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El Golpe de Estado en Guatemala de 1954 inaugura en latinoamerica un periodo en el cual las dictaduras militares formaron parte de un proceso político-social que llevó al exilio a miles de personas. No fue homogéneo, pues cobró diferentes matices dependiendo de los lugares de origen de los exiliados. La (Operación Cóndor), una estrategia de integración militar producto de la doctrina de seguridad nacional promovida por Estados Unidos durante la Guerra Fría tuvo por objeto erradicar de la región los movimientos de izquierda (Comunismo, socialismo, etc.), ya fuera en el ámbito cultural o político, y junto con ellos a sus militantes. Con los golpes de estado y la violencia generalizada en contra de militantes y sospechosos de serlo, miles de individuos abandonaron sus países, forzosa o voluntariamente, y partieron hacia el exilio, pues temían por sus vidas y las de sus familiares.

Desde 1928 en una convención en Cuba se había establecido un antecedente sobre Asilo, a la que siguieron otras tres: Asilo Político (Montevideo, 1933), Asilo Territorial (Caracas, 1954), Asilo Diplomático (Caracas, 1954). Al momento de los diferentes golpes de estados, un gran número de personas buscaron refugio en las diferentes embajadas. En países como Chile, Argentina y Uruguay, las reglas establecidas por estas convenciones en cuanto a protección a asilados se cumplieron, de hecho hubo atentados en algunas embajadas por grupos paramilitares, en otras ocasiones los gobiernos introdujeron medidas de excepción.<[1]​>

Las dictaduras militares en el cono sur[editar]

Argentina[editar]

El gobierno militar, bajo el nombre de Proceso de Reorganización Nacional, encabezado por Jorge Rafael Videla, se mantuvo en el poder desde el golpe de estado militar del 24 de marzo de 1976 hasta 1983. Durante ese periodo los argentinos vivieron violencia y represión generalizada manifestada en formas que iban desde, las más extremas, tortura, secuestro, desaparición forzada, detenciones arbitrarias y el secuestro de menores; hasta la pérdida de empleo y recursos básicos, ostracismo social y el exilio.[2]

Los argentinos que partieron al exilio utilizaron diferentes mecanismos, visas de turistas, otros salieron de forma clandestina a estados vecinos, desde donde viajaron a países seguros, algunos obtuvieron documentos de refugio por parte de la ONU o de la Cruz Roja Internacional, unos mas se asilaron en embajadas extranjeras donde debieron esperar para la obtención de un salvoconducto que es permitiera abandonar el país de forma segura, y en otros casos decidieron invocar el "derecho de opción" mediante el cual en lugar de ser encarcelados, los presos políticos elegían exiliarse, aunque este derecho fue suprimido por la Junta Militar. <[3]​>

El número de exiliados argentinos se ha calculado entre 140,000 y 500,000, estudios más recientes estima un aproximado de 334,126; el equivalente al 1.07% de la población total en 1975.[4]

Los principales destinos que los exiliados argentinos fueron: Brasil, México (entre 8,000 y 10,000) Venezuela (entre 11,000 y 15,000), Cuba, España (entre 20 y 60,000), Italia (entre 14,000 y 20,000), Suecia (apx. 2,200), Francia (entre 2000 y 3000), y en menor medida Alemania Federal, Estados Unidos, Holanda, Inglaterra e Israel, que gracias a uno de sus fundamentos que señalaba que este país era un "espacio nacional concebido como refugio para todos los judíos victimas de persecución, acogió a unos 400 argentinos de origen judío.<[5]​>===Bolivia===

Brasil[editar]

El 31 de marzo de 1964 tuvo lugar, en este país sudamericano, un golpe de estado, contra el presidente João Goulart, dirigido por el general Olímpio Mourão Filho. El 15 de abril del mismo año dio inicio una dictadura militar, encabezada por Humberto de Alencar Castelo Branco que duró hasta 1985. El movimiento fue apoyado por gran parte de las elites comerciales, la iglesia, los propietarios rurales, gobernadores, militares y sectores de la clase media, que temían que João Goulart instaurara un gobierno comunista.

La experiencia del exilio brasileña se divide en tres diferentes fases, la primera va del golpe de estado hasta 1973, año del establecimiento de la dictadura en Chile,[6]​> la segunda consiste en una diáspora mundial en donde los brasileños migran a otros países, mayoritariamente europeos, y la tercera en la que se expande la migración especialmente hacia África.<[7]​>

Los individuos que abandonaron el país, pertenecieron a dos generaciones, la primera conformada por aquellos que huyeron como resultado del cese de sus actividades en diferentes ámbitos, persecuciones, represión y en algunos casos directamente por destierro, entre ellos, integrantes de partidos políticos como el Partido Trabalhista Brasileiro y el Partido Comunista de Brasil (PCB), miembros de sindicatos, burócratas de ministerios clave, líderes estudiantiles, campesinos y obreros, militares, congresistas, gobernadores, jueces y ministros e intelectuales.<[8]​> El bloque de la segunda fase, comprendía en su mayoría a jóvenes con intereses revolucionarios influenciados por movimientos revolucionarios (revolución cubana) culturales (feminismo, movimientos estudiantiles, artísticos, etc.) y políticos (racionalización de organizaciones de estudiantes, obreros, y campesinos).<[9]​>

