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* Municipalidad Provincial de Arequipa, ''Informe económico de Arequipa 2005-2006''. Arequipa MPA, 2007
* Municipalidad Provincial de Arequipa, ''Informe económico de Arequipa 2005-2006''. Arequipa MPA, 2007
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* Rosa Núñez Pacheco y Gregorio Torres Santillana

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2

ÍNDICE

pág.

INTRODUCCIÓN ............................................................................................. 3

LA POESÍA: CRÓNICA DE NUESTROS DÍAS .............................................. 13

LA NARRATIVA: PETIT BOOM DE LOS NOVENTA .................................. 42

A MANERA DE CONCLUSIONES..................................................................... 71

BIBLIOGRAFÍA

............................................................................................. 73

ANEXO 1: FICHAS BIOGRÁFICAS Y

BIBLIOGRÁFICAS: POESÍA

..................................................................... 78

ANEXO 2: FICHAS BIOGRÁFICAS Y

BIBLIOGRÁFICAS: NARRATIVA ................................................................... 87

Page 3

3

INTRODUCCIÓN

“Al mundo no debemos mostrar canteras y sillares,

sino a ser posible edificios ya construidos.”

Alfonso Reyes

Una visión culturalista de la realidad pone de relieve el tema de la identidad, pero la

identidad resulta ser una categoría de difícil aprehensión, porque oscila en polaridades

como lo foráneo y lo vernáculo, o lo cosmopolita y lo autóctono. Esta composición

heterogénea de la realidad encuentra su mejor expresión en la literatura. Para Saúl

Yurkievich

1

, la literatura es la concertadora por antonomasia de las identidades

antinómicas dado que es en ella donde más se registra la idiosincrasia cultural y donde

se ve cómo la mentalidad entrama al acaecer personal con el colectivo. La literatura se

constituye, pues, como una fuente dinámica y auténtica de registro de imaginarios y de

constitución de identidades.

1

Yurkievich, Saúl. Identidad cultural de Iberoamérica en su literatura. Madrid, Alambra, 1986.

Page 4

4

Anthony Giddens

2

afirmaba que “la globalización es la razón del resurgimiento de

identidades culturales locales en diferentes partes del mundo.” Si la literatura construye

identidades, podríamos hablar entonces de literaturas regionales que también buscan

construir la identidad de su respectiva región. En este punto resulta pertinente

preguntarnos si las literaturas regionales han sido suficientemente interpretadas y

valoradas dentro de las literaturas nacionales, en este caso la peruana. Al parecer no y

Arequipa no se excluye de ello.

Tradicionalmente, Arequipa fue vista como una ciudad de carácter mestizo. Eusebio

Quiroz Paz Soldán

3

afirma que la identidad arequipeña es mestiza y sus elementos son:

su presencia en la historia del Perú, su arquitectura en sillar de estilo mestizo, el

privilegio de ser “cuna del mestizaje musical peruano”, su “habla popular”, su comida

típica y su religiosidad popular

4

. Aunque reconoce que bajo la migración andina, la

identidad de Arequipa acepta ahora otras influencias culturales; sin embargo, creemos

más bien que esta ciudad tiende a una faceta multicultural

5

, prueba de ello es la

literatura que se está produciendo en estos últimos años, tal como pretendemos mostrar

en este trabajo; una literatura que por la diversidad de registros permite aproximarnos a

ella de distintas formas, una literatura, que con voces distintas, imagina y construye una

ciudad multicultural, a manera de ese plato típico arequipeño llamado paradójicamente

“americano” .

2

Giddens, Anthony. Un mundo desbocado. Madrid, Grupo Santillana de Ediciones, 2000, p. 25.

3

Quiroz Paz Soldán, Eusebio, “Cómo se define la identidad de Arequipa” en Arequipa al día, 13 de enero

de 2004.

4

A ello habría que agregar lo que algunos críticos sostienen cuando dicen que los valores de lo

arequipeño está en la poesía loncca (Cf. entrevista a Tito Cáceres en Arequipa al día, junio, 2003)

5

Néstor García Canclini en Culturas híbridas (1989) propone que se puede ingresar a una ciudad “por el

camino de lo culto, el de lo popular o el de lo masivo. Adentro todo se mezcla, cada capítulo remite a

otros, y entonces ya no importa saber por qué acceso se llegó” (p. 16)

Page 5

5

Para tener una idea aproximada de lo que viene sucediendo en la literatura arequipeña

de estos días, basta echar una mirada a los libros que han salido a la luz en los últimos

diez años. Lo publicado entre 1995 – 2005 con tranquilidad contabiliza más de

cincuenta títulos. Esta cifra es, a todas luces, superior a lo producido en décadas

anteriores juntas, incluso en los momentos de mayor gloria de la literatura arequipeña;

es decir, cuando surge el grupo “Aquelarre” cuyo aporte a la literatura peruana es

indudable, la generación del 50, y también el de los poetas del ochenta.

¿Cómo explicar esta explosión de autores y libros? Podríamos ensayar algunas

respuestas inmediatas. Publicar un libro o una revista hoy resulta más factible que hace

diez o quince años. Ello es posible gracias al acelerado proceso de modernización de las

actividades en nuestra ciudad, en especial la industria editorial. Sin duda, la

incorporación de la tecnología ha facilitado a los jóvenes escritores la obtención del

libro impreso, ya que permite que los costos bajen considerablemente y además mejore

ostensiblemente la presentación, de modo que queda muy distante el rito aquél que

rodeaba a los textos rudimentarios a mimeógrafo y de contadísimos ejemplares.

Otra respuesta de momento para este fenómeno debería entenderse por el hecho que

Arequipa continúa manteniendo una fuerte tradición de ciudad letrada, particularmente

una tradición poética. Desde el siglo XIX la Ciudad Blanca ha aportado de manera

importante a las letras peruanas. Mariano Melgar es sólo un ejemplo. Pero a lo largo del

siglo XX no han sido pocos los autores nacidos en Arequipa o los que han radicado en

esta ciudad, que han contribuido a enriquecer a la literatura del Perú. Baste citar a

María Nieves y Bustamante, Alberto Hidalgo, Percy Gibson, Alejandro Peralta,

Guillermo Mercado, Mario Vargas Llosa, Oswaldo Reinoso, Edmundo de los Ríos, José

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6

Ruiz Rosas, Edgar Guzmán, Oswaldo Chanove, etc., para nombrar sólo a los más

destacados y reconocidos cuyas producciones han tenido presencia nacional e

internacional en algunos casos.

Una tercera respuesta para intentar explicar la explosión de jóvenes escritores tiene que

ver con la existencia de la Escuela de Literatura de la Universidad Nacional de San

Agustín. Heredera de la antigua Facultad de Letras que existiera desde la fundación de

la universidad (1828), agrupaba hasta la década del 70 a los institutos de Historia,

Sociología, Lenguas y Filosofía. Posteriormente, por las reformas de la universidad

peruana, comenzó a funcionar con el nombre de Facultad de Filosofía y Humanidades,

agrupando a las escuelas profesionales de Filosofía, Artes y Literatura y Lingüística.

Esta última ha sido desde entonces la semillera y el Alma Mater de críticos literarios de

renombre internacional como Antonio Cornejo Polar, Jorge Cornejo Polar, Raúl Bueno

Chávez y Enrique Ballón Aguirre, cuyos aportes a los estudios literarios peruanos y

latinoamericanos son de primer orden.

La Escuela de Literatura también ha cumplido un importante rol motivador para que

poetas y narradores de la macro región sur se congreguen en el quehacer literario. Este

papel motivador en el área de la creación, sin embargo, ha comenzado a sentirse recién

en parte de los años ochenta y con más fuerza en la década de los noventa del siglo

pasado. Los ambientes de la Escuela de Literatura han servido como lugar de encuentro

para noveles vates que transitaron por sus aulas y para aquellos que gustaban sólo de

escribir, pero que no estudiaban en ella o estaban en otras especialidades. Fue en el

pasado y lo es en la actualidad un lugar convocante, aglutinador de aquellos que sienten

vocación por la literatura, por la escritura en general. Los poetas y narradores de los

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7

ochenta y los noventa han pasado por esas aulas, y si no lo hicieron de manera formal,

se reunieron con amigos que sí eran estudiantes de esos claustros. Baste citar los casos

de Willard Díaz, José Gabriel Valdivia, Leandro Medina, Odi González, Alfredo

Herrera, Porfirio Mamani, Fernando Rivera, Juan Pablo Heredia, Goyo Torres, Rosa

Núñez, Jimmy Marroquín, Víctor Ingunza, Carolina Pastor, etc.

En otras palabras, los nombres que hoy animan la literatura arequipeña han salido de las

aulas agustinas. El papel motivador de la Escuela de Literatura, como queda

comprobado, es indudable. Y no sólo para la ciudad de Arequipa, pues jóvenes

escritores de otros departamentos (Puno, Cusco, Moquegua, Tacna) han sido

convocados por estas aulas. Hay que recalcar que es la única escuela de Literatura que

existe en provincias en contraste a las tres existentes en Lima (San Marcos, PUCP,

Federico Villarreal).

Además es preciso reconocer que a inicios de los noventa la Universidad San Agustín se

convirtió en un importante foco cultural de la ciudad, ya que impulsó una serie de

actividades artístico-literarias que tuvieron trascendencia no sólo regional, sino también

nacional. Así, por ejemplo, la realización de eventos como “La República de los

Poetas”, en la que participaron figuras como Antonio Cisneros, Washington Delgado,

Pablo Guevara; la visita oficial de escritores como Mario Vargas Llosa, Julio Ramón

Ribeyro, etc., todo ello hizo posible que se vaya consolidando un imaginario positivo

sobre nuestra presencia cultural.

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Una cuarta respuesta para el Petit Boom en la literatura arequipeña, como la calificó en

un artículo José Gabriel Valdivia

6

a mediados de los noventa, viene dado por el papel

motivador de los concursos que a inicios de los noventa fueron importantes y que luego,

lamentablemente, no continuaron. De estos cabe destacar el concurso de cuento y poesía

promovido por la Municipalidad Distrital de Paucarpata con significativos premios y

publicación en antología de los ganadores. Allí se dieron a conocer Juan Pablo Heredia,

Fernando Rivera, Jimmy Marroquín, Goyo Torres, Yuri Vásquez, Mary Ann Ricketts

entre los más destacados.

Otro concurso motivador a inicios de la década del noventa fue “El Concurso del cuento

estímulo” del Diario Correo. Este diario, durante casi cinco años, convocó a cientos de

escritores de la región y consagró a varios de otras ciudades. Más recientemente merece

mencionarse la Bienal de cuento Mario Vargas Llosa promovido por la Universidad

Nacional de San Agustín de alcance nacional. Existen otros concursos esporádicos y

eventuales que aparecen y desaparecen, y que juegan similar rol.

Como se puede apreciar, los elementos esbozados han cumplido un rol importante para

el momento por el que transita la literatura en Arequipa. Ahora bien, en el listado de

autores que han publicado o creado y tienen cierta presencia en el ámbito de la ciudad

en los últimos diez años, se aprecia un número importante de mujeres. En narrativa

tenemos a Mary Ann Ricketts, Rosa Núñez y Julia Barreda. A estos nombres se suman

Fátima Carrasco, María Teresa Ruiz Rosas y Susana Guzmán cuyas actividades

literarias las vienen desarrollando en el exterior. En poesía hay mayor presencia

femenina , aunque no todas han llegado a publicar libros, pero han aparecido en

6

José Gabriel Valdivia. “Los noventa, década de la narrativa”, en: Lagartija, Arequipa, 20 de abril de

1991, p. 6

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revistas, antologías y grupos literarios: Roselena Maldonado, Luz Vilca, Ana María

Flores Núñez, Mirtha Núñez Cueva, Sisley Aquize Romero. Tito Cáceres

7

menciona,

además, a Olivia Valcárcel, Paola Calle, Evangelina Salcedo, Noelia Cerpa, Marlene

Portugal, Mariángela Ortiz, Karina Lazo, María del Pilar Carreño, Liliana Ramos, Tania

Rozán, Mariela Cervantes, María Miranda, Luz Marina Encalada.

Esta explosión de nombres femeninos en la literatura arequipeña última es un fenómeno

también reciente. La suma de esta nueva generación, con facilidad, triplica a los

nombres de mujeres escritoras ligadas a generaciones anteriores a lo largo de la historia

de la literatura arequipeña. La mayoría de estas escritoras jóvenes provienen de las aulas

universitarias. Tienen una particular visión del oficio de escribir y de su rol protagónico

en el quehacer cultural de la región. Animan grupos, dirigen revistas, organizan

recitales, impulsan conversatorios. El aporte femenino viene innovando el discurso

literario, en algunos casos con más desenfado y audacia que los varones. Eso, en una

sociedad machista, tradicionalmente pacata y con doble moral como la arequipeña, es

meritorio. En esto se vislumbra un cambio y modernización social. Sin embargo, falta

que este buen momento de las creadoras arequipeñas se materialice en libros publicados

en la misma proporción con la que aparecen en revistas y plaquetas.

En la búsqueda de otros elementos que nos ayuden a comprender la situación de la

literatura arequipeña actual, no puede obviarse la presencia de librerías. En la ciudad

podemos encontrar cuatro lugares que se están especializando en el expendio de textos

de naturaleza diversa y de todas las disciplinas científico-humanísticas: la librería de la

universidad (Libunsa), CBS que ha abierto sus puertas recientemente, “El lector” que

7

Tito Cáceres Cuadros, “Literatura femenina arequipeña”, en Agustino Nueva Época Año 7 Nro. 36,

Arequipa, noviembre, 2005.

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tiene algunas años de actividad y “El aquelarre”. Esta última es la librería más

tradicional y con una clara tendencia a especializarse en literatura.

Además es necesario mencionar un fenómeno que ha crecido mucho en los últimos

años. Nos referimos a la aparición de lugares donde se expenden libros de segundo uso,

además de ediciones pirateadas y otros. En Arequipa estos lugares han proliferado tanto

que podemos encontrarlos en diversas zonas y a cada paso. En estos sitios se pueden

ubicar libros en ediciones populares y a veces hasta reliquias que de otro modo no sería

posible ubicar en una librería convencional.

Alguien podría preguntarse ¿significa que el nivel de lectoría de los arequipeños ha

aumentado en los últimos años? No podríamos atrevernos a responder afirmativamente.

Para ello se necesitaría desarrollar una investigación a largo plazo, con estadísticas y

comparaciones. Ese no es la intención del presente trabajo. Pero sin duda, es un

indicador que facilita el acceso de libros a la población y a los ávidos lectores pues

reduce los costos y el público interesado tiene a su alcance lo que desee, incluso en días

feriados y domingos cuando las librerías formales están cerradas. Por ello es un

elemento a tomar en cuenta en un estudio sobre la literatura en Arequipa.

Para finalizar esta descripción general de la literatura arequipeña en la última década,

debemos agregar que los estudios críticos y antológicos sobre la literatura local también

ha ido en aumento en los últimos tiempos. Viva Voz (1990) es una antología de la poesía

en Arequipa de la generación del 80 hecha por Rolando Luque Mogrovejo. Igualmente,

Jorge Cornejo Polar publicó La poesía en Arequipa en el siglo XX (1976 y aumentada y

corregida en 1990) con un breve estudio introductorio. El segundo, más que el primero,

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hace una selección seria aunque llega a convocar a poetas hasta los ochenta solamente.

Tito Cáceres, igualmente, publicó Poetas de Arequipa. Antología los Clásicos (1995).

Jimmy Marroqín ha elaborado un bosquejo primigenio de los poetas jóvenes surgidos

en los noventa con el título Enemigo rumor (2005), trabajo polémico y discutible, pero

aporta finalmente en el abordaje del tema.

Por el lado de la narrativa tenemos a Francisco Mostajo quien elaboró una antología de

relatos arequipeños con el título de Pliegos al viento (1908). Asimismo, Vladimiro

Bermejo en El cuento arequipeño (1958) incluyó textos de los primeros años del siglo

XX. A inicios de los años noventa salió a luz Narrativa de los noventa (1993), una

antología de la narrativa más reciente por entonces, elaborado por César Alvarez Téllez.

Estos son, pues, todos los trabajos dedicados a la narrativa en Arequipa en el transcurso

del siglo XX.

Una investigación que recoge autores, revistas, críticos, teatro e incluso la literatura de

vertiente popular como la literatura “loncca”, es el de Tito Cáceres Cuadros Literatura

Arequipeña (2003). El libro aborda a más de ciento cincuenta autores aunque de manera

bastante breve en algunos casos. Sin embargo, resulta una guía imprescindible para

conocer el devenir de la literatura arequipeña desde la época colonial hasta nuestros

días. Libro historiográfico antes que crítico y único en su género en la bibliografía

mistiana.

Estos esfuerzos individuales son útiles y necesarios. Pero aún hace falta y queda

pendiente un esfuerzo colectivo que abarque la macro región sur en una antología crítica

que englobe a los departamentos de Puno, Cusco, Moquegua, Tacna y Arequipa. Somos

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de la idea que se deben impulsar circuitos alternativos al centralismo limeño, reforzar el

debate en las regiones y establecer corredores entre los cinco departamentos

mencionados, pero al mismo tiempo sin dejar de tener vínculos con los circuitos de la

capital y otras regiones. Este trabajo pretende mostrar también que la literatura en

Arequipa (de ahí el subtítulo “La literatura en Arequipa en los diez últimos años”) no

sólo es producto de autores nacidos en este departamento, sino también de autores

provenientes de otros lugares y han sido considerados en este trabajo tanto por su

residencia como por la producción de sus obras. Al respecto José de la Riva Agüero

decía: “Lo que importa no es dónde nació el autor, sino dónde influyó con sus escritos y

su presencia”

8

, quizá el caso más emblemático sea el del poeta José Ruiz Rosas, de

origen limeño pero su filiación a la literatura arequipeña es innegable.

Consideramos que están equivocados quienes piensan que en provincias no se hace

literatura de calidad. Por lo menos para el caso de Arequipa ese prejuicio centralista

resulta una falacia. Lo que ocurre es que los circuitos limeños son cerrados a otras

regiones por celos económicos, desidia o simple prejuicio de la ciudad letrada. Por otra

parte, los medios de comunicación de alcance nacional y los críticos capitalinos

conciben a Lima como si se tratara de todo el Perú. Publicaciones de títulos como “La

literatura peruana hoy”, “Los mejores libros del año”, “Narrativa y poesía peruana

actual”, “Los rescatables del año”, etc., son antologías de escritores limeños o que

radican en la capital. Resulta preocupante, por ello, la ligereza y liviandad con que se

utiliza el adjetivo “peruano”.

8

José de la Riva Agüero, Carácter de la Literatura del Perú Independiente. Lima, PUCP, 1962, p.215.

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LA POESÍA: CRÓNICA DE NUESTROS DÍAS

La poesía que se escribe en estos días en Arequipa se cimenta en una larga tradición

poética. Jorge Cornejo Polar

1

en un estudio preliminar que hace sobre la poesía en

Arequipa en el siglo XX advierte que poco después de la fundación de Arequipa en

1540, ya relucía la voz de un poeta, Diego Martínez de Rivera, y aunque no se conoce

ningún verso suyo, su fama llegó hasta España y el mismo Cervantes alude a él y a la

ciudad en su Galatea. Asimismo, anota Cornejo Polar, que recién en el siglo XIX, la

lírica en Arequipa adquiere fuerza a través de la poesía popular, sólo con Mariano

1

Jorge Cornejo Polar, La poesía en Arequipa en el siglo veinte. Estudio y antología. Arequipa, UNSA,

1990.

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Melgar que protagoniza el primer momento notable a través de sus yaravíes en los

cuales combina los componentes autóctono y occidental de la cultura peruana.

A fines del siglo XIX y sobre todo los primeros años del siglo XX, Arequipa comienza

a incorporar elementos de la modernidad, tanto en el ámbito tecnológico como el

cultural. En esas primeras décadas del siglo XX, la poesía en Arequipa se va a centrar

en dos grupos: la revista Anunciación, dirigida por Alberto Hidalgo, y el grupo

Aquelarre con Percy Gibson y César Atahualpa Rodríguez, entre otros. A partir de ellos

aparecen otros poetas que, como Guillermo Mercado, emplean un lenguaje marcado por

la arequipeñidad.

Del mismo modo, Cornejo Polar precisa que a partir de 1940 y sobre todo en la década

del 50 se acentúa el proceso de modernización de la ciudad, la cual crece y las

migraciones andinas se expanden, y esto le da otro rostro sociocultural a Arequipa. En

los poetas del 50 se nota un abandono de la temática y el lenguaje local; y se opta por

una poesía con una óptica más universal; a diferencia de los poetas de la década del 60

que intentan recuperar el habla coloquial urbana.

A fines de la década del 70 y durante los años 80 surgió una generación de poetas que

fueron antologados por Rolando Luque en Viva voz (1990). En ese periodo aparecieron

una gran cantidad de libros y revistas que enriquecieron la vida cultural de Arequipa.

Juan Alberto Osorio

2

(2005) en su estudio sobre la literatura arequipeña de la

generación del80 afirma que la poesía de esta generación es “más urbana, más

intelectual, más personal, narrativa, confesional. Es una poesía cuyo espacio se estrecha:

2

Juan Alberto Osorio, “La poesía arequipeña de la generación del `80” en Filosofía y Humanidades.

Arequipa, Año 2, Nro 2, mayo 2005.

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la ciudad, las calles, los parques, los bares, sobre todo , visiones nocturnas. Y también,

en buena medida, una poesía sin anclaje contextual reconocible, especulativa, reflexiva

y emotiva, a la vez”

.

Más adelante anota que con esta generación “se produce una

modernización de la poesía arequipeña, que pasa por un proceso de

desarequipeñización, y expresa el deseo de insertarse en un ámbito mayor. Replantea

sus relaciones con Lima, en el propósito de ser menos provincia, menos periferia.” (p.

59).

Juan Alberto Osorio afirma: “En poesía, Arequipa siempre fue imaginada lejos del

mundo andino, como un oasis entre el mar la sierra” (p.59). Sin embargo, la poesía más

reciente imagina una Arequipa como parte del mundo andino. Esto quizá se deba a la

fuerte migración de ciudades como Puno o Cusco, las más inmediatas, cuyo aporte al

enriquecimiento de la cultura arequipeña en los últimos treinta años es indudable. Esto

no quisieron ver los poetas de los 50 o de los 80.

Al igual que el resto del país, sobre la poesía peruana escrita en los últimos años, es

decir aquélla producida en la década del noventa y post 2000 muy poco se ha escrito

3

.

Qué decir de las literaturas regionales. En el caso de la poesía arequipeña, no hay un

trabajo sistemático al respecto, excepto una antología que apareció en noviembre de

2005 dirigida por Jimmy Marroquín, titulada Enemigo Rumor, que pretende rescatar las

voces que no han sido consideradas por el canon oficial por estar fuera del circuito

limeño. En dicha antología se incluyen a trece poetas mayormente nacidos a partir de

3

Miguel Ildefonso en su Ensayo sobre la poesía peruana última así lo anota reconociendo que tal vez sólo

el trabajo de Luis Fernando Chueca publicado en la revista Lienzo 22, sea el único que presenta cierto

rigor.

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16

los años setenta. Son voces jóvenes que con variados estilos y temáticas se apropian de

la palabra.

A continuación haremos un recuento de los libros que han sido publicados en los diez

últimos años, es decir, entre 1995 y 2005; posteriormente nos ocuparemos de cuatro

poetas que, según nuestro parecer, presentan una propuesta poética singular, estos son :

José Gabriel Valdivia con Funesta trova (2003), Leandro Medina con Los muros de la

ciudad (2001) Jimmy Marroquín con Dinámica del Fuego (2000), y Juan Yufra con

Graffiti de Zoo (2003).

POETAS DE ESTOS Y OTROS TIEMPOS

Además de los cuatro poetas que hemos hecho referencia anteriormente existen otros

que entre 1995 y 2005 han publicado una serie de libros, y además forman parte de

distintas generaciones. Tomando de referencia su fecha de nacimiento (y no tanto el

lugar, dado que en sus datos biográficos encontramos que algunos de ellos han nacido

en otras ciudades y que sin embargo han radicado y producido sus obras en Arequipa),

tal como se presenta en la ficha biográfica y bibliográfica de los autores en el anexo de

este trabajo, los vamos a agrupar en tres bloques. Primeramente, están los nacidos en

las décadas del40 y del50, como es el caso de Gloria Mendoza, Juan Alberto Osorio,

Carmen Cáceres, Elizabeth Obando, Rosa Elena Maldonado, Oswaldo Chanove, José

Gabriel Valdivia, Leandro Medina y Luzgardo Medina. En segundo lugar, ubicaremos a

los poetas nacidos en la década del60, aquí hablaremos de Odi Gonzales, Adolfo

Salinas, Luis Cuadros, Porfirio Mamani, Lolo Palza, Alfredo Herrera, César Gutiérrez,

Luz Vilca, César Álvarez, Víctor Igunza y José Luis Ramos. En tercer lugar, nos

referiremos a los poetas nacidos a partir de l970, que propiamente serían quienes

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conformarían la generación poética de fines de los90 y post 2000 (si es que así puede

llamarse) ellos son Jimmy Marroquín, José Carlos Tapia, Jesús Martínez, Tania Rozán,

Carlos Capellino, Juan Yufra, Fisher Heredia, Heiner Valdivia, Nacho Infantas, Mariela

Cervantes, Robert Baca, Mauricio Pacheco.

Es necesario señalar que tenemos conocimiento que poetas como Luis Ormachea,

Norma Mogrovejo, Martín Zúñiga, Antonio Díaz y Oscar Zaldívar tienen ya un libro

publicado, igualmente Abel Rubio y Luis Rodríguez; sin embargo, no nos fue posible

el acceso a ellos. Además también hay poetas que sólo han publicado en plaquetas o

revistas como es el caso de Julia Barreda, Mirtha Núñez, Juan Zamudio, Jimmy

Barrios, Jimmy Britto, Paúl Valenzuela, Liliana Ramos, Noelia Cerpa, Ana María

Flores, Paola Calle, Andrea Apaza, Olivia Valcárcel y Rousver Morales, lo cual muestra

de alguna manera que hay una intensa actividad poética en nuestra ciudad ejercida

básicamente por gente joven.

Gloria Mendoza con Dulce naranja dulce luna (2001) confirma su importante lugar

que ocupa en la poesía sureña. Este poemario está dividido en ocho partes y la temática

que aborda es variada, tal vez se podría hablar de dos ejes: la mujer, a través del

recorrido que hace por la vida de Frida Kahlo, e incluso por la de ella misma, ya que

hay cierto tono autobiográfico en muchos poemas; y la presencia del mundo andino, al

que aborda con un lenguaje tierno enriquecido con términos quechuas. A través de estos

ejes va insertando su percepción de la vida y la poesía. Su poema titulado “La palabra

en el equilibrio de tu vida” contiene algunos elementos que podrían constituirse en su

arte poética: “... la palabra / reaparece / en una metáfora / enredada / en la negra

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cabellera de mis hijas...” (p. 128). Siempre está presente la poesía como un quehacer

cotidiano.

Juan Alberto Osorio en su libro Inaucis y otros poemas (1999) nos presenta un

extenso poema épico constituido por cincuenta cantos en los que lo histórico se funde

con lo lírico. Hay un yo poético colectivo que indaga sobre los orígenes y el destino

actual de quienes fueron desplazados de sus tierras. Los referentes geográficos son

andinos. Cusco a través de Inaucis (Sicuani) se constituye como un símbolo que no fue

arrebatado, pero que es preciso recuperar de la memoria: “tornamos evocando que para

expandir el mundo conocido / partimos un día de Inaucis / nos perdimos devorados por

lejanías profundas / por el olvido de las huellas inauguradas” (p. 61).

