Diferencia entre revisiones de «Demografía de Argentina»

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La población de la [[República Argentina]] censada en noviembre de [[2001]] ascendía a 37.282.970 habitantes (el 0,59% de la población mundial). La estimación para [[2006]] es de 38,9 millones habitantes.
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Revisión del 23:22 5 abr 2007

La población de la República Argentina censada en noviembre de 2001 ascendía a 37.282.970 habitantes (el 0,59% de la población mundial). La estimación para 2006 es de 38,9 millones habitantes.

La Argentina es un país con baja densidad de población (14 hab/km²), muy concentrada en el Aglomerado Gran Buenos Aires (33%), mayoritariamente urbana (89%) y con una gran proporción de personas mayores de 60 años (13,8%). Tiene una alta esperanza de vida (75,2 años) y de alfabetización (97,4%).

Registra índices sociolaborales problemáticos. La tasa de mortalidad infantil es del 12,5‰, por encima de otros países latinoamericanos. Las tasas de pobreza y de indigencia llegan al 26,9% y al 8,7% respectivamente. La desocupación del 8,7% asciende al 10,1% si no se toman como "empleados" a beneficiarios de planes sociales otorgados por el gobierno [1]​.

La actual población argentina es resultado de la descendencia directa de inmigrantes y del mestizaje de estos con una base indígena, originaria del territorio antes de la conquista española.

Población total

La población de la República Argentina censada en noviembre de 2001 ascendía a 36.260.130 habitantes (el 0,59% de la población mundial). Aunque la posterior corrección de población por cobertura y conciliación censal que realizó el INDEC llevó a la población a 37.282.970 habitantes en el mismo período. La estimación para junio de 2006 es de 38.970.611 habitantes, con una densidad media de 14 hab/km² (sin considerar la superficie reclamada de la Antártida Argentina e Islas del Atlántico Sur).

Del total de la población un 51,3% son mujeres y un 48,7% son varones (2001).

Distribución territorial

Esta población se encuentra sin embargo desigualmente repartida por el país, concentrándose en la zona del Área Metropolitana Buenos Aires o Aglomerado Gran Buenos Aires (Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Conurbano Bonaerense) unas 12 millones de personas, equivalentes al 33% de la población total. Esto convierte a Buenos Aires en la vigésima megalópolis de las 23 existentes en el mundo, y el tercer aglomerado urbano de América Latina, considerablemente detrás de Ciudad de México y Sao Paulo.

La Provincia de Buenos Aires es por mucho la más poblada del país con 13.827.203 habitantes (37% del total nacional), de los cuales 9,7 millones viven en el Gran Buenos Aires y 4,5 millones en el resto de la provincia. Con mucho menos población, le siguen en magnitud las provincias vecinas (al norte) de Córdoba y Santa Fe con poblaciones en torno a los 3 millones y la Ciudad de Buenos Aires con 2,7 millones. En total, el 60% de la población está concentrada en una región integrada por las tres provincias (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe) y la Ciudad de Buenos Aires, y en una superficie que no alcanza el 22% del total del país.

Lejos de las cifras apuntadas, con aproximadamente un millón de habitantes se encuentran Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Salta, Tucumán y Mendoza, superando ésta última el millón y medio de habitantes. Destaca en este grupo la provincia de Tucumán, con una densidad de población de 60 hab/km², superior a la de provincias más pobladas como Córdoba y Santa Fe e incluso a la media de la provincia de Buenos Aires.

Finalmente, se encuentran el resto de provincias, con Jujuy a la cabeza en densidad de población, y disminuyendo ésta a medida que nos alejamos de la Capital Federal especialmente hacia el Sur, donde se puede afirmar que el proceso de poblamiento prosigue hoy día.

Respecto a la distribución territorial de la población, el dato más significativo del Censo de 2001 es el relegamiento de la Ciudad de Buenos Aires del segundo al cuarto lugar, siendo superada por Córdoba y Santa Fe. La Ciudad de Buenos Aires había sido el segundo distrito poblacional por casi dos siglos. También es destacable que la Patagonia es la región con mayor crecimiento demográfico, que está indicando un lento desplazamiento de la población del país hacia el sur.

Población de las provincias (censo 2001)
  1. Provincia de Buenos Aires
  2. Córdoba
  3. Santa Fe
  4. Ciudad de Buenos Aires
  5. Mendoza
  6. Tucumán
  7. Entre Ríos
  8. Salta
  9. Chaco
  10. Misiones
  11. Corrientes
  12. Santiago del Estero
  13. San Juan
  14. Jujuy
  15. Río Negro
  16. Formosa
  17. Neuquén
  18. Chubut
  19. San Luis
  20. Catamarca
  21. La Pampa
  22. La Rioja
  23. Santa Cruz
  24. Tierra del Fuego
  • 13.827.203
  • 3.066.801
  • 3.000.701
  • 2.776.138
  • 1.579.651
  • 1.338.523
  • 1.158.147
  • 1.079.051
  • 984.446
  • 965.522
  • 930.991
  • 804.457
  • 620.023
  • 611.888
  • 552.822
  • 486.559
  • 474.155
  • 413.237
  • 367.933
  • 334.568
  • 299.294
  • 289.983
  • 196.958
  • 101.079

