Caperucita Roja

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Caperucita Roja
de Charles Perrault
y los hermanos Grimm

Ilustración de Caperucita Roja (1918)
Género Cuento
Subgénero Cuento de hadas, Literatura infantil
Tema(s) Impostor y peligro Ver y modificar los datos en Wikidata
Edición original en francés, alemán
Título original Le Petit Chaperon rouge (francés)
Rotkäppchen (alemán)
Publicado en Histoires ou contes du temps passé. Avec des moralités Charles Perrault
Kinder- und Hausmärchen Hermanos Grimm
País Alemania
Cuentos de Mamá Ganso
Caperucita Roja
Cuentos de la infancia y del hogar
Caperucita Roja

Caperucita Roja (en francés, Le Petit Chaperon rouge; en alemán, Rotkäppchen) es un cuento de hadas de transmisión oral, difundido por gran parte de Europa, que luego se ha plasmado en diferentes escritos; en primer lugar, por Charles Perrault y más tarde por los hermanos Grimm.

El título del cuento proviene de la capa con capucha[a]​ de color rojo que la joven protagonista lleva siempre puesta. Cuenta la historia de esta jovencita cuando se encuentra en el bosque con el Lobo Feroz y cómo cae en la trampa que le tiende poco después.

Los personajes Caperucita Roja y el Lobo Feroz aparecen en el tercer acto del ballet La Bella Durmiente de Chaikovski, en la coreografía creada por Marius Petipa para los Teatros Imperiales de San Petersburgo. Además, las adaptaciones del cuento han sido múltiples, desde el teatro al cine —existen versiones de terror y alguna gótica—, los cómics, los videojuegos... Por otra parte, el cuento de Caperucita Roja, en la versión moralizante de Charles Perrault, ha sido distorsionado o reinterpretado muchas veces en libros, películas y dibujos animados.

Argumento

Caperucita Roja es una niña que quería mucho a su abuelita; un día su madre le da una cesta con comida para que se la lleve a la abuelita, que está enferma y vive en una casa algo lejos de ellas.[b]​ En el camino se encuentra con el Lobo Feroz que la reta a una carrera hasta la casa de la abuelita. El Lobo conoce dos caminos, el largo y el corto; engaña a Caperucita diciéndole que tome el corto y que él tomaría el largo; astutamente, le enseña los caminos al revés y Caperucita, sin saberlo, va por el camino largo.

Ilustración de Harry Clarke para una edición británica de los Cuentos de Perrault en 1922.

Así, el Lobo llega antes a casa de la abuelita, se hace pasar por Caperucita y pregunta si puede pasar. La abuela le permite pasar, ya que la puerta esta abierta; el Lobo Feroz entra y se come a la abuela de un solo bocado. A continuación, se mete en la cama para esperar a Caperucita. Una vez que Caperucita llega a la casa, el Lobo —que se hace pasar por la abuelita— la invita a estar en la cama con él y mantiene con la asombrada protagonista el conocidísimo diálogo:[1]

Caperucita Roja - ¡Abuelita, qué brazos más grandes tienes!

Lobo Feroz - Son para abrazarte mejor.
Caperucita Roja - ¡Abuelita, qué piernas más grandes tienes!
Lobo Feroz - Son para correr mejor.
Caperucita Roja - ¡Abuelita, qué orejas más grandes tienes!
Lobo Feroz - Son para oírte mejor.
Caperucita Roja - ¡Abuelita, qué ojos más grandes tienes!
Lobo Feroz - Son para verte mejor.
Caperucita Roja - ¡Abuelita, qué dientes más grandes tienes!.

Lobo Feroz - ¡Son para comerte mejor!
Diálogo entre Caperucita Roja y el Lobo Feroz (en la versión de Perrault).[2]

El Lobo Feroz se lanza sobre Caperucita Roja y se la come.

Antecedentes

El cuento de Caperucita Roja proviene de la tradición popular francesa; se han observado numerosas versiones a lo largo del tiempo, que dependen del país y su cultura.[3]​ Sin embargo, no todas los relatos similares están relacionados directamente con este cuento.[4]

La versión escrita más antigua en que aparece una niña con una caperucita roja se remonta a un poema, «De puella a lupellis servata» (La niña salvada por los lobos), recogido en latín alrededor de 1023, por el diácono Egberto de Lieja,[c]​ que lo incluyó en el «libro de texto» de la época La nave fértil (Fecunda ratis).[5][d]​ En esta primera versión los lobos no se comen a la niña protegida por la caperucita que le regaló su padrino el día del bautismo.

