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Humanidades

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Dante, por Luca Signorelli
El sepulcro del Doncel de Sigüenza
Joven leyendo, de Matthias Stom
Alegoría del oído, de Jan Van Kessel
Actores-músicos en un mosaico de la Villa di Cicerone en Pompeya, de Dioscórides de Samos

Las humanidades (del latín humanitas) son un conjunto de disciplinas académicas, que estudian los aspectos esenciales de la existencia humana, incluyendo la cultura, la sociedad, el pensamiento, el arte, la historia, la literatura, la filosofía y otros ámbitos característicos de la vida y expresión humana. Existen otras denominaciones, como el concepto de «letras», que se utilizan habitualmente por oposición a las denominadas «ciencias» (debate de las dos culturas). No obstante, existen otras denominaciones cuya identificación, asociación o diferenciación con la de «humanidades» es más problemática (según la intención de quien las utilice) y que conllevan distintas consideraciones epistemológicas y metodológicas: las de «ciencias sociales» y «ciencias humanas». Se supone a las disciplinas humanísticas un mayor carácter ideográfico: el estudio de particularidades sin crear leyes o postulados generales. En su origen (los studia humanitatis del humanismo renacentista), los saberes humanísticos o letras humanas se definían por oposición a las letras divinas.[1]​ Por lo demás, las humanidades, a diferencia de las ciencias humanas, estas de mayor preferencia románica y germánica y de mayor solidez epistemológica, constituyen un marbete de dominante orientación anglosajona.

Como elemento básico y definitorio de la civilización occidental y del sistema educativo tradicional (en este último también llegan a denominarse formación humanística),[2]​ las humanidades están especialmente vinculadas a los denominados estudios clásicos: el arte y la cultura fundamentada en la Antigüedad grecorromana y que con diversas adiciones a lo largo de los siglos fue conformando el denominado canon occidental, a lo que los críticos de esta perspectiva acusan de distintos sesgos (intelectualismo, machismo, eurocentrismo, obsolescencia) resumidos en la expresión peyorativa dead white males («varones blancos muertos»).[3]

Considerar o no a unas u otras disciplinas como «humanidades» o «ciencias sociales» es un problema académico que trasciende la mera consideración organizativa o universitaria, puesto que implica la condición científica o no de unos u otros saberes (sea cual sea el alcance de tal definición, dado que el criterio de cientificidad tampoco es universalmente aceptado). Para algunos autores, tal «cientificidad» es precisamente lo que no pretenden buscar los saberes que aspiran a aproximarse a la condición humana y construir la convivencia social a través de el cultivo del pasado por medio del estudio filológico y hermenéutico.[4]

Entre las disciplinas o campos de estudio que pueden considerarse como parte de las humanidades (sin que exista un consenso generalizado en ninguna enumeración de ellas), están la filosofía, el derecho, la sociología, la antropología, la politología, la filología (lingüística, la semiología, la literatura, la historia de la literatura, la crítica literaria), la historia, la geografía, los estudios de arte (de artes plásticas, las artes escénicas y la música, la musicología, la estética, la teoría del arte, la crítica de arte), las ciencias de la comunicación (periodismo, publicidad, documentación, biblioteconomía), entre algunas otras.[5]​ Paradójicamente, a pesar de la oposición terminológica inicial, los estudios de religión («divinidades» —divinities en lengua inglesa—) y la teología también se suelen considerar como parte de las «humanidades».

Los estudiosos de las humanidades se denominan humanities scholars o a veces humanistas.[6]​ El término humanista también describe la posición filosófica del humanismo, que antihumanista rechazan los estudiosos de las humanidades. Los eruditos y artistas del Renacimiento también son conocidos como humanistas. Algunas escuelas secundarias ofrecen clases de humanidades que suelen consistir en literatura, historia, lengua extranjera y arte.

Las disciplinas humanas como la historia y la lengua utilizan principalmente el método comparativo[7]​ y la investigación comparativa. Otros métodos utilizados en las humanidades son la hermenéutica, la crítica de fuentes, la interpretación estética y la razón especulativa.

