Metro de Santiago

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Símbolo del Metro de Santiago junto a la estación Escuela Militar

El Metro de Santiago es el ferrocarril metropolitano que cruza gran parte de la ciudad de Santiago, capital de la República de Chile. Este sistema de transporte es administrado por la empresa de capitales estatales Metro S.A..

El Metro de Santiago es considerado el más moderno de Latinoamérica[1]​ y uno de los mejores a nivel mundial. Actualmente, cuenta con cinco líneas, 85 estaciones y una extensión de 84,4 kilómetros, por el que se transportaron cerca de 1.300.000 pasajeros diariamente durante 2006,[2]​ cifra que se duplicará desde 2007 debido al inicio del plan Transantiago, donde Metro de Santiago juega un importante rol articulador del sistema.

Junto a las cinco líneas actualmente operativas, se encuentran en construcción catorce nuevas estaciones, extendiendo la red hacia las comunas de Las Condes al oriente y Maipú al poniente. Estos trabajos finalizarán durante el año 2009, dejando al Metro con una extensión de 105 kilómetros y abarcando a 21 de las 36 comunas del Gran Santiago.

Historia y desarrollo

Inicios

Vista de la estación Ecuador de la Línea 1, inaugurada en 1975

La idea de construir un ferrocarril metropolitano en la ciudad de Santiago se remonta a 1944, cuando se busca una forma de mejorar el caótico transporte existente tras la explosión demográfica que se vive en la ciudad desde comienzos de los años 1930.[3]​ Sin embargo, las ideas comenzarían a concretarse recién durante la década de los años 1960, cuando el gobierno abre una licitación internacional para el desarrollo de un sistema de transporte urbano. En octubre de 1968, el gobierno de Eduardo Frei Montalva aprobaría el proyecto presentado por el consorcio franco-chileno BCEOM SOFRETU CADE, en el que se proponía la creación de cinco líneas con una extensión de 60 kilómetros aproximadamente en 1990. El 29 de mayo de 1969 comenzarían finalmente las obras para la construcción de la primera línea, que uniría el Barrio Cívico y el sector de Barrancas.

El 15 de septiembre de 1975 sería inaugurada la primera línea durante el gobierno de Augusto Pinochet. La Línea 1, en su tramo inaugural iba de forma subterránea desde San Pablo hasta La Moneda bajo la Alameda del Libertador Bernardo O'Higgins. En 1977, dicha línea sería extendida hacia el sector de Providencia y en 1980 llegaría al oriente hasta la estación Escuela Militar.

En marzo de 1978 sería inaugurada la Línea 2. Su tramo inicial se originaba en la estación Los Héroes y recorría de forma longitudinal y a nivel de superficie la Avenida Norte-Sur hasta la estación Franklin. En diciembre de ese mismo año, la línea sería extendida hacia el sur a lo largo de la Gran Avenida hasta Lo Ovalle, esta vez de forma subterránea.


Cambios en el proyecto

Mapa del Metro proyectado hacia 1987 de acuerdo a los planes originales.

A pesar del rápido crecimiento de la red, la grave crisis económica que afectaría al país en 1982 puso en jaque la realización del proyecto original. A esto se suman estudios que demuestran el crecimiento de la población en el sector suroriente de la capital en desmedro de la zona norte, hacia donde estaban planificadas las futuras extensiones del servicio.

Para cubrir las demandas que se generarían, la Línea 2 cambiaría su trazado y la extensión que partiría desde Los Héroes giraría rodeando el centro histórico de la ciudad, cruzaría nuevamente la Línea 1 en Baquedano y recorrería parte de Avenida Vicuña Mackenna. En tanto, la Línea 3 proyectada a lo largo de las avenidas Independencia e Irarrázaval supliría la falta de la Línea 2 en el sector norte.

Sin embargo, los planes se verían afectados nuevamente cuando el 3 de marzo de 1985, un terremoto asolara a gran parte del Valle Central chileno. La mayoría de los fondos destinados a la construcción de la extensión de la Línea 2 y de la Línea 3 fueron destinados a cubrir los costos de la reconstrucción de la ciudad. De los trabajos planificados, el único que fue concretado fue la apertura en 1987 de dos nuevas estaciones hacia el norte en la Línea 2: Santa Ana y Mapocho. Esta última estación cambiaría de nombre posteriormente, luego de que durante las excavaciones de este proyecto, se produjera el notable descubrimiento de los restos del antiguo Puente de Calicanto, emblema de la ciudad durante más de un siglo. Ese mismo año debutó el sistema de transporte Metrobus, desde las estaciones Escuela Militar, Lo Ovalle y Las Rejas.

