Batalla de Moscú

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Batalla de Moscú
Parte de Frente Oriental - Segunda Guerra Mundial

Tropas de refuerzo se dirigen al frente de Moscú en diciembre de 1941.
Fecha 2 de octubre de 1941 - 7 de enero de 1942
Lugar Óblast de Moscú y alrededores, URSS
Coordenadas 55°45′08″N 37°37′56″E / 55.752222222222, 37.632222222222
Resultado Decisiva victoria soviética
Beligerantes

Alemania Nazi

Unión Soviética
Comandantes
Bandera de la Alemania Nazi. Adolf Hitler
Bandera de la Alemania Nazi. Fedor von Bock
Bandera de la Alemania Nazi. Heinz Guderian
Bandera de la Alemania Nazi. Albert Kesselring
Bandera de la Unión Soviética Iósif Stalin
Bandera de la Unión Soviética Georgi Zhúkov
Bandera de la Unión Soviética Aleksandr Vasilevsky
Fuerzas en combate
Grupo de Ejércitos Centro
• 1.929.406 soldados
• 1.700 tanques
• 14.000 cañones
Luftwaffe
• 549-599 aviones
Ejército Rojo
• 2.136.405 soldados
• 1.230 tanques
• 7.600 cañones
Aviación soviética
• 936-1376 aviones
Bajas
250 000-400 000 650 000-1 280 000

La Batalla de Moscú (ruso: Битва под Москвой, tr: Bitva pod Moskvói; en alemán: Schlacht um Moskau) es el nombre dado por los historiadores soviéticos a dos periodos de lucha estratégicamente significativos en un corredor de 600 km del Frente Oriental durante la Segunda Guerra Mundial. Estos episodios tuvieron lugar entre el 2 de octubre de 1941 y el 7 de enero de 1942. El esfuerzo defensivo soviético había frustrado la estrategia de Hitler de tomar la ciudad de Moscú, capital de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y su ciudad más grande, y que era considerada el primer objetivo militar y político de la fuerzas del eje para la invasión de la Unión Soviética.

La estrategia ofensiva alemana denominada Operación Tifón consistía en el empleo de dos ejércitos en un movimiento de pinza. Un ejército, formado por los 3.er y 4.º Ejércitos Panzer atacaría al norte de Moscú contra el frente de Kalinin, cortando simultáneamente la vía Moscú - Leningrad. El otro ejército se dirigiría al sur del óblast de Moscú hacia el frente occidental soviético, al sur de Tula con el 2.º Ejército Panzer, mientras que el 4.º Ejército avanzaba directamente hacia Moscú desde el oeste. Una operación adicional con el nombre en clave Operación Wotan se había incluido en la fase final de la ofensiva alemana.

Inicialmente, las fuerzas soviéticas realizaron una estrategia defensiva del óblast de Moscú mediante la construcción de tres cinturones de defensa, desplegando reservas recién reclutadas y también trayendo tropas de Siberia y del distrito militar del lejano oriente. Subsecuentemente, a medida que lograban detener la ofensiva alemana, comenzaron a ejecutarse contraofensivas estratégicas soviéticas y operaciones ofensivas de menor escala para forzar a los ejércitos germanos a posicionarse en los alrededores de las ciudades de Oryol, Vyazma y Vítebsk, estando cerca de rodear tres ejércitos alemanes en el proceso.

