Humor

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Charles Chaplin "Charlot", uno de los principales humoristas del cine mudo.
Los hermanos Marx en 1931. También fueron pioneros en el humor en el cine.

Humor o humorismo (del latín: humor, -ōris) es definido como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas.[1]

Un dibujo humorístico representando a un estereotipado científico loco.

Definiciones

Joseph Klatzmann, en su obra L'humour juif ("El humor judío"), lo define según su necesidad: «Reír para no llorar». Más pesimista, se puede citar igualmente a Nietzsche: «El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa.»,[2]​ concepción que lo aproxima a la filosofía cínica y que establece que el humor es, en el fondo, un tipo de catarsis o contraveneno espiritual.

Comediante en vivo estadounidense B. J. Novak en un espectáculo de comedia en Olde English, junio de 2007.

El humorismo hace uso de la comicidad para derivar en una forma de entretenimiento y de comunicación humana, que tiene la intención de hacer que la gente no se sienta infeliz y ría. La risa es, además, una de las pocas cosas que individualizan al ser humano y a algunas especies de homínidos respecto a otros animales; los etólogos señalan que el humor es ante todo un rictus que aparece en los labios de los primates y se muestra cuando éstos se enfrentan a situaciones para ellos absurdas o incomprensibles: enseñar los dientes es una forma de desviar un impulso agresivo o de resumirlo mímicamente, un tipo de sublimación. De ahí que enseñar los dientes o reír entre los humanos esté frecuentemente ligado a disociarse de acontecimientos que suscitan normalmente profunda inquietud y que muchas veces se asocie con la desgracia (humor negro). Incluso se habla a veces de la llamada risa nerviosa, como un acto fallido del subconsciente. Desde este punto de vista, el humor se constituye en un acto de purificación que permitiría evacuar esta violencia, nacida de la frustración y del sufrimiento.

El humor desempeña una función catártica semejante a la de las lágrimas, pero diferente en cuanto a que el humor supone una separación de y no una identificación con el objeto que es soporte del mismo, un desaprecio y no una compasión. De ello deriva también la curiosa relación sadomasoquista entre el humorista y el auditorio, que se expresa en risa; el humorista se presenta muy frecuentemente ante sus oyentes como resentido y humillado. El origen del término humor viene de la teoría de los cuatro humores del cuerpo de la medicina griega, que regulaban el estado de ánimo: la bilis, la flema, la sangre y la bilis negra o atra bilis. El carácter humorístico corresponde al humor sanguíneo. Image:Brooklyn Museum - Caricature of King Victor Emmanuel II - Thomas Nast - overall.jpg|Imagen 2 Existen diferentes tipos de humor adaptados a diferentes sensibilidades y grupos humanos. Por ejemplo los niños suelen reírse más de las caídas y tropiezos, mientras que no comprenden la sutileza de la sátira o de la ironía.

También hay variaciones culturales del sentido del humor, que puede hacer que lo que es divertido en un sitio carezca de gracia en otro. Esto se debe a que en el humor cuenta mucho el contexto, los a priori. El humor negro se apoya en elementos tristes o desagradables que, para hacerlos más soportables, trasforma y degrada en irrisión (el humor judío y el británico, por ejemplo, son a menudo negros: una obra de Thomas de Quincey se titula Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes y otra, A Modest Proposal (1729), "Una modesta proposición" de Jonathan Swift, trata ni más ni menos que de aprovechar a los niños pequeños como alimento. Reír en este caso es algo forzado y amargo: «El humor es la gentileza de la desesperación» (cita atribuida a Óscar Wilde). Sin embargo en el mundo moderno donde es general el uso de medios de comunicación de masas, las fronteras desaparecen y, por ejemplo, para Paul Reboux (À la manière de…), el humor consiste simplemente en tratar a la ligera las cosas graves, y gravemente las cosas ligeras. Esta especie de inversión o mundo al revés pude apreciarse también por ejemplo en algunos artificios clásicos de la comedia cinematográfica americana, como son el intercambio de roles o batalla de los sexos: la mujer se comporta de modo tan desenvuelto como un hombre y el hombre se comporta de forma tan circunspecta y apocada como una mujer (por ejemplo, en las comedias de Howard Hawks). Otro ejemplo típico de degradación de lo serio y enaltecimiento de lo vulgar es el cine de Woody Allen. Por otra parte, es preciso señalar que se ha intentado utilizar el humor como un instrumento educativo (a ello se debe el célebre adagio castigat ridendo mores, "corrige riendo las costumbres", que se utiliza como definición de la utilidad de la comedia clásica y neoclásica).

Sammy Davis Jr, famoso comediante estadounidense en vivo, en 1989.

Existen algunas técnicas específicas de humor verbal, tales como la ironía, el sarcasmo, la hipérbole, el anticlímax ("Dios ha muerto, Nietzsche ha muerto y yo no gozo de buena salud", Woody Allen), el enigma o definición incompleta o elíptica, la antítesis, el oxímoron, la atenuación o litotes, la alusión, el non sequitur, la silepsis, el juego de palabras, la sátira, la parodia o la paradoja. Y otras no verbales, referentes a una retórica paralela que juega con los gestos, posturas, caídas, resbalones, etc.. que se suele denominar humorismo de situación. Se puede, por otra parte, establecer otra taxonomía:

  • Comicidad verbal, que incluye los juegos de palabras
  • Comicidad de costumbres
  • Comicidad de situación
  • Comicidad de carácter
  • Comicidad de repetición

Ha habido estudios más o menos serios respecto al humor por parte de Aristóteles, Sigmund Freud, Arthur Schopenhauer o Henri Bergson.

Aparte de en la vida corriente, como procedimiento para evitar y curar las circunstancias traumatizantes de la vida, el humor se suele dar en los espectáculos y en la literatura (literatura de humor) con cierta frecuencia y forma una parte muy importante de corrientes literarias como el teatro del absurdo. Géneros literarios cómicos son la comedia, el entremés, el chiste y el epigrama. El género cómico teatral de la comedia provoca la catarsis o purificación del espectador inversamente al género trágico que lo hace por la compasión y las lágrimas: la comedia lo logra mediante la risa y el distanciamiento. Platón afirmaba que la tragedia era el género literario más parecido a la verdad, mientras que el género cómico era el menos parecido, y ésa fue la postura que sostuvo Sócrates al final del diálogo conocido como el Banquete.

Especies del humor

Los distintos modos de comunicación del humor pueden clasificarse en tres grandes grupos: humorístico, satírico e irónico.

