Ofensiva del Vístula-Óder
Ofensiva del Vístula-Óder | ||||
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Parte de Frente Oriental - Segunda Guerra Mundial | ||||
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Fecha | 12 de enero - 2 de febrero de 1945 | |||
Lugar | Polonia central, Pomerania y Prusia Oriental. | |||
Resultado |
Decisiva victoria soviética | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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La Ofensiva del Vístula-Óder fue una importante operación estratégica emprendida por el Ejército Rojo hacia el final de la Segunda Guerra Mundial en el territorio polaco.
La operación se desarrolló entre el 12 de enero y el 2 de febrero de 1945, convirtiéndose en una de las más exitosas ofensivas soviéticas contra la Wehrmacht en el frente Oriental. En menos de un mes los soldados soviéticos cruzaron la llanura polaca desde el río Vístula hasta alcanzar la Línea Oder-Neisse, situándose a menos de 70 km de Berlín. Los alemanes sufrieron graves bajas tanto en hombres como en material, mientras que el avance ruso dejó aisladas a muchas de sus unidades en Breslau, Pomerania y Prusia Oriental.
Antecedentes
En el verano de 1944, tras liberar Bielorrusia de la ocupación alemana durante la exitosa operación Bagration, el Ejército Rojo entró en Polonia y liberó la parte oriental, estableciendo el Gobierno de Lublin bajo patrocinio soviético. A continuación se encargó de asegurar su cruce por el río Vístula, con el establecimiento de varias cabezas de puente entre el 27 de julio y el 4 de agosto.[3] El I Frente Ucraniano de Iván Kónev capturó otra cabeza de puente adicional en Sandomierz durante la Ofensiva Leópolis-Sandomierz.[4]
Sin embargo, durante el resto de 1944 el frente de Polonia se mantuvo inactivo debido al alargamiento de las líneas de aprovisionamiento del Ejército soviético. Indirectamente, esto permitió que las Waffen-SS pudieran aplastar el alzamiento de Varsovia que estaba teniendo lugar en ese momento. Las unidades soviéticas no llegaron a intervenir y Stalin se limitó solo a dar un apoyo limitado a los rebeldes polacos de la capital. El general Zygmunt Berling, con su ejército polaco integrado en las Fuerzas soviéticas, intentó contactar con sus compatriotas sitiados en el interior pero la tentativa fracasó.
Para la ofensiva de 1945, los soviéticos habían alineado una gran cantidad de hombres y armamento a lo largo del frente, superando numéricamente a sus enemigos. El jefe de inteligencia alemana en el Frente oriental, el general Reinhard Gehlen, le entregó al general Heinz Guderian sus apreciaciones acerca de la naturaleza de la fuerza atacante soviética. Guderian le presentó los resultados a Adolf Hitler, quien desestimó la aparente fuerza real del adversario considerándola como "el mayor impostor desde Gengis Kan".[5] Como las divisiones que habían participado en la fallida ofensiva alemana de las Ardenas en el frente Occidental no podían dirigirse rápidamente a Polonia, Guderian propuso evacuar lo que quedaba del Grupo de Ejércitos Norte atrapado en la Bolsa de Curlandia hacia Alemania y reforzaran este frente, algo que Hitler rechazó tajantemente. Además, Hitler ordenó que el 6.º Ejército Panzer-SS de Sepp Dietrich se trasladara hacia Hungría para intentar liberar a la guarnición germano-húngara cercada en Budapest.
Fuerzas militares
Ejército rojo
Las fuerzas soviéticas se encontraban compuestos de dos grandes unidades: el I Frente Bielorruso al mando del Mariscal Gueorgui Zhúkov y el I Frente Ucraniano al mando del general Iván Kónev. A estos dos ejércitos les estaba previsiblemente reservada la toma de Berlín y, en consecuencia, en octubre de 1944 Iósif Stalin había sustituido a Konstantín Rokossovski del mando del I Frente Bielorruso para destinarlo al II Frente, al que se había encargado la conquista de Prusia Oriental: Rokossovski era de origen polaco y Stalin no quería que nadie relacionado con esa nacionalidad pudiera reivindicar la simbólica conquista de Berlín.[6]
Zhúkov y Kónev disponían de 163 divisiones, con un total de:[7]
- 2 203 000 soldados.
- 4529 tanques.
- 2513 cañones de asalto.
