Gótico español

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Catedral de Canarias, 1497.
Pórtico de la Majestad de la colegiata de Toro, ca. 1290.

Gótico español, Gótico hispánico o Gótico peninsular son denominaciones bibliográficas[1]​ para designar la división espacial del arte gótico que corresponde a los reinos hispano-cristianos. Se localiza temporalmente entre finales del siglo XII y comienzos del siglo XVI. Sus rasgos estilísticos son en lo esencial comunes con el Gótico europeo (en determinados periodos con mayor o menor influencia del Gótico francés, del Gótico italiano o del Gótico flamenco, espacios con los que se mantuvieron muy dinámicas relaciones políticas y económicas, incluyendo un naciente mercado de arte y la emigración de artistas);[2]​ y en lo particular diferenciados entre las distintas zonas en que suele subdividirse.

Se diferencian el Gótico de la Corona de Aragón (de la Corona de Aragón, con un Gótico aragonés donde predomina el Gótico-mudéjar y un Gótico mediterráneo o levantino -Gótico catalán, Gótico valenciano, Gótico mallorquín-), el Gótico navarro (del Reino de Navarra, que quedó marginado de la expansión hacia el sur y mantuvo una mayor relación artística con Francia), el Gótico de la Corona de Castilla (de la Corona de Castilla -Gótico gallego, Gótico asturiano, Gótico leonés, Gótico extremeño, Gótico castellano, Gótico vasco,[3]Gótico andaluz, Gótico murciano-) y el Gótico portugués (del Reino de Portugal).[4]​ A diferencia del Románico español, que se limita a la zona septentrional, el Gótico se extiende por la totalidad del territorio peninsular, e incluso por fuera de él, en las islas Baleares (desde la conquista cristiana, 1231) y en los territorios atlánticos incorporados en el siglo XV (en las islas Canarias, en Ceuta y en Melilla, y en Santo Domingo).[5]​ Al igual que se hace para periodos anteriores, la historiografía del arte suele presentar conjuntamente el arte de todos los territorios, estudiándolos separadamente, y considerando en su caso las diferencias y similitudes estilísticas, a pesar de la ausencia de unidad política entre ellos (hasta 1516 -con Carlos V- no se unen definitivamente Castilla y Aragón, pocos años antes se había incorporado Navarra a Castilla, mientras que la incorporación de Portugal a la Monarquía Hispánica de Felipe II no se produce hasta 1580).

Iglesia de Santa María de la Asunción (Castro Urdiales).

Gótico español inicial y pleno

Torre de San Martín de Teruel (Gótico mudéjar).
En la catedral de Lérida los arcos inferiores y el ábside son románicos, mientras que las bóvedas son góticas.
Claustro del monasterio de Vallbona (el ala este, románica, el ala norte, y la torre, góticas).
Girola y capillas de la Catedral de León. Obsérvense las vidrieras y rejerías.
Claustro del monasterio de Poblet, desde el "lavabo".
Tienda de Jaime I en las pinturas murales de la conquista de Mallorca.
Refectorio "de los conversos" del monasterio de Santa María de Huerta.
Tropas moras y cristianas formando parte del mismo ejército. Ilustración de las Cantigas de Santa María.
Retablo de San Cristóbal, procedente de un monasterio riojano (siglo XIV).
Iglesia de Santa María (Morella).
Retablo de Santo Domingo de Guzmán, procedente de Tamarite de Litera (primer cuarto del siglo XIV).
Virgen Blanca del parteluz de la puerta central de la fachada occidental de la Catedral de León.
Sepulcro de la infanta Doña Berenguela, hija de Fernando III el Santo. Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas (Burgos).
Apostolado de la Catedral de Évora.
Pórtico de Santa María de los Reyes, Laguardia.
Portada de la Virgen Blanca, Catedral de León.
Fachada de la Catedral de Tarragona.
Puerta del Sarmental de la Catedral de Burgos.
Portada del Juicio de la Catedral de Tudela.
Puerta de la Coronería de la Catedral de Burgos.
Urna de San Cándido (ca. 1292).
Arqueta de Sant Cugat, Juan de Génova y Arnau Campredon (ca. 1303).