En el siglo XIV los campesinos franceses contaban la historia en una de las versiones más sangrientas: el lobo llega a casa de la abuela, la devora y ocupa su lugar; después llega la nieta que, sin sospechar nada, obedece al lobo cuando la invita a comer un poco de carne y beber un poco de vino, — la carne y la sangre de la abuela—;[7]​ incluso pregunta por los dientes presentes en la carne, a lo que le lobo responde que son frijoles. Este relato, el Cuento de la abuela (Conte de la mère-grand), además incluye la elección del camino de los alfileres o las agujas. Al final, la joven consigue engañar al lobo y escapar.[7]

Se puede ver a Caperucita Roja, el Lobo Feroz y la casa de la abuelita en un bajorrelieve del Palacio Jacques-Cœur en Bourges (Francia),[e]

Bajorrelieve con el Lobo Feroz, Caperucita Roja y la casa de la abuelita en el Palacio Jacques-Cœur, (Bourges, Francia, siglo XV).

Caperucita Roja de Charles Perrault

Caperucita Roja se encuentra con el Lobo Feroz en el bosque; grabado de Gustave Doré, 1862, inspirado en el cuento de Perrault porque lleva una torta y un tarro de manteca.
Ilustración inglesa de 1843, firmada por BJ Z, de la imprenta Kronheim & Co., para una edición neerlandesa de KH Schaad (Ámsterdam, 1868).

Perrault fue el primero que recogió esta historia, Le Petit Chaperon rougeLa Caperucita Roja»),[8][9]​ y la incluyó en un volumen de cuentos para niños, Histoires et contes du temps passé, avec des moralités. Contes de ma mère l'Oye[10][11]​ (Cuentos de antaño, 1697), donde destacaba sobre los otros relatos por ser, más que un cuento, una leyenda bastante cruel —destinada a prevenir a las niñas de encuentros con desconocidos— y cuyo ámbito territorial no iba más allá de la región del Loira, la mitad norte de los Alpes y el Tirol.

Se trata de la versión más despiadada y brutal, comparada con todas las posteriores. Aún así, el autor suprimió los elementos más perturbadores de las versiones orales anteriores, como el lance en que el lobo, ya disfrazado de abuela, invita a la niña a consumir carne y sangre, pertenecientes a la anciana a la que acaba de descuartizar, debido al público al que se dirigía el cuento: la corte de Luis XIV.[12]

Caperucita Roja es el único cuento de Perrault que no incluye algo mágico: ni hada madrina, ni varita mágica, ni ogro, ni botas de siete leguas...[13]​ Quiso dar una lección moral a las jóvenes que entablan relaciones con desconocidos, añadiendo una moraleja explícita, inexistente hasta entonces en la historia. En su versión hay numerosas alusiones a la sexualidad: el lobo no se disfraza de abuela, sencillamente, se mete en la cama. Caperucita Roja se acuesta desnuda[f]​ y se mete en la cama con el lobo a petición suya. Entonces se asombra de cómo es su abuelita. La figura del lobo tiene cierto aspecto de hombre pues Caperucita menciona sus piernas, no patas;[1]​ representa un peligro con cierto atractivo sexual. Caperucita acaba devorada por el lobo y el cuento no tiene un final feliz.

Al igual que en el resto de sus cuentos, incluye una moraleja al final que advierte a las jovencitas sobre «ciertas gentes» o el primero que se les acerque.[14]​ Algunos adultos comparten el punto de vista de Perrault y piensan que se puede atemorizar a los niños para que se porten bien.

Caperucita Roja de los hermanos Grimm

Caperucita Roja se encuentra con el Lobo, tarjeta postal estadounidense, primera mitad del siglo XX; está inspirada en la versión de Grimm porque lleva una botella en la cesta.

