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Las primeras obras de Leonardo comienzan con el ángel que aparece en primer plano, a la derecha, así como el paisaje, del ''[[El bautismo de Cristo (Verrocchio)|Bautismo de Jesús]]'' (Uffizi). La obra que se atribuye en su conjunto a [[Francesco Botticini|Botticini]], a Verrocchio y a Botticelli.
Las primeras obras de Leonardo comienzan con el ángel que aparece en primer plano, a la derecha, así como el paisaje, del ''[[El bautismo de Cristo (Verrocchio)|Bautismo de Jesús]]'' (Uffizi). La obra que se atribuye en su conjunto a [[Francesco Botticini|Botticini]], a Verrocchio y a Botticelli.


Del periodo [[1474]]-[[1476]] es el [[Ginebra de Benci|''Retrato de mujer'']] de Washington, identificada con Ginevra Benci.
Del periodo [[1474]]-[[1476]] es el [[Ginebra de Benci|''Retrato de mujer'']] de Washington, identificada con Ginevra Benci. Destacada por su extraña luminosidad, y la atención prestada al detalle. Hay toques de luz en el cabello, al modo de la [[pintura flamenca]]. El pintor extendió la pintura, en algunos lugares, con los dedos, dejando así marcadas sus [[huella dactilar|huellas dactilares]]. [[Archivo:Ginevra de' Benci.jpg | rigth|thumb| ''Retrato de mujer'', llamado de ''[[Ginebra de Benci]]'', datado hacia [[1474]]-[[1476|76]]. Realizado por Leonardo al [[temple]] y [[Pintura al óleo|óleo]] sobre una tabla de madera de álamo. En [[1967]] lo adquirió la [[National Gallery of Art]] de [[Washington]] por 5 millones de dólares, pagados a la Casa Real de [[Liechtenstein]], un precio récord para ese tiempo]]

Dos pinturas parecen datar de su época en el taller de Verrocchio, dos [[Anunciación|Anunciaciones]], ambas siguiendo la colocación tradicional que proviene de las conocidas obras de [[Fra Angélico]]. Una es pequeña, de 59 [[centímetro]]s de largo y sólo 14 de alto. Es una [[predela]] que iría en la base de una composición más grande, en este caso un cuadro de [[Lorenzo di Credi]] del cual ha quedado separado. María aparta sus ojos y cruza las manos en un gesto que simboliza la sumisión al deseo de Dios. Data aproximadamente de 1478. [[Anunciación (Leonardo)|La otra ''Anunciación'']] es una obra mucho más grande, de 217 cm de largo; en ella, María no es en modo alguno sumisa, sino que acepta su destino con confianza.
Dos pinturas parecen datar de su época en el taller de Verrocchio, dos [[Anunciación|Anunciaciones]], ambas siguiendo la colocación tradicional que proviene de las conocidas obras de [[Fra Angélico]]. Una es pequeña, de 59 [[centímetro]]s de largo y sólo 14 de alto. Es una [[predela]] que iría en la base de una composición más grande, en este caso un cuadro de [[Lorenzo di Credi]] del cual ha quedado separado. María aparta sus ojos y cruza las manos en un gesto que simboliza la sumisión al deseo de Dios. Data aproximadamente de 1478. [[Anunciación (Leonardo)|La otra ''Anunciación'']] es una obra mucho más grande, de 217 cm de largo; en ella, María no es en modo alguno sumisa, sino que acepta su destino con confianza.



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Leonardo da Vinci

Leonardo da Vinci, Autorretrato hecho entre 1512 y 1515.[1][Nota 1]
Información personal
Nombre de nacimiento Leonardo di ser Piero da Vinci Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 15 de abril de 1452jul. o 1452 Ver y modificar los datos en Wikidata
Anchiano (República de Florencia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 2 de mayo de 1519jul. o 1519 Ver y modificar los datos en Wikidata
Amboise (Turena, Reino de Francia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Hemorragia cerebral Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Castillo de Amboise Ver y modificar los datos en Wikidata
Residencia Venecia, Florencia, Roma, Florencia y Milán Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Italiana
Religión Ateísmo Ver y modificar los datos en Wikidata
Lengua materna Italiano Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Ser Piero da Vinci Ver y modificar los datos en Wikidata
Caterina di Meo Lippi Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Alumno de
Información profesional
Ocupación Pintor, ingeniero, astrónomo, filósofo, anatomista, matemático, escultor, polímata, arquitecto, ingeniero civil, diplomático, inventor, compositor, físico, fisiólogo, botánico, químico, zoólogo, caricaturista, científico, dibujante arquitectónico, diseñador, escritor y artista visual Ver y modificar los datos en Wikidata
Área Arquitectura del Renacimiento, escenografía, ingeniería, fisiología y pintura Ver y modificar los datos en Wikidata
Años activo hasta 1519
Empleador
Alumnos Pontormo, Francesco Melzi, Andrea Solari, Cesare da Sesto y Salai Ver y modificar los datos en Wikidata
Movimiento Renacimiento
Géneros Retrato, pintura religiosa y arte sacro Ver y modificar los datos en Wikidata
Obras notables
Firma

Leonardo da Vinci (Leonardo di ser Piero da Vinci escuchar) fue un pintor florentino y polímata (a la vez artista, científico, ingeniero, inventor, anatomista, escultor, arquitecto, urbanista, botánico, músico, poeta, filósofo y escritor) nacido en Vinci el 15 de abril de 1452[2]​ y fallecido en Amboise el 2 de mayo de 1519.[2]​ Tras pasar su infancia en su ciudad natal, Leonardo estudió con el célebre pintor florentino Andrea de Verrocchio. Sus primeros trabajos de importancia fueron creados en Milán al servicio del duque Ludovico Sforza. Trabajó a continuación en Roma, Boloña y Venecia, y pasó los últimos años de su vida en Francia, por invitación del rey Francisco I.

Frecuentemente descrito como un arquetipo y símbolo del hombre del Renacimiento, genio universal, además de filósofo humanista cuya curiosidad infinita sólo puede ser equiparable a su capacidad inventiva,[3]​ Leonardo Da Vinci es considerado como uno de los más grandes pintores de todos los tiempos y, probablemente, la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que jamás haya vivido.[4]

Su asociación histórica más famosa es la pintura, siendo dos de sus obras más célebres, La Gioconda y La Última Cena, copiadas y parodiadas en varias ocasiones, al igual que su dibujo del Hombre de Vitruvio, que llegaría a ser retomado en numerosos trabajos derivados. No obstante, sólo se conocen una quincena de sus obras, debido principalmente a sus constantes (y a veces desastrosos) experimentos con nuevas técnicas y a su inconstancia crónica.[Nota 2]​ Este reducido número de creaciones, junto con sus cuadernos que contienen dibujos, diagramas científicos y reflexiones sobre la naturaleza de la pintura, constituyen un legado para las sucesivas generaciones de artistas, llegando a ser igualado únicamente por Miguel Ángel.

Como ingeniero e inventor, Leonardo desarrolló ideas muy adelantadas a su tiempo, tales como el helicóptero, el carro de combate, el submarino y el automóvil. Muy pocos de sus proyectos llegaron a construirse (entre ellos la máquina para medir el límite elástico de un cable)[Nota 3]​ puesto que la mayoría no eran realizables aún en esa época.[Nota 4]​ Como científico, Leonardo da Vinci hizo progresar mucho el conocimiento en las áreas de anatomía, la ingeniería civil, la óptica y la hidrodinámica.

Biografía

Infancia

Leonardo da Vinci.[5]

Leonardo da Vinci nació el sábado 15 de abril de 1452, «en la tercera hora de la noche», es decir, tres horas después del Ave María (lo cual sería a las 22:30),[6]​ en la población de Vinci, cerca de Florencia, producto de una relación amorosa ilegítima entre su padre, Messer Piero Fruosino di Antonio da Vinci, notario, canciller y embajador de la República de Florencia y descendiente de una rica familia de notables italianos, y de su madre, Caterina, una humilde joven cuya familia campesina habitaba en la pequeña localidad toscana de Anchiano, situada a dos kilómetros de Vinci,[Nota 5]​ en el territorio de la provincia de Florencia, en Italia.[7][8]​ Un estudio de 2006 indica que es probable que Caterina fuera una esclava originaria de Oriente Medio.[9]

Leonardo, o Lionardo según su nombre de bautizo,[6]​ fue bautizado y pasó sus cinco primeros años en la casa de su padre en Vinci,[6]​ donde fue tratado como un hijo legítimo.[10]​ Tuvo cinco madrinas y cinco padrinos, todos ellos habitantes del pueblo.[6]​ En este lugar, Leonardo recibió instrucción, aprendió a leer y a escribir, y adquierió conocimientos de aritmética. Sin embargo, prácticamente no aprendió latín, base de la enseñanza tradicional. Una ortografía caótica muestra que su instrucción no estuvo exenta de lagunas; en todo caso no fue la de un universitario.[11]

