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Diferencia entre revisiones de «Historia precolombina de Chile»

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Chile prehispánico, antiguamente denominado como Prehistoria de Chile, es el período histórico que se extiende desde la llegada de los primeros habitantes al actual territorio continental chileno, por lo menos en el 12800 a. C., hasta la llegada de los colonizadores españoles a Copiapó, en la expedición de Diego de Almagro, el 21 de marzo de 1536.[1]

Teorías de poblamiento americano

Teoría oceánica de Paul Rivet

Existen varias teorías sobre el poblamiento americano; sin embargo, la más aceptada es la de Paul Rivet,[2]​ quien plantea que el hombre llegó a América desde varios lugares:

Con el tiempo, estos habitantes se transformaron en diversos grupos que poblaron Chile de norte a sur.

Paleoindio

Yacimientos de Monte Verde y Pilauco Bajo

Monte Verde

Monte Verde es un importante yacimiento arqueológico descubierto en 1976. Es un asentamiento humano del pleistoceno tardío ubicado en la Región de Los Lagos, en el sur de Chile. Es, con una edad de 14800 años antes del presente, uno de los asentamientos humanos más antiguos descubiertos en toda América.[3][4]

cultura toltecacultura olmecaCultura San AgustínCultura clovisLagoa SantaTaima TaimaCavernas de TulumpacaicasaModernidadPeriodo Posclásico de AméricaPeriodo Clásico de AméricaPeriodo Formativo de AméricaPeriodo Arcaico de AméricaPaleoindioHistoriaCulturas americanas3.ª migración (D)2.ª migración (B)1.ª migración (A)

Hace 14 800 años, un pequeño grupo humano, denominado «cultura monteverdina», habitaba en las cercanías del río Maullín, en las inmediaciones de la actual ciudad de Puerto Montt. Sus restos arqueológicos fueron excepcionalmente bien conservados por causas naturales fortuitas que permitieron la formación del sitio.[5]​ En 1997, luego de la verificación de sus datos por un grupo de científicos, reconociéndolo como uno de los sitios más antiguos de América habitado por seres humanos que se haya podido verificar hasta el presente, el descubrimiento puso fin al Consenso de Clovis que postulaba el poblamiento tardío del continente americano y dio sustento a ideas como la del poblamiento temprano.[4][6][7]

Herramientas en Pilauco

El 13 de febrero de 1986, a través del Diario Austral de Osorno,[8]​ se informaban de la existencia de restos de un animal prehistórico, que se encontraron mientras se realizaban las excavaciones para construir un nuevo conjunto habitacional, en lo que hoy se conoce como Villa Los Notros, en el sector de Pilauco.

Las piezas encontradas correspondían a una mandíbula con parte de sus molares, una vértebra, una costilla y trozos no identificados del animal, que en esos momentos se presumía que correspondían a un mastodonte o un megaterio. Tendrían que pasar más de 20 años, para que un equipo de la Universidad Austral de Chile, encabezado por el doctor Mario Pino, informara que se trataba de un gonfoterio, el que además, se encontraba acompañado de una serie de elementos asociados a la flora y fauna del Pleistoceno.

En los veinte años que pasaron, desde que se descubrieron las piezas del Gonfoterio y la ejecución del estudio desarrollado por la Universidad Austral, se pasó desde una situación de grandes expectativas a un total olvido, debido principalmente, a la falta de recursos humanos y financieros, para abordar un estudio más acabado del sitio Pilauco. Hasta que se presenta y aprueba por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), la iniciativa denominada “Investigación Paleontológica del Sitio Pilauco Bajo”. La investigación se ejecutó entre el mes de noviembre de 2007 y el mes de marzo de 2008.[9]​ Además encontrándose una serie de instrumentos líticos que fueron estudiados. El 19 de abril de 2012 fue publicado un resumen preliminar en que se databan las muestras entre 12.000 a 14600 años. A los investigadores, además les generó curiosidad la gran cantidad de talones puntiformes (el lugar donde se golpea el guijarro) que son propios de fases de elaboración más avanzadas, rasgos que pudieron ser confeccionados utilizando un percutor muy duro, que le permitió producir este tipo de rasgo tecnomorfológico Asimismo la presencia de láminas (fragmentos más largos que anchos), debieron exigir a los habitantes del lugar un tipo de técnica extractiva específica.[10]

Cultura Chinchorro

La cultura Chinchorro fueron un grupo de pescadores que habitaron la costa del Desierto de Atacama entre el 7020 al 1500 a. C., desde Ilo (Perú) por el norte hasta Antofagasta (Chile) por el sur, estableciéndose su núcleo en la actual ciudad de Arica y el valle de Camarones.[11]​ Destaca entre otros grupos de cazadores recolectores tempranos por sus excepcionales ritos funerarios, siendo los primeros, a nivel mundial, en momificar artificialmente a sus muertos.[12]​ Sus momias son las más antiguas del mundo, y aun tienen ADN que está siendo revisado.