La población de los grandes centros urbanos de la Argentina tuvieron la siguiente evolución:

Conglomerado urbano 1895 1914 1947 1980 1991 2001
Aglomerado G.B.A. 11.297.987 12.046.799
Gran Buenos Aires 663.854 1.575.814 4.554.000 9.942.232 10.918.027 11.460.575
Gran Córdoba 47.609 121.982 380.000 982.081 1.228.386 1.368.109
Gran Rosario 91.669 245.199 475.000 954.606 1.118.905 1.159.004
Gran Mendoza 28.302 58.790 212.000 596.796 773.113 846.904
Gran San Miguel de Tucumán 34.305 92.284 194.000 496.914 622.324 736.018
Gran La Plata 45.410 137.413 266.000 560.341 642.979 681.832
Mar del Plata 115.000 407.024 512.880 541.857
Gran Salta 7.657 28.436 260.323 370.904 469.192
Gran Santa Fe 22.244 64.095 173.000 287.240 407.258 451.571
Gran San Juan 10.410 16.629 110.000 290.479 353.513 421.172

En la Argentina existen 2.171 municipios con un promedio de 17.173 habitantes por municipio. La provincia que más municipios tiene es Córdoba con 428, seguida por Santa Fe con 363, Entre Ríos con 265 y Provincia de Buenos Aires con 134 [2]​. Los municipios con mayor cantidad de población son:

Municipios con más de 500.000 habitantes (censo 2001)
  1. Córdoba Capital (Córdoba)
  2. La Matanza (Provincia de Buenos Aires)
  3. Rosario (Santa Fe)
  4. Lomas de Zamora (Provincia de Buenos Aires)
  5. La Plata (Provincia de Buenos Aires)
  6. General Pueyrredón (Provincia de Buenos Aires)
  7. Quilmes (Provincia de Buenos Aires)
  8. Almirante Brown (Provincia de Buenos Aires)
  • 1 272 334
  • 1.255.288
  • 908.163
  • 591.345
  • 574.369
  • 564.056
  • 518.788
  • 515.556

Dinámica demográfica.

La tasa anual media de crecimiento poblacional entre el censo de 1991 y el de 2001 fue del 10,1‰ según el INDEC, convirtiendo a la Argentina en el tercer país de América Latina con la menor tasa de la década del 90´ después de Cuba y Uruguay.


Datos extraídos del INDEC:

  • Tasa de natalidad: 17,5 por mil (para el quinquenio 2005-2010)
  • Tasa de mortalidad: 7,8 por mil (para el quinquenio 2005-2010)
  • Crecimiento natural: 9,7 por mil (para el quinquenio 2005-2010)
  • Migración neta: - (para el quinquenio 2005-2010)
  • Crecimiento total de población: 9,7 por mil (para el quinquenio 2005-2010)


En 2001, la tasa bruta de natalidad fue del 18,2 por mil y la tasa bruta de mortalidad del 7,6 por mil, con un crecimiento natural de la población del 10,6 por mil. Para el quinquenio 2005-2010, se estiman tasas del 17,5 por mil; 7,8 por mil y 9,7 por mil, respectivamente. La Argentina se ubica como uno de los países que registra bajas tasas de natalidad en América Latina.


  • Tasa global de fecundidad: 2,3 hijos por mujer (para el quinquenio 2005-2010)
  • Tasa de mortalidad infantil: 13,3‰ (2005) [3]
  • Alfabetismo: 97,4% (2001)
  • Esperanza de vida media: 75,24 años (para el quinquenio 2005-2010)
    • Varones: 71,56 años (para el quinquenio 2005-2010)
    • Mujeres: 79,06 años (para el quinquenio 2005-2010)


La tasa de mortalidad infantil viene registrando una progresiva mejoría: 63,1‰ en 1970 [4]​; 33,2‰ en 1980 [5]​; 25,6‰ en 1990; 16,6‰ en 2000 y 12,5‰ en 2006 [6]​. Aunque es considerable la disminución de la tasa, es más elevada que la alcanzada por otros países latinoamericanos como Cuba, Chile, Costa Rica y Uruguay [7]

Estructura de la Población.

Distribución por sexos. Según datos del Censo 2001 hay un 48,7% de varones, y un 51,3% de mujeres, siendo el índice de masculinidad (cantidad de varones por cada 100 mujeres) de 94,9. Históricamente este índice alcanzó un máximo en 1914 con un valor de 115,5 (53,5% de varones); en 1960 ambas poblaciones ya estaban equilibradas, habiendo sido el descenso desde el Censo de 1991 de 7 décimas (95,6).

Distribución por edades.