El Tardorrománico de finales del siglo XII y comienzos del siglo XIII significó en las artes figurativas una paulatina transición entre el hieratismo románico y el sentimentalismo gótico, que puede verse anunciado ya en el Pórtico de la Gloria de Santiago. La introducción de las innovaciones técnicas de la arquitectura fue dando origen a formas de transición (románico ojival).

La continuidad de la relación con Francia se manifestó en la continuidad de la influencia de las formas artísticas transpirenaicas, que desde finales del siglo XII vino a través de la reforma cisterciense en los monasterios españoles (Fitero, la Oliva, Poblet, Santes Creus, Rueda, Veruela, Piedra, Santa María de Huerta, Valbuena, Santa María de Rioseco, Bonaval, Carracedo, Sobrado, Oseira, Alcobaça, etc.)

Fue destacada la labor de patronazgo artístico de monarcas como Fernando III el Santo, Jaime I el Conquistador o Alfonso X el Sabio; y obispos como Rodrigo de Sigüenza, Mauricio de Burgos, Rodrigo Jiménez de Rada (de Toledo) o Pedro de Albalat (de Lérida y Tarragona).

Catedrales

La mayor parte de las catedrales españolas pertenecen a esta época; bien por corresponder a la época de la repoblación de su diócesis, edificándose sobre el solar de la mezquita mayor de la ciudad reconquistada (como la catedral de Cuenca desde 1196, o la catedral de Valencia desde 1263), bien por sustituir a edificios románicos que se consideró conveniente ampliar (catedral de Burgos desde 1221, la catedral de León desde 1255 o la catedral de Barcelona desde 1298). La Catedral de Toledo y la Catedral de Huesca se construyeron en estilo gótico (desde 1226 y 1273, respectivamente) sobre el edificio de las antiguas mezquitas que llevaban más de cien años (desde 1085 y 1096, respectivamente) adaptadas al uso como catedrales cristianas. Varias catedrales se iniciaron en estilo románico y se terminaron en estilo gótico, como la catedral de Ávila (desde 1130-1170), la catedral de Tarragona (1170-1331), o la catedral de Lérida (desde 1203). Se han conservado los nombres de algunos de los maestros de obras de sus primeras épocas (Maestro Fruchel[6]​ -Ávila-, Maestro Enrique[7]​ -Burgos y León- Petrus Petri -Toledo-, Maestro Bernat y Bartomeu de Girona[8]​ -Tarragona-), pero ninguno de ellos puede considerarse su ejecutor único. La magnitud de las obras y el lento ritmo de construcción hizo a todas ellas ir incorporando orgánicamente nuevos elementos hasta épocas muy tardías.

El aumento del poder eclesiástico, que está en la base de la expansión del Gótico, fue considerable (siendo ya muy grande), como lo ponen de manifiesto las sedes episcopales fundadas a lo largo del siglo [XII]: Salamanca (1102), Ávila, Segovia (hacia 1120), Sigüenza (1112), Coria (1140), Zamora (1144?), Ciudad Rodrigo (1161), Plasencia (1188), Cuenca (1188), Albarracín (1172), etc. Hasta que a mediados del XII surgen las órdenes militares, la función de las sedes episcopales era asentar y defender las tierras conquistadas; en esta fecha, más de cuarenta sedes episcopales se extendían por algo menos de media Península (hasta el valle del Tajo). El monopolio de la explotación de la lana por parte de la nobleza y el clero será, junto con los diezmos y tributos, la principal fuente de riqueza de los cabildos catedralicios, que les permitirá levantar las grandes catedrales. Cuando, a partir de la batalla de Las Navas de Tolosa (1212), la Reconquista queda decidida y el desastre económico musulmán es evidente, se planteará una situación nueva para la sociedad castellanoleonesa: la prosperidad parece segura con la ocupación de las vacías ciudades musulmanas y la exportación de la lana hacia Inglaterra y Flandes. Esta riqueza y la relativa estabilidad permitieron el desarrollo de la suntuosidad, el lujo y las nuevas construcciones. "Los nobles castellanos fueron eminentemente propietarios de grandes extensiones de terreno, que dedicaron a la ganadería. Y sus ganados utilizaron los pastos de uso comunal, dando origen a una riqueza lanera que fue la base de la potencia castellana de la Edad Media. Las tierras se dedicaron preferentemente al pastoreo; los documentos señalan con frecuencia la pena de abandono de las tierras roturadas, impuesta constantemente a los agricultores que pretandían extraer sus zonas de cultivo. Los cabildos parroquiales y los conventos de religiosos también dedicaron sus ansias hacia la ganadería. Esto solo permite ya explicar el hecho de la sobreabundancia de iglesias en todos los núcleos urbanos de la meseta, donde las estadísticas conocidas dan una iglesia por cada cien habitantes aproximadamente".[9]