Los principales países a los que se dirigieron los exiliados o banidos brasileños fueron Chile, Uruguay, México, Cuba, Canadá, Argelia, Portugal, Suecia, Francia.<[10]​> Para entrar a estos países utilizaron, como en el caso de otros exiliados latinoamericanos, diferentes estrategias, el asilo, la migración desde otros países cuando se establecieron las correspondientes dictaduras, y usando las calidades de inmigrantes o turistas, en el caso de contar con pasaportes.[11]​ Se calcula que entre 5,000 y 10,000 brasileños abandonaron su país desde 1964, cantidad menor que la de otros países latinoamericanos.<[12]​>Los individuos que abandonaron el país, pertenecieron a dos generaciones, la primera conformada por aquellos que huyeron como resultado del cese de sus actividades en diferentes ámbitos, persecuciones, represión y en algunos casos directamente por destierro, entre ellos, integrantes de partidos políticos como el Partido Trabalhista Brasileiro y el PCB, miembros de sindicatos, burócratas de ministerios clave, líderes estudiantiles, campesinos y obreros, militares, congresistas, gobernadores, jueces y ministros e intelectuales.[13]​ El bloque de la segunda fase, comprendía en su mayoría a jóvenes con intereses revolucionarios influenciados por movimientos revolucionarios (revolución cubana) culturales (feminismo, movimientos estudiantiles, artísticos, etc.) y políticos (racionalización de organizaciones de estudiantes, obreros, y campesinos).[14]

Los principales países a los que se dirigieron los exiliados o ''banidos'' brasileños fueron Chile, Uruguay, México, Cuba, Canadá, Argelia, Portugal, Suecia, Francia.[15]​ Para entrar a estos países utilizaron, como en el caso de otros exiliados latinoamericanos, diferentes estrategias, el asilo, la migración desde otros países cuando se establecieron las correspondientes dictaduras, y usando las calidades de inmigrantes o turistas, en el caso de contar con pasaportes.[16]​ Se calcula que entre 5,000 y 10,000 brasileños abandonaron su país desde 1964, cantidad menor que la de otros países latinoamericanos.[17]

Chile[editar]

El 11 de septiembre de 1973, los comandantes de las Fuerzas Armadas, dirigidos por Augusto Pinochet, ejecutaron un golpe de estado al gobierno constitucional encabezado por el presidente socialista Salvador Allende. Este evento dio inicio a una dictadura y la implantación de un régimen militar que mantendría el poder por 17 años.

Durante ese periodo comenzó la persecución de diferentes miembros de la sociedad, principalmente debido a sus filiaciones políticas, en este marco de terror miles de chilenos partieron para el exilio, unos después de ser liberados de los centros de detención clandestina, como Villa Grimaldi, forzados a abandonar sus lugares de origen y otros que huyeron ante la posibilidad de ser detenidos, la perdida de sus trabajos o la posibilidad de hacer una nueva vida fuera de su país.<[18]​>

Dependiendo de los mecanismos utilizados por los exiliados se dividen en dos grupos; el primero el de aquellos que pidieron asilo en las embajadas y desde donde pudieron viajar a otros países; el segundo estuvo conformado por aquellos que “por pasar experiencias represivas más largas o vivir lejos de Santiago, donde se ubican las embajadas, salieron más tarde o huyeron a otros países”, algunos más lograron escapar con visas de turistas o estudiantes, gestiones de organizaciones humanitarias, o políticas.<[19]​> Hay que mencionar que, algunas veces, a pesar de estar asilados en las embajadas, los chilenos tuvieron que esperar meses e incluso años para obtener los salvoconductos, otorgados por la Junta Militar, que les permitieran abandonar el país.

Escritores, reporteros, artistas, intelectuales, políticos de oposición, militantes de los partidos de izquierda conformaron unos de los sectores más perseguidos por la dictadura, entre algunos personajes destacados que partieron al exilio encontramos a: Hortensia Bussi, viuda de Salvador Allende (exiliada en México), Carlos Altamirano, Secretario General del Partido Socialista Chileno (PSCH), Orlando Millas, ex Ministro de Hacienda y Economía de Allende, (Praga), José Oyarce, Mireya Baltra, (Holanda-Checoslovaquia-Cuba) . <[20]​>

Se calcula entre 200,000 y 500,000[21]​ el número de chilenos que abandonaron su país, entre el 2% y 5% de la población total de Chile para 1982,[22]​ cuyos principales lugares de destino fueron: México, Francia, entre 1973 y 1974 recibió 1,075 refugiados,<[23]​> Italia, Suiza, Moscú y en menor medida en la República Checa, a quien algunos lideres chilenos le recriminaron que "a diferencia de otros países socialistas, prestó a Chile solamente apoyo verbal"<[24]​> .