Zona Central

Mina más antigua de América

En el año 2008, Diego Salazar y un grupo de investigadores de la Universidad de Chile descubrieron una antigua mina en la quebrada San Ramón, al norte de Taltal. En el 2009 los restos encontrados y las cotas analizadas arrojaron su data: entre 10 y 12 mil años de antigüedad.[13]​ El 20 de mayo de 2011, la revista Current Archeology confirmó el hallazgo: el yacimiento encontrado es la mina más antigua de América, y según Conicyt es una de las investigaciones más importantes realizadas en Chile durante el 2010. Se trata de una mina de óxido de hierro, mineral de altísimo valor en la época, pues se usaba para realizar pinturas con fines ceremoniales en los cuerpos de los difuntos y para ornamentar objetos.[13]

Su hallazgo revoluciona la concepción que teníamos de los indígenas que habitaron el área [refiriéndose a la cultura huentelauquén que habitó la zona entre lo que hoy es Los Vilos y Antofagasta hace 9000 y 12000 años]. Hoy solo tenemos rocas y huesos pintados, por lo que los próximos pasos serán determinar con qué indígenas intercambiaban el material y detallar cómo era usado por los mismos indígenas.
Daniel Salazar al periódico La Tercera[13]

Su cultura siempre fue concebida como la de una sociedad básica que recolectaba y pescaba en la costa del norte de Chile. Sin embargo, el tamaño de la mina y la cantidad de extracciones que eran capaces de hacer cambiaron esta creencia.[13]

La laguna de Tagua Tagua

De acuerdo a estudios de polen realizados en la zona de la Laguna de Tagua Tagua, se estableció que, en gran parte del Pleistoceno superior, predominaba un clima más frío que el actual, con una cubierta arbórea representada por especies del bosque valdiviano como coigües, robles y lengas. Alrededor de hace 10 000 años, disminuye la formación del parque de coníferas por aumento de la temperatura.[14]​ El humano se asentó en esta zona hace aproximadamente 12 000 años.[15]​ Se creía que eran los más antiguos pobladores de las tierras que forman el actual territorio chileno; sin embargo, posteriormente las investigaciones realizadas por Tom Dillehay en el ya famoso sitio paleoindio de Monteverde, en las cercanías de Puerto Montt, han determinado que la datación basal de este otro sitio es de aproximadamente 14 800 años antes del presente[16]​ sitúan a esa zona como el asentamiento humano más antiguo de Chile (Tagua Tagua bordea los 11000  años antes del presente), e incluso como uno de los más tempranos del continente americano.

Estos primeros cazadores americanos, a quienes los arqueólogos han llamado “paleoindios”, así como al estadio de desarrollo cultural que los describe, se ubicaron en Tagua Tagua para acechar y cazar a estos grandes animales que quedaban entrampados en los pantanos del lugar, para lo cual utilizaron una sencilla pero eficiente tecnología como grandes bloques de piedra y lanzas armadas con filosas puntas de proyectil de cuarzo finamente talladas.

Hace 12500 a. C. llegaron al Valle de Tagua Tagua los primeros pueblos cazadores recolectores siguiendo el rastro de grandes animales como mastodontes, caballos americanos y ciervos de los pantanos. El cambio climático debido al fin de la última Glaciación, el progresivo avance en la utilización de técnicas de cultivo y la domesticación de animales permitieron la paulatina sedentarización de estos pueblos, que se establecieron en el curso de los ríos y en los valles formados por la cordillera de la costa, para cultivar maíz, porotos, quínoa y zapallo, y para aprovechar la variedad de peces y mariscos que les otorgaba el mar y las maderas de las quebradas costeras plenas de arrayanes, boldos, canelos, maquis y peumos.


Esta laguna, que se situaba a 4,73 km al sur de San Vicente, fue desecada en el siglo XIX, encontrándose restos de animales prehistóricos como mastodontes, caballos americanos y sapos gigantes. Hasta hace muy poco se creía que era el lugar de ocupación humano más temprano de Chile (9500 a. C.), pero se encontró el ya citado de Monteverde, cerca de Puerto Montt, que era 1500 años más temprano (11000 a. C.). Arqueólogos y Paleontólogos de todo el mundo han visitado los socavones del piso desecado de la laguna, haciendo importantes hallazgos.