Humor humorístico

El humor humorístico tiene como fin desconcertar. Ramón Gómez de la Serna[3]​ reflexiona acerca de la naturaleza del humorismo en su artículo «Gravedad e importancia del humorismo» –que más tarde incluiría bajo el título de «Humorismo» en su libro Ismos–, «sólo pretende desacomodar interiores y desmontar verdades»;[4]​ un humorismo que relativiza las cosas, critica lo que cree ser definitivo...: «No se propone el humorismo corregir o enseñar, pues tiene ese dejo de amargura del que cree que todo es un poco inútil».[5]

Si la comicidad precisa de la norma social como punto de referencia a que oponer el fenómeno risible, el humorismo, al identificarse emotivamente con quien se atreve a contravenir los valores o costumbres del grupo, supone una actitud abierta, innovadora e incluso subversiva. La libertad será la divisa del humorismo así entendido.

Humor satírico

El humor satírico expresa indignación hacia alguien o algo, con propósito moralizador, lúdico o meramente burlesco: un «deber ser». Los abusos o las deficiencias se ponen de manifiesto por medio de la ridiculización, la farsa, la ironía y otros métodos ideados todos ellos para lograr una mejora de la sociedad. Aunque en principio la sátira está pensada para la diversión, su propósito principal no es el humor en sí mismo, sino un ataque a una realidad que desaprueba el autor, usando para este cometido el arma de la inteligencia. Se separa en su intolerancia del humor humorístico, que implica una actitud comprensiva y benévola hacia las limitaciones humanas.

Es muy común, casi definiendo su esencia, que la sátira esté fuertemente impregnada de ironía y sarcasmo; además la parodia, la burla, la exageración, las comparaciones, las yuxtaposiciones, la analogía y las dobleces son usadas de manera frecuente en el discurso y la gráfica satírica:

  • La reducción de alguna cosa para hacerla parecer ridícula, o examinarla en detalle para hacer destacar sus defectos.
  • La exageración o hipérbole: se toma una situación real y se exagera hasta tal punto que se convierte en ridícula. La caricatura utiliza esta técnica.
  • La yuxtaposición que compara cosas disímiles: el ayer y el hoy, la juventud y la vejez..., de forma que una adquiere menor importancia.
  • La parodia o imitación burlesca de las técnicas o estilo de una persona, de forma que se vea ridiculizada.

La irrealidad, el sinsentido, la ilógica y las deformaciones constituyen uno de los planteamientos principales de este humor satírico que crea monstruos, como bien evidencia Francisco de Goya en El sueño de la razón produce monstruos, ausencia de racionalidad que será además uno de los planteamientos del surrealismo.

Humor irónico

En el humor irónico el sujeto es consciente del absurdo del mundo, pero no es moralizante porque tiene perdida la fe y carece de proyectos.

Cuando la ironía tiene una intención muy agresiva, se denomina sarcasmo. Es una incongruencia aguda entre nuestras expectativas de un suceso y lo que ocurre. La percepción del lector de una desconexión entre la expectativa común y la aplicación de la lógica con un suceso inesperado ambas vistas como un solo elemento. Se realiza una conexión entre la ironía y el humor cuando la sorpresa nos sumerge en la risa. No todas las ironías son graciosas. Por ejemplo, el ridículo es un aspecto importante del sarcasmo, pero no de la ironía en general. Así, el sarcasmo es un tipo de crítica hacia una persona o grupo de personas que incorpora ironía.

La ironía a menudo requiere un bagaje cultural que debe tenerse en cuenta, así como una forma de hablar de una determinada lengua. Desde el punto de vista de la retórica, es un procedimiento, una técnica, un simple recurso expresivo de carácter dialéctico que da a entender lo contrario de lo que se dice. En lugar de expresar lo que piensa, finge pensar lo que expresa. La palabra se contrapone al pensamiento, pero, lejos de ocultarlo, lo destaca y resalta con más fuerza. Viene a ser una especie de lenguaje en clave, pues exige el rechazo de su significado literal y que se vaya más allá del significado superficial, de modo que su desciframiento crea en el receptor la emoción del encuentro con un espíritu afín.

Freud corrobora cómo «al leer cualquier ironía que valga la pena tener en cuenta, leemos la vida misma, y al abordarla nos basamos en nuestras relaciones con los demás»,[6]​ es decir, más allá del procedimiento retórico conduce a una disposición desde lo cultural a lo personal. También Bergson[7]​ ha afirmado que el humorismo es el reverso de la ironía. Humorismo e ironía se apoyan en la oposición entre lo real y lo ideal, entre lo que es y lo que debiera ser. Pero mientras que la ironía enuncia lo que debiera ser, fingiendo creer que así es en realidad, el humorismo se ciñe a lo real afectando creer que así debe ser. Jankélévitch,[8]​ revela una relación intrínseca entre humor e ironía cuando dice «que el humorismo es la ironía que termina en seriedad».

Tipos de humor

Humor Absurdo

El humor absurdo, también conocido como humor superrealista, es un tipo de humor que se vale de las situaciones disparatadas o incoherentes para generar la risa en el público, su comicidad se basa en la irracionalidad. Es un humor totalmente alejado de la realidad pero que a la vez nos sumerge en lo esencial de ella.

Este humor también es muy frecuente en series animadas como Looney Tunes, Ren & Stimpy, La Vida Moderna de Rocko, CatDog, Bob Esponja, Regular Show, Adventure Time, Bobobo, Los padrinos mágicos, Soy La Comadreja, Los Simpsons, Tom y Jerry, Duckman, Chespirito, Space Goofs, Malo Con Carne, Aqua Teen Hunger Force, Fantasma del Espacio de Costa a Costa, Prometheus and Bob, Calamareños, Animaniacs etc.

Cabe destacar al grupo humorístico británico Monty Python, que actuó entre 1969 y 1983, como pioneros de esta corriente humorística, siendo una influencia clara para numerosos humoristas de todo el mundo.

En España destaca el cómico El intermedio, muy popular.. Otro es Muchachada Nui, o los Especialistas Secundarios. En internet está representado por Avance Intermitente, elegido mejor blog de humor por el concurso 20Blogs organizado por el diario 20 Minutos.[9]

Humor blanco

El humor blanco, es un tipo de humor que no contiene connotaciones ni denotaciones negativas, a saber: burla, ironía, machismo o hembrismo, cinismo, sexismo, racismo, etc. Es también llamado humor familiar, puesto que pueden disfrutarlo toda la familia, niños y adolescentes.

