Usuario:Gerardo Cutuli/Taller

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Las fiestas de San Isidro Labrador giran en torno a la asociación que hay entre el agua y San Isidro. Es costumbre ir en romería el 15 de mayo a beber el "agua del santo" que brota en un manantial anexo a la ermita de San Isidro.1​ Esta celebración se mezcla con la costumbre de merendar en las praderas de San Isidro.

Isidro y el agua san Isidro nació en Madrid, supuestamente el 4 de abril de 1082. Contrajo matrimonio con María de la Cabeza, natural de Uceda (Guadalajara). Los asedios almorávides al poblado de Madrid les obligaron a huir al hoy despoblado de Caraquiz, anejo a Uceda, en el que María cuidaba de la ermita de Nuestra Señora de la Piedad mientras Isidro labraba las tierras. En 1119 regresaron a Madrid para vivir en una casa cercana a la Iglesia de San Andrés. El 30 de noviembre de 1172 muere Isidro en su casa; su mujer regresó a Caraquiz donde pasó sus últimos días.


«En San Isidro» de Huertas (1906) El cuerpo del Santo se exhumó en abril de 1212 por primera vez y fue introducido en un sepulcro de la Iglesia de San Andrés (Madrid) y permaneció allí hasta 1266. La devoción del Santo fue creciendo y su cuerpo a veces era sacado de procesión con el objeto de invocar lluvias. En 1520 Juan de Vargas solicita permiso papal para construir en la Plaza de la Paja una pequeña capilla dedicada al santo, y poder colocar allí sus restos. Juan de Vargas construye en 1528 una ermita dedicada a San Isidro, este edificio se encuentra a las afueras de la ciudad, este edificio dio origen a la visita que anualmente hacían los madrileños. El 14 de julio de 1619 se beatifica a Isidro y se fija la fiesta para el 15 de mayo. El cuerpo del santo se introdujo en 1692 en una caja de madera regalada por Mariana de Neoburgo, la esposa de Carlos II. La canonización hizo que se buscara un nuevo emplazamiento para sus restos y en 1669 se traslada a la capilla de San Isidro. La devoción del Santo que tuvo Carlos III hizo que los restos fueran trasladados (por quinta vez) al Colegio Imperial y ya justo antes de su muerte solicitó que los restos de Isidro y su mujer fueran trasladados a la cámara real. Veinte años después esta ermita recibe la ocupación de los franceses en la que desaparecen numerosos objetos donados por los reyes. Tras este periodo los madrileños recorrían la cuesta de la Vega y la calle de Segovia, para acabar en la ermita besando los restos del santo y bebiendo del caño de la fuente, mientras se recitaba: San Isidro hermoso, patrón de Madrid, que el agua del risco hiciste salir. Costumbres festivas

Surtido de las rosquillas de San Isidro . En orden de izquierda a derecha: listas, tontas, francesas y de Santa Clara. Es costumbre ya desde el siglo XVI merendar en el césped de la pradera y aprovechar el agua de los manantiales cercanos. Los múltiples puestos en los alrededores vendían las tradicionales rosquillas del Santo. Entre las más famosas se encontraban las tontas (sin recubrimiento), las listas (con baño de azúcar), las de Santa Clara, las francesas y las populares de la «Tía Javiera» y las de «fuenlabrada», generalmente ensartadas en un bramante.4​Son igualmente tradicionales los "torraos" y las garrapiñadas, las manzanas caramelizadas, los encurtidos, los escabeches. Igualmente era costumbre adquirir botijos (coloraos de Alcorcón, o los amarillos de Ocaña), pitos de cristal con flores de cristal (los denominados pitos del Santo). Las bebidas habituales eran los «chicos» de Valdepeñas (vasos de vino), la «clara con limón» y la limonada. Ese ambiente fue recogido por Goya en 1788. Recuerda el escritor Benito Pérez Galdós en su obra "Mayo y los Isidros" que era costumbre viajar a Madrid en esta celebración, de esta forma la capital se llenaba de extranjeros recorriendo las calles. La mejora de las comunicaciones hizo que numerosos habitantes de las afueras vinieran el 15 de mayo a las celebraciones, a estos visitantes foráneos se les denominó con el mote de "Isidros".5​6​ La romería durante el siglo XX fue trasladada a la antigua dehesa de la Arganzuela y luego a la Casa de Campo, pero en 1941 se volvió a recuperar la tradición. Los que participan en esta fiesta religiosa hacen unos postres exóticos que les ponen en la boca al santo y esperan hasta que desaparezcan.

Celebración

Madrileños almorzando en la pradera durante las Fiestas de San Isidro. En la actualidad las celebraciones se reparten por toda la ciudad; tanto el Ayuntamiento como entidades privadas como las casas regionales con domicilio social en Madrid organizan bailes regionales en la Plaza Mayor, semanas gastronómicas, verbenas de barrio, ferias taurinas, actos religiosos, actos deportivos como regatas en el río Manzanares, etc. Cada 15 de mayo es costumbre que los madrileños se reúnan para comer en la famosa pradera y beber el agua que sale del caño de la ermita. El paseo que da a la ermita se llena de puestos con diversos elementos gastronómicos de la cocina madrileña como pueden ser la fritura de las gallinejas y los entresijos, bocadillos, encurtidos diversos (banderillas, aceitunas, berenjena de Almagro). La repostería típica de esta época. También es típico bailar un chotis vestido de chulapo y comprar las tradicionales rosquillas tontas y listas en los puestos de la feria.La psicología cognitiva o cognitivismo o psicología cognoscitivista o cognoscitivismo es el área de la psicología que se encarga del estudio de la cognición, es decir, de los procesos mentales implicados en el conocimiento. Tiene como objeto de estudio los mecanismos básicos y profundos por los que se elabora el conocimiento, desde la percepción, la memoria y el aprendizaje, hasta la formación de conceptos y el razonamiento lógico. El término cognitivo significa el acto de conocimiento, en sus acciones de almacenar, recuperar, reconocer, comprender, organizar y usar la información recibida a través de los sentidos.

Está situada dentro de lo que se denomina el hexágono cognitivo, formado por la interrelación entre la neurociencia, la inteligencia artificial, la psicología, la lingüística, la antropología y la filosofía.

Recibe influencias de disciplinas y teorías afines, como el tratamiento de la información, la inteligencia artificial, la ciencia del lenguaje y el enfoque holístico de la psicología de la Gestalt.[cita requerida]

El interés de la psicología cognitiva es doble. El primer interés es estudiar cómo las personas entienden el mundo en el que viven y también se abordan las cuestiones de cómo los seres humanos toman la información sensorial entrante y la transforman, sintetizan, elaboran, almacenan, recuperan y finalmente hacen uso de ella. El resultado de todo este procesamiento activo de la información es el conocimiento funcional en el sentido de que la segunda vez que la persona se encuentra con un acontecimiento del entorno igual o similar está más segura de lo que puede ocurrir comparado con la primera vez.

Cuando las personas hacen uso de su conocimiento construyen planes, metas para aumentar la probabilidad de que tendrán consecuencias positivas y minimizar la probabilidad de consecuencias negativas. Una vez que la persona tiene una expectativa de la consecuencia que tendrá un acontecimiento, su actuación conductual se ajustará a sus cogniciones.

El segundo interés de la psicología cognitiva es cómo la cognición lleva a la conducta. Desde un enfoque motivacional, la cognición es un "trampolín a la acción". Para los teóricos cognitivistas, la acción está principalmente en función de los pensamientos de la persona y no de algún instinto, necesidad, pulsión o estado de activación (arousal).

Índice[editar]

Historia[editar código · editar][editar]

Surgió como corriente psicológica en los años 1950 y 60 como reacción al conductismo. La principal discrepancia con este es el acercamiento a la llamada cuestión de la caja negra.

La psicología cognitiva surge como alternativa a la concepción conductista de la mente como caja negra inaccesible. Es difícil atribuir su aparición a un único autor, pero sí parece claro que su inicio coincide con la aparición y desarrollo de los ordenadores. El funcionamiento de estas máquinas sirve como metáfora al investigador para explorar el funcionamiento de los procesos cognitivos internos.[cita requerida]

Es decir, la proposición conductista de la mente que no puede ser estudiada debido a la imposibilidad de un acercamiento a través del método científico. En contraste, la psicología cognitiva hace uso de procesos mentales para explicar la conducta (a diferencia de tan solo asociaciones entre estímulos y respuestas). Los psicólogos cognitivos ponen énfasis en la influencia que el procesamiento de la información tiene sobre la conducta, afirmando que el individuo compara la información nueva con su "esquema" o estructura cognitiva preexistente. Los acontecimientos y las situaciones nuevas se interpretan a la luz de lo que ya se ha aprendido. En ocasiones, es preciso adaptar el esquema a esta información.

En ese momento de desarrollo de la psicología, esta se encontraba en un intento por validarse como ciencia, por lo que esta nueva psicología cognitiva despreció su tradición fenomenológica propiciada por Wilhelm Wundt, negando la validez de la introspección como método para alcanzar un conocimiento objetivo. Así, la psicología cognitiva es distinta de otras perspectivas psicológicas previas en dos aspectos principales. Primero, acepta el uso del método científico, y rechaza la introspección como método válido de investigación, contrario a métodos fenomenológicos tales como la psicología de Sigmund Freud (psicoanálisis). Segundo, plantea la existencia de estados mentales internos (tales como creencias, deseos y motivaciones); lo contrario que la psicología conductista de esa época.[cita requerida]

Psicología cognitiva[editar código · editar][editar]

Experimentos de psicología cognitiva: Tareas de selección de Wason La psicología cognitiva es una de las adiciones más recientes a la investigación psicológica y estudia diversos procesos cognitivos, tales como la resolución de problemas, el razonamiento (inductivo, deductivo, abductivo, analógico), la percepción, la toma de decisiones y la adquisición lingüística. Se desarrolló como un área separada de la disciplina desde los primeros años de la década de 1950 y 1960. El término comenzó a usarse con la publicación del libro Cognitive Psychology, por Ulric Neisser, en 1967. Pero la aproximación cognitiva había sido traída a un primer plano tras la publicación del libro de Donald Broadbent Percepción y Comunicación, en 1958. Desde ese momento, la metáfora dominante en el área ha sido el modelo de procesamiento de información de Broadbent.

Los principales exponentes de la psicología cognitiva son Alan Baddeley, Frederic Bartlett, Donald Broadbent, Jerome Bruner, Hermann Ebbinghaus, George A. Miller, Ulric Neisser, David Rumelhart, Herbert Simon, Endel Tulving, Robert L. Solso, Lev Vygotski, David Ausubel, Jean Piaget, Ángel Rivière y George Kelly.

Etapas en el desarrollo de la psicología cognitiva[editar código · editar][editar]

La siguiente descripción histórica está basada en el libro de Francisco Varela, De cuerpo presente:

Las ciencias cognitivas y la experiencia humana, en que se realiza una síntesis del pensamiento cognitivo desde sus años de formación, distinguiendo etapas de desarrollo en que han primado diferentes metáforas o modelos explicativos de la mente humana.

La última de estas etapas, el llamado enfoque enactivo, es la postura que defienden Francisco Varela y sus colaboradores.

Hipótesis cognitivista[editar código · editar][editar]

Desde esta hipótesis, la cognición está conceptualizada como la manipulación de símbolos a través de determinadas reglas. El sistema (mente) interactúa con los símbolos, pero no con su significado, y el sistema (mente) funcionaría correctamente cuando los símbolos representasen en forma adecuada la realidad externa o algún aspecto de esta y el procesamiento de la información dentro del sistema (computación simbólica) llevaría a una solución adecuada del problema que se ha presentado.

Esta, es la hipótesis considerada todavía por muchos como el principal exponente del planteamiento cognitivista, y el paradigma del procesamiento de información y la metáfora del ordenador es aún con el que más se identifica a la psicología cognitiva.

Hipótesis conexionista[editar código · editar][editar]

La hipótesis conexionista implicaba una forma de cognición secuencial y localizada. Sin embargo, estos planteamientos no concuerdan con los resultados más recientes de las investigaciones neurocientíficas, en que son más aceptados modelos cerebrales en que las operaciones son distribuidas y se generan a partir de interconexiones masivas que cambian producto de la experiencia. Sin embargo, las redes neurales tienen propiedades formales casi desconocidas, pues aunque imiten procedimientos neuronales, no necesariamente se corresponden con un estricto nivel empírico adecuado.

Muchos de estos trabajos han sido criticados por su implausibilidad biológica.

Debido a estas discrepancias y al rescate de ideas sobre sistemas autoorganizados que estuvieron presentes en la etapa formacional de esta rama de la psicología, pero que fueron ocultados por la hipótesis cognitivista, surge la necesidad de una nueva conceptualización de la mente humana. La psicología de la personalidad es una rama de la psicología que estudia la personalidad y su variación entre los individuos. El autor más clásico de la disciplina es el psicólogo estadounidense Gordon Allport, que en el año 1936 publicó el libro «La personalidad».

La personalidad también se refiere al patrón de pensamientos, sentimientos, ajustes sociales y comportamientos exhibidos consistentemente a lo largo del tiempo que influye fuertemente en las expectativas, autopercepciones, valores y actitudes de uno. La personalidad también predice las reacciones humanas a otras personas, problemas y estrés.1​2​ Allport (1937) describió dos formas principales de estudiar la personalidad: la nomotética y la idiográfica. La psicología nomotética busca leyes generales que puedan aplicarse a muchas personas diferentes, como el principio de autorrealización o el rasgo de la extraversión. La psicología idiográfica es un intento de comprender los aspectos únicos de un individuo en particular.

Las áreas de enfoque de la psicología de la personalidad incluyen:

La construcción de una imagen coherente del individuo y de los principales procesos psicológicos. La investigación de las diferencias psicológicas. La investigación de la naturaleza humana y psicológica de las similitudes entre los individuos. «Personalidad» es un conjunto dinámico y organizado de características que posee una persona que influye de forma única en su entorno, cogniciones, emociones, motivaciones y comportamientos en diversas situaciones. La palabra «personalidad» tiene su origen en la persona latina, que significa máscara.

El estudio de la personalidad tiene una historia amplia y variada en psicología con abundantes tradiciones teóricas. Las principales teorías incluyen la perspectiva disposicional (rasgo), la perspectiva psicodinámica, humanística, biológica, conductista, evolutiva y de aprendizaje social. Sin embargo, muchos investigadores y psicólogos no se identifican explícitamente con una cierta perspectiva y en su lugar adoptan un enfoque ecléctico. La investigación en esta área está impulsada empíricamente, como los modelos dimensionales, basados en estadísticas multivariantes, como el análisis factorial, o enfatiza el desarrollo teórico, como el de la teoría psicodinámica. También hay un énfasis sustancial en el campo aplicado de las pruebas de personalidad. En la educación y la formación psicológica, el estudio de la naturaleza de la personalidad y su desarrollo psicológico suele revisarse como un requisito previo para los cursos de psicología anormal o psicología clínica.


Índice 1 Suposiciones filosóficas 2 Teorías de la personalidad 2.1 Tipo de teorías 2.2 Teorías psicoanalíticas 2.3 Teorías conductistas 2.4 Teorías sociales cognitivas 2.5 Teorías humanistas 2.6 Teorías biopsicológicas 2.6.1 Base genética de la personalidad 2.7 Teoría de la evolución 3 Tests de personalidad 4 Experiencia interna 4.1 Métodos que miden la experiencia interna 5 Véase también 6 Referencias Suposiciones filosóficas Muchas de las ideas desarrolladas por los teóricos de la personalidad histórica y moderna se derivan de las suposiciones filosóficas básicas que poseen. El estudio de la personalidad no es una disciplina puramente empírica, ya que aporta elementos de arte, ciencia y filosofía para extraer conclusiones generales. Las siguientes cinco categorías son algunas de las suposiciones filosóficas más fundamentales sobre las cuales los teóricos no están de acuerdo:3​

Libertad frente al determinismo: Esta es la cuestión de si los humanos tienen control sobre su propio comportamiento y comprenden los motivos detrás de él o si su comportamiento está determinado causalmente por fuerzas que escapan a su control. El comportamiento se categoriza como inconsciente, ambiental o biológico por varias teorías. La herencia frente al entorno: se piensa que la personalidad está determinada en gran medida por la genética y la biología, o por el entorno y las experiencias. La investigación contemporánea sugiere que la mayoría de los rasgos de personalidad se basan en la influencia conjunta de la genética y el entorno. Uno de los precursores en este campo es C. Robert Cloninger, quien fue pionero en el modelo de temperamento y carácter. Singularidad frente a universalidad: esta pregunta discute el alcance de la individualidad (singularidad) o similitud de la naturaleza de cada ser humano (universalidad). Gordon Allport, Abraham Maslow y Carl Rogers fueron partidarios de la singularidad de las personas. Los conductistas y los teóricos cognitivos, por el contrario, enfatizan la importancia de los principios universales, como el refuerzo y la autoeficacia. Activo frente a reactivo: Esta pregunta explora si los humanos actúan principalmente a través de la iniciativa individual (activa) o mediante estímulos externos. Los teóricos tradicionales del comportamiento generalmente creían que los humanos son moldeados pasivamente por sus entornos, mientras que los teóricos humanistas y cognitivos creen que los humanos son más activos en su rol. La mayoría de los teóricos modernos concuerdan en que ambos son importantes, y el comportamiento agregado está determinado principalmente por los rasgos y factores situacionales que son el principal predictor de comportamiento a corto plazo.4​5​6​ Optimista frente a pesimista: Las teorías de la personalidad difieren con respecto a si los humanos son integrales en el cambio de sus propias personalidades. Las teorías que ponen mucho énfasis en el aprendizaje a menudo son más optimistas que las que no lo hacen. Teorías de la personalidad El estudio de la personalidad se basa en la idea esencial de que todas las personas son similares en algunos aspectos, pero diferentes en otros.7​ Ha habido muchas definiciones diferentes de personalidad propuestas. Sin embargo, muchos psicólogos contemporáneos coinciden en las siguientes definiciones que diferencian el modelo HEXACO de otros marcos de personalidad. Específicamente, el factor H se describe como sincero, honesto, fiel / leal, modesto / no pretencioso, imparcial, VERSUS astuto, engañoso, codicioso, pretencioso, hipócrita, jactancioso y pomposo. El factor H se ha relacionado con tendencias criminales, materialistas, de búsqueda de poder y poco éticas.8​

Los modelos de rasgo han sido criticados por ser puramente descriptivos y ofrecen poca explicación de las causas subyacentes de la personalidad. La teoría de Eysenck, sin embargo, propone mecanismos biológicos como rasgos de conducción, y los investigadores de la genética del comportamiento moderno han mostrado un claro sustrato genético para ellos. Otra debilidad potencial de las teorías de los rasgos es que pueden llevar a algunas personas a aceptar clasificaciones simplificadas (o peor, ofrecer consejos) basadas en un análisis superficial de la personalidad. Finalmente, los modelos de rasgos a menudo subestiman el efecto de situaciones específicas en el comportamiento de las personas.

Los rasgos se consideran generalizaciones estadísticas que no siempre se corresponden con el comportamiento de un individuo.