En Cuentos de la infancia y del hogar (Kinder- und Hausmärchen, 1812), la colección de cuentos recopilada por los hermanos Grimm, Caperucita Roja (Rotkäppchen) aparece con el № 26. (Grimm, KHM 026).[g]​ Escribieron dos versiones distintas, que fueron modificando en ediciones posteriores hasta fijar la Caperucita más conocida, de 1857, que, todavía hoy en día, es la más leída en todo el mundo.

Los hermanos Grimm no se limitaron a transcribir palabra por palabra la tradición oral. Partieron de varias fuentes: la primera, el cuento de Perrault de 1697;[15]​ sin embargo, modificaron el final: un cazador que estaba buscando al lobo rescata a la niña y a su abuela. Este final coincide con el de El lobo y las siete cabritillas que parece ser otra fuente.[16]​ Y la tercera, una obra de teatro en verso escrita en 1800 por el autor Ludwig Tieck, "Leben und Tod des kleinen Rotkäppchens: eine Tragödie" (Vida y muerte de Caperucita Roja. Una tragedia)[cita requerida], en la que se introduce la figura del leñador, que salva a la niña y a su abuelita.

Esta versión es más inocente, Caperucita es una niña, no una jovencita, aparecen menos elementos eróticos que en la de Perrault. Además tiene un final feliz, tal y como solían tener los cuentos de la época. Incluso existe un final alternativo, en el que un momento antes de que el lobo se coma a Caperucita, ella grita y un leñador que estaba cerca rescata a la niña, mata al lobo, le abre la panza y saca a la abuelita, milagrosamente viva. Otras diferencias que pueden llamar la atención son:

  1. El contenido de la cesta. En el cuento de Perrault, Caperucita lleva una torta y un tarrito de manteca/mantequilla; ahora lleva además de la torta una botella de vino, que se puede romper y con la que debe tener cuidado.
  2. La casa de la abuelita. En el cuento de Perrault, se encuentra en un aldea (lugar seguro) cercana, al otro lado del bosque; aquí está en medio del bosque (lugar de riesgo). Este hecho condiciona también la apertura de la puerta, mientras que una se abre fácilmente tirando de la aldabilla, en la otra existe una cerradura, que el lobo abre y Caperucita se extraña de encontrar abierta.
  3. El diálogo entre Caperucita y el Lobo. En el cuento de Perrault, el lobo tiene brazos, piernas, orejas, ojos y dientes; pero en el cuento de los hermanos Grimm, tiene orejas, ojos, brazos y boca.[1]

Escribieron una segunda parte del cuento[17]​ en que Caperucita y su abuela atrapan y matan a otro lobo, esta vez anticipando sus movimientos gracias a su experiencia con el anterior. La niña no salió del camino para recoger flores después de encontrarse con el Lobo, su abuela cerró bien la puerta para mantenerlo fuera, y cuando el lobo acechaba, la abuela hizo que Caperucita Roja pusiera una caldera debajo de la chimenea y la llenara con agua hirviendo donde había cocina unas salchichas; así, el olor atrajo al lobo, que bajó por la chimenea y se ahogó.

En cualquiera de las variantes de los hermanos Grimm, el cuento es notablemente más suave que los relatos más antiguos, tanto de Perrault como de la tradición oral, con temas más oscuros.

Análisis

Caperucita Roja asombrada por el aspecto de su abuelita —suplantada por el Lobo Feroz—, en una ilustración de Gustave Doré.

Título

Las primeras traducciones del francés utilizaron «Caperucilla», «Caperuchita» y «Caperucita», que es la más utilizada desde 1863.[18]​ En 1862, Josep Coll i Vehí tradujo el cuento y lo tituló Amapola, pero este título no tuvo seguidores.[18]​ En cuanto al color, las primeras traducciones se decantaron por «encarnada», pero desde la traducción de Teodoro Baró en 1883 —para los editores «Librería de Juan y Antonio Bastinos»— y la publicación del cuento por Editorial Calleja en 1920,[18]​ ha quedado fijado el título de Caperucita Roja.[19]

Clasificación Aarne-Thompson-Uther

Las versiones del cuento corresponden al tipo 333 de la clasificación de Aarne-Thompson: Caperucita Roja.[20]​ El tema principal de este cuento, define el tipo 333. Otros cuentos populares de este mismo tipo son: La falsa abuela[h]​ (La finta nonna,[21][22]​ tradicional italiano, recogido por Italo Calvino en Cuentos italianos, 1956) y El cuento de la oca Jemima Puddle-Duck[23]​ (The Tale of Jemima Puddle-Duck,[24]​ de Beatrix Potter, 1908). Sin embargo, existen otros títulos de diversas procedencias.[25]

Comentarios y crítica

El relato marca un claro contraste entre el poblado seguro y el bosque peligroso; una contraposición habitual en el mundo medieval.