La arquitectura española del Gótico inicial y pleno se caracterizó por un menor interés en la altura que en las catedrales francesas, llegando al extremo en la Corona de Aragón, donde fue la línea horizontal la predominante.

Gótico mendicante

Las órdenes mendicantes (franciscanos, dominicos, carmelitas o mercedarios), de implantación urbana en conventos (a diferencia de la implantación rural, en monasterios, de las órdenes monásticas), desarrollaron una peculiar arquitectura, mucho más modesta ("Gótico mendicante").[10]​ Se calcula en ochenta las fundaciones franciscanas en el siglo XIII.[11]​ Las primeras fundaciones dominicas fueron realizadas por el propio Santo Domingo de Guzmán en Segovia y Madrid (Santa Cruz la Real y Santo Domingo el Real), y quizá también el de San Pablo de Burgos (muchas fundaciones dominicas se dedicaron a San Pablo, como las de Cuenca, de Peñafiel o de Valladolid -éste y el de San Esteban de Salmanca tuvieron como destacada función la de mantener la presencia de su Orden en ambas universidades-). Las iglesias conventuales fueron inicialmente de cubiertas de madera y arcos diafragma (propios del Gótico mediterráneo), con criterios funcionales, para alojar las amplias naves convenientes a la predicación masiva. La imparable dinámica de enriquecimiento promovió su embellecimiento y sustitución con materiales más nobles (bóvedas de tracería en piedra). La gran demanda de espacios de enterramiento y culto particular (cofradías, gremios, familias aristocráticas) hizo que se multiplicaran las capillas laterales. Muchos edificios desaparecieron en el siglo XIX (conventos de San Francisco y Santa Catalina de Barcelona) y quedan muestras en el convento de Santo Domingo (Gerona), el convento de Santo Domingo (Balaguer), el convento de San Francisco de Montblanch y, destacadamente, en el monasterio de Pedralbes.[12]

Convento de San Francisco de Montblanch.

Órdenes militares

Las órdenes militares españolas desarrollaron programas arquitectónicos de funcionalidad mixta religiosa y militar (Calatrava la Vieja y la Nueva, castillo de Montesa, castillo de Avis,[13]​ -el castillo de Alcántara fue sustituido, por su mal estado, por el convento de San Benito en 1495, mientras que el monasterio de Uclés, de la orden de Santiago, fue reconstruido en la Edad Moderna-).

Iglesia de Calatrava la Nueva.

Escultura y pintura

La escultura en piedra siguió los modelos franceses de Chartres o Reims; mientras que la talla polícroma en madera, que componía grupos cada vez más complejos (hasta definir la tipología del retablo en el Gótico final), siguió modelos propios que en los siguientes siglos recibirán la influencia flamenca e italiana; al igual que ocurrió con la pintura.[14]

Esta dejó paulatinamente de tener en los frescos murales su vehículo predominante (aunque hay destacados ejemplos, como los frescos de la Conquista de Mallorca -Palacio Aguilar de Barcelona-, los de la Catedral Vieja de Salamanca, los del Monasterio de Valbuena, los de San Miguel de Daroca o el grupo de iglesias de la Sierra de Guara y la Hoya de Huesca),[15]​ en beneficio de las tablas y las vidrieras (Catedral de León). También se desarrolló la iluminación de manuscritos (Cantigas de Santa María). Para la pintura del siglo XIII y comienzos del XIV se utilizan las denominaciones "estilo franco-gótico" o "Gótico lineal".[16]

Frontal de San Miguel, del Maestro de Soriguerola (finales del siglo XIII).