Gemelos monocigóticos (idénticos) La importancia que tienen las influencias genéticas en las características de la personalidad puede cambiar a lo largo de un período de cinco años. Las diferencias de edad crean más variables incluso dentro de una familia, por lo que las mejores comparaciones se encuentran usando gemelos. Los gemelos suelen compartir un entorno familiar llamado entorno compartido porque pueden compartir otros aspectos como profesores, escuela y amigos. Un entorno no compartido significa un entorno completamente diferente para ambos temas. «Los niños biológicamente relacionados que están separados después del nacimiento y criados en diferentes familias viven en entornos no compartidos». Los gemelos idénticos separados al nacer y criados en diferentes familias constituyen los mejores casos para la herencia y la personalidad, porque las similitudes entre los dos se deben solo a las influencias genéticas. La vulnerabilidad fue un factor en este estudio que se tomó en consideración con respecto al tema de las influencias genéticas en la vulnerabilidad. El estudio concluyó que los gemelos monocigóticos serían más similares que los gemelos dicigóticos en cambio a lo largo del tiempo. Los datos concluyeron que no hubo diferencias significativas para las varianzas entre los gemelos monocigóticos y dicigóticos.9​10​


Gemelos dicigóticos (diferentes) Otra pregunta abierta actual es si las influencias genéticas son importantes para que la probabilidad de que los gemelos cambien de la misma manera en un período de tiempo. Se encontró un vínculo entre el rasgo de personalidad del neuroticismo y un polimorfismo llamado 5-HTTLPR en el gen transportador de serotonina, pero esta asociación no se replicó en estudios más amplios.11​ Otros estudios de genes candidatos han proporcionado evidencia débil de que algunos rasgos de personalidad están relacionados con AVPR1A («gen de la crueldad») y MAOA («gen del guerrero»). Los genotipos, o la constitución genética de un organismo, influyen pero no deciden completamente los rasgos físicos de una persona. Esos también están influenciados por el entorno y los comportamientos que los rodean. Por ejemplo, la altura de una persona se ve afectada por la genética, pero si están desnutridos, el crecimiento se atrofiará sin importar lo que diga su codificación genética. El entorno tampoco es completamente responsable de un resultado en la personalidad. Un ejemplo del libro Psychobiology of Personality por Marvin Zuckerman es el alcoholismo: los estudios sugieren que el alcoholismo es una enfermedad hereditaria, pero si un sujeto con un fuerte origen biológico de alcoholismo en su familia nunca está expuesto al alcohol, no estará tan inclinado independientemente de su genoma.12​

También es una pregunta abierta para debatir si hay influencias genéticas sobre la tendencia de los gemelos para cambiar, sin tener en cuenta la dirección de dicho cambio. Otro factor que se puede abordar es el de los parientes biológicos frente a los adoptivos y se puede ver claramente en lo que es un experimento de la vida real: la adopción. Esto crea dos grupos: parientes genéticos (padres y hermanos biológicos) y parientes en su entorno (padres y hermanos adoptivos). Después de estudiar a cientos de familias adoptivas, los investigadores descubrieron que las personas que crecen juntas, ya sea biológicamente relacionadas o no, no se parecen mucho en la personalidad. En características tales como extroversión y amabilidad, los adoptados se parecen más a sus padres biológicos que a sus padres adoptivos. Sin embargo, los diminutos efectos del entorno compartido no significan que la crianza adoptiva sea ineficaz. Aunque la genética puede limitar la influencia del entorno familiar en la personalidad, los padres influyen en las actitudes, los valores, la fe, los modales y la política de sus hijos. En hogares adoptivos, la negligencia y el abuso infantil e incluso el divorcio entre los padres no es común. Esto notó que no es sorprendente, a pesar de un riesgo algo mayor de desorden psicológico, que la mayoría de los niños adoptados sobresalgan, especialmente cuando son adoptados cuando eran bebés. De hecho, siete de cada ocho informaron sentir una fuerte conexión con uno o incluso ambos de sus padres adoptivos.13​

Tipo de teorías El tipo de personalidad se refiere a la clasificación psicológica de diferentes tipos de personas. Los tipos de personalidad se distinguen de los rasgos de personalidad, que vienen en diferentes grados. Existen muchos tipos de teorías con respecto a la personalidad, pero cada teoría contiene varias y, a veces, muchas subteorías. Una «teoría de la personalidad» construida por cualquier psicólogo dado contendrá múltiples teorías o subteorías relacionadas que a menudo se expanden a medida que más psicólogos exploran la teoría.14​ Por ejemplo, según las teorías de tipo, hay dos tipos de personas, introvertidos y extrovertidos. De acuerdo con las teorías de los rasgos, la introversión y la extroversión son parte de una dimensión continua con muchas personas en el medio. La idea de los tipos psicológicos se originó en el trabajo teórico de Carl Jung,15​ específicamente en su libro de 1921 llamado Psychologische Typen (Tipos psicológicos) y William Marston.16​

Sobre la base de las escrituras y observaciones de Jung durante la Segunda Guerra Mundial, Isabel Briggs Myers y su madre, Katharine C. Briggs, delinearon los tipos de personalidad construyendo el Indicador Myers–Briggs.17​ Este modelo fue utilizado más tarde por David Keirsey con una comprensión diferente de Jung, Briggs y Myers.18​ En la antigua Unión Soviética, la lituana Aušra Augustinavičiūtė obtuvo independientemente un modelo del tipo de personalidad de Jung llamado sociónica.

Las teorías también se pueden considerar un «enfoque» de la personalidad o la psicología y generalmente se lo conoce como un modelo. El modelo es un enfoque más antiguo y más teórico de la personalidad, que acepta la extroversión y la introversión como orientaciones psicológicas básicas en relación con dos pares de funciones psicológicas:

Funciones de percepción: detección e intuición (confianza en hechos concretos, orientados a la sensibilidad versus confianza en conceptos abstractos y posibilidades imaginadas). Funciones de juzgar: pensar y sentir (basar las decisiones principalmente en la lógica frente a la decisión basada en la emoción). Briggs y Myers también agregaron otra dimensión de personalidad a su tipo de indicador para medir si una persona prefiere usar una función de juzgar o percibir cuando interactúa con el mundo externo. Por lo tanto, incluyeron preguntas diseñadas para indicar si alguien desea llegar a conclusiones (juicio) o mantener abiertas las opciones (percepción).

Esta tipología de personalidad tiene algunos aspectos de una teoría del rasgo: explica el comportamiento de las personas en términos de características fijas opuestas. En estos modelos más tradicionales, la preferencia de percepción / intuición se considera la más básica, dividiendo a las personas en tipos de personalidad «N» (intuitiva) o «S» (sensible). También se asume que una «N» es guiada ya sea por pensamiento o sentimiento y dividida en el temperamento «NT» (científico, ingeniero) o «NF» (autor, humanitario). En cambio, se supone que una «S» está guiada más por el eje de juicio / percepción y, por lo tanto, se divide en el temperamento «SJ» (guardián, tradicionalista) o «SP» (intérprete, artesano). Estos cuatro se consideran básicos, con los otros dos factores en cada caso (incluyendo siempre la extraversión / introversión) menos importantes. Los críticos de esta visión tradicional han observado que los tipos pueden ser bastante estereotipados por profesiones (aunque ni Myers ni Keirsey se involucraron en este tipo de descripciones), y así puede surgir más de la necesidad de categorizar a las personas con el propósito de guiar su elección de carrera.19​ Esta, entre otras objeciones, condujo a la aparición de la visión de cinco factores, que está menos preocupada por el comportamiento en condiciones de trabajo y más preocupada por el comportamiento en circunstancias personales y emocionales. (Cabe señalar, sin embargo, que el MBTI no está diseñado para medir el «trabajo propio», sino más bien lo que Myers y McCaulley llamaron «en otros zapatos»).20​

Teoría de la personalidad tipo A y tipo B: durante la década de 1950, Meyer Friedman y sus colaboradores definieron lo que llamaron patrones de comportamiento tipo A y tipo B. Ellos teorizaron que las personalidades intensas y duras de tipo A tenían un mayor riesgo de sufrir una enfermedad coronaria porque son «adictos al estrés». Las personas de tipo B, por otro lado, tienden a estar relajadas, menos competitivas y con menor riesgo. También hubo un perfil mixto Tipo AB.

El modelo vocacional RIASEC de John L. Holland, comúnmente conocido como Códigos Holland, estipula que seis tipos de personalidad llevan a las personas a elegir sus trayectorias profesionales. En este modelo circumplex, los seis tipos se representan como un hexágono, con tipos adyacentes más estrechamente relacionados que los más distantes. El modelo es ampliamente utilizado en el asesoramiento vocacional.

El modelo de personalidad de Eduard Spranger, que consta de seis (o, según algunas revisiones, 6 +1) tipos básicos de actitudes de valor, se describe en su libro Types of Men (Lebensformen; Halle (Saale): Niemeyer, 1914; traducción inglesa de PJW Pigors - Nueva York: GE Stechert Company, 1928).

El Eneagrama de la Personalidad, un modelo de personalidad humana que se usa principalmente como una tipología de nueve tipos de personalidad interconectados. Ha sido criticada por estar sujeta a interpretación, por lo que es difícil probarla o validarla científicamente.

Tal vez el intento más antiguo de psicología de la personalidad es la tipología de la personalidad esbozada por las escuelas budistas hindúes de Abhidharma. Esta tipología se centra principalmente en los rasgos personales negativos (avaricia, odio y engaño) y las correspondientes prácticas de meditación positiva utilizadas para contrarrestar esos rasgos.

Teorías psicoanalíticas Las teorías psicoanalíticas explican el comportamiento humano en términos de la interacción de varios componentes de la personalidad. Sigmund Freud fue el fundador de esta escuela de pensamiento. Freud recurrió a la física de su época (termodinámica) para acuñar el término psicodinámica. Basado en la idea de convertir el calor en energía mecánica, propuso que la energía psíquica podría convertirse en comportamiento. La teoría de Freud le da importancia central a los conflictos psicológicos dinámicos e inconscientes.21​


Modelo estructural del aparato psíquico en la Teoría de Freud. Freud divide la personalidad humana en tres componentes importantes: El ello, yo y el superyó. El ello actúa de acuerdo con el principio de placer, exigiendo la gratificación inmediata de sus necesidades independientemente del entorno externo; el yo entonces debe emerger para cumplir de manera realista los deseos y demandas de la identidad de acuerdo con el mundo exterior, adhiriéndose al principio de la realidad. Finalmente, el superyó (conciencia) inculca el juicio moral y las reglas sociales sobre el yo, forzando así las demandas de la identificación a cumplir no solo de manera realista sino moral. El superyó es la última función de la personalidad a desarrollar, y es la encarnación de los ideales parentales / sociales establecidos durante la infancia. Según Freud, la personalidad se basa en las interacciones dinámicas de estos tres componentes.22​

La canalización y liberación de energías sexuales (libidinales) y agresivas, que surgen de los impulsos «Eros» (sexo, autopreservación instintiva) y «Thanatos» (muerte, autoaniquilación instintiva) respectivamente, son componentes principales de su teoría. Es importante tener en cuenta que la amplia comprensión de Freud de la sexualidad incluye todo tipo de sensaciones placenteras experimentadas por el cuerpo humano.

Freud propuso cinco etapas psicosexuales de desarrollo de la personalidad. Él creía que la personalidad adulta depende de las experiencias de la primera infancia y en gran medida determinada por la edad de cinco años. Las fijaciones que se desarrollan durante la etapa infantil contribuyen a la personalidad y el comportamiento de los adultos.

Uno de los primeros socios de Sigmund Freud, Alfred Adler, estuvo de acuerdo con Freud en que las experiencias de la primera infancia son importantes para el desarrollo y cree que el orden de nacimiento puede influir en el desarrollo de la personalidad. Adler creía que el niño mayor era el individuo que establecería metas de logro altas para ganar la atención perdida cuando nacieron los hermanos menores. Él creía que los niños del medio eran competitivos y ambiciosos. Él razonó que este comportamiento fue motivado por la idea de superar los logros del primogénito. Añadió, sin embargo, que los niños del medio a menudo no estaban tan preocupados por la gloria atribuida a su comportamiento. También creía que el más joven sería más dependiente y sociable. Adler terminó por conjeturar que a un niño solo le encanta ser el centro de atención y madura rápidamente, pero al final no logra ser independiente.

Heinz Kohut pensó de manera similar a la idea de transferencia de Freud. Usó el narcisismo como un modelo de cómo las personas desarrollan su sentido del yo. El narcisismo es el sentido exagerado de uno mismo en el que se cree que existe para proteger su baja autoestima y sentido de inutilidad. Kohut tuvo un impacto significativo en el campo extendiendo la teoría del narcisismo de Freud e introduciendo lo que llamó las «transferencias del auto-objeto» de la duplicación y la idealización. En otras palabras, los niños necesitan idealizarse y «asimilarse» emocionalmente e identificarse con la competencia idealizada de figuras admiradas como padres o hermanos mayores. También necesitan tener su autoestima reflejada por estas personas. Estas experiencias les permiten aprender las habilidades para calmarse a sí mismas y otras que son necesarias para el desarrollo de un sentido saludable de sí mismos.

Otra figura importante en el mundo de la teoría de la personalidad es Karen Horney. Se le atribuye el desarrollo del «yo real» y del «yo ideal». Ella cree que todas las personas tienen estos dos puntos de vista de sí mismos. El «yo real» es cómo actúan los humanos con respecto a la personalidad, los valores y la moral; pero el «yo ideal» es una construcción que los individuos implementan para ajustarse a las normas sociales y personales.

Teorías conductistas Los conductistas explican la personalidad en términos de los efectos que los estímulos externos tienen sobre el comportamiento. Los enfoques utilizados para analizar el aspecto conductual de la personalidad se conocen como teorías conductuales o teorías de acondicionamiento del aprendizaje. Estos enfoques fueron un cambio radical de la filosofía freudiana. Uno de los principales principios de esta concentración de la psicología de la personalidad es un fuerte énfasis en el pensamiento científico y la experimentación. Esta escuela de pensamiento fue desarrollada por B. F. Skinner quien presentó un modelo que enfatizaba la interacción mutua de la persona o «el organismo» con su entorno. Skinner cree que los niños hacen cosas malas porque el comportamiento obtiene atención que sirve como un reforzador. Por ejemplo: un niño llora porque el llanto del niño en el pasado le ha llamado la atención. Estas son la respuesta y las consecuencias. La respuesta es el llanto infantil, y la atención que recibe el niño es la consecuencia reforzadora. Según esta teoría, el comportamiento de las personas está formado por procesos tales como el condicionamiento operante. Skinner presentó un «modelo de contingencia de tres términos» que ayudó a promover el análisis del comportamiento basado en el «Estímulo - Respuesta - Modelo de Consecuencia» en el cual la pregunta crítica es: ¿«Bajo qué circunstancias o «estímulos» antecedentes el organismo participa en un particular comportamiento o «respuesta», que a su vez produce una «consecuencia» particular»?.23​

Richard Herrnstein amplió esta teoría al dar cuenta de las actitudes y los rasgos. Se desarrolla una actitud a medida que la fuerza de respuesta (la tendencia a responder) en las presencias de un grupo de estímulos se estabiliza. En lugar de describir rasgos condicionables en lenguaje no conductual, la fuerza de respuesta en una situación dada explica la parte ambiental. Herrstein también consideraba que los rasgos tenían un gran componente genético o biológico, al igual que la mayoría de los conductistas modernos.

Ivan Pavlov es otra influencia notable. Él es bien conocido por sus experimentos de acondicionamiento clásico con perros, lo que lo llevó a descubrir los cimientos del conductismo.

Teorías sociales cognitivas En la teoría cognitiva, el comportamiento es explicado como guiado por las cogniciones (por ejemplo, expectativas) sobre el mundo, especialmente a aquellos de otras personas. Las teorías cognitivas son teorías de la personalidad que hacen hincapié en los procesos cognitivos, tales como el pensar y juzgar.


Fotografías del experimento del muñeco bobo de Albert Bandura. Albert Bandura, un teórico del aprendizaje social, sugirió que las fuerzas de la memoria y las emociones funcionaban junto con las influencias del entorno. Bandura era conocido principalmente por su «experimento del muñeco Bobo». Durante estos experimentos, Bandura grabó en un vídeo a un estudiante universitario pateando y abusando verbalmente de un muñeco bobo. Luego mostró este vídeo a una clase de niños de guardería que se estaban preparando para salir a jugar. Cuando ingresaron a la sala de juegos, vieron muñecos bobos y algunos martillos. Las personas que observaban a estos niños en el juego vieron a un grupo de niños golpeando a los muñecos. Llamó a este estudio y sus hallazgos aprendizaje observacional o modelado.

Los primeros ejemplos de acercamientos al estilo cognitivo son enumerados por Baron(1982).24​ Estos incluyen el trabajo de Witkin (1965) sobre dependencia de campo, Gardner's (1953) descubrió que la gente tenía una preferencia constante por la cantidad de categorías que usaban para categorizar objetos heterogéneos, y el trabajo de Block y Petersen (1955) sobre la confianza en los juicios de discriminación de línea. Barón relaciona el desarrollo temprano de los enfoques cognitivos de la personalidad con la psicología del yo. Más central en este campo han sido:

Teoría del estilo atribucional25​ que trata con las diferentes formas en que las personas explican los eventos en sus vidas. Este enfoque se basa en el locus de control, pero lo amplía al afirmar que también debemos considerar si las personas lo atribuyen a causas estables o variables, y a causas globales o causas específicas. Se han desarrollado diversas escalas para evaluar tanto el estilo atribucional como el locus de control. Las escalas de locus de control incluyen las utilizadas por Rotter y más tarde por Duttweiler, Nowicki y Strickland (1973) Escala de locus de control para niños y diversas escalas de locus de control específicamente en el campo de la salud, más famosas que la de Kenneth Wallston y sus colegas, La escala de locus de control de salud multidimensional.26​ El estilo de atribución ha sido evaluado por el Cuestionario de Atribución de Estilo,27​ el cuestionario de atribución del estilo ampliado,28​ El cuestionario de atribuciones,29​ El cuestionario de atribución del estilo de los eventos reales30​ y La prueba de evaluación del estilo de atribución.31​

La teoría del estilo de logro se centra en la identificación de la tendencia del Locus of Control de un individuo, como las evaluaciones de Rotter, y Cassandra Bolyard Whyte encontró que proporcionaba información valiosa para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes.32​ Es probable que las personas con tendencias de control interno persistan en mejores niveles de rendimiento académico, presentando una personalidad de logro, según Cassandra B. Whyte. Reconocimiento de que la tendencia a creer que el trabajo duro y la persistencia a menudo resultan en el logro de la vida y los objetivos académicos ha influido en los esfuerzos formales de educación y asesoramiento con estudiantes de diversas edades y en diversos entornos desde la década de 1970 la investigación sobre el rendimiento.33​ El asesoramiento dirigido a alentar a las personas a diseñar objetivos ambiciosos y trabajar para lograrlos, reconociendo que existen factores externos que pueden tener impacto, a menudo resulta en la incorporación de un estilo de logros más positivo por parte de los estudiantes y empleados, independientemente del entorno, para incluir educación superior, lugar de trabajo o programación de justicia.34​

Walter Mischel (1999) también defendió un enfoque cognitivo de la personalidad. Su trabajo se refiere a «Unidades cognitivas afectivas» y considera factores tales como la codificación de estímulos, afectos, establecimiento de metas y creencias autorreguladoras. El término «unidades cognitivas afectivas» muestra cómo su enfoque considera tanto el afecto como la cognición.

Teoría cognitivo-experimental (CEST, por sus siglas en inglés) es otra teoría de la personalidad cognitiva. Desarrollado por Seymour Epstein, CEST argumenta que los humanos operan por medio de dos sistemas independientes de procesamiento de información: el sistema experiencial y el sistema racional. El sistema experiencial es rápido y está impulsado por las emociones. El sistema racional es lento y dirigido por la lógica. Estos dos sistemas interactúan para determinar nuestros objetivos, pensamientos y comportamiento.35​

La psicología de los constructos personales (PCP) es una teoría de la personalidad desarrollada por el psicólogo estadounidense George Kelly en la década de 1950. La visión fundamental de la personalidad de Kelly era que las personas son como científicos ingenuos que ven el mundo a través de una lente particular, basada en sus sistemas de construcción organizados de manera única, que utilizan para anticipar eventos. Pero debido a que las personas son científicos ingenuos, a veces emplean sistemas para interpretar el mundo que están distorsionados por experiencias idiosincrásicas no aplicables a su situación social actual. Se considera que un sistema de construcción que falla crónicamente para caracterizar y / o predecir eventos, y no se revisa apropiadamente para comprender y predecir el cambiante mundo social, subyace en la psicopatología (o enfermedad mental). De la teoría, Kelly derivó un enfoque de psicoterapia y también una técnica llamada The Repertory Grid Interview (La entrevista de rejilla de reportorio) que ayudó a sus pacientes a descubrir sus propios «constructos» con una mínima intervención o interpretación por parte del terapeuta. La rejilla del repertorio se adaptó posteriormente para diversos usos dentro de las organizaciones, incluida la toma de decisiones y la interpretación de las cosmovisiones de otras personas.36​

Teorías humanistas La psicología humanista enfatiza que las personas tienen libre albedrío y que esto juega un papel activo en la determinación de cómo se comportan. En consecuencia, la psicología humanista se centra en las experiencias subjetivas de las personas en oposición a los factores forzados y definitivos que determinan el comportamiento.37​ Abraham Maslow y Carl Rogers fueron partidarios de este punto de vista, que se basa en la teoría del «campo fenomenal» de Combs y Snygg (1949).38​ Rogers y Maslow se encontraban entre un grupo de psicólogos que trabajaron juntos durante una década para producir la revista llamada Journal of Humanistic Psychology. Esta revista se enfocó principalmente en ver a los individuos como un todo, en lugar de enfocarse únicamente en rasgos y procesos separados dentro del individuo.