Todo un icono popular

«Érase una vez...». Póster hispanoamericano de 1939.

Aunque Walt Disney nunca lo llevó al cine junto a los otros cuentos clásicos, Caperucita Roja es todo un icono de la cultura popular y, en muchas ocasiones, ha influido en la sociedad urbana la creencia de que los lobos son peligrosos para los seres humanos. Al contrario que otras obras y mitos como el de Rómulo y Remo[26]​ o El libro de la selva,[27]​ donde son las lobas las que cuidan de los niños, los protegen y los dan calor hasta que pueden valerse por sí mismos, este cuento nos presenta a un lobo inteligente y cruel, o al menos eso parece intentar. Muchos autores y artistas no se han podido resistir a realizar ciertas interpretaciones de situaciones que resultan extrañas si no se tiene en cuenta el origen de la narración. El cuento escrito por los dos hermanos alemanes parte de una tradición oral adulta donde no había ningún lobo y sí seres humanos. Perdiendo este dato de vista surgen preguntas difíciles de responder si el protagonista es un animal:

  • ¿Qué tipo de mujer era su madre que, conociendo los peligros que acechan en el bosque, mandara sola a su hija?
  • ¿Cómo el lobo, siendo el dueño y señor del bosque, no ataca a la niña en sus dominios sino que la espera metido en la cama?
  • ¿Cómo se explica que la muchacha no sea capaz de reconocer las diferencias, que sí nota, entre su abuela y una bestia disfrazada?
  • Quizá la más sarcástica es la que hace hincapié en las continuas preguntas de la niña al lobo sobre el tamaño de su cuerpo o, al menos, el gran tamaño de algunas parte de su cuerpo. Esto no se debe a un miembro determinado, sino a la diferencia de envergadura entre una anciana y un adulto joven.

Adaptaciones

Películas y series de TV

También se han realizado películas de terror, obras teatrales [30]​ y adaptaciones a los tiempos actuales sustituyendo a los protagonistas y lugares por elementos de Internet o cambiando los personajes por personas reales.

Literatura

  • Caperucita en Manhattan es una novela escrita por Carmen Martín Gaite en 1990, en la que una moderna «caperucita» de 10 años, que vive en Brooklyn, va a visitar a su abuelita en Manhattan (el bosque donde se encuentra con el Lobo y más).
  • Tokyo Akazukin es un manga japonés creado por Benkyo Tamaoki, entre 2003 y 2004, el cual describe la historia de una niña llamada Akazukin (que literalmente significa Caperucita Roja) con sólo un deseo en la vida: ser devorada por una criatura llamada Sr. Lobo (similar al cuento de Perrault).
  • Ōkami-san to Shichinin no Nakama-tachi (La loba y sus siete camaradas) es una serie de novelas ligeras escritas por Masashi Okita e ilustradas por Unaji, entre 2006 y 2017. En 2010, tuvo una adaptación al manga realizada por Kurumi Suzushiro.
  • En Nuevos cuentos de Lobos y Caperucitas[31]​ del uruguayo Douglas Simonet se utilizan los personajes de Caperucita Roja y el Lobo Feroz como base para la elaboración de un universo más complejo, a través de cuentos de humor, ciencia ficción y fantasía.
  • El escritor nicaragüense José Adiak Montoya realizó una adaptación del cuento a la urbe latinoamericana con la novela Un rojo aullido en el bosque.
  • En 2011, el escritor venezolano Juan Carlos Chirinos publicó la novela Nochebosque, una adaptación contemporánea y gótica del relato, sobre la relación con la licantropía y lo fantástico.

Estatuas y monumentos

Caperucita Roja, escultura de Jean Carlus, en Buenos Aires.

