Diferencia entre revisiones de «Periodismo fotográfico»
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* [http://www.magazinedigital.com/fotografia/reportajes/reportaje/cnt_id/921 El deber de mirar la realidad fotoperiodística], Magazin Digital. |
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* [http://argonauta.imageson.org/document98.html Antonio Pandoja Chávez, Universidad de Extremadura, Prensa y Fotografía: Historia del fotoperiodismo en España] |
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* [http://alinakoroleva.wordpress.com/ Alina Koroleva] |
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Revisión del 19:15 19 feb 2010
Tecnología y técnica
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Aplicaciones científicas |
Conceptos y principios |
Géneros fotográficos |
19 de agosto, día internacional de la fotografía |
Periodismo fotográfico, periodismo gráfico, fotoperiodismo o reportaje gráfico[1] es un género del periodismo que tiene que ver directamente con la fotografía, el diseño gráfico y el vídeo. Los periodistas que se dedican a este género son conocidos por lo general como reporteros gráficos o fotoperiodistas y en su mayoría son fotógrafos versados en el arte. El desarrollo del periodismo gráfico puede rastrearse desde los mismos inicios del desarrollo de la fotografía y tiene una notable relación con la fotografía artística. La primera vez que un periódico utilizó una fotografía lo hizo en 1880 el Daily Graphic de Nueva York[2] y desde entonces el periodismo ha integrado la imagen como medio objetivo y representativo de un hecho.
Paradójicamente el desarrollo de la fotografía periodística se ha presentado especialmente en los conflictos políticos de los diferentes países o en las confrontaciones bélicas. El papel de los fotoperiodistas ha sido vital para registrar la historia de acontecimientos como la Guerra Civil Española, la Guerra de la Triple Alianza, la Guerra Hispano-Estadounidense, la Guerra de Vietnam y las dos guerras mundiales, entre muchas otras confrontaciones bélicas. Precisamente la denominada edad dorada del fotoperiodismo (1930 - 1950) coincide con la II Guerra Mundial, tiempo en el cual se dio un notable avance tecnológico de la fotografía de guerra.
Con el desarrollo de las técnicas de impresión gracias a la invención de la impresora Offset, la fotografía periodística alcanzó mejores niveles de calidad en las publicaciones impresas. Por su parte, la incursión de las nuevas tecnologías como el Internet causó una nueva etapa del periodismo a nivel global con lo que se conoce como periodismo digital el cual afectaría muy especialmente al fotoperiodismo. Grandes acontecimientos que inauguraron el siglo XXI como los atentados del 11 de septiembre de 2001, la invasión de Iraq de 2003 y el Tsunamí del Océano Índico de 2004, entre otros, generaron una notable cantidad de información visual en la que tuvieron que ver las nuevas tecnologías en manos de aficionados, lo que ha llevado a algunos observadores a hablar de "crisis del periodismo" y a otros a señalar el inicio de una nueva era en el oficio de la información.
Precisión
El periodismo fotográfico es una forma del periodismo para la adquisición, edición y presentación del material noticioso en los medios de comunicación social, especialmente escritos, digitales y audiovisuales. Este incluye además todo lo que tiene que ver con la imagen que cuenta una historia y en tal caso se refiere también al vídeo y al cine utilizado para fines periodísticos. El periodismo fotográfico se distingue de otras ramas de la fotografía como la documental, la fotografía callejera y la de estudio utilizada por ejemplo para el modelaje. El fotoperiodismo incluye todas las áreas de interés de la actualidad informativa como el periodismo de guerra,[3] el periodismo deportivo, el seguimiento del mundo del espectáculo, la política, los problemas sociales y todo aquello en donde sea posible la creación de una imagen. De igual manera el fotoperiodismo repasa los géneros de la profesión informativa como la entrevista, la crónica, el reportaje y el documental en todas sus facetas. Se divide además en fotonoticia, fotoreportaje, gran reportaje fotográfico, ensayo fotoperiodístico, retrato fotoperiodístico y columna fotoperiodística.[4]
Las características esenciales para conocer que una fotografía pertenece al género periodístico son las siguientes:
- Actualidad: la imagen debe estar dentro del contexto de un hecho reciente y noticioso y debe ser suficientemente ilustrativa del mismo
- Objetividad: la situación representada en la fotografía es una imagen confiable y cuidadosa que representa los eventos que indica tanto en contenido como en tono
- Narrativa: la imagen debe combinarse con otros elementos noticiosos que la haga suficientemente comprensible para los espectadores, lectores o televidentes de todos los niveles culturales
- Estética: la imagen debe conservar el rigor de la estética fotográfica (luz, encuadre, relación fondo y forma, perspectiva, manejo de sombras, etc.)
La fotografía debe además cumplir con todos los rigores de la ética periodística en cuanto a veracidad, precisión y objetividad.[5][6] Como en la redacción de la noticia, el periodista fotográfico es un reportero y su oficio suele ser por lo general riesgoso y obstaculizado por múltiples factores.[7]
Historia
Inicios
La práctica de ilustrar historias noticiosas con fotografías fue posible gracias al desarrollo de la imprenta[8] y a las innovaciones de la fotografía que ocurrieron entre 1880 y 1897. Mientras eventos relevantes fueron fotografiados ya desde los años 50 del siglo XIX,[9] la imprenta pudo hacerlos públicos en un medio escrito sólo hasta los años 80 de ese siglo. Las fotos más primitivas eran daguerrotipos que tenían que ser reelaborados para ser impresos.