Antecedentes

Invasión alemana de la Unión Soviética

El 22 de junio de 1941 Alemania y sus aliados del Eje atacaron al ejército soviético que ocupaba Polonia, tomando al liderazgo político soviético por sorpresa ya que este desoyó las numerosas advertencias que recibió del ataque alemán y por tanto la Wehrmacht alcanzó varias de las ciudades principales de la URSS como Minsk, Járkov, Kiev y en cuestión de un par de meses, el Ejército Alemán ya estaba en Smolensk, la puerta de acceso a Moscú. El Grupo de Ejércitos Sur se dirigía a conquistar Ucrania y el Grupo de Ejércitos Centro se dirigía hacia Moscú. Las defensas soviéticas eran desastrosas y las bajas catastróficas. A comienzos de agosto de 1941 los alemanes capturaron la ciudad de Smolensk, un importante puesto de defensa en el camino hacia Moscú, pero los enfrentamientos en el área de Smolensk bloquearon el avance alemán hasta mediados de septiembre, haciendo inviable el Blitzkrieg. Al reanudar el avance, el cuerpo Panzer de Heinz Guderian alcanzó las afueras del área moscovita, donde Hitler le ordenó que virase hacia el sur para apoyar el ataque de Gerd von Rundstedt sobre la ciudad de Kiev.

Situación previa del frente

El 30 de septiembre de 1941 las divisiones de tanques del II Grupo Panzer comenzaban el ataque hacia Moscú, cogiendo a los soviéticos desprevenidos y avanzando 60 km en un día.[1]​ El 2 de octubre de 1941, el Grupo de Ejércitos Centro bajo el comando de Fedor von Bock lanzó el ataque principal hacia la capital, la llamada Operación Tifón. El 10 de octubre, el mariscal de campo Georgi Zhúkov tomó el mando en sustitución del mariscal Semión Budionni, al cual se consideraba "mentalmente agotado", asumiendo Zhúkov la jefatura del Frente Oriental y de la defensa de Moscú. Como refuerzo, venían desde las regiones orientales importantes reservas de tropas siberianas frescas.

El Segundo Ejército alemán, habiendo franqueado la defensa ejercida por el Quincuagésimo Ejército Soviético, capturó Bryansk a finales de septiembre de 1941. A continuación, Orel también fue tomada el 3 de octubre. Las fuerzas alemanas luego intentaron avanzar a través de la línea defensiva entre las ciudades de Oriol y Tula. La localidad de Vyazma, al oeste de Moscú fue tomada el 13 de octubre. Pero Moscú no cayó.

Las fuerzas soviéticas del Frente Occidental, el Frente de Reserva, el Frente de Bryansk y el Frente de Kalinin, que defendían la ciudad, sufrieron considerables bajas, pero se mantuvieron peleando ferozmente. En Vyazma y Bryansk, los ejércitos alemanes cercaron a 660.000 soldados soviéticos y los arrollaron.[1]​ Los soviéticos perdieron así más de un tercio de las fuerzas acumuladas para la defensa de la ciudad durante el respiro de 78 días en el Frente del Centro desde la toma de Smolensk.[2]​ Tal fue la confianza del OKW alemán, que el Cuartel General del Grupo de Ejércitos Centro se trasladó de Róslavl a Spas—Demesk el día 6 de octubre y a Yújnov el día 10 de ese mismo mes, avanzando así cerca de 150 kilómetros en cuatro días y acercándose al suroeste de la capital soviética, llegando a 120 kilómetros de los suburbios de Moscú. En Moscú, el pánico empezaba a cundir entre la población civil, los moscovitas sabían que eran el próximo objetivo y empezaban a tomar iniciativas al respecto.

El 15 de octubre, la totalidad del cuerpo diplomático abandona Moscú. Se llenan los ferrocarriles con las obras de arte, tesoros y especies valoradas y parten en dirección al este pero con destino desconocido. Se instala la ley marcial, se detiene a todo sospechoso en las calles en busca de agentes alemanes encubiertos; los motines, saqueos y borracheras hicieron pensar en el caos de 1812 que culminó en el incendio de Moscú durante la invasión napoleónica. El 16 de octubre en una reunión de urgencia en el Kremlin Stalin, Mólotov, Malenkov, Beria y Aleksandr Scherbakov debatieron planes para minar fábricas, puente, ferrocarriles e incluso el metro de Moscú, si se daba el caso que el Ejército Rojo se viera obligado al combate urbano, el 19 se declara el estado de sitio y Beria trajo varios regimientos de la NKVD para restablecer el orden por la fuerza. Los "alarmistas" fueron fusilados junto con los saqueadores y los borrachos.