En el ámbito institucional, la administración del Metro de Santiago fue cambiada a fines de la década. La antigua Dirección General de Metro, perteneciente al Ministerio de Obras Públicas, se transformó en una sociedad anónima de capitales estatales llamada Empresa de Transporte de Pasajeros Metro S.A. de acuerdo a lo establecido en la ley 18.772, publicada el 28 de enero de 1989.

Vista del viaducto de la Línea 5 sobre Vicuña Mackenna, inaugurado en 1997

Con el resurgimiento de la economía tras el segundo "milagro", los planes de extensión del Metro resurgirían. El crecimiento del sector suroriente de la capital había explotado durante los años 1980 y La Florida se había convertido en la comuna más populosa del país, por lo que era urgente la creación de una nueva línea hacia esa zona. Los primeros planes fueron presentados en 1989 y en 1991 sería anunciada su construcción por el Presidente Patricio Aylwin. La nueva línea partiría en Baquedano hacia el sur hasta la Circunvalación Américo Vespucio, siguiendo el eje de Vicuña Mackenna.

La Línea 5 sería inaugurada el 5 de abril de 1997 por el Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle. La nueva línea contaría con una extensión de 10,3 kilómetros, que comprendía una parte inicial subterránea bajo el Parque Bustamante, emergiendo posteriormente para elevarse en forma de viaducto por sobre Vicuña Mackenna, sumergiéndose al llegar a la terminal Bellavista de La Florida.

Finalmente, en marzo de 2000 sería inaugurado un nuevo tramo de la Línea 5 que cruzaba el centro histórico de la capital. La conexión entre Baquedano con Santa Ana, a través de las estaciones Plaza de Armas y Bellas Artes, dejaba entrelazadas a las tres líneas existentes hasta el momento.

Expansión

Vista de la estación Cerro Blanco de la Línea 2, inaugurada en 2004
Vista de la estación Vicuña Mackenna, donde se produce la conexión entre la L4 y su ramal, L4A
Interior de los trenes operados en la L4 y L4A

Con la llegada de Ricardo Lagos a la Presidencia en 2000, una de sus metas fue la transformación del sistema de transporte de la capital. Para ello, se diseñó la extensión de la Línea 5 al poniente para llegar a Quinta Normal y de la Línea 2 por el norte y el sur a ambos extremos de la Circunvalación Américo Vespucio.

Sin embargo, el mayor anuncio se produciría en 2002 cuando Lagos anunciara la construcción de una cuarta línea del Metro que rodearía gran parte de la zona suroriente de Américo Vespucio y llegaría hasta el centro de Puente Alto, que había desplazado a su vecina La Florida como la comuna más habitada de la nación. Con estos nuevos proyectos, la Red de Metro prácticamente duplicaría su extensión total hacia 2010, fecha en que el país celebraría el Bicentenario de la independencia.

Estos nuevos proyectos fueron diseñados con el fin de transformar al Metro de Santiago en el eje articulador del plan de reforma al sistema de transporte de la ciudad denominado Transantiago. Junto a las extensiones, se diseñaron "estaciones intermodales" con el fin de permitir una mejor interacción entre el ferrocarril urbano y diferentes medios de transporte, principalmente microbuses. La primera estación intermodal se estrenaría en Quinta Normal, luego de que la extensión poniente de la Línea 5 fuera inaugurada el 31 de marzo de 2004. Sin embargo, el plan original de albergar una estación ferroviaria sería descartada tras el fracaso de la construcción del Melitren.

