Diferencia entre revisiones de «Joseph Goebbels»

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Paul Joseph Goebbels

Goebbels en 1942.


Canciller de Alemania
30 de abril de 1945-1 de mayo de 1945
Presidente Karl Dönitz
Predecesor Adolf Hitler
Sucesor Lutz Schwerin von Krosigk

Ministro del Reich para la Ilustración Pública y Propaganda
13 de marzo de 1933-30 de abril de 1945
Canciller Adolf Hitler
Predecesor Nuevo cargo
Sucesor Werner Naumann

Gauleiter de Berlín
9 de noviembre de 1926-1 de mayo de 1945
Predecesor Ernst Schlange
Sucesor Cargo abolido

Información personal
Apodo Schrumpfgermane y The Poison Dwarf Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 29 de octubre de 1897
Rheydt, Alemania
Fallecimiento 1 de mayo de 1945 (47 años)
Berlín, Alemania
Causa de muerte Herida por arma de fuego e intoxicación cianhídrica Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Ehle Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Alemana
Religión Católico no practicante Ver y modificar los datos en Wikidata
Características físicas
Altura 1,65 m Ver y modificar los datos en Wikidata
Peso 63 kg Ver y modificar los datos en Wikidata
Ojos Marrón oscuro Ver y modificar los datos en Wikidata
Cabello Castaño oscuro Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Cónyuge Magda Goebbels
Pareja Lída Baarová Ver y modificar los datos en Wikidata
Hijos 6
Educación
Educado en Universidades de Heidelberg, Bonn, Wurzburgo y Friburgo
Alumno de Max von Waldberg Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Político
Partido político Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán
Firma

Paul Joseph Goebbels (Rheydt, 29 de octubre de 1897Berlín, 1 de mayo de 1945) fue un político alemán y ocupó el cargo de ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich entre 1933 y 1945. Uno de los colaboradores más cercanos de Adolf Hitler,[1]​ Goebbels fue conocido por su dominio de la oratoria,[2]​ profundo antisemitismo[3]​ —que se ponía de manifiesto en sus declaraciones públicas— y por su apoyo a una discriminación racial más progresiva y cruel —que entre otras cosas, acabaría dando lugar al exterminio de los judíos durante el llamado Holocausto—.[4]

Obtuvo su doctorado en Filosofía en la Universidad de Heidelberg en 1921,[5][6]​ pero su sueño era ser escritor, algo que escribió muchas veces en su diario personal.[7]​ Se unió al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) en 1924[8]​ y trabajó para Gregor Strasser en el capítulo norte.[9]​ Fue nombrado Gauleiter (jefe de distrito) de Berlín en 1926,[10]​ donde comenzó a interesarse en la propaganda como herramienta de promoción del partido y su programa.[11]​ En 1933, después que los nazis se consolidaron en el poder, su ministerio de Propaganda se apoderó rápidamente de la supervisión de los medios de comunicación, las artes y la información en el país.[12]​ Se sintió atraído por los medios de comunicación relativamente nuevos, como la radio y el cine, con fines propagandísticos.[13]​ Los temas de difusión incluían antisemitismo,[14]​ enfrentamientos con iglesias cristianas[15]​ y —después del inicio de la Segunda Guerra Mundial— conformar la moral alemana.[16]

En 1943, presionó a Hitler para introducir medidas destinadas a una «guerra total», como el cierre de los negocios «no esenciales» para el esfuerzo de guerra, el reclutamiento de mujeres a la fuerza laboral y de hombres en ocupaciones previamente exentas en la Wehrmacht.[17]​ El 23 de julio de 1944, Hitler lo nombró «Plenipotenciario del Reich para la Guerra Total» (Reichsbevollmächtigten für den totalen Kriegseinsatz), por el que Goebbels emprendió medidas, mayoritariamente infructuosas, para aumentar el número de personas disponibles para la Wehrmacht y la producción de armamentos.[18]​ Pronunció un elocuente discurso sobre la guerra total en el Palacio de los Deportes de Berlín, justo cuando los éxitos iniciales del Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial dieron paso a las sucesivas derrotas que condujeron a la caída del régimen.[19]

A medida que la guerra llegaba a su fin y Alemania se enfrentaba a la derrota, se trasladó junto con su esposa Magda y sus hijos a Berlín. El 22 de abril de 1945 se mudaron al Vorbunker subterráneo, parte del refugio antiaéreo del Führer.[20]Hitler se suicidó el 30 de abril y, de acuerdo con su testamento, Goebbels le sucedió como canciller de Alemania.[21]​ Al día siguiente, ante la inminente derrota alemana, se suicidó junto a su esposa[22]​ después de envenenar a sus seis hijos.[23]

Sus adversarios políticos lo consideraron un temido demagogo y agitador de masas.[24]​ Esta reputación comenzó luego de la refundación del NSDAP cuando Goebbels organizó disturbios y enfrentamientos en las calles contra los comunistas en Berlín.[25]​ El uso de discursos vívidos y manifestaciones públicas violentas lograron aumentar el número de seguidores del partido,[24][26]​ pero el investigador Helmut Heiber desacredita los métodos y ocurrencias de Goebbels y pone en duda su liderazgo en el escenario político y social.[27]​ Su impacto en la vida cultural fue considerable, ya que con su ministerio construyó o destruyó la carreras artística de muchos alemanes.[28]​ Las personas que tuvieron contacto personal con él afirmaron que tenía un carácter antipático e irresoluto, aunque obstinado por recibir el respeto de sus colegas.[29]​ El historiador Peter Longerich, autor de Goebbels. Biographie (2010), cuestiona su amistad íntima con Hitler y asegura que se trata de una figura sobrevalorada —pues su importancia en el seno del régimen nazi era menor porque no lo tomaban en cuenta en algunas de las grandes decisiones— y que no era el «gran propagandista dominador de las masas» que aparentaba.[1]​ Según Longerich, Goebbels padecía «un trastorno narcisista de la personalidad» que le hacía buscar adictivamente el elogio y reconocimiento, lo que explicaría su «absoluta devoción por Hitler, su obsesión con su propia imagen y el hecho de que pasara una considerable parte de tiempo enzarzado en largas batallas contra sus competidores en el entorno de Hitler».[1]​ Goebbels fue uno de los principales instigadores de actos antisemitas[30][31]​ y uno de los pocos líderes nazis en mencionar públicamente al genocidio judío.[32]

Infancia y juventud

Nació el 29 de octubre de 1897 en el seno de una familia católica de Rheydt (una ciudad industrial al sur de Mönchengladbach, Alemania).[33]​ Su padre era Friedrich Goebbels, empleado en la fábrica de pabilos Vereinigten Dochtfabriken GmbH, y su madre era Maria Katharina Oldenhausen, de origen neerlandés[34][35]​ y que antes de casarse había trabajado en una granja.[36]​ Tuvo cinco hermanos: Konrad (1893-1947), Hans (1895-1949), Maria (1896-1896), Elisabeth (1901-1915) y Maria (1910-1949); esta última se casó con el cineasta alemán Max Wilhelm Kimmich en 1938.[37]​ En 1932, publicó un folleto de su árbol genealógico para refutar los rumores de que su abuela materna tenía ascendencia judía.[38]

Su infancia estuvo marcado por la tensa situación económica de su familia. Con el fin de mejorar sus ingresos, los miembros del hogar trabajaron en distintos empleos domésticos.[39][36]​ Goebbels padeció de mala salud: enfrentó una larga lucha contra una inflamación pulmonar y su pie derecho tenía una deformidad congénita que lo hacía doblar hacia adentro y con un grosor y longitud menores que su pie izquierdo.[33]​ Se sometió a una operación para corregirlo antes de comenzar la escuela primaria, pero fue fallida.[40]​ Llevaba un aparato ortopédico de metal y zapatos especiales porque su pierna más corta le provocaba cojera al caminar. Debido a esto, fue ridiculizado por sus adversarios políticos años después.[41]​ Goebbels quiso participar como soldado en la Primera Guerra Mundial, pero fue rechazado en el ejército debido a su discapacidad.[42][43]

Fue educado en un gimnasio cristiano (escuela secundaria), el städtische Oberrealschule mit Reformgymnasium, donde aprobó su Abitur —examen de ingreso a la universidad— en 1917.[44]​ Aprendió a tocar el piano e interpretó varios conciertos en su escuela.[45]​ Era el estudiante más sobresaliente de su clase y le concedieron el honor de dar un discurso en la ceremonia de graduación.[46]​ Inicialmente, sus padres esperaban que se convirtiera en sacerdote católico,[47]​ pero en su lugar estudió en filosofía clásica en las universidades de Bonn,[48]Wurzburgo, Friburgo, Múnich,[47]Colonia, Fráncfort, Berlín y Heidelberg.[49]​ Estuvo becado por la Albertus-Magnus-Verein, que promovía a estudiantes católicos;[50]​ no obstante, ya durante su etapa universitaria comenzó a distanciarse del catolicismo.[51]

Los historiadores —como Richard J. Evans, Roger Manvell y Gerhard Besier— especulan que su obsesión por las mujeres pudo haber sido una manera con la que compensó sus discapacidades físicas[52][53]​ y la imagen desagradable que tenía de sí mismo.[54]​ A principios de la década de 1920, en Friburgo, se enamoró de Anka Stalherm, tres años mayor que él.[55][A]​ Stalherm estaba en Wurzburgo para continuar sus estudios, al igual que Goebbels. Los padres de Stalherm estuvieron en contra de la relación[57]​ y, en 1920, tuvo que terminar con ella. La ruptura llenó a Goebbels de pensamientos suicidas.[58][59]​ En 1921 escribió una novela semiautobiográfica, Michael: ein deutsches Schicksal in Tagebuchblättern, una obra en tres partes, de las que solo los volúmenes I y la III han sobrevivido.[60]​ Según Longerich, Goebbels sentía que estaba escribiendo su «propia historia».[60]​ Posiblemente, los comentarios antisemitas y sobre un líder carismático pudieron haber sido añadidos por el propio autor poco antes de que el libro fuera publicado en 1929 por Eher-Verlag, la editorial del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP).[61]

Goebbels a los 24 años en una foto de su graduación en Heidelberg.

En la Universidad de Heidelberg escribió su tesis doctoral sobre Wilhelm von Schütz, un dramaturgo romántico del siglo XIX.[62]​ Tenía pensado trabajar en su tesis bajo la dirección de Friedrich Gundolf, quien en ese momento era un reconocido historiador de literatura.[63]​ Era de origen judío, aunque a Goebbels esto no pareció incomodarle.[64]​ En ese momento, Gundolf no estaba realizando funciones docentes, por lo que le recomendó a su profesor adjunto Max Freiherr von Waldberg, también judío.[64][65]​ Este último le recomendó escribir la tesis sobre Schütz, a la que tituló Wilhelm von Schütz als Dramatiker: ein Beitrag zur Geschichte des Dramas der Romantischen Schule.[66][62]​ Después de la presentación de la tesis y pasar su examen oral, obtuvo su doctorado en 1921.[67][6][B]

Regresó a Rheydt y trabajó como tutor privado. También se desempeñó como periodista en el periódico local.[68]​ Durante ese tiempo, sus escritos reflejaban su creciente antisemitismo y desagrado hacia la cultura moderna.[69]​ En el verano de 1922 comenzó una relación amorosa con Else Janke, una maestra de escuela[70]​ e hija de madre judía y padre cristiano. Aunque los padres apoyaron a Goebbels espiritual y materialmente, la relación no se desarrolló debido a muchas discrepancias. Goebbels escribió en su diario que se habría casado con ella si no fuera «mitad judía», desde su punto de vista antisemita, y que «el encanto [de la relación] se arruinó».[70]​ Sin embargo, continuaron reuniéndose hasta 1927 cuando fue nombrado Gauleiter en Berlín.[71][72]​ En los siguientes años trató de convertirse en un prolífico autor.[73]​ En su diario, que empezó a redactar en 1923 y continuó durante el resto de su vida, siempre mencionaba su deseo de ser escritor.[7]​ Los escasos ingresos de sus obras literarias[68][C]​ le obligaron a aceptar puestos como corredor de bolsa y como empleado del Dresdner Bank en Colonia, un trabajo que detestaba.[8][74]​ Fue despedido del banco en agosto de 1923 luego de siete meses de trabajo y regresó a Rheydt.[75][68]