Etimología

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La palabra humanidades procede del latín renacentista studia humanitatis, que significa estudio de la humanidad. Esta expresión se utilizaba para referirse al estudio de la literatura y la lengua clásicas, que se consideraba un aspecto importante de una educación refinada en el Renacimiento. En su uso a principios del siglo XV, el studia humanitatis era un curso de estudios que consistía en gramática, poesía, retórica, historia y filosofía moral, derivado principalmente del estudio de los clásicos latinos y griegos. La palabra humanitas también dio lugar al neologismo italiano renacentista umanisti, de donde "humanista", "humanismo renacentista".[8]

Historia

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En Occidente, la historia de las humanidades se remonta a la antigua Grecia, como base de una amplia educación para los ciudadanos.[9]​ Durante la época romana, evolucionó el concepto de las siete artes liberales, que incluían la gramática, la retórica y la lógica (el trivium), junto con la aritmética, la geometría, la astronomía y la música (el quadrivium). [10]​Estas materias constituían el grueso de la educación medieval, y se hacía hincapié en las humanidades como habilidades o "formas de hacer".

Se produjo un cambio importante con el humanismo renacentista del siglo XV, cuando las humanidades empezaron a considerarse materias de estudio más que de práctica, con el correspondiente alejamiento de los campos tradicionales hacia áreas como la literatura y la historia. En el siglo XX, este punto de vista fue a su vez cuestionado por el movimiento posmodernista, que pretendía redefinir las humanidades en términos más igualitarios adecuados para una sociedad democrática, ya que las sociedades griega y romana en las que se originaron las humanidades no eran en absoluto democráticas.[11]

Se suele distinguir entre ciencias socialess y humanidades. El clasicista Allan Bloom escribe en The Closing of the American Mind'] (1987):

Las ciencias sociales y las humanidades se desprecian mutuamente, las primeras desprecian a las segundas por anticientíficas, las segundas consideran a las primeras filisteísmo. [...] La diferencia se reduce al hecho de que las ciencias sociales realmente quieren ser predictivas, es decir, que el hombre es predecible, mientras que las humanidades dicen que no lo es.[12]

Ciencias humanas

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Las ciencias humanas tratan de completar el estudio de la humanidad incluyendo el origen evolutivo, la estructura del ser humano, su funcionamiento, sus características hereditarias y su conducta, tanto a nivel individual como social. En cuanto a la evolución de la humanidad, los grandes aportes provienen de la antropología física presentando como resultado del último episodio evolutivo al ser humano moderno. La anatomía se fundó sobre la observación directa de la estructura humana en Alejandría hacia el año 300 a. C. La fisiología tuvo sus comienzos en la época en que el inglés William Harvey fue a estudiar a Padua en 1598. La expresión ciencias morales tenía la ventaja de indicar que tales ciencias trataban de los productos de la actividad mental del ser humano y no tenían por objeto el estudio del organismo, pero para el siglo XVIII los autores llamados moralistas eran en realidad psicólogos. Las ciencias humanas nacen, según Michel Foucault, en el siglo XIX bajo un modelo de racionalidad científica.[13]​ A las ciencias humanas también se les llama ciencias del espíritu a partir de la propuesta de Wilhelm Dilthey, cuyo objeto de estudio es el medio histórico cultural en el que el ser humano está inmerso.[14]

El pensamiento y lenguaje humanos

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De septem artibus liberalibus, Grammatik, Rhetorik, Dialektik, Arithmetik, Geometrie, Astronomie, Musik