El 8 de septiembre de 2004, el Metro marcaría un nuevo hito cuando cruzara de forma subterránea el río Mapocho, al inaugurar las estaciones Patronato y Cerro Blanco de la extensión norte de la Línea 2. El 22 de diciembre siguiente sería inaugurada la extensión de dicha línea, que incluye las estaciones El Parrón y La Cisterna. Un segundo tramo de la Línea 2 hacia el norte sería inaugurado el 25 de noviembre de 2005. Finalmente, el último tramo fue abierto el 22 de diciembre de 2006, con un costo superior a los 170 millones de dólares y generando un aumento de 27 millones de pasajeros al año.[4]

El día 30 de noviembre de 2005 sería inaugurado el primer tramo de la Línea 4, que comprendía el tramo subterráneo entre las estaciones Tobalaba y Grecia, y en viaducto entre Vicente Valdés y Plaza de Puente Alto. El tramo entre Grecia y Vicente Valdés, que fue realizado temporalmente por buses del sistema Transantiago, sería inaugurado finalmente el 2 de marzo de 2006. La línea 4 es la línea más larga de todo el sistema, con 24,7 kilómetros y 22 estaciones que unen las comunas de Providencia, Las Condes, Ñuñoa, La Reina, Peñalolén, Macul, La Florida y Puente Alto. La nueva línea introdujo además nueva carrocería, compuesta de trenes Alstom fabricados en Brasil, mucho más amplios que los que recorren las otras tres líneas. Finalmente, la Línea 4 se complementaría con la inauguración de un ramal, la Línea 4A, que desde el 16 de agosto de 2006 conecta las líneas 2 y 4.

Transantiago

Archivo:Transantiago trae muchos más chilenos al Metro.jpg
Afiche de la campaña «Transantiago trae muchos más chilenos al Metro»

Uno de los mayores desafíos que enfrenta el Metro de Santiago en la actualidad es su rol como articulador del proyecto de Transantiago, el cual está en pleno funcionamiento desde el 10 de febrero de 2007. De acuerdo a los cálculos de la empresa, el número de pasajeros aumentaría al doble desde esa fecha, por lo que el Metro trabajó varios meses antes con una fuerte campaña publicitaria y una importante inversión para evitar el colapso de la red debido a la explosión de la demanda. Las principales medidas incluyen mejoras en la infraestructura de acceso a las estaciones, la llegada de 11 nuevos trenes, reasignación de éstos entre las líneas y reacondicionamiento de coches[5]

Durante los primeros días de Transantiago, la gratuidad en el sistema de microbuses disminuyó la demanda del Metro, pero con el paso de los días, el número de usuarios aumentó a los niveles esperados, generando grandes aglomeraciones en varias estaciones (principalmente de combinación). La demanda alcanzó una ocupación del servicio de más de 2,4 millones de usuarios por día y de 6 pasajeros por metro cuadrado, cifra similar a la del metro de Tokio, considerado como uno de los más congestionados del mundo.

Para tratar de satisfacer la enorme demanda, el Metro decidió adelantar el inicio de su servicio a las 6.00 durante la mañana desde el 1 de marzo y el día 10 de marzo, la Presidenta Michelle Bachelet anunció la extensión horaria de 22.30 a 23.00, con miras a la extensión definitiva hasta la medianoche.

Futuro

Posible aspecto de la red en el futuro, incluyendo las propuestas de SECTRA. Incluyen la extensión de las líneas 4 y 4A, la rectificación de la L2, la postergada L3 (en azul) y nuevas líneas por Santa Rosa (en rosado) y Los Leones-Macul-La Florida (en naranjo).

El 15 de noviembre de 2005, el Presidente Ricardo Lagos anunció la extensión de la Línea 1 hacia el oriente, desde Escuela Militar hasta la estación Los Domínicos, en la comuna de Las Condes. Tres nuevas estaciones serían construidas, agregando 4 kilómetros a la red ferroviaria.

Ese mismo día fue anunciado uno de los proyectos más importantes del servicio: la extensión del metro hacia el poniente, conectando las comunas de Maipú (la segunda comuna más poblada del país), Pudahuel, Lo Prado y Quinta Normal a la Red de Metro.[6]​. El 31 de octubre del año siguiente sería aprobado el trazado definitivo. Lo que será la extensión de línea 5 partirá desde la actual estación Quinta Normal a lo largo de Avenida San Pablo en forma subterránea, girando hacia el sur para salir a la superficie y recorrer la Avenida Teniente Cruz y posteriormente Avenida Pajaritos antes de volverse nuevamente subterránea y llegar a la estación terminal, en la Plaza de Armas de Maipú.[7]​ Ambas extensiones deberían estar terminadas a fines del año 2009.

