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En la Argentina, la derrota en el conflicto precipitó el fin de la Junta Militar del llamado [[Proceso de Reorganización Nacional]] que gobernaba el país. Posteriormente, en diciembre de 1983, se realizaron elecciones y se instaló un gobierno democrático.
En la Argentina, la derrota en el conflicto precipitó el fin de la Junta Militar del llamado [[Proceso de Reorganización Nacional]] que gobernaba el país. Posteriormente, en diciembre de 1983, se realizaron elecciones y se instaló un gobierno democrático.


Luego de más de tres décadas de acaecido el conflicto, las Naciones Unidas continúan considerando los tres archipiélagos con sus aguas circundantes como territorios con soberanía aún no definida, entre Argentina y el Reino Unido.
Luego de más de tres décadas de acaecido el conflicto, las Naciones Unidas continúan considerando los tres archipiélagos con sus aguas circundantes como territorios con soberanía perteneciente a Argentina


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Guerra de las Malvinas
Parte de Cuestión de las islas Malvinas

Movimientos de las flotas británicas a las Islas Malvinas y Georgias del Sur.
Fecha 2 de abril de 1982[1]​-14 de junio de 1982[2]
(73 días).
Lugar Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
Coordenadas 51°45′S 59°00′O / -51.75, -59
Casus belli Crisis de los chatarreros en la isla San Pedro (Georgias del Sur) y posterior desembarco argentino en las islas Malvinas.
Resultado Victoria británica.
La Resolución 37/9 de la Asamblea General de las Naciones Unidas de noviembre de 1982 pide reanudar las negociaciones por la soberanía tras el cese de hostilidades.
Cambios territoriales Las Malvinas vuelven a formar parte de la Argentina luego del 2 de abril de 1982 pero son recuperadas por el Reino Unido tras el 14 de junio de 1982.
Beligerantes
  • Figuras políticas
  • Comandantes
  • Fuerzas en combate
    Ejército: 10 100
    38 barcos
    • 1 portaaviones
    • 1 crucero
    • 6 destructores
    • 3 corbetas
    • 2 buque tanques
    • 1 buque desembarco de tanques
    • 2 rompehielos
    • 9 transportes
    • 2 submarinos
    • 2 avisos
    • 2 lancha guardacostas
    • 7 buques espías
    Ejército: 10 700
    111 barcos
    • 2 portaaviones
    • 2 buque de asalto anfibios
    • 8 destructores
    • 15 fragatas
    • 6 buque desembarco de tanques
    • 1 rompehielos
    • 3 transatlánticos
    • 25 buque tanques
    • 40 transportes
    • 6 submarinos
    • 3 dragaminas
    Bajas
    649 muertos
    De 350 a 454 suicidios[3]
    1300 heridos[4]
    11 313 capturados
    47 aeronaves destruidas
    6 barcos hundidos
    255 muertos[5]
    264 suicidios [6]
    775 heridos[cita requerida]
    2700-6600 casos psiquiátricos[7][8]
    115 capturados
    34 aeronaves destruidas
    8 barcos hundidos

    3 civiles muertos por un bombardeo erróneo de un barco británico[9]

    La Guerra de las Malvinas o Conflicto del Atlántico Sur (en inglés, Falklands War) fue un enfrentamiento bélico entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte que tuvo lugar en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. La guerra se desarrolló entre el 2 de abril, día del desembarco argentino en las islas, y el 14 de junio de 1982, fecha acordada del cese de hostilidades en Malvinas,[10]​ aunque los británicos invadieron las Sandwich del Sur y el 20 de junio desalojaron las instalaciones de la Base Corbeta Uruguay de la Argentina, en el marco de la Operación Keyhole.

    El origen de la guerra fue el intento por parte de la Argentina de recuperar la soberanía de las islas, a las que las Naciones Unidas consideran territorios en litigio entre Argentina y el Reino Unido, aunque este último los administra y explota. Su descubrimiento es motivo de controversias; fueron ocupados en forma sucesiva por España, Francia, Argentina y el Reino Unido (en la actualidad).[11]​ Argentina considera que estos territorios se encuentran ocupados por una potencia invasora, y los considera parte de su provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.[10]​ El saldo final de la guerra en vidas humanas fue de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.

    En el Reino Unido, la victoria en el enfrentamiento ayudó a que el gobierno conservador de Margaret Thatcher fuera reelegido en los comienzos del año 1983.[12]

    En la Argentina, la derrota en el conflicto precipitó el fin de la Junta Militar del llamado Proceso de Reorganización Nacional que gobernaba el país. Posteriormente, en diciembre de 1983, se realizaron elecciones y se instaló un gobierno democrático.

    Luego de más de tres décadas de acaecido el conflicto, las Naciones Unidas continúan considerando los tres archipiélagos con sus aguas circundantes como territorios con soberanía perteneciente a Argentina

    Las causas

    Situación en el Reino Unido antes del conflicto

    En el año 1982 el Reino Unido se encontraba en una difícil situación económica, el Partido Conservador que estaba en el poder sufría un notorio desgaste, la popularidad de su primer ministro estaba en descenso y en ese tiempo había huelgas en las minas de carbón.

    Al creciente descontento laboral en ese país, se sumaba una sensación de amenaza de muerte en el ánimo de los jefes de la marina británica, que veían cómo avanzaban los planes de reducción de la flota de guerra, en el contexto de la guerra fría.

    Situación en Argentina antes del conflicto

    A principios de los años 1980, el modelo impuesto por el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional dio claras muestras de agotamiento, lo que provocó numerosas tensiones sociales: 90% de inflación anual, recesión profunda, interrupción de buena parte de la actividad económica, generalización del IVA, empobrecimiento de las clases medias, brusco aumento del endeudamiento externo de las empresas y del Estado, salario real cada vez más depreciado, aumento de la pobreza, etc. A su vez las constantes protestas de diversos organismos de Derechos Humanos por los desaparecidos hacían más evidente la crisis del gobierno militar.

    Después de los cambios de poder de la junta militar a finales de marzo de 1981, el General Leopoldo Galtieri reemplazó al General Roberto Viola (quien a su vez había sucedido a Jorge Rafael Videla), integrando la Junta con el Brigadier Basilio Lami Dozo y el Almirante Jorge Anaya. Este último propuso la recuperación de las Malvinas mediante la acción militar como solución al largo conflicto por la soberanía.[13]​ La Junta aprobó el plan, entre otras varias razones, tanto por el efecto que podría tener para desviar la atención social de los problemas del momento, como por las posibilidades de recuperar el crédito perdido entre muy amplios sectores del país que serían sensibles ante una acción de interés patriótico como esa.[14]​ El periódico La Prensa especuló con que sería un plan a efectuarse paso a paso, comenzando con cortar el suministro a las islas, y que terminaría en acciones directas hacia fines de 1982, si las conversaciones en la ONU hubiesen sido infructuosas.[15][16]​ La decisión final fue tomada bajo las erróneas suposiciones de que el Reino Unido nunca respondería militarmente y de que los Estados Unidos de América se mantendrían prescindentes, respaldando en última instancia a un país americano.[17]

    Previamente, el 19 de marzo de 1982, la tensión entre los dos países se incrementó cuando el ARA Bahía Buen Suceso transportó un grupo de comerciantes de chatarra argentinos que habrían izado una bandera de Argentina en la isla San Pedro (Georgia del Sur), principal del archipiélago, durante una permanencia por trabajo que había sido previamente acordada por ambas naciones. Este acto fue más tarde visto por los británicos como el primer acto de la guerra. La nave HMS Endurance fue enviada desde el puerto de Stanley hacia las Georgias, hecho que llevó a un pequeño desembarco argentino en la isla. La junta comenzó a estudiar la posibilidad de ocupar las islas antes de que los británicos pudieran reforzarlas,[18]​ por lo que adelantaron todos los planes originalmente previstos y con el mayor secreto se adelantó la fecha del desembarco inicial en la isla Gran Malvina al 2 de abril.

    A pesar de las múltiples advertencias del capitán de la marina Nicholas Barker, la recuperación de las islas tomó por sorpresa al Reino Unido. Barker creía que la planeada retirada del HMS Endurance, que era la única nave británica en el Atlántico Sur, sería la chispa que precipitaría la acción militar, siendo para los argentinos una señal de que Gran Bretaña no estaba dispuesta a defender los territorios y habitantes en las islas y que pronto sería incapaz de hacerlo.[19][20]

    Aspectos económicos, políticos y geográfico-estratégicos

    En las islas existieron en otro tiempo importantes puestos balleneros, pero la gradual desaparición de numerosas especies de ballenas en los mares australes y los profundos cambios en el negocio aceitero hicieron que la relevancia económica de la actividad se redujera dramáticamente. No obstante, numerosas investigaciones confirmaron yacimientos de crudo en la plataforma continental en la que se encuentran las Malvinas.[21][22][23]​ Además la plataforma es rica en pesquería.

    Políticamente, el interés de Argentina por el archipiélago obedece a su visión del mismo como territorio irredento.

    Estratégicamente,

    1. La posesión de territorios adyacentes a la Antártida puede otorgar derechos sobre este continente en futuras negociaciones relacionadas con el mismo;
    2. El control de este archipiélago entrega a su ocupante una posición estratégica sobre el cruce austral y su tráfico marítimo.

    No obstante, en la década previa al estallido de la guerra, el Ministerio de Asuntos Exteriores británico consideraba las Malvinas más bien como un problema a la hora de estabilizar sus relaciones con América Latina. Pero, aunque propuso una devolución en arriendo (una soberanía de Argentina durante un tiempo prolongado con la expectativa de una devolución al final del mismo), los ciudadanos de las Malvinas se negaron a aceptar la propuesta.[24]

    Las noticias y el manejo de la información en la Guerra de las Malvinas

    Informativos de ATC, Argentina Televisora Color, durante la guerra de Malvinas. Crónicas desde las islas a cargo de Nicolás Kasanzew. Fuente: Canal 7. Televisión Pública de Argentina. Archivo de noticieros (1982).

    Las noticias de las Malvinas están ligadas directamente al desarrollo del conflicto bélico, desarrollado entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982. El manejo de la información es un recurso importante para cualquier fuerza armada en situaciones de guerra, ya que puede utilizarse para obtener nueva información, provocar errores en el contrincante, generar efectos entre los propios y los aliados. También es un buen elemento de propaganda política.

    Tipos de noticias en la Guerra de las Malvinas

    • Las noticias militares son las que narran la guerra desde el punto de vista estrictamente militar. Son expresadas por medio de comunicados y declaraciones, y sus fuentes de información son institucionales. En ellas se relata, por ejemplo, el desplazamiento de tropas, posiciones de guerra, estrategias, etc.
    • Las noticias políticas comprenden acciones políticas, declaraciones y decisiones emanadas de la Junta Militar.
    • Las noticias diplomáticas son específicas y se dan en el espacio que se delimita entre el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino y de las Organización de las Naciones Unidas. Se dan por medio de declaraciones, entrevistas y citaciones, y su fuente es institucional.
    • Las noticias del mundo anglosajón son las que toman la guerra desde el punto de vista británico. Lo mismo sucede con las noticias desde el punto de vista estadounidense.
    • Las noticias económicas se refieren a las sanciones de la Comunidad Europea contra la economía argentina.
    • Las noticias históricas fueron publicadas principalmente en las primeras semanas del conflicto; consisten en narraciones cronológicas, grandes síntesis, antecedentes y explicación causal de la guerra.
    • Las noticias cotidianas ofrecen al lector narraciones pintorescas. Por ejemplo, cómo es un día en las Islas. Acercan las imágenes de una media lejana para un lector que nunca estuvo en las Islas. Sus personajes pertenecen al mundo privado.
    • Las noticias de la Iglesia católica adquieren una gran importancia con la llegada del Papa Juan Pablo II a Argentina. Constan de narraciones, declaraciones y documentos, y sus fuentes son institucionales.[25]
    • Las noticias de opinión describen las relaciones de causa/efecto del conflicto. Son jerárquicas e interpretativas, y están presentes al inicio y al final de la guerra.
    • Las noticias sobre otros medios son las que publican opiniones y reacciones de la prensa británica, los problemas de la censura, la contra-información y los rumores. Su fuente de información son los diarios británicos.

    Las fuentes de información, el Gobierno Argentino y el Británico

    La Junta Militar argentina había limitado el acceso de periodistas a las islas desde los comienzos del conflicto. Sólo hubo un pequeño número de reporteros argentinos destacados con autorización militar y que proveían su material.

    En los inicios del conflicto, el Gobierno Argentino fomentó la participación con los principales periódicos para construir una opinión pública favorable. Luego, con el agravamiento del conflicto, dispuso el control total de la información de guerra. El gobierno dictó las siguientes pautas para el cumplimiento del acta de la Junta Militar disponiendo el control de la información por cuestiones de seguridad:

    1- Todas las informaciones y las noticias provenientes del exterior utilizadas por los medios y toda información difundida por los medios relacionada con las operaciones militares y la seguridad nacional están sujetas al control del Estado Mayor.

    2- El Estado Mayor ejercerá el control de la información.

    3- El director y el editor de los medios de información serán considerados responsables directos de las transgresiones al artículo 1º.

    4- Toda transgresión será sancionada con la clausura del medio y el arresto del director o editor.

    El Gobierno Británico también controló férreamente la divulgación de informaciones que podrían afectar el desarrollo de las operaciones en curso

    La guerra

    Cascos usados por los soldados argentinos durante la guerra, exhibidos en el Museo del Bicentenario.

    Para un listado de las Fuerzas Armadas argentinas implicadas en el conflicto, véase este Anexo.

    Fundamentos políticos y militares de la acción argentina

    La decisión se basó en los siguientes supuestos políticos y militares:

    1. Naciones Unidas se había adherido firmemente a la doctrina de la guerra justa mediante la aprobación, por grandes mayorías, de las resoluciones 2131 (1965), 2326 (1967), 2908 (1972), 3281 (1974) y 3314 (1974), que reconocían explícitamente la legitimidad de las guerras de liberación, de autodeterminación, contrarias a la opresión racial, etc. Amparada en este antecedente legal, la mención a una hipotética recuperación de las islas por la vía armada había estado presente en el discurso diplomático bilateral desde 1972.[26]

    2. Entre 1981 y 1982, varias acciones del Gobierno británico fueron interpretadas por la Junta militar argentina como señales de desinterés por el archipiélago, sus habitantes y su futuro; entre otras:

    • Debido a recortes presupuestarios, el Ministerio de Defensa británico decidió prescindir de sus dos portaaviones (HMS Hermes y HMS Invincible), de sus dos buques de desembarco de tropas (HMS Fearless y HMS Intrepid) y del patrullero antártico HMS Endurance, llamado por los británicos «el guardián de las Islas Falkland». Varios periódicos argentinos llegaron a afirmar que el Reino Unido abandonaba la protección de las Islas Malvinas. En el mismo sentido, los representantes malvinenses en Londres expresaron su profunda preocupación por el inminente desarme.[27]
    • La nueva ley de nacionalidad aprobada por el Parlamento británico relegaba a la mayoría de los nativos malvinenses a una segunda categoría y les negaba la ciudadanía completa.[28]

    3. La guarnición británica en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur era reducida, y la lejanía a la metrópoli impedía la llegada de refuerzos a tiempo.

    4. La capacidad de guerra anfibia del Reino Unido por la distancia no parecía estar a la altura de las circunstancias, pese a su gran poderío aeronaval.

    5. La Junta no creyó probable que el Reino Unido realizara un contraataque a gran escala, afectando al territorio continental argentino —por ejemplo, usando sus submarinos nucleares— por una cuestión colonial sobre unas islas remotas.[29]​ En 2003, el gobierno argentino ha exigido una disculpa por el incidente.[30]

    La Operación Rosario

    Leopoldo Fortunato Galtieri, Presidente de facto de Argentina quien ordena la operación Rosario.

