Diferencia entre revisiones de «Periodo húmedo de África»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Metronux2000 (discusión · contribs.)
Mejora del artículo
Metronux2000 (discusión · contribs.)
Mejora del artículo
Línea 90: Línea 90:
=== Factores adicionales ===
=== Factores adicionales ===


* El cambio climático en las latitudes del extremo norte puede haber contribuido al inicio del PHA.<ref name=":29" /> La contracción de las [[Capa de hielo|capas de hielo]] [[Glaciación Weichseliense|escandinavo]] y [[Capa de hielo Laurentino|Laurentino]] ocurrió al principio,<ref name=":26" /> y en los modelos climáticos, a menudo se requiere un retroceso de las [[Capa de hielo|capas de hielo]] para simular el período húmedo.<ref>[http://epic.awi.de/18463/1/Tim2008a.pdf Timm y col. 2010], pág. 2629.</ref> Su existencia también podría explicar por qué el PHA no comenzó inmediatamente con el pico de insolación temprano, ya que las capas de hielo aún existentes habrían enfriado el clima.<ref>[[doi:10.1093/acrefore/9780190228620.013.531|Hoelzmann y Holmes 2017]], pág. 26.</ref>
* El cambio climático en las latitudes del extremo norte puede haber contribuido al inicio del PHA.<ref name=":29" /> La contracción de las [[Capa de hielo|capas de hielo]] [[Glaciación Weichseliense|escandinavo]] y [[Capa de hielo Laurentino|Laurentino]] ocurrió al principio,<ref name=":26" /> y en los modelos climáticos, a menudo se requiere un retroceso de las [[Capa de hielo|capas de hielo]] para simular el período húmedo.<ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2010JCli...23.2612T|título=Mechanisms for the Onset of the African Humid Period and Sahara Greening 14.5-11 ka BP*|apellidos=Timm|nombre=Oliver|apellidos2=Köhler|nombre2=Peter|fecha=2010-05-01|publicación=Journal of Climate|volumen=23|fechaacceso=2022-07-04|página=2629|issn=0894-8755|doi=10.1175/2010JCLI3217.1|apellidos3=Timmermann|nombre3=Axel|apellidos4=Menviel|nombre4=Laurie}}</ref> Su existencia también podría explicar por qué el PHA no comenzó inmediatamente con el pico de insolación temprano, ya que las capas de hielo aún existentes habrían enfriado el clima.<ref>{{Cita libro|título=The Late Pleistocene-Holocene African Humid Period as Evident in Lakes|url=http://oxfordre.com/climatescience/view/10.1093/acrefore/9780190228620.001.0001/acrefore-9780190228620-e-531|editorial=Oxford University Press|fecha=2017-04-26|fechaacceso=2022-07-04|volumen=1|doi=10.1093/acrefore/9780190228620.013.531|idioma=en|nombre=Jonathan|apellidos=Holmes|nombre2=Philipp|apellidos2=Hoelzmann|página=26}}</ref><ref>{{Cita publicación|url=https://www.nature.com/articles/s43247-021-00309-1|título=Drivers of the evolution and amplitude of African Humid Periods|apellidos=Menviel|nombre=Laurie|apellidos2=Govin|nombre2=Aline|fecha=2021-11-18|publicación=Communications Earth & Environment|volumen=2|número=1|fechaacceso=2022-07-04|página=8|idioma=en|issn=2662-4435|doi=10.1038/s43247-021-00309-1|apellidos3=Avenas|nombre3=Arthur|apellidos4=Meissner|nombre4=Katrin J.|apellidos5=Grant|nombre5=Katharine M.|apellidos6=Tzedakis|nombre6=Polychronis C.}}</ref>
* Los cambios de [[temperatura de la superficie del mar]] en el Atlántico influyen en el monzón africano<ref name=":29" /> y pueden haber influido en la aparición del PHA. Los [[vientos alisios]] más débiles y una mayor [[insolación]] conducirían a temperaturas de la superficie del mar más cálidas, aumentando las precipitaciones al aumentar los gradientes de humedad entre la tierra y el mar.<ref name=":5" /> También estuvieron involucrados cambios en los gradientes de temperatura del Atlántico Norte.<ref name=":35" />