Desde el final de la Primera Guerra Mundial experimentó una crisis de identidad. Replanteó sus raíces católicas y decidió renunciar a su afiliación en la Verband der Wissenschaftlichen Katholischen Studentenvereine Unitas —Federación de estudiantes católicos—, en la que había estado activo en Bonn, Friburgo y Wurzburgo.[76]​ En esta época, Richard Flisges, un joven anarquista que Goebbels conocía desde la infancia, comenzó a tener una influencia especial sobre él.[77]​ Empezó a leer a muchos escritores, en especial a Fiódor Dostoyevski,[78]Oswald Spengler[79]​ y Houston Stewart Chamberlain, un autor alemán de origen británico cuya obra Los fundamentos del siglo XIX (1899) fue uno de los libros canónicos de la extrema derecha alemana.[80]​ También comenzó a estudiar la «cuestión social» y las obras de Marx, Engels, Luxemburg, Bebel y Noske.[81][82]​ Se interesó en el socialismo cuando, en 1919, el estudiante y activista anticomunista y antisemita Anton von Arco auf Valley asesinó al ministro presidente del Estado Libre de Baviera, Kurt Eisner, elegido por los partidos de la izquierda.[52]

Según el biógrafo Peter Longerich, las notas del diario de Goebbels desde finales de 1923 hasta principios de 1924 reflejan a un hombre aislado y preocupado por temas «religiosos y filosóficos» y que carecía de una dirección clara.[83]​ En las notas de mediados de diciembre de 1923 en adelante indican que Goebbels empezaba a simpatizar con el movimiento nacionalista völkisch.[84]​ Ulrich Höver afirma que Goebbels se enfrentaba con una increíble variedad de ideas, una de las cuales parecía ofrecer una salida al «caos» de esa época (Chaos der Zeit). No tenía una cosmovisión clara, en la que se pudiera encontrar «paz y plenitud», y no encontraba al «genio poderoso» (starke Genie) que le señalaría sus «nuevos objetivos». Höver menciona que Goebbels consideró que una «revolución roja en la cuenca del Ruhr» se podría inspirar en el golpe de Estado de Kapp.[85][86]​ El historiador Ralf Georg Reuth indica que la desesperación y angustia de Goebbels condujeron a un odio absoluto hacia la sociedad, que supuestamente se sometía al «materialismo desalmado» (seelenlosen Materialismus) y el judaísmo.[68]

Activismo nazi

Retrato de Goebbels emitido por la propaganda nazi.

Goebbels se interesó por Adolf Hitler y el nazismo en 1924.[87]​ En febrero de ese año se celebró el juicio contra Hitler, acusado de alta traición en su intento fallido de hacerse con el poder en Múnich entre el 8 y 9 de noviembre de 1923 —evento que llegó a ser conocido como el Putsch de la cervecería—.[88]​ El juicio fue mediático y concedió a Hitler una plataforma para difundir su discurso nacionalista.[89]​ Aunque fue condenado a cinco años de prisión, se benefició de una amnistía general para prisioneros políticos y el Tribunal Supremo de Baviera ordenó la liberación ocho meses después, el 20 de diciembre de 1924.[90]

En agosto de ese año, Goebbels había asistido al congreso fundacional del Movimiento Nacionalsocialista de Liberación de la Gran Alemania (Nationalsozialistischen Freiheitsbewegung Großdeutschlands) en Weimar, en el que se reunieron diversas organizaciones del NSDAP que se habían distanciado luego del fracaso del Putsch y la prohibición del partido.[91]​ Goebbels sintió simpatía por el programa político, en especial por el carisma del principal orador, Hitler.[92]​ Se unió al NSDAP y se convirtió en el socio número 8762.[93][8]​ A finales de 1924, ofreció sus servicios a Karl Kaufmann, quien era Gauleiter —líder de distrito del NSDAP— para el Distrito del Rin-Ruhr. Kaufmann lo puso en contacto con Gregor Strasser, un organizador del partido en el norte de Alemania, quien lo contrató para trabajar en su semanario Völkische Freiheit en Elberfeld y como secretario para las oficinas regionales del partido.[9][94]​ También colaboró como orador y representante del Partido Nazi en Renania-Westfalia.[95]​ En agosto de 1925 participó como editor del Nationalsozialistischen Briefe, por recomendación de Strasser y con un salario mensual de 150 marcos.[96]​ Los miembros del capítulo norte bajo el mando de Strasser tenían una perspectiva más socialista que el grupo de Hitler en Múnich.[97]​ Strasser no respaldaba muchos aspectos de la plataforma ideada por Hitler y en noviembre de 1926 empezó a trabajar en una revisión.[98]

Hitler consideró que las acciones de Strasser constituían una amenaza a su autoridad y convocó a sesenta Gauleiter y líderes del partido, incluyendo a Goebbels, a una conferencia especial en Bamberg, en el Gau de Strasser en Franconia, donde dio un discurso de dos horas repudiando el nuevo programa político de Strasser.[99]​ Hitler se opuso a las inclinaciones socialistas del grupo del norte y afirmó que eso significaría la «bolchevización política de Alemania». Agregó que «no habría príncipes, solo alemanes» y que existiría un régimen legal sin un «sistema judío de explotación... [que] saquea nuestros pueblos». Insistió que el futuro estaría garantizado por la adquisición de la tierra, no a través de la expropiación de propiedades de la antigua nobleza, sino a través de la colonización de territorios al este del país.[98]​ Goebbels se impresionó por las explicaciones de Hitler de que el socialismo era «una creación judía» y que la propiedad privada no sería expropiada por el futuro gobierno de los nazis. Aunque Goebbels glorificaba Mi lucha, mantenía diferencias ideológicas.[100]​ «Ya no creo plenamente en Hitler. Eso es lo terrible: mi apoyo interior se desvanece», escribió en su diario.[101][102]

Wohl eine der größten Enttäuschungen meines Lebens. Ich glaube nicht mehr restlos an Hitler. Das ist das Furchtbare: Mir ist der innere Halt genommen. Ich bin nur noch halb.
Traducción

Se podría decir que es una de las mayores decepciones de mi vida. Ya no creo plenamente a Hitler. Eso es lo terrible: mi apoyo interior se desvanece. Ahora solo [me] queda la mitad.

Zelle, 2010, p. 42 (cf. Diario de Goebbels, 14 de febrero de 1926).

El 6 de noviembre de 1925, pudo hablar personalmente con Hitler en una reunión en Brunswick. En su diario anotó: «Este hombre tiene todo para ser rey. Nacido del pueblo. El próximo dictador». Poco después, el 22 de noviembre de 1925, Strasser fundó la «Asociación laboral del Noroeste» (Arbeitsgemeinschaft Nordwest), con la aprobación de Hitler, y Goebbels contribuyó decisivamente en la redacción de su programa político, por lo que se alejó considerablemente de las ideas de Hitler.[100]​ Con la esperanza de ganarse a la oposición, Hitler organizó reuniones en Múnich con los tres líderes en el Gau del Gran Ruhr (Gaus Ruhr), incluyendo a Goebbels.[103]​ Quedó asombrado cuando Hitler mandó a recogerlos en su coche para reunirse con ellos en la estación de tren. Esa tarde, ambos dieron discursos en un acto en una cervecería.[103]​ Al día siguiente, Hitler ofreció una reconciliación a los tres hombres y los animó a dejar de lado sus diferencias. También comentó que Goebbels tenía una «nueva visión» sobre la «cuestión social».[104]

El historiador Ian Kershaw menciona que Goebbels se «rindió completamente» ante esas palabras y ofreció a Hitler su lealtad absoluta —una promesa en la que fue «sincero» y a la que se adhirió hasta «el final de su vida»—. «Lo amo... Ha pensado en todo [lo que quiero]», escribió en su diario. «Una mente brillante como esa debe ser mi líder. Me inclino ante el más grande, el genio político». Más tarde añadió: «Adolf Hitler, te amo porque eres grande y sencillo al mismo tiempo. Lo que alguien llamaría genio».[105]​ A pesar de esta «conversión»,[106]​ Goebbels continuó vacilando con sus principios anteriores y su adaptación ideológica estuvo influenciada por los acontecimientos posteriores.[107]​ Como resultado de las reuniones de Bamberg y Múnich, se descartó el nuevo proyecto de programa político de Strasser. Así pues, el Programa Nacionalsocialista original de 1920 quedó inalterable y la posición de Hitler como líder del partido se vio reforzada.[105]

Propagandista en Berlín

Goebbels (en primer plano) y Hermann Göring en Berlín (1930).

Ante la invitación de Hitler, Goebbels participó como orador en las reuniones del partido en Múnich y en el congreso anual del NSDAP de 1926, celebrado en Weimar.[108]​ Para el evento del año siguiente estuvo involucrado en la planificación por primera vez. Hitler y Goebbels organizaron el mitin para ser filmado.[109]​ Los elogios por el buen desempeño en estos eventos hicieron que Goebbels adaptara sus ideas políticas para coincidir con las de Hitler y admirarlo e idolatrarlo mucho más.[110][107]

En agosto de 1926, fue nominado para el puesto de Gauleiter del partido para la sección de Berlín. Viajó a esa ciudad a mediados de septiembre y en octubre aceptó el cargo.[111]​ El plan de Hitler era dividir y disolver el grupo noroccidental de Gauleiter al que Goebbels había servido bajo las órdenes de Strasser.[10]​ Hitler le dio una gran autoridad sobre la zona, lo que le permitió determinar el rumbo de la organización y liderazgo del Gau. Goebbels tomó el control de la sección local de las SA (Sturmabteilung) y SS (Schutzstaffel) y respondía únicamente a Hitler.[112]​ La afiliación al partido era de aproximadamente 1000 personas cuando Goebbels llegó, pero lo redujo a un grupo de 600 y mantuvo a los miembros más activos y prometedores.[113][114]​ Para recaudar fondos, instituyó cuotas de afiliación y comenzó a cobrar la admisión a las reuniones del partido.[115]​ Consciente del importancia de la publicidad (tanto positiva como negativa), provocó combates en cervecerías y peleas callejeras, así como ataques violentos contra el KPD.[116][114][24]​ Goebbels adaptó técnicas nuevas de publicidad comercial a la esfera política, incluyendo el uso de lemas atrayentes y mensajes subliminales.[11]​ Tuvo nuevas ideas para el diseño de pósteres, como el uso de letras grandes, tinta roja y encabezados crípticos que alentaban al lector a examinar la letra pequeña para encontrar el significado.[117]

Goebbels en un mitin político celebrado en 1932. Con esta postura, con los brazos en las caderas, tenía la intención de mostrar su autoridad a la audiencia.[2]

Al igual que Hitler, practicaba sus habilidades para hablar en público delante de un espejo. Las reuniones eran precedidas por marchas ceremoniales y cantos, y los lugares se decoraban con banderas del partido. Su entrada (casi siempre tarde) estaba programada para lograr el mayor impacto emocional. Por lo general, planeaba meticulosamente sus discursos con antelación, el uso de gestos e inflexión de la voz coreografiados y previamente planificados, pero también era capaz de improvisar y adaptar su presentación para obtener un acercamiento con los espectadores.[118][2]​ En sus escritos exigía a sus seguidores un cambio ideológico profundo y una disposición de sacrificio para «destruir el poder del capitalismo y el judaísmo». Según él, así «terminaría la lucha de clases» y «los alemanes serían libres».[119][24]

La táctica de Goebbels era el uso de la provocación para atraer la atención al NSDAP, mítines y manifestaciones públicas violentas.[120][24]​ Esto llevó a la policía de Berlín a prohibir el NSDAP en la ciudad el 5 de mayo de 1927.[121][122]​ El jefe de las SA en Berlín, Kurt Daluege, le animó a expandir esa estructura, que en ese momento estaba disfrazada como un «departamento de deportes» del partido. Pronto, este grupo armado fue capacitado para combates en auditorios y calles, sobre todo contra el Roter Frontkämpferbund de los comunistas.[113][123]​ Los incidentes violentos continuaron, incluyendo jóvenes nazis atacando judíos al azar en las calles.[2]​ Las autoridades sometieron a Goebbels a una prohibición de hablar en público hasta finales de octubre de 1927.[124]​ Mientras cumplía su pena, fundó el periódico Der Angriff como instrumento de propaganda para la zona de Berlín. Era un periódico de tono agresivo y estilo moderno.[125][126]​ La publicación competía dentro del NSDAP con el Völkischer Beobachter en Múnich y el Berliner Arbeiterzeitung, el semanario de los hermanos Otto y Gregor Strasser. La circulación del Der Angriff empezó con pocos números, unos 2000 ejemplares;[127]​ para octubre de ese año vendieron 4500 copias.[128]​ El contenido del rotativo era anticomunista y antisemita.[127]​ Entre los temas favoritos del periódico estaban las calumnias al subjefe de la Policía de Berlín, Bernhard Weiß, de ascendencia judía. Goebbels le puso como apodo despectivo «Isidor»[129]​ y lo sometió a una campaña implacable de hostigamiento, junto al resto de los judíos, para provocar medidas represivas de los cuerpos de seguridad que luego pudiera aprovechar.[130]​ Contrató a varios caricaturistas, entre ellos Hans Schweitzer, para dibujar mofas de Weiß y de otros políticos de la República de Weimar.[131]​ Goebbels trató por segunda vez entrar en el mundo literario con la publicación de una versión revisada de su libro Michael y la producción infructuosa de dos de sus obras de teatro (Der Wanderer y Die Saat). Este fue su intento final para entrar en la dramaturgia.[132]​ En esta etapa en Berlín tuvo relaciones con muchas mujeres, incluyendo su antigua novia Anka Stalherm, quien ya estaba casada y con un niño pequeño. Goebbels trató de revivir ese amor, pero como estaba cansado de la relación se buscó a otra persona. En esos años le preocupaba demasiado si una relación de compromiso pudiera interferir con su carrera.[133]

