Manuel Estrada Cabrera

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Manuel Estrada Cabrera

Manuel Estrada Cabrera

Archivo:Escudo de la Municipalidad de Quetzaltenango.png
Presidente del Ayuntamiento de Quetzaltenango
1891-1892
Presidente Manuel Lisandro Barillas Bercián


Secretario de Estado en el despacho de Gobernación
1892-1897
Presidente José María Reyna Barrios
Sucesor Mariano Cruz


16.º presidente de la República de Guatemala
8 de febrero de 1898-15 de abril de 1920
Predecesor José María Reyna Barrios
Sucesor Carlos Herrera Luna

Información personal
Nombre en español Manuel José Estrada Cabrera Ver y modificar los datos en Wikidata
Apodo Don Manuel;
Cabrera
Nacimiento 21 de noviembre de 1857 Ver y modificar los datos en Wikidata
Quetzaltenango (Guatemala) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 24 de septiembre de 1924 Ver y modificar los datos en Wikidata (66 años)
Ciudad de Guatemala (Guatemala) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Neumonía Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Quetzaltenango Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Guatemalteca
Religión Católico
Familia
Padres Pedro Estrada Monzón y Joaquina Cabrera
Cónyuge Desideria Ocampo
Educación
Educado en Universidad Nacional de Occidente
Información profesional
Ocupación Abogado y notario
Tratamiento Su Excelencia
Partido político Liberal
Distinciones
Firma
Manuel Estrada Cabrera
Información personal
Nombre en español Manuel José Estrada Cabrera Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 21 de noviembre de 1857 Ver y modificar los datos en Wikidata
Quetzaltenango (Guatemala) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 24 de septiembre de 1924 Ver y modificar los datos en Wikidata (66 años)
Ciudad de Guatemala (Guatemala) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Neumonía Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Quetzaltenango Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Guatemalteca
Religión Catolicismo Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Madre Joaquina Cabrera de Estrada Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge Desideria Ocampo Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado en Universidad de San Carlos de Guatemala Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Político, abogado y jurista Ver y modificar los datos en Wikidata
Área Política y derecho Ver y modificar los datos en Wikidata
Cargos ocupados
Distinciones
Firma

Manuel José Estrada Cabrera (Quetzaltenango, 21 de noviembre de 1857 - Ciudad de Guatemala, 24 de septiembre de 1924) fue presidente de Guatemala del 8 de febrero de 1898 al 15 de abril de 1920. Abogado y político guatemalteco, estuvo a cargo del Ministerio de Gobernación y Justicia durante el mandato de José María Reyna Barrios. Al morir asesinado Reyna Barrios, Estrada Cabrera, por ser el primer designado para la sucesión a la presidencia del país, se hizo del poder y se mantuvo allí mediante elecciones fraudulentas por más de dos décadas. «No hay poder judicial; aquí yo solo soy el poder», le dijo al juez Ernesto Asturias Girón, padre del escritor Miguel Ángel Asturias, hacia el final de su mandato. Tan pronto como Estrada Cabrera se hizo cargo de la presidencia, no toleró ningún tipo de oposición y comenzaron a darse una serie de crímenes políticos, torturas en la Penitenciaría Central y fusilamientos de numerosas personas de la oposición.

Durante su gobierno, la United Fruit Company (UFCO) se convirtió en la principal fuerza económica de Guatemala, con grandes concesiones otorgadas por el Gobierno, ya que Estrada Cabrera tenía acciones en la compañía y además estaba interesado en obtener el apoyo de Estados Unidos para evitar un posible ataque de la flota británica;[Nota 2]​ por otra parte, tuvo que mantener al margen a los Gobiernos de México, El Salvador y Nicaragua, que también pretendían influir de manera decisiva en Guatemala. A pesar de esto, es considerado como un administrador eficiente, ya que durante su gobierno la economía de Guatemala se vio afectada por:

  • La deuda con lo bancos británicos mencionada.
  • La construcción del Canal de Panamá, que hizo inútil la construcción del ferrocarril interoceánico en Guatemala.
  • La variabilidad en el precio del café, principal producto de exportación de Guatemala durante los regímenes liberales.
  • Las imposiciones políticas, económicas y militares de Estados Unidos, Inglaterra y Alemania durante la Primera Guerra Mundial.
  • Los terremotos de 1917-18, que destruyeron más de la mitad de la ciudad de Guatemala.

A pesar de ser un civil, Estrada Cabrera logró mantener bajo control a los jefes militares y se ganó la lealtad del Ejército, que incluso luchó bajo su mando contra varios intentos de invasión durante su gobierno.

Fue conocido en su tiempo como «Don Manuel», «Jefe del Partido Liberal», «Excelencia», «Benemérito de la patria» y «Benefactor de la juventud estudiosa» por sus aduladores, o simplemente como «Cabrera» por sus detractores. Tuvo en total 14 hijos reconocidos, 7 varones y 7 mujeres, de los cuales únicamente dos nacieron dentro de su matrimonio con Desideria Ocampo: Diego y Francisco.

Inicios de su carrera política

Gabinete del primer período presidencial del presidente Reyna Barrios
Artículo del periódico La República.
Gabinete del primer período presidencial del presidente Reyna Barrios.
Retratos de los miembros del gabinete de Reyna Barrios aparecidos en el periódico oficial de Guatemala en marzo de 1892, luego de haber ganado las elecciones presidenciales de ese año. En el artículo que se reproduce, el comentarios se hace una pregunta acerca de Estrada Cabrera, ministro de Gobernación; esta interrogante fue más que resuelta el 14 de abril de 1920, cuando el Partido Unionista derrocó a Estrada Cabrera luego de 22 años de estar en el poder.

Estrada Cabrera obtuvo el título de abogado en la Universidad Nacional y luego fue catedrático y decano de la Facultad de Derecho y Notariado de Occidente de dicha Universidad. El presidente Justo Rufino Barrios lo nombró juez de primera instancia de Retalhuleu. En 1891, por sus méritos comunitarios y profesionales, fue electo presidente del Ayuntamiento de Quetzaltenango. Luego, en 1892 cuando el general José María Reyna Barrios tomó posesión como presidente de Guatemala, éste lo nombró como secretario de Gobernación y Justicia; el presidente Reyna Barrios lo designó para el puesto porque quería tener un quetzalteco prominente en su gabinete.[3]

Como ministro, prestó su concurso constante y fue un influyente miembro del gabinete: los siguientes decretos de la Asamblea Legislativa fueron autorizados por él y por el presidente:

  • Decreto 460: por el cual el poder ejecutivo asume el poder público de la nación
  • Decreto 461: por medio del cual se disuelve el Poder Judicial y se nombre presidente de la corte Suprema de Justicia al licenciado Antonio Batres Jáuregui
  • Decreto 527: estableciendo el curso forzoso de los billetes de banco tras el fracaso de la Exposición Centroamericana de 1897.[4]

Y finalmente, luego de que Reyna Barrios eliminara a la Asamblea Legislativa y nombrase una Asamblea Constituyente:

  • Decreto 4: por medio del cual la Asamblea Legislativa prorrogó por cuatro años más, para Reyna Barrios, el período presidencial.[5]

En 1897, Estrada Cabrera tuvo diferencias con Reyna Barrios, por lo que fue alejado del cargo de ministro de Gobernación,[Nota 3]​ pero siguió siendo el primer designado para la Presidencia en caso de que el presidente Reina Barrios falleciera; únicamente la Asamblea Legislativa de 1898 podía retirarle ese privilegio.[6]

Presidencia interina (1898)

Gabinete de la Presidencia Interina:

  • Gobernación y Justicia: Francisco Anguiano
  • Fomento: Antonio Barrios
  • Hacienda: Rafael Salazar
  • Instrucción Pública: Domingo Morales
  • Guerra: Salvador Toledo (cambiado tras unos cuantos meses por Gregorio Contreras)
  • Jefe del Poder Judicial: José Pinto
  • Primer designado a la presidencia: Feliciano Aguilar
  • Segundo designado a la presidencia: Felipe Cruz
—Tomado de: Arévalo Martínez, Rafael. ¡Ecce Pericles!. p. 36. [7]

En 1898, Estrada Cabrera tenía 44 años. Era robusto, de estatura mediana, moreno, de anchas espaldas. El bigote poblado y lacio le daba apariencia plebeya. Ojos negros y sombríos, voz de timbre metálico y era más bien huraño y melancólico. Al mismo tiempo ya se dejaba ver su audacia y carácter. Así lo demostró la misma noche de la muerte de Reina Barrios cuando se plantó frente a los ministros, reunidos en el Palacio de Gobierno para elegir al sucesor: «Señores, háganme favor de firmar este decreto. Como Primer Designado, me corresponde la Presidencia». Su primer decreto fue una amnistía general y el segundo fue reabrir las escuelas, cerradas por Reina Barrios, medidas hábiles con el fin de granjearse la voluntad ciudadana. Por ser Estrada Cabrera casi desconocido en los círculos políticos de la capital nadie pudo prever las características que tendría su gobierno, ni sus intenciones.[8]

Enrique Gómez Carrillo, famoso cronista y periodista guatemalteco. Fue un constante propagandista político de Estrada Cabrera, llegando incluso a batirse en su nombre en Europa.

Convocatoria a elecciones

De la pluma de los literatos de La Idea Liberal, especialmente de la de Gómez Carrillo, salían estas frases de apoyo para la primera elección de Manuel Estrada Cabrera:[9]

«(Estrada Cabrera) es un hombres sincero. También es un hombre convencido, de buena voluntad y de fe entera. Tiene ideas por las cuales lucha y en aras de las cuales se sacrificaría si fuese necesario. Es un hombre.»[10]
«Sus labios forman un contraste con sus ojos. Los ojos siempre brillantes, siempre serenos, revelan la fuerza interior y el dominio de su propia alma. Los labios son bondadosos y sentimentales. La frente es amplia y sin pliegue alguno, frente de hombre estudioso, frente en la cual se refleja la robustez intelectual.»[10]

Y ya cuando la elección estaba próxima:

«Hace dos meses, nuestro candidato era una esperanza; hoy es una realidad. Hace dos meses nos animaba la confianza en sus principios, en su corazón y en su talento. Hoy es su conducta la que acrecienta y fortifica nuestra confianza. Por eso después de haber tenido un candidato que era del partido liberal, tenemos hoy a un candidato que es el de la Patria. Era lo que necesitábamos. Mañana, en fin, cada patriota hará ver hasta donde llega su patriotismo y cada liberal de que matiz es su liberalismo.» [11]

En 1898 la Asamblea Legislativa convocó a la elección de presidente y Estrada Cabrera logró el triunfo gracias a la gran cantidad de soldados y policías que fueron a votar vestidos de civil, a la gran cantidad de familiares analfabetos que éstos llevaron consigo a las urnas, y a la propaganda efectiva que se escribió en el periódico oficial La Idea Liberal. Este último era dirigido por el poeta Joaquín Méndez, y entre los redactores estaban Enrique Gómez Carrillo,[Nota 4]​ Rafael Spínola, Máximo Soto Hall y Juan Manuel Mendoza,[Nota 5]​ entre otros.

Gómez Carrillo recibió en Guatemala como premio de su labor de propagandista político el nombramiento de cónsul general en París, con doscientos cincuenta pesos oro de sueldo mensual y partió de inmediato regreso a Europa.[12]

Los otros candidatos que se presentaron fueron:

  • José Luis Castillo de León, quien contaba con 5 clubes castillistas en la capital y 70 en los departamentos, y quien era el candidato más fuerte.
  • Francisco Fuentes, quien tenía la mayoría de sus partidarios en Quetzaltenango.
  • Próspero Morales, exministro de Reyna Barrios.

Primer período presidencial (1898-1905)

Gabinete del Primer Período presidencial:

  • Gobernación y Justicia: Juan J. Argueta
  • Fomento: Rafael Spínola
  • Hacienda: Guillermo Aguirre
  • Instrucción Pública: J.A. Mandujano
  • Relaciones Exteriores: Juan J. Barrios M.
  • Guerra: Luis Molina
  • Primer designado a la presidencia: Manuel Morales Tovar.[Nota 6][13]

El primer período presidencial de Estrada Cabrera se caracterizó por la restricción de las libertades que habían existido durante el gobierno de Reyna Barrios.

Invasión desde México de Próspero Morales

Próspero Morales, quetzalteco que desde el fracaso de la revolución quetzalteca de 1897 se había establecido en Tapachula, al enterarse de que Estrada Cabrera había sido nombrado presidente interino de Guatemala, viajó a ciudad de México con el fin de organizar una invasión a Guatemala.[Nota 7]​ En Tapachula recibió el apoyo de los coroneles Rodrigo Castilla y Víctor López, quienes vivían del lado guatemalteco de la frontera, en San Marcos. El 22 de julio de 1898, las fuerzas rebeldes provenientes de México y que sumaban aproximadamente unos mil quinientos hombres armados con rifles Máuser y supuestamente apoyados por el presidente México, general Porfirio Díaz ingresaron a Guatemala para acabar con el régimen de Estrada Cabrera, pero su aventura fue repelida rápidamente, pues Estrada Cabrera mandó una tropa de doce mil hombres a detenerlos, suspendió las garantías constitucionales y solicitó el auxilio de un buque militar inglés para que bombardeara el Puerto de Ocós y luego lo ocupara. El comandante nombrado para combatir la invasión fue el expresidente Manuel Lisandro Barillas Bercián, quien en poco tiempo logró controlar la situación, derrotando a los rebeldes en Vado Ancho el 5 de agosto de ese año.

Tras el fracaso de la invasión, los seguidores de Morales se dividieron; un grupo decidió retirarse a México y otros se quedaron con el líder, sumido en una profunda depresión. Próspero Morales anduvo deambulando por los Cuchumatanes durante varios días, hasta que el 14 de agosto decidió rendirse; llegó vivo hasta la aldea de San Sebastián, donde falleció, el 17 de ese mes.

Durante las tres semanas que duró esta revolución, la prensa tuvo prohibido publicar cualquier noticia acerca del levantamiento y todos los telégrafos fueron intervenidos.