Estructura poblacional de la República Argentina
Año 2005 - INDEC
Población entre 0 y 14 años 26,4 %
Población entre 15 y 64 años 63,5 %
Población de 60 años o más 13,8 %
Población de 65 años o más 10,1 %


Según datos del INDEC para 2005, la población mayor de 65 años correspondía al 10,1% del total. En tanto, los habitantes argentinos mayores de 60 años, correspondían al 13,8% de la población total. Esto hace que la Argentina sea el tercer país más envejecido de América Latina después del Uruguay (17,6% mayores de 60 años para 2005) y Cuba (15,8% mayores de 60 años para 2005) [8]​. Según la ONU [9]​, una sociedad se encuentra envejecida cuando la población de 65 años o más supera al 7% del total. La Argentina alcanzó ese status en 1970 [10]​.


Distribución urbana/rural.

  • Población urbana (localidades de más de 2.000 habitantes): 89,31% (48,27% de varones)
  • Población rural agrupada (localidades de menos de 2.000 habitantes): 3,40% (50,81% de varones)
  • Población rural dispersa (vivienda en campo abierto): 7,28% (54,02% de varones)

Evolución histórica de la población total

Año Población Tasa de crecimiento media anual

( por mil )

Población extranjera / Población total

( % )

Población urbana

( % )

Tasa global de fecundidad

(hijos por mujer)

Expectativa de vida al nacer

(años)

1869 1.877.490 11,2
1895 4.044.911 24,9 37,4 6,0 40
36,0
1914 7.903.662 30,3 52,7 5,3 48,5
20,4
1947 15.893.811 15,3 62,2 3,3 61,1
17,9
1960 20.013.793 13,0 72,0 3,0 66,4
15,6
1970 23.364.431 9,5 79,0 2,9 65,6
18,1
1980 27.949.480 6,8 83,0 3,4 69,0
14,7
1991 32.615.528 5,0 88,4 2,8 72,1
10,1
2001 36.260.130 4,2 89,3 2,4 74.1

Población con discapacidades

El 7,1% de la población registra alguna discapacidad. El porcentaje de personas con discapacidades va creciendo con la edad.

Población con discapacidad (INDEC [11]​)
Edad Total Varones Mujeres
Total 7,1 6,8 7,3
0-4 1,8 2,0 1,7
5-14 3,6 4,1 3,0
15-29 3,2 3,7 2,8
30-49 4,6 5,0 4,2
50-64 11,2 11,2 11,1
65-74 21,2 22,3 20,4
más de 75 37,8 35,8 38,9

Composición étnica

La actual población argentina es el resultado de la descendencia de distintas oleadas de inmigrantes, principalmente de Europa y del mestizaje de estos con una base indígena originaria y africana desde la conquista española.

Aspecto general

Los pueblos originarios que constituyeron la base del mestizaje a partir de la época colonial están divididos en tres grandes grupos: los pertenecientes al grupo de la civilización andina, principalmente aymaras, diaguitas, sanavirones y comechingones; los pertenecientes a grupo chaco-mesopotámico, principalmente la civilización guaraní y el pueblo wichi; y los pueblos de cazadores-recolectores del sur, principalmente los pueblos ranquel, tehuelche y mapuche.

Las distintas corrientes migratorias fueron:

En el período colonial:

  • la conquista y colonización española (principalmente de las etnias extremeña, andaluza, castellana y vasca), durante los siglos XVI a XVIII, mayoritariamente masculina y pequeña en términos cuantitativos pero que impuso un sistema de dominación;
  • la inmigración forzada de africanos reducidos a la esclavitud entre los siglos XVII y XVIII, principalmente de la etnia bantú;

A partir del siglo XIX:

Para tener una idea del impacto de la inmigración en la demografía argentina, hay que señalar que entre 1830 y 1950, el país recibió alrededor de 6,5 millones de inmigrantes europeos — la inmigración neta fue cercana a los 4 millones de europeos [12]​—, y se constituyó como el tercer país receptor en América (después de Estados Unidos y Canadá). El primer Censo nacional de 1869 arrojó un total de 1.737.000 habitantes. En 1960 el país tenía ya un poco más de 20 millones, es decir que en 90 años había multiplicado su población inicial por 10 [13]​.

En definitiva, lo que caracteriza al proceso inmigratorio argentino es su magnitud y su velocidad. El sociólogo Gino Germani afirma que la Argentina es el único país del mundo que tuvo una población activa mayoritariamente extranjera —en las regiones más dinámicas del país—, durante un largo período de tiempo. En términos globales, la proporción de extranjeros sobre el total de habitantes fue superior de 2 a 3 veces a la de los extranjeros en los Estados Unidos. Si tomamos en cuenta a la región litoral y a la población masculina adulta, la proporción de extranjeros durante más de 50 años (1880-1930) superó largamente la de los argentinos; en Buenos Aires había 4 varones extranjeros por cada argentino y en el conjunto de las provincias del litoral, incluyendo las áreas rurales, la proporción se fijaba en 6 varones extranjeros por cada 4 argentinos [14]​.

Luego de la Segunda Guerra Mundial la gran inmigración transoceánica se redujo considerablemente, pero los niveles históricos de la inmigración proveniente de los países limítrofes se mantienen en la actualidad.