El general Georgi Zhúkov, recién llegado de Leningrado, comienza a ejecutar los planes de defensa de la ciudad, multitudes de ancianos, mujeres y niños son enviados a hacer fosos antitanque, aunque otros desbordan las estaciones de ferrocarril de Kazán (Kazanski) y Yaroslav (Yaroslavski). Bombarderos alemanes dejan caer octavillas sobre la ciudad con citas sarcásticas sobre el porvenir de Moscú, para incentivar el derrotismo de los civiles; ante ello las autoridades soviéticas advierten que recoger las octavillas alemanas, aunque sea para fumarlas, por parte de cualquier persona, se considerará un crimen castigado con la pena de muerte. Los jefes de la Wehrmacht germana, que ya vislumbran un rápido derrumbe del Ejército Rojo, se encontraron que a fines de octubre las cosas no andaban como ellos esperaban, una serie de escaramuzas locales les dio una señal de que el enemigo había redoblado sus esfuerzos para contenerlos y que efectivamente la Stavka soviética proyectaba defender Moscú.

Para fortuna de los soviéticos, el invierno ya hacía acto de presencia, de los lodazales del otoño (inusualmente lluvioso[1]​) que habían dificultado mucho la marcha de las unidades alemanas mecanizadas, ahora se presentaban nevazones tempranas, caídas de temperatura extremas y viento acompañado de lluvia helada. Los mismos civiles soviéticos se dieron cuenta que este invierno iba a ser diferente al manifestarse desde fines de octubre (con dos meses de adelanto), y en efecto iba a ser el invierno más extremo en 50 años. Tras las victorias en Bryansk y Vyazma el avance alemán se detuvo.[1]​ El OKW alemán solicitó perentoriamente el envío de ropas de invierno y vituallas para el efecto, pero tozudeces y descoordinaciones dificultaron el abastecimiento. Ante la insistencia, el dictador alemán Adolf Hitler arguyó que el soldado alemán es superior ante cualquier raza y adversidad y las insistencias cesaron por parte de los oficiales del ejército alemán.

La estrategia alemana

Para el 15 de noviembre, mientras arrecian las lluvias heladas, aún no hay movimientos importantes, el Alto Mando Alemán (OKW) duda en realizar la operación, surgen cuestionamientos y posiciones encontradas que deben ser zanjadas.

En la localidad de Orsha se hace una reunión de evaluación de la situación general, donde acuden los líderes de la Wehrmacht en el sector moscovita. Algunos generales abogan por atrincherarse y pasar a la defensiva manteniendo las actuales posiciones, otros calculan que a lo sumo aún quedan tres semanas de buen tiempo, pudiendo realizarse la embestida contra la capital soviética y así luego apoyar al ejército del Grupo de Ejércitos Norte, que está muy debilitado. Al plantearse esta estrategia se aquilata que cualquier retraso acarrearía graves dificultades y sufrimientos para la infantería y los vehículos, pudiendo comprometerse la totalidad del frente, que hasta ahora permanecía sólido. El general alemán Erich Hoepner comenta que debido a la carencia de abastecimientos se está creando una creciente debilidad de la moral en la tropa y en su capacidad ofensiva.

Llega una directiva de Hitler que azuza a sus generales a tomar Moscú lo antes posible, además se incluye que no se aceptará ninguna capitulación, la ciudad deberá ser bombardeada y los civiles obligados a huir o a morir por hambre, sólo se tomará la ciudad una vez liquidada su población. Se agrega una instrucción especial de destruir con dinamita el Kremlin.

Se toma la decisión, se continuará apenas cesen las lluvias, la estrategia es usar el ataque de pinzas rodeando primero la capital por el norte con una ofensiva hacia Kalinin y hacia Klin y por el sur desde Tula hacia el río Oka para embolsarla.

El 4.º Ejército de Von Kluge es el encargado de realizar la operación, y ésta comienza el 20 de noviembre de 1941.