En aquella época, las convenciones de apelación modernas no se habían desarrollado todavía en Europa, por lo que únicamente las grandes familias hacían uso del apellido. La gente del pueblo solía ser designada por su nombre, al que se le adjuntan todo tipo de precisiones útiles: el nombre del padre, el lugar de origen, un apodo, el nombre del maestro para los artesanos, etc. Por consiguiente, el nombre del artista es «Leonardo di ser Piero Da Vinci», cuyo significado es «Leonardo, hijo del maestro Piero de Vinci»; sin embargo, el término «Da» lleva una mayúscula para denotar que se trata de un apellido.[6]​ El propio Leonardo firma simplemente sus obras como «Leonardo» o «Io, Leonardo» («Yo, Leonardo»), así que la mayoría de las autoridades atribuyen sus obras a «Leonardo» sin el «da Vinci». Es verosímil que se abstuviera de emplear el apellido de su padre porque era un hijo ilegítimo. «Vinci» proviene de «vinchi», denominación que reciben unas plantas similares a los juncos, que crecen en el entorno del arroyo Vincio y que eran utilizadas por los artesanos toscanos.[6]

En 1457, cuando Leonardo tenía 5 años, su madre se casó con Antonio di Piero Buti del Vacca da Vinci, un campesino de la localidad, con el que tendría cinco hijos.[6]​ Fue acogido entonces en la casa de la familia de su padre, que se había casado con una joven de 16 años proveniente de una familia rica de Florencia, Albiera degli Amadori.[6]​ Ésta, sin hijos, volcó su afecto en Leonardo, pero moriría siendo muy joven debido a complicaciones de parto, en 1464.[6]​ Aunque era considerado plenamente desde su nacimiento como hijo de su padre, Leonardo nunca fue reconocido formalmente como un hijo legítimo. Su padre se casaría hasta cuatro veces, dándole diez hermanos y dos hermanas menores legítimos.[6]​ De estas relaciones, el pequeño Leonardo tendría un muy buen vínculo con la última mujer de su padre, Lucrezia Guglielmo Cortigiani, dejando una nota en donde la concibe como «querida y dulce madre».[6]

Su abuela paterna, Lucia di ser Piero di Zoso, una ceramista próxima a Leonardo, fue probablemente la persona que le inició en las artes.[6]​ Un conocido presagio refiere que un milano venido del cielo habría hecho un vuelo estacionario sobre su cuna, tocando su cara con la cola.[12][13]

Giorgio Vasari, biógrafo del siglo XVI de los pintores del Renacimiento, cuenta en Le Vite (1568), la historia de un campesino local (que pidió llamarse Ser Piero)[Nota 6]​ que pidió a su talentoso hijo que pintara una imagen sobre una placa. Leonardo pintó entonces una representación de un dragón escupiendo fuego, tan bien realizada que Ser Piero la vendió a un mercader de arte florentino, quien a su vez la vendió al duque de Milán. Después de haber conseguido un beneficio, Ser Piero compró una placa decorada con un corazón atravesado por una flecha, la cual entregó al campesino.[14]

Formación en el taller de Verrocchio

Bautismo de Jesús Óleo sobre madera de Verrochio (1470–1480). Leonardo trabajó de manera particular en los ángeles del lado izquierdo.

El joven Leonardo era un amante de la naturaleza, la cual observaba con mucha curiosidad y se interesaba por todo. Dibujaba caricaturas y practicaba la escritura especular en dialecto toscano. Giorgio Vasari, cuenta una anécdota sobre los primeros pasos en la carrera artística del gran artista: un día, Ser Piero "tomó algunos de sus dibujos y se los mostró a su amigo Andrea del Verrocchio y le pidió insistentemente que le dijera si Leonardo se podría dedicar al arte del dibujo y si podría conseguir algo en esta materia. Andrea se sorprendió mucho de los extraodinarios dones de Leonardo y exhortó a ser Piero que le dejara escoger este oficio, de manera que ser Piero eligió que Leonardo entraría a trabajar en el taller de Andrea. Leonardo no se hizo rogar; y no contento de ejercer este oficio, realizó todo lo que se relacionaba con el arte del dibujo." Fue así como, a partir de 1469, Leonardo entró como un aprendiz a uno de los talleres de arte más prestigiosos bajo el magisterio de Andrea del Verrocchio, a quien debe parte de su excelente formación multidisciplinaria, donde bordearon otros artistas como Sandro Botticelli, Perugino y Domenico Ghirlandaio.[12][15]​ En efecto, a finales de 1468, aunque Leonardo estaba empadronado como residente del municipio de Vinci, iba muy a menudo en Florencia donde su padre trabajaba.[6]

Verrocchio fue un artista de renombre,[16]​ y muy ecléctico. De formación era orfebre y herrero,[15]​ pero además, era pintor, escultor y fundidor. Trabajó sobretodo para el poderoso Lorenzo de Médici. Los encargos principales fueron retablos y estatuas conmemorativas para las iglesias, pero sus obras más grandes fueron frescos para las capillas, como las creadas por Domenico Ghirlandaio para la capilla Tornabuoni, y además de grandes esculturas como las estatuas ecuestres de Erasmo de Narni por Donatello y Bartolomeo Colleoni de Verrocchio.[17]​ Leonardo trabajó también con Antonio Pollaiuolo que tenía el taller muy cerca del de Verrocchio.

Después de un año dedicado a la limpieza de los pinceles y otras pequeñas actividades propias de un aprendiz, Leonardo fue iniciado por Verrocchio en las numerosas técnicas que se practicaban en un taller tradicional, aunque algunos artesanos se especializaban en tareas como elaborar el marco, los dorados y en el trabajo del bronce. Así, en este contexto, Leonardo tuvo la oportunidad de aprender las bases de la química, de la metalurgia, del trabajo del cuero y del yeso, de la mecánica y de la carpintería, así como de diversas técnicas artísticas como el dibujo, la pintura y la escultura sobre mármol y bronce.[18][19]​ Igualmente, recibió formación en habilidades como la preparación de los colores, el grabado y la pintura de los frescos. Al darse cuenta del talento excepcional que tenía Leornardo, Verrocchio decidió confiarle a su alumno terminar algunos de sus trabajos.

Paisaje del valle del Arno. Este dibujo a pluma, el más antiguo que conservamos de Leonardo, está fechado de su puño y letra empelando escritura especular: «El día de Nuestra Señora de las Nieves, 5 de agosto de 1473».[20]​ Se ha identificado la comarca reproducida en él como una región montañosa próxima a Vinci. Al doros aparece la anotación «Estoy satisfecho[...]».[20]Galería Uffizi, Florencia.

La formación recibida durante su aprendizaje en el taller de Verrochio va más allá y se extiende a otros ámbitos culturales. Estudió cálculo algorítmico y mostró el buen conocimiento que tenía citando a los dos abaquistas florentinos más relevantes, Paolo Toscanelli del Pazzo y Leonardoo Chernionese.[11]​ Posteriormente, Leonardo mencionó la Nobel opera de aritmética de Piero Borgi, impresa en Venecia en 1484, y que representa perfectamente el saber de estas escuelas de abaquistas.[11]

No se conoce la existencia de ninguna obra de Leonardo durante la época en que trabajó con Verrochio. Según Vasari, únicamente colaboró en una pintura llamada Bautismo de Jesús (1472-1475).[14]​ Por otra parte, según la leyenda, Verrocchio abandonó la terminación de la obra cuando se sintió superado por la calidad del joven Leonardo, que dejó su toque magistral en un pequeño ángel presente en la obra.[10]​ También, de acuerdo con la tradición era el aprendiz quien debía ponerlo,[7]​ Leonardo había servido de modelo para el David de Verrocchio, una estatua en bronce. Del mismo modo, también se supone que es el retrato de Leonardo el Arcángel Miguel que está representado en la obra Tobias y el Ángel de Verrocchio.[7]

En 1472, a la edad de 20 años, apareció registrado en el Libro rojo del gremio Sint-Lucasgilde, el célebre gremio de los artistas y doctores en medicina, que en Florencia se agrupaba con la denominación de la "Campagnia de pittori". De esta época deriva uno de sus primeros trabajos conocidos, Paisaje del valle del Arno o Paisaje de Santa Maria della neve (1473), un dibujo hecho con pluma y tinta.[21]​ Comenzó su carrera de pintor con obras ya destacables como La Anunciación (1472-1475), y mejoró la técnica del sfumato en un punto de refinamiento nunca conseguido antes de él.

En el año 1476 siempre apareció mencionado como ayudante de Verrocchio ya que, incluso después de que su padre le ayudó a tener su propio taller, él continuó colaborando con Verrocchio debido a que le profesaba un gran afecto.[12]​ Durante este período, recibió encargos personales y pintó su primer cuadro, La Virgen del clavel (1476). El archivo judicial de este mismo año recogió que él y tres hombres más, fueron acusados en un caso de sodomía, práctica que en aquella época en Florencia era ilegal, pero todos fueron absueltos.[22]​ Este documento que partía de una acusación anónima, no permite afirmar categóricamente que Leonardo fuera homosexual.[22]

Pronto Leonardo también se apuntó como ingeniero. En 1478, se ofreció para levantar la iglesia octagonal de Sant Joan de Florencia, el actual baptisterio.[11]​ En ese año Leonardo tenía 26 años, y fue cuando se fue del lado de su maestro después de haberlo superado brillantemente en todas las disciplinas. De esta manera se convirtió en un maestro pintor independiente.