Regionalmente, la composición étnica de la población varía relativamente:

  • En la región norte y noroeste del país la población con antepasados indígenas, o españoles y africanos llegados en tiempos de la colonia, es proporcionalmente mayor a la media nacional, en parte porque era la región más poblada antes y durante la conquista española, y porque recibió una menor influencia de las grandes corrientes inmigratorias europeas producidas entre 1830 y 1950.
  • La población actual de la Patagonia se formó principalmente de las corrientes migratorias internas provenientes de la región pampeana como también ha sido destacada la influencia de la inmigración chilena, galesa, suiza, y alemana.

En relación a los grupos aborígenes, en el norte habitan las comunidades de kollas, tobas, wichis, guaraníes, chiringuanos y diaguita calchaquíes; en la región patagónica habitan comunidades de mapuches.

El asentamiento geográfico de la población africana y de su descendencia, se concentra mayoritariamente en el Gran Buenos Aires, siendo muy pocos los que viven en la ciudad de Buenos Aires o en provincias del interior.[15]

La población de origen asiático oriental compuesta por coreanos, chinos, vietnamitas y japoneses se concentra en el Gran Buenos Aires y es producto de la inmigración ocurrida en las últimas décadas del siglo XX.

A partir la década de 1930 migrantes internos provenientes de las provincias norteñas y de las zonas rurales comenzaron a desplazarse hacia los principales centros urbanos del país —especialmente el Gran Buenos Aires— en busca de una mejor situación económica. A partir de la década de 1940 migrantes provenienetes de los países fronterizos, principalmente Paraguay, comenzaron a desplazarse hacia los centros urbanos argentinos.

Según el censo de 2001 las comunidades extranjeras más numerosas son la paraguaya, boliviana, italiana y chilena respectivamente. La Argentina cuenta también con importantes comunidades judía [16]​ y musulmana [17]​.

Argentina, país de inmigración

Al producirse la independencia (1810-1816) la población argentina estaba mayoritariamente integrada por descendientes de los pueblos originarios y de los pueblos africanos llevados forzosamente como esclavos, y en mucha menor medida por descendientes de españoles y otros pueblos europeos. El mestizaje entre los distintos grupos produjo un tipo de poblador rural particular, denominado gaucho.

Por otra parte, durante la época colonial, una gran parte del actual territorio argentino se encontraba bajo el dominio de pueblos originarios que se mantuvieron independientes del dominio del Imperio Español, en la Región Chaqueña, la llanura Pampeana, la Puna y la Patagonia. Aunque no existen datos precisos sobre la situación de los pueblos originarios independientes durante la colonia, algunos especialistas han sostenido que la densidad demográfica en esos territorios no superaba un habitante por km². Este argumento fue luego utilizado para considerar que se trataba de territorios desiertos que podían ser legítimamente ocupados por el Estado Argentino (ver conquista del desierto).

Al constituirse como nación la población de la Argentina era de solo unos pocos cientos de miles de personas, inferior a la que en aquel entonces tenían Chile, Paraguay y Bolivia.

La baja densidad poblacional ha sido una característica de la Argentina desde sus orígenes hasta el presente. A partir de 1853, luego de finalizadas las guerras civiles, la Constitución Nacional ordenó al gobierno nacional fomentar la inmigración europea para poblar el país. Esta política de estado de atracción de personas del viejo continente se mantuvo hasta poco después de finalizada la Segunda Guerra Mundial. En un principio la cantidad de inmigrantes que llegaban desde Europa era escasa, pero en la década de 1870 -a la par de la crisis económica que se produce en ese continente- comenzó a aumentar de un modo muy notable en 1890, y manteniéndose en niveles elevados hasta 1930.

Como dato elocuente para ilustrar este fenómeno, se menciona que entre 1860 y 1870 ingresaron al país 160.000 inmigrantes, mientras que entre 1880 y 1890 llegaron 841.000, cantidad similar a la población total del país en aquel entonces.

La mayoría de estos inmigrantes europeos (alrededor de dos tercios) eran italianos y españoles, con una contribución significativa de franceses (especialmente de Occitania), alemanes del Volga, otros grupos de alemanes (varios de ellos judíos y polacos), británicos, rusos (muchos de ellos judíos y polacos), húngaros (en su mayoría), polacos (muchos de ellos judíos), ucranianos, portugueses, griegos, irlandeses, galeses, neerlandeses (en su mayoría frisones), belgas, croatas, checos, daneses y noruegos[18]​.

Hubo asimismo un grupo muy numeroso de inmigrantes provenientes de Medio Oriente. Estos inmigrantes no-europeos, provinieron principalmente de Armenia, Siria y el Líbano [19]​.

El historiador Sarramone ha sostenido:

En ningún otro lugar de la tierra el impacto inmigratorio ha tenido la importancia cuantitativa y cualitativa que tuvo en la Argentina.[20]

En general puede decirse que los inmigrantes italianos y españoles eran en su mayoría campesinos no cualificados o con una baja instrucción, mientras que los provenientes del norte de Europa contaban con calificación profesional, cierto grado de instrucción, y medios capitales que invirtieron en el campo y la industria.