    La Operación Rosario (nombre de la operación de desembarco; la operación anfibia se denominó Operación Azul)[31]​ consistía en una serie de acciones de intensidad creciente encaminadas a la recuperación argentina de las islas, que se conseguirían en sentido inverso (de Este a Oeste y de menor a mayor relevancia política), iniciándose de la manera más discreta posible y culminando con la toma del archipiélago de las Islas Malvinas y de su capital, Puerto Stanley, mediante un asalto directo, pero sin causar bajas al enemigo para evitar una futura reacción militar británica.

    La Junta logró mantener en secreto el plan de Anaya hasta apenas 48 horas antes del inicio de las hostilidades.

    Los planes de replicar el método como solución al conflicto del Beagle

    El Gobierno argentino diseñó el plan denominado Operación Rosario para la recuperación militar de los tres archipiélagos en disputa con el Reino Unido y Chile, alterando el statu quo por la vía de los hechos. La operación fue diseñada entre finales de 1981 y principios de 1982 por el Almirante Jorge Isaac Anaya, miembro de la Junta presidida por Galtieri.

    Tras la conquista de las islas, algunas fuentes inciden en la posibilidad concreta de que la Argentina tuviese también por objetivo a medio plazo ocupar militarmente los archipiélagos al sur del Canal de Beagle en disputa con Chile para solucionar el Conflicto del Beagle. Éste se encontraba en esos momentos bajo una mediación del papa Juan Pablo II,[32]​ por la cual ambos gobiernos se comprometieron a no hacer uso de la fuerza y a abstenerse de tomar medidas que turbasen la armonía entre las dos naciones.[33][34]​ Esa posibilidad hizo que Chile apoyase en el conflicto a los británicos, a diferencia de los demás países de la región que simpatizaban con la causa argentina.

    El Brigadier General Basilio Arturo Ignacio Lami Dozo, jefe de la Fuerza Aérea Argentina durante la guerra de las Malvinas, confirmó estos planes en una entrevista con el diario Perfil. Galtieri le comunicó:

    Que saquen el ejemplo [los chilenos] de lo que estamos haciendo ahora porque después les toca a ellos.
    Presidente de Argentina Leopoldo Fortunato Galtieri[35]

    También Oscar Camilión, último Ministro de Relaciones exteriores de la República Argentina antes de la guerra había mencionado los planes en sus "Memorias Políticas":

    Los planes militares eran, en la hipótesis de resolver el caso Malvinas, invadir las islas en disputa en el Beagle. Esa era la decisión de la Armada…

    Los planes de invadir las islas en disputa con Chile eran discutidos abiertamente en la opinión pública de Argentina.[37]​ Por ejemplo, Manfred Schönfeld en La Prensa del 2 de junio de 1982, cuando la visión del "vamos ganando" todavía hacía furor en Buenos Aires, opinaba sobre el curso de acción tras la (exitosa) guerra de las Malvinas:

    Para nosotros no lo estará [terminada la guerra], porque, inmediatamente después de barrido el enemigo de las Malvinas, debe serlo de las Georgias, Sandwich del Sur y de todos los demás archipiélagos australes argentinos...
    Manfred Schönfeld[38]

    Los más altos oficiales del ejército argentino anunciaban públicamente la ocupación de las islas en disputa con Chile. El General (R) argentino Osiris Villegas, jefe de la primera delegación argentina para la mediación ante la Santa Sede anunciaba:

    ...no persistir en una diplomacia bilateral que durante años la ha inhibido [a Argentina] para efectuar actos de posesión efectiva en las islas en litigio que son los hechos reales que garantizan el establecimiento de una soberanía usurpada y la preservación de la integridad del territorio nacional.l
    General (R) Osiris Villegas[39]

    Estos planes son conocidos también en los análisis de la política internacional, como en el caso del estudioso Kalevi Jaakko Holsti en The State, War, and the State of War:

    Displaying the mentality of the Argentine military regime in the 1970s, as another example, there was "Plan Rosario" according to which Argentina would attack the Malvinas and then turn to settle the Beagle Channel problem by force. The sequence, according to the plan, could also be reversed.
    Kalevi Jaakko Holsti, The State, War, and the State of War[40]

    El día 2 de abril de 1982, durante la multitudinaria manifestación en la Plaza de Mayo en Buenos Aires se escuchaban cánticos como:

    Palo, palo, palo, palo bonito palo es, eh, eh, eh, que se cuide Pinochet[41][42]
    eh, eh, eh, que risa que se ve, ahora que se cuide, que se cuide Pinochet[41]
    Tero, tero, tero, tero, tero, tero, tero, tero, hoy le toca a los ingleses y mañana a los chilenos[41]

    Antes de la recuperación de las Malvinas, las Fuerzas Armadas Argentinas desplazaron sus mejores unidades a la frontera oeste y luego las reforzaron con las unidades de élite que retiraban de las islas, en la suposición de que los británicos no se defenderían.

    Chile, ya alertado por la Operación Soberanía y por la provocación de "Gurruchaga" en la isla Deceit en las semanas anteriores, movilizó a la flota hacia el sur en silencio de radio y apostó, como 3 años antes, sus regimientos en la frontera.

    Crisis de los chatarreros en las islas Georgias del Sur

    En septiembre de 1979, el empresario argentino Constantino Davidoff, especializado en negocios con chatarra, firmó un contrato con la empresa Christian Salvensen de Edimburgo, por el cual adquirió las instalaciones balleneras abandonadas en la isla San Pedro (Georgias del Sur).

    Margaret Thatcher, Primera Ministra británica durante la Guerra de las Malvinas.

    Davidoff gestionó en la Embajada británica de Buenos Aires el servicio del buque HMS Endurance con el fin de transportar a las islas el personal y equipos necesarios para desmantelar las instalaciones, pero como su pedido no fue aceptado, la Armada Argentina llevó a cabo la tarea.

    El empresario comunicó a la Embajada británica su viaje al archipiélago de Malvinas y, en diciembre de 1981, zarpó con destino a las Georgias, a bordo del rompehielos ARA Almirante Irízar (Q-5).

    Meses más tarde, el 19 de marzo de 1982, con motivo de un nuevo viaje de Davidoff al lugar, ahora en el ARA Bahía Buen Suceso (B-6), se produjo el presunto izado de una bandera argentina en las islas que provocó que el Ministerio de Exteriores Británico ordenase el envío del HMS Endurance con el objetivo de obligar a los operarios a arriar la bandera y evitar el desembarco del personal.

    El 20 de marzo, Margaret Thatcher fue informada de lo sucedido y decidió enviar el HMS Endurance desde Puerto Stanley, con un complemento de 24 soldados de marina. Se organizó además una protesta diplomática en Buenos Aires.

    El 21 de marzo, después de la marcha del ARA Bahía Buen Suceso (B-6) y con el grupo de Davidoff en tierra para seguir con sus tareas, se solicitó al Gobierno argentino que desalojase a los operarios allí apostados.

    Recuperación de las Georgias del Sur

    El 23 de marzo Joaquín Pantoja, el comandante del Grupo Naval Antártico y capitán al mando del ARA Bahía Paraíso (B-1), recibió órdenes del Estado Mayor General Naval de dirigirse a máxima velocidad a las islas Georgias del Sur, con la misión de evitar el desalojo del grupo de obreros argentinos de Davidoff por parte del HMS Endurance, salido a tal efecto desde las islas Malvinas.[43]

    Un Westland Wessex en la Isla Ascensión en mayo de 1982.

    El B-1, comandado por Trombetta, arribó a Puerto Leith en la noche del 24 de marzo y desembarcó un grupo de apoyo a los obreros argentinos; luego, permaneció en la zona y patrulló con sus helicópteros el área durante las horas subsiguientes. Las noticias procedentes del sur dieron cuenta de un inusual movimiento de buques de guerra de la Armada Argentina en el Atlántico Sur.[44]

    El 28 de marzo de 1982 el ARA Santísima Trinidad (D-2) zarpó como buque insignia del Comandante de la Fuerza de Tareas 40, embarcando a su comandante y al Comandante del teatro de Operaciones Malvinas, el General de División Osvaldo García.

    El 1 de abril el Estado Mayor General Naval recibió la orden de "ocupar Grytviken y mantener Leith a fin de asegurar el dominio de las islas Georgias", para lo que se le asignó la corbeta portamisiles ARA Guerrico (P-2; actual P-32) al mando del CF Carlos Alfonso, y un grupo de Infantería de Marina al mando del Teniente de Navío Guillermo Luna.

    Como consecuencia de lo anterior, se sucedieron una serie de reuniones y conversaciones de alto nivel mandatario a fin de evitar la acción argentina. La noche del día 1 de abril Ronald Reagan se comprometió ante Margaret Thatcher a hablar con la Junta militar para evitar el ataque. No obstante, su conversación telefónica con Galtieri fue infructuosa.[45]

    El desembarco en las Islas Malvinas

    Orden de batalla
    Argentina Reino Unido
    Fuerza de Operaciones 40 (comandante: vicealmirante Juan Lombardo)
    • Destructor misilístico ARA Hércules (D-1) (actual B-52) (4100 t) con 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1 misil), 1 lanzamisiles doble antiaéreo Sea Dart, 1 cañón de 114 mm, 2 antiaéreos de 20 mm, 2 lanzadores triples de torpedos de 324 mm y 1 helicóptero Westland Sea Lynx (1977).
    • Destructor misilístico D-2 ARA Santísima Trinidad (D-2) (4100 t) con 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1 misil), 1 lanzamisiles doble antiaéreo Sea Dart, 1 cañón de 114 mm, 2 antiaéreos de 20 mm, 2 lanzadores triples de torpedos de 324 mm y 1 helicóptero Westland Sea Lynx (1981).
    • Corbeta misilística ARA Drummond (P-1) (actual P-31) (1250 t) 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1 misil), 1 cañón de 100 mm + 1 doble de 40 mm (1978).
    • Corbeta misilística ARA Granville (P-3) (actual P-33) (1250 t) con 4 lanzadoras de misiles MM-38 Exocet antibuque (cada una, 1 misil), 1 cañón de 100 mm + 1 doble de 40 mm (1981).
    • Submarino ARA Santa Fe (S-21) (1526 t) (Clase Balao ex-USS Catfish SS 339) con 10 tubos lanzatorpedos de 254 y 533 mm (1944, modernizado en 1960).
    • Rompehielos ARA Almirante Irízar (Q-5) (14 900 t) con 2 helicópteros medianos Sikorsky Sea King (1978).
    • Buque de transporte ARA Isla de los Estados (B-18) (3100 t, 1951).
    • Buque de desembarco de tanques LST ARA Cabo San Antonio (Q-42) (8000 t, 1977).
    • 84 comandos anfibios y buzos tácticos embarcados.
    • 1º y 2º batallón de infantería de marina blindada (con vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5).
    Comandante: gobernador Rex Hunt

    • La 3ra Sección de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25 del Ejército Argentino y parte de la jefatura de esa unidad.

    El 25 de marzo el general de división Osvaldo Jorge García, como comandante del Teatro de Operaciones Malvinas, dio órdenes de ejecutar el plan de operaciones.

    El 26 de marzo, una importante fuerza naval argentina abandonó Puerto Belgrano bajo la apariencia de disponerse a realizar unas maniobras con la flota uruguaya. Sin embargo, dirigieron sus pasos hacia las islas Malvinas.

    El día 30, la inteligencia británica notificó al gobernador Rex Hunt que se trataba de una amenaza real y que se esperaba la acción militar para el día 2 de abril. Hunt reunió a sus pocas tropas y les encomendó la defensa de las islas. En la mañana del 1 de abril, apagaron el faro e inutilizaron el pequeño aeropuerto local y sus radiobalizas. Ese mismo día el general García, debido a las malas condiciones meteorológicas reinantes, postergó un día la operación de desembarco, fijando como día “D” al 2 de abril y como hora “H” las 06:00.[46]

    Cronología del ataque

    El 1 de abril, a las 21:18, el primer grupo de botes se desprendió del D-2: 84 comandos anfibios y buzos tácticos bajo el mando del Capitán de Corbeta Guillermo Sánchez-Sabarots. A las 22:45, el grueso de la Agrupación de Comandos Anfibios salió del buque en 19 embarcaciones destacándose, inmediatamente, el destructor en su zona de patrullado. Desembarcaron en Mullet Creek sobre las 23:00. A esa misma hora, el submarino ARA Santa Fe (S-21) libró a otros diez buzos tácticos para colocar balizas de radionavegación y ocupar el Faro San Felipe (Pembroke). Cuando el ARA Santa Fe (S-21) emergió, fue detectado por el radar de navegación del buque costero Forrest dándose inicio a las hostilidades. A las 23:40 en la zona del aeropuerto se observó una bengala verde y al poco tiempo fue apagado el Faro San Felipe.

    Ya el 2 de abril a primeras horas se dio el desembarco de un grupo de comandos anfibios y de buzos tácticos con botes neumáticos para despejar posibles obstáculos o minas que hubieran en la playas para el arribo de los vehículos anfibios, a la 1:30, los hombres de Sánchez-Sabarots se dividieron en dos grupos: el primero, comandado por él mismo, se dirigió a los barracones de la infantería de marina británica en Moody Brook para atacarlos; el segundo, bajo el mando del Capitán de Corbeta Pedro Edgardo Giachino, segundo jefe del Batallón de Infantería de Marina 1 (BIM 1), avanzó hacia Puerto Stanley con objeto de tomar las oficinas del Gobernador y capturarlo. El cabo Jacinto Eliseo Batista integró el grupo inicial de comandos que desembarcó en Pembroke:

    Pasamos a muy poca distancia del grupo de ametralladoras que nos estaba esperando en la playa. Pedimos autorización para tomarlos, cosa que fue denegada, primero porque no tenía que haber bajas y segundo porque no querían que se devele la operación.

    A la 1:55, el submarino ARA Santa Fe (S-21) salió a la superficie, frente a Punta Calebroña y lanzó sus Buzos Tácticos a unos 3000  m del Faro San Felipe, que se encontraba apagado, alejándose, luego, a máxima velocidad en superficie, para regresar a su lugar de patrulla. Pero los británicos, sobre aviso, habían evacuado los barracones y estaban desplegados en posiciones de combate para defender la localidad.

    A las 4:20, el destructor ARA Hércules (D-1) izó su Pabellón de Guerra y comenzó su patrullado en Puerto Groussac, protegiendo a la iniciación de la fase de asalto, la aproximación del BDT ARA Cabo San Antonio (Q-42)y de la corbeta ARA Drummond (P-1). A las 5:45, la Fuerza de Desembarco de Sánchez Sabarots abrió intenso fuego automático y de granadas de aturdimiento sobre los barracones donde suponían a los infantes de marina británicos. A los pocos minutos, descubrieron que nadie devolvía el fuego (estaban vacíos). El ruido, por el contrario, alertó al mayor Mike Norman —que dirigía a las fuerzas británicas— de que los argentinos habían llegado.

    Cerca de las 6:00 se apagaron las luces de la bodega del BDT, se abrieron las compuertas de proa y se pusieron en marcha los enormes extractores de gases.

    A las 6:22, llegó la orden "¡Primera ola al agua!" y, desde el BDT ARA Cabo San Antonio (Q-42), comenzaron a desembarcar los vehículos anfibios, con fuerzas del Regimiento 25 de Infantería 'Especial'[47]​del Ejército Argentino. El ARA Cabo San Antonio (Q-42) libró la Compañía E de infantes de marina y vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5 del Batallón de Vehículos Anfibios Nº 1 del capitán de fragata Guillermo Cazzaniga, orientándose con las balizas que habían colocado los buzos tácticos del ARA Santa Fe (S-21). La primera oleada, bajo el mando del capitán de corbeta (IM) Hugo Santillán, llegó a tierra y tomó la dirección del aeropuerto. La Compañía "D" desembarcó poco después para ocupar el faro.

    A las 6:30, desde el D-2, se irradió un comunicado en el que intimaba a la población a no ofrecer resistencia para evitar derramamiento de sangre.