En las tres grandes áreas del pensamiento humano, ha tomado forma el mundo de las ideas: las ciencias del espíritu. Se considera que la religión es la que se ha centrado en el espíritu, mientras que la ciencia se ha centrado en la materia. La filosofía ha tratado de vincular a estas dos escuelas a partir de la reflexión consciente y ha planteado recientemente una teoría que podría integrar a las tres: el constructivismo. Para el humanismo la dignidad del hombre estaba constituida por el poder creador del intelecto. Durante la ilustración se trató de sustituir la fe supersticiosa y sumisa por la razón iluminada e iluminante. Las humanidades se han centrado en las actividades netamente humanas, como son el pensamiento y la lengua, que se sistematizan como conocimiento en la filosofía y en la lingüística y a la vez se convierten en medios para que el ser humano desarrolle autoconciencia. El estudio del pensamiento y el lenguaje como cognición, y por tanto de los símbolos y las representaciones, dio origen a la ciencia cognitiva.[15]​ Para Howard Gardner el lenguaje y las matemáticas son dos de las inteligencias compartidas por todos los seres humanos, sistemas de significado ideados culturalmente para procesar formas importantes de información.[16]​ En la educación se han desarrollado estas inteligencias mediante la lectura, la escritura y el cálculo. Desde la pedagogía también se plantea el constructivismo como una forma de integrar las formas de aprendizaje que han sido privilegiadas en la adquisición del conocimiento. Por lo tanto las humanidades son las disciplinas que estudian al hombre y su comportamiento en la sociedad.

Edgar Morin plantea que en la educación del futuro es necesario enseñar la condición humana y propone diversas tríadas, llamadas por él bucles, que dan soporte al concepto de lo humano como son: cerebro-mente-cultura, razón-afecto-impulso, individuo-sociedad-especie. Termina su libro invitando a la continuación de la hominización en humanización, vía ascenso a la ciudadanía terrestre.[17]

Campos

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Cultura clásica

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Busto de Homero, el poeta griego más famoso

En la tradición occidental, la cultura clásica se refiere a los estudios de las culturas de la Antigüedad clásica; a saber, el griego antiguo y el latín, así como la cultura grecorromana. Los estudios clásicos se consideran una de las bases de las humanidades; sin embargo, su popularidad decayó durante el siglo XX. No obstante, su influencia sigue siendo fuerte en varias disciplinas de las humanidades, como la filosofía y la literatura.[18]

Historia

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La historia es la información recopilada sistemáticamente sobre el pasado. Cuando se utiliza como nombre de un campo de estudio, se refiere al estudio e interpretación del registro de la humanidad, las sociedades, las instituciones y cualquier tema que haya cambiado a lo largo del tiempo.

Tradicionalmente, se ha considerado al estudio de la historia parte de las humanidades. Ocasionalmente, puede clasificarse a la historia como ciencia social, aunque tal definición es controvertida.

Lenguaje

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Aunque el estudio científico del lenguaje se conoce como lingüística y generalmente se considera una ciencia social,[19]​ una ciencia natural[20]​ o una ciencia cognitiva,[21]​ el estudio de las lenguas también es fundamental para las humanidades. Buena parte de la filosofía de los siglos XX y XXI se ha dedicado al análisis del lenguaje y a la cuestión de si, como afirmaba Wittgenstein, muchas de nuestras confusiones filosóficas derivan del vocabulario que utilizamos; la teoría literaria ha explorado las características retóricas, asociativas y de ordenación del lenguaje; y los lingüistas históricos han estudiado el desarrollo de las lenguas a lo largo del tiempo. La literatura, que abarca diversos usos del lenguaje, como la prosa (como la novela), la poesía y el teatro, también constituye el núcleo del plan de estudios de las humanidades modernas. Los programas universitarios de lengua extranjera suelen incluir el estudio de obras importantes de la literatura en esa lengua, así como de la propia lengua.

Derecho

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Juicio en un tribunal penal, la Old Bailey de Londres

En el lenguaje cotidiano, la ley se refiere a una norma aplicada por una institución de gobierno, en contraposición a una norma moral o ética que no está sujeta a una aplicación formal. [22]​ El estudio del derecho puede verse como una ciencia social o una disciplina de humanidades, dependiendo de la perspectiva de cada uno. Algunos lo véase como una ciencia social debido a su naturaleza objetiva y mensurable, mientras que otros lo ven como una disciplina de humanidades debido a su enfoque en los valores y la interpretación. El derecho no siempre es aplicable, especialmente en el contexto de las relaciones internacionales. El derecho se ha definido de varias formas, como "un sistema de normas",[23]​ "un concepto interpretativo" para lograr la justicia,[24]​ "una autoridad" para mediar entre los intereses de las personas,[25]​o "el mandato de un soberano" respaldado por la amenaza de castigo.[26]