Por ese entonces, los militares liberales radicales ecuatorianos, Plutarco Bowen y Juan M. Triviño lograron cruzar la frontera con México, huyendo de Ecuador luego de haber sido acusados de traición. Triviño siguió su camino, pero Bowen, en compañía del coronel Felipe Pineda se dirigió a Tapachula, en donde se estableció. José León Castillo, el candidato derrotado, pasó por Tapachula rumbo a California y fue a visitar a Bowen y a Pineda. Este encuentro fue seguido de cerca por un espía enviado por el cónsul de Guatemala en la ciudad, quien informó posteriormente a Estrada Cabrera que en Tapachula los exiliados habían sostenido una entrevista con «dos famosos artilleros ecuatorianos»; Estrada Cabrera asumió que se trataba de Bowen y Triviño y puso en marcha un operativo para capturar a los dos aventureros. Un anarquista francés al servicio de Cabrera, Hipólito Lambert fue comisionado para ejecutar la orden. Al llegar, Lambert, junto con los agentes mexicanos Juan Urzúa, Vicente Albores y Mateo Ramírez, invitaron a Bowen y a Pineda Castañeda para una cena, pero el segundo no asistió; Bowen, que tenía mucho valor, llegó sin sospechar nada; poco después de la comida, el militar ecuatoriano quedó narcotizado y así se lo llevaron a San Marcos en Guatemala, en donde fue fusilado el 23 de julio.[14][Nota 8]

La notificación de la muerte de Bowen literalmente dice:[Nota 9]

San Marcos 26 de junio de 1899
Sr. Encargado del Registro Civil
Pte
«Según lo prescrito por el art. 469 del C.C. manifiesto a ud.(sic) que a las 7’35 a.m. del día 23 del corriente por disposición superior[Nota 10]​ i(sic) por los delitos de sedición, rebelión i(sic) conspiración en contra el orden público comprobado legalmente en un proceso, al Sur de esta plaza fue pasado por las armas el reo Plutarco Bowen, de veintisiete años de edad, soltero, originario del Ecuador, se ignora el padre el nombre del padre así como el de la madre, testó ante el Notario Público don Adolfo Altamirano

de su ATT
S. Ochoa. Hai un sello de la Mayoría. Testado (padre) no corre. J. Benito Soto.»

—Tomado de: Universidad Francisco Marroquín: Revoluciones de Exportación

Luego del intento de invasión

Retrato de Manuel Estrada Cabrera durante su segundo período presidencial.

Para 1899 la Asamblea Nacional Legislativa ya estaba completamente supeditada a los designios del presidente, gracias a que la mayoría de representantes eran incondicionales de éste. Entre los miembros de esta Asamblea se puede mencionar a Carlos Herrera y Luna, Adrián Vidaurre, José María Letona y Jose María Orellana, quienes luego desempeñarían importantes cargos de gobierno. Con el paso de los años, el aparato represivo de Estrada Cabrera cerró las posibilidades de oposición política.[15]

José León castillo se sublevó contra el presidente el 2 de diciembre de 1899, logrando que sus combatientes (principalmente emigrados) tomaran Jutiapa; pero esta incursión pronto fue sofocada, quedando León Castillo exiliado en El Salvador.[16]​ El 6 de mayo de 1900 la Asamblea Legislativa declaró a Estrada Cabrera «Benemérito de la Patria» por haber sofocado esta sublevación.[17]

Finalmente, se formó una maraña de delatores y espías, por afinidad política o simple servilismo. El presidente tenía ojos y oídos en cualquier parte, pero esa era la escuela de gobierno guatemalteca de ese entonces; los generales Carrera y Barrios también habían perseguido, matado y torturado opositores[8]​ y gobiernos fascistas en Italia, Alemania y España lo harían en las próximas décadas.

Política exterior

José Santos Zelaya, presidente de Nicaragua (1893-1909).

Junto a Estrada Cabrera, otros dos líderes carismáticos surgieron en Centroamérica: En 1893, José Santos Zelaya finalmente puso al partido liberal en el poder en Nicaragua y un año después expulsó a los británicos de la Costa de los Mosquitos. Por su parte, el general Tomás Regalado se erigió como el líder salvadoreño. Los tres presidentes se convirtieron en duros rivales mientras trataban de emular el estilo de gobierno que el general Porfirio Díaz tenía en México.[Nota 11]

Porfirio Díaz, presidente mexicano.

Dos eran los principales puntos de discordia de estos presidentes: quien sería el líder de la Unión Centroamericana una vez concretada ésta y, con la victoria de Estados Unidos sobre España en la guerra de 1898, quien se beneficiaría con la construcción del canal entre el Atlántico y el Pacífico, que se pensaba construir a lo largo del río San Juan, en la frontera entre Nicaragua y Costa Rica. A Estados Unidos le interesaba sobremanera la construcción de dicho canal pues la expansión hacia el oeste norteamericano estaba en auge y porque sus buques de guerra anclados en el Pacífico tardaban hasta tres meses para bordear América del Sur y llegar a las costas de Cuba.[18]

A Porfirio Díaz le preocupaba el presidente Estrada Cabrera porque éste buscaba el apoyo de los Estados Unidos con dos fines:

  • Obtener el liderazgo en el Istmo.
  • Ganar un aliado en su lucha contra los intereses británicos: Guatemala tenía grandes deudas con bancos ingleses (heredades del Gobierno de Reina Barrios), y Estrada Cabrera cortejaba a los Estados Unidos con la esperanza de que éstos le brindaran ayuda militar en caso de que los ingleses enviaran una flota de guerra a cobrar la deuda.[Nota 12][19]

Díaz miraba con preocupación que su influencia en Guatemala decrecía ya que los diplomáticos norteamericanos aumentaban la influencia norteamericana en Guatemala y eran incondicionales al presidente Estrada Cabrera, tanto que en sus mensajes al Departamento de Estado norteamericano siempre alababan las políticas de éste. Diplomáticos como Leslie Combs quien además era socio comercial de Estrada Cabrera, era prácticamente un ministro de Estado más del presidente guatemalteco y frecuentemente advertía al Departamento de Estado de la «amenaza mexicana».[20]​ Díaz entonces, se hizo aliado de Regalado, quien no necesitaba ayuda de Estados Unidos porque sus país no tenía deudas y no tenía interés por la concesión del canal.

En 1899, Díaz ayudó a Regalado en contra de Guatemala y Nicaragua, quienes entraron en un acuerdo para remover a su peligroso rival del poder. Estrada Cabrera temía al ejército salvadoreño que estaba siendo asesorado por militares alemanes, y Zelaya detestaba a Regalado por haber éste sacado unilateralmente a El Salvador de la unión centroamericana que Zelaya había impulsado. Por intermedio del diplomático Federico Gamboa, Díaz quiso promover la paz en Centroamérica, pero los presidentes de Nicaragua y Honduras se opusieron a esa iniciativa pacífica, prefiriendo la solución armada. La guerra nunca estalló, pero el prestigio diplomático de México quedó mal parado ya que Gamboa no fue capaz de convencer a los presidentes centroamericanos de atender la conferencia de paz propuesta por México.[21]

En 1901, aprovechando la crisis crediticia que tenía al presidente venezolano Cipriano Castro enfrentado a la posibilidad de ser atacado por Inglaterra y Alemania por las deudas de su país, Zelaya invitó a Estrada Cabrera, Regalado y al resto de presidentes centroamericanos al puerto de Corinto. Los presidentes se dieron cuenta de que la crisis venezolana podía fácilmente afectar al istmo, y accedieron a cooperar con Zelaya para establecer un régimen común que pudiera disuadir un posible ataque de los europeos. Sólo Estrada Cabrera se opuso, ya que no le gustaba que Zelaya fuera el líder de dicha iniciativa. En enero de 1902 los Gobiernos de Estados Unidos y México reconocieron la validez de los tratados de Corinto, así como la zona de libre comercio entre los países firmantes y la corte de arbitrio que allí se estableció; Guatemala quedó aislada internacionalmente y Zelaya estaba en su apogeo, habiendo establecido una tratado centroamericano de paz y comercio y listo para iniciar la construcción del canal.[22]​ Pero el canal nunca se construiría en Nicaragua: los Estados Unidos decidieron construirlo en la provincia colombiana de Panamá, a pesar de los esfuerzos diplomáticos de Zelaya. Éste, al ver que su plan de estimular la economía nicaragüense por medio del canal norteamericano había fracasado, se enemistó con los Estados Unidos y se alió con Porfirio Díaz: repelió la presencia norteamericana en Nicaragua estableciendo tratados políticos y comerciales con las potencias europeas, e incluso entró en negociaciones con compañías francesas en inglesas interesadas en construir un segundo canal. El nuevo presidente norteamericano, Teodoro Roosevelt no puso mucha atención a esto, puesto que Colombia quiso incrementar el precio de la concesión de Panamá, y entonces el Gobierno norteamericano tuvo que ayudar a rebeldes panameños para que se independizaran de Colombia, en un hecho conocido como la «Separación de Panamá de Colombia». Estados Unidos tuvo un rotundo éxito con esto: el nuevo Gobierno panameño le otorgó mucho mayores privilegios que los que los colombianos habían ofrecido originalmente.[23]

Los acuerdo de Corinto no tardaron en resquebrajarse: en 1902 los presidentes Zelaya y Regalado acordaron reunirse en Nicaragua con el propósito de discutir sobre la fundación de la República Mayor de Centroamérica pero con el verdadero fin de atacar a Estrada Cabrera.[24]​ Sin embargo, Porfirio Díaz medió para que no se llegara a mayores, dado que luego de la separación de Panamá era evidente la intención de los Estados Unidos en utilizar su fuerza militar para ayudar a sus aliados.[25]

Una historia curiosa del general Regalado ocurrió a finales de 1902, cuando lo encontraron durmiendo bajo un árbol en el camino de Jutiapa, en Guatemala. Existen dos versiones del hecho: en Guatemala, se dijo que el general Regalado, famoso dipsómano, en una noche de fiesta se montó en su mula y perdió el rumbo, terminando en Guatemala; en El Salvador, por su parte, se dijo que el general hizo esa «hombrada» para demostrarle a Estrada Cabrera que no le tenía miedo. Sea cual fuere el caso, Estrada Cabrera le rindió honores de jefe de Estado a Regalado, antes de que éste regresara a El Salvador.[16]

La «Guerra del Totoposte» de 1903 (9 de enero a 2 de abril) fue llamada así porque cuando El Salvador y México organizaron una invasión a Guatemala para derrocar a Estrada Cabrera,[24]​ éste movilizó cuarenta mil hombres a la frontera con El Salvador y quince mil a la mexicana, pero nunca se iniciaron las hostilidades, aunque sí se despilfarraron recursos: grandes cantidades de maíz (totoposte) fueron enviadas al frente para mantener a los soldados provocando la escasez del grano.[16]

En 1904, el general Manuel Bonilla asumió la presidencia de Honduras, lo que inició un periodo de tensión entre Honduras y Nicaragua, ya que Bonilla era enemigo acérrimo de Zelaya.

Economía

Caricatura de la política del Gran Garrote (del inglés Big Stick) del gobierno del presidente estadounidense Theodore Roosevelt, que mantuvo a todos los países del Caribe (incluyendo a la Guatemala de Manuel Estrada Cabrera) bajo un dominio férreo a fin de que la construcción del Canal de Panamá y otras operaciones de empresas norteamericanas ocurrieran sin problemas.

El 31 de agosto de 1901 se concedió a «The Central American Improvement Comp.» la explotación, conservación y terminación de la línea férrea del norte. En enero de 1904, Minor C. Keith[Nota 13]​ de Nueva York y William C. Van Horn de Montreal adquirieron esta concesión, la cual quedó en su poder durante noventa y nueve años, luego de los cuales pasaría a poder del Estado de Guatemala. Es importante destacar que la política económica norteamericana en ese momento era conocida como el «Gran Garrote de las Guerras bananeras de Teddy Roosevelt»[Nota 14]​y estaba dirigida hacia el Canal de Panamá: con el canal en construcción, su principal fin era asegurarse de una atmósfera pacífica y estable en toda la región centroamericana. Por esta razón hubo un incremento en las operaciones de empresas norteamericanas en Centroamérica, entre los que se incluyó el crecimiento exponencial de las operaciones de la United Fruit Company en Guatemala. Estas operaciones fueron frecuentemente reforzadas por los marines de los Estados Unidos.[26]

La guerra del Totoposte en 1903 provocó escasez de maíz en el país y el trabajo de los obreros guatemaltecos fue contratado por el Gobierno con muy baja remuneración.[27]​ En cuanto a los indígenas, prosiguió con la ley de mandamiento que se había instituido durante el gobierno del general Barrios en la que, con el pretexto de lograr un progreso agrícola, se obligaba al indígena a trabajar contra su voluntad en plantaciones ajenas de la costa sur. El patrón pagaba quince pesos por cada jornal, de los cuales de trece a catorce iban a parar al jefe político, comandantes y alcaldes.[28]

Al finalizar este primer período de gobierno, el cambio con respecto al dólar estadounidense estaba en $12.00 por US$1.00, y llegó a tal grado la escasez de moneda fraccionaria guatemalteca que las municipalidades y grandes industrias emitieron moneda, que fue bien recibida por el pueblo guatemalteco. Habían fichas de cobre, níquel, hoja de lata y hasta de cartón.[29]

Educación

Mural de Pallas Athenea en el pasaje Enríquez de Quetzaltenango, Guatemala. Pintado en 1900, durante el gobierno del presidente quetzalteco Estrada Cabrera. Los destrozos de la parte inferior fueron hechos después del derrocamiento del presidente en 1920.