Gótico tardío español

Catedral de Segovia, la más tardía de las góticas españolas (1525-1577).
Guillermo Bofill propuso en 1417 completar la Catedral de Gerona con una única nave de anchura igual a la suma de las tres de la cabecera y una altura correspondiente al desafío de cubrir tal espacio con una bóveda ojival.
Sepulcro de Carlos III el Noble y Leonor de Trastámara en la Catedral de Pamplona, de Janin Lomme (1413-1419).
Arco y artesonado del claustro de San Juan de los Reyes, de Juan Guas (1477).
Lonja de la Seda de Valencia, de Pere Compte (1483-1498).
Salterio anglo-catalán,[20]​ de Jaume Ferrer Bassa (ca. 1330).
Virgen Blanca (catedral de Toledo), ca. 1349.
Capilla de los Corporales, de Juan de la Huerta (ca. 1460) en la Colegiata de Santa María de los Sagrados Corporales de Daroca.[21]
Cristo del Millón de la catedral de Sevilla, siglo XIV.
Capilla sacramental de la iglesia de San Pedro (Sevilla), Gótico-mudéjar, 1379
Virgen dels Consellers, de Lluis Dalmau (1443-1445).
Virgen de los Reyes Católicos, ca. 1490.
Sepulcro del Doncel de Sigüenza, de autoría debatida (ca. 1490).
Políptico de São Vicente de Fora,[22]​ de Nuno Gonçalves (1470-1480).

Los siglos XIV y XV significaron una continuidad del Gótico, que se hizo cada vez más complejo y especulativo (Gótico tardío, Gótico flamígero, Gótico internacional, Gótico florido). Algunas cartacterísticas novedosas del arte del siglo XV, especialmente las influencias flamencas e italianas, convierten la época en una transición al Renacimiento o Prerrenacimiento en España; aunque se mantuvieron formas de inequívoca tradición local (en un periodo en que el mudéjar cristiano -Reales Alcázares de Sevilla- es simultáneo al arte nazarí -Alhambra de Granada-). Las primeras décadas del siglo XVI significaron la convivencia entre la introducción de las formas del Renacimiento italiano (ya en su fase manierista) y la continuidad de la tradición local, en un ambiente artístico en el que los contemporáneos consideraban "moderno" al Plateresco (pues las "medidas del romano",[23]​ es decir, la vuelta a la Antigüedad, era la propuesta del Clasicismo).

La arquitectura del Gótico final español se prolongó mucho en el tiempo en la construcción de catedrales, considerándose la de Segovia la más tardía de las góticas españolas (1525-1577). De fechas tardías son también las de Tortosa (1346-1597), Oviedo (1382-1587), Murcia (1394-1465), Sevilla (1401-1528), Astorga (desde 1471) Coria (1498-1748), Nueva de Salamanca (1513-1733) y Barbastro (1517-1533). En cambio, la planificación de la Catedral de Granada, inicialmente con traza gótica (Enrique Egas, 1523) fue radicalmente modificada bajo la dirección de Diego de Siloé (1529-1563), dando lugar a un edificio sustancialmente renacentista. Los proyectos góticos no eran en absoluto conservadores: muchos de ellos suponían innovaciones de un extraordinario atrevimiento y originalidad, como la catedral de Gerona (Guillermo Bofill, 1417) o Santa María del Mar (Berenguer de Montagut y Ramón Despuig, 1329-1383), o integraban armoniosamente múltiples influencias, como el monasterio de Guadalupe y las cartujas de El Paular y Miraflores. El aprecio social a los maestros mayores se había consolidado hasta el punto de poder identificar los nombres y trayectorias de muchos de ellos (en la Corona de Aragón Guillem Morei, Jaume Fabre, Guillem Sagrera, Pere Compte, Andreu Juliá).[24]​ Las familias Guas y Egas, establecidas en Castilla y entroncadas con artistas locales (Sebastián de Almonacid, Alonso de Covarrubias), implantaron el estilo hispano-flamenco en las artes de la cantería (arquitectura y escultura).

