Diferencia entre revisiones de «Pueblos indígenas de Argentina»

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Los guaraníes eran básicamente agricultores, las familias poseían un lote exclusivo en las plantaciones comunitarias y a su vez cada esposa tenía una huerta personal.
Los guaraníes eran básicamente agricultores, las familias poseían un lote exclusivo en las plantaciones comunitarias y a su vez cada esposa tenía una huerta personal.
Es un pueblo profundamente religioso, con alto grado de espiritualidad. El “shamán” o “payé” posee poderes sobrenaturales y desempeña una función directriz –conductor de su pueblo en todos los actos comunitarios–.
Es un pueblo profundamente religioso, con alto grado de espiritualidad. El “shamán” o “payé” posee poderes sobrenaturales y desempeña una función directriz –conductor de su pueblo en todos los actos comunitarios–.
En el sitio web de la [[Provincia de Misiones]] se pueden encontrar antecedentes de ésos y otros grupos étnicos de la región.y de hola
En el sitio web de la [[Provincia de Misiones]] se pueden encontrar antecedentes de ésos y otros grupos étnicos de la región.


=== Región Serrana y Cuyo ===
=== Región Serrana y Cuyo ===

Revisión del 23:27 17 jul 2009

El poblamiento humano del actual territorio de Argentina tiene una antigüedad de entre 10.100 y 13.000 años AP, de acuerdo a los hallazgos de Piedra Museo, en la región patagónica.[1]​ Con posterioridad se conformaron tres regiones muy marcadas: en el cuadrante del noroeste andino se establecieron culturas agroalfareras emparentadas con la Civilización andina y una parte de ellas llegó a integrar el Imperio Inca; en el cuadrante nordeste se establecieron culturas agroalfareras emparentadas con la familia tupí-guaraní; en el cono sur de la pampa y la Patagonia se establecieron culturas nómades.

Durante la conquista europea las culturas indígenas que habitaban el actual territorio argentino corrieron suerte diversa. Por un lado las culturas pampeanas y patagónicas así como las que habitaban el Gran Chaco resistieron exitosamente la conquista española y nunca estuvieron bajo dominación colonial. En el cuadrante noroeste la colonización española estableció sus principales centros de población y producción sobre la base de trabajo encomendado de los indígenas, en tanto que las naciones indígenas protagonizaron grandes guerras e insurrecciones contra los españoles. El cuadrante noreste se caracterizó por el establecimiento de las Misiones Jesuíticas de los pueblos guaraníes que conformaron un tipo completamente original de sociedad indígena-cristiana autónomas de la Monarquía Hispánica que se enfrentaron incluso a las tropas conjuntas de España y Portugal en la llamada Guerra Guaranítica, y que fueron finalmente disueltas por la Corona Española en 1767.

Todas las naciones indígenas sufrieron también el colapso demográfico que afectó a todos los pueblos indígenas americanos, y que fue en gran medida consecuencia de las enfermedades introducidas por los europeos. Se estima en 500 mil a un millon los indigenas a la llegada de los españoles.

Una vez constituida como nación independiente las Provincias Unidas de Sud América, primero y su continuadora la República Argentina, después, iniciaron un proceso de conquista de los territorios ocupados por los pueblos originarios que no habían sido dominados por el Imperio Español, especialmente en la pampa, la Patagonia y el Gran Chaco. Estas guerras contra el indio, tuvieron su punto más alto en la llamada Conquista del Desierto de 1880 en la que fueron derrotadas las naciones Mapuche, Het y Ranquel, y le permitieron a la Argentina triplicar su territorio y expandirlo hacia el norte y hacia el sur.

Los datos definitivos de la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) realizada en 2004-2005 destacan la existencia de 35 pueblos indígenas en la Argentina, integrados por 600.329 individuos (457.363 que se autorreconocen pertenecientes a algún pueblo aborigen más 142.966 que no pertenecen pero son descendiente en primera generación de un pueblo) equivalente a aproximadamente el 1,6% de la población total.[2]​ Ello sin perjuicio de que poco más de la mitad de la población tiene al menos un antepasado indígena, aunque en la mayoría de los casos se ha perdido la memoria familiar de esa pertenencia. Todas las culturas indígenas han sido afectadas por un proceso deliberado de invisibilización, promovido desde el Estado, desde la segunda mitad del siglo XIX.[3]

Cacique Pucurú, Chaco (hacia 1900)