Naturalistas, como Claudio Gay, visitaron la laguna haciendo estudios arqueológicos a pesar de no ser arqueólogos.

Alrededor del año 1833, Javier Errázuriz Sotomayor concibió un proyecto de desagüe parcial de la laguna, la que carecía de un desagüe natural, provocando inundaciones durante los años especialmente lluviosos. Los trabajos duraron cerca de diez años. Es posible que un súbito aumento del nivel de las aguas hubiese provocado que estas irrumpieran con fuerza en el túnel 34°27′50.47″S 71°10′0.35″O / -34.4640194, -71.1667639 que se estaba construyendo para tal efecto, el que, incapaz de contener la crecida, fue deshecho por ella dejando libre paso a sus aguas y desecando la laguna.

Los Vilos

Esta zona estuvo poblada desde hace más de 10000 años. Pero la memoria impuesta por la cultura española nos hace pensar que existe solo desde que llegaron los europeos. En Los Vilos, en la denominada Quebrada de Quereo, fueron hallados restos óseos perteneciente a varias especies del género Mastodonte con una data de más de 12.000 años, así como asentamientos humanos que superan los 6.000 años de antigüedad. El reconocido arqueólogo de la Universidad de Chile, Donald Jackson, a través de conferencias a escolares y público adulto, ha instado a generar conciencia acerca de la necesidad de proteger el patrimonio arqueológico y antropológico existente en este lugar.

Hace 10.000 años el nivel del mar estaba 100 metros más abajo. Muchas de las ocupaciones de ese periodo quedaron debajo del mar

El Periodo Arcaico de América comenzó hace aproximadamente 10 mil años (8000 a. C.) con los inicios del Holoceno, es decir, cuando terminaron las glaciaciones y duró hasta el surgimiento de la civilización olmeca que se calcula hacia el 1500 a. C. El grande protagonista de este periodo lo constituye la agricultura, que en América surge en tiempos similares al resto del planeta, es decir, antes del 6000 a. C. Alimentos fósiles de maíz, calabaza, patatas, animales domésticos y otros han sido encontrados en Mesoamérica y Suramérica con dataciones de hasta hace 10 mil años. Con el descubrimiento de la agricultura, los pobladores americanos comienzan el proceso de asentamiento definitivo y pasan del nomadismo milenario al sedentarismo, lo que les abre la vía al desarrollo de culturas más elaboradas que terminaran con el surgimiento de la primera más grande civilización del continente: la Olmeca. Hacia 1995, el registro arqueológico de los cazadores recolectores del Holoceno tardío en Los Vilos se caracterizaba como ocupaciones que:

...adquieren un carácter intensivo, que se manifiesta en depósitos densos compuestos por una gran variedad de moluscos. Incluyen tanto bivalvos como gastrópodos, estos últimos frecuentemente fracturados, asociados a erizos y a varias especies de crustáceos. Reflejan una explotación intensiva de la biodiversidad malacológica del sistema intermareal ..
D.Jackson y colaboradores[17]

En las terrazas litorales que rodeaban a Los Vilos, el ambiente se encuentra significativamente influenciado por el medio marino. Durante el Holoceno, su nivel cambió, pudiéndose establecer posterior a los 4000 adC. el inicio de una serie de fluctuaciones menores hacia su posición actual.[18]​ Estos cambios pueden estar relacionados a eventos climáticos denominados como Neoglaciales, o tiempos caracterizados por una menor temperatura y mayor pluviosidad .[19]​ Sitios de ocupación del Holoceno tardío son : el Cabo Tablas-Ñagué ,Punta Penitente ,Paso Inferior Conchalí . Punta Chungo , Los Cerrillos y la Quebrada de Quereo.[20]​ El nivel cultural Quereo III es un nivel de ocupación distinto en relación a las ocupaciones finipleistocénicas. En este nivel cultural holocénico tardío se identificó una industria principalmente constituida por el aprovechamiento de guijarros. En cuanto a la subsistencia, destaca el consumo de otáridos y ausencia de bivalvos.

Llama la atención (...) la práctica ausencia de bivalvos, pelecípedos, peces y fauna terrestre. Es decir, no hay restos de explotación de playas arenosas, mientras que (...) habla a favor de prácticas de recolección de mariscos de rocas, en el ámbito de la desembocadura
L. Nuñez[21]

El Período Arcaico en Chile Central: los cazadores especializados (8000-600 a. C.)

Cazadores Recolectores Avanzados

Cazadores Recolectores Avanzados 6000 a. C. - 2500 a. C..