Desde Chile partieron al exilio cientos de bolivianos, brasileños, uruguayos y argentinos, radicados en Chile en el momento del golpe, así como individuos de otras nacionalidades.[25]

Paraguay[editar]

En este caso el golpe de estado, entre el 2 y 3 de febrero de 1989, fue dirigido por el General Andrés Rodríguez para derrocar la dictadura, de 34 años de, Alfredo Stroessner presidente desde 1954, cuyo gobierno represivo y anticomunista se caracterizó por la eliminación de células subversivas. Fue simpatizante del régimen nazi y dictaduras como la de Augusto Pinochet y Anastasio Somoza, a quien concedió asilo político. Durante su régimen se emplearon mecanismos represivos como la tortura, el secuestro, asesinatos políticos.

Debido a la violencia y represión del régimen de Stroessner muchos paraguayos se habían exiliado en diferentes países. Estos individuos fueron vigilados por el gobierno aun en el exilio, por ser considerados una amenaza, utilizando por medio de agentes, conocidos como pyragües, que los seguían y que se coordinaban con los consulados. Después de la caída de la dictadura Julio Cesar Frutos en representación de la Junta de Gobierno declaró lo siguiente “Todos los exiliados y expulsados del país, sin restricción alguna, en estos momentos pueden regresar al país, con todas las garantías que ofrece el nuevo gobierno provisorio.”<[26]

Muchos de los exiliados eran intelectuales o miembros del Partido Colorado, y su movimiento interno conocido como Movimiento Popular Colorado (MOPOCO), cuyos dirigentes buscaron refugio en países como Argentina que, antes de tener su propio golpe de estado y la implantación del régimen militar, fue el destino principal de los exiliados paraguayos, desde donde operaban contra la dictadura utilizando diferentes estrategias de resistencia. [27]

Algunos personajes exiliados destacados que regresaron a Paraguay después de la caída de la dictadura fueron los siguientes: [28]

Nombre Ocupacíon País de Exilio Duracion del Exilio
Juan António de la Vega Sacerdote Jesuita
Augusto Roa Bastos Escritor Bandera de Francia Francia 7 años
Rubén Barreiro Saguier Escritor Bandera de Francia Francia 16 años
Osvaldo Chaves Dirigente del Partido Colorado 31 años
Emilio Reynald Miembro del MOPOCO 31 años
Enrique Giménez Bandera de Argentina Argentina 40 años
Quintín González Hermosilla Dirigente del Partido Colorado
Rubén Duarte Oviedo Dirigente del Partido Colorado
Basilio González Sindicalista

Uruguay[editar]

A finales de la década del Uruguay experimentó un paulatino y sostenido proceso de deterioro social e institucional que inició con la crisis económica de 1954. Durante la década de 1960 aparecen movimientos guerrilleros como el Movimiento de Liberación Nacional–Tupamaros (MLN-T) al tiempo que la extrema se organiza en el Escuadrón de la Muerte (Uruguay) y la Juventud Uruguaya en Pie. La violencia política se intensifica. El estado persigue y captura a los líderes tupamaros en 1972. Inicia así el exilio político uruguayo. El primer lugar de destino son países vecinos como Argentina o Chile, sobre todo luego del triunfo de la Unidad Popular con Salvador Allende a la cabeza. Allí residieron entre 2000 y 3000 exilados hasta el Golpe de estado del 11 de septiembre de 1973. Una parte de los exilados se amparan en embajadas, como la mexicana, o en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Otros se vuelven hacia Argentina.

Ese año el presidente uruguayo, Juan Maria Bordaberry, con el apoyo de las fuerzas armadas instauran la [[dictadura|Dictadura cívico-militar en Uruguay (1973-1985)]. El régimen anula cualquier tipo de oposición política contraria al régimen e impone un estricto régimen de censura. Muchos se asilan en embajadas de México (400 aprox) Costa Rica, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela.

Entre 1962 y 1981 un 14% de la población sale de Uruguay por motivos políticos, un estimado de entre 28 y 65 mil. Los cálculos del ACNUR indican cerca de 6020 refugiados políticos. Fuentes privadas lanzan entre 250 y 300 emigrantes entre 1968 y 1985. [29]

En México hubo cerca de entre 2500 y 3000 exilados. [30]​ En general se integraron a la sociedad mexicana a través de sus oficios, sus profesiones o como académicos. [31]

Las principales organizaciones exiladas fueron el Partido Comunista de Uruguay, el MLN-T, El Grupo de Acción Unificadora, el Movimiento 26 de Marzo y el Partido Obrero Revolucionario (Uruguay). [32]​ Los más afectados fueron los tupamaros entrar en desintegración. Algunos de estos llegaron a Cuba entre 1972 y 1974. Fueron ubicados bien en colonias de las ciudades cubanas o en centros de adiestramiento político-militar. Las relaciones entre el Partido Comunista de Cuba y los tupamaros fueron frías en dichos años. En Cuba los exilados se comprometieron a aislar la dictadura, y algunos participaron en la Revolución Sandinista o en Argelia, Mozambique o Angola como médicos y profesionales. [33]

A Venezuela arribaron cerca de 8000- 9000 exilados. En su gran mayoría fueron matemáticos. Se Radicaron en Isla de Margarita, Maracaibo, Valencia (Venezuela) y Caracas.