El grupo "Mitte" o Centro envolverá Moscú, El IX y el III Grupo Panzer irán a Rashev y Kalinin, el IV Grupo Panzer de Hoeppner irá por el norte, el 4.º Ejército tomará la posición MozhaisKaluga, el 2.º Ejército después de limpiar la bolsa de Briansk irá al sudeste. Guderian con su II Grupo Panzer irá por Tula y Kolomna.

La estrategia soviética de defensa

Civiles moscovitas cavan una zanja antitanque en las afueras de Moscú

Zhúkov estableció tres líneas de defensa principales, previendo un ataque en forma de pinzas. La primera línea iba desde el poblado de Rzhev hasta Vyazma con una extensión de 200 km hacia el oeste. La segunda línea Kalinin—Mozhaisk—Kaluga defendía el centro de la capital y la tercera línea de defensa era la misma capital que se iba a fortificar en forma de erizo. Miles de obreros, mujeres y niños salieron a las calles a cavar zanjas, montar defensas antitanque y trampas. También se colocaron en el mayor secreto cargas de dinamita en puntos estratégicos de la capital para volarla si era absolutamente necesario.

Los escuadrones siberianos venidos desde oriente aún no llegaban a destino, Stalin programó además un desfile en la Plaza Roja donde desfilarían los batallones y de allí se dirigirían directos al frente. El Gobierno Soviético fue evacuado hacia el este, a la ciudad de Kuybyshev (la actual Samara) aunque el líder soviético, Stalin, permaneció en Moscú para dar un ejemplo de determinación para los soldados y los cada vez más desesperados civiles. Stalin ordenó realizar en la Plaza Roja el tradicional desfile militar del 7 de noviembre conmemorando la Revolución de octubre, a pesar del peligro que representaban los bombardeos alemanes, pero Stalin dijo que se concentraran todas las baterías antiaéreas disponibles en torno a la capital. En Moscú, Stalin decidió que los refuerzos cruzarían por la Plaza Roja, por delante del mausoleo de Lenin y marcharían directamente a enfrentarse al invasor al campo de batalla incluso, algunos tanques T-34 que desfilaron iban sin pintar, saliendo directamente de las fábricas hacia el frente. En las fábricas cercanas se armaban a toda velocidad cientos de tanques T-34 para ser usados en la batalla inminente, muchos salieron sin pintar de allí. Se fortificaron los edificios y se plantaron cientos de nidos de ametralladoras antiaéreas comprometiendo a 24.000 civiles. Por el norte estaba Timoshenko, por el centro estaba Zhúkov y por el sur el general Yeriómenko.

El avance hacia la capital

La primera fase

El Frente Oriental durante la Batalla de Moscú:      a 9 de julio de 1941      a 1 de septiembre de 1941      a 9 de septiembre de 1941      a 5 de diciembre de 1941

Las acciones comenzaron el 17 de noviembre de 1941, apenas cesaron las lluvias con ventiscas,[1]​ el III Grupo Panzer de Hoth se dirige en la línea norte hacía RashevKalininKlin. El grueso del ejército se dirige por la carretera SmolenskMoscú y ocupa desde Podolsk a Maloyaroslavets, para luego desbordar en Kaluga. El IV Grupo Panzer de Erich Hoepner ocupa la línea desde Ruza hacia Volokolamsk por todo el borde occidental del río Moscova, por el lado norte y avanzando hacia el centro. El II Grupo Panzer de Heinz Guderian se dirige hacia Tula y después debe doblar hacia Kolomna por el norte, rebasando el río Nara y el río Oká. Guderian va solo con unidades mecanizadas, la Grossdeutschland se le adelanta para tomar Tula y no lo consigue. El frío se hace sentir, súbitamente las temperaturas llegan a -30 °C y descienden aún más, hasta alcanzar los -42 °C. Von Kluge, para tener aún una mejor posición, se instala en Maloyaroslavets, casi en la línea de fuego. De ahí envía a su XIII Grupo Panzer para tomar Kaluga y a su LVII Cuerpo para tomar Bórovsk.