El Cementerio más antiguo del país

Al hacer un camino en 1948 en el borde del cerro, se encontraron múltiples restos funerarios en Cuchipuy (< quechua cuchicuy, ‘sin náusea’, o cutichupuy, ‘devolver u olor de almas’), a unos 7 km al sur de San Vicente.[22]​ En el año 1976, tras investigaciones realizadas por el Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, quedó al descubierto el más antiguo de los cementerios del país, un lugar intensamente utilizado por estos grupos entre el 6000 y el 3700 a. C. Restos óseos humanos, correspondiente a más de cien individuos, fueron extraídos de cuatro niveles superpuestos,[22]​ siendo el más profundo de ellos uno de los más antiguos de América, con una data del XI milenio a. C.[23]

Periodo Preagroalfarero

Norte

Los primeros habitantes del territorio llegaron por el norte, y eran cazadores recolectores. Los primeros se desplazaron al parecer por las planicies andinas en búsqueda de animales, que se encontraban en las quebradas del desierto de Atacama. Probablemente llegaron hacia el 13 000 a. C., siendo uno de los yacimientos más antiguos el de Ghachi, ubicado cerca de San Pedro de Atacama. Su técnica era primitiva, pues desconocían las puntas de proyectil, y su herramienta más usada era el hacha de mano.

Otro importante yacimiento, que marca un hito cultural, es Puripica, a 33 km al noreste de San Pedro de Atacama, apareciendo puntas de proyectiles en forma de hojas de sauce y laurel, fabricadas con basalto.

Un complejo más reciente es el complejo industrial de Tambillos, que es un sitio de caza, en donde se han encontrado muchas puntas de proyectiles y chuchillos, raspadores y perforadores.

La aparición de estos últimos yacimientos, por el 4000 AC, implica además un cambio en la dieta alimenticia, de grupos nómadas de cazadores, pasaron a tener mayor preponderancia la recolección de semillas y frutos. Probablemente afecto en esta evolución algunos cambios climáticos y movimientos de especies animales

Eso ocurre en la región altiplanica y precordillerana, en la región costera la preponderancia es de la actividad pesquera. Las más antiguas muestras de aquello son grandes conchales, en Arica, Pisagua, Taltal, Antofagasta y otros sitios.

La dedicación a la actividad pesquera trajo varios cambios, la pesca debió proporcionar mayor seguridad alimenticia, y las bandas se agrupaban en macrobandas, como lo demuestra la gran cantidad de conchales.

En Arica destaca la presencia de la cultura Chinchorro, famoso por tener las momias más antiguas del mundo, demostrando que se está alcanzando un nivel cultural alto.

En los valles transversales del Norte Chico se encuentra otras poblaciones, que estaban en vías de pasar al estado Agroalfarero como la Cultura Huentelauquén, ubicada en el valle de Choapa. Destaca esta cultura por la posesión de piezas líticas triangulares y polígonas, llamadas "cogged stones", y que se utilizaban para moler, revelando la existencia de un Horizonte de Piedras de Moler. Este artefacto solo es conocido en California y en Chile.

El paso en la zona norte del preagroalfarero al agroalfarero se dio por el éxito de la introducción de la agricultura, que triunfó en el área andina, valles, ríos y quebradas. En la costa un grupo seguía viviendo de la misma manera que sus antepasados hasta la conquista española, eran los Changos, que tenían una economía basada en productos marinos.

Chile Central

El clima en la zona central, al ser más húmedo que en el norte, conspira contra la conservación de los restos prehistóricos. El resto más antiguo es el de Tagua Tagua, que está estimado por el 9000 a. C. La desertificación debió causar movimientos de animales, que obligaron al hombre a dirigirse a la costa, mezclándose con las culturas costeras del norte, lo que explicaría la aparición de numerosos conchales, como de La Raspa, de Las Ventanas y de Cáhuil.

El nivel cultural subió, y se encuentran herramientas como los choppers y chopping-tools, raspadores, lascas, etc., que han sido encontrados entre huesos de lobos de mar y aves, que también trabajaban para desprender los mariscos de las rocas.

No se sabe cuando adoptaron la agricultura, pero seguramente vino del norte, por influencia de la cultura de Complejo El Molle, pues con ella estuvieron contacto, como lo atestiguan los objetos mollenses obtenidos en sus conchales. La cultura Molle devino en las culturas Bato y Molle.

Sur

El clima se hace aún más húmedo en la Zona Sur y por eso no se han hallado muchos restos. Sin embargo es aquí donde se encontró el yacimiento más antiguo de todo el país. En Monte Verde, en las cercanías de Puerto Montt, y en Pilauco Bajo en Osorno, se hallaron restos datados en unos 14.000 a 14 800 años de antigüedad. Se trata de restos de viviendas, madera trabajada y alimentos de origen animal y vegetal, y herramientas líticas.