Robert W. White escribió el libro The Abnormal Personality (La personalidad anormal) que se convirtió en un texto estándar sobre la psicología anormal. También investigó la necesidad humana de luchar por objetivos positivos, como competencia e influencia, para contrarrestar el énfasis de Freud en los elementos patológicos del desarrollo de la personalidad.39​

Maslow pasó la mayor parte de su tiempo estudiando lo que él llamaba «personas autorrealizadas», aquellos que se están «satisfaciendo a sí mismos y haciendo lo mejor que son capaces de hacer». Maslow cree que todos los que están interesados en el crecimiento se mueven hacia puntos de vista autoactivos (crecimiento, felicidad, satisfacción). Muchas de estas personas demuestran una tendencia en las dimensiones de sus personalidades. Las características de los autorreguladores según Maslow incluyen las cuatro dimensiones clave:40​

La conciencia: mantienen el disfrute constante y el asombro de la vida. Estas personas a menudo experimentaron una «experiencia máxima». Él definió una experiencia máxima como una «intensificación de cualquier experiencia en la medida en que hay una pérdida o trascendencia del yo». Una experiencia máxima es aquella en la que un individuo percibe una expansión de sí mismo y detecta una unidad y sentido en la vida. La concentración intensa en una actividad en la que uno está involucrado, como correr un maratón, puede invocar una experiencia máxima. Realidad y problema centrado: tienen una tendencia a preocuparse por los «problemas» en sus alrededores. Aceptación / espontaneidad – aceptar el entorno y lo que no se puede cambiar. Sentido del humor unánime / democrático: no se toma la amabilidad de bromear sobre los demás, lo que puede verse como ofensivo. Tienen amigos de todos los orígenes y religiones y mantienen amistades muy cercanas. Maslow y Rogers enfatizaron una visión de la persona como un ser humano activo, creativo y experimentado que vive en el presente y responde subjetivamente a las percepciones, relaciones y encuentros actuales. No están de acuerdo con la visión oscura y pesimista de los que pertenecen al psicoanálisis freudiano, sino que consideran las teorías humanistas como propuestas positivas y optimistas que enfatizan la tendencia de la personalidad humana hacia el crecimiento y la autorrealización. Este yo progresivo seguirá siendo el centro de su mundo en constante cambio; un mundo que ayudará a moldear el yo pero no necesariamente confinarlo. Por el contrario, el yo tiene la oportunidad de maduración en función de sus encuentros con este mundo. Este entendimiento intenta reducir la aceptación de una redundancia sin esperanza. La terapia humanista generalmente depende del cliente para obtener información del pasado y su efecto en el presente, por lo tanto, el cliente dicta el tipo de orientación que el terapeuta puede iniciar. Esto permite un enfoque individualizado de la terapia. Rogers descubrió que los pacientes difieren en cómo responden a otras personas. Rogers trató de modelar un enfoque particular de la terapia, hizo hincapié en la respuesta reflexiva o empática. Este tipo de respuesta toma el punto de vista del cliente y refleja su sentimiento y el contexto para él. Un ejemplo de respuesta reflexiva sería: «Parece que te sientes ansioso por tu próximo matrimonio». Este tipo de respuesta busca clarificar la comprensión del terapeuta al tiempo que alienta al cliente a pensar más profundamente y tratar de comprender completamente los sentimientos que ha expresado.

Teorías biopsicológicas Simulated Connectivity Damage of Phineas Gage 4 vanHorn PathwaysDamaged left.jpg

Representaciones de falso color de las vías de la fibra cerebral afectadas en el accidente de Phineas Gage, según Van Horn entre otros. La biología juega un papel muy importante en el desarrollo de la personalidad. El estudio del nivel biológico en la psicología de la personalidad se centra principalmente en identificar el papel de los determinantes genéticos y cómo moldean las personalidades individuales.41​ Los primeros pensamientos sobre posibles bases biológicas de la personalidad surgieron del caso de Phineas Gage. En un accidente de 1848, la cabeza de Gage fue atravesada por una gran barra de hierro, y su personalidad aparentemente cambió como resultado, aunque las descripciones42​ de estos cambios psicológicos suelen ser exageradas.43​44​

En general, los pacientes con daño cerebral han sido difíciles de encontrar y estudiar. En la década de 1990, los investigadores comenzaron a usar electroencefalografía (EEG), tomografía por emisión de positrones (PET) y más recientemente resonancia magnética funcional (fMRI), que es ahora la técnica de imagen más utilizada para ayudar a localizar los rasgos de personalidad en el cerebro.

Base genética de la personalidad Desde que el Proyecto del Genoma Humano permitió una comprensión mucho más profunda de la genética, ha habido una controversia en curso que involucra la heredabilidad, los rasgos de personalidad y la influencia ambiental vs. genética en la personalidad. Se sabe que el genoma humano desempeña un papel en el desarrollo de la personalidad. Anteriormente, los estudios de personalidad genética se centraban en genes específicos que se correlacionaban con rasgos de personalidad específicos. La visión de hoy de la relación entre el gen y la personalidad se centra principalmente en la activación y expresión de genes relacionados con la personalidad y forma parte de lo que se conoce como genética conductual. Los genes proporcionan numerosas opciones para que se expresen las células que varían; sin embargo, el entorno determina cuáles de estos están activados. Muchos estudios han observado esta relación de diferentes maneras en que nuestros cuerpos pueden desarrollarse, pero la interacción entre los genes y la configuración de nuestras mentes y personalidad también es relevante para esta relación biológica.45​Las interacciones ADN-entorno son importantes en el desarrollo de la personalidad porque esta relación determina qué parte del código de ADN se convierte realmente en proteínas que se convertirán en parte de un individuo. Se ha observado que, aunque el genoma pone a disposición diferentes opciones, al final, el entorno es el determinante último de lo que se activa. Pequeños cambios en el ADN en los individuos son los que conducen a la singularidad de cada persona, así como a las diferencias en apariencia, habilidades, funcionamiento cerebral y todos los factores que culminan en el desarrollo de una personalidad cohesiva.46​

Cattell y Eysenck han propuesto que la genética tiene una gran influencia en la personalidad. Una gran parte de la evidencia recopilada que relaciona la genética y el medio ambiente con la personalidad proviene de estudios con gemelos. Este «método doble» compara los niveles de similitud en la personalidad usando gemelos genéticamente idénticos. Uno de los primeros de estos estudios con gemelos midió 800 pares de gemelos, estudió numerosos rasgos de personalidad y determinó que los gemelos idénticos son más similares en sus habilidades generales. Se encontró que las similitudes de la personalidad están menos relacionadas con los autoconceptos, las metas y los intereses.47​

Los estudios de gemelos también han sido importantes en la creación del modelo de personalidad de cinco factores: neuroticismo, extraversión, apertura, amabilidad y escrupulosidad. El neuroticismo y la extraversión son los dos rasgos más ampliamente estudiados. Una persona que puede caer en la categoría de extrovertido puede mostrar características tales como impulsividad, sociabilidad y actividad. Una persona que cae en la categoría de neuroticismo puede ser más temperamental, ansiosa o irritable. Sin embargo, los gemelos idénticos tienen correlaciones más altas en los rasgos de personalidad que los gemelos fraternos. Un estudio que mide la influencia genética en gemelos en cinco países diferentes encontró que las correlaciones para gemelos idénticos eran de .50, mientras que para fraternales eran de aproximadamente .20. Se sugiere que la herencia y el entorno interactúen para determinar la personalidad de uno.48​49​

Teoría de la evolución Charles Darwin es el fundador de la teoría de la evolución de la especie. El enfoque evolutivo de la psicología de la personalidad se basa en esta teoría. Esta teoría examina cómo las diferencias de personalidad individuales se basan en la selección natural. A través de la selección natural, los organismos cambian con el tiempo a través de la adaptación y la selección. Los rasgos se desarrollan y ciertos genes entran en la expresión basados en el ambiente de un organismo y cómo estos rasgos ayudan en la supervivencia y reproducción de un organismo.

Los polimorfismos, como el género y el tipo de sangre, son formas de diversidad que evolucionan para beneficiar a una especie como un todo.50​ La teoría de la evolución tiene amplias implicaciones en la psicología de la personalidad. La personalidad vista a través de la lente de la psicología evolutiva pone mucho énfasis en los rasgos específicos que con mayor probabilidad ayudan en la supervivencia y la reproducción, como la escrupulosidad, la sociabilidad, la estabilidad emocional y el dominio.51​ Los aspectos sociales de la personalidad se pueden ver a través de una perspectiva evolutiva. Los rasgos específicos del carácter se desarrollan y se seleccionan porque juegan un papel importante y complejo en la jerarquía social de los organismos. Tales características de esta jerarquía social incluyen el intercambio de recursos importantes, interacciones familiares y de apareamiento, y el daño o ayuda que los organismos pueden otorgarse entre sí.

Tests de personalidad

Lámina N°10 del Test de Rorschach Hay dos tipos principales de pruebas de personalidad, proyectivas y objetivas.

Las pruebas proyectivas suponen que la personalidad es principalmente inconsciente y evalúa a los individuos por la forma en que responden a un estímulo ambiguo, como una mancha de tinta. Las pruebas proyectivas han estado en uso durante aproximadamente 60 años y continúan utilizándose en la actualidad. Ejemplos de tales pruebas incluyen el Test de Rorschach y el Test de apercepción temática.

El Test de Rorschach implica mostrar a un individuo una serie de tarjetas con manchas de tinta ambiguas. Se le pide al individuo que se está probando que proporcione interpretaciones de las manchas en las tarjetas al indicar todo lo que la mancha de tinta puede parecer en función de su interpretación personal. El terapeuta luego analiza sus respuestas. Las reglas para calificar el examen se han cubierto en manuales que cubren una amplia variedad de características tales como contenido, originalidad de la respuesta, ubicación de «imágenes percibidas» y varios otros factores. Usando estos métodos de calificación específicos, el terapeuta intentará relacionar las respuestas de prueba con los atributos de la personalidad del individuo y sus características únicas.52​ La idea es que las necesidades inconscientes saldrán en la respuesta de la persona, por ejemplo, una persona agresiva puede ver imágenes de destrucción. El test de apercepción temática (también conocida como TAT, por sus siglas en inglés) implica presentar a los individuos imágenes / escenas vagas y pedirles que cuenten una historia basada en lo que ven. Ejemplos comunes de estas «escenas» incluyen imágenes que pueden sugerir relaciones familiares o situaciones específicas, como un padre, un hijo, un hombre y una mujer en un dormitorio.53​ Las respuestas se analizan para temas comunes. Las respuestas únicas para un individuo están teóricamente destinadas a indicar pensamientos subyacentes, procesos y posibles conflictos presentes en el individuo. Se cree que las respuestas están directamente relacionadas con motivos inconscientes. Hay muy poca evidencia empírica disponible para respaldar estos métodos.54​

Las pruebas objetivas suponen que la personalidad es conscientemente accesible y que se puede medir mediante cuestionarios de autoinforme. La investigación sobre evaluación psicológica generalmente ha encontrado que las pruebas objetivas son más válidas y confiables que las pruebas proyectivas. Los críticos han señalado el efecto Forer para sugerir que algunos de ellos parecen ser más precisos y discriminativos de lo que realmente son. Los problemas con estas pruebas incluyen informes falsos porque no hay forma de saber si una persona responde una pregunta con honestidad o precisión.

Experiencia interna La psicología ha definido tradicionalmente la personalidad a través de sus patrones de comportamiento, y más recientemente con estudios neurocientíficos del cerebro. En los últimos años, algunos psicólogos han recurrido al estudio de las experiencias internas para obtener una idea de la personalidad, así como de la individualidad. Las experiencias internas son los pensamientos y sentimientos de un fenómeno inmediato. Otro término usado para definir experiencias internas es qualia. Ser capaz de comprender las experiencias internas ayuda a comprender cómo los humanos se comportan, actúan y responden. La definición de personalidad usando experiencias internas se ha expandido debido al hecho de que depender únicamente de los principios de comportamiento para explicar el propio carácter puede parecer incompleto. Los métodos conductuales permiten que un observador observe al sujeto, mientras que con las experiencias internas el sujeto es su propio observador.55​56​

Métodos que miden la experiencia interna Muestreo descriptivo de la experiencia (DES), desarrollado por el psicólogo Russel Hurlburt. Este es un método idiográfico que se usa para ayudar a examinar las experiencias internas. Este método se basa en una técnica introspectiva que permite describir y medir las experiencias y características internas de un individuo. Un pitido le indica al sujeto que grabe su experiencia en ese momento exacto y 24 horas después se realiza una entrevista basada en todas las experiencias registradas. DES se ha utilizado en sujetos que han sido diagnosticados con esquizofrenia y depresión. También ha sido crucial estudiar las experiencias internas de aquellos que han sido diagnosticados con enfermedades psiquiátricas comunes.57​58​

Pensamientos articulados en situaciones estimuladas (ATS): es un paradigma que se creó como una alternativa al método TA (pensar en voz alta). Este método supone que las personas tienen diálogos internos continuos a los que se les puede atender naturalmente. ATSS también evalúa los pensamientos internos de una persona mientras verbaliza sus cogniciones. En este procedimiento, los sujetos escuchan un escenario a través de un reproductor de video o audio y se les pide que imaginen que se encuentran en esa situación específica. Más tarde, se les pide que expresen sus pensamientos a medida que ocurren en reacción al escenario de juego. Este método es útil para estudiar la experiencia emocional dado que los escenarios utilizados pueden influir en emociones específicas. Lo más importante, el método ha contribuido al estudio de la personalidad. En un estudio realizado por Rayburn y Davison (2002), se evaluaron los pensamientos de los sujetos y su empatía hacia los crímenes de odio contra los homosexuales. Los investigadores encontraron que los participantes mostraron intenciones más agresivas hacia el delincuente en escenarios que imitan crímenes de odio..

Método experimental: este método es un paradigma experimental utilizado para estudiar las experiencias humanas involucradas en los estudios de sensación y percepción, aprendizaje y memoria, motivación y psicología biológica. El psicólogo experimental generalmente trata con organismos intactos, aunque los estudios a menudo se realizan con organismos modificados por cirugía, radiación, tratamiento farmacológico o privaciones de larga duración de varios tipos o con organismos que presentan anormalidades orgánicas o trastornos emocionales de manera natural. Los economistas y los psicólogos han desarrollado una variedad de metodologías experimentales para obtener y evaluar las actitudes individuales donde cada emoción difiere para cada individuo. Los resultados se recopilan y cuantifican para concluir si las experiencias específicas tienen algún factor común. Este método se utiliza para buscar la claridad de la experiencia y eliminar los sesgos para ayudar a comprender el significado detrás de la experiencia para ver si se puede generalizar.

La psicología evolucionista de la religión se basa en la hipótesis de que las creencias religiosas pueden ser explicadas a través de la evolución del cerebro humano. De la misma manera que las funciones de otros órganos, se ha afirmado que la estructura funcional de la cognición tiene una base genética, y está por lo tanto sujeta a los efectos de la selección natural. Como otros órganos y tejidos, esta estructura funcional sería universal entre todos los seres humanos y resolvería problemas fundamentales de supervivencia y reproducción. Los psicólogos evolucionistas buscan comprender los procesos cognitivos, en este caso las creencias y el comportamiento religioso, por las funciones adaptativas que están destinados a cumplir.

Índice[editar]

Procesos psicológicos[editar código · editar][editar]

Los antropólogos cognitivos Dan Sperber y Scott Atran sostienen que la cognición religiosa representa un subproducto de numerosas adaptaciones evolutivas, incluyendo la psicología del sentido común y violaciones intencionales de expectativas innatas sobre como el mundo está construido (por ejemplo, seres incorpóreos con pensamientos y emociones), que hacen a las cogniciones religiosas particularmente llamativas. En su libro Religion Explained (La religión explicada), Pascal Boyer trata críticamente estas ideas y sugiere que no existe una explicación simple para la conciencia religiosa.

Justin L. Barrett, colega de Boyer, sugiere en Why Would Anyone Believe in God? (¿Por qué alguien habría de creer en Dios?) que la creencia en Dios se da de manera natural porque depende de herramientas cognitivas compartidas por todos los seres humanos. Barrett considera que la forma en que nuestras mentes se estructuran y desarrollan hacen que la creencia en un dios supremo con propiedades tales como ser omnisciente, inmortal y omnipotente sean altamente atractivas.​ Este autor también compara la creencia en Dios con la creencia en otras mentes, y dedica un capítulo a la psicología evolucionista del ateísmo.

Mecanismos de evolución[editar código · editar][editar]

Hay acuerdo general entre los científicos sobre el hecho de que una propensión a involucrarse en comportamientos religiosos evolucionó tempranamente en la historia humana. Sin embargo, hay desacuerdo sobre los mecanismos exactos que impulsaron la evolución de la mente religiosa. Hay dos teorías enfrentadas. Una es que la religión evolucionó por selección natural, en cuyo caso la religión habría conferido algún tipo de ventaja adaptativa. La otra considera que las creencias y conductas religiosas habrían aparecido como subproductos de otros rasgos adaptativos sin ser originalmente seleccionadas por sus beneficios evolutivos intrínsecos.

La religión como una adaptación[editar código · editar][editar]

Richard Sosis y Candace Alcorta han reseñado las teorías prominentes sobre el valor adaptativo de la religión.​ Varias de estas son "teorías de la solidaridad social", que entienden que la religión ha evolucionado para mejorar la cooperación y la cohesión dentro de los grupos. A su vez, pertenecer a un grupo habría concedido beneficios como incrementar las oportunidades de un individuo de sobrevivir y reproducirse.

Estas teorías de la solidaridad social pueden ayudar a explicar la peligrosa y dolorosa naturaleza de numerosos rituales religiosos. La teoría de la señalización costosa sugiere que este tipo de rituales pueden actuar como señales públicas y difíciles de impostar de que el compromiso individual con el grupo es sincero. Ya que se obtendrían considerables beneficios si se lograra engañar al sistema - tomar ventaja de los beneficios y derechos de la vida en grupo sin adjudicarse ninguna de sus obligaciones -, la práctica ritual no sería tan sencilla de poder ser tomada de manera ligera.​ La guerra es un buen ejemplo de costo en la vida en grupo: Richard Sosis, Howard C. Kress, y James S. Boster llevaron a cabo un estudio transcultural que demostró que los hombres que pertenecen a sociedades que entran en guerra se someten a los rituales más costosos.

Estudios que muestran asociaciones directas más positivas entre las prácticas religiosas y la saludad y la longevidad resultaron más controversiales. Harold G. Koenig y Harvey J. Cohen resumieron y analizaron los resultados de 100 estudios de evidencia que examinaban sistemáticamente la relación entre religión y bienestar humano, encontrando que el 79% de ellos mostraba una influencia positiva.​ Estos estudios son populares en los medios de comunicación, aunque se mantiene el debate acerca de la validez de estos descubrimientos, que en la mayoría de los casos no necesariamente prueban una relación directa de causa y efecto entre religión y salud.

La religión como subproducto[editar código · editar][editar]

Esta hipótesis fue propuesta inicialmente por el biólogo Stephen Jay Gould.​ Junto con la paleontóloga Elisabeth Vrba propusieron el término exaptación en 1982 para referirse a "rasgos que actualmente mejoran el fitness, pero que no fueron diseñados por la selección natural para cumplir este rol". Gould y Richard Lewontin compararon tales rasgos a las enjutas, "un término arquitectónico para los espacios sobrantes entre elementos estructurales de un edificio". Una explicación más completa de esta metáfora puede encontrarse en el artículo de 1979 de Gould y Lewontin, "Las enjutas de San Marco y el Paradigma Panglossiano: una crítica del programa adaptacionista".​ Gould cita la religión como un ejemplo de exaptación, mientras que no se refiere a ningún rasgo mental en especial que piense que fuera formado por selección natural. Menciona, sin embargo, la sugerencia de Freud de que el gran tamaño de nuestros cerebros, que han evolucionado por otras razones, derivó en la conciencia. El comienzo de la mente consciente ha forzado a los seres humanos a tener que hacer frente al hecho de la propia mortalidad, y la religión podría constituir una solución a este problema.​Otros investigadores han propuesto procesos psicológicos específicos que pudieron haber sido cooptados para el comportamiento religioso. Pierre Lienard y Pascal Boyer sugieren que en los seres humanos ha evolucionado un "sistema de precaución de peligros" que nos permitiría detectar potenciales amenazas en el entorno y responder de manera apropiada.​ Numerosas características del comportamiento ritual, generalmente un aspecto esencial de la religión, son sostenidas para lograr disparar este sistema. Esto implica generar la ocasión propicia para el ritual, dirigirlo hacia la prevención o eliminación de un peligro o mal, enfatizar el daño que resultaría de no realizar el ritual, y formalizar las detalladas proscripciones para una correcta realización del mismo. Lienard y Boyer discuten la posibilidad de que el mismo sistema de precaución de peligros haya provisto beneficios adaptativos, y que la religión entonces "asocie ansiedades individuales e inmanejables con acciones coordinadas con otras personas, que por lo tanto las volvería más tolerables y significativas".

Justin L. Barrett ha propuesto una situación similar. Sugiere que existe un módulo mental básico en nuestros cerebros que corresponde al Mecanismo Hiperactivo de Detección de Agencia, otro sistema potencial para identificar peligro. Este mecanismo conferiría un beneficio en la supervivencia aun cuando resulte sobre-sensitivo: siempre es mejor evadir un predador imaginario que ser asesinado por uno real. Esto tendería a su vez a estimular la creencia en fantasmas y espíritus.

Genes[editar código · editar][editar]

Véase también: Genes

Richard Dawkins ha sugerido en El gen egoísta que las unidades de evolución cultural funcionan como los genes en la medida en que están sujetos a procesos de selección natural; llamó a estas unidades "memes". Según esta perspectiva, la mente humana es entendida como un vehículo de portación de memes, los cuales se reproducen y mueren según sus aptitudes para colonizar mentes en un entorno competitivo. En La ilusión de Dios Dawkins argumenta que debido a que las verdades religiosas tienen la característica de no poder ser cuestionadas, su misma naturaleza estimula a las religiones a propagarse como "virus mentales".