Decretó la apertura de las escuelas públicas, cerradas provisionalmente por Reyna Barrios en tanto que se procedía a reorganizarlas, y convirtió a las Escuelas Normales de Reyna Barrios en Escuelas de Oficios.[30]​ En cuanto a la educación superior, en abril de 1899 la Asamblea Legislativa envió al presidente un decreto declarando la autonomía de la Universidad Nacional para elegir a sus autoridades; Estrada Cabrera respondió a la Asamblea que dicho decreto no procedía porque «[...] no cabía la autonomía de las Facultades ya que el Estado proveía a su sostenimiento y manejo en todo sentido [...] por lo que eran dependencias oficiales del gobierno [...]»[31]​}}

Así entonces, las Facultades de la Universidad siguieron dependiendo del Ejecutivo completamente (lo cual se había iniciado en 1893 por decreto de Reyna Barrios). El secretario de Instrucción Pública incluía a las Facultades de educación superior en su reporte anual a la Asamblea Legislativa, y el presidente designaba a los docentes de las mismas. En ese tiempo, las Escuelas Facultativas eran:

  • Escuela de Derecho y Notariado (70 estudiantes)
  • Escuela de Medicina y Farmacia (150 estudiantes)
  • Instituto Dental (5 estudiantes)
  • Escuela de Comadronas (10 estudiantes)
  • Escuela de Ingeniería (15 estudiantes)

Por su parte, el 28 de octubre de 1899 se decretó que se destinara el último domingo de octubre de cada año para la celebración de una solemne fiesta popular en toda la república, consagrada a ensalzar la educación de la juventud. Estas fiestas, conocidas como «Fiestas Minervalias» fueron magníficas y se constituyeron en magnas asambleas para glorificar al presidente.[Nota 15]​ La idea de estas fiestas fue del secretario del gobernante, Rafael Spinola.[32]

Fue tal la fama que adquirieron estas fiestas que vinieron visitantes de otros países para aprender de los progresos de Guatemala en materia de educación. Pero se encontraban con que las fiestas eran únicamente propaganda del Gobierno y que en realidad las escuelas eran de escasa calidad y servían únicamente como «semilleros de aduladores».[Nota 16][33]

Mediante el decreto emitido 16 de junio de 1900, Estrada Cabrera militarizó todos los centros educativos. Los estudiantes universitarios recibían instrucción militar durante los primeros seis meses del primer año de su carrera.[34]

Terremoto de San Perfecto

El terremoto de San Perfecto ocurrió el 18 de abril de 1902 por la noche y tuvo una magnitud estimada de Mw 7,5 en el departamento de Quetzaltenango.[35]​ El terremoto tuvo una duración de 1 hasta 2 minutos y fue precedido de varios sismos premonitores y seguido de muchas réplicas. Entre 800 y 900 fallecieron por el terremoto y hubo daños materiales importantes en la extensa zona afectada. Todas las iglesias en el oeste de Guatemala y el este de Chiapas sufrieron daños severos o fueron destruidas.[36]

Terremoto de San Perfecto
La Ciénaga
Iglesia del Espíritu Santo
Empresa Eléctrica
Iglesia de San Nicolás
Fotografías de la catástrofe publicadas por Julio Yaquier.

Erupción del volcán Santa María en 1902

Iglesia de Yurrita y la erupción de 1902
Fachada Iglesia de Yurrita en la zona 9 de la Ciudad de Guatemala
Vilsta lateral de la Iglesia de Yurrita
Felipe Yurrita, propietario de la finca de café Ferrol ubicada en el departamento de San Marcos, construyó la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias en la Ciudad de Guatemala para cumplir con una promesa, porque él y sus trabajadores creían que fue la Virgen quien les salvó de la erupción. Cuando se estaban acabando los alimentos Yurrita «decidió improvisar un pequeño altar sobre unos sacos de café y puso sobre él un cuadrito de la Virgen de las Angustias que él siempre llevaba consigo». Frente al altar dispusieron rezar el rosario y, en el momento de la letanía, la caída de ceniza cesó. Luego se produjo una serie de fuertes lluvias que provocaron correntadas que libraron los árboles de café. De tal manera que ese año se alcanzó la mejor cosecha».[37][Nota 17]

1902 fue un año trágico para Quetzaltenango: recién se estaba recuperando del terremoto de abril, cuando el 24 de octubre de ese mismo año hizo erupción el volcán Santa María.[37]​ El volcan había estado inactivo desde la conquista española en 1524 y con su cono casi perfecto de 3768 metros de altura, era un marco escénico para la ciudad quetzalteca. La erupción fue aun más devastadora que el terremoto, ya que también provocó cuantiosos daños en las fincas y aldeas aledañas y hay recuentos que la arena y ceniza alcanzaro la región de Chiapas, en México.[37]​ Se calcula que la catástrofe provocó 5000 muertes y miles de pesos en pérdidas agrícolas y materiales.[37]

La erupción del volcán lanzó una columna de material que alcanzó 28 kilómetros de altura y formó una nube obscura que cubrió la luz del sol durante varios días. La erupción tardó 36 horas y formó un gran cráter en el franco suroccidental de la montaña, lo que formó el volcán Santiaguito.

En medio de la conmoción, la Jefatura Política y la Corporación Municipal se encargaron de organizar los recursos inmediatos de que disponían para socorrer a las víctimas, organizar la ayuda proveniente de los vecinos que la podían proporcionar y gestionarla al gobierno de la capital. En la ciudad de Guatemala el Presidente Estrada Cabrera y su gabinete estaban ocupados en la organización de los festejos de Minerva. Su respuesta ante la catástrofe fue disminuirla y en el peor del caso, tratar de silenciarla evitando que los medios de prensa divulgaran las dimensiones de la catástrofe en la región occidental del país.[38]

En Estados Unidos, los primeros informes detallados de la erupción aparecieron hasta el 13 de noviembre de 1902, cuando tanto el San Francisco Call como el San Francisco Chronicle presentaron relatos de damnificados que habían llegado de Guatemala en barcazas.

La respuesta oficial del gobierno central ante las autoridades quezaltecas fue de declarar no disponibilidad de fondos públicos, ya que recientemente se habían empleado en la ayuda para esa misma ciudad, para los damnificados por los terremotos del mes de abril, por lo cual era imposible atender a la petición.[39]​ En tales circunstancias, el alcalde de la ciudad, en sesión extraordinaria informó a todos los miembros del consejo que a raíz de la erupción los pastos y siembras de la “la zona de occidente de la República” se arruinaron, por lo que entonces era de esperarse escasez de granos básicos, afectando tal situación especialmente a las personas de escasos recursos. Por tal razón, la corporación municipal decidió que doscientos pesos se invirtieran en la compra de alimentos para ser repartidos entre los más necesitados. Asimismo, el ganado de las haciendas estaba pereciendo. Empezaron a reportarse pérdidas, no solo por la desaparición de los rebaños sino también por la falta de ganado para abastecimiento de las carnicerías de la ciudad. Ante la escasez de alimentos en la región, el consejo municipal tomó la decisión de solicitar al gobierno central –la cual fue aprobada– la autorización para importar libre de gravamen dos mil quintales de harina hasta llegar a completar diez mil, durante los meses siguientes.

El concejal de abastos de la municipalidad quedó encargado de administrar la ayuda para los damnificados proveniente no solo de los vecinos de Quetzaltenango sino de toda la que se esperaba llegase de la capital y otros departamentos. El suministro de agua potable fue otro de los problemas inmediatos; el fontanero de la ciudad practicó desde el día siguiente a la erupción una inspección del acueducto que surtía a la ciudad, no reportando daños al mismo, pero ante las quejas de los vecinos por la falta del vital líquido, las revisiones posteriores indicaron que las cañerías se encontraban obstruidas por la gran cantidad de ceniza y arena que había arrojado el volcán.

La población fue afectada en distancias formas: para los indígenas fue verdaderamente catastrófica, no solamente porque perderon parientes y amigos, sus casas y cosechas, sino además fueron obligados a trabajar en las labores de reconstrucción. Por su parte, los terratenientes vieron la oportunidad de resarcirse de los daños obteniendo otras tierras y así lo solicitaron al presidente Estrada Cabrera, quien les dió terrenos en San Miguel Uspantán en el Quiché y en Panam en Suchitepéquez y Sololá, las que hasta entonces habían sido tierras comunitarias de los indígenas de la región.[37]

Propaganda

En Europa, Enrique Gómez Carrillo,[Nota 18]​ se mantenía atento a defender el nombre de Guatemala, y en especial el de Estrada Cabrera, a quien enviaba informes y recortes con sus artículos. Estrada Cabrera le contestó en una ocasión:
«Con satisfacción he visto las refutaciones que usted ha hecho para poner las cosas en su lugar, y espero que con el empeño con que usted lo ha hecho hasta aquí, proseguirá la tarea de desmentir las falsas noticias que sobre Guatemala ha publicado la prensa extranjera».[12]

Para 1902, las Fiestas Minervalias eran ya el principal órgano de propaganda para el Gobierno. A tal grado llegó su importancia, que nada ni nadie podía postergar su celebración; esto quedó de manifiesto en el 24 de octubre de ese año cuando hizo erupción el Volcan Santa María en Quetzaltenango (en donde ya había habido un terremoto de consideración en abril). Para evitar que se obstruyera el desarrollo de las fiestas de Minerva, el Gobierno se esforzó por distribuir volantes que decían que la erupción no era en Guatemala, sino en un volcán en la frontera con México; incluso en Quetzaltenango se distribuyeron esos volantes, debajo de la ceniza y entre los retumbos de la erupción.[40]

Segundo período presidencial (1905-1911)

El 7 de agosto de 1904 se celebraron elecciones presidenciales, y Estrada Cabrera nuevamente resultó electo. En diciembre de 1908 se declaró una peste de viruela en todo el país, la cual fue controlada eficientemente por los médicos de la época. Al final de este período presidencial, el dólar estadounidense se cotizaba a 18 pesos.

Gabinete de gobierno:

Política exterior

El 28 de octubre de 1905, Porfirio Díaz nombró como ministro plenipotenciario de México en Guatemala al ilustre novelista Federico Gamboa, a quien Estrada Cabrera llegó a llamar en broma «ministro hostelero» por la gran cantidad de exiliados que se acogían a la embajada mexicana.[43]​ Gamboa escribiría en su diario detalladas descripciones de la vida cotidiana durante el segundo período presidencial de Estrada Cabrera, siempre retratando al gobernante guatemalteco de manera negativa.[Nota 19][44]

En 1906 se produjo una invasión de emigrados políticos que vivían en México y El Salvador. Manuel Lisandro Barillas Bercián, expresidente de Guatemala, y José León Castillo, excandidato presidencial de la oposición, fueron designados como los comandantes de los ejércitos invasores de México y El Salvador, respectivamente. Tanto Porfirio Díaz como Tomás Regalado abrieron las fronteras de sus países para el paso libre de los invasores. Estos también contaban con el apoyo del vapor Imperio, proveniente de San Francisco, Estados Unidos, y de oro proporcionado por un amigo de Barillas que vivía en Estados Unidos. Pero ni Barillas ni León Castillo eran militares sobresalientes y, tras una serie de escaramuzas, la invasión fracasó en Ocós en junio de 1906.[45]

El coronel jalapaneco Rosalío López Jiménez, analfabeto, hizo mandar el siguiente telegrama a Estrada Cabrera tras la muerte fortuita de Regalado:
«Desde las seis de la mañana se empezó el combate; me tomé las honduras para salir a Coatepeque, donde me llegaron refuerzos de los batallas Momostenango y Sanarate y donde se vino Regalado con la bandera, y lo volaron los muchachos.»[16]

Regalado, enemigo declarado de Estrada Cabrera, no quedó contento con el resultado de la fallida invasión. Entonces empezó a decir a los emigrados guatemaltecos que iba a cansar y debilitar a Estrada Cabrera. Al enterarse de esta situación, el presidente salvadoreño Pedro Jose Escalón encontró el medio perfecto para deshacerse de Regalado, quien en realidad gobernaba El Salvador y lo opacaba en la primera magistratura de ese país. Escalón entró en componendas con Estrada Cabrera y le telegrafió constantemente todos los movimientos del futuro invasor. Después de descubrirlo, Regalado lo obligó a huir de la capital salvadoreña hasta el lago de Coatepeque. Ya sin la interferencia de Escalón, Regalado invadió Guatemala y fácilmente llegó a Atescatempa y Jerez, mientras los soldados guatemaltecos se refugiaron en Yupiltepeque. El ejército guatemalteco solicitó tropas de refuerzo, las cuales llegaron de Sanarate, Salamá y Momostenango; estas tropas venían vestidas de azul, y no de caqui, como las originales, lo cual engañó a Regalado, cuyas tropas también vestían de azul. El 11 de julio de 1906, Regalado fue muerto por soldados guatemaltecos cuando éste creyó que estaba entre tropa leales.[46]

Tras la muerte de Regalado, las tropas salvadoreñas retrocedieron hacia El Salvador y posteriormente se firmó el Tratado de Paz, Amistad y Comercio entre Guatemala y El Salvador el 20 de julio de 1906 a bordo del crucero americano Marblehead. Al respecto, Estrada Cabrera envió una misiva al general Porfirio Díaz en los siguientes términos: «A su Excelencia, el señor general don Porfirio Díaz, presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Grande y Buen Amigo: Tanta honra como satisfacción me cabe al manifestar a Vuestra Excelencia que el Convenio de Paz y Arbitraje que se firmó a bordo del crucero americano Marblehead el 20 de julio anterior, fue oportunamente aprobado en todas sus partes por mi Gobierno y ha tenido ya la aprobación de la Asamblea Nacional Legislativa; lo cual no dudo será grato a Vuestra Excelencia que de modo tan generoso se sirvió dirigirme la iniciativa de este arreglo, que puso término muy digno a la emergencia entre esta República y las de El Salvador y Honduras».[47]

Del 23 de julio al 27 de agosto de 1906, Guatemala estuvo representada en la tercera Conferencia Internacional Americana por el licenciado Antonio Batres Jáuregui, quien escribió un detallado reporte que fue impreso en toda su extensión en varias tiradas del diario oficial El Guatemalteco. El principal acuerdo fue sobre derecho internacional: se ratificó la adhesión al principio de arbitraje y se recomendó la reorganización de la oficina de las repúblicas americanas encargada de coadyuvar a la efectividad de los pactos.[48]