El personaje de Caperucita Roja y el lobo cuenta con estatuas, entre otras, en las ciudades de Barcelona,[32]​ Berlín,[33]​ Buenos Aires,[34]Casteldefels,[35]Fráncfort del Meno,[36]Hermosillo, Maisons-Alfort[37]​ y Múnich.[38]​ En Buenos Aires, además, existe una calle del barrio de Boedo (entre Picheuta y del Barco Centenera) llamada Caperucita.

Otros

En la serie de videojuegos Darkstalkers de la compañía Capcom hay un personaje parecido a Caperucita Roja llamado Baby Bonnie Hood; en la versión japonesa del juego recibió el nombre de Bulleta. El personaje es una pequeña asesina despiadada que aparenta inocencia y porta el disfraz de Caperucita. En algunas de sus técnicas llora por su abuelita, mientras que muchas otras incluyen bombas, armas de fuego y la invocación de un leñador con un rifle junto a un soldado de la segunda guerra mundial.

El dibujante y empresario de juguetes Todd McFarlane, creó la línea de juguetes McFarlane Toys; Twisted Fairy Tales, versión gore de los cuentos clásicos, incluye una muñeca de Caperucita Roja con aspecto gótico sosteniendo a un lobo descuartizado.

Otra de estas interpretaciones ilustra la portada del álbum Bon voyage, 1980, de la Orquesta Mondragón, que muestra al lobo asustado de una Caperucita ya dentro de la cama y con mirada insinuante. Caperucita feroz es el título № 10 del álbum y se encuentra en la cara B.

Galería

Cuento de Perrault

Cuento de los hermanos Grimm

Otras versiones y usos

Pinturas y tallas

Véase también

Notas

  1. Aunque la caperuza se utilizara ampliamente en los siglos XIV y XV, en la actualidad el vocablo «caperuza» se reserva para el ámbito de la cetrería, mientras que la «capucha» es habitual en prendas de abrigo.
  2. En el cuento de Perrault, vive en otra aldea, cruzando el bosque; en el de los hermanos Grimm, la casa de la abuelita está en el propio bosque.
  3. Egberto de Lieja (nacido hacia 972) fue un diácono y maestro de la escuela episcopal de Lieja bajo el príncipe-obispo Notker. Su obra principal, La nave fértil (Fecunda ratis), está dividida en dos partes, la «Proa» (Prora, 1768 versos en hexámetros latinos), que contiene proverbios e historias clásicas, y la «Popa» (Puppis, 605 hexámetros) con extractos de escritores bíblicos y patrísticos, donde se encuentra La niña salvada por los lobos, que Egberto interpreta bajo un prisma cristiano.
  4. Existe una traducción del latín del poema «De puella a lupellis servata» (La niña salvada por los lobos) realizada por Rafael de León en Málaga en 1962 —recuperada por Manuel Peña Muñoz.[6]
  5. Es un palacio del siglo XV, lo que da fe de la antigüedad de este cuento popular.
  6. En algunas versiones orales, anteriores a Perrault, el lobo obliga a Caparucita a acostarse con él desnuda tras hacerle quemar toda su ropa.
  7. KHM es el acrónimo empleado en el catálogo de los cuentos de los hermanos Grimm, por las iniciales de la colección Kinder- und Hausmärchen (Cuentos de la infancia y del hogar).
  8. En La falsa abuela, la joven no lleva una vestimenta característica como Caperucita Roja; tampoco aparece ningún lobo, sino una ogresa; por último, la joven consigue zafarse de la ogresa gracias a su astucia.
  9. En Little Rural Riding Hood el «Lobo de campo» visita a su primo el «Lobo de ciudad» y conoce a una glamurosa Caperucita Roja (del cortometraje Red Hot Riding Hood).
  10. Hoodwinked! se ha traducido al español de diversas formas: en Hispanoamérica, ¡Buza Caperuza! La verdadera historia o La verdadera historia de Caperucita Roja; en Venezuela, Las locas aventuras de Caperucita Roja; en España, La increíble ¡pero cierta! historia de Caperucita Roja'.
  11. Felix Summerly es el pseudónimo de Sir Henry Cole.