Carmen Cáceres nos presenta Ánforas del tiempo (2002), en el que encontramos

poemas con cierta preocupación social pero también poemas con tono intimista, en

ambos casos se trasluce un llamado a la esperanza. Caracteriza a este poemario la

sencillez de su lenguaje: “Revuelo de alas / por la calle de siempre / ha vuelto mi

niñez.” (p. 36).

Elizabeth Obando en Mystikós (2005) nos presenta una poesía donde lo místico no

excluye elementos eróticos. No hay mayor artificio con el lenguaje de ahí que comulgue

bien con las invocaciones que hace a Dios: “Otra vez en cruz / los brazos / de la tarde /

con un Dios que / a pesar de todo / encuentra mi alma...”. (p. 25)

Rosa Elena Maldonado junto con otros poetas como Oswaldo Chanove, Luzgardo y

Leandro Medina, José Gabriel Valdivia, Misael Ramos, forma parte de la generación de

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los80. En su poemario Agua salada (2004) nos muestra una poesía intimista, sin

pretensiones formales, y cuyo eje temático gira en torno a la soledad y la nostalgia

amorosa: “ No me pesa la soledad / Lo que me pesa es el sueño / así de prosaico y vano

/ Y necesario”. (p. 88).

Oswaldo Chanove, poeta importantísimo de la generación de los80, ha publicado

Canción de Amor de un Capitán de Caballería para una Prostituta Pelirroja (2002),

donde lo erótico se constituye en el núcleo de su poética : “el amor / como el coyote /

marca el escenario / de / los hechos / y / de las cosas”. Este poeta no sólo ha tenido

trascendencia regional, sino también nacional incluso internacional.

Luzgardo Medina nos presenta en Rostros del sueño (2005) imágenes oníricas que se

instalan en lo cotidiano y en la absurdidad. También lo irónico está presente en los

poemas con afanes desacralizantes, por ejemplo en “Cuando alguien fallece sin

fallecer” dedicados a Karol Wojtilla: “Es verdad que jugó con la nieve, tomó la palabra

delante / del dictador y le dijo que soltara a los prisioneros de / conciencia, que en el

amor de los niños se puede encontrar / la auténtica democracia, pero su voz era frágil

paloma que / volaba en círculos, temblorosos círculos” (p. 32).

Adolfo Salinas en El cantar de los cantares (2003) poetiza al amor con un estilo

sencillo y sin pretensiones formales: “Amada mía / Eres más que la poesía / porque eres

el origen del ser / por los siglos de los siglos / Amen” (p. 12).

Luis Cuadros en La velocidad del amor (2004) explora la temática amorosa, su

corporeidad, su fugacidad y hasta quizá la imposibilidad de retenerlo: “la única teoría

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cierta / y comprobada / es la que señala / que la destrucción del amor / se produce / a

velocidad luz.” (p. 84).

Odi Gonzales nos presenta recientemente La escuela de Cusco (2005) en la que entabla

un abierto diálogo con esta importante tradición pictórica de los siglos XVI

y XVII, al calor de los primeros años de la colonización española en los

Andes. Igualmente su obra ha tenido trascendencia nacional e internacional.

Porfirio Mamani en Au –delà du jour Más allá del día (2000) nos muestra una versión

bilingüe de sus poemas en prosa. Casi todo el libro gira en torno a la soledad bellamente

expresada a través de imágenes que van del campo a la ciudad. El poeta ha sabido

transmitir esa nostalgia por el país que siempre lleva adentro, y esa desazón de sentirse

extranjero: “Hace frío en el país donde me encuentro. No puedo preguntar nada, a la

gente aquella, que no me mira pasar cuando paso, llevando en mis brazos, esta sola

inquietud mía de animal abandonado.” (p. 44).

Lolo Palza reúne en Naufragio de Noé (2000) ocho libros que abordan varios temas,

pero quizá la ciudad, el amor y la reflexión sobre la poesía misma sean los que más

destaquen. Su lenguaje es sencillo, sin embargo conlleva a complejas preocupaciones

por la existencia. El título del libro es muy sugerente, y se revela justamente al final:

“Un mar de inútiles palabras poesía / Han llegado ahora a tus costas / Y amenazan tu

barca al naufragio”. (p. 132).

Alfredo Herrera con Montaña de Jade (1996) nos presenta un libro en el que se

combinan diversos estilos y temas. Hay un erotismo que se desprende de varios poemas,

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21

sino de todo el libro, y se manifiesta de variadas formas como aquél que introduce

elementos andinos: “Vuelca tu cuerpo, / danzarina de agua, / sobre este campo de

quinua en flor, / vuelca tu cuerpo, / imillita, / sobre este cielo que huele a granizo y a

lana de alpaca.” (p. 51).

César Gutiérrez en La caída del equilibrista (1997) también combina una serie de

estilos y procedimientos que mayormente provienen de los media. El libro sugiere un

vacío existencial, solo la palabra emerge y se eleva como un acto de salvación: “Y el

delicado, el alado espíritu se evapora entre la muchedumbre.” (p. 66).

Luz Vilca en Retrato de una mujer malvada y otros hilos de lascivia (1999) aborda el

tema del erotismo sin restricciones de ninguna clase, más bien pareciera con un deseo

de reivindicar el deseo femenino: “Hay un placer especial / al tenderse en la cama /

desnuda, / despierta, / cobrando conciencia de mí misma.”

César Álvarez en Breve historia de todas las cosas (1996) recrea escenas religiosas con

escenas eróticas, hay un juego verbal irreverente: “Hoy estaré en el Paraíso / y la luna

será testigo / de nuestro loco amor”. (p. 41).

Víctor Ingunza autor de Sucesos azules (2003) nos presenta un poemario en el que los

elementos naturales se mezclan con los elementos urbanos a través de un lenguaje

tierno, con cierto contenido social y que además busca reflexionar sobre las historias

personales: “”Espejo rajado con la rosa, / tenemos que aprender / a deshojar la vida /

de muertas escrituras / y tratar a viva voz / la carne / esta carne salada de los hijos”. (p.

24).

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22

José Luis Ramos aborda en Gala en el centro (2005) la cuestión erótica de una manera

que no sólo tiene que ver con el placer sexual sino también hay un transfondo político y

social en el sentido que se apuesta por un tipo de relación amorosa que transgrede lo

convencional: “Celebro que me ames en otro cuerpo / porque yo soy todos los cuerpos /

que has de beber para salvarte.” (p. 33). Es un libro orgánico y con muchas audacias

lingüísticas.

José Carlos Tapia en Música para afeitarse (1998) recurre a la temática amorosa y

también a la vida cotidiana la cual nos la comunica con un lenguaje fluido, sencillo y

directo, lleno de vitalidad, con un lirismo juvenil: “Tu sonrisa se parece / a los días

nublados / al camino al restorán / tras el mediodía vencido / a las núbiles colegialas /

bajando por el barandal de la tarde” (p. 15).

Jesús Martínez en Salmo tropical (2003) recurre a un discurso polifónico intercultural

y además explora el tema de la homosexualidad en ciertos poemas donde hay un yo

poético que borra los límites del género: “Yo / que no sabría sino ser Eva / que palpo en

mis pezones / la suave piel de la manzana / soy también Adán” (p. 23).

Tania Rozán en Anotaciones para Vivir (2001) reflexiona sobre la vida cotidiana y la

condición femenina, hay mucha vitalidad y sencillez en el lenguaje: “Bajo un techo /

separada del sol / las nubes / el viento / la lluvia / su vida transcurre / llena de horario”

(p. 39).

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23

Carlos Capellino en Desierto de lámparas (2001), al decir del prologuista, ofrece una

visión peculiar de la vida cotidiana en la época postindustrial, es una poesía minimalista

y citadina: “Hay un sol omnipresente: / Sin invitación alguna / Se cuela entre los

maderos / De esta nave, de este piano, / De estos muros” (p. 25).

Fisher Heredia con Tzolkin (2001) quizá sea uno de los poetas jóvenes que con

audacia intenta experimentar nuevas formas de expresión poética, ya que son

recurrentes los juegos verbales y representaciones gráficas en sus poemas: “Tu nombre,

tus ojos, tu sonrisa –indias petrificadas- / Recitando lotos azules, verdes, amarillos,

rojos / Eurídice, muchacha-sombra escrita con el abismo del barro” (p. 12).

Heiner Valdivia en Vesperia (2004) aborda básicamente el tema de la muerte, desde

una perspectiva mitológica y con un lenguaje con tendencia barroca, que a veces se

torna hermético. En su Poema Aqueronte dice: “Arde en el mar tu visible capa y

desnudez, / Un jinete sin sombra, su tribu de corceles pigmeos. / A la deriva, tus ojos

de tiniebla / Vida, vacía la suerte que nos conduce / A polvorientas balsas sedientas.”

(p. 31).

Nacho Infantas nos presenta en Piel de arcano (2003) un núcleo temático que gira en

torno al cuerpo no sólo como un espacio erótico sino también como un modo para

indagar sobre la existencia humana y la misma poesía, sobre la vacuidad de la palabra.

Resulta meritorio el buen manejo del lenguaje tanto en sus manifestaciones líricas como

épicas. En el poema que da título al libro encontramos: “Este cuerpo no es un cuerpo, /

es solamente la piel aún desierta / de la palabra que te encierra” (p. 7) y en otro titulado

Desaparición del arcano dice: “Entonces, descubro / que todo este paisaje / es sólo una

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24

palabra / siempre fue una palabra / Cierras los labios, desapareces, / desaparecen los

labios.” (p. 43).

Mariela Cervantes en Vals del duende (2003) el hilo conductor de los poemas es

básicamente de vertiente amorosa, femenina, cotidiana e irreal a la vez; su tendencia

coloquial hace que su lenguaje sea llano y sencillo: “me cambio de ropa / aceito mis

piernas / las acaricio y me cuelgo el talismán / mis senos descubiertos juegan con el

espejo / escondiendo tus huellas.” (p. 22).

Mauricio Pacheco en El viejo libro del cuero de mamut (2004) recurre a elementos

bíblicos y mitológicos para transmitirnos sus preocupaciones existenciales por un futuro

desconcertante: “Pobre Minotauro

aún recuerda el beso de Venus / cuando en un

pasado fue feliz. / Carga ya tu vieja cruz / Que al final del laberinto/ Está la tumba y la

lápida de mármol” (p. 16).

FUNESTA TROVA: José Gabriel Valdivia

José Gabriel Valdivia es un referente innegable en la poesía de los años ochenta, y tal

vez dentro del grupo es uno de los que mejor ha logrado demostrar su destreza en el uso

del lenguaje. Obtuvo importantes premios a nivel regional y nacional como el Concurso

Nacional de Poesía “César Vallejo” de 1988, lo cual le hace ocupar un lugar destacado

en la producción poética arequipeña.

Funesta trova (2003) es un poemario que reúne cuatro partes que antes fueron

publicados como textos individuales: Grafía, Versolínea, Flor de cactus y Otras

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25

espinas. En los cuatro libros el yo poético se dirige a un destinatario figural que aparece

como Muchacha Lejana en varias páginas, o sino ésta es reemplazada por el pronombre

tú o por el adjetivo posesivo del mismo tipo. Sin embargo, en cada libro la

intencionalidad varía.

En Grafía se impone el tema amoroso. Para ello se recurre a un lenguaje que transmite

la intensidad del sentimiento hacia la vida, sobre todo en sus manifestaciones eróticas.

El objeto amoroso es identificado como un valle, un jardín, un campo verde, una

primavera:

Aún sé sólo por las flores

que la primavera existe

en tu pecho Muchacha Lejana

Pero el asunto amoroso es simbólico, pues esa Muchacha Lejana parece representar más

bien una cosmovisión cuando dice

Ya no beso tus labios ni miro

Las rosas tus trenzas los Andes (p. 24)

Esa Muchacha Lejana bien podría ser la patria, esa patria que posee una identificación

geográfica circunscrita básicamente a la ciudad:

Y en tu verde pecho

una fresca mercancía en labios

de vendedores ambulantes

Proscritas palabras

en un mar horrendo

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de pasadizos cárceles o viejos hospitales

con guardias semáforos i acelerados

peatones que se pierden

en cuantiosas caravanas

hacia aquella curva-de-la-muerte (p. 19)

En Versolínea el yo poético se vuelve más meditativo, reflexivo y menos materialista.

En algunos poemas parece dirigirse a un alocutario figural a quien denomina poeta:

Todo cuesta poeta todo se aprende

El tono reflexivo es bastante expreso a lo largo de esta sección, ya que destaca la

profunda soledad y angustia que sufre el ser humano .

En Flor de cactus se cruzan varios discursos en los que de nuevo se hace evidente la

presencia de la Muchacha Lejana, pero aquí va revestida de un ensueño no realizado, de

una utopía lejana. Este misma temática está presente en Otras espinas:

Porque todo delirio es PARIR

Toda utopía Toda oniria:

Parir

(p.126)

Hay un tono de súplica que se impone en poemas que titulan Invocaciones; son especie

de oraciones, pero no se trata de oraciones a un dios cristiano, más bien se trata de los

Apus o dioses andinos, como lo manifiesta expresamente cuando dice

Ay de mí Santo Padre Coropuna

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27

O también cuando invoca a la musa:

Oh musa deplorale de frías cabezas de oro

Amaru ciega que envenenas raíces

En lágrimas de brea

...

Aquí me tienes sedicioso y subversivo

...

Colgando sábilas tras las puertas

Plantando cruces en los techos

(p. 92)

Hay que remarcar la presencia de otra escritura que cruza todo el libro. Se trata de la

iconografía rupestre, la escritura de los petroglifos de Toro Muerto que se incluye a lo

largo del poemario como una escritura adicional. Esta segunda escritura desde la

perspectiva pragmática, tiene una implicatura: someter la escritura alfabética a esa otra

escritura de origen prehispánico cuya construcción de significado es bastante

conflictiva. En este poemario lo implícito es más importante que lo explícito. El texto

subyacente escrito en el margen y con escritura rupestre parece ser más importante para

el yo poético. El mensaje que transmite es bastante sugerente: la funesta trova es la

funesta historia de la cultura de la letra que somete a la cultura oral.

Juan A. Osorio

4

ha escrito sobre la poesía de Valdivia lo siguiente: “La suya es una ...

que en su elaboración utiliza elementos diversos, algunas que quiebran las pertinencias

establecidas, a niveles sintáctico y semántico, como el paso de una voz a otra, que puede

4

ibidem, p. 57.

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o no guardar relación con lo anterior. Se trabaja también a nivel de sugerencias, evita la

calificación, la designación directa” (p. 57). En realidad, la poesía de José Gabriel

Valdivia está cargada de imágenes y metáforas bien logradas pero también de profundas

disquisiciones humanas, lo cual lo convierte no sólo en un hábil hacedor de palabras

sino también en un poeta que conoce el camino para llegar a lo hondamente humano.

LOS MUROS DE LA CIUDAD: Leandro Medina

Leandro Medina es otro importante representante de la Generación de los80 de la

poesía arequipeña. Muros de la ciudad (2001) es un libro de casi reciente publicación,

sin embargo fue escrito hace muchos años y muchos de sus poemas aparecieron en

antologías y revistas de la ciudad.

El libro contiene cinco secciones: Recuerdos en blanco y negro, Los muros de la

ciudad, La palabra pide la palabra, Poemas desde lejos y Urgencias cotidianas.

En el aspecto formal, lo primero que el lector encuentra es el trabajo del lenguaje. “Un

trabajo casi siempre directo y sin artificios” dice Raúl Bueno en la presentación. Se

puede agregar un lenguaje transparente y cristalino. La sensación que dejan los textos

poéticos en el lector es como si mirara un manantial de aguas límpidas y diáfanas, tan

cristalinas que puede apreciar lo que contiene el pozo: piedras, algas y cuanta vida

acuática es posible. Medina logra una llaneza en el lenguaje, pero no llega al prosaísmo

coloquial. Estos poemas se colocan en el intersticio de estos dos extremos: el hermético

barroco verbal y el coloquialismo ramplón descuidado.

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El desayuno derrumbado entre los dientes,

El almuerzo desplomado en el estómago

La comida aplastada antes del té (p. 53)

En cuanto al aspecto temático del libro, se puede rastrear marcas discursivas variadas:

desde los desencuentros conyugales, notas familiares de “Poemas desde lejos”, hasta la

presencia de un amor meditado que insinúa el yo poético en “Muros de la ciudad”. Pero

una lectura más audaz y deconstructiva de estos poemas exuda otras significancias. A

partir del paratexto que hace de título del libro: “Los muros de la ciudad”. Este

paratexto sugiere la ausencia de libertad o protección, pero más lo primero.

No es que el yo poético exprese denotativamente estar preso. El hombre no sólo pierde

su libertad cuando es encerrado entre barrotes de hierro. El individuo del siglo XX ha

construido prisiones, a veces, imaginarias, cuyos barrotes son más fuertes que las varas

de hierro. La sensación que dejan estos poemas es un yo poético en varias

circunstancias, pero en todas imposibilitado de su libertad. Incluso lo rutinario y lo

cotidiano hacen de cárceles insoportables. Entonces, esos enormes muros a que hacen

referencia los poemas son esas prisiones cotidianas: los hábitos, las deudas, la rutina, las

costumbres, los ritos sociales (casarse, tener hijos, etc.). Son los barrotes que impiden al

hombre la ansiada libertad. El tono de hartazgo que utiliza la enunciación, el cansancio,

la desesperanza y el desgano que destilan los versos llega por momentos a escarapelar

las entrañas del lector:

He llegado demasiado tarde

Y cansado de esperarme / se han marchado sin mí (p. 48).

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30

Hay que callar para no importunar a los vecinos

Y para no recordar

Al tamalero de las cinco de la tarde (p. 55).

No sé qué es peor

Si buscarle sus cuatro pies al gato

O no buscarle / ninguna (p. 54)

La palabra misma, que sirve para liberar el pensamiento, es una prisión al no poder

dominarla, al no poder vivir sin ella, al ser dependientes del verbo:

Qué escribiré en la próxima página?

No sé (p. 41).

Hay una palabra callada en mi boca

Hay un silencio lleno en mis ojos (p. 49).

La misma naturaleza coloca cercos infranqueables, son las prisiones naturales del

hombre que lo acorralan:

Mientras cruzo la plaza todo empapado

Busco un refugio / resoplando

“frío ‘e mierda que está ‘ciendo” (p. 47)

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Quizá el poema que mejor expresa la idea de prisión sea justamente el que da título al

libro. En este texto el yo poético expresa ese sentimiento de huir, escapar. Y no se huye

si no se está preso:

Huyendo / de los supermercados

De las 24 horas diarias de espera

De las cadenas de información

De los night clubs (p. 32).

Si bien es cierto que el sujeto está en una prisión, en la última sección del poemario el

yo enunciador logra huir. La llave con que consigue finalmente abrir los muros es la

imaginación:

Me he sentado sobre la luna

Y me puesto a soñar

...

Pero qué hermosa es la tierra

Vista desde aquí:

Pequeña, redonda y brillante

Como pompa de jabón

Muy pronta a reventar!

(p. 57)

Aquí el poeta ha escapado con la imaginación hasta posarse sobre la luna. Ha

conseguido finalmente escapar de los muros de la ciudad, de los muros de la naturaleza,

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de los muros de la palabra, de los muros de lo cotidiano y sentado desde la luna

contempla extasiado que las cosas desde allí no son las mismas.

La sugerencia que deja la lectura del libro se abre como un abanico. Cambiar de

posición ya es una forma de libertad. Desde la sima de una mesa el mundo ya no es

igual.

Finalmente, podemos decir que el libro de Medina crea también un imaginario sobre

nuestra ciudad, no como una recuperación del habla local, ya que en el libro no hay

ninguna pretensión por mostrar un lenguaje marcado por la arequipeñidad, como fue el

caso de los poetas de generaciones anteriores, sino como una apropiación de nuevos

elementos marcados por el proceso de modernidad al que estamos asistiendo, lo cual se

contrasta con los elementos rurales que también están presentes en su poesía, de modo

que lo rural y lo urbano cambian de rostro a la ciudad tradicional.

DINAMICA DEL FUEGO: Jimmy Marroquín Lazo

Jimmy Marroquín puede ser considerado como uno de los forjadores de la nueva poesía

que apareció en Arequipa desde los inicios de los noventa. Su presencia poco a poco se

fue haciendo notoria en las publicaciones que hacían los estudiantes de la Escuela de

Literatura, como es el caso de la revista Claraboya, donde publicó algunos poemas que

luego incluiría en su primer poemario Dinámica del fuego (2000). Su constancia en la

práctica poética y su talento le hicieron merecedor del premio COPÉ de Plata en la X

Bienal de Poesía 2001 con su libro Teoría Angélica (2001).

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Dinámica del fuego no es un libro improvisado, sino es uno que ha sido concebido y

trabajado con mucha paciencia y dedicación, de ahí que sobresalga a toda luz la

coherencia en su contenido y su logro mayor que se da en relación al tratamiento del

lenguaje. Este poemario está dividido en tres secciones: dinámica del fuego, fugitivo

ardor y música de esferas. El libro tiene tres características que le dan unidad sólida: un

sesudo trabajo del lenguaje, la presencia del fuego como elemento dinamizador y un

tono marcadamente reflexivo.

En efecto, no existe un referente en la poesía local que haya trabajado el lenguaje como

lo hace Marroquín en este libro en particular. El presentador, en la tapa, indica: “Las

audacias sintácticas, inspiradas en el barroquismo moderno de Lezama o Martín Adán,

la orfebrería puesta a prueba en el manejo del lenguaje y la vocación literaria que

animan y exudan estas páginas, hacen de Dinámica del fuego un texto imprescindible de

la producción poética de la última década del siglo pasado”. Los veinte poemas que

conforman el libro son una muestra de lo dúctil y maleable que se vuelve la palabra en

manos de un artífice conocedor del oficio. Porque la poesía no es sólo sentimiento, es

sentimiento, pensamiento pulimentado y palabra arrepujada para grabar con ella la

reflexión coherente.

líneas inconexas obseden mi visión

asaz pulimentada

...

desalada entrevisión del mar.

(p. 51)

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Lo barroco en la poesía actual se manifiesta a través de frases desbordantes, de

hipérboles, de recurrencia al humor paródico, a alusiones eróticas, etc., lo cual hace que

el lenguaje se complejice y en algunos casos se convierta en un caos verbal, sin

embargo produce un placer lingüístico al leerlo. Para Lezama Lima en La expresión

americana (México, FCE, 1993) , el principal cultor de esta tendencia en la poesía

hispanoamericana, decía que “entre nosotros el barroco fue un arte de la

contraconquista. Representa el triunfo de la ciudad y un americano allí instalado con

fruición y estilo normal de vida y muerte... El primer americano que va surgiendo

dominador de los caudales es nuestro señor barroco” (pp. 80-81).

Hemos hecho referencia a Lezama Lima porque claramente en el poemario de

Marroquín encontramos su influencia. Así el poema titulado Muerte de Narciso del

poeta cubano tiene estrecha relación con el poema Monólogo de Narciso que dice:

Espero más del ojo

Sin confiar en el espejo

Que ya previsible es a mi tacto

Lo mismo que a mi olfato

La falsa imagen que me escruta

Del otro lado del espejo

Sin pudores, sonriente y ya de plano

Perdida en los rutilantes fuegos fatuos

Pues es poco sutil esto que toco.

(p. 14)

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El texto reclama un lector real competente, un destinatario comprometido con la poesía

y que su acervo léxico sea tan abundante como las metáforas que emergen de los versos.

La poesía, básicamente, es trabajo de la forma como un alquimista de la palabra. Eso es

lo que se percibe desde los primeros versos en este libro.

La segunda característica del poemario es la presencia del fuego. La idea del fuego

como elemento dinamizador de la vida es una idea que persigue a la humanidad desde

sus inicios. Están los mitos griegos y en todas las culturas el fuego fue conservado y

adorado como elemento sagrado para preservar la vida. El fuego es el que preserva la

vida, pero también su destructor: la vida y la muerte, eros y tánatos se mezclan en este

componente de los elementos de la tierra. Ese es la magia del fuego. Y esa es la idea con

la que juega Marroquín en el poemario. Los lexemas “fuego”, “luz”, “humo”, “llama”,

“arder”, “crepitan”, “devasta”, “humareda”, “llameante, “incendiado”, “cenizas”,

“incinerado”, “rescoldo”, “lumbre”, “hollín” se repiten una y otra vez a lo largo de los

versos. Estos lexemas confieren a los poemas esa llameante idea que la vida se inicia y

acaba en la crepitación del fuego, en el alarido de la palabra. Y es por eso que Jimmy

Marroquín recurre a este símbolo para revelarnos la estrecha relación que el fuego

guarda con la escritura, con la creación poética. En realidad, la poesía es fuego:

...

perpetuo desconcierto del ojo en llamas que vislumbra

la densa humareda

de la escritura y la página deshecha en llamas.

Asimismo en el poema titulado Música de esferas dice:

la Palabra vuela estalla en mil pedazos

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caen se dispersan quemantes sus residuos

forman una viscosa jalea desatan la desusada

cópula de la tinta y la lágrima

(p. 54)

La última característica del poemario es su fuerte y marcado tono reflexivo sobre temas

metafísicos como el tiempo. El yo poético se muestra fuerte y sabedor de su rol de guía.

Cuestiona a Heráclito su certidumbre racional. Sin embargo, es una reflexión

inconclusa, pareciera que se atasca en las palabras sobrecargadas. El juego verbal y las

construcciones gramaticales se solidifican tan pronto, de modo que deslizar la idea de la

reflexión se hace como intentar nadar en un pantano por el hermetismo que aflora en los

versos. Pero sobre todo este libro es una reflexión sobre la poesía, sobre la esencia de la

palabra, en ese sentido se constituye es un cuestionador del lenguaje, un buscador de

otras formas de expresión .

Estas características hacen de este libro un desafío para el lector y convierten al

poemario en uno de los mejores –sino el mejor- de la última década.

GRAFFITI DE ZOO: Juan Yufra

Juan Yufra es una de las voces jóvenes que destaca en la actual poesía arequipeña.

Egresado de las aulas universitarias se fue haciéndose conocer en los recitales, los

suplementos y las revistas de los estudiantes. El año 2003 fue ganador del concurso

“Guillermo Mercado” convocado por la Municipalidad de Yanahuara. Graffiti de zoo

(2003) es su segundo libro.

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37

¿Qué es un graffiti? Es la expresión tribal y salvaje de los inconformes en las sociedades

modernas. Es un grito de inconformidad, de rebeldía. Es el arte rupestre post-moderno

en los muros de las sociedades globales tan caotizadas y al mismo tiempo ordenadas y

razonadas al milímetro en su funcionamiento. Es la voz del Otro. Pero si además al

lexema graffiti se adiciona Zoo el resultado es doblemente transgresor. La traducción al

lenguaje cotidiano sería “Pintura animal” o escritura animal, escritura salvaje, y eso

precisamente representa ese libro: una escritura que intenta explicar la vida.

La lectura de un poemario como Graffiti de Zoo exige despojarse de la concepción

canónica de poesía. Es decir: un poema debe estar escrito en versos ordenados, separado

luego en estrofas como mínimo, uso apropiado y correcto de la forma gramatical y

ortográfica. Idea todavía defendida por los modernistas e incluso por un sector de los

vanguardistas. Nada de eso encontramos en este libro. Lo que el lector hallará serán

palabras sueltas, enunciados agrestes, versos salpicados de provocación límpida y

pizarras escritas con una tinta en blanco.

¿Cómo se lee esto? ¿Qué quiere decir el yo poético? Si un artefacto artístico (un poema,

un poemario, un cuento, la ejecución de una partitura o un cuadro) se siente primero y

luego se razona sobre ella, lo que hace Graffiti de Zoo es dirigirse a los sentimientos, a

las percepciones del lector, a los sentidos del lector. A este nivel puede provocar

rechazo, adición, compromiso, nostalgia, interrogantes, etc.