    El grupo de Giachino, la avanzada de las fuerzas argentinas, se dirigió a la casa del Gobernador, invitándole a la rendición. Al no recibirse respuesta, entraron al anexo de los sirvientes, donde se había atrincherado un grupo de Marines Reales, entablándose un combate. Comenzó un tiroteo generalizado, donde se produjo la primera baja del conflicto, el CCIM Pedro Giachino, que fue herido mortalmente;[48]​ fueron también alcanzados por las esquirlas y resultaron heridos de gravedad, el Teniente de Fragata Diego García Quiroga y el Cabo Primero Ernesto Urbina. El resto de sus hombres se replegaron, aunque mantuvieron el asedio sobre la sede del gobierno británico, disparando desde una posición elevada ubicada al sur de la misma.

    Los constantes cambios de posición de los comandos anfibios argentinos y el uso de granadas de aturdimiento hicieron creer a los defensores que estaban bajo el ataque de una fuerza numéricamente muy superior a la real, lo cual resultó decisivo para obtener su rendición. A los pocos minutos, aterrizó el primer Lockheed C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina en el Aeropuerto de Puerto Stanley.

    Cuando la Compañía E del Teniente de Navío Carlos Aruani llegó a las proximidades del viejo aeropuerto, sufrió el primer ataque de la infantería de marina británica. Un blindado LVTP-7 fue averiado por disparos de una ametralladora de la 2da Sección del teniente Bill Trollope, pero la tripulación argentina resultó ilesa. El capitán de fragata Alfredo Weinstabl, comandante del BIM 2 recuerda:

    Dispuse que la Compañía Delta del teniente de navío Di Paola desplegara para constituirse como base de fuego y la Echo del teniente de navío Aruani, sin desmontar de los vehículos a oruga, se lanzase hacia la ciudad Pero ya el Capitán Santillán, con sus morteros, ametralladoras, el fuego de los fusileros y fundamentalmente con un eficaz disparo de uno de sus cañones sin retroceso había hecho que los ingleses cesaran en su acción retirándose al interior de la localidad.[49]

    El Contraalmirante Busser, responsable del desembarco, comenzó a preocuparse: las tropas blindadas aún no habían entrado en contacto con los comandos, y la resistencia británica era más intensa de lo esperado. Ordenó entonces que un Pelotón de Fusileros del Batallón del BIM 1 bajo órdenes del teniente de navío Oscar Oulton fuesen helitransportados a la costa.

    A las 8:30, el gobernador Hunt y el mayor Norman, sitiados y bajo presión, debatieron qué hacer. Se sugirió dispersarse por el interior para iniciar una guerra de guerrillas, pero finalmente, creyéndose rodeados por una entera compañía de Infantería de Marina, decidieron que este plan de acción no tenía sentido.[50]​ Hicieron traer a Héctor Gilobert, un argentino residente de las islas al que consideraban un espía, y le encargaron negociar el alto el fuego. A las 9:30, el gobernador Hunt rindió las islas Malvinas al contraalmirante Busser. Poco tiempo después, más de 30 ciudadanos argentinos que habían sido tomados rehenes en la capital malvinense fueron liberados.[51]

    Durante la mañana del 2 de abril, un grupo de seis soldados argentinos tomó la radio local renombrándola LRA60 Radio Nacional Islas Malvinas, nombre que mantuvo hasta finalizar el conflicto. Días más tarde se sumó LUT8 Canal 7 Islas Malvinas, el primer canal de televisión.[52]

    Media docena de Royal Marines bajo el mando del cabo Stefan York evitaron ser capturados, pero pronto se vieron obligados a rendirse agotados a los pocos días de tomar refugio en Estancia House. Terry Peck, de la policía local tuvo más éxito, y pudo unirse a la fuerza de desembarco británico en San Carlos.

    Hechos finales del 2 de abril y sucesos del 3 de abril

    Un avión de transporte militar argentino llevó a Hunt a Montevideo desde donde se dirigió a Londres.

    Utilizando el helicóptero Westland Lynx Mk.23 0739/3-H-141, desde el ARA Hércules (D-1), se trasladó al abanderado de la Flota de Mar, el Teniente de Fragata Martín Cazaux, para afirmar el pabellón en Puerto Stanley (posteriormente, llamado Puerto Argentino).

    Cumplida su tarea por la Fuerza de Desembarco, algunas de sus fracciones se encontraban listas para el repliegue al Continente, que comenzó el mismo 2 de abril.

    En esas circunstancias, y ante la necesidad de brindar apoyo logístico a las unidades navales que operaban en el puerto de la capital de las islas, el comandante de la Flota de Mar dispuso la creación del Apostadero Naval Malvinas, designando como jefe del mismo al capitán de fragata Adolfo A. Gaffoglio.

    Al día siguiente, aparecieron en los periódicos británicos las fotos de los marines tendidos en el suelo boca abajo. Aproximadamente 120 defensores (incluyendo alrededor de 50 civiles voluntarios, ex marines reales, policías y miembros de la FIDF) fueron capturados por los argentinos en la acción.[53]

    Sin embargo, en las islas Georgia del Sur los británicos no aceptaron la rendición. Cuando en la mañana del día 3 las fuerzas argentinas trataron de tomar Grytviken, los 22 infantes de marina británicos reaccionaron, pero luego decidieron rendirse.

    Pasado el mediodía del 3 de abril de 1982, la bandera argentina ondeó sobre las islas Malvinas, las islas Georgias del Sur y las islas Sándwich del Sur (en estas últimas hacía varios años que flameaba pacíficamente).

    Los prisioneros británicos volvieron a su país desde Montevideo.

    Ese mismo día, Margaret Thatcher intervino en la Cámara de los Comunes para debatir el tema de las Malvinas; anunció la organización de una fuerza operativa especial, la creación de un gabinete de guerra y la renuncia, entre otras, de su Ministro de Asuntos Exteriores Lord Carrington.[54]

    Consolidación de la reconquista y repliegue de la FT

    Durante el 3 de abril se comenzó a replegar los elementos usados en el desembarco al BDT y al rompehielos; el grueso de las tropas que intervinieron en la recuperación regresó en aeronaves del Comando de la Aviación Naval y de la Fuerza Aérea Argentina.

    El 4 de abril, desde el ARA Isla de los Estados (B-8) se trasladó en helicópteros a Darwin y a Pradera del Ganso a la Compañía "C" del Regimiento de Infantería Nº 25 del Ejército Argentino, que ocupó ambos establecimientos sin hallar oposición.

    El 5 de abril una fracción de la Compañía de Ingenieros 9 ocupó Bahía Fox en la isla Gran Malvina.

    Tras la reconquista de las islas, entre el 6 y 7 de abril, los buques de la FT.20 y de la FT.40 se replegaron a la BNPB, a la que arribaron el 12 de abril.

    La diplomacia tras el desembarco

    Entre las primeras medidas tomadas por Argentina estuvieron algunas de carácter administrativo, aunque con fuerte valor simbólico: cambios de topónimos por sus versiones argentinas, instauración del español como lengua oficial, y modificación del código de la circulación vehicular para que se condujese por la derecha en vez de por la izquierda.

    El gobierno de Margaret Thatcher, inmerso en distintas reformas muy contestadas socialmente, se hallaba en una situación delicada. Francis Pym, su ministro de Asuntos Exteriores, no veía con buenos ojos un conflicto con Argentina por la posesión de unas islas remotas en el Atlántico Sur.

    Con todo, el 3 de abril el Reino Unido logró que la ONU aprobara la resolución 502, exigiendo a la Argentina que retirara sus tropas de los archipiélagos ocupados:

    El Consejo de Seguridad,

    Recordando la declaración formulada por el Presidente del Consejo de Seguridad en día 23 45a. Sesión del Consejo de Seguridad, celebrada el 1º de abril de 1982 (S/14944), en la que se instaba a los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a que se abstuvieran del uso o la amenaza de la fuerza en la región de las Islas Malvinas (Falkland),
    Profundamente preocupado por los informes acerca de una invasión por parte de las fuerzas armadas de la Argentina el 2 de abril de 1982,
    Declarando que existe un quebrantamiento de la paz en la región de las Islas Malvinas (Falkland),
    1. Exige la cesación inmediata de las hostilidades.
    2. Exige la retirada inmediata de todas las fuerzas argentinas de las Islas Malvinas (Falkland).

    3. Exhorta a los Gobiernos de la Argentina y el Reino Unido a que procuren hallar una solución diplomática a sus diferencias y a que respeten plenamente los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
    Resolución 502 del Consejo de Seguridad. Nueva York, 3 de abril de 1982.

    El presidente de Francia, François Mitterrand, telefoneó a Thatcher para expresarle su apoyo. El Reino Unido también cortó todas las relaciones comerciales con Argentina, y comenzó a buscar aliados diplomáticos con un éxito mucho mayor al de la Junta militar argentina.

    Javier Pérez de Cuéllar, entonces Secretario General de las Naciones Unidas.

    Durante el conflicto bélico, y a raíz de la inmediata ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos estados beligerantes, Perú representó los intereses diplomáticos de Argentina en Reino Unido y, a su vez, Suiza representó los intereses diplomáticos del Reino Unido en Argentina. Así, los diplomáticos argentinos destacados en Londres se convirtieron en diplomáticos peruanos de nacionalidad argentina y los británicos en Buenos Aires, diplomáticos suizos de nacionalidad británica. Por su parte, el régimen militar de Uruguay mantuvo una postura ambivalente frente al conflicto.[55]

    Durante el transcurso del conflicto bélico, los movimientos del Servicio de Inteligencia británico sobre la Embajada peruana en Londres y sus funcionarios diplomáticos conllevaron como respuesta numerosos mensajes de distracción.

    Se supo después que Perú no sólo apoyó a Argentina militarmente, con acciones de inteligencia y mediante el envío de una docena de aviones Mirage M5-P, en ese entonces casi nuevos[56]​ eludiendo radares chilenos que actuaban apoyando a inteligencia británica;[57]​ además de pilotos, instructores, pertrechos militares, misiles y medicinas.[58][59]​ Los citados aviones fueron "vendidos" a Argentina a dos millones de dólares cada uno en plazos muy amplios aunque su precio era de veinte millones de dólares por avión.[60]​ Perú fue uno de los pocos aliados de Argentina que la apoyó abiertamente durante el conflicto (hoy en día se habla de un apoyo extra de pilotos y de más misiles Exocet por parte del Perú hacia Argentina), también es un hecho que Perú movilizó su fuerza naval hacía el sur de su frontera ante una eventual intromisión de Chile a favor del Reino Unido.[61][62]

    Hacia el 9 de abril, el Reino Unido había logrado el pleno apoyo de la Comunidad Económica Europea (ahora Unión Europea), la OTAN, la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth) y la ONU. Surgieron entonces propuestas de paz por parte del Secretario General de las Naciones Unidas, el peruano Javier Pérez de Cuéllar, y del Presidente Peruano Fernando Belaúnde Terry.

    Alexander Haig, Secretario de Estado de Estados Unidos, recorrió miles de kilómetros intentando evitar la guerra entre dos de sus aliados. La mediación se basaba en dos puntos principales:

    1. Retirada de Argentina de las islas;
    2. Administración interina conjunta de las islas o, en último caso, una administración neutral mientras se negociase la soberanía;

    Aunque al menos en un par de ocasiones se estuvo a punto de conseguir, la oposición de Thatcher y Galtieri fue un obstáculo insalvable. Básicamente, la Primera Ministra declaraba que, una vez producida la invasión, no se podía pasar por alto a esta; Galtieri, por su parte, rechazó de plano la retirada voluntaria del ejército argentino.[63][64]

    La Unión Soviética, por su parte, se dedicó a observar el devenir de unos acontecimientos en los que dos aliados de los estadounidenses, ambos con gobiernos de derecha —una democracia y una dictadura—, se enfrentaban irremisiblemente. Moscú era consciente de que, más pronto que tarde, Washington tendría que decantarse por uno de los dos. Hacerlo implicaba romper la OTAN o romper el TIAR.[65]​ Cualquiera de las dos opciones resultaba beneficiosa para los soviéticos.

    Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos durante la Guerra de las Malvinas.

    Tras unas semanas de política de dos caras (postura diplomática y neutral de Haig por un lado, y continuo e importante apoyo militar y estratégico del Pentágono por otro),[66]​ hacia finales del mes de abril, el presidente estadounidense Ronald Reagan se decantó por los británicos y por la OTAN en detrimento de Argentina y el TIAR. Tanto la Unión Soviética como Cuba criticaron a Estados Unidos por este posicionamiento, y Fidel Castro llegó a ofrecer su apoyo a la Junta Militar argentina.

    Tras la experiencia de la Operación Soberanía, la dictadura militar de Chile optó también por apoyar a Gran Bretaña, motivada por sus conflictivas relaciones con Argentina que habían llegado al borde de la guerra a finales de 1978. Por lo demás, Chile no consideraba que se debiese aplicar el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca que implicaba que si un país de América era atacado por un extranjero todo el continente debía defenderlo) ya que entendía que Argentina no había sido atacada, sino que era ella la atacante.

    Desde los últimos días de abril, por tanto, el Reino Unido contó con apoyo diplomático, con inteligencia satelital estadounidense, con las últimas versiones de armamento estadounidense (AIM-9L Sidewinder, Stingers, etc.) y con datos tecnológicos esenciales de lo que se consideraba el arma más peligrosa de los argentinos: los misiles antibuque Exocet de fabricación francesa.

    Hay tres versiones sobre la conducta de los misiles Exocet:

    1. El Reino Unido accedió a las claves para desactivarlos en la fase de operación.
    2. No obstante la detallada información suministrada por el constructor Aérospatiale sobre las características de los Exocet y específicamente sobre su sistema de puntería final (homing) resultaron inútiles: este misil resultó ser extremadamente peligroso y en ningún momento de la guerra se pudieron establecer contramedidas eficaces contra él.
    3. Las contramedidas no funcionaron nunca: esto fue posible porque se habían comprado Exocet pero el personal francés no les cargó el "software" o lo hizo a medias, retirándose al inicio del conflicto. Por esta versión se dice que los misiles, al no poseer el software original, eran inmunes a las órdenes de desactivación británicas.

    No hubo declaración oficial de guerra por ninguna de las dos partes.

    Tras el hundimiento del General Belgrano con cuantiosas pérdidas humanas y la pérdida del Sheffield el Presidente peruano Fernando Belaúnde solicitó mediación a Thatcher que volvieron a fracasar. Por un lado la Primera Ministra mostró su reticencia a detener la guerra mientras los argentinos continuasen en las islas; a pesar de ello aceptó la negociación sin condiciones previas sobre plazos o consecuencias pero la Junta militar argentina se opuso.[67]

    Las condiciones definitivas del Gobierno británico para llegar a un acuerdo fueron redactadas el 16 de mayo, y se exigía a Argentina un plazo de 48 horas para aceptarlas sin negociación posible. Las condiciones, exigían la retirada incondicional de las tropas argentinas y el restablecimiento del statu quo previo. Centraban el conflicto en que la agresión de Argentina iba en contra del derecho de autodeterminación de los isleños y así fue como consiguieron que parte de la opinión pública mundial se pusiese del lado del Reino Unido. El rechazo de Argentina conllevó la respuesta militar británica.

    La guerra terrestre en Malvinas

    Desembarco británico y combates en el estrecho de San Carlos.

    La reacción del Reino Unido fue una operación lanzada el 5 de abril de 1982 gracias a la cual las islas volvieron al estado previo al desembarco argentino.