La prohibición sobre el NSDAP terminó a principios de 1928, justo a tiempo para las elecciones al Reichstag, que se celebraron el 20 de mayo.[134]​ El NSDAP perdió casi 100 000 votantes y ganó solo el 2.6 % de los votos a nivel nacional. Los resultados en Berlín fueron peores, pues solo alcanzaron el 1.4 % de los votos.[135]​ Goebbels fue uno de los doce miembros del NSDAP que ganó un escaño en el Reichstag.[135]​ Esto le dio inmunidad para una larga lista de cargos pendientes, incluyendo una sentencia de tres semanas en prisión que recibió en abril por insultar al subjefe Weiß.[136][137]​ En febrero de 1931, el Reichstag cambió las normas de fuero y Goebbels fue forzado a pagar multas por difamaciones que había colocado en Der Angriff en el transcurso del año anterior.[138]​ No obstante, logró liberarse de una gran multa de 1500 marcos con sobreseimientos y acoso a los fiscales del caso.[139]​ Meses después, se burló de la justicia en su periódico: la describió como impotente, ridícula y opresiva, mientras él era retratado como un mártir.[140]

Gregor Strasser, desde su periódico Berliner Arbeiterzeitung, fue un enérgico crítico de los errores de Goebbels para atraer el voto en las ciudades.[141]​ Sin embargo, el partido en conjunto tuvo éxito en las zonas rurales, ya que atrajo el 18 % de los votos en algunas regiones.[135]​ Esto se debió, en parte, porque Hitler había dicho públicamente antes de la elección que el Punto 17 de su programa político —sobre la expropiación de tierras sin indemnización— se aplicaría únicamente a los «especuladores judíos» y terratenientes no privados.[142]​ Luego de la elección, el partido reorientó sus esfuerzos para atraer más votos del sector agrícola.[143]​ En mayo, Hitler consideró nombrar a Goebbels director de propaganda del partido, pero tuvo dudas porque le preocupaba que el destitución de Strasser en ese puesto conduciría a una división del partido. Goebbels se consideraba apto para la posición y comenzó a formular ideas sobre cómo la propaganda podría ser utilizada en las escuelas y los medios de comunicación.[144]

En septiembre de 1929 estuvo a punto de recibir un disparo en una riña callejera, pero la bala alcanzó al conductor de su automóvil.[145]​ Al año siguiente, el 14 de enero de 1930, el jefe de una sección de las SA, Horst Wessel, fue tiroteado por dos miembros del KPD, en medio de la violencia entre nazis y comunistas. Murió en el hospital un mes después.[146]​ Goebbels lo convirtió en mártir del movimiento nazi y declaró que una marcha compuesta por Wessel, Die Fahne Hoch, sería el himno del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán y rebautizada como Horst-Wessel-Lied.[147]

Goebbels utilizó la muerte de Wessel como arma de propaganda[147]​ contra los «comunistas subhumanos».[148]

La Gran Depresión afectó al país y en 1930 se produjo un aumento drástico del desempleo.[149]​ En estos años, los hermanos Otto y Gregor Strasser iniciaron la publicación de un nuevo diario en Berlín, el Nationaler Sozialist.[150]​ Al igual que sus otros rotativos, difundía el nazismo, nacionalismo, anticapitalismo, reforma social y antioccidentalismo profesado por los hermanos.[151]​ Goebbels criticó con vehemencia que el éxito que sus periódicos habían tenido en Berlín estaba siendo «empujado a la pared» y que los Strasser rivalizaran con las propuestas de Hitler en los artículos del Nationaler Sozialist.[150]​ A finales de abril de 1930, Hitler declaró firmemente su oposición a Gregor Strasser y nombró a Goebbels como director de propaganda del NSDAP (Reichspropagandaleitung der NSDAP).[152]​ Uno de sus primeros actos fue prohibir la edición vespertina del Nationaler Sozialist[153]​ y tomar el control de otros periódicos nazis de tirada nacional, entre ellos el boletín oficial del partido, el Völkischer Beobachter. El 3 de julio se anunció que Otto Strasser y sus partidarios abandonaban el NSDAP. Según Longerich, Goebbels se alivió cuando recibió la noticia de que la «crisis» con los Strasser había terminado y se alegró de que Otto Strasser había perdido su poder.[154]Der Angriff cambió la frecuencia de tirada de dos veces por semana (en octubre de 1929) a cada día por la tarde —desde el 1 de noviembre—. También aumentó la impresión de 80 000 —en marzo de 1930— a 110 000 copias —en julio de 1932—, pero en estos años tuvo problemas de financiación y prohibiciones de circulación.[155]

El 27 de marzo de 1930, el rápido deterioro de la economía provocó que se disolviera la coalición de gobierno elegida en 1928. Se constituyó un nuevo gabinete y Paul von Hindenburg utilizó su poder presidencial para gobernar por decreto[156]​ y nombró a Heinrich Brüning como canciller.[157]​ Goebbels se hizo cargo de la campaña nacional del NSDAP para las elecciones al Reichstag convocadas el 14 de septiembre de 1930. Se llevó a cabo a gran escala, con miles de reuniones y conferencias en toda la nación.[158]​ Los discursos de Hitler se centraron en culpar de los problemas económicos del país a la República de Weimar —en particular, su adhesión a los términos del Tratado de Versalles— e insistió que las compensaciones de guerra habían conducido al desastre de la economía alemana. Propuso una nueva sociedad basada en la «unidad racial y nacional».[158]​ El éxito resultante sorprendió a Hitler y Goebbels: el partido recibió más de seis millones de votos y obtuvo 107 escaños en el Reichstag —la segunda fuerza política, solo superada por el SPD—.[158][159]

Boda de Joseph Goebbels y Magda Quandt. En el fondo, Hitler como padrino del novio (1931).

A finales de 1930, conoció a Magda Quandt, una divorciada que se había unido al NSDAP unos meses antes. Estuvo casada con el industrial Günther Quandt, pero se separaron en 1929.[160]​ Trabajaba como voluntaria en las oficinas del partido en Berlín y ayudaba a Goebbels en la organización de sus documentos privados.[161]​ Su departamento en la Reichskanzlerplatz —que en 1963 sería renombrada como Theodor-Heuss-Platz— se convirtió en punto de reunión favorito de Hitler y otros funcionarios del NSDAP.[162][160]​ Goebbels y Quandt se casaron el 19 de diciembre de 1931 y Hitler fue el padrino del novio.[97][160]

En febrero de 1932, Goebbels pudo convencer a Hitler para que se postulara como candidato a la Presidencia de la República y competir contra Hindenburg.[163]​ El director de propaganda organizó campañas masivas para las dos elecciones celebradas en 1932, que incluyeron mítines, desfiles, discursos y viajes en avión por todo el país con el lema «Hitler sobre Alemania» (Hitler über Deutschland).[164]​ Asimismo, realizó múltiples conferencias durante estas campañas electorales[165]​ con descalificaciones a Hindenburg y su gobierno.[166]​ El 24 de abril, durante las elecciones del parlamento provincial de Prusia, Goebbels retó al canciller Brüning a un duelo verbal en el Palacio de Deportes de Berlín, pero Brüning rehusó participar. En el evento, Goebbels tenía planeado ridiculizarlo y robarse la ovación de sus partidarios.[167]​ Aun así, fue elegido por la Circunscripción 2 (Berlín) ante el parlamento provincial de Prusia.[168]​ El 24 de agosto de 1932, renunció a ese cargo después de ganar las elecciones del julio de 1932 para el Reichstag y fue sustituido por Hermann Voß en dicho parlamento.[168]

Goebbels llevaba algunos de sus discursos grabados en disco de vinilo e impresos en folletos.[163][166]​ También estuvo involucrado en la producción de una pequeña colección de películas mudas para exhibir en las reuniones del partido,[166]​ a pesar de que no contaban con el suficiente equipo para explotar masivamente este medio.[169][170][171]​ Muchos de los afiches de campaña de Goebbels contenían imágenes violentas, como un gigante destruyendo a oponentes políticos u otros enemigos como los «grandes financieros internacionales».[172][163]​ En su propaganda trató a la oposición como los «criminales de noviembre», «títeres judíos» o la «amenaza comunista».[173]​ En la segunda elección distribuyó 800 000 copias del Volkischer Beobachter.[163]​ El apoyo al partido continuó creciendo, pero en ninguna de estas elecciones logró un gobierno de mayoría.[26][174]​ El 30 de enero de 1933, Hindenburg nombró a Hitler como canciller del Reich en un esfuerzo por estabilizar al país y mejorar las condiciones económicas.[175][176]

Ministro de Propaganda

Goebbels en un discurso en Berlín (1934). Con este gesto de la mano indicaba advertencia o amenaza a los opositores.[2]

Para celebrar el nombramiento de Hitler como canciller, Goebbels organizó un desfile de antorchas en Berlín la noche del 30 de enero con unos 60 000 hombres, muchos con uniformes de las SA y las SS. El espectáculo fue transmitido en vivo por la radio estatal con comentarios de Hermann Göring, futuro ministro de Aviación.[177]​ Goebbels estaba decepcionado por no conseguir un puesto en el nuevo gabinete de Hitler.[D]​ El ministerio de Cultura —el departamento que pretendía— fue designado a Bernhard Rust.[179]​ Al igual que otros funcionarios del NSDAP, tuvo que lidiar con Hitler y su estilo de dar órdenes contradictorias a sus subordinados, mientras los colocaba en puestos donde sus deberes y responsabilidades se superponían.[180][181]​ De esta manera, Hitler fomentó la desconfianza, competencia y las luchas internas entre sus colaboradores para consolidar y maximizar su propio poder.[182]​ El NSDAP aprovechó el incendio del Reichstag del 27 de febrero de 1933 e Hindenburg aprobó el decreto para la protección del pueblo y el Estado al día siguiente por insistencia de Hitler. Este fue el primero de varios proyectos de ley que desmontaron la democracia y establecieron en su lugar una dictadura totalitaria encabezada por Hitler en Alemania.[183]​ El 5 de marzo, tuvo lugar otra elección al Reichstag, la última que hubo antes de la derrota de los nazis al término de la Segunda Guerra Mundial.[184]​ Aunque el NSDAP aumentaba su número de escaños y porcentaje de votos, no obtuvo la mayoría absoluta que ambicionaba la alta dirigencia.[185][186]​ El 7 de marzo, Hitler ideó la creación de un organismo encargado de la «educación y propaganda a gran escala»[187]​ y, el 14 de marzo, nombró a Goebbels ministro para la Ilustración Pública y Propaganda,[188]​ el más joven en el gabinete de Hitler.[189]

El papel del nuevo ministerio, que estableció sus oficinas en el Palacio de la Orden de San Juan (el Ordenspalais) frente a la Cancillería del Reich, era centralizar el control de todos los aspectos de la vida cultural e intelectual de los alemanes.[12]​ Goebbels esperaba incrementar el apoyo popular del partido a partir del 37 % de votos alcanzado en la última elección libre celebrada el 25 de marzo de 1933. Un objetivo no mencionado públicamente era aparentar ante otras países que el NSDAP tenía el apoyo absoluto y apasionado de toda Alemania.[190]​ Una de las primeras producciones de Goebbels fue la escenificación del Día de Potsdam, la ceremonia de traspaso de poder de Hindenburg a Hitler que tuvo lugar en esa ciudad el 21 de marzo de ese año.[191]​ El 1 de abril, redactó el decreto de Hitler en el que autorizaba la estrategia contra el capitalismo judío[192]​ para contrarrestar el «hostigamiento internacional» del Congreso Judío Estadounidense que se había materializado con el boicot antinazi del pasado 30 de enero. No obstante, el decreto no produjo la respuesta esperada en la población.[193]​ Ese mes, regresó a Rheydt, donde obtuvo una recepción triunfal con los ciudadanos alineados en la calle principal que había sido rebautizada con su nombre. Al día siguiente, fue declarado héroe local.[194]

Hitler, Göring, Goebbels y Hess en un desfile militar en 1933.