En Milán (1482-1500)

La Adoración de los magos (ca. 1481-1482). En marzo de 1481 Leonardo recibió el encargo de este óleo (hoy en la Galería Uffizi de Florencia) de los monjes de San Donato de Scopeto, en Florencia. El administrador del monasterio era el padre de Leonardo, y es muy probable que indujese a los monjes a contratar a su hijo.[20]

En 1481 el monasterio de San Donato le encargó la Adoración de los magos, pero Leonardo nunca acabó éste cuadro, probablemente decepcionado o humillado por no haber sido elegido por el papa Sixto IV para decorar la capilla Sixtina del Vaticano, donde hubo una fuerte competencia entre varios pintores (Como Miguel Ángel).[23]​ El neoplatonismo, que en aquel tiempo estaba de moda en Florencia, pudo desempeñar también un importante papel en la decisión de su marcha a una ciudad más abierta, académica y pragmática como Milán.[23]​ Probablemente en éste nuevo entorno estaba más en consonancia con su espíritu, que se basaba en un desarrollo empírico de sus múltiples experimentos.

Leonardo pintó La Virgen de las Rocas (1483-1486) para la confraternidad de la Inmaculada Concepción, que iría a la capilla San Francesco el Grande de Milán. Éste cuadro fue el origen de un conflicto entre el autor y los propietarios que duró varios años.[23]​ Leonardo quería el derecho de poder copiar la obra, lo que le fue negado. Lo que provocó que se retrasara el acabado ésta. El problema no se resolvió hasta que hubo decisiones judiciales y la intervención de algunos amigos, terminando con dos versiones de la obra.

Estudio de un caballo de Leonardo.

En Florencia el trabajo de Leonardo no pasó inadvertido. Lorenzo de Médici se enteró de que Leonardo había creado una lira de plata en forma de cabeza de caballo. Impresionado por la calidad de su trabajo, envió a Leonardo con ella a Milán como emisario florentino, y también para que trabajara para el mecenas y duque de Milán, Ludovico Sforza. El objetivo de esta maniobra era la de mantener buenas relaciones con éste importante rival.[24]​ Probablemente fue acompañado por el músico Atalante Migliorotti.[23]​ Además le escribió una carta al duque, dicha carta se encuentra en el Códice Atlantico, en la que describe las numerosas y variadas habilidades de Leonardo en el ámbito de la ingeniería y le informa que también es pintor.[25][15]​ Por ello la principal ocupación de Leonardo a partir de entonces fue la de ingeniero, siguiendo la tradición de los ingenieros que le precedieron. Leonardo aparecía en la lista de los ingenieros de los Sforza y cuando fue enviado a Pavía, el 21 de junio de 1493, lo hizo con el título de «ingéniarius ducalis».[11]​ Sforza le encargó la realización de diversas tareas, dándole el mítico título de «Apellles florentino», reconocimiento reservado únicamente para los grandes.[23]​ De esta manera se dedicó a organizar fiestas y espectáculos con decoraciones suntuosas en el palacio e inventando tramoyas que maravillaban al público, como en la boda de Ludovico Sforza y Beatriz de Este y para la de Ana Sforza y Alfonso I de Este. También pintó varios retratos de la corte de Milán. Este contacto de Leonardo con las élites ilustradas de Milán fue importante porque le hicieron darse cuenta de las lagunas que había en su formación.[11]

Se ocupó tanto del estudio para la cúpula de la Catedral de Milán, como de la realización de la versión en arcilla para el molde de «Il Cavallo», una imponente estatua ecuestre en honor de Francisco I Sforza, el padre de Ludovico Sforza. Iba a hacerse con setenta toneladas de bronce, hecho que constituía una verdadera proeza técnica para la época. La estatua permaneció inacabada durante varios años, y el propio Miguel Ángel se reconoció incapaz de fundirla.[12]​ Cuando Leonardo acabó la versión en arcilla para el molde, y ya tenía hechos los planes para el proceso de fundición, el bronce fue utilizado para la fabricación de cañones, puesto que hubo que defender la ciudad de la invasión de Carlos VIII de Francia.[15]

En 1490 participó en una especie de congreso de arquitectos e ingenieros, reunidos para debatir algunos aspectos del acabado de la cúpula de la catedral de Milán. Allí conoció a un ingeniero de renombre, Francesco di Giorgio Martini, que le recomendó ir a Parma a consultar con Giovanni Antonio Amadeo y Luca Fancelli, para aclarar determinados aspectos del la construcción de la catedral.[11]

En esta época Leonardo reflexionó sobre proyectos técnicos y militares. Mejoró los relojes, el telar, las grúas y muchas otras herramientas. Estudió también el urbanismo y propuso planos de ciudades ideales. Se interesó por la disposición hidráulica y un documento de 1498 lo cita como ingeniero y encargado de los trabajos en ríos y canales.[11]​ En 1495 una lista detallada de los gastos relativos a un funeral sugieren la muerte de su madre Caterina.[26][12]

Hacia 1490 creó una academia que llevaba su nombre, en la que durante unos años enseñó sus conocimientos, anotando todas sus investigaciones en pequeños tratados. Pintó el fresco de la La última cena (entre 1494-1498) para el convento dominico de Santa Maria delle Grazie.[12]​ En 1496 llegó a Milán Luca Pacioli y estableció una gran amistad con Leonardo, que realizó para él las tablas que se grabaron en su obra «la Divina proportione».[11]​ Un poco más tarde, en 1498, construyó el techo del castillo de los Sforza.[23]

En 1499 las tropas de Luis XII de Francia conquistaron el Ducado de Milán destituyendo a Ludovico Sforza, que huyó a Alemania con su sobrino Maximiliano I,[27]​ El 6 de octubre entró en la ciudad Luis XII y reivindicó sus derechos a la sucesión de los Visconti.[27]​ Leonardo se encontró una mañana con que los franceses estaban usando su modelo de arcilla a escala real del caballo de la estatua ecuestre de Francisco Sforza como blanco para sus entrenamientos de tiro, quedando totalmente destruida.[28]​ Luis XII consideró la posibilidad de cortar el muro donde se encontraba La última cena para llevársela a Francia, como también lo pensó Napoleón Bonaparte siglos más tarde.[23]​ Con la caida de los Sforza Leonardo quedó al servicio del conde de Ligny, Luis de Luxemburgo, que le pidió que preparará una relación sobre el estado de la defensa militar de la Toscana.[11]​ El 14 de diciembre Leonardo hizo depositar 600 florines en el Hospital de Santa María Nuova de Florencia, que actuaba como banca. El retorno inesperado de Ludovico Sforza modificó sus proyectos y huyó de Milán con su asistente Salai y el matemático Luca Pacioli.

Leonardo creó La última cena, su mejor obra, la más serena y alejada del mundo temporal, durante esos años caracterizados por los conflictos bélicos, las intrigas, las preocupaciones y las calamidades. La dio terminada, aunque él, eterno insatisfecho, declaró que tendría que seguir trabajando en ella. Fue expuesta a la vista de todos y comtemplada por muchos. La fama que el «gran caballo»[29]​ había hecho surgir se asentó sobre cimientos más sólidos. Desde ese momento se le consideró sin discusión uno de los primeros maestros de Italia, si no el primero. Los artistas acudían desde muy lejos al refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie, miraban la pintura con detenimiento, la copiaban y discutían. El rey de Francia, al entrar a Milán, acarició la idea de desprender el fresco de la pared para levárselo a su país. Durate su realización se tejieron innumerables leyendas en torno al maestro y a sy obra. Los relatos de Bandello y Giraldi, dedicados por los demás a temas radicalmente distintos, recogen también la génesis de La Última Cena.[20][23][11][12]

De Venecia a Florencia (1501-1508)

En marzo de 1499, Leonardo trabajó como arquitecto e ingeniero militar para los venecianos que querían construir protecciones en su ciudad.[7][12]​ Por este motivo, elaboró sistemas para defender la ciudad de un posible ataque naval de los turcos y entre sus propuestas, destaca la invención de un tipo de escafandra submarina con un casco rudimentario. Los turcos no atacaron y el invento nunca fue utilizado. A finales de abril, volvió a Florencia y allí, después de hacer un estudio sobre los cursos de agua en el Friuli, propuso un sistema de esclusas para hacer posible el levantamiento del curso del río Isonzo y así poder inundar toda una región que cubría las cercanías de Venecia.[11]

La batalla de Anghiari de Peter Paul Rubens es una de las copias de la obra original de Leonardo. La cual retoma «La lucha por el estandarte», la parte central del fresco de Leonardo.
La batalla de Cascina de Miguel Ángel. Mientras Leonardo pintaba La batalla de Anghiari, en la pared opuesta, Miguel Ángel realizaba su fresco.[27]

Regresó a Venecia en abril de 1500 para permanecer ahí durante un par de meses después de haber estado en Mantua en compañía del fraile matemático Luca Pacioli. En Mantua destacó por un retrato que hizo a Isabel del Este. Una carta del 4 de abril de 1501 en la que Pierre de Nuvola responde a la duquesa de Mantoue, en relación a Leonardo afirma que «sus estudios matemáticos lo han alejado de la pintura»; sin embargo, Leonardo continuó llevando a cabo grandes investigaciones.[11]​ En 1501, recibe en el convento de la Santissima Annunziata la aprobación para hacer un boceto preparatorio de lo que sería La Virgen y el Niño con santa Ana y san Juan Bautista, una obra que provocó tal admiración que «hombres y mujeres, jóvenes y viejos» la observaban «como si estuvieran participando en un gran festival».[14][30]​ Realizó una breve estancia en Roma, en la villa d'Hadrien, en Tívoli.[27]​ Estuvo trabajando en la Virgen de los husos, un encargo de Florimond Robertet, el secretario de Estado de Luis XII de Francia.[27]

En 1502, fue solicitado por el príncipe César Borgia, duque de Valentinois e hijo del papa Alejandro VI, y obtuvo el cargo de «capitán e ingeniero general».[7]​ Se quedó en las Marcas y en la Emilia-Romaña para inspeccionar las fortalezas y los territorios recientemente conquistados, llenando sus cuadernos de múltiples observaciones, cartas, croquis de trabajo y copias de obras consultadas en las bibliotecas de las ciudades que él visitaba.[11]​ Allí se reencontró con Nicolás Maquiavelo, «espía» de Florencia al servicio de los Borja.