A diferencia de otros países que recibieron (y reciben) grandes contingentes de inmigrantes, en la Argentina las políticas oficiales tendieron a evitar la formación de comunidades cerradas, dificultando la tradición de las culturas originarias, así como de las lenguas maternas de los inmigrantes. El resultado ha sido una alta tasa de mestizaje entre comunidades que ha llevado a usar el término "crisol de razas" para significar el fenómeno.

Sin embargo ello no ha impedido la aparición de fenómenos de discriminación étnica y racial. En particular, en el último medio siglo se ha incrementado

...la discriminación dirigida hacia un sector de la población que lleva en su cuerpo las marcas de su origen indígena o mestizo, cuya presencia en la gran ciudad se torna visible, sobre todo, con las migraciones laborales provenientes del interior del país o de los países limítrofes aceleradas a partir de 1930.[21]

Más actualmente, desde las últimas décadas del siglo XX comenzaron a arribar a la Argentina grupos de inmigrantes de Perú, Europa del Este y Asia oriental, producto de la situación económica favorable comparativa que la Argentina poseía en ese momento.

Inmigración desde países limítrofes y del Perú

La inmigración limítrofe siempre existió: según el INDEC, desde 1869 hasta hoy configuró entre un 2% y un 2,9% de la población del país.

Según datos del censo de 2001, los paraguayos representan la colectividad más numerosa en el país totalizando los 325.000 miembros y residen principalmente en el Gran Buenos Aires, concretamente en Avellaneda, Quilmes, Flores, Once y Almagro. La comunidad boliviana alcanza los 233.000 individuos y se distribuye en Escobar, Pilar, Campana, La Plata, Bahía Blanca, Tandil, Ciudad de Buenos Aires, Salta, Jujuy, San Juan, Rosario, Córdoba y Mendoza. Los residentes chilenos y sus descendientes alcanzan los 212.000 y 219.000 individuos respectivamente. Más de la mitad de la comunidad se concentra en las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, el resto se distribuye mayormente en Cuyo y el Gran Buenos Aires. Los uruguayos y brasileros alcanzan los 118.000 y 35.000 individuos respectivamente y la gran mayoría reside en Buenos Aires. Los peruanos alcanzan a más de 88.000 personas pero extraoficialmente se habla de 140.000 y residen principalmente en la ciudad de Buenos Aires, particularmente en los barrios de Balvanera, Once, La Boca y San Telmo. También suman gran cantidad en la capital bonaerense, La Plata, y en Mendoza.

Los inmigrantes de Asia Oriental

A partir de mediados del siglo XX, comenzaron a llegar inmigrantes de países asiáticos, siendo las primeras oleadas de origen japonés. Posteriormente, en los años 1970 llegaron contingentes de ciudadanos de nacionalidad china, y en los años 1990, surcoreanos y laosianos.

Censos poblacionales sobre indígenas y afroargentinos

Por medio de la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005 [22]​ basada en el Censo Nacional de Población 2001 del INDEC se contabilizaron 402.921 indígenas que habitan el país, según resultados provisionales. Esto corresponde alrededor del 1% de la población total. Las personas censadas se reconocen pertenecientes o descendientes de la primera generación de algún pueblo indígena. Además, el organismo sostiene que, según los resultados, un 2,8% de los hogares argentinos tiene al menos un integrante que se reconoce perteneciente a un pueblo indígena. Para más información ver Indígenas en Argentina

Según los resultados de un censo, de carácter piloto, efectuado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero, con fondos del Banco Mundial y la ayuda del INDEC, un 5% de la población sabe que tiene al menos un ancestro de origen africano, y un 20% piensa que podría tener pero lo desconoce a ciencia cierta [23]​.

Afroargentinos

En la época colonial un tercio de la población era negra, en su mayoría reducidos a la esclavitud y descendientes de africanos o ellos mismos africanos secuestrados y enviados forzadamente a América.

En 1813 fue proclamada la libertad de vientres y en 1853 se abolió la esclavitud.

En la segunda mitad del siglo XIX la mayor parte de los afroargentinos parece haber desaparecido. Al respecto existen distintas teorías. Un grupo de historiadores sostiene que murieron en las guerras, particularmente la Guerra del Paraguay (1865-1870), y a causa de las epidemias, particularmente la de fiebre amarilla en Buenos Aires en 1871. Otro grupo de historiadores, comparte las conclusiones del anterior, pero sostiene que fue un genocidio como consecuencia de una política deliberada de utilizar las guerras y epidemias como herramientas de exterminio. Un tercer grupo de historiadores sostiene que no hubo tal desaparición física y que se trató de una política oficial deliberada de "invisibilización" de los afroargentinos, tanto física como cultural [24]​. Todos los historiadores señalan también el impacto que la gran ola de inmigración europea (1870-1945), mayoritariamente masculina, pudo haber tenido mediante el mestizaje de inmigrantes y afroargentinas.

Algunas recientes investigaciones genéticas y censos sobre antepasados africanos de la población argentina ha revelado que el porcentaje es mucho mayor que el que se reconoce oficialmente.