Es difícil leer un poemario de este tipo, se necesita una lectura diferente, una lectura

deconstructiva. Los versos son como trazos sueltos de aerosol en la página en blanco,

palabras como líneas que suben, bajan, declinan, se intersectan, se enredan y producen

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una figura arabesca, indescifrable, pero bella. Figura que no necesita entenderla sino

sentirla. En este poemario las palabras dicen más de lo que parecen decir o mejor, las

palabras no dicen lo que dicen.

.con sus naufragios

.descripción de la cueva

.mamut

antepasado de la fricción

.grito: cetáceo

.tus picos

algo para el insomnio

Un enunciador no presencial que juega con las palabras como dando pinceladas

inconexas. La sugerencia final es provocar al lector racional que espera encontrar

poemas al modo tradicional y de pronto se topa con una cueva en cuyas paredes la

escritura protohistórica le transmite sentimientos encontrados que no descifra de modo

inmediato. Sólo que este texto es producido por un sujeto que desea regresar a las

raíces, a la cueva, a los primeros sonidos guturales y a la mentalidad oral de la tribu.

Pero como no conoce esa tribu histórica que se ha perdido en los pliegues del tiempo, se

inventa uno que sea funcional en las ciudades modernas. Se inventa una escritura que se

parece a la escritura rupestre, pero no lo es: el graffiti. Pero el graffiti es un deseo de

oralidad, una pulsión.

En este poemario, que se caracteriza por la brevedad, encontramos varios símbolos que

tienen que ver con la recreación de la vida, y en este caso resulta relevante la presencia

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del elemento agua, de ahí la recurrencia al mar: “el mar era una ave típica de la

memoria”, y los seres que en él habitan como son los peces:

.en los animales del aerosol

(la teoría de los peces)

Pareciera que los peces hubieran escapado de su habitat natural: que es el agua, para

buscar otro lugar donde puedan sentirse libres, por eso salen cual si fuesen aves, pero la

muerte ahí mismo los arremete:

Hay

Sombras de pescados muertos al aire libre

O cuando al final dice:

El cuerpo devorado por los cangrejos

La cabeza envuelta de erizos

De ese mar, que podría funcionar simbólicamente como una memoria colectiva, escapan

los recuerdos, probablemente dolorosos, y se convierten en imágenes principalmente

referidas al mundo animal marino, y que son dibujadas, más precisamente escritas, con

un aerosol en el viento. Ese acto de dibujar o escribir es un acto de rebeldía, es una

marca disconforme con el tiempo. La humanidad parece que no hubiera cambiado

mucho desde tiempos primitivos inmemoriables, pues, sigue viendo con estupefacción

esos graffitis grabados en las cuevas o plasmados ahora en las páginas de un libro.

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Por otro lado, entre los poemas están insertos dos textos que se distinguen de los otros

por el formato y la tipografía empleada, y muy bien concuerdan con el carácter

iconográfico que sugiere el libro, lo cual se logra por el manejo adecuado de las

imágenes a través del lenguaje.

Al final el desorden aparente de los trazos (palabras) resulta coherente. Porque el orden,

mirado de otro modo, es un desorden y viceversa.

En una entrevista que aparece en la revista Mítica

5

, Juan Yufra declara: “...la poesía

para mí siempre intentó ser breve, intentó ser directa, intentó ser sorprendente o

sorprender a un lector posible y que me sorprendiera a mí también en el sentido de

buscar las imágenes que yo quería dar a conocer”. Más adelante agrega en torno a su

libro Graffiti: “más que todo es un trabajo de palabras, un trabajo de lenguaje, una

exploración del lenguaje mismo, como pretexto, como teoría, la poesía también puede

ser una teoría del lenguaje”. Estas declaraciones confirman de alguna forma lo que

hemos venido planteando en torno al libro de Juan Yufra.

EN RESUMEN

En primer lugar, debemos señalar que los cuatro autores analizados asumen el oficio de

la escritura con la misma pasión que se asume la vida, pero con entradas diferentes. José

Gabriel Valdivia y Juan Yufra buscan asumir en su poesía la cultura del otro, la cultura

de la periferie. De ahí que sea importante la escritura de los petroglifos como validación

de su existencia inmerso en la cosmovisión andina. Yufra asume la marginalidad oral de

5

Revista Mítica .Arequipa, 2005, Año 1, Nro. 1, pp. 43 y 44.

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41

los graffitis de ese sector juvenil que no se identifica con los discursos oficiales y

dominantes. Encuentra más empatía con el hombre de las cavernas y con su

manifestación de pensamiento oral predominante. Jimmy Marroquín transita por el

territorio de la palabra escrita: Su reflexión es desde ella y para ella. Leandro Medina

realiza un viaje por territorios de lo cotidiano y descubre que la rutina, el lenguaje, las

costumbres y los sentimientos son prisiones de donde el hombre postmoderno busca

escapar.

Asimismo, encontramos que tanto José Gabriel Valdivia como Leandro Medina se

apropian de la ciudad como espacio poético, pero ya no de aquella ciudad orgullosa y

revolucionaria, atravesada por un río cristalino, rodeada de hermosos volcanes y

construida en sillar, sino de esta ciudad anónima, sin rostro definido, víctima de una

modernidad deformada y que ya solo puede provocar o intentar revoluciones en la

palabra, así como lo hacen Jimmy Marroquín y Juan Yufra en sus poemarios.

En segundo lugar, podemos decir que la poesía arequipeña escrita en estos diez últimos

años presenta una temática que no es uniforme. Está presente lo erótico como es el caso

de José G. Valdivia, A. Herrera, J. L. Ramos, L. Vilca, C. Álvarez; asimismo lo

cotidiano lo encontramos mayormente en G. Mendoza, Luzgardo Medina, J. C. Tapia,

T. Rozán, C. Capellino; lo citadino, en P. Mamani, L. Palza, Leandro Medina, V.

Ingunza; lo mítico, en F. Heredia, H. Valdivia, M. Pacheco; lo místico, en E. Obando;

lo barroco, en J. Marroquín, H.Valdivia; lo andino, en G. Mendoza, A. Osorio; lo

marginal, como el tema de la homosexualidad, en J. Martínez; incluso lo femenino, en

todas las poetas.

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42

En tercer lugar, la poesía producida en Arequipa no está definida por “lo arequipeño”

en el sentido tradicional, ya sea por la temática, el lenguaje o incluso por la procedencia

misma de los poetas; en realidad, casi todos los que han producido en estos últimos años

se han “desarequipeñizado” y eso no significa que no se está creando una identidad.

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LA NARRATIVA: PETIT BOOM DE LOS NOVENTA

Arequipa, como mostramos, tiene una respetable tradición poética. Esto no ocurría en

narrativa. La publicación de novelas y libros de cuentos a lo largo de nueve décadas del

siglo pasado no superan la veintena, hecho que dice mucho de una ciudad que se

imaginaba “culta” y “cuna de la jurisprudencia”. Si bien en la primera mitad del siglo

XX hubo mayor presencia de la narrativa (se llegó a publicar nueve novelas), esto

decayó de manera alarmante durante las cuatro décadas siguientes, al extremo de

contabilizar sólo dos novelas: Los juegos verdaderos de Edmundo de los Ríos y Avigus

de Erwin Alvarado. Pliegos al viento de Francisco Mostajo y El cuento en Arequipa

antología hecha por Vladimiro Bermejo en 1958

1

incluyen autores que no quedan en el

imaginario de las jóvenes generaciones: Francisco Gómez de la Torre, Augusto Aguirre

1

Estos son los únicos trabajos que rescatan la producción narrativa en Arequipa en el siglo XX. Habría

que agregar la Antología del cuento (1964) publicado por la Casa de la Cultura de Arequipa y una

antología macrorregional de Max Neira Gonzales.

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Morales, Juan Manuel Osorio, Juan Manuel Cuadros, Alfredo Arispe, Enrique Portugal,

Olivares del Huerto son nombres que no significan nada como ejemplos a imitar por los

narradores de estos días. Sobradas razones tienen los jóvenes para buscar modelos a

seguir en escritores de otras latitudes: Ribeyro, Bryce, García Márquez, Onetti, Rulfo,

Borges, Cortázar, Kundera, Faulkner, Joyce, etc. Oswaldo Reinoso y Mario Vargas

Llosa, escritores nacidos en la ciudad, han desarrollado su actividad en Lima y fuera del

país, por ello no cuentan como referentes locales.

Quizá el referente más inmediato se encuentre en los pocos prosistas que publicaban en

los ochenta. José Gabriel Valdivia menciona a Dino Jurado, Marcel Oquiche, Edmundo

de los Ríos, Tito Cáceres, Alfredo Cornejo Chávez, Edmundo Motta, Miguel Barreda,

Oscar Valdivia, Miguel Angel Delgado Luján, María Teresa Ruis Rosas y Carlos

Herrera

2

. Casi todos pertenecientes a generaciones diferentes y con pocas líneas

convergentes. Y no todos llegaron a publicar un libro.

Sin embargo, a inicios de los noventa se dio una inusitada efervescencia por la narrativa.

Gran número de jóvenes optaron por el cuento. Este hecho era inédito hasta entonces en

la historia de la literatura local. Ese boom se tradujo en la eclosión de grupos literarios

(Claraboya, Solitarios, Paria) que sacudieron la ciudad con sus propuestas. Desde luego

también se tradujo en la aparición de revistas que, casi siempre, tomaron el nombre de

los grupos o, mejor, fueron las revistas que dieron nombre a los mismos.

En estas publicaciones salieron los primeros trabajos serios de Juan Pablo Heredia,

Fernando Rivera, Goyo Torres, Abraham Sugimoto, Rosa Núñez, Jaime Coaguila, Julia

2

Valdivia A., José Gabriel. “Los noventa, década de la narrativa”. En: Lagartija, 20 de abril de 1991, p. 6

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Barreda, Elard Serruto, César Alvarez, Alberto Martorell, Javier de Toboada.

Transcurrido el tiempo, algunos de estos bisoños escritores alcanzaron notoriedad

regional y hasta nacional, gracias a galardones conquistados. Fue el caso de Fernando

Rivera que en 1992 ganó el primer puesto en el concurso El cuento de las mil palabras

de la revista Caretas. Juan Pablo Heredia hizo lo propio en el Concurso Nacional de

Cuento convocado por la Municipalidad de Paucarpata y el primer premio del concurso

Cuento estímulo del Diario Correo. Dos años después César Augusto Álvarez estaría

entre los finalistas del premio Copé de cuento convocado por Petroperú .

Otros escritores desarrollaban una actividad notoria, al margen de los grupo

mencionados, de manera solitaria e insular. Ese fue el caso de Yuri Vásquez y habría

que agregar a Mary Ann Ricketts, ambos premios Copé 1994. Lo propio hacía Willard

Díaz, premio Caretas a inicios del nuevo milenio, dando impulso a los talleres de

narración desde las aulas universitarias y promoviendo revistas de literatura.

Todos estos narradores, o cuando menos la mayoría, en años recientes han concretizado

su trabajo de creación en libros publicados.

Con estos autores, la mayoría surgidos en los noventa o venidos de atrás, pero

publicaron su primer libro en esos años, se produjo una renovación en la narrativa

arequipeña. Fue una renovación temática y una renovación en la concepción misma de

hacer ficción. Ya no se ve el hecho literario como un reflejo de la sociedad y sus

problemas. Se ve la literatura como un ejercicio libre de creación verbal cuyas únicas

reglas válidas son la imaginación, el talento creador y la capacidad de fabular, más allá

de los registros sociologistas y costumbrismo telúrico de generaciones pasadas. Se

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ficcionalizan espacios marginales hasta entonces ignorados por la raleada prosa local y

se empiezan a trabajar nuevas propuestas. Se construye un sujeto arequipeño diferente

que reemplace al “characato” y “loncco” de antaño. En buena cuenta, la narrativa

arequipeña se moderniza y la ciudad empieza a ser novelada con más frecuencia.

Es obvio que el contexto local, nacional e internacional influyen decididamente para

que se produzcan estos cambios. Los estudios literarios posestructuralistas hacen su

ingreso a las aulas universitarias, la posmodernidad banaliza las verdades petrificadas

del marxismo y las cabinas de internet florecen en cada cuadra democratizando el saber

y la lectura. De alguna manera los discursos de la ciudad se modernizan tardíamente o

quizá sea más correcto decir que fue el discurso literario el que modernizó la ciudad

que, finalmente, acabó sacudiéndose de un letargo que duró décadas. Además, las olas

migratorias que se producen en la segunda mitad del siglo pasado cambian la fisonomía

de la otrora ciudad blanca.

Estas consideraciones nos lleva a reafirmar que la tradición narrativa en Arequipa se

consolida con la generación surgida en los noventa del siglo XX. Reiteramos, los

noventa fue la década de la narrativa. El gran número de escritores que optaron por la

prosa y la cantidad de publicaciones recientes confirman esta aseveración. Si bien en los

ochenta la efervescencia poética fue mayor, lo propio sucedió en los noventa pero esta

vez en el campo de la narrativa, lo que no niega que apareciera uno que otro poeta,

particularmente a finales de esa década.

De manera general se puede distinguir hasta tres momentos por los que ha transitado la

narrativa arequipeña en los últimos años. Un impulso juvenil creador que llevó a los

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narradores a publicar en revistas y participar en concursos, ímpetu que duró hasta

mediados de los noventa, sería el primer momento. Un segundo momento que significó

cierto repliegue para la maduración de las producciones que abarcó la segunda mitad de

esa década. El último momento se viene dando con el nuevo siglo y la publicación

continua de libros. Como van las cosas y según la investigación realizada, en los

próximos años deben salir a luz varias novelas que al momento se hallan en preparación

o esperando editor. Esto demuestra la vitalidad por la que atraviesa la literatura

arequipeña de estos días, particularmente la narrativa.

NOSOTROS ESCRIBIMOS, TÚ TAMPOCO

Con el propósito de brindar un panorama completo de los libros de narrativa, publicados

o no, pero que han sido creados en los últimos diez años, exponemos de manera concisa

los aciertos y bondades en cada caso para que el lector tenga una referencia de los

contenidos. Luego analizamos con cierta profundidad un corpus de cinco títulos que

consideramos imprescindibles por su aporte a la consolidación de la identidad local,

regional y nacional. Para el ordenamiento de la nómina se ha tomado en cuenta el año

de nacimiento del autor, sin importar el lugar de procedencia. No hemos incluido en esta

relación a narradores que están desarrollando su actividad literaria fuera del país:

Oswaldo Chanove y su novela Inka trail (1998); María Teresa Ruiz Rosas con su

novela El copista (1999); Carlos Herrera con Blanco y negro (1995); Fátima Carrasco

con El Europeo (1995), Perfectos desconocidos (1999), Ultimas voluntades (2004);

Susana Guzmán con En mi noche sin fortuna (1999). Esto porque el objetivo de este

trabajo es destacar a los autores locales que han tenido ninguna o poca difusión fuera de

la ciudad.

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Manuel Zevallos Vera: Los hijos de la manzana y el dios sexo (2004). Incluye una

serie de diálogos entre personajes muy disímiles entre sí: un tacneño teólogo, un limeño

libre pensador, un cajamarquino poeta y un trujillano científico; además de dos mujeres,

una cusqueña creyente y una arequipeña liberal. Como se ve todos rondan alrededor de

la filosofía o el pensamiento y cada uno tiene una posición que defender en un torneo,

muy bien arbitrado, que empieza con la manzana de Eva y termina con el dios sexo, que

debe ser la causa del pecado y los males del mundo

3

.

Willard Díaz: Diario de retorno (2004). Este libro contiene dieciocho relatos breves,

sustentados en un lenguaje directo, sobrio y sin mayores juegos retórico a nivel del

discurso. En el plano de la historia, la presencia de la pareja y los conflictos en las

relaciones es un tema recurrente, a pesar que también se aborda la problemática social y

la violencia política. Por ejemplo, en “Dos bolsas y un maletín” el clima de tensión y

ruptura conyugal se perciben desde las primeras líneas y va in crecendo conforme se

desarrolla la historia. Llega al límite cuando Sandra echa a Raymundo con palabras

lapidarias: “¡Te vas, te vas!”.

Otros ejemplos son: “Una vida”, “Mónica”, “Antes de cruzar la calle”. En los dos

primeros es evidente la presencia de la infidelidad en medio de una atmósfera de

absoluta paranoia. En el tercero, como sucede en varios relatos, el clima en que se

mueven los personajes es denso, pantanoso. Y la tensión funciona como elemento

detonante que envuelve sujetos, cosas, palabras, miradas y gestos.

3

Cáceres Cuadros, Tito. En: Coloquio, Revistas del Departamento de Literatura y Lingüística – UNSA,

Nº5, Arequipa, octubre de 2004; p.36.

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Desde nuestra perspectiva, éste es el mayor mérito en el conjunto de relatos que

conforman el libro. En todos ellos se logra el tono preciso y justo que requiere la

historia. A partir del tono se construye la atmósfera apropiada en cada caso. Y en este

sentido, el cuento “Diario de retorno” es un ejemplo emblemático: la soledad, el

hartazgo de la rutina y la pérdida de un norte para justificar la existencia del personaje,

están magistralmente trabajados al estilo minimalista. El narrador personaje hace que su

destinatario se involucre con esa desazón y la experimente en su propia piel.

Juan Alberto Osorio: El hijo mayor (1995). Tono melancólico, gris, por ratos doloroso

y sufriente, es lo que se percibe desde el inicio en este conjunto de cuentos, todos

ambientados en el espacio andino. Aunque no aparecen nombres de ciudades, excepto

en “Puerta de calle”, pero los rasgos de una ciudad andina se detectan de inmediato:

“Mujeres que iban o volvían del mercado. Al lado izquierdo, tras las arquerías de

piedra, aparecían las palmeras de la Plaza de Armas, y, al fondo, el techo del hotel de

turistas”; “Luego de permanecer un momento en ella, salí a los balcones interiores de

esta casa y me quedé parado allí contemplando toda la extensión de las casas vecinas y

el verdor de estos cerros cercanos, no sé cuánto tiempo”. Frases bien construidas,

lenguaje pulido cuidadosamente, secuencias hilvanas con destreza, narradores en

primera, segunda y tercera persona dan cuenta de un escritor con oficio. “El hijo

mayor”, sin embargo, es su primer libro en el género.

César Caparó Gómez: La infiltración y otros albures humanos (2005). César Caparó

Gómez, nos acerca en este libro a la cotidianidad de un espacio de vida que se tutea con

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al muerte y sus posibilidades. Si bien la cotidianidad de la salud puede ser un asunto

cerrado, exclusividad de doctores y enfermos, Caparó, médico de profesión, recrea con

esmero y de manera gravitante los intrincados momentos en que mujeres y hombres se

relacionan con sus cuerpos. En efecto, este es el tema que el autor enfatiza a lo largo de

sus narraciones: el cuerpo. No es otro espacio ni otro centro donde gravitan las

experiencias que él, de manera sensible, registra.

El cuerpo, no como un conjunto de órganos, tejidos y fluidos sino el cuerpo como

experiencia de vida sobre el cual se suceden las emociones de lo mórbido, las

emociones de la curación, las emociones que involucran el amor por el cuerpo propio y

por el cuerpo aproximado de nuestra alma.

Sus personajes, seres que se enfrentan a la vida desde el cuerpo con cargas emocionales

diferenciadas, nos hacen recordar, en todo momento, como señala el narrador en uno de

los relatos, que “la indefinición es algo angustiante, quiebra la esperanza de futuro,

niega la posibilidad de un derrotero”. Sus personajes, en efecto, se han visto con el

futuro quebrado y, por eso mismo, el autor nos permite reconocernos en ellos, quizá con

la ilusión de hallar el horizonte que nos borre la angustia y nos devuelva la esperanza

4

.

Mary Ann Ricketts: Tentaciones de Ariana (2000). Los diez relatos que contiene este

libro abordan una temática común en los narradores de estos días: el conflicto de pareja.

Quizá en este libro, como en ningún otro, la mujer adquiere un protagonismo aplastante.

En efecto, los personajes centrales de todos los relatos son mujeres en su mayoría

independientes, con trabajos que les permite ganar su propio dinero, pero envueltas en

4

Presentación de los editores en la contratapa del libro

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una atmósfera donde son observadas por el ojo del varón. Ese ojo siempre está presente

catalogando si la mujer hace bien las cosas o se equivoca. En nueve cuentos un narrador

en tercera persona supervisa sutilmente, lacónico y frío los sucesos de la historia. Pero

este narrador brinda marcas de poseer una mirada femenina. Sólo en el relato final hay

un narrador protagonista encarnado en una mujer que reflexiona sobre su relación.

La ambientación de los relatos ocurre en diversos lugares ficcionalizados: Lima,

Arequipa, Mollendo. No se mencionan las ciudades, pero las calles y los nombres que

aparecen son referentes que nos dejan deducir que se tratan de lugares familiares para el

lector.

Elard Serruto Dancuart: Habitaciones (1997). La marginalidad, la soledad, el

peregrinaje incesante hacia la nada, causados por el alcohol, la frustración, la miseria, la

imposibilidad de realizar los sueños, son los rasgos que perfilan a los personajes de

estos relatos sin género (la mayoría entre la crónica y el cuento o el reportaje) que

resultan atrapados en sus vidas como quien está atrapado en una habitación sin puertas

ni ventanas. Sin embargo, la búsqueda del amor, la nostalgia, los recuerdos y el viejo

instinto de sobrevivencia los lleva ante los cuadros, pasadizos y ventanas del mundo en

que son representados.

La prosa rica en imágenes sensoriales, proteica, la melodía cabalgante, los materiales

narrativos y el punto de vista adoptado que empatiza con los personajes, revelan una

nueva sensibilidad en la configuración del universo urbano de las ciudades andinas

sureñas, sobre las cuales discurren estos breves relatos, y a quienes se toma como

pretexto al igual que a sus personajes, pues Habitaciones es el legítimo intento del autor

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52

de articular el mundo, su mundo, desde las orillas de la vida, la cual se convierte en su

centro, su palabra: su habitación parlante

5

.

Juan Pablo Heredia Ponce: Recursos para la soledad (2001). En los once relatos

dispuestos arbitrariamente (aunque en este se lee una intencionalidad) se advierte un

hábil manejo de los planos narrativos donde resalta la intensidad de una prosa rica en

imágenes, fluidez en el lenguaje y precisión en la caracterización de los personajes. Así

en el cuento “Mientras se dan cuenta” se coge al lector con el diálogo breve y

contundente, donde la realidad se integra en una situación común a todo joven. En “Tiro

al blanco” el texto es una muestra del manejo vibrante del tono intimista y coloquial del

narrador, con suaves pinceladas de humor. En “Mateo Yucra” se retoma, con singular

aliento, el tema de la violencia política en el país. Este cuento quizá sea uno de los

mejores, sino el mejor, escritos durante la década que nos ocupa.

Yuri Vásquez Chire: Los últimos dioses del opio (inédito). A nivel del discurso es una

novela experimental. El autor ensaya diferentes registros: el diario personal, el formato

teatral, el monólogo interior, el collage. A nivel del contenido, se relatan dos historias,

una inmersa en la otra a manera de cajas chinas. En la historia A Erick escribe una

novela, urgido por su condición de prisionero en un lugar indefinido. Dhanae y Solange,

amigas y rivales en el amor, ayudan al protagonista en este propósito. La historia B está

constituida por la novela que Erick escribe. En esta última, el protagonista es Leo

Urbina y ocupa mayor extensión que la primera. Sin embargo, la comprensión del todo

5

Presentación en la contratapa firmada por Fernando Rivera

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sólo es posible con el engarce de ambas historias. Sin duda una novela interesante que

exige su publicación definitiva.

Goyo Torres Santillana: El amor después del amor (2002). En el anclaje especial de

casi todos estos relatos está la ciudad de Arequipa, incluso minuciosamente explicitado.

Prevalece, entonces, un contexto arequipeño. Los sucesos narrados, casi siempre

también, concluyen en el fin de algo o la propia muerte. Sorprendentes por lo

imprevisto en la mayoría de los casos, estas finalizaciones por el nivel de sugerencia,

resultan meditadas, pero que dejan espacio para la meditación. Relatos que se inscriben

en el canon realista y que apelan a una experiencia, o mejor, a una mimesis con ella.

Aunque la temática amorosa cubre los ocho textos, El amor después del amor no es un

libro sobre el amor y sus consecuencias, sino mucho más, como se ha notado. Es,

también, el ingreso de Goyo Torres Santillana a la creación narrativa y lo hace con

solvencia y con una madurez que se perfila

6

.

Pablo Nicoli Segura: Arequipa, fantasmas y leyendas (2003). Nicoli practica la

narrativa fantástica, con una clara tendencia al género de la tradición, por ciento, con

pocos seguidores después de Ricardo Palma. La preferencia por manejar datos

históricos y relatos orales que la imaginación popular recrea, reafirma y mantiene lo ha

llevado a una minuciosa recopilación de los mismos. El autor les ha agregado algo de

fantasía y los textos se dejan leer con fluidez cautivante. Un tono decimonónico y

6

Presentación en la contratapa firmada por Juan Alberto Osorio

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narradores omniscientes brindan uniformidad monocorde a los relatos. Sus libros, tiene

varios publicados, no caen en un regionalismo chauvinista y telúrico, pero es inevitable

que exuden la idea de reafirmar una Arequipa del pasado.

Fernando Rivera: Invencible como tu figura (2005). Novela densa por la estructura y

por la profundidad de la propuesta temática. Novela tesis dirían algunos. Utilizando

registros como la crónica, el diario personal, la tertulia, la relación y el relato

convencional con la incursión de varios narradores en tiempos y espacios diversos la

novela relata el viaje imaginario o en sueños al pasado del alfarero ciego Reynaldo

Ynca Pérez. Huarco, pueblo enclavado en la serranía de Arequipa y cuyo diseño toma la

forma de un retablo, es el espacio central de las acciones para desde allí desplazarse por

diversos sectores del Perú, Arequipa y Manhattan. El tiempo de la historia abarca desde

la época prehispánica hasta fines del siglo XX. Aunque decirlo de ese modo resulta

mecánico. En la novela el tiempo avanza y retrocede, retrocede y avanza en tanto la

arcilla da vueltas y vueltas en las manos de Reynaldo y va tomando las formas más

diversas, esas formas que son la escritura que revela sus orígenes.

Helbert López Calderón: Tonos azules y algunas gotas de gris (1997). Este es un libro

de relatos sólido, trabajado con cuidado y persistencia como se debe hacer con la

palabra. Contiene juegos retóricos meditados y agradables, sobre todo en los primeros

cuentos. Los tonos pasan con soltura del confesional al irónico, pero en todo caso,

apropiados y pertinentes para cada historia. Predominan, eso sí, los relatos extensos que,

en cierto modo, hacen predecible los finales lo que trae como consecuencia que el

interés del lector decaiga.

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Los nueve relatos que conforman la colección reflejan las frustraciones de sus

protagonistas, los sueños rotos, las ilusiones diluidas, aunque siempre se sugiere una luz

de esperanza para empezar otra vez. En medio de todo está la figura de la mujer que se

presenta como un ángel de la fatalidad que arrastra a los personajes masculinos a la

desgracia, la insatisfacción, la mediocridad. En suma, la vida común de los jóvenes, el

dolor de la adultez recorren por las páginas de este libro.

César Augusto Álvarez Téllez: Último cartucho en Chorrillos (1999). Uno de los

autores más prolijos de los surgidos en los noventa, pero que ha silenciado su voz en los

últimos tiempos. Último cartucho en Chorrillos es su primera novela, empresa que

logra hacerlo con cierto éxito, aunque el mayor mérito se encuentra a nivel estructural.