El libro de Zelaya fue refutado por Enrique Gómez Carrillo en su obra Zelaya y su libro, con frases como estas:
  • «Además de ser el tirano de su patria, quiso ser el señor absoluto del resto de Centroamérica. Sus hazañas, sus aventuras y sus correrías, más allá de sus fronteras, son tan extraordinarias que casi parecen una leyenda de tiempos remotos. Loco de vanidad, sentíase capaz de conquistar a todos sus vecinos. Tenía un alma de sátrapa persa.»[49]
  • «Pero, por fortuna para aquellas tierras ahí estaba Estrada Cabrera, culto, noble, desinteresado, patriota, serio, resuelto y enérgico, que oponía a sus planes criminales la tranquila defensa de la legalidad. Si Zelaya odia a Estrada Cabrera, en efecto, es porque jamás pudo ni conmoverlo ni atemorizarlo. ¡Y vaya si hizo esfuerzos por derrocarlo! Sólo que Guatemala no es un país que se deje invadir.»[49]
  • «Estrada Cabrera, en efecto, es en Centroamérica el mandatario ideal. ¡Cuantas veces lo hemos dicho! Y cada día estamos más convencidos de que no nos equivocamos. Porque realmente si hay hombre lleno de grandes, de nobles, de inquebrantables cualidades, es éste.»[49]

El 6 de mayo de 1907, el ministro mexicano Gamboa dejó Guatemala para ir a El Salvador, por orden expresa de su presidente, Porfirio Díaz, por lo cual usó como pretexto el asesinato de Manuel Lisandro Barillas en México. Díaz tenía la intención de invadir Guatemala en represalia, pero al final se convenció de no hacerlo cuando se dio cuenta de que un general triunfador en Guatemala sería un duro contendiente en las elecciones presidenciales mexicanas;[16]​ Díaz, además, temía las posibles represalias que a su vez podrían adoptar los Estados Unidos ante una invasión mexicana a su aliado centroamericano.[50]​ Por su parte, los embajadores norteamericanos enfrentaban dificultades: uno fue descubierto en entrevistas periodísticas como agente privado de Estrada Cabrera y fue destituido por el Gobierno de su país, mientras que otro fue destituido y desacreditado antes de que percibiera cien mil dólares supuestamente para financiar la campaña electoral en los Estados Unidos.[51]

En 1910, el general José Santos Zelaya partió al exilio a París tras ser derrocado en Nicaragua. El mismo Estrada Cabrera apoyó a los rebeldes nicaragüenses, quienes a su vez contaron con el apoyo del Gobierno de Washington. Cuando Zelaya llegó a París, empezó a ser atacado por Enrique Gómez Carrillo por instrucciones del presidente guatemalteco. Dada su enemistad con los estadounidenses por el tema del canal, Zelaya publicó un libro para ilustrar a la opinión pública mundial sobre la intervención norteamericana en Nicaragua y el apoyo que el Gobierno guatemalteco había prestado a sus rivales.

Los escritores Ruben Darío (nicaragüense) y José María Vargas Vila (colombiano, cónsul de Nicaragua en París bajo el Gobierno de Zelaya) tomaron partido por Zelaya e informaron a éste que Gómez Carrillo no solo lo podía atacar con su pluma, sino que también con su espada, ya que era un diestro espadachín que podía retarlo a duelo en cualquier momento.[12]​ Otro defensor de Zelaya fue Genaro Cavestany, quien en su libro Gómez Carrillo sigue mintiendo. Ricardo Blasco es un embustero relata como Carrillo consiguió la Legión de Honor y sus credenciales diplomáticas de forma fraudulenta. Tras retarlo a duelo, Carrillo recibió un nuevo ataque: Cavestany indicó que, en el libro La Vida de Estrada Cabrera, Gómez Carrillo había injuriado al presidente al decir que su padre era Pedro Monzón. Ante esta acusación tan severa, que le podría provocar disgustos serios con Estrada Cabrera, Gómez Carrillo dio por zanjado el asunto y la querella con Zelaya quedó en el olvido. Pero no fue del todo inútil su disputa con el expresidente nicaragüense: el Gobierno guatemalteco lo nombró cónsul de Guatemala en Madrid, así como en París y Hamburgo.[12]

No era Gómez Carrillo el único escritor de renombre que se dedicaba a apoyar las políticas de Estrada Cabrera. También estaba José Santos Chocano. Se cuenta que en una oportunidad, cuando Santos Chocano fue a Madrid para editar su famoso libro de poemas Alma América en 1907, se produjo el siguiente intercambio:
- Gómez Carrillo: «¡Ah, el olímpico don Santos Chocano! ¿Qué se trae ahora?».
- Santos Chocano: «Nada, que escribo al licenciado Estrada Cabrera, al estadista más grande de nuestro Continente».
- Gómez Carrillo: «Bueno, pues dile que has conocido a su mejor amigo en Europa».[12]

El redentor indígena de Totonicapán

Lema del líder indígena de Chitamango:

«Debe desaparecer la raza de los ladinos; ellos son los de la raza que nos han despojado de las herencias de nuestros padres; somos fuertes y yo traigo el mandato de arriba para acabar de una vez con los opresores y los esclavizadores»
—Tomado de: Hernández, Federico (1930). El libro de las efemérides. Guatemala: Tipografía Sánchez y de Guisse. [52]

En julio de 1905 surgió un líder indígena en Chitamango, Totonicapán. El movimiento indígena creció, pero el 23 de julio un delator los denunció ante el jefe político de Totonicapán, David Camey. Éste tomó las debidas precauciones, y para el 26 ya habían batido cruelmente a los indígenas y apresado al redentor, quien fue enviado a prisión, donde soportó torturas y hambre sin lamentarse del dolor físico ni de la traición.[53]

Lamentablemente, el nombre del redentor indígena no quedó registrado y se desconoce en la actualidad, ya que el expediente del caso fue requisado por Estrada Cabrera y almacenado en su residencia de La Palma, donde se perdió durante el saqueo que se hizo después del derrocamiento del presidente en abril de 1920.[54]

Atentado de «La bomba»

Cuando ya había terminado la guerra con Regalado, el 22 de abril de 1907 apareció en El Guatemalteco el Decreto 672 de la Secretaría de Gobernación y Justicia. En este, Estrada Cabrera y su consejo de ministros concedieron amplia amnistía a todos los guatemaltecos culpables de delitos políticos y comunes cometidos antes de la fecha en que entró en vigor.[41]

El Guatemalteco en un alcance al número 79 del 29 de abril de 1907 publicó lo siguiente:
«CRIMINAL ATENTADO. A las ocho de la mañana de hoy, en ocasión de que el señor Presidente de la República, Licenciado don Manuel Estrada Cabrera, salió en carruaje de su casa de habitación y se dirigía hacia el Sur de la ciudad con el laudable objeto de inspeccionar por sí mismo las obras de civilización y progreso que tiene ya concluidas y las de beneficiencia en construcción, una mina cargada con dinamita y puesta en ejercicio por medio de un aparato eléctrico, hizo horrible explosión en la 7a. Avenida Sur, entre la 16 y 17 Calle Oriente. La detonación fue espantosa y se oyó en toda la ciudad; pero afortunadamente, para bien de la Patria, los efectos de la máquina estuvieron muy lejos de secundar los propósitos altamente odiosos de sus criminales autores».[55]

Irónicamente, en esas mismas fechas el abogado Enrique Ávila Echeverría y su hermano, el médico Jorge Ávila Echeverría, junto con el también médico Julio Valdés Blanco y el ingeniero eléctrico Baltasar Rodil, planearon un atentado contra Estrada Cabrera, que se ejecutó el 29 de abril de 1907 y se conoce como el nombre de La Bomba. Los hermanos Echeverría y sus compañeros eran de posición económica solvente y habían estudiado en universidades extranjeras, pero al regresar al país se encontraron con un estado de cosas en el cual predominaban el servilismo y el abuso de poder. Cuando decidieron atentar contra la vida del presidente, planearon al detalle un atentado con explosivos. Todo fue meticulosamente preparado: los explosivos, los detonadores de hierro, la caja de hierro macizo, la complicidad del cochero del presidente,[Nota 20]​ la hora y el punto precisos.[56]

El día planeado para el atentado, el 29 de abril, el presidente viajaba en su coche en compañía de su hijo Joaquín, de 13 años, y de su jefe del Estado Mayor, general José María Orellana.[Nota 21]​ A las 10 de la mañana el carruaje pasó por la esquina de la 7.a avenida sur, entre 16 y 17 calles, de la Ciudad de Guatemala, cuando explotó la bomba. Sin embargo, por un error de cálculo, Estrada Cabrera y sus acompañantes salieron ilesos. Solo el cochero y uno de los caballos fallecieron.[57]

Ejemplo de las manifestaciones de adhesión al presidente que aparecieron en el periódico oficial El Guatemalteco:

«Asamblea Nacional Legislativa: Jamás pudo la Representación Nacional presentir que la perversidad y el crimen llegaran al punto de fraguar un atentado tan abominable como el que tuvo lugar en la mañana de hoy, por modo alevoso y premeditado con cinismo horrendo; del cual os salvasteis por fortuna, para que la República no cayese en horrenda anarquía, llenándose de sangre, de luto y de dolor los corazones de todos los buenos ciudadanos. La Asamblea Legislativa, en nombre del pueblo de Guatemala, que representa, rechaza con profunda indignación el hecho infame que ha venido a conmover doloramente los ánimos y a sumir en honda amargura a vuestra respetable familia y al inmenso círculo de vuestros admiradores y amigos.

No pudiendo cumplir el nefando designio de cortar el vuelo a vuestras levantadas aspiraciones, a atentar contra la existencia del Benemérito Jefe, del ilustre Presidente, a quien tanto debe y de quien tanto espera la Nación.»
—Tomado de: El Guatemalteco, Diario Oficial de la República de Guatemala, en la América Central Manifiestos de adhesión para el Benemérito Señor Presidente de la República 9 de mayo de 1907«Manifiestos de adhesión para el Benemérito Señor Presidente de la República». El Guatemalteco, Diario Oficial de la República de Guatemala, en la América Central. 9 de mayo de 1907. 

El 2 de mayo de 1907 fue nombrado como director general de la Policía Emilio Ubico,[47]​ hermano de Arturo Ubico Urruela, presidente de la Asamblea Nacional Legislativa y tío de Jorge Ubico Castañeda, futuro presidente de Guatemala y en ese entonces jefe político de la Verapaz. El nuevo director de la Policía fue quien disparó al cadáver de Édgar Zollinger el día de la muerte de José María Reina Barrios y recibió por ello el apodo de Matamuertos.[58]​ Pocos días después, la Asamblea emitió el Decreto 737, que prohibía la importación y el uso de explosivos y máquinas destinadas a hacerlos estallar si el pedido de estos no fue autorizado previamente por los ministerios de Fomento y Guerra.[59]

Durante los siguientes veintidós días, los cuatro conspiradores huyeron por las callejuelas y rincones de la ciudad tratando de salir de ella, pero no pudieron porque el Gobierno rodeó la ciudad con tropas y policías que iniciaron redadas desde los barrancos aledaños, cerraron el cerco paulatinamente hasta llegar a la ciudad y registraron cada palmo de esta.[60]​ Incluso los familiares de los conjurados sufrieron persecución y encarcelamiento. Otros conspiradores, los hermanos Juan y Adolfo Viteri y Francisco Valladares, fueron arrestados cuando trataban de huir disfrazados en la estación el ferrocarril de Guastatoya. Otros, como Felipe y Rafael Prado Romaña, trataron de huir a El Salvador, pero fueron apresados cuando los denunció un ranchero. Los Romaña estuvieron en prisión hasta su muerte. Por su parte, el colombiano Rafael Madriñán escapó del hecho en bicicleta y huyó de Guatemala.[61]​ La madre de los Romaña condujo al embajador mexicano Gamboa a la casa donde se escondían los hermanos Ávila Echeverría, Rodil y Valdés Blanco, quienes, sabiendo que tenían los días contados, le entregaron sus pertenencias para que las hiciera llegar a sus familias.[61]

Por fin, luego de días de incertidumbre, Rufina Roca de Monzón les proporcionó refugio en el segundo piso de su casa, en el número 29 del callejón del Judío de la ciudad de Guatemala, pero un espía los delató, de tal suerte que a las tres de la mañana del 20 de mayo la casa fue rodeada por un fuerte destacamento de soldados. La tropa derribó a culatazos la puerta de la casa e intentó subir por las escaleras al segundo piso. En ese momento se inició el intercambio de fuego. Hacia las seis de la mañana los conspiradores se encontraban agotados y sin cartuchos. Entonces decidieron cumplir su pacto y morir antes de ser atrapados por el Gobierno: se formaron en línea y se suicidaron dándose cada uno un disparo en la sien.[62]​ El diario oficial, Diario de Centro América, llegó incluso a publicar el informe de la detallada autopsia hecha a los autores del malogrado magnicidio.[63]

Al mismo tiempo que los perpetradores del atentado intentaban huir, se producían muestras de adhesión al presidente, provenientes de todos los clubes liberales del país y de cuanta entidad gubernamental existía. Estas fueron publicadas en las primeras planas de los periódicos oficiales El Guatemalteco y Diario de Centro América. Fue tal la cantidad de estos manifiestos que no terminaron de publicarse sino hasta finales de junio de 1907, aunque fueron enviados el mismo día del atentado.[64][65]

En cuando al cochero, este fue sepultado con pompa y honores, e incluso la Asamblea Nacional emitió un decreto en el cual se le otorgaba una pensión vitalicia a su familia, pero, cuando se supo que él había sido cómplice del atentado, su tumba fue saqueada por desconocidos y la pensión revocada.[66]

Atentado de «Los cadetes»

Grabado de la Escuela Politécnica cuando ésta se encontraba en el convento de la Iglesia la Recolección (1873-1908).
Tumba y monumento de los cadetes caídos tras el atentado del cadete Víctor Manuel Vega en contra de Estrada Cabrera. La tumba se encuentra en el Cementerio General de la Ciudad de Guatemala.