El 1 de mayo de 1933, una fecha tradicionalmente conmemorada por comunistas y socialdemócratas, fue transformado en un día festivo del NSDAP. En lugar de los eventos habitales, Goebbels organizó una gran reunión del partido en la pista de aterrizaje Tempelhof en Berlín. Al día siguiente, las SA y las SS disolvieron forzosamente las organizaciones sindicales y fue creado el Frente Alemán del Trabajo para asumir la función de estas.[195]​ «Somos los amos de Alemania», comentó en su diario de 3 de mayo.[196]​ Menos de dos semanas más tarde, el 10 de mayo, pronunció un discurso durante una quema de libros en la capital.[197]

Entretanto, el NSDAP aprobó leyes para discriminar a los judíos y sacarlos de la sociedad alemana. La ley para la restauración del servicio civil profesional, aprobada el 7 de abril de 1933, obligó a los ciudadanos no arios a retirarse de la jurisprudencia y administración pública.[198]​ Pronto, una legislación similar privó a los judíos del ejercicio de otras profesiones.[198]​ Los primeros campos de concentración nazis (creados inicialmente para albergar a disidentes políticos) se fundaron poco después de que Hitler llegara al poder.[199]​ En un proceso denominado Gleichschaltung («coordinación»), el Partido Nazi estableció un control totalitario sobre la sociedad y el comercio del país: las organizaciones civiles, incluidos los grupos agrícolas, organizaciones de voluntarios y clubes deportivos, tuvieron que remplazar a sus líderes por simpatizantes nazis o miembros del partido. Para junio de 1933, prácticamente las únicas organizaciones que no estaban bajo control del NSDAP eran el Reichswehr y las iglesias.[200]

El 4 de octubre de 1933, en un intento de manipular a la clase media y cambiar la opinión popular, el gobierno promulgó la Schriftleitergesetz («ley de redactores»),[201]​ que se convirtió en la piedra angular del control de la prensa popular.[16]​ Basada en cierta medida en el sistema creado por Mussolini, la ley definía a un Schriftleiter o redactor como cualquier persona que escribe, edita o compila textos o ilustra material para su publicación en serie. Estas personas eran elegidas según criterios vivenciales, educativos y raciales.[202][203]​ La ley obligaba a los periodistas a «regular su trabajo con el nacionalsocialismo como filosofía de vida y como una concepción del gobierno».[204]​ La prensa fue controlada de manera indirecta, pero eficaz. En primer lugar, desapareció toda la prensa política no nacionalsocialista. Los periódicos civiles y religiosos cesaron su publicación o fueron absorbidos por el NSDAP.[203][E]​ Para la cobertura de noticias a nivel nacional se fundó la Agencia de Noticias de Alemania (Deutsches Nachrichtenbüro) en 1933.[203]​ El Frankfurter Zeitung tuvo una relativa libertad a las restricciones hasta 1943.[206]

A finales de junio de 1934, varios altos funcionarios de las SA y opositores al gobierno, incluyendo Gregor Strasser, fueron arrestados y asesinados en una purga conocida posteriormente como la «noche de los cuchillos largos». Goebbels estuvo presente en la detención de Ernst Röhm, el líder de las SA, en Múnich.[207]​ El 2 de agosto de 1934, falleció el presidente Hindenburg. En un programa radial, Goebbels anunció que los cargos de presidente y canciller habían sido combinados y que Hitler había sido nombrado formalmente como Führer und Reichskanzler («Guía y Canciller del Reich»).[208]

Funciones del ministerio

Hitler y Goebbels en los estudios de la Ufa (4 de enero de 1935).
Distribución gratuita de radios en la celebración del cumpleaños de Goebbels (19 de octubre de 1938).

El ministerio de Propaganda se organizó en siete departamentos: administración y asuntos legales; concentraciones de masas, salud pública, juventud y raza; radio; prensa nacional y extranjera; películas y censura cinematográfica; arte, música y teatro; y, protección contra la propaganda contrarrevolucionaria (tanto nacional como extranjera).[13]​ El estilo de liderazgo de Goebbels era estrepitoso e impredecible. Era inconstante, tomaba decisiones contradictorias y apoyaba muy pocas veces a sus asociados principales. Según Longerich, era un jefe difícil y le gustaba regañar a su personal en público.[29]​ La revista Life publicó en 1938 que a Goebbels «no le agradaba la gente, a nadie le simpatizaba, [pero] administró el departamento nazi muy eficientemente».[209]

La Reichsfilmkammer (Cámara de Cine de Reich) fue creada en junio de 1933 y decretó que todos miembros de la industria cinematográfica alemana debían unirse a ella .[210]​ Goebbels promovió el desarrollo de películas con inclinaciones nazis y las que contenían mensajes subliminales o manifiestos de propaganda.[211]​ Bajo el auspicio de la Reichskulturkammer (Cámara de Cultura del Reich), creada en septiembre, Goebbels añadió subcámaras adicionales para los campos de la radiodifusión, las bellas artes, la literatura, la música, la prensa y el teatro.[212][213]​ Al igual que en la industria del cine, todo aquel que deseara mantener una carrera en estos campos tenía que ser miembro de la cámara correspondiente. De esta manera, cualquier persona cuyas opiniones eran contrarias al gobierno podría ser excluida de trabajar en el campo elegido y así ser silenciado.[214]​ Además, exigió que los periodistas (entonces considerados empleados del Estado) demostraran ascendencia aria desde el año 1800 y, si estaban casados, el mismo requisito se aplicaba al cónyuge. A los miembros no se les permitía salir del país por razones laborales sin el permiso previo de su cámara. Se estableció un comité de censura de libros y no se podían reeditar y republicar obras a menos que estuvieran en la lista blanca. Se aplicarían regulaciones similares a las bellas artes y el entretenimiento; incluso fueron censuradas actuaciones de cabaré.[215]​ Muchos artistas e intelectuales huyeron del país en los años anteriores a la guerra porque no aceptaron trabajar bajo estas restricciones.[28]

Leni Riefenstahl y su equipo grabando el discurso de Hitler, en el mitin de Núremberg de 1934.

Goebbels estaba muy interesado en dominar la radio, que para entonces era un nuevo medio de comunicación de masas.[216]​ A veces conseguía el control de las estaciones de radio en todo el país a través de la Reichs-Rundfunk-Gesellschaft (Sociedad de Radiodifusión del Reich) desde julio de 1934,[217]​ incluso bajo protesta de los gobiernos de las entidades federativas —especialmente Prusia, dirigida por Göring—.[218]​ Goebbels exigió a los fabricantes producir receptores domésticos más baratos, llamados Volksempfänger o «receptor del pueblo», y para 1938 ya se habían vendido casi diez millones de estos aparatos.[213]​ Los altavoces era colocados en zonas públicas, fábricas y escuelas para que las emisiones más importantes del NSDAP fueran escuchadas en vivo por casi toda la población.[219]​ El 2 de septiembre de 1939 (un día después del inicio de la guerra), Goebbels y el Consejo de Ministros declararon que era ilegal escuchar emisoras radiales de países enemigos.[F]​ La difusión de noticias para emisoras extranjeras podría ser castigada con la muerte.[221]Albert Speer, el arquitecto de Hitler y ministro de Armamento y Guerra, dijo años después que el gobierno nazi «utilizó todos los medios técnicos posibles para dominar su propio país. A través de dispositivos técnicos, como la radio y el altavoz, 80 millones de personas fueron privadas de pensamiento independiente».[222]

Goebbels era considerado un «magnate de los medios» y prácticamente dominó todos los medios de comunicación. Según él, podía controlar lo que leía, escuchaba y veía el pueblo alemán.[223][224]​ Leonard W. Doob, profesor emérito de psicología de la Universidad Yale, menciona que Goebbels aplicó 19 principios para sus políticas totalitarias y de manipulación en los alemanes.[225]​ Un elemento importante de esta propaganda fue Hitler, quien era glorificado como un líder heroico e infalible y como el centro de un culto a la personalidad.[226][G]​ Muchas de estas producciones eran improvisadas, pero algunas contaban con escenarios gestionados por el aparato propagandístico de Goebbels.[228]​ La adulación a Hitler era el centro del mitin de Núremberg de 1934, donde sus movimientos corporales fueron coreografiados minuciosamente.[229]​ El mitin fue el tema de la película El triunfo de la voluntad, parte de una serie de películas de propaganda dirigidas por Leni Riefenstahl. Ganó la Medalla de Oro en el Festival de Cine de Venecia de 1935.[230]​ Ese año, en el congreso del NSDAP en Núremberg, Goebbels dijo que el bolchevismo era una «declaración de guerra de los subhumanos extranjeros dominados por judíos contra las expresiones culturales».[231]​ Un año más tarde, las SS fueron transformadas en una «organización de lucha antibolchevique».[232]

Der Bolschewismus die Kampfansage des von Juden geführten internationalen Untermenschentums gegen die Kultur an sich.
Traducción

El bolchevismo es la declaración de guerra de subhumanos extranjeros dominados por judíos contra las expresiones culturales.

—Discurso de Goebbels sobre los soviéticos, en el congreso del NSDAP (13 de septiembre de 1935).[231]

También estuvo involucrado en la planificación escenográfica de los juegos olímpicos del verano de 1936, que se celebraron en la capital.[233]​ En esta época tuvo un breve romance con la actriz checa Lída Baarová, a quien siguió viendo hasta 1938.[234][235]​ Otro proyecto importante fue la llamada «Exposición de Arte Degenerado» (Die Ausstellung „Entartete Kunst“), organizada por Goebbels y que se desarrolló en Múnich de julio a noviembre de 1937. La exposición resultó muy popular y atrajo a más de dos millones de visitantes.[236][237]​ Una exposición de música degenerada tuvo lugar el año siguiente.[238]​ No obstante, Goebbels estaba decepcionado por la poca calidad en el arte, cine y literatura nacionalsocialistas.[239]​ Para entonces muchos periodistas, escritores, artistas, músicos, cineastas y dramaturgos se habían exiliado, mientras que otros trataron de adaptarse o se retiraron en una «emigración interior».[240]

Sometimiento de las iglesias cristianas

Goebbels, Hitler, el nuncio apostólico Cesare Orsenigo y el embajador italiano Vittorio Cerruti en una reunión de la prensa extranjera en Berlín (1933).

En 1933, Hitler firmó el llamado Reichskonkordat, un tratado con la Santa Sede que obligaba al gobierno respetar la independencia de las instituciones católicas y prohibía la participación del clero en la política.[241]​ Sin embargo, el gobierno continuó interviniendo a las iglesias cristianas y tratando de debilitar su influencia en la sociedad. Entre 1935 y 1936, cientos de sacerdotes, monjas y líderes laicos fueron arrestados por cargos de contrabando de dinero o crímenes sexuales.[242][243]​ Goebbels difundía supuestas pruebas en cada declaración a la prensa y describía cada caso de la peor manera posible.[242]​ Se impusieron restricciones a las reuniones públicas, las publicaciones católicas eran censuradas, obligaron a los colegios católicos a reducir la formación religiosa y los crucifijos fueron retirados de los edificios estatales.[244][H]​ Hitler dudaba sobre si la lucha contra las iglesias[246]​ debía ser una prioridad, pero sus frecuentes comentarios incendiarios sobre el tema eran suficientes para convencer a Goebbels de intensificar su trabajo en la primera mitad de 1937.[247]​ En febrero de ese año, después de una conversación con Heinrich Himmler y Wilhelm Stuckart, Goebbels dijo que «Kerrl [ministro de Asuntos Eclesiásticos] quiere conservar la Iglesia, [pero] queremos liquidarla» (esta era una reacción a las políticas moderadas y cooperacionistas de Hanns Kerrl con las iglesias protestantes).[248]

Goebbels era uno de los anticlericales más radicales del Partido Nazi. Entre sus planes estaba la persecución del clero alemán[249]​ y, a medida que avanzaba la guerra, sobre «cuestión de la Iglesia» escribió que existe una «oposición irresoluble» entre el cristianismo y la ideología nazi.[247]​ Parte de estos argumentos eran compartidos por Adolf Hitler, quien también no asistía a misa ni se confesaba, pero que no había abandonado oficialmente esa religión.[250][251]​ En la lucha por el poder contra la influencia de las iglesias, los nazis intentaron establecer una «tercera denominación» llamada cristianismo positivo (positives Christentum),[252]​ con el propósito de remplazar a las iglesias establecidas y reducir su autoridad. Algunos historiadores argumentan que esto fue un intento de comenzar un culto de adoración mesiánica de Hitler.[253][254][255]​ No obstante, en una entrada del diario del 28 de diciembre de 1939, Goebbels menciona: «El Führer rechaza apasionadamente cualquier idea de fundar una religión, [porque] no tiene la intención de convertirse en sacerdote. Su único papel exclusivo es el de político».[256]