- 13 763 piezas de artillería de campo (76 mm o más).
- 14 812 morteros.
- 4936 armas antitanque.
- 2198 cohetes Katyusha.
- 5000 aviones.
Wehrmacht
El Grupo de Ejércitos A defendía un frente que iba desde el este de Varsovia hasta el río San y la ciudad de Jaslo. Tres ejércitos alemanes conformaban esta gran unidad:[8]
- IX Ejército, ubicado cerca de Varsovia;
- IV Ejército Panzer, ubicado en la confluencia de los ríos San y Vístula;
- XVII Ejército, en el sur.
En total eran 400 000 soldados, 4100 piezas de artillería y 1150 tanques.[9] El Grupo de Ejércitos A era comandado por el Coronel General Josef Harpe, que el 20 de enero fue reemplazado por el Coronel General Ferdinand Schörner. La sección norte del frente era defendida por el II Ejército, integrado en el Grupo de Ejércitos Centro. La inteligencia alemana había previsto una superioridad numérica del enemigo en relación de 3 a 1, aunque la realidad era que la relación era de 5 a 1.[10]
Desarrollo de las operaciones
Ofensiva soviética y hundimiento del Frente
La ofensiva comenzó en la cabeza de puente de Baranow (Sandomierz) a las 04:35 del 12 de enero con un intenso bombardeo por parte de la artillería del I Frente Ucraniano sobre las posiciones del 4.º Ejército Panzer.[11] El bombardeo concentrado contra las divisiones del XLVIII Cuerpo Panzer que se habían desplegado frente a la cabeza de puente logró destruir la capacidad de respuesta de los alemanes; un comandante de batallón de la 68.ª División de Infantería declaró:
Empecé la operación con un batallón [...] después de que se aclarara el humo de la preparación artillera soviética [...] tenía solo un pelotón de soldados que me habían dejado en condiciones de combate.[12]
La andanada inicial fue seguida por ataques de reconocimiento y bombardeos más pesados a las 10:00. Cuatro horas después la fuerza de ataque principal compuesta por el 3.º Ejército de Guardias y el 4.º Ejército de Tanques inició el avance. Para entonces el 4.º Ejército Panzer ya había perdido el 60% de su artillería y el 25% de sus tropas.[13] Esto fue consecuencia de la negativa de Hitler a seguir el consejo de Guderian, que había insistido en la conveniencia de retrasar el grueso de las fuerzas defensivas 20 kilómetros tras la línea del frente, fuera del alcance del bombardeo soviético y dejando margen para poder organizar contraataques allí donde se considerara necesario. Hitler se negó rotundamente a ceder «20 kilómetros sin oponer resistencia».[14]
Las unidades soviéticas hicieron un rápido progreso, moviéndose con la intención de cercar a los defensores de Kielce. Para el 14 de enero las fuerzas de Kónev habían logrado cruzar el río Nida a través de varios puntos, y siguieron avanzando en dirección a Radomsko y el río Varta. Por entonces las unidades del 4.º Ejército Panzer habían perdido la cohesión aunque el XXIV Cuerpo Panzer mantuvo sus líneas en Kielce hasta el anochecer del día 16, cuando su comandante tomó la decisión de retirarse.
Georgi Zhúkov inició su propio ataque el 14 de enero, realizando dos cruces al norte de la posición de Kónev. El I Frente Bielorruso abrió fuego contra las posiciones del 9.º Ejército alemán desde las cabezas de puente de Magnuszew y Puławy a las 08:30, volviendo a realizarse un intenso bombardeo artillero.[15] Los ejércitos soviéticos 33.º y 69.º rompieron el frente en Puławy y abrieron una brecha con una profundidad de 30 kilómetros, mientras que 5.º Ejército de Choque y el 8.º Ejército de Guardias rompían el frente en Magnuszew. El avance del 69.º Ejército fue especialmente exitoso, pues logró la desintegración del LVI Cuerpo Panzer después de que este emprendiera la retirada. A pesar de que el 9.º Ejército emprendió algunos contraataques locales, todos ellos fracasaron; las tropas 69.º Ejército finalmente rompieron la última línea defensiva y tomaron Radom, mientras que unos kilómetros al sur también caía Sochaczew y otras unidades iniciaban el avance hacia Łódź.[16] El 47.º Ejército soviético cruzó el Vístula y comenzó a rodear Varsovia por el norte, mientras el 61.º Ejército soviético y el I Ejército Polaco cercaban la capital por el sur.[17]
Hitler había ideado la creación de «ciudades-fortalezas» (Festung), las cuales deberían resistir el embate soviético y, si bien algunas como Breslau lo lograron, la mayoría fracasaron en el objetivo de detener el avance soviético, por lo que fueron fácilmente rodeadas y sus guarniciones destruidas.