    Operación Corporate fue el nombre dado a la operación británica para retomar la posesión de las islas Malvinas en 1982. Gran Bretaña movilizó en total unos 30 000 miembros de sus fuerzas armadas para este conflicto, tanto en Gran Bretaña como en la isla Ascensión y en el Atlántico Sur.[68]​ El 30 de abril de 1982, el Ejército Argentino sufrió sus primeras bajas cuando un helicóptero UH-1H se precipitó cerca de Caleta Olivia en la Provincia de Santa Cruz. Al día siguiente, cazas navales Sea Harrier atacaron la Base Aérea Militar «Malvinas» y durante el ataque se anotó en el Diario de Guerra de la guarnición de Comodoro Rivadavia: «01 1030 May 82. Se detectó 2 (dos) submarinos en dirección a Caleta Olivia...».[69]

    El día 2 de mayo, el submarino HMS Conqueror[70]​ comandado por el comandante Chris Wreford-Brown atacó con dos torpedos al crucero ARA General Belgrano capitaneado por el Capitán de Navío Héctor Bonzo que se hundió en 40 minutos muriendo 323 de sus tripulantes.[71]​El 4 de mayo, dos Super Etendard guiados por un Neptune piloteado por el Capitán de Corbeta Ernesto Proni Leston lanzaron un misil Exocet que dejó inutilizado al destructor HMS Sheffield, acción que costó la vida de 20 marineros británicos e hirió a otros 63 de sus tripulantes.[72]

    Con el tiempo los británicos pudieron desplazar sus barcos al estrecho de San Carlos y el 21 de mayo desembarcaron la Brigada de Comandos 3 del Brigadier Julián Thompson.[73]​ Durante muchos días, los pilotos argentinos bombardearon los barcos, pero no pudo impedir el desembarco. Durante esos días, los Dagger y los Skyhawk de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) y los pilotos de la Armada de la República Argentina (ARA) pusieron fuera de combate o hundieron al menos a 11 naves británicas. Pero las fuerzas británicas provocaron fuertes bajas a los escuadrones de cazabombarderos argentinos. Entre los buques británicos dañados o hundidos estaban las fragatas 'Ardent' y 'Antelope', 'Antrim', 'Argonaut', 'Brilliant', 'Broadsword' y cuatro buques de desembarco logístico: 'Sir Galahad', 'Sir Lancelot', y 'Sir Bedivere'. Un destructor, Coventry y un mercante de transporte, Atlantic Conveyor fueron hundidos afuera de San Carlos el 25 de mayo.

    Los hombres del 2.º Batallón de Paracaidistas comandados por el Teniente Coronel Herbert Jones avanzaron rumbo a Goose Green, defendido por el Regimiento de Infantería 12 «General Arenales» a órdenes del Teniente Coronel Ítalo Ángel Piaggi y Mayor Alberto Frontera donde se produjo la batalla de Pradera del Ganso entre el 27 y el 28 de mayo. Al alba del 28 de mayo, el atacante bombardeó fuertemente las principales posiciones con morteros y bazucas, seguido por ametrallamientos. En la colina Darwin (denominado BLACK en el lado británico), un pelotón del RI 'Especial' 25 (pese a haber sido duramente golpeados por 1000 proyectiles de mortero[74]​) aguantó una carga de unos 100 británicos rechazándolos y donde muere el Teniente Roberto Néstor Estévez quien gana la máxima condecoración militar argentina. Esta acción le cuesta la vida al cabo Mario Rodolfo Castro (alcanzado por un francotirador británico, el Capitán John Young), quien se hace cargo de la radio de Estévez. Ante esto el soldado concripto Fabricio Edgar Carrascul comienza a transmitir por la radio hasta ser alcanzado y muerto por el mismo francotirador. Ambos combatientes argentinos son condecorados por su valentía. También son heridos de muerte los soldados conscriptos José Honorio Ortega y Horacio Lorenzo Giraudo del pelotón de Estévez y Cabo 1.º Osvaldo Faustino Olmos. Más al centro de la línea de ataque, un pelotón a órdenes del Subteniente Ernesto Orlando Peluffo y Sargento 1.º Buenaventura Jumilla consiguen repeler dos intentos más para quebrar sus líneas.[75]​En la colina Boca (denominado WHITE en el lado británico) un pelotón del RI 8 aguantó contra otra compañía británica; cayendo heridos sus jefes (el Subteniente Guillermo Ricardo Aliaga y el Sargento Carlos Gerónimo Maldonado) y varios de sus cabos y conscriptos. Los británicos persistieron y cerca de las 14.00 hora local cayó Boca House[76]​, la línea central luego de caer la defensa de Colina Darwin cerca de las 13.15 hora local.[77]​En la lucha por la Colina Darwin muere el Teniente Coronel Jones, abatido por los hombres del ya caído Teniente Estévez (RI 'Especial' 25).[78]​ El Mayor Chris Keeble asumió el comando y continuó al frente del ataque secundado por el May. Héctor Gullán, quien asumió como segundo comandante.[79]​En la defensa de Goose Green, desde la llegada argentina hasta la batalla final, mueren un total de 55 argentinos y 19 británicos, incluyendo el Teniente Nicholas Taylor de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) derribado el 4 de mayo y el Cabo Bhudaparsad Limbu de los Gurkhas.[80]

    Debido al fuerte cinturón defensivo alrededor de la capital y los puestos de observación (PO) de la Red de Observadores del Aire de la Fuerza Aérea Argentina en la marcha a Stanley/Puerto Argentino, la captura del terreno alto era vital, por lo que el Brigadier (Brig.) Thompson se centró en la captura de los Montes Kent, Challenger y Simon. En la Batalla de Monte Kent, intervinieron tropas de comandos de la Compañía de Comandos 602 y del Escuadrón Alacrán (Escuadrón de Fuerzas Especiales de la Gendarmería Nacional o EFE601GN). Los hombres de la 2.ª y 3.ª Sección de Asalto de los Capitanes Tomás Fernández y Andrés Ferrero de la Compañía de Comandos 602 (Ca. Cdo(s) 602), caen en una emboscada de la SAS. Allí muere el Tte. 1.º. Rubén Eduardo Márquez y el Sarg. Oscar Humberto Blas de la patrulla de Fernández. Ambos reciben la Medalla al Valor en Combate pos mortem. El helicóptero Puma que transporta la vanguardia del EFE601GN es abatido por un misil al bordear el Mte. Kent muriendo 6 comandos a tan solo dos días después de haber llegado a las islas. El Brig. Thompson luego diría: «Fue una suerte que había ignorado las opiniones expresadas por Northwood [el Estado Mayor Conjunto, ubicado en Northwood, Londres] que el reconocimiento de Monte Kent antes de la inserción de Batallón de Commando 42 era innecesario. Si no hubiera estado allí el Escuadrón D, las Fuerzas Especiales de Argentina habrían pillado al Batallón de Comandos [42] antes de poder desembarcar y, en la oscuridad y la confusión en una zona de aterrizaje extraño, infligido fuertes bajas en los hombres y helicópteros».[81]​En la Batalla de Top Malo House al pie de Monte Simon, la 1.ª Sección de Asalto del Capitán José Arnobio Vercesi también combate duramente (durante 45 minutos) contra dos veces su número de comandos británicos con el arribo de la patrulla del Sargento Fraser Haddow, sufriendo un 80 por ciento de bajas (2 muertos y 6 heridos). Durantes los combates con los comandos argentinos, las patrullas del Servicio Aéreo Especial (SAS) y Cuadro de Guerra de Montaña Y Artico (M&AWC) sufren diez heridos y los comandos británicos se ven obligados a abandonar Monte Kent inicialmente.[82]​ Mientras tanto, el comandante en jefe del Ejército Venezolano, el teniente general Vicente Luis Narvaez, desde Caracas informó que se estudiaba la posibilidad de enviar batallones venezolanos de paracaidistas para asistir a los argentinos en Malvinas.[83]

    Al finalizar el mes de mayo, se intensifica el patrullaje hay choques entre los soldados británicos y argentinos resultando en serias bajas. Las patrullas británicas sufren su primer muerto el 2 de junio cuando el Sargento Nicholas Hunt entra en la zona de una emboscada de la SAS, aunque las autoridades militares en Gosport (Inglaterra) sólo serían informadas tres días después. En la noche del 5 al 6 de junio, la 3.ª Sección de Asalto de la Ca. Cdo(s). 602 del Cap. Andrés Ferrero (con el Mayor Rico al frente), logra desalojar a un pelotón de unos 30 Marines Reales en Mte. Wall bajo las órdenes del Tte. Tony Hornby del B. Cdo. 42,[84]​con el apoyo coordinado de fuego del Grupo de Artillería 3 (G.A. 3), capturando a un marcador HAZE láser de objetivos aunque los comandos argentinos deben abandonar la posición pocas horas más tarde para no quedar atrapados. En la noche del 6 al 7 de junio la 2.ª Sección de Asalto de la Compañía de Comandos 601 (Ca. Cdo(s). 601), liderada por el Cap. Rubén Teófilo Figueroa, logra poner en fuga a unos 30 paracaidistas británicos del Cap. Matthew Selfridge cerca del río Murrell, capturando a una intacta radio encendida PRC-351 Clansman con códigos proporcionando información valiosa para el alto mando argentino en Puerto Argentino/Stanley.[85]​El 7 de junio, el comandante de la 10.ª Brigada, General (Gral.) Oscar Luis Jofre, personalmente inspecciona y felicita al May. Oscar Ramón Jaimet por la conducción de la Compañía B 'Piribebuy' esos días, en cercanías del río Murrell aguardando el avance de los blindados británicos.[86]​A partir del 1 de junio comienza un martilleo incesante de artillería sobre las tropas en primera línea. «“Por el silbidos decíamos ese cae allá, ese va sobre el regimiento o cual, ese va más adelante y de repente dijimos, corramos que ese cae acá”.» Comenta el Subteniente Guillermo Corbella de la Compañía 'Piribebuy'.[87]​El 9 de junio, el Pelotón del subteniente Jorge Pasolli en Monte Harriet recibe instrucciones de desalojar a punta de bayoneta al Pelotón del Sargento Ian Allum de Port Harriet House y con los morteros de 120 mm proveyendo cobertura, las Guardias Escocesas se vieron obligados a evacuar la granja rápidamente, dejando atrás sus mochilas[88]​ y las radios con códigos[89]​, pero lograron retirarse aunque sufren tres heridos graves. En la noche del 9 de junio, la Compañía de Comandos 602 utilizando todos sus hombres posibles al mando del May. Aldo Rico se moviliza por camiones hasta el río Murrell colocándose a la vanguardia del R.I. 4, junto con el grueso del EFE601GN. La acción resulta en un duro combate con unos 50 Marines Reales británicos bajo las órdenes del Tte. David Stewart del B. Cdo. 45 los cuales sufren dos muertos en el tiroteo inicial, confirmadas,[90]​ al parecer a manos del Tte. 1.º Jorge Vizoso Posse a pesar de encontrarse seriamente herido, o cuando el Tte. 1.º Horacio Fernando Lauria y el Sarg. 1.º Orlando Aguirre destruyeron una ametralladora británica con granadas de fusil.[91]​En este combate los argentinos sufren 2 muertos, el Sarg. 1.º Mario Antonio Cisneros y el Sarg. Ayudante Ramón Gumersindo Acosta. Los diarios británicos admiten un total de cuatro Marines Reales muertos en la noche del 9 al 10 de junio[92][93]​, con las autoridades militares en Gosport siendo informado de estas pérdidas el 11 de junio.

    Se decidió en el Alto Mando Británico realizar un cerco al estilo tradicional, bombardeando los objetivos y realizando 800 ataques aéreos[94]​antes de desembarcar y realizar asaltos de infantería. Tres pendientes escarpadas eran el objetivo. Longdon, Dos Hermanas y Harriet. Los Batallones de Comandos 42 y 45 tendrían como objetivo el Dos Hermanas y Harriet. En el B. Parac. 3, se da la orden de atacar Mte. Longdon. El 8 de junio, en el Ataque aéreo de bahía Agradable los Skyhawk del Grupo 5 de Caza y Dagger del Grupo 6 de Caza de la Fuerza Aérea Argentina, con la ayuda del destructor ARA Santísima Trinidad que interfiere con las comunicaciones británicas entre los barcos y los aviones de patrulla, rechazan un intento de desembarco en Puerto Agradable. Los transportes de tropas británicos 'Sir Galahad' y 'Sir Tristram' son incendiados y abandonados esa mañana al igual que la lancha de desembarco 'Foxtrot 4' esa tarde por cazabombarderos Skyhawk. También es dañado la fragata 'Plymouth' por los Dagger y el superpetrolero 'Hercules' es alcanzado por una bomba del Grupo 1 de Transporte Aéreo y luego abandonado a unas 250 millas de la costa de Brasil.[95]​Los británicos admitieron más tarde la gran pérdida de vidas, especialmente entre la Guardias Galéses y 200 heridos en los ataques de los Skyhawk.[96]​El Batallón de Infantería de Marina 5 se prepara para atacar Bahía Agradable al oscurecer, pero el alto mando argentino prohíbe tal acción no queriendo dejar vacío la zona del Monte Tumbledown. Esa noche el pelotón avanzado de la Compañía B en Mte. Harriet al mando del subteniente Lautaro Jiménez Corbalán, que se encontraba cerca de Goat Ridge, sufrió un violento ataque. A pesar de su tenaz resistencia no pudo mantener la posición. Desde Harriet, tanto la Compañía B y C en Dos Hermanas y la Compañía 'Maipu' en Monte Longdon , apoyaron con fuego de ametralladoras y de morteros, batiendo una compañía entera de Marines Reales y una compañía de paracaidistas que los defensores en Longdon habían detectado con su radar de vigilancia terrestre RASIT.[97][98][99]​El 10 de junio, queda abortada la última posibilidad de la Brigada de Infantería Aerotransportada IV del General de Brigada Julio Fernández Torres en Comodoro Rivadavia de ejecutar un contraataque contra la retaguardia enemiga en Monte Kent. Planificado con unidades de comandos disponibles en la isla y el refuerzo de la Compañía de Comandos 603 al mando del Mayor Armando Valiente, el plan (Operación 'Buzón') queda finalmente descartado ante la falta de seguridades de contar con una adecuada cobertura aérea.

    El día 11, el ablandamiento de la compañía en Monte Harriet fue intenso. Más de 1.000 proyectiles de artillería y morteros cayeron sobre la Compañía B del R.I. 4.[100]

    Prisioneros de guerra argentinos el 15 de junio.

    Las acciones sobre Dos Hermanas, Longdon y Harriet dieron como resultado la captura de 400 conscriptos y cuadros argentinos, la mayoría capturados en la batalla del monte Harriet.[101]​La determinación de un solo suboficial, el cabo Roberto Basilio Baruzzo, detuvo durante horas el ataque de una entera compañía británica en Harriet. Rodeado y aislado, Baruzzo hirió a seis Marines Reales, antes de que fuera capturado después de un impacto próximo de un poderoso misil antitanque Carl Gustav.[102][103][104]​Alrededor del mediodía del 12 de junio, el 2.º jefe del Regimiento 7, el May. Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores, al mando de las tropas de la Ca. B 'Maipu' del R.I. 7 que combatieron en la Batalla de Monte Longdon, se entrevistó con el Gral. Mario Benjamín Menéndez. No tenía buenas noticias. Menéndez recuerda que ordenó que le permitieran al May. y sus hombres lavarse, que le dieran ropa nueva, «y dije que si había un poco de whisky que le dieran. Usted le tiene que dar al menos cuarenta y ocho horas a un hombre para que se reponga del combate, y no teníamos ese tiempo».[105][106]​De los 278 defensores en Monte Longdon habían quedado 31 muertos, 120 heridos y 50 capturados. Más del 70% de la Compañía 'Maipu' había sido perdido.[107]

    El telegrama de Jeremy Moore al gobierno británico de Londres.
    El télex señala: "Las Islas Malvinas están una vez más bajo el gobierno que desean sus habitantes.
    Dios salve a la Reina."