Se basa en los siguientes elementos:

  • el factor sorpresa,
  • la calidad (o gracia) del intérprete (continente), y
  • la calidad de lo expuesto (contenido)

Un tipo de humor blanco es el chiste de salón, llamado así porque este tipo de humor puede desplegarse en una fiesta o reunión sin riesgo de ofender ni escandalizar a ningún concurrente, en particular a los menores de edad y minorías de cualquier tipo.

Humor gráfico

Humor gráfico es un neologismo con el que se designa a una gama diversa de obras gráficas realizadas para la prensa, desde chistes de una sola viñeta y caricaturas hasta verdaderas historietas, tiras cómicas e incluso planchas enteras. Muchas abundan en la sátira de la actualidad política y social.

Historia

Hasta mediados del siglo XX, la viñeta de prensa se llamó caricatura, y el humorista gráfico, caricaturista. En las páginas de The New Yorker, que influyen en la mayoría de publicaciones en todo el mundo, nace el "nuevo estilo de hacer humor".

Los renovadores del género son los americanos Chas Addams, Peter Arno, George Price, Virgil Partch (VIP) y sobre todo Saul Steinberg. También los franceses Chaval, Bosc, André François y Siné.

En España confluyen varias tradiciones satíricas distintas. En el norte sobresalen los autores gallegos, con Castelao a la cabeza. En el centro hay una escuela de sátira costumbrista, con Tovar, Sileno, Fresno y K-Hito, a los que se añade el catalán Bagaria. En Valencia hay una tradición satírica propia, con nombres como Bluff, Tramús o Juan Pérez del Muro, además de Ernesto Guasp que desarrollará su carrera en la prensa catalana y mexicana. Finalmente en Cataluña hay una importante escuela satírica, con características própias, que se remonta a Pellicer y Apel.les Mestres, e incluye a Cornet, Junceda, Opisso, Nogués, Passarell o Bon.

En México, nombres como Salvador Pruneda, Audiffred o García Cabral, son los precursores de la generación de Freyre, Arias Bernal, Vadillo o Carreño, que anteceden a Rius, Quezada, Helioflores o Naranjo.

En Argentina podemos considerar precursores a Cao, Mayol, Sirio, o Zavattaro. Y en Cuba a Blanco, Valls, Massaguer, Maribona y Avela, que anteceden a René de la Nuez o David. En el año 2009, en la muestra "Bicentenario: 200 años de Humor Gráfico" que el Museo del Dibujo y la Ilustración realizó en el Museo Eduardo Sívori de Buenos Aires, se homenajeó a los más importantes creadores del humor gráfico en Argentina a través de su historia.

Humor gráfico español contemporáneo

La Guerra Civil en España acaba con la tradición humorística anterior. En la revista La Codorniz, de Tono, Mihura y Herreros, se darán a conocer humoristas como Mingote, Chumy Chúmez, Miguel Gila, Summers o Pablo. También destacan Carlos Conti, Joaquim Muntañola, Peñarroya y Castanys, y a partir de la transición, nombres nuevos como El Perich, Cesc y Ops.

Desde poco antes de la muerte de Franco se produce el "boom del humor gráfico". Hay un gran número de revistas y libros de humor. En 1977, más de cien profesionales de la historieta y el humor gráfico se integraron en la Asociación de Artistas Plásticos, buscando un mayor reconocimiento de sus derechos. Carecen entonces de "las mínimas condiciones de contratos, seguridad social, seguro de desempleo" y "la propiedad intelectual de sus obras no es reconocida con la eficacia que lo son otras obras de otros sectores".[10]

En la actualidad los principales humoristas están en la revista El Jueves: Óscar, J.L. Martín, Kim, Fer, Vizcarra, Monteys, Manel Fontdevila, Malagón, etc.

Y en la prensa diaria: Gallego & Rey, Idígoras & Pachi, Guillermo (humorista), Ricardo (humorista)(El Mundo); Mingote, Martinmorales, Puebla (humorista)(Abc); El Roto, Peridis, Forges, Ramón (humorista)|Ramón, Máximo Sanjuán(dibujante español), Carlos Romeu Müller (El País); Juan Kalvellido (humorista)(La República, Diagonal, Rebelión, etc), Caín (humorista), Turcios (La Razón); Manel Fontdevila, Santi Orúe, Vergara (humorista), Mauro Entrialgo (Público); Ferreres (humorista), Tàssies, Juanjo Sáez (El Periódico); Ventura & Coromina, Toni, Krahn, Kap, Labanda(La Vanguardia); Zulet (El Correo); Soria (humorista), Mesamadero (Ideal), Eneko, Calpurnio(20 minutos); Rodera (humorista)(Adn), Xaquín Marín(La voz de Galicia), Sabela Arias Castro (Tierras de Santiago); Tris(La Rioja)...

En la prensa deportiva encontramos a Guillermo (humorista) (Marca), Caye (Sport), Kap (El Mundo Deportivo) y Bernal (Equipo).

El Internet son destacables Juan Ramón Mora, Runtime-Error, Mel y las plataformas digitales que le brindan los medios a sus respectivos dibujantes, por ejemplo a Mauro Entrialgo, Ferran Martín, Manel Fontdevila o Daniele.

En dos libros colectivos editados en 2007 se puede encontrar lo más representativo del humor español contemporáneo: Humor a Toda Vela, y Comunica con Humor.

En México

En la Picardía mexicana, libro del escritor mexicano Armando Jiménez, aparece un capítulo con algunos ejemplos de humor gráfico mexicano, sobre todo el de doble sentido.[11]

Cronología de revistas

Humor hacker

Según Jargon|The Jargon Dictionary, el humor hacker es un tipo de humor que comparten los expertos en computadoras (en particular, los hackers), que incluye cosas como parodias elaboradas de documentos como especificaciones, estándares, descripciones de lenguajes, etc.

Los RFC documentan todos los protocolos estandarizados de Internet y son la fuente de referencias para implementar alguna aplicación o para conocer los detalles de algún protocolo, por tal razón el tratamiento y lenguaje de los documentos es sumamente formal, salvo por algunas excepciones: el 1 de abril (April Fool's day) anglosajón es algo parecido al Día de los Santos Inocentes hispanoamericano (28 de diciembre). En ese talante, los RFCs publicados el 1 de abril suelen ser bromas ingeniosas para provocar la hilaridad de los entendidos.