La única respuesta alemana importante se produjo el 15 de enero, cuando Hitler (en contra del consejo de Guderian) ordenó a la División Grossdeutschland de Dietrich von Saucken que avanzara desde Prusia Oriental para cubrir la brecha que los soviéticos habían causado en el sector del 4.º Ejército Panzer, pero el avance de las fuerzas de Zhúkov la obligaron retirarse a Łódź antes incluso de haber alcanzado su objetivo. Después de cubrir el avance del 9.º Ejército, la división se vio obligada a retirarse hacia el Varta.[18]
Se consuma el desastre alemán
El 17 de enero, Kónev recibió dos nuevos objetivos: avanzar hacia Breslau con sus fuerzas mecanizadas, y usar las fuerzas blindadas de los ejércitos 59.º y 60.º para iniciar un ataque en el flanco sur hacia el corazón industrial de la Alta Silesia a través de Cracovia. La antigua capital polaca fue asegurada en buen estado el 19 de enero después de haber sido cercada por los ejércitos 59.º y 60.º junto al 4.º Ejército de Tanques de la Guardia, obligando a los defensores alemanes a retirarse apresuradamente.[19]
La segunda fase de la ofensiva del I Frente Ucraniano era aún más compleja, dado que sus fuerzas debían cercar y asegurar toda la región industrial de la Silesia Superior, donde además tendrían que hacer frente al 17.º Ejército del general Friedrich Schulz. Kónev ordenó que los ejércitos 59.º y 60.º avanzaran frontalmente, mientras que el 21.º Ejército rodeaba el área designada desde las posiciones en el norte. A su vez, ordenó a 3.º Ejército de Tanques de la Guardia de Rybalko que se dirigiera a Breslau, para el 20 de enero girar hacia el sur a lo largo del alto Oder, cortando la retirada del 17.º Ejército.[20] Mientras tanto, los destrozados restos del 4.º Ejército Panzer seguían tratando de alcanzar las líneas alemanas. El 18 de enero, Nehring y el XXIV Cuerpo Panzer se encontraron con que sus rutas de escape hacia el norte habían sido bloqueadas, por lo que se retiraron hacia el oeste, absorbiendo en su camino los restos del LXII Cuerpo de Ejército que había escapado cerco soviético.[21] Buena parte de los restos del LXII Cuerpo habían sido destruidos después de quedar atrapado junto a Przysucha. Protegidos por una espesa niebla, los elementos principales del XXIV Cuerpo Panzer alcanzaron el Varta el 22 de enero, y tras haber enlazado con las tropas del general Von Saucken, finalmente estuvieron en condiciones de cruzar el Óder, a 350 kilómetros de las posiciones que habían ocupado antes del comienzo de la Ofensiva soviética.
En el sector norte de la ofensiva, el I Frente Bielorruso de Zhúkov también hizo un rápido progreso, en tanto que el 9.º Ejército no estaba en condiciones de ofrecer una resistencia organizada. Su XXXVI Cuerpo Panzer, que se hallaba estacionado detrás de Varsovia, fue empujado hacia desde el Vístula hacia el sector del vecino 2.º Ejército.[22] Varsovia cayó el 17 de enero, dado que el cuartel general del Grupo de Ejércitos A ya había dado órdenes para que la ciudad fuera abandonada; las unidades del 2.º Ejército de Guardias y el 3.º Ejército de Choque se vieron profundamente afectadas al entrar en la ciudad y comprobar la enorme devastación que las tropas alemanas habían causado después del Alzamiento de Varsovia.[23] Hitler, por su parte, estaba furioso por el abandono de la «fortaleza», por lo que mandó arrestar al Coronel Bogislaw von Bonin, jefe de la Oficina de operaciones del Oberkommando des Heeres (OKH), y destituyó a los comandantes del 9.º Ejército y el XXXVI Cuerpo Panzer: los generales Smilo Freiherr von Lüttwitz y Walter Fries.