El II Grupo Panzer de Guderian queda detenido en la ribera del río Oká enfrentándose a divisiones de origen mongol que le ponen en difíciles aprietos. Aquí capturó un tanque de origen inglés, tanques cuyas tripulaciones se trataban por lo general de latas inglesas que no servían nada más que para fundir estufas.

Prosigue el rápido Heinz y captura sucesivamente Yefremov, Dedinovo, Poliania y se acuartela en la finca de Yasnaia, la casa de Tolstói, donde está también su tumba... completamente llena de explosivos, lista para ser dinamitada. El 27 de noviembre Guderian logra franquear el Oká, pero a costa de muchas bajas, recibiendo además una contraofensiva del 239º Cuerpo siberiano ruso, que lo detiene en seco, sembrando la nieve de cadáveres alemanes. El 28 de noviembre se producen los combates más fieros entre los SS Das Reich y la 78.ª División siberiana al tomar Istra; el termómetro marca -40 °C y la luz solar apenas dura 5 horas. Guderian y Hoepner acicatean a Von Kluge, cercado en Maloyaroslavets, para que coordine un ataque en línea en las tres direcciones; es la única forma de salir del estancamiento.

Von Kluge accede a realizar un esfuerzo supremo el 30 de noviembre, Halder recibe información de Inteligencia que le señala que el enemigo ha traído divisiones siberianas de refresco, 20 de ellas se han estacionado a la entrada de Moscú, el ejército alemán sólo cuenta con una, la 225.ª División de Infantería, Franz Halder informa a Walther von Brauchitsch, comandante en jefe de las operaciones en Berlín, que el ataque no tiene sentido y que la tropa está al límite de sus fuerzas, muchos soldados se echan a morir en la nieve y se niegan a luchar. Von Brauchitsch se entrevista con Hitler (10 de noviembre de 1941) y le propone la suspensión del ataque a Moscú hasta la primavera, Hitler le escucha a medias, palidece y le interrumpe secamente vociferando: -"¡Quiero Moscú, no me impediréis tener Moscú!". Von Brauchitsch sale del despacho de Hitler mudo, temblando y blanco como la nieve en el frente ruso (en 1939 había pasado una situación similar al sugerirle la imposibilidad de conquistar Europa), sufre un ataque cardíaco[1]​ y se incapacita; Al día siguiente es destituido y Hitler asume la total comandancia de las operaciones.

La ciudad de Kalinin fue tomada el 4 de diciembre de 1941. Unidades panzer rebasan el río Klin y se posicionan frente a Oseretkoye. Hitler vocifera por el teléfono, acicatea a Von Bock, insulta a Guderian por no consolidar su cabeza de puente en el Oka. Casi al mismo tiempo, el 5 de diciembre, después de una agotadora marcha impedida por el barro se toma la orilla, a costa de muchas bajas alemanas.

El "General Invierno"

Impactante ínstantánea que muestra la retirada alemana desde Moscú en condiciones climatológicas extremas.

Mientras tanto, el avance alemán estaba ralentizándose. Los alemanes estaban casi paralizados al comenzar las lluvias de otoño, habiéndose tornado los caminos en extensiones de lodo. Al iniciarse la helada a principios de noviembre, los alemanes pudieron utilizar los caminos nuevamente, pero enfrentados a la problemática de no estar bien equipados para la guerra invernal, puesto que Hitler había previsto una rápida victoria en verano. Tanto la ropa de abrigo como el camuflaje blanco eran escasos, además, tanques y vehículos quedaban inmovilizados al descender las temperaturas por debajo del punto de congelación. Había que encender hogueras bajo los motores antes de hacerlos partir, muchos tanques tenían sus orugas pegadas al suelo helado. La Luftwaffe, en la que se apoyaba fuertemente la infantería, a menudo se tenía que quedar en tierra.