Entre Concepción y Valdivia solo se sabe de unos cuantos conchales que nos dicen muy poco. Tiene una industria lítica de cuarcita gris, con puntas de flecha dentadas y con barbas. Se desconoce si este complejo incluye un esbozo de industria alfarera, pero se cree que perduró hasta el periodo agroalfarero como modo de vida de pescadores y recolectores.

En Chiloé en cambio si se han encontrado conchales que entregan más información, en los cuales se encuentra una industria a base de guijarros conocidos como choppers, y una cerámica incipiente, en una fase superior. Se le da una data a estos instrumentos de unos 6000 años, constituyéndose en los más antiguos de su clase.

Extremo Sur

En este sector habitaron varios grupos nómades los cuales eran terrestres, se desplazaban por la tierra, o canoeros, lo hacían por el mar. En tiempos históricos, la primera tradición estaba representada por los selknam u onas y varias parcialidades aónikenk o tehuelches, y la segunda, por los yaganes o yámana y varias parcialidades alacalufes (entre ellos los kawésqar).

Los selk´nam habitaron la isla de Tierra del Fuego, donde se dedicaron a la caza del guanaco y zorros. Estaban acostumbrados a vivir en casas hechas de cuero animal, a vestir pieles y a practicar, con numerosas reuniones religiosas, mitos y leyendas, el animismo.

Los tehuelches vivían en las mesetas patagónicas. En Patagonia Centro-Meridional, correspondiendo en Chile a la Región de Aysén, destacaron por sus pinturas rupestres. Su actividad económica, religión y vivienda eran muy parecidas a las de la cultura anterior.

Los yámana ocupaban los archipiélagos fueguinos, desde el canal de Beagle al Cabo de Hornos. Su vida se desarrollaba al interior de canoas, dedicándose a pescar y cazar animales marinos. Estas pequeñas embarcaciones llevaban fuego encendido en su interior para protegerse del frío de alguna manera, ya que, al igual que el anterior andaban desnudos.

Los alacalufes poblaron los canales entre el Golfo de Penas y Tierra del Fuego. Estos grupos nómades, que pescaban y cazaban animales marinos, se protegían del frío con pieles de animales y con un sistema de fogatas en canoas, similar al del anterior. Al igual que las tres culturas que habitaron la zona eran animistas y se organizaban en bandas.

Periodo Agroalfarero

La primera oleada agroalfarera llegada desde el Noroeste Argentino fue la Cultura Molle, la cual se mezclaron con los cazadores-recolectores locales para posteriormente dar origen a este pueblo.[24]

Los primeros rastros de esta cultura se remontan a unos 10.000 a 8.000 A.C, en el área de Los Vilos , donde grupos de cazadores se movilizaban de una zona a otra en búsqueda de animales para su alimentación. Hacia el año 2.500 A.C, estos cazadores entran en contacto con otros grupos que ya manejan nociones de agricultura, y con el tiempo, comienza a establecerse una cultura agroalfarera en el Valle del Elqui, la cual lleva por nombre El Molle por el pueblo del mismo nombre que queda al este de la ciudad de La Serena.En las cercanías de Los Vilos, en Tilama se pueden ver petroglifos de esta cultura.[25]

En Agua Amarilla se encontro un sitio arqueológico de esta época ,definido por un conchal con restos malacológicos básicamente de un sistema litoral rocoso y cuatro enterratorios.[26]​ Los grupos agroalfareros de la zona fueron: Los aymaras, quienes viven en la zona norte Cordillera de los Andes; los atacameños, agricultores y ganaderos que se ubicaban en la II y parte de la III región; los diaguitas, habitantes de la IV región que se destacaron por su cerámicas en colores rojo, blanco y negro.

Los camanchacos que habitaban en la costa y eran pescadores, los coles que eran agricultores yungas y los collas que habitaban la sierra de la región.

El territorio hasta el río Maule formó parte del Collasuyo hasta la llegada de los españoles.

Período Agroalfarero Temprano

Los primeros horticultores y ceramistas de Chile Central (800 a. C./600 a. C.900). En El Salvador en San Vicente de Tagua-Tagua se encontraron cerámicas Llolleo con data del 770.[27]

Período Agroalfarero Intermedio Tardío

El Complejo Aconcagua en Chile Central (9001470) La zona de Angostura fue en tiempos preincaicos, no solo un límite geográfico natural del territorio Aconcagua, sino una suerte de frontera cultural blanda con las poblaciones que habitaban al sur del Cachapoal (cuenca del Maule). Hacia el norte, el límite parece más preciso, no excediendo más allá del valle de Aconcagua.