Para 1908, la iglesia de Santo Domingo había cambiado el recorrido de su solemne de Viernes Santo para pasar frente a la casa de habitación del presidente, situada en la 7.a avenida sur de la Ciudad de Guatemala. Esta circunstancia fue tenida en cuenta por varios cadetes y oficiales de la Escuela Politécnica, quienes advirtieron que el capirote del traje de cucurucho[Nota 22]​ era ideal para esconder a posibles conspiradores. Los cadetes concibieron un plan sencillo: aprovechando que la procesión iba a pasar frente a la casa del presidente, irían disfrazados de cucuruchos, invadirían la casa presidencial y apresarían a Estrada Cabrera. Pero para el Miércoles Santo de ese año los conjurados estaban presos: dos de ellos, durante una borrachera en una fonda, habían hablado de más y terminado en la cárcel. Estrada Cabrera, una vez que supo de la conjura, puso palizadas frente a su casa, prohibió que la procesión pasara enfrente y prohibió el uso de los capirotes en el traje de cucurucho.[67]

El 20 de abril de 1908, durante la recepción oficial del nuevo ministro plenipotenciario de Estados Unidos en el Palacio de Gobierno, el cadete de la Escuela Politécnica Víctor Manuel Vega, en venganza por la prisión y las torturas de sus jefes y amigos, le disparó a Estrada Cabrera a quemarropa, pero el proyectil solo hirió a éste en el dedo meñique. Enfurecido, y a modo de escarmiento popular, Estrada Cabrera ordenó fusilar a prácticamente toda la compañía de cadetes a la cual pertenecía Vega, excepto a dos integrantes, Rogelio Girón y Manuel Hurtarte, quienes fueron llevados a la penitenciaría central sin darles razón alguna. En cuanto al cadete Vega, éste había muerto en el lugar donde intentó perpetrar el magnicidio, cayendo a los pies de Estrada Cabrera al ser alcanzado por las balas de los guardias de éste. El presidente ordenó que la escuela militar fuera disuelta, el edificio[Nota 23]​ demolido y que se regara sal sobre los cimientos.[68]​ Numerosos militares fueron encarcelados, incluyendo algunos generales allegados al presidente.

Nuevamente se publicaron extensas «manifestaciones de adhesión» para el «benemérito de la patria».[69]

Educación

En 1907, Enrique Gómez Carrillo le dedica su obra Alma Japonesa a Estrada Cabrera de este modo:
«Al presidente Estrada Cabrera, que ha sabido hacer del culto de la enseñanza popular una religión moderna, dedica este libro su amigo y admirador, Enrique G. C.»

Las fiestas Minervalias continuaron con gran pompa y las artes fueron promovidas: por ejemplo, en marzo de 1907, el diario oficial El Guatemalteco publicó una nota en la que se autorizaba la contratación de una compañía de ópera Italiana para trabajar en el teatro Colón,[70]​ aunque, por otra parte, a raíz del atentado de los cadetes en 1908, Estrada Cabrera mandó a llamar a todos los profesores y los reprendió severamente indicándoles que no iba a tolerar que estuvieran «educando a conspiradores». Los maestros tuvieron que asistir obligatoriamente a esta reprimenda, puesto que fueron enviados por el ministro de Instrucción del presidente.[71]

Durante el gobierno de Estrada Cabrera, la universidad nacional[Nota 24]​ estaba a cargo del secretario de Instrucción, y el mandatario tenía la potestad de nombrar al profesorado de las escuelas facultativas. Aquí se muestra un decreto por medio del cual el presidente nombra al profesorado:

Se nombra el profesorado de la Escuela de Medicina y Farmacia
Palacio del Poder Ejecutivo: Guatemala, 5 de febrero de 1907.
En vista de lo solicitado por el decano de la Facultad de Medicina y Farmacia,
El Presidente Constitucional de la República,
ACUERDA:
Organizar de la manera siguiente, el profesorado de la escuela en referencia: (y se consignan a continuación todos los nombres de los profesores).

—Tomado de El Guatemalteco, diario oficial de la República de Guatemala, en la América Central, 10 de febrero de 1907[72]

En 1908, Estrada Cabrera quería ver cómo iban los preparativos de la Huelga de Dolores de los estudiantes de la universidad nacional. Por esa razón ordenó a los miembros de su guardia personal que le abrieran paso en la Facultad de Derecho y Notariado del Centro, en la 9.a avenida de la capital. Sin embargo, los miembros de su guardia (quienes eran prácticamente analfabetos) entraron a la facultad por la fuerza, lo que provocó un serio altercado con los estudiantes, en el cual murió uno de ellos. Ante tal desastre imprevisto, Estrada Cabrera prefirió retirarse, y los estudiantes, por su parte, suspendieron la publicación del periódico estudiante No Nos Tientes y el Desfile Bufo. Ninguna de las dos tradiciones se efectuó sino hasta en 1921, cuando ya había sido derrocado el presidente.

Cultura

Reconocimiento a autores del himno nacional

En 1910, ya en su lecho de muerte, el poeta cubano radicado en Guatemala José Joaquín Palma rompió su silencio e hizo saber a la sociedad guatemalteca que había sido él quien había escrito la letra del himno nacional de Guatemala, cuya autoría había sido acreditada hasta entonces a un autor anónimo. El Gobierno y los intelectuales guatemaltecos le rindieron homenajes. Se emitió un acuerdo el 15 de septiembre de 1910 en el que se indicaba que en las Minervalias de ese año se otorgara una medalla de oro al cubano, la cual llevaba en el anverso el escudo de la República, y en el reverso, la leyenda: «El Gobierno de Guatemala al inspirado poeta José Joaquín Palma, autor de la letra del himno nacional». El 15 de septiembre de 1911, ya cuando el poeta Palma había fallecido, el presidente homenajeó también al maestro Rafael Álvarez Ovalle, autor de la música del himno.

La Generación del 10

En Quetzaltenango se formó un grupo de artistas, literatos y poetas entre quienes figuraban Rafael Arévalo Martínez, Carlos Mérida, Rafael Rodríguez Padilla, Rafael Yela Günther, Carlos Valenti, Carlos Wyld Ospina y los hermanos De la Riva. Todos ellos tuvieron una estrecha relación con Jaime Sabartés, artista catalán llegado a Guatemala en 1906, procedente de Barcelona, donde compartiera una estrecha amistad con Pablo Picasso. A estos artistas se les conocía como la Generación del 10. En 1913, Rafael Arévalo Martínez y Francisco Fernández Hall fundaron y dirigieron la revista Juan Chapín, órgano principal de la «generación de 1910», llamada también «del Cometa»[Nota 25][73]​, la cual fue responsable de la introducción a Guatemala de las tendencias literarias posteriores al modernismo y de los nuevos estilos europeos de pintura.

Estudio de la civilización maya

En 1910, la United Fruit Company recibió el sitio arqueológico de Quiriguá y toda la tierra en los alrededores para la producción de plátano por intermedio de una generosa concesión otorgada por el gobierno de Estrada Cabrera.[74]​ La frutera reservó treinta hectáreas alrededor del centro ceremonial y las clasificó como parque arqueológico, con lo cual dejó una isla de selva entre las plantaciones.[75]​ El trabajo arqueológico fue realizado de 1910 a 1914 por Edgar Lee Hewitt y Sylvanus Morley, de la Escuela de Arqueología Americana en Santa Fe.[75]​ Réplicas de yeso de las estelas de Quiriguá hechas con los moldes de Hewitt fueron exhibidas en la Exposición Panamá-California de 1915, en San Diego, California.[75][Nota 26][76]​ Finalmente, el Instituto Carnegie llevó a cabo varios proyectos en Quiriguá desde 1915[75]​.[Nota 27]

Familia del presidente

Asilo «Doña Joaquina» en el «Bulevar 30 de junio» (Paseo de la Reforma), construido durante el Gobierno del licenciado Estrada Cabrera y destruido por los terremotos de 1917-1918.

El 3 de julio de 1908 murió la madre del presidente, Joaquina Cabrera, con quien el mandatario estaba muy apegado. Se declaró luto nacional hasta el 11 de julio y se escribieron poemas en su memoria, tales como los Mater Admirabilis de los poetas extranjeros José Santos Chocano y Rubén Darío. Por su parte, el 9 de abril de 1910 falleció su primera esposa, Desideria Ocampo, quien murió en Niza, Francia, adonde Estrada Cabrera la había enviado para que recibiera tratamiento contra la tuberculosis que sufría. Ese mismo año falleció Diego Estrada, primogénito del presidente, tras padecer una larga enfermedad.[77]

Su sobrina María Albaudín se casó con el insigne periodista español Pedro González-Blanco, quien se encontraba viajando en América junto con su amigo José Santos Chocano.[78]

Tercer período presidencial (1911-1917)

Mapa de rutas de la «Flota Blanca» de la United Fruit Company, la cual tenía el monopolio de transporte de carga y personas desde y hacia Puerto Barrios, tras las generosas concesiones otorgadas por Estrada Cabrera.

El presidente fue electo para un tercer período presidencial con una inmensa mayoría de más de 500 000 votos, que a todas luces resultaban un fraude electoral si se tiene en cuenta que las elecciones de Brasil del mismo año solo reportaron 300 000 votos y que, mientras aquel país tenía una población de 14 millones de habitantes, Guatemala únicamente contaba con 2 millones. Sin embargo, el pueblo guatemalteco se encontraba bajo tal represión que no hubo protestas al respecto.[79]

Revolución Mexicana y la República Suroriental

En 1913 ya había caído el presidente mexicano Porfirio Díaz tras el estallido de la guerra civil provocada por la Revolución Mexicana, y el nuevo gobernante era el general Victoriano Huerta, quien estaba combatiendo revueltas en varios frentes. Uno de ellos era Chiapas, donde se encontraban las tropas del general revolucionario Venustiano Carranza. Uno de los lugartenientes de Carranza, el general Ricardo Carrascosa, viéndose derrotado, se refugió en Guatemala, país en el que se había educado. Al enterarse de esto, Estrada Cabrera lo mandó llamar y le ofreció armas, soldados y frontera libre para que atacara a las fuerzas de Huerta en Chiapas. Carrascosa aceptó, pero fue derrotado una vez más por las fuerzas presidenciales mexicanas.

Tras esta nueva derrota, Carrascosa volvió a refugiarse en Guatemala y de nuevo fue llamado por Estrada Cabrera, pero esta vez recibió una proposición insólita: se le ofrecían armas, dinero y soldados si aceptaba luchar contra México y apoderarse de los territorios de Soconusco, Lacantún y Chiapas, los cuales, junto con parte del departamento guatemalteco del Petén, se convertirían en una nación independiente denominada República Suroriental.[80]​ Carrascosa se negó a perpetrar esta traición, por lo que fue llevado a prisión en el convento de San Francisco, de donde se escapó tras sobornar y secuestrar a su captor para luego refugiarse como preso político en la embajada mexicana, dependencia del gobierno de Huerta. Tras obtener la victoria las tropas de Carranza, Carrascosa regresó a México luego de que el nuevo presidente de ese país amenazara con invadir Guatemala si a aquel militar se le vedaba el retorno.[81]

Política exterior

A principios de la Primera Guerra Mundial, en 1914, el Gobierno se declaró neutral en el conflicto. En ese momento, Estados Unidos todavía no participaba en la guerra. Esto cambió en 1917, cuando el presidente Woodrow Wilson declaró la guerra al Imperio alemán y solicitó a sus aliados de América Latina que hicieran lo mismo.[20]

En 1916 se reconoció al gobierno de facto de Venustiano Carranza en México.

Economía

Mapa de los ramales ferroviarios en Guatemala y El Salvador, los cuales eran propiedad de la IRCA, subsidiaria de la UFCO que controlaba el ferrocarril en ambos países, mientras el único puerto en el Atlántico era controlado por la Great White Fleet, marina mercante también propiedad de la UFCO.

En 1912, la UFCO adquirió las acciones del Ferrocarril Central, Occidental y de Ocós, con lo cual se formó la International Railways of Central America (IRCA), de la cual la compañía frutera era la principal accionista. También se le concedió el contrato para colocar la línea de telégrafo de la capital a Puerto Barrios. Se inició así el cultivo de banano en Izabal y el período de hegemonía de la frutera en Guatemala.[82]

Se ajustó un convenio entre los tenedores de bonos de la deuda inglesa y el secretario de Hacienda, de manera que las rentas de Guatemala fueron de 500 millones, contra 400 millones de pesos en gastos. Es decir, hubo un superávit de 100 millones. La cosecha de café, principal producto de exportación de los gobiernos liberales desde Barrios hasta Ubico, osciló entre 8 y 12 dólares por quintal.

Estudio de la civilización maya

En 1916, en plena Primera Guerra Mundial, el espía de la Oficina de Inteligencia Naval de los Estados Unidos y arqueólogo del Instituto Carnegie Sylvanus Morley descubrió en Petén un sitio arqueológico al cual denominó Uaxactún, que significa 'Piedra Ocho'.

Morley escogió el nombre por dos motivos:

  1. Una inscripción que encontró al descifrar una estela obsequiada por el rey de Tikal después de la derrota que le infligió el de Uaxactún, la cual empezaba con el número ocho.
  2. El nombre es similar al vocablo inglés Washington, nombre de la capital de Estados Unidos, donde tienen su sede tanto la oficina de Inteligencia Naval como el Instituto Carnegie.
Templo de las Máscaras o estructura E-VII, el primer observatorio documentado en la civilización maya en Uaxactún, sitio arqueológico maya prehispánico que se encuentra aproximadamente a 25 km al norte de Tikal, en Petén.

Su nombre en la antigüedad era Siaan Ka'an, que significa 'Nacida del Cielo'. Esta ciudad fue habitada desde el período Preclásico Medio, cerca 900 a. C., y durante todo el Clásico. Alcanzó su máximo esplendor en el período comprendido entre el 500 y el 900.

Fue en Uaxactún donde se sentaron las bases para la investigación de la civilización maya.