Referencias

  1. a b c Alegre San Juan, Begoña (2014). «Comparativa de autores: Perrault, Andersen y los hermnanos Grimm (Trabajo «Fin de Grado» inédito)». Segovia (España): Escuela Universitaria de Magisterio de Segovia. Universidad de Valladolid. Consultado el 23 de mayo de 2020. «En la versión de Perrault Caperucita pregunta al lobo por cinco aspectos físicos (brazos, piernas, orejas, ojos y dientes); en la de los hermanos Grimm sólo aparecen cuatro (orejas, ojos, brazos y boca). Esto se debe a la personificación que hace Perrault de la figura del lobo.» 
  2. (Perrault , 1996)
  3. Veley-Vallantin, Catherine (9 de septiembre de 1992). L'histoire des contes. Nouvelles Études Historiques (en francés). Fayard. ISBN 978-22-1363-899-7. 
  4. Tehrani, Jamshid J. (13 de noviembre de 2013). «The Phylogeny of Little Red Riding Hood» (en inglés). Consultado el 23 de mayo de 2020. 
  5. Ziolkowski, Jan M. (julio de 1992). «A Fairy Tale from before Fairy Tales: Egbert of Liège's "De puella a lupellis seruata" and the Medieval Background of "Little Red Riding Hood"». Speculum (en inglés) (Chicago, IL, EE.UU.: The University of Chicago Press) 67 (3): 549-575. doi:10.2307/2863656. 
  6. Córdova Ortiz, Adolfo (9 de marzo de 2016). «El pasado de Caperucita». Linternas y bosques. Literatura infantil y juvenil. Consultado el 25 de mayo de 2020. «Lo que os digo, en el campo se cuenta de igual modo / y no es tan sorprendente como digno de crédito / al sacar en la iglesia a una niña de pila / le regalaron una caperuza roja. / La quinta quincuagésima se celebró el bautizo / cuando al alba la niña cumplía cinco años. / Después, mientras andaba sin cuidado ninguno / le salió al paso un lobo que se la llevó al bosque / y dejó por comida la presa a sus cachorros / que la acosaron juntos y no pudiendo herirla / mansamente empezaron a lamer su cabeza / – No me rompáis, ratones, dijo entonces la niña. / esta caperucita que me regaló mi padrino. / Templa el Dios que los hizo, los destemplados ánimos.» 
  7. a b «Conte de la mère-grand». Expositions. Les galleries virtuelles de la Bibliotëque nationale de France (en francés). Consultado el 11 de junio de 2020. 
  8. Perrault, Charles. «Cuentos de Perrault. Caperucita Encarnada». www.cervantesvirtual.com. Consultado el 12 de enero de 2017. 
  9. Perrault, Charles. «Contes de ma Mère l'Oye. Le Petit Chaperon rouge». www.hs-augsburg.de (en francés). Augsburgo (Alemania): Biblioteca Augustana. Universidad de Ciencias Aplicadas. Consultado el 12 de enero de 2017. 
  10. Perrault, Charles. «Cuentos de Perrault». www.cervantesvirtual.com. Consultado el 18 de junio de 2020. 
  11. Perrault, Charles. «Contes de ma Mère l'Oye» (en francés). Augsburgo (Alemania): Biblioteca Augustana. Universidad de Ciencias Aplicadas. Consultado el 18 de junio de 2020. 
  12. Bettelheim (septiembre de 1994, p. 189) Si Perrault se basó en una de estas historias, se comprende que eliminara estos detalles de mal gusto, puesto que su libro iba destinado a la corte de Versalles.
  13. Bettelheim (septiembre de 1994, p. 188) No es —y Perrault no pretendió que lo fuera— un cuento de hadas, sino una historia admonitoria que atemoriza, deliberadamente, al niño con el final ansiógeno.
  14. Bettelheim (septiembre de 1994, p. 189) Perrault pretendía hacer algo más que entretener a los que leyeran sus relatos, quería enseñarles una lección moral muy concreta en cada uno de ellos.
  15. Velten, Harry (2001). «The Influences of Charles Perrault's Contes de ma Mère L'oie on German Folklore». En Zipes, Jack, ed. The Great Fairy Tale Tradition: From Straparola and Basile to the Brothers Grimm. Norton Critical Editions (en inglés). Edición ilustrada y anotada. Nueva York: W. W. Norton. p. 966. ISBN 978-0-393-97636-6. 