En el caso europeo Francia fue uno de los primeros destinos de los exilados políticos. Allí miembros del MLN-T crearon redes de solidaridad política, de apoyo financiero y su modelo organizacional fue inspiración de otros movimientos insurgentes en Europa como las Fracción del Ejército Rojo, las Brigadas Rojas y Acción Directa (grupo). Destaca el papel del anarquista español Lucio Urtubia que fabricó pasaportes, dinero y cheques de viajero falsos para apoyar a dichos movimientos.

En España se asentaron en Madrid y Barcelona. Se procedió a denunciar la dictadura a través de campañas de información. La experiencia de la Transición Española tuvo una impronta importante entre los exilados. Cerca de 2000 llegaron Suecia fue otro país de asilo para tupamaros luego del viraje cubano. Radicaron en Lund, Malmö, Gotemburgo, Estocolmo, Uppsala, Växjö, Karlskrona y Kalmar. Menos de cien estuvieron en Suiza, además de país de refugio fue lugar de gestión, de lobbies. [34]

Cerca de 150 exilados del PCU se radicaron en la URSS. Participaron en la Unión Internacional de Estudiantes y la Federación Sindical Mundial. Miembros de segundo rango radicaron en Bulgaria, Cottbus en la Respública Democrática Alemana, Checoslovaquia, Györ en Hungría, Ucrania y Uzbekistán.

En el exilio las redes políticas que facilitaron el exilio político también fueron aprovechadas para fines laborales. Empero las relaciones afectivas solían ser más fuertes que las divisiones político-ideológicas. [35]

‘El entramado de vínculos afectivos y solidarios supera en mucho las relaciones y las decisiones orgánicas.’ [36]

Las distintas experiencias de exilio construyeron y consolidaron nichos. A pesar de las diferentes experiencias se logró colaboración por puntos en común. Ello permitió que el Frente Amplio fuese una fuerza política tanto al exterior como al interior de Uruguay.

Ello no fue fácil. Hubo varias reuniones para acordar lineamientos. La primera fue en 1976 en Caracas, la segunda en México en 1977. Ese mismo año en Berlín logro reunirse el Frente Amplio (Uruguay) entre marzo y octubre logrando articular estrategias. En 1980 en la sede de la ONU en Nueva York se oficializa el Acuerdo Convergencia Democrática en Uruguay. Esa experiencia permitió hacer confluir los distintos exilios generando discusión, proyectando al presencia del exilio y resonancia que generó consensos. Resta decir que un elemento clave fueron las Jornadas de la Cultura Uruguaya en el exilio donde participaron, entre otros, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Daniel Viglietti y Alfredo Zitarrosa.

Al iniciar la década de 1980 la dictadura pierde terreno político paulatinamente. El 1 de marzo de 1985 el gobierno retorna a los civiles a la cabeza de Julio María Sanguinetti Con ello inicia el proceso de retorno de los exilados uruguayos, a excepción de aquellos que radicaron en los países que les guarecieron.


Los exilios centroamericanos[editar]

El exilio político en Centroamérica ha sido recurrente desde el siglo XIX. Entrado el siglo XX, la persecución política de regímenes militares entre 1920 y 1940 produjeron nutridos exilios. Hacia mediados de los años cuarenta, regímenes democráticos cobijaron a exilados o patrocinaron esfuerzos como la Legión del Caribe. El inicio de la Guerra Fría, el derrocamiento de Jacobo Árbenz Guzmán, la Revolución cubana y la Doctrina de seguridad nacional acentuó la polarización política y la expulsión de cientos de intelectuales, activistas, guerrilleros, liberales, socialdemócratas de Guatemala, Honduras El Salvador y Nicaragua. Ello se agudizó entre 1970 y 1990. La Revolución sandinista y la Guerra de la Contra, la Guerra civil de El Salvador y la Guerra civil en Guatemala y genocidio guatemalteco expulsaron a miles generando una grave situación humanitaria. El exilio político incrementó notablemente en México, Costa Rica, Cuba, América del Norte yEuropa.[37]​ Los procesos de pacificación permitieron el paulatino retorno de los exilados.

Guatemala[editar]

El exilio guatemalteco mantuvo las constantes de la experiencia centroamericana. Opositores a las dictaduras de Manuel Estrada Cabrera y de Jorge Ubico se exiliaron en países vecinos. En los años treinta un importante grupo de opositores políticos e intelectuales se radicó en México contándose Luis Cardoza y Aragón. El inicio del proceso democrático de la Revolución de 1944 permitió el retorno desde el exilio, pero a la vez colaboradores de la dictadura y contrarrevolucionarios salieron del país.