El lenguaje coloquial y desenfadado por momentos le da frescura al relato. Sin

embargo, la historia pierde claridad e ilación por la experimentación formal que

ambiciona el narrador. La novela cuenta el viaje de promoción de un grupo de escolares

a Tacna y Arica donde el protagonista, Patricio, tendrá su primera experiencia sexual

con una meretriz chilena. Pero en la conciencia del personaje se entremezcla la historia

del Perú y la Guerra con Chile. El adolescente asume que la historia se ha invertido y se

imagina un invasor en territorio chileno, el acto de penetrar a una mujer chilena es el

momento supremo de resarcir la historia nacional y tomarse la revancha.

Hugo Ramos Salinas: Y sus ojos tenían... (1997). Un arquitecto ve en sueños que su

proyecto, aún en planos, es una realidad. Recorre diferentes niveles de los edificios.

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Imágenes fantasmagóricas en forma de ratas le asedian y acaba lanzándose al vacío,

momento en que despierta. Luego quema los planos influenciado, quizá, por la mirada

de una escultura moche en forma de búho. En general, los cambios en el punto de vista

le restan al cuento contundencia formal y lo hacen oscuro innecesariamente. El tono

misterioso tampoco se explica.

Luz Vilca: Cuentos de condenados y otras apariciones extraordinarias (2004). Este

folleto contiene tres relatos recreados de la oralidad andina. Un lenguaje apropiado a la

coloquialidad del género y el buen manejo de la intriga otorgan a los textos un atractivo

particular.

Jaime Coaguila Valdivia: Ese animal solitario que es la muerte (2004). Los doce

textos que reúne este libro no cabrían denominarse propiamente cuentos, porque en la

mayoría de los casos no contienen lo que la teoría exige para alcanzar tal calificativo; es

decir, una concatenación de secuencias o nudos que, finalmente, se concreticen en una

historia que, además, debe cambiar de un estado inicial A a otro estado final B. La

denominación de relatos quizá sea la más pertinente y nunca mejor utilizado como para

este caso.

Con lo indicado queda tácito que éste no es un libro convencional. Y está bien que así

sea. Eso demostraría que la literatura reciente que se escribe en la ciudad no es

monocorde y que hay más de una propuesta. Si hay algo que debe comentarse del libro

es el juego de imágenes y palabras. Pero justamente esto hace que el proceso de

recepción sea más complicado, además de un cierto tono intelectual que se imprime y

que cierra la posibilidad de una lectura ligera.

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En lo personal, consideramos que los paratextos resultan más reveladores que el texto

propiamente. Arrancar con Nietzsche y terminar con un epígrafe de Molotov dice

bastante. La idea de banalizar los discursos y los códigos quizá sea el propósito final de

un libro como éste.

Rosa Núñez Pacheco: Objetos de mi tocador (2004). El libro contiene once relatos de

variada extensión, aunque prevalecen los relatos cortos. Al margen de los temas

abordados, que no se limitan a la soledad ni al vacío sentimental, lo que llama la

atención es la presencia de la mujer. En efecto, en la mayoría de las historias las

protagonistas son mujeres, legitimadas además por la voz de un narrador femenino. Así

ocurre en “Objetos de mi tocador” (cuento que da título al libro), “Carta de renuncia”,

“Sinopsis” y “Después de la carrera”. En estos cuentos es evidente el protagonismo

femenino ya sea en los personajes o en el punto de vista que adopta el narrador.

En otros cuentos como “Reencuentro”, a pesar que el narrador se presenta como

homosexual, se destacan marcas de una mirada femenina. En este cuento, por ejemplo,

el rol pasivo (femenino) de esa relación homosexual es desempeñado por el personaje

narrador. Esto nos remite a la ya vieja polémica de la posible existencia de una escritura

femenina, producto de una concepción femenina de lo real, hecho que parece sugerir

este libro entre líneas.

Axel Porras de los Ríos: A Saltacharquillos (2003). Primer libro del escritor que reúne

cinco relatos de variada calidad. Casi todos los textos contienen personajes juveniles y

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como es obvio, la recreación de este mundo exige el uso de lenguaje coloquial que le

brinde verosimilitud a las historias. Esto se logra con éxito relativo. Pero la

experimentación torna densa la lectura: los cambios instantáneos de los espacios

representados desvían la atención, variación de la focalización que le quita solidez al

trama, la irrupción de narradores no permite seguir la historia central. Esto se ahonda

con la preferencia de párrafos extensos lo que se contradice con la brevedad expresiva

de los muchachos. Lo llamativo de los cuentos radica en la fuerte carga existencial que

involucra a los protagonistas y que se hace extensivo a la existencia humana.

Jesús Aldo Díaz Tejada: Compartiendo la felicidad (2000). No hay ninguna relación

intertextual entre estas páginas y las que otros autores de su generación están

ofreciendo. Estamos hablando de un escritor insular, solitario e implacable. No

solamente en su técnica, cuyo manejo es el fruto de su propio descubrimiento. Lo es

también en las historias que cuenta, todas las cuales son tan suyas y propias que parecen

formar parte de un antiguo diario o de una futura autobiografía.

De acuerdo con la definición de Tzvetan Todorov, lo fantástico en la literatura siempre

ocurre dentro de un contexto de la vida común y corriente. Es decir, lo raro, lo

extraordinario y lo sobrenatural sucede en un mundo que en los demás sentidos es

normal. Esta es la fórmula que en los cuentos de este libro nos conduce a un desenlace

tan normal que no lo parece, tan terrible por normal. Y todo esto se describe dentro de

un lenguaje convencional, sacado de la vida diaria, que sin embargo nos infunde el

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temor sobrenatural de que algo está ocurriendo en este mundo y es más misterioso que

la propia muerte

7

.

Henry Rivas Sucari: Amor suspendido entre la nostalgia y el olvido (2003).

Experiencias psicológicas intensas de personajes juveniles, espacios representados de la

ciudad, simplicidad estructural en la mayoría de los casos y la presencia de narradores

autodiegéticos en doce de los trece cuentos que contiene el libro son algunas de las

características de este texto. El tono irreverente se impone. El mundo juvenil, las

drogas, el alcohol y el sexo están presentes siempre, excepto en los últimos tres relatos.

El más logrado es La ciudad de la furia. Los otros caen en lugares comunes y las

historias se diluyen antes del final.

A estos nombres hay que agregar el de aquellos autores que aparecen sólo en revistas

literarias como Lego, Cara de camión, Náufrago, Mítica, Cártel, Orgios, Vacare, etc.

Entre los más destacados: Jaime Chite, Milton Manrique, Frank Castillo, Renato

Cornejo-Roselló Dianderas, Carlos Cornejo-Roselló Chávez y Jorge Monteza.

Un caso especial es el de José Alvear Corimanya. Autor prolijo de historias cortas que

están entre la tradición y la crónica. Su circulación folletinesca, la venta personal en

vehículos de transporte público a un costo mínimo y la incursión del autor en medios de

comunicación ha permitido su difusión casi masiva. Textos como La noche que el

Tuturutu perdió sus alas, Dos historias del negro, y otras trescientas más, sin embargo,

muestras serias deficiencias estructurales, concepción ingenua de la ficción narrativa y

una intencionalidad moralizante dieciochesca.

7

Presentación en la contratapa del libro firmada por EduardoGonzález Viaña

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¡ADIÓS AREQUIPA,...ADIÓS!

De esta detallada revisión de la narrativa en Arequipa en los últimos diez años,

destacamos cinco títulos que contribuyen de manera importante a enriquecer la

literatura regional y nacional. Estos títulos son: la novela Invencible como tu figura de

Fernando Rivera; los libros de relatos Diario de retorno de Willard Díaz, Tentaciones

de Ariana de Mary Ann Ricketts, Recursos para la soledad de Juan Pablo Heredia

Ponce, y Compartiendo la felicidad de Aldo Díaz Tejada. La valía de estos libros

trasciende el aspecto meramente formal o discursivo. En efecto, sus autores muestran,

en todos los casos, un amplio dominio de las técnicas de contar, manejo de la retórica

narrativa (el contra punto, los vasos comunicantes, el racconto, el flash back, las cajas

chinas, el monólogo interior, etc.). Sin embargo, desde nuestro punto de vista, lo más

interesante en estos libros radica en tres aspectos:

a) La ficcionalización de espacios marginales antes no representados en la

literatura arequipeña: las mujeres, barrios periféricos, homosexualismo, etc. Al

mismo tiempo, estos libros desmitifican la visión de familias monolíticamente

sólidas gracias al discurso religioso.

b) Proponen un nuevo imaginario para la ciudad

c) Nuevo rol asignado a la ficcionalidad

En cuanto al primer punto, los cinco escritores coinciden en abordar temas relacionados

con los Otros. Para que el análisis resulte más ordenado hemos agrupado los textos del

modo siguiente: Diario de retorno (DdR) y Tentaciones de Ariana (TdA) enfatizan las

relaciones y conflictos de pareja; Recursos para la soledad (RpS) y Compartiendo la

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felicidad (ClF) prefieren el asunto de la marginalidad social y política; e Invencible

como tu figura (IcF) trata sobre la identidad nacional.

Los conflictos de pareja, sin embargo, son abordados desde dos perspectivas diferentes.

En DdR prevalece la visión masculina del narrador. En otras palabras, los conflictos de

pareja son relatados por un narrador que finge ser heterodiegético, neutro, pero toma

partido por el personaje varón. En otros casos es un narrador masculino autodiegético.

Citamos tres ejemplos específicos. En el cuento “Dos bolsas y un maletín” un narrador

neutro describe el sufrimiento y temor de Raymundo desde su punto de vista. Sandra, su

pareja, es mostrada con signo negativo, como la mala del relato. Por el modo de víctima

como se nos presenta al protagonista, al final, terminamos solidarizándonos con él, a

pesar de su falta, que no se menciona en el texto pero que permanece latente y se deduce

con facilidad.

En “Mónica” y “Antes de cruzar la calle” se presentan narradores personajes

masculinos. En el primer caso se cuenta una infidelidad iniciada por el narrador. Sin

embargo, es un narrador absolutamente cínico y con dominio de la situación. Muestra a

su esposa y a la amante como poco inteligentes y posible de ser engatusadas. El final del

primer cuento muestra perfectamente lo afirmado:

“Esa noche entré en el departamento y fui a darle un beso a mi esposa. Es una santa.

Estaba en el séptimo mes y me pidió que le acariciara la barriga.

Me preguntó:

- Si sale mujer qué nombre le pondrías.

Casi le dije “Mónica”. Pero mucha nota.

Page 62

62

Fue mujer. Y se llama Sandra, como su madre”

8

.

La ironía y el cinismo del narrador personaje es expresa. Legitima la visión masculina

en el tema.

En el segundo relato el narrador personaje describe la situación tensa con su pareja. La

mujer aparece más lapidaria en sus frases y diálogos, más directa, pero menos culta. El

intelectual, el reflexivo, el que tiene la solución del problema es él, el narrador

personaje, aunque se muestra condescendiente ante la mujer:

“La verdad, compañeros, es que uno existe sólo cuando existe para alguien que da

cuenta de ti y conoce hasta tus pliegues, alguien que sabe en todo momento dónde estás

y qué buscas, qué temes, qué deseas, alguien cuya mirada te atraviesa como un aroma

atraviesa el aire”

9

.

En este fragmento el narrador autodiegético asume el discurso del saber, y a pesar de lo

tenso de la situación él tiene la última palabra para resolver el conflicto.

En TdA también se abordan los conflictos de pareja, pero en este libro las mujeres son

las protagonistas de principio a fin. La mayoría de estos relatos son contados por

narradores heterodiegéticos, pero desde la perspectiva de las protagonistas. Las mujeres,

aunque sufren el tutelaje masculino, son ellas las que se muestran más inteligentes,

dominan la situación de modo sutil. Los textos parecen gritar siempre: “también

nosotras sabemos hacerlo”.

En “El lamento de jazz”, una historia de infidelidad, es la mujer quien domina la

relación. El hombre es presentado como el “romántico” que busca amor, casi suplicante,

8

Díaz, Willard. Diario de retorno. Lima, Santo Oficio, 2004; p. 77

9

Ibídem p. 95

Page 63

63

en la mujer y ésta se comporta de manera fría, calculada y sin entablar un vínculo

afectivo con el hombre que es su amante:

- Porque cuando uno está enamorado le gustan esos detalles: cartas, notas, flores

y tantas otras cosas –dijo él.

- ¿Cuándo se está enamorado? No seas ridículo. Eso es pura huachafería. Mejor

son los hechos. Hacer bien el amor, sentir que lo disfrutas, volver a hacerlo;

algo concreto y no tanta ridiculez ni verborrea –contestó ella tajante

10

.

Este diálogo muestra el dominio absoluto de la relación de pareja por parte de la mujer.

Ella tiene las cosas claras y es el varón el que implora estabilidad en la relación. No está

demás indicar que es ella la que le saca la vuelta al novio.

Otro ejemplo es “Imagen divergente”. En este cuento Adriana es la que mantiene el

hogar, la que tiene un trabajo. Aunque se muestra sumisa ante el carácter violento de su

marido, el narrador describe la infidelidad de ella. La historia se cuenta desde la

perspectiva de Adriana y por un narrador aparentemente heterodiegético..

- Pedro, no es que me encante trabajar, pero es que necesitamos el dinero, más

aún ahora que estás desempleado

11

.

Siguiendo la historia, Adriana conocerá a un hombre en una exposición de fotografía, se

enamorarán y sucederá el romance. El energúmeno y torpe es el marido, la intelectual,

la poseedora del discurso del saber es la mujer.

10

Ricketts, Mary Ann. Tentaciones de Ariana. Lima, Lago Sagrado Editores, 2000; p. 10

11

Ibídem, p. 19

Page 64

64

Como se hace evidente, estos dos libros muestran un nuevo tipo de familia y un nuevo

tipo de mujer. Los nuevos narradores imaginan familias en crisis y sin hijos, pero al

mismo tiempo con un rol más protagónico de la mujer. Los relatos que incluye

Francisco Mostajo y Vladimiro Bermejo en sus antologías presentan mujeres sometidas

por la figura masculina, mujeres que asemejan títeres o caricaturas. Su destino no lo

deciden ellas. Se casan porque los padres les eligieron maridos. A su vez, las familias

son mostradas sólidas por la presencia omnipotente de la fe católica. Este tipo de mujer

contrasta con lo vigorosas y libres que aparecen en los relatos de esta nueva generación.

También contrasta la fragmentación del núcleo familiar con sujetos problemáticos,

marginales social y económicamente.

Entre “Recursos para la soledad” (RpS) y “Compartiendo la felicidad” (ClF) también se

produce cierta coincidencia temática. En ambos libros está presente el asunto de la

marginalidad, aunque en espacios diferentes.

En RpS se representa lo marginal de una ciudad: Arequipa. Así, “Mientras se dan

cuenta” recrea con singular esmero el mundo de los jóvenes sin recursos. Alcohol,

violencia y robo se enlazan en un submundo de necesidad y transgresiones. “Tiro al

blanco” muestra la vitalidad y el entusiasmo de un club de barrio que no posee recursos

para financiar sus implementos deportivos, pero sus jóvenes promotores nunca dejan de

hacer bromas y reír de la adversidad, aunque luego uno de los integrantes acaba en la

comisaría por el asalto a un taxista.

“Recursos para la soledad” y “Trampa de salvación” abordan el tema del aborto.

Jóvenes que tienen relaciones extramaritales, producto de los cuales se producen las

Page 65

65

concepciones no deseadas. Un narrador personaje en el primer caso y heterodiegético en

el segundo, abordan la angustia de convertirse en padres sin desearlo ni estar

preparados. En una sociedad pacata como la arequipeña, el tema del aborto siempre

estuvo al margen de los discursos públicos. Permaneció entre las murallas de iglesias,

conventos y casonas de familias distinguidas. Ahora deja de ser tabú y se recrea en la

literatura. Es un desafío al tutelaje religioso al que estaba acostumbrada la sociedad

arequipeña, sobre todo entre los más conservadores que tienen prácticas de doble moral.

Por otro lado, la marginalidad a que hace alusión ClF se refiere a la dicotomía

desarrollados / subdesarrollados. “El desliz de la reina”, por ejemplo, relata la

degradación de una muchacha de Oxapampa, quien es coronada reina del café. Gracias

a su belleza seduce a un turista, Ralph, que acaba enloqueciendo por ella. La muchacha

simplemente saca provecho de la relación. El gringo es mostrado por la narradora como

hombre bueno, pero ingenuo. De nada le vale su educación ni sus títulos académicos.

Cae rendido ante la belleza exótica de una mujer casi salvaje en un pequeño pueblo

periférico perdido en la selva. Todo el relato es un racconto y la narradora autodiegética

cuenta su historia desde un ahora y un aquí cuando trabaja de prostituta. Forzando una

metáfora diríamos que la caníbal devora al explorador blanco.

Lo propio sucede en “Por los caminos”. Hert Montag, funcionario minero alemán y su

bella esposa conocen a un muchacho camino a las playas de Ilo. Hacen amistad, hablan

de literatura, música y política. Al final, luego de haber pasado el día juntos y bebido

abundante cerveza, el alemán le pide a Roberto que haga el amor con su esposa porque

él no puede complacerla debido a un accidente en que perdió el miembro viril. El

europeo, inmenso y erudito, no puede cumplir su rol de marido.

Page 66

66

En ambos casos las historias relatan, en un lenguaje desenfadado y juvenil, la

decadencia de una cultura cansada y vieja como la anglosajona. Pero no cae en la

tentación de sublimar a la periferie. Lo que hace es ironizar el hecho de pertenecer al

mundo subdesarrollado, el narrador autodiegético ironiza su lugar de enunciación

marginal, no hace un drama de ello:

“Villa Botiflaca. Seis de la mañana. Hace frío pero no importa, se está en pleno verano

también aquí, a más de tres mil metros de altura”

12

.

“Y ahí me veías, más perdido que andino en país de gringos”

13

.

Irreverencia hacia el centro, superación de complejos, aceptar lo que uno es, sin

dramatismo ni lágrimas. Esa es la proposición sutil de este libro de relatos que en

lenguaje fresco y coloquial, echa por la borda los prejuicios religiosos y étnicos:

“Y, ahora, aquí, en un pueblucho de un país prácticamente perdido en el mapa mundial,

con el récord del noventa y nueve por ciento de católicos y chamanes, repleto de

cucufatería e hipocresía, con una cantidad increíble de santos, cruces y vírgenes, de

inimaginables nombres, por los cuales, a veces no hay tiempo ni de acordarse de Dios,

y se me viene apareciendo una pareja de película en pleno desierto sureño”

14

.

Tanto RpS como ClF explotan la cuestión de la marginalidad. Con distintas entradas a

problemas diferentes, pero en ambos casos desmitificando lo sagrado. Cuestionando lo

establecido y haciendo narrativa de calidad.

12

Díaz Tejada, Jesús Aldo. Compartiendo la felicidad. Lima, Lago Sagrado Editores, 2000; p. 29

13

Ibídem, p. 44

14

Ibídem, p. 55

Page 67

67

Finalmente “Invencible como tu figura” (IcF), novela de Fernando Rivera, aborda un

tema trascendental para la literatura arequipeña y peruana: el cuestionamiento sobre

nuestra identidad. ¿Cómo se define lo peruano? ¿Qué define lo arequipeño? ¿Cómo nos

hemos construido los arequipeños? ¿Cómo nos han construido a los peruanos?

Reynaldo Ynca Pérez, protagonista de la novela, hace un viaje al pasado con la

imaginación o el sueño. Vive lo ocurrido a su pueblo en la época prehispánica y luego

de la llegada de los conquistadores españoles. Aprende a leer esa historia en los

símbolos de los ceramios y en su propio cuerpo. Con el dominio de esa Otra escritura

rescribe la historia de su linaje en cada serie de ceramios que confecciona junto a su

mujer Valentina. Es ciego, pero no necesita de la vista para leer esa historia, le destreza

le viene en el cuerpo desde los tiempos remotos:

“El cuerpo es la máquina que llevamos incorporada, funciona en base a su propio

programa. El programa y la máquina son lo mismo. Nosotros somos la parte del

programa que no quiere ser programa, e inventamos el deseo y la necesidad para

explicar nuestro conflicto con el cuerpo”

15

.

La cueva, en la que son encerrados, es una metáfora de la oscuridad en la historia de la

nación. Sugestiva por la polifonía de voces que surgen para explicar lo sucedido. La

cuestión de la identidad es un asunto de nunca acabar. Cada comunidad construye una

imagen sobre sí misma. A veces sucede que esa imagen lo construyen otras

comunidades con discursos simbólicos más eficaces y son impuestas a las más débiles.

Eso ha sucedido con lo peruano y , en general, con lo latinoamericano.

15

Rivera, Fernando. Invencible como tu figura. Lima, UNMSM, 2005; p. 93

Page 68

68

En IcF un personaje se disfraza, en New York, con el antifaz del zorro. Por una serie de

circunstancias es apresado y llevado a la delegación policial. Allí se le interroga sobre

su identidad y le exigen que se quite el antifaz y los lentes de contacto:

“El hombre del antifaz se los quita. Aparecen unos ojos azules.

- Vaya, ¿peruano, verdad?

- Sí, de Arequipa.

...

- No parece peruano, ¿de dónde es su familia?

- ¿Cómo debe ser un peruano entonces?”

16

.

Por la inclusión de elementos culinarios y el manejo que se hace de ellos, la novela

parece sugerir que la mejor muestra de nuestro hibridismo se encuentra en el arte

culinario:

“A las tres de la tarde, en todas las picanterías de la región, se renueva el rito

acompañado del pote ancestral, ahora cristalino, de chicha fermentada, y aparece

sobre la mesa el único plato de la tarde: el americano. Este se divide en tres secciones

que responden a tres tipos de comida diferente: una sarsa, fresca y excitante por la

presencia acre de la cebolla cruda y el vinagre, hecha del menudo que solía dejarse a

esclavos e indígenas, como las criadillas o las patas de cordero; un estofado

monumental e invariable, hecho de la mejor pulpa o pecho de res, y aderezado con

chicha y ají; y un tercer plato producto de la imaginación culinaria criolla, cuyo

principio está fijado por la huella de lo más delicioso en su variación permanente y

16

Ibídem, p. 97

Page 69

69

repetición diferida: un día un pastel de papa, otro un picante de camarones, y así hasta

que en algún momento un plato se repita, aunque su presencia sea efímera y siempre

mudable. El conjunto está sembrado de manera indiferente por el mote de habas

protegidas por sus cápsulas verdes, que se agrupa en alguna fractura de la geografía

culinaria”

17

.

Ingredientes de procedencia diversa y utilizado en su momento por indios o negros o

criollos, se mezclan en un solo plato emblemático de la cocina arequipeña y con

referencia foránea: el americano. Esa sería la receta de nuestra identidad.

La inclusión de espacios diversos (los andes, Arequipa, New York, etc.); el uso de

registros como la crónica, el diario personal, relato convencional con narradores

autodiegéticos, heterodiegéticos y homodiegéticos; cambios en el punto de vista y la

sugerencia formal de un retablo, hacen que la novela requiera de un lector con

competencia literaria. Por momentos resulta bastante explicativa lo que hace presumir

que el texto busca un destinatario foráneo, no arequipeño.

EN RESUMEN:

Para finalizar este breve análisis debemos señalar que ninguno de estos libros asume un

regionalismo telúrico. Sus mundos representados son abiertos a otros espacios y otras

opiniones; están libres de localismos sin dejar de acentuar lo propio, pero sin caer en el

chauvinismo esquizofrénico. Por el contrario, se ironiza la condición de periféricos y

trasterrados. En este sentido, los nuevos autores proponen una deconstrucción de la

17

Ibídem, p. 113

Page 70

70

concepción tradicional de lo arequipeño y de Arequipa; es decir, aquella Arequipa que

se miraba blanca:

“Arequipa está a dos horas. Es la ciudad más grande del sur, enclavada en los andes y

luchando por no ser andina”

18

.

Desde Ventura Trabada con “El suelo de Arequipa convertido en cielo” (1752) hasta

Francisco Mostajo

19

, en la primera mitad del siglo XX, idealizaron Arequipa como una

ciudad de blancos. A tal punto que el calificativo de Ciudad Blanca no le viene por sus

construcciones de sillar, sino porque era una ciudad habitada por blancos españoles y

sus descendientes. La nueva generación de narradores no comparte esa idea. Asume una

ciudad con mil problemas, de rostro más andino, pero con alternativas de desarrollo. En

este sentido, la reflexión sobre la identidad se hace desde la ficción literaria. En la

visión de estos narradores la literatura no refleja la realidad, la recrea. Y con esto crea

otras realidades y posibilidades de discursos abiertos.

18

Ibídem, p. 84

19

Cf. Ballón Lozada, Héctor. Mostajo y la historia de Arequipa. Arequipa, Editorial UNSA, 2000; p. 47

Page 71

71

A MANERA DE CONCLUSIONES

1. La literatura producida en Arequipa en estos diez últimos años ha contribuido a

crear un nuevo imaginario de nuestra ciudad que sale de los esquemas que la

habían catalogado como una ciudad tradicional. La gran cantidad de títulos que

supera largamente a lo producido en otras décadas se corresponde con el

profundo malestar de la crisis económica y social que vive Arequipa: quiebra de

fábricas, venta de empresas públicas, traslado de empresas privadas a la ciudad

de Lima, etc. Al mismo tiempo la ciudad moderniza sus discursos producto del

post-estructuralismo que ingresa a las universidades y del proceso de

globalización al que venimos asistiendo.

Page 72

72

Esta nueva literatura matiza bien con ese nuevo rostro multicultural que ha

adquirido nuestra ciudad.

2. En el campo de la poesía, podemos decir que:

a) Hay un interés por apropiarse de ese espacio “marginal”, que desde un

punto de vista social y cultural se viene manifestando en nuestra ciudad.

b) Se hace un cuestionamiento del lenguaje y lo que se puede hacer con él.

c) Se da una heterogeneidad en cuanto a estilos y temas.

d) Hay una búsqueda de identidad personal que aún no entabla

correspondencia con una identidad colectiva, por ende es difícil hablar de

un sentir común, una visión unitaria, una generación sólida, quizá lo

común sea cierto desencanto individual que trata de ser superado por

medio de la palabra.

3. La nueva narrativa posee características que la hacen distinguible de la

producción en décadas pasadas porque:

a) Se aleja del tono y lenguaje regionalista (costumbrismo telúrico).

b) Asume la ficción literaria como actividad de creación e imaginación

verbal y nada más como eso.

c) Sus personajes asumen cierta conciencia crítica de su entorno.

d) Incluyen la marginalidad sexual, económica y social como leiv motiv.

e) Desde esta nueva narrativa se propone un nuevo sujeto arequipeño: más

andino y menos “characato” blanco, o quizá más “americano” como el

plato arequipeño.

Page 73

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BIBLIOGRAFÍA

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Arequipa, octubre de 2004, pp. 14 – 16.

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3. ANTOLOGÍAS

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CORNEJO POLAR, Jorge (1990). La poesía en Arequipa en el siglo veinte. Estudio

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4. BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

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Madrid, Alambra.

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78

ANEXO 1

FICHAS BIOGRÁFICAS Y BIBLIOGRÁFICAS: POESÍA

GLORIA MENDOZA BORDA

Nació en Puno en 1948. Estudió en la Universidad San Antonio Abad del Cusco y

posteriormente en la Universidad San Cristóbal de Huamanga. En su adolescencia

perteneció al Grupo Intelectual Carlos Oquendo de Amat. Ha participado en diversos

encuentros literarios nacionales e internacionales. Sus poemas y artículos han sido

divulgados en revistas del Perú y del extranjero. Desde hace un buen tiempo radica en la

ciudad de Arequipa donde actualmente trabaja en la Escuela Superior de Arte Carlos

Baca Flor.