  16. Velten, Harry (2001). «The Influences of Charles Perrault's Contes de ma Mère L'oie on German Folklore». En Zipes, Jack, ed. The Great Fairy Tale Tradition: From Straparola and Basile to the Brothers Grimm. Norton Critical Editions (en inglés). Edición ilustrada y anotada. Nueva York: W. W. Norton. p. 967. ISBN 978-0-393-97636-6. 
  17. Grimm, Jacob and Wilhelm (3 de marzo de 2015). «Little Red Cap» (en inglés). Consultado el 12 de junio de 2020. 
  18. a b c Martens, Hanna Veerle Lut (2017). «Introducción y consolidación de los cuentos de Perrault en España». Tejuelo (25): 189-227. ISSN 1988-8430. doi:10.17398/1988-8430.25.189. 
  19. Martens, Hanna Veerle Lut (2016). «Tradición y censura en las traducciones de literatura infantil y juvenil en la cultura franquista: los cuentos de Perrault en español hasta 1975». Universidad de Extremadura. Departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales, las lenguas y las literaturas. p. 212. «A partir del siglo XX esta se convertirá en la traducción habitual.» 
  20. AT 0333: Red Riding Hood.
  21. Calvino, Italo. «La finta nonna». www.fauser.edu (en italiano). Archivado desde el original el 29 de diciembre de 2004. Consultado el 12 de enero de 2017. 
  22. «Anónimo. La finta nonna» (en italiano). Sitioweb del grupo de italiano del Liceo Sismondi (Ginebra). Consultado el 18 de junio de 2020. 
  23. Ashliman, D.L. «Little Red Riding Hood» (en inglés). Consultado el 10 de junio de 2020. 
  24. Potter, Beatrix (1908). «The Tale of Jemima Puddle-Duck» (en inglés). Nueva York: Frederick Warne & Co., Inc. Consultado el 10 de junio de 2020. 
  25. Heiner, Heidi Anne. «Little Red Riding Hood. Related Tales» (en inglés). SurLaLune Fairy Tales. Consultado el 10 de junio de 2020. 
  26. Virgilio: Eneida, Espasa-Calpe, Madrid, 2007, ISBN 8467022337
  27. Kipling, Rurdyard, Rudyard Kipling: Cajón de cuentos, Zendrera Zariquiey, Barcelona, 2002, ISBN 8484181081
  28. The Big Bad Wolf «The Big Bad Wolf». Consultado el 20 de junio de 2020. 
  29. Philip C. DiMare (ed.). «The Shrek Series». Movies in American History: An Encyclopedia (en inglés). California. p. 443. Consultado el 20 de junio de 2020. 
  30. Cohn, Gary; Texeiro, Mark. «Red». Archivado desde el original el 28 de septiembre de 2007. Consultado el 31 de enero de 2007. 
  31. Simonet, Douglas. «Nuevos cuentos de lobos y caperucitas» (PDF). 
  32. «Estatuas del paseo Sant Joan, Barcelona». Archivado desde el original el 3 de julio de 2013. 
  33. Estatua de Berlín
  34. «Estatua de Buenos Aires». 
  35. «Ayuntamiento de Casteldefels». Archivado desde el original el 6 de mayo de 2015. Consultado el 3 de junio de 2013. 
  36. «Estatua de Fráncfort». 
  37. «Ayuntamiento de Maisons-Alfort».  (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  38. «Estatua de Múnich». Archivado desde el original el 22 de febrero de 2014. Consultado el 3 de junio de 2013. 
  39. Hamilton Wright Mabie; Edward Everett Hale; William Byron Forbush (eds.). «Childhood's Favorites and Fairy Stories». The Young Folks Tresaury. Volume One (en inglés). Ilustrador: Oliver Herford. Nueva York: The University Society. p. 140. Consultado el 7 de junio de 2020. 
  40. Conway, Agnes Ethel; Conway, Sir Martin (septiembre de 1909). «The Book of Art for Young People» (en inglés). Con dieciséis páginas ilustradas a todo color. Londres (Reino Unido): A. & C. BLACK, LTD. Consultado el 7 de junio de 2020. 
  41. «Albert Anker». El mundo para el arte. 18 de noviembre de 2008. Consultado el 7 de junio de 2020. 

Bibliografía

Enlaces externos