La intervención norteamericana de 1954, la Golpe de Estado de 1954,a invasión desde Honduras de Movimiento de Liberación Nacional (MLN)y la subsecuente persecución política lanzó a un nutrido grupo de participantes de las reformas sociales y del gobierno de Jacobo Árbenz Guzmán a solicitar asilo político en las delegaciones de México, Argentina, Uruguay, Ecuador, Chile, Costa Rica y El Salvador. Luego de dificultades para obtener los salvoconductos los asilados partieron a esos países de refugio como exilados políticos. En el caso de México los guatemaltecos recibieron apoyo de antiguos exilados radicados como residentes. En casos como el argentino, se integraron según sus profesiones y reuniéndose periódicamente entre sí.

Posterior a la muerte de Carlos Castillo Armas y bajo el gobierno Miguel Ydígoras Fuentes algunos exilados volvieron a condición de no involucrarse en política. Ello no significó el fin de los exilios políticos, ya que el inicio de la Guerra Civil de Guatemala exilió a reformistas, insurgentes y simpatizantes de la guerrilla. México y Costa Rica fueron los principales destinos al cual se le sumó Cuba y en algunos casos Honduras y El Salvador. Esta situación prevaleció sobre todo en la década de los sesenta. En los países receptores se crearon organizaciones que denunciaron las campañas contrainsurgentes realizadas por el Ejército de Guatemala y los escuadrones de la muerte. [38]

El volumen de exilios se redujo a inicios de la década de 1970, pero se incrementó con a causa de la persecución política de los gobierno militares de Carlos Arana Osorio, Kjell Eugenio Laugerud García y Romeo Lucas García. México, Costa Rica y Cuba recibieron a cientos de perseguidos políticos o militantes organizados. Allí recibieron apoyo de exilados de décadas pasadas y redes de colaboración y solidaridad. Otros se radicaron en Francia, Italia, Alemania y Noruega; otros en Canadá y Estados Unidos. La Revolución Sandinista de 1979 convirtió Nicaragua en país de refugio para perseguidos políticos.

La represión y persecución a que fueron sometidos los miembros de la Diócesis del Quiché llevaron a la formación de la Iglesia Guatemalteca en el Exilio donde se contó a Juan José Gerardi Conedera. Su papel en pos de los desplazados internos y los refugiados en Chiapas fue clave. [39]

La política de Tierra Arrasada del gobierno del general Efraín Ríos Montt llevó a miles de campesinos y pobladores a buscar refugio en México. Esta situación fue denunciada por los exilados organizados en asociaciones como el Frente Nacional Contra la Represión en México y medios de difusión como Inforpress centroamericana. Los Acuerdos de Paz facilitaron el paulatino retorno de los refugiados y de algunos exilados. La firma de la paz en 1996 permitió el retorno de cientos de exilados políticos, pero otros optaron por radicarse en los países de refugio.

El Salvador[editar]

La coyuntura electoral de 1931, el fraude electoral y el Levantamiento campesino en El Salvador de 1932 y su posterior represión en 1932 tuvo como consecuencia el ascenso del general Maximiliano Hernández Martínez. Esta dictadura lanzó al exilio a varios activistas salvadoreños, siendo algunos encarcelados en países vecinos. Otros radicaron en México donde contactaron con partidos políticos en exilio, como los apristas o, en el caso de los Partico Comunista Salvadoreño, con sus homólogos Partido Comunista Mexicano. [40]​ En el marco de la Segunda Guerra Mundial los centroamericanos exilados fundaron en 1943 la Unión Democrática Centroamérica (UDC), para denunciar las dictaduras de Jorge Ubico, Maximiliano Hernández, Tiburcio Carías Andino, Anastasio Somoza García y el régimen de Teodoro Picado Michalski.

En mayo de 1944 la “Huelga de brazos caídos” derrocó el régimen de Martínez enviándole al exilio a Guatemala y luego a Honduras. En agosto la reacción de militares y oligarquía restituyó el orden social y político de la dictadura. Ello se tradujo en una nueva oleada de exilios hacia Guatemala, en plena eclosión Revolución de 1944. En 1948 el régimen militar es desplazado por un golpe de estado que llevó al poder al Consejo revolucionario de gobierno. Ello permite el retorno de exilados políticos y su participación en los procesos de reforma política y social.

En 1960 el proceso termina con el golpe de estado que deriva en el Partido de Conciliación Nacional(PCN) De1962 a 1979 se instaura un régimen militar que consolida la Doctrina de Seguridad Nacional que margina nuevamente al Partido Comunista y simpatizantes de la Revolución cubana. En dichas condiciones Cuba se convierte en un lugar de refugio de exilados y, a través de esta, algunos se desplazan hacia Europa del Este como el poeta Roque Dalton. Las redes internacionales facilitan la articulación de las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí en 1971.