En respuesta a la persecución, el papa Pío XI publicó la encíclica Mit brennender Sorge (Con ardiente inquietud) sobre la situación de la Iglesia católica en Alemania y denunciaba la hostilidad sistemática del gobierno nazi. Se leyó en el Domingo de Pasión de 1937 en miles de templos católicos de ese país.[253][257]​ Goebbels aumentó la represión y propaganda contra los católicos en las semanas posteriores a la publicación.[15]​ El 28 de mayo, en un discurso frente a 20 000 miembros del partido en Berlín —que también fue transmitido por radio—, arremetió contra la Iglesia católica y dijo que era una «institución moralmente corrupta».[258]​ Como resultado de la campaña difamatoria, la matrícula en las escuelas confesionales se redujo drásticamente y, en 1939, estas instituciones se disolvieron o se tranformaron en instalaciones públicas. El acoso, las amenazas de encarcelamiento y los «juicios de inmoralidad» hicieron que el clero fuera mucho más cauteloso en sus críticas contra el gobierno.[259][247]​ Sin embargo, Hitler ordenó una reducción progresiva de la lucha contra la iglesia a finales de julio de 1937.[260]

En 1941, con la expansión de la guerra en el frente oriental, reaparecieron las agresiones a las iglesias alemanas. Los monasterios y conventos fueron atacados y se expropiaron muchas propiedades eclesiásticas. Los jesuitas fueron uno de los principales afectados.[261]​ Algunos historiadores critican que la Iglesia católica nunca excomulgó a los políticos nazis de alto rango por estos hechos hostiles antes y durante la guerra;[262][263]​ también mencionan que el caso de Goebbels fue más controvertido, ya que su esposa era protestante y divorciada.[262]​ Sin embargo, la monja estadounidense Margherita Marchione, estudiosa de la obra de Pío XI, asegura que los líderes nazis incurrieron automáticamente en excomunión speciali modo por «impedir el ejercicio de la jurisdicción eclesiástica», según los cánones 2332 y 2343, por lo que no era necesaria la condena pública del pontífice.[264]

Primeros años de la Segunda Guerra Mundial

Archivo:Le type aryen.jpg
Caricatura satírica francesa sobre las contradicciones de los líderes nazis: «El ario ejemplar... rubio como Hitler, delgado como Göring y alto como Goebbels».

En febrero de 1933, Hitler anunció sus intenciones de rearmar el ejército, aunque al principio de manera clandestina ya que eso se consideraba una violación del Tratado de Versalles. Apenas un año después, en 1934, comunicó a sus subordinados militares que 1942 era la fecha límite para iniciar una guerra en Europa Oriental.[265]

Goebbels, la actriz Paula Wessely, el representante nazi de la ocupación austríaca Arthur Seyß-Inquart y su secretario Kajetan Mühlmann en una recepción en el Palacio de Hofburg en Viena (30 de marzo de 1938).

Años más tarde, Hitler puso su atención en Austria y comentó a Goebbels que anexionaría ese país «por la fuerza» si fuese necesario, no solo por motivos ideológicos, estratégicos y militares,[266]​ sino también para intereses económicos, pues ese país tenía importantes reservas de oro y divisas, mano de obra y materias primas.[267]​ El 12 de febrero de 1938, el canciller Kurt Schuschnigg se reunió con Hitler en Berchtesgaden en un intento de evitar una invasión militar. Hitler presentó a Schuschnigg un conjunto de demandas que incluían el nombramiento de simpatizantes nazis en posiciones importantes dentro del gobierno austríaco y que Arthur Seyß-Inquart fuese nombrado ministro de Seguridad Pública y con un control ilimitado de la policía y el ejército.[268]​ A cambio, Hitler ratificaría públicamente el acuerdo austroalemán del 11 de julio de 1936 y reconocería la independencia de Austria. Schuschnigg cedió a las condiciones de Hitler debido a las constantes amenazas de que los nazis austríacos provocarían una guerra civil.[269]​ El 9 de marzo de 1938, en un esfuerzo por preservar la soberaría del país, Schuschnigg programó un referéndum sobre la unión política con Alemania (Anschluß) para el 13 de marzo y, para asegurar una gran participación, legalizó a los socialdemócratas y sindicatos, anteriormente proscritos.[270]

Goebbels aprovechó esta oportunidad para hacer campaña masiva a favor de la unificación y legitimar el proceso electoral a nivel local e internacional, a pesar de los métedos brutales que las SS emplearon contra la oposición.[271]​ En una conferencia de prensa, afirmó que gran parte de los austríacos solicitaba que las tropas alemanas sofocaran los disturbios en las ciudades, pero esto fue desmentido por Schuschnigg.[269]​ El 11 de marzo, el gobierno austríaco cayó ante las presiones alemanas debido a las revueltas y el intento fallido por anular el referéndum. El presidente Wilhelm Miklas y el canciller Schuschnigg renunciaron, pero esto no evitó que la Wehrmacht cruzara la frontera y ocupara militarmente Austria,[272]​ aunque sin encontrar resistencia entre la población. El proceso electoral se llevó a cabo en la fecha prevista y su resultado (99.75 % apoyó la unificación) fue una victoria festejada por Hitler.[273]

Goebbels trató de cumplir agresivamente las políticas expansionistas de Hitler. Al momento de la reocupación de Renania en 1936, resumió su postura en su diario: «[Ahora] es el momento de actuar. ¡La fortuna favorece a los valientes! El que no se atreve no gana».[274]​ En los días previos a la crisis de los Sudetes en 1938, Goebbels tomó la iniciativa y de nuevo utilizó la propaganda para generar simpatía entre los alemanes de los Sudetes mientras desprestigiaba al gobierno checoslovaco.[275][276]​ Aun así, era consciente de que había un creciente «pánico a la guerra» en Alemania y en julio ordenó a la prensa que redujera el uso de propaganda en las publicaciones.[277][278]​ En 1938, después de que las potencias occidentales se adhirieron a las demandas de Hitler relativas a Checoslovaquia, Goebbels redirigió rápidamente su aparato propagandístico contra Polonia. A partir de mayo, orquestó una campaña contra ese país con historias sobre supuestas atrocidades contra los alemanes étnicos en Danzig y otras ciudades. Sin embargo, fue incapaz convencer a la mayoría de la población alemana de apoyar la idea de un nuevo conflicto bélico.[279]​ En secreto dudaba si era prudente arriesgarse a una guerra prolongada contra Francia y el Reino Unido si atacaba Polonia.[280][237]

Cuando Hitler consiguió la neutralidad de la Unión Soviética en el pacto de no agresión del 24 de agosto de 1939, Goebbels lo consideró una «jugada brillante».[281]​ Después de comenzar la invasión de Polonia, empleó su ministerio de Propaganda y las oficinas del Reich para controlar el acceso a la información a nivel nacional. El 3 de septiembre, el día en que se enteró de que el Reino Unido había declarado la guerra a Alemania por atacar Polonia, escribió en su diario que ese país parecía una «rata ahogada» (ein begossener Pudel).[282]​ Sin embargo, este entusiasmo desapareció porque Joachim von Ribbentrop, ministro de Asuntos Exteriores, desafiaba constantemente su jurisdicción sobre la difusión de propaganda a nivel internacional.[I]​ El jefe de prensa de ese ministerio, Paul Karl Schmidt, se responsabilizó de las conferencias de prensa diarias ante los periodistas extranjeros.[283][284]​ Hitler decidió no posicionarse sobre el tema, por lo que la discordia entre los dos ministros continuó durante varios años más, hasta el final de la guerra.[285]​ Goebbels no participó en la toma de decisiones militares ni estuvo al tanto de las negociaciones diplomáticas hasta después del estallido de la contienda.[286][287]

El ministerio de Propaganda se hizo cargo de las corporaciones radiodifusoras de los países ocupados inmediatamente después de la rendición. Los oficiales nazis ordenaron a los locutores de estas corporaciones a transmitir mensajes preparados como una forma de ganarse la confianza de los ciudadanos.[288]​ La mayoría de los medios de comunicación, tanto a nivel nacional como en los países conquistados, fueron controlados por Goebbels y su ministerio.[289][I]​ El Servicio Interior, el Programa de las Fuerzas Armadas y el Servicio Europeo eran controlados rigurosamente: desde la información que se les permitía difundir hasta la música que empleaban.[290]​ Continuaron las transmisiones de mítines, discursos y manifestaciones de NSDAP, se emitían discursos antes de las trasmisiones de radio y se exhibían cortometrajes de propaganda usando 1500 camionetas de cine móvil.[291]​ Hitler hizo menos apariciones públicas y locuciones mientras avanzaba la guerra, por lo que Goebbels poco a poco se convirtió en la voz del régimen para el pueblo alemán.[290]​ A partir de mayo de 1940, escribía muchos editoriales que se publicaban en Das Reich y eran leídos en la radio.[292][293]​ Tuvo mucho éxito y la circulación del periódico aumentó a 1.4 millones de copias en 1944.[294]​ Goebbels descubrió que las películas eran el medio de propaganda más eficaz, después de la radio.[295][J]​ Ante su insistencia, la mitad de las producciones cinematográficas alemanas en tiempo de guerra tenían como temática la propaganda (en particular, sobre el antisemitismo) y el belicismo (relataban hazañas históricas y eventos recientes de la Wehrmacht).[297]​ La fuente oficial de información sobre los acontecimientos de guerra era el boletín diario de la Wehrmacht (creado por Hitler) que colaboraba estrechamente con el ministerio de Propaganda.[298]

Goebbels se preocupó por el ánimo y los esfuerzos de la población en el ámbito interno. Creyó que si la población se involucraba en el esfuerzo de guerra, mayor sería su moral.[299]​ Por ejemplo, inició un programa para recoger ropa de invierno y equipo de esquí para las tropas en el frente oriental.[299]​ También, implementó cambios para conseguir más «material de entretenimiento» en la radio y cine producidos para el público. A finales de 1942, decretó que las películas debían contener 20 % de propaganda y 80 % de entretenimiento ligero.[300]​ En su papel como Gauleiter de Berlín, afrontó la escasez cada vez más grave de artículos de primera necesidad, como alimentos y ropa, así como el racionamiento de cerveza y tabaco, que eran importantes para mantener los ánimos. Hitler sugirió diluir la cerveza y disminuir la calidad de los cigarrillos de manera que fueran más baratos de producir, pero Goebbels rechazó la idea y dijo que los cigarrillos ya eran de baja calidad y era imposible hacerlos peor.[301]

Kommt es wirklich zum Weltkrieg, was wir alle nicht hoffen, dann wird die Lage ernst, aber nicht hoffnungslos.
Traducción

Realmente se acerca la guerra mundial, y esperamos que la situación sea grave, pero no desesperante.

Fröhlich, 1998, p. 95 (cf. Diario de Goebbels, 14 de febrero de 1926).

Mediante sus campañas de propaganda, trabajó duro para conservar un nivel adecuado de moral en la población sobre la situación militar —según él, ni demasiado optimista ni demasiado nefasto—.[302]​ Durante este período ocurrieron una serie de derrotas militares —el ataque de mil bombarderos sobre Colonia (mayo de 1942), la victoria aliada en la segunda batalla de El Alamein (noviembre de 1942) y, sobre todo, la desastrosa derrota en la batalla de Stalingrado (febrero de 1943)— que eran difíciles de presentar al público alemán,[303]​ cada vez más cansado ​​de la guerra y escéptico sobre si podían ganar.[304]​ Días después, Goebbels intentó convencer nuevamente a Hitler que cambiara sus planes sobre los pueblos eslavos y con esto pretendía mejorar las condiciones de los soldados alemanes en territorio soviético. En su diario escribió: «[...] la consigna de que en oriente estamos luchando solo contra el bolchevismo —y no contra el pueblo ruso— facilitará en gran medida nuestra meta».[305]

El 15 de enero de 1943, Hitler nombró a Goebbels como jefe del nuevo Comité de Daños por Ataque Aéreo, es decir que estaba a cargo de las defensas y los refugios de aviación civil en todo el país, así como la evaluación y reparación de edificios dañados.[306]​ La defensa de zonas distintas de Berlín quedaba en manos de los Gauleiter locales y sus principales tareas se limitaban a proporcionar ayuda inmediata a los civiles afectados y utilizar la propaganda para mejorar el estado de ánimo de la población.[307][308]

A principios de 1943, la guerra produjo una crisis laboral en todo el país. Hitler creó un comité con un representante del Estado, el ejército y el NSDAP, cada uno, en un intento por centralizar el control de la economía de guerra. Los miembros del comité fueron Hans Heinrich Lammers —jefe de la Cancillería del Reich—, el mariscal de campo Wilhelm Keitel —jefe del Alto Mando de la Wehrmacht—, y Martin Bormann —secretario personal de Hitler, que de facto dirigía al partido—.[309]​ El comité tenía la intención de plantear soluciones de forma independiente sin pasar por la mesa de los distintos ministerios, pero el dictador nazi conservó su autoridad en las decisiones más delicadas. El mencionado organismo, anteriormente conocido como Dreierausschuß (Comité de los tres), se reunió once veces entre enero y agosto de 1943. Sin embargo, encontraron la resistencia de los ministros del gabinete de Hitler. Algunos ministros y otros políticos querían formar parte del comité, pero fueron excluidos.[309]​ Al considerarlos una amenaza, Goebbels, Göring y Speer se aliaron para detenerlos. El «Comité de los tres» acabaría desapareciendo en septiembre de 1943.[310]

Discurso del Palacio de los Deportes de Berlín (18 de febrero de 1943).