    En la Batalla del monte Dos Hermanas, el conscripto Oscar Poltronieri, condecorado por su valor, operó eficazmente una ametralladora, deteniendo varios ataques. A las 2 de la madrugada del día 12 callaron las ametralladoras argentinas en Dos Hermanas Sur y el Subt. Marcelo Llambías Pravaz ordenó a sus hombres retroceder. A las 03:30 entraban en el puesto de comando argentino en Dos Hermanas Norte, ateridos de frío los Marines Reales, capturando al May. Ricardo Cordón (2.º jefe del R.I. 4), y se había combatido bien. El Tte. británico Chris Caroe del B. Cdo. 45 sostendría que los conscriptos eran «una fuerza que tomar en serio porque fueron conducidos por cuadros bien capacitados». Durante la batalla el crucero británico 'Glamorgan' después de cañonear al pelotón de fusileros del subteniente Llambías Pravaz en Dos Hermanas Sur fue alcanzado con un misil Exocet lanzado desde la costa y quedó fuera de combate.

    Durante la mañana del 12 de junio, el Escuadrón de Caza No. 1 de la RAF pierde al Harrier XW 919 (dañado sin reparación posible) piloteado por el Tte. Murdo MacLeod, alcanzado por un misil Tigercat del Batallón Antiaéreo 1 de la Infantería de Marina Argentina y ahora exhibido en el Museo Polaco de Aviación.[108][109]​En la posición del RI Mec 7 en Wireless Ridge los conscriptos afrontan un duro bombardeo de la artillería británica del cual caen alrededor de 6.000 proyectiles directamente sobre sus posiciones.[110]​En la noche del 13 de junio, la Compañía 'Obra' del Batallón de Infantería de Marina 5 (BIM 5) al pie de Monte William, rechaza a un fuerte ataque de infantería británica comandado por el mayor Richard Bethell (ex oficial de la SAS) y apoyada por el Escuadrón B de los 'Blues & Royals ', perdiendo a tres conscriptos pero dejando fuera de acción a un tanque británico y matando a dos Guardias Escoceses e hiriendo a otros diez más.[111]​ Esa noche, Rico recibe la orden de establecer una posición avanzada frente a Mte. William, por lo que envía a la 3.ª Sección de Asalto comandados por el Cap. Ferrero a dicha posición.[112]​Cerca de las 02:00, 50 comandos de la SAS y SBS fracasan en su asalto anfibio a las posiciones en la colina Cortley defendidas por los infantes de marina del Pelotón de Fusileros del Tte. Héctor Gazzolo del BIM 5 y la Batería B del Grupo de Artillería Antiaérea del 101 (GADA 101) del Mayor Jorge Monge, y los británicos se retiran después de perder cuatro lanchas de desembarco.[113]​En la noche del 13 de junio, las posiciones principales del R.I. 7 son capturadas durante la Batalla de Wireless Ridge y el Gral. Oscar Luis Jofre ordena al jefe del R.I. 7, Tcnl. Omar Giménez, mantenerse firme en las posiciones que todavía le quedaban: «¡No retroceda más, Omar!».[114]​Allí se ordena acudir al May. Guillermo Rubén Berazay y el Cap. Rubén Oscar Zunino, jefe de la Ca. A del R.I. 3 con la misión de contener el avance británico a lo largo del arroyo Felton.[115]​Caen 4 soldados argentinos muertos en el contraataque y 23 son heridos.[116]​El Sarg. Manuel Villegas herido sufrirá sin gritar hasta tres balazos en su cuerpo, y será salvado posteriormente por dos de sus conscriptos, Esteban Tríes y Lupin Serrezuela.[117]​Al llegar los remanentes del R.I. 7 al arroyo Felton, aumenta la confusión en Pto. Argentino. Corren rumores que hay comandos británicos infiltrados entre los conscriptos.[118]​En el cuartel general de Stanley House, donde se ha trasladado el Gral. Menéndez, se reciben los primeros informes del resultado de la batalla del Wireless Ridge, los conscriptos han cedido 3 colinas y la Ca. C ha completamente abandonado sus posiciones.[119]​Se necesita restaurar el orden y Jofre encomienda al Coronel (Cnl.) Eugenio Dalton, jefe de operaciones de la 10.ª Brigada de Infantería, hacerse cargo de la polícia militar impidiendo el ingreso del regimiento no aún autorizado a la capital.[120]​Reciben el apoyo de los comandos de la 2.ª Sección de Asalto comandados por el Tte. 1.º. Fernando García Pinasco de la Ca. Cdo(s). 601. Dalton recorre las líneas argentinas en un jeep y así, oficiales sin tropa unen a los dispersos conscriptos aún útiles para el combate.[121]​Tras la pérdida de Wireless Ridge, Carrizo Salvadores decide contraatacar ante el evidente disgusto de Dalton.[122][123]​Al poco tiempo su contraataque es rechazado por el fuego de la artillería británica.[124]​ El 14 de junio, todavía de noche, Jaimet lanzó un contraataque en Mte. Tumbledown. A punta de bayoneta calada, los soldados conscriptos del pelotón del subteniente Esteban La Madrid avanzaron. Dice La Madrid:«Cuando ordené “seguirme” nadie dudó... Nadie corrió ni huyo... Así, agotados pero sin entregarse, las primeras luces del 14 de junio vieron a una Sección diezmada pero no vencida llegando a la base del cerro protegidos por la ametralladora de Poltronieri, quien, en un acto más que heroico se quedó nuevamente para proteger el repliegue”.»[125]​Temporariamente, el resto de la Compañía 'Piribebuy' con el Sarg. 1.º Jorge Edgardo Pitrella al frente logra apoderarse del extremo este de Tumbledown, permitiendo el repliegue de La Madrid.[126]​El subteniente Corbella, quien comandaba un pelotón aclaró:«Se produjo el ataque final, el más fuerte cuando la sección de Esteban La Madrid no podía replegarse. Ahí lo ordenan la sección de Guillermo Robredo, la de Aldo Franco y la mía, las tres. Robredo fue por un flanco, y Franco tenía que ir por otro flanco y yo me tenía que quedar cubriendo a esas dos secciones para intentar desaforarlo a La Madrid porque no se podía retirar.»[127]​A las 09:00 horas, el Cnl. Félix Roberto Aguiar, 2.º comandante de la 10.ª Brigada, ordena a Robacio retirar los restos del BIM 5 que aún continuaban combatiendo en la zona del Mte. Tumbledown.[128]

    Tras una semana de combates, entre el 8 y el 14 de junio, luego de parlamentar los conductores de las fuerzas oponentes, se firmó la rendición de las tropas argentinas, tras lo cual las fuerzas británicas retomaron el control de la capital malvinense. Pero cuando el comandante de las brigadas británicas (General Jeremy Moore) muestra al comandante argentino los documentos de rendición, Menéndez tacha de inmediato la palabra «incondicional» y amenaza continuar combatiendo, permitiendo Argentina en la posguerra seguir reclamando las Malvinas.[129]​La batalla por Puerto Argentino deja a más de 200 soldados argentinos y británicos muertos. De acuerdo al autor británico Nicholas van der Bijl, el BIM 5 a órdenes de Robacio, peleó bien en la batalla de Monte Tumbledown y luego se replegó ordenadamente a Sapper Hill donde Robacio junto con la Compañía de Fusileros 'Piribebuy' de Jaimet tenían planeado continuar resistiendo: «Eran cerca de las 8 de la mañana cuando un gris amanecer envolvía Stanley, Robacio estaba organizando un contraataque con la Compañía de Quiroga y la Compañía de Jaimet, cuando le fue ordenado por el Jefe de Estado Mayor del General de Brigada Jofre, el Coronel Aguiar, evacuar Tumbledown. Robacio y Jaimet estaban furiosos porque ellos creían poder contener a las Guardias Escoceses».[130]

    En la última acción de la guerra, la Compañía 'Mar' del BIM 5 pone fuera de acción al menos dos helicópteros Sea King británicos[131][132][133]​desembarcando a una Compañía de Marines Reales al pie de Sapper Hill, hiriendo a varios Marines Reales según el corresponsal de guerra británico John Witheroe[134]​, pero perdiendo a los infantes de marina Roberto Leyes, Eleodoro Monzón y Sergio Ariel.

    Pérdidas humanas

    Muertos del bando argentino

    Cementerio de Darwin.
    Monumento a los caídos en Malvinas, en Plaza San Martín en Buenos Aires
    • Ejército Argentino:
      • 194 (16 oficiales, 35 suboficiales, 143 soldados conscriptos)
    • Pobladores civiles del archipiélago:
      • 3 isleñas
    649 hombres y 3 isleñas

    Lista de los muertos, 1998.
    Lista de los muertos con Comandos.

    Muertos del bando británico

    • Ejército Británico: 123 (7 oficiales, 40 suboficiales y 76 soldados voluntarios).
      • Regimiento de Paracaidistas: 39
      • Servicio Especial Aéreo (SAS - Special Air Service): 19
      • A bordo de las naves RFA Sir Galahad y Sir Tristan: 43.
      • Regimiento de Gurkhas: 1.
    • Marina Real Británica (Royal Navy): 86
    • Marines Reales (Royal Marines): 27 (2 oficiales, 14 suboficiales y 11 soldados voluntarios).
    • Real Flota Auxiliar (Royal Fleet Auxiliary ): 4. (RFA Sir Galahad y Atlantic Conveyor).
    • Real Fuerza Aérea Británica (Royal Air Force): 1 (1 oficial).
    • Agentes civiles: 14 (Atlantic Conveyor 8, RFA Sir Galahad y Sir Tristam 4).
    • Isleñas de Malvinas: 3 mujeres civiles. (La fragata HMS Avenger cañoneó su casa por error).
    255 hombres[135]

    En cambio según el "Roll of honour of Palace Barracks Memorial" fueron 273.[136]

    Pérdidas materiales

    De acuerdo a los datos de la Fuerza Aérea Argentina,[137]​ los británicos sufrieron las siguientes pérdidas:

    • 80 aeronaves derribadas o destruidas
    • 8 buques hundidos o destruidos
    • 11 buques averiados de consideración
    • 11 buques averiados.

    Según las fuentes oficiales británicas se produjo la destrucción de:

    • 6 aviones Sea Harrier FRS.1
    • 4 Harrier GR.3
    • 3 helicópteros Chinook HC.1
    • 5 Sea King HC.4/HAS.5
    • 9 Wessex HAS.3/HU.5
    • 3 Lynx HAS.2
    • 3 Gazelle AH.1
    • 1 Scout AH.1.

    De éstos, 5 Harrier/Sea Harriers y 18 helicópteros fueron destruidos por acción enemiga.[138]​ Otro Harrier GR.3 fue dañado por metralla de la artillería antiaérea, lo cual le provocó un incendio durante su descenso en el portaaviones Hermes y no volvió a tomar parte en el conflicto.[139]

    En lo que hace al componente naval de la Task Force, fueron hundidas o destruidas 7 naves de distinto porte (2 Destructores Tipo 42, 2 Fragatas Tipo 21, 1 buque portacontenedores, 1 buque logístico y una lancha de desembarco), todas ellas víctimas de ataques aéreos. Dos destructores y dos fragatas fueron dañados al punto de ser retiradas del teatro de operaciones por el resto de la guerra.

    Por su parte, los argentinos reconocen la pérdida de 100 aviones y helicópteros durante el conflicto, incluyendo las pérdidas por derribo, destrucción en tierra, accidente y captura por el enemigo.

    Embarcaciones perdidas por la Argentina

    Nombre Muertos Lugar del pecio Profundidad (metros) Fecha de hundimiento (1982)[140]
    Crucero ARA General Belgrano 323 55°24′S 61°32′O / -55.400, -61.533 4.200 Torpedeado por el submarino nuclear HMS Conqueror el 2 de mayo
    Submarino ARA Santa Fe 1 Hundido en bahía Cumberland, Georgias del Sur 200 Atacado el 25 de abril por al menos dos helicópteros equipados con misiles antibuque, hundido el 20 de febrero de 1985
    Transporte ARA Isla de los Estados 18 Cerca de Isla Cisne 20 Cañoneado por la fragata HMS Alacrity, 11 de mayo
    Transporte ARA Bahía Buen Suceso 1 Al este del estrecho de San Carlos 20 Atacado por aviones Sea Harrier el 16 de mayo en bahía Fox. Hundido como blanco de pruebas
    Mercante ELMA Río Carcarañá 0 51°33′S 59°32′O / -51.550, -59.533 cerca de Puerto Groussac 30 Atacado por aviones Sea Harrier el 16 de mayo en bahía Rey. Hundido el 23 de mayo por helicópteros Sea Lynx
    Pesquero Narwal 1 52°45′S 58°10′O / -52.750, -58.167 440 Atacado por aviones Sea Harrier el 9 de mayo, hundido al día siguiente al sur de las islas
    Guardacostas GC83 Río Iguazú 2 Varado cerca de Pradera del Ganso 4.200 2 de mayo en seno Choiseul, después de sufrir el ataque de aviones Sea Harrier. Destruido el 13 de junio por un misil antibuque lanzado por un helicóptero Sea Lynx

    Las consecuencias de la guerra de Malvinas

    Según la Constitución Argentina, la causa Malvinas es un asunto irrenunciable del pueblo argentino. Mural en Los Antiguos, provincia de Santa Cruz.

    Los efectos de la guerra de Malvinas fueron de lo más variado. Una de las cuestiones de mayor peso ha sido la vuelta a la democracia en la República Argentina en 1983. La derrota en Malvinas produjo la asunción de un gobierno democrático en Argentina en 1983, el cual facilitó la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile de 1984, con el cual se puso fin al conflicto del Beagle, y ayudó a evitar un eventual intento de solución bélica por parte de las fuerzas argentinas.[141][142]

    El continuo reclamo argentino sobre los archipiélagos del Atlántico Sur ha quedado plasmado en la disposición transitoria primera de la Constitución de 1994, que dice:

    La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.

    En Reino Unido, la popularidad de Margaret Thatcher subió considerablemente, permitiéndole a su partido ganar las siguientes elecciones. También se abandonó la idea de reducir el presupuesto de la marina propuesto por Nott. Los habitantes de las Malvinas también se beneficiaron pues en 1983 recibieron nuevamente la ciudadanía británica y se liberalizó la economía (que hasta ese momento no había sido potenciada por miedo a provocar a Argentina). En 1985 una nueva constitución comenzó a promover el autogobierno de las islas paulatinamente. Como consecuencia de la guerra, había un costo de £ 2,7 mil millones a las arcas británicas[143]​ y de acuerdo con una encuesta realizada en 2012 por el censo británico, menos del 30% de los "kelpers" se sentía británico.[144]

    Numismática

    En el año 2012, el Banco Central de la República Argentina puso en circulación una moneda de 2 pesos conmemorativa de la Guerra de las Malvinas, que fuera diseñada por el veterano voluntario Fernando González Llanos, ex conscripto que integrara el Apostadero Naval Malvinas.[145]

    El 2 de abril de 2014, durante el acto de conmemoración por el aniversario de la Guerra de las Malvinas, la presidente de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, descubrió el boceto del billete de 50 pesos, con la imagen de las islas en el anverso y la figura del Gaucho Rivero en el reverso.[146]

    Pinturas

    El conflicto de 1982 dio lugar a numerosos trabajos pictóricos, de parte de ambos contendientes, y también de otros países neutrales.

    Del lado argentino, por ejemplo, pueden citarse los trabajos de Exequiel Martínez[147]​ y de Carlos Adrián García;[148]​ mientras que de los de otros países están las ilustraciones de Daniel Bechennec (francés).[149]

    Del lado británico, por ejemplo, están los trabajos de Charles David Cobb.[150]

    Guerra en la cultura popular

    La Guerra es citada en las películas This Is England, La Dama de Hierro en 2011 y ese mismo año en la película Un cuento chino.[151]​ Además se la describe en las películas argentinas Los chicos de la guerra , Iluminados por el fuego, Cartas a Malvinas, la serie de televisión Combatientes y la todavía no estrenada Soldado argentino solo conocido por Dios mientras en el lado británico la cinematografía de la guerra es variada como por ejemplo la película de televisión An Ungentlemanly Act, Tumbledown, Resurrected, Por la reina y la patria, entre otras.