La cerámica del Valle de Tagua Tagua tiene clara influencia de la Cultura Aconcagua. Son numerosos los hallazgos ocasionales de este período, hechos en nuestra región desde las primeras décadas del siglo veinte, en lugares como Codegua, Coinco, Pelequén, Guaico, Palmilla, Ligüeimo, Peralillo.[28][29][30]​ En su mayoría corresponden a cerámicos decorados.

Desde esta época, en la que se vivía en conjuntos pequeños de casas construidas de quincha con techos de paja, junto a acequias destinadas a sostener una horticultura bien cimentada, en cultivos de porotos, maíz, quínoa, calabazas y zapallo.[31]​ Las casas de Quincha aún se construyen en la actualidad,[32]​ y aún se pueden ver como casa en Requehua, Rastrojos o El Tambo.

Complejo El Vergel

El Complejo El Vergel es una cultura del Período agroalfarero temprano de Chile. El Vergel aparece entre el 1100 d. C. y 1500 d. C.,[33]​ entre Angol y la Zona de Huilío, inmediatamente al sur de Toltén.[34]​A esta nueva forma cultural se la reconoce como complejo Vergel, el cual se establece sobre Pitrén, lo que se manifiesta claramente en los contextos funerarios de carácter cerámico.[35]

Período Agroalfarero Tardío:El Inka en Chile Central (14701536)

Es el pucará más austral del Imperio incaico. Una de las más tempranas acciones de conquista realizadas por los Inka cuando arribaron al primer valle de Chile Central –el del río Aconcagua, importante por sus riquezas, demografía y ubicación estratégica- fue organizar a la población bajo un sistema de organización política dual, como aquella imperante en gran parte del área Andina prehispánica. Seguramente, aprovecharon las estructuras sociales y realidad política preexistente de las gentes representadas por el Complejo Aconcagua.

La invasión inca avanzó hasta después del Río Maule y asentaron en la zona varios Tambos y al menos un Pucará situado en la cima del cerro La Muralla.[36]​ Ubicado en la estratégica cima del cerro la muralla,[37]​ tenía a su lado sur la laguna de Santa Inés (la laguna de Tagua Tagua). Se presume que esta fortaleza fue usada como punto de observación o cuartel de defensa, ya que desde allí, se domina tanto el valle norte, como la cuenca sur que daba a la laguna de Tagua Tagua.[38][39]

En la cima del Cerro,[40]​las murallas en su trazado dibujan un águila en vuelo. Tiene tres murallas defensivas y dos sectores con viviendas. Se ha encontrado abundante cerámica y piedras tacitas.[41]​ A 100 m de su primera muralla se encuentra una explanada, que, al parecer sirvió como campo de cultivos. Las evidencias hacen suponer que esta construcción fue efectuada por los incas, debido al trabajo de la piedra en bloques, la dimensión de los recintos y las estructuras en forma de terraza de algunos sectores.

Claudio Gay ya describió su ascenso al cerro la Muralla, que en esos entonces se llamaba del Inca y la fortaleza.[42]​ Varias otras evidencias inka distribuidas entre Angostura y el norte del Maule, como en Rengo, Coinco, Doñihue y el Pucará de Cerro La Muralla, en Tagua Tagua, se suman al contexto de la Huaca de Chena y y del Pucará de La Compañía, para demostrar una suerte de sistema administrativo y defensivo de carácter regional.

Camino del Inca

El «Camino del Inka» o kapac ñam era la columna vertebral del Estado Inka,[43]​ a través del cual controlaban y administraban su extenso imperio. Por él recorrían las noticias, los ejércitos de conquista y los recursos económicos necesarios. Se han encontrado registros de estas redes viales principalmente al norte de la cuenca del río Mapocho y en el valle superior del Aconcagua.

Las crónicas españolas mencionan que el Camino del Inca llegaba a extramuros de Santiago, por Huechuraba, seguramente el ramal transversal que venía por Los Andes-Colina, desde el otro lado de la cordillera, de la provincia de Cuyo.

En Santiago seguía el eje de la Avenida Independencia, la Calle Puente, la Plaza de Armas, la Calle Ahumada, la calle Arturo Prat, y la Gran Avda hacia el sur.

Hacia el sur, desde Maipo a Cachapoal, su trazado solo se ha podido inferir conectando los restos de varios centros administrativos y fortalezas Inka, con antiguos caminos coloniales que los habrían reutilizado, junto al registro en crónicas españolas de “puentes del inka” sobre los principales ríos de estos valles. También se han localizados restos de algunos tambos o posadas camineras construidas a la vera de los caminos, que consistían de unos pocos recintos rectangulares con muros de piedra canteada abiertos a un patio central. El más cercano a San Vicente es precisamente la localidad de El Tambo desde el Tambo de Malloa.