Intentos de derrocamiento

En septiembre de 1915 y enero de 1916 hubo en Guatemala tres insurrecciones que fueron rápidamente sofocadas:

  1. Una proveniente de México, comandada por el general Isidro Valdés y el doctor Toledo López.
  2. En Huehuetenango, donde las fuerzas se lanzaron tiros inefectivos, con un barranco de por medio.
  3. En el Petén, donde caudillos rivales se pelearon entre sí.[83]

Familia del presidente

En 1910 fallecieron Desideria Ocampo, su esposa, y Diego Estrada, su primogénito. Diego había contraído una enfermedad venérea en Estados Unidos, donde estudiaba, y el tratamiento que recibió en Alemania y sus excesos anteriores le produjeron una tuberculosis que lo llevó al suicidio. Asimismo, el 8 de noviembre de 1912, tras una discusión con el presidente, también se quitó la vida su hijo Francisco Estrada, quien acababa de regresar a Guatemala procedente de Europa.[84]​ Francisco estudiaba en París en una escuela de agricultura y había caído en las redes de una francesa mayor que él. Regresó a Guatemala huyendo de la muchacha, pero ella lo siguió. Por complacerla, en Guatemala le compró joyas con un valor total de 4 000 dólares e incurrió así en deudas que contrariaron al presidente. Estrada Cabrera leyó la factura y la puso bajo el plato sopero de su hijo. Cuando este llegó a la hora de comer, vio la factura y palideció. Sin decir palabra, salió del comedor y momentos después se suicidó de un tiro. La bandera nacional fue izada a media asta, y los empleados civiles y militares llevaron luto por cinco días tras su fallecimiento.[85]

Cuarto período presidencial y derrocamiento (1917-1920)

Gabinete:

José Santos Chocano, poeta, político y diplomático peruano

Papel de José Santos Chocano:

Tras salir de México por no estar de acuerdo con ninguna de las facciones en conflicto durante la Revolución Mexicana, el poeta José Santos Chocano regresó a Guatemala, en donde Estrada Cabrera le dio un puesto de ministro en su gabinete. A pesar de ser peruano, estuvo junto al Presidente en la residencia presidencial de La Palma hasta el último momento, tratando de hacer entrar en razón a Estrada Cabrera ante el acoso de las fuerzas unionistas, diciéndole: «Aquí sólo hay dos caminos que tomar: o nos fugamos o rompemos con toda nuestra fuerza contra los unionistas, arrasando la ciudad hasta aniquilarlos; pero el camino en que vamos conduce a la ruina».[86]​ Luego que Cabrera fuese depuesto en abril de 1920, Chocano fue apresado y condenado a muerte, pero se salvó por intercesión del Papa, el rey Alfonso XIII de España, los presidentes de Argentina y Perú, así como varios escritores de América y Europa.

Electo con la absurda cantidad de 10 millones de votos, Estrada Cabrera inició su cuarto período presidencial.[87]

Los terremotos de 1917-18

Efectos del terremoto de 1917-18 en Guatemala.

Puede afirmarse que el inicio del declive de la presidencia de Estrada Cabrera comenzó con los terremotos que se iniciaron el 17 de noviembre de 1917 y arruinaron algunas poblaciones alrededor de Amatitlán. El 25 y el 29 de diciembre de ese mismo año, y el 3 y el 24 del siguiente, se repitieron los temblores en la república, pero con mucha mayor fuerza, de modo que destruyeron numerosos edificios públicos y casas particulares en la ciudad de Guatemala y en la Antigua Guatemala. Entre los edificios destruidos destacaban numerosas estructuras que habían sido construidas en los gobiernos de Reyna Barrios (pabellón de la Exposición Centroamericana, palacio del bulevar 30 de Junio) y de Estrada Cabrera (asilo para damas Doña Joaquina). Por esta razón, mucha de la obra física de ambos presidentes ha sido olvidada por generaciones posteriores.

En el Diario de Centro América, después de publicar dos ediciones diarias reportando los desastres, se pasó a hacer crítica al Gobierno por la lenta e ineficiente respuesta al desastre.[88]​ En uno de los artículos de opinión de este periódico oficial se llegó a decir que las imágenes religiosas de algunos templos católicos de la ciudad se habían salvado porque, al momento del primer terremoto, «ya no quisieron seguir en una ciudad en donde imperaba el lujo excesivo, la impunidad y el terror».[88]​ Por otra parte, se dijo que existían leyes «excelentes» para la reconstrucción, las cuales, sin embargo, «no se cumplen». También se dijo que estaba ocurriendo un fenómeno que se daba siempre en casos de cataclismos como estos: «se emiten leyes y reglamentos a diario, pero lo que se necesita es de su correcta ejecución diaria, y no de tantos reglamentos».[88]​ Además, se publicó en primera plana, tres meses después de los terremotos, que «todavía hay escombros por toda la ciudad».[88]

El propio Diario de Centro América era editado entre escombros, pese a lo cual logró tirajes de ejemplares de media hoja, a veces hasta dos al día, durante la crisis.[89]

En El Guatemalteco, diario oficial del Gobierno, quedó huella del desastre: desde el número correspondiente al 22 de diciembre se interrumpió la publicación y no se reanudó sino hasta el 21 de enero de 1918, pero en un formato mucho más pequeño.[90]

La comisión de Hacienda encargada de la reconstrucción de la ciudad, después del terremoto, por fin decidió crear un Banco Nacional Privilegiado con un capital de 30 millones de pesos (que provendrían de un préstamo a bancos extranjeros), lo cual hundió la economía nacional. Debe destacarse que uno de los miembros directivos de esta comisión fue Carlos Herrera y Luna, quien luego sería presidente de Guatemala.

En una entrevista de 1970, el crítico literario alemán Günter W. Lorenz preguntó a Miguel Ángel Asturias por qué empezó a escribir, a lo que el novelista respondió: «Sí, a las 10:25 de la noche del 25 de diciembre de 1917, un terremoto destruyó mi ciudad. Vi algo parecido a una inmensa nube ocultar la enorme luna. Yo estaba en un sótano, un agujero, una cueva o algún lugar parecido. Fue entonces que escribí mi primer poema, una canción de despedida a Guatemala. Más tarde estuve enojado por las circunstancias en que se removieron los escombros y por la injusticia social que llegó a ser tan aparente».[91]​ Esta experiencia a la edad de 18 años llevó a Asturias a escribir Los mendigos políticos, un cuento inédito que más tarde se convertiría en su primera novela, El señor presidente.[92]

Terremotos de 1917-1918
Templo Masónico
Iglesia de la Recolección
Santuario de Guadalupe
Iglesia de la Parroquia Vieja
Iglesia de Santa Catalina
Fotografías de la catástrofe; las iglesias de la ciudad fueron completamente destruídas, pero a diferencias de catástrofes anteriores, no fueron reconstruidas inmediatamente porque en 1918 la iglesia católica no tenía el poder financiero que tuvo antes de la expulsión de las órdenes del clero mayor en 1872.

Primera Guerra Mundial

Al mismo tiempo que se publicaban las terribles noticias de los terremotos, se divulgaban también las últimas informaciones sobre los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial, ante la cual el gobierno de Estrada Cabrera se había mantenido neutral. Sin embargo, por su condición de aliado de Estados Unidos, finalmente declaró la guerra a Alemania en abril de 1918.[88]​ Para entonces, Alemania y Austria estaban prácticamente derrotadas por las fuerzas de Francia e Inglaterra.

En Guatemala, el Gobierno intervino las compañías alemanas:

  • De luz eléctrica de Guatemala
  • Ferrocarril Verapaz
  • Eléctrica y de Teléfonos de Quetzaltenango

Partido Unionista

Retrato del presidente Manuel Estrada Cabrera durante su último mandato presidencial.

La oposición se inició cuando el obispo Piñol y Batres inició sus sermones contra el Gobierno en la Iglesia de San Francisco en 1919, por instrucciones de su pariente Manuel Cobos Batres. Por primera vez la Iglesia católica pronunciaba un discurso opuesto a las políticas del presidente. Por otra parte, Cobos Batres consiguió entusiasmar a los líderes conservadores José Azmitia, Tácito Molina, Eduardo Camacho, Julio Bianchi y Emilio Escamilla en la formación de un partido que se revelara contra el férreo gobierno de Estrada Cabrera. El partido inició su actividad política con el apoyo de muchos sectores, entre los que destacaron los estudiantes de la Universidad Estrada Cabrera[Nota 28]​ y los obreros de la capital, quienes bajo el liderazgo de Silverio Ortiz fundaron el Comité Patriótico de Obreros.[27]

El nuevo partido se llamó Unionista, a propuesta de Tácito Molina, para diferenciarlo tanto del Partido Liberal como del Conservador y reunir en sus filas a todos aquellos «hombres de buena voluntad, amantes de la libertad y la democracia, y con el ideal de la unión centroamericana». La primera sede oficial del partido, inaugurada en 1920, fue una casa propiedad de la familia Escamilla situada en la esquina sudeste de la 4.a avenida y la 12 calle de la zona 1, la cual fue pronto conocida como la Casa del Pueblo.[93]​ Tácito Molina fue también el encargado de redactar el acta de fundación del partido, la cual fue suscrita por 51 ciudadanos el 25 de diciembre de 1919 y llegó a ser conocida como el Acta de los Tres Dobleces, ya que las firmas se añadieron en una hoja de papel doblada tres veces. El documento se hizo circular en la capital hasta el 1.o de enero de 1920, cuando se depositó una copia de ella debajo de la puerta de cada casa.[94]

El tiempo de Cabrera ha llegado: el Partido Unionista se lo lleva después de que el presidente ha destrozado a los hijos de Guatemala, mientras que Cristo le recuerda a Guatemala que debe perdonar. Nótese que Estrada Cabrera viste como en el retrato oficial de su presidencia.

Estrada Cabrera se vio obligado a aceptar la oficialización del Partido Unionista, pues había presión política tanto interna como internacional. El 1 de marzo de 1920, durante la inauguración del período de sesiones de la Asamblea Nacional Legislativa, se reconoció al partido y quedó oficializada su existencia. A partir de entonces, Estrada Cabrera reiteró públicamente su voluntad de atender los deseos de la comunidad internacional para dar mayor apertura política, pero se seguía arrestando a los simpatizantes unionistas. El 11 de marzo de 1920, los unionistas convocaron a una manifestación en la que participaron miles de ciudadanos y en la cual el abanderado fue el ciudadano y dirigente unionista José Azmitia. Pero esta manifestación fue reprimida por el Gobierno. El Ejército disparó contra los manifestantes, lo que causó indignación generalizada y unió al pueblo guatemalteco y a la comunidad internacional en contra de Estrada Cabrera. El presidente se dio cuenta entonces de que el pueblo ya no era dócil y manejable. Para entonces, ya se habían organizado más de 150 clubes o filiales del partido en todo el país. El 18 de marzo, todo el personal de correos y aduanas se unió al nuevo partido, acción que inmediatamente fue imitada por el personal de telégrafos.[95]

La Asamblea Nacional Legislativa, dirigida entonces por Adrián Vidaurre, quien había sido un alto funcionario durante la mayor parte del gobierno cabrerista, declaró mentalmente incapaz al presidente para gobernar y designó al ciudadano Carlos Herrera y Luna como presidente interino.[Nota 29]​ A partir de este momento, hasta quienes le apoyaron y alabaron durante su largo gobierno le dieron la espalda. Un ejemplo de ello fue que en el nombramiento de un nuevo gabinete, poco antes de la caída, figuraba como ministro de Fomento el coronel Jorge Ubico Castañeda, quien pocos días después se presentaría ante la Asamblea Nacional para asegurar que estaba en contra de la «tiranía». La Asamblea Nacional declaró a Manuel Estrada Cabrera mentalmente incompetente para gobernar mediante el Decreto 1022 del 8 de abril de 1920.

Finalmente llegó la lucha armada. El presidente resistió desde su residencia oficial de La Palma hasta que fue derrotado tras cruentos combates durante la llamada Semana Trágica. Desde allí Estrada Cabrera cañoneó, con ayuda de los cuarteles Matamoros y San José, a las fuerzas unionistas en un último intento de conservar el poder, que ostentaba dese 1898 y había mantenido a través de amañadas elecciones en 1905, 1911 y 1917.[8]​ Estrada Cabrera también bombardeó la capital desde La Palma en un intento de atacar el supuesto cuartel general de los unionistas en la finca El Zapote. Finalmente se rindió el 14 de abril de 1920 junto con el único colaborador que estuvo con él hasta el final, el poeta peruano José Santos Chocano. Para esas fechas, a Estrada Cabrera lo llamaban el «Bárbaro de La Palma», el «Usurpador», el «Réprobo» y el «Autócrata». Atrás quedaban los tiempos de gloria en que a don Manuel Estrada Cabrera lo llamaban el «Benemérito de la Patria», el «Protector de la Juventud» y el «Insustituible», los mismos que ahora lo despreciaban en sus escritos.[8]​ Tras rendirse, una multitud saqueó su finca, la cual estaba ubicada en el área donde en la actualidad se encuentra el estadio Mateo Flores, en la zona 5, desde 1950.