Mientras tanto, Stalin estaba insatisfecho por los progresos que realizaba el III Frente Bielorruso de Iván Cherniajovski en su avance hacia Königsberg. Para aislar Prusia Oriental la Stavka ordenó el 20 de enero al II Frente Bielorruso de Rokossovski que se desviara hacia el Báltico. El 21 de enero comenzó el bombardeo de Elbing y los soviéticos avanzaron hacia el Frisches Haff, zona por donde cientos de miles de refugiados alemanes intentaban escapar. Ante esta situación, para salvar a sus soldados y a cuantos civiles fuera posible, los generales Georg-Hans Reinhardt y Friedrich Hossbach, desobedeciendo las órdenes de Berlín, contraatacaron el 26 de enero y consiguieron recuperar Elbing, a pesar de lo cual fueron igualmente destituidos. Rokossovski se vio envuelto en una sucesión de batallas sin demasiada importancia estratégica, pero el desvío de su ejército, que era el encargado de proteger el flanco derecho de Zhúkov, fue lo que definitivamente terminó con cualquier posibilidad de que los ejércitos soviéticos alcanzaran Berlín dos meses antes de lo que lo hicieron.[24]
El 25 de enero de 1945 Hitler reorganizó sus fuerzas y cambió el nombre a sus tres Grupos de Ejércitos: el antiguo Grupo de Ejército Norte se convirtió en Grupo de Ejércitos Curlandia (donde continuó aislado hasta el final de la guerra), el Grupo de Ejércitos Centro se convirtió en el nuevo Grupo de Ejércitos Norte y el Grupo de Ejércitos A desaparecía para convertirse en el Grupo de Ejércitos Centro.[25] Hitler también creó una nueva agrupación, el Grupo de Ejércitos Vístula, aunque era una unidad más teórica que real. A pesar de sus escasos conocimientos militares, el jefe de las SS, Heinrich Himmler, fue nombrado como comandante.[26] Heinz Guderian quedó sorprendido por este nombramiento y desde que éste se produjera, no dejó de insistir en la necesidad de sustituir a Himmler por algún oficial del Ejército más preparado.[27]
Ofensiva en Silesia
El 25 de enero el general alemán Schulz pidió autorización para retirar a sus 100 000 hombres del saliente que empezaba a formarse alrededor de Katowice. La petición fue rechazada y por ello la volvió a repetir el 26 de enero. Finalmente, Schörner permitió a Schulz evacuar a sus fuerzas en la noche del 27 de enero, mientras Kónev (que había permitido la retirada del 17.º Ejército alemán sin causarle demasiadas bajas) aseguraba la nueva zona conquistada.[28]
El 27 de enero las tropas del I Frente Ucraniano liberaron el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, si bien la mayoría de los reclusos ya habían sido ejecutados. Se encontraron cantidades exorbitantes de cabello humano, miles de pares de zapatos, así como pilas de cuerpos descompuestos, aunque en las instalaciones del campo también se encontraron numerosos supervivientes.
Las tropas de Kónev lograron capturar la región de Silesia casi intacta al rodearla rápidamente. Esta zona altamente industrializada sería muy importante para la economía de la posguerra. De igual manera, la pérdida de esta región supuso un duro golpe a la industria armamentística de la Alemania nazi. El Ministro de Armamento Albert Speer le aseguró a Hitler que al perderse esta zona era cuestión de meses para que el Reich se quedara sin material bélico por lo que debería finalizarse la guerra, sin embargo Hitler se negó a escucharlo. La ciudad de Breslau, el centro económico y administrativo de la región, quedó aislada por las tropas soviéticas y se convirtió así en el núcleo de la resistencia alemana en la zona hasta el final de la guerra en mayo.