    Véase también

    Referencias

    1. Max Altman. «Hoje na História: Forças armadas argentinas invadem as ilhas Malvinas» (HTML). Opera Mundi (en portugués). Consultado el 2 de abril de 2010. 
    2. Max Altman (14 de junio de 2012). «Hoje na História: 1982 - Argentinos se rendem e encerram Guerra das Malvinas» (HTML). Opera Mundi (en portugués). Consultado el 3 de mayo de 2014. 
    3. «Malvinas veterans suicide rate “14 times higher”» (HTML). Merco Press (en inglés). 8. Consultado el 3 de mayo de 2014. 
    4. «Argentinos recuerdan a veteranos y caídos en Guerra de las Malvinas» (HTML). Telesur. 2. Consultado el 3 de mayo de 2014. 
    5. «UK 'regret' over Falklands dead» (HTML). BBC (en inglés). 6. Consultado el 3 de mayo de 2014. 
    6. «Shocking suicide toll on combat veterans». The Independent. Consultado el 28 de enero de 2015. 
    7. "Bringing these figures closer to home, a report in 1991 indicated that 22% of Falklands veterans were suffering from PTSD ... But taking the lower 9% figure, up to 2,700 Falklands veterans could be at risk from PTSD." After the Falklands - Finally Ending the Nightmare of PTSD, David Walters, p. 26, Ecademy Press, 2007
    8. "Fifty percent of the veterans reported some symptoms of PTSD, while 22% reported symptoms indicative of the complete PTSD syndrome." PTSD Research Quarterly, Volume 1, Issue 1, The Center, 1990
    9. Lucy Beck (6 de abril de 2007). «HOW ARE YOU ENJOYING THE DAY?». The Guardian e The Observer (en inglés). PPU. Consultado el 3 de mayo de 2014. 
    10. a b Roberto Navarro (2). «O que foi a Guerra das Malvinas» (HTML). Mundo Estranho (en portugués). Consultado el 3 de mayo de 2014. 
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    12. "La victoria produjo lo que llegó a conocerse como el "efecto Malvinas": un resurgimiento general del aplomo británico y de la reputación internacional de Gran Bretaña." John O'Sullivan, El Presidente, el Papa y la Primera Ministra, Gota a Gota, Madrid, 2007, pág. 249.
    13. Malvinas, La Trama Secreta. Buenos Aires: Sudamericana/Planeta. 1983. ISBN 978-950-37-0006-8.  [página requerida]
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    16. Jimmy Burns: The land that lost its heroes, 1987, Bloomsbury Publishing, ISBN 0-7475-0002-9.
    17. "Que tenía que ver con despertar el orgullo nacional y con otra cosa. 'La junta —Galtieri me lo dijo— nunca creyó que los británicos darían pelea.' Él creía que Occidente se había corrompido. Que los británicos no tenían Dios, que Estados Unidos se había corrompido... Nunca lo pude convencer de que ellos no sólo iban a pelear, que además iban a ganar." ("This was neither about national pride nor anything else. The junta —Galtieri told me— never believed the British would respond. He thought the Western World was corrupt. That the British people had no God, that the US was corrupt... I could never convince him that the British would not only fight back but also win [the war].") La Nación / Islas Malvinas Online. «Haig: "Malvinas fue mi Waterloo"». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 25 de octubre de 2010. 
    18. «En Buenos Aires, la Junta comenzó a estudiar la posibilidad de ocupar las Islas Malvinas y Georgias antes de que los británicos pudieran reforzarlas». Portierramaryaire.com. Consultado el 7 de febrero de 2010. 
    19. Briley, Harold (9 de abril de 1997). «Obituary: Captain Nicholas Barker». The Independent (Reino Unido). p. 16. Consultado el 2 de marzo de 2011. 
    20. Barnett, Correlli (1997). «high cost of cuts, The | Spectator, The | Find Articles at BNET.com». Findarticles.com. Consultado el 7 de febrero de 2010.  (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
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    22. «British laughter in the Falkland Islands» (HTML). Russia Today (en inglés). 11. Consultado el 3 de mayo de 2014. 
    23. Ministério da Fazenda do Reino Unido (19). «UK DEFENDS OIL EXPLORATION IN FALKLAND ISLANDS WATERS» (HTML). WikiLeaks (en inglés). El Correo. Consultado el 25 de junio de 2014. 
    24. Cf. John O'Sullivan, op. cit., pág. 223.
    25. Papa João Paulo II (11). «VIAGEM APOSTÓLICA À ARGENTINA:CERIMÓNIA DE BOAS-VINDAS:DISCURSO DO PAPA JOÃO PAULO II» (HTML) (en portugués). Libreria Editrice Vaticana. Consultado el 30 de mayo de 2014. 
    26. Gustafson:71
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    28. Hastings y Jenkins:43-44
    29. «Fact Sheet No 2: Vulcan and the Falklands War» (HTML) (en inglés). Vulcan Restoration Trust. 2. Consultado el 30 de mayo de 2014. «Quando o Vulcan direcionou sua sonda para o funil de abastecimento do Victor, sem motivo aparente, esta se quebrou, pulverizando combustível por todo o pára-brisas do Vulcan. Sem possibilidade de abastecer, ou retornar a Ascensão, Neil McDougall decidiu que a única possibilidade seria um desvio para o Rio de Janeiro (...) Com nível crítico de combustível, fez contato com o controle de tráfego aéreo do Rio (...) no aeroporto do Galeão, pousando na direção errada da pista. Após sete dias, o Vulcan e sua tripulação foram autorizados a sair, sob a condição de que a aeronave XM597 não participasse mais do conflito (Tradução da fonte)». 
    30. GENERAL PICO (7). «Argentina demands UK nuke apology» (HTML). Reuters (en inglés). BBC. Consultado el 30 de mayo de 2014. 
    31. «Armada Argentina, historia». Archivado desde el original el 1 de abril de 2017. 
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    33. Papa João Paulo II (28). «VIAGEM APOSTÓLICA DO SANTO PADRE À GRÃ-BRETANHA: DISCURSO DO PAPA JOÃO PAULO II NA CERIMÔNIA DE BOAS-VINDAS NO AEROPORTO DE LONDRES» (HTML) (en portugués). Libreria Editrice Vaticana. Consultado el 30 de mayo de 2014. 
    34. "Ex militar argentino: "Ibamos a atacar a Chile después de las Malvinas", en latercera.com, consultado el 23-11-09.
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    36. Óscar Camilión, Memorias Políticas, Editorial Planeta, Buenos Aires, 1999, página 281
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    38. Todos los artículos de en La Prensa desde 10 de enero de 1982 hasta el 2 de agosto de 1982 están publicados en La Guerra Austral, Manfred Schönfeld, Desafío Editores S.A., 1982, ISBN 950-02-0500-9.
    39. Osiris Villegas, La propuesta pontificia y el espacio nacional comprometido, página 2. Citado en A treinta años de la crisis del Beagle, Desarrollo de un modelo de negociación en la resolución del conflicto Renato Valenzuela Ugarte y Fernando García Toso, en "Política y Estrategia", nr. 115)
    40. Kalevi Jaakko Holsti, The State, War, and the State of War Cambridge Studies in International Relations, 1996, 271 pages, ISBN 0-521-57790-X. url: here, página 160
    41. a b c Programa Malvinas, la decición secreta en canal CN5, ver también en ¿Por qué Chile apoyo a Inglaterra durante la guerra de Malvinas?
    42. Alberto J. Sosa (2). «EL BEAGLE Y LA CONSULTA POPULAR» (HTML). Amersur. Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 30 de março de 2014. 
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    44. Gabriela Cerruti; Marko Miletich (2). «A dirty warrior in repose» (HTML) (en inglés). Harper´s. Consultado el 30 de mayo de 2014. 
    45. Cf. Jonh O'Sullivan, op. cit., págs. 229-230.
    46. «CONFLICTO DEL ATLÁNTICO SUR, sitio oficial del Ejército Argentino». 
    47. "Los hombres de la Ca C / RI 25 combatieron con valentía, perseverancia y eficacia en San Carlos y Pradera del Ganso ... un regimiento que recibió una buena cantidad de entrenamiento de fuerzas especiales bajo el comando energético del teniente coronel Mohamed Alí Seineldín. " The Military Sniper Since 1914, Martin Pegler, p. 63, Osprey Publishing, 2001
    48. Pedro Giachino murió después, convirtiéndose así en la primera baja de la Guerra de las Malvinas (por esta acción, el Capitán Giachino recibió post-morten la Cruz al Heroico Valor en Combate).
    49. «MIS VIVENCIAS COMO COMANDANTE DEL BIM 2». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    50. Bound, página 60. En una comunicación radial durante el combate, el Gobernador Hunt aseguró que creía que la residencia estaba sitiada por 200 efectivos. En rigor, hasta ese momento sólo había entrado en acción el grupo comandado por Giachino, compuesto por 16 hombres.
    51. "With his legal powers to justify his action, the Governor now ordered Chief Secretary Dick Baker to lead a small team of armed sailors rounding up several dozen Argentine citizens living in Stanley." Invasion 1982: The Falkland Islanders' Story, Graham Bound, p. 50, Casemite Publishers, 2007
    52. «Década de 1980». Sitio web oficial de LRA Radio Nacional. 
    53. Otros 80 miembros de la fuerza de defensa local fueron desarmados y puestos bajo arresto domiciliario. El número de miembros de la Fuerza Voluntaria de Defensa de las Falkland Islands, que habían sido entrenados en los campos de tiros por la fuerza de élite de los marines de la guarnición británica, fue de alrededor de 40, contradiciendo los datos británicos de que sólo habían sido 23 los presentes en aquella batalla del 2 de abril; cf. Recuerdos de la Guerra de las Malvinas, en Telegraph.co.uk.
    54. Cf. John O'Sullivan, op. cit., pág. 233.
    55. Lessa, Alfonso (2009). La Primera Orden. Editorial Sudamericana. pp. 230 y siguientes. ISBN 978-9974-683-19-8. 
    56. Pilotos de la Fuerza Aérea del Perú llevaron los aviones de combate Mirage a Buenos Aires en vuelo silencioso. El Comercio, 2 de abril de 2007
    57. «Plan de vuelo desde Perú a Argentina para eludir radares. El Comercio, 2 de abril de 2007». 
    58. «Presidenta de Argentina volvió a destacar la ayuda del Perú "con aviones Mirage, pilotos y misiles". Clarín, 24.3.2010». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    59. «Cristina Fernández de Kirchner menciona que el Perú puso a disposición de Argentina "aviones Mirage, misiles y pilotos". Voanoticias.com, 24.3.2010». Archivado desde el original el 1 de abril de 2017. 
    60. «Venta de mirages peruanos a Argentina a la cuarta parte del precio real del momento. El Comercio, 2 de abril de 2007». 
    61. «https://luizcore.wordpress.com/2012/04/07/peru-estuvo-listo-para-atacar-a-chile-si-este-agredia-a-argentina-durante-la-guerra-de-las-malvinas/». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    62. «http://www.larepublica.pe/26-02-2012/el-peru-y-las-malvinas». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    63. Cf. John O'Sullivan, op. cit., pág. 238-239.
    64. Luiz Ricardo Leitão (2). «A verdade não é Fla-Flu» (HTML). Brasil de Fato (en portugués). Consultado el 3 de mayo de 2014. 
    65. «TRATADO INTERAMERICANO DE ASISTENCIA RECÍPROCA» (HTML). OAS. 3. Consultado el 30 de mayo de 2014. 
    66. Tres días después de la ocupación argentina se creó en el Pentágono un pequeño comité de coordinación que decidió permitir a los británicos usar la base americana de la isla Ascensión y que sus aviones repostaran allí, enviarles combustible y otras provisiones, además de otras concesiones. Cf. John O'Sullivan, op. cit., pág. 235-236.
    67. Cf. John O'Sullivan, op. cit., pp. 242-243.
    68. «Falkland Islands News Network, 192.com helps Falklands Veterans Reunite, 29/03/2012». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    69. «Fue durante una misión de transporte. A 30 años del primer “accidente” durante la guerra del Malvinas, La Opinión Austral, Martes 1 de mayo de 2012». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    70. Eric Jackson (6). «Budgeting for naval forces: structuring tomorrow's Navy at today's funding level» (HTML). Congreso de EE.UU. (en inglés). Consultado el 3 de mayo de 2014. 
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    72. "The missile struck fuel tanks amidships, killing 20 members of crew and wounding another 63." Task Force, Jon Parker, Hachette, 2013
    73. En la mañana del 21 de mayo, se envió un avión de la 1.ª Escuadrilla Aeronaval de Ataque (piloto, teniente de navío Owen Guillermo Crippa) a verificar el desembarco. El solitario Aermacchi MB 339A se encontró con más de 14 buques en el estrecho. Owen Guillermo Crippa atacó con todos los medios a su disposición el HMS Argonaut (cañones de 30 mm y cohetes ZUNNI) y regresó a Puerto Argentino con la novedad.
    74. "Nevertheless, the section's two mortar crews had fired over 1,000 bombs in the two hours of the A Company action, the mortars themselves sinking further and further into the soft peat until eventually only their muzzles were visible." Para!: Fifty Years of the Parachute Regiment, Peter Harclerode, p. 329, Arms & Armour., 1993
    75. Cuenta Peluffo: "La situación estaba muy confusa cuando vimos tropas que se aproximaban. Al principio no sabíamos si se trataba del enemigo o de parte de nuestro regimiento que se retiraba hacia nuestra línea. Pensamos que podían ser nuestras tropas. Ellos sabían qué camino tomar en los campos minados. En realidad, eran tropas británicas, y después supimos que cruzaron los campos minados guiados por isleños que habían escapado de Pradera del Ganso. En ese momento se inició el combate. Alrededor de nosotros empezaron a estallar granadas de morteros, saltamos adentro de nuestros pozos de zorro y abrimos fuego con armas automáticas. Había disparos por todas partes, un fuego intenso llovía sobre ambos bandos. Las granadas de mortero y los misiles guiados por cable estallaron muy cerca de nuestras posiciones y tuvimos que esperar una pausa en el bombardeo para poder salir y disparar. Así seguimos durante unas tres horas. Murieron varios de nuestros soldados y cuadros. Yo no tenía mucho tiempo para pensar en los muertos o en mi propia seguridad. No pensaba en mi familia o en lo que había dejado atrás. Ahora mi deber era conducir y motivar a mis hombres con gritos de batalla, especialmente el canto de guerra de la provincia de Corrientes, que nos hacía hervir la sangre. Estábamos todos dispuestos a morir. Los Paras se acercaban más y más, trataban de desbordarnos por el flanco. Evitaban un asalto frontal porque les estábamos presentando una dura resistencia." (Partes de Guerra: Malvinas 1982, Graciela Speranza, Fernando Cittadini, Editorial Norma, 1997)
    76. "1647 Support Company had reported lots of white flags." Not Mentioned in Despatches: The History and Mythology of the Battle of Goose Green, Spencer Fitz-Gibbon, p. 197, James Clarke & Co., 2006
    77. "1613 Enemy have surrendered on BLACK. Now moving to WHITE." Not Mentioned in Despatches: The History and Mythology of the Battle of Goose Green, Spencer Fitz-Gibbon, p. 197, James Clarke & Co., 2006
    78. Por esta acción el Teniente Coronel “H” Jones recibirá la Cruz Victoria. La “Cruz Victoria” (Victoria Cross) fue introducida durante la guerra de Crimea, es otorgada a oficiales y soldados como la suprema condecoración al valor bajo fuego enemigo. Se trata de una sencilla cruz de bronce, originalmente fundida de un cañón ruso capturado, un cuarto del total de sus entregas han sido condecoraciones póstumas. Entre 1945 y abril de 1982 solo se entregaron cuatro de ellas. En Malvinas aparte de “H” Jones, la recibió el Sargento Ian John Mc Kay del Regimiento de Paracaidistas.
    79. Above All, Courage: The Falklands Front Line: First-Hand Accounts, Max Arthur, p. 143, Sidgwick & Jackson, 1985
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    83. LA NACION. Lunes 31 de mayo de 1982