Este modelo implica que la religión es un subproducto de los módulos cognitivos del cerebro humano que aparecieron en el pasado con el fin de tratar problemas evolutivos de supervivencia y reproducción. Los primeros conceptos de agentes sobrenaturales pudieron haber emergido por la tendencia de los seres humanos de "sobredetectar" la presencia de otros humanos o predadores (momentáneamente confundiendo una viña por una serpiente). Por ejemplo, un hombre podría reportar que sintió algo que se acerca furtivamente a él, pero que desaparece cuando mira a su alrededor.

Relatos de estas experiencias son especialmente probables de ser reproducidas y embellecidas debido a que incluyen descripciones de categorías ontológicas comunes (humano, artefacto, animal, planta, objeto natural) con propiedades contraintuitivas (humanos que son invisibles, casas que recuerdan que pasó dentro de ellas, etc.). Estas historias resultan aún más atractivas cuando están acompañadas por la activación de expectativas no violadas de categorías ontológicas (casas que "recuerdan" activan nuestra psicología de la mente intuitiva).

La presencia de cadáveres, por ejemplo, genera un estado cognitivo incómodo en el cual ciertos módulos mentales (como el de identificación de personas y predicción de conductas) continúan funcionando desacoplados de la realidad, produciendo intuiciones incompatibles de que los muertos todavía siguen presentes. Cuando esto surge en paralelo con la predisposición humana a ver la desgracia como un evento social (como la responsabilidad de alguien en vez de como el resultado de procesos mecánicos) puede activar el módulo responsable de la "voluntad de hacer intercambios" de la teoría de la mente, resultando en la tendencia de los humanos de buscar interactuar y negociar con los agentes sobrenaturales.

En un grupo suficientemente grande, algunos individuos aparecerán como mejor calificados o más hábiles que otros para llevar a cabo estos rituales y se convertirán en especialistas. Como las sociedades tienden a crecer y a hacer contacto con otras sociedades, sobreviene naturalmente un estado de competencia y un efecto de "supervivencia del más apto" que podría causar que los practicantes modifiquen sus conceptos para llegar a una versión más abstracta y más ampliamente aceptada de los rituales o las creencias religiosas asociadas. Eventualmente los practicantes especialistas formarían un grupo cohesionado o secta con objetivos políticos afines.


Tomás de Aquino (en italiano, Tommaso d'Aquino; Roccasecca,​ Italia, 1224/1225-Abadía de Fossanova, 7 de marzo de 1274), fraile, teólogo y filósofo católico perteneciente a la Orden de Predicadores, es considerado el principal representante de la enseñanza escolástica​ y una de las mayores figuras de la teología sistemática.​ En materia de metafísica, su obra representa una de las fuentes más citadas del siglo XIII además de ser punto de referencia de las escuelas del pensamiento tomista y neotomista. La Iglesia católica lo nombra Doctor Angélico, Doctor Común y Doctor de la Humanidad y considera su obra fundamental para los estudios de filosofía y teología. Fue el principal defensor clásico de la teología natural.

Fue popular por su aceptación y comentarios sobre las obras de Aristóteles, señalando en qué eran compatibles con la fe católica. Asimismo, recibió influencias del platonismo de Agustín de Hipona, y aristotelismo de Averroes y de Maimónides, a quienes tomaba como autoridades. Sus obras más conocidas son la Summa theologiae, compendio de la doctrina católica en la cual trata 495 cuestiones divididas en artículos, y la Summa contra gentiles, compendio de apología filosófica de la fe católica, que consta de 410 capítulos agrupados en cuatro libros, redactado a petición de Raimundo de Peñafort.

A Tomás se le debe un rescate y reinterpretación de la metafísica y una obra de teología monumental,​​​​ así como una teoría del Derecho que sería muy consultada posteriormente.​ Canonizado en 1323, fue declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y santo patrón de las universidades y centros de estudio católicos en 1880. Su festividad se celebra el 28 de enero. El filósofo inglés Anthony Kenny considera que Tomás es "uno de los más grandes filósofos del mundo occidental".

Índice[editar]

Vida[editar código · editar][editar]

Juventud[editar código · editar][editar]

Tentación de Santo Tomás (1632) por Diego Velázquez.

Tomás de Aquino nació en 1224 o 1225 en el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, en el seno de una numerosa y noble familia de sangre germana.​ Su padre, Landolfo, descendiente a su vez de los condes de Aquino, estaba emparentado con el emperador Federico II. Su madre, Teodora, era hija de los condes de Taete y Chieti. Fue el menor de nueve hermanos. Antes de que naciera, se dice que un santo ermitaño, llamado Bonus, compartió a su madre la predicción de que su hijo se haría dominico y alcanzaría su santidad.​​

Cumplidos los cinco años, Tomás recibió sus primeras enseñanzas en la abadía de Montecasino, de la que un tío suyo era abad. Sus biógrafos Guillermo de Tocco, Bernardo Guido y Pedro Calo destacan cómo fue su singular y temprana devoción al señalar cómo, desde bebé, se aferraba fuertemente a un papiro que tenía escrito el Ave María.​ Comenzó entonces su aprendizaje de gramática, moral, música y religión hasta que en 1239 el emperador Federico II decretara la expulsión de los monjes. Entonces, el joven Tomás continuó su educación en la Universidad de Nápoles donde el estudio de las artes liberales, el currículo educativo de la época, lo puso en contacto con los principios de la lógica aristotélica. A la edad de diecinueve años, Tomás decidió unirse a la recién fundada Orden Dominica, opinión que no complació a su familia.

Tomás estuvo prisionero durante casi un año en los castillos familiares de Monte San Giovanni y Roccasecca en un intento de evitar que asumiera el hábito dominico y de obligarlo a renunciar a su nueva aspiración. Pasó este tiempo de prueba dando clases particulares a sus hermanas y comunicándose con miembros de la Orden Dominica.​ Los familiares se desesperaron por disuadir a Tomás, que seguía decidido a unirse a los dominicanos. En un momento, dos de sus hermanos recurrieron a la medida de contratar a una prostituta para seducirlo. Según la leyenda, Tomás la alejó empuñando un hierro de fuego y dos ángeles se le aparecieron mientras dormía y fortaleció su determinación de permanecer célibe. Al ver que todos sus intentos de disuadir a Tomás habían fracasado, Teodora buscó salvar la dignidad de la familia haciendo que Tomás escapara por la ventana durante la noche.

En 1244, gracias a la amistad que había trabado con el Maestro General Juan de Wildeshausen, ingresó en la Orden Dominicana hacia cuya vida austera e intelectual se sentía atraído desde haberlos conocido anteriormente en un convento de Nápoles. La decisión contrarió a su familia, que había planificado que este sucediera a su tío al frente de la abadía de Montecasino. Enterados de que Tomás se dirigiría a Roma para iniciarse en los estudios del noviciado, sus hermanos lo raptaron y retuvieron durante más de un año en el castillo de Roccasecca con la intención de disuadirlo de su ingreso en la orden. Tras haber sido tentado varias veces, logró huir del castillo trasladándose a París para alejarse de su familia. El Aquinate sorprendió a los frailes cuando estos vieron que se había dedicado a leer y memorizar la Biblia y las Sententias de Pedro Lombardo, incluso había comentado un apartado de las Refutaciones sofísticas de Aristóteles que eran las referencias para los estudios de la época.

Formación universitaria[editar código · editar][editar]

La Universidad de París era ideal para las aspiraciones del joven Tomás, por su marcada predisposición al Trivium (ya tradicional en París) y por sus escuelas de teología. Tuvo por maestros más destacados a Alejandro de Hales y a Alberto Magno, ambos acogedores de la doctrina aristotélica (especialmente el segundo). Entre sus compañeros estaba Buenaventura de Fidanza con quien mantuvo una singular relación de amistad, aunque también de cierta polémica intelectual. Antes de que Tomás acabara los estudios, Alberto Magno, sorprendido por el entendimiento de su alumno napolitano, le encarga un Acto escolástico, y a sus fortísimos argumentos el alumno responde con perfecta distinción, deshaciendo el discurso de su maestro y futuro Doctor de la Iglesia, el cual dijo a la asamblea:

Vosotros llamáis a éste el Buey mudo, pero yo os aseguro que este Buey dará tales mugidos con su saber que resonarán por el mundo entero Barbado Viejo, F. Introducción General en Tomás de Aquino Suma teológica Tomo I. BAC 1947, p.12

Alberto Magno, seguro del potencial del novicio, se llevó a este consigo, a Colonia, a enseñarle y estudiar profundamente las obras de Aristóteles, que ambos habrían de defender posteriormente. En esa época Tomás fue ordenado sacerdote. Tomás volvería a París en 1252 para continuar sus estudios, pero encontraría una fuerte oposición a las Órdenes mendicantes, liderada por los profesores seculares, que perseguían el abandono de la Universidad, en señal de protesta contra el encarcelamiento de alumnos delincuentes. Pero el objeto último de su ira eran los maestros mendicantes: su singular pobreza, constancia y hábito de estudio llenaba sus clases de alumnos (véase el caso de Alberto Magno) y ponía en evidencia a los seculares.

El punto álgido de aquel enfrentamiento, que llegó a amenazar la vida de los mendicantes, llegó cuando el doctor Guillermo de Saint Amour publicó sus tratados, Libro del anticristo y sus ministros y Contra los peligros de los novísimos tiempos. Tomás escribió en octubre de 1256, unos meses más tarde del segundo panfleto de San Amour, Contra los que impugnan el culto divino y, el papa Alejandro IV, ese mismo mes, excomulgaría a San Amour, prohibiéndole la enseñanza y los sacramentos. El joven napolitano contaría, a raíz de su respuesta a Saint Amour, con la confianza papal en cuestiones teológicas, y se le asignó la revisión del Libro introductorio al Evangelio eterno, de influencias joaquinistas.

Enseñanza universitaria[editar código · editar][editar]

Detalle de Tomás de Aquino en el Políptico Valle Romita de Gentile da Fabriano.

Tras aquella destacada actuación se le concedió el doctorado con la excepcional edad de 31 años, por lo cual, en 1256 ejerce como maestro de Teología en la Universidad de París. Allí escribe varios opúsculos de gran profundidad metafísica, como De ente et essentia y su primera Summa o compendio de saber: el Scriptum super Sententias. Además, goza del puesto de consejero personal del Rey Luis IX de Francia.

En junio de 1259, Tomás es llamado a Valenciennes, junto con Alberto Magno y Pedro de Tarentaise (futuro papa Inocencio V), para organizar los estudios de la Orden, aprovechando que tenía que trasladarse a su Italia natal. Estuvo durante un periodo de diez años enseñando en Nápoles, Orvieto, Roma y Viterbo. En esta época, Tomás termina la Summa contra gentiles, que sería la guía de apología de la Orden en España, encarga la traducción de numerosas obras de Aristóteles a su amigo erudito Guillermo de Moerbeke, para evitar ciertos errores de interpretación cometidos por los árabes, y comienza la redacción de la Summa Theologiae. Es menester señalar que el papa Urbano IV lo nombró consejero personal, y que le encargó la Catena aurea (Comentario a los cuatro Evangelios), el Oficio y misa propia del Corpus Christi y la revisión del libro Sobre la fe en la Santísima Trinidad, atribuido al obispo Nicolás de Durazzo.

El Aquinate fue enviado de vuelta a París, debido a la gran oposición que se había alzado en contra de su figura y doctrina. Esta época, por ser la última, es la más madura y fecunda del Aquinate pues se enfrentaría a tres brazos del pensamiento: los idealistas agustinistas, encabezados por Juan Peckham, los seculares antimendicantes, dirigidos por Gerardo de Abbeville y, por último los averroístas, cuya figura visible era Sigerio de Brabante. Tomás ya había asumido públicamente, numerosas ideas aristotélicas y completó las Exposiciones de las más destacadas obras de Aristóteles, del Evangelio de Juan y de las Cartas de Pablo el apóstol. Por otro lado, escribe sus famosas cuestiones disputadas de ética y algunos opúsculos en respuesta a Juan Peckham y Nicolás de Lisieux, al tiempo que terminaba la segunda parte de la Summa Theologiae.

Pero su gran lucha vino contra los averroístas: Sigerio de Brabante, máxima figura de la Facultad de Artes, había manifestado en sus clases (no en sus obras, de lógica y física, como el Sophisma y su comentario a la Física de Aristóteles) que el hombre no tenía naturaleza espiritual por lo que la razón podía contradecir la fe sin dejar ambas de ser verdaderas. Tomás, líder indiscutible de la Facultad de Teología, respondería ese mismo año con su De unitate intellectus contra averroistas terminando dicho opúsculo con esta declaración:

He aquí nuestra refutación del error. No está basada en documentos de fe sino de razón, y en los asertos de los filósofos. Si hay, pues, alguien que, orgullosamente engreído en su supuesta ciencia, quiera desafiar lo escrito, que no lo haga en un rincón o ante niños, sino que responda públicamente si se atreve. Él me encontrará frente a sí, y no sólo al mísero de mí, sino a muchos otros que estudian la verdad. Daremos batalla a sus errores o curaremos su ignorancia GK Chesterton Santo Tomás de Aquino. Espasa-Calpe 1941, p.84

Tras este desafío singular se dice, pues no consta entre sus biógrafos, que ambos se enfrentaron públicamente​ y no sería descabellado, ya que Tomás había disputado con, por ejemplo, Peckham ante la universidad​ pero lo históricamente válido es que Tomás salió ampliamente victorioso tras la publicación del opúsculo, ya que, en primer lugar, Siger se retractó de muchas cuestiones en su De anima intellectiva, y en segundo lugar, el obispo de París, Esteban Tempier condenaría a los pocos meses hasta trece cuestiones esenciales del averroísmo, lo que provocó una gran huelga en la Facultad de Artes.

Regreso y muerte[editar código · editar][editar]

Estatua de santo Tomás de Aquino, ubicada en Santiago de Chile.

Terminada su labor en Francia, se le encargó la fundación de un nuevo capítulo provincial en Nápoles. Antes de ello, Tomás visitó a su familia y a sus amigos, el cardenal Anibaldo degli Anibaldi y el abad de Montecassino Bernard Ayglier.

En Nápoles debe destacarse que fue recibido como un rey, así como la numerosa correspondencia que mantuvo, respondiendo dudas al mismo Bernard Ayglier entre muchos otros. Sin embargo, tan pronto comenzó la tercera parte de la Summa Theologiae tuvo una singular experiencia mística (ya las había tenido antes, está bien documentado​) tras la cual se le haría imposible escribir:

Me han sido reveladas semejantes cosas que lo que he escrito me parece paja. Forment (2005, p. 21)

No obstante, accedió a la invitación del papa Gregorio X de asistir al Concilio de Lyon II. Sin embargo, enfermó repentinamente y tuvieron que acogerle en la abadía de Fossanova. Tomás murió haciendo una enérgica profesión de fe el 7 de marzo de 1274, cerca de Terracina. Posteriormente, el 28 de enero de 1369, sus restos mortales fueron trasladados a Tolosa de Languedoc, fecha en la que la Iglesia católica lo celebra.

La importancia y la gravitación política de Tomás de Aquino fue de tal magnitud, que aun existen dudas acerca de la causa de su muerte. Ciertamente, se ha escrito sobre un posible envenenamiento por orden del rey de Sicilia, Carlos de Anjou, según una afirmación sostenida por Dante Alighieri en el Purgatorio de la Divina Comedia,​ epopeya escrita entre 1304 y 1321.

Después de su muerte, algunas tesis de Tomás de Aquino, confundidas entre las averroístas, fueron incluidas en una lista de 219 tesis condenadas por el obispo de París, Étienne Tempier, en la Universidad de París en 1277. A pesar de ello, tras varias profecías y milagros​ documentados con numerosos testimonios, Tomás de Aquino fue canonizado casi a los 50 años de su muerte, el 18 de enero de 1323. Las condenas de 1277 fueron inmediatamente levantadas en lo que respecta a Tomás de Aquino el 14 de febrero de 1325.

Tomás de Aquino es uno de los intelectuales más profundos, sistemáticos y fecundos de la Historia.

Obra[editar código · editar][editar]

Artículo principal: Anexo:Bibliografía de Tomás de Aquino Super Physicam Aristotelis, 1595

La obra escrita de Tomás de Aquino es inmensa: teniendo en cuenta que murió con cuarenta y nueve años y considerando que al mismo tiempo llegaría a recorrer unos 10 000 kilómetros en viajes a pie, se comprende que su obra sea calificada por algunos como una hazaña inigualable. Josef Pieper comentaba:

Apenas puede creerse todo lo que escribió los últimos años en París Josef Pieper Doce lecciones sobre tomismo Ed. Rialp 1948, p. 27

Sus obras más extensas, y generalmente consideradas más importantes y sistemáticas, son sus tres síntesis teológicas o Summas: Summa Theologiae, Summa contra Gentiles y su Scriptum super Sententias. Aunque el interés y la temática principal siempre es teológico, su obra abarca igualmente comentarios de obras filosóficas, polémicas o litúrgicas. Resulta especialmente conocido por ser uno de los principales introductores de la filosofía de Aristóteles en la corriente escolástica del siglo XIII y por representar su obra una síntesis entre el pensamiento cristiano y el espíritu crítico del pensamiento aristotélico. A lo largo de la historia se le han atribuido obras espurias, que con el paso del tiempo han dejado de ser consideradas de su autoría. Así, sus obras se encuentran divididas en:

  • Tres síntesis teológicas, o summas.
  • Nueve tratados en la forma de disputas académicas.
  • Doce disputas quodlibetales.
  • Nueve exégesis sobre las Sagradas Escrituras.
  • Una colección de glosas de los Padres de la Iglesia sobre los Evangelios conocida como Catena aúrea.
  • Once exposiciones sobre los trabajos de Aristóteles
  • Dos exposiciones de trabajos de Boecio.
  • Dos exposiciones de trabajos de Proclo.
  • Cinco trabajos polémicos.
  • Cinco opiniones expertas, o responsa.
  • Quince letras sobre teología, filosofía o temas políticos.
  • Un texto litúrgico.
  • Dos oraciones famosas.
  • Aproximadamente 85 sermones.
  • Ocho tratados sobre teología.

Pensamiento[editar código · editar][editar]

Fe y razón[editar código · editar][editar]

El pensamiento de Tomás de Aquino parte de la superioridad de las verdades de la teología respecto a las racionales, por la sublimidad de su fuente y de su objeto de estudio: Dios. Aunque señala que la razón es muy limitada para conocer a Dios, ello no impide demostrar que la filosofía sea un modo de alcanzar conocimientos verdaderos:

En primer lugar porque no contradice a la teología, así lo dice:

Lo naturalmente innato en la razón es tan verdadero que no hay posibilidad de pensar en su falsedad. Y menos aún es lícito creer falso lo que poseemos por la fe, ya que ha sido confirmado por Dios. Luego como solamente lo falso es contrario a lo verdadero, como claramente prueban sus mismas definiciones, no hay posibilidad de que los principios racionales sean contrarios a la verdad de la fe Tomás de Aquino (2007, p. 53)

En segundo lugar, porque es la herramienta natural del hombre para conocer el mundo y el Aquinate, como se ha visto, considera imposible pensar en la falsedad de la razón por lo connatural que no es. No obstante, Tomás señala que de llegarse a una contradicción real y no aparente entre una conclusión de fe y otra racional, la errónea es la de razón puesto que Dios es infalible. Un ejemplo de contradicción aparente se encuentra en la cuestión de la Trinidad:

Tomás, por razón, señala que "Dios es simple", y, por fe, que es "trino", pero para ser trino (que no triple) hace falta ser uno, es decir simple, por lo que fe y razón no se contradicen, sino que la gracia de la fe supone (acepta) y eleva (perfecciona) la naturaleza, racional en este caso.

Ontología[editar código · editar][editar]

Super libros de generatione et corruptione Tomás, como máximo exponente de la figura de Aristóteles, tiene en el ser el punto de partida de su esquema del pensamiento. El Aquinate comienza su ciencia en el ente, que se define como lo que está siendo. Ahí introduce su innovadora distinción entre esencia y existencia. Ya que podemos actualizar interiormente la esencia de un objeto (su figura, sus límites), independientemente de que exista, de que tenga realidad propia, contenido propio, hay que concluir que ambos son principios diferentes. Tomás asocia la esencia, por ser limitación, con la potencia aristotélica, y la existencia, por ser perfección, como acto; en esta independencia de la existencia respecto a la esencia radica la cuestión de la contingencia de los objetos y de toda metafísica en general. Al hilo de ello, Tomás se refiere a Dios, que es plenamente subsistente no-contingente luego su existencia se encuentra en su esencia, se define como el ser propio y absoluto, el Ser, como se verá más adelante.