Como respuesta a su exclusión del «Comité de los tres», Goebbels presionó a Hitler a crear políticas destinadas para una «guerra total» (totalen Krieg), como el cierre de empresas no esenciales para el esfuerzo de guerra, reclutamiento de mujeres en la fuerza laboral y de los hombres en ocupaciones previamente exentas en la Wehrmacht.[17]​ Consideró que con esto aumentaría el poder militar en un 10 a 15 %, aunque no lo suficiente como para compensar la superioridad de los aliados.[309]​ El 13 de enero de 1943, algunas de estas medidas fueron implementadas en un edicto, pero, para pesar de Goebbels, Göring exigió que sus restaurantes favoritos en Berlín permanecieran abiertos y Lammers forzó a Hitler a aceptar que las mujeres con hijos estuvieran exentas del servicio militar obligatorio, incluso si tenían a alguien que los cuidara.[311]​ El 30 de enero, después de recibir una respuesta favorable en su discurso sobre el tema, Goebbels pensó que tenía el apoyo del pueblo alemán en su llamado a la guerra total.[19]​ Su siguiente discurso, el Sportpalastrede del 18 de febrero de 1943, demandó al público a que se comprometiera con la guerra total como la única manera de «detener el ataque bolchevique y salvar al pueblo alemán de la destrucción».[312][313][314]​ El mensaje tenía un fuerte elemento antisemita y dio a entender que el exterminio de los judíos ya estaba en marcha.[4][K]​ El discurso fue filmado y transmitido en vivo en la radio,[317]​ pero tuvo poco impacto en ese momento[318]​ porque si bien Hitler estaba a favor de la guerra total no estaba dispuesto a cambiar los planes de los demás ministros.[319]​ El descubrimiento de una fosa común de oficiales polacos que habían sido asesinados por el Ejército Rojo, durante la llamada masacre de Katyn de 1940, fue aprovechado en la propaganda de Goebbels para abrir una brecha entre los soviéticos y sus aliados occidentales.[320]

Plenipotenciario para la Guerra Total

Los avances de la invasión de Sicilia (julio de 1943) y, especialmente, la victoria soviética en la batalla de Kursk (entre julio y agosto de 1943), hicieron que Goebbels se diera cuenta que su país no podría ganar la guerra.[321][322]​ Posteriormente, la invasión aliada de Italia y la caída de Mussolini en septiembre, le llevaron a plantearle a Hitler la posibilidad de negociar el cese de las hostilidades, ya fuera con los soviéticos o con el Reino Unido. Sin embargo, Hitler rechazó categóricamente ambas propuestas.[323]​ Como la situación militar y económica de Alemania eran cada vez peores, el 25 de agosto de 1943 el Reichsführer-SS, Heinrich Himmler, asumió el cargo de ministro del Interior en sustitución de Wilhelm Frick.[324]​ Los ataques aéreos sobre Berlín y otras ciudades se cobraron las vidas de miles de personas.[325]​ La Luftwaffe al mando de Göring intentó tomar represalias con incursiones aéreas sobre Londres a principios de 1944, pero ya no tenían aviones suficientes para lograr mucho impacto.[326]​ Los misiles V-1 —lanzados contra objetivos británicos a partir de mediados de junio de 1944— tuvieron poco efecto, pues solo el 20 % alcanzó sus blancos previstos.[327]​ La propaganda de Goebbels en este momento indica que se organizaba una represalia masiva contra los británicos.[327]​ Para levantar el ánimo, insistió que las nuevas mejoras en los misiles tendrían un impacto decisivo en el resultado de la guerra.[328]​ En esos días tuvo lugar el desembarco de Normandía (6 de junio de 1944) y los aliados se afianzaron en Francia,[329][18]​ mientras en el frente oriental los soviéticos expulsaron a la Wehrmacht en Bielorrusia y penetraron en los países bálticos, Polonia y los Balcanes.

Goebbels (al centro) y Speer (a la derecha) observan pruebas de misiles en el centro de investigaciones militares Peenemünde (agosto de 1943).

En julio, Goebbels y Speer continuaron presionando a Hitler para que llevara la economía al límite de guerra total.[330]​ El atentado donde Hitler casi muere por una bomba colocada en su cuartel de campaña en Prusia Oriental ayudó a los que habían estado presionando por un cambio: Bormann, Goebbels, Himmler y Speer. Aprovechando la indecisión del comandante Otto Ernst Remer,[L]​ Goebbels difundió rápidamente por radio que el golpe de Estado había fracasado.[332]​ Tres días después, fue nombrado Plenipotenciario para la Guerra Total (Generalbevollmächtigten für den totalen Kriegseinsatz), a pesar de las protestas de Göring. Ahora estaba a cargo de aumentar al máximo la mano de obra en la Wehrmacht y la industria de armamentos, a costa de sectores económicos no cruciales para el esfuerzo de guerra.[333][18]​ Con esta restructuración, fue capaz de liberar casi medio millón de hombres para el servicio militar,[334]​ pero, debido a que muchos de estos nuevos reclutas procedían de la industria armamentista, el traslado entraba en conflicto con el ministro de Armamentos, Albert Speer.[335][336]​ Los trabajadores sin formación de otros departamentos no se adaptaban fácilmente a la industria de armamentos y, del mismo modo, los nuevos reclutas de la Wehrmacht esperaban su turno en los cuarteles para ser entrenados.[337][338]​ El 18 de octubre de 1944, a petición de Hitler, se formó la Volkssturm (lit., «fuerzas civiles de asalto»), una milicia de hombres alemanes que antes se consideraban no aptos para el servicio militar.[339]​ Goebbels anotó en su diario que unos 100 000 miembros del Volkssturm prestaron juramento en su Gau, pero estos hombres, en su mayoría de edades comprendidas entre los 45 y 60 años, solo recibieron entrenamiento rudimentario y muchos no estaban armados correctamente.[340]​ Según el historiador Richard J. Evans, la idea de que estos hombres pudieran servir eficazmente en el frente contra los tanques y artillería soviéticos no era «muy realista», por lo que el programa no tuvo mucho apoyo.[341][342]

En diciembre de 1944, Goebbels pensaba que la batalla de las Ardenas acabaría resultando en una aplastante victoria alemana, una «Cannae de proporciones inimaginables». Sin embargo, escasearon el combustible y las municiones y la inferioridad en el aire era irremediable. En ese momento, consideró que estos problemas eran irrelevantes y, tras una reunión con Hitler, anotó en su diario: «Las baterías se recargan otra vez». Mientras avanzaba la guerra el escepticismo de Goebbels crecía y, con algo de retraso, la población alemana conoció el fracaso de la operación militar.[343]​ A este fracaso se unió poco después la ofensiva del Vístula-Óder lanzada por el Ejército Rojo.

Derrota y suicidio

Deutschland wird diesen schrecklichen Krieg überleben, aber nur, wenn es Beispiele hat, die seinen Wiederaufbau leiten. […] Die Stunde wird kommen, wo wir sauber und unbefleckt dastehen werden vor der Welt, so sauber und unbefleckt, wie unser Glaube und unser Ziel immer gewesen sind.
Traducción

Alemania podrá sobrevivir a esta terrible guerra, pero solo si tiene ejemplos que puedan orientar su reconstrucción. […] Llegará el día que seremos limpios y puros ante el mundo, como siempre han sido nuestra fe y nuestras metas.

Zelle, 2010, pp. 85-86 (cf. Carta a su hijastro Harald Quandt).

En los últimos meses de la guerra, los discursos y artículos de Goebbels adquirieron un tono cada vez más «apocalíptico».[344]​ A principios de 1945, con los soviéticos en el río Óder y los aliados occidentales preparándose para cruzar el Rin, ya no podía ocultar el hecho de que la derrota era inevitable.[345]​ Berlín tenía pocas fortificaciones, artillería y unidades de la Volkssturm, pues casi todo lo que había fue enviado al frente de guerra.[346]​ El 21 de enero, anotó en su diario que millones de alemanes estaban huyendo hacia el oeste.[347]​ Con Hitler discutió la propuesta de negociar la paz con los aliados occidentales, pero el líder nazi rechazó nuevamente esa idea. En privado, Goebbels estaba indeciso sobre insistir en el asunto, ya que no quería perder la confianza del Führer.[348]​ Cuando otros líderes nazis recomendaron a Hitler abandonar la capital y establecer un nuevo centro de resistencia en el reducto nacional en Baviera, Goebbels se opuso y dijo que harían una «última resistencia heroica» en Berlín.[349]​ Su familia —excepto Harald, un hijo de Magda de su anterior matrimonio que había servido en la Luftwaffe y había sido hecho prisionero por las fuerzas aliadas— se trasladó a su residencia en Berlín a la espera del fin.[347]​ Posiblemente Goebbels discutió con su esposa el suicidio y el destino de sus hijos durante una larga reunión que tuvieron en la noche del 27 de enero.[350]

Goebbels había mencionado sus intenciones de suicidarse por primera vez en junio de 1943. En un editorial de octubre de 1944, escribió: «Para una persona, nada sería más fácil que despedirse de este mundo». El 28 de febrero de 1945 declaró en un discurso por radio que «moriría con sus hijos defendiendo la ciudad capital».[351]​ Entendía que las demás naciones castigarían los actos cometidos por el régimen y no tenía intenciones de someterse a la «debacle» de un juicio.[352]

Quemó sus documentos privados en la noche del 18 de abril.[353]​ En los últimos días, Goebbels trataba de animar a Hitler y le dijo que tendrían un «milagro de la providencia» luego del fallecimiento del presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, el 12 de abril,[354]como pasó en 1762.[355]​ No se sabe si Hitler consideró en serio este evento como un punto de inflexión cuando Goebbels se lo comunicó.[356]​ Por esos días, obtuvo la posición que tanto había deseado hacía tiempo, estar a la par de Hitler. Göring fue deshonrado por insinuar la incompetencia de Hitler en el búnker, aunque no fue despojado de sus cargos oficiales hasta el 23 de abril. Himmler, cuyo nombramiento como comandante del Grupo de Ejércitos Vístula había conducido a la derrota en el Óder, también había perdido el favor del Führer.[357]

Goebbels junto al Andréi Vlásov, Georgi Zhilenkov y Erhard Kroeger, colaboradores extrajeros del gobierno nazi (28 de febrero de 1945).