Estudios de genética

  • Investigación de la UBA sobre antepasados amerindios (Corach)

El Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Universidad de Buenos Aires concluyó una investigación dirigida por el genetista argentino Daniel Corach (realizado a partir de 1992 sobre un total de 12.000 individuos de 11 provincias) a partir de marcadores genéticos, que estableció que el 56% de la población argentina tiene por lo menos un antepasado indígena americano. De este porcentaje, un 10% de la población tiene todos sus antepasados indígenas —marcador amerindio heredado de madre y padre—, mientras que el restante 46% comparte antepasados indígenas y no indígenas —el 37% posee algún marcador amerindio solo heredado de madre y el 9% posee algún marcador amerindio solo heredado de padre—. El 44% restante de la población total, no tiene ascendencia indígena, y desciende sobre todo de ancestros europeos. El mismo estudio señala que la característica genética amerindia, no necesariamente se manifiesta con algún rasgo físico visible [25]​.

  • Investigación de la Universidad de Oxford sobre antepasados africanos (Fegelman)

Laura Fegelman, una genetista argentina radicada en Oxford, Estados Unidos, estimó que los descendientes de africanos son casi el 5% de la población argentina [26]​.

  • Investigación del Centro de Genética de Filosofía y Letras de la UBA sobre antepasados africanos

Una investigación del Centro de Genética de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires afirmó, luego de análizar 500 muestras de sangre en el Hospital Italiano, Hospital de Clínicas y el Centro Regional de La Plata, que un 4,3% de las muestras analizadas correspondientes a habitantes del Gran Buenos Aires contiene marcadores genéticos africanos y un 15% marcadores genéticos amerindios. Los investigadores afirmaron que estos resultados podrían estar indicando una creciente participación de mujeres indígenas y afroargentinas en las relaciones familiares de la población bonaerense, luego de finalizada la oleada inmigratoria europea a mediados de la deácada de 1940, a consecuencia de las migraciones internas y desde otros países latinoamericanos como Paraguay, Bolivia, Chile y Perú. Estas migraciones habrían modificado sustancialmente la composición genética de la población bonaerense aunque no se observe a nivel fenotípico o físico [27]​.

  • Artículo indigenista sobre el uso de la genética para establecer identidades indígenas

En un artículo que carece de fecha, publicado en el sitio en el sitio web del Consejo de los Pueblos Indígenas sobre Biocolonialismo (IPBC- Indigenous Peoples Council on Biocolonialism), el antropólogo norteamericano Jonathan Marks y el dirigente indígena norteamericano Brett Lee Shelton, realizan una serie de críticas a los estudios genéticos que realizan ciertas empresas en Estados Unidos para determinar la existencia de antepasados indígenas americanos en personas determinadas, y especialmente del modo en que se violaron los derechos de los pueblos originarios en el estudio de los restos del llamado Hombre de Kennewick (w:en:Kennewick Man). Los autores señalan que "los atajos científicos que intentan utilizar los análisis genéticos para probar la identidad nativa, están limitados a los atajos científicos, pero no se debiera ignorar los reales aspectos legales, políticos, sociales y morales". En ese contexto el artículo realiza algunas consideraciones sobre la forma en que las empresas norteamericanas realizan estos estudios para establecer la herencia genética de un individuo. En especial recuerdan que, aún cuando mediante la utilización de marcadores genéticos se tenga una probabilidad de hasta un 95%, en los casos individuales no puede hablarse de certezas plenas, y que en algunos casos pueden producirse falsos negativos así como falsos positivos. De todos modos el artículo no está referido a los investigaciones realizadas por instituciones científicas sobre grandes poblaciones como es el caso de las que se citan más arriba [28][29]​. .

  • Publicaciones científicas sobre los aportes de la genética molecular a la identificación Amerindia

La Dra Verónica Martínez Marignac, genetista de la Universidad Nacional de La Plata ha publicado una serie artículos científicos referidos a los aportes de la genética molecular a la identificación Amerindia. Entre ellos se destacan su tesis doctoral Derechos de las minorías aborígenes: aportes de la genética molecular a la identificación Amerindia (2001) [30]​, así como The Origen of Amerindian Y-Chromosome as Inferred by the Analysis of Six Polymorphism Markers (1997) [31]​, Characterization of ancestral and derived Y chromosome haplotypes of New World native populations (1998) [32]​, Characterization of the Y-chromosome of a New World [33]​, Estudio del ADN mitocondrial de una muestra de la ciudad de La Plata [34]​, Variabilidad y antigüedad de linajes holándricos en poblaciones jujeñas [35]​, Efecto del contacto interétnico en el acervo de Quebrada de Humahuaca y la Puna jujeña [36]​.