Humor negro

El humor negro es un tipo de humor que se ejerce a propósito de cosas que suscitarían, contempladas desde otra perspectiva, piedad, terror, lástima o emociones parecidas. Cuestiona situaciones sociales que generalmente son serias mediante la sátira. El asunto más recurrente en el humor negro es la muerte y todo lo que está relacionado con ella. Atañe los temas más oscuros y dolorosos para el ser humano y que, por norma general, suelen resultar controvertidos y polémicos para la sociedad porque están relacionados con la moral. Algunos ejemplos pueden ser: las grandes tragedias, las normas sociales, la sexualidad, los asesinatos, el suicidio, las enfermedades, la pobreza, la locura, el terrorismo, el racismo, la drogadicción, la violación, las discapacidades, la guerra, la religión, la política, etc, pero representados en forma cómica.Este tipo de humor puede ser infantil (en algunas películas o la mayoría en las caricaturas), juvenil y adulto.

En la vida real

El humor negro aplicado a uno mismo en una situación desesperada es como "Humor de patíbulo" (traducción del inglés Gallows humor).

Un ejemplo famoso es el de Pedro Muñoz Seca ante el pelotón de fusilamiento en la Guerra Civil Española: «Podéis quitarme la hacienda, mis tierras, mi riqueza, incluso podéis quitarme a mi mujer, como vais a hacer, la vida, pero hay una cosa que no me podéis quitar… y es el miedo que tengo».

En la literatura

En las obras literarias a menudo está presente el humor negro. Aunque Jonathan Swift es recordado principalmente por su obra Los viajes de Gulliver, este autor irlandés fue también muy prolífico en el campo del periodismo y los ensayos, donde resalta su afilado sentido del humor que apunta sobre la sociedad de su época y sus arquetipos sociales. De hecho, se considera a Swift el precursor del humor negro e «inventor de la broma feroz y fúnebre». Este peculiar sentido del humor queda reflejado en A Modest Proposal (1729), traducido como Una modesta proposición, donde sugiere como solución a todos aquellos padres que no pueden mantener a sus hijos -debido a la mala situación económica del país- que los vendan a los ingleses ricos para que se los coman. Otros ejemplos se pueden encontrar en Reflexiones en torno a una escoba, Instrucciones a los sirvientes y Propósitos para cuando llegue a viejo. El ensayo Del asesinato considerado como una de las bellas artes de Thomas de Quincey es una de las obras maestras del humor negro. En ella Thomas Quincey concibe la muerte como un espectáculo digno de ser visto y gozado. Cuando el asesinato está cometido y no podemos hacer nada por las víctimas, debemos dejar de considerarlo moralmente y pasar a juzgarlo como obra artística según las leyes del buen gusto. Con esta idea analiza los crímenes más destacados hasta los más actuales para su época. El club de los parricidas de Ambrose Bierce es una recopilación de cuatro relatos breves en la que sus protagonistas, motivados por razones diversas y a través de diferentes procedimientos, acaban con la vida de sus progenitores. A pesar de la temática de las historias, el tono desenfadado e inocente que emplea en la narración suaviza el impacto y nos invita a esbozar una sonrisa. Bierce también es recordado por su obra El diccionario del diablo, en la que sigue haciendo gala de su humor negro aderezado con acidez y cinismo. Por ejemplo, en la definición de felicidad encontramos: «Dícese de la contemplación de las desgracias ajenas».

André Bretón, impulsor del movimiento surrealista, en su Antología del humor negro (1940) realizó una compilación personal de 45 textos literarios precedidos por una breve biografía de cada autor (Sade, Poe, Baudelaire, Lewis Carroll, Rimbaud, Kafka...) en los que está presente el humor negro aunque también el absurdo.

El dramaturgo y novelista irlandés Samuel Beckett, Premio Nobel de literatura, que en su juventud fue gran admirador de cómicos como Charlie Chaplin y los Hermanos Marx, es considerado especialista notorio en este tipo de humor, por obras como Esperando a Godot o Los días felices.

Los relatos para adultos que escribió el británico de origen noruego Roald Dahl están habitados por personajes excéntricos e historias hilarantes que tienen como denominador común el humor negro. Su antología Relatos de lo inesperado (1948-79) incluye 16 intrigantes historias que expresan con ironía la maldad y las miserias del ser humano —las apuestas, la venganza, los rencores, la avaricia y la perversidad en general. El libro de Oscar Balmayor Diez maestros del humor negro de 1977 (ed. Bruguera) recoge textos de Alphonse Allais, Antón Chéjov, O. Henry, Mark Twain, Alfred Jarry, Villiers de L'Isle-Adam y Saki, además de los ya citados Jonathan Swift, Thomas De Quincey y Ambrose Bierce.

En el cine y la televisión

El humor negro está presente en muchas de las creaciones de la cultura popular. Algunas películas inglesas de mediados del siglo XX podrían indicarse como buenos ejemplos de un humor negro inteligente y divertido. Por ejemplo, El quinteto de la muerte (The Ladykillers) de 1955, dirigida por Alexander Mackendrick, con Alec Guinness y Peter Sellers u Ocho sentencias de muerte (Hearts and Coronets), de 1949, dirigida por Robert Hamer. En 1964 se estrenó la película Dr. Strangelove, dirigida por Stanley Kubrick y protagonizada por Peter Sellers y George C. Scott, que sentó los precedentes de este "género". En los últimos años cabe destacar el perverso humor negro del director Álex de la Iglesia, que constituye la esencia de sus películas. También los hermanos Coen manejan el humor negro y la sátira con destreza en sus comedias. Otros ejemplos de humor negro son The Addams Family de Charles Addams y Beetlejuice de Tim Burton. La película de gángster Goodfellas a menudo llevó el humor negro a un tono extremo.

En algunas series de televisión también se puede encontrar el humor negro. Un claro ejemplo de este género es la serie de animación South Park, creada por Trey Parker y Matt Stone, en la que se satiriza con frecuencia a la sociedad, actualidad y cultura estadounidense. Otra serie animada que también incluye un alto contenido de humor negro es Happy Tree Friends, en la cual aparecen varios personajes con apariencia tierna, pero siempre terminan muriendo de forma trágica y sangrienta, pero al mismo tiempo, cómica. La serie La casa de los dibujos también es muy popular por este tipo de humor, al igual que Family Guy (Padre de familia), American Dad (Padre made in USA) The Cleveland Show (El Show de Cleveland) Futurama y Los Simpsons.