La siguiente innovación radica en las propiedades inherentes del ser, o trascendentales, que son tres:

Unidad: Un ente, por Principio de no contradicción, es una realidad simple, es decir, incontradictoria. Esto enlaza con lo que dijo Aristóteles:

El Ser y el Uno son la misma cosa Aristóteles Metafísica. Alianza Editorial, 2011, p.112

Verdad: Se dice aquí que todo ente es inteligible, que cualquier ente cabe de ser pensado. La verdad sería pues la propiedad de cognoscibilidad del ente, cosa afirmada por Agustín de Hipona y reforzada por Tomás en su famosa definición:

Conformidad del entendimiento con su principio, las cosas Tomás de Aquino. Suma Teológica Tomo I. BAC, 1947, pg. 639

Bondad: Ya que el mal, por ser mera corrupción, no existe como tal, como ente, no hay ente que sea "malo", así pues, todo ente es bueno, apetecible por la voluntad.

La ontología de Tomás no es, pues, una metafísica de las esencias y de las categorías como venía siendo tiempo atrás sino de algo aún más profundo: del ser mismo ​ lo cual conlleva un punto de vista más real, optimista y exacto.

Conocimiento[editar código · editar][editar]

La teoría del conocimiento de Tomás de Aquino es un rescate de la defendida por Aristóteles. Para ambos el entendimiento toma la forma genérica y substancial de los objetos del exterior (percibida a través de los individuos, plenamente reconocidos por la intencionalidad del esciente) y la abstrae, dando lugar a la especie o universal en acto. En ello radica la diferencia cognoscitiva entre hombre y animal, ya que el universal es un elemento indispensable para toda ciencia, que solo puede alcanzar el hombre.

La novedad de Tomás en este tema reside en su respuesta al problema de los universales. Dicho problema, mencionado primeramente por Porfirio en su Isagoge, analiza el modo de ser del universal. Ya que esta cuestión es de capital importancia antropológica (Está visto arriba), directa o indirectamente las grandes figuras intelectuales de la Edad Media como Agustín de Hipona, Escoto Eriúgena, Anselmo de Canterbury, Pedro Abelardo o Sigerio de Brabante tomaron postura en la polémica. Tomás adoptó la posición llamada realismo moderado y dio la siguiente solución, destacando tres estados reales del universal:​​

  • Ante rem (Anteriores a la cosa): En la mente de Dios, por ser Creador del mismo, como arquetipo de los entes de la realidad material.
  • In re (En la cosa): Como estructura que conforma la especie de un objeto singular. Está mezclado con la materia, por lo que, como tal, en el aspecto sensitivo es potencial e imperceptible.
  • Post Rem (Posteriores a la cosa): Como conceptos lógicos, abstraídos de los entes reales materiales y, necesariamente por lo dicho arriba, inmateriales.

Existencia de Dios[editar código · editar][editar]

En su obra Suma teológica, Tomás sostiene que la existencia de Dios es demostrable, además de responder a las objeciones de hacia su existencia como el problema del mal.

Si el mal existe, Dios existe. Pues no existiría el mal una vez quitado el orden del bien, del cual el mal es privación. Pero este orden no existiría, si no existiera Dios Summa contra Gentiles - Parte III - Cuestión 71

Dios permitiría que hubiera algún tipo de mal si se sacara un bien.​ A pesar del gran optimismo de Tomás respecto a la cognoscibilidad de Dios, este no estaba dispuesto aceptar cualquier vía para demostrar la existencia de Dios. Su realismo aristotélico provocó numerosos enfrentamientos con los agustinistas, y, entre otras cuestiones, con el muy discutido argumento ontológico; es poco menos que impresionante apreciar que Tomás, por defender la verdad, es capaz de negar uno de los pilares doctrinales de un Doctor de la Iglesia, que él, como devoto creyente, considera casi infalible. Tomás, muy por delante de las futuras exposiciones empíricas (Hume y Kant), da dos razones simples y fáciles de entender para negar la conclusión del argumento. Una radica en la evidencia de la idea de Dios:

Que Dios existe, es ciertamente evidente en sí, porque es su mismo ser, pero con respecto a nosotros, Dios no es evidente. Que el todo sea mayor que las partes es, en sí, absolutamente evidente. Pero no lo es para el que no concibe el todo. Y así sucede con nuestro entendimiento Tomás de Aquino (2007, p. 60)

Otra radica en la existencia de la idea de Dios:

Y de que concibamos intelectualmente el significado del término "Dios" no se sigue que Dios sea existente sino concebido en el entendimiento. Y en consecuencia, el ser más perfecto que se pueda pensar no es necesario que se dé fuera del entendimiento Tomás de Aquino (2007, p. 60)

Aquí Tomás distingue "pensar algo como existente" y "pensar algo ya existente", señalando que la existencia que pide Anselmo es necesidad, es un deber-ser meramente intelectual, no existencial.

Cinco Vías[editar código · editar][editar]

Artículos principales: Quinque viae, Argumento cosmológico y Argumento teleológico. Triunfo de Santo Tomás de Aquino por Benozzo Gozzoli.

La demostración de la existencia de Dios, ofrecida en una formulación sintética a través de las así llamadas "Cinco Vías" es un punto breve en la magna obra de Tomás. No obstante, su exposición es tan completa y sistemática que ha hecho sombra a Platón, Aristóteles, Agustín de Hipona o Anselmo de Canterbury y se ha convertido en el modelo de la filosofía clásica respecto a este punto.​ Las Vías tomistas son una demostración de la existencia de Dios a posteriori:

  • La Primera Vía se deduce del movimiento de los objetos. Tomás explica mediante la distinción de acto y potencia, que un mismo ente no puede mover y ser movido al momento, luego todo aquello que se mueve lo hace en virtud de otro. Se inicia, pues, una serie de motores, y esta serie no puede llevarse al infinito, porque no habría un primer motor, ni segundo (es decir, no habría comunicación de movimiento) por lo tanto debe haber un Primer Motor Inmóvil que se identifica con Dios, principio de todo.
  • La Segunda Vía se deduce de la causa eficiente (pues todo objeto sensible está limitado por la forma, de ahí que no sea eterno y sí causado). Se inicia, por lo tanto, una serie de causas análoga a los motores que termina en una Causa Incausada, identificada con Dios, creador de todo.
  • La Tercera Vía se deduce a partir de lo posible. Encontramos que las cosas pueden existir o no, que pueden pensarse como no existentes y por lo tanto son contingentes. Es imposible que las cosas sometidas a la posibilidad de no existir lleven existiendo eternamente pues en algún momento habrían de no existir. Por lo tanto debe haber un Ser Necesario que se identifica con Dios, donde esencia y existencia son una realidad.
  • La Cuarta Vía se deduce de la jerarquía de valores de las cosas. Encontramos que las cosas son más o menos bondadosas, nobles o veraces. Y este "más o menos" se dice en cuanto que se aproxima a lo máximo y (ya que los grados inferiores tienen su causa en algo genéricamente más perfecto) lo máximo ha de ser causa de todo lo que pertenece a tal género. La causa de la bondad y la veracidad se identifica con Dios, el Ser máximamente bueno.
  • La Quinta Vía se deduce a partir del ordenamiento de las cosas. Tomás recuerda cómo los cuerpos naturales, siempre o a menudo, obran intencionadamente con el fin de lo mejor, muchos incluso sin conocimiento. Llegó a decir, fiel a Aristóteles, que cada ente, como causado, debe tener un orden dado, tanto por razón de su forma (esencia) como de su existencia y, remontándonos en la serie de causas finales, esto solo es posible si hay un Ser supremamente inteligente, que es Dios.

Asimismo, Tomás defendió, con gran éxito, frente a Juan Peckham la posibilidad de que el mundo fuera causado y eterno al mismo tiempo, es decir, con término de ser pero no de movimiento físico, demostrando su cercanía con el pensamiento clásico griego:

Porque la causa completa y su efecto son simultáneos. Pero a Dios nunca le falta ningún complemento. Por tanto su efecto siempre puede darse, dado Dios, y así, no es necesario que preceda en duración a su efecto. «Sobre la eternidad del mundo».

Luego Dios se entiende como primer motor, causa primera, ser necesario, ser perfecto y fin último. Muchas de las numerosas críticas a esta propuesta de Tomás se deben a tres fenómenos:

  • Lectura imprecisa
Se le ha criticado que no explicaba la solución a la serie de infinitos, ni la contingencia de los cuerpos o que emplea el principio de razón suficiente y mal​ pero ninguna afirmación es cierta, como se puede ver, estas críticas proceden de una lectura imprecisa de sus escritos.
  • No admitir algunas premisas
Un caso notorio a este respecto es el del científico e intelectual Richard Dawkins quien señaló, entre otros, tres aspectos imposibles de las Cinco Vías:
Que la causalidad habría de aplicarse igualmente a Dios, por ser supuestamente objeto de estudio (y de causa) por lo que no sería tal (citando a Immanuel Kant).
Que también los valores negativos, como "la hediondez", necesitaban de un máximo igualmente, por lo que Dios no sería tal.
Por último, que la omnipotencia de Dios le haría conocedor de su futuro y apto para negarse a sí por lo tanto no sería tal (Richard Dawkins exhibe en otras obras las múltiples contradicciones lógicas de Dios, como las referidas a la omnisciencia, la bondad absoluta, la atemporalidad o su origen).​Las premisas que Dawkins no admite son:
  1. Que la causalidad ha de detenerse necesariamente en un punto incausado, también llamado Dios. Como Dawkins aclara esta premisa asume a priori que Dios es incausado, convirtiéndose en una falacia de petición de principio.
  2. Que la hediondez es una corrupción de la bondad (verdadero valor) en cuanto olfativa.
  3. Por último, que Dios no tiene futuro, no existe término alguno en Él, pues es absolutamente inmutable e inmóvil. Dawkins responde que si Dios es inmutable y atemporal no se puede entender que cambie de opinión como se constata en la Biblia.
  • Error terminológico
Arthur Schopenhauer criticaba que la necesidad era un efecto de un principio. Esa definición, bien conocida por Tomás, se aplica a la analítica lógica, por eso es incompleta. Tomás se refiere a la necesidad como tal de la existencia, que se contiene en la naturaleza divina. También se le ha criticado que dicho Dios no tiene por qué ser el Dios cristiano, sino que podría ser el Uno de Plotino o la Causa Incausada de Aristóteles. A esto hay que decir que el Dios de las Cinco Vías es el ser por esencia, el acto puro y propio que se lee en el Éxodo, capítulo 3, versículo 14: "Yo soy el que es"
Tomás argumentó que Dios es a lo que se denomina como el fundamento de lo que es, luego la proposición "Dios existe" es necesariamente verdadera, porque en ella el sujeto y el predicado son lo mismo.​

"Pues si las cosas, entre sí diversas, coinciden en algo, es necesario que haya alguna causa de tal coincidencia, ya que las cosas diversas no coinciden entre sí por sí mismas. Por eso, cuando entre cosas diversas se encuentra algo común, es necesario que este algo tenga alguna causa. [...] Por lo tanto, es necesario que haya un principio del ser por el que tengan ser las cosas, incluso las más diversas, tanto si son invisibles y espirituales como si son visibles y corporales." Suma teológica, Parte I, Cuestión 65, Artículo 1

Esencia de Dios[editar código · editar][editar]

Santo Tomás de Aquino (1650), de Murillo. Óleo sobre lienzo. 96x68 cm.

Tomás, como se ha visto, dejó claro que (debido a su inmensidad) no podemos contemplar a Dios como tal y señaló que la mejor forma de conocer a Dios sería mediante su Revelación directa: la Biblia, especialmente el Nuevo Testamento, la Tradición apostólica y el Magisterio de la Iglesia.

Sin embargo, desde el punto de vista estrictamente filosófico, se habría de conocer a Dios no mediante dichas fuentes sino del modo en que está ordenada la razón natural: tomando las cosas sensibles (los efectos) y abstraerse a sus principios (la causa) o fines. Una vez realizado ese proceso se establece qué tienen en común y qué no, es decir, las dos Vías del Conocimiento de Dios:

Vía negativa
El Aquinate afirma en su Summa contra gentiles que en Dios no hay composición, violencia, corporeidad o potencia alguna, no porque le falten dichos rasgos y parezca, así, incompleto, sino porque está por encima de todo límite o posibilidad.

De esta manera, eliminando predicados "negativos" obtenemos una imagen más exacta de Dios, que es, por oposición, simple, perfecto, natural, incorpóreo y acto puro.

Vía afirmativa
Se trata de predicar las cualidades de todos aquellos atributos de bondad, veracidad y otros valores "positivos" pues Dios es causa en todo cuanto hay de bueno en la tierra, y por lo tanto, como está dicho en la Cuarta Vía, él es la pura Bondad, Verdad etc...

Este modo de relacionar sujetos entre sí por su parecido, fruto de la proporcionalidad de ciertos predicados es lo que Tomás llama analogía. Aunque es una herramienta definida y empleada como tal por primera vez por Aristóteles, no era sino un aspecto de la sofística sin analizar internamente, de lo cual se ocuparía Tomás. Este distinguió dos clases de analogías:

  • De proporcionalidad
Se da en un conjunto de objetos, con distinta naturaleza por la distinta entidad de estos. Es de forma "horizontal" y según el atributo, puede ser propia o metafórica.
  • De atribución
Se da desde un "primer analogado" activo o un "analogado" pasivo, por lo que es de forma "vertical".

La novedad de Tomás radica no solo en tal distinción sino en emplear este nexo lógico en un campo existencial y sumándole el concepto de "eminencia" (Dios posee el atributo de modo supremo por lo que está absolutamente identificado con tal). La metafísica de Aquino es también platónica, usando el concepto platónico de participación.​ Santo Tomás, que cita a San Agustín a propósito de las Ideas Divinas, enseña que hay en el Espíritu divino una pluralidad de Ideas (Suma Teológ., 1, 15, 2), rechazando la opinión de Platón de que las Ideas están «fuera» de la Mente divina como causas ejemplares (Suma Teol., 1, 15, 1 ad 1). Explica que no quiere decir que haya en Dios una pluralidad de especies accidentales, sino que Dios, conociendo como conoce perfectamente su Esencia, sabe que es imitable (o participable) por una pluralidad de creaturas.

El alma y el cuerpo[editar código · editar][editar]

Artículos principales: Intelecto agente e Intelecto paciente.

La enseñanza filosófica del Aquino sobre la entidad y relación del alma y cuerpo viene recogida, en gran medida, en la respuesta que da al averroísmo y a su Teoría de la unidad del intelecto o entendimiento:

Fruto de la exégesis neoplatónica de Alejandro de Afrodisias de los textos aristotélicos, así como del extremismo teocentrista arábigo, el filósofo árabe Averroes, evolucionando la opinión del verdadero precursor, Avicena, defendió que el intelecto agente, el actualizador del universal, era Alá, y que tal universal el género humano lo asimilaba y hacía ciencia con él en el intelecto posible (que era único para todos) por lo que ninguna alma tenía, como individuo, nada incorpóreo; así pues, ninguna era inmortal. Averroes indicaba que la relación entre entendimiento y alma humana se daba mediante la fantasía, entendida como facultad de conocimiento sensitivo, propia del animal. A esto dicho filósofo añadía, como nos ha dejado constancia Tomás, que ésta era la opinión de Aristóteles, pues él decía que el entendimiento era impasible, inmixto y separado

Para entender la singular energía de Tomás en respuesta a esta opinión habría que caer en la cuenta de dos aspectos de la misma.

Vistos estos puntos se puede entender la energía del Aquinate en responder a Sigerio, pero no lo hace desde el sentimiento y la sofística sino, como se verá, desde el sentido común y la sencillez:

El individuo es hombre porque entiende mediante su entendimiento posible. Si este hombre tiene una fantasía distinta de aquél pero no otro entendimiento posible sino uno idéntico, seguíriase que son dos animales y un único hombre, que es evidentemente imposible, luego no hay un único entendimiento posible Tomás de Aquino (2007, p. 528)

Los fantasmas o imágenes, que son entendidos en potencia, son diversos, lo que da la especie ha de ser uno pues la especie es una y a lo uno corresponde luego el hombre no recibe la especie por los fantasmas Tomás de Aquino (2007, p. 529)

Si el entendimiento posible es algo del alma humana y se multiplica en atención a los individuos, como ya se demostró, por proporción igual será el entendimiento agente, y no uno para todos Tomás de Aquino (2007, p. 554)

Del mismo modo, criticaría que la opinión de Aristóteles no era tal pues él afirmó por escrito que el entendimiento es potencia genérica del alma mediante el cual opina y entiende​ por lo tanto el que esté separado e inmixto se toma respecto a otras potencias del individuo.

A partir del asentimiento de Tomás a el intelectualismo del alma, afirmará, por ser recipiente del universal, que ésta es inmaterial e incorruptible. Respecto al cuerpo, Tomás criticó a Platón de rechazarlo y de afirmar la unión de ambos como accidental, por lo que defendió la unidad sustancial de ambos y su identidad como un solo sujeto.

Para el Aquinate, el dolor es un pasión del alma, siendo la tristeza un dolor interno objeto de un el mal propio.​ Los remedios que da Tomás para la tristeza son actividades delectables del cuerpo (como el baño, el sueño o el llanto) o espirituales (como a contemplación de la verdad) y también la búsqueda de compañía y compasión entre los amigos.

Sobre las herejías[editar código · editar][editar]

Tomás de Aquino pertenecía a la Orden Dominicana que comenzó como una orden dedicada a la conversión de los albigenses y otras facciones heterodoxas, al principio por medios pacíficos; más tarde los albigenses fueron tratados mediante la cruzada albigense. En la Summa theologiae, escribió:

En los herejes hay que considerar dos aspectos: uno, por parte de ellos; otro, por parte de la Iglesia. Por parte de ellos hay en realidad pecado por el que merecieron no solamente la separación de la Iglesia por la excomunión, sino también la exclusión del mundo con la muerte. En realidad, es mucho más grave corromper la fe, vida del alma, que falsificar moneda con que se sustenta la vida temporal. Por eso, si quienes falsifican moneda, u otro tipo de malhechores, justamente son entregados, sin más, a la muerte por los príncipes seculares, con mayor razón los herejes convictos de herejía podrían no solamente ser excomulgados, sino también entregados con toda justicia a la pena de muerte. Suma teológica, Parte II, Cuestión 11, Artículo 3

Si alguno, después de abjurar del error, fuera sorprendido reincidiendo en la herejía que abjuró, la sugerencia de Tomás exige específicamente que los herejes sean entregados al juicio secular.

La Iglesia, por institución del Señor, extiende a todos su caridad; no sólo a los amigos, sino también a los enemigos y perseguidores, a tenor de las palabras de San Mateo: Amad a vuestros enemigos; haced el bien a los que os odian (Mt 5,44). Pues bien, a la caridad incumbe no solamente querer, sino también procurar el bien del prójimo. Pero hay un doble bien. Está, primero, el bien espiritual, que es la salvación del alma, y al cual se encamina principalmente la caridad. Ese bien debe quererlo cualquiera, a los otros por caridad. Por eso, desde este punto de vista, admite la Iglesia a penitencia a los herejes que vuelvan, aunque sean relapsos, pues de este modo los incorpora al camino de la salvación. [...] Mas cuando, admitidos, reinciden, es una muestra de su inconstancia en la fe; por eso, si vuelven, son recibidos a penitencia, pero no hasta el extremo de evitar la sentencia de muerte. Suma teológica, Parte II, Cuestión 11, Artículo 4

En cuanto a los judíos, Tomás argumenta a favor de la tolerancia de sus personas y sus ritos religiosos.

Ley natural[editar código · editar][editar]

Tomás de Aquino tuvo uno de los sistemas éticos mejor desarrollados, tratando temas como la axiología, las pasiones, teoría de la virtud, ética normativa, ética aplicada, derecho y gracia.​ Para Tomás ley es un mandato racional que debe tener como propósito la preservación y promoción del bien común de una comunidad en particular.​ Distingue cuatro tipos de leyes:

  1. La ley eterna, que es el orden que Dios impone al universo entero;
  2. la ley humana, que consiste en todas las reglas aprobadas por los sistemas legales humanos;
  3. la ley divina, que son todos los mandamientos divinos y solo se puede conocer por medio de la revelación;
  4. y por último la ley natural, que es un conjunto de principios morales básicos enraizados en la naturaleza que se pueden conocer mediante la razón.Santo Tomás de Aquino por Pedro Berruguete y Justo de Gante.

La teoría ética y moral de Aquino esta basada en este último principio que tomó del pensamiento estoico.​ Al igual que Aristóteles, para Aquino cada ser actúa por un fin y el ser humano tiene un fin último. El fin último del hombre es el bien de su especie, su plenitud-perfección, alcanzar la felicidad, la cual es imperfecta imperfecta. Para obtenerla debe responderse a su naturaleza, a su forma humana, y que el ser humano entiende a Dios, Sumo Bien, por el dictamen de su intelecto es como llega al bien (del cual da Dios razón) de las cosas.​ Ya que todo ente tiene una forma, con sus límites y medidas, según esas leyes de naturaleza, el hombre alcanza su bien, su virtud. A ello se le llamaría ley natural, que son verdades necesarias que refleja Dios. Luego todos los seres humanos desean la unión contemplativa con Dios y solo la felicidad humana en el cielo es perfecta.