    84. 5th Infantry Brigade in the Falklands 1982, Nick van der Bijl y David Aldea, p. 167, Leo Cooper, 2003
    85. Mayor Castagneto: «“En las misiones exitosas se pudo tomar una cantidad importante de material del enemigo, incluso radios funcionando con sus claves, sus indicativos, etc. etc. las cuales fueron prolijamente escuchadas las 48 horas subsiguientes y permitieron obtener muy buena información del enemigo.» La Guerra de las Malvinas, p.370, Editorial Oriente, 1987
    86. "Por la mañana, él visitó a la Compañía "B" del 6.º Regimiento y sus pelotones. Hablándole a los oficiales, les recordó sobre la larga historia de la 10.ª Brigada, especilmente cuando estaba al mando del general Julio Roca durante la Conquista del Desierto contra los hostiles y elusivos indios araucanos." (Nicholas van der Bijl, David Aldea, 5th Infantry Brigade in the Falklands 1982, p 169, Leo Cooper, 2003)
    87. «La historia del combatiente que perdió un puñal en Malvinas y “lo encontró” 27 años después». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    88. "We dashed out and began running chased by mortar rounds. Luckily the soft ground reduced their effect but all the same we felt vulnerable. Our bergens were slowing us down and so we ditched them. ... Then we saw thirty to forty Argentinians coming down off Mount Harriet. They were obviously doing a follow-up and, although they were out of effective range, we harassed them with our two light machine guns." Among Friends: The Scots Guards 1956-1993, Murray Naylor, p. 146, Pen and Sword, 1995
    89. "He decided to fly back the OC of the Recce Platoon from Port Harriet House. Shortly after the OC left the house the Argentinians attacked it. Several of the Recce Platoon were wounded. They had to make a run for it and left their radios and codes." The Vital Link: The Story of Royal Signals 1945-1985, Philip Warner, p. 195, Pen and Sword, 1989
    90. "Se realizó una constante serie de patrullas en la noche para explorar y hostigar al enemigo. Típico fue la patrulla enviada en las primeras horas de la mañana del 10 de junio. El teniente David Stewart de la Compañía Rayo X, 45 Comandos, había informado a sus hombres durante la tarde del día anterior, y antes de la medianoche estaban listos. Fuertemente armados con dos ametralladoras por sección más lanzadores de cohetes de 66 mm y morteros de 2 pulgadas [81mm], la Tropa se alejó sigilosamente en la noche iluminada por la luna hacia una loma a unos 4 km, donde se había observado el movimiento argentino. Manteniéndose bien esparcidos debido a la buena visibilidad, se movieron por el terreno rocoso aprovechando los numerosos cráteres de artillería como cubierta, y para las 04,00 [1 de la mañana hora local] estaban listos para cruzar el tramo final del campo abierto frente a las posiciones enemigas. Usando un arroyo poco profundo como cubierta, se movieron hacia arriba la pendiente y se despliegan en su posición entre las rocas en frente de las trincheras argentinas. Con la ayuda de un visor nocturno de intensificador de luz, pudieron ver a centinelas moverse alrededor. De repente, una ametralladora argentina abrió fuego y los Marines lanzaron un par de destellos de su mortero, retornando el fuego con sus propias ametralladoras y fusiles En cuestión de segundos tres soldados argentinos y dos Marines habían muerto. Otras figuras podrían verse corriendo en la colina a la izquierda, y cuatro soldados argentinos más cayeron ante la precisión de fuego de los Marines. En ese momento, las tropas argentinas más arriba en la ladera estaban bien despiertos, y una lluvia de fuego obligó a los Marines agacharse en la cubierta de las rocas. La situación se estaba volviendo decididamente insalubre y el teniente Stewart decidió retirarse, con el objetivo de matar y hostigar al enemigo realmente logrado. Sin embargo, una ametralladora a la derecha de los Marines estaba haciendo fuego sobre su ruta de huida, y Stewart envió a su sargento veterano, Jolly, con un par de hombres para eliminarlo. Después de un difícil acceso con poca cobertura, hubo una corta ráfaga de fuego y la ametralladora argentina quedó silenciado. Retrocediendo por secciones, la Tropa se retiró al arroyo, y para ese entonces el fuego argentino estaba cayendo corto y no hubo más bajas." (The Worlds Elite Forces, Bruce Quarrie, pp.53-54, Octopus Books Limited, 1985)
    91. «La Compañía 602 de Comandos». 
    92. «Marines shot comrades in Falklands conflict, The Glasgow Herald, 2 de diciembre de 1986». 
    93. «THE COMMANDO VETERANS ASSOCIATION». 
    94. "En total, los Sea Harriers realizaron 1.100 misiones de interceptación y 400 de misiones de ataque a tierra / mar, con los Harriers GR de la Real Fuerza Aérea agregando otros 400 misiones más de ataque a tierra." (Understanding Victory: Naval Operations from Trafalgar to the Falklands, Geoffrey Till, p. 181, ABC-CLIO, 2014)
    95. «EL MISTERIOSO CASO DEL HUNDIMIENTO DEL VLCC "HERCULES" DURANTE LA GUERRA DE MALVINAS». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    96. "Just as we were setting the two LSL (Sir Galahad and Sir Tristan) were attacked by Skyhawks and set on fire; both vessels were abandoned and resulted in tragic loss of life on Sir Galahad ... and over 200 injured - mostly from the Welsh Guards)." The Falklands Conflict Twenty Years On, Stephen Badsey, Robin Paul Whittick Havers, Mark J. Grove, p. 121, Psychology Press, 2005
    97. El mayor Carlos Carrizo Salvadores en Longdon dice: «La noche del 8 al 9, nuevamente el Sargento Nista (operador del radar) me informó sobre la presencia del enemigo, quien estaba ubicado en el mismo lugar que la vez anterior, pero ahora, separados en grupos: a 1.500 m el primero, 2.000 m el segundo, 3.000 m el tercero y 4.000 m el cuarto, tomadas estas distancias desde la posición del radar«. (Martín Antonio Balza, Malvinas: Relatos de Soldados, p. 80, Círculo Militar, 1986)
    98. El 9 de junio el teniente David Stewart del Batallon de Comando 45 recibe instrucciones de efectuar un "raid" sobre las posiciones en Dos Hermanas Sur y revela: «Es lamentable que la noche anterior, el patrullaje realizado por dos pelotones, uno de cada Compañías Z y Y, se habían visto obligado a retroceder por un fuerte bombardeo de artillería.». (The Falklands War: The Day by Day Record from Invasion to Victory, p. 314, Marshall Cavendish Limited, 1983)
    99. «En la tarde del 8 de junio el 3 PARA despacho tres fuertes patrullas de combate a Monte Longdon. Cada una comprendía la mitad de un pelotón; uno fue acompañado por un guía de la Compañía D (patrullas) y los otros dos por las isleños de las Falklands Terry Peck y Vernon Steen. La misión de las patrullas era localizar los caminos adecuados al objetivo y para poner a prueba las reacciones del enemigo al tanteo. Sin embargo, desafortunadamente, la combinación de una buena noche y una luna brillante les impedío penetrar las posiciones enemigas.». (Task Force: The Illustrated History of the Falklands War, David Reynolds, p. 179, Sutton, 2002)
    100. Según el teniente primero Jorge Alejandro Echeverría: "El regimiento tuvo arriba de veinticinco heridos y dos muertos en este fuego de preparación". (Carlos M. Túrolo, Así lucharon, p. 78, Editorial Sudamericana, 1982)
    101. Historia de la guerra de Malvinas, Por Armando Alonso Piñeiro, Página 196, Planeta, 1992.
    102. El teniente 1ro Jorge Alejandro Echeverría recuerda el misil antitanque Carl Gustav disparado contra los últimos defensores en Harriet: «Estaba en el medio de los tiros y además ya los ingleses nos empezaban a tirar a ese lugar, que era un sector como de un pasillito del tamaño de una cama.Los ingleses nos tiraban descartables —morteros—, uno pegó y nos dejó sordos. A mí por lo menos durante tres días, hasta llegar al "Uganda" estaba todavía medio tonto. Porque pegó muy cerca, a dos metros. Después al llegar acá, al hospital, me enteré de que me cayeron esquirlas y se me metieron en las rodillas.». (http://web.archive.org/web/20140110085045/http://www.educar.org/comun/efemerides/relatodelaguerradeMalvinas.asp "ASI LUCHARON")
    103. "One determined Argentinian sniper just below the highest part of the mountain held out long after other resistance in that area had ended. He hit 6 Troop's commander, Lieutenant Pusey, and the troop sergeant took over... The sniper was eventually silenced by an 84-mm Carl Gustav rocket round fired at fifteen yards range." Operation Corporate: The Falklands War, 1982, Martin Middlebrook, p.349, Viking, 1985
    104. El músico argentino Roly Weinhold más tarde dedicaría una canción al soldado conscripto Orlando Aylan quien peleo junto a Baruzzo llamado Aquel Abril del 82 (disponible en Youtube)
    105. «Historias de amargura y dolor en el último día de la guerra, Edición Domingo 16.06.2002». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    106. Siguieron dos días de descanso para los hombres de Carrizo Salvadores, limpieza de armamento y recuperación de las energías físicas; según el relato del soldado Horacio Cañeque que aparece en el libro Así Peleamos Malvinas: Testimonios de Veteranos del Ejercito (Martin Antonio Balza, Soldados Biblioteca)
    107. Dice el mayor Carlos Carrizo Salvadores: "De los 278 hombres que tenía inicialmente, sólo nos pudimos replegar 78. Quedaron en la posición 200 ". (Martin Antonio Balza, Malvinas: Relatos de Soldados, p. 84, Círculo Militar, 1986)
    108. «“ Les Harris, Asistente del Superintendente en la Central Eléctrica, con el resto del personal ... alrededor de las 9 de esta mañana ... estaban teniendo una infusión de té cuando los argentinos dispararon un misil Tiger Cat, desde el lanzador justo atrás de ellos, a un Harrier. Este explotó prematuramente, enviando trozos de la misma a través del techo del la Estación Eléctrica. El Harrier dejó caer una bomba de racimo, la nariz de la cual también pasó por el techo, aterrizando en la estación y trayendo el reposo de té a un abrupto final."» John Smith, 74 Days: An Islander's Diary of the Falklands Occupation, p. 229, Century, 1984
    109. «“ Temprano en la mañana del 12 de junio el Escuadrón No. 1 (de Caza) voló tres misiones de combate emparejadas contra las posiciones en Sapper Hill. En el segundo, a eso de las 10, el Líder de Escuadrón Peter Harris y el Teniente de Vuelo Murdo Macleod se encontraron con resistencia y el avión de Macleod fue dañado. Los primeros informes sugirieron que fue una bala, pero un testigo indicó que fue un misil Tigercat explotando prematuramente cerca de la aeronave, lo que causó daños considerables al motor y llenando el techo de la Estación Eléctrica con esquirlas."» Nick Van der Bijl, David Aldea, 5th Infantry Brigade in the Falklands, p. 205, Leo Cooper, 2003
    110. "En alta mar, la fragata Ambuscade dispararía proyectiles con su cañon de 4,5 pulgadas. Además, dos baterías de 105 milímetros de artillería de campaña - una docena de cañones - saturaría las posiciones argentinas en Wireless Ridge con 6.000 tiros." Sky Soldiers, p. 114, Time-Life Books, 1991]
    111. «“Además del conscripto Omar Iñiguez, morirían heroicamente en sus puestos (no quisieron retroceder) los conscriptos Aldo Ornar Patrone y Juan Francisco."» Carlos Hugo Robacio, Jorge Hernández, Desde El Frente: Batallon de Infanteria de Marina 5, p.256, Centro Naval, Instituto de Publicaciones Navales, 1996
    112. "Cuando los informes llegaron al Mayor Rico en la sede de la Agrupación Ejército Malvinas que blindados británicos estaban avanzando desde el oeste, a lo largo del camino Fitzroy-Stanley, la 3ra. Sección de Asalto del capitán Ferrero de la Compañía de Comandos 602 se preparo para enfrentar a la amenaza." (Nicholas van der Bijl, David Aldea, 5th Infantry Brigade in the Falklands 1982, p 188, Leo Cooper, 2003)
    113. «La Sección Marinería en Camber». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    114. Desde El Frente: Batallon de Infanteria de Marina Numero 5, Carlos Robacio, Jorge Hernández, p. 235, Centro Naval, Instituto de Publicaciones Navales, 1996
    115. El Mayor Berazay diría: "Era como un teatro. Nunca había antes visto algo así. Después del fuego de artillería llegó el fuego de la acción de infantería - una gran cantidad de trazantes. Yo podía ver a los británicos hacer progreso a lo largo de la cresta bajo las bengalas de iluminación. Entre las 03.00 y 04.00 oí al comandante de los infantes de marina, Robacio informar a Jofre en la radio que 'Guillermo' - que era mi distintivo de llamada - podría ser liberado para ayudar al Regimiento 7. Dije gracias a Robacio por ese honor ahora en cuestión. Jofre me dijo que preparase mis hombres para cruzar el valle y luego, quince o veinte minutos más tarde, me ordenó a Moody Brook para encontrarme con los guías de los hombres de los vehículos blindados y una compañía del Regimiento 25, que Jofre estaba enviando. Llegue a Moody Brook, pero no habían guías de la gente de los autos blindados - ya estaban en acción - ni nadie del Regimiento 25. Yo informo todo esto a 'Oscar' - señal de llamada de Jofre. 'Está bien,' dijo. "Sólo tienes que subir la colina y te encontrarás con el coronel Giménez. El fuego trazante parecía haberse agotado, por lo que presume que los británicos habían tomado toda la colina. Despliegue al comandante de la compañía y las armas pesadas en una base de apoyo de fuego [bajo el Teniente José Luis Dobroevic] entre los árboles alrededor de una pequeña casa. No pasó nada durante unos minutos, así que avanzamos hacia adelante con las ametralladoras, pero no progresamos más de 100 metros, cuando los británicos abrieron fuego. Ordene a los oficiales [Teniente 1º Víctor Hugo Rodríguez Pérez, Subteniente Carlos Javier Aristegui y Subteniente Horacio Alejandro Mones Ruiz-] llevar a las pelotones de fusileros arriba - no esparcidos pero uno tras el otro." ((Martin Middlebrook, The Fight for the Malvinas: The Argentine Forces in the Falklands War, Viking 1989, p. 265)
    116. "Cuando las dos secciones se reunieron nuevamente con el resto de la compañía, un primer cómputo de bajas entre ambas determinó la existencia de cuatro muertos y veintitrés heridos." (Oscar Luis Jofre, Félix Roberto Aguiar, Malvinas: La Defensa de Puerto Argentino, p. 265, Editorial Sudamericana, 1987)
    117. Jorge Fernández Díaz (11 de julio de 2009). «Rescatando al sargento Villegas». La Nación. 
    118. Cuenta el soldado Jorge Abud: "Había miles de rumores. Incluso me dijeron que algunos comandos ingleses habían infiltrado las tropas argentinas, que hablaba perfectamente en español, e incluso que algunos habían hecho retroceder a una compañía, diciendo que era por órdenes del comandante. No sé si era cierto, pero una gran cantidad de personas en la capital temían que habían ingleses mezclado entre nosotros. Hasta entonces, cuando alguien se acercaba deciamos, 'alto', y pediamos la documentación. Pero había tanto miedo de que el sistema ya no servía."(Daniel Kon, Los Chicos de la Guerra, pp. 102-103, New English Libary, 1984)