A pesar de lo anterior, varias series de televisión que son mayoritariamente dirigidas hacia el público infantil tienden a tener este tipo de detalles, solo que de manera indirecta y de forma poco violenta; tales como Ren & Stimpy, Invader Zim, Courage the Cowardly Dog, The Grim Adventures of Billy & Mandy, MAD, Regular Show, entre otros muchos ejemplos. Otro ejemplo de humor negro son en los videojuegos, cuyo máximos exponentes son Grand Theft Auto y Saints Row.

En el cómic

En el cómic argentino tenemos varios ejemplos. Cazador de Aventuras, creado por Jorge Lucas, está basado en el humor negro. Causando risa a través de la muerte y falta de consideración y respeto hacia las otras personas por parte del personaje principal, el Cazador. Boogie, el aceitoso, historieta de Roberto Fontanarrosa desplegó desde el primer episodio todos los elementos de este estilo de humor, donde un mercenario estadounidense, ex-combatiente de Vietnam, hace gala de un machismo exacerbado y un racismo extremo, combinado con una actitud fatalista y cínica ante la muerte y el sufrimiento ajenos. Durante la década de 1970 la revista Satiricón de Oskar Blotta publicó irregularmente su suplemento de humor negro, con textos, viñetas e historietas creadas por los colaboradores regulares de la revista.

Otra historieta con un frecuente uso de este tipo de humor es el cómic chileno Condorito de René Ríos Boettiger "Pepo", aunque sigue siendo dedicado a todos los públicos (incluyendo niños), varias veces usa temas como el asesinato o los engaños matrimoniales.

En el cómic The Gashlycrumb Tinies del escritor y dibujante Edward Gorey, traducido en España como Los pequeñines macabros, es el mejor ejemplo del particular sentido del humor de su autor. Se trata de un abecedario en el que cada letra corresponde a un niño diferente que sufre una muerte a cual más pintoresca. Esta obra se incluye dentro de una recopilación compuesta por otras historias cortas de tono similar denominada La pareja abominable.

El dibujante François Boucq en su álbum Los pioneros de la aventura humana recopila varias historias cortas regadas con un humor ácido y muy personal, en las que lo fantástico convive alegremente con las situaciones más vanales. En este tono también creó los cómics La mujer del mago y Www.la-mort.fr, cuya portada ganó el Grand Prix de l'Humour Noir (Gran Premio del Humor Negro) en 2007, un premio que cada año se concede a una obra literaria, a un miembro del mundo del espectáculo y a un dibujante desde su creación en 1954. Otra forma de humor negro sangriento es el cómic La Máscara.

Otra notable aparición del humor negro se da en las tiras de webcómic de Cyanide and Happiness, presentando situaciones generalmente ajenas a la vida cotidiana.

Discurso humorístico

Como hemos visto, humorismo es una manera de enjuiciar las situaciones con cierto distanciamiento ingenioso, burlón o, en apariencia, ligero y, aunque muy próximo a la comicidad, no es exactamente lo mismo. Son muchos los autores que distinguen entre humorismo y comicidad:

Humorismo

Theodor Lipps, en su ensayo sobre lo cómico y el humorismo –Komik und Humor–, afirma que «el humorismo es el sentimiento de lo sublime en lo cómico y por lo cómico».[12]​ Y Evaristo Acevedo,[13]​ define el humorismo como «lo cómico dignificado por la defensa de una actitud suprasocial».[14]​ El humorista, partiendo de su realidad social y los problemas que en ésta se generan, intenta llevarlos más allá en un deseo de perfección que evite el anquilosamiento social. Va más lejos de los simples intereses que cada sociedad estima intangibles en épocas dadas y concretas al señalar los peligros que esos intereses suponen para el individuo cuando están deformados por el fanatismo y la ambición. Cuando las estructuras sociales no se encuentran en equilibrio con las libertades individuales, el hombre, mediante el humor, le marca límites a la sociedad. El humor surge del pueblo con carácter de crítica, con ansias de reforma y de denuncia de injusticias, es por ello, corrosivo con la sociedad.

En diversos intentos por definir el humor, teorizarlo y racionalizarlo se llega a defender el «humor puro»,[15]​ el concepto «cómico» constituye el eterno campo de batalla de cuantos quieren intelectualizar el humor, que siempre intentan establecer la mayor distancia entre «lo cómico» y «lo humorístico». En la teoría hacia un «humor puro» se despojan de la ironía y de la sátira, académicos como Wenceslao Fernández Flórez, Pío Baroja o Julio Casares que coinciden en entender el humor como comprensivo y no como crítico.

«En la burla hay varios matices, como en el arco iris. Hay el sarcasmo, de color más sombrío, cuya risa es amarga y sale entre los dientes apretados; cólera tan fuerte, que aún trae sabor a tal después del quimismo con que la transformó el pensamiento. Hay la ironía que tiene un ojo en serio y el otro en guiños, mientras espolea el enjambre de sus avispas de oro. Y hay en el humor el tono más suave del iris»,[16]​ en palabras de Fernández Flórez.

«El satírico tiende a la corrección y al látigo; el humorista a la interpretación y al bálsamo»,[17]​ según Baroja.

«Si al llegar hasta aquí no hemos fracasado en nuestro propósito de ir precisando el concepto del humorismo, nos será fácil distinguirlo de la ironía con la que tan a menudo se le confunde»,[18]​ opina Casares.

La risa. Figura antropomorfa tairona 900 d. C. - 1600 d. C. Sin embargo, Acevedo defiende cómo, en la práctica, y analizando las obras de los principales humoristas europeos, el humor nunca es puro sino que viene acompañado por la sátira, la ironía o ambas; el humor ejerce la crítica y es mordaz, no sólo es comprensivo, de acuerdo a la teoría particular de cada humorista sobre lo tierno y lo comprensivo. Lo define como «lo cómico combativo», es decir, lo cómico a través de la sátira y la ironía para dar una finalidad filosófica y trascendente a la risa: «ríe pero escucha».

En definitiva, humor en su sentido más amplio y vulgarmente admitido, se refiere a todo aquello que hace reír. Es decir, con la palabra «humor» no sólo se alude a la «tendencia o disposición del ánimo o del sentimiento a lo risible o jocoso» que «se presenta como opuesta a la tendencia seria o trágica», sino que por extensión, se aplica a todas las formas de lo risible, desde lo cómico propiamente a lo humorístico, e incluso se identifica con la risa misma.