La mayor parte del círculo cercano de Hitler, incluyendo Göring, Himmler, Ribbentrop y Speer, se estaba preparado para abandonar la capital inmediatamente después de la celebración del cumpleaños del Führer el 20 de abril. Incluso Bormann, el secretario personal de Hitler, «no estaba ansioso» de estar su lado hasta el final.[358]​ El 22 de abril, Hitler anunció que permanecería en Berlín y se pegaría un disparo en la cabeza. Ese mismo día, Goebbels se trasladó con su familia al Vorbunker, conectado al búnker del Führer bajo el jardín de la Cancillería del Reich en el centro de la capital.[20][359]​ Dijo al vicealmirante Hans-Erich Voss que no se entretendría con la idea de entregarse a los aliados o escapar.[360]​ El 23 de abril, hizo su anuncio público en el que instó a los berlineses a defenderse durante el ataque soviético a la capital.[361]​ Los soviéticos estaban a pocos días de llegar a la Cancillería del Reich. Después de la medianoche del 29 de abril, Hitler se casó con Eva Braun en una pequeña ceremonia civil en el Führerbunker.[362]​ Después organizó un modesto desayuno de bodas con su esposa.[363][364]​ Llamó a su secretaria, Traudl Junge, a otra habitación y dictó su última voluntad y testamento.[365]​ Goebbels y Bormann estuvieron presentes como testigos.[366]​ En el testamento, Hitler decidió no elegir sucesor como Führer o líder del NSDAP y, en su lugar, el cargo de canciller del Reich fue delegado a Goebbels;[364]Karl Dönitz, quien estaba en Plön, fue nombrado presidente del Reich y Bormann ocupó el ministerio del NSDAP.[21]

Goebbels escribió una posdata en el testamento diciendo que iba a desobedecer la orden de abandonar Berlín y que «por razones de humanidad y lealtad personal» permanecería en la capital[367]​ y que su esposa e hijos se quedarían y «acabarían sus vidas al lado del Führer».[367]​ A mitad de la tarde del 30 de abril, Hitler se suicidó con un disparo en la cabeza.[368][364]​ Goebbels se deprimió por su muerte. Voss relata que Goebbels dijo: «Es lamentable que un hombre como este ya no esté más tiempo entre nosotros y que no pueda hacer más por nosotros. Ahora todo está perdido y la única salida que nos queda es la que Hitler eligió. Voy a seguir su ejemplo».[369]​ El 1 de mayo, Goebbels realizó su único acto oficial como canciller: dictó una carta al comandante del 62.º Ejército de la Unión Soviética, Vasili Chuikov,[364]​ y ordenó a Hans Krebs a entregarse bajo una bandera blanca. En la carta, Goebbels informó a Chuikov sobre la muerte de Hitler y pidió un alto el fuego. Cuando la petición fue rechazada, Goebbels decidió que más esfuerzos serían inútiles[370]​ porque para él la rendición incondicional no era una opción.[371]​ Ese mismo día, el vicealmirante Voss vio a Goebbels por última vez: «[...] mientras me despedía, le pedí a Goebbels que uniera a nosotros. Pero él respondió: “Un capitán nunca abandona su barco mientras se hunde. He pensado en todo y decidimos permanecer aquí. No tengo adónde ir, porque con los niños pequeños no podré escapar, sobre todo con una pierna como la mía...” ».[372]

En esta foto manipulada, añadieron al hijastro de Goebbels, Harald Quandt (ausente debido al servicio militar) al retrato de la familia.

En la noche, Goebbels trajo a un dentista de las SS, Helmut Kunz, para inyectar morfina a los seis niños y así cuando estuvieran inconscientes pudieran aplastar una ampolla de cianuro en cada una de sus bocas.[23][364]​ Según el testimonio de Kunz, él solo inyectó morfina a los niños y fueron Magda Goebbels y Ludwig Stumpfegger, médico personal de Hitler, quienes administraron el cianuro.[23]​ Alrededor de las ocho y media de la tarde, Goebbels y su esposa abandonaron el búnker y caminaron hasta el jardín de la Cancillería, donde se suicidaron.[22]​ Existen varias versiones diferentes de este evento. En una, Goebbels disparó el arma a su esposa y luego se suicidó;[364]​ en otra versión, primero tomaron un poco de las ampollas de cianuro e inmediatamente se les dio un golpe de gracia.[373]​ En 1948, Günther Schwägermann, ayudante de Goebbels, testificó que la pareja caminaba frente a él por las escaleras y salió al jardín de la Cancillería. Esperó en el hueco de las escaleras y oyó los disparos.[22]​ Después, Schwägermann subió y, una vez fuera, vio los cuerpos sin vida de la pareja. Bajo órdenes previas, un soldado de las SS disparó varias veces al cuerpo de Goebbels para rematarlo.[22]​ Trataron de incinerar los cuerpos con gasolina, pero los restos no se quemaron ni fueron enterrados.[373][364]

La muerte de Goebbels eliminó el último obstáculo que impidía al general Helmuth Weidling, último comandante del área defensiva de Berlín, aceptar los términos de rendición incondicional de su guarnición, pero eligió retrasar la petición hasta la mañana siguiente para permitir que sus subordinados huyeran en la noche.[374]​ La batalla de Berlín duró hasta el 2 de mayo y tuvo grandes pérdidas para ambos bandos. El Ejército Rojo tuvo unas bajas de más de 350 000 soldados, mientras que las bajas alemanas solo se han podido estimar en aproximadamente 100 000.[375]​ Unos días más tarde, Voss fue llevado de vuelta al búnker por los soviéticos para identificar los cadáveres parcialmente carbonizados de Joseph y Magda y los de sus hijos. Los restos de la familia Goebbels, Hitler, Eva Braun, el general Krebs y los perros de Hitler fueron enterrados y exhumados en varias ocasiones.[376]​ El último entierro fue en las instalaciones del SMERSH en Magdeburgo, el 21 de febrero de 1946. En 1970, Yuri Andrópov, director de la KGB, autorizó una operación para destruir los restos.[377]​ El 4 de abril de 1970, un equipo de la KGB utilizó mapas detallados del entierro para exhumar cinco ataúdes de madera en las instalaciones de Magdeburgo. El contenido de las cajas fue quemado, aplastado y arrojado al río Biederitz, un afluente del cercano al Elba.[378]

Antisemitismo, complicidad en el Holocausto y legado

El antisemitismo de Goebbels

Fotografía de algunos líderes nazis reunidos en la villa turística de Bad Elster: (de izquierda a derecha) Himmler, Mutschmann, Frick, Goebbels, Hitler, Schaub, Epp y Göring.

Al igual que muchos alemanes de la época, Goebbels tenía tendencias antisemitas desde temprana edad.[379]​ Esto no evitó que tuviera una relación estable con Else Janke, quien era mitad judía.[380]​ Después de unirse al NSDAP y conocer a Hitler, su antisemitismo creció y se hizo más radical. Veía a los judíos como una «fuerza destructiva» con efectos negativos en la sociedad alemana.[381]​ No obstante, el antisemitismo de Goebbels no era como el de Hitler, predominantemente racista; en su lugar, sus bases eran nacionalistas y anticapitalistas.[3]​ Para tratar de explicar este punto, el historiador Helmut Heiber dice: «El antisemitismo de Goebbels no era como el de su Führer. [...] Su hostilidad hacia los judíos fue adquirida cuando se unió al partido y la utilizó como herramienta política. [...] Su lucha no era metafísica como la de Hitler, sino que era más intelectual, [...] contra el demonio plástico de la corrupción judía».[382]​ Otro historiador, Christian T. Barth, concluye que el antisemitismo de Goebbels era una «mezcla de elementos políticos pragmáticos e ideológicos fanatizados».[383]​ Según Goebbels, los judíos —como «elementos foráneos»— no tenían mentalidad nacionalista y creyó que entregarían el país a sus enemigos. También los odiaba por su poder monetario: «El dinero es la fuerza del mal y el judío es su satélite»,[3]​ pero también indicó en su diario que encontraría resistencia por «grupos burgueses amigos de los judíos» y, por tanto, «la lucha de clases no terminaría con la simple eliminación [de los judíos]».[384]

Después de que los nazis tomaron el poder, presionó insistentemente a Hitler a tomar medidas contra los judíos.[385]​ Pero, a pesar a su extremo antisemitismo, Goebbels consideraba que el racismo biológico era una «una tontería del materialismo racial» e innecesario para el nacionalsocialismo,[386]​ que la ideología de Himmler era «en muchos aspectos, demente» y consideró que las teorías de Alfred Rosenberg eran «ridículas».[386]

Persecución de los judíos

Uno de los objetivos del NSDAP era eliminar a los judíos de la vida cultural y económica alemana y, por consiguiente, de todo el país.[387]​ Además de sus actividades en la propaganda antisemita,[388]​ Goebbels promovió activamente la persecución de los judíos mediante los pogromos, legislaciones y otras acciones.[31][M]​ En Berlín instituyó medidas discriminatorias durante los primeros años del régimen nazi, que incluían prohibiciones de usar el transporte público, exigir que las tiendas judías colocaran avisos distintivos,[390]​ rechazar la entrada a circos, zoológicos, piscinas, etc.,[391]​ y medidas más severas como la expropiación de «grandes viviendas».[392]

Ich bin der Überzeugung, dass ich mit der Befreiung Berlins von den Juden eine meiner größten politischen Leistungen vollbracht habe.
Traducción

Estoy convencido de que uno de mis mayores logros políticos es la liberación de [la presencia de] los judíos en Berlín.

—Comentarios de Goebbels en abril de 1943 (Barth, 2003, p. 195).

La Reichskulturkammer (Cámara de Cultura del Reich) intentó eliminar a los judíos del ámbito cultural. Esto resultó ser mucho más complicado de lo que Goebbels había pensado inicialmente. Con las leyes raciales de 1935 pudo discriminar a los descendientes de judíos y los alemanes que se casaban con mujeres de ese grupo étnico.[393]​ En una conversación con el Gauleiter de Turingia, Fritz Sauckel, Goebbels manifestó que se «desharía del estorbo» para los «verdaderos» artistas alemanes.[394]​ En mayo de 1938 entregó un memorándum al jefe de la Policía de Berlín, Wolf Heinrich Graf Helldorf, para aplicar controles sorpresa y persecución a los judíos.[395]

El 7 de noviembre de 1938, el diplomático alemán Ernst vom Rath fue asesinado en París por un joven judío de origen polaco, Herschel Grynszpan, en venganza por la deportación de 12 000 judíos a Polonia.[396]​ En la noche del 8 de noviembre, la situación se agudizó por un discurso de Goebbels en una reunión del NSDAP donde indirectamente llamó a los miembros del partido a estimular la violencia contra judíos en una serie espontánea y encubierta de actos vandálicos.[24]​ Aproximadamente un centenar de judíos murieron, detuvieron a otros 80 000 en redadas,[397]​ varios cientos de sinagogas fueron dañadas o destruidas y miles de tiendas de judíos quedaron destrozadas en Alemania y Austria en un evento conocido como la noche de los cristales rotosKristallnacht—.[398]​ La policía recibió instrucciones precisas de detener únicamente judíos, proteger los negocios de «ciudadanos alemanes» e ignorar la destrucción de los comercios de judíos.[397]​ Alrededor de 30 000 hombres judíos fueron enviados a campos de concentración.[398]​ La agitación se detuvo tras la conferencia celebrada el 12 de noviembre, donde Göring dijo que la destrucción de la propiedad judía era, en efecto, la destrucción de propiedad alemana, y que en su lugar promulgarían leyes para expropiar y confiscar todo.[399][400]​ Hitler y Goebbels propusieron que los judíos debían salir del país en un plazo de diez años,[401]​ e incluso pensaron en desterrarlos a una isla lejana como Madagascar.[402]

Goebbels intensificó su campaña de propaganda antisemita y, el 30 de enero de 1939, ayudó a escribir el discurso de Hitler para el Reichstag:[14][403]

Wenn es dem internationalen Finanzjudentum in- und außerhalb Europas gelingen sollte, die Völker noch einmal in einen Weltkrieg zu stürzen, dann würde das Ergebnis nicht die Bolschewisierung der Erde und damit der Sieg des Judentums sein, sondern die Vernichtung der jüdischen Rasse in Europa![404]
Si los judíos que dirigen las finanzas internacionales dentro y fuera de Europa consiguen lanzar una vez más a las naciones a otra guerra mundial, la consecuencia no será la bolchevización de la tierra y, por tanto, la victoria judía, sino la aniquilación de la raza judía en Europa.[405]
Ruinas de una sinagoga en Múnich después de la noche de los cristales rotos.