El 18 de octubre de 1503, regresó a Florencia donde ejerció las funciones de arquitecto e ingeniero hidráulico.[11]​ Se volvió a inscribir en el gremio de San Luc y le dedicó dos años (1503-1505) a la preparación y ejecución de La batalla de Anghiari, una pintura mural imponente de siete por diecisiete metros,[7][27]​ mientras Miguel Ángel pintaba La batalla de Cascina en la pared opuesta.[27]​ Las dos obras se han perdido. La obra de Miguel Ángel se ha conocido a partir de una copia de Aristotole da Sangallo del 1542,[31]​ y la pintura de Leonardo la conocemos a partir de croquis preparatorios y de varias copias de la sección central, pero sin duda la más destacada es la de Rubens.[7]​ Parece ser que las causas de la alteración de la obra fueron el fuego que se utilizó para secar más rápidamente la pintura o la calidad del material usado; posteriormente fue recubierta, probablemente por un fresco de Giorgio Vasari.[27]

Muchas veces Leonardo fue consultado como experto como, por ejemplo, para estudiar la estabilidad del campanario de San Miniato al Monte y en el momento de la elección del emplazamiento del David de Miguel Ángel,[27]​ donde su opinión se oponía a la de éste. Fue en este período que presentó a la ciudad de Florencia su proyecto de desviación del río Arno, destinado, por una parte, para crear una vía navegable capaz de conectar a Florencia con el mar y, por otro, para permitir el control de las terribles inundaciones.[11]​ Este período fue importante para la formación científica de Leonardo.

De Milán a Roma

La Monalisa es el retrato que más literatura ha generado a lo largo de toda la historia del arte; ha dado origen a cuentos, novelas, poemas y hasta óperas. Fue una obra famosa desde el momento de su creación; el joven Rafael bebió en ella. Su sonrisa ha hecho correr ríos de tinta. Se ha visto en ella crueldad y se le ha considerado la sonrisa despiadada de la mujer que esclaviza al hombre. Otros se han sentido deslumbrados por su encanto, por su dulzura. Para Walter Pater simboliza el «espíritu moderno con todos sus rasgos patógenos».[11]​ Existe también una explicación más prosaica, fundada en las propias anotaciones de Leonardo: el maestro hizo aflorar esa expresión a su modelo con el tañido del laúd.[27]​ Citemos a Vasari «Monalisa era muy bella y Leonardo, mientras pintaba, procuraba que siempre hubiese alguien cantando, tocando algún instrumento o bromeando. De esta manera, la modelo se mantenía de buen humor y no adoptaba un aspecto triste, fatigado [...]».[14]

En 1504, volvió a trabajar en Milán que, en aquella época, se encontraba bajo el control de Maximiliano Sforza gracias al apoyo de los mercenarios suizos. Muchos de los alumnos y los interesados en la pintura conocieron o trabajaron con Leonardo en Milán, entre los que cabe destacar a Bernardino Luini, Giovanni Antonio Boltraffio y Marco d'Oggiono.[Nota 7]​ Su padre murió el 9 de julio y Leonardo fue apartado de la herencia en base a su ilegitimidad, pero su tío más tarde hizo de él su heredero universal.[27]​ El mismo año, Leonardo realizó estudios anatómicos e intentó clasificar sus innumerables notas. También es la época en que empieza a trabajar en La Gioconda (1503-1506, y después 1510-1515) obra habitualmente considerada como un retrato de Lisa Gherardini o, también llamada, Monna Lisa del Giocondo. Sin embargo, hay numerosas interpretaciones sobre este cuadro que aún son motivo de debate y discusión.

En 1505, se dedicó a estudiar el vuelo de los pájaros, y es también cuando redacta el Códice sobre el vuelo de los pájaros.[32]​ A partir de entonces, observaciones, experiencias y reconstrucciones sucedieron con mucha intensidad.[11]​ Un año más tarde, el gobierno de Florencia le permitió reunirse con el gobernador francés de Milán, Charles d'Amboise, que lo retuvo con él pese a las protestas por parte de Florencia. Leonardo quedó en medio de disputas entre franceses y toscanos, y fue presionado por el tribunal para que acabara La Virgen de las rocas con su alumno Ambrogio de Predis, mientras se encontraba trabajando en La batalla de Anghiari.[27]

En 1507, Leonardo quedó como único heredero de su tío Francesco, pero los hermanos de Leonardo empezaron un procedimiento para modificar el testamento.[27]​ Leonardo apeló a Charles d'Amboise y a Florimond Robertet para que intervinieran en su favor;[27]​ Luis XII regresó a Milán y Leonardo se convirtió de nuevo en el organizador de las fiestas que se celebraban en la capital lombarda.

En 1508, vivió con el escultor Giovanni Francesco Rustica en casa de Piero di Braccio Martelli, en Florencia,[33]​ pero luego se marchó y se fue a vivir a Milán, en la Porta Orientale, en la parroquia de Santa Babila.[7]​ Luis XII volvió pronto a Italia y en mayo de 1509 entra en Milán. Pronto dirigió sus ejércitos contra Venecia y Leonardo siguió al rey en calidad de ingeniero militar, y asistió a la batalla de Agnadel.[11]​ En 1511, murió el gobernador Charles d'Amboise y, en 1512, tras la batalla de Ravenna, Francia se marchó del territorio italiano. Este segundo período milanés le permitió Leonardo profundizarse en sus investigaciones de ciencia pura. En 1509, la aparición de De expendentis te fugiendis rebus de Giorgio Valla tuvo una gran influencia sobre él.[11]

En septiembre de 1513, Leonardo da Vinci se fue a Roma donde trabajó para el papa León X, miembro de la rica y poderosa familia de los Médicis. En aquellos momentos, el Vaticano, Rafael y Miguel Ángel tenían mucho trabajo.[7]​ Ante el éxito de Sangallo, Leonardo no recibió más que encargos modestos y parece que no participó ni en la construcción de las numerosas fortalezas romanas, poco relevantes, y ni en el embellecimiento de la capital. Tampoco tuvo éxito su pintura y se refugió en otra especialidad, quizá su preferida, la hidráulica, donde realizó un proyecto de secado de los humedales, que pertenecían al duque Juliano II de Médicis.[11]​ En 1514, realizó la serie de los Diluvios que fue una respuesta parcial a la gran obra que Miguel Ángel desarrolló en la bóveda de la Capilla Sixtina.

«Los Médici me han creado, los Médici me han destruido», escribió Leonardo, sin duda para subrayar las decepciones de su estancia en Roma. Pensó que nunca se le dejaría mostrar su capacidad con la realización de un encargo importante. Probablemente también era conocida su inestabilidad, su fácil desánimo y su dificultad para finalizar lo que había empezado.[11]

Los últimos años en Francia

Anciano pensativo. Hay quien considerada que este dibujo es el último autorretrato de Leonardo. Biblioteca Real, Windsor.
El Palacio de Cloux en Amboise, fue la última residencia de Leonardo y que actualmente es un museo en honor a él.
Recreación pictórica de la muerte de Leonardo en los brazos de Francisco I. Recreación tradicional de la muerte del genio. Museo de Louvre, Francia.