Historia

En el actual territorio argentino vivieron y se establecieron varias culturas indígenas con diferentes evoluciones, que irían confluyendo en tres grandes áreas sin límites claros: la llanura pampeana y la Patagonia, donde no parece haberse desarrollado culturas agroalfareras; la zona central y noroeste andina, donde aparecieron varias culturas agroalfareras de tipo andino basadas en el maíz y la papa, incluso con ciudades, ligadas; y la zona del litoral mesopotámico, donde llegaron a desarrollarse culturas agroalfareras fundadas en la mandioca, de carácter diferente a las andinas, con culturas de gestión de la selva y el medio ambiente.[4]

La pampa y la Patagonia

La presencia humana más antigua en territorio argentino ha sido registrada en la Patagonia (Piedra Museo, 13.000 años adP[1]​), aparentemente relacionada también con la posible presencia humana mucho más antigua aún detectada en el sur chileno (Monte Verde, 33.000 años adP[5]​). Estos descubrimientos no solo han puesto en crisis la teoría del poblamiento tardío y la llegada por Beringia, sino que sugieren una corriente pobladora de entrada al actual territorio argentino a través de la Patagonia y el extremo sur chileno.

Otro remoto asentamiento fue ubicado en Los Toldos, también en la provincia de (Santa Cruz) con restos que datan de 10.500 años adC. Hace 9.000 años surgió la industria Toldense, caracterizada por puntas de proyectil sub-triangulares bifaciales y raspadores laterales y terminales, cuchillos bifaciales y herramientas de hueso.

Estos primeros habitantes del territorio argentino cazaban milodones (parecido a un gran oso con cabeza de camello ya extinguido) e hippidions (caballos sudamericanos que desaparecieron hace 10.000 años), además de guanacos, llamas y ñandúes.

Cueva de las Manos, Río Pinturas, Santa Cruz, Argentina, 7.300 a. C. El arte más antiguo de Sudamérica.

En la misma zona se han hallado pinturas de manos y guanacos estampadas 7.300 años adC en la Cueva de las Manos (Río Pinturas, Santa Cruz). Se trata de una de las expresiones artísticas más antiguas de los pueblos sudamericanos y ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.

Para el año 9.000 a. C. ya había comenzado el poblamiento de la pampa.

Más tarde, entre los 7.000 y 4.000 años A.P., aparece la industria Casapedrense, caracterizada por una mayor proporción de instrumentos líticos confeccionados sobre láminas, probablemente como una muestra de la especialización en la caza del guanaco, lo cual también esta presente en los desarrollos culturales posteriores de los patagones o tehuelches.

Desde ese momento y hasta la llegada de los europeos (inicios del siglo XVI) los tehuelches poseían un modo de vida cazador-recolector en el que hacían uso de una movilidad estacional, desplazándose en pos de las manadas de guanacos; durante los inviernos se encontraban en las zonas bajas (vegas, mallines, costas, orillas de los lagos, etc.) y durante el verano ascendían a las mesetas centrales de la Patagonia o a la cordillera de los Andes en donde tenían entre otros sítios sagrados el cerro Chaltén.

Hacia el siglo XIV d. C., una rama de los tehuelches, los selknam, invadió la Isla de Tierra del Fuego, forzando a que los yámana y kawéskar, que se encontraban allí al menos desde el siglo X, a desplazarse hacia las costas meridionales y occidentales.

Las culturas pampeanas y patagónicas no parecen haber desarrollado un ningún conocimiento agroalfarero, y se organizaron sobre la base de sistemas de caza y recolección.

Zona central, oeste y noroeste andino

La zona del noroeste comenzó a ser habitada hacia el año 7.000 años adC.

Los indígenas de la región andina son los pehuenches, huarpes, diaguitas, omaguacas y apatamas. Como los otros habitantes de la región andina tenían conocimientos muy avanzados de la agricultura, la construcción de terraza y el riego artificial. También criaban animales como la llama que les servían para comerciar con otros grupos indígenas.

Las poblaciones indígenas en la Argentina han disminuido mucho con relación a la población en general. Esto se debe a diferentes causas interrelacionadas, como las enfermedades, el mestizaje, las campañas de exterminio (siglos XVIII y XIX), la brusca interrupción de sus culturas y la inmigración considerable de Europa.

Preservación y recuperación de la memoria indígena

A través de la historia se ha denunciado reiteradamente la marginación, discriminación e invisibilización de las culturas indígenas. Pese a ello persisten muchas de sus costumbres y valores, han sobrevivido varias de sus lenguas, y existe un movimiento social creciente dedicado a preservar y recuperar la memoria indígena.