En cuanto a futuras nuevas líneas y expansiones, la dirección del Metro ha descartado la planificación de ellas hasta una evaluación del funcionamiento del Transantiago por lo menos de dos años, y de acuerdo a sus resultados se determinará si es rentable y necesaria la construcción de extensiones o líneas nuevas.[8]​ De todas formas, la Secretaría Interministerial de Planificación de Transporte llamó a mediados de 2006 a una licitación para el diseño de la posible expansión del Metro para mediano y largo plazo.[9]​ Dentro de las bases se presentaban tres proyectos que debían ser diseñados obligatoriamente por los proponentes: dos nuevas líneas por las avenidas Irarrázaval e Independencia (equivalentes a la postergada línea 3) y una extensión de la Línea 4 al norte. Otros cuatro proyectos eran sugeridos: una rectificación de la Línea 2 en su tramo central por San Diego, una extensión de la Línea 4A hacia Maipú, una nueva línea por Santa Rosa y otra por el eje Los Leones-Macul-La Florida.

Estructura

Líneas

Diagrama de la Red de Metro. El diagrama incluye las extensiones planificadas para el año 2009

Línea 1

Línea 1
Línea 1

La Línea 1 es la línea más antigua de la Red y es el eje principal de ésta, siendo la única que recorre la ciudad en sentido oriente-poniente. El recorrido completo de la línea, identificada con el color rojo, tarda aproximadamente 29,7 minutos.[10]

Su primer tramo de 8,2 km fue inaugurado el 15 de septiembre de 1975 entre las estaciones San Pablo y La Moneda, siendo extendido posteriormente hacia el oriente en 3,2 km hasta la estación Salvador, el 31 de marzo de 1977. Una nueva extensión de 4,5 kilómetros fue inaugurada el 22 de agosto de 1980, uniendo Salvador con Escuela Militar. A fines de 2009 se inaugurará una nueva extensión que comprenderá desde Escuela Militar hasta Plaza Los Domínicos, incluyendo tres nuevas estaciones y 4 kilómetros de recorrido.

Actualmente, la línea tiene una extensión de 16 kilómetros y 24 estaciones que atraviesan las comunas de Lo Prado, Estación Central, Santiago, Providencia y Las Condes. Su recorrido desde el poniente se inicia en la estación San Pablo hacia el sur por Avenida Neptuno girando posteriormente al oriente cuando intercepta a la Ruta 68. Luego de este tramo inicial realizado principalmente a superficie, se sumerge en las cercanías del inicio de la Avenida Libertador Bernardo O'Higgins. La línea recorre completamente esta avenida, la principal de la ciudad, recorriendo gran parte del centro histórico de la ciudad. El túnel pasa posteriormente bajo las avenidas Providencia, 11 de septiembre y Avenida Apoquindo, finalizando al encontrarse con la Avenida Circunvalación Américo Vespucio.

La Línea 1 es la línea más utilizada por los santiaguinos, concentrando cerca del 49% del total de viajes a lo largo de la red.[11]​ Esto se debe a que, junto con servir a gran parte de la población del oriente y poniente de la ciudad (principalmente Maipú), ella recorre el principal eje económico y comercial de la ciudad, ubicándose a lo largo de su recorrido diversos hitos urbanos, como el Palacio de La Moneda, el Paseo Ahumada, las casas centrales de las dos universidades más grandes del país, diferentes terminales de buses interurbanos y la estación de trenes de la ciudad, entre otros.

Línea 2

Línea 2
Línea 2

La Línea 2 del Metro de Santiago recorre la ciudad en sentido longitudinal de norte a sur, atravesando las comunas de Recoleta, Santiago, San Miguel y La Cisterna. En la actualidad, comprende 22 estaciones a lo largo de 20,6 kilómetros, que se recorren en aproximadamente 34,2 minutos[10]​.