En septiembre de 1515, el nuevo rey de Francia, Francisco I reconquistó Milán tras vencerlos en la batalla de Marignan.[34]​ En noviembre del mismo año, Leonardo diseñó un nuevo proyecto sobre la disposición del barrio de Médici en Florencia. El 19 de diciembre, estuvo presente en la reunión entre Francisco I y el papa León X que se celebró en Bolonia.[12][35][36]​ Francisco I le encargó a Leonardo un león mecánico que puediera andar y con el detalle de que el pecho se abriera y que mostrara la flor de lis.[14]​ No se sabe para qué ocasión fue concebido este león, pero puede tener relación con la llegada del rey a Lyon, o con las conversaciones de paz entre el rey y el papa.[Nota 8]

En 1516 se marchó a Francia junto con su ayudante, el pintor Francesco Melzi, y quizás también con Salai;[33]​ su nuevo mecenas y protector, el rey de Francia Francisco I, los instaló en la casa donde éste vivía en su niñez, el Castillo de Clos-Lucé, cerca del castillo de Amboise. Fue el «primer pintor, primer ingeniero y primer arquitecto del rey»,[10]​ y recibió una pensión de 10.000 escudos.[7]​ En la corte francesa, estaban más interesados por el pintor, que por el ingeniero, lo cual en Italia era lo más valorado.[11]​ El hecho de que Francisco I le diera Clos-Lucé se puede entender como un mensaje a Leonardo porque «hacía lo que él quería». No fue el primer artista en recibir este honor porque Andrea Solario y Giovanni Giocondo lo habían precedido unos años antes.[33]​ El rey estaba fascinado con Leonardo y lo consideró como un padre. La casa y el castillo de Amboise estaban conectados por un sótano (subterráneo) que permitía al soberano rendir visita al artista y hombre de ciencia con total discreción. Proyectó el palacio real de Romorantin, que Francisco I pretendía erigir para su madre Luisa de Saboya: sería una pequeña ciudad, para la cual previó el desvío de un río que la enriqueciera con agua y fertilizase la campiña vecina. En 1518 participó en las celebraciones del bautizo del Delfín y de las bodas de Lorenzo de Médicis con una sobrina del rey francés. Ese mismo año Salai abandonó a Leonardo y retornó a Milán, donde más adelante (el 19 de enero de 1524) perecería en un duelo.[11]

El 23 de abril de 1519, Leonardo, enfermo desde hacía varios meses, redactó su testamento ante un notario de Amboise. Pidió un sacerdote para confesarse y recibir la extremunción.[14]​ Murió el 2 de mayo de 1519,[7][11][14][27][33]​ en Cloux, a la edad de 67 años. La tradición cuenta que urió en brazos de Francisco I, pero probablemente esto se basa en una interpretación errónea de un epígrafe redactado por Giorgio Vasari:

LEONARDUS VINCIUS: QUID PLURA? DIVINUM INGENIUM, DIVINA MANUS, EMORI IN SINU REGIO MERUERE. VIRTUS ET FORTUNA HOC MONUMENTUM CONTINGERE GRAVISSIMIS IMPENSIS CURAVERUNT
Leonardo de Vinci, ¿qué más se puede decir? Su genio divino y su mano divina le merecieron expirar sobre el pecho de un rey. La virtud y la fortuna velan, premio a los grandes gastos, en este monumento que le corresponde.
Giorgio Vasari.[14]
Tumba de Leonardo da Vinci en la capilla de Saint-Hubert, en Amboise, Francia.

Este epigrafe, que nunca se ha visto escrito en ningún monumento, contiene las palabras «seno regio», que pueden significar, en el sentido literal «sobre el pecho de un rey», pero también, en un sentido metafórico, en el «afecto de un rey», y puede ser una alusión a la muerte de Leonardo en un castillo real.[37]

Obra artística

La Gioconda o Mona Lisa. La aplicación de su famosa invención, el sfumato o contorno borroso, en los dos rasgos principales de la expresión, la comisura de los labios y los extremos de los ojos, consigue esa ambigüedad en su sonrisa y en su mirada.[38]

La admiración hacia Leonardo como científico e inventor es reciente, puesto que a lo largo de cuatrocientos años su enorme fama se debió a sus logros como pintor y a unas pocas obras, que o bien se había autenticado que eran obra suya, o bien se le atribuyeron, pero que en cualquier caso han sido consideradas obras maestras de la pintura.

De sus obras, quizás sobreviven 15 pinturas,[39]​ junto con sus diarios, que contienen dibujos, diagramas científicos, y notas. Planeó frecuentemente pinturas grandiosas con muchos dibujos y esbozos, dejando los proyectos inacabados.

Sus pinturas son famosas por una serie de cualidades que han sido muy imitadas por estudiantes y discutidas ampliamente por los aficionados y los críticos: sus técnicas innovadoras, su detallado conocimiento de anatomía, luz, botánica y geología, su interés en fisionomía y la forma en que los humanos registran emoción. Su gran aportación es el esfumado, artificio pictórico que consiste en prescindir de los contornos netos y precisos del "Quattrocento" y envolverlo todo en una especie de niebla imprecisa que difumina los perfiles y produce una impresión de inmersión total en la atmósfera.[40]​ Prestando atención, se puede percibir en varios cuadros un efecto característico de la pintura de Leonardo: la delicada transición de la luz a la sombra, cuando un tono más claro se funde con otro más oscuro, como bellos acordes musicales. Leonardo usa la llamada "perspectiva aérea", esto es, representar la sensación de profundidad haciendo menos nítidos los planos del fondo porque las partículas en suspensión que hay en la atmósfera hace que se vean con más nitidez los objetos del primer plano y de una manera más difuminada lo que queda al fondo. Todas estas características están presentes en sus obras más famosas: La Gioconda (Mona Lisa), (actualmente en el museo del Louvre de París), La última cena y La Virgen de las Rocas.

Primeras obras

Las primeras obras de Leonardo comienzan con el ángel que aparece en primer plano, a la derecha, así como el paisaje, del Bautismo de Jesús (Uffizi). La obra que se atribuye en su conjunto a Botticini, a Verrocchio y a Botticelli.

Del periodo 1474-1476 es el Retrato de mujer de Washington, identificada con Ginevra Benci.

Dos pinturas parecen datar de su época en el taller de Verrocchio, dos Anunciaciones, ambas siguiendo la colocación tradicional que proviene de las conocidas obras de Fra Angélico. Una es pequeña, de 59 centímetros de largo y sólo 14 de alto. Es una predela que iría en la base de una composición más grande, en este caso un cuadro de Lorenzo di Credi del cual ha quedado separado. María aparta sus ojos y cruza las manos en un gesto que simboliza la sumisión al deseo de Dios. Data aproximadamente de 1478. La otra Anunciación es una obra mucho más grande, de 217 cm de largo; en ella, María no es en modo alguno sumisa, sino que acepta su destino con confianza.

En 1478, según él mismo escribió, empezó a pintar dos Vírgenes con Niño, creyéndose que son la Madona Benois y la Virgen del clavel.

San Jerónimo

Pinturas de los años 1480

En los años 1480, Leonardo recibió tres encargos muy importantes, y comenzó otra obra que tenía una trascendental importancia en términos de composición. Desafortunadamente, dos de las tres nunca se acabaron y la tercera le llevó tanto tiempo que quedó sometida a largas negociaciones sobre su acabado y pago.

Una de estas pinturas es la de San Jerónimo (Museos Vaticanos). El sereno diseño de esta composición, los elementos del paisaje, y el drama personal vuelven a aparecer en su gran obra maestra inacabada, La adoración de los magos, un encargo de los monjes de San Donato a Scopeto. Para esta compleja composición Leonardo realizó numerosos dibujos y estudios preparatorios, incluyendo uno detallado en perspectiva lineal de una arquitectura clásica en ruinas que forma parte del fondo de la escena. Pero en 1482 Leonardo marchó a Milán a requerimiento de Lorenzo de Médici para obtener el favor con Ludovico Sforza y la pintura quedó abandonada. Es un ejemplo de Leonardo como pintor compulsivo que a menudo planeaba grandes obras pictóricas para abandonarlas sin terminar.

Virgen de las rocas, Londres.

La tercera obra importante de este periodo es La Virgen de las Rocas que fue encargada en Milán por la Fraternidad de la Inmaculada Concepción. El cuadro, que hizo con la ayuda de los hermanos Predi, iba a llenar un retablo complejo y grande, ya construido. Hizo dos versiones del mismo tema, una para la capilla de la Fraternidad y la otra que Leonardo llevó a Francia.

De los años 1485-1490 es el Retrato de Cecilia Gallerani conocido como La dama del armiño, hoy en el Museo Czartoryski de Cracovia.

Pinturas de los años 1490

La más famosa obra de esta década es La Última Cena, también pintada en Milán. Representa la última cena que compartieron Jesús y sus discípulos antes de su captura y muerte. Muestra el momento en que Jesús ha dicho "uno de vosotros me traicionará". Véase la pintura en otro lugar de esta página.

Cuando acabó, la pintura fue alabada como una obra maestra de diseño y caracterización. Pero también se denunció que nada más acabarse ya empezaba a desprenderse de la pared. Leonardo, en lugar de usar la fiable técnica del fresco había experimentado con diferentes agentes aglutinadores de la pintura, que fueron afectados por moho y se escamaron. A pesar de ello, la pintura se ha mantenido como una de las obras de arte más reproducidas, con innumerables copias realizadas en todo tipo de medios, desde alfombras hasta camafeos.

La Virgen, el Niño Jesús y santa Ana

En este último decenio de siglo realizó importantes pinturas de caballete, como la Madona Litta (1490-1491), cuya atribución a Leonardo es, sin embargo, discutida; el Retrato de un músico (Josquin Des Pres o Franchino Gaffurio, en la Pinacoteca Ambrosiana) y el Retrato de dama llamado La Belle Ferronière (1490-1496), hoy en el Louvre.