Al igual que John Stuart Mill, Tomás señalo que el bien conduce a acciones que son placenteras, característica necesaria para la felicidad. También diferenció entre el placer intelectual, que es bueno per se; y corporal, que es natural y algunos pueden ser malos pero no per se.​ Por ejemplo, el placer sexual es natural y bueno dentro del matrimonio. Incluso un pecado venial que no sea inconsistente con la razón no es necesariamente malo:

Mas de esto no se sigue malicia moral, como tampoco el sueño en el que está ligado el uso de la razón es moralmente malo si se ha entregado uno a él conforme a la razón, porque también es propio de la misma razón el que a veces se interrumpa su uso. Decimos, sin embargo, que esta ligadura de la razón por el deleite en el acto conyugal, aunque no implique malicia moral, porque no es pecado mortal ni venial, proviene, no obstante, de cierta malicia moral, esto es, del pecado de nuestro primer padre, pues esto no se daba en el estado de inocencia, como consta de lo que ya se ha dicho. Suma teológica, Parte I-II, Cuestión 34, Artículo 1

La visión política del Aquinate es una extensión de su filosofía moral en cuanto a la responsabilidad y autoridad en una comunidad.​ Tomás trata de explicar la ley humana, que varía dependiendo de las circunstancias con base en la ley natural. A diferencia de algunos filósofos políticos, Tomás sostiene que la autoridad humana es la consecuencia lógica del fin natural del ser humano como animal racional y social.​ En consecuencia, la ley positiva, si es contraria a la ley natural, es injusta pues atenta contra el bien del hombre. De este modo, la ley natural expresa la libertad del hombre y exige una ordenación racional de su conducta. Esto explica que, para Tomás de Aquino, la peor forma de gobierno es la tiranía. Tomás de Aquino recoge las virtudes aristotélicas cuya realización está en el justo medio. Esto se ve corroborado, profundizado y trascendido por la revelación cristiana. Según ésta, el compendio de la ética es el amor al prójimo, que es querer el bien de todo hombre. Las virtudes cardinales de Santo Tomás son la prudencia, la justicia, la templanza y la fortaleza.​ Las virtudes teológicas la luz divina, la esperanza y la caridad.

Tomás piensa que un gobierno justo es aquel que se rige por el bien común, siendo la mejor forma de gobierno una monarquía limitada mixta entre la aristocracia y la democracia​ descrito tanto en la Biblia como en la Política de Aristóteles.​ Para el Doctor Angélico, la monarquía no era contraria al republicanismo.

La ética de Aquino fue criticada por Juan Duns Escoto. Él mantuvo que muchas de las llamadas verdades morales inmutables que señala Aquino son contingentes y dependen de la voluntad de Dios, luego la razón y la revelación no coinciden tanto como Tomás creía.​ Guillermo de Ockham también rechazo la ley natural de Aquino como base ética sosteniendo que depende enteramente del mandato divino.​ Immanuel Kant en su obra Crítica de la razón práctica criticó la concepción del bien como base ética en de Aquino afirmando el deber como base moral y que la ley moral viene dada desde dentro del propio individuo.

Guerra justa[editar código · editar][editar]

Esta sección es un extracto de Guerra justa § Tomás de Aquino[editar]

Tomás de Aquino, basándose en San Agustín, escribe al referirse a la guerra justa: "Para que la guerra sea justa, se requieren tres condiciones.

Primera parte de la obra: la autoridad del príncipe bajo cuyo mandato se hace la guerra. No incumbe a la persona particular declarar la guerra, porque puede hacer valer su derecho ante tribunal superior; además, la persona particular tampoco tiene competencia para convocar a la colectividad, cosa necesaria para hacer la guerra. Ahora bien, dado que el cuidado de la república ha sido encomendado a los príncipes, a ellos compete defender el bien público de la ciudad, del reino o de la provincia sometidos a su autoridad. Pues bien, del mismo modo que la defienden lícitamente con la espada material contra los perturbadores internos, castigando a los malhechores, a tenor de las palabras del Apóstol: «No en vano lleva la espada, pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra mal» (Rm 13,4), le incumbe también defender el bien público con la espada de la guerra contra los enemigos externos. Por eso se recomienda a los príncipes: «Librad al pobre y sacad al desvalido de las manos del pecador» (Ps 81,41), y San Agustín, por su parte, en el libro Contra Faust. enseña: «El orden natural, acomodado a la paz de los mortales, postula que la autoridad y la deliberación de aceptar la guerra pertenezca al príncipe»

Segunda: Se requiere causa justa. Es decir, que quienes son atacados lo merezcan por alguna causa. Por eso escribe también San Agustín en el libro Quaest: «Suelen llamarse guerras justas las que vengan las injurias; por ejemplo, si ha habido lugar para castigar al pueblo o a la ciudad que descuida castigar el atropello cometido por los suyos o restituir lo que ha sido injustamente robado» Tercera: Se requiere, finalmente, que sea recta la intención de los contendientes; es decir, una intención encaminada a promover el bien o a evitar el mal. Por eso escribe igualmente San Agustín en el libro De verbis Dom.: "Entre los verdaderos adoradores de Dios, las mismas guerras son pacíficas, pues se promueven no por codicia o crueldad, sino por deseo de paz, para frenar a los malos y favorecer a los buenos". Puede, sin embargo, acontecer que, siendo legítima la autoridad de quien declara la guerra y justa también la causa, resulte, no obstante, ilícita por la mala intención. San Agustín escribe en el libro Contra Faust.: «En efecto, el deseo de dañar, la crueldad de vengarse, el ánimo inaplacado e implacable, la ferocidad en la lucha, la pasión de dominar y otras cosas semejantes, son, en justicia, vituperables en las guerras»

Influencias y repercusiones[editar código · editar][editar]

Vidriera de Santo Tomás de Aquino en la Catedral de Thurles.

Tomás, aun siendo teólogo, destacó por haber leído y estudiado exhaustivamente a todos los intelectuales referenciales del momento, filosóficos incluidos, de ahí que pudiera alcanzar una síntesis tan extensa y consistente. Los materiales para su pensamiento son de muy diverso origen:

En primer lugar de Platón. A él se le debe cierta doctrina de la participación (aún no plenamente metafísica), para explicar la relación entre Dios y las criaturas, así como la cuestión de los grados de perfección. Tomás también conocía a los estoicos como antecedentes de la idea tomista de ley natural.

De Aristóteles coge sus teorías principales, aunque con la perspectiva cristiana del ser, como se ha visto antes. Los conceptos de forma y materia, acto y potencia, substancia y accidentes y Dios como fundamento último de los movimientos de la realidad (primera y quinta Vía). Asume toda su teoría del conocimiento y las bases de su antropología: la concepción formal del alma, su división tripartita, etc. En Ética y Política recoge el concepto y la clasificación aristotélica de la virtud y completa sus aportaciones sobre la ley natural (base del derecho natural, que, aún defendido por John Locke e Inmanuel Kant, es metafísico), y completa estos esquemas con la referencia a la ley eterna y las virtudes teologales (ajenas a la misma cultura griega). Por otra parte, la Lógica la acepta íntegramente desde su juventud.

Del pensamiento musulmán y judío, además de acoger sus comentarios a Aristóteles destaca por su atención a Avicena en su distinción (aún inexacta, debido a su esencialismo) entre esencia y existencia, y en la formulación de la Tercera Vía. Por otro lado, de Maimónides recoge la defensa de la creación de la nada y su modo de entender las relaciones entre la fe y la razón. En cuanto a lo cristiano, es fundamental recordar su adhesión inquebrantable a la Biblia, los Decretos de los Concilios y los Papas (destaca Gregorio Magno por sus tratados morales y pastorales). Entre los Padres de la Iglesia destaca, eminentemente, Agustín de Hipona en la relación de los atributos de Dios, la idea de la creación o la tesis de la inmaterialidad del alma, la cuestión de la Trinidad entre muchas otras (afinadas por su aristotelismo)

De otros neoplatónicos como Pseudo Dionisio Areopagita asume los aspectos neoplatónicos de sus obras, como el concepto de participación y las grados de perfecciones, en clave teológica. De Boecio, sus aportes a los dogmas trinitarios y cristológicos. Alberto Magno, en último lugar, le introduje en el conocimiento de Aristóteles y le inició en la cuestión de los trascendentales.

Respecto a su influencia posterior, Tomás jugó un papel capital, nunca antes visto en la Iglesia católica, como referencia y modelo de pensamiento, tanto en la Inquisición como en el Concilio de Trento. En el siglo XV sus seguidores son muy diversos: el canciller Juan Gerson, el inquisidor Tomás de Torquemada y Girolamo Savonarola. En el siglo XVI defienden su doctrina y figura el papa Pío V (que lo nombró Doctor de la Iglesia) y un buen número de distinguidos españoles como el fundador de la Compañía de Jesús Ignacio de Loyola (cuya lectura él decreta en el Cap. 14, punto 4° de las Constituciones​), el Doctor místico Juan de la Cruz (que emplea constantemente sus principios para explicar los mecanismos espirituales), el cardenal Tomás Cayetano, Francisco de Vitoria y Domingo de Soto. Más tarde, asentando la reforma contra el protestantismo en el siglo XVII, destacan el obispo Francisco de Sales, Juan de Santo Tomás, Francisco Suárez y Domingo Báñez.

En el siglo XVIII, a pesar de la poderosa aparición del racionalismo y, a raíz de él, el empirismo (entre ilustrados) y ontologismo (entre católicos como Nicolas de Malebranche) cabe mencionar las aportaciones del cardenal Juan Tomás de Boxadors y los obispos Alfonso María de Ligorio y Jacques Bossuet. La descripción de la ley natural de Tomás de Aquino se convirtió en la enseñanza moral católica y fue ampliamente adoptada por los éticos no católicos anteriores al siglo XIX.​ Durante la Ilustración, el tomismo fue visto en términos despectivos como tradicionalismo.

Ante las nuevas corrientes intelectuales como el idealismo romántico, nihilismo vitalista, filosofía de la conciencia (Henri Bergson) y Fenomenología, así como una rama fideísta ultra-católica (Louis Eugène Marie Bautain, Louis de Bonald y el joven Félicité Robert de Lamennais), la Iglesia católica recomendó directamente a Tomás para un estudio veraz, acorde a la fe católica. Según William Inge, Tomás «está más cerca de Plotino que del verdadero Aristóteles».​ Ya en el siglo XIX, el filósofo Bertrant Russell criticó su filosofía por tener poco del verdadero espíritu filosófico: «No se dispone a seguir, como el Sócrates platónico, adonde quiera que su argumento le pueda llevar. [...] Antes de empezar a filosofar ya conoce la verdad; está declarada en la fe católica. [...] No puedo, consiguientemente, admitir que merezca ser colocado en el mismo plano de los mejores filósofos de Grecia o de los tiempos modernos».​ Anthony Kenny criticó a Russell de hacer lo mismo, ya que en el libro Principia Mathematica toma cientos de páginas para demostrar que dos y dos son cuatro, algo que ya creía toda su vida.

Tomás es recomendado por los papas León XIII (es famoso por su encíclica Aeterni Patris) y Pío X (destacó su motu propio Doctoris Angelici) con el apoyo de los cardenales Désiré Félicien-François-Joseph Mercier, Tomás Zigliara y Zeferino González, al tiempo que surgen los grandes inspiradores del neotomismo: Pierre Mandonnet y Ambroise Gardeil. Y, al fin, en el siglo XX se trata de los papas Pío XI (Studiorum Ducem), Juan Pablo II (formado en el Angelicum) el canciller Etienne Gilson, Josef Pieper, Reginald Garrigou-Lagrange, Jacques Maritain, Antonin-Dalmace Sertillanges y Sebastiaan Tromp. Alasdair MacIntyre afirma que la síntesis de Tomás de Aquino del pensamiento de San Agustín con el de Aristóteles es más profundo que otras teorías modernas.

En la Iglesia en general, es la referencia de los Concilios Trento y Vaticano I (en la constitución Dei Filius), a la vez que se coloca como paradigma de estudios en general en el Vaticano II (se vuelve a nombrar como autoridad a seguir en cuestiones especulativas y metafísicas​) y en el Código de Derecho Canónico (can. 589 y 1366). De hecho, hoy, numerosos escritos de los Papas vuelven constantemente a él.

Figura en el Calendario de Santos Luterano.

Tomás de Aquino (en italiano, Tommaso d'Aquino; Roccasecca,​ Italia, 1224/1225-Abadía de Fossanova, 7 de marzo de 1274), fraile, teólogo y filósofo católico perteneciente a la Orden de Predicadores, es considerado el principal representante de la enseñanza escolástica​ y una de las mayores figuras de la teología sistemática.​ En materia de metafísica, su obra representa una de las fuentes más citadas del siglo XIII además de ser punto de referencia de las escuelas del pensamiento tomista y neotomista. La Iglesia católica lo nombra Doctor Angélico, Doctor Común y Doctor de la Humanidad y considera su obra fundamental para los estudios de filosofía y teología. Fue el principal defensor clásico de la teología natural.

Fue popular por su aceptación y comentarios sobre las obras de Aristóteles, señalando en qué eran compatibles con la fe católica. Asimismo, recibió influencias del platonismo de Agustín de Hipona, y aristotelismo de Averroes y de Maimónides, a quienes tomaba como autoridades. Sus obras más conocidas son la Summa theologiae, compendio de la doctrina católica en la cual trata 495 cuestiones divididas en artículos, y la Summa contra gentiles, compendio de apología filosófica de la fe católica, que consta de 410 capítulos agrupados en cuatro libros, redactado a petición de Raimundo de Peñafort.

A Tomás se le debe un rescate y reinterpretación de la metafísica y una obra de teología monumental,​​​​ así como una teoría del Derecho que sería muy consultada posteriormente.​ Canonizado en 1323, fue declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y santo patrón de las universidades y centros de estudio católicos en 1880. Su festividad se celebra el 28 de enero. El filósofo inglés Anthony Kenny considera que Tomás es "uno de los más grandes filósofos del mundo occidental".

Índice[editar]

Vida[editar código · editar][editar]

Juventud[editar código · editar][editar]

Tentación de Santo Tomás (1632) por Diego Velázquez.

Tomás de Aquino nació en 1224 o 1225 en el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, en el seno de una numerosa y noble familia de sangre germana.​ Su padre, Landolfo, descendiente a su vez de los condes de Aquino, estaba emparentado con el emperador Federico II. Su madre, Teodora, era hija de los condes de Taete y Chieti. Fue el menor de nueve hermanos. Antes de que naciera, se dice que un santo ermitaño, llamado Bonus, compartió a su madre la predicción de que su hijo se haría dominico y alcanzaría su santidad.​​

Cumplidos los cinco años, Tomás recibió sus primeras enseñanzas en la abadía de Montecasino, de la que un tío suyo era abad. Sus biógrafos Guillermo de Tocco, Bernardo Guido y Pedro Calo destacan cómo fue su singular y temprana devoción al señalar cómo, desde bebé, se aferraba fuertemente a un papiro que tenía escrito el Ave María.​ Comenzó entonces su aprendizaje de gramática, moral, música y religión hasta que en 1239 el emperador Federico II decretara la expulsión de los monjes. Entonces, el joven Tomás continuó su educación en la Universidad de Nápoles donde el estudio de las artes liberales, el currículo educativo de la época, lo puso en contacto con los principios de la lógica aristotélica. A la edad de diecinueve años, Tomás decidió unirse a la recién fundada Orden Dominica, opinión que no complació a su familia.

Tomás estuvo prisionero durante casi un año en los castillos familiares de Monte San Giovanni y Roccasecca en un intento de evitar que asumiera el hábito dominico y de obligarlo a renunciar a su nueva aspiración. Pasó este tiempo de prueba dando clases particulares a sus hermanas y comunicándose con miembros de la Orden Dominica.​ Los familiares se desesperaron por disuadir a Tomás, que seguía decidido a unirse a los dominicanos. En un momento, dos de sus hermanos recurrieron a la medida de contratar a una prostituta para seducirlo. Según la leyenda, Tomás la alejó empuñando un hierro de fuego y dos ángeles se le aparecieron mientras dormía y fortaleció su determinación de permanecer célibe. Al ver que todos sus intentos de disuadir a Tomás habían fracasado, Teodora buscó salvar la dignidad de la familia haciendo que Tomás escapara por la ventana durante la noche.

En 1244, gracias a la amistad que había trabado con el Maestro General Juan de Wildeshausen, ingresó en la Orden Dominicana hacia cuya vida austera e intelectual se sentía atraído desde haberlos conocido anteriormente en un convento de Nápoles. La decisión contrarió a su familia, que había planificado que este sucediera a su tío al frente de la abadía de Montecasino. Enterados de que Tomás se dirigiría a Roma para iniciarse en los estudios del noviciado, sus hermanos lo raptaron y retuvieron durante más de un año en el castillo de Roccasecca con la intención de disuadirlo de su ingreso en la orden. Tras haber sido tentado varias veces, logró huir del castillo trasladándose a París para alejarse de su familia. El Aquinate sorprendió a los frailes cuando estos vieron que se había dedicado a leer y memorizar la Biblia y las Sententias de Pedro Lombardo, incluso había comentado un apartado de las Refutaciones sofísticas de Aristóteles que eran las referencias para los estudios de la época.

Formación universitaria[editar código · editar][editar]

La Universidad de París era ideal para las aspiraciones del joven Tomás, por su marcada predisposición al Trivium (ya tradicional en París) y por sus escuelas de teología. Tuvo por maestros más destacados a Alejandro de Hales y a Alberto Magno, ambos acogedores de la doctrina aristotélica (especialmente el segundo). Entre sus compañeros estaba Buenaventura de Fidanza con quien mantuvo una singular relación de amistad, aunque también de cierta polémica intelectual. Antes de que Tomás acabara los estudios, Alberto Magno, sorprendido por el entendimiento de su alumno napolitano, le encarga un Acto escolástico, y a sus fortísimos argumentos el alumno responde con perfecta distinción, deshaciendo el discurso de su maestro y futuro Doctor de la Iglesia, el cual dijo a la asamblea:

Vosotros llamáis a éste el Buey mudo, pero yo os aseguro que este Buey dará tales mugidos con su saber que resonarán por el mundo entero Barbado Viejo, F. Introducción General en Tomás de Aquino Suma teológica Tomo I. BAC 1947, p.12

Alberto Magno, seguro del potencial del novicio, se llevó a este consigo, a Colonia, a enseñarle y estudiar profundamente las obras de Aristóteles, que ambos habrían de defender posteriormente. En esa época Tomás fue ordenado sacerdote. Tomás volvería a París en 1252 para continuar sus estudios, pero encontraría una fuerte oposición a las Órdenes mendicantes, liderada por los profesores seculares, que perseguían el abandono de la Universidad, en señal de protesta contra el encarcelamiento de alumnos delincuentes. Pero el objeto último de su ira eran los maestros mendicantes: su singular pobreza, constancia y hábito de estudio llenaba sus clases de alumnos (véase el caso de Alberto Magno) y ponía en evidencia a los seculares.

El punto álgido de aquel enfrentamiento, que llegó a amenazar la vida de los mendicantes, llegó cuando el doctor Guillermo de Saint Amour publicó sus tratados, Libro del anticristo y sus ministros y Contra los peligros de los novísimos tiempos. Tomás escribió en octubre de 1256, unos meses más tarde del segundo panfleto de San Amour, Contra los que impugnan el culto divino y, el papa Alejandro IV, ese mismo mes, excomulgaría a San Amour, prohibiéndole la enseñanza y los sacramentos. El joven napolitano contaría, a raíz de su respuesta a Saint Amour, con la confianza papal en cuestiones teológicas, y se le asignó la revisión del Libro introductorio al Evangelio eterno, de influencias joaquinistas.

Enseñanza universitaria[editar código · editar][editar]

Detalle de Tomás de Aquino en el Políptico Valle Romita de Gentile da Fabriano.

Tras aquella destacada actuación se le concedió el doctorado con la excepcional edad de 31 años, por lo cual, en 1256 ejerce como maestro de Teología en la Universidad de París. Allí escribe varios opúsculos de gran profundidad metafísica, como De ente et essentia y su primera Summa o compendio de saber: el Scriptum super Sententias. Además, goza del puesto de consejero personal del Rey Luis IX de Francia.

En junio de 1259, Tomás es llamado a Valenciennes, junto con Alberto Magno y Pedro de Tarentaise (futuro papa Inocencio V), para organizar los estudios de la Orden, aprovechando que tenía que trasladarse a su Italia natal. Estuvo durante un periodo de diez años enseñando en Nápoles, Orvieto, Roma y Viterbo. En esta época, Tomás termina la Summa contra gentiles, que sería la guía de apología de la Orden en España, encarga la traducción de numerosas obras de Aristóteles a su amigo erudito Guillermo de Moerbeke, para evitar ciertos errores de interpretación cometidos por los árabes, y comienza la redacción de la Summa Theologiae. Es menester señalar que el papa Urbano IV lo nombró consejero personal, y que le encargó la Catena aurea (Comentario a los cuatro Evangelios), el Oficio y misa propia del Corpus Christi y la revisión del libro Sobre la fe en la Santísima Trinidad, atribuido al obispo Nicolás de Durazzo.