Una probable muestra de esta actitud de invisibilización de parte del Estado Argentino frente a los indígenas y otras grupos étnicos, se puede encontrar en el sitio web de la oficina de turismo perteneciente al gobierno, donde se anunciaba en 2006, que la población indígena era la mitad de la dada por el organismo oficial de estadísticas y censos de la Nación Argentina (INDEC), que había realizado oficialmente una encuesta indígena complementaria del Censo de 2001:

El 95% de los argentinos son de raza blanca, descendientes principalmente de italianos y españoles. Con la llegada de la masiva inmigración europea, el mestizo -cruce entre blanco e indio- se fue diluyendo poco a poco, y hoy sólo supone el 4,5% de la población racial argentina. La población indígena pura -mapuches, collas, tobas, matacos y chiriguanos- representa el 0,5% de los habitantes.[6]

Pueblos

Archivo:Los Andes Luis Perlotti.jpg
Monumento Los Andes, en Bs.As., de Luis Perlotti, representando a las razas calchaquí, tehuelche y ona

Las primeras tribus de cazadores de origen asiático llegaron a América a través del Estrecho de Bering hace unos 30.000 años aproximadamente, en tanto que su arribo al actual territorio argentino se considera producto de migraciones internas ocurridas hace 18.000 años.

Estos pueblos se asentaron básicamente en dos regiones: la montaña y la llanura. Con respecto al primer hábitat, los testimonios más antiguos con que se cuenta son los rastros de núcleos poblacionales que datan de hace 8.000 años en Ayamapatín (Córdoba) e Inti Huasi (Provincia de San Luis). Vestigios hay también de otra cultura antigua en Tafí (Provincia de Tucumán), de pueblos que trabajaban la piedra y la cerámica. Más reciente resulta la civilización de La Aguada (territorio comprendido por las provincias de San Juan, La Rioja y Catamarca), cuyos pobladores se dedicaban al cultivo del maíz y al trabajo en bronce y cuyo desarrollo se ubica entre los años 800 a 650.

En cuanto a los asentamientos de llanura, se registra la presencia de un núcleo poblacional en Tandil (Provincia de Buenos Aires), de aproximadamente 6.000 años de antigüedad, cuyos habitantes trabajaban la piedra y la cerámica. En el Litoral argentino, iguales vestigios dan cuenta de la llamada Cultura del Alto Paraná, de la misma data. En el extremo sur y los canales fueguinos se considera la llegada de los primeros hombres hace 6.000 años, los que habitaban en viviendas circulares semienterradas, vivían de la caza y la pesca, empleaban botes y arpones para la caza de mamíferos marinos y recolectaban moluscos.

Con la llegada de los conquistadores españoles los pueblos indígenas vieron truncadas sus posibilidades de desarrollo cultural.

Noroeste

Existieron cinco culturas indígenas en la región: diaguitas, omaguacas (humahuacas), atacamas, chiriguanos y lulevilelas.

La cultura diaguito–calchaquí es la más representativa de los antiguos habitantes indígenas del Noroeste argentino y conforma la más compleja y numerosa de las poblaciones.

Este grupo está integrado por tres entidades distintas, que se suelen conocer como: pulares, en el Valle de Salta; calchaquíes, en los valles de Calchaquí y Yocavil —Salta–, en Tucumán y Catamarca; y diaguitas, en zonas de La Rioja. Sus componentes eran racialmente andinos. Todas ellas tenían en común la lengua “caca” o “cacán”.

Se trataba de una cultura de agricultores sedentarios, poseedores de irrigación artificial por medio de canales y con andenes de cultivo para sus productos principales: maíz, zapallo y porotos. Fueron criadores de llamas, de las cuales emplearon su lana para tejidos y para carga. La recolección fue otra de sus actividades, especialmente de la algarroba y el chañar, que almacenaban en grandes cantidades.

Tenían fuertes jefaturas, probablemente hereditarias, que llegaban a desplegar su autoridad sobre varias comunidades. La familia monogámica era el núcleo vital de la comunidad, destacándose la práctica de la poligamia entre los caciques.

Eran adoradores del sol, el trueno y el relámpago. Celebraban rituales propiciatorios de la fertilidad de los campos y tenían una funebria elaborada, expresión de un culto a los muertos como tránsito crucial en el ciclo de vida de la cultura.

Su arte, dirigido muchas veces a lo religioso, es el más acabado de nuestras culturas indígenas. No sólo en cerámica sino también en metalurgia.