Retablo mayor de la Cartuja de Miraflores, de Gil de Siloé (1496-1499).
Retablo de la capilla mayor de la catedral de Toledo (1497-1504).
Santo Domingo de Silos, de Bartolomé Bermejo (1474-1477).
Rey David, retablo mayor de la iglesia de Santa Eulalia de Paredes de Nava, de Pedro Berruguete (ca. 1480).

Retablística

La retablística gótica, tanto en los reinos orientales como en los occidentales, permitió desarrollar una extensa actividad a notabilísimos artistas locales y provenientes de otras zonas de Europa: tanto pintores (Maestro de Estimariu, Maestro de Villahermosa, Andrés Marzal de Sax, Jaume Ferrer Bassa, Arnau Bassa, Ramón Destorrents, los hermanos Serra -Jaume, Pere, Francesc y Joan-, Miquel Alcanyís, Bernat Martorell, Lluis Dalmau, Pedro García de Benavarre, Ramón de Mur, Francesc Comes, Gonçal Peris, Joan Reixac, Bonifacio Ferrer, Pedro Nicolau, Jacomart, Bartolomé Bermejo, Martín Bernat, Gherardo Starnina, Nicolás Florentino, Dello Delli, Nicolás Francés -retablo mayor de la Catedral vieja de Salamanca-, Jorge Inglés, Fernando Gallego, Juan de Flandes, Melchior Alemán -retablo de Isabel la Católica-, Juan de Borgoña, Nuno Gonçalves -paneles de San Vicente-, Pedro Berruguete -retablo de Paredes de Nava-) como escultores (Pere Johan y Hans de Suabia -retablo mayor de la Seo-, Jaume Cascalls, Pedro Dancart, el Maestro Marco, Pedro Millán, Jorge Fernández Alemán, Roque Balduque, Juan Bautista Vázquez el Viejo, Pedro de Heredia -retablo mayor de Sevilla- Felipe Bigarny, Sebastián de Almonacid, Petit Juan, Rodrigo Alemán -retablo mayor de Toledo-, Giralte de Bruselas, Cornelis de Holanda, Gil de Siloé, Alejo de Vahía, Vasco de Zarza).

Retrato de una infanta, de Juan de Flandes (ca. 1496).
Catalina de Aragón como María Magdalena, de Melchor Alemán (Michel Sittow, ca. 1500).
Capilla del Condestable de la catedral de Burgos, de Simón de Colonia (1482-1494).
Exterior del Convento de Cristo, con la famosa ventana manuelina de Diogo de Arruda (1510).
Portada occidental de la Magistral de Alcalá, de Antón Egas, Enrique Egas y Pedro Gumiel, "estilo Cisneros" (1497-1516)
Fachada de las Escuelas Mayores, "Plateresco" (Salamanca, ca. 1520-1530).
Talla de madera, en bulto redondo y policromada, de Felipe Vigarny o Biguerny -"el borgoñón"- (1521). Representa a Fernando el Católico en posición orante. Junto con su pendant que representa a Isabel, están en la actualidad flanqueando el retablo de la Santa Cruz de la Capilla Real de Granada (traza, predela y luneta de Jacobo Florentino y Pedro Machuca -1923- para enmarcar las tablas centrales de Dierick Bouts -Tríptico de la Pasión, una de las piezas más significativas de la colección de la reina Isabel).[25]​ El retablo mayor de la misma Capilla Real (de traza del mismo Vigarny) está flanqueado en su base por otras dos tallas orantes de los reyes de Diego de Siloé (1520-1522).[26]​ En la misma Catedral de Granada hay una tercera pareja de esculturas orantes de los Reyes Católicos, muy posterior, de Pedro de Mena (1675).[27]​ Dos retablos-relicario en la misma Capilla Real son de Alonso de Mena, padre de Pedro, y en su parte inferior contienen cada uno dos parejas de bustos en relieve de reyes (los Católicos, Juana la Loca con Felipe el Hermoso, Carlos V con Isabel de Portugal, y Felipe IV con Isabel de Borbón).[28]
Isabel la Católica, pendant del anterior.
Sepulcros dobles, en mármol, de los Reyes Católicos (Domenico Fancelli, ca. 1517) y de Juana la Loca con Felipe el Hermoso (Bartolomé Ordóñez, ca. 1520), Capilla Real de Granada, plenamente renacentistas.