El Aquinate fue enviado de vuelta a París, debido a la gran oposición que se había alzado en contra de su figura y doctrina. Esta época, por ser la última, es la más madura y fecunda del Aquinate pues se enfrentaría a tres brazos del pensamiento: los idealistas agustinistas, encabezados por Juan Peckham, los seculares antimendicantes, dirigidos por Gerardo de Abbeville y, por último los averroístas, cuya figura visible era Sigerio de Brabante. Tomás ya había asumido públicamente, numerosas ideas aristotélicas y completó las Exposiciones de las más destacadas obras de Aristóteles, del Evangelio de Juan y de las Cartas de Pablo el apóstol. Por otro lado, escribe sus famosas cuestiones disputadas de ética y algunos opúsculos en respuesta a Juan Peckham y Nicolás de Lisieux, al tiempo que terminaba la segunda parte de la Summa Theologiae.

Pero su gran lucha vino contra los averroístas: Sigerio de Brabante, máxima figura de la Facultad de Artes, había manifestado en sus clases (no en sus obras, de lógica y física, como el Sophisma y su comentario a la Física de Aristóteles) que el hombre no tenía naturaleza espiritual por lo que la razón podía contradecir la fe sin dejar ambas de ser verdaderas. Tomás, líder indiscutible de la Facultad de Teología, respondería ese mismo año con su De unitate intellectus contra averroistas terminando dicho opúsculo con esta declaración:

He aquí nuestra refutación del error. No está basada en documentos de fe sino de razón, y en los asertos de los filósofos. Si hay, pues, alguien que, orgullosamente engreído en su supuesta ciencia, quiera desafiar lo escrito, que no lo haga en un rincón o ante niños, sino que responda públicamente si se atreve. Él me encontrará frente a sí, y no sólo al mísero de mí, sino a muchos otros que estudian la verdad. Daremos batalla a sus errores o curaremos su ignorancia GK Chesterton Santo Tomás de Aquino. Espasa-Calpe 1941, p.84

Tras este desafío singular se dice, pues no consta entre sus biógrafos, que ambos se enfrentaron públicamente​ y no sería descabellado, ya que Tomás había disputado con, por ejemplo, Peckham ante la universidad​ pero lo históricamente válido es que Tomás salió ampliamente victorioso tras la publicación del opúsculo, ya que, en primer lugar, Siger se retractó de muchas cuestiones en su De anima intellectiva, y en segundo lugar, el obispo de París, Esteban Tempier condenaría a los pocos meses hasta trece cuestiones esenciales del averroísmo, lo que provocó una gran huelga en la Facultad de Artes.

Regreso y muerte[editar código · editar][editar]

Estatua de santo Tomás de Aquino, ubicada en Santiago de Chile.

Terminada su labor en Francia, se le encargó la fundación de un nuevo capítulo provincial en Nápoles. Antes de ello, Tomás visitó a su familia y a sus amigos, el cardenal Anibaldo degli Anibaldi y el abad de Montecassino Bernard Ayglier.

En Nápoles debe destacarse que fue recibido como un rey, así como la numerosa correspondencia que mantuvo, respondiendo dudas al mismo Bernard Ayglier entre muchos otros. Sin embargo, tan pronto comenzó la tercera parte de la Summa Theologiae tuvo una singular experiencia mística (ya las había tenido antes, está bien documentado​) tras la cual se le haría imposible escribir:

Me han sido reveladas semejantes cosas que lo que he escrito me parece paja. Forment (2005, p. 21)

No obstante, accedió a la invitación del papa Gregorio X de asistir al Concilio de Lyon II. Sin embargo, enfermó repentinamente y tuvieron que acogerle en la abadía de Fossanova. Tomás murió haciendo una enérgica profesión de fe el 7 de marzo de 1274, cerca de Terracina. Posteriormente, el 28 de enero de 1369, sus restos mortales fueron trasladados a Tolosa de Languedoc, fecha en la que la Iglesia católica lo celebra.

La importancia y la gravitación política de Tomás de Aquino fue de tal magnitud, que aun existen dudas acerca de la causa de su muerte. Ciertamente, se ha escrito sobre un posible envenenamiento por orden del rey de Sicilia, Carlos de Anjou, según una afirmación sostenida por Dante Alighieri en el Purgatorio de la Divina Comedia,​ epopeya escrita entre 1304 y 1321.

Después de su muerte, algunas tesis de Tomás de Aquino, confundidas entre las averroístas, fueron incluidas en una lista de 219 tesis condenadas por el obispo de París, Étienne Tempier, en la Universidad de París en 1277. A pesar de ello, tras varias profecías y milagros​ documentados con numerosos testimonios, Tomás de Aquino fue canonizado casi a los 50 años de su muerte, el 18 de enero de 1323. Las condenas de 1277 fueron inmediatamente levantadas en lo que respecta a Tomás de Aquino el 14 de febrero de 1325.

Tomás de Aquino es uno de los intelectuales más profundos, sistemáticos y fecundos de la Historia.

Obra[editar código · editar][editar]

Artículo principal: Anexo:Bibliografía de Tomás de Aquino Super Physicam Aristotelis, 1595

La obra escrita de Tomás de Aquino es inmensa: teniendo en cuenta que murió con cuarenta y nueve años y considerando que al mismo tiempo llegaría a recorrer unos 10 000 kilómetros en viajes a pie, se comprende que su obra sea calificada por algunos como una hazaña inigualable. Josef Pieper comentaba:

Apenas puede creerse todo lo que escribió los últimos años en París Josef Pieper Doce lecciones sobre tomismo Ed. Rialp 1948, p. 27

Sus obras más extensas, y generalmente consideradas más importantes y sistemáticas, son sus tres síntesis teológicas o Summas: Summa Theologiae, Summa contra Gentiles y su Scriptum super Sententias. Aunque el interés y la temática principal siempre es teológico, su obra abarca igualmente comentarios de obras filosóficas, polémicas o litúrgicas. Resulta especialmente conocido por ser uno de los principales introductores de la filosofía de Aristóteles en la corriente escolástica del siglo XIII y por representar su obra una síntesis entre el pensamiento cristiano y el espíritu crítico del pensamiento aristotélico. A lo largo de la historia se le han atribuido obras espurias, que con el paso del tiempo han dejado de ser consideradas de su autoría. Así, sus obras se encuentran divididas en:

Pensamiento[editar código · editar][editar]

Fe y razón[editar código · editar][editar]

El pensamiento de Tomás de Aquino parte de la superioridad de las verdades de la teología respecto a las racionales, por la sublimidad de su fuente y de su objeto de estudio: Dios. Aunque señala que la razón es muy limitada para conocer a Dios, ello no impide demostrar que la filosofía sea un modo de alcanzar conocimientos verdaderos:

En primer lugar porque no contradice a la teología, así lo dice:

Lo naturalmente innato en la razón es tan verdadero que no hay posibilidad de pensar en su falsedad. Y menos aún es lícito creer falso lo que poseemos por la fe, ya que ha sido confirmado por Dios. Luego como solamente lo falso es contrario a lo verdadero, como claramente prueban sus mismas definiciones, no hay posibilidad de que los principios racionales sean contrarios a la verdad de la fe Tomás de Aquino (2007, p. 53)

En segundo lugar, porque es la herramienta natural del hombre para conocer el mundo y el Aquinate, como se ha visto, considera imposible pensar en la falsedad de la razón por lo connatural que no es. No obstante, Tomás señala que de llegarse a una contradicción real y no aparente entre una conclusión de fe y otra racional, la errónea es la de razón puesto que Dios es infalible. Un ejemplo de contradicción aparente se encuentra en la cuestión de la Trinidad:

Tomás, por razón, señala que "Dios es simple", y, por fe, que es "trino", pero para ser trino (que no triple) hace falta ser uno, es decir simple, por lo que fe y razón no se contradicen, sino que la gracia de la fe supone (acepta) y eleva (perfecciona) la naturaleza, racional en este caso.

Ontología[editar código · editar][editar]

Super libros de generatione et corruptione Tomás, como máximo exponente de la figura de Aristóteles, tiene en el ser el punto de partida de su esquema del pensamiento. El Aquinate comienza su ciencia en el ente, que se define como lo que está siendo. Ahí introduce su innovadora distinción entre esencia y existencia. Ya que podemos actualizar interiormente la esencia de un objeto (su figura, sus límites), independientemente de que exista, de que tenga realidad propia, contenido propio, hay que concluir que ambos son principios diferentes. Tomás asocia la esencia, por ser limitación, con la potencia aristotélica, y la existencia, por ser perfección, como acto; en esta independencia de la existencia respecto a la esencia radica la cuestión de la contingencia de los objetos y de toda metafísica en general. Al hilo de ello, Tomás se refiere a Dios, que es plenamente subsistente no-contingente luego su existencia se encuentra en su esencia, se define como el ser propio y absoluto, el Ser, como se verá más adelante.

La siguiente innovación radica en las propiedades inherentes del ser, o trascendentales, que son tres:

Unidad: Un ente, por Principio de no contradicción, es una realidad simple, es decir, incontradictoria. Esto enlaza con lo que dijo Aristóteles:

El Ser y el Uno son la misma cosa Aristóteles Metafísica. Alianza Editorial, 2011, p.112

Verdad: Se dice aquí que todo ente es inteligible, que cualquier ente cabe de ser pensado. La verdad sería pues la propiedad de cognoscibilidad del ente, cosa afirmada por Agustín de Hipona y reforzada por Tomás en su famosa definición:

Conformidad del entendimiento con su principio, las cosas Tomás de Aquino. Suma Teológica Tomo I. BAC, 1947, pg. 639

Bondad: Ya que el mal, por ser mera corrupción, no existe como tal, como ente, no hay ente que sea "malo", así pues, todo ente es bueno, apetecible por la voluntad.

La ontología de Tomás no es, pues, una metafísica de las esencias y de las categorías como venía siendo tiempo atrás sino de algo aún más profundo: del ser mismo ​ lo cual conlleva un punto de vista más real, optimista y exacto.

Conocimiento[editar código · editar][editar]

La teoría del conocimiento de Tomás de Aquino es un rescate de la defendida por Aristóteles. Para ambos el entendimiento toma la forma genérica y substancial de los objetos del exterior (percibida a través de los individuos, plenamente reconocidos por la intencionalidad del esciente) y la abstrae, dando lugar a la especie o universal en acto. En ello radica la diferencia cognoscitiva entre hombre y animal, ya que el universal es un elemento indispensable para toda ciencia, que solo puede alcanzar el hombre.

La novedad de Tomás en este tema reside en su respuesta al problema de los universales. Dicho problema, mencionado primeramente por Porfirio en su Isagoge, analiza el modo de ser del universal. Ya que esta cuestión es de capital importancia antropológica (Está visto arriba), directa o indirectamente las grandes figuras intelectuales de la Edad Media como Agustín de Hipona, Escoto Eriúgena, Anselmo de Canterbury, Pedro Abelardo o Sigerio de Brabante tomaron postura en la polémica. Tomás adoptó la posición llamada realismo moderado y dio la siguiente solución, destacando tres estados reales del universal:​​

Existencia de Dios[editar código · editar][editar]

En su obra Suma teológica, Tomás sostiene que la existencia de Dios es demostrable, además de responder a las objeciones de hacia su existencia como el problema del mal.

Si el mal existe, Dios existe. Pues no existiría el mal una vez quitado el orden del bien, del cual el mal es privación. Pero este orden no existiría, si no existiera Dios Summa contra Gentiles - Parte III - Cuestión 71

Dios permitiría que hubiera algún tipo de mal si se sacara un bien.​ A pesar del gran optimismo de Tomás respecto a la cognoscibilidad de Dios, este no estaba dispuesto aceptar cualquier vía para demostrar la existencia de Dios. Su realismo aristotélico provocó numerosos enfrentamientos con los agustinistas, y, entre otras cuestiones, con el muy discutido argumento ontológico; es poco menos que impresionante apreciar que Tomás, por defender la verdad, es capaz de negar uno de los pilares doctrinales de un Doctor de la Iglesia, que él, como devoto creyente, considera casi infalible. Tomás, muy por delante de las futuras exposiciones empíricas (Hume y Kant), da dos razones simples y fáciles de entender para negar la conclusión del argumento. Una radica en la evidencia de la idea de Dios:

Que Dios existe, es ciertamente evidente en sí, porque es su mismo ser, pero con respecto a nosotros, Dios no es evidente. Que el todo sea mayor que las partes es, en sí, absolutamente evidente. Pero no lo es para el que no concibe el todo. Y así sucede con nuestro entendimiento Tomás de Aquino (2007, p. 60)

Otra radica en la existencia de la idea de Dios:

Y de que concibamos intelectualmente el significado del término "Dios" no se sigue que Dios sea existente sino concebido en el entendimiento. Y en consecuencia, el ser más perfecto que se pueda pensar no es necesario que se dé fuera del entendimiento Tomás de Aquino (2007, p. 60)

Aquí Tomás distingue "pensar algo como existente" y "pensar algo ya existente", señalando que la existencia que pide Anselmo es necesidad, es un deber-ser meramente intelectual, no existencial.

Cinco Vías[editar código · editar][editar]

Artículos principales: Quinque viae, Argumento cosmológico y Argumento teleológico. Triunfo de Santo Tomás de Aquino por Benozzo Gozzoli.

La demostración de la existencia de Dios, ofrecida en una formulación sintética a través de las así llamadas "Cinco Vías" es un punto breve en la magna obra de Tomás. No obstante, su exposición es tan completa y sistemática que ha hecho sombra a Platón, Aristóteles, Agustín de Hipona o Anselmo de Canterbury y se ha convertido en el modelo de la filosofía clásica respecto a este punto.​ Las Vías tomistas son una demostración de la existencia de Dios a posteriori:

  • La Primera Vía se deduce del movimiento de los objetos. Tomás explica mediante la distinción de acto y potencia, que un mismo ente no puede mover y ser movido al momento, luego todo aquello que se mueve lo hace en virtud de otro. Se inicia, pues, una serie de motores, y esta serie no puede llevarse al infinito, porque no habría un primer motor, ni segundo (es decir, no habría comunicación de movimiento) por lo tanto debe haber un Primer Motor Inmóvil que se identifica con Dios, principio de todo.
  • La Segunda Vía se deduce de la causa eficiente (pues todo objeto sensible está limitado por la forma, de ahí que no sea eterno y sí causado). Se inicia, por lo tanto, una serie de causas análoga a los motores que termina en una Causa Incausada, identificada con Dios, creador de todo.
  • La Tercera Vía se deduce a partir de lo posible. Encontramos que las cosas pueden existir o no, que pueden pensarse como no existentes y por lo tanto son contingentes. Es imposible que las cosas sometidas a la posibilidad de no existir lleven existiendo eternamente pues en algún momento habrían de no existir. Por lo tanto debe haber un Ser Necesario que se identifica con Dios, donde esencia y existencia son una realidad.
  • La Cuarta Vía se deduce de la jerarquía de valores de las cosas. Encontramos que las cosas son más o menos bondadosas, nobles o veraces. Y este "más o menos" se dice en cuanto que se aproxima a lo máximo y (ya que los grados inferiores tienen su causa en algo genéricamente más perfecto) lo máximo ha de ser causa de todo lo que pertenece a tal género. La causa de la bondad y la veracidad se identifica con Dios, el Ser máximamente bueno.
  • La Quinta Vía se deduce a partir del ordenamiento de las cosas. Tomás recuerda cómo los cuerpos naturales, siempre o a menudo, obran intencionadamente con el fin de lo mejor, muchos incluso sin conocimiento. Llegó a decir, fiel a Aristóteles, que cada ente, como causado, debe tener un orden dado, tanto por razón de su forma (esencia) como de su existencia y, remontándonos en la serie de causas finales, esto solo es posible si hay un Ser supremamente inteligente, que es Dios.

Asimismo, Tomás defendió, con gran éxito, frente a Juan Peckham la posibilidad de que el mundo fuera causado y eterno al mismo tiempo, es decir, con término de ser pero no de movimiento físico, demostrando su cercanía con el pensamiento clásico griego:

Porque la causa completa y su efecto son simultáneos. Pero a Dios nunca le falta ningún complemento. Por tanto su efecto siempre puede darse, dado Dios, y así, no es necesario que preceda en duración a su efecto. «Sobre la eternidad del mundo».

Luego Dios se entiende como primer motor, causa primera, ser necesario, ser perfecto y fin último. Muchas de las numerosas críticas a esta propuesta de Tomás se deben a tres fenómenos:

Se le ha criticado que no explicaba la solución a la serie de infinitos, ni la contingencia de los cuerpos o que emplea el principio de razón suficiente y mal​ pero ninguna afirmación es cierta, como se puede ver, estas críticas proceden de una lectura imprecisa de sus escritos.
Un caso notorio a este respecto es el del científico e intelectual Richard Dawkins quien señaló, entre otros, tres aspectos imposibles de las Cinco Vías:
Que la causalidad habría de aplicarse igualmente a Dios, por ser supuestamente objeto de estudio (y de causa) por lo que no sería tal (citando a Immanuel Kant).
Que también los valores negativos, como "la hediondez", necesitaban de un máximo igualmente, por lo que Dios no sería tal.
Por último, que la omnipotencia de Dios le haría conocedor de su futuro y apto para negarse a sí por lo tanto no sería tal (Richard Dawkins exhibe en otras obras las múltiples contradicciones lógicas de Dios, como las referidas a la omnisciencia, la bondad absoluta, la atemporalidad o su origen).​Las premisas que Dawkins no admite son:
  1. Que la causalidad ha de detenerse necesariamente en un punto incausado, también llamado Dios. Como Dawkins aclara esta premisa asume a priori que Dios es incausado, convirtiéndose en una falacia de petición de principio.
  2. Que la hediondez es una corrupción de la bondad (verdadero valor) en cuanto olfativa.
  3. Por último, que Dios no tiene futuro, no existe término alguno en Él, pues es absolutamente inmutable e inmóvil. Dawkins responde que si Dios es inmutable y atemporal no se puede entender que cambie de opinión como se constata en la Biblia.
Arthur Schopenhauer criticaba que la necesidad era un efecto de un principio. Esa definición, bien conocida por Tomás, se aplica a la analítica lógica, por eso es incompleta. Tomás se refiere a la necesidad como tal de la existencia, que se contiene en la naturaleza divina. También se le ha criticado que dicho Dios no tiene por qué ser el Dios cristiano, sino que podría ser el Uno de Plotino o la Causa Incausada de Aristóteles. A esto hay que decir que el Dios de las Cinco Vías es el ser por esencia, el acto puro y propio que se lee en el Éxodo, capítulo 3, versículo 14: "Yo soy el que es"
Tomás argumentó que Dios es a lo que se denomina como el fundamento de lo que es, luego la proposición "Dios existe" es necesariamente verdadera, porque en ella el sujeto y el predicado son lo mismo.​

"Pues si las cosas, entre sí diversas, coinciden en algo, es necesario que haya alguna causa de tal coincidencia, ya que las cosas diversas no coinciden entre sí por sí mismas. Por eso, cuando entre cosas diversas se encuentra algo común, es necesario que este algo tenga alguna causa. [...] Por lo tanto, es necesario que haya un principio del ser por el que tengan ser las cosas, incluso las más diversas, tanto si son invisibles y espirituales como si son visibles y corporales." Suma teológica, Parte I, Cuestión 65, Artículo 1

Esencia de Dios[editar código · editar][editar]

Santo Tomás de Aquino (1650), de Murillo. Óleo sobre lienzo. 96x68 cm.

Tomás, como se ha visto, dejó claro que (debido a su inmensidad) no podemos contemplar a Dios como tal y señaló que la mejor forma de conocer a Dios sería mediante su Revelación directa: la Biblia, especialmente el Nuevo Testamento, la Tradición apostólica y el Magisterio de la Iglesia.

Sin embargo, desde el punto de vista estrictamente filosófico, se habría de conocer a Dios no mediante dichas fuentes sino del modo en que está ordenada la razón natural: tomando las cosas sensibles (los efectos) y abstraerse a sus principios (la causa) o fines. Una vez realizado ese proceso se establece qué tienen en común y qué no, es decir, las dos Vías del Conocimiento de Dios:

Vía negativa
El Aquinate afirma en su Summa contra gentiles que en Dios no hay composición, violencia, corporeidad o potencia alguna, no porque le falten dichos rasgos y parezca, así, incompleto, sino porque está por encima de todo límite o posibilidad.

De esta manera, eliminando predicados "negativos" obtenemos una imagen más exacta de Dios, que es, por oposición, simple, perfecto, natural, incorpóreo y acto puro.