La cultura diaguita opuso una feroz resistencia a la conquista española durante las Guerras Calchaquíes que se extendieron por más de 100 años. El instrumental bélico era muy variado y la guerra contra el español asumió las características de un fenómeno integral en el que participó la comunidad entera. Aproximadamente unos 200.000 indígenas conformaban este pueblo a la llegada de los españoles.

Región del Litoral y Mesopotamia

Los káingang (hombres del bosque): Este grupo humano fue el que encontraron los conquistadores a su llegada a la Mesopotamia. Al poco tiempo este grupo desapareció como entidad étnica al ser absorbida por los charrúas y los guaraníes. Su organización económica estaba basada en la recolección, la caza y la pesca. Utilizaban como vivienda paravientos de vegetal trenzado, que se unían para formar chozas de dos aguas, sin paredes. Grupos de estas construcciones formaban las poblaciones que eran gobernadas por un cacique.

Los guaraníes (guerreros): Más allá de la dificultad que aún hoy representa determinar con precisión el origen del pueblo guaraní, es importante destacar la trascendencia que culturalmente tuvo en el territorio misionero y la región. Vivían en aldeas, en los claros que formaba naturalmente la selva y constituyendo una verdadera unidad tribal por ser entidades económicas independientes una de otra y por lo tanto, autosuficientes. La costumbre generalizada, practicada por los demás integrantes de la comunidad tribal era la monogamia. Las uniones no eran muy estables, por ello el divorcio era común. Los guaraníes eran básicamente agricultores, las familias poseían un lote exclusivo en las plantaciones comunitarias y a su vez cada esposa tenía una huerta personal. Es un pueblo profundamente religioso, con alto grado de espiritualidad. El “shamán” o “payé” posee poderes sobrenaturales y desempeña una función directriz –conductor de su pueblo en todos los actos comunitarios–. En el sitio web de la Provincia de Misiones se pueden encontrar antecedentes de ésos y otros grupos étnicos de la región.

Región Serrana y Cuyo

Esta zona fue habitada por los comechingones, los sanavirones, los pehuenches y los puelches.

Los comechingones recibieron tal denominación por parte de los conquistadores españoles, quienes entendían que dicha palabra aludía a un grito de guerra. Habitaban el cordón montañoso ubicado entre las provincias de Córdoba y San Luis. Formaban pequeños grupos independientes, al mando de caciques. Los grupos de más población más numerosa fueron los de las áreas de Quilino y Ongamira, el valle de Punilla, el valle de Calamuchita, el valle de Río Cuarto y el valle de Río Primero. Vivían en chozas construidas sobre pozos al ras del suelo, con entradas muy pequeñas para conservar el calor en el interior y protegerse de las inclemencias del tiempo. Fueron uno de los pueblos indígenas que más se destacó en la elaboración pictográfica, legando grabados y dibujos en el interior de numerosas grutas.

Los sanavirones pertenecían al grupo amazónido y en su avance sobre el territorio del río Dulce (que incluía también la depresión de Mar Chiquita) sometieron a los huarpes (de origen comechingón). Vivían en casas muy grandes que albergaban a varias familias, construidas con vegetales y ubicadas en lugares de cardones y otras arboledas que les servían de protección. Eran agricultores, aunque también se dedicaron a la recolección, la pesca y la caza. Para ésta última, recurrían a la macana, una suerte de garrote triangular con protuberancia en un extremo, también usada como arma de guerra.

Los pehuenches habitaron el sur de Mendoza y la región cordillerana de Neuquén. En lengua araucana, la voz pehuén significa pino y che: gente, es decir que el nombre alude a la "gente de los pinares". Su alimento principal era el piñón del que extraían harina para hacer pan y para obtener una bebida alcohólica similar a la chicha, una vez fermentada.

Los puelches habitaron el norte de la zona en Mendoza. En la lengua araucana el término significa "gente del este". Tenían a la algarroba como dieta principal; de allí el mote de "algarroberos".

Pehuenches y puelches, quienes pertenecían al grupo huárpido, eran cazadores de guanacos y ñandúes, así como recolectores de semillas, entre ellas: algarroba, molle y piñones de la araucaria. Con la conquista, comenzaron a comer caballos. Vivían cerca los bosques para acceder fácilmente a los frutos, en toldos de cueros sostenidos por ramas. De ese material era también su vestimenta, que combinaban con plumas, aros de cobre o plata y pintura en rostro, brazos y piernas. Cada tipo de atuendo o complemento tenía su significación: duelo, guerra o paz.

La cultura de los huarpes ocupó las actuales provincias de San Juan, San Luis y Mendoza. Eran agricultores, cosechaban maíz y cazaban guanacos y ñandúes. Trabajaban la cerámica y creían en un ser supremo.