En lugar de huir al exilio, decidió defenderse de los cargos que se le imputaron. Fue el único perseguido de todos los integrantes de su gabinete de gobierno. Pasó sus últimos días preso en una residencia privada en la ciudad de Guatemala, trabajando en su defensa legal. Murió en esa casa en 1924.[8]

Servilismo

En 1915, Manuel Cobos Batres regresó a Guatemala proveniente de Europa. He aquí lo que encontró:
«Cuando volvía a Guatemala en 1915, después de cinco años pasados en Hamburgo y cinco en París, era un ser libre y no pude entender la tiranía. Encontré que en mi patria se adulaba a don Manuel de todas maneras y en todo tiempo. Lo adulaban todas las clases sociales y en especial la más alta. Los hombres habían constituido un club que se llamaba "Club de amigos del señor Presidente". Sus esposas pertenecían a otro que se denominaba "Club Joaquina", sus hijas se habían agrupado bajo el nombre de "Asociación del veintiuno de agosto, fecha en que había nacido doña Joaquina; y los hijos ostentaban en sus blusitas el distintivo del "Club de amiguitos del señor presidente"».
Arévalo Martínez, Rafael. ¡Ecce Pericles!. p. 268. [96]

Durante el gobierno del licenciado Estrada Cabrera se dieron casos extremos de servilismo. Por ejemplo:

  • La procesión del Santo Entierro del Templo de Santo Domingo desvió su recorrido para pasar frente a la casa de habitación del gobernante.[97]​ Esto fue prohibido después de que se utilizara dicha procesión como medio para intentar asesinar al presidente en 1908.
  • En 1917, el compositor guatemalteco Julián Paniagua Martínez escribió el Himno a Estrada Cabrera, con letra de Roger Barrios.
  • Tras morir la madre de Estrada Cabrera el 3 de julio de 1908, la prensa y la sociedad guatemaltecas seguían celebrando su natalicio cada 21 de agosto, como si todavía estuviese viva. Incluso el poeta nicaragüense Rubén Darío escribió el poema Mater Admirabilis en honor a doña Joaquina el 21 de agosto de 1915.[98]
  • El 21 de noviembre de 1917, la Asamblea Legislativa mandó colocar en la casa natal del presidente en Quetzaltenango una placa de mármol que contenía la fecha de nacimiento y los decretos mediante los cuales se restablecía la enseñanza pública e instituía las fiestas de la niñez.[99]
  • Todas las asociaciones de clubes de amigos del presidente se disputaban cada uno de los días del mes de noviembre, al aproximarse el cumpleaños de Estrada Cabrera, para ofrecerle serenatas, procesiones, paseos de antorchas y otras manifestaciones de pleitesía.[96]
  • Se creó la Universidad de Guatemala, que pasó a llamarse Universidad Estrada Cabrera por decreto legislativo del 2 de mayo de 1918,[100]​ la cual le otorgó el primer doctorado honoris causa al presidente.[101]
  • El carácter dictatorial del gobierno de Estrada Cabrera no impedía que, para las campañas de reelección, recibiera cartas de apoyo firmadas por personalidades del país como los escritores Enrique Gómez Carrillo, Flavio Herrera o Carlos Wyld Ospina, o que Rafael Arévalo Martínez lo llamara «un gran hombre patrio» durante un discurso en las Minervalias de noviembre de 1917.[8]

Racismo

Numerosos recuentos de racismo se encuentran en el libro ¡Ecce Pericles!, de Rafael Arévalo Martínez. Los autores de textos críticos contra el presidente Estrada Cabrera citados por este autor se cuidaban muy poco de disimular su racismo, de modo que algunos de ellos frecuentemente lo llamaban «mestizo» y atribuían los rasgos negativos de su personalidad a su ascendencia indígena, mientras que aquellos que se opusieron a él eran ensalzados por sus atributos físicos más criollos.

  • Arévalo Martínez, cuando describe al presidente, dice: «En el recién nacido predominaba la raza indígena con mezcla europea y africana».[102]​ Luego indica que «era un joven robusto, de estatura mediana, color moreno y aspecto vulgar. El ancestro indígena lo hacía fuertemente supersticioso».[103]​ Por otra parte, para describir a los autores del atentado de «La Bomba» de 1907, refiere que «los hermanos Ávila Echeverría y Valdés Blanco tenían patricias figuras, ojos hermosos, facciones correctas, narices aguileñas; los tres fueron de estatura alta y tez blanca; el ingeniero Baltasar Rodil parecía más hijo del trópico: era cenceño, de pequeños bigotes, de regular estatura y color moreno; pero los cuatro próceres eran de noble apariencia».[66]
  • Manuel Cobos Batres, para referirse a Estrada Cabrera, dice: «Y cuentan que aquel mestizo de indio que oprimía a Guatemala, desde el palacio nacional del Gobierno...».[96]​ Mientras tanto, para referirse a un correligionario del Partido Unionista, indica: «Lo único que hay que mencionar al referirse a Tácito es la época y el lugar en que vivió, para que no se le confunda con el jurisconsulto e historiador romano o con uno de sus descendientes inmediatos... A menos que Tácito lo fuera remotamente por alguno de sus rebisabuelos de más rancio abolengo, como don Sancho de Barahona o los Hurtado de Mendoza y López de Peñalver... Tácito se ganaba las simpatías populares sin esfuerzo, casi solamente por su extraordinario atractivo físico».[104]
  • Julio Bianchi, en el prólogo del libro, indica que, tras profundas meditaciones mientras estaba preso en la Penitenciaría Central de Guatemala durante el gobierno de Estrada Cabrera, definió cinco puntos principales para lograr una efectiva democracia en Guatemala. El segundo punto decía: «El gran obstáculo para la implantación de la democracia en Guatemala es la existencia de esa mole enorme de gente inconsciente, ignorante, apática, segregada del resto de la sociedad por causas raciales y acostumbrada a través de muchos siglos a la obediencia pasiva, mole que cualquier gobernante maneja a su antojo, ya sea en las lides pacíficas, haciéndola votar como a él le convenga de orden superior o en las luchas armadas aplastando cualquier intento de rebeldía con peso abrumador. Esa masa debe apartarse, por de pronto, de la vida política del país. Más tarde, educados sus miembros, podrán irse reintegrando al cuerpo de ciudadanos conforme sus progresos lo justifiquen».[105]

Legado

Fiestas Minervalias

Durante su Gobierno, el licenciado Estrada Cabrera estableció las «Fiestas Minervalias» que se conducían en honor a la «Juventud Estudiosa» del país, pero que en realidad eran la principal asamblea para glorificar al presidente. Como parte de estas celebraciones, el Gobierno erigió templos a la diosa griega Minerva en todas las cabeceras departamentales del país. Los templos más impresionantes fueron el de Quetzaltenango (tierra natal del presidente) y el de la Capital de Guatemala, el cual fue construido en 1901 y se encontraba donde actualmente se encuentra el Diamante de Béisbol «Enrique Torrebiarte» y a la par del Mapa en Relieve en la zona 2 de la Ciudad de Guatemala.[Nota 30]

Templos y Fiestas de Minerva

Templo de Minerva
Templo de Minerva de la ciudad de Guatemala en 1905, durante las Fiestas de Minerva de ese año.
Vista parcial del Hipódromo del Norte: Avenida Simeón Cañas, Parque de Béisbol y Templo de Minerva en 1905.
Medallón conmemorativo al presidente Estrada Cabrera, por el decimoquinto aniversario de las Fiestas de Minerva.
Parque de béisbol «Enrique Torrebiarte» (entonces Diamente Minerva) antes de la construcción de la tribuna principal.
Templo de Minerva de la ciudad de Quetzaltenango, Guatemala en 2014.
Obsérvese el deterioro y que la inscripción del presidente Estrada Cabrera ha sido removida.
El Templo de Minerva de la Ciudad de Guatemala fue construido en 1901 en el Hipódromo del Norte de la Ciudad de Guatemala para celebrar las «Fiestas Minervalias». Fue demolido en 1953, durante el Gobierno de Jacobo Arbenz Guzmán. El resto de templos de las cabeceras departamentales todavía se encuentran en pié, siendo el principal el de la ciudad de Quetzaltenango.

Las fiestas minervalias contaban con contribuciones de los mejores poetas y escritores nacionales y extranjeros. En 1902 Jose Santos Chocano escribió un poema llamado «Pro-Minerva» y Ruben Darío otro llamado «Pallas Athenea», ambos dedicados a Estrada Cabrera. Por su parte, el escritor guatemalteco Enrique Gómez Carrillo escribió un artículo celebrando como, mientras otros países celebran fiestas en honor a Marte, en Guatemala se hacían en honor a Minerva y la educación.[106]

Numerosos Templos de Minerva todavía se conservan en las cabeceras departamentales de Guatemala.

El Mapa en Relieve

Mapa en Relieve de Guatemala
Vista parcial del Mapa en Relieve de Guatemala, 1905.
Miembros del Gabinete de Gobierno e invitados especiales
observando el Mapa en Relieve en 1905. Al fondo, Templo de Minerva.
Vista parcial del Mapa en Relieve de Guatemala, 2014.
Última piedra del Mapa en Relieve, que está en la localidad de Chemal en Los Cuchumatanes, 2014.[Nota 31]
El Mapa en Relieve de Guatemala fue construido por el insigne teniente coronel e ingeniero Francisco Vela en 1904 a petición expresa del presidente Estrada Cabrera. El Mapa está localizado en el Hipódromo del Norte en la zona 2 de la Ciudad de Guatemala. Originalmente se encontraba junto al Templo de Minerva, ; el mapa y el Templo de Minerva eran las atracciones principales durante las Fiestas Minervalias que se celebraban en el Hipódromo del Norte.

Ciudad ceremonial de Quiriguá

Quiriguá
Vista parcial del sitio arqueológico luego del trabajo hecho por arqueólogos invitados por la United Fruit Company.
Estela maya ya restaurada.
Detalle de la estela.
Zoomorfo maya tras su restauración.
Durante su gobierno, se hizo una generosa concesión de terrenos en Izabal a la United Fruit Company en 1910. Dentro de estos terrenos se encontraban las ruinas de la ciudad ceremonial maya de Quiriguá. La empresa frutera delimitó un área alrededor de la ciudad maya y convirtió el lugar en una reserva arqueológica, permitiendo que arqueólogos de universidades norteamericanas estudiaran y restauraran los monumentos.

Concesiones a la United Fruit Company

Gracias a las concesiones otorgadas, para 1901 la United Fruit Company (UFCO) comenzó a volverse la fuerza principal en Guatemala, tanto política como económica y llegó a controlar más del 40% de la tierra cultivable del país y de otros países centroamericanos. Su influencia en el gobierno fue tal, que prácticamente sostuvo en el poder a los gobiernos de Guatemala desde Estrada Cabrera hasta Jorge Ubico, y luego derrocó al gobierno revolucionario de Jacobo Arbenz cuando éste quiso retirarle los privilegios que hasta entonces había disfrutado en Guatemala. Posteriormente, colocó en el poder a Carlos Castillo Armas aunque con las medidas que había tomado el gobierno de Arbenz empezó a perder sus monopolios.

La Gran Flota Blanca (Great White Fleet)

Anuncio publicitario de la Gran Flota Blanca de la UFCO en 1916.

El nombre de «Great White Fleet» se inició cuando el presidente Theodore Roosevelt envió a varios buques de guerra a un viaje de buena voluntad en circunvalación por el mundo, tras la victoria en su guerra contra España en 1898; los buques estaban pintados de blanco y no de gris, como el resto de la Armada norteamericana. Luego, cuando la United Fruit Company empezó a pintar sus buques de blanco para mejorar las condiciones del banano que transportaban, se le empezó a conocer a su flota como la «Gran Flota Blanca». Esta flota tuvo el monopolio del transporte de bienes y pasajeros desde y hacia Guatemala a partir del gobierno de Estrada Cabrera, y también tuvo el usufructo del puerto marítimo en Puerto Barrios, por el que se llegó al extremo de que era Guatemala la que pagaba a la frutera por el derecho de usar las instalaciones, y no a la inversa.[107]

Buque mercante frutero de la compañía Dole, la cual compite en la actualidad con la Gran Flota Blanca.

Tras la quiebra de la United Fruit Company y su reorganización en Chiquita Brands International en 1972, la Flota Blanca pasó a formar parte de esta última y continúa transportando fruta y otros bienes desde los países latinoamericanos con el nombre de «Great White Fleet Liner Service, LTD», pero ya no tiene el monopolio del que una vez disfrutó. Ahora compite con otras navieras por el transporte de las frutas desde los destino de América Latina.

International Railways of Central America (IRCA)

En 1904 socios de Minor Keith, quien ya había construido algunas líneas férreas en Centro América, empezaron a ganar control de varios ramales de ferrocarril en Guatemala y en El Salvador, gracias a generosas concesiones de los presidentes de ambos países.[108]

Expansión

El reporte anual de actividades de 1912, describe la consolidación de los diferentes ramales como sigue: «El ferrocarril guatemalteco asumió el control de los ramales «Central», «Occidental» y el de Ocós en 1912, cuando la fuerza laboral de las oficinas generales y de la estación y talleres de Zacapa y la ciudad de Guatemala se consolidaron en los edificios de la Compañía Ferroviaria Central en Guatemala; la unión de todo esto recibió el nombre de «International Railways of Central America» (IRCA). A partir de ese momento, los trenes de Guatemala se conocieron como:

  • «Ferrocarril del Distrito del Atlántico»
  • «Ferrocarril del Distrito del Paífico: los antiguos ferrocarriles Central, Occidental, Panamericano y de Ocós»
  • «Ferrocarril Panamericano (en construcción por la Compañía Ferrocarrilera Central»[108]

El reporte anual también reportó la construcción de la línea entre La Unión y San Miguel en El Salvador y menciona que el director de la IRCA was William C. Van Horne, quien ya había ganado cierta reputación en el Canadian Pacific Railroad.[Nota 32]

Keith tenía la idea de construir un ferrocarril «panamericano» que atravesara todas las repúblicas centroamericanas, y que se conectara a México con Panamá y eventualmente con la América del Sur. En estos momentos la construcción del Canal de Panamá estaba bastante avanzada, y los intereses estadounidense en la región crecían. La IRCA impulsó la construcción de líneas férreas a lo largo de la costa del Pacífico, conectando con las líneas ya existentes, y proporcionando la conexión con México en Tecún Umán, en Guatemala.[Nota 33]

La conexión entre Zacapa y San Salvador se completó hasta en 1929; conectaba a las líneas que la IRCA ya tenía en ambos países, llegando hasta La Unión, desde donde se podía pasar a Nicaragua por medio de un ferry en el Golfo de Fonseca. Por su parte, la ruta directa de El Salvador a Puerto Barrios en el Atlántico justificaba lo caro de la construcción entre las montañas. Con este ramal en El Salvador, la IRCA había creado un imperio de carriles con línea angosta que se extendía desde México hasta el Golfo de Fonseca, y desde el Atlántico hasta el Pacífico, un sistema de más de 800 millas de línea férrea. Incluso, en 1930, la United Press reportó que con este ramal ya concluido, la travesía en tren más larga sin transbordos en Norteamérica iba desde Hudson Bay en Canadá hasta La Unión en El Salvador, un viaje de poco más de 5000 millas.[108]

Muerte

Tumba de Manuel Estrada Cabrera en el cementerio de la ciudad de Quetzaltenango en 2014.