Sea cual sea la idea que se tenga del derecho, se trata de una institución social completamente central. La política jurídica está conformada por la aplicación práctica de ideas procedentes de muchas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades, como la filosofía, la historia, la ciencia política, la economía, la antropología y la sociología. El Derecho es política, porque los políticos lo crean. Es filosofía, porque las convicciones morales y éticas conforman sus ideas. El Derecho cuenta muchas de las historias de la historia, porque las leyes, la jurisprudencia y las codificaciones se construyen a lo largo del tiempo. El Derecho también es economía, porque cualquier norma sobre contrato, responsabilidad civil, derecho de propiedad, derecho laboral, derecho de sociedades y muchas más puede tener efectos duraderos sobre cómo se organiza la productividad y la distribución de la riqueza.

Literatura

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Shakespeare escribió algunas de las obras más aclamadas de la literatura inglesa

Literatura es un término que no tiene una definición universalmente aceptada, pero que ha incluido de forma variable toda obra escrita; la escritura que posee mérito literario; y el lenguaje que enfatiza sus propias características literarias, en oposición al lenguaje ordinario. Etimológicamente, el término deriva de la palabra latina literatura/litteratura que significa "escritura formada con letras", aunque algunas definiciones incluyen la textos hablados o cantados.

La literatura puede clasificarse en ficción o no ficción; poesía o prosa. Además, puede distinguirse según sus formas principales, como la novela, el relato corto o el drama; y las obras suelen clasificarse según periodos históricos, o según su adhesión a determinadas características o expectativas estéticas (género).

Filosofía

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Las obras de Søren Kierkegaard se solapan en muchos campos de las humanidades, como la filosofía, la literatura, la teología, la música y los estudios clásicos

La filosofía (etimológicamente, "amor a la sabiduría") es, en general, el estudio de problemas relativos a cuestiones como la existencia, el conocimiento, la justificación, la verdad, la justicia, el bien y el mal, la belleza, la validez, la mente y el lenguaje. La filosofía se distingue de otras formas de abordar estas cuestiones por su enfoque crítico, generalmente sistemático, y su dependencia de argumentos razonados, en lugar de experimentos (la filosofía experimental es una excepción).[25]

La filosofía solía ser un término muy amplio, que incluía lo que posteriormente se han convertido en disciplinas separadas, como la física. (Como señaló Immanuel Kant, "La filosofía de la antigua Grecia se dividía en tres ciencias: física, ética y lógica").[26]​ En la actualidad, los principales campos de la filosofía son la lógica, la ética, la metafísica y la epistemología. Aun así, sigue solapándose con otras disciplinas. El campo de la semántica, por ejemplo, pone en contacto la filosofía con la lingüística.

Desde principios del siglo XX, la filosofía en las universidades de habla inglesa se ha alejado de las humanidades y se ha acercado más a las ciencias formales, volviéndose mucho más analítica. La filosofía analítica está marcada por el énfasis en el uso de la lógica y los métodos formales de razonamiento, el análisis conceptual y el uso de la simbólica y/o la lógica matemática, en contraste con la estilo continental de filosofía.[27]​ Este método de investigación es en gran parte deudor de la obra de filósofos como Gottlob Frege, Bertrand Russell, G.E. Moore y Ludwig Wittgenstein.

Religión

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Los estudios religiosos suelen considerarse una ciencia social. Basándose en los conocimientos actuales, parece que todas las culturas conocidas, tanto en el pasado como en el presente, tienen alguna forma de sistema de creencias o práctica religiosa.[28]​ Aunque puede haber individuos o grupos aislados que no practiquen ninguna forma de religión, no se sabe si alguna vez ha existido una sociedad totalmente desprovista de creencias religiosas. La definición de religión no es universal, y las distintas culturas pueden tener ideas diferentes sobre lo que constituye la religión.