Estilos del último Gótico y primer Renacimiento

Las denominaciones de estilos para la época del último Gótico y el primer Renacimiento español incluyen, para el último cuarto del siglo XV las etiquetas "Hispanoflamenco", "Gótico plateresco", "Gótico isabelino" (o "estilo Reyes Católicos") y "Manuelino" (por el rey Manuel I de Portugal, que llega a las primeras décadas del siglo XVI); en el primer cuarto del siglo XVI en Castilla se dan el "estilo Cisneros" y las últimas fases del "Plateresco", que dan paso al "Purismo renacentista" (o "estilo Príncipe Felipe", que también ha sido denominado "Plateresco purista"). Excepto el "Cisneros", que es un estilo muy localizado, en torno a la diócesis de Toledo, las demás etiquetas tienen un uso generalizado para toda la Monarquía Hispánica, y aunque se definen inicialmente en Castilla, se habla también de un "Plateresco aragonés", "catalán" o "valenciano". En cambio, no ha tenido éxito el intento de algunos prestigiosos autores de utilizar "estilo fernandino" (para el correspondiente al "estilo Isabel" en la Corona de Aragón).[29]

El papel de los Reyes Católicos, el Cardenal Cisneros y poderosas familias aristocráticas (los Mendoza) como mecenas e impulsores de ambiciosos programas artísticos fue destacadísimo.[30]​ Estrechamente vinculado a su programa político e ideológico (la Monarquía Católica -una expansiva monarquía autoritaria de "máximo religioso"-), su programa artístico ha sido considerado como el deseo de establecer un "estilo nacional" (o "Gótico nacional"), paralelamente a lo que en Portugal sería el Manuelino y en Inglaterra el estilo Tudor.[31]

Los maestros de obras se sintieron capaces de integrar elementos, tanto estructurales como decorativos, de muy distinta procedencia (Andalusí y Mudéjar -mocárabes, artesonados-, Gótico flamígero -gabletes, arcos conopiales, arcos carpaneles, pináculos, chapiteles-), con un realismo naturalista en los motivos decorativos (follajes, gárgolas, heráldica), que con el cambio de siglo darán paso a los grutescos. A veces el abigarramiento decorativo llega al horror vacui (lo "plateresco" se refiere a la comparación con los trabajos de repujado), tanto en el exterior (fachada-retablo) como en el interior (bóvedas de tercelete).[32]​ Una particular importancia adquirieron los elementos decorativos, no sólo en la cantería, sino en el arte mueble (rejerías, sillerías,[33]​ etc.)[34]