* Los cambios de [[temperatura de la superficie del mar]] en el Atlántico influyen en el monzón africano<ref name=":29" /> y pueden haber influido en la aparición del PHA. Los [[vientos alisios]] más débiles y una mayor [[insolación]] conducirían a temperaturas de la superficie del mar más cálidas, aumentando las precipitaciones al aumentar los gradientes de humedad entre la tierra y el mar.<ref name=":5" /> También estuvieron involucrados cambios en los gradientes de temperatura del Atlántico Norte.<ref name=":35" />
* El calentamiento del [[mar Mediterráneo]] aumenta la cantidad de precipitaciones del Sahel; este efecto es responsable del reciente aumento antropogénico de las precipitaciones en el Sahel mediado por el [[calentamiento global]].<ref name=":0" /> Las temperaturas más cálidas de la superficie del mar también podrían explicar el aumento de precipitación registrado en el [[Mediterráneo]] durante el PHA.<ref name=":38" />
* El calentamiento del [[mar Mediterráneo]] aumenta la cantidad de precipitaciones del Sahel; este efecto es responsable del reciente aumento antropogénico de las precipitaciones en el Sahel mediado por el [[calentamiento global]].<ref name=":0" /> Las temperaturas más cálidas de la superficie del mar también podrían explicar el aumento de precipitación registrado en el [[Mediterráneo]]<ref name=":38" /> y el aumento de la intensidad de las precipitaciones reconstruidas de los antiguos ríos del Sahara durante el PHA.<ref>{{Cita publicación|url=https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0277379121004078|título=Did increased flooding during the African Humid Period force migration of modern humans from the Nile Valley?|apellidos=Zaki|nombre=Abdallah S.|apellidos2=King|nombre2=Georgina E.|fecha=2021-11-15|publicación=Quaternary Science Reviews|volumen=272|fechaacceso=2022-07-04|página=8|idioma=en|issn=0277-3791|doi=10.1016/j.quascirev.2021.107200|apellidos3=Haghipour|nombre3=Negar|apellidos4=Giegengack|nombre4=Robert|apellidos5=Watkins|nombre5=Stephen E.|apellidos6=Gupta|nombre6=Sanjeev|apellidos7=Schuster|nombre7=Mathieu|apellidos8=Khairy|nombre8=Hossam|apellidos9=Ahmed|nombre9=Salah}}</ref>
* El aumento de las precipitaciones durante el invierno se correlaciona con una mayor extensión espacial de las precipitaciones mediterráneas y podría haber ayudado al establecimiento del PHA, especialmente en el [[norte de África]],<ref name=":39">[https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2015QSRv..130..168H Hamdan y Brook 2015], pág. 185.</ref><ref>[https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2012QuInt.251...64P Phillipps y col. 2012], pág. 72.</ref><ref>[[doi:10.1007/978-94-009-0995-3_27|Petit-Maire 1989]], pág. 648.</ref> [[Bajo Egipto|norte de Egipto]],<ref>[https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0380133020300757 Hamdan y col. 2020], pág. 468.</ref> alrededor del norte del [[Mar Rojo]],<ref>[https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2010QSRv...29.1116W Williams y col. 2010], pág. 1133.</ref> en [[Tibesti]]<ref>[[doi:10.1201/9780203874899|Baumhauer y Runge 2009]], pág. 6.</ref><ref>[[doi:10.1007/978-3-662-10313-5_12|Prasad y Negendank 2004]], págs. 219–220.</ref> y en el norte de Arabia<ref name=":38" /> y generalmente en latitudes más altas donde el monzón no llegó.