En efecto, los aceites, los líquidos hidráulicos y los anticongelantes no resistían el frío extremo, las armas se atascaban por el hielo o dejaban de funcionar como los subfusiles MP40 y las ametralladoras MG34; también al tocar un tanque o superficie metálica con la mano desnuda se queda pegada y se procede a la amputación . Los motores Diésel no parten ni aun prendiendo hogueras bajo ellos, hay que abandonar las máquinas, el pan, la grasa y mantequilla se endurecen hasta el punto de quedar incomestibles, se gripan las armas automáticas y es necesario quitarles las armas a los cadáveres rusos pues éstas sí funcionan y bien.

Para lograr camuflarse se derrama sobre las máquinas pintura blanca conseguida en algún granero o bien, llegada desde la intendencia. En su desesperación, muchos hombres se echaban sobre sus uniformes cortinas e incluso manteles arrebatados de las casas de los campesinos.

Cada cadáver enemigo contiene armas que funcionan (como el subfusil PPSh-41 que no se congelaba debido al mayor espacio entre sus partes móviles), ropas adecuadas, botas gruesas, etc. El tomar estas cosas constituye una esperanza de salvarse pero también conlleva el riesgo de fusilamiento, pues va contra el reglamento. Muchos oficiales alemanes hacen la vista gorda. Normalmente los rusos atacaban durante la madrugada, cuando las temperaturas eran todavía más bajas.

El sufrimiento del soldado de infantería frente a ese extremo escenario llegó a cotas difíciles de vencer. Además, el invierno de 1941-1942 fue inusualmente frío incluso para los estándares rusos (hacia -40). No obstante, tras la guerra, Zhúkov acusará a los alemanes de excusar su derrota en el frío, afirmando en sus memorias que "en los días de noviembre de la ofensiva general alemana, la temperatura oscilaba entre los 7 y los 10 grados centígrados bajo cero".[3]

La defensa soviética en las proximidades de Moscú fue increíblemente heroica. Los soviéticos enviaron miles de reclutas y voluntarios, inclusive batallones de mujeres para enfrentarse al fuego de las metrallas alemanas.

Fue precisamente en el frente de Moscú donde se acuñó el término Panfilovtsy: Ivan Panfilov, comandante de la División 316 de Fusileros, murió en un duro y suicida enfrentamiento de infantería contra tanques alemanes. Sólo un puñado de soldados soviéticos gravemente heridos sobrevivieron a la carnicería. Murieron también en ese enfrentamiento un gran número de soldados alemanes.

Segunda fase: Contraofensiva soviética

La contraofensiva soviética en invierno, 5 de diciembre de 1941 a 7 de mayo de 1942

El 5 de diciembre de 1941, Zhúkov lanzó un masivo contraataque soviético contra el ejército alemán, que estaba a escasos 42 km del borde externo de la capital, en la más grande ofensiva lanzada contra el Grupo Central. La ofensiva se desarrolló en todos los sectores en el área moscovita el 6 de diciembre. Durante el otoño, Zhúkov había estado transfiriendo fuerzas soviéticas frescas y bien equipadas desde Siberia y el Extremo Oriente ruso hasta Moscú, pero manteniéndolas en la retaguardia hasta la fecha determinada para la contraofensiva. Zhúkov contaba con información de inteligencia provista por Richard Sorge, quien ya había advertido precisa y oportunamente sobre la Operación Barbarroja, informando que Japón no atacaría en el este. Con el enemigo demasiado cerca del centro de Moscú como para ignorarlo, Zhúkov lanzó estos refuerzos contra las líneas alemanas, en conjunto con los superiores tanques T-34 y lanzadores de cohetes Katyusha recientemente construidos. Las nuevas tropas soviéticas de origen siberiano estaban preparadas para la guerra invernal, y entre sus filas se contaban muchos batallones skiinglski. Los congelados y agotados alemanes fueron derrotados y obligados a retroceder de 100 a 250 km para el 7 de enero de 1942.