Pinturas de los años 1500

Entre las obras de este periodo está el pequeño retrato conocido como la Mona Lisa o la Gioconda, la sonriente.

En La Virgen, el Niño Jesús y santa Ana la composición de nuevo escoge el tema de figuras en un paisaje. Se remonta al cuadro de San Jerónimo con la figura dispuesta en un ángulo oblicuo. Lo que hace inusual a esta pintura es que hay dos figuras colocadas de forma oblicua, superpuestas. Leonardo muestra en esta obra una serie de rasgos que serían adoptados por los pintores venecianos como Tiziano y Tintoretto, así como Andrea del Sarto, Pontormo y Correggio.

De esta época final es la Leda y el cisne, que hoy sólo se conserva mediante copia.

Referencias para esta sección de Leonardo's painting: della Chiesa,[7]​ Wasserman.[41]

Dibujos

Leonardo no fue pintor prolífico, pero sí lo fue como dibujante, manteniendo diarios llenos de pequeños esbozos y detallados dibujos que documentan todo tipo de cosas que llamaran su atención. Además de los diarios, hay muchos estudios de sus pinturas, algunos de los cuales pueden identificarse como preparatorios de algunas obras concretas como La adoración de los Magos, La Virgen de las Rocas y La última Cena.

Paisaje del valle del Arno, el dibujo más antiguo de Leonardo, 1473
Un estudio para Leda y el Cisne.

El 5 de agosto de 1473 Leonardo fecha su primera obra cierta: un Paisaje del valle del Arno, que muestra el río, las montañas, el castillo de Montelupo y las granjas que quedan detrás, con gran detalle. Hoy está en los Uffizi.

Entre sus famosos dibujos está el Hombre de Vitruvio, un estudio de las proporciones del cuerpo humano, la Cabeza de un ángel, para La Virgen de las Rocas del Louvre, un estudio botánico de Estrella de Belén y un gran dibujo (160×100 cm.) en tiza negra sobre papel coloreado de La Virgen, el Niño Jesús, santa Ana y san Juan Bautista en la National Gallery de Londres. Este dibujo emplea la sutil técnica del sfumato para sombrear, al estilo de la Mona Lisa. Se cree que Leonardo nunca hizo con ello una pintura, siendo lo más parecido La Virgen, el Niño Jesús y santa Ana del Louvre.

Otros interesantes dibujos incluyen numerosos estudios de deformidades faciales a los que frecuentemente se les llama "caricaturas" (Cabezas grotescas, h. 1490), cuando un examen detenido de las proporciones del esqueleto indica que la mayor parte están basadas en modelos reales.

Hay numerosos estudios del bello joven, Salaino, con sus raros y muy admirados rasgos faciales, el llamado "perfil griego".[42]​ A menudo lo representa con disfraces. Se sabe que Leonardo diseñó decorados para cabalgatas, con lo que pueden relacionarse estos dibujos. Otros dibujos, a menudo meticulosos, muestran estudios de drapeados. Un marcado desarrollo en la habilidad de Leonardo de pintar los ropajes se aprecia en sus primeras obras.

Otro dibujo muy reproducido es el dibujo de un ahorcado, Figura d'impiccato, hoy en el Museo Léon-Bonnat de Bayona: es un esbozo macabro realizado en Florencia en 1479 mostrando el cuerpo de Bernado di Bandino Baroncelli, por su intervención en la conspiración de los Pazzi. Con la frialdad de un notario, Leonardo apunta junto al dibujo el tipo y color de las ropas que Baroncelli llevaba cuando murió.[43]

Hacia 1508 realizó el hermoso dibujo femenino conocido como La despeinada.

Referencia de esta sección, Popham[44]

Escultura

No ha llegado a nuestros días ninguna de sus esculturas. El proyecto escultórico de Leonardo del que más se sabe es el que de una estatua ecuestre que representara a Francisco Sforza, padre de Ludovico el Moro. Sobrepasaba en tamaño las otras dos estatuas ecuestres de bronce del Renacimiento: Gattamelata de Donatello en Padua y Bartolomeo Colleoni de Verrocchio en Venecia.

Leonardo ejecutó en arcilla el modelo, conocido como el "Gran Caballo". Estaba previsto que fuera una estatua en bronce, de 8 metros de altura, y se alzaría en Milán. Se prepararon 70 toneladas de metal para moldearla. El monumento quedó sin acabar durante varios años, lo que no era inusual en Leonardo. Miguel Ángel dijo que Leonardo no era capaz de fundir la estatua.[45]​ En 1495 el bronce se usó para fabricar cañones para el Duque en un intento de salvar Milán de los franceses bajo el reinado de Carlos VIII de Francia en 1495.

Por iniciativa privada, se construyó en 1999 en Nueva York una estatua construida según sus planos que fue donada a la ciudad de Milán, donde se erigió.

Notas científicas y técnicas

Leonardo no fue un hombre culto al estilo de su época: no aprendió latín y no era el prototipo de humanista, llamándose a sí mismo "hombre sin letras", por lo que era ignorado por los estudiosos contemporáneos. Tampoco dominaba el álgebra, por lo que resulta excesivo considerarlo un matemático. Sin embargo, hoy en día aún sorprenden sus trabajos sobre ingeniería, los pájaros, el vuelo y otras áreas que suscitaron su insaciable curiosidad.

Registraba con minuciosidad sus elucubraciones sobre temas técnicos y científicos. Combinaba en ellas perfectamente el arte con la ciencia para representar de la mejor manera posible la materialización de sus ideas. Con cierto afán críptico, como si no quisiera desvelar del todo sus descubrimientos, Leonardo escribía de derecha a izquierda todos sus diarios, utilizando la llamada escritura especular, por ser zurdo, de manera que de no tener costumbre, para poder leer sus escritos, había que utilizar un espejo.

Dotado de una aguda capacidad de observación, su aproximación a la ciencia nunca destacó por sus explicaciones teóricas ni por recurrir a experimentos; en cambio, para comprender los fenómenos que le interesaban los describía y dibujada hasta sus últimos detalles; planeando realizar una gran enciclopedia basada en detallados dibujos de todo lo conocido.

Relativamente pocos de sus diseños fueron construidos o eran posibles en vida del autor.[46]

Hombre de Vitruvio
Estudios de embriones, hacia 1510-1513, pluma sobre tiza roja, 30,5 cm. × 20 cm., Biblioteca Real, Castillo de Windsor
Un diseño para una máquina voladora.

Sus detallados estudios de la anatomía son quizá más impresionantes que sus trabajos pictóricos. La formación de Leonardo en la anatomía del cuerpo humano comenzó durante su aprendizaje con Andrea del Verrocchio, pues este maestro insistía en que todos sus alumnos aprendieran anatomía. Como artista, rápidamente se hizo maestro de anatomía topográfica, dibujando muchos estudios de músculos, tendones y otros rasgos anatómicos visibles; igualmente, dibujó el corazón y el sistema vascular, los órganos sexuales, y otros órganos internos. Hizo uno de los primeros dibujos científicos de un feto in utero.

Como artista de éxito, obtuvo permiso para diseccionar cadáveres humanos en el Hospital de Santa Maria Nuova en Florencia y más tarde en hospitales de Milán y Roma. Produjo muchos dibujos anatómicos extremadamente detallados. El ejemplo más destacado es el Hombre de Vitruvio (h. 1490), estudio de las proporciones humanas basado en el tratado recién descubierto del arquitecto romano Marco Vitruvio.

Estudio anatómico del brazo.

De 1510 a 1511 colaboró en sus estudios con el doctor Marcantonio della Torre y juntos prepararon un trabajo teórico sobre la anatomía para la que Leonardo hizo más de 200 dibujos. Se publicó sólo en 1680 (161 años después de su muerte) con el título de Tratado sobre la pintura.

Igualmente estudió y dibujó la anatomía de muchos otros animales. Diseccionó vacas, pájaros, monos, osos, y ranas, comparando en sus dibujos su estructura anatómica con la de los humanos. Hizo también una serie de estudios de caballos.

Como artista, Leonardo observó atentamente y documentó los efectos de la edad y de la emoción humana sobre la fisiología, estudiando en particular los efectos de la ira. También dibujó muchos modelos de personas con significativas deformidades faciales o signos de enfermedad.

Sus notas contienen dibujos de numerosas innovaciones como diversas máquinas para volar, incluido un artefacto parecido el helicóptero. El 3 de enero de 1496 ensayó una de sus máquinas para volar sin éxito. Estudió o prefiguró armas de fuego, tanques armados, el esnórquel de buceo, el paracaídas, un submarino y un dispositivo con engranajes que se cree era una máquina para calcular.

En 1502 Leonardo proyectó un puente de 240 m de luz que formaba parte de un proyecto de construcción para el Sultán Bayaceto II de Constantinopla. La obra jamás se realizó, sin embargo, en 2001, la idea se resucitó para la construcción de un puente más pequeño en Noruega basado en el diseño de Leonardo.

Además hizo certeras observaciones sobre diversos restos de fósiles.