Región Pampeana

En un principio deambulaban por esta región los antiguos pampas, compuestos por los querandíes junto a los taluhet, que habitaban la Pampa Húmeda y los diuihet que poblaron la Pampa Seca.

El nombre de querandíes era un apelativo que los guaraníes daban a este grupo que en su dieta diaria consumía grasa de animal, y que significaba "hombres o gente con grasa". Al fundarse la ciudad de Buenos Aires las poblaciones indígenas con las que debieron lidiar los conquistadores fueron precisamente los querandíes.

Estos "naturales de la tierra" – tal como se referían a ellos los españoles– ocuparon un área que va desde el sur de Santa Fe por el norte, hasta el pie de las Sierras Grandes hacia el oeste y toda el área norte de la Provincia de Buenos Aires hasta el Río Salado, por el sur.

Eran, al decir de los cronistas, gente robusta y de tez morena, vivían formando grupos organizados que obedecían a jefes y caciques. Eran cazadores y pescadores nómades que viajaban cuando la temporada de caza les era favorable. Desarrollaron armas especializadas, entre ellas, las boleadoras. El pescado, el huemul (un tipo de venado), las raíces, los frutos y la langosta constituían su dieta básica. La vivienda de los pampas primitivos es el típico toldo de llanura que persistió en siglos posteriores.

Un dato curioso con respecto a los pampas es que su existencia fue puesta muchas veces en duda. La razón de esa incertidumbre radica en que las poblaciones indígenas que fueran objeto de las expediciones del Presidente Julio Argentino Roca en el siglo XIX no pertenecían a esta familia. La realidad es que queda muy poco de aquella Nación querandí. Por un lado, hacia el siglo XV los tehuelches avanzaron sobre la región pampeana, provocando cambios culturales en los grupos locales. Por el otro, la conquista española, con sus armas y enfermedades, provocó su desaparición.

También la zona fue habitada por los pampas chechehet desde las sierras del sur de la Provincia hasta la desembocadura de los ríos Negro y Colorado, pero se extinguieron completamente a mediados del siglo XVIII, como consecuencia de la invasión de las tribus araucanas procedentes de Chile.

Su economía se basaba asimismo en la caza, especialmente de caballos cimarrones, hecha con boleadoras y lazo. Las armas más frecuentes eran la lanza, las boleadoras, el arco y la flecha y la honda, en tanto que como herramienta defensiva usaban una suerte de túnica de cuero de hasta seis capas, que pintaban con manchas negras, a imitación de la piel del jaguar. En tiempos más antiguos cazaban guanacos, ñandúes y otros animales menores, a la vez que recogían frutos y semillas silvestres.

En el siglo XVI, los mapuches de origen chileno iniciaron su avance sobre la Patagonia y provocaron la paulatina aculturación de las tribus locales, las que a partir de esa situación reemplazaron su idioma y sus creencias. Hacia fines del siglo XIX la región sólo era habitada por poblaciones de origen araucano. Este proceso de araucanización fue consecuencia de la presión española sobre los indios de la región de Chile, quienes tenían la necesidad de hacerse de tierras más extensas que las abatidas por la guerra al otro lado de la Cordillera de los Andes.

Patagonia

Distintas poblaciones indígenas habitaron la Patagonia miles de años antes de la llegada de los españoles. Hoy sólo quedan depósitos funerarios, cuevas, escrituras rupestres, lugares de laboreo de piedras o conchillas.

Patagones del norte (meseta patagónica)

Esta zona fue habitada por dos grupos de indígenas muy diferentes entre sí: los tehuelches y los mapuches.

Los primeros habitaron desde el río Colorado hasta los canales magallánicos, divididos en varios grupos, en un territorio signado por fuertes vientos, inviernos muy fríos y escasez de agua, lo que les impedía cultivar la tierra. Eran, en consecuencia, de vida nómade: cazadores de guanacos y ñandúes. Hablaban la lengua del grupo ken, y poseían un físico muy desarrollado, con la cabeza angosta y la cara alargada.

Los mapuches (término que significa "gente de la tierra"), eran cazadores y agricultores, con conocimientos de tejidos y alfarería y a diferencia de los tehuelches, eran sedentarios, lo que les permitió alcanzar un mayor nivel de desarrollo. Originariamente habitaban en territorio chileno, aunque luego emigraron a caballo hacia el territorio argentino, donde se mezclaron con tehuelches y pampas a quienes impusieron sus costumbres y su lengua, en función de su supremacía cultural. Finalmente cayeron bajo el exterminio español.