El país Promaucae

La denominación Promaucaes proviene del Quechua (del quechua: puruma auca ‘gente salvaje o gente de tierra virgén’). La interacción entre los Incas y los Promaucaes se nota por algunos préstamos tecnológicos como herramientas agrícolas, técnicas textiles y metalúrgicas, decoración de algunos tipos cerámicos y en ciertos aspectos de su organización laboral, como el mingaco que practican los actuales mapuche, llamado en quechua minga, el uso del quipu, un instrumento de contabilidad Inka basado en cuerdas con nudos, utilizado por los mapuche para el registro de información numérica muy sencilla en el contexto de sus estrategias guerreras. De la misma manera, las huellas de estos y otros préstamos culturales Inka se manifiestan hasta el día de hoy en los innumerables vocablos de origen quechua presentes en la lengua mapudungún.

Esta aparente contradicción entre lo consignado por los españoles y la información documental y arqueológica manejada por investigadores actuales, respecto al grado de desarrollo alcanzado por los indígenas promaucaes, podría explicarse como una forma de estrategia de subsistencia y resistencia adoptada por éstos frente a los invasores incas, que en momentos de peligro les obligó a abandonar sus lugares de asentamiento para huir a los montes y «pucaráes» manteniéndose fundamentalmente de la recolección de frutos y semillas silvestres.[44]

Durante el siglo XVII la denominación promaucae y la provincia de promaucaes va perdiendo fuerza, las referencias son casi inexistentes, y se asocian a la delimitación de un territorio («en 1607 se señala a los promaucaes en una merced de tierras concedida entre Rapel y Legueymo»), a la existencia de caminos (en 1611 se hace mención al «camino que va a los pormocaes») y «al partido de los promaucaes» en 1625.[44]

«Los indios promaucaes es una gente que está cien millas antes del estado (de Arauco). brava, soberbia, próspera y valiente,que bien los españoles la han probado…»
Alonso de Ercilla y Zúñiga en el poema «La Araucana», Canto I (Ercilla, 1569)

Wallmapu

En este periodo los habitantes de esta zona fueron tres grupos considerables, unidos por una lengua, el mapudungún. Estos grupos son conocidos como picunches (gente del norte), mapuches (gente de la tierra) y huilliches (gente del sur).

Los primeros se ubicaban entre el río Aconcagua e Itata, recibiendo por esto el nombre de "Aconcaguas". Recibieron la influencia del Imperio inca, provocando el desarrollo de la agricultura del maíz. También se dedicaron a la alfarería y ganadería. Su organización política y social consistía en una organización dual.

Los segundos, se ubicaban en la VIII, IX y parte de la X región de Chile, y fueron agricultores, cazadores y ganaderos. Los mapuches eran bastante organizados, tenían una agrupación familiar con un jefe, llamada lof o levo, el conjunto de éstas se llamaba rehue, el cual se reunía solo para ocasiones especiales.

Los terceros vivían entre el río Toltén y el seno de Reloncaví. Se dedicaron a la caza, agricultura y cerámicas. Algunos participantes de este grupo se juntaron con los chonos, formando el pueblo de los cuncos.

Contacto con Polinesia

En 2007 aparecieron restos de gallina polinesia en el golfo de Arauco, cuyo ADN demostró ser de entre 1304 y 1424 d. C.. Estos huesos probarían que navegantes de Oceanía –que habrían traído las gallinas– pudieron haber tenido contacto con América antes que los españoles.[45]​ Resulta llamativo que el análisis genético de los huesos[46]​sea igual a los de la isla de Tonga y no a los de Rapa Nui que están más cercanos[47]

Los resultados de la investigación fueron publicados en junio de 2007 en Proceedings of the National Academy of Science y divulgados por The New York Times.[48]

Las corrientes marinas y los vientos del oeste durante el fenómeno de El Niño apuntan directamente al territorio mapuche. Para los propios polinesios, esos largos viajes no solo fueron posibles, sino que están registrados en su tradición oral”.
José Miguel Ramírez, director del Centro de Estudios Rapa Nui de la Universidad de Valparaíso[49]