Si bien los daguerrotipos se expandieron bien pronto en Europa, Canadá, Estados Unidos y Latinoamérica tan temprano como 1838, se considera que los pioneros de la fotografía periodística se presentaron en la Guerra de Crimea (1853 - 1856) por parte de reporteros británicos como William Simpson del Illustrated London News y Roger Fenton cuyas obras fueron publicadas en grabados. De la misma manera, la Guerra de Secesión de los Estados Unidos tuvo periodistas gráficos como Mathew Brady que publicó sus obras en el Harper's Weekly. Debido a que los lectores clamaban por representaciones más realistas, fue necesario que dichas primeras fotografías fueran exhibidas en galerías de arte o copiadas fotográficamente en números limitados. Los principales eventos mundiales de la segunda mitad del siglo XIX, especialmente aquellos que tuvieron que ver con confrontamientos armados, eventos políticos y personajes históricos, quedaron bien documentados en material fotográfico de la época.
El 4 de marzo de 1880 el Daily Graphic de Nueva York hizo la primera publicación de noticias en fotografía real de la historia. Innovaciones posteriores siguieron a esta y en 1887 se inventó el flash, lo que permitió que los periodistas pudieran hacer tomas en exteriores y en condiciones pobres de luz. El primer documental fotográfico de la historia fue el del emigrante danés en Estados Unidos Jacob Riis quien lideró el reportaje de lo que llamó "Cómo vive la otra mitad" (How the Other Half Lives, 1888).[10] Para 1897 fue posible hacer publicaciones de fotografías impresas en imprentas sin mayores dificultades.
A pesar de las innovaciones, los límites persistieron y muchos de los periódicos sensacionalistas y revistas de historias fueron ilustradas con fotografía grabadas entre los años 1897 y 1927. En 1921 la wirephoto o telefoto permitió transmitir imágenes por teléfono tan rápido como noticias, aunque ya se había hecho telegráficamente desde la Exposición Universal de Londres de 1851 y comercialmente desde 1863 (véase fax). Sin embargo, no fue hasta el desarrollo de la cámara comercial Leica de 35mm en 1925 y el primer foco de flash entre 1927 y 1930 que se llegó la edad dorada del periodismo gráfico.
Edad dorada
El siglo XX significó un gran desarrollo del fotoperiodismo,[11] pero es conocida como la edad dorada del mismo al periodo comprendido entre 1930 y 1950 debido a avances muy significativos para la fotografía y una mayor amplitud en el oficio periodístico. Paradójicamente el desarrollo del fotoperiodismo se da muy especialmente entre las dos guerras mundiales en donde los periodistas y sus instrumentos de información se ponen a máxima prueba. Muchos de ellos incluso participaron como combatientes en dichas guerras. Algunas revistas como la Picture Post de Londres, la Paris Match de Francia, la Arbeiter-Illustrierte-Zeitung de Berlín, la Life Magazine y la Sports Illustrated de EE.UU, así como los periódicos The Daily Mirror de Inglaterra, el New York Times y otros, obtuvieron una gran lecturabilidad y reputación gracias al uso de amplio material fotográfico de la mano de célebres reporteros gráficos como Robert Capa, Alfred Eisenstaedt, Erich Salomon, Margaret Bourke-White y W. Eugene Smith.
En particular Henri Cartier-Bresson es generalmente considerado el padre del periodismo fotográfico. Las tomas de acciones congeladas en el tiempo son célebres, como la de un hombre que salta y que fue considerada una de las más expléndidas tomas del siglo XX. Su cámara Leica (introducida en 1925), es considerada versátil, la que le permitió capturar momentos decisivos en el tiempo justo. Esta cámara fue también la que utilizó otra gran figura del periodismo gráfico del siglo XX: Robert Capa.
El soldado Tony Vaccaro es también reconocido como uno de los más prominentes fotógrafos de la II Guerra Mundial. Sus imágenes, tomadas con una sencilla cámara Argus C3, capturaron los horrorosos momentos de la guerra como la muerte en batalla del soldado Capa, quien estuvo también en el desembarco de la playa de Omaha en el Día D y quien también dejó importantes tomas de ese momento decisivo de la II Guerra Mundial. Vaccaro también es conocido por haber desarrollado sus propias imágenes en cascos de soldados y utilizar químicos que encontró en las ruinas de un laboratorio fotográfico en 1944.
Hasta la década de los 80 del siglo XX la mayoría de las publicaciones utilizaban la tecnología de imprenta basada en una baja calidad de papel periódico, base de tinta y superficie rugosa. Mientras las letras resultaban de alta definición y legibilidad, los grabados eran formados por puntos fotográficos que en muchas ocasiones distorsionaban la imagen y producían efectos secundarios. De este modo, aunque la publicación utilizaba bien la fotografía - un tamaño respetable, bien enmarcada -, reproducciones opacas obligaban al lector a poner cuidadosa atención en la fotografía para entender su significado. El Wall Street Journal adoptó puntos de alta resolución en 1979 para publicar retratos y evitar las limitaciones de la impresión de letras. Sólo hasta los 80 la mayoría de los periódicos cambiaron a las impresoras offset que reproducen fotos con una alta fidelidad en papel blanco.
Por su parte, la revista Life de los EE.UU, uno de los semanarios más populares desde 1936 y a través de la década de los 70 en cuanto a fotografía se refiere, comenzó a reproducir las mejores fotografías en tamaños 11 veces más grandes, páginas de 35,16 cm de dimensión, alta cualidad de tinta y papeles suaves. Life publica con frecuencia las mejores fotos de UPI o de la AP que se publiquen con anterioridad en otros medios, pero que al ser presentada por la revista estadounidense aparecen como versiones completamente diferente gracias a la cuidadosa atención que la revista le da.