<ref name=":37" /> Esta precipitación puede haberse extendido a otras partes del Sahara; esto habría llevado a que las áreas de precipitación de verano e invierno se superpusieran<ref>[[doi:10.1002/gea.20023|Linstädter y Kröpelin 2004]], pág. 763.</ref> y el área seca entre las zonas climáticas influenciadas por los vientos del oeste y los monzones se vuelve más húmeda o desaparece por completo.<ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2019PPP...528..120M/abstract|título=Cyclonic activity over northeastern Africa at 8.5-6.7 cal kyr B.P., based on lacustrine records in the Faiyum Oasis, Egypt|apellidos=Marks|nombre=Leszek|apellidos2=Welc|nombre2=Fabian|fecha=2019-08|publicación=Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology|volumen=528|páginas=120–132|fechaacceso=2021-07-01|idioma=en|doi=10.1016/j.palaeo.2019.04.032|apellidos3=Milecka|nombre3=Krystyna|apellidos4=Zalat|nombre4=Abdelfattah|apellidos5=Chen|nombre5=Zhongyuan|apellidos6=Majecka|nombre6=Aleksandra|apellidos7=Nitychoruk|nombre7=Jerzy|apellidos8=Salem|nombre8=Alaa|apellidos9=Sun|nombre9=Qianli}}</ref> Dichos cambios en las precipitaciones derivadas del Mediterráneo pueden estar correlacionados con cambios en las [[Oscilación del Atlántico Norte|Oscilaciones del Atlántico Norte]] y [[Oscilación ártica|Ártico]].<ref name=":39" />
* El aumento de las precipitaciones durante el invierno se correlaciona con una mayor extensión espacial de las precipitaciones mediterráneas y podría haber ayudado al establecimiento del PHA, especialmente en el [[norte de África]],<ref name=":39">{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2015QSRv..130..168H|título=Timing and characteristics of Late Pleistocene and Holocene wetter periods in the Eastern Desert and Sinai of Egypt, based on 14C dating and stable isotope analysis of spring tufa deposits|apellidos=Hamdan|nombre=Mohamed A.|apellidos2=Brook|nombre2=George A.|fecha=2015-12-01|publicación=Quaternary Science Reviews|volumen=130|fechaacceso=2022-07-04|página=185|issn=0277-3791|doi=10.1016/j.quascirev.2015.09.011}}</ref><ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2012QuInt.251...64P|título=Mid-Holocene occupation of Egypt and global climatic change|apellidos=Phillipps|nombre=Rebecca|apellidos2=Holdaway|nombre2=Simon|fecha=2012-02-01|publicación=Quaternary International|volumen=251|fechaacceso=2022-07-04|página=72|doi=10.1016/j.quaint.2011.04.004|apellidos3=Wendrich|nombre3=Willeke|apellidos4=Cappers|nombre4=René}}</ref><ref>{{Cita libro|título=Interglacial Environments in Presently Hyperarid Sahara : Palaeoclimatic Implications|url=http://link.springer.com/10.1007/978-94-009-0995-3_27|editorial=Springer Netherlands|fecha=1989|fechaacceso=2022-07-04|isbn=978-94-010-6937-3|doi=10.1007/978-94-009-0995-3_27|nombre=N.|apellidos=Petit-Maire|nombre-editor=Margaret|apellido-editor=Leinen|página=648}}</ref>, Marruecos<ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2021PNAS..11824898C|título=Early Holocene greening of the Sahara requires Mediterranean winter rainfall|apellidos=Cheddadi|nombre=Rachid|apellidos2=Carré|nombre2=Matthieu|fecha=2021-06-01|publicación=Proceedings of the National Academy of Science|volumen=118|fechaacceso=2022-07-04|página=1|issn=0027-8424|doi=10.1073/pnas.2024898118|apellidos3=Nourelbait|nombre3=Majda|apellidos4=François|nombre4=Louis|apellidos5=Rhoujjati|nombre5=Ali|apellidos6=Manay|nombre6=Roger|apellidos7=Ochoa|nombre7=Diana|apellidos8=Schefuß|nombre8=Enno}}</ref> y el [[Bajo Egipto|norte de Egipto]],<ref>{{Cita publicación|url=https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0380133020300757|título=The Holocene history of the Faiyum Lake (Egypt) based on sediment characteristics, diatoms and ostracods contents|apellidos=Hamdan|nombre=M. A.