Avance de Zhúkov hacia el Óder
Después de cercar Poznań, el 1.º Ejército de Taques de la Guardia se internó en la región fortificada del río Odra, enfrentándose a la resistencia irregular de varias unidades del Volksturm y la Wehrmacht. Sin embargo, se encontraron con una resistencia más fuerte en las proximidades de la fortaleza de Küstrin. La reorganización en la estructura de la comandancia alemana dio como resultado la creación del Grupo de Ejércitos Vístula, acompañada de la libre disposición de varias formaciones extra para la defensa; El V Cuerpo de Montaña SS, junto a dos divisiones de infantería de la reserva, fue desplegado a lo largo del Odra y del conjunto de fortificaciones fronterizas de preguerra conocido como Tierschtigel Riegel, mientras que a la División de granaderos Panzer Kumark se le ordenó reforzar este sector.[29] El historiador militar Earl Ziemke describió así el avance soviético:
El día 25 la fuerza principal de Zhúkov sobrepasó Poznań y continuó avanzando hacia el oeste hasta alcanzar Küstrin, situada sobre el río Oder y cuarenta millas al este de Berlín. El camino del avance soviético parecía obra de un gigantesco quitanieves, sobre una línea entre Varsovia y Poznań, y dirigido hacia Berlín. Todo el Grupo de Ejércitos A estaba siendo atrapado entre este punto y el flanco izquierdo, y finalmente arrojado al oeste a través del Oder. En el flanco derecho los alemanes no disponían de nada, a excepción de un escuálido Grupo de Ejércitos que Hitler había creado unos días antes y que había denominado Grupo de Ejércitos Vístula.Earl Ziemke[30]
El 2.º Ejército de Tanques de la Guardia y el 5.º Ejército de Choque alcanzaron el Óder sin encontrar oposición; una unidad del 5.º Ejército de Choque incluso cruzó el río congelado y capturó la ciudad de Kienitz el 31 de enero.[31] El 2 de febrero la Stavka dio por completada la operación.
Zhúkov inicialmente esperaba poder avanzar directamente hacia Berlín, dado que las defensas alemanas habían colapsado en gran medida. Sin embargo, la exposición del flanco norte del I Frente Bielorruso en Pomerania, junto con la posibilidad de un contraataque alemán (Operación Solsticio) contra sus puntas de lanza, convencieron al mando soviético que antes era esencial limpiar Pomerania y Prusia Oriental de fuerzas alemanas antes de lanzar cualquier ofensiva contra Berlín.
Limpieza étnica de Pomerania y Silesia
Los ideólogos nazis ya habían planeado «limpiar» Ucrania, Bielorrusia y gran parte de Rusia, junto con los estados del Báltico de toda su población eslava, con el fin de colonizar estas regiones con población puramente germana y explotarla económicamente en beneficio del Tercer Reich. Esta política motivó a que los soldados alemanes se comportaran más como conquistadores, no como los «libertadores» que decían ser. En efecto, de acuerdo a Antony Beevor en su libro Stalingrado, los soldados alemanes expulsaban a las familias campesinas de sus casas en medio del invierno ruso, asesinándolas indirectamente, ya que sin hogar ni comida ninguna persona podría sobrevivir las temperaturas de -20 °C típicas de esas regiones. Las ejecuciones de aldeas completas y las violaciones de mujeres en masa eran acciones comunes de los soldados germanos, principalmente de las Waffen-SS pero también de algunas unidades de la Wehrmacht, ya que sus propios oficiales les recordaban continuamente los planes alemanes para esas regiones ocupadas.
Cuando el rumbo de la guerra cambió en contra de Alemania, la propaganda soviética (véase Ilya Ehrenburg) presionó a los soldados soviéticos a que vengaran a sus familiares caídos al entrar a Alemania y a Polonia ejecutando contra la población civil alemana una serie de represalias idénticas a las sufridas por la población civil soviética: saqueos, asesinato indiscriminado de civiles y violaciones masivas de mujeres, si bien la mayoría de los soldados de Kónev y Zhúkov eran originarios de Asia Central, una región que nunca fue ocupada por Alemania. Estas represalias se hicieron terriblemente frecuentes desde los primeros avances del Ejército Rojo, y motivaron que un elevadísimo número de civiles alemanes luchara por huir lo antes posible de sus hogares cuando las fuerzas de la Wehrmacht debieran retroceder ante el avance soviético. Cada retirada militar germana causaba así una fuga caótica y masiva de varios millares de civiles alemanes pugnando por escapar hacia el oeste, aunque muchos de los fugitivos eventualmente morían en el camino (por bombardeos aéreos o por el frío), o simplemente quedaban atrapados sin remedio por el avance soviético antes de poder escapar (como sucedía en ciudades y pueblos a lo largo de la costa báltica o en aldeas alejadas de las carreteras principales).