La Dra. Martínez Marignac sostiene en su tesis doctoral:

Algunas comunidades indígenas aisladas del Amazonas pueden llegar a tener hasta el 95% de sus linajes de origen americano, mientras que otras comunidades como la Tehuelche o Mapuche de 40 a 90%, siendo el resto correspondiente a linajes europeos o africanos (Bianchi et al, 1998). Asimismo, las poblaciones urbanas de La Plata muestran un 80% del componente europeo en los estratos sociales más altos y un alto nivel de introgresión indígena (hasta un 70%) en niveles socioeconómicos menos acomodados (Martínez Marignac et al, 1999). En consecuencia se dá una paradoja que comunidades que se autodefinen como indígenas por sus costumbres tienen la misma cantidad de mezcla Americana-Europea-Africana que poblaciones urbanas que figuran como no indígenas en censos. Esta particularidad es debida a la historia migratoria y de contactos interétnicos sucedidos en la Argentina.
  • Publicación científica sobre genética y derechos de los indígenas

Los genetistas argentinos Néstor Oscar Bianchi y Verónica Lucrecia Martínez Marignac responsables de muchas de las investigaciones genéticas que se realizan en la Argentina relacionadas con la ascendencia indígena, publicaron un amplio artículo titulado Aporte de la genética y antropología molecular a los derechos de los indígenas argentinos por la posesión de tierras [37]​, en el que explica detalladamente el estado de las investigaciones, sus alcances y la bibliografía internacional disponible.

Entre otras cosas los Dres. Bianchi y Martínez Marignac dicen en su artículo:

El desarrollo vertiginoso en la caracterización de marcadores moleculares específicos del cromosoma Y y del ADNmt ha generado la posibilidad de reconocer linajes de origen geográfico o étnico específico de un individuo o población (Bailliet et al, 1994; Bianchi y Bailliet, 1997; Bravi et al, 1997; Dipierri et al, 1998; Morrell, 1998; Gibbons, 1998; Bailliet et al, 2000; Alves-Silva et al, 2000).
Los análisis de herencia uniparental en comunidades indígenas sudamericanas evidenció que cerca del 90% de los Amerindios actuales derivan de un único linaje paterno fundador que colonizó América desde Asia a través de Beringia hace unos 22.000 años (Bianchi et al, 1997; 1998). Siendo estos resultados corroborados por otros grupos de investigación (Underhill et al, 1996; Lell et al, 1997; Karafet et al, 1998; Santos et al, 1999) concuerdan con la teoría "Out-of-Beringia" -Fuera de Beringia- propuesta por Bonatto y Salzano (1997).
Los sistemas de herencia uniparental en lo teórico se constituyen así en elementos de juicio en litigios donde sea necesario determinar el ancestro étnico de un grupo de individuos o el grado de relación de la comunidad en su conjunto a determinados grupos étnicos. Estos sistemas de herencia pueden instrumentarse en forma positiva para el reconocimiento de los derechos que reclaman los pueblos indígenas y sus comunidades.
Es importante destacar que el aporte de la genética molecular por sí solo no debe ser tomado como elemento de definición de la identidad amerindia. Sin embargo, en combinación con los parámetros históricos y socioculturales, serviría como elemento complementario para definir la identidad amerindia de una persona (Tamagno et al, 1991 y Altabe et al, 1995).

Discriminación étnica en Argentina

En la Argentina, como en la mayoría de los países del mundo, existen amplias conductas de discriminación por las características étnicas o el origen nacional de las personas [38]​.

Se han difundido términos y conductas para discriminar a ciertos grupos de población. A los españoles, amplios sectores de la población los denominan "gallegos" considerando a la palabra como sinónimo de incultura. A los franceses y polacos, sobre todo a las mujeres, se las ha identificado discriminatoriamente con la prostitución. El antisemitismo en la Argentina ha tenido graves manifestaciones, como la orden secreta del canciller argentino en 1938 de impedir el ingreso de judíos a territorio nacional [39]​ y los antentados terroristas contra instituciones judías en 1992 y 1994.

Un tipo especial de discriminación se ha generalizado desde mediados del siglo XX contra personas que son denominadas como "cabecitas negras", "negros", "negritas", "grasas", y que están relacionados fundamentalmente con trabajadores de clases bajas. En muchos casos, se han "racializado las relaciones sociales" [40]​, y simplemente se utiliza el término "negro", para denominar al trabajador o trabajadora, sin relación alguna con el color de su piel. En las relaciones laborales es de uso habitual entre las personas que poseen cargos de importancia en empresas en manejo de personal, referirse a los trabajadores como "los negros". También en la vida política es habitual referirse a los simpatizantes del peronismo como "negros".

También se han desarrollado términos y actitudes de tipo racista y despectivos para dirigir a las personas provenientes de las nuevas migraciones. A los bolivianos se les aplica el término "bolita" y a los paraguayos, "paragua". Los simpatizantes de River Plate, uno de los clubes de fútbol más famosos del país, cantan en masa una canción destinada a despreciar a los hinchas de su clásico rival, Boca Juniors, en donde los "acusan" de ser "negros sucios de Bolivia y Paraguay"[41]​.


En la Argentina se creó en 1995 por Ley Ley 24515 el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI), para combatir la discriminación y el racismo.