|apellidos2=Flower|nombre2=R. J.|fecha=2020-06-01|publicación=Journal of Great Lakes Research|volumen=46|número=3|fechaacceso=2022-07-04|página=468|idioma=en|issn=0380-1330|doi=10.1016/j.jglr.2020.03.016|apellidos3=Hassan|nombre3=F. A.|apellidos4=Hassan|nombre4=S. M.}}</ref> alrededor del norte del [[Mar Rojo]],<ref>{{Cita publicación|url=https://www.research.manchester.ac.uk/portal/en/publications/late-quaternary-floods-and-droughts-in-the-nile-valley-sudan-new-evidence-from-optically-stimulated-luminescence-and-ams-radiocarbon-dating(a0417299-fc59-4d7e-85e3-ae21af7b6ede).html|título=Late Quaternary floods and droughts in the Nile valley, Sudan: new evidence from optically stimulated luminescence and AMS radiocarbon dating|apellidos=Williams|nombre=M. a. J.|apellidos2=Williams|nombre2=F. M.|fecha=2010-05|publicación=Quaternary Science Reviews|volumen=29|número=9-10|fechaacceso=2022-07-04|página=1133|idioma=English|issn=0277-3791|doi=10.1016/j.quascirev.2010.02.018|apellidos3=Duller|nombre3=G. a. T.|apellidos4=Munro|nombre4=R. N.|apellidos5=Tom|nombre5=O. A. M. El|apellidos6=Barrows|nombre6=T. T.|apellidos7=Macklin|nombre7=M.|apellidos8=Woodward|nombre8=J.|apellidos9=Talbot|nombre9=M. R.}}</ref> en [[Tibesti]]<ref>{{Cita libro|edición=0|título=Holocene Palaeoenvironmental History of the Central Sahara|url=https://www.taylorfrancis.com/books/9780203874899|editorial=CRC Press|fecha=2009-02-27|fechaacceso=2022-07-04|isbn=978-0-203-87489-9|doi=10.1201/9780203874899|idioma=en|nombre-editor=Roland|apellido-editor=Baumhauer|página=6}}</ref><ref>{{Cita libro|título=Holocene Palaeoclimate in the Saharo—Arabian Desert|url=http://link.springer.com/10.1007/978-3-662-10313-5_12|editorial=Springer Berlin Heidelberg|fecha=2004|fechaacceso=2022-07-04|isbn=978-3-642-05826-4|páginas=219-220|doi=10.1007/978-3-662-10313-5_12|nombre=Sushma|apellidos=Prasad|nombre2=Jörg F. W.|apellidos2=Negendank|nombre-editor=Hubertus|apellido-editor=Fischer}}</ref> y en el norte de Arabia<ref name=":38" /> y generalmente en latitudes más altas donde el monzón no llegó.<ref name=":37" /> Esta precipitación puede haberse extendido a otras partes del Sahara; esto habría llevado a que las áreas de precipitación de verano e invierno se superpusieran<ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2021PNAS..11824898C|título=Early Holocene greening of the Sahara requires Mediterranean winter rainfall|apellidos=Cheddadi|nombre=Rachid|apellidos2=Carré|nombre2=Matthieu|fecha=2021-06-01|publicación=Proceedings of the National Academy of Science|volumen=118|fechaacceso=2022-07-04|página=4|issn=0027-8424|doi=10.1073/pnas.2024898118|apellidos3=Nourelbait|nombre3=Majda|apellidos4=François|nombre4=Louis|apellidos5=Rhoujjati|nombre5=Ali|apellidos6=Manay|nombre6=Roger|apellidos7=Ochoa|nombre7=Diana|apellidos8=Schefuß|nombre8=Enno}}</ref><ref>{{Cita publicación|url=https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/gea.20023|título=Wadi Bakht revisited: Holocene climate change and prehistoric occupation in the Gilf Kebir region of the Eastern Sahara, SW Egypt: Holocene Climate Change in the Gilf Kebir region, Egypt|apellidos=Linstädter|nombre=Jörg|apellidos2=Kröpelin|nombre2=Stefan|fecha=2004-12|publicación=Geoarchaeology|volumen=19|número=8|fechaacceso=2022-07-04|página=763|idioma=en|doi=10.1002/gea.20023}}</ref> y el área seca entre las zonas climáticas influenciadas por los vientos del oeste y los monzones se vuelve más húmeda o desaparece por completo.<ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2019PPP...528..120M/abstract|título=Cyclonic activity over northeastern Africa at 8.5-6.7 cal kyr B.P., based on lacustrine records in the Faiyum Oasis, Egypt|apellidos=Marks|nombre=Leszek|apellidos2=Welc|nombre2=Fabian|fecha=2019-08|publicación=Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology|volumen=528|fechaacceso=2021-07-01|página=121|idioma=en|doi=10.1016/j.palaeo.2019.04.032|apellidos3=Milecka|nombre3=Krystyna|apellidos4=Zalat|nombre4=Abdelfattah|apellidos5=Chen|nombre5=Zhongyuan|apellidos6=Majecka|nombre6=Aleksandra|apellidos7=Nitychoruk|nombre7=Jerzy|apellidos8=Salem|nombre8=Alaa|apellidos9=Sun|nombre9=Qianli}}</ref> Dichos cambios en las precipitaciones derivadas del Mediterráneo pueden estar correlacionados con cambios en las [[Oscilación del Atlántico Norte|Oscilaciones del Atlántico Norte]] y [[Oscilación ártica|Ártico]].<ref name=":39" />
* La [[Vaguada (meteorología)|vaguada]] mediada por el transporte hacia el norte de la humedad durante el otoño y también se ha propuesto la primavera para explicar el aumento de la precipitación y su subestimación por [[Modelo climático|modelos climáticos]].<ref name=":20" /> En un modelo climático, el aumento del transporte de humedad hacia el norte por tales depresiones aumenta las precipitaciones otoñales en el Sahara, especialmente a mediados del Holoceno y cuando el clima ya es más húmedo de lo habitual allí.<ref>[[doi:10.1002/2015GL066318|Skinner y Poulsen, 2016]], págs. 355–356.</ref>
* La [[Vaguada (meteorología)|vaguada]] mediada por el transporte hacia el norte de la humedad durante el otoño y también se ha propuesto la primavera para explicar el aumento de la precipitación y su subestimación por [[Modelo climático|modelos climáticos]].<ref name=":20" /> En un modelo climático, el aumento del transporte de humedad hacia el norte por tales depresiones aumenta las precipitaciones otoñales en el Sahara, especialmente a mediados del Holoceno y cuando el clima ya es más húmedo de lo habitual allí.<ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2016GeoRL..43..349S|título=The role of fall season tropical plumes in enhancing Saharan rainfall during the African Humid Period|apellidos=Skinner|nombre=Christopher B.|apellidos2=Poulsen|nombre2=Christopher J.|fecha=2016-01-01|publicación=Geophysical Research Letters|volumen=43|páginas=355-356|fechaacceso=2022-07-04|issn=0094-8276|doi=10.1002/2015GL066318}}</ref>
* Los [[Latitudes del caballo|anticiclones subtropicales]] más débiles se propusieron como explicación durante los años setenta y ochenta.<ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/1989JQS.....4..131N/abstract|título=Climatic changes in the Chalbi Desert, North Kenya|apellidos=Nyamweru|nombre=C. K.|apellidos2=Bowman|nombre2=D.|fecha=1989|publicación=Journal of Quaternary Science|volumen=4|número=2|páginas=131–139|fechaacceso=2021-07-01|idioma=en|issn=0267-8179|doi=10.1002/jqs.3390040204}}</ref>