En la Conferencia de Yalta, los líderes de Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética decidieron que las regiones alemanas al este del Oder serían pobladas por polacos, para compensarlos por los territorios que perderían en el este a favor de la URSS (véase Línea Oder-Neisse y Línea Curzon), por lo cual el gobierno de Stalin ponía especial empeño en asegurar que las zonas bajo dominio de la URSS quedaran «libres de alemanes», recurriendo sin reparos a la violencia para ese fin.
En efecto, los alemanes étnicos de Prusia Oriental, Pomerania, y Silesia fueron expulsados de sus hogares entre 1945 y 1947 o los abandonaron precipitadamente ante el avance del Ejército Rojo. Si bien no se conoce con exactitud la cifra de civiles alemanes muertos por el Ejército Rojo, por el frío, o por las penurias de la fuga, algunas estimaciones apuntan que dos millones de estos refugiados alemanes «desaparecieron» en el éxodo masivo hacia el oeste,[32] cifra que otros autores consideran enormemente exagerada.[33]
Resultados
Hacia el 31 de enero el Ejército Rojo ya había iniciado el cruce del Óder por varios puntos. Para este momento, la ofensiva soviética había recorrido 500 km, pero el fin del invierno, la falta de apoyo aéreo, la larga línea de suministros y el temor a poder quedar rodeados por los ejércitos alemanes que resistían en Prusia Oriental, Pomerania y Silesia obligaron a que Zhúkov y Kónev detuvieran su avance, para dar tiempo a que los otros frentes soviéticos los alcanzaran. Esta decisión ha sido criticada, ya que en ese momento no había suficientes fuerzas en Berlín, a solo 70 km, para defenderla. La posterior batalla de las Colinas de Seelow y la batalla de Berlín ocasionarían altas bajas a las fuerzas soviéticas, lo que motivaría al general Vassili Chuikov a discutir acaloradamente con Zhúkov la decisión de este último de detenerse.
La ofensiva del Vístula-Óder, sin embargo, constituyó completo éxito al suponer la destrucción o el aislamiento de un gran número de unidades alemanas que se hallaban situadas en la Polonia ocupada y las provincias orientales alemanas. Si bien los soviéticos se concentraron en la supresión de los reductos alemanes hasta finales de marzo, también se empezaron a realizar los preparativos para la ofensiva final que concluiría con la caída de Berlín, el suicidio de Hitler y la rendición incondicional de Alemania dos meses después.
Referencias
- ↑ Christopher Duffy (1991); pp. 51 & 59
- ↑ a b David M. Glantz (1995); pág. 300
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 11
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 12
- ↑ Antony Beevor (2002); pp. 6-7
- ↑ Hastings, 2005, p. 221.
- ↑ Christopher Duffy (1991); pp. 24-25
- ↑ Earl Ziemke (1969); pág. 23
- ↑ "Web map copy", en Earl Ziemke (1969); pág. 26
- ↑ Christopher Duffy (1991); pp. 51 & 59
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 67
- ↑ Sims, A.; Schilling, D. (1990); pág. 24
- ↑ Hastings, 2005, p. 386.
- ↑ Hastings, 2005, p. 381.
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 72
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 75
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 78
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 80
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 88
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 91
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 82
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 103
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 104
- ↑ Hastings, 2005, pp. 432-433.
- ↑ Earl Ziemke (1969); pág. 32
- ↑ Kershaw, 1999, p. 739.
- ↑ Christopher Duffy (1991); pág. 241
- ↑ Antony Beevor (2002); pág. 60
- ↑ T. Le Tissier (1996); pág. 32
- ↑ Earl Ziemke (1969); pp. 30-31
- ↑ Hastings, 2005, p. 404.
- ↑ MacDonogh, 2010, p. 25.
- ↑ Lowe, 2013, p. 469 n. 29.
Bibliografía
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- Duffy, Christopher (1991); Red Storm on the Reich: The Soviet March on Germany, 1945, Routledge. ISBN 0-415-22829-8
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- Lowe, Keith (2013). Continente salvaje. Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Barcelona: Círculo de Lectores. ISBN 978-84-672-5182-2
|isbn=
incorrecto (ayuda). - Sims, D; Schilling, A. (1990). Breakout from the Sandomierz Bridgehead. Field Artillery.
- Ziemke, Earl (1969). Battle for Berlin. Londres: Macdonald. ISBN 978-0-356-02960-3.
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