Aceptación por el mundo del arte
La fotografía comparte dos mundos: por uno el de la tecnología y por otro el del arte.[12] Sin embargo, las artes plásticas no aceptaron esto de manera inicial y vieron a la fotografía hasta la década de los 70 del siglo XIX con distancia. De la misma manera, el fotoperiodismo se divide entre la función de la información por un lado y la tendencia al arte. Lógicamente en la información lo más importante es aquello que es anunciado como generador de noticia, sin embargo, el profesional es aquel que sabe tener en cuenta las dimensiones estéticas en combinación con la información. Por lo general, los grandes fotoperiodistas son aquellos que dejaron obras en las que ambas dimensiones se entrelazan perfectamente.
En gran medida porque sus fotos son lo suficientemente claras para ser apreciadas o porque sus nombres aparecen siempre con sus obras, los fotógrafos de las revistas alcanzan el estatus de celebridad. Life llegó a ser, por ejemplo, un modelo en el cual la crítica fotográfica se hace un juicio acerca del fotoperiodismo y muchos periodistas actuales se han hecho un nombre. En una selección de las mejores fotografías de Life realizada en 1973 se presentaron 39 fotógrafos famosos, pero los puntajes revelaron en dicha selección que los mejores fotografías fueron de anónimos de UPI y AP.
Debido a la edad dorada de la fotografía, las limitaciones de la impresión y los sistemas organizativos de las agencias noticias como UPI y AP, numerosos y excelentes fotógrafos trabajan en una relativa anonimidad. Sin embargo, el desarrollo de la fotografía digital y del Internet abriría nuevos espacios para conocer a muchos fotoperiodistas anónimos cuyos trabajos superan en numerosas ocasiones a los de los profesionales mimados de la crítica internacional. En la actualidad, periodistas como Luc Delahay y Chien-Chi Chang, ponen sus obras con frecuencia en los salones de arte.
Organizaciones profesionales
La primera organización nacional de reporteros gráficos del mundo se fundó en 1912 en Dinamarca con la "Unión de Fotógrafos de Prensa" (Pressefotografforbundet) constituida inicialmente por seis fotógrafos de Copenague.[13] En la actualidad tiene 800 miembros.
En 1946 se fundó en Estados Unidos la "Asociación Nacional de Fotógrafos de Prensa" y en la actualidad cuenta con cerca de 10 mil miembros. En Gran Bretaña se fundó en 1984 la "Asociación Británica de Fotógrafos de Prensa" y fue relanzada en 2003; cuenta actualmente con 450 miembros. En 1989 comenzó la "Asociación de Fotógrafos de Prensa" en Hong Kong; en 2000 una similar en Irlanda del Norte, en 1930 la "Pressfotografernas Klubb" de Suecia y la "Pressefotografenes Klubb" de Noruega.[14][15][16][17]
Organizaciones noticiosas y escuelas de periodismo en muchos países del mundo son dirigidos por fotoperiodistas que han recibido un notable reconocimiento público. Entre los reconocimientos más célebres del mundo se encuentran la "Fotografía Destacada" (Feature Photography) y la "Fotografía Noticiosa en el Punto'" (Spot News Photography). Otro premio es el de "Foto Noticiosa Mundial" (World Press Photo), lo "Mejor en Fotoperiodismo" (Best of Photojournalism) y la "Foto del Año", así como la "Foto Noticiosa del Año" entregado en Gran Bretaña.[18][19][20] Todos los países hispanoamericanos cuentan con numerosas asociaciones de fotoperiodistas.
Fotoperiodismo en Hispanoamérica
La historia de la fotografía y del periodismo en España y Latinoamérica ha sido tan intensa como en el mundo anglosajón y ha dejado grandes maestros en ambos campos.
España
El 10 de noviembre de 1839 se realizó el primer daguerrotipo en la ciudad de Barcelona[21] y desde ese momento este se hizo popular en el resto de la Península Ibérica.
Entre lo que se podría considerar como el primer documental fotográfico en España se encuentra el cubrimiento de acontecimientos que llevó a cabo el británico Charles Clifford, que se radicó en Madrid desde 1850.[22] Clifford registró las visitas a diferentes ciudades españolas que la reina Isabel II realizó a partir de 1858 con el ánimo de afianzar la monarquía y de paso el fotógrafo británico dejó un precioso material no sólo de la reina, sino de las ciudades de la época.
Pascual Pérez Rodríguez ilustraba el Diario Mercantil de Valencia con daguerrotipos que utilizaba con negativo de papel, lo que le permitía hacer numerosas reproducciones.[23] De otro extranjero, esta vez el francés Jean Laurent, quien llegó a España como corresponsal de La Crónica de París en 1857, queda un amplio trabajo de registro de la cultura y la arquitectura de la época.
La popularización de la fotografía en España, sobre todo a partir de la década de los 80 del siglo XIX, permitió que muchas personas se dedicaran a retratar los paisajes urbanos de la época, así como los cuadros de costumbres y tradiciones, entre los cuales destaca el toreo. Sin embargo, el apogeo de la fotografía en España, ampliamente favorecida por el avance tecnológico, se convertiría bien pronto en un entretenimiento de las clases media y alta que tenderían a registrar sólo aquello que estuviera dentro del interés de clase para dejar de lado lo que no interesaba o se consideraba carente de estética, especialmente hacia finales del siglo.[22]
Otros personaje que hacen parte de la historia del fotoperiodismo español es Juan Comba cuyo trabajo más destacados tiene que ver con el incendio de Toledo (1887) y la visita de la reina Victoria de Inglaterra. Pero la prueba de la gran popularidad que la fotografía fue adquiriendo para la prensa en España es la buena lista de publicaciones que ya desde finales del siglo XIX se presentan, pero más que de publicaciones, la abundancia de nombres asociados a la fotografía, muchos de ellos anónimos y espontáneos. Entre las publicaciones más destacadas que dieron un puesto primordial a la fotografía figuran ABC (1903), El Gráfico, La Vanguardia (1881) y El Imparcial. Un ejemplo de la presteza que la sociedad española de principios de siglo tenía ya por el periodismo gráfico lo constituye el atentado contra el rey Alfonso XIII el 31 de mayo de 1906 durante el día de su boda por parte del anarquista Mateo Morral. El fotoperiodista, que por ello quedó en la historia, fue Eugenio Mesonero Romanos quien sentó un precedente de la pronteza del periodismo en los momentos más sorpresivos.
Una de las grandes figuras del fotoperiodismo del siglo XX tuvo también a España como su principal escenario y en donde dio su vida. Se trata de la periodista alemana Gerda Taro la cual hizo un intenso cubrimiento de la Guerra Civil Española en la cual perdió la vida el 26 de julio de 1937 a tan sólo 27 años de edad, pero con una brillante carrera en esta profesión registrada para la historia en sus fotografías de periodismo de guerra. Pero la Guerra Civil atraería a muchos otros célebres reporteros extranjeros como John Dos Passos, Ernest Hemingway, George Orwell, Antoine de Saint Exupéry, André Malraux, G. L. Steer, Herbert Matthews, Indro Montanelli y otros.[24]
Latinoamérica
De la misma forma la experiencia del periodismo gráfico en los países hispanoamericanos hunde sus raíces desde los inicios de la fotografía ya a mediados del siglo XIX. De la experiencia fotográfica latinoamerica, dice la estudiosa Liliana Martínez:
Dada la complejidad existente en las relaciones culturales, de ambientes, componentes étnicos, situaciones políticas y condiciones sociales en general, el fotógrafo en Latinoamérica se ve llamado a estudiar la situación que lo rodea, antes de tomar siquiera la cámara en sus manos.[25]
Y cita a Zamora que dice:
…los fotógrafos latinoamericanos se encuentran en la necesidad de ser también etnógrafos, sociólogos y antropólogos culturales más a menudo que los fotógrafos europeos o norteamericanos, los cuales trabajan en ambientes culturales aparentemente más homogéneos.” (Zamora, p. 298).[26]
Sin embargo, para muchos autores como Boris Kossoy[27] la fotografía latinoamericana del siglo XIX es en realidad una etapa "europea", es decir, fue realizada desde una perspectiva de la experiencia europea y estadounidense y fue categorizada por los mismos como exótica, lo que creó un estereotipo de lo que es el ser y la imagen del pueblo latinoamericano ante sus ojos. Esta situación, que desconocía incluso la enorme diversidad de la América hispánica y portuguesa, sería primordial para el desarrollo de una fotografía que buscaría su propia autenticidad a lo largo del siglo XX y sería contestataria de la etiqueta exoticista europea y estadounidense. Gracias a la enorme diversidad cultural que conforman los países hispanoamericanos, al Brasil y a las Antillas, la fotografía latinoamérica se presenta en realidad como un inmenso universo de propuestas y personajes que deben ser revisados por países, más que de manera masificada.
La primera cámara fotográfica que llegó a un país latinoamericano lo hizo en 1840 de manos de un religioso francés, el Abad Louis Compte, en Brasil. Es de destacar que incluso la fotografía como invento tiene que ver con Brasil como uno de los países del mundo en donde se vivió el experimento de manera independiente a Estados Unidos y Francia con dicho religioso.[28] La fotografía llega entonces al continente en una época en la cual ella misma está en proceso de desarrollo y en que los países latinoaméricanos viven su génesis nacional como repúblicas independientes del colonialismo europeo. Su fotografía entonces tendría que ver mucho con las aspiraciones de la imagen política y social de lo que dichas naciones esperaban de sí mismas y se dedican a retratar personajes, la diversidad de paisajes y acontecimientos que son hoy una gran riqueza histórica. En general, y como sucedió en España, la fotografía latinoamericana del siglo XIX fue vista como un medio ideal para el retratismo.
Numerosos personajes relacionados con la fotografía en Latinoamérica demuestran la gran actividad del género en el continente como John A. Bennet, Charles de Forest Friedricks, Thomas Helsby, Benito Panunzi, Eugenio Courret, Juan José de Jesús Yas, Federico Lessmann, Melitón Rodríguez y Esteban García, entre muchos otros.
Entre los acontecimientos históricos de mayor importancia que en Latinoamérica quedaron registrados en imágenes, figura la Guerra de la Triple Alianza vista por el lente del periodista uruguayo Esteban García. El periódico El Comercio, fundado en Lima en 1839, utilizó el primer fotograbado el 31 de julio de 1898[29] y abre la experiencia del fotoperiodismo en la sede de la civilidad Inca testimoniado por el activo número de publicaciones que se presentarían a lo largo del siglo como el semanario ilustrado Actualidades, la revista Prisma y el tabloide La Crónica que marcan los inicios de la historia del fotoperiodismo en Perú. Se destacan además El Correo (1871), El Perú Ilustrado (1889), Actualidades (1903), Variedades (1908), el diario La Crónica (1912), Mundial (1920), La Prensa, Caretas (1950), La nueva Crónica (1970) y La República (1980).
En Colombia los inicios de la fotografía pueden ser rastreados desde la década de los 40 del siglo XIX y como en muchos lugares del continente, esta se entretuvo inicialmente en el retratismo de las clases media y alta. Sin embargo, los inicios de la reportería fotográfica en el país cafetero se presentaron precisamente en el registro de las guerras civiles que lo azotaron hasta la consolidación de una república centralista hacia finales del siglo. Mención especial tiene Melitón Rodríguez de Medellín cuyo trabajo rompe con el patrón clásico retratista y pone en fotografía todos los aspectos de la vida cotidiana de su región. Rodríguez llegó a ser no sólo un observador cuidadoso de su entorno, sino que es considerado un auténtico artista cuyas fotografías compiten con las más cuidadosas composiciones de las artes plásticas.[30] El siglo XX se vería dominado por el talento internacional de Leo Matiz cuyo principal trabajo sería el cubrimiento fotográfico de El Bogotazo el 9 de abril de 1948 para la revista Life y en donde resultó herido. Otros fotoreporteros colombianos que harían historia de esta profesión serían Ignacio Gaitán, Sady González, Carlos Caicedo y Luis B. Gaitán.
En México el primer daguerrotipo se realizó ya en 1839[31] pero también aquí los primeros fotógrafos se entretienen en el retratismo de las clases privilegiadas, hasta que hacia finales del siglo comienzan las primeras obras sobre las clases populares y una auténtica competencia por la originalidad, para dar lugar al fotógrafo como autor de un estilo reconocible, lo que jugaría un papel vital en el desarrollo del periodismo. El estallido de la Revolución mexicana en 1910 revelaría a otro gran personaje del fotoperiodismo, el alemán Hugo Brehme quien se radicó en Veracruz y después en Ciudad de México para hacer parte de la "Agencia Fotográfica Mexicana". De su cámara quedan imágenes de personajes de la talla de Emiliano Zapata. México, como España con la Taro, tendría que ver con uno de los grandes maestros del fotoperiodismo del siglo XX: Robert Capa y su cubrimiento de la Guerra Civil Española. Numerosos negativos del maestro de la reportería gráfica se dieron por perdidos, pero sería precisamente en el país azteca en donde volverían a la luz después de más de 70 años desaparecidos.[32] De alguna manera el general mexicano Francisco Javier Aguilar recibió tres cajas que contenían 127 rollos y que fueron confiadas a él en Francia. Las cajas fueron heredadas por la familia del general en México, hasta que fueron descubierto y puestas por primera vez a la luz pública después de más de medio de siglo.
La historia de la fotografía en Cuba comienza con los primeros daguerrotipos en 1840 y el país se enorgullece de ser uno de los primeros en inaugurar los estudios fotográficos del mundo, aún antes que en París.[33] Pero la gran prueba para el fotoperiodismo cubano sería precisamente la Guerra de la Independencia del mando español hacia finales del siglo XIX. La Revolución Cubana en particular sería el principal motor que llevaría al género del reporterismo gráfico del país a elaborar sus propios esquemas originales y sensibles a las realidades sociales para ubicar su producción periodística fotográfica en una de las más destacadas de Latinoamérica.
El impacto de las nuevas tecnologías
En la historia de la fotografía se puede evidenciar el avance de la tecnología desde mediados del siglo XIX a principios del siglo XXI y cómo cada paso afecta directamente los contenidos, formas y maneras del periodismo fotográfico. En dicho proceso la forma física de las cámaras fotográficas ha cambiado desde tamaños paquidérmicos que hacía de la fotografía un oficio de pocos y casi un privilegio de las clases altas a tamaños cada vez más pequeños y livianos que facilitaron la labor del fotoperiodismo. Sin embargo, hacia finales del siglo XX comienza un proceso aún más extraordinario: la existencia misma de la cámara fotográfica como único medio físico para obtener las imágenes se pone en un plano de completa relatividad al ser desarrollados otros medios que eran inimaginales hace cincuenta años. En la actualidad una foto puede ser hecha con un teléfono móvil o la videocámara de un ordenador portátil más centenares de artefactos que hacen que cualquier persona pueda realizar una fotografía.
El desarrollo de cámaras fotográficas más pequeñas y livianas ha facilitado la tarea de los fotoperiodistas. Desde la década de los 60 artefactos electrónicos como flashes, una gran variedad de tipos de lentes y otros aditamentos han sido incorporados para hacer cada vez más fácil la función de tomar fotografías. Las nuevas cámaras digitales liberan a los periodistas de los largos rollos de películas porque pueden almacenar cientos de imágenes en diminutos artefactos electrónicos y tarjetas digitales.
El contenido, en cambio, permanece el elemento más importante en la fotografía periodística, pero la habilidad de adquirir el material fotográfico y editarlo en un tiempo mucho más inferior que antes ha producido cambios significativos. Tan sólo en 1980 se necesitaban 30 min para escanear y transmitir una sola fotografía en color desde una locación remota a una sala de prensa para ser impresa. Ahora, equipados con una cámara digital, un teléfono móvil y un ordenador portátil, un fotoperiodista puede enviar una imagen de alta calidad en minutos e incluso en segundos casi de manera contemporánea a la sucesión del evento noticioso. Los video teléfonos y los satélites portátiles permiten en la actualidad la transmisión de imágenes desde casi todos los puntos de la tierra.
Existen sin embargo preocupaciones por parte de los reporteros gráficos de que su profesión puede cambiar de tal manera que llegue a ser irreconocible debido al desarrollo natural de la tecnología en la captación de imágenes. Por otra parte, los sistemas de almacenaje electrónico de imágenes como aquellas de dominio público, han permitido que personas aficionadas a la fotografía incursionen en el campo del reporterismo gráfico con todo lo que ello significa para una profesión que, como el periodismo, se desarrolló de todas maneras a partir de la afición por la información.[34]
Eventos que han influenciado el fotoperiodismo del siglo XXI
Tres eventos han marcado una nueva era de lo que se conoce como el fotoperiodismo del siglo XXI: Los atentados del 11 de septiembre de 2001,[35][36] la invasión de Iraq entre el 18 de marzo y el 1 de mayo de 2003[37] y el Tsunamí del Océano Índico[38][39] del 26 de diciembre de 2004. Estos tres eventos tuvieron una gran repercusión en lo que era el fotoperiodismo y su desarrollo desde el siglo XIX y a lo largo del siglo XX.[40] Los tres eventos tuvieron un cubrimiento informativo total y se conserva una gran cantidad de material visual en fotografía, videos, esquemas, gráficos, mapas animados, análisis gráficas de la situación y otros que los hacen un modelo de estudio de lo que significa el fotoperiodismo. Además de la cantidad descomunal de material de primera mano que se produjo en el mismo momento en que sucedían los eventos, la nota que marca el inicio de una nueva era para esta disciplina es que quienes produjeron dicho material de manera inmediata no fueron las grandes estrellas del periodismo internacional, sino aficionados. Cuando los grandes y medianos medios de comunicación gráfica y visual publicaron las primeras imágenes, al menos en lo que respecta a los atentados del 11 de septiembre de 2001 y el tsunamí de 2004, publicaban imágenes que no fueron hechas por profesionales de la información sino por personas que estaban en ese momento en el lugar e hicieron las tomas con cámaras digitales, videocámaras y teléfonos móviles.
Las consecuencias de este fenómeno inciden en las maneras que se habían establecido como norma de la comunicación social. En primer lugar, los eventuales reporteros no siguen el estricto proceso de edición de la imagen, sino que la presentan de la manera en que esta fue tomada o, como señala D. Perlmutter, en muchas ocasiones retocadas.[41] La imagen adquiere entonces un valor total en su significado que sobrepasa incluso a la preocupación por su calidad. Si la foto de las gigantescas olas que devastaron las playas meridionales de Asia tiene o no tiene calidad en la luz, eso no importa, puesto que se hace única, ya que fue tomada por un testigo ocular que, con suerte, tenía su liviana cámara digital con la cual tomaba fotos de sus paseos de verano. Posteriormente los aficionados suben sus fotos a las redes de Internet diseñadas para ello y estas pueden ser accedidas por millones de usuarios en todo el planeta. De la misma manera en que la producción fotográfica se convirtió en oficio accesible a todos, el nuevo control de edición de la fotografía y el video queda en manos de las cada vez más ámplias comunidades que se forman alrededor de las redes de información libre como Wikimedia Commons, Flickr, Fotolog.com y muchos otros. Sin embargo, dichos sistemas comunitarios virtuales se preocupan más por las licencias de publicación que por la calidad misma de los archivos que los usuarios suben al sistema.
Si bien estos tres eventos de gran significado internacional se marcan como el inicio de una nueva era para el fotoreporterismo, es cierto que otros eventos previos ya eran el preludio de lo que venía con el desarrollo y la popularización de las nuevas tecnologías y especialmente del Internet.
Crisis de la fotografía documental o muerte del fotorreporterismo
Para algunos observadores este nuevo fenómeno de la popularización del fotoperiodismo significa su muerte desde el punto de vista que este puede ser desarrollado ya no de manera exclusiva por profesionales de la información, sino por cualquiera que tenga un teléfono móvil. Ante ello dice La Tecla, la asociación de periodistas cubanos:
Producto de esta instantaneidad, en la actualidad, la mayoría de las personas son productoras de imágenes de los hechos, lo que definitivamente tiene que tenerse en cuenta, porque lo que antes se reservaba para una elite (los profesionales de la fotografía) ahora es accesible a todos. En este sentido, Pedro Meyer, periodista mexicano destaca que "armados con una cámara digital de vídeo o de fotos, o un teléfono portátil con la tecnología de imagen fija o móvil, cualquiera está ahora en condiciones de producir y difundir por Internet los documentos que ha registrado o captado. Se terminó el poder absoluto -incluso la arrogancia- de los profesionales".[42]
Para otros se trata de una crisis de la fotografía documental,[43] así como se habla de una crisis de los medios.[44] Mientras Jacob Riis hacia finales del siglo XIX elaboró todo un trabajo en los bajos fondos de Nueva York para sacar la realidad social marginal a la luz pública, en la actualidad las cámaras de los aficionados están prácticamente en todo el planeta y basta digitar en los motores de búsqueda cualquier término sobre cualquier problema o situación en cualquier parte del mundo para obtener fotografías. De ello La Tecla de Cuba analiza que dicha crisis implica que ningún acontecimiento puede escapar al reflejo de la imagen "lo cual es beneficioso para el día a día que implica el periodismo convencional".[45] Es decir, los profesionales de la información deben ver esta nueva época como una oportunidad, más que como una amenaza a la profesión y el cambio en lo que significa la imagen para los habitantes del siglo XXI, así como lo fue durante el siglo XIX cuando a la pintura le surgió la fotografía misma. Por el contrario, el fotógrafo Clemente Bernad[46] dice que no hay tal crisis desde que el fotoperiodismo siempre lo ha estado:
Desde hace unos años se oye hablar intensamente de la crisis del fotoperiodismo. Sin embargo, parece claro que no ha habido un solo momento en su devenir que no haya estado marcado por la inestabilidad, la oscuridad o la incertidumbre. El fotoperiodismo ha estado en crisis desde el mismo momento de su nacimiento, entre otras razones porque la utilización de fotografías en los medios de comunicación se hizo con la intención espuria de mostrarlas como evidencia, como prueba irrefutable de lo que aparentemente muestran. Y ahí quizás radique su gran mentira, la marca de origen que lo ha contaminado de sospecha y de descrédito. El gran problema radica en la propia identidad de las imágenes fotográficas. Aunque se lo pueda parecer al no avisado, las fotografías no explican, no demuestran ni verifican nada. Las fotografías son elocuentes y eficaces porque juegan hábilmente con la apariencia, con el tiempo, con la ambigüedad y con la confianza del lector, pero en realidad confunden y no prueban nada: no se puede confiar en ellas.[47]
Límites de la fotografía aficionada
Sin embargo, la fotografía aficionada tiene sus límites y si muchas obras adquieren celebridad es por la inmediatez de la noticia y porque no existen versiones cualificadas mejores. De esta manera, una gran parte del material que circula en los medios de comunicación ha perdido la cualidad requerida y ha dado lugar a una cierta laxitud en la presentación de la imagen a la vista de algunos observadores.[48] Sin embargo, en este punto, el profesional de la información encuentra de nuevo su espacio de autoridad, porque sus obras adquieren el dato distintivo de la cualidad que la inmediatez de la cámara digital de un turista no posee, aunque muchos aficionados en realidad tienen una perspectiva más que profesional.
El rigor de la fotografía periodística tiene en cuenta los mismos elementos que la fotografía artística y muy especialmente se cuida de los elementos semánticos, es decir, de significado que esta posee. En muchos casos, la fotografía aficionada no tiene en cuenta el elemento más básico de la fotografía que es la luz ambiental y el manejo del flash, lo que causa que muchas de las fotos tengan un encuentro caótico de sombras, personajes con los ojos cerrados por la molestia de la luz de un flash automático y, muy especialmente, carencia de encuadres y estilos apropiados que hacen fotos repetitivas y monótonas. El fotógrafo profesional, es consciente de cosas como la relación de figura y fondo y la importancia de la armonía entre ambos. Para el aficionado ocasional lo que importa es el objeto a fotografiar y no se cuida de lo que se refleje en el contexto. Abundan fotos ausentes de la figura humana, malos encuadres, malos poses de personajes entrevistados que ignoran el cuadro psicológico y en muchas ocasiones una gran pobreza de imaginación.
Para el estudioso del tema, André Bazin, como para otros intelectuales de la fotografía, esta, a diferencia del arte, no crea, sino que embalsama el tiempo.[49] Dicha característica le da una grave responsabilidad al fotográfo como asegura Mariela Cantú en su estudio "Fotografía, video, digital: sobre los modos de repensar un medio":
Seguimos insistiendo, entonces, en que los caminos del arte no han sido nunca (y no debieran ser) los de afanarse en perpetuas carreras detrás de un imaginario progreso, sino tal vez colocarse en un lugar algo más solapado, tal vez menos visible, pero que se constituya como el del cuestionamiento, el de la revisión, el de la propuesta de miradas divergentes y el de la interrogación al presente, al pasado y al futuro.[50]
Otros campos del fotoperiodismo
Fotoperiodismo deportivo
Uno de los campos en el cual la fotografía periodística se ha destacado es en el deporte. La misma agilidad deportiva ocasiona que el fotoperiodista deportivo demuestre sus habilidades artísticas e informativas tanto como el jugador lo hace en el campo de juego. Si alguien lee la historia del deporte o la historia de un deporte en particular, la imagen, sea fotográfica que de video, hace parte vital de dicha lectura. En la fotografía deportiva, es posible apreciar la habilidad de mostrar la velocidad, la fuerza, la grandeza del equipo o del deportista, el fuerte sentido psicológico de la derrota o el triunfo, el ambiente festivo de los aficionados o su sensación de desilusión. La importancia del fotoperiodismo deportivo ha sido un proceso paulatino que viene desde la mera redacción de los eventos deportivos, a la presencia obligada de la imagen para el relato.[51]
Fotoperiodismo en la farándula
Aunque sea visto con desdén por muchos,[52] en realidad el fotoperiodismo dedicado a seguir los pasos del espectáculo, la farándula y los famosos tiene su importancia y ha contribuido de alguna manera al desarrollo del mismo periodismo. Lógicamente este tipo de periodismo tiene que ver también con el exceso de los paparazzi que han contribuido a demeritar el papel del fotoperiodista en este campo, confundiéndose con frecuencia con este tipo de persecutores empecinados de las estrellas del espectáculo hasta el punto de invadir su intimidad.
Ética y consideraciones legales
El periodismo fotográfico trabaja dentro de las mismas aproximaciones objetivas que se aplican a otros campos del periodismo. Cómo obturar, encuadrar las tomas y editar son consideraciones constantes.
Por lo general, conflictos éticos pueden ser mitigados o asumidos por las acciones de un subdirector o el editor gráfico quien toma control de las imágenes una vez que estas han sido consignadas a la organización noticiosa. El fotoperiodista pierde el dominio de su obra una vez esta es publicada.
El surgimiento de la fotografía digital ha creado nuevas oportunidades para la manipulación, reproducción y transmisión de imágenes. Este hecho ha complicado todos los aspectos técnicos y legales que ello envuelve. Las asociaciones nacionales de periodismo fotográfico en los diferentes países y otras organizaciones profesionales y de los derechos humanos, mantienen códigos de ética a este respecto.[53]
Los problemas mayores acerca de asuntos éticos concernientes al periodismo se inscriben en menor o en mayor grado en las materias legislativas de los diferentes países. Sin embargo, la materia legal se complica por el hecho de que los medios de comunicación, especialmente en los tiempos de la revolución tecnológica y digital, rompen las fronteras internacionales y las imágenes publicadas en un país bajo el respeto de las normas legales del mismo, llegan a otras naciones con diferentes leyes.
El desarrollo de las nuevas tecnologías y el inicio de una nueva era del fotoperiodismo como se menciona arriba, afecta también las normas éticas tradicionales. El aficionado ocasional o profesional que hace una fotografía o toma un video de una situación noticiosa, apurado por la inmediatés, pocas veces se detiene a hacer consideraciones éticas o a pensar en otro tipo de consecuencias de lo que la publicación de imágenes puede acarrear. Incluso si ciertos estados autoritarios que suelen censurar a la prensa de sus países, tratan de poner el límite a la sensación de libertad de expresión que en muchas ocasiones garantiza la tecnología y el Internet, la circulación de imágenes entre los diferentes puntos del planeta a través de medios digitales se volvió tan sútil que ningún sistema político puede controlar de manera eficaz. Un ejemplo lo constituyó las protestas populares en contra del régimen militar birmano en agosto de 2007. A pesar de que la Junta Militar intentó censurar totalmente la emisión de fotografías y videos de las marchas y de los actos represivos hacia el exterior por parte de afisionados extranjeros, esto no fue posible en su totalidad y, por el contrario, el mundo fue testigo de uno de los actos de represión de la libertad de prensa frente a las mismas cámaras con la muerte de Kenji Nagai, un fotoreportero japonés de la APF News que fue asesinado el 28 de agosto de 2007 por militares cuando fotografiaba las marchas.[54]
Referencias
Notas
- ↑ Tal como viene definido por Antonio Pantoja Chávez en su "Prensa y fotografía. Historia del fotoperiodismo", Universidad de Extremadura, revisado 18 de abril 2008.
- ↑ FUENTES, Eulalia. «¿En periodismo también una imagen vale más que mil palabras?». hipertext.com. Consultado el 19 de abril de 2008.
- ↑ Núria Gras Ferré: "Entrevista al fotoperiodista Gervasio Sánchez", Nikonistas.com, 25 de febrero de 2002, enlace revisado 20 de abril 2008.
- ↑ "Géneros fotoperiodísticos", Taller de reportaje y ensayo fotográfico. Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales, Santiago de Chile, 2007, enlace revisado 20 de abril 2008.
- ↑ Luiz Augusto Teixeira Ribeiro: Manipulación en el fotoperiodismo: ética o estética, Revista Latina de Comunicación Social, La Laguna (Tenerife) - octubre de 1999 - Nº 22, D.L.: TF - 135 - 98 / ISSN 11385820, enlace revisado 20 de abril 2008.
- ↑ Josep M. Casasús: "Las fotos pueden ser revulsivas, no repulsivas", La Vanguardia, Universidad de Navarra, 9 de septiembre de 2003, enlace revisado 20 abril 2008.
- ↑ Jaime Rázuri: "Definición de fotoperiodismo, su relación con la ética y experiencia como testigo en situaciones de violencia política", Comisión Verdad y Reconciliación, Perú, 27 de marzo de 2008, enlace revisado 20 abril 2008.
- ↑ Vasil Grigorov Tasev: "El desarrollo de la Revolución Industrial y los adelantos que propició: el surgimiento de la imprenta, el ferrocarril y de otros medios, contribuyó de manera decisiva al auge de la comunicación, concepto que proviene del latín y que significa entrar en contacto, aconsejarse con alguien", citado por Héctor E. Paz Alomar en La Tecla, "Surgimiento de la fotografía: breves apuntes", Periódico Invasor. Ciego de Ávila, Cuba, 27 de marzo de 2008, enlace revisado 20 abril 2008.
- ↑ Cfr. "Colección de fotografías del siglo XIX", Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá, 2004, enlace revisado 20 abril 2008.
- ↑ How the Other Half Lives: Studies Among the Tenements of New York (1890), enlace revisado 20 abril 2008.
- ↑ Según "Photojournalism Exhibition, la fotografía se volvió una auténtica obsesión durante el siglo XX. Cfr. "Victoria and Albert Museum", enlace revisado 20 abril 2008.
- ↑ "El fotoperiodista es también un artista", entrevista al fotógrafo Enrique Villaseñor, coordinador de la Bienal de Fotoperiodismo, México, 10 de octubre de 2004. El reconocimiento del fotoperiodismo, Revista Unam, enlace revisado 20 abril 2008.
- ↑ Pressefotografforbundet history., enlace revisado 20 abril 2008.
- ↑ «About the BPPA». The British Press Photographers' Association. Consultado el 20 de marzo de 2008.
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- ↑ «The Press Photographer's year 2008». Consultado el 20 de marzo de 2008.
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- ↑ a b LARA LÓPEZ, Idem.
- ↑ PANTOJA CHAVEZ, Antonio: Historia del fotoperiodismo en España, Universidad de Extremadura, enlace revisado 20 abril 2008.
- ↑ Daniel Verdú: "El Instituto Cervantes enmarca "la edad de oro" de los corresponsales", El País, Madrid, 23 de noviembre de 2003, enlace revisado 20 abril 2008.
- ↑ MARTÍNEZ, Liliana: Aproximación a la historia de la fotografía en Latinoamérica, Algunos criterios para definir la fotografía en Latinoamérica, enlace revisado 20 abril 2008.
- ↑ Citado por Martínez.
- ↑ De su obra "V Coloquio", citado por L. Martínez.
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- ↑ Deborah Mitchell: "Photojournalists: use photojournalism to help charities tell their story", Charity Guide: "El fotoperiodismo ha sido por mucho tiempo un poderoso segmento de los medios, pero aún más en tiempos recientes. Durante el tsunamí en Asia, el terremoto en Paquistán y los huracanes Katrina y Rita en Estados Unidos, foto periodistas hecho fotografías que no solo informan al público y muestran la gravedad de los eventos para llamar su atención, sino que también sirven para promover la caridad en otros en el auxilio de las víctimas".
- ↑ Iván Sánchez, "El siglo XXI a través del objetivo de Reuters", que sabes de, 4 de octubre de 2007, enlace revisado 20 abril 2008.
- ↑ David D. Perlmutter, "Photojournalism in Crisis", Lightroom News, 21 de agosto de 2006. Dice Permutter: "...y los resultados han sido devastadores: fotonoticias y videos desencuadrados, radicalmente alterados o escenificados" ("And the results have been devastating: news photos and video shown to be miscaptioned, radically altered, or staged")
- ↑ La Tecla, "Impacto de la fotografía digital", enlace revisado 20 abril 2008
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Bibliografía
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- FREUND, Giséle (1993). La fotografía como documento social,. Editorial Gustavo Gili, GG Mass Media, México. ISBN 968-887-208-3.
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