Su primer tramo de 4,9 kilómetros, que comprendía las estaciones Los Héroes y Franklin, fue inaugurado el 31 de marzo de 1978, siendo complementado con la extensión de 4,8 km al sur desde Franklin hasta Lo Ovalle, inaugurada el 21 de diciembre de ese mismo año. El 15 de septiembre de 1987 sería inaugurada la extensión al norte hasta Puente Cal y Canto. La línea continuaría con su extensión hacia el norte, luego de la apertura de sucesivos tramos entre 2004 y 2006 hasta llegar a la estación Vespucio Norte, y hacia el sur, con la inauguración en 2004 del tramo desde Lo Ovalle hasta La Cisterna.

Su recorrido se inicia por el norte en la estación Vespucio Norte, unos metros antes de la confluencia de las avenidas Américo Vespucio y Recoleta. La línea 2, identificada tradicionalmente con el color amarillo, avanza subterráneamente por Recoleta hasta las inmediaciones del río Mapocho. Tras cruzar el principal río de la ciudad gira hacia la estación Puente Cal y Canto y luego toma la Autopista Central. El recorrido continúa por dicha vía en forma de trinchera hasta la estación Rondizzoni, para volver a introducirse bajo tierra. Tras pasar la estación Franklin, la línea 2 circula bajo la Gran Avenida antes de llegar nuevamente al anillo vial de Américo Vespucio, en la estación La Cisterna.

A diferencia de la Línea 1, la Línea 2 tiene un carácter más residencial, conectando los barrios habitacionales del norte y centro-sur de la ciudad con el centro de ésta. A lo largo de esta línea se realizan el 18% de los viajes realizados en el Metro de Santiago.[11]

Línea 4

Línea 4
Línea 4

La Línea 4 fue la cuarta línea inaugurada de la red del Metro de Santiago. Fue inaugurada el 30 de noviembre de 2005, sin embargo, el tramo entre Grecia y Vicente Valdés sólo fue abierto el 2 de marzo de 2006. La línea sirve a las comunas de la zona oriente y suroriente de la capital, al cruzar las comunas de Providencia, Las Condes, La Reina, Ñuñoa, Peñalolén, Macul, La Florida y Puente Alto.

Su tramo se inicia en la estación Tobalaba, que sirve de combinación con la Línea 1. La línea recorre de forma subterránea la avenida homónima junto al canal San Carlos hasta la confluencia con Américo Vespucio donde gira y continúa su ruta hacia el sur. La línea permanece de forma subterránea durante el tramo de la circunvalación denominada Avenida Ossa, emergiendo en la Rotonda Grecia. El recorrido continúa a lo largo de la Autopista Vespucio Sur hasta la estación Vicuña Mackenna, desde donde surge el ramal de la Línea 4A. Tras dicha detención, la línea se vuelve subterránea momentáneamente mientras gira hacia la Avenida Vicuña Mackenna, emergiendo posteriormente en forma de viaducto elevado tras la estación Vicente Valdés. De esta forma avanza hasta llegar a las cercanías de la Municipalidad de Puente Alto, donde se vuelve nuevamente subterránea para terminar su recorrido.

Esta línea, caracterizada con el color azul marino, comprende un total de 22 estaciones y 24,7 kilómetros de extensión, lo que la convierte en la más larga hasta el momento de la red. El recorrido completo se realiza en aproximadamente 40 minutos[10]

Línea 4A

Línea 4A
Línea 4A

La Línea 4A es un ramal de la Línea 4 que fue inaugurado el 16 de agosto de 2006. Atraviesa las comunas de La Florida, La Granja, San Ramón y La Cisterna. Con sólo seis estaciones a lo largo de parte de la Autopista Vespucio Sur y una extensión de 7,7 kilómetros es la línea más corta de la Red. La línea se origina en la estación Vicuña Mackenna y recorre Américo Vespucio en forma de trinchera en el bandejón central de la autopista, donde se sitúan también las estaciones, conectadas con las poblaciones cercanas por medio de pasarelas sobre la vía expresa. Finalmente, llega a la estación La Cisterna, que sirve de combinación con la Línea 2.

El recorrido a lo largo de la Línea 4A, identificada con el color celeste, se realiza en menos de 12 minutos.