La religión puede caracterizarse con una comunidad, ya que los humanos son animales sociales. [29][30]​Los rituales se utilizan para unir a la comunidad. [31][32]​ Los animales sociales necesitan reglas. La ética es un requisito de la sociedad, pero no un requisito de la religión. El sintoísmo, el daoísmo y otras religiones populares o naturales no tienen códigos éticos. Mientras que algunas religiones incluyen el concepto de deidades, otras no. Por lo tanto, lo sobrenatural no requiere necesariamente la existencia de deidades. Más bien, puede definirse en términos generales como cualquier fenómeno que no puede ser explicado por la ciencia o la razón.[33][34]​El pensamiento mágico crea explicaciones no disponibles para la verificación empírica. Las historias o mitos son narraciones didácticas y entretenidas a la vez.[35]​ Son necesarias para comprender la difícil situación humana. Otras posibles características de la religión son la contaminación y la purificación,[36]​ lo sagrado y lo profano, [37]​ textos sagrados, [38]​ instituciones y organizaciones religiosas, [39][40]​ y el sacrificio y la oración. Algunos de los principales problemas a los que se enfrentan las religiones y a los que intentan dar respuesta son el caos, el sufrimiento, el mal,[41]​ y la muerte. [42]

Las religiones no fundadoras son el hinduismo, el sintoísmo y las religiones nativas o populares. Las religiones fundadoras son el judaísmo, el cristianismo, el islamismo, el confucianismo, el daoísmo, el mormonismo, el jainismo, el zoroastrismo, el budismo, el sijismo y la fe bahá'í. Las religiones deben adaptarse y cambiar a lo largo de las generaciones porque deben seguir siendo relevantes para sus fieles. Cuando las religiones tradicionales no abordan las nuevas preocupaciones, surgen nuevas religiones.