México, Costa Rica y Venezuela también acogen exilados salvadoreños. José Napoleón Duarte, candidato presidencial para las elecciones de 1972, se exilia en Venezuela a causa del fraude electoral. La intensificación de la violencia política lleva En 1979 un golpe de estado depone al general Carlos Humberto Romero e instala la Junta Revolucionaria de Gobierno (El Salvador). Esta dura solo tres meses. En 1980 se conforman tres juntas de gobierno y la tercera integra a Duarte. Ese año incrementa la violencia política. La muerte de monseñor Oscar Romero, la masacre de Las Aradas cerca Rio Sumpul por fuerzas salvadoreñas y hondureña [41]​ y la violación y asesinato de cuatro monjas norteamericanas. Asimismo se unifican los mandos insurgentes y octubre se conforma el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN). En 1981 se llevó a cabo la Masacre del Mozote a cargo del Batallón Atlacatl

La Guerra Civil de El Salvador (1980-1992) provocó una crisis humanitaria que llevó a miles de salvadoreños a refugiarse en Costa Rica, Honduras, Guatemala y Norteamérica. La labor de exilados políticos en México, Costa Rica, Europa, Canadá y Estados Unidos fue clave para atención internacional sobre la crisis humanitaria. Otras redes, ligadas al FMLN, permitieron el diálogo internacional, la gestión de recursos, el reconocimiento de la “Zona liberada” y los Acuerdos de Paz de Chapultepec. Al finalizar el conflicto en 1992 los refugiados retornaron a El Salvador, aunque no todos los exilados retornaron al ser residentes en los países de refugio. [42]​ El exilio tuvo una fuerte impronta en el medio artístico. [43]

Honduras[editar]

En Honduras las asonadas, golpes militares y contrainsurgencia marcaron el compás del exilio político. [44]Manuel Bonilla derrocó al presidente Terencio Sierra y con ello muchos liberales hondureños se radicaron en Nicaragua. José Santos Zelaya les apoyó en 1906 y en 1907 derrocaron a Bonilla que salió al exilio. [45]​ Entre 1920 y 1923 hubo 17 levantamientos políticos pero la intervención norteamericana procuró mantener la estabilidad política de los gobiernos de turno. De 1929 a 1954 el general Tiburcio Carías Andino es elegido como candidato del Partido Nacional de Honduras (PNH) y se consolida como dictador. Ilegalizó el Partido Comunista de Honduras [46]​, instauró un régimen de censura y represión contra la prensa opositora. Instauró un régimen policial gracias al apoyo del dictador Jorge Ubico Castañeda. Entre sus opositores exilados en México se cuentan liberales y comunistas. Luego de las elecciones de 1934 permitió el retorno de liberales. En octubre de 1944 un grupo de exilados invadió desde El Salvador para derrocarle pero el intento fracasó. En 1949 dejó el poder por presión de Estados Unidos de América Su sucesor Juan Manuel Gálvez tuvo una apertura política posibilitando el retorno de exilados radicados en México, Guatemala y Costa Rica. Durante su régimen el país se convirtió en refugio de la oposición contrarrevolucionaria de Guatemala que en 1954 invadió Guatemala como parte del plan para derrocar a Jacobo Árbenz. En 1956 el presidente Julio Lozano Díaz cierra nuevamente los espacios políticos capturando y exiliando a líderes y miembros del Partido Liberal de Honduras (PLH). El Golpe militar de ese año depone a Díaz y lo envía el exilio.

Otro golpe militar en 1963 dirigido por el coronel Oswaldo López Arellano exilia nuevamente a miembros del partido liberal, aunque al año siguiente se les otorga amnistía. Menos suerte corrieron miembros de las izquierdas y campesino que a partir de ese momento se exilian. Es en ese marco que se suscita la Guerra de 1969 Cuba acoge a miembros del PCH y de líderes de la nueva izquierda. En 1971 es electo presidente Ramón Ernesto Cruz Uclés por el PNH, pero la crisis económica y social llevan a un nuevo golpe de estado a cargo de Arellano en 1972.

En los años ochenta el gobierno militar teme el efecto dominó y realiza elecciones. El presidente Roberto Suazo Córdova, el general Gustavo Álvarez Martínez y el apoyo norteamericano se enfocan a contener el FSLN,al tiempo que se ejecuta, persigue y exilia a opositores políticos y simpatizantes de las guerrillas vecinas. Fue el caso de la Movimiento Popular de Liberación Cinchonero (MPLC) que es rápidamente desarticulado. En 1989, Con el el paulatino proceso de pacificación el gobierno de Rafael Leonardo Callejas permite el retorno de exilados políticos radicados en México, Cuba, Nicaragua, Estados Unidos, Canadá, España, Italia, entre otros. [47]

El último episodio de exilio político en Honduras surgió a raíz del Golpe de Estado en Honduras de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya Rosales en 2009. El presidente depuesto volvió eventualmente al país, pero líderes del movimiento de oposición al régimen golpista aún viven en exilio político.[48][49]

Nicaragua[editar]