Véase también

Referencias y notas de pie

  1. En Chile, informados algunos intelectuales de lo que se escribía e investigaba en Europa, organizaron una Sociedad Arqueológica en Santiago (1878). Reunieron todo lo que se había escrito sobre los aborígenes, coleccionaron algunos restos arqueológicos e incluso publicaron un boletín especializado (Boletín de la Sociedad Arqueológica de Santiago, 1880). Uno de los miembros de esta sociedad fue José Toribio Medina, el primer investigador de la prehistoria de Chile. En 1882 escribió el libro Los aborígenes de Chile, una obra maestra que aún es consultada por los especialistas.
  2. Paul Rivet, para quien la población indígena americana es el resultado de cierto número de migraciones, unas por el estrecho de Bering y otras a través del océano Pacífico. Rivet tomó como base para su teoría, datos de múltiples evidencias como: rasgos biofísicos (estatura, color de piel, etc.), datos culturales y lingüísticos, tanto de los asiáticos, como de los americanos y oceánicos, con el objetivo de encontrar correspondencias que le permitieran reconstruir las posibles rutas migratorias que habrían seguido los primeros hombres americanos. Refutó la tesis monoracial de Hrdlicka, postulando varias corrientes migratorias aparte de la asiática-mongoloide. Sostiene que también poblaron América los melanésicos y polinésicos a través de rutas transpacíficas, inclusive reconoce una inmigración australiana. Por ello la teoría de Paul Rivet es llamada “`poliracial”.
  3. Monte Verde
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  8. «La idea que nació desde la». El Austral. El diario de Osorno. 30 de mayo de 2010. Consultado el 17 de julio de 2010. 
  9. Universidad Austral de Chile (13 de febrero de 2008). Universia, ed. «Identifican presencia humana en sitio de Pilauco Bajo». Consultado el 16 de julio de 2010. 
  10. Descubrimiento de herramientas humanas en Osorno convierte a Región de Los Lagos en principal sitio arqueológico de Sudamérica
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  23. "El hombre de Cuchipuy. Prehistoria de Chile central en el período arcaico" Kaltwasser Passig, Jorge; Medina Rojas, Alberto; Aspíllaga Fontaine, Eugenio; Paredes Díaz, Claudio. Chungará, X Congreso nacional de arqueología chilena, Arica, 1986,p. 99-105
  24. Complejo El Molle
  25. Petroglifos de Tilama en Youtube
  26. Agua Amarilla y el periodo incaico tardío
  27. Cáceres, 1993
  28. Medina, 1882
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  32. "Quincha," Enciclopedia Microsoft® Encarta® Online 2007 http://es.encarta.msn.com
  33. Adán y Mera 1997
  34. Primeros pobladores de la Araucanía
  35. “El enterratorio en urnas parece ser una difusión de formas culturales nortinas, en tanto que la aparición de la inhumación en tronco de roble ahuecado (wampo), sin duda es de creación local y manifestación evidente de la adaptación al medio”. (Gordon 1978 en: Carlos Aldunate “Estadio alfarero...” Op. cit. 347). Sin embargo, Menghin señala que las urnas funerarias de El Vergel representan una clase de cerámica muy especial y el modo de enterramiento es un interesante indicio con respecto a la dirección de su procedencia, pues las tumbas de urnas son un fenómeno bien conocido en el noroeste argentino, sobre todo en la cultura Candelaria, pero también más al norte, en la región Amazónica y paranaense. (Menghin, O. “Estudios de Prehistoria Araucana”. Acta Praehistórica III-IV, pp. 49-120. Buenos Aires. 1962. p. 99).
  36. Pucará Cerro La Muralla
  37. Ubicación del Cerro La Muralla: 34°28′29.51″S 71°8′22.43″O / -34.4748639, -71.1395639
  38. Panoramio - Photo of Pucara Inca en San Vicente
  39. Mapa Cerro
  40. Wikimapia de Pucara
  41. En general están dispuestos sobre un plano horizontal, cercanos a esteros. Se han estimado dataciones del 4000 al 6000 a. C. para alguna de estas piedras, es decir son antiquísimas y manufacturadas por tribus de cazadores-recolectores que poblaban la Zona Central durante el Arcaico
  42. Claudio Gay en el Pucara
  43. Comision De Trabajo Autónoma Mapuche (Cotam)
  44. a b Manríquez, 1995 ms
  45. El vínculo polinesio de los mapuches citando a El Mercurio del domingo 14 de septiembre de 2008
  46. Secuencia de ADN antiguo provenientes de un hueso de gallina hallado en el sitio arqueológico de El Arenal-1, en la Península de Arauco (Chile).
  47. Kuhane Rapa Nui - 2 Aportes de la arqueología
  48. El Mercurio del domingo 14 de septiembre de 2008
  49. Investigadores comprueban llegada de navegantes polinesios prehispánicos al sur de Chile


Predecesor:
-
Periodos de la Historia de Chile
Bandera de Chile

Prehistoria1535
Sucesor:
Descubrimiento

Bibliografía

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