Referencias

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  1. El DRAE da «humanidades» como sinónimo de «letras humanas» (literatura, y especialmente la clásica): Real Academia Española. «humanidades». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. También del más reciente. Una de las modalidades del bachillerato en España se denomina de Humanidades y Ciencias Sociales. Web del Ministerio de Educación Archivado el 27 de diciembre de 2011 en Wayback Machine..
  3. Columbus As A Dead White European Male: The Ideological Underpinnings of the Controversy Over 1492, an essay from The World and I, The Washington Times, diciembre de 1991. Fuente citada en Dead white males (en inglés).
  4. Arturo Leyte, El territorio de las humanidades. Hay que reivindicar el estudio de la cultura humana, el cultivo de lenguas, textos y objetos que nos precedieron. No con un fin arqueológico, sino con el de constituir un modelo democrático de ciudadanía, El País, 05/01/2012.
  5. «Humanidades». Universidad de Piura. Consultado el 23 de febrero de 2022. 
  6. "Humanist" Oxford English Dictionary. Oed.com Archivado el 16 de junio de 2020 en Wayback Machine.
  7. Wallace y Gach (2008) p.28 (enlace roto disponible en este archivo).
  8. "humanismo". Encyclopædia Britannica. Encyclopædia Britannica Online. Encyclopædia Britannica Inc., 2012. Web. 11 abr. 2012. [1] Archivado el 5 de junio de 2015 en Wayback Machine.
  9. Bod, Rens; A New History of the Humanities, Oxford University Press, Oxford, 2014.
  10. Levi, Albert W.; The Humanities Today, Indiana University Press, Bloomington, 1970.
  11. Walling, Donovan R.; Under Construction: The Role of the Arts and Humanities in Postmodern Schooling Phi Delta Kappa Educational Foundation, Bloomington, Indiana, 1997. Humanidades viene de humano
  12. Bloom, Allan (2012). The Closing of the American Mind. Simon and Schuster. p. 357. ISBN 978-1-4516-8320-2. 
  13. Michel Foucault. Arqueología de las ciencias humanas. México : Editorial Siglo XXI. 1999
  14. Wilhelm Dilthey. Introducción a las ciencias del espíritu. Madrid: Alianza. 1980.
  15. Fritjof Capra. La trama de la vida.Barcelona: Anagrama. 1991
  16. Howard Gardner. Estructuras de la mente. Bogotá: Fondo de cultura económica. 1993
  17. Edgar Morin. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO. 1999
  18. Macey, David (2 de diciembre de 2004). The Penguin Dictionary of Critical Theory (en inglés). 
  19. «Social Science Majors, University of Saskatchewan». Archivado desde el original el 6 de septiembre de 2015. Consultado el 6 de febrero de 2016. 
  20. Boeckx, Cedric. «El lenguaje como objeto natural; la lingüística como ciencia natural». Archivado desde el original el 23 de julio de 2010. Consultado el 18 de enero de 2024. 
  21. Thagard, Paul, Cognitive Science Archivado el 15 de julio de 2018 en Wayback Machine., The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2008 Edition), Edward N. Zalta (ed.).
  22. Robertson, Geoffrey (2006). Crimes Against Humanity. Penguin. p. 90. ISBN 978-0-14-102463-9. 
  23. «Diccionario Etymonline». Archivado desde el original el 2 de julio de 2017. Consultado el 14 de agosto de 2007. 
  24. «Diccionario Merriam-Webster». Archivado desde el original el 30 de diciembre de 2007. Consultado el 14 de agosto de 2007. 
  25. a b Thomas Nagel (1987). ¿Qué significa todo esto? A Very Short Introduction to Philosophy. Oxford University Press, pp. 4-5.
  26. a b Kant, Immanuel (1785). Fundamentación de la metafísica de la moral, primera línea.
  27. Véase, por ejemplo, Brian Leiter [2] "[La] filosofía 'analítica' nombra hoy un estilo de hacer filosofía, no un programa filosófico o un conjunto de puntos de vista sustantivos. Los filósofos analíticos, hablando crudamente, aspiran a la claridad y precisión argumentativa; recurren libremente a las herramientas de la lógica; y a menudo se identifican, profesional e intelectualmente, más estrechamente con las ciencias y las matemáticas que con las humanidades."
  28. Beckford, James A.; Demerath, Jay (29 de octubre de 2007). El Manual SAGE de Sociología de la Religión (en inglés). SAGE. ISBN 978-1-4462-0652-2. 
  29. Aristotle (1941). Politica. New York: Oxford. pp. 1253a. 
  30. Berger, Peter (1969). The Sacred Canopy. New York: Doubleday and Company. pp. 7. ISBN 978- 0385073059. 
  31. Stephenson, Barry (2015). Rituals. New York: Oxford. ISBN 978-0199943524. 
  32. Bell, Catherine (2009). Ritual. New York: Oxford. ISBN 978-0199735105. 
  33. Hood, Bruce (2010). La ciencia de la superstición. New York: HarperOne. pp. xii. ISBN 978-0061452659. 
  34. Bowie, Fiona (29 de febrero de 2000). La antropología de la religión: An Introduction. Malden, Mass.: Wiley-Blackwell. ISBN 978-0-631-20848-8. 
  35. Segal, Robert (2015). Myth. New York: Oxford. p. 3. ISBN 978-0198724704. 
  36. Douglas, Mary (2002). Purity and Danger. London and New York: Routledge. ISBN 978-0415289955. 
  37. Eliade, Mircea (1959). Lo sagrado y lo profano. New York: Harvest. 
  38. Coward, Harold (1988). Palabra sagrada y texto sagrado. Maryknoll, NY: Orbis Books. ISBN 978-0883446041. 
  39. Berger, Peter (1990). El dosel sagrado. New York: Anchor. ISBN 978-0385073059. 
  40. McGuire, Meredith (2002). Religion: The Social Context. Belmont, CA: Wadsworth. ISBN 0-534-54126-7. 
  41. Kelly, Joseph (1989). El problema del mal en la tradición occidental. Collegeville, Minnesota: Liturgical Press. ISBN 0-8146-5104-6. 
  42. Becker, Ernest (2009), La negación de la muerte, Macmillan, pp. ix, ISBN 978-0029023105 .

Enlaces externos

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