Notas

  1. Según datos del INDEC
  2. Portal Argentino, Municipios
  3. www.infobae.com (26-08-2006)
  4. Ministerio de Salud Pública de la Nación, Mortalidad infantil en la República Argentina, año 1970, citado en Argentina, Volumen IV, Buenos Aires, Abril, pag. 1089
  5. www.indec.gov.ar (Mortalidad Infantil 1980-2004)
  6. Valor provisorio. Ministerio de Salud de la Nación.
  7. CEPAL - Panorama Social de América Latina 2005 - Capítulo 1 - Avances recientes en la reducción de la pobreza (Pág 89) - archivo .pdf
  8. www.axxon.com.ar
  9. [1]
  10. Según datos del INDEC (archivo excel)
  11. Fuente: INDEC. Primera Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad 2002-2003. Complementaria Censo Nacional de Población
  12. Artehistoria - La estructura social
  13. www.institutoarendt.com.ar
  14. Gino Germani - Política y sociedad en una época de transición, de la sociedad tradicional a la sociedad de masas, Paidos, 1965, pp. 180-232
  15. Juan Carlos Coria - Pasado y presente de los negros en Buenos Aires - cap IV
  16. Según diversas fuentes, la comunidad judía en la Argentina oscila entre 200.000 y 400.000 personas (Tel Aviv University, Banco Interamericano de Desarrollo (en archivo word), Jewish Virtual Library (en inglés), Jewish Agency for Israel (en inglés)).
  17. El número de fieles musulmanes en la Argentina es de aproximadamente 700.000, equivalente al 1,5% de la población (Organización Islámica para América Latina, U.S. Department of State (en inglés)).
  18. Museo Nacional de la Inmigración - Ministerio del Interior
  19. Museo Nacional de la Inmigración - Ministerio del Interior
  20. Sarramone,1999:16
  21. Margulis,1998:9
  22. INDEC: Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004 - 2005
  23. Clarín (09-06-2006)
  24. Presencia negra y mecanismos de invisibilización, Miriam Gómez et. al., Jornadas de Patrimonio Cultural Afroargentino, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2006
  25. Derecho de los Pueblos Indígenas - Universidad de Buenos Aires
  26. Página 12 (01-07-2005)
  27. Clarín (09-06-2006)
  28. IPBC - Genetic "Markers"- Not a Valid Test of Native Identity
  29. Council for Responsible Genetics
  30. Derechos de las minorías aborígenes: aportes de la genética molecular a la identificación Amerindia (Ponencia 35), II Congreso Internacional de Derechos y Garantías en el siglo XXI, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA, Buenos Aires, 25, 26 y 27 de abril de 2001
  31. The Origen of Amerindian Y-Chromosome as Inferred by the Analysis of Six Polymorphism Markers Bianchi N.O; Bailliet G; Bravi CM; Carnese RF; Rothhammer F; Martínez-Marignac VL; Pena SDJ. (1997)..American Journal of Physical Anthropology 102:79-89
  32. Characterization of ancestral and derived Y chromosome haplotypes of New World native populations. Bianchi NO, Catanesi CI, Bailliet G, Martínez Marignac VL, Bravi CM, Vidal Rioja LB, Herrera RJ, López Camelo JS.(1998). American Journal of Human Genetics.63:1862-1871
  33. Characterization of the Y-chromosome of a New World. Bailliet G, Bravi CM, Catanesi CI, Martínez Marignac VL, Vidal-Rioja LB, Herrera RJ, López-Camelo JS, Bianchi NO. (1998). Adam. Journal of Genetics and Molecular Biology.9 (4):101-112
  34. Estudio del ADN mitocondrial de una muestra de la ciudad de La Plata. Martínez Marignac VL, Bravi CM; Lahitte HB, Bianchi NO.(1999). Revista Argentina de Antropología Biológica, 2(1):281-300
  35. Variabilidad y antigüedad de linajes holándricos en poblaciones jujeñas."Martínez Marignac Verónica L., Bailliet G, Dipierri José E., Alfaro Emma, López Camelo Jorge S., Bianchi Néstor O. (2001).. Revista Argentina de Antropología Biológica. Asociación de Antropología Biológica de la República Argentina, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina. Vol-3(1):87-101
  36. Efecto del contacto interétnico en el acervo de Quebrada de Humahuaca y la Puna jujeña. Martínez Marignac Verónica L, Alfaro Emma, Dipierri José E, Bianchi Néstor O. (2001). Journal of Basic and Applied Genetics. Suplemento Vol.XIV (2): 139-40
  37. Aporte de la genética y antropología molecular a los derechos de los indígenas argentinos por la posesión de tierras, por Néstor Oscar Bianchi y Verónica Lucrecia Martínez Marignac, Genética y derechos de los indígenas, Prodiversitas
  38. Los migrantes y la discriminación en Argentina, por José Sáez Capel, Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, 2001
  39. Argentina: Grietas nazis en pasado encubierto, por Marcela Valente, 2005
  40. Margulis,1998:79 y ss
  41. Libertad de circulación de los trabajadores en el Mercosur (OIT, 2004)

Véase también

Enlaces externos

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