Línea 5

Línea 5
Línea 5

Históricamente, la Línea 5 es la tercera línea inaugurada, con su primer tramo entre las estaciones Baquedano y Bellavista de La Florida abierto el 5 de abril de 1997. Posteriormente fue extendida hacia el poniente, primeramente hasta Santa Ana el 4 de marzo de 2000, y hasta Quinta Normal, el 31 de marzo de 2004. Hacia el sur sería abierta la estación estación Vicente Valdés, el 30 de noviembre de 2005. Se espera que a fines de 2009 se abra un nuevo tramo de la Línea 5 en dirección surponiente que una las comunas de Maipú, Pudahuel y Lo Prado con el resto de la red.

La línea, identificada con el color verde, cuenta en la actualidad con una extensión de 15,5 kilómetros y un total de 18 estaciones entre las comunas de Quinta Normal, Santiago, Providencia, Ñuñoa, Macul, San Joaquín y La Florida. El recorrido desde el poniente se inicia en la estación Quinta Normal de forma subterránea, atravesando el llamado "casco histórico" de la ciudad. La línea, luego de pasar bajo la Plaza de Armas y el Museo de Bellas Artes, gira en los alrededores de la Plaza Baquedano hacia el sur. El Metro pasa bajo el Parque Bustamante, emergiendo a la superficie en los alrededores de los talleres de San Eugenio para luego elevarse en forma de viaducto por sobre la avenida Vicuña Mackenna. Durante los últimos tramos del recorrido, la línea comienza a sumergirse antes de la estación Bellavista de La Florida para luego finalizar en Vicente Valdés, que sirve de combinación con la Línea 4.

Al igual que la Línea 2, la Línea 5 sirve para conectar a los sectores residenciales de la zona suroriente de la capital con el centro de Santiago. A sus alrededores, sin embargo, han surgido algunos núcleos comerciales (principalmente cerca del Mall Plaza Vespucio) y educacionales de importancia. El 16% de los viajes totales de la red se realizan a lo largo de esta línea.[11]

Estaciones

Listado de las estaciones del Metro de Santiago. En negrita, estaciones de combinación con otras líneas. En cursiva, estaciones en construcción.[12]


Línea 1
De poniente a oriente

Línea 2
De norte a sur

Línea 4
De oriente a suroriente

Línea 4A
De poniente a oriente

Línea 5
De poniente a suroriente

Además, el Metro de Santiago cuenta con una serie de estaciones que o bien nunca fueron construidas, no entraron en uso o fueron clausuradas. Se denominan estaciones fantasma.

Interconexión

Esquema del Metro de Santiago, con las estaciones de intercambio de Transantiago indicadas en negro, y los sectores de la ciudad de acuerdo al color característico de sus buses locales.

Desde su construcción, el Metro de Santiago ha estado fuertemente conectado con otros medios de transporte, debido a que como el ferrocarril recorre sólo algunos sectores de la ciudad, la mayor parte de sus pasajeros provienen de microbuses o taxis colectivos.

Durante muchos años, Metro operó el sistema de Metrobus, que consistía de buses de acercamiento. Para ello, en 1987 fueron establecidas como terminales de este servicio, las estaciones Lo Ovalle, Puente Cal y Canto y Escuela Militar, sumándose posteriormente Las Rejas y Bellavista de La Florida. Esta última estación fue particularmente diseñada para poder acoger diversos medios de transporte que confluyeran al Metro.

A comienzos de los Años 2000 se comenzó la planificación de un plan maestro de transporte urbano para Santiago. Para ello, Metro decidió construir nuevas estaciones, destacando Quinta Normal y La Cisterna, las cuales serían estaciones de intercambio modal, combinando una serie de medios de transporte dentro del mismo recinto. La primera estación, que cobijaría incluso una estación de trenes, finalmente no sería completada debido a diversos problemas durante el proceso de licitación; por otro lado, en La Cisterna se construye la Estación Intermodal Gabriela Mistral, la cual debería completarse a mediados de 2007.

Con la implementación de Transantiago el 10 de febrero de 2007, la relación entre microbuses y el Metro se completó. Metro adquirió un rol articulador de importancia e incorporó la tarjeta bip! como método tarifario integrado. Para mejorar el sistema de interconectividad, Transantiago incorporó una serie de "estaciones de transferencia", muchas de las cuales se ubican junto a estaciones del Metro de Santiago.