La comicidad

Desde la Antigüedad, el humor ha aparecido estrechamente vinculado a lo cómico, entendido éste como consecuencia del espectáculo de lo ridículo, deforme, erróneo o incongruente que, si no provoca dolor o compasión, suscita en el espectador un sentimiento de superioridad que se manifiesta en la risa. Algunos autores afirman que el objeto necesario provocador de la risa es el efecto de sorpresa –el proceso de desconcierto-esclarecimiento– y no la expectación. Otros consideran risible todo lo que se opone a la norma o destruye lo previsto. Aunque la sorpresa no es esencial en lo cómico, es inherente en muchos casos.

Gustave Doré, «El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha», 1863. En este sentido, Henri Bergson en su obra clásica Le rire asegura que el mayor enemigo de la risa es la emoción, si bien considera lo cómico como la percepción de la rigidez, anquilosamiento o la mecanización de la vida. Lo cómico, expresa por tanto, según Bergson, cierta imperfección individual o colectiva que exige una corrección inmediata y esta corrección es la risa, que encierra, además, un deseo de humillar al sujeto cómico con la intención de modificar su conducta. Algunos filósofos han caracterizado lo cómico –entre ellos Schopenhauer o Hegel–como la percepción de un contraste, un contrasentido o incongruencia. Los actos que se escapan a las leyes, hábitos y convenciones y se oponen o destruyen lo previsto, serían actos cómicos. Incluso en algunos casos han considerado la novedad como un rasgo esencial de lo risible. En la famosa obra de Miguel de Cervantes, por ejemplo, utiliza la locura de Don Quijote como una justificación para presentar una serie de situaciones incongruentes que resultan cómicas y que además incluyen la sorpresa por lo inesperado de dichas situaciones a lo largo de toda la obra.

Esta concepción de lo cómico como subversión o, cuanto menos, como divergencia con respecto al sistema de valores vigentes en un determinado grupo social, explica que la comicidad varíe de país a país y se transforme con el tiempo, ya que, al igual que las costumbres y las normas, está sujeta a condicionamientos culturales y de las modas. El contexto que propicia la percepción de lo risible aparece estrechamente vinculado al juego, entendido no sólo como actividad contraria al trabajo práctico, sino como actitud opuesta a la seriedad. Este aspecto lúdico de lo risible ha permitido relacionar el placer cómico con el goce estético,[19]​ pues –excepto para quienes atribuyen a la risa la función de correctivo social–, tienen ambos el mismo carácter desinteresado. Pero a la supuesta gratuidad del placer cómico opone Lipps[20]​ dos razones para excluirlo del ámbito de la estética: la primera, que el goce no procede del objeto sino de la relación intelectual que se establece con el mismo; la segunda, la ausencia de comunicación sentimental. Sin embargo, continúa, ello no impide que lo cómico sea un posible medio para la obtención de placer estético si la negación que supone la comicidad sirve para realizar por contraste lo positivo o sublime de un valor negado, en este caso se habla de humorismo.

Humorismo y comicidad en las teorías del humor

Desde los inicios de la filosofía occidental y hasta el siglo XX, los filósofos trataron de explicarse la naturaleza del humor. Podemos distinguir tres teorías fundamentales:[21]​ la teoría de la descarga, la teoría de la superioridad, y la teoría de la incongruencia.

Teoría de la descarga

Para Freud[22]​ las expresiones de humorismo, comicidad y chiste son fuentes de placer porque ahorran al hombre un gasto de energía psíquica.

Los distingue por el tipo de gasto psíquico ahorrado: «El placer del chiste surge de un gasto de inhibición ahorrado; el de la comicidad, de un gasto de representación (ideación) ahorrado y el de humorismo, de un gasto de sentimiento ahorrado. En estas tres modalidades de trabajo de nuestro aparato psíquico, el placer proviene de un ahorro; las tres coinciden en recuperar, desde la actividad anímica, un placer que, en verdad, sólo se ha perdido por el propio desarrollo de esa actividad».

En Aristóteles, el alma se caracteriza por tener pasiones que luchan por liberarse, y tanto el humorismo como la comicidad –tragedia y comedia– tienen por misión purificar el alma por medio de la catarsis. Es decir, filtrando la realidad por el humor, representándola, eliminaríamos ciertas tensiones negativas, llegando a un equilibrio emocional.

Teoría de la superioridad

Creada desde Platón y mantenida hasta el siglo XVIII, sostiene que toda experiencia humorística surge como manifestación del sentimiento de superioridad del hombre hacia el hombre.

Los filósofos de la Antigüedad, desde la Academia Platónica, encontraban la risa inmoral y arrogante porque «al descubrir un vicio o una desgracia en el otro y reírnos por ello con menosprecio burlón, sólo provocaremos una reacción violenta». Para Aristóteles, la comicidad es la manifestación de un sujeto que arroga superioridad: «El que ríe de otro afirma más o menos orgullosamente su yo». En el siglo XVII, Hobbes lo contempla desde la perspectiva «reírse de los errores, vicios o defectos de los otros es un signo de pusilanimidad pues las labores de las grandes mentes, de los esclarecidos, es ayudar y liberar a los otros del desdén».[23]

El principal exponente de esta teoría, Henri Bergson, presupone un elemento psicológico de agresividad. La comicidad sería una fórmula civilizada de liberar un cúmulo de emociones e impulsos que reprime la vida en sociedad, como el miedo o el sadismo, se trata de un cauce para ejercer una represalia contra quienes consideramos inferiores a nosotros. «La comicidad expresa cierta imperfección individual o colectiva que exige una corrección inmediata». Para Bergson, la risa es una especie de correctivo. «En la risa observamos siempre una intención no declarada de humillar». Nos sentimos superiores a las personas de las que nos reímos, porque piensan de forma diferente y toman en serio cosas que nosotros no consideramos. De esta idea parten todas las teorías del humor basadas en el concepto de superioridad. Ridiculizaríamos a los demás con tres objetivos: correctivo social, azote u hostigamiento y censura. Como expresa Charles Baudelaire en su ensayo Lo cómico y la caricatura,[24]​ «... El Ser que quiso multiplicar su imagen no ha puesto en la boca del hombre los dientes del león, pero el hombre muerde con la risa; ni en sus ojos la astucia fascinadora de la serpiente, pero seduce con las lágrimas».