Ha publicado las siguientes obras:

- Wilayar (Cusco, 1971)

- Los grillos tomaron tu cumbre (Cusco, 1972)

- Lugares que tus ojos ignoran (Estados Unidos, 1985)

- El legendario lobo (Lima, 1997)

- La danza de las balsas (Lima, 1998)

- Dulce naranja dulce luna (Lima, Arteidea editores, 2001; con prólogo de Manuel

Baquerizo y presentación de Giovanna Minardi)

JUAN ALBERTO OSORIO TICONA

Nació en Cusco (1946). Actualmente ejerce la docencia en la UNSA.

Page 79

79

Ha publicado:

- El último credo (Cusco, 1968)

- La morada escarlata (Cusco, 1970)

- Nueva poesía cusqueña (Cusco, 1971)

- El hijo mayor (Cusco, 1995)

- Inaucis y otros poemas (Arequipa, editorial UNSA, 1999)

CARMEN CÁCERES PACHECO

Nació en Arequipa. Estudió Contabilidad en la Universidad Nacional de San Agustín.

Ha participado en encuentros literarios nacionales e internacionales.

Ha publicado:

- Gaviotas (Arequipa, 1991)

- Ánfora del tiempo (Arequipa, Lago Sagrado Editores, 2002, tiraje de 300 ejemplares)

ROSA ELENA MALDONADO VALZ

Nació en Arequipa en 1952. Ha estudiado educación y filosofía. Formó parte del grupo

Ómnibus,escribió en diarios y revistas como La Campana Catalina, Mistiana, Siglo

XXI. Figura en diversas antologías nacionales y extranjeras. Ganó el tercer premio de

poesía Thrid Woman Press, Indiana, USA, en 1986. Actualmente es docente en la

Universidad de Nuremberg.

Ha publicado las siguientes obras:

- Corriente de Humboldt (1986)

- La leña, el hogar, el pan sin nombre (1994)

- Dulce mal que llevas contigo (Arequipa, Flordecactus Editores, 1995, tiraje de 500

ejemplares)

- Calendario sobre el tango (2003)

- Agua salada (Arequipa, Lago Sagrado Editores, 2004, tiraje de 500 ejemplares)

OSWALDO CHANOVE

Nació en Arequipa en 1953. Hizo estudios de psicología, arquitectura y sociología,

Perteneció a la revista Ómnibus.

Ha publicado:

- El héroe y su relación con la heroína (Arequipa, 1983)

Page 80

80

- Estudio sobre la acción y la pasión (Arequipa, 1987)

- El jinete pálido (1994)

- Canción de Amor de un Capitán de Caballería para una Prostituta Pelirroja (Lima,

ediciones el Santo Oficio, 2002)

ELIZABETH OBANDO ORTIZ DE VICTORIA

Nació en Cusco en 1953. Radica en Arequipa donde es docente y directora de un centro

educativo. Ha participado en encuentros nacionales e internacionales de poesía. En 1995

obtuvo un reconocimiento en el XXIV Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía

Mística.

Ha publicado:

- Perspectivas de una aventura: Poemas ( 1996)

- Salmos (1997)

- Agua (1998)

- Tu nombre (2000)

- Sensaciones (2001)

- Desde el cristal (2002)

- DFantasía (2003)

- Rosa Azul (2004)

- Quince Mini Poemas para ti (2004)

- Mystikós (Arequipa, editorial UNSA, 2005)

LEANDRO MEDINA

Nació en Arequipa en 1954. Estudió Literatura y Lingüística en la UNSA donde

actualmente ejerce la docencia. En la década del 80 integró el grupo “La gran flauta”.

Sus trabajos poéticos se han difundido en tirajes limitados y a veces artesanales, entre

otros cuentan: “El tambo Rojas y otros poemas” (s/f), “La palabra pide la palabra”

(1988), “Poemas sueltos” (1997), “Prosario” (1997) y “Poemas desde Madrid” (1999).

También ha publicado Los muros de la ciudad (Arequipa, editorial UNSA, 2001, tiraje

de 1000 ejemplares).

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JOSÉ GABRIEL VALDIVIA ÁLVAREZ

Nació en el Callao en 1958. Estudió Ciencias de la Comunicación y Literatura y

Lingüística en Arequipa. Animó las revistas Polen de letras y La gran flauta. Obtuvo el

Segundo Premio en los Juegos Florales Municipales, organizados por el Concejo

Provincial de Arequipa en 1983; también el Segundo Premio en el Concurso Nacional

de Poesía “César Vallejo”, organizado por el Concejo Provincial de Arequipa en 1988.

Ha publicado:

- Grafía (Arequipa, 1984)

- Transfiguraciones o versolínea (Arequipa, 1985)

- Flor de cactus y otras espinas (Arequipa, 1989)

- Funesta Trova (Lima, Lago Sagrado Editores, 2003, tiraje de 500 ejemplares), que

congrega a los tres libros anteriores.

LUZGARDO MEDINA EGOAVIL

Nació en Arequipa en 1959. Hizo sus estudios de Ciencias Jurídicas y Políticas en la

Universidad Católica Santa María. Se dedica al periodismo y a la asesoría cultural. Ha

recibido el Primer Premio del Concurso Nacional de Poesía “Municipalidad de

Paucarpata” (1993), Premio Nacional “César Vallejo” del diario El Comercio (1994),

entre muchos más.

Ha publicado las siguientes obras:

- La boda del dios harapiento (1981)

- Cuervos en Sodoma y Gomorra (1983)

- Ad libitum (1995)

- Contra los malos presagios (Arequipa, Eclosiones editores, 1996, segunda edición,

2000 ejemplares)

- Avatar (Arequipa, editorial UNSA, 1996)

- Rostros del sueño (Arequipa, editorial UNSA, 2005.)

ADOLFO SALINAS GAMERO

Nació en Arequipa en 1961. Realizó estudios de Derecho, Literatura y Lingüística.

Ha publicado:

- La lógica del absurdo (Lima, 1991)

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- La insondable música del cuerpo (Lima, 1995)

- Habla el silencio (Lima, 1997)

- Sonoros horizontes en la noche (Lima, 2000)

- Acuarela de mi tierra (Arequipa, 2001)

- El cantar de los cantares (Arequipa, Flor del Olilán Editores, 2003, tiraje de 500

ejemplares)

Canción del colibrí (Arequipa, Flor del Olilán Editores, 2004, tiraje de 500 ejemplares

LUIS CUADROS FALLA

Nació en Lima en 1961. Ha vivido varios años en Arequipa.

Ha publicado:

- Nocturno

- La velocidad del amor (s.l., Signo tres, 2004, tiraje de 500 ejemplares)

ODI GONZALES

Nació en Calca (Cusco) en 1962. Estudió Ingeniería industrial y Literatura y Lingüística

en la UNSA. Estudió el posgrado en Literatura Latinoamericana en la Universidad de

Maryland, College Park (EEUU), y en la actualidad elabora su tesis doctoral sobre la

tradición oral andina.

Ha publicado:

- Juego de niños (Arequipa, 1989)

- Valle sagrado (Arequipa, 1993)

- Almas en pena (1998)

- Tunupa / El libro de las sirenas (2002)

- La escuela de Cusco (2005)

PORFIRIO MAMANI MACEDO

Nació en Arequipa en 1963. Estudió Derecho y Literatura . Actualmente reside en

Francia y realiza un Doctorado en Letras en La Sorbona.

Ha publicado:

- Ecos de la memoria (Lima, Código 222 editorial, 1988)

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- Dimanche (París, èditions la Lézarde, 1995)

- Les vigies (éditions de LHarmattan, 1997)

- Au-delà du jour Más allá del día (París, Editinter, 2000)

LOLO PALZA VALDIVIA

Nació en Puno en 1964. Estudió Arquitectura en la UNSA. Fue editor de “Escritos”

(Plegado de pensamiento, poesía y prosa) entre los años 1997 y 1991.

Ha publicado:

- Ser cárdeno (Arequipa, 1987)

- Subversión o versión menor de la palabra (Alemania, 1988)

- Ars poética (edición artesanal, 1993)

- Al pie de los campanarios (1993)

- Naufragio de Noé (Arequipa, Lago Sagrado Editores, 2000, tiraje de 1000 ejemplares)

ALFREDO HERRERA FLORES

Nació en Lampa (Puno) en 1965. Hizo sus estudios de periodismo en Arequipa donde

radica. Obtuvo el Primer Premio de la VII Bienal de Poesía “Premio COPÉ 1995”, una

mención honrosa en “premio COPÉ 1988”, mención en el Premio Poeta Joven del Perú,

Primer Premio del Concurso Nacional de Poesía convocado por el Municipio de

Paucarpata.

Ha publicado las siguientes obras:

- Etapa del viento y de las mieses (1986)

- Recital de poesía (1990)

- Elogio de la nostalgia (Lima, Lluvia editores, 1995)

- Montaña de Jade (Lima, ediciones COPÉ, 1996)

CÉSAR GUTIÉRREZ RIVAS

Nació en Arequipa en 1966. Fue discjockey y promotor de conciertos de rock. Estudió

Derecho. Publicó en diarios y revistas como Paria, Alevosía y Revólver, luego en

Página 12 de Buenos Aires y Somos de El Comercio.

Ha publicado:

- La caída del equilibrista (Lima, ediciones El Santo Oficio, 1997)

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CÉSAR AUGUSTO ÁLVAREZ TÉLLEZ

Nació en Arequipa en 1968. Realizó estudios de Literatura y Derecho. Obtuvo una

mención honrosa en el Premio COPÉ 1994, además de otros reconocimientos literarios

nacionales y regionales. Ha ejercido la docencia en la Universidad Nacional de San

Agustín de Arequipa.

Ha publicado:

- Breve historia de todas las cosas (Arequipa, editorial Independencia, 1996, tiraje de

1000 ejemplares)

VÍCTOR INGUNZA

Estudió Literatura en la Universidad Nacional de San Agustín. Participó en las revistas

Claraboya y Estigia.

Ha publicado:

- Sucesos azules (Arequipa, Lago Sagrado Editores, 2003, tiraje de 500 ejemplares)

LUZ VILCA MAMANI

Nacida en Arequipa en 1968. Ganadora del Premio Regional de Poesía 1990-Arequipa.

Ha publicado:

- Retrato de una mujer malvada y otros hilos de lascivia (Huanuco, JTP Editores,

1999)

JOSÉ LUIS RAMOS SALINAS

Nació en Arequipa en 1969. Sociólogo de profesión y docente de la Universidad

Nacional de San Agustín. Ocupó el Segundo lugar en la I Bienal Nacional de Poesía

organizada por la Casa del Poeta Peruano en 1991 con el poemario Asesinando al

Semáforo. En 1992 obtuvo el segundo premio en el Concurso de Poesía organizado por

la Municipalidad de Paucarpata, así como una mención honrosa en cuento.

Ha publicado:

- Gala en el centro (Arequipa, editorial UNSA, 2005)

JIMMY MARROQUÍN LAZO

Nació en Arequipa en 1970. Estudió Derecho y Literatura en la Universidad Nacional

de San Agustín de Arequipa y la maestría en Literatura Peruana y Latinoamericana en la

Universidad Mayor de San Marcos. Obtuvo el segundo lugar en el Premio COPÉ 2001.

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Ha publicado:

- Dinámica del fuego (Arequipa, Lago Sagrado Editores, 2000, tiraje de 500 ejemplares)

- Teoría angélica (Lima, ediciones COPÉ, 2001)

JOSÉ CARLOS TAPIA DELGADO

Nació en Arequipa en 1971. Estudió Artes.

Ha publicado:

- Música para afeitarse (Arequipa, Gente por la cultura, 1998)

JESÚS MARTÍNEZ MOGROVEJO

Nació en Arequipa en 1973. Estudió Literatura en la Universidad Nacional de San

Agustín. Desde hace 10 años radica en Francia en donde se licenció y obtuvo la

Maestría en Letras Modernas en la Universidad de Rennes II. Actualmente es aspirante

al Doctorado en Literatura Comparada de la Universidad de París III.

Ha publicado:

- Alas (1990)

- Salmo tropical (Arequipa, Lago Sagrado Editores, 2003, tiraje de 500 ejemplares)

TANIA ROZÁN ARREDONDO

Nació en Lima en 1974. Estudió Derecho en la Universidad Católica Santa María y

Literatura en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa.

Ha publicado:

- Anotaciones para vivir (Lima, Lago Sagrado Editores, 2001, tiraje de 500 ejemplares)

CARLOS CAPELLINO FUENTES

Nació en Tacna en 1974. Estudió Contabilidad en la Universidad Nacional de San

Agustín de Arequipa. En 1989 ganó una Beca de la Embajada Británica sobre Historia y

Literatura Inglesa.

Ha publicado

- Para no perder la costumbre (1992)

- Desierto de lámparas (Lima, Lago Sagrado Editores, 2001, tiraje de 500 ejemplares)

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JUAN YUFRA

Nació en Ilo en 1977. Estudió Literatura en la Universidad Nacional de San Agustín de

Arequipa.

Ha publicado:

- Búhos escarbados (1998)

- Graffiti de zoo (Arequipa, Triángulo Editores, 2003, tiraje de 500 ejemplares)

ALVARO FISCHER HEREDIA

Ha publicado Tzolkin ( Ayacucho, Triángulo ediciones, 2001)

HEINER VALDIVIA

Nació en Arequipa en 1978. Estudia Literatura y Ciencias de la Comunicación en la

Universidad Nacional de San Agustín. Ha colaborado en las revistas Lego,

Caleidoscopio y Sobre Papel.

Ha publicado:

- Vesperia (Arequipa, Lago Sagrado Editores, 2004, tiraje de 500 ejemplares)

NACHO INFANTAS MOSCOSO

Nació en Cusco en 1980. Estudia Derecho y Literatura en la Universidad Nacional de

San Agustín de Arequipa. Codirige las revistas Caleidoscopio y Cortina de Humo.

Ha publicado:

- Piel de arcano (Arequipa, Lago Sagrado Editores, 2003, tiraje de 500 ejemplares)

MARIELA CERVANTES SALINAS

Nació en Arequipa. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Católica

Santa María y Literatura en la Universidad Nacional de San Agustín. Codirige la revista

Ayahuasca.

Ha publicado:

- Vals del duende (2003)

JULIO MAURICIO PACHECO POLANCO

Ha publicado:

- El viejo libro del cuero de mamut (Arequipa, Grita ediciones, 2004)

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ANEXO 2

FICHAS BIOGRÁFICAS Y BIBLIOGRÁFICAS: NARRATIVA

MANUEL ZEVALLOS VERA

Nació en Arequipa. Docente de la Facultad de Filosofía de la UNSA, donde también fue

Rector.

Ha publicado:

- Los hijos de la manzana y el dios sexo (Novela) Arequipa, UAP, 2004.

WILLARD DÍAZ

Nació en Arequipa en 1944. Ha publicado sus relatos en revistas locales y nacionales.

En 1999 y 2000 obtuvo Menciones Honrosas en el Concurso del Cuento de las Mil

Palabras de la revista Caretas. Es profesor de Literatura en la Universidad Nacional de

San Agustín y dirige la revista de Investigación en Ciencias Sociales “Apóstrofe”. Ha

publicado los siguientes libros:

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- Diario de retorno (cuentos), Lima, Ediciones El Santo Oficio, 2004, 111págs., 500

ejemplares.

- Técnicas del cuento (crítica), Arequipa, Editorial Apóstrofe, 2005, 175 págs. , 500

ejemplares.

JUAN ALBERTO OSORIO

Nació en Cusco en 1946. Graduado en la Universidad Nacional de San Antonio Abad

del Cusco. Fue profesor de Literatura en las Universidades Nacionales de San Antonio

Abad y San Cristóbal de Huamanga. Actualmente es profesor de Literatura en la

Escuela de Literatura y Lingüística y en la Facultad de Ciencias de la Educación de la

Universidad Nacional de San Agustín. Ha sido decano de la Facultad de Filosofía y

Humanidades en dicha universidad. Tiene publicados diversos trabajos de crítica en

revistas locales y nacionales. Además de narrador, es poeta. Entre sus más recientes

publicaciones cuenta:

- El hijo mayor (cuentos), Cusco, Municipalidad del Cusco, 1995, 65 páginas, 500

ejemplares.

- Enseñanza de la literatura (crítica), Arequipa, Impresiones ZENIT, 1995, 65 páginas,

500 ejemplares.

- Inaucis y otros poemas (poesía), Arequipa, UNSA, 1999, 95 páginas, 500 ejemplares.

CESAR CAPARÓ GÓMEZ

Nació en Arequipa el año 1946. Cursó estudios de Medicina Humana en la Universidad

Nacional de San Agustín de donde egresó en 1974. Su afición por la literatura le llevó a

estudiar en la Escuela de Literatura y Lingüística de la UNSA. Desde joven escribió

narrativa y poesía. Ha publicado:

- La infiltración y otros albures humanos (cuentos), Lima, Arteidea Editores, 2005,

143 páginas, 500 ejemplares.

MARY ANN RICKETTS

Nació en Arequipa en 1956. Estudio educación en Chicago (USA) y en Lima,

especializándose en arte. Posteriormente realizó estudios de marketing, publicidad

administración de negocios. Ejerció la docencia, durante diez años, en talleres de arte

para niños y adolescentes. En 1994 obtuvo un premio en la Bienal de Cuento Copé y ha

obtenido otros reconocimientos literarios a nivel regional. Ha publicado:

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- Tentaciones de Ariana (cuentos), Lima, Lago Sagrado Editores, 2000, 124 páginas,

500 ejemplares.

ELARD SERRUTO DANCUART

Nació en Puno en 1962. Cursó estudios de derecho en la Universidad Nacional de San

Antonio Abad del Cusco, carrera que abandonaría más tarde para dedicarse al

periodismo. Sus textos han sido publicados en diversas revistas y diarios del sur del

país. Radica en Arequipa. Desde hace casi una década promueve la editorial Lago

Sagrado Editores, sello que ha publicado a casi la totalidad de jóvenes escritores

arequipeños en los últimos años. Ha publicado:

- Habitaciones (crónicas), Lima, Lluvia Editores, 1997, 120 páginas, 1000 ejemplares.

JUAN PABLO HEREDIA PONCE

Nació en Arequipa en 1963. Abogado egresado de la Universidad Católica de Santa

María. Estudió Literatura en la Universidad Nacional de San Agustín. Tiene

reconocimientos nacionales y regionales como narrador. Viene trabajando su primera

novela. Ha publicado:

- Recursos para la soledad (cuentos), Arequipa, Akuarela Editores, 2001, 96 páginas,

1000 ejemplares.

YURI JOSE CARLOS VÁSQUEZ CHIRE

Nació en Arequipa en 1963. Es abogado de profesión. Ha obtenido los siguientes

premios: Primer puesto en el III Concurso Nacional de Cuento 1993, organizado por la

Municipalidad Distrital de Paucarpata, Arequipa. Tercer puesto en el IV Concurso

Nacional de Cuento 1994, organizado por la misma entidad. Copé de Oro en la Bienal

de Cuento convocado por Petro Perú, 1994. Es miembro asociado de la ANEA de

Arequipa. Ha sido miembro invitado y participante del III Encuentro Nacional de

Narradores 1993 en Arequipa. Ha publicado cuentos en el diario “Arequipa al día” y en

el semanario “El Búho”. Tiene los siguientes libros inéditos:

- Los imaginados (cuentos)

- Cortometraje (cuentos)

- El saxo difuso de la noche (poemas)

- Intemperie (poemas)

- Subterráneos (novela)

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- Los últimos dioses del opio (novela)

- Luzbel y la mujer desnuda (novela)

GOYO TORRES SANTILLANA

Nació en Arequipa en 1964. Es Licenciado en Literatura y Lingüística por la

Universidad Nacional de San Agustín. Ha realizado estudios de Maestría en Literatura

Peruana y Latinoamericana en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Actualmente es profesor de Literatura en la Facultad de Educación y en la Escuela de

Literatura y Lingüística de la UNSA. Ha publicado varios trabajos de creación y crítica

en diversas revistas y diarios de la región sur del país. Entre sus publicaciones recientes:

- El amor después del amor (cuentos), Lima, Lago Sagrado Editores, 2002, 80 páginas,

500 ejemplares.

- Cómo motivar la lectura (ensayos), Arequipa, Claraboya Editores, 2005, 76 páginas,

1000 ejemplares.

PABLO NICOLI SEGURA

Nació en Arequipa en 1964. Estudio Administración de Empresas en la Universidad

Católica de Santa María. Es promotor cultural y editor de los suplementos “Fantástico”

y “Billiquem” en el diario “Arequipa al día”. Dirige permanentemente talleres de

narración. Ha publicado:

- Arequipa, fantasmas y leyendas (relatos y tradiciones), Arequipa, Imprenta Sucre

EIRL, 2003, 160 páginas, 500 ejemplares.

FERNANDO RIVERA DÍAZ

Nació en Arequipa en 1965. Estudió literatura en la Universidad Nacional de San

Agustín y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Hizo un doctorado en la

Universidad de Princeton (USA). En 1992 obtuvo el primer lugar en el concurso El

cuento de las mil palabras de la revista Caretas. Ha publicado:

- Barcos de Arena (cuentos), Lima, Lluvia Editores, 1994, 120 páginas, 1000

ejemplares.

- Invencible como tu figura (novela), Lima, UNMSM, 2005, 228 páginas, 500

ejemplares.

HERBERT LOPEZ CALDERON

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Nació en Arequipa en 1966. Estudio periodismo en la Universidad Católica de Santa

María y Literatura en la Universidad Nacional de San Agustín. Tiene reconocimientos

regionales en narrativa y ha publicado ensayos y relatos en revistas y diarios de la

ciudad. Ha publicado:

- Tonos azules y algunas gotas de gris (cuentos), Arequipa, Editorial UNSA, 1997, 178

páginas, 500 ejemplares.

CESAR AUGUSTO ALVAREZ TELLEZ

Nació en Arequipa en 1968. Es Licenciado en Literatura y Lingüística. Siguió una

Maestría en Comunicación y Cultura en la Universidad Católica de Santa María.

Trabajó como corrector de estilo en el diario La República. Ha obtenido importantes

premios a nivel regional y nacional en cuento y poesía. Ha publicado:

- Narrativa de los noventa (antología), Arequipa, Editorial Independencia, 1993, 97

páginas, 500 ejemplares.

- Rompecabezas / para hacer el amor (narrativa y poesía), Arequipa, Colca Editores,

1997, 100 páginas, 1000 ejemplares

- Ultimo cartucho en Chorrillos (novela), Arequipa, Gralos Impresores, 1999, 220

páginas, 1000 ejemplares.

- El difícil amor (relatos), Arequipa, Colca Editores, 2001, 60 páginas, 1000

ejemplares.

JAIME COAGUILA VALDIVIA

Nació en Arequipa en 1970. Estudió Derecho en la Universidad Nacional de San

Agustín. Siguió una Maestría en Derecho Civil en la misma universidad. Tras su

nombramiento como magistrado, a la fecha se desempeña como Juez de Paz Letrado

Titular en la Corte Superior de Justicia de Arequipa desde el 2002. Ha publicado:

- Líneas al margen (ensayos), Lima, Lago Sagrado Editores, 2001, 72 páginas, 500

ejemplares.

- Ese animal solitario que es el muerte y otros cuentos (relatos), Lima, Lago Sagrado

Editores, 2005, 68 páginas, 500 ejemplares

ROSA NÚÑEZ PACHECO

Nació en Arequipa en 1971. Realizó sus estudios en la Escuela de Literatura y

Lingüística de la Universidad Nacional de San Agustín, donde actualmente se

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desempeña como docente. Ha concluido estudios de Maestría en Análisis del Discurso y

se ha graduado en la de Educación Superior de la UNSA. Actualmente cursa el

Doctorado en Ciencias Sociales en la misma universidad. Ha formado parte del comité

editorial de varias revistas de investigación. Ha publicado:

- Objetos de mi tocador (cuentos), Lima, Lago Sagrado Editores, 2004, 64 páginas, 500

ejemplares.

JESÚS ALDO DIAZ TEJADA

Nació en Arequipa en 1974. Estudió Literatura en la Universidad Nacional de San

Agustín y derecho en la Universidad Católica de Santa María. Fue ganador de los

Juegos Florales Universitarios de San Agustín en el año de 1996. Ha publicado diversos

artículos, ensayos y crónicas sobre temas jurídicos, literarios e históricos en revistas

universitarias y diarios del país. Actualmente se desempeña como abogado. Ha

publicado:

- Compartiendo la felicidad (cuentos), Lima, Lago Sagrado Editores, 2000, 88 páginas,

1000 ejemplares.

AXEL PORRAS

Nació en Arequipa. Estudio Literatura en la Universidad Nacional de San Agustín.

Publicó poesía, artículos y relatos en revistas universitarias. Ha publicado:

- A saltacharquillos (cuentos), Arequipa, Editorial UNSA, 2003, 94 páginas, 500

ejemplares.

HENRY RIVAS SUCARI

Nació en Arequipa el año de 1976. Se licenció en Literatura en la Universidad Nacional

de San Agustín. Ha dirigido las revistas literarias: CDM, Cuadernos de Navegación y

Náufrago. Además ha difundido sus cuentos y poemas en diarios y revistas del Perú y el

extranjero. Ha publicado:

- Amor suspendido entre la nostalgia y el olvido (cuentos), Arequipa, Editorial

. ''POLIFONÍA DEL SILENCIO, La Literatura en Arequipa en los diez últimos años''''

*Dávalos y Lissón, Pedro. ''La primera centuria : causas geográficas, políticas y económicas que han detenido el progreso moral y material del Perú en el primer siglo de su vida independiente. Tomo II''


== Véase también ==
== Véase también ==

Revisión del 22:07 20 jul 2009

Plantilla:Infobox City

Arequipa (fundada: Villa de la Asunción de Nuestra Señora del Valle Hermoso de Arequipa, 15 de agosto de 1540) es una ciudad del suroeste del Perú, capital del Departamento de Arequipa, situada a una altitud de 2.335 msnm en los contrafuertes de la cordillera de los Andes Occidentales, en la zona de influencia del desierto de Atacama. Tres volcanes se yerguen frente a la ciudad, entre los cuales destaca el Misti (5.821 msnm), que se puede observar desde cualquier punto de la ciudad.

Al poco poco tiempo de su fundación se convirtió en un importante eje comercial del sur del Perú. Se le conoce desde la época colonial como «La Ciudad Blanca» por el color de sus habitantes[1]​, en la actualidad esta denominación es atribuido al color del sillar que prevalece en sus numerosos templos y casonas.[2]

En 1868, la ciudad fue prácticamente destruida por un terremoto, por lo que tuvo que ser reconstruida casi en su totalidad. En su centro histórico conserva casas virreinales y templos en estilo barroco y estilo neogótico. En el año 2000, la Unesco declaró al Centro Histórico de Arequipa como «Patrimonio Cultural de la Humanidad».

En la actualidad, el área metropolitana de la ciudad de Arequipa se extiende sobre 3 mil km2 y alberga una población superior a los 821 mil habitantes, por lo que se le enlista como la segunda área metropolitana más poblada del Perú.

La misma es un importante centro industrial y comercial del sur del Perú: Cuenta varios parque industriales, como el "Parque Industrial de Arequipa" donde destaca en la producción textil de lana de camélidos con calidad de exportación,[3]​ y el Parque Industrial de Río Seco;[4][5]​ por lo que la ciudad mantiene estrechos vínculos comerciales con Chile, Bolivia y Brasil; vinculos con las ciudades conectadas por medio del Ferrocarril del Sur, así como con el puerto de Matarani.

Arequipa es conocida también como tierra de líderes por ser el lugar de nacimiento de hombres destacados en el campo de la política, y asimismo por ser una de las pocas ciudades cuna de varios presidentes de la República de Perú. También ha visto nacer hombres ilustres en el campo de las ciencias como Pedro Paulet, padre de la aeronáutica moderna, y de reconocidos escritores de fama internacional como Mario Vargas Llosa. La ciudad alberga el cuerpo momificado y congelado de una niña inca que fue encontrado en un santuario del nevado de Ampato en 1995 y que se cataloga como «el mejor conservado del mundo».