El 24 de septiembre de 1924 falleció víctima de pneumonía en la sencilla casa que le servía de cárcel; no había querido partir al exilio, a pesar de múltiples ofertas que se le hicieron: quería defenderse como abogado frente a las múltiples causas legales abiertas en su contra.

Su tumba se encuentra localizada en el cementerio general de la ciudad de Quetzaltenango en donde está sepultado junto a su madre; a simple vista puede pasar inadvertida, ya que no es una obra monumental, sino solamente un pequeño templo de estilo griego, el cual tiene escrito en su dintel «Estrada Cabrera».

Manuel Estrada Cabrera en la literatura

Numerosos libros han sido escritos con respecto al Gobierno del licenciado Manuel Estrada Cabrera. Por ejemplo, Rafael Arévalo Martínez fue autor de una detallada biografía de Estrada Cabrera, titulada «¡Ecce Pericles!», aunque la misma no es objetiva; asimismo, Carlos Wyld Ospina escribió «El Autócrata» y Adrián Vidaurre «Los últimos treinta años pasados de la vida de Guatemala», libros que también son muy críticos de la persona del presidente.[Nota 34]

El escritor y diplomático Federico Gamboa relató sus experiencias como embajador mexicano durante el régimen de Estrada Cabrera en su obra «Mi diario».[109]​ El recuento más detallado es el del atentado de la bomba en 1907; sin embargo, debe recordarse que Gamboa obedecía a la política anticabrerista del general Porfirio Díaz y por lo tanto su relato no es completamente imparcial.[110]

El autor español Eduardo Zamacois escribió un capítulo sobre Estrada Cabrera en su obra «La alegría del andar»[111]​. La descripción que hace del presidente es muy interesante y se reproduce a continuación:

Al terminar la audiencia y al ir a trasponer la puerta, me revolví bruscamente; el momento teatral, elegido por mí para interceder por mis defendidos, había llegado.

- ¡Perdón, Excelencia! - exclamé con estudiado aturdimiento y dando hacia él algunos pasos- ¡me dejaba en el tintero lo más importante!

El señor presidente no contestó; mejor dicho, contestó a mis palabras con un temblor de cejas, que significaba: "¿Qué deseaba usted? Sea breve."

- Deseaba pedirle algo...

Hubo un corto silencio, durante el cual se mostró receloso, y yo pude complacerme refinadamente en su inquietud y sorpresa.

- Sé perfectamente - continué sonriendo - que todos mis amigos... mejor dicho... todos mis compañeros de profesión, que pasaron por aquí, solicitaron algo de Su Excelencia...

Al hablar así desfilaban por mi memoria, en cabalgata rutilante, los nombres del gran poeta José Santos Chocano, el de Pedro González Blanco, el muy lleno de luz de Rubén Darío, con quien don Manuel Estrada Cabrera se comportó tan generosamente...

- Según...- repuso grave don Manuel.

- ¡No, Excelencia! - interrumpí risueño-; yo estoy seguro de que todos mis camaradas le pidieron algo... y de que usted fue condescendiente con todos.

El seguía impenetrable; no se movía, no sonreía; ni siquiera sus ojos negrísimos parpadeaban. Era como si con el mirar quisiera registrarme el fondo del alma.

- Por lo mismo - añadí con la jovialidad en la que presentía mi triunfo - yo deseo pedirle algo... ¡como los otros...! No hacerlo sería evidentemente, una falta de compañerismo.

Replicó glacial:

- Hable usted.
- Yo le pido la libertad de don Lucas Ibáñez recluído en inhospitalario calabozo desde hace varios meses; y el sobreseimiento de la causa que, a modo de excomunión medioeval, pesa sobre don Aquilino Sánchez.[Nota 35]

Expliqué sucintamente las acusaciones que tan fieramente abrumaban a don Aquilino y a don Lucas. Aquí, una pausa astuta, comprometedora, en la que yo esperaba que Su Excelencia interpolase una respuesta de benevolencia. Como no llegase, concluí:

- Esto es lo que imploro: la liberación de esos dos amigos que en nada ofendieron a Su Excelencia. Yo quisiera llevarme de Guatemala la impresión de que si las manos de su Excelencia suelen cerrarse para castigar inexorables, también en ocasiones, saben abrirse paternales y misericordiosas sobre la cabeza del condenado.

Hubo otra tregua que me hizo sufrir horriblemente; mi corazón latía apresurado; la emoción me secó la garganta. Parecíame que las sombras de don Aquilino y de don Lucas cruzaban un abismo sobre un alambre.

- Está bien - replicó, al cabo, Su Excelencia -; será usted complacido. Sus amigos quedan indultados. Dígale a don Aquilino Sánchez que venga a verme, y yo le daré un salvoconducto para que pueda regresar a su pueblo. En cuanto el señor Ibáñez, mañana mismo quedará libre.

Experimenté una alegría infinita: instantáneamente mi alma se inundó de luz; fue como si dentro de mí surgiese una aurora.

- Gracias, Excelencia, muchas gracias. ¿Puedo ir a comunicare a don Lucas Ibáñez la fausta nueva?
- Cuando usted guste. - ¿Ahora mismo, si quiero? - Ahora mismo.

Miré la hora en mi reloj:

- Las cuatro. ¿Me dejarán entrar en la cárcel, Excelencia?
- A usted - contestó amistoso - le dejan entrar a todas partes.
- Y, si voy... ¿me dejarán salir, Excelencia?

Don Manuel Estrada Cabrera, se echó a reír con una risa juvenil, franca y leal, que yo no le conocía.

- ¡Vaya usted sin miedo! - repuso -; además, por teléfono anunciaré su visita al director de la penitenciaría.
— Tomado de: Zamacois, Eduardo (1920). La alegría del andar. Madrid: Renacimiento. [111]

En abril de 1928, aparecieron en el periódico guatemalteco Nuestro Diario los artículos del escritor Manuel Valladares Rubio sobre la presidencia de Estrada Cabrera:

  • «El Tinterillo en el poder»
  • «Soplos de perversión y de muerte»
  • «Disfraces y caretas».[Nota 36]

En 1930, el periódico Nuestro Diario publicó en varios ejemplares un relato llamado «Debate Histórico», escrito por Emilio Escamilla.[10]​ El relato es rico en detalles, pero la objetividad del mismo se cuestiona ya que Escamilla fue uno de los líderes del Partido Unionista que se formó específicamente por los líderes conservadores para derrocar a Estrada Cabrera.[Nota 37]

En 1947 y 48, el escritor catalán Jaime Sabartés[Nota 38]​ publicó sus dos novelas Don Julián (1947) y Son Excellence (1948), en donde describe el clima opresivo de Estrada Cabrera. En dichas novelas no se identifica al dictador, ni a Guatemala.

Por último, el lector interesado en curiosidades de la época, podrá encontras numerosas anécdotas sobre la presidencia de don Manuel en El Libro de las Efemérides de Federico Hernández de León.[Nota 39][112]

Novelas de Miguel Ángel Asturias

Quizá el más conocido de los libros sobre el presidente sea el titulado El señor Presidente, obra de Miguel Ángel Asturias (Premio Nóbel de Literatura en 1967), quien utiliza la figura de Estrada Cabrera (sin nombrarla pero dando varias pistas al lector meticuloso).[Nota 40]​ Asimismo, Asturias narra el papel que jugó la United Fruit Company durante el Gobierno de Estrada Cabrera en Viento Fuerte, y la cual fue inspirada por la primera fase de la expansión bananera, es decir, los primeros cuarenta años de su desarrollo, desde 1904 hasta 1945 (los cuales incluyen el Gobierno de Estrada Cabrera y de Jorge Ubico). El tema central de Viento Fuerte lo constituye la gravitación de las empresas extranjeras en la vida del país, y la historia de los pequeños productores nativos arruinados por la compañía bananera.[113]

Referencias

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Enlaces Externos

Notas

  1. Nombre que tuvo la Universidad de San Carlos de 1918 a 1920.
  2. Lo cual era muy posible debido a las deudas que dejó su antecesor, el general Reyna Barrios, tras el fracaso de la Exposición Centroamericana.
  3. Tras la revolución de Los Altos, los líderes del movimiento alzado fueron sentenciados al pelotón de fusilamiento; por ser muy distinguidos miembros de la sociedad quetzalteca la ciudadanía de esa región suplicó al presidente que fueran perdonados; éste accedió, y pidió a Estrada Cabrera que telegrafiara la suspensión de la sentencia. Cabrera esperó hasta después del fusilamiento para mandar el telegrama, ya que tenía problemas personales con uno de los acusados, el señor Juan Aparicio, hijo.
  4. Famoso escritor que acababa de regresar a Guatemala proveniente de París y quien tenía confianza de que Estrada Cabrera fuera el presidente que Guatemala necesitaba
  5. Quien luego sería biógrafo de Gómez Carrillo
  6. Sustituido tras su muerte en 1902 por José María Reyna Andrade
  7. El licenciado Estrada Cabrera había acelerado el proceso por el cual fue ejecutado el filántropo quetzalteco Juan Aparicio, hijo luego de la fallida revolución en 1897.
  8. Lambert cobró cinco mil pesos de plata los servicios prestados a Estrada Cabrera, y recibió como pago adicional algunas concesiones, entre otras, la cantina del Hipódromo del Norte, con sus licores libres de derecho.
  9. Respetando la ortografía de la época
  10. La fórmula «por disposición superior», se empleaba en todos los casos durante el Gobierno de Estrada Cabrera; «de orden superior» significaba la ejecución de las órdenes presidenciales.
  11. Razón por la que en dicho país se les llamaba despectivamente los «Porfiritos»
  12. Tal y como había hecho Francia con México en el siglo XIX
  13. Propietario de la United Fruit Company
  14. Presidente de los Estados Unidos en ese entonces
  15. Como evidencia quedan los lujosos ejemplares de los «Álbumes de Minerva»
  16. Al final del gobierno de Estrada Cabrera, el analfabetismo alcanzaba el 93 % de la población, debido principalmente a que los campesinos no podían estudiar ya que estaban obligados a trabajar en las fincas de los terratenientes por el «Reglamento de Jornaleros» instituido por Justo Rufino Barrios
  17. El templo es de un estilo catalogado por especialistas como de influencia gaudiana, al que se suma la riqueza interior con el trabajo de ornamentación y talla de madera.
  18. Para entonces cónsul de Guatemala en París.
  19. Debe tomarse en cuenta que Gamboa obedecía a la política externa de su gobierno en Centroamérica, la cual favorecía al nicaragüense Zelaya por ser Estrada Cabrera un aliado firme de los Estados Unidos
  20. Patrocinio Monterroso
  21. Quién años después sería Presidente de Guatemala tras derrocar a Carlos Herrera y Luna, patrocinado por la United Fruit Company.
  22. Que cubría el rostro de los penitentes
  23. Que estaba ubicado en el antiguo convento de la Iglesia de la Recolección en la Ciudad de Guatemala
  24. Nombre que se le daba entonces a la Universidad de San Carlos de Guatemala
  25. Por el paso del Cometa Halley en esos años.
  26. Las réplicas están en exhibición desde entonces en la exposición "Maya: Corazón del Cielo, Corazón de la Tierra" en el Museo del Hombre de San Diego.
  27. «Viaje de Quiriguá a Livingston en la década de 1920». 2006. «Material fílmico sobre un viaje a Quiriguá patrocinado por la United Fruit Company se encuentra disponible en esta referencia». 
  28. Nombre que tenía la Universidad de San Carlos desde 1918
  29. Los Unionistas fueron hábilmente manejados por Vidaurre y otros cabreristas para lograr que no sólo no se les persiguiera, sino que se les incorporara en el nuevo Gobierno.
  30. Este Templo de Minerva fue dinamitado durante el Gobierno del coronel Jacobo Arbenz Guzmán, como una muestra de repudio al Gobierno de Estrada Cabrera.
  31. Esta piedra fue tra=da desde la región de chemal y fue colocada en ceremonia solemne por el presidente Estrada Cabrera en 1905.
  32. Otros nombres de reconocidos empresarios estadounidenses que estuvieron asociados con la IRCA en algún momento fueron Huntington, Hopkins, Stanford y Vanderbilt.
  33. La conexión con México involucraba no sólo un cambio de rieles, sino que también un viaje en ferry por el río Suchiate; y no fue sino hasta que los Estados Unidos entraron a la Segunda Guerra Mundial en diciembre de 1941 que la amenaza de un posible ataque japonés a las costa del Pacífico centroamericano forzó a la construcción de un puente entre México y Guatemala.
  34. Es importante destacar que todos estos autores fueron aduladores de Estrada Cabrera durante su gobierno. Adrián Vidaurre, por ejemplo, era amigo personal de Estrada Cabrera, y tanto Wyld Ospina como Arévalo Martínez participaron activamente con escritos para los «Albumes de Minerva».
  35. Ambos ciudadanos españoles, cuyos amigos en la comunidad española en Guatemala rogaron al escritor Zamacois que los ayudaran en tan difíciles momentos.
  36. Valladares Rubio escribió estos artículos bajo el pseudónimo de «Fences Redish», pero Rafael Arévalo Martínez menciona el nombre real del autor en ¡Ecce Pericles! (1945)
  37. Escamilla donó al Partido Unionista una casa de su propiedad, la que fue llamada «La Casa del Pueblo».
  38. Sabartés vivió en Guatemala de 1906 a 1927.
  39. Hernández de León era también el director de Nuestro Diario, en donde frecuentemente escribía la columna «Fenómenos de Nuestra Historia» y los editoriales del periódico; Hernández de León fue preso político durante el Gobierno de Estrada Cabrera, y el propio Hernández reconoce en sus escritos que «los tiranos son frecuentemente criticados por sus antiguos perseguidos» cuando se refiere a los enemigos de Justo Rufino Barrios.
  40. Esta novela ha sido llevada al cine por directores latinoamericanos, y también al teatro, por el director guatemalteco Hugo Carrillo


Predecesor:
José María Reina Barrios
Presidente de Guatemala

1898-1920
Sucesor:
Carlos Herrera Luna