Los soviéticos consolidaron sus posiciones en abril de 1942, habiendo repelido la amenaza alemana fuera del alcance de Moscú. La victoria en la batalla de Moscú proveyó de un importante empuje para la moral soviética, en tanto que el ejército alemán había perdido su aura de invencibilidad. No habiendo podido derrotar a la Unión Soviética en un rápido ataque, los alemanes tuvieron que prepararse para una larga y sangrienta guerra de posiciones. La Blitzkrieg no tuvo éxito. Guderian fue destituido por Von Kluge al no poder tomar Moscú.

Como resultado del exitoso contraataque, Tula fue liberada por los soviéticos el 16 de diciembre de 1941. Al norte de Moscú, Kalinin fue liberada el 7 de enero de 1942. Sin embargo falló la operación de liberación de Vyazma, llevada a cabo hasta el 20 de abril de 1942, por lo que los alemanes continuaron amenazando Moscú desde esta dirección.

De acuerdo a fuentes occidentales y soviéticas, alrededor de 700.000 hombres del Ejército Rojo murieron, fueron heridos o dados como desaparecidos durante la fase defensiva y la posterior contraofensiva, en tanto que 250.000 soldados del Eje murieron, fueron heridos o dados como desaparecidos durante el total de la batalla. Por el heroísmo de los defensores se le dio a la ciudad de Moscú el título de Ciudad Héroe en 1965, conmemorando el vigésimo aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania Nazi en 1945.

Estabilización del frente

Archivo:Poster Defend Moscow.jpg
Cartel de propaganda ruso pidiendo a los soldados que defiendan Moscú.

Ignorando los consejos de sus generales, Hitler no ordenó la retirada general. Esta orden es hasta hoy en día motivo de discusión, ya que varios expertos,[4]​ como el general Günther Blumentritt, aseguran que una retirada en pleno invierno hubiera concluido con la masacre de las tropas alemanas, ya que la práctica de tierra quemada y los caminos intransitables hubieran obligado a los exhaustos alemanes a abrirse paso por el campo, fácilitando su captura al enemigo. Sin embargo, esta correcta decisión de Hitler, tomada por razones políticas, lo motivaría a ignorar cada vez más el consejo de sus oficiales en el futuro, con desastrosos resultados.

Desde la Navidad de 1941, los alemanes empezaron a observar que la fuerza del contraataque ruso había decaído, y aunque los alemanes siguieron cediendo terreno, esto se realizó de manera más organizada. Para finales de febrero de 1942, el frente de Moscú se estabilizó,[1]​ esto nunca significó que el peligro hubiera terminado, ya que las bajas temperaturas siguieron causando bajas en los ejércitos alemanes, no obstante, la actividad bajaría y la atención de Hitler se desviaría hacia el Cáucaso, , en dirección a Stalingrado donde la Wehrmacht estaba mostrando resultados positivos.

Referencias

  1. a b c d e f g Assmann, Kurt, “The Battle for Moscow: Turning Point of the War,” Foreign Affairs 28:2 (1950)
  2. Stolfi, R.H.S.: "Barbarossa Revisited: A Critical Reappraisal of the Opening Stages of the Russo-German Campaign (June-December 1941)". Journal of Modern History 54:1, (1982)
  3. Zhukov, Georgi (junio de 2009). Grandes batallas de la II Guerra Mundial: Moscú, Stalingrado, Kursk y Berlín. Barcelona: Ediciones Península. p. 103. ISBN 978-84-8307-883-9. 
  4. Beevor, Antony (1999). Stalingrad. Londres: Penguin Books. p. 43. 

Bibliografía

  • Nach Moscú. Editorial Zig Zag, 1961.
  • La segunda guerra mundial, de Raymond Cartier. Editorial Planeta.
  • Stolfi, R.H.S.: "Barbarossa Revisited: A Critical Reappraisal of the Opening Stages of the Russo-German Campaign (June-December 1941)". Journal of Modern History 54:1,(1982)

Enlaces externos