Los conflictos políticos de Nicaragua desde 1909 y Revolución libero-conservadora de 1912 y la intervención de marines norteamericanos generó un importante exilio político nicaragüense hacia Costa Rica, Honduras, El Salvador y México. La Guerra Constitucionalista de Nicaragua desde 1926, el segundo desembarco de marines, la lucha de Augusto César Sandino contra estos últimos entre 1927 hasta su salida en 1932 fueron eventos de mayor importancia. Durante esos años los exilados nicaragüenses apoyaron a Sandino creando el Comité ProSandino en 1927 y luego, por mediación del Partido Comunista Mexicano, se crea el comité “Manos Fuera de Nicaragua” (MAFUENIC) contra la intervención norteamericana. Recibió apoyo de varios intelectuales, artistas y diplomáticos mexicanos e internacionales siguiendo el modelo de la solidaridad con Muerte de Sacco y Vanzetti. [50]

El asesinato de Sandino en 1934 precedió al ascenso de Anastasio Somoza García en 1936. Su régimen fue una dictadura personalista que cerró los espacios políticos, a excepción de un breve período de tolerancia durante la Segunda Guerra Mundial. Una nueva oleada de exilados se radicó en México, pero también en Costa Rica. Miembros del Partido Conservador de Nicaragua como Emiliano Chamorro Vargas se exilaron en 1937 en México, siendo vigilados por el gobierno de Miguel Alemán Valdés por su asociación con otros centroamericanos en la UDC y el [PCM | Partido Comunista Mexicano]]. [51]​ Otros opositores radicaron en Costa Rica e incluso fueron partícipes de la Guerra Civil de 1948. La Revolución de 1944 en Guatemala convirtió dicho país en lugar de refugio para exilados nicaragüenses hasta Golpe de estado en Guatemala de 1954.

Luego del asesinato de Anastasio Somoza en 1956, sus hijos Luis Somoza Debayle y Anastasio Somoza Debayle asumieron las riendas del poder entre 1956-1967 y 1967-1979 respectivamente. El inicio de la Guerra Fría y la Revolución cubana transformaron las condiciones de exilio. Venezuela y Cuba se convirtieron en países de refugio. Cuba fue clave como respaldo político de la izquierda nicaragüense, en especial para Carlos Fonseca, Santos López Tomás Borge y la dirigencia del futuro Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) [52]

Durante el régimen de Anastasio (Tachito) Somoza Debayle la crisis social, económica y política, llevan al cierre de espacios políticos y de censura. Un nutrido grupo de la burguesía se exiló en Estados Unidos. En México y Europa los exilados de izquierdas realizaron campañas de denuncia contra la dictadura. El asesinato del periodista Pedro Joaquín Chamorro Cardenal en 1978 aceleró los eventos y en julio 1979 se realiza la “Ofensiva final”. Somoza sale del país rumbo a Guatemala y desde allí al Paraguay gobernado por el general Alfredo Stroessner donde fue ejecutado por el Ejército Revolucionario del Pueblo (Argentina) argentino (ERP)

La Revolución Sandinista generó el exilio de sus opositores de clase media y burguesía radicados en El Salvador, Guatemala y Miami. Desde se apoyó a campañas contra el gobierno sandinista y los Contras. En la revolución, Nicaragua acoge a perseguidos políticos de Guatemala, Honduras y El Salvador. La pacificación de Centroamérica y la derrota el FSLN en las elecciones de 1990 permitió el retorno exilados y de refugiados asentados en Costa Rica y Honduras. [53]

El Anti-Exilio[editar]

Conforme se fueron sucintando los diferentes golpes de estado las políticas locales respecto a los exiliados fueron cambiando. Por ejemplo en Argentina después del golpe de estado en 1976, puso punto final a la tolerancia que había existido hasta entonces con los exiliados paraguayos, e incluso las fuerzas armadas tomaron parte en el secuestro y repatriación de los exiliados. Por miedo a ser deportados muchos ni siquiera registraron su paradero o situación jurídica. [54]

Varios exilados uruguayos en Argentina fueron secuestrados y algunos desaparecidos. Para evitar la persecución muchos recurrieron al ACNUR, la Cruz Roja y el Comité Intergubernamental para las Migraciones Europeas. Los radicados en Brasil se valieron de la oficina del ACNUR en Rio de Janeiro. [55]

Testimonios: documentales, programas de televisión[editar]

Chile[editar]

“Les exiliés chilienns", en el programa Temps present emitido el 8 de noviembre de 1973 en Suiza (28 min.) |web

Referencias[editar]