Los mapuches contaban ya desde entonces con su propio calendario, el que aún hoy en día rige algunas de sus festividades. Su lengua, como la de la mayoría de los indígenas americanos, no poseía escritura. La transmisión de las historias y leyendas, como así también de los saberes, se hacía y hace en forma oral.

Patagones del sur (Tierra del Fuego)

En Tierra del Fuego, habitaron los onas y los h'aush, pueblos nómades, también pertenecientes al mismo grupo de los tehuelches. Se destacaron como cazadores de guanacos, que constituía la base de su economía. No tenían caciques, sino una élite integrada por "chamanes", sabios y profetas que gozaban de privilegios y reconocimiento social.

Pueblos canoeros

Por otro lado, en las costas e islas de los canales de Tierra del Fuego vivían los yaganes y los alacalufes o kawésqar, pueblos similares en cuanto a características físicas como en sus pautas culturales, excepto en el aspecto lingüístico. Vivían en chozas de ramas y hacían uso del arpón con punta desmontable para la pesca de animales marinos, tales como moluscos, mejillones, cangrejos y peces del mar. Se vestían con mantos de pieles de focas o de nutria que abrigaban su contextura pequeña de piernas arqueadas.

Región Chaqueña

Con el nombre de guaycurúes se conoce a un conjunto de pueblos de origen patagónido que habitaban las inmensidades del Chaco, divididos en: abipones, mbayáes, payaguáes, mocovíes, tobas y pilagás. De estos grupos actualmente sobreviven los mocovíes, tobas y pilagáes en Chaco y Formosa. Fundamentalmente recolectores de frutos (algarrobo, chañar, mistol, tusca, higos de tuna y pequeños ananás silvestres), practicaban la caza fuera de la estación más propicia para la pesca.

Los matacos o wichís fueron llamados bajo la primera de las denominaciones por los españoles, término que en castellano viejo significaba "animal de poca monta, sin importancia". Wichi en nomenclatura etnográfica significa "gente". De tipo con influencia andina y amasonida, basaban su economía en la recolección y la pesca. Habitaban chozas de forma cupular hemisférica, hechas de ramas y paja, que medían 3 metros de diámetro por otros 3 de alto, sin puertas. Solían comer carne, por lo general poco asada, charqui de pescado, frutas de algarrobo, porotos del monte. El gran consumo de estas tribus fue el tabaco: secaban las hojas al fuego y luego, desmenuzándolas entre las palmas de las manos, las fumaban en pipas de madera o barro cocido.

Los avá-guaraníes (denominados despectivamente chiriguanos, es decir "sucios de estiércol en quechua") en tanto, entraron al Chaco salteño con el conquistador portugués Alejo García, a mediados del 1500, superponiéndose a los pueblos de origen andino que ya ocupaban el territorio y adoptaron esa cultura existente, más fuerte y sofisticada. Su organización económica se basó principalmente en la agricultura, cultivando maíz, poroto, calabaza, mandioca dulce, sorgo, melones y algunas frutas. Para ahuyentar a los loros de las sementeras ponían sobre estacas las máscaras de carnaval que descartaban después de las fiestas, mientras que para almacenar sus cosechas, construían graneros sobre pilotes.

Educación indígena

En Argentina existen 2.600 escuelas con matrícula aborigen es decir escuelas a las que asisten alumnos indígenas: 1.700 corresponden a la educación general básica y el resto de nivel polimodal. .La mayoría de las escuelas con matricula indígena se localizan en las provincias de Chaco, Chubut, Formosa, Jujuy, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Santa Fe, San Juan,Tierra del Fuego, Tucuman [1]. En la provincia de Buenos Aires existen escuelas con matricula indígena en numerosas localidades: Punta Alta, 25 de Mayo, La Plata, Lomas de Zamora, Avellaneda, Moreno, Bahía Blanca, Azul, Chascomús, Pergamino, Junín, Tres Lomas, Tres de Febrero, San Isidro, 9 de Julio, Derqui, San Nicolás, Patagones, etc.[2]