Además, algunas estaciones cuentan con otros medios de transporte en sus cercanías. En las estaciones San Alberto Hurtado, Universidad de Santiago, Estación Central y Los Héroes se encuentran junto a los terminales de buses interurbanos Santiago, Alameda, San Borja y Los Héroes, respectivamente. Algunos buses interurbanos, principalmente con dirección a Valparaíso hacen detenciones en la estación Pajaritos y durante 2006 se inauguraron algunos servicios hacia Rancagua desde la estación Bellavista de La Florida. El servicio de Metrotren, ferrocarril que conecta Santiago con Rancagua y San Fernando, tiene uno de sus terminales en la Estación Central de Santiago, ubicada junto a la estación homónima del Metro.

Material rodante

Vista de un NS-93 en la estación Salvador de la Línea 1.

El material rodante utilizado por el Metro, fabricado por la empresa francesa Alstom, es alimentado por energía eléctrica con una tensión de 750 voltios. Todos los trenes son manejados por un sistema completamente automatizado; a pesar de ello, todos los carros cuentan con un chofer destinado principalmente para controlar la maquinaria en caso de emergencia. En tanto, la trocha utilizada en los trenes es de 1.435 mm.

Las líneas 1, 2 y 5 están diseñadas para el uso de trenes con neumáticos de caucho. En la actualidad, en ambas líneas corren 486 coches de dos tipos: NS-74 y NS-93.[13]​ Los NS-74, que corresponden a los modelos más antiguos, se caracterizan por su carrocería con forma cuadrada, y con una configuracion desde 5 a 7 vagones, mientras que los NS-93, integrados a mediados de los años 1990, tienen una carrocería más estilizada y sus coches están conectados entre sí, con una configuracion de 6 a 8 vagones. Durante 2007 están siendo integrados once nuevos trenes de mayor capacidad (NS-2004) los cuales son de 7 u 8 vagones y tienen un diseño similar a los AS-2002 usados en Linea 4, cuatro que ya se encuentran en funcionamiento desde marzo y los restantes hasta el mes de octubre. Una característica que distingue a estos trenes el tradicional color celeste con que están pintadas sus carrocerías. En la línea 2 circulan también algunos carros NS-88 fabricados por la empresa mexicana Concarril.

Con la Línea 4 debutaron los trenes modelo AS-2002 METROPOLIS con ruedas de acero, tecnología disponible también para la Línea 4A. Los 60 trenes que circulan en la actualidad por ambas líneas están formados por tres coches conectados entre sí de acero inoxidable austenítico y sus carrocerías cuentan con terminaciones de color rojo.[14]

El mantenimiento del material rodante se realiza en cuatro talleres habilitados especialmente para dicho trabajo. Los talleres de las líneas 1, 2 y 4/4A se ubican en las cercanías de las estaciones Neptuno, Lo Ovalle y Plaza de Puente Alto, mientras que el de la Línea 5 se ubica entre las estaciones Irarrázaval y Ñuble donde estaba antiguamente proyectada la estación San Eugenio.

Tarifas y métodos de pago

Boletería en la estación Cementerios

El Metro de Santiago posee en la actualidad un sistema tarifario determinado de acuerdo al horario de uso del servicio. El horario punta, que tiene un costo de CL$420 (aprox. US$0,80), se extiende de lunes a viernes entre las 7:00 y 8:59 y entre las 18:00 y 19:59. El horario valle, en tanto, tiene un costo de CL$380 (aprox. US$0,7) y se aplica de lunes a viernes en los horarios fuera del horario normal y los días sábados, domingos y festivos. Cabe destacar que el horario de funcionamiento del servicio es de 6:00 a 23:00 de lunes a viernes, 6:30 a 23:00 los dias sábado y de 8:00 a 23:00 durante el fin de semana y días festivos.