Leonardo nunca publicó o distribuyó los contenidos de sus manuscritos que permanecieron inéditos hasta el siglo XIX cuando pudieron conocerse sus contribuciones al desarrollo técnico y científico. Por esta razón L. Sprague de Camp le considera no como el primer ingeniero moderno, sino como el último de los ingenieros de la antigüedad, haciendo notar que tras la época de Leonardo se formalizó la publicación de los descubrimientos científicos. Sus contribuciones a otras artes, por ejemplo la escultura, y a ciencias como ingeniería, mecánica, física, biología, arquitectura, anatomía, geología y matemáticas fue decisiva. Considera a estas últimas como la llave de la naturaleza. Aunque su obra conocida en esta especialidad no está escrita con suficiente rigor ni los resultados obtenidos fueron decisivos en aquel momento, merece, sin embargo, ser considerado en la historia del pensamiento matemático universal por sus prodigiosas intuiciones, en particular, las de carácter geométrico. Algunas de ellas se plasmaron en realidades en los siglos posteriores.

Leonardo, la "Leyenda"

Durante la propia vida de Leonardo su fama era tal que el Rey de Francia se lo llevó a su servicio como un trofeo, y se dice que lo apoyó en su vejez y lo sostuvo en sus brazos mientras moría.[47]​ La fortuna crítica del pintor fue inmediata, como puede verse en las siguientes citas, de autores del siglo XVI:

Castiglione, 1528

«...Otro de los primeros pintores del mundo, [Leonardo] desprecia el arte en el que es singularísimo...»[48]

"Anonimo Gaddiano"

«Fue tan raro y universal que se puede decir que fue engendrado por un milagro de la naturaleza...»[49]

"Vasari ", 1550

«Admirable y celestial fue Leonardo […] Quiso la Naturaleza favorecerlo tanto que, allá donde dirigiera su pensamiento, su cerebro y su ánimo mostraban tanta divinidad que no tuvo rival alguno en perfección, buena disposición, vivacidad, bondad, belleza y gracia»[50]

"Lomazzo ", 1590

«En el dar la luz Leonardo muestra haberse guardado siempre de darla demasiado clara, y así reservarla para mejor lugar, y ha tratado de hacer muy intenso lo oscuro, para lograr los extremos. Y con tal arte ha conseguido en los rostros y cuerpos, que ha hecho verdaderamente admirables, todo lo que puede hacer la naturaleza. Y en esta parte ha sido superior a todos, de manera que en una palabra podemos decir que la luz de Leonardo es divina».[51]
La última cena, detalle, 1497, Milán, Santa Maria delle Grazie

Numerosos autores posteriores han valorado el genio de Leonardo, como puede verse en el ejemplo de Goethe y Delacroix:

«Leonardo se revela grande sobre todo como pintor. Regular y perfectamente formado, parecía, en las comparaciones de la humanidad común, un ejemplar ideal de ésta. Del mismo modo que la claridad y la perspicacia de la vista se reflejan más apropiadamente en el intelecto, así la claridad y la inteligencia eran propias del artista. No se abandonó nunca al último impulso de su propio talento originario e incomparable y, frenando todo impulso espontáneo y casual, quiso que todo fuese meditado una y otra vez ».
Goethe (Italienische Reise, 1816-1829)
Leonardo «llega sin errores, sin debilidades, sin exageraciones y casi de un brinco al naturalismo juicioso y sabio, alejado por igual de la imitación servil y de un ideal huero y quimérico. ¡Cosa extraña! El más metódico de los hombres, el que, entre los maestros de su tiempo, más se ocupó de los métodos de ejecución, que los enseñó con tanta precisión que las obras de sus mejores alumnos se han confundido siempre con las suyas, este hombre, cuya “manera” es tan característica, no tiene “retórica”. Siempre atento a la naturaleza, consultándola sin tregua, no se imita jamás a sí mismo; el más docto de los maestros es también el más ingenuo, y ninguno de sus dos émulos, Miguel Ángel y Rafael, merece tanto como él ese elogio ».
Delacroix (Journal, 1857-1863)

El interés por Leonardo nunca se ha satisfecho. Las multitudes aún hacen cola por ver sus obras más famosas. Sus dibujos más famosos se divulgan en camisetas, y los escritores actuales, como Vasari en su tiempo, siguen maravillándose de su genio y especulan sobre su vida privada y, particularmente, sobre lo que alguien tan inteligente pensaba realmente.

Legado. Los manuscritos de Leonardo da Vinci

Después de la muerte de Leonardo, y al haberlo estipulado así en su testamento, algunos libros, todos sus cuadernos de notas, dibujos y otros papeles, que reflejaban cabalmente su obra y pensamiento, quedaron bajo la custodia de su fiel discípulo Francesco Melzi.

Melzi, quien, consciente de la magnitud de la obra del maestro, se entregó a la ardua tarea de ordenar y catalogar las miles de hojas con anotaciones y dibujos de diversa índole, escritas por ambas caras, salpicadas de numerosas ideas, dibujos y bocetos. Objetivo que logró satisfactoriamente, en la tranquilidad de su hermosa villa en Vaprio d'Adda, una localidad cerca de Milán, lugar a donde llevó su valiosa herencia, dándole al legado de su maestro una unidad bastante notable, utilizando para ello, un criterio lógico y simple. De lo recopilado, el resultado más coherente y terminado fue su "Tratado de la pintura", cuyo contenido se transcribió, años más tarde, a lo que se llamó el Códice de Urbino, conservado hasta hoy en la biblioteca del Vaticano.

Lamentablemente, lo que parecía ya seguro en manos de Melzi, comenzará a fragmentarse, lentamente, a partir de su muerte, acaecida en 1570, cuando sus bienes se reparten entre sus 5 hijos. Orazio Melzi, uno de ellos, fue quien se quedó con la totalidad de los cuadernos y papeles ordenados por su padre, pero ignorando el valor de estos y no sabiendo que hacer con ellos, los amontonó en una bodega, donde permanecieron deteriorándose.

En algún momento fueron hallados por Lelio Gavardi, preceptor de la Casa Melzi. Como juzga muy bien la importancia del descubrimiento, piensa en la manera de llevarse parte de este tesoro. Así, al poco tiempo, logra sustraer 13 manuscritos. Con el plan de obtener algún beneficio económico, intenta venderlos a algunos personajes notables, pero fracasa en varias oportunidades. Ya preocupado, y a causa de la intervención de un tercero, decide devolverlos. De esta forma comienza el ir y venir de los documentos y otros más, a manos de distintos interesados e inescrupulosos que se habían enterado del importante hallazgo, generándose la ya mencionada y ominosa fragmentación, y la inexorable dispersión de lo laboriosamente conseguido por Francesco Melzi.

Los destinos de los manuscritos fueron tomando, con el curso del tiempo y las circunstancias de la historia, diversos caminos. Hoy los principales manuscritos de Leonardo se encuentran repartidos por varios países. En Europa se distribuyen entre Italia, Francia, Inglaterra y España. Y en el nuevo mundo, podemos hallarlos en Estados Unidos. En tanto hojas sueltas están aún dispersas en distintos lugares del Viejo Continente.

Los Códices

En Italia

Detalle del Códice sobre el vuelo de los pájaros en escritura especular. Se escribe en dirección opuesta a la normal ("al revés") y aparece normal cuando es reflejada en un espejo.
  • Códice Atlántico. Período comprendido entre 1483-1518. 1200 páginas distribuidas en 400 cartones de gran formato (Atlanticus, por el tamaño de los atlas, no por el océano). Ha sido restaurada y conservada en 12 volúmenes. Contenido: Misceláneo. Canales de navegación, máquinas de guerra, máquinas varias, fortificaciones. Este códice fue el resultado lamentable de la intervención del milanés Pompeo Leoni, escultor oficial del rey Felipe II, y coleccionista de obras de arte, quien, después de meticulosas indagaciones, que le llevaron a conseguir varios manuscritos, recortó las distintas hojas, les dio un orden según su propio criterio y las pegó en grandes cartones para darles mayor valor comercial.
  • Códice Trivulziano. Realizado en 1489.
  • Códice sobre el vuelo de los pájaros. Realizado en 1505.

En Francia

12 Manuscritos. De la A a la M. (En la clasificación en latín se omite, intencionalmente, el uso de la J, puesto que en esta lengua muerta, no existe.)

( ms. = manuscriptum )

  • ms.A Realizado probablemente en 1492.
  • ms.B Realizado en 1489.
  • ms.C Realizado en 1490.
  • ms.D Realizado en 1508.
  • ms.E Realizado entre 1513-1514.
  • ms.F Realizado entre 1508-1509.
  • ms.G Realizado entre 1510-1516.
  • ms.H Realizado entre 1493-1494.
  • ms.I Realizado entre 1497-1499.
  • ms.K Realizado los años 1504,1509,1512.
  • ms.L Realizado en 1497 y entre 1502-1503.
  • ms.M Realizado en 1500.

Más otros 2.(Resultado de una sustracción malintencionada, desde los códices ms.A y ms.B, y que se han conservado independientes, a pesar de haber sido restados de sus originales.)