Comunidades indígenas urbanas de Argentina

  • Comunidad Mapuche cacique Melinao de la ciudad de Bragado Provincia de Buenos Aires.
  • Comunidad Charrua Jaguar de la ciudad de Villaguay (Provincia de Entre Rios)[3].
  • Comunidad mapuche de la ciudad de Carmen de Patagones.
  • Comunidad Urbana Tehuelche Chagallo de Viedma.
  • Comunidad mapuche "Kintul Folil", de la ciudad de Sierra Grande.
  • Comunidad mapuche urbana de la ciudad de Ingeniero Jacobacci.
  • Comunidad mapuche urbana de la ciudad de San Antonio Oeste.
  • Comunidad coya de la ciudad de Río Turbio.
  • Comunidad mapuche urbana de la ciudad de Senillosa.
  • Organización Mapuche Kumelen Newen Mapu de la ciudad de Bahía Blanca (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Comodoro Rivadavia.
  • Ruka Kimun Mapuche de la ciudad de Bahia Blanca (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Ushuaia.
  • Lof Kuripan Kayuman de la ciudad de Bahia Blanca (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Rio Grande.
  • Comunidad Mapuche Urbana “Peñi Mapu” de la ciudad de Olavarria (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Cipolletti.
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Neuquen.
  • Comunidad Mapuche “Pillán Manqué” de la ciudad de Olavarría (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de General Roca.
  • Comunidad Mapuche Limache de la ciudad de Tandil (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Junin de Los Andes.
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Villa La Angostura.
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de San Martin de Los Andes.
  • Comunidad Mapuche Cacique Cipriano Catriel de la ciudad de Azul (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Cutral-Co.
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Zapala.
  • Centro Aborigen de Todas las Etnias (CATE) de la ciudad de Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Trelew.
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Puerto Madryn.
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Esquel.
  • Comunidad mapuche Urbana Monguell Mamuell de la ciudad de Viedma (Provincia de Rio Negro).
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de El Bolson.
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Villa Regina.
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Bariloche.
  • Organización Mapuche Tehuelche WILLIMAPU de la ciudad de Caleta Olivia (Provincia de Santa Cruz).
  • Comisión Laguna La Azotea de la ciudad de Los Toldos (Provincia de Buenos Aires).
  • Casa Cultural Mapuche de la ciudad de Los Toldos (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Hermanos Mapuches de la ciudad de Los Toldos (Provincia de Buenos Aires).
  • Asociación Vicente Pincén de la ciudad de Trenque Lauquen (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mari Cûowu de la ciudad de Los Toldos (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Chos Malal.
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Centenario.
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Cinco saltos.
  • Comunidad Mapuche urbana de la ciudad de Plottier.
  • Comunidad Mapuche de la ciudad de Junín (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mapuche de la ciudad de Rojas (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mapuche de Campo La Cruz de la ciudad de Junín (Provincia de Buenos Aires).
  • Movimiento Indio de la ciudad de Junín (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Mapuche Los Eucaliptos de la ciudad de Los Toldos (Provincia de Buenos Aires).
  • Comunidad Coya de la ciudad de Río Turbio (Provincia de Ssanta Cruz).
  • Comunidad Limonao Paiman Vera y Copolque de la ciudad de Las Heras (Provincia de Santa Cruz).
  • Comunidad mapuche tehuelche de la ciudad de Puerto Santa Cruz (Provincia de Santa Cruz).
  • Comunidad Aitue de la ciudad de Río Gallegos (Provincia de Santa Cruz).
  • Agrupación “QUE-HUA-MA” de Mendoza.
  • Comunidad mapuche urbana de la ciudad de Catriel.

[4][5] [6]

Comunidades indígenas de la provincia del Neuquén

La provincia del Neuquén cuenta con 40 comunidades mapuches reconocidas:

  1. Antiñir Pilquiñan
  2. Huayquillan
  3. Millain Currical
  4. Quilapi
  5. Mellao Morales
  6. Cheuquel
  7. Painemil
  8. Puel
  9. Quinchao
  10. Aigo
  11. Filipin
  12. Currumil
  13. Chiquilihuin
  14. Linares
  15. Atreico
  16. Painefilu
  17. Cayulef
  18. Ancatruz
  19. Namuncurá
  20. Rams
  21. Catalán
  22. Antipan
  23. Paineo
  24. Curruhuinca
  25. Zuñiga
  26. Marifil
  27. Calfucurá
  28. Millaqueo
  29. Zapata
  30. Manqui
  31. Cayupan
  32. Gramajo
  33. Cañicul
  34. Cayun
  35. Hiengueigual
  36. Vera
  37. Ragin Ko
  38. Raquithue
  39. Catrileo
  40. Kaxipayiñ[7]

Encuesta de Pueblos Indígenas 2004-2005

En Argentina, actualmente según la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005[8]​ basada en el Censo Nacional de Población 2001 del INDEC existen 600.329 personas —alrededor del 1,6% de la población total— pertenecientes o descendientes de la primera generación de algún pueblo indígena, según resultados definitivos. Además, el organismo sostiene que, según los resultados, un 2,8% de los hogares argentinos tiene al menos un integrante que se reconoce perteneciente a un pueblo indígena.