Toponimia

Una tradición cuenta que el Inca Mayta Cápac recibió una petición de sus súbditos al llegar al valle del Chili. Éstos le solicitaban el permiso de quedarse en la comarca para poblarla, pues quedaron maravillados por la belleza del paisaje y la suavidad del clima. El inca respondió «Ari qhipay» (en quechua: «Sí, quedaos»); ésta fue la etimología que utilizó el padre Calancha que fue traducida por J. Ignacio Gamio.[6]

Otra versión del origen del nombre de la ciudad es la del Padre Blas Vela y la del Inca Garcilaso de la Vega[7]​, que dice que el nombre de la ciudad proviene de una antigua voz aymara: «ari qquepan», porque así llamaban los indios a un caracol marino del que usaban a modo de «guisa de trompa bélica»,[8]​ que en castellano significa: «trompeta sonora».[6]

Otra etimología, expuesta por el qechuólogo cusqueño Juan de la Cruz Salas y Sánchez y el historiador Ernst Middendorf,[6]​ que toma en cuenta el hecho de que la región recibió un intenso poblamiento de colonias de origen altiplánico, viene del aymara con la frase «ari qhipaya»: de ari (agudo, filoso o puntiagudo) y qhipaya (detrás), significaría «detrás del pico», haciendo referencia al cono volcánico del Misti, que domina el horizonte arequipeño.

Los incas consideraban al Cuzco como el centro del mundo, así es que cuando se referían a la zona de Arequipa como la tierra o lugar detrás de los volcanes o lugar situado a espaldas de la serranía, o sea «ariq qipa».

Vista panorámica de un pequeño sector de la zona suroeste de la ciudad, más específicamente en el centro de esta, en el perímetro del Centro Histórico de Arequipa (declarado «Patrimonio Cultural de la Humanidad»), en la que se puede apreciar el entorno urbano muy variado, con presencia de modernas avenidas como la Av. La Marina que se observa en la imagen, urbanizaciones arborizadas nacidas del proceso expansivo a inicios del siglo XX, edificios de oficinas, edificios de universidades, y en donde se comienza a observar fábricas ubicadas en las afueras del «Parque Industrial de Arequipa», que se encuentra a unos kilómetros de esta localización. También se observa el entorno natural donde esta enclavada la ciudad, el río Chili que la atraviesa así como también montañas ubicadas hacia el área costera.

Nombres y titulaciones

Arequipa fue una de las ciudades del Virreinato del Perú que recibió más intensos halagos, no sólo de quienes la vieron, sino también de quienes, sin conocerla, la requebraron simplemente de oídas.[9]​ Entre la diferentes frases elogiosas para con la ciudad se encuentra una en la obra «La Galatea» del escritor español Miguel de Cervantes Saavedra, donde se menciona que el poeta español Diego Martínez de Rivera, al encontrarse en tierra arequipeña, se refiere a la ciudad de Arequipa diciendo:[9]

"En Arequipa, eterna primavera"
Miguel de Cervantes Saavedra, La Galatea (El Canto de Calíope)[10]

Cuando la villa aún no había cumplido un año de ser fundada, el rey Carlos V de España la elevó a la categoría de ciudad por real cédula del 22 de diciembre de 1540, dándole escudo de armas, en el que se ve un grifo que en la mano trae una bandera, en la cual se lee el mote Karlos V o Del Rey, como describe el tradicionalista Ricardo Palma.

El escritor peruano Ricardo Palma, en su libro Tradiciones Peruanas, brinda una explicación del porqué de la ubicación de los componentes en el escudo de Arequipa basándose en lo explicado por un cronista que contaba con conocimientos en heráldica:

"Nada entendido en heráldica el demócrata que esto escribe, atiénese a la explicación que sobre tal alegoría da un cronista. Dice que la inscripción de la bandera expresa la posesión que el rey tomó de Arequipa y que al colocar aquélla, no bajo los pies, sino en la mano del grifo, quiso el monarca manifestar su aprecio por la ciudad, no pisándola como a vasalla, sino dándola la mano como a favorecida. Si hay quien lo explique mejor, que levante el dedo."
Ricardo Palma, Tradiciones Peruanas[7]

Con esto, Ricardo Palma explica claramente la razón por la cual el nombre del rey o algún símbolo de que represente a este no figuran dentro del escudo, como se observa en otros escudos: debido a su aprecio por la ciudad, su nombre fue colocado fuera del escudo, pues el que esté dentro de este representa una actitud de tratamiento hacia los inferiores o vasallos.

La ciudad de Arequipa es conocida también como la «Capital Jurídica de Perú», como resultado de un proyecto descentralista del candidato a la primera vicepresidencia, Manuel Seoane Corrales, quien planteó la iniciativa de que la ciudad de Arequipa fuese la sede de la Corte Superior de Justicia, hecho que haría que la ciudad fuese la Capital Jurídica de Perú. Debido al golpe militar que se desencadenó en Perú, la iniciativa quedó en el aire, hasta renacer después de la elección de la Asamblea Constituyente en el año de 1978. Esta vez, la iniciativa no prosperó debido a la alta oposición; sin embargo, posteriormente se concluyó que la ciudad de Arequipa sería la sede del entonces «Tribunal de Garantías Constitucionales», como lo establecía el Artículo 304º de la Constitución Nacional de Perú de 1979: «El Tribunal de Garantías Constitucionales tiene como sede la ciudad de Arequipa».

Tiempo después, mediante la Constitución Política de 1993, se creó el «Tribunal Constitucional», que, conforme a su Ley Orgánica, tiene su sede en Arequipa, aunque, según el Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional, este organismo podría celebrar audiencias en cualquier otra ciudad de la República Peruana.

Historia

Época prehispánica

Hasta poco antes del surgimiento del Imperio Incaico existían en lo que hoy es la ciudad de Arequipa algunos conglomerados nómadas que vivían dedicados a actividades tales como la caza, la pesca y la recolección, desarrollando la domesticación de algunos animales principalmente auquenidos e iniciando incipientes prácticas de sedentarización y agricultura. Con el tiempo, luego de procesos migratorios dentro de la región se establecieron los primeros asentamientos, muchos de ellos con conexiones hasta el mar dando origen a las primeras vías de comunicación con lo que se incremento la accesibilidad del territorio.

Durante esta época se construyeron importantes canales de irrigación o acequias en el valle del río Chili, los que permitieron cultivar los llanos y las andenerías desarrolladas en los flancos de las laderas del río.

Varias fueron las comunidades que se establecieron en el asentamiento actual de la ciudad de Arequipa como los Yarabayas y los Chimbas, que conjuntamente con comunidades Collaguas y Cabanas desarrollaron una economía agraria en medio del desierto.

Alrededor de 1170 el inca Manco Cápac se detuvo con su ejército en el despoblado valle del río Chili, al que llamó Ari-qquepay ("quedémonos aquí"), dicho inca repartió terrenos entre tres mil familias, que fundaron los caseríos o pueblos de Yanahuara, Caima, Tiabaya, Paucarpata, Socabaya, Characato, Chiguata y otros.

El 15 de agosto de 1540, día de la Virgen de la Asunción, es fundada la Villa de la Asunción de Nuestra Señora del Valle Hermoso de Arequipa por el teniente gobernador Garcí Manuel de Carbajal, en el margen izquierdo del río Chili.

Fundación

Arequipa fue fundada el 15 de agosto de 1540 por Garcí Manuel de Carbajal en el valle del río Chili como la "Villa de la Asunción de Nuestra Señora del Valle Hermoso de Arequipa", en un área ocupada por algunos poblados indígenas. Una vez llevada a cabo la fundación, y luego de que se levantaran las primeras viviendas, se nombró como primer alcalde a Juan de la Torre y Díaz Chacón, quien recibió dos fanegas de tierra para fabricar su casa y las caballerizas.

Al poco tiempo de fundada la villa, Carlos V de Alemania y I de España la elevó a la categoría de ciudad, por real cédula fechada en Fuensalida (Toledo), el 22 de septiembre de 1541.

Época virreinal

Durante una visita del Virrey Francisco de Toledo, este le concedió a la ciudad el título de «Muy noble y muy leal» mediante decreto del 20 de agosto de 1571, en virtud de sus méritos y servicios a la causa real. El título fue confirmado por Felipe II en dos cédulas: una fechada en Badajoz el 20 de septiembre de 1580 y la otra en Madrid el 28 de enero de 1594.

Durante el virreinato la ciudad destacó por ser el eje comercial del centro y sur de este, a través del puerto de Quilca e Islay. Esto influyó en el desarrollo de una pequeña burguesía en desmedro de los grandes terratenientes. Arequipa se mantuvo fiel a la causa real durante las guerras civiles de los conquistadores por lo que recibió el título de «Muy noble, leal y fidelísima». Sin embargo no estuvo ajena a los pensamientos e ideales libertarios que se manifestaron a través de la Academia Lauretana. Entre los próceres de la Independencia destaca el poeta Mariano Melgar quien fuera fusilado por los realistas después de la batalla de Humachiri.

Fidelismo

El historiador Guillermo Zegarra Meneses en su obra "Arequipa en el paso de la Colonia a la República. La visita de Bolivar" precisa un aspecto que distingue a Arequipa de otras regiones del Perú y de Lima en especial; con ella se explicitaba la adhesión pública de la ciudad de Arequipa a la corona española y al seguimiento cerrado de las directries provenientes de los reyes de España, ello fue motivo para que 1805 recibiera el título de Fidelísima por la Cédula Real.

Desde su fundación española y a lo largo de tres siglos, la ciudad estuvo habitada por población mayoritariamente de origen español, la cual se manifiesta y era reconocida como fiel seguidora de España, una razón que contribuyo a mantener y fortalecer el Fidelismo fue obviamente la estructura social y el predominio de españoles, sostenido por su alta sociedad y elementos representativos. Otro factor fue el geografico, pues por su ubicación no fue proclive a recibir influencias de corrientes o movimientos libertarios, además de ellos la geografía influyo a desvincular a Arequipa de los grandes nucleos aborigenes. [11]

Independencia

Archivo:Plano de Arequipa S.XIX.jpg
Plano de la ciudad de Arequipa, en la que se observa el actual Centro Histórico, elaborado por el padre Diego Rodríguez en el año de 1818.

Según el historiador José Agustín de la Puente Candamo en Arequipa se vivió la independencia igual que todas las provincias de Perú, en guerra civil. Por su geografía y ubicación, tuvo circunstancias especiales; por ejemplo cuando la revolución de Pumacahua y las tropas rebeldes entraron a Arequipa por poco tiempo. Hubo un momento de euforia pero luego salieron, y se mantuvo el poder virreinal en Arequipa hasta la batalla de Ayacucho; no es que Arequipa estuviera en contra de la independencia, sino que libraba una guerra civil.

Las autoridades virreinales se mostraron flexibles frente a la inquietud libre pensadora de los arequipeños. El 10 de diciembre de 1821 se fundó en la ciudad de Arequipa la Academia Lauretana Ciencias y Artes, bajo dirección de Evaristo Gómez Sánchez, que tuve a su vez la primera imprenta del departamento. Apenas construida la Academia, sus principales integrantes Francisco Xavier de Luna Pizarro, Aparicio Gómez Sánchez, Francisco de Paula González Vigil, Gaulberto Valdivia, Manuel Amat y León y Juan de Dios Salazar, tomaron partido a favor de la emancipación.

El historiador de la Puente afirma que existe duda en cuanto a que si se firmó primero en Supe o en Ica, la primera acta de independencia pero gran mayoría afirma que fue el cabildo de Supe el primero en hacerlo en todo Perú en abril de 1820[12]​. El historiador Agsutín de la Puente comenta un fenomeno histórico sucedido en la etapa de emancipación e independencia:

"Ese es un fenómeno curioso, en el sur comenzaron las revoluciones precursoras con Túpac Amaru, pero el sur quedó en poder del rey hasta más tarde. En cambio el norte, donde hubo menos movimientos revolucionarios previos, se independizó antes; un fenómeno histórico."
José Agustín de la Puente.

Un hecho interesante es que el obispo de Arequipa José Sebastián de Goyeneche, fue obispo de Arequipa en el virreinato, durante la independencia y entrada la república, y murió en los años 60 del siglo XIX, como arzobispo de Lima. Goyeneche era obispo de Arequipa en el tiempo del virrey Pezuela, siguió como obispo en el tiempo de San Martín y de Bolívar, lo que prueba que Perú era el que se independizaba, y no las intendencias las que lo hacían o lo hicieron, que había una continuidad en el cambio. Continuaron las mismas personas, las mismas costumbres, el cambio fue progresivo, lento.

Época republicana

Vista del Portal del Regocijo, conocido en la actualidad como Portal de Flores, ubicado en la zona este de la Plaza de Armas de Arequipa en una fotografía tomada en el año de 1880.

Tras la independencia, el territorio correspondiente a la Intendencia de Arequipa fue designado como departamento mediante decreto del 26 de mayo de 1822. El congreso de 1826 y la Constituyente de 1827 tuvieron como presidente al arequipeño y "lauretano" Javier de Luna Pizarro. Durante el gobierno de Bolívar, después de la victoria de Ayacucho, la ciudad fue un activo centro contrario a la propagación de los poderes dictatoriales del Libertador. Los letrados arequipeños Domingo Tristán, Benito Lazo, Gualberto Valdivia se opusieron de forma pública y tajante a la constitución vitalicia bolivariana. Fruto de la actividad de la Academia Lauretana fue la fundación del Colegio Nacional de la Independencia Americana y de la Universidad Nacional de San Agustín creadas en 1827.

En 1835, apenas constituida la Confederación Perú-Boliviana, el general Orbegoso trasladó su gobierno de Lima a Arequipa, y solicitó apoyo del entonces presidente boliviano Andrés de Santa Cruz contra las pretensiones de Gamarra y Salaverry. Las batallas decisivas entre las tropas de Salaverry y las de la Confederación se dieron en Uchumayo, en las inmediaciones de la ciudad de Arequipa, el 4 de febrero de 1836, donde venció Salaverry; y en Socabaya, tres días después, el 7 de febrero, donde venció Santa Cruz. Salaverry y sus principales colaboradores fueron fusilados en la plaza de Armas de Arequipa el 19 de febrero de 1836.

Luego de expresar su rechazo a la Confederación, Chile envió al mando del general Blanco Encalada una expedición militar que llego a territorio arequipeño el 12 de octubre de 1837. Antes de entrar en batalla hubo negociaciones que permitieron firma un tratado de paz en Paucarpata, distrito aledaño a la ciudad, el 17 de noviembre, entre el jefe militar chileno y el general Quiroz, de la Confederación. Chile no refrendó el tratado y envió una segunda expedición al mando del general Bulnes, al año siguiente, en apoyo de Ramón Castilla y otros militares caudillos peruanos contrarios a Santa Cruz.

En los años siguientes la ciudad de Arequipa fue sede de sucesivos pronunciamientos militares insurreccionales. El 20 de febrero de 1843 se proclamó ahí como supremo director de la República el general Manuel Ignacio de Vivanco, cuyas ambiciones concluyeron con la batalla de Carmen Alto el 22 de julio de 1844. El 14 de abril de 1854 insirió desde Arequipa como presidente provisorio el general Ramón Castilla, quien logró hacerse del poder. Contra este gobierno de facto, el 1 de noviembre de 1856 se alzó en arma nuevamente en Arequipa, el general Vivanco. Tras fracasar sus expediciones militares a Lima y Trujillo, tuvo que regresar a Arequipa a fines de 1857 para organizar su defensa. Las fuerzas comandadas por Miguel de San Román se enfrentaron a Vivanco en la batalla de Paucarpata el 29 de junio de 1857.

Siglos XX y XXI

La llegada del primer ferrocarril de Arequipa en el años de 1871.

Llegado el siglo XX, la ciudad de Arequipa fue escenario de pronunciamientos militares el 22 de agosto de 1930, cuando el comandante Luis Sánchez Cerro se proclamó jefe supremo y obligó a renunciar al presidente Augusto B. Leguía, y el 27 de octubre de 1948, cuando del general Manuel A. Odría formó una junta de gobierno y depuso al presidente José Luis Bustamante y Rivero.

La ciudad también fue escenario de valientes protestas cívicas contra la arbitrariedad.[8]​ Las dos más importantes se dieron contra el gobierno de Odría, una de ellas el 17 de junio de 1950, protagonizadas por los estudiantes del colegio de la Independencia Americana; y la segunda durante nueve días de diciembre de 1955. Siendo habituales los movimientos sísmicos en el departamento tuvieron especial significación los terremotos ocurridos en 1868, 1878 y 1913, por los severos daños materiales y personales que ocasionaron.

El desarrollo económico de la ciudad se vio favorecido por la construcción del ferrocarril Arequipa-Camaná construido por Henry Meiggs. Esta ferrovía se enlazó con la que unía Arequipa, Cuzco y Juliaca. El primer sistema de telégrafo de la región, que comunicaba Mollendo, Arequipa y Vitor, se estableció en 1908. Se suministró de agua potable a la ciudad con un acueducto que conduce las aguas minerales de Yumina, inaugurado en 1914. Las carreteras Arequipa-Yura y Arequipa-Puno fueron construidas en 1931. En el Chili a 78 Km. de la ciudad y a 4300 m.s.n.m. se construyó la represa de El Fraile para irrigar 3000 ha en las pampas de La Joya. Esta esforzada obra de ingeniería fue terminada en 1938. La ley 15923 del 10 de enero de 1966 autorizó la creación del parque industrial de Arequipa, importante mediada dinamizadora de la manufactura regional.

La ciudad también experimentó un proceso de expansión hacia la zona este de lo que hoy es denominado centro histórico, se trazaron nuevas avenidas como el boulevard Parra y la avenida Siglo XX, se creó el barrio arborizado de El Vallecito y la ciudad se extendió hacia el distrito de Yanahuara, la gente de escasos recursos paso a ocupar los barrios de Miraflores, Barrio Obrero, Jacinto Ibañez.

La arquitectura urbana se amplía con nuevas construcciones; así se trasladó el mercado de la ciudad ubicado en la Plaza de Armas al parque Duhamel y posteriormente a su actual ubicación en el Convento de la Orden de los Padres Agonizantes de San Camilo, entre los años 1905 y 1910 se contruyó el Hospital Goyeneche, también se construyeron puentes que unen el centro de la ciudad con el distrito de Yanahuara como el puente Real (hoy puente Bolognesi), el Puente Grau y el Puente Bolívar; se inauguraron algunas fábricas, la más importante fue la fábrica Pedro P. Díaz y se modernizaron los servicios urbanos tales como el alumbrado público (1905), agua y desagüe (1920) y tranvía eléctrico (1913).

Llegado el año de 1940, se planteó el primer proyecto de expansión y equipamiento urbano. Este plan contemplaba la creación de un anillo de viviendas mayor al existente, consolidaándose un plan de crecimiento radial en cuanto a vías y concéntrico en cuanto a usos de suelo; se habilitaron los barrios de Cuarto Centenario y Selva Alegre.[13]​ También se le dió un gran impulso al equipamiento urbano con la construcción del Teatro Municipal, el Hotel de Turistas, la Biblioteca Municipal, el teatro Ateneo, el Colegio Independencia Americana, el campus de la Universidad Nacional de San Agustín, etc.

Hasta finales de la década de 1950 fueron dos los factores que modificaron substancialmente las tendencias de crecimiento urbano, los terremotos ocurridos en los años de 1958 y 1960 y la sequía altiplánica, que aceleraron un crecimiento periférico que perdura hasta la actualidad.

Estos cambios hacia la modernización de la ciudad cobraron mayor intensidad en el área central, donde el desarrollo de la actividad comercial modifica las características horizontales de su proceso de crecimiento de su edilicia. Este proceso de tercerización del centro de la ciudad origina el desplazamiento de algunas instituciones como la Universidad Nacional de San Agustín (1962) y de los sectores residenciales hacia la periferia consolidando al centro de la ciudad como una dinámica zona céntrica comercial.

Museo de Arte Contemporáneo de Arequipa, ubicado en el "Barrio Ingles" abrió sus puertas en el mes de junio del año 2003

En los primeros años del siglo XXI el Centro Histórico de Arequipa fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, también se produjo un terremoto de magnitud de 8.4 el 23 de junio de 2001, siendo uno de los mayores terremotos ocurridos en el mundo desde 1900,[14]​ y el de mayor magnitud en la historia del Perú; a causa de este terremoto muchos de los edificios históricos en Arequipa fueron dañados o destruidos.[15]

Se renovó el Plan Director de Arequipa Metropolitana (PDAM), aprobado por Ordenanza Municipal N°160 del 14 de noviembre del 2002, sustituyendo al plan director de 1980, luego de haber sido presentado en sesión de consejo el 14 de agosto de 2002 y sometido a consulta pública del 19 de agosto al 25 de octubre de 2002. Dicho plan estableció las directrices y los caminos a seguir para lograr un desarrollo urbano sostenido y armónico de Arequipa Metropolitana de 2002 al 2015 a través de diferentes mecanismos e implementación de planes tales como la zonificación, sistema vial, expansión urbana e infraestructura de servicios, al mismo tiempo define las condiciones generales que han de regir los planes sectoriales o distritales de los distritos que la componen. Según este plan, Arequipa a inicios del siglo XXI abarca una extensión territorial de 2.923,53 km2 con una población de 819.273 habitantes y[16]​ presenta una estructura urbana tipo estrella con infraestructura vial radial monocentrica complementada con subcentros menores en su periferia.[17]​ La aglomeración metropolitana esta conformada por 17 distritos continuos y densamente poblados.

Geografía de la ciudad

Panorámica tomada desde Chilina, zona próxima al bosque del mismo nombre, en ella se ve el Cañón y el valle del Chili, el donde el primero es atravesado por el río que toma el mismo nombre al atravesar por la ciudad.

Ubicación

La ciudad de Arequipa se encuentra ubicada en la parte sur occidental del país a 772 km de Lima entre el área costera del desierto costero y los contrafuertes de la Cordillera de los Andes Occidentales. En ella se observan una serie de conos volcánicos que forman nevados como el Misti, Chachani y Pichu Pichu, su territorio es accidentado debido a la presencia de la Cordillera de los Andes de la parte occidental del continente; se caracteríza por las gruesas capas de lava volcánica que cubren grandes extensiones de su geografía. Existen mesetas de poca altitud y dunas que constituyen rasgos. Particularmente bellas y desarrolladas son las que se observan en las pampas de Majes, Sihuas y La Joya.

La ciudad se encuentra localizada a una altitud 2.328 m.s.n.m., la parte más baja de la ciudad se encuentra a una altitud de 2.041 m.s.n.m. en el Huayco, Uchumayo y la más alta se localiza a los 2.810 m.s.n.m.atravesado por el río Chili de norte a suroeste. En las proximidades del río se nota un fuerte incremento de desnivel llegando a tener uno de 30%.

Clima

El clima de la ciudad de Arequipa es predominantemente seco en invierno, otoño y primavera debido a la humedad atmosférica, es también semiárido a causa de la precipitación efectiva y templado por la condición térmica[18]​. Los factores que influyen en clima en Arequipa son:

  • La Influencia del Anticiclón del Pacífico Sur.
  • Configuración topográfica.
  • Paso de sistemas frontales de baja presión atmosférica.
  • Sistema de vientos locales, brisa de valle y montaña.

Presenta temperaturas que no suben de 25°C y muy rara vez bajan de los 10°C; con más de 300 días de sol. La temporada húmeda (de Diciembre a Marzo) se traduce por la presencia de nubes en la tarde y unas escasas precipitaciones. En invierno (Junio, Julio), un poco más frío y la temperatura desciende hasta una media de 10°C, pero el clima seco ayuda a sentir el frío con menor intensidad. Con una cifra récord de 4000 horas de exposición al sol al año, Arequipa justifica su apodo de "Ciudad del eterno cielo azul". <a href="index.php?option=com_content&task=view&id=24&Itemid=34"><img height="170" alt=" " src="http://www.3dcreativa.com/flash/paginas.jpg" width="570" /></a>

La humedad relativa promedio es de 46%, según los datos obtenidos por la estación meteorológica ubicada en el Hospital Goyeneche, durante los años 2000 y 2001, con una máxima promedio de 70% en la estación de verano y una mínima promedio de 27% durante las estaciones de otoño, invierno y primavera[19]​.

Los vientos en Arequipa están influenciados por un sistema de vientos locales y por el paso de sistemas frontales de baja presión atmosférica, la cual esta condicionada por la configuración topográfica que rodea al valle donde se halla la ciudad. La ocurrencia de vientos se presenta principalmente en horas de la noche y primeras horas del día, se presentan Brisas de Montaña que presentan una dirección Nor-Este y en el transcurso del día predominan las Brisas de Valle con una dirección Sur-Oeste. La velocidad del viento a lo largo del día fluctúa entre 1,5 m/s y 2,5 m/s.

  Parámetros climáticos promedio de Arequipa 
Mes Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic. Anual
Temp. máx. media (°C) 20 20 20 21 21 20 19 20 20 21 21 21 21
Temp. mín. media (°C) 10 10 10 9 8 7 7 7 8 8 8 9 8
Precipitación total (mm) 27.9 40.6 17.7 2.5 0 0 0 0 0 0 0 7.6 10.4
Fuente: Weatherbase[20]​ 2007

Radiación Solar

La radiación solar global registrada en la ciudad de Arequipa oscila entre 850 a 950 W/m2, dicho índice es considerado como uno de los más altos de Sudámerica y es la ciudad con los niveles de radiación más altos registrados en Perú con un IUV (Índice Ultravioleta) que oscila en el rango de valores altos. Este fenómeno se debe a su cercanía a la zona de influencia del desierto de Atacama.

Demografía

Población

Acorde con los datos del banco distrital del X Censo de población y V vivienda realizado en el año 2007, la aglomeración urbana de Arequipa, de acuerdo a las referencias del INEI está conformada por 13 distritos continuos y densamente poblados que concentran el 95,31% de la población metropolitana. La población de dicha aglomeración es de 783.165 habitantes misma que se encuentra distribuida en los 13 distritos.[16]

Arequipa Metropolitana cuenta con una población metropolitana de 821,692 habitantes, que equivalen al 71.31% de la población del departamento de Arequipa, al 95.07% de la población de la provincia de Arequipa y al 3.00% del total de la población nacional de Perú, constituyéndose en la mayor ciudad del sur de Perú y la segunda más poblada del país.