Teoría de la incongruencia

No todos los estudiosos de lo cómico dan a la risa la función de catarsis o de correctivo social. La risa puede provenir de la convergencia inusual, inconsistente o incompatible de ideas, situaciones, conductas o actitudes. Una situación en la que la comprensión de una relación visible secuencial es esperada, y en cambio, ocurre algo inesperado. Este tipo de teoría fue desarrollada principalmente por Schopenhauer: «La causa de lo risible está siempre en la subsunción o inclusión paradógica, y por tanto inesperada, de una cosa en un concepto que no le corresponde, y la risa indica que de repente se advierte la incongruencia entre dicho concepto y la cosa pensada, es decir, entre la abstracción y la intuición. Cuanto mayor sea esa incompatibilidad y más inesperada en la concepción de que ríe, tanto más intensa será la risa».[25]​ También para Schaeffer, «la risa o el placer asociado a la risa es el resultado de la percepción de una incongruencia en un contexto lúdico, esto es, un contexto basado en la ausencia de racionalidad».[26]

Así podemos concluir que, humorismo y comicidad son dos conceptos diferentes. La comicidad puede venir del deseo de reírse de algo o de alguien que consideramos inferior o de una simple necesidad de exteriorización lúdica. El humorismo se origina al calor de un escepticismo político, existencial o de cualquier otro tipo. La comicidad es un fenómeno más superficial que el humorismo, en cuanto su función principal es hacer reír, divertir o, en el peor de los casos, agraviar. La comicidad nos hace reír y nos entretiene, el humor nos hace reír y pensar. La comicidad es situacional: torpeza, ridiculez, absurdo, incongruencia y está en relación con las limitaciones de los individuos. El humor juega con las «insuficiencias de la condición humana». Encierra la crítica incluyendo también al sujeto. En su ensayo Pirandello[27]​ lo define así: «En el humorismo, la reflexión no se esconde, no permanece invisible sino que se pone ante la emoción inicial como un juez, la analiza, desapasionadamente, y descompone su imagen. Sin embargo, de este análisis, de esta descomposición, emana otro sentimiento: aquel que podría denominarse el sentimiento de lo contrario».

Charles Chaplin, S. Rankin Drew, El chico [The kid], 1921. Podemos ilustrar este concepto remitiéndonos a uno de los máximos exponentes del cine cómico junto con Buster Keaton, Max Linder o Jacques Tati, en los albores de nuestra cultura audiovisual. Cuando Chaplin construye el personaje de Charlot, un vagabundo de la urbe moderna, sin riquezas ni predisposición para conseguirlas, sus desventuras no son representadas desde el dolor –sentimiento inicial– sino desde su contrario: la hilaridad. Así se apropia de los polos de toda contradicción humorística. A la vez que hace reír, compadece a los excluidos y condena la indiferencia de los que marginan. El humorismo es un instrumento de la inteligencia liberadora y corrosivo (incisivo, mordaz, hiriente) de la verdad. El humor crítico es cuestionador, contestatario.

El humorismo es un sentimiento antitético que puede ser, como la risa, tanto de alegría como tristeza. Gómez de la Serna[28]​ incide en la concepción elevada del humorismo donde las cosas no pueden ser de otra manera; se trata de una forma que permite recoger lo inconcluso, abrir un espacio de libertad, desmontar las certezas: «Toda obra –apunta en Ismos– tiene que estar descalabrada por el humor, con sospechas de humorística; si no, está herida de muerte, de inercia, de disolución cancerosa». El humor surge también como una lucha contra lo dado, contra los convencionalismos.

Clasificación de la comicidad

  • 1. Desenlace imprevisto
    1.1 Desenlace imprevisto con planteamiento latente
    1.1.1 Desenlace imprevisto con planteamiento latente y concreto
    1.1.2 Desenlace imprevisto con planteamiento latente e inconcreto
    1.2 Desenlace imprevisto con planteamiento expreso
  • 2.Desenlace previsto
    2.1 Desenlace previsto con planteamiento latente
    2.1.1 Desenlace previsto con planteamiento latente y concreto
    2.1.2 Desenlace previsto con planteamiento latente e inconcreto
    2.2 Desenlace previsto con planteamiento expreso

Sentido del humor y salud

Un cómico actuando en un pub.

Está comprobado que los estados de ánimo influyen de manera muy positiva en la salud de las personas, aun en las personas que se encuentran en estados terminales.[29]

El sentido del humor es la capacidad de estimular el sentido de gracia en uno mismo y en los demás. Hay formas de causar gracia, convirtiendo acciones que habitualmente carecen de sentido humorístico, asociándolas con acciones que alguna vez han despertado risa. Así también podemos asociar una acción con otra; esta última con un sentido poco usual o raro, incluso con acciones que a menudo no se dan porque sí. La comparación del suceso con la nueva acción, permite comparar a seres humanos con animales, o viceversa, comparar personas de una posición social alta con una menos desafortunada, y así sucesivamente.

Cuando nos reímos, pareciera ser que todos los problemas y preocupaciones quedan detrás. Y, al menos por un instante, esto es así.[30]​ Este pensamiento ha llevado a varios científicos a estudiar los efectos de esta reacción hilarante en el organismo humano, teniendo siempre como premisa que algo tan placentero podría acarrear beneficios a nivel corporal.

Se ha comprobado que los pensamientos agradables provocan un mejor ánimo y, en consecuencia, aumentan nuestras defensas.[31]

Esto ha llevado a los autores del estudio[32]​ a asegurar que esa relación prueba que la felicidad puede hacernos más saludables. En ése sentido, los especialistas[33]​ creen que la felicidad vendría a ser como las golosinas para el cerebro, algo que hace que nuestra mente se sienta consentida.

La risa provoca una importante liberación de hormonas, las endorfinas conocidas merecidamente como las hormonas de la felicidad. Además, se libera serotonina, dopamina y adrenalina. La explosión de carcajadas provoca algo muy parecido al éxtasis: aporta vitalidad, energía e incrementa la actividad cerebral. Cuando nos invade la risa, muchos músculos de nuestro cuerpo que permanecían inactivos se ponen en funcionamiento. Es un estímulo eficaz contra el estrés, la depresión y, evidentemente, la tristeza.[34]