Población indígena por pueblo de pertenencia
Pueblo indígena Población
Atacama 3.044
Ava guaraní 21.807
Aymara 4.104
Chané 4.376
Charrúa 4.511
Chorote 2.613
Chulupí 553
Comechingón 10.863
Diaguita/diaguita calchaquí 31.753
Guaraní 22.059
Huarpe 14.633
Kolla 70.505
Lule 854
Mapuche 113.680
Mbyá guaraní 8.223
Mocoví 15.837
Omaguaca 1.553
Ona 696
Pampa 1.585
Pilagá 4.465
Quechua 6.739
Querandí 736
Rankulche 10.149
Sanavirón 563
Tapiete 524
Tehuelche 10.590
Toba 69.452
Tonocoté 4.779
Tupí guaraní 16.365
Wichí 40.036
Otros pueblos declarados (*) 3.864
Pueblo no especificado (**) 92.876
Sin respuesta 9.371

(*) Incluye, entre otros, los casos registrados con las siguientes denominaciones: abaucán, abipón, ansilta, chaná, inca, maimará, minuán, ocloya, olongasta, pituil, pular, shagan, tape, tilcara, tilián y vilela. No se brindan datos por separado para cada denominación debido a que la escasa cantidad de casos muestrales no permite dar una estimación de cada total con la suficiente precisión.

(**) Incluye los casos en que la respuesta relativa al pueblo indígena de pertenencia y/o ascendencia en primera generación fue "ignorado" u "otro pueblo indígena". Fuente: INDEC. Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005 - Complementaria del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

Pueblos originarios

Entre los pueblos originarios actualmente existentes en Argentina, incluyendo a descendientes mixogenizados de pueblos cuyos componentes puros se han extinguidos, se encuentran:

Etnias extintas

Además de los grupos mencionados, hay otras etnias que han desaparecido como pueblos, incorporándose a través del mestizaje a la población genéricamente argentina. Estas etnias extintas son:

Regiones del Litoral y del Chaco

Regiones del Noroeste, Centro, Cuyo y Patagonia

Notas

  1. a b Miotti, L.; Salemme, M. & Rabassa, J. (2000). Secuencia radiocarbónica de Piedra Museo. En: Guía de Campo de la visita a las Localidades arqueológicas. Taller Internacional La colonización del Sur de América durante la transición Pleistoceno/Holoceno, Pp. 83-87. Editores: L. Miotti et al.. Imprenta Servicoop; MASSONE, Mauricio y PRIETO, Alfredo. EVALUACIÓN DE LA MODALIDAD CULTURAL FELL 1 EN MAGALLANES. Chungará (Arica). [online]. sep. 2004, vol.36 supl. [citado 09 Abril 2007], p.303-315. Disponible en la World Wide Web: <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-73562004000300033&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0717-7356.
  2. El número exacto de pueblos depende de si se consideran como tales o no, a parcialidades integrantes de algunas culturas con características propias y a los grupos mestizados resultantes del renacimiento de su identidad cultural autóctona
  3. Miguel Alberto Bartolomé, «Los pobladores del “desierto”», Amérique Latine Histoire et Mémoire, Numéro 10-2004 - Identités: positionnements des groupes indiens en Amérique Latine, -En ligne-, mis en ligne le 21 février 2005. Consulté le 9 septembre 2006; NAVARRO FLORIA, Pedro: "Un país sin indios: la imagen de la Pampa y la Patagonia en la geografía naciente del Estado Argentino", en Scripta Nova Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona.- Noviembre(No. 51): 1999.- ISSN 1138-9788
  4. MANN, Charles C (2006), 1491, Madrid, Taurus
  5. Dillehay, Tom D. (2004). Monte Verde: un asentamiento humano del pleistoceno tardío en el sur de Chile, Santiago de Chile: LOM ediciones ISBN 956-282-659-7
  6. Argentina Turismo, Información, Información general consultado 30-Ago-2006
  7. Mapa de comunidades mapuches del Neuquen
  8. INDEC: Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004 - 2005

Bibliografía

  • NAVARRO FLORIA, Pedro (1999). «Un país sin indios: la imagen de la Pampa y la Patagonia en la geografía naciente del Estado Argentino». Scripta Nova Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona. Noviembre (No. 51). ISSN 1138-9788 [7] consultado el 8-Sep-2006. 

Véase también

Enlaces externos