Cuenta con una población urbana que representa el 99,26% del total de la población según el censo del año 2007 y esta se encuentra distribuida en los 19 distritos metropolitanos de la siguiente manera:

Municipios metropolitanos Extensión
km²
Viviendas
(Censo 2007)
Población
(hab) *
Población menor a un año
Natalidad (hab) *
Densidad
(hab/km²)*
Altitud
msnm*
Distancia
Arequipa (km)[21]
Mapa del Área Metropolitana
Arequipa ** 12,8 17.062 61.591 699 4811,8 2.335 0
Alto Selva Alegre ** 6,98 18.638 72.696 1.135 10.432,4 2.500 5
Cayma ** 246,31 20.267 74.776 1.227 308,2 2.403 2
Cerro Colorado ** 174,9 35.805 113.171 1.978 611,2 2.406 4
Jacobo Hunter ** 20,37 10.543 46.092 724 2.268,8 2.268 7
José Luis Bustamante y Rivero ** 10,83 18.806 76.410 1.070 70.042,5 2.310 2
Mariano Melgar ** 29,83 12.843 52.144 872 1.786,9 2.385 3
Miraflores ** 28,68 13.133 50.704 742 1.817,1 2.430 1
Paucarpata ** 31,7 29.351 120.446 1.982 4.031,4 2.405 3
Sachaca ** 36,63 4.806 17.537 273 100,5 2.390 4
Socabaya** 18,64 16.069 59.671 853 3.247,5 2.300 3
Yanahuara ** 2,2 6.626 22.890 217 9.100,5 2.390 3
Tiabaya ** 31,62 3.761 14.677 247 475,7 2.178 8
Characato 86,0 3.286 6.726 96 61,5 2.480 10
Mollebaya 36,6 588 1.410 25 26,7 2.483 7
Sabandía 537 1.178 3.699 56 30 2.220 8
Uchumayo 22,14 3.280 10.672 175 45,1 1.950 16
Yura 1.942,9 6.179 16.020 273 8,1 2.590 28
Total 3.220,53 222.221 821.692 12.644
*Datos del censo realizado por el INEI[22]
**Distritos de la aglomeración urbana[16]

Evolución demográfica

Población de Arequipa (área metropolitana)
1741 30.000
1796 37.241
1940 80.947
1961 158.685
1972 309.074
1981 446.942
1993 619.156
2005 819.273
Fuente: Arequipa - Censo 2005 (BID).[23]

La tendencia de evolución demografica es modificada substancialmente por dos factores: el terremoto de 1958 y la sequía altiplanicie, que aceleran la migración y el proceso de urbanización, y un crecimiento periférico que perdura hasta la actualidad. Según el Municipalidad Provincial de Arequipa en 1940 la ciudad de Arequipa tenía una población de 85.632 habitantes, en 1944 llega a 112.000 habitantes, en el año de 1961 la población crece hasta 179.000 habitantes. En 1978 la población alcanza los 462.000 habitantes. En el año de 1997 la población llega a 624.000 habitantes.[24]

Morfología y estructura urbana

En la ciudad de Arequipa el 15 de agosto de 1540 se realiza un trazado de cuarenta y nueve "manzanas o islas". Se midieron los lados y cada uno de ellos contaba con una logitud de 400 pies castellanos (111.40 m), separadas por calles de 37 pies castellanos (10.30 m), es así que el damero fundacional se caracteríza por la perfección en el trazado de las manzanas.

Debido esto, no hay duda que la entonces Villa Hermosa de Arequipa tenía intenciones de ocupar la capitalidad regional. La ciudad se convertió en un nexo de conexión entre Cuzco, Charcas y el oceano. Y de hecho la ciudad de Arequipa en la etapa de explotación de la plata en Potosí, se convertió desde entonces "en un gran centro logístico". La implantación urbana junto al actual barrio de San Lázaro, donde fue eregida la primera ermita de la ciudad ocupaba una extensión de 850 m x 875 m.

La plaza fundacional, ubicada a tres cuadras del río y que ocupaba una posición excéntrica en el damero fundacional y que según patrones hispánicos era el centro focal de la ciudad. Las manzanas era ocupadas por 4 u 8 solares, y eran distribuidas según su importancia en los nuevos vecinos. Con el transcurrir del tiempo algunas instituciones religiosas llegaron a ocupar una cuadra como el caso del Convento de Santa Catalina y el Monasterio de San Francisco. En las próximas tres centurias Arequipa presenta un desarrollo más lento de su crecimiento

En el ámbito metropolitano, mismo que ha venido evolucionando desde el año 1944 (año desde el cual se tienen referencias de Arequipa Metropolitana), se observa un proceso de crecimiento similar en donde el área urbana ha crecido a expensas de la campiña; proceso que se ha agravado en las últimas décadas.

Tipo de Área por uso
Nivel no Universitario[25]
Año. Área agrícola. Área urbana. Área eriaza (urbanizable)
 1944 9272 1018.74
 1962 8926,36 2410.68
 1978 9942,04 5045.24
 1997 10534.24 12645.48
 2005 10282.64 13011.08

Organización política-administrativa

Gobierno Local

La ciudad, como capital de la provincia homónima, se encuentra gobernada por la Municipalidad Provincial de Arequipa que tiene competencia en todo el territorio de la provincia. No existe una autoridad restringida a la ciudad. En ese sentido, las municipalidades distritales del área metropolitana también tienen competencia en temas relativos a sus propios distritos.

Gobierno político

La ciudad, en su calidad de capital regional, es sede del Gobierno Regional de Arequipa. Es sede también de las diferentes Direcciones Regionales de los ministerios que conforman la Administración Pública del peru

Función judicial

Arequipa Metropolitana

Parque Selva Alegre ubicado en el centro histórico de la ciudad.

A inicios del siglo XXI el area metropolitana de Arequipa a través del Plan Director de Arequipa Metropolitana (PDAM) -el cual fue aprobado por la Ordenanza Municipal N°160 del 14 de noviembre del 2002- modifica el número de distritos metropolitanos, sustituyendo al plan director de 1980 luego de haber sido presentado en sesión de consejo y sometido a consulta pública.

El Plan: "Director de Arequipa Metropolitana" establece las directrices y los caminos a seguir para lograr un desarrollo urbano sostenido y armónico de Arequipa Metropolitana del 2002, año en que es aprobado, al 2015 a través de diferentes mecanismos e implementación de planes tales como la zonificación, sistema víal, expansión urbana e infraestructura de servicios, al mismo tiempo define las condiciones generales que han de regir los planes sectoriales o distritales de los distritos que la componen.

Esta metrópoli según el PDAM, abarca una extensión territorial de 2.923,53 km2 con una población de 821.692 habitantes.[26]​ Presenta una estructura urbana tipo estrella con infraestructura víal radial monocéntrica complementada con subcentros menores en su periferia. La aglomeración metropolitana esta conformada por 18 distritos continuos y densamente poblados. Según el PDAM se prevé que la población de Arequipa para el año 2015 alcance 1.100.000 habitantes, y es por tal razón el plan elaborado se presenta como una nueva manera de abordar el ordenamiento y crecimiento de la ciudad.

Unidades urbanas

La ciudad de Arequipa se encuentra dividida en módulos urbanos, que facilitan la administración y el estudio de la ciudad, estos módulos se articulan en torno a una unidad urbana denominada unidad central, las unidades urbanas son en total cinco: Unidad Norte, Unidad Sur, Unidad Central, Unidad Este, Unidad Oeste. Estos módulos están relativamente ligados al antiguo concepto de conos.

Economía

La ciudad de Arequipa desde el siglo XX ha desarrollado industrias relacionadas con el sector primario como la de lana de alpaca y agroindustria, constituyendo un centro de cambio e intermediación en el sur andino sirviendo de nexo entre la costa y la sierra. Tuvo y mantiene su importancia geopolítica por su fluida comunicación con Bolivia.[27]

La contribución de la ciudad de Arequipa en el PBI de Perú es del 5.7 % (el 74,2% del PBI de la Región Arequipa) siendo el segundo más alto del país. La contribución al IGV nacional representa el 20.3 %, en impuesto de solidaridad el 17 % siendo el segundo contribuyente nacional en estos tributos. Arequipa tiene una estructura productiva fuertemente sesgada al sector del comercio y servicios, el sector primario de agricultura y minería representan el 29.6 % del PBI, el sector secundario de industria y manufactura el 20.7 % de este y el sector terciario de comercio y servicios el 49.7 %, ello se fortaleció en los últimos años por falta de inversiones productivas.

La ciudad de Arequipa posee ciertas características que le confieren importancia económica, entre las que podemos mencionar:

  • Tiene un rol importante de caracter administrativo, agrícola, comercial, financiero e industrial en el ámbito del comercio internacional.
  • Mantiene importantes relaciones de comercio interdepartamentales a través de sus inversiones como: Grupo Carsa, la Caja Municipal, etc.
  • Es la ciudad de mayor diversificación económica con un aporte significativo en:
- Agricultura, con 25,63% con respecto al sur del país.
- Una productividad agrícola del 61%, la mayor en el sur del país.
- La ciudad de Arequipa concentra el 100% de la industria del departamento de Arequipa.
  • La ciudad de Arequipa concentra el 74,2% del 7,7% del PBI aportado por el departamento de Arequipa al PBI nacional.
  • Concentra el 42% de las MYPES (micro y pequeñas empresas) de la region sur, generando el 52% de la PEA regional y concentra la mayor PEA comercial que asciende a 50.000 trabajadores.´

Actividades Laborales

La ciudad de Arequipa según la "Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo 2007" es la ciudad, después de Lima, con la mayor cantidad de Población Económicamente apta para Trabajar que asciende a 625.547 personas y la mayor cantidad de Población Económicamente Activa (PEA) que asciende a 376.764 personas. Según la misma encuesta la ciudad de Arequipa presenta una tasa de actividad laboral por encima del promedio del país.

La población económicamente activa está distribuida de la siguiente manera: Actividades extractivas (7,1%), I industria manufacturera (12,9%), construcción (4,8%), comercio (23%), servicios no personales (36,6%), sevicion personales (11,4%), hogares (4,1%).

En cuanto ingresos económicos de la población, la ciudad de Arequipa al igual que Lima, es la ciudad que muestra los más altos porcentajes de ingresos. Los ingresos económicos de la PEA de Arequipa, se ubican por encima del promedio nacional, consolidando a Arequipa como una de las ciudades con más altos ingresos salariales en Perú junto con la ciudades de Cajamarca, Cusco, Lima Metropolitana y Puno; las cuatro ciudades y Arequipa se encuentran por encima del promedio de Perú.

Industria

El sector industrial de la ciudad cuenta con la mayor diversificación a nivel nacional[28]​ y es la segunda ciudad más industrializada de Perú, después del eje Lima-Callao,[28]​ producto de la creación del Parque Industrial durante el primer gobierno del arquitecto Fernando Belaúnde Terry. Después de dos grandes terremotos, en 1958 y 1960, con la Ley de la “Junta de Rehabilitación y Desarrollo de Arequipa” se construyó el Parque Industrial con dos o tres fábricas en aquel momento, y la fábrica de Cemento Yura.

El sector industrial de la ciudad está consituido por Parques Industriales entre los cuales se pueden mencionar al "Parque Industrial de Arequipa" (para grandes y medianas empresas), al "Parque Industrial de APIMA" (para pequeñas empresas)[29]​ y al "Parque Industrial de Río Seco" y zonas industriales en la Av. Alfonso Ugarte, en la Variante de Uchumayo y algunas zonas del Cono Norte [30]​.

Vista parcial del "Parque Industrial de Arequipa" localizado al sur de la metropolí

El Parque Industrial de Arequipa ubicado en el Cercado de Arequipa, a lo largo de su existencia ha sufrido diferentes tranformaciones de sus ramas industriales, observandose un mayor dinamismo a las industrias ligadas al consumo (alimentos y bebidas), a la construcción (P.V.C., cemento y acero) y las de exportación (textiles)[28]​.

En la actualidad tan solo en el Parque Industrial de Arequipa existen más de 150 empresas, entre las que se puede destacar a: Alicorp S.A.A., Alimentos Procesados S.A., Laive, La Iberica, Manuel Muñoz Najar, Papelera Panamericana S.A., Consorcio Industrial Arequipa S.A.[31]​, Omniagro, Backus & Jhonston, Corporación Aceros Arequipa, etc. Asimismo, en Arequipa se encuentra desarrollada la industria textil tanto de algodón como de fibra de alpaca y lana representada por la fábricas: Francky y Ricky, Michell & Cía. e IncaTops, empresas que también se encuentran en el Parque Industrial de Arequipa.

Además se encuentran industrias quimicas y de plasticos, empresas productoras de minerales no metalicos, industrias de papeleria e imprenta, entre otros.

Turismo

El turismo en Arequipa es un factor importante en la economía de la ciudad, en el año 2008 arribaron 1.217.254 visitantes, cifra consituida por 290.983 turistas extranjeros que representan el 23,9% del total y 926.271 turistas nacionales que representan el porcentaje restante; mismos que llegan a la ciudad para conocer sus atractivos turísticos, consolidándose como una de las tres ciudades más visitadas de Perú[32]​.

Telecomunicaciones

En Arequipa la telefonía fija se encuentra operada en un 99% por Telefónica del Perú, la cual además ofrece servicios de internet y televisión satelital y televisión por cable, TELMEX Perú ofrece servicios de telefonía fija, telefonía pública, televisión satelital e internet, la empresa Star Global Com (recientemente adquirida por Telefónica del Perú) brinda servicios de televisión por cable e internet.

Respecto a la telefonía móvil, en la ciudad de Arequipa operan las siguientes empresas: Movistar, Claro (América Móviles) y Nextel, la última usada más el sector empresarial, Arequipa Metropolitana cuenta con cobertura EDGE de Movistar, y Claro ya implementó su red con tecnologia 3.5G (solo con cobertura en Arequipa Metropolitana) permitiendo así internet móvil de banda ancha, videollamadas, entre otros.

En cuantos a servicios de comunicación masivos Arequipa según el "Registro Nacional de Municipalidades" es la segunda ciudad de Perú con mayor cantidad de emisoras de televisión, 3 canales locales en VHF y 10 canales locales en UHF, además de 6 canales de la ciudad de Lima; asimismo es la segunda ciudad de Perú con mayor cantidad de emisoras de radio.[33]

La ciudad de Arequipa es la única ciudad de Perú, fuera de Lima, que cuenta con canales de televisión que transmiten vía satélite y tienen cobertura en todo Perú y el mundo - PerúTV - consolidandose uno de los importantes centro de medios de comunicación, tanto a nivel impreso como a nivel radial y televisivo para el sur del Perú.

Entre los periódicos que se imprimen en la ciudad, se encuentran el diario "El Pueblo", que con el lema de «Verdad, Justicia y Libertad» es el diario más antiguo y representativo de la ciudad, el cual junto con "Diario Noticias", son los diarios de tirada más considerable. Junto con estos medios, en Arequipa existen imprentas de varios diarios de circulación nacional, lo cual permite que se impriman ediciones propias y exclusivas para la ciudad; entre ellos tenemos a "Correo" y "El Popular" , que comúnmente tienen una edición y portada distintas de las ediciones de otras ciudades, edtora el Grafico envargada de la publición de la revista "El Gráfico" y "La República" que en ocasiones especiales varía de la portada nacional, aunque en la impresión diaria distribuye varias páginas interiores a noticias de la ciudad Arequipa y del sur del país.

En lo que respecta a emisora de radios, Arequipa cuenta con emisoras propias de la ciudad como "Radio Melodía", "Radio Yaraví", "Radio Libertad" y "Radio Universal" entre otras. Dedicadas principalmente a transmitir noticias locales.

Transporte

Transporte aéreo

La pista del Aeropuerto Internacional Alfredo Rodríguez Ballón durante los días de realización del APEC en la ciudad, el volcán Misti luce sin nieve en el fondo.

La ciudad de Arequipa es servida por el Aeropuerto Internacional Alfredo Rodríguez Ballón que está situado en el distrito de Cerro Colorado, a unos 12 Km al nordoeste del centro de la ciudad a una altitud de 2561 msnm y cuenta con una pista asfaltada 2,980 m por 45 m. El aeropuerto permite el aterrizaje de aviones B-737-300.[3]​ Por sus características y equipo, es uno de los mejores en Perú,[3]​ mantiene conexiones aéreas diarias con las ciudades de Lima, Cusco, Juliaca y Tacna y con destinos internacionales como Arica, Iquique, Antofagasta y Santiago de Chile, además con próximos vuelos regulares a Santa Cruz de la Sierra y La Paz en Bolivia.

Toma 1 hora y 20 minutos realizar un vuelo hacia la ciudad de Lima, 30 minutos a Cusco, y un poco más de 25 minutos de Juliaca y Tacna. En este momento hay una compañía que brinda sus servicios para la ruta Lima-Arequipa, con un total de al menos diez vuelos diarios en días ordinarios entre estas ciudades y otra compañia que realiza tres vuelos reguales a cada uno de los destinos internacionales (Arica, Iquique, Antofagata, Santiago de Chile) por semana.

En el año 2007 presentó un flujo de pasajeros entre vuelos nacionales e internacionales igual a 575.587 pasajeros[34]​ y un flujo de carga de 2.083.196,28 kg en el mismo año,[3]​ constituyéndose como el segundo en la región sur en el fluido de trafico de pasajeros después del Aeropuerto Internacional Alejandro Velasco Astete, de la ciudad de Cuzco, y tercero en el país.

En el año 2008 el aeropuerto de la ciudad se constituye como el segundo aeropuerto con el mayor flujo de pasajeros internacionales, por detras del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.[35]

Transporte ferroviario

El sistema de tranporte ferroviario tiene más de un siglo de existencia (1871), permite la comunicación entre la costa y la sierra y diferentes niveles de progreso y expansión de los centros poblados ubicados a su paso. El sistema esta constituido por las lineas: Cusco-Puno-Arequipa-Mollendo. Reviste de gran importancia estratégica dentro de un sistema de comunicación multimodal en la macroregión sur; ya que es el medio más eficaz y económico para el transporte de carga pesada a grandes distancias.

Transporte terrestre

La ciudad de Arequipa cuenta con una red víal de 1750 km de extensión, esta red víal conformada por la red nacional, departamental y vecinal (metropolitana).[36]​ En ella se concentra el segundo mayor parque automotor de Perú (después de Lima), con un tamaño de 113.988 vehículos en el año 2005 según los estudios de "EMBARQ"[37]​ y un estimado para el 2008 de 130.000 vehículos,[38]​ compuesto por 86% de medios de transporte urbano, incluyendo 3% de vehículos menores (motos), 10% de medios de tranporte de carga (camiones, remolques), y 4% de transporte interprovincial (ómnibus).

Jerarquía Víal de Arequipa

En la periferia del Centro Histórico de Arequipa y en su interior hay determinadas vías unas con mayor carga que otras. El análisis realizado conduce a señalar seis grupos de vías:

JERARQUIA VIAL
Vias[24]
Tipo de vía Vías Definición
 Vía metropolitana Av. Ejercito, Av. Parra, Av. Daniel Alcidez Carrion,Av. Alfonso Ugrate, Av.Salaverry, Av. Mariscal Castilla, Av.Pumacahua, Av.Aviación, Av. Metropolitana Señaladas como las principales vías de acceso al centro de la metropoli e soportan un gran flujo de vehiculos interconectado los distritos metropolitanos.
 Vía de circunvalación Av. Venezuela, Av. Progreso, Av. Juan de la Torre, Av. La Marina hasta conectarse con la Av. Venezuela Vía que esta constituida por el anillo vial.
 Vías colectoras Av. Jorge Chavez, Av. Goyenche, Av. Independencia, Av. Abelardo Quiñonez, Av. Victor Andres Belaunde, Av. Trinidad Moran, Av. Cayma, Av. Enmel, Av. Ricardo Palma y la salidad a Umacollo por el puente San Martín.
 Vías preferenciales locales Jerusalen, San Juan de Dios, Bolivar-Sucre, Ayacucho-Puente Grau, La Paz, San Agustín, Mercaderes, San José, Moral, Prolongación Salaverry.
 Vías peatonales Cl. Mercaderes, Pj. Violin, Cl. Bayoneta, Cl. Tejada, Cl. Desaguadero, Pj.Violin, Pj.Naval, Cl. Llosa. Calles y pasajes de uso estrictamente peatonal, todas excepto la calle Mercaderes ubicadaas en el Barrio Tradicional de San Lázaro.
 Vías secundarias - El resto de vías

Transporte interprovincial

La ciudad de Arequipa aparte de contar con el terrapuerto internacional cuenta con el "Terminal Terrestre de Arequipa" de uso regional y con servicios hacia la sierra y la costa. En la ciudad de Arequipa existen vías interregionales, constituidas por la Variante de Uchumayo que sirve como conexion con la costa, la salida a Yura que sirve como conexion con la Sierra y la salida de Jesús que sirve de conexion para los zonas altas de Arequipa y la zona de Chiguata.

Transporte Internacional

La ciudad de Arequipa se encuentra servida por el Terrapuerto Internacional Arequipa, que se encuentra en el distrito de Jacobo Hunter desde el cual la ciudad y la región de Arequipa se conecta por tierra a todo Perú y con La Paz, Santiago de Chile, Mendoza y Buenos Aires.

Transporte urbano

La malla víal metropolitana posee una estructura radiocéntrica que se soporta en cuatro vías primaria o troncales: Av. Ejercito, Av. Jesús, Av. Alcides Carrion y la Av. Parra y permiten el traslado de la población de desde la áreas intermedias y periféricas a los centros de actividad.

Estas vías de caracter longitudinal se articulan entre sí mediante vías colectora, conformando un anillo alrededor del área central formado por: Av. Venezuela, Teniente Ferré, Progreso, Av.Arequipa, Av. Gomez de la Torre, Av. La Marina, San Martín, Av. Salaverry, Mariscal Caceres, Malecon Socabaya y Av. Venezuela.

Este sistema es completado con alguna vías principales como: Av. Cayma, Av. Arequipa, Av. Goyeneche, Av. Kennedy, Av. Dolores, Av. Lambramani, que llevan los flujos de las vías locales a las colectoras y viceversa.

Av. Venezuela en su intersección con la Av. Dolores, bypass ubicado entre el bypass de la Av. Paucarpata y el intercambio víal de la la Av. Alcídes Carrión

Sistemas Integrado de Transporte Es un proyecto de mejora, que se prevé que entre en funcionamiento el 1 de enero de 2010, con el objetivo de lograr pasar de la estructura de diseño desordenada actual (con una amplia y tal vez excesiva cobertura espacial), generando superposición de rutas e incrementando la congestión a un esquema más eficiente, estructurado alrededor de un sistema racionalizado que elimine la sobreoferta y la superposición de recorridos y facilite la consiguiente mejora en los efectos sobre la contaminación ambiental, la congestión y la percepción por parte de los usuarios.

En síntesis, se plantea un esquema de red racionalizada basado en un conjunto de rutas que se pueden considerar troncales y que se complementan con una red de rutas alimentadoras al mismo, dentro de una malla jerarquizada; manteniendo o mejorando los actuales niveles de cobertura y ofreciendo a los usuarios múltiples opciones de conexión, sin que ello deba necesariamente suponer un aumento del número de transbordos en la red.

Salud

Por ser la capital administrativa y económica de la Región Arequipa, la ciudad cuenta con gran cantidad de centros de salud tanto públicos y privados que en total suman 680 establecimientos[39]​. Las Instituciones de Salud Públicas que están presentes en la ciudad son:

  • Ministerio de Salud (MINSA)[40]
  • Hospital Regional Honorio Delgado Espinoza
  • Hospital II Goyeneche
  • Hospital III Yanahuara
  • Hospital Nacional IV Carlos Alberto Seguín Escobedo
  • Policlínico Metropolitano
  • Hospital Edmundo Escomel
  • Complejo de Prestaciones Sociales
  • Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN):
  • Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas

Educación

Según la información del Censo 2007 del INEI en Arequipa, existe una población estudiantil que asciende a 823.148 habitantes de 3 años o más que asiste a algún centro de enseñanza regular, la cual representa el 95,24% de toda la población provincial de Arequipa. La mayoría de servicios educativos se encuentran concentrados en Arequipa Metropolitana: de las diez universidades existentes en la región Arequipa, nueve se encuentran ubicadas en tres distritos metropolitanos.[25]

Educación infantil, primaria y secundaria

Estadísticas educativas de Arequipa Metropolitana (2007)
Instituciones Educativas[42]
Nivel de enseñanza Total Particular Nacional
 Nivel Inicial 1.113 586 547
 Nivel Primario 664 425 239
 Nivel Secundario 332 215 117
 Nivel no Universitario 53 47 6
 Adultos, especial y alternativa 264 70 194
Alumnos[43]
Nivel de enseñanza Total Porcentaje
 Nivel Inicial 22.819 2,77%
 Nivel Primario 165.212 20,07%
 Nivel Secundario 245.250 29,79%
 Nivel no Universitario 143.674 17,45%
 Nivel Universitario 185.894 29.92%

En el año 2007 en Arequipa existían 22,819 alumnos de educación infantil o inicial, 165.212 en educación primaria, unos 245.250 en Educación Secundaria. El número de estudiantes no universitarios es 143.674. A continuación un cuadro con los porcentajes que representan del total de personas mayores de 3 años.

Educación universitaria

El porcentaje de población universitaria de la ciudad de Arequipa es el más alto de todo el Perú; representa un 22.6% de la población de la ciudad y asciende a una cifra de 185.894 estudiantes. De esta forma, Arequipa es la segunda ciudad del Perú con mayor población universitaria.[44]

La ciudad de Arequipa alberga nueve de las diez universidades existentes en la región Arequipa. Cuenta con la presencia de universidades locales y extranjeras, nueve de ellas son universidades privadas y una es nacional.

La universidad más antigua de Arequipa es la Universidad Nacional de San Agustín, cuyas predecesores fueron la Universidad Real y Pontifica "Intra calustra" creada por cédula el 22 de enero de 1714 y la Academia Lauretana de Ciencias y Artes fundada el 10 de diciembre de 1821 a partir de los cuales nacio la Universidad Nacional de San Agustín la cual es declarada instalada el 11 de noviembre de 1828, es preciso señalar que según la ley universitaria vigente Nº 23733 reconoce que fue creada el 2 de junio de 1827 de todos modos se constituye como la segunda universidad en la época repúblicana y como la universidad creada en la república con mayor cantidad de años instalada en el país.[45][46]

En la actualidad, la Universidad Nacional de San Agustín es considerada como una de las mejores universidades del Perú y como la mejor universidad del sur del país.[47]

Las demás universidades son todas privadas,: la Universidad Católica de Santa María, la primera universidad privada en la ciudad de Arequipa, creada el 16 de diciembre de 1961; la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez; la Universidad Tecnológica del Perú; la Universidad Alas Peruanas; la Universidad Católica San Pablo; la Universidad Privada San Pablo; la Universidad del Mar de Chile; y la Universidad los Angeles de Chimbote.

Adicionalmente, en Arequipa se encuentran ubicadas sedes de otras diferentes universidades —como una sede de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, por ejemplo— que se suman a las nueve universidades completamente constituidas de la región Arequipa.

Deportes

Archivo:Estadio Monumental de la UNSA.jpg
Estadio Monumental de la Universidad Nacional de San Agustín, es uno de los estadios más grandes y con mayor capacidad del Perú. En este estadio se desarrollaron importantes eventos deportivos como los Juegos Bolivarianos 1997 y la Copa América 2004.

La ciudad posee diversas instalaciones deportivas que han permitido formar a varios deportistas destacados en el ambito regional, nacional y internacional; podriamos considerar que es una de las ciudades del Perú mejor preparadas para la formación de deportistas de élite.

Entre los escenarios con los que cuenta la ciudad para la practica del fútbol podemos mencionar al Estadio Universidad Nacional San Agustín, el Estadio Mariano Melgar, al Estadio Los Palitos y al Estadio de Umacollo.

La ciudad de Arequipa cuenta con una buena variedad de escenarios en los cuales se práctica una gran cantidad de actividades deportivas como el fútbol, tenis, basket, natación, golf, etc.

Fútbol

Es uno de los deportes con mayor acogida en la ciudad de Arequipa y en el país, el fútbol arequipeño se encuentra representado por el club FBC Melgar en la Primera Division (único campeón peruano proveniente del interior del país) desde el año 1971.

Entre los clubes historicos de la ciudad se encuentran el FBC Pierola, el Sportivo Huracan "que formaron el clásico arequipeño", el White Star y el FBC Aurora que sentaron las bases de las rivalidades entre los clubes de antaño; asímismo entre los clubes históricos figuran el FBC Carsa y el FBC Temperley que participan en la Copa Perú y la Segunda División del Perú.

En los ultimos años aparecieron clubes como Atlético Universidad que vendio su catégoria en la Segunda División del Perú para pasar a ser el Club IDUNSA en la Copa Perú y el Total Clean que también vendio su catégoria en la Primera Division por problemas económicos.