* Los [[Latitudes del caballo|anticiclones subtropicales]] más débiles se propusieron como explicación durante los años setenta y ochenta.<ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/1989JQS.....4..131N|título=Climatic changes in the Chalbi Desert, North Kenya|apellidos=Nyamweru|nombre=C. K.|apellidos2=Bowman|nombre2=D.|fecha=1989-01-01|publicación=Journal of Quaternary Science|volumen=4|fechaacceso=2022-07-04|página=137|issn=0267-8179|doi=10.1002/jqs.3390040204}}</ref>
* En regiones montañosas como el [[campo volcánico de Meidob]], las temperaturas frías después del [[Último Máximo Glacial|último máximo glacial]] pueden haber reducido la [[evaporación]] y, por lo tanto, permitido un inicio temprano de la humedad.<ref>[[Especial:FuentesDeLibros/9783540476252|Pachur y Altmann 2006]], pág. 276.</ref>
* En regiones montañosas como el [[campo volcánico de Meidob]], las temperaturas frías después del [[Último Máximo Glacial|último máximo glacial]] pueden haber reducido la [[evaporación]] y, por lo tanto, permitido un inicio temprano de la humedad.<ref>{{Cita libro|título=Die Ostsahara im Spätquartär: Ökosystemwandel im größten hyperariden Raum der Erde|url=https://doi.org/10.1007/978-3-540-47625-2|editorial=Springer-Verlag Berlin Heidelberg|fecha=2006|fechaacceso=2022-07-04|isbn=978-3-540-47625-2|oclc=315826557|idioma=German|nombre=Hans-Joachim|apellidos=Pachur|nombre2=Norbert|apellidos2=Altmann|página=276}}</ref>
* Los cambios en el [[Campo magnético de la Tierra|campo geomagnético de la Tierra]] pueden estar relacionados con los cambios de humedad.<ref>[https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2010QuRes..74...36C Reimer y col. 2010], pág. 42.</ref>
* Los cambios en el [[Campo magnético de la Tierra|campo geomagnético de la Tierra]] pueden estar relacionados con los cambios de humedad.<ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2010QuRes..74...36C|título=Evidence for progressive Holocene aridification in southern Africa recorded in Namibian hyrax middens: Implications for African Monsoon dynamics and the ``African Humid Period''|apellidos=Chase|nombre=Brian M.|apellidos2=Meadows|nombre2=Michael E.|fecha=2010-07-01|publicación=Quaternary Research|volumen=74|fechaacceso=2022-07-04|página=42|issn=0033-5894|doi=10.1016/j.yqres.2010.04.006|apellidos3=Carr|nombre3=Andrew S.|apellidos4=Reimer|nombre4=Paula J.}}</ref>
* El aumento del suministro de humedad de lagos más grandes como el [[Lago Chad|lago Megachad]] puede haber aumentado la precipitación, aunque este efecto probablemente no sea adecuado para explicar todo el PHA.<ref>[https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5678106 Schefuß y col. 2017], pág. 7.</ref> Se ha atribuido un papel similar a los extensos humedales, drenajes y lagos del Sahara Oriental<ref>[[Especial:BookSources/9783540476252|Pachur y Altmann 2006]], pág. 556.</ref> y al ecosistema en general.<ref>[[doi:10.1007/978-3-662-57384-6|Heine 2019]], pág. 518.</ref>
* El aumento del suministro de humedad de lagos más grandes como el [[Lago Chad|lago Megachad]] puede haber aumentado la precipitación, aunque este efecto probablemente no sea adecuado para explicar todo el PHA.<ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2017NatCo...8.1372C|título=Rapid termination of the African Humid Period triggered by northern high-latitude cooling|apellidos=Collins|nombre=James A.