  1. > Erasmo Sáenz Carrete El exilio latinoamericano en Francia, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Iztapalapa, Potrerillos Editores, 1995, pp. 64-69.<
  2. Eduardo Rey Tristán “Reflexiones en torno a la violencia política en Uruguay y Argentina” en Memorias de la violencia en Uruguay y Argentina. Golpes, dictaduras, exilios. (1973-2006)', Eduardo Rey Tristán (Dir.), Santiago de Compostela, Universidad de Santiago de Compostela, 2007, p. 33.
  3. >Pablo Yankelevich, "Exilio y dictadura" en Argentina, 1976 estudios en torno al golpe de estado, Clara E. Lidia, Horacio Crespo y Pablo Yankelevich (coords.), México, , El Colegio de México, 2007, p. 215-216 y 218.<
  4. Pablo Yankelevich, "Exilio y dictadura" en Argentina, 1976 estudios en torno al golpe de estado, Clara E. Lidia, Horacio Crespo y Pablo Yankelevich (coords.), México, , El Colegio de México, 2007, p. 211; Clara E. Lida, Caleidoscopio del exilio. Actores, memoria, e identidades, México, El Colegio de México, 2009, p 101.
  5. > Pablo Yankelevich, Ráfagas de un exilio. Argentinos en México, 1974-1983", México, El Colegio de México, 2009, pp. 25-26.; Pablo Yankelevich, "Exilio y dictadura" en Argentina, 1976 estudios en torno al golpe de estado, Clara E. Lidia, Horacio Crespo y Pablo Yankelevich (coords.), México, , El Colegio de México, 2007, p. 211-212 y 217.<
  6. Esto debido a que Chile fue el principal país en que los exiliados brasileños se refugiaron después del golpe. <
  7. Mario Antonio Villanueva Velasco "Brasil. Amelo o déjelo": El caso del exilio de académicos brasileños en México y sus aportaciones. en II Jornadas de Trabajo sobre Exilios Políticos del Cono Sur en el siglo XX, Montevideo, 5, 6 y 7 de noviembre de 2014. | web <
  8. > Waldo Ansaldi, “Continuidades y rupturas en un sistema de partidos políticos en situación de dictadura: Brasil, 1964-1985” en Diversidad partidaria y dictaduras: Argentina, Brasil y Uruguay, Silvia Dutrenit (coord.), México, Instituto Mora, 1996, pp. 100-102. <
  9. > Ibíd. <
  10. > Durante 1966 Francia recibió unos 60 exiliados. Ibíd; Erasmo Sáenz Carrete El exilio latinoamericano en Francia, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Iztapalapa, Potrerillos Editores, 1995, p. 87.<
  11. Ibíd.
  12. > Fábio Lucas da Cruz, “A história e as memorias do exílio brasileiro”, en Revista Catarinense de História [on-line], Florianópolis, n.20, 2012, p. 115. <
  13. Waldo Ansaldi, “Continuidades y rupturas en un sistema de partidos políticos en situación de dictadura: Brasil, 1964-1985” en Diversidad partidaria y dictaduras: Argentina, Brasil y Uruguay, Silvia Dutrenit (coord.), México, Instituto Mora, 1996, pp. 100-102.
  14. Ibíd.
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  16. Ibíd.
  17. Fábio Lucas da Cruz, “A história e as memorias do exílio brasileiro”, en Revista Catarinense de História [on-line], Florianópolis, n.20, 2012, p. 115.
  18. > María Luisa Tarrés, “Exilios en México. Miradas de una chilena", en Latinoamericanos en la Ciudad de México, Distrito Federal, Babel, Ciudad de México, Fiestas del Milenio, Pórtico de la Ciudad de México, 1999, p. 56.<
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  20. > Michal Zourek,Checoslovaquia y el Cono Sur 1945-1989. Relaciones políticas, económicas y culturales durante la Guerra Fría, Praga, Universidad Carolina de Praga, Editorial Karolinum, 2014.<
  21. De ellos 164,000 exiliados de acuerdo al hacia 1981 de acuerdo con el Coordinador General de la Comisión Chilena de Derechos Humanos. Luis Vitale, “Gobierno de Pinochet y de las Fuerzas Armadas como institución” en Para Recuperar la Memoria Historica. Frei, Allende y Pinochet, Luis Vitale, Luis Moulian, Luis Cruz, Santiago, Ediciones Chile América, 1999, p. 246
  22. José Del Pozo, "Los chilenos en el exterior: ¿De la emigración y el exilio a la diáspora? El caso de Montréal", Revue européenne des migrations internationales, vol. 20, n°1,2004. | web
  23. > En 1977 se registran 2,137 chilenos refugiados. Erasmo Sáenz Carrete El exilio latinoamericano en Francia, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Iztapalapa, Potrerillos Editores, 1995, pp. 99-100, 117. <
  24. >Michal Zourek,Checoslovaquia y el Cono Sur 1945-1989. Relaciones políticas, económicas y culturales durante la Guerra Fría, Praga, Universidad Carolina de Praga, Editorial Karolinum, 2014.<
  25. "Les exiliés chilienns", en el programa Temps present emitido el 8 de noviembre de 1973 en Suiza (28 min).
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  27. Evelin Wellbach, "El Paraguay exiliado: Memorias de la Resistencia 1970-1989" en I Jornadas de trabajo: Exilios políticos del Cono Sur en el siglo XX, La Plata, 26,27 y 28 de septiembre de 2012. | web
  28. Esta información se localiza en: El golpe de estado 2 y 3 de febrero de 1989, Asunción, Universidad Católica “Nuestra señora de la Asunción”, Facultad de Ciencias Jurídicas y Diplomáticas, Departamento de Derechos Humanos. Independencia Nacional y Comuneros, pp.433-440
  29. Dutrenít, Tiempos de exilio, p. 48
  30. Dutrenít, Tiempos de exilio, p. 48
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  34. Dutrenít, Tiempos de exilio, p. 66
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