Notas

  1. Artehistoria:
  2. El Gótico es un estilo internacional en muchos sentidos, e incluso una de sus fases o estilos se denomina "Gótico internacional". Particularmente conectado con el resto de Europa estuvo en la época el arte español (aunque, como en algún otro caso, se haya llegado a identificar para la fase final del estilo, a comienzos de la Edad Moderna, un "estilo nacional" o "Gótico nacional" -véase la nota en la la sección correspondiente). Además de los constantes contactos transpirenaicos (Camino de Santiago) con lo que genéricamente se puede llamar "Francia" (el indefinido conjunto territorial de donde provenían los "francos", los "bretones", los "angevinos", los "occitanos", los "lemosines", los "provenzales", etc., fue preferente la conexión de la Meseta con lo que no menos genéricamente se puede llamar "Borgoña" (Cluny, Cister) y Flandes (hispanoflamenco, Juan de Borgoña) y de el Levante con Italia (escuela de Siena); pero también estuvieron presente otros espacios, como "Inglaterra" (Jorge Inglés -Joaquín Yarza, «Un tríptico inglés de alabastro en Collado de Contreras», en Archivo Español de Arte, t. XLI, n. 162-163 (1968), p. 131-139-) o "Alemania" (Juan de Colonia), incluso con lugares tan lejanos como el Báltico hanseático (Michael Sittow). Miguel Cabañas Bravo (ed.), El arte foráneo en España: Presencia e influencia, CSIC, 2005, ISBN 8400083288
  3. Lo que pueda llamarse "Gótico en Euskal Herria" con criterios territoriales propios del nacionalismo vasco incluye una triple tipología: el Gótico navarro-francés, el gótico castellano y el gótico vasco (reservando este último a un estilo -el gótico "columnario"- ... más bien "renacentista"). Juan Plazaola Artola, El arte gótico en Euskal Herria (ficha del autor en Auñamendi). También hay utilización de la expresión "Gótico vascongado": No es raro encontrar aún en las páginas de textos especializados el término “gótico vasco” haciendo referencia a piezas de arquitectura construidas en el País Vasco a lo largo del siglo XVI. El término fué acuñado por autoridad tan alta como D. Vicente Lampérez quien lo denominó “gótico vascongado” en su omnicomprensivo trabajo sobre la arquitectura religiosa en España. A partir de entonces la expresión parece haber gozado de algún predicamento. La Madre Arrázola lo adoptó igualmente en su fundamental trabajo sobre el Renacimiento en esta provincia, pero lo hizo, según propia declaración, con muchas reservas. Ramón Ayerza Elizarain, El Gótico vasco, una cuestión de estilo, en Revisión del Arte Medieval en Euskal Herria nº 15, 1996, Donostia: Eusko Ikaskuntza, ISBN 84-89516-06-5. Cita como fuentes a Vicente Lampérez y Romea, Historia de la arquitectura cristiana española, Madrid, 1930, y Mª Asunción Arrázola, Renacimiento en Guipuzcoa, San Sebastián: Diputación Foral de Guipuzcoa, 1969 (ficha del autor en Auñamendi).
  4. Arteguías: Arte medieval cristiano - Arte Gótico en Región de Murcia Digital.
  5. Ficha en Artehistoria
  6. Ficha en Artehistoria
  7. Jaume Barrachina, El mestre Bartomeu de Girona: l'escultor gòtic català més antic de nom conegut (el escultor gótico catalán más antiguo de nombre conocido").
  8. Bozal, op. cit., pgs. 134-137. Cita entrecomillado a Ubieto y otros Introducción a la historia de España, Teide, 1970, pgs. 208-209
  9. Toman, Rolf. Gothic: Architecture - Sculpture - Painting. Editor: h. f. ullmann; 1 edition. 2008. ISBN 0841600686. Revista Estudos/Património n. 2. IPPAR. 2002. pág. 11. História da arte III: Curso de gestão turística e cultural. págs 15-17. Fuentes citadas en Gótico mendicante.
  10. Franciscanos conventuales
  11. Arquitectura gótica religiosa
  12. Castelo de Avis na base de dados do IGESPAR, fuente citada en Castelo de Avis.
  13. Fernández, Barnechea y Haro, op. cit., cp. 11, pg. 187-207.
  14. San Fructuoso de Bierge, Santa Maria del Monte en Liesa (Gótico lineal en Guara), San Miguel de Barluenga, Arbaniés, San Miguel de Foces de Ibieca, etc. Pintura Gótica en España (Arteguías). Iglesia de San Miguel de Foces (Huesca).
  15. Mosé Arragel de Guadalfajara o Moshe Aragel de Guadalajara era en ese entonces el rabino de la comunidad judía de Maqueda, Toledo.