    119. "El bombardeo se detuvo. Especulé que habíamos zafado porque no tenían alcance suficiente. Anochecía. Teníamos viento en contra, y al acercarnos a la compañía A, por más que les gritamos, alguien abrió fuego sobre nosotros. Pero después de dar un rodeo, pudimos llegar al puesto comando de la “A”. Ahí era todo confusión. Ya estaba con ellos el resto de nuestra compañía, y se preparaban para compartir los pozos. Los rostros de los muchachos de la “A” eran de turbación y respeto. Ellos habían visto desde la altura, toda la artillería que nos había caído durante todo el día. El jefe de la “A”, teniente Calvo, nos indicó: “Ahora ustedes van a reforzar nuestra compañía, así que agrúpense con quien les parezca.” Pero como esa treintena de sobrevivientes que éramos había pasado por el infierno antes de llegar al lugar, en ese punto se nos hizo como un click, y dejamos de respetar el mando militar. Tanto es sí que nos dispersamos un poco, aunque manteniendo contacto visual entre nosotros. No hacía falta hablar, con la mirada nos estábamos diciendo: “Hasta aquí aguantamos, vayámonos de este lugar, y si es posible ¡al pueblo!” La cuestión era cómo irnos, porque estaban los militares de la “A” controlando. Aunque en realidad, mucho no podían controlar, había heridos por todos lados, era de noche y la ansiedad por lo que se venía, los abrumaba. De pronto, desde la oscuridad, apareció mi ángel de la guarda: Mario Volpe, el soldado enfermero de la “C”. Mario estudiaba medicina, por eso lo designaron enfermero. Un muchacho macanudísimo, que había recorrido nuestras posiciones en medio de tormentas de viento y lluvia, dándonos ánimo y todo el tiempo preguntando si alguien necesitaba algún medicamento 92 durante los dos meses. Venía llevando del brazo a un herido con el ojo vendado. -“¿Qué haces acá?”, me preguntó. “-Venimos de la “C”, quedamos atrapados ahí todo el día, nos cagaron a cohetazos, recién ahora pudimos escapar, ¡pero nos sacaron a bombazos! ¡Nos tiraron hasta con el borceguí!” -“Vení conmigo”, me contestó Mario. “No te quedes aquí, agarrá al herido del otro brazo, vamos para el Moody Brook, allí hay un galpón con heridos.” Me sentí eufórico. Intuí que ya se terminaba mi calvario y que si había zafado de aquel infierno del día 12, ya nada detendría mi retorno a casa. Creía que me habían tirado una soga que me llevaría de vuelta a casa. De vuelta a mi familia. Mientras caminábamos sobre el terreno esponjoso e irregular, íbamos dejando a un costado la compañía A, rumbo a la compañía Comando, la última del Regimiento 7, en donde estaba el jefe, el teniente coronel Giménez. Llegamos hasta el bunker del capitán Pérez Cometo, que estaba rodeado de cazabobos, como se llamaba a los alambres de púa enrollados, y latas de gaseosas con piedras en su interior. Pérez Cometo nos detuvo e interrogó agresivamente. Enmudecí del miedo, porque fracasar en ese punto, significaba volver al frente a buscar la muerte. Sin embargo, Mario le dijo con mucho aplomo: “Necesitamos llevar a este herido urgente, dejen pasar por favor!” Pérez Cometo me miró fijo. La insoportable mirada me llevó a sujetar el brazo del herido tan fuerte, que en verdad terminé aferrándome a él -y a la vida- mientras lograba sostener esa mirada con una serenidad que nunca supe de dónde me apareció. El capitán tenía curiosidad por saber cómo había sido el combate. Parecía un perro de pelea enjaulado. Quería combatir, para eso él se había preparado. Al mismo tiempo, Pérez Cometo se mostraba furioso, porque algunos soldados pasaron corriendo, replegándose, sin ni siquiera parar como nosotros. Más adelante en el tiempo, nos enteramos de que el capitán Pérez Cometo había realizado simulacros de fusilamiento a los que se estaban replegando sin permiso. Con perversidad, sumaba terror al horror." (Miguel Savage, Malvinas: Viaje al Pasado: La historia de una herida que no para de sanar, pp. 91-93, Amazon Digital Services, 2011)
    120. "Todos los contraataques habían fracasado y el ejército estaba ahora en completa retirada sin ningún lugar a donde ir. Argentina y el General de Brigada Menéndez no tenían otra alternativa que rendirse. Al igual que muchos otros ejércitos derrotados, la falta de disciplina y la desorganización, tomó el control de las tropas derrotadas y Compañía de Policía Militar 181 y el Destacamento Policial del Batallón de Infantería de Marina 5 fueron ordenados restablecer el orden y asegurar una retirada ordenada a Stanley." (Nicholas van der Bijl, David Aldea, 5th Infantry Brigade in the Falklands 1982, p 218, Leo Cooper, 2003)
    121. "El Teniente Coronel Eugenio Dalton, durante la oscuridad antes del amanecer del lunes, 14 de junio, fue visto conduciendo alrededor en un jeep, reagrupando a soldados cansados, en pánico y aturdidos de varias unidades en una compañía, y los condujo al sector occidental de Stanley bajo fuerte fuego." (Nicholas van der Bijl, David Aldea, 5th Infantry Brigade in the Falklands 1982, p 17, Leo Cooper, 2003)
    122. Decía el soldado Santiago Gauto: "Me junté a Félix Barreto y nosotros mirabamos y escuchabamos lo que estaba pasando. Había habido otros ataques y habían fracasado. El Mayor Carrizo le pidió una radio a un coronel [Eugenio Dalton] que le fue negada. Nos quedamos ahí mirándo a ellos discutiendo. Carrizo le dijo: 'Nosotros nunca vamos a ganar una guerra así "Estaba en lo cierto. Luego se volvió hacia nosotros y nos dijo: 'Los que tienen bolas, síganme." (Vincent Bramley, Two Sides of Hell, pp. 184-185, Bloomsbury, 1994)
    123. "Cuando amaneció, empezaron a llegar muchos soldados más de otras compañías en repliegue. Nuestros superiores intentaron reorganizar -en una fuerza conjunta- a los hombres de las compañías “B” y “C”, y pusieron a cargo al mayor Carrizo Salvadores para disponer un contraataque. ¡Nos queríamos morir! ¡No podíamos creer que nos iban a rearmar y mandar otra vez al frente en el estado en el que nos encontrábamos! Si existía una pesadilla de la que nunca parecíamos poder despertar, ¡era esa!, lo más parecido al castigo de Prometeo… En la mañana del 13 de junio se hizo una misa que estuvo a cargo del capellán del Ejército. Engominado y pulcro, el hombre lucía bien abrigado con su campera de plumas y su pañuelo estilo camuflaje al cuello. El sermón me resultó muy difícil de tragar. Este capellán devenido militar, sombrío vocero de un mensaje que no era el que había venido a dejar Jesús al mundo, nos arengaba haciendo gala de una obsesión fundamentalista. En su boca la palabra muerte no sonaba a consuelo ni a misericordia, sonaba a jinetas por ganar bajo mandato de muerte, en el nombre de Dios. “Ustedes van a derramar su sangre por esta bendita tierra. ¡Tienen que sacar todas sus fuerzas y destrozar al enemigo! Dios no acepta a los cobardes. El Señor sólo ve con buenos ojos a ustedes que van a ser héroes de la Patria. ¡Esta batalla será histórica y aleccionadora para el enemigo británico y para los ojos del mundo entero!” Sentí que de algún modo estábamos en manos de psicópatas. Y encima, ver la silueta de algunos suboficiales y soldados comulgando, me terminó de convencer acerca de lo absurdo que era todo. Una rebeldía interna trataba de convencerme de no ser una oveja más de este rebaño loco. Pasaron las horas. Nos dieron correajes, cargadores, un FAL y cascos nuevos. Y cuando estuvimos todos nuevamente alistados para partir, se formaron dos columnas de soldados para subir a los camiones “Unimog”. Me sentía como una res apartada del corral, a punto de entrar a la manga del matadero. Con mi grupo de amigos, nos miramos y dijimos: “¡Tenemos que zafar de esto!” Era de noche, así que aprovechamos para ir quedando a la zaga. Decidimos saltar detrás del cerco de una casa y esperar que todos se fuesen. Los demás soldados parecían hipnotizados: marchaban resignados. ¿Por qué no lucharían ellos también por librarse del injusto mandato? No era por euforia patriótica, ¡habían aceptado ser los espectros de un sueño ajeno! Cuando desaparecieron todos, luego de transcurrida una larga hora, salimos nuevamente en busca de un techo." (Miguel Savage, Malvinas: Viaje al Pasado: La historia de una herida que no para de sanar, p. 101, Amazon Digital Services, 2011)
    124. Cuenta el soldado Horacio Cañeque: "El mayor iba al costado de la fila. Por momentos estaba en la punta de la columna. A veces se perdía atrás, verificando si todo estaba en orden. El capitán Raúl Daneri iba al frente....En eso estamos cuando nos llega desde la oscuridad del camino un grupo numeroso de soldados. Vienen caminando rápido y muchos se confunden con nuestra improvisada compañía. Hay cansancio, temor y esperanza en esos ojos. Hay abrazos de amigos que no pensaban volver a verse. Hay fusiles y cargadores repletos tirados al costado del camino....El mayor gritaba en vano tratando de hacerse oír. Vio que quedaba poco por hacer pero no se resignaba. Pego un par de gritos y dijo: "los que quieran qe se vuelvan, los que quieran que me sigan", y encaro hacia Wireless Ridge solo, sin mirar atrás. Los siete Rayos salimos tras el. Sentíamos que era una locura pero no podíamos dejarlo solo. Alejandro Rosas y Luis Cunningham habían tirado al diablo sus radios. Ahora traían solo su fusil Nos acompañó una veintena de soldados y un par de suboficiales. Uno de ellos era el sargento Pedro Villarreal, quien había sido mi jefe de grupo en el período de instrucción, al comienzo de mi servicio militar. Sentí orgullo de que el hombre que me había enseñado todo lo que yo sabía de la guerra al venir a Malvinas, estuviera conmigo en esos momentos.... Al poco trecho los ingleses nos hicieron saber de su presencia.... No teníamos cubierta y los ingleses tiraban fuerte, al parecer también con ametralladoras 12,7 o algo así.... La tierra parecía hervir a nuestro alrededor." (Así Peleamos Malvinas: Testimonios de Veteranos del Ejercito, Soldados Biblioteca.)
    125. «Palabras del VGM Esteban La Madrid en el Acto realizado en Tigre el día 9 de abril.». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    126. «AL MERITO MILITAR». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    127. «MISION MALVINAS - BANDA DE HERMANOS. Testimonio del entonces Subteniente de Infanteria "EC" D.Guillermo Enrique Corbella.». 
    128. "A las 9, a fin de evitar la prosecución del combate en posiciones desfavorables y ante una orden del segundo comandante de la Agrupación Ejército, coronel Aguiar, Robacio ordenó el repliegue de su Batallón hacia Sapper Hill." (Emilio Villarino, Batallón 5: El Batallón de Infantería de Marina No. 5 en la Guerra de Las Malvinas, p. 192, Aller Atucha, 1992)
    129. «Britain Announces Argentine Surrender to End the 10-Week War in the Falklands». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    130. Nine Battles To Stanley, Por Nicholas van der Bijl, Página 202, Leo Cooper, 1999
    131. «La increíble historia de los sobrevivientes del último combate de Malvinas». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    132. «“En la parte trasera del Sea King habian infantes de marina reales de la Tropa 9 del 40 de Commandos. Al girar el gran aeronave un poco antes de la cumbre, las tropas argentinas abrieron fuego con ametralladoras y morteros. El aeronave sacudió de averías sufridas por el lado de babor ... El ruido del aeronave era ensordecedor mientras las tropas se derramaron afuera, no del todo claro dónde estaban, pero muy conscientes de que estaban en contacto con el enemigo. En segundos, el Sea King se levanta y despejó hacia el sur."» Harry Benson, Scram!: The Gripping First-Hand Account of the Helicopter War in the Falklands, pp. 353-354, Random House, 2012
    133. «“Antes de que tuviéramos la oportunidad de aterrizar correctamente, todo el lado izquierdo del helicóptero se derrumbo adentro con pedazos volando por todas partes. El ruido era ensordecedor ... y los chicos comenzaron saltando fuera del helicoptero, tratando de encontrar cobertura e identificar dónde se encontraban. Habíamos aterrizado en un pequeño camino de color claro en el medio de la nada y los helicópteros aún estaban siendo sacudido a tiros."» Nick van der Bijl, Victory in the Falklands, p.223, Pen and Sword, 2007
    134. «“Volamos en un helicóptero hasta la base de Sapper Hill. Los marines reales acababan de haber tomado parte en un tiroteo con los argentinos en retirada y nos encontramos con varios marines reales heridos al lado del camino siendo atendidos por los enfermeros.."» Michael Bilton, Peter Kosminsky, Speaking Out: Untold Stories from the Falklands War, páginas 271-272, Andre Deutsch, 1989
    135. «Falkland Islands - A history of the 1982 conflict». Archivado desde el original el 1 de abril de 2017. 
    136. «http://www.palacebarracksmemorialgarden.co.uk/roll.html». Consultado el 1 de abril de 2017. 
    137. «Fuerza Aérea Argentina». 
    138. Autores británicos varios:Malvinas, la guerra aérea, Ediciones Open Argentina, 1988. pp. 280-281
    139. «Diario oficial de la RAF durante el conflicto, 12 de junio» (en inglés). Consultado el 1 de abril de 2017. 
    140. «COMISIÓN DE DEFENSA NACIONAL Y DE CULTURA. Impreso el día 3 de diciembre de 2008». 
    141. "A history of Chile, 1808-1994" de Simon Collier and William F. Sater, Cambridge University Press, aquí, pág. 364:
      "La derrota argentina ante Gran Bretaña en la guerra de las Malvinas (abril-junio 1982) - durante la cual Chile dio asistencia discreta y confidencial a los británicos - impidió la alternativa de aventuras militares en la zona".
      (original en inglés: "Argentina's defeat by Great Britain in the brief Falklands War (April-June 1982) - during which Chile gave discreet and totally unpublicized assistance to the British - dispelled the prospect of further military adventures from that quarter.")
    142. "The Vatican Mediation of the Beagle Channel Dispute: Crisis Intervention and Forum Building", de Mark Laudy, aquí, pág. 306:
      "Lo que definitivamente cambió la situación y facilitó el acuerdo sobre la disputa [del Beagle] fue la guerra de las Malvinas y el subsecuente retorno a un gobierno democrático en Buenos Aires".
      (Original en inglés: "What ultimately changed that situation and facilitated the eventual settlement of the dispute was the Falkland Islands War and the subsequent return to democratic government in Buenos Aires.")
    143. Lawrence Freedman: "The campaign itself, Operation Corporate, is now estimated to have cost about £1.5 billion. The cost of replacing lost equipment is put at £1,278 million. The largest single item in this figure is £641 million for four new Type 22 frigates... to replace Sir Galahad is put at £69 million, and new aircraft account for another £116 million." - Britain & the Falklands War, 1988
    144. João Novaes (13). «Apenas 30% dos moradores das Malvinas se consideram britânicos, diz censo» (HTML). Opera Mundi (en portugués). Consultado el 3 de mayo de 2014. 
    145. «Un veterano voluntario tras la moneda de Malvinas», artículo de Daniel G. Gionco publicado en La Gaceta Malvinense Nº 51 junio de 2014.
    146. «Nuevo billete de $50 en homenaje a las islas Malvinas», artículo en el diario La Nación, del 2 de abril de 2014.
    147. http://web.archive.org/web/http://www.exequielmartinez.com.ar/malvinas_a.htm Pinturas de Exequiel Martínez sobre la aviación argentina
    148. http://www.aviationart.com.ar/Carlos_Adrian_Garcia/Portada.html Pinturas de Carlos A. Garcia sobre la aviación argentina
    149. http://www.danielbechennec.com/html/missile/missile-malouines.html Pinturas de Daniel Bechennec sobre los misiles
    150. http://www.bbc.co.uk/arts/yourpaintings/paintings/search/painted_by/charles-david-cobb_artists Pinturas de Charles David Cobb
    151. Camila Moraes (1). «Trinta anos depois, Guerra das Malvinas ainda não teve retrato definitivo nos cinemas» (HTML). Opera Mundi (en portugués). Consultado el 3 de mayo de 2014. 

    Bibliografía

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    Enlaces externos