Listado de RFCs de broma

  • RFC 3252: Binary Lexical Octet Ad-hoc Transport
  • RFC 3251: Electricity over IP
  • RFC 3093: Firewall Enhancement Protocol (FEP)
  • RFC 3092: Etymology of "Foo"
  • RFC 3091: Pi Digit Generation Protocol
  • RFC 2795: The Infinite Monkey Protocol Suite (IMPS)
  • RFC 2551: The Roman Standards Process -- Revision III
  • RFC 2550: Y10K and Beyond
  • RFC 2549: IP over Avian Carriers with Quality of Service
  • RFC 2325: Definitions of Managed Objects for Drip-Type Heated
  • RFC 2324: Hyper Text Coffee Pot Control Protocol (HTCPCP/1.0)
  • RFC 2323: IETF Identification and Security Guidelines
  • RFC 2322: Management of IP numbers by peg-dhcp
  • RFC 2321: RITA -- The Reliable Internetwork Troubleshooting Agent
  • RFC 2100: The Naming of Hosts
  • RFC 1927: Suggested Additional MIME Types for Associating Documents
  • RFC 1926: An Experimental Encapsulation of IP Datagrams on Top of ATM
  • RFC 1925: The Twelve Networking Truths
  • RFC 1924: A Compact Representation of IPv6 Addresses
  • RFC 1776: The Address is the Message
  • RFC 1607: A View From The 21st Century
  • RFC 1606: A Historical Perspective On The Usage Of IP Version 9
  • RFC 1605: SONET to Sonnet Translation
  • RFC 1438: Internet Engineering Task Force Statements Of Boredom (SOBs)
  • RFC 1437: The Extension of MIME Content-Types to a New Medium
  • RFC 1313: Today's Programming for KRFC AM 1313 Internet Talk Radio
  • RFC 1217: Memo from the Consortium for Slow Commotion Research (CSCR)
  • RFC 1216: Gigabit Network Economics and Paradigm Shifts
  • RFC 1149: A Standard for the Transmission of IP Datagrams on Avian Carriers
  • RFC 1097: Telnet subliminal-message option
  • RFC 748: TELNET RANDOMLY-LOSE Option
  • RFC 527: The ARPAWOCKY

Véase también

Referencias

  1. Real Academia Española. «humor». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. «Frases de Nietzsche». Consultado el 21 de febrero de 2013. 
  3. Ramón Gómez de la Serna[1] Boletín RAMÓN nº 5, otoño 2002.
  4. Ramón Gómez de la Serna; “Gravedad e importancia del humorismo” en Una teoría personal del arte, Madrid, Tecnos, 1988 (1.ª Ed.), pág. 205
  5. R. Gómez de la Serna; Op. Cit., pág. 205
  6. S. Freud, Op. Cit., pág. 78
  7. Henri Bergson; La risa. Ensayo sobre la significación de lo cómico, Madrid, Alianza, 2008, pág. 139
  8. Wladimir Jankelevitch; La ironía, Madrid, Taurus, 1982 (1.ª Ed. 1964), pág. 37
  9. http://lablogoteca.20minutos.es/premios-20blogs/ediciones-anteriores/2013/
  10. Los grafistas se incorporan a la Asociación de Artistas Plásticos para El País, 20/02/1977.
  11. Jiménez, A. (2008). Picardía mexicana. México: Diana. Capítulo "Anotaciones del lector", pp. 253-268. ISBN: 978-968-13-4374-3
  12. Theodor Lipps; Komik und Humor, London, UK, Echo Library, 2006, pág. 50
  13. Evaristo Acevedo[2] Biografías y Vidas
  14. Evaristo Acevedo Guerra; Teoría e interpretación del humor español, Madrid, Editora Nacional, 1966, pág. 281
  15. Andrè Bretón; Antología del humor negro, Barcelona, Editorial Anagrama, 1972 (1.ª Ed.), pág. 10
  16. Wenceslao Fernández Florez, El humor en la literatura española, Obras completas. Tomo V, Madrid, Aguilar, 1956, pág. 991-92
  17. Pío Baroja, La Caverna del humorismo. Obras completas. Tomo V, Madrid, Biblioteca
  18. Julio Casares; El humorismo y otros ensayos. Obras completas. Volumen VI. Madrid, Espasa Calpe, 1961, pág. 44
  19. Rosa María Martin Casamitjana; El humor en la poesía española de vanguardia, Madrid, Gredos, 1996, pág. 30
  20. Op. Cit., pág. 566
  21. María Ángeles Torres Sánchez; Estudio pragmático del humor verbal, Cadiz, Universidad de Cádiz, 1999, pág. 10
  22. Sigmund Freud; El chiste y su relación con lo inconsciente, Madrid, Alianza, 2000 (1.ª Ed.). pág. 221
  23. Nélida Beatriz Sosa; “Del humor y sus alrededores” en Revista de la facultad 13, 2007. Argentina, FADECS-UNCo, pág. 179
  24. Charles Baudelaire; Lo cómico y la caricatura, Madrid, Visor, 1989, pág. 15
  25. Arthur Schopenhauer; El mundo como voluntad y representación, Barcelona, Planeta-De Agostini, 1996, pág. 68
  26. R. Schaeffer; The art of laughter, Nueva York, Columbia University Press, 1981, pág. 27
  27. Luigi Pirandello; El humorismo, Madrid, Espasa-Calpe, 1961
  28. Ramón Gómez de la Serna; Ismos, Madrid, Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior, 2002, pág. 32
  29. Mejor con salud.[3]
  30. Beneficios de sonreír.[4] naturísima.
  31. La risa y el buen humor, beneficiosos para la salud.[5] BUREAUDESALUD.
  32. La risa y el buen humor, beneficiosos para la salud.[6] BUREAUDESALUD.
  33. La risa y el buen humor, beneficiosos para la salud.[7] BUREAUDESALUD.
  34. La risa y el buen humor, beneficiosos para la salud.[8] BUREAUDESALUD.

Bibliografía

  • Análisis de la comicidad, José Serra Masana, Barcelona, 1972.
  • Humor Theory. The formulae of laughter, Igor Krichtafovitch, Outskitspress, 2006, ISBN: 9781598002225.
  • El humor y su concepto. Humor, humorismo y comicidad, Silvia María Hernández Muñoz, Zaragoza, Marzo de 2012.
  • El humor como estrategia y reflexión en la publicidad española (2007 y 2008), Silvia María Hernández Muñoz, Valencia, 2008.
  • Humor gráfico español del siglo XX. Prólogo de Álvaro de Laiglesia. Salvat Editores, Alianza Editorial. Madrid, 1970.
  • Humor absurdo, de Wikipedia.
  • Humor blanco, de Wikipedia.
  • Humor gráfico, de Wikipedia.
  • Humor hacker, de Wikipedia.
  • Humor negro, de Wikipedia.
  • Pereira Martins, C., O Humor como peculiar jogo de linguagem: mecânica, desregramento e subversão, In https://www.academia.edu/8636931/O_Humor_como_peculiar_jogo_de_linguagem_mecanica_desregramento_e_subversao

Enlaces externos