a b Bloom, Clive, Jack the Ripper – A Legacy in Pictures, en Werner, p. 251
  193. Woods y Baddeley, p. 150
  194. Bloom, Clive, Jack the Ripper – A Legacy in Pictures, en Werner, pp. 252–253
  195. Bloom, Clive, Jack the Ripper – A Legacy in Pictures, citado en Werner, pp. 255–260
  196. Chapman, Pauline (1984). Madame Tussaud's Chamber of Horrors: two hundred years of crime. Londres: Constable, p. 96
  197. Warwick, Alexandra (2006), "The Scene of the Crime: Inventing the Serial Killer", Social and Legal Studies, vol. 15, pp. 552–569
  198. "Jack the Ripper is 'worst Briton'", 31 de enero de 2006, BBC, consultado el 4 de diciembre de 2009
  199. Woods y Baddeley, p. 176
  200. Begg, Jack the Ripper: The Definitive History, p. 299; Marriott, pp. 272–277; Rumbelow, pp. 251–253
  201. Woods y Baddeley, pp. 61–62
  202. Meikle, Denis (2002). Jack the Ripper: The Murders and the Movies, p. 40
  203. a b c Cullen, p. 246
  204. a b c Woods y Baddeley, p. 67
  205. a b Meikle, pp. 44–48
  206. Woods y Baddeley, pp. 114–115
  207. Woods y Baddeley, pp. 160, 198
  208. Whitehead, Mark; Rivett, Miriam (2006). Jack the Ripper, pp. 12-13
  209. Meikle, p. 110
  210. a b Woods y Baddeley, p. 68
  211. Whitehead y Rivett, pp. 133, 135–136
  212. Whitehead y Rivett, pp. 133–136
  213. Giles Richard Ekins (2010). Sinistrari. Wild Wolf Publishing. ISBN 9780956373335
  214. Pozuelo Yvancos, José María: «Artistas salvajes», ABC Cultural, 19 de febrero de 2011
  215. Gabriel Pombo, El animal más peligroso: Un thriller victoriano, Montevideo, 2016, ISBN 9789974912946.
  216. 'El animal más peligroso: Un thriller victoriano' de Gabriel Pombo (sinópsis, opinión, unos últimos apuntes), sitio digital 'Susurros de Biblioteca', 24 de agosto de 2016.
  217. Meikle, p. 50
  218. Meikle, pp. 53–54
  219. Meikle, p. 55
  220. Meikle, p. 56
  221. Meikle, pp. 61–63
  222. Woods y Baddeley, p. 196
  223. Meikle, pp. 59–61
  224. Meikle, p. 121; Woods y Baddeley, p. 200
  225. Meikle, p. 125; Woods y Baddeley, p. 199
  226. Meikle, p. 129
  227. Woods y Baddeley, pp. 166–167
  228. Meikle, p. 33–34; Woods y Baddeley, p. 165
  229. Cullen, p. 249
  230. Meikle, p. 67
  231. Meikle, p. 68
  232. Meikle, pp. 75–79; Woods y Baddeley, p. 198
  233. Meikle, pp. 86–87
  234. Meikle, p. 88; Woods y Baddeley, p. 69
  235. Meikle, p. 99; Woods y Baddeley, p. 150
  236. Meikle, p. 150
  237. Meikle, pp. 100–101
  238. Meikle, pp. 155–157, 183; Woods y Baddeley, pp. 203–204
  239. Meikle, p. 104
  240. Meikle, p. 140
  241. Meikle, pp. 102–103, 156, 159–160; Woods y Baddeley, pp. 204–205
  242. Woods y Baddeley, p. 206
  243. Woods y Baddeley, p. 207
  244. a b Meikle, p. 131
  245. a b Meikle, pp. 157–158; Woods y Baddeley, p. 205
  246. Meikle, pp. 205–206; Woods y Baddeley, p. 73
  247. Meikle, p. 171
  248. Meikle, pp. 173–174
  249. Meikle, p. 183
  250. Woods y Baddeley, p. 213
  251. «Ripper Fu: Shanghai Knights Meet Jack the Ripper». Blogcritics (en inglés). Consultado el 19 de julio de 2015. 
  252. Meikle, p. 188
  253. a b c d Whitehead y Rivett, p. 137
  254. Bloom, Clive (2008), "Jack the Ripper – A Legacy in Pictures" en Werner, Alex, Jack the Ripper and the East End, Londres: Random House, ISBN 9780701182472, p. 256
  255. Woods and Baddeley, p. 73
  256. Meikle, p. 34
  257. Woods y Baddeley, p. 165
  258. Cullen, p. 246; Meikle, pp. 212–226
  259. Rumbelow, p. 286
  260. Cullen, p. 249
  261. Meikle, p. 49
  262. Cullen, p. 248
  263. Woods y Baddeley, pp. 159–160
  264. Rumbelow, p. 292
  265. Woods y Baddeley, p. 79
  266. a b Woods y Baddeley, pp. 75–76
  267. Woods y Baddeley, pp. 77
  268. a b c Woods y Baddeley, p. 80
  269. Woods y Baddeley, p. 190
  270. Meikle, pp. 131–133
  271. Meikle, p. 115
  272. Meikle, pp. 117–118
  273. Woods y Baddeley, p. 171
  274. Meikle, p. 133
  275. a b Meikle, p. 139
  276. Meikle, p. 180
  277. Meikle, pp. 175–176
  278. Knight, p. 16; Meikle, p. 142; Rumbelow, p. 223; Woods y Baddeley, pp. 150–151
  279. Meikle, pp. 135–136
  280. Meikle, pp. 181–182
  281. Meikle, p. 206
  282. Whitehead y Rivett, p. 149
  283. Woods y Baddeley, p. 74
  284. a b c d e f g Woods y Baddeley, p. 75
  285. Woods y Baddeley, pp. 75, 171

Bibliografía

Enlaces externos