Aunque Goebbels intentaba expulsar a los judíos de Berlín desde 1935,[393]​ para 1940 seguían viviendo 62 000 de ellos en la ciudad. Parte de la demora era debido a que se necesitaban como trabajadores en la industria de armamentos.[406][N]​ Las deportaciones de judíos alemanes comenzaron en octubre de 1941, cuando el primer camión de confinados partió de la ciudad el 18 de octubre y algunos murieron fusilados inmediatamente al llegar a sus destinos, como Riga y Kaunas.[408]​ En la preparación de las deportaciones, Goebbels ordenó que todos los judíos alemanes fueran obligados por ley a llevar una estrella amarilla (Gelber Stern) como identificación a partir del 5 de septiembre de 1941[409]​ y redujeron las raciones de comida en los guetos.[315]​ El 6 de marzo de 1942 recibió una copia de las actas de la Conferencia de Wannsee[410]​ que dejó bien clara la política nazi: la población judía europea debía ser enviada a campos de exterminio en las zonas ocupadas de Polonia y, posteriormente, erradicada.[30]​ En las anotaciones de su diario personal muestran que era muy consciente del futuro de los judíos. El 27 de marzo de 1942 escribió: «A grandes rasgos, probablemente se puede decir que el 60 % [de los judíos] será liquidado, mientras que el 40 % se mantendrá en trabajos forzados... Se ha tomado una decisión sobre los judíos, que es una barbaridad, pero bien merecida».[411]

Goebbels tenía frecuentes discusiones con Hitler sobre este tema, que lo comentaba casi siempre desde que se conocieron.[412]​ A diferencia de otros miembros del régimen, no tuvo una participación significativa en la respuesta al «problema judío»,[383]​ pero estuvo al tanto del genocidio en los campos de concentración y lo apoyaba completamente.[413]​ De hecho, fue uno de los pocos altos funcionarios del NSDAP en mencionarlo públicamente.[32]

Posteridad

El suicidio de Goebbels imposibilitó su enjuiciamiento, pues había meditado en esta solución el año anterior a la derrota como la única manera de evitar la «vergüenza internacional».[352]​ Sin embargo, los nazis capturados revelaron datos sobre la participación directa de Goebbels en las políticas y procedimientos clandestinos del Tercer Reich.[414]​ En los juicios de Núremberg tampoco se incluyó a Hitler, Himmler y otros que se habían suicidado o desaparecido antes de comenzar el proceso judicial.[415]​ Uno de los secretarios de Goebbels, Hans Fritzsche, fue detenido por los soviéticos[416]​ y procesado por crímenes de guerra y contra la humanidad. En la audiencia dijo que esas acusaciones eran «absurdas» y que estaba siendo tratado como «sustituto de Joseph Goebbels, a quien realmente querían condenar».[417]​ El 30 de septiembre de 1946 fue absuelto por falta de pruebas. Durante y después la Segunda Guerra Mundial, los aliados divulgaron contrapropaganda denunciando sus «mentiras» y «calumnias» de Goebbels hacia ellos.[418][419][420]​ Pero los hechos reales fueron distorsionados y mezclados con falsedades y, como resultado, el apellido Goebbels se utiliza como estereotipo político para desacreditar a personas que usan propaganda engañosa y exagerada[27][421]​ o discursos persuasivos y métodos muy controvertivos.[422]

Vida privada

La villa Bogensee fue una de las residencias de Goebbels en la periferia de Berlín y en este lugar trajo a muchas de sus amantes.[423]

El sueldo de ministro de Propaganda le permitió tener un estilo de vida opulento. En junio de 1933 adquirió un apartamento que su compañero Albert Speer reformó.[424]​ En 1936, compró una costosa propiedad en la isla residencial de Schwanenwerder (Wannsee) y allí construyó una villa.[425][426]​ Esto fue posible por los ingresos provenientes de la editorial del partido, Eher-Verlag, que adquirió los derechos para la publicación de sus diarios.[427][428]​ En 1938 forzó a su vecino Samuel Goldschmidt, un banquero judío, a que le vendiera su propiedad a un precio muy bajo.[429]​ En Berlín, Goebbels adquirió una cabaña de madera en una gran parcela y añadió una casa de campo que visitaba ocasionalmente.[430]​ En el verano de 1939 compró una nueva residencia palaciega a un costo de 3.2 millones de marcos.[431]

La familia Goebbels incluía a Harald Quandt —nacido en 1921, hijo del primer matrimonio de Magda y el único que sobrevivió a la guerra—,[432][433]​ Helga Susanne (1932), Hildegard «Hilde» Traudel (1934), Helmut Christian (1935), Holdine «Holde» Kathrin (1937), Hedwig «Hedda» Johanna (1938) y Heidrun «Heide» Elisabeth (1940).[434]​ Sus nombres comenzaban con la letra H para conmemorar el apellido del Führer.[435]​ Eran filmados, fotografiados y promocionados durante el régimen como el ideal ario.[436][437]​ Hitler era muy afectuoso con Magda y los niños[438]​ y disfrutaba su estancia en el apartamento de Goebbels en Berlín.[439]​ Magda tenía una estrecha amistad con Hitler[162]​ y pronto se convirtió en la representante no oficial del régimen, ya que recibía cartas de mujeres de toda Alemania con preguntas sobre asuntos nacionales, como la custodia de menores.[440]

Imagen tomada después de la reconciliación del matrimonio, junto a Hitler en 1938.[441]

En 1936, Goebbels conoció a la actriz checoslovaca Lída Baarová y, durante el invierno de 1937 tuvo un breve romance con ella.[442][443]​ Tenía pensado cambiar su puesto de ministro por el de embajador en Japón y casarse con ella.[444][445]​ El 15 de agosto de 1938, Magda tuvo una larga conversación con Hitler respecto a esta cuestión.[446][447]​ No dispuesto a soportar un escándalo que involucrara a uno de sus principales ministros, el dictador nazi exigió a Goebbels que pusiera fin a esa relación adúltera.[448][449][235][O]​ A partir de entonces, Joseph y Magda parecieron estar en una tregua.[446][451]​ Sin embargo, la pareja tuvo otra crisis al finales de septiembre[446]​ y, una vez más, Hitler se involucró e insistió en que debían permanecer juntos.[452]​ En octubre de ese año organizó una sesión de fotos de la pareja reconciliada junto a él.[453][454]​ Goebbels pensó que con el nacimiento de su sexta hija, Heide, su reconciliación sería definitiva.[455]​ Magda también mantuvo algunas aventuras amorosas, como su relación con Kurt Ludecke en 1933,[456]​ o con Karl Hanke en 1938[457]​ —en quien trató de buscar consuelo durante la primera crisis—.[447]

En noviembre de 1942, el ingeniero Hansheinrich Kummerow fue arrestado por intentar asesinar a Goebbels.[458]​ Kummerow trabajaba para la empresa electrónica Loewe-Radio-AG y pertenecía al grupo de espías comunistas Orquesta Roja (Roten Kapelle). Su plan era colocar una bomba accionada con control remoto en un puente a la isla de Schwanenwerder y dentonarla cuando el automóvil de Goebbels atravesara el lago.[459][429]​ Pero Kummerow fue descubierto en el acto y detenido. El 18 de diciembre de 1942, el Tribunal Marcial del Reich lo sentenció a morir en la guillotina y, el 4 de febrero de 1944, fue ejecutado en Halle. Después de este incidente, Goebbels fortificó su residencia en la isla, ordenó inspeccionar cuidadosamente a los visitantes y su familia recibió más protección. Asimismo, Hitler le regaló un Mercedes blindado como regalo de Navidad.[459]

Uno de los biógrafos de Joseph Goebbels, Peter Longerich —profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Londres— explica que Goebbels sufría «un trastorno narcisista de la personalidad» que le hacía buscar adictivamente el reconocimiento y el elogio, lo que explicaría, según el biógrafo, su «casi absoluta devoción a Hitler, su obsesión con su propia imagen y el hecho de que pasara una considerable parte de tiempo enzarzado en largas batallas contra sus competidores en el entorno de Hitler».[1]​ Debido a su rol protagonista para el NSDAP y, a su lealtad a Hitler, se convirtió en uno de sus más fieles amigos. Sin embargo, Longerich afirma: «No creo que Hitler tuviera ningún amigo personal. Y en el caso de Goebbels, admiraba a Hitler y era extremadamente dependiente de él. No llamaría a eso amistad».[1]​ Goebbels tuvo desencuentros con varios asesores de Hitler, como la cineasta Leni Riefenstahl.[460]​ Incluso, el periodista Victor Klemperer lo describió como «el más venenoso y mendaz de todos los nazis».[1]

Publicación de su diario

Lanzamiento de una edición del diario de Goebbels en la Feria del Libro de Fráncfort de 1977.

El diario en el que trabajó casi toda su vida (elaborado desde octubre de 1923 hasta su muerte)[7]​ contenía entre 6000 y 7000 páginas escritas a mano y 50 000 a maquinilla.[461]​ El historiador Toby Thacker —catedrático de Historia Moderna de Europa en la Universidad de Cardiff— menciona que «Goebbels era consciente de que su diario personal era un documento histórico importante y tenía esperanzas de volver a trabajar algunos pasajes para una futura publicación, por lo que dedicaba horas para cada entrada».[462]​ La mayoría de estos papeles fue destruida durante los bombardeos de los aliados sobre la Cancillería del Reich en Berlín. A partir de los fragmentos, el Instituto de Historia Contemporánea de Múnich (Institut für Zeitgeschichte, IfZ) y, posteriormente, la investigadora Elke Fröhlich publicaron varios volúmenes compilatorios en 1948, 1960 y 1977. En 1987, editaron cuatro tomos en una versión más completa: Die Tagebücher von Joseph Goebbels. Sämtliche Fragmente.[461]​ En 1992, Fröhlich descubrió en los archivos de Moscú unas láminas de vidrio que Goebbels usó para guardar parte de sus textos en placas de microfichas.[463]​ A partir de estos documentos recuperados se publicó una nueva edición de 29 volúmenes entre 1992 y 2005, con numerosas enmiendas en 2007 y 2008.

Según una crítica del historiador Hans Günter Hockerts en 1999, el material original es «una fuente valiosa de historia del nacionalsocialismo»,[464]​ como el «testimonio en primera persona y durante dos décadas continuas de este líder político nazi» y que tiene una «presentación única».[463]​ Peter Longerich estacó la importancia de los diarios por su «perspectiva interna de la estructura de poder nazi» y una «vista sin obstrucciones del dictador».[465]​ De hecho, la historiadora Angela Hermann menciona que con este diario personal las nuevas publicaciones sobre el período nazi cuentan con información que antes no estaba disponible.[465]​ En el contenido del diario también se encuentran reflexiones sobre principios de la ideología nacionalsocialista, así como comentarios germanísticos y filosóficos retomados del Cantar de los nibelungos.[466][467]​ Sin embargo, para el investigador Bernd Sösemann, estas ediciones del IfZ carecen de críticas de fuentes y, en gran medida, «no cumplen con las exigencias que caracterizan de manera conceptual, metodológica y sustantiva a una edición científica».[468]​ En agosto de 1955, el financiero suizo François Genoud obtuvo el permiso de los familiares de Goebbels para el uso exclusivo de los diarios.[469]​ En 2002, Sösemann criticó que el IfZ lograse una rápida publicación de los volúmenes «mediante arreglos sospechosos con el admirador de Goebbels, François Genoud».[470]

Véase también

Notas

  1. Entre los documentos universitarios de Goebbels ofrecidos en subasta en 2012, había más de cien cartas de amor escritas entre él y Stalherm.[56]
  2. Indicar el título académico es una práctica común en Alemania (el título de doctor o maestro aparece registrado en los documento de identificación).
  3. Había escrito dos obras de teatro en 1923, pero ninguna se vendió.
  4. Según Heiber, Hitler no quería enfurecer a los representantes de los grupos conservadores en su gobierno, así como al presidente Hindenburg.[178]
  5. De esta manera, controlaron la presión mediática entorno al exilio de la esgrimista judía Helene Mayer que logró participar en los juegos olímpicos de 1936.[205]
  6. Aunque no pudieron evitar la población siguiera sintonizando algunas radiodifusoras extranjeras, como la BBC.[220]
  7. Aunque Goebbels no fue el creador de este «mito de Hitler», tuvo éxito en crear un efecto de largo alcance en la sociedad.[227]
  8. Más tarde, Hitler levantó la prohibición de crucifijos, ya que estaba perjudicando a la moral popular.[245]
  9. a b Alfred Rosenberg y su ministerio de los Territorios Ocupados retenían el control parcial de la propaganda extranjera y la Wehrmacht tenía su propio servicio de propaganda. El departamento y jurisdicciones de Goebbels también se superponían con las del Otto Dietrich, asesor de Prensa del Führer.[289]
  10. El ministerio avanzó mucho en este campo. Por ejemplo, en 2011 se encontraron en sus archivos varias películas en tercera dimensión de 1937, adelantadas para la época.[296]
  11. En Berlín, Goebbels planificaba la expulsión de los judíos a mediados de 1940. En agosto de 1941, Hitler ordenó que llevaran la estrella de David para distinguirlos y reconocerlos como marginados.[315]​ Para marzo de 1943, casi todos los judíos de la capital estaban en los campos de concentración.[316]
  12. Remer había recibido la orden del general Paul von Hase para arrestar a Goebbels, pero decidió contactar personalmente al ministro. Luego, ordenaron a Remer que debía hablar por teléfono con Hitler, a quien debía su juramento de lealtad. Hitler le preguntó a Remer si reconocía su voz y luego le dio orden de acabar con el complot con el conjunto de sus tropas, lo cual hizo. Esa misma noche fue ascendido a coronel (Oberst).[331]
  13. Tiempo después reconoció que gran parte de la población rechazaba los pogromos.[389]
  14. Speer impidió la deportación de estos trabajadores y convenció a Hitler de no aprobarlo. Pero solo a pocos días de la derrota en Stalingrado, Goebbels tuvo éxito en disuadir al Führer.[407]
  15. Hermann sugiere que otra razón para la negativa de Hitler era que este pensaba que Baarová se aprovecharía de Goebbels y lo haría apoyar la autonomía en Checoslovaquia.[450]

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Enlaces externos