  16. Las imágenes que acompañan el texto del rabino hispano fueron realizadas por un miniaturista cristiano. Se trata de un texto miniado en estilo gótico español, así como un importante ejemplo de arte sefardí.
  17. González de Guzmán fue un cristiano noble que se interesó por tener acceso directo a la versión de las Sagradas Escrituras que disponían entonces los hebreos hispanos. El Maestre deseaba conocer los puntos de vista tanto de exegetas judíos como cristianos. Eso llevó a un trabajo de colaboración entre el mencionado rabino y varios eruditos cristianos. El fol. 57v de la Biblia de Alba muestra dos representantes de las Tribus de Israel. En consonancia con los códigos del siglo XV, Dan y Gad, ambos hijos de Jacob, encuentran expresión como dos hidalgos jinetes abanderados, identificables por sus respectivos símbolos e inscripciones. Inscripciones: "Figura de Dan y su pendon [...] a figura de un culebro con alas de agila e de la otra par una aguyla"; "Figura de Gad e en su estandarte del manera de omnes afinados como jineste".
  18. «The Great Canterbury Psalter (Anglo-Catalan Psalter)». Barcelona: M. Moleiro. Fuente citada en Saltiri anglocatalà.
  19. Colegiata de Santa María de los Sagrados Corporales de Daroca
  20. También llamado Retablo de São Vicente de Fora, Paneles de São Vicente de Fora, o de Avis. Os Painéis de Avis, de Nuno Gonçalves. Fuente citada en Painéis de São Vicente de Fora.
  21. Título de la obra de Diego de Sagredo (1526)
  22. Culturcat, web cit.
  23. Retablo referenciado en Artehistoria. Imagen del retablo de la Santa Cruz flanqueado por las tallas de Vigarny. Imagen referenciada en Vigarny, Felipe y en Catedral de Granada y su capilla real (foroxerbar.com)
  24. capillarealgranada.com Véanse las imágenes de EL GRAN RETABLO MAYOR. Temas iconográficos: Los Reyes Católicos.
  25. En 1675 Pedro de Mena recibió un encargo inusual pero de gran empeño. Había de realizar dos grandes esculturas orantes de los Reyes Católicos para la catedral de Granada; como precedentes más próximos tenía las de Bigarny y Siloe para la Capilla Real (Manuel Barrios y otros, Historia del Reino de Granada, vol. 3, pg. 278. También tuvo un encargo semejante, también en bulto redondo y en posición orante, pero de dimensiones algo menores, para la Catedral de Málaga (flanqueando a la Virgen de los Reyes), del que se discute si es preparatorio para el de Granada o posterior (de 1676) (I La mirada que habla - Haec Victoria en regmurcia.com).
  26. Mausoleos reales de Granada en fuenterrebollo.com. Capilla Real - El Barroco en capillarealgranada.com
  27. José Camón Aznar, La arquitectura y la orfebrería españolas del siglo XVI, 1978, pg. 542. José Pijoán, Manuel Bartolomé Cossío, Summa artis: historia general del arte, 1944, vol. 17, pg. 542.
  28. A pesar de que el Gótico sea un "estilo internacional" (véase la nota correspondiente de la introducción -nota 2-). También la utilización del término "Gótico nacional" es objeto de debate. Fernando Marías, El siglo XVI: Gótico y Renacimiento, Volumen 5 de Introducción al Arte Español, Silex, 1992, ISBN 8477370370, pg. 23. Víctor Manuel Nieto Alcaide y Fernando Checa Cremades, El Renacimiento: Formación y crisis del modelo clásico, Akal, 1993, ISBN 8470901087, pg. 14.
  29. Marcel Durliat, Introducción al Arte Medieval en Occidente, Madrid: Cátedra, 1991 -Marcel Durliat-. Otto von Simson, La catedral gótica, Madrid: Alianza editorial, 1988. Francesca Español, El Arte Gótico (I), Madrid: Historia 16, 1999. José María de Azcárate, Arte Gótico en España. Madrid: Cátedra, 1990. Fuentes citadas en Arquitectura Gótica - Portugal y España
  30. Dorothée Heim, Las intarsias de la sillería del coro de Plasencia: influencia italiana temprana en el núcleo artístico toledano. Entre otras fuentes, cita: H.L. ARENA, “Las sillerías de coro del maestro Rodrigo Alemán. Las sillerías del gótico tardío en España”, Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, 32 (1966), pp. 102-106; y J.I. HERNÁNDEZ REDONDO y M. ARIAS MARTÍNEZ, “La silla de Rodrigo Alemán en el Museo Nacional de Escultura”, Homenaje al Profesor Martín González, Valladolid, 1995, p. 379.
  31. Artehistoria: Estudios valencianos histórico-artísticos: Universidad de Zaragoza: