Ir al contenido

Noviazgo

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 06:43 31 oct 2020 por SeroBOT (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
La confesión, de Vicente Palmaroli, 1883.
Proposición de matrimonio en Helgoland, de Rudolf Jordan, 1834.
Pareja cortejándose y mujer con libro de canciones, de Cornelis van Haarlem, ca. 1594. La «carabina» parece consentir el atrevimiento.
Postal alemana de 1908.

El noviazgo es la condición de los novios,[1]​ es decir, una relación amorosa mantenida entre dos personas con la posible intención de matrimonio,[2]​ es un proceso por el cual dos personas desarrollan una asociación íntima más allá de la amistad.

Los novios suelen utilizar para sí mismos distintos apelativos cariñosos, como «querido» o «querida», «cariño», «amor» o «mi amor», «vida» o «mi vida», «prenda», «maga» o «maja», «reina» o «rey mío», muy a menudo en diminutivo o acompañados del posesivo.

Actividades y características antropológicas

A su actividad se le puede denominar «salir» (frecuentar, por motivos amorosos o amistosos, el trato de otra persona, fuera de su domicilio),[3]​ «hablar» (tener relaciones amorosas con otra persona),[4]​ o «ligar» (entablar relaciones amorosas o sexuales pasajeras).[5]​ En el contexto previo al noviazgo se realiza el cortejo, la actividad denominada «tontear» (dar los primeros pasos en la relación amorosa),[6]coqueteo o flirteo (juego amoroso que no se formaliza, dar señales sin comprometerse)[7]​ y las citas («quedar»[8]​ - dating en el uso anglosajón contemporáneo, en la costumbre japonesa, 見合い miai-[9]​), que son los encuentros con propósito de conocerse; en caso de quedar conformes en entablar la relación,[10]​ se considera que la pareja se ha «ennoviado» («echarse novio» o novia).[11]

Si las demostraciones afectivas de intimidad física (physical intimacy) entre los novios superan el nivel de ir cogidos de la mano (holding hands), de las simples caricias, besos y abrazos, e incluso del magreo («meter mano» o petting), y llegan al coito, la relación de noviazgo se denomina prematrimonial (extramatrimonial si alguno de ellos está casado con otra persona) y tradicionalmente concubinato, amancebamiento o barraganía (a tal clase de novios se les llamaba «amantes»); aunque recientemente se han introducido nuevos conceptos con las denominaciones amigos con derechos, amigovios o follamigos,[12]​ en los que el requisito de la fidelidad no se da por supuesto (relaciones abiertas). En la moral tradicional cualquiera de esos planteamientos se consideran «proposiciones deshonestas».[13]

La formalización de la relación de noviazgo es el «compromiso» o petición de mano, una ceremonia que,[14]​ según distintas costumbres, debe hacer el novio ante la familia de la novia o bien ante la propia novia (de forma tópica, hincando una rodilla, y ofreciéndole un anillo de pedida o de compromiso). A partir de ese momento a los novios se les denomina «prometidos». Entendido el compromiso como «desposorio» o «esponsales»,[15]​ puede tener valor jurídico, pero es únicamente un paso previo a la celebración de las nupcias (boda o casamiento), que es posible romper (ruptura del compromiso) incluso unilateralmente o en el último momento («al pie del altar»), dejando «plantado» a uno de los desposados («compuesto y sin novio» o novia).

Cada cultura y época tiene distintas características antropológicas que se expresan en el noviazgo; particularmente el papel que se da a los propios novios, que en muchos casos no tienen ninguna iniciativa en la relación, siendo resultado de negociaciones familiares, de los buenos oficios de un casamentero o de estudios de compatibilidad astrológica (astrological compatibility, sinastria -synastry-, sincronicidad, compatibilidad interpersonal -interpersonal compatibility-), que conducen a un matrimonio concertado (no debe confundirse con un matrimonio forzado). En cambio, los novios tienen todo el protagonismo en el ideal del amor romántico, en el que se supone que hay una atracción inicial, «amor a primera vista» o «flechazo», o al menos una búsqueda voluntaria de la pareja. En ciertas culturas hay rituales de rapto de la novia, de compra de la novia o, por el contrario, el pago de una dote.

En los ambientes sociales más puritanos (los propios de la denominada moral victoriana), a los novios no se les consentía estar juntos a solas, debiéndose acompañar de una «carabina» o chaperón. En los años del nacionalcatolicismo en España (los cuarenta y cincuenta del siglo XX) provocaba escándalo el «baile agarrado».[16]​ En una fecha tan tardía como 1975, el estudio sociológio FOESSA obtenía rechazos de un 27% a que una pareja de novios paseara por un sitio solitario, de un 64% a que se besara en público, un 68% a que hiciera el amor (incluso si unos «novios van en serio»), un 51% a que un chico no llegue virgen al matrimonio y un 80% a que una chica no llegue virgen al matrimonio.[17]

Algunas relaciones afectivas se plantean como platónicas, al menos en teoría, como fue el amor cortés de los trovadores medievales (chevalier servant) y el chichisbeo o «cortejo» del siglo XVIII.[18]

El retraso de la edad del matrimonio y, como consecuencia, los noviazgos prolongados, han sido calificados como «la verdadera arma anticonceptiva de la Europa clásica». Frente a la costumbre tradicional de matrimonios en torno a los 17 años, en el siglo XVII la edad del matrimonio en Europa noroccidental se situó en torno a los 20 años; al mismo tiempo, se observan comportamientos nupciales distintos según la riqueza: el matrimonio tardío es más propio de las clases populares que de las clases altas.[19]

Etimología

Mientras que para «noviazgo» el DRAE no indica etimología, para novio/novia indica que viene de latín novius, y este de novus («nuevo»). No obstante, su posible relación con una palabra muy próxima: «nupcias» (del latín nuptiae), no está muy claramente definida; siendo según algunas fuentes derivada de nubus, el velo («nube») de la novia, y esta compartiría el origen por asociación (nova nupta). Más propiamente parece que el latín nupta sea el participio pasado femenino de nubere (casarse, tomar marido), verbo derivado del preindoeuropeo *sneubh- («casarse»), que origina también vocablos en otros idiomas indoeuropeos: el griego nymphe («novia»), el eslavo eclesiástico snubiti («amar», «cortejar»), el checo snoubiti («buscar marido») y el eslovaco zasnubit («prometerse en matrimonio»).[20]​ Del mismo origen son las palabras latinas connubium («matrimonio») y nubilisnúbil», la edad a la que puede contraerse matrimonio -marriageable age, nubilité, majorité matrimoniale, ehemündigkeit, en cambio, el término italiano nubilato se aplica al celibato femenino-, véase también edad de consentimiento sexual), mientras que connubialis, conubialis o coniugalis («conyugal») viene de iungo («juntar»).[21]

Noviazgo gitano

En la cultura gitana tradicional, el matrimonio se concierta por las familias de los novios (llegamiento) y se hace público con una fiesta (pedimento), muy a menudo en edad infantil, aunque no se consume hasta llegar a una edad que se considera apropiada para comenzar la convivencia matrimonial, tras otra fiesta a la que se convoca a toda la familia extensa (boda gitana). No son infrecuentes las relaciones que no se ajustan a este modelo, considerándose que la pareja se ha «escapado» para vivir juntos, lo que da o no lugar a conflictos según pueda o no ser admitido por las familias. El cortejo gitano se denomina «roneo».[22]

Noviazgo en Estados Unidos en el siglo XX, según Jason King

En la «guía católica práctica»[23]​ que Jason King, un sacerdote estadounidense, hace del noviazgo (dating —«citas»— en el título inglés original), se indica que este concepto, tal como se entiende en el contexto cultural del público al que se dirige, no existió hasta el siglo XX; no había ningún estado de «transición» entre la soltería y el matrimonio. Se llamaba novio/a al recién casado[24]​ y por extensión al participante de la ceremonia de casamiento, incluso antes de concluida la ceremonia.[25]

A principios del siglo XX, era el varón quien tomaba la decisión de conocer a una mujer soltera, la cual típicamente vivía en su casa paterna. El interesado se presentaba frente a los padres y, si estos lo autorizaban, podía conversar con la joven. Esta visita consistía en una charla a cierta distancia bajo supervisión de los padres y en casa de estos. De la continuidad y exclusividad de las visitas se entendía la cercanía del matrimonio.[26]

Según la misma fuente, el noviazgo, como una relación con una duración considerable, aparece en los años 1920 y 1930, y durante la primera mitad del siglo XX, estaba fuertemente vinculado al matrimonio.[27]​ En esta época, el novio/a tiene las características de «prometido/a». Con el acceso al automóvil por parte de las nuevas clases medias de esos países, el noviazgo pasó de tener lugar en la casa y de ser supervisada por la familia de la mujer, a tener lugar en el auto del varón y a centrarse en actividades (bailar, ir al cine, etc) pagadas con el dinero del varón ya que no era usual que las mujeres trabajaran.[28]

En los años 60, de la mano de la revolución sexual, especialmente con la difusión de los métodos anticonceptivos, se difumina la relación entre noviazgo y matrimonio.[29]


Violencia

The Black Brunswicker, de John Everett Millais.

Novia de guerra y matrimonios temporales en el yihadismo

El concepto de «novia de guerra» se utilizó ampliamente en los países anglosajones durante las dos guerras mundiales del siglo XX, aunque responde a un arquetipo universal, el de los novios que, antes de que él deba partir por largo tiempo, se casan fugazmente, o en secreto, o se conceden una noche de despedida.

... Le pregunta el capitán / ¿por qué tienes tanta pena? / ¿es por padre, o es por madre, / o es por alguien de tu tierra? /.../ es que me he casado ayer / y hoy me traen para la guerra
Romance del quintado, popular, tiene distintas versiones.[30]

El yihadismo ha utilizado tradiciones islámicas de «matrimonio temporal» (Mut'ah, en el sunnismo, y Nikah Misyar, en el chiismo) para justificar la explotación sexual de jóvenes a las que se podría considerar cautivas o captadas.[cita requerida]

Diccionario de cama

La ocupación de los países colonizados daba la oportunidad a los colonizadores de entablar relaciones con jóvenes indígenas, que además del vínculo afectivo servían como un puente cultural, aunque no era habitual que llegaran a convertirse en un matrimonio formal. Es paradigmática la relación entre Hernán Cortés y Malinche (quien, además de cónyuge informal y consejera, ejercía de «lengua», es decir traductora). Para referirse a estas mujeres (ningún tipo de relación entre una «mujer blanca» y un indígena varón era concebible socialmente), en la colonización británica se utilizó la denominación eufemística «diccionario de cama» (bed dictionary).[31]

La ocupación alemana de Francia durante la Segunda Guerra Mundial también originó muchas relaciones entre soldados alemanes y jóvenes francesas. Tras la derrota alemana, fueron consideradas «colaboracionistas» y sometidas a todo tipo de humillaciones.

Cortés y Malinche en el lienzo de Tlaxcala.
Mujeres francesas acusadas de «confraternizar» con los alemanes son humilladas públicamente. París, verano de 1944.

Novias por correo y por retrato

En algunas circunstancias, especialmente con la colonización y emigración europea a otros continentes (emigración a América, a Australia, etc.), o con la emigración asiática (china, japonesa, coreana); se realizaban noviazgos a distancia sin contacto entre los futuros esposos, conociéndose la costumbre como novia por correo y novia por retrato. Ya en época más reciente se producen ofertas de novias procedentes de países menos desarrollados, con la condición de exóticas, bellas o sumisas, para novios de países más ricos que las prefieren a las que podrían encontrar en su entorno. Se suele considerar una forma de explotación sexual, trata de personas o esclavismo moderno; y en otros casos, un fraude romántico.[32][33][34]

En ocasiones, las casas reales europeas enviaban un retrato pictórico del novio o de la novia con motivo de las negociaciones matrimoniales.

Los novios de El Mojón

La alfarería en El Mojón (Teguise, isla de Lanzarote) produce tradicionalmente unas figurillas de barro cocido con el nombre de «los novios», que representan una pareja desnuda con los órganos sexuales exagerados, que se han relacionado con esculturas semejantes encontradas en yacimientos arqueológicos.

Los novios de El Mojón.

Véase también

Obras pictóricas o literarias
Topónimos de nombre similar
  • Novío, población del municipio A Fonsagrada, provincia de Lugo (España)
  • Noviales, población del municipio de Montejo de Tiermes, provincia de Soria (España)

Bibliografía

Bibliografía de orientación cristiana

Literatura clásica

Los géneros clásicos de la novela bizantina y la novela pastoril (novelas griegas como Quéreas y Calírroe, Habrócomes y Antía, Leucipa y Clitofonte, Teágenes y Cariclea, Dafnis y Cloe; y sus imitadores modernos), así como el de la novela rosa (un género posterior, de consideración peyorativa) desarrollan el tema literario del amor imposible que, tras superar dificultades, separaciones y esperas, finalmente es alcanzado gracias a la abnegación de los amantes y a la justicia poética (omnia vincit Amor). El tema no se limita a estos géneros, y aparece profusamente en todo tipo de producciones literarias y en relación con los distintos planteamientos literarios de la relación amorosa: el amor a primera vista, la atracción, la seducción (La Regenta, Clarín, 1884-1885), el amor correspondido o no correspondido (Werther, de Goethe, 1774), el fin del amor —la ruptura, el abandono (Ne me quitte pas, Jacques Brel, 1959), el desengaño—, el triángulo amoroso (Fortunata y Jacinta, Galdós, 1887), los celos (Otelo, Shakespeare, A secreto agravio, secreta venganza y otros «dramas de honor» de Calderón), el amor adulterino (Madame Bovary, Flaubert, 1856), el amor furtivo, el amor prohibido (Romeo y Julieta, Shakespeare, 1597), el amor ilícito (Lolita, Nabokov, 1955), etc.[37]

Otras parejas tópicas
  • Don Quijote de la Mancha, de Cervantes, 1605 y 1615 (no tanto la relación deseada del protagonista con Dulcinea, sino las historias secundarias intercaladas)
Es este Basilio un zagal vecino del mesmo lugar de Quiteria, el cual tenía su casa pared y medio de la de los padres de Quiteria, de donde tomó ocasión el amor de renovar al mundo los ya olvidados amores de Píramo y Tisbe; porque Basilio se enamoró de Quiteria desde sus tiernos y primeros años, y ella fue correspondiendo a su deseo con mil honestos favores, tanto, que se contaban por entretenimiento en el pueblo los amores de los dos niños Basilio y Quiteria. Fue creciendo la edad, y acordó el padre de Quiteria de estorbar a Basilio la ordinaria entrada que en su casa tenía; y por quitarse de andar receloso y lleno de sospechas, ordenó de casar a su hija con el rico Camacho, no pareciéndole ser bien casarla con Basilio, que no tenía tantos bienes de fortuna como de naturaleza.
Segunda parte, capítulo XIX[38]
... Cuéntale los novios que dejaste en Madrid cuando tenías doce años, y los que has adquirido en el convento al lado de aquella santa mujer. Díselo para que se tranquilice... [el sentido es irónico, ha de entenderse que ambas cosas son imposibles]
Escena V[39]
... lo que sé de buena tinta / y sobre ello á hablaros vengo, / es que con la vecindad / los niños se conocieron, / que Diego quiere á Isabel / y que Isabel quiere á Diego. / Vos lo sabeis, yo lo sé, / y pues los dos lo sabemos, / cásense si estais conforme, / y en paz y todos contentos.
Versión musical, del Maestro Arrieta, con letra de Eugenio Blasco, 1867[40]
Ventana con reja en un pueblo andaluz.
En los lugares andaluces, nada hay que pasme tanto como una boda repentina. Por allí todo suele hacerse con mucha pausa. ... donde más se extrema en Andalucía el hacer tiempo es en los noviazgos. Contribuye a esto, por un lado, la prudencia, que, reconociendo lo grave y trascendental del matrimonio, nos aconseja de continuo: antes que te cases, mira lo que haces. Y contribuye mucho más, por otro lado, que este mirar lo que se hace es sumamente divertido; es el mejor modo de matar o de hacer tiempo; es una grata ocupación, que se proporciona quien no tiene ninguna, y que no bien se casa se queda sin ella.

De aquí, sin duda, los interminables noviazgos de mi tierra, en los cuales además se dan los más bellos ejemplos de firme constancia que pueden registrar las historias de amor. Noviazgos hay que empiezan cuando el novio está con el dómine aprendiendo latín, pasas a través de las humanidades, de las leyes o de la medicina, y no terminan en boda hasta que el novio es juez de primera instancia o médico titular. Durante todo este tiempo, los novios se escriben cuando están ausentes; y cuando están en el mismo pueblo, se ven en misa por la mañana, se vuelven a ver dos o tres veces más durante el día, suelen pelar la pava[42]​ durante la siesta, vuelven a verse por la tarde en el paseo, van a la misma tertulia desde las ocho a las once de la noche, y ya, después de cenar, reinciden en verse y en hablarse por la reja, y hay noches en que se quedan pelando la pava otra vez, y mascando hierro, hasta que despunta en Oriente la aurora de los dedos de rosa.

Madre: ... A mí me habían dicho que la muchacha tuvo novio hace tiempo.

Vecina: Tendría ella quince años. Él se casó ya hace dos años con una prima de ella, por cierto. Nadie se acuerda del noviazgo.

Madre: ¿Cómo te acuerdas tú?

Vecina: ¡Me haces unas preguntas...!

Madre: A cada uno le gusta enterarse de lo que le duele. ¿Quién fue el novio?

Vecina: Leonardo.

Madre: ¿Qué Leonardo?

Vecina: Leonardo, el de los Félix.

Madre: (Levantándose)¡De los Félix!

Vecina: Mujer, ¿qué culpa tiene Leonardo de nada? Él tenía ocho años cuando las cuestiones.
Acto primero - Cuadro primero[43]
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se ha quedado novia por casar la panadera de pan más trabajado y fino, que le han muerto la pareja del ya imposible esposo.) ... No tienes ya en el mundo quien te quiera, / y ya tus desventuras y las mías / no tienen compañero, compañera. / Tórtola compañera de sus días, / que le dabas tus dedos cereales / y en su voz tu silencio entretenías. /.../ Como una buena fiebre iba a tu lado, / como un rayo dispuesto a ser herida, / como un lirio de olor precipitado. / Y sólo queda ya de tanta vida / un cadáver de cera desmayada / y un silencio de abeja detenida. / ¿Dónde tienes en esto la mirada / si no es descarriada por el suelo, / si no es por la mejilla trastornada? / Novia sin novio, novia sin consuelo, / te advierto entre barrancos y huracanes / tan extensa y tan sola como el cielo. / Corazón de relámpagos y afanes, / paginaba los libros de tus rosas, / apacentaba el hato de tus panes. / Ibas a ser la flor de las esposas, / y a pasos de relámpago tu esposo / se te va de las manos harinosas. /.../ Levántate: te esperan tus zapatos / junto a los suyos muertos en tu cama, / y la lluviosa pena en sus retratos / desde cuyos presidios te reclama.[44]
mi pobre niña... cuando su desgracia, se quedó soltera por falta de padre o de hermano mayor que obligara al cochino del novio a dar la cara, aunque -la verdad- yo casi me he alegrado del abandono porque era un hombre imposible que la hubiera hecho desgraciada y la hubiera hecho caer hasta lo más bajo.

Canción y zarzuela

Ya se van los pastores a la Extremadura; / ya se queda la sierra triste y oscura. / Ya se van los pastores, ya se van marchando; / más de cuatro zagalas quedan llorando.[45]
Vals-Cuarteto (Serafín, Asia, Doña Simona, Pepa)

Sera. ¿Está dormida?

Asia. Dormida está

Pepa. (Ya puede asegurarse / que hoy vigilará.)

Sera. Yo te adoro, mi dulce ilusión, / y tu imagen grabada aquí está: / al momento / nos casamos / cuando tenga permiso de papá.

Pepa. (¡Ja, ja, ja!)

Sera. Si entra pronto papá en el poder...

Pepa. (Ilusiones del pobre señor.)

Sera. Al instante, / muy campante, / me voy a una provincia / de gobernador.

Pepa. (¡Huy qué horror!)

Asia. Yo quiero saber / si antes de todo eso / seré tu mujer.

Sera. Claro está que sí.

Asia. Es que pasa el tiempo / y estamos así.

Sim. (Este pillastrón / está haciendo el paso / de la seducción.)

Pepa. (¡Vaya una ocasión / pa pintar un cuadro / pa la Exposición!)

Asia. Yo tu esclava constante seré / y mi amor tuyo siempre será, / que un volcán hay en mi pecho / y en su lava / por ti abrasado está.

Pepa. ¡Allá va! (Como si le pidieran agua.)

Sera. Eres digna, por tu educación, / de ocupar una gran posición / y serás gobernadora / de Cuenca o de Zamora / o de Castellón.

Sim. (¡Bribón!)

Sera. ¡Tú eres vida / de mi alma, / tú eres alma / de mi ser! (Yendo a abrazarla.)

Asia. Quita, deja, / que nos mira / desde el puesto / la mujer.

...

Asia. ¡Ay, qué feliz que voy a ser / cuando seamos marido y mujer!

Sera. Tú mi consuelo constante serás.

Pepa. (Si no lo es de los demás.)

Sera. ¡Oh qué placer! ¡Oh qué ilusión! / ¡Tú eres encanto de mi corazón; / tú haces que loco me vuelva por ti / siempre que a tu lado me veo así! / ¡Te amo!

Asia. ¡Me ama!

(Doña Simona [ronca] estrepitosamente.)

Pepa. ¡Agua!

Échame una mano, prima / que viene mi novio a verme. / Estoy tan nerviosa que / no se que vesti[d]o ponerme.

Correspondencia

En el género epistolar tienen un gran peso las cartas que se intercambian los novios o cartas de amor, y que en el caso de que no sepan leer y escribir, han de hacer esos servicios otra persona, con lo que se ve afectada la expresión de la intimidad.[46]

Filmografía

Notas

  1. Real Academia Española. «Definición de “noviazgo”». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. Real Academia Española (2014). «Definición de “novio”». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa.
  3. Real Academia Española. «salir». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  4. Real Academia Española. «hablar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  5. Real Academia Española. «ligar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  6. Real Academia Española. «tontear». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  7. Real Academia Española. «flirteo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  8. «Concertar una cita», acepción 8 Real Academia Española. «quedar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  9. Applbaum, Kalman D. “Marriage with the Proper Stranger: Arranged Marriage in Metropolitan Japan.” Ethnology 34.1 (1995): 37-51. Fuente citada en Miai
  10. «Entablar»: «dar comienzo a una conversación, batalla, amistad, etc. - Disponer, preparar, emprender una pretensión, negocio o dependencia». Acepciones 2 y 3 Real Academia Española. «entablar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  11. Real Academia Española. «ennoviarse». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).  Real Academia Española. «echarse». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). : «Dicho de una persona: entablar determinada relación con otra. Echarse novia».
  12. Elena Mengual, 22 palabras que nunca imaginarías que están admitidas por el DRAE, El Mundo, 29/10/2014Real Academia Española. «amigovio». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  13. Real Academia Española. «proposiciones deshonestas». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  14. Real Academia Española. «compromiso». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Real Academia Española. «petición de mano». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  15. Real Academia Española. «desposorio». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Real Academia Española. «esponsales». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  16. Carmen Martín Gaite, Usos amorosos de la postguerra española, 1987. Arturo Pérez Reverte, Baile agarrado e ira de Dios, XLSemanal, 26 de octubre de 2014.
  17. Fundación FOESSA, Estudios sociológicos sobre la situación social de España, 1975
  18. Carmen Martín Gaite, Usos amorosos de dieciocho en España, 1972
  19. Pierre Chaunu, Historia, ciencia social: La duración, el espacio y el hombre en la época moderna. El entrecomillado es citado en Anthropos Revista de Informacion Y Documentacion
  20. «Online etymology dictionary». etymonline.com. Consultado el 7 de enero de 2019. 
  21. Etimologías de Chile. Real Academia Española. «nupcias». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Real Academia Española. «novio». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Real Academia Española. «núbil». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Real Academia Española. «conyugal». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  22. El comienzo del noviazgo en 'Palabra de Gitano'. Véase la costumbre matrimonial gitana en Rusia: Gypsies - Marriage and Family
  23. KING, Jason E. El noviazgo: Una guía católica práctica 2009 Catholic Information Service. Knights of Columbus Supreme Council. El título original, en inglés, es: Dating. A Practical Catholic Guide
  24. A esta época corresponde la Entrada n.º 1 de la definición de la palabra novio del DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA y su etimología
  25. En idioma inglés, las personas que se están casando son llamadas groom y bride
  26. KING, Jason E. Op. Cit. Pág. 5.
  27. A esta época corresponde la Entrada n.º 2 de la definición de la palabra novio del DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA
  28. KING, Jason E. Op. Cit. Pág.6
  29. KING, Jason E. Op. Cit. Pág.7
  30. Romances infantiles para ser cantados. Dolores Flores Moreno, El romancero popular en la campiña oriental sevillana
  31. B. MilnerThornton, “A Feather Bed Dictionary: Colonialism and Sexuality,” History Compass: Blackwell Synergy, 5 (2007),
  32. "Romance on a Global Stage", a 2003 anthropology study by Nicole Constable, Professor of Anthropology, University of Pittsburgh. Fuente citada en Mail-order bride.
  33. Bill, T. (n.d.). Field work and family work picture brides on Hawai'i's sugar plantations, 1910 - 1920. Fuente citada en Picture bride
  34. Online Romance Scams Continue To Grow," KMBC. Fuente citada en Romance scam
  35. Ficha en el Reina Sofía
  36. Art Institute Chicago.
  37. Ecured;Tercero Medio - Lenguaje y comunicación - Unidad 2 Subunidad 1: El tema del amor en la literatura Archivado el 2 de marzo de 2018 en Wayback Machine.
  38. Centro Virtual Cervantes
  39. Centro Virtual Cervantes
  40. Google Books
  41. Edición de Mínimal, 2015
  42. «Conversar los enamorados» Real Academia Española. «pelar la pava». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  43. Texto
  44. Poeticus - Carlos Fenoll multimedia.centenario
  45. La melodía se usa también como carillón. Citado en Ana María Matute, Todos mis cuentos
  46. Antonio Castillo y Verónica Sierra (dirs.), Cinco siglos de cartas: historia y prácticas epistolares en las épocas modena y contemporánea

Enlaces externos