  • ms. Ashburnham 2038 (Dedicado por entero a la pintura, hojas extraídas del ms.A)
  • ms. Ashburnham 2037 (Compuesto de hojas extraídas del ms.B)

En Inglaterra

  • Códice Forster I. Realizado en 1505.
  • Códice Forster II. Realizado entre 1495-1497.
  • Códice Forster III. Realizado entre 1490-1493.
  • Códice Arundel 263. Realizado entre 1504-1516.
  • Códice Leicester (Posteriormente Hammer). Realizado entre 1504-1506. Adquirido en 1994 por Bill Gates, por 25 millones de dólares.

En España

  • Códice Madrid I. Realizado en 1493.
  • Códice Madrid II. Realizado en 1491.

Bibliografía

Notables escritos de Leonardo da Vinci

Castello Sforzesco de Milán.

  • Códice de Madrid, dos códices que se conservan en la Biblioteca Nacional de Madrid.
  • Códice de Turín, se conserva en la Biblioteca Real de Turín.
  • manuscritos conservados en el Instituto de Francia : Manuscritos A, B, C, D, E, F, G, H, I, K, L, M.

Notas

  1. Este dibujo, trazado con tiza roja, es comúnmente aceptado como un autorretrato original. No obstante, muchos no lo consideran legítimo debido a que Leonardo tenía 67 años cuando murió, por lo que no correspondería con el individuo de la tercera edad que aparece en el mismo. Aunque pudiera existir la posibilidad de que el pintor haya hecho un retrato de sí mismo, aumentándose la edad pareciendo más venerable, para La Escuela de Atenas de Rafael. Aunque hay que tener en cuenta que la media de edad del siglo XV era bastante inferior a la actual y la gente envejecía prematuramente por las condiciones de vida.
  2. Quince es la cifra aceptada por la mayoría de los historiadores del arte. La atribución de otras obras a Leonardo da Vinci todavía está sujeta a debate.
  3. Algunos de los inventos más prácticos de Leonardo da Vinci se exponen en estado de funcionamiento en los museos.
  4. La visión científica moderna de la metalurgia y de la ingeniería se hallaba en estado embrionario en la época del Renacimiento.
  5. Vinci está a ochenta kilómetros de Florencia y a cincuenta kilómetros de Pisa.
  6. «Ser Piero» se refiere a su padre; «Ser» es una contracción del latín «senior» («signore»), y era un pequeño título para notarios y clérigos.
  7. Marco d'Oggiono es conocido por las copias de la Última Cena de Leonardo.
  8. Se ha construido una copia de este león que está expuesta en el museo de Bolonia.

Referencias

  1. Biblioteca Real de Torí
  2. a b Friedenthal, pág. 9
  3. Helen Gardner, Art through the Ages, Harcourt, Brace and World, 1970.
  4. Según Vasari, Boltraffio, Castiglione, Gaddiano, Berensen, Taine, Fuseli, Rio, Bortolon, etc. Véanse las citas específicas en la parte « La leyenda de Leonardo ».
  5. The Hundred Greatest Men. Nueva York: D. Appleton & Company, 1885. Hay que subrayar que este grabado está basado en una pintura de un artista desconocido que a su vez seguía un dibujo en yeso rojo que se cree que era un autorretrato de Leonardo. Este grabado es una imagen que representa a Leonardo, no un verdadero retrato.
  6. a b c d e f g h i j k l m (en francés) Capítulo 1: "Il était une fois à Vinci" de Alessandro Vezzosi, Léonard de Vinci : art et science de l'univers, Gallimard, 1996.
  7. a b c d e f g h i j k l (en inglés) Angela Ottino della Chiesa, The Complete Paintings of Leonardo da Vinci, Penguin, 1967. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre «Chiesa» está definido varias veces con contenidos diferentes
  8. (en inglés) Alessandro Vezzosi, Leonardo da Vinci : Renaissance Man.
  9. Según Alessandro Vezzosi, director del museo Leonardo da Vinci, está probado que Piero era propietario de una esclava de Oriente Medio llamada Caterina, que fue madre de un niño llamado Leonardo. Esta tesis de que Leonardo tenía sangre árabe está soportada por la reconstrucción de una huella digital: (en inglés) Marta Falconi, Experts Reconstruct Leonardo Fingerprint, Marta Falconi, Associated Press, 1 de diciembre 2006.
  10. a b c Les grandes découvertes, série connaissances et vie, éditions Christophe Colomb, 1984.
  11. a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u v w x (en francés) Les ingénieurs de la Renaissance - Bertrand Gille
  12. a b c d e f g h i Liana Bortolon. The Life and Times of Leonardo, Paul Hamlyn, London, 1967.
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  14. a b c d e f g h Giorgio Vasari, Le Vite, 1568 ; reeditado por Penguin Classics con traducción de George Bull en 1965.
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  16. Bertrand Gille. Les ingénieurs de la Renaissance. Según este historiador, su renombre ya fue apreciado por Maties Corvo, el gran rey húngaro que tenía un interés particular en cuanto a los escritos técnicos.
  17. J. R. Hale. Renaissance Europe, 1480-1520, Fontana, 1971
  18. Andrew Martindale. The Rise of the Artist. Thames and Hudson.
  19. Cennino d'A. Cennini. Il Libro dell' Arte, edició de D. V. Thompson Jr., New Haven: Yale University Press, 1933.
  20. a b c d La vida de Leonardo da Vinci, genio, artista, ingeniero, arquitecto y hombre. Richard Friedenthal. Biblioteca Salvat de Grandes Biografías. ISBN 98-345-8235-X
  21. A. E Popham. Les dessins de Léonard de Vinci. Éditions de la Connaissance, Bruxelles, 1947.
  22. a b Capítulo 2: «Dans la Florence des Médicis», d'Alessandro Vezzosi. A Léonard de Vinci: art et science de l'univers. Gallimard, 1996.
  23. a b c d e f g h Capítol 3: «À Milan au temps des Sforza», d'Alessandro Vezzosi. A Leonardo de Vinci: art et science de l'univers, Gallimard, 1996.
  24. Paolo Rossi. The Birth of Modern Science. Blackwell Publishing, 2001, p. 33. (en inglés)
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  26. Codex II, 95 r, Victoria and Albert Museum, cité par Angela Ottino della Chiesa
  27. a b c d e f g h i j k l m n ñ Capítol 4: «L'art et la guerre», d'Alessandro Vezzosi. A Léonard de Vinci: art et science de l'univers. Gallimard, 1996.
  28. En 1999 en Nueva York se creó una copia de la estatua según los estudios de Leonardo, véase el Caballo de Leonardo.
  29. El «gran caballo» era uno de los muchos seudónimos que recibió Leonardo da Vinci tras ser reconocido en toda Italia.
  30. En 2005, el estudio preparatorio ha sido redescubierto durante la restauración de un edificio ocupado durante cien años por la sección geográfica del ejército. Richard Owen, Found: the studio where Leonardo met Mona Lisa, Times New York
  31. Ludwig Goldscheider. Michelangelo. Phaidon, 1953.
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  33. a b c d Capítol 5: «Milan, Rome, Amboise». A Alessandro Vezzosi. Leonardo de Vinci : art et science de l'univers, Gallimard, 1996
  34. Jack Wasserman. Leonardo da Vinci, Abrams, 1975.
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  36. Salvador Miranda. The Cardinals of the Holy Roman Church: Antoine du Prat. 1998-2007.
  37. Biographie universelle, t. 49, Paris, Michaud, 1827, pp. 156-157 (Google-Books), qui redirigeix a A.-L. Millin, Voyage dans le Milanais, vol. I, p. 216, i a Venturi.
  38. Gombrich, op. cit., p.302-303
  39. Hay 15 obras de arte significativas atribuidas a Leonardo por la mayor parte de los historiadores del arte. Este número está constituido principalmente por pinturas sobre tabla pero incluyen un mural, un gran dibujo sobre papel y dos obras que están en sus primeras fases de preparación. Igualmente hay una serie de obras de atribución más dudosa.
  40. Pérez Sánchez, A.E., ”La pintura del "Cinquecento", en Historia del arte, Anaya, Madrid, 1986. ISBN 84-207-1408-9 pág. 386
  41. Jack Wasserman, Leonardo da Vinci, 1975 Abrams, ISBN 0-8109-0262-1
  42. El "perfil griego" tiene una línea recta continua desde la frente a la punta de la nariz, siendo el puente de ésta excepcionalmente alto. Es un rasgo de muchas estatuas griegas clásicas.
  43. Dibujos, Leonardo da Vinci, Editorial Debate, Madrid, 1987. ISBN 84-7444-285-0
  44. A. E. Popham, The Drawings of Leonardo da Vinci, edición de 1975, Jonathan Cape, ISBN 0-224-60462-7
  45. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas LB
  46. Aproximaciones científicas modernas a la metalurgia y la ingeniería estaban sólo en su infancia durante el Renacimiento.
  47. véase referencia en la sección “Últimos años (1509-1519)”.
  48. Baldassare Castiglione, Il Cortegiano, 1528
  49. "Anonimo Gaddiano", elaboración del “Libro di Antonio Billi”, 1537-42
  50. Giorgio Vasari, Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos (Antología), Estudio, selección y traducción de María Teresa Méndez Baiges y Juan María Montijano García, Editorial Tecnos (Grupo Anaya, S.A.), 2006, ISBN84-309-4118-5
  51. "G. P. Lomazzo, “Idea del Tempio Della pintura”

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