En la actualidad, existen dos medios de pago para el uso del servicio del Metro de Santiago: boletos y la tarjeta inteligente Bip!. Los boletos permiten la realización de sólo un viaje, siendo introducidos en los torniquetes que separan el acceso público a la estación del sector de andenes. Dichos boletos pueden ser adquiridos en las boleterías disponibles en todas las estaciones o en algunos locales comerciales aledaños. La tarjeta Bip! (que reemplazó a la anterior Multivía), en tanto, es una tarjeta recargable en todas las boleterías y otros locales comerciales a lo largo de la ciudad, y que permite el paso a los andenes al acercar el dispositivo a los torniquetes, sin la necesidad de contacto directo. Dicha tarjeta cuesta CL$1.100 (aprox US$2,2) y su carga mínima es de CL$500 (aprox US$0,95). El uso de la tarjeta permite la utilización de un sistema de tarifa integrada al usar Transantiago.

Además, existe un sistema de beneficios tarifarios para estudiantes. Para el caso de estudiantes primarios (Educación Básica), el acceso es gratuito presentando su pase escolar entregado por el MINEDUC; en tanto, los estudiantes de Educación Media y Educación Superior pueden adquirir el "boleto estudiante", que tiene un costo de CL$130 (aprox. US$0,23) en todo horario, previa presentación de su respectivo pase escolar. Del total de pasajeros del Metro, un 23,8% de ellos correspondían a estudiantes.[11]

En el caso de los mayores de 65 años, ellos deben solicitar en la oficina del Metro ubicada en la estación Irarrázaval una credencial para poder adquirir un "boleto adulto mayor", de igual valor al boleto estudiante. Su uso está permitido de lunes a viernes entre las 9:30 y las 17:30 y durante todo el día en los días sábados, domingos y festivos, con la restricción de un máximo de dos viajes diarios. Sin embargo, este servicio no está integrado el sistema de Transantiago, por lo que el beneficio sólo se aplica al ocupar únicamente el Metro. Durante el año 2006, un 1,5% de los pasajeros utilizaron este tipo de beneficio.[11]

Equipamiento y servicios

Dentro de las estaciones, existen diversos servicios otorgados por el Metro de Santiago con el fin de satisfacer las necesidades de los clientes que utilizan este medio de transporte. En la actualidad, todas las estaciones cuentan con boleterías, teléfonos públicos y cajeros de Redbanc.[15]​ Además, en los andenes se encuentran paneles informativos, mapas de la Red y del entorno de la estación y una serie de televisores de plasma que a través de MetroTV transmiten videos musicales, información del Metro y compactos noticiosos.

Además, desde la inauguración de la Línea 5, todas las estaciones nuevas han habilitado ascensores para el acceso de discapacitados. Este servicio se encuentra en forma extraordinaria además en la estación Ecuador de la Línea 1, que se ubica frente al Instituto Teletón de Santiago.

Por otro lado, existen en diversas estaciones los módulos de Bibliometro, los cuales desde 1996 permiten el préstamo de libros a los clientes del servicio. Los módulos se encuentran en las estaciones Baquedano, Puente Cal y Canto, Los Héroes, El Golf, San Pablo, Bellavista de La Florida, Ciudad del Niño y Plaza de Armas. El servicio cuenta actualmente con más de 35 mil socios activos y 154 mil títulos fueron prestados a ellos durante el año 2005.[16]

Cultura y arte

Vista de «Memoria visual de una nación», en estación Universidad de Chile

Junto a su desarrollo como medio de transporte, el Metro de Santiago ha tenido desde sus inicios un interés por la promoción de la cultura y el arte. En ello están enmarcadas las iniciativas de Bibliometro, la promoción de diversos eventos culturales a través de los paneles de MetroCultura colocados en la mayoría de las estaciones de la Red y otras actividades realizadas por la Fundación MetroArte. Para ello, el Metro cuenta con diversas locaciones como el Centro Cultural Pablo Neruda localizado en la estación Quinta Normal, la Multisala Cultural en Baquedano y la galería de arte abierto en Puente Cal y Canto.

Algunas estaciones han incorporado a su estructura diversas obras de arte. La más importante es el mural más grande de Latinoamérica ubicado a lo largo de toda la zona de andenes de la estación Universidad de Chile: «Memoria visual de una nación» de Mario Toral. Compuesta por dos partes, «Memoria visual de una nación» comprende diversas imágenes que narran la historia de Chile. Otras obras se ubican en La Moneda, cuyos andenes fueron completamente rediseñados en 2005 para albergar una serie de pinturas realistas con diversos paisajes del país.

Referencias y notas

Véase también

Enlaces externos