Otro clásico arequipeño es entre los colegios nacionales más emblemáticos como lo son el Colegio de la Independencia Americana y la Gran Unidad Escolar Mariano Melgar,

Atletismo

El atletismo es otra de los principales actividad deportivas practicadas en la ciudad, quedando los diferentes deportistas arequipeños en los primeros lugares en las competencias nacionales, sudamericanas y panamericanas.

Arequipa recupero el título de campeón trasandino; en los XI JUDEJUT PERU 2008.

Kartismo

En la ciudad existen dos lugares para la practica de Karting, uno es el distrito de Jacobo de Hunter, mas conocido como Cerro Juli, y el otro en distrito de Arequipa.

Artes marciales

Principalmente Tenemos Las Diciplinas del Karate Shotokan Instituido y practicado por el Club unsa al igual que el tae kwondo el Kyokushin Kai y el kung fu entre ellos destacan personajes resaltantes como el Sempai Danilo Tejada Loaiza 1 Dan cinturon negro en la diciplina de Kempo Karate, el Sifu Alexander Lopez Fernandez 2 Dan Cinturon Negro en Diciplinas como El karate shotokan Kyokushin kai y Hong Kuen el Profesor Sensei Yoriko Bezerra cinturon negro 3 Dan en todo arequipa en la diciplina de kung fu grandes atletas deportivos con una larga trayectoria en esta modalidad apoyada por el IPD, instituto peruano del deporte y EL CAR Centro de Alto Rendimiento

Turismo

Las personas que visitan esta ciudad pueden admirar la arquitectura colonial en el Centro histórico de Arequipa, los magníficos andenes incaicos en los distritos aledaños y una campiña muy extensa que es el mero producto de la creación humana, factor importante para su declaración como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Arquitectura histórica

Su arquitectura es de barroco italiano y español, destacan las bellas casonas de origen virreinal y republicano. Las edificaciones coloniales de su centro histórico en su mayoría están realizadas en sillar, una vistosa piedra volcánica de color blanco muy abundante en la región.

El sillar, ha tenido una presencia gravitante en la región Arequipa, desde el uso casi mágico por las culturas preincaicas hasta la actualiad. Los primitivos pobladores de la región lo emplearon para dejar petroglifos y pictogramas[48]

Con exacta propiedad José Luis Bustamante y Rivero, nacido en esta ciudad, presidente de la República del Perú (1945-1948), afirma:

"Pétrea ciudad adusta. Sólida trabazón de viviendas donde el sillar es símbolo de la psicología colectiva: roca y espuma; dureza y ductilidad. Amalgama de fuego, en que el aliento del volcán funde y anima las piedras y las almas"
José Luis Bustamente y Rivero[49]
  • La plaza de Armas, La Basílica Catedral y el Palacio Municipal, levantados con una bella arquitectura y rodeados de arcos de sillar, son muy concurridos por turistas, y los causales de las fotografías de postales. La fachada de la Catedral, con estilo arquitectónico neo-clásico y con influencias francesas, ocupa un lado de la Plaza de Armas de Arequipa y luce tres grandes portadas, además de dos medallones de bronce.
  • Es de destacar que uno de los atractivos turísticos es la abundante arquitectura religiosa colonial existente, ubicada en el Centro Histórico de Arequipa, en distritos como Cayma, Yanahuara, etc. Entre ellos destaca «Elmonasterio de Santa Catalina» (el más importante e impresionante monumento religioso del Perú) [cita requerida]. La iglesia de la Compañía y sus claustros, fundada por los jesuitas en el siglo XVII, (la que a veces alberga diferentes eventos culturales y de moda), «la iglesia y convento de la Merced», «el conjunto arquitectónico colonial San Francisco» (que data del siglo XVI), «el convento Franciscano La Recoleta», etc.
  • Entre las 500 casonas antiguas y coloniales destacan la Casa Moral, La Casa de Tristán del Pozo, La Casa de Irriberry, La Casa del Pastor, El Palacio de Goyeneche y La Mansión del Fundador.

Monumentos y edificios

  • Basílica Catedral
  • Casa del Moral
  • Casa Arróspide
  • Casa de Tristán del Pozo
  • La casa del Maestre Bustamante
  • Palacio de Goyeneche
  • Templo de San Francisco
  • Convento de la Recoleta
  • Iglesia de Santo Domingo
  • Iglesia de la Compañía de Jesús
  • Convento de Santa Catalina
  • Hospital Goyeneche

Barrios periféricos

Arequipa es el centro forzado de paso para todos los turistas que visitan la Región Arequipa.

  • Villa Hermosa de Yanahuara, localizada a 2 kilómetros de la ciudad, famosa por sus iglesias construidas con estilo andaluz y en la actualidad el distrito homónimo es considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
  • Villa de Cayma, a 3 kilómetros del centro. Lugar conocido por sus picanterías y donde existe una bella iglesia del siglo XVII. Con un mirador donde se aprecia una hermosa vista de todo Arequipa.
  • Los baños termales de Yura, a 30 kilómetros. Sus aguas provienen del interior del volcán Chachani. También, cerca a la ciudad, se encuentran las fuentes medicinales de Jesús y Socosani.
  • Sabandía, valle con las aguas naturales más cristalinas de la región. Aquí se encuentra el molino de Sabandía, construido en el siglo XVIII y que hasta la actualidad funciona.
  • La Mansión del Fundador, se encuentra a 12 Km de la ciudad. Construida al borde del río Socabaya, es una residencia que perteneció a diferentes propietarios de renombre histórico del Perú. Esta preciosa obra arquitectónica se encuentra abierta al público.

Alrededores de Arequipa

Cultura

La cultura arequipeña está marcada por el carácter regionalista de sus habitantes, Arequipa a diferencia de otras grandes ciudades peruanas con características mestizas e indígenas se ha destacado según el antropólogo Thomas Love como una "Isla española en un mar indigena" de donde nacen posiciones yuxtapuestas, como resultado de esto los perfiles regionales de Arequipa están más claramente definidos que en el resto del Perú, a la vez tanto culturalmente como geográficamente es calificado por Thomas Love como un oasis cultural y natural.

A diferencia de otros sentimientos regionalistas, el sentimiento regionalista arequipeño estaba conectado a la lucha con el centralismo:

En contraste con otros regionalismos peruanos, especialmente el del Cusco con su singular legado de haber sido la capital del Imperio Incaico, el sentimiento regionalista arequipeño estaba conectado a la lucha contra la política centralista de crear un Estado moderno, alternativa creíble para el centralismo limeño. El regionalismo arequipeño ha logrado evitar ser despedido como un mero provincianismo. Critíca a la política descentralista esfuerzo sobre la base de una reserva de locales, el lugar específico de las imágenes como capital simbólico para validar el éxito material de las clases dominantes regionales.
Thomas Love, "Redefining Identity, Maintaining Control in Southwestern Peru"[50]

Artes Plásticas

Su base o principio está en al arte iconográfico de sus petroglifos y en la cerámica precolombina. El sitio con más gráfos en piedra están el Toro Muerto que ha sido motivo de muchos estudios, entre los que destacan los del Dr. Eloy Linares Málaga y del cubano Dr. Antonio Núñez Jiménez. Su segundo estado es el aporte Español e indo-americano, que en un comienzo tuvo aplicaciones en la talla de muros, caras de Iglesias y tallado de altares, des pues apareció la pintura mestiza, que es una visión ingenua trataron de recrear el simbolismo cristiano. Ese arte de claro oscuro profundo, ingenuidad anatómica y de disposiciones hieráticas duró por muchos años ya que el renacimiento europeo no llego con fuerza por razones de distancia geográfica, pero a manera que los medios y viajes se incrementaron llegaron los avances y preámbulos para la tercera etapa, que es el arte académico y romántico, en ese entonces las familias arequipeñas acomodadas traían arte europeo, mayormente de Francia, Inglaterra y España, ese arte, aunque no de maestros de alto nivel, dio las bases para el avance de lo que sería el cuarto estado de nuestra historia de bellas artes, Carlos Baca Flor, Masías y Vinatea Reynoso como preámbulo del arte contemporáneo de Teodoro Núñez Ureta, Alejandro Núñez Ureta y Luis Palao Berastain entre los jóvenes de esa corta vanguardia basada en el impresionismo y nuevo realismo americano. Después de esa quinta etapa el arte amorfo, simbolista y de otras corrientes y estilos conceptuales se importaron de Norte América y Europa con vértigo por los medios de comunicación masiva, entre los maestro de esta nueva era figuran Ramiro Pareja, Germán Rondón, Ricardo Córdova, los hermanos Evaristo y Darío Callo Anco, Erick Huanca, Juan Carlos Zevallos, Companoca y otros maestro jóvenes que en la actualidad aportan en los varios ismos y fronteras de lo que es el arte visual. El museo de Arte Contemporáneo de Arequipa y el Museo del Fundo del Fierro son buenos puntos de referencia.

Ciencias

Pedro Paulet, científico nacido en la ciudad de Arequipa en el año de 1874, fue uno de los primeros en experimentar con cohetes a propulsión siendo considerado como el "Padre de los Cohetes Modernos" y por otros como el"Padre de la Aeronáutica Moderna". Elaboro planos de un "avión torpedo" por lo que es considerado como un adelantado para su época.

Gastronomía

La comida de Arequipa ha alcanzado fama por ser una de las más variadas y sabrosas del Perú. Posee la mayor diversidad respecto a otros departamentos del Perú gracias a la amplia despensa que posee en su campiña y sus valles así como su amplia costa. Sobresale por el buen gusto, gracias al uso de condimentos y formas de preparación, tanto andinas como introducidas por los europeos; los rocotos y ajíes, frutas variadas, hortalizas, carne de res, carnero, cuy, cerdo, alpaca, avestruz, variedad de pescados y de gran manera camarones, leche y quesos de excelente calidad, vinos y piscos, chicha de maíz, etc. Una de las características peculiares de la comida son los picantes en infinidad de combinaciones; esto hace que los lugares donde se expenden se llamen picanterías.[51]

La diversidad de esta cocina mestiza se puede resumir en la existencia de caldos o chupes para cada uno de los días, el Lunes: Chaque, Martes: Chairo, Miercoles: Chochoca, Jueves: Chupe colorado o chuño, Viernes: Chupe de Viernes, Sabado: Puchero o Timpusca, Domingo: Caldo blanco o Pebre de lomos.

Es conocida en el país y en el mundo por la exquisitez de sus guisos y potajes preparados a fuego de leña y en ollas de barro de las Picanterias. Entre los más conocidos se encuentran el Chupe de camarones, Ocopa arequipeña, Rocoto relleno, Adobo de chancho, Soltero de queso, Pastel de papas, Costillar frito, Cuy chactado, Cauche de queso, Locro de pecho y el Chaque por mencionar solo algunos. Como postre se recomienda el Queso helado, los Buñuelos, dulces de convento, chocolates y para beber, además de la Chicha de jora de maíz negro, la cerveza y el anís de la región (licor de anís o anisado).

Literatura

La identidad de la literatura arequipeña está ligada a los albores libertarios del siglo XIX. Mariano Melgar es, en ese sentido, un referente obligatorio, pues con la calidad de su lírica, con su ejemplo vital y con su atención a los temas y modos de la tierra trazó la línea que orientaría la creación literaria en su ciudad natal. A mediados del siglo XIX, las voces poéticas de Benito Bonifaz, Manuel Castillo, José Mariano Llosa, Ignacio Gamio, entre otros, otorgaron prestigio a las letras arequipeñas. A fines de ese siglo, la novela Jorge, el hijo del pueblo (1892), de María Nieves y Bustamante, en la línea de Víctor Hugo, en opinión de Luis Alberto Sánchez, nos daba en su interesante «Introducción», algunas señas preciosistas de la Ciudad Blanca. La poesía se encamina hacia el magisterio vibrante de Manuel González Prada, y surgen los poemas llenos de ideas y conceptos de Jorge Polar, filósofo y jurista, autor de Arequipa. Descripción y estudio social (1891), cuya afirmación: «Años se ha batido Arequipa bravamente para conquistar instituciones libres para la Patria. No se nace en vano al pie de un volcán», sintetiza el sentimiento que inaugurara Mariano Melgar y que, de una u otra forma, está presente en la literatura arequipeña del siglo XIX y buena parte del XX; y la voz romántica de Francisco Mostajo, caudillo popular, quien critica abiertamente el tono imperante y propugna sin conseguirlo, los aires vitales del modernismo en sus Pliegos al viento de 1908,

El siglo XX impone el ritmo y el desenfado característico de los jóvenes. En ese ámbito aparece el grupo Aquelarre, con aspiraciones netamente modernistas. Sus representantes conforman una generación variopinta, pero con una misma inquietud de cambio. Están en sus filas: Percy Gibson, César Atahualpa Rodríguez, Federico Agüero Bueno y Renato Morales de Rivera. Este grupo arequipeño, especie de «colónidos» (del grupo Colónida de Lima, que fundó Abraham Valdelomar en la década del 10), al que se suman los destacados poetas Alberto Guillen y Alberto Hidalgo este último un vanguardista que no ha recibido aún el reconocimiento que merece , asume un lenguaje más libre, alejado ya de la retórica imperante romántica. Su filiación estaría más cerca de algunas nociones vanguardistas.

La tertulia se organiza en los salones, y el talento de los poetas de la época son reseñados magistralmente no por un arequipeño, sino por Abraham Valdelomar, quién evoca una velada de 1910 en el artículo «El trono del sol. Notas de un viaje». El Conde de Lemos destaca en él a Percy Gibson autor de los versos del famosísimo vals Melgar, al que puso música Benigno Ballón, a quien invita a escribir en la revista Colónida.

En ésta Gibson llegó a publicar el poema «Evangelio democrático»

¡Yo soy arequipeño del cogollo,

valeroso, nervudo, de meollo/ volcánico,

fantástico, potente

y lo mismo que yo es cualquier criollo!...
Revista Colonida - Percy Gibson, «Evangelio democrático»

Por su lado, La torre de las paradojas (1926), de César Atahualpa Rodríguez, que rinde homenaje a su tierra natal, tanto como su «Canto a Arequipa» (1918), marcan la pauta de ese orgullo regionalista al que nos hemos referido al comienzo. A este grupo sucedió el que representaron Mamuel Gallego Sanz, los hermanos Jorge y Xavier Bacacorzo y Guillermo Mercado (19041983), este último, poeta que se inicia dentro de indigenismo y que publicara, entre otros libros, Oro del alma (1925) Un chullo de poemas (1928) y Canto a Sachaca (1940). La prosa tuvo su máximo exponente, en la primera mitad del siglo XX, en la figura de Augusto Aguirre Morales (18881957), quien dejo como prueba de su maestría la novela El pueblo del sol (cuyo primer torno es de 1924), la cual logró resonancia continental. Entre sus obras destacan Flor de ensueño (1906) y Devocionario (1913), poemarios, y La justicia de Huayna Cápac (1919), novela.

Hombre de letras y periodista, Aguirre Morales trabajó en los diarios Universal y La Crónica. Entre sus contemporáneos están Juan Manuel Osorio y Juan Manuel Polar. Más tarde, Arequipa también produciría a un notable crítico literario, reconocido internacionalmente, Antonio Cornejo Polar (1936-1996) quien aplicó con agudeza el concepto lo de «heterogeneidad» en los estudios literarios latinoamericanos. Nacido en Arequipa en 1931, Oswaldo Reynoso dio a conocer, en 1961, «Los inocentes, relatos», y en 1964, la novela «En octubre no hay milagros, que han tenido múltiples reediciones. Dueño de una prosa de aliento poético, posteriormente ha publicado El escarabajo y el hombre» (1970), «En busca de Aladino» (1993) y «Los eunucos inmortales» (1995). Pero, sin duda, el arequipeño más renombrado en el campo de las letras es Mario Vargas Llosa (1936), autor de obras tan notables como para no citar sino algunas de sus novelas «La ciudad y los perros» (1964), «La casa verde» (1966), «La guerra del fin del mundo» (1981), «La Fiesta del Chivo» (2000) y la inspirada en la vida de Flora Tristán, «El Paraíso en la otra esquina» (2003).

En la actualidad, Arequipa mantiene una vida literaria intensa y, para mencionar solo algunos nombres de generaciones distintas, citaremos a José Ruiz Rosas, poeta que, aunque nacido en Lima (1928), desarrolló su valiosa obra poética en la ciudad de Arequipa y actualmente reside en esta, entre otros, los poemarios Tienda de ultramarinos (1978), Poemas (1980), Poesía reunida (1992) en la Ciudad Blanca; Oswaldo Chanove (1953), poeta, autor de El héroe y su relación con la heroína (1983), Estudio sobre la acción y la pasión (1987) y.el jinete pálido (1994); o Carlos Herrera (1961), narrador de enfoque original que ha publicado Blanco y negro (1995) y Crónicas del argonauta ciego (2002).

Museos

A continuación se mencionan algunos de los museos existentes en Arequipa metropolitana:

  • El Museo Histórico Municipal de Arequipa,[52]​ se encuentra ubicado dentro del Centro Histórico de la Ciudad, exactamente en el Fundo El Fierro Plazoleta San Francisco # 407, lugar donde el siglo pasado albergaron al primer colegio femenino de la «Ciudad Blanca». La inauguración de éste museo se llevó acabo un 18 de agosto del año de 1955; en la Casa de la Cultura (altos de la biblioteca). Las reliquias que alberga el Museo Histórico son de incalculable valor y se pueden mencionar algunas piezas resaltantes como : La Bandera de los primeros Batallones libres de Arequipa, un Estandarte usado en el Combate del 2 de mayo de 1864 de aproximadamente 16 metros de largo, también se encuentran pertenencias de los combatientes del 2 de mayo y de la guerra del Pacífico. Además de contar con diversos cuadros y salas decidadas a personajes ilustres de Arequipa como: Nicolas de Piérola, Pedro Díez-Canseco, López de Romaña, José Luis Bustamante y Rivero, Jorge Vinatea Reynoso, etc.
  • Sala Virtual de Arequipa,[53]​ en esta Sala Virtual ubicada en el «Portal de la Municipalidad» se hallan contenidos varios aspectos del casco urbanístico del Centro Histórico de Arequipa, más precisamente del espacio que ha sido declarado como Patrimonio Histórico de la Humanidad y algunas proximidades; aquí se aprecia la evolución de la arquitectura a través del tiempo, algunos mapas muy antiguos, pero digno de resaltar son los espacios en donde el visitante puede apreciar los documentales referidos al ayer y hoy de Arequipa.
  • Museo Arqueológico José María Morante
  • Museo Arqueológico de la Universidad de San Agustín, el museo exhibe una colección variada que comprende objetos líticos, restos óseos desacrificios humanos, ceramios de las culturas Nasca, Tiahuanaco, Huari e Inca, y objetos de oro y plata de las épocas inca y colonial.
  • Museo Arqueológico de la UCSM, El museo expone alrededor de 1 000 objetos (cerámica, textiles, fardos funerarios, objetos líticos, de madera y de metal) de los diferentes grupos culturales desarrollados en la región, desde el año 12 000 a. C. hasta la colonia: Nasca, Tiahuanaco, Wari, Churajón, Acarí, Aruni e Inca, además de material transicional y colonial.
  • Museo Santuarios Andinos de la Universidad Católica de Santa Maria, fue creado el 26 de marzo de 1997, a raíz de las importantes investigaciones arqueológicas realizadas por el Proyecto "Santuarios de Altura del Sur Andino", dirigido por los profesores Johan Reinhard y José Antonio Chávez. Este museo es el lugar donde se encuentra en exhibición "La Dama de Ampato", el ser humano mejor conservado de las Américas. El museo se encuentra ubicado frente al Monasterio de Santa Catalina, en la calle del mismo nombre.
  • Museo Numismático
  • El Museo de Arte Contemporáneo está dedicado a la pintura y la fotografía del año 1900 hacia adelante, alberga una interesante colección de arte del siglo XX, fotografía y exposiciones de Miguel Vargas y Carlos Vargas, el fotógrafo cusqueño, Martín Chambi, fue mentor de estos dos hermanos, que a través de sus obras documentaron la vida cotidiana y las costumbres de la ciudad de Arequipa del siglo XX. También se exhiben trabajos de jóvenes artistas locales, pinturas artistas peruanos como Fernando de Szyszlo y Carlos Enrique Polanco, Ramiro Llona, José Tola, Gerardo Chávez, Natalia Iguíñiz, Jaime Higa, Luz Letts, Carlos Runcie Tanaka, Amelia Weiss, Claudia Cuzzi y Venancio Shinki.
  • Museo de Historia Natural, ubicado en el distrito metropolitano de Yanahuara, bajo la administración del Convento de La Recoleta.
  • Museo de Santa Catalina
  • Museo Gráfico El peruano, museo ubicado en la casona de Bolivar. Se muestra la evolución de la escritura desde el arte rupestre hasta las primeras imprentas, maquinarias que intervienen en el proceso de producción del Diario Oficial El Peruano. En este museo se puede observar la resolución del pasaporte arequipeño y la Declaratoria en la que Arequipa figura como "Capital del Perú".
  • Museo de Arte Colonial Santa Teresa
  • Museo Precolombino La Recoleta
  • Museo Cultura Chiribaya
  • El Museo Amazónico, ubicado en el distrito de Yanahuara exhibe objetos provenientes de la actividad de los misioneros en la selva durante los siglos XVI, XVII, XVIII.
  • Museo Forestal de la Policía Ecológica, este museo ubicado en el distrito metropolitano de Paucarpata, cuenta con una muestra de más 300 especies de animales de la fauna silvestre peruana, especialmente la que se encuentra en peligro de extinción. Igualmente cuenta con 35 animales vivos.

Música y folclor

Vida nocturna

Desde 1950 hacia adelante, Arequipa ha sido el sintetizador de hibridez fiestera y musical que con buen gusto y pundonor ha sabido conservar hasta el momento. En la ciudad de Arequipa en aquel entonces se constituyó una cadena de peñas (pubs-bares de la época) donde el principal protagonista era la mítica música mestiza compuesta por yaravíes, que no hacían otra cosa que mantener el taconeo constante de sus pentatónicas notas. El folclore y la diversión se realizaban en estos locales que actualmente se mantienen en el centro de la ciudad como discotecas y bares refinados. Se pueden encontrar a la mayoría de estos en la calle San Francisco que dista pocas cuadras de la plaza principal de la ciudad. Otros centros de entretenimiento musical, como karaokes, discotecas y pubs se encuentran en gran número en la Avenida Dolores que dista quince minutos del Centro de la ciudad.

Ciudades hermanadas

La ciudad de Arequipa participa activamente en la política de hermanamiento de ciudades razón por la cual ha tenido a lo largo de sus historia diversos hermanamientos con diferentes ciudades y regiones. Las ciudades hermanadas con la ciudad de Arequipa son las siguientes:

Notas

  1. MAC - Museo Contemporaneo Virtual de Arequipa
  2. Manual de Destinos, Arequipa, en peru.info
  3. a b c d Export Investment Guide of Arequipa Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú
  4. [1]
  5. [2]
  6. a b c Toponimia de "Arequipa"
  7. a b Ricardo Palma, Tradiciones Peruanas (El ahijado de la providencia)
  8. a b GARAYAR, Carlos. Atlas del Perú - Arequipa. Lima, 2003 PEISA. [ISBN 992-40-315-7] Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre «Atlas» está definido varias veces con contenidos diferentes
  9. a b Historia y leyenda, Mariano Melgar
  10. Miguel de Cervantes Saavedra. La Galatea, El canto de Caliope, Madrid(1585), la referencia a Martínez de Ribera , en las octavas 66 y 67.}}
  11. La visita de Simón Bolívar a la ciudad de Arequipa (Peru). Visión de la historiografía local contemporánea. Cáceres-Péfaur, Beatriz - ISSN 131669
  12. Historia del Perú. Lexus Editores 2000. ISBN 9972-625-35-4
  13. http://200.60.49.130/chistorico/DIAGNOSTICO.pdf Plan Maestro del Centro Hisotrico de Arequipa - Historia de Arequipa
  14. Los terremotos de mayor magnitud desde el año 1900
  15. Cuantificación del Tamaño del Terremoto de Arequipa del 23 de junio de 2001
  16. a b c Gonzalo Neyra A., Elin Baldárrago E., Consorcio de Investigación Económica y Social - CIES (2005). «UNA APROXIMACIÓN A LA CONDUCTA FISCAL DE LOS GOBIERNOS MUNICIPALES DE AREQUIPA». Arequipa, Perú: Universidad San Agustín. Consultado el 13 de Abril de 2008..  Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre «Hab-PDAM» está definido varias veces con contenidos diferentes
  17. «Plan Director de Arequipa Metropolitana». Arequipa, Perú: Municipalidad Provincial de Arequipa. 2002. Consultado el 13 de Abril de 2008.. 
  18. Características del clima
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  33. Registro Nacional de Municipalidades - Emisoras o Estaciones Locales [3]
  34. Movimiento de pasajeros, Corpac 2007
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  36. [Red Víal de Arequipa http://200.60.49.130/chistorico/DIAGNOSTICO.pdf]
  37. Construcción de un corredor exclusivo en la ciudad de Arequipa
  38. Contaminación atmosférica en Arequipa
  39. Instituto Nacional de Estadística e Informática, Establecimientos de Salud
  40. Ministerio de Salud, consultado el 29 de junio de 2008
  41. Red Asistencial EsSalud
  42. Censo Escolar 2007 - Ministerio de Educación - Gobierno Peruano
  43. Censo 2007 - Educación - Gobierno Peruano
  44. [Censo 2007 - Educación http://desa.inei.gob.pe/censos2007/tabulados/]
  45. Universidad Nacional de San Agustín.Reseña histórica
  46. Origen de la universidad más antiguias del Perú, Universidad Pedgógica y Tecnológica de Colombia, Elmer Robles Ortiz
  47. Ranking Universitario. Ranking Universitario en el Perú
  48. El buen sillar, Universidad Católica de Santa Maria
  49. [José Luis Bustamante y Rivero, Una visión del Perú. Elogio de Arequipa. Ediciones P.L.V. Lima, 1972.]
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  51. Revista interna de Egasa
  52. Museo Historico Municipal de Arequipa, Museo Virtual de Arequipa
  53. Municipalidad Provincial de Arequipa,Sala Virtual de Arequipa
  54. *«Charlotte - Arequipa». Charlotte, United States. 2004. Consultado el 9 de Abril de 2008.. 
  55. Ciudades Hermanas de Guanajuato [4]
  56. Iquique- Arequipa [Municipio de Iquique http://www.municipioiquique.com/index.php?option=com_content&task=view&id=13Itemid=9]
  57. Chicago (Google Caché) [5]
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  59. [lins http://pt.wikipedia.org/wiki/Lins]
  60. Sister cities, Vancouver[6]
  61. Città gemellater [Biella-Arequipa http://www.comune.biella.it/home/index.php?_cultura]
  62. Patto di amicizia tra la città di Arequipa e la città di Firenze [Firenze - Arequipa]
  63. Avventure nel Mondo - Centro di Documentazione

Bibliografía

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  • Municipalidad Provincial de Arequipa, "Plan Estratégico de Arequipa Metropolitana (PEAM)". Arequipa MPA, 2002
  • Cúneo Vidal, Romulo. Boletín de la Sociedad geográfica de Lima. Lima, 1931
  • Municipalidad Provincial de Arequipa, Plan Director de Arequipa Metropolitana (PEAM). Arequipa MPA, 2002
  • Gutiérrez, Ramón. Evolución Histórica Urbana de Arequipa 1540-1990. Lima, 1994
  • Banco Central de Reserva del Perú, Informe Económico y Social, Región Arequipa. Arequipa, 2007
  • Municipalidad Provincial de Arequipa. Proceso Histórico de Arequipa, Plan Maestro del Centro Histórico de Arequipa. Arequipa, 2002
  • Municipalidad Provincial de Arequipa, Informe económico de Arequipa 2005-2006. Arequipa MPA, 2007

Véase también

Enlaces externos