Vía afirmativa
Se trata de predicar las cualidades de todos aquellos atributos de bondad, veracidad y otros valores "positivos" pues Dios es causa en todo cuanto hay de bueno en la tierra, y por lo tanto, como está dicho en la Cuarta Vía, él es la pura Bondad, Verdad etc...

Este modo de relacionar sujetos entre sí por su parecido, fruto de la proporcionalidad de ciertos predicados es lo que Tomás llama analogía. Aunque es una herramienta definida y empleada como tal por primera vez por Aristóteles, no era sino un aspecto de la sofística sin analizar internamente, de lo cual se ocuparía Tomás. Este distinguió dos clases de analogías:

Se da en un conjunto de objetos, con distinta naturaleza por la distinta entidad de estos. Es de forma "horizontal" y según el atributo, puede ser propia o metafórica.
Se da desde un "primer analogado" activo o un "analogado" pasivo, por lo que es de forma "vertical".

La novedad de Tomás radica no solo en tal distinción sino en emplear este nexo lógico en un campo existencial y sumándole el concepto de "eminencia" (Dios posee el atributo de modo supremo por lo que está absolutamente identificado con tal). La metafísica de Aquino es también platónica, usando el concepto platónico de participación.​ Santo Tomás, que cita a San Agustín a propósito de las Ideas Divinas, enseña que hay en el Espíritu divino una pluralidad de Ideas (Suma Teológ., 1, 15, 2), rechazando la opinión de Platón de que las Ideas están «fuera» de la Mente divina como causas ejemplares (Suma Teol., 1, 15, 1 ad 1). Explica que no quiere decir que haya en Dios una pluralidad de especies accidentales, sino que Dios, conociendo como conoce perfectamente su Esencia, sabe que es imitable (o participable) por una pluralidad de creaturas.

El alma y el cuerpo[editar código · editar][editar]

Artículos principales: Intelecto agente e Intelecto paciente.

La enseñanza filosófica del Aquino sobre la entidad y relación del alma y cuerpo viene recogida, en gran medida, en la respuesta que da al averroísmo y a su Teoría de la unidad del intelecto o entendimiento:

Fruto de la exégesis neoplatónica de Alejandro de Afrodisias de los textos aristotélicos, así como del extremismo teocentrista arábigo, el filósofo árabe Averroes, evolucionando la opinión del verdadero precursor, Avicena, defendió que el intelecto agente, el actualizador del universal, era Alá, y que tal universal el género humano lo asimilaba y hacía ciencia con él en el intelecto posible (que era único para todos) por lo que ninguna alma tenía, como individuo, nada incorpóreo; así pues, ninguna era inmortal. Averroes indicaba que la relación entre entendimiento y alma humana se daba mediante la fantasía, entendida como facultad de conocimiento sensitivo, propia del animal. A esto dicho filósofo añadía, como nos ha dejado constancia Tomás, que ésta era la opinión de Aristóteles, pues él decía que el entendimiento era impasible, inmixto y separado

Para entender la singular energía de Tomás en respuesta a esta opinión habría que caer en la cuenta de dos aspectos de la misma.

Vistos estos puntos se puede entender la energía del Aquinate en responder a Sigerio, pero no lo hace desde el sentimiento y la sofística sino, como se verá, desde el sentido común y la sencillez:

El individuo es hombre porque entiende mediante su entendimiento posible. Si este hombre tiene una fantasía distinta de aquél pero no otro entendimiento posible sino uno idéntico, seguíriase que son dos animales y un único hombre, que es evidentemente imposible, luego no hay un único entendimiento posible Tomás de Aquino (2007, p. 528)

Los fantasmas o imágenes, que son entendidos en potencia, son diversos, lo que da la especie ha de ser uno pues la especie es una y a lo uno corresponde luego el hombre no recibe la especie por los fantasmas Tomás de Aquino (2007, p. 529)

Si el entendimiento posible es algo del alma humana y se multiplica en atención a los individuos, como ya se demostró, por proporción igual será el entendimiento agente, y no uno para todos Tomás de Aquino (2007, p. 554)

Del mismo modo, criticaría que la opinión de Aristóteles no era tal pues él afirmó por escrito que el entendimiento es potencia genérica del alma mediante el cual opina y entiende​ por lo tanto el que esté separado e inmixto se toma respecto a otras potencias del individuo.

A partir del asentimiento de Tomás a el intelectualismo del alma, afirmará, por ser recipiente del universal, que ésta es inmaterial e incorruptible. Respecto al cuerpo, Tomás criticó a Platón de rechazarlo y de afirmar la unión de ambos como accidental, por lo que defendió la unidad sustancial de ambos y su identidad como un solo sujeto.

Para el Aquinate, el dolor es un pasión del alma, siendo la tristeza un dolor interno objeto de un el mal propio.​ Los remedios que da Tomás para la tristeza son actividades delectables del cuerpo (como el baño, el sueño o el llanto) o espirituales (como a contemplación de la verdad) y también la búsqueda de compañía y compasión entre los amigos.

Sobre las herejías[editar código · editar][editar]

Tomás de Aquino pertenecía a la Orden Dominicana que comenzó como una orden dedicada a la conversión de los albigenses y otras facciones heterodoxas, al principio por medios pacíficos; más tarde los albigenses fueron tratados mediante la cruzada albigense. En la Summa theologiae, escribió:

En los herejes hay que considerar dos aspectos: uno, por parte de ellos; otro, por parte de la Iglesia. Por parte de ellos hay en realidad pecado por el que merecieron no solamente la separación de la Iglesia por la excomunión, sino también la exclusión del mundo con la muerte. En realidad, es mucho más grave corromper la fe, vida del alma, que falsificar moneda con que se sustenta la vida temporal. Por eso, si quienes falsifican moneda, u otro tipo de malhechores, justamente son entregados, sin más, a la muerte por los príncipes seculares, con mayor razón los herejes convictos de herejía podrían no solamente ser excomulgados, sino también entregados con toda justicia a la pena de muerte. Suma teológica, Parte II, Cuestión 11, Artículo 3

Si alguno, después de abjurar del error, fuera sorprendido reincidiendo en la herejía que abjuró, la sugerencia de Tomás exige específicamente que los herejes sean entregados al juicio secular.

La Iglesia, por institución del Señor, extiende a todos su caridad; no sólo a los amigos, sino también a los enemigos y perseguidores, a tenor de las palabras de San Mateo: Amad a vuestros enemigos; haced el bien a los que os odian (Mt 5,44). Pues bien, a la caridad incumbe no solamente querer, sino también procurar el bien del prójimo. Pero hay un doble bien. Está, primero, el bien espiritual, que es la salvación del alma, y al cual se encamina principalmente la caridad. Ese bien debe quererlo cualquiera, a los otros por caridad. Por eso, desde este punto de vista, admite la Iglesia a penitencia a los herejes que vuelvan, aunque sean relapsos, pues de este modo los incorpora al camino de la salvación. [...] Mas cuando, admitidos, reinciden, es una muestra de su inconstancia en la fe; por eso, si vuelven, son recibidos a penitencia, pero no hasta el extremo de evitar la sentencia de muerte. Suma teológica, Parte II, Cuestión 11, Artículo 4

En cuanto a los judíos, Tomás argumenta a favor de la tolerancia de sus personas y sus ritos religiosos.

Ley natural[editar código · editar][editar]

Tomás de Aquino tuvo uno de los sistemas éticos mejor desarrollados, tratando temas como la axiología, las pasiones, teoría de la virtud, ética normativa, ética aplicada, derecho y gracia.​ Para Tomás ley es un mandato racional que debe tener como propósito la preservación y promoción del bien común de una comunidad en particular.​ Distingue cuatro tipos de leyes:

  1. La ley eterna, que es el orden que Dios impone al universo entero;
  2. la ley humana, que consiste en todas las reglas aprobadas por los sistemas legales humanos;
  3. la ley divina, que son todos los mandamientos divinos y solo se puede conocer por medio de la revelación;
  4. y por último la ley natural, que es un conjunto de principios morales básicos enraizados en la naturaleza que se pueden conocer mediante la razón.

Santo Tomás de Aquino por Pedro Berruguete y Justo de Gante.

La teoría ética y moral de Aquino esta basada en este último principio que tomó del pensamiento estoico.​ Al igual que Aristóteles, para Aquino cada ser actúa por un fin y el ser humano tiene un fin último. El fin último del hombre es el bien de su especie, su plenitud-perfección, alcanzar la felicidad, la cual es imperfecta imperfecta. Para obtenerla debe responderse a su naturaleza, a su forma humana, y que el ser humano entiende a Dios, Sumo Bien, por el dictamen de su intelecto es como llega al bien (del cual da Dios razón) de las cosas.​ Ya que todo ente tiene una forma, con sus límites y medidas, según esas leyes de naturaleza, el hombre alcanza su bien, su virtud. A ello se le llamaría ley natural, que son verdades necesarias que refleja Dios. Luego todos los seres humanos desean la unión contemplativa con Dios y solo la felicidad humana en el cielo es perfecta.

Al igual que John Stuart Mill, Tomás señalo que el bien conduce a acciones que son placenteras, característica necesaria para la felicidad. También diferenció entre el placer intelectual, que es bueno per se; y corporal, que es natural y algunos pueden ser malos pero no per se.​ Por ejemplo, el placer sexual es natural y bueno dentro del matrimonio. Incluso un pecado venial que no sea inconsistente con la razón no es necesariamente malo:

Mas de esto no se sigue malicia moral, como tampoco el sueño en el que está ligado el uso de la razón es moralmente malo si se ha entregado uno a él conforme a la razón, porque también es propio de la misma razón el que a veces se interrumpa su uso. Decimos, sin embargo, que esta ligadura de la razón por el deleite en el acto conyugal, aunque no implique malicia moral, porque no es pecado mortal ni venial, proviene, no obstante, de cierta malicia moral, esto es, del pecado de nuestro primer padre, pues esto no se daba en el estado de inocencia, como consta de lo que ya se ha dicho. Suma teológica, Parte I-II, Cuestión 34, Artículo 1

La visión política del Aquinate es una extensión de su filosofía moral en cuanto a la responsabilidad y autoridad en una comunidad.​ Tomás trata de explicar la ley humana, que varía dependiendo de las circunstancias con base en la ley natural. A diferencia de algunos filósofos políticos, Tomás sostiene que la autoridad humana es la consecuencia lógica del fin natural del ser humano como animal racional y social.​ En consecuencia, la ley positiva, si es contraria a la ley natural, es injusta pues atenta contra el bien del hombre. De este modo, la ley natural expresa la libertad del hombre y exige una ordenación racional de su conducta. Esto explica que, para Tomás de Aquino, la peor forma de gobierno es la tiranía. Tomás de Aquino recoge las virtudes aristotélicas cuya realización está en el justo medio. Esto se ve corroborado, profundizado y trascendido por la revelación cristiana. Según ésta, el compendio de la ética es el amor al prójimo, que es querer el bien de todo hombre. Las virtudes cardinales de Santo Tomás son la prudencia, la justicia, la templanza y la fortaleza.​ Las virtudes teológicas la luz divina, la esperanza y la caridad.

Tomás piensa que un gobierno justo es aquel que se rige por el bien común, siendo la mejor forma de gobierno una monarquía limitada mixta entre la aristocracia y la democracia​ descrito tanto en la Biblia como en la Política de Aristóteles.​ Para el Doctor Angélico, la monarquía no era contraria al republicanismo.

La ética de Aquino fue criticada por Juan Duns Escoto. Él mantuvo que muchas de las llamadas verdades morales inmutables que señala Aquino son contingentes y dependen de la voluntad de Dios, luego la razón y la revelación no coinciden tanto como Tomás creía.​ Guillermo de Ockham también rechazo la ley natural de Aquino como base ética sosteniendo que depende enteramente del mandato divino.​ Immanuel Kant en su obra Crítica de la razón práctica criticó la concepción del bien como base ética en de Aquino afirmando el deber como base moral y que la ley moral viene dada desde dentro del propio individuo.

Guerra justa[editar código · editar][editar]

Esta sección es un extracto de Guerra justa § Tomás de Aquino[editar]

Tomás de Aquino, basándose en San Agustín, escribe al referirse a la guerra justa: "Para que la guerra sea justa, se requieren tres condiciones.

Primera parte de la obra: la autoridad del príncipe bajo cuyo mandato se hace la guerra. No incumbe a la persona particular declarar la guerra, porque puede hacer valer su derecho ante tribunal superior; además, la persona particular tampoco tiene competencia para convocar a la colectividad, cosa necesaria para hacer la guerra. Ahora bien, dado que el cuidado de la república ha sido encomendado a los príncipes, a ellos compete defender el bien público de la ciudad, del reino o de la provincia sometidos a su autoridad. Pues bien, del mismo modo que la defienden lícitamente con la espada material contra los perturbadores internos, castigando a los malhechores, a tenor de las palabras del Apóstol: «No en vano lleva la espada, pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra mal» (Rm 13,4), le incumbe también defender el bien público con la espada de la guerra contra los enemigos externos. Por eso se recomienda a los príncipes: «Librad al pobre y sacad al desvalido de las manos del pecador» (Ps 81,41), y San Agustín, por su parte, en el libro Contra Faust. enseña: «El orden natural, acomodado a la paz de los mortales, postula que la autoridad y la deliberación de aceptar la guerra pertenezca al príncipe»

Segunda: Se requiere causa justa. Es decir, que quienes son atacados lo merezcan por alguna causa. Por eso escribe también San Agustín en el libro Quaest: «Suelen llamarse guerras justas las que vengan las injurias; por ejemplo, si ha habido lugar para castigar al pueblo o a la ciudad que descuida castigar el atropello cometido por los suyos o restituir lo que ha sido injustamente robado» Tercera: Se requiere, finalmente, que sea recta la intención de los contendientes; es decir, una intención encaminada a promover el bien o a evitar el mal. Por eso escribe igualmente San Agustín en el libro De verbis Dom.: "Entre los verdaderos adoradores de Dios, las mismas guerras son pacíficas, pues se promueven no por codicia o crueldad, sino por deseo de paz, para frenar a los malos y favorecer a los buenos". Puede, sin embargo, acontecer que, siendo legítima la autoridad de quien declara la guerra y justa también la causa, resulte, no obstante, ilícita por la mala intención. San Agustín escribe en el libro Contra Faust.: «En efecto, el deseo de dañar, la crueldad de vengarse, el ánimo inaplacado e implacable, la ferocidad en la lucha, la pasión de dominar y otras cosas semejantes, son, en justicia, vituperables en las guerras»

Influencias y repercusiones[editar código · editar][editar]

Vidriera de Santo Tomás de Aquino en la Catedral de Thurles.

Tomás, aun siendo teólogo, destacó por haber leído y estudiado exhaustivamente a todos los intelectuales referenciales del momento, filosóficos incluidos, de ahí que pudiera alcanzar una síntesis tan extensa y consistente. Los materiales para su pensamiento son de muy diverso origen:

En primer lugar de Platón. A él se le debe cierta doctrina de la participación (aún no plenamente metafísica), para explicar la relación entre Dios y las criaturas, así como la cuestión de los grados de perfección. Tomás también conocía a los estoicos como antecedentes de la idea tomista de ley natural.

De Aristóteles coge sus teorías principales, aunque con la perspectiva cristiana del ser, como se ha visto antes. Los conceptos de forma y materia, acto y potencia, substancia y accidentes y Dios como fundamento último de los movimientos de la realidad (primera y quinta Vía). Asume toda su teoría del conocimiento y las bases de su antropología: la concepción formal del alma, su división tripartita, etc. En Ética y Política recoge el concepto y la clasificación aristotélica de la virtud y completa sus aportaciones sobre la ley natural (base del derecho natural, que, aún defendido por John Locke e Inmanuel Kant, es metafísico), y completa estos esquemas con la referencia a la ley eterna y las virtudes teologales (ajenas a la misma cultura griega). Por otra parte, la Lógica la acepta íntegramente desde su juventud.

Del pensamiento musulmán y judío, además de acoger sus comentarios a Aristóteles destaca por su atención a Avicena en su distinción (aún inexacta, debido a su esencialismo) entre esencia y existencia, y en la formulación de la Tercera Vía. Por otro lado, de Maimónides recoge la defensa de la creación de la nada y su modo de entender las relaciones entre la fe y la razón. En cuanto a lo cristiano, es fundamental recordar su adhesión inquebrantable a la Biblia, los Decretos de los Concilios y los Papas (destaca Gregorio Magno por sus tratados morales y pastorales). Entre los Padres de la Iglesia destaca, eminentemente, Agustín de Hipona en la relación de los atributos de Dios, la idea de la creación o la tesis de la inmaterialidad del alma, la cuestión de la Trinidad entre muchas otras (afinadas por su aristotelismo)

De otros neoplatónicos como Pseudo Dionisio Areopagita asume los aspectos neoplatónicos de sus obras, como el concepto de participación y las grados de perfecciones, en clave teológica. De Boecio, sus aportes a los dogmas trinitarios y cristológicos. Alberto Magno, en último lugar, le introduje en el conocimiento de Aristóteles y le inició en la cuestión de los trascendentales.

Respecto a su influencia posterior, Tomás jugó un papel capital, nunca antes visto en la Iglesia católica, como referencia y modelo de pensamiento, tanto en la Inquisición como en el Concilio de Trento. En el siglo XV sus seguidores son muy diversos: el canciller Juan Gerson, el inquisidor Tomás de Torquemada y Girolamo Savonarola. En el siglo XVI defienden su doctrina y figura el papa Pío V (que lo nombró Doctor de la Iglesia) y un buen número de distinguidos españoles como el fundador de la Compañía de Jesús Ignacio de Loyola (cuya lectura él decreta en el Cap. 14, punto 4° de las Constituciones​), el Doctor místico Juan de la Cruz (que emplea constantemente sus principios para explicar los mecanismos espirituales), el cardenal Tomás Cayetano, Francisco de Vitoria y Domingo de Soto. Más tarde, asentando la reforma contra el protestantismo en el siglo XVII, destacan el obispo Francisco de Sales, Juan de Santo Tomás, Francisco Suárez y Domingo Báñez.

En el siglo XVIII, a pesar de la poderosa aparición del racionalismo y, a raíz de él, el empirismo (entre ilustrados) y ontologismo (entre católicos como Nicolas de Malebranche) cabe mencionar las aportaciones del cardenal Juan Tomás de Boxadors y los obispos Alfonso María de Ligorio y Jacques Bossuet. La descripción de la ley natural de Tomás de Aquino se convirtió en la enseñanza moral católica y fue ampliamente adoptada por los éticos no católicos anteriores al siglo XIX.​ Durante la Ilustración, el tomismo fue visto en términos despectivos como tradicionalismo.

Ante las nuevas corrientes intelectuales como el idealismo romántico, nihilismo vitalista, filosofía de la conciencia (Henri Bergson) y Fenomenología, así como una rama fideísta ultra-católica (Louis Eugène Marie Bautain, Louis de Bonald y el joven Félicité Robert de Lamennais), la Iglesia católica recomendó directamente a Tomás para un estudio veraz, acorde a la fe católica. Según William Inge, Tomás «está más cerca de Plotino que del verdadero Aristóteles».​ Ya en el siglo XIX, el filósofo Bertrant Russell criticó su filosofía por tener poco del verdadero espíritu filosófico: «No se dispone a seguir, como el Sócrates platónico, adonde quiera que su argumento le pueda llevar. [...] Antes de empezar a filosofar ya conoce la verdad; está declarada en la fe católica. [...] No puedo, consiguientemente, admitir que merezca ser colocado en el mismo plano de los mejores filósofos de Grecia o de los tiempos modernos».​ Anthony Kenny criticó a Russell de hacer lo mismo, ya que en el libro Principia Mathematica toma cientos de páginas para demostrar que dos y dos son cuatro, algo que ya creía toda su vida.

Tomás es recomendado por los papas León XIII (es famoso por su encíclica Aeterni Patris) y Pío X (destacó su motu propio Doctoris Angelici) con el apoyo de los cardenales Désiré Félicien-François-Joseph Mercier, Tomás Zigliara y Zeferino González, al tiempo que surgen los grandes inspiradores del neotomismo: Pierre Mandonnet y Ambroise Gardeil. Y, al fin, en el siglo XX se trata de los papas Pío XI (Studiorum Ducem), Juan Pablo II (formado en el Angelicum) el canciller Etienne Gilson, Josef Pieper, Reginald Garrigou-Lagrange, Jacques Maritain, Antonin-Dalmace Sertillanges y Sebastiaan Tromp. Alasdair MacIntyre afirma que la síntesis de Tomás de Aquino del pensamiento de San Agustín con el de Aristóteles es más profundo que otras teorías modernas.

En la Iglesia en general, es la referencia de los Concilios Trento y Vaticano I (en la constitución Dei Filius), a la vez que se coloca como paradigma de estudios en general en el Vaticano II (se vuelve a nombrar como autoridad a seguir en cuestiones especulativas y metafísicas​) y en el Código de Derecho Canónico (can. 589 y 1366). De hecho, hoy, numerosos escritos de los Papas vuelven constantemente a él.

Figura en el Calendario de Santos Luterano.

Véase también[editar código · editar][editar]