|apellidos2=Prange|nombre2=Matthias|fecha=2017-11-01|publicación=Nature Communications|volumen=8|fechaacceso=2022-07-04|página=7|issn=2041-1723|doi=10.1038/s41467-017-01454-y|apellidos3=Caley|nombre3=Thibaut|apellidos4=Gimeno|nombre4=Luis|apellidos5=Beckmann|nombre5=Britta|apellidos6=Mulitza|nombre6=Stefan|apellidos7=Skonieczny|nombre7=Charlotte|apellidos8=Roche|nombre8=Didier|apellidos9=Schefuß|nombre9=Enno}}</ref> Se ha atribuido un papel similar a los extensos humedales, drenajes y lagos del Sahara Oriental<ref>{{Cita libro|título=Die Ostsahara im Spätquartär: Ökosystemwandel im größten hyperariden Raum der Erde|url=https://doi.org/10.1007/978-3-540-47625-2|editorial=Springer-Verlag Berlin Heidelberg|fecha=2006|fechaacceso=2022-07-04|isbn=978-3-540-47625-2|oclc=315826557|idioma=German|nombre=Hans-Joachim|apellidos=Pachur|nombre2=Norbert|apellidos2=Altmann|página=556}}</ref> y al ecosistema en general.<ref>{{Cita libro|título=Das Quartär in den Tropen|url=https://link.springer.com/book/10.1007/978-3-662-57384-6|fechaacceso=2022-07-04|doi=10.1007/978-3-662-57384-6|idioma=en|página=518}}</ref>
* Dos vientos de gran altura, el [[chorro del este africano]] y el [[chorro tropical del este]] modulan los flujos de aire atmosférico sobre África y, por lo tanto, también la cantidad de precipitación; el [[chorro tropical del este]] proviene de la [[India]] y funciona con gradientes de temperatura entre los trópicos<ref name=":34" /> y los subtrópicos, mientras que el African Easterly Jet funciona con gradientes de temperatura en el [[Sahel]].<ref>[https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5678106 Schefuß y col. 2017], pág. 3.</ref> Un monzón de África occidental más fuerte resultó en un [[chorro del este africano]] más débil y por lo tanto disminuyó el transporte de humedad fuera de África.<ref name=":32" />
* Dos vientos de gran altura, el [[chorro del este africano]] y el [[chorro tropical del este]] modulan los flujos de aire atmosférico sobre África y, por lo tanto, también la cantidad de precipitación; el [[chorro tropical del este]] proviene de la [[India]] y funciona con gradientes de temperatura entre los trópicos<ref name=":34" /> y los subtrópicos, mientras que el African Easterly Jet funciona con gradientes de temperatura en el [[Sahel]].<ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2017NatCo...8.1372C|título=Rapid termination of the African Humid Period triggered by northern high-latitude cooling|apellidos=Collins|nombre=James A.|apellidos2=Prange|nombre2=Matthias|fecha=2017-11-01|publicación=Nature Communications|volumen=8|fechaacceso=2022-07-04|página=3|issn=2041-1723|doi=10.1038/s41467-017-01454-y|apellidos3=Caley|nombre3=Thibaut|apellidos4=Gimeno|nombre4=Luis|apellidos5=Beckmann|nombre5=Britta|apellidos6=Mulitza|nombre6=Stefan|apellidos7=Skonieczny|nombre7=Charlotte|apellidos8=Roche|nombre8=Didier|apellidos9=Schefuß|nombre9=Enno}}</ref> Un monzón de África occidental más fuerte resultó en un [[chorro del este africano]] más débil y por lo tanto disminuyó el transporte de humedad fuera de África.<ref name=":32" />
* El aumento de las concentraciones de [[dióxido de carbono atmosférico]] puede haber jugado un papel en la activación del PHA,<ref name=":32" /> especialmente su extensión a través del ecuador,<ref>[[doi:10.1093/acrefore/9780190228620.013.531|Hoelzmann y Holmes 2017]], págs. 25-26.</ref> así como su reanudación después del [[Dryas Reciente|evento 1 de Dryas Reciente]] y [[Eventos Heinrich|Heinrich]] a través del aumento de la temperatura de la superficie del mar.<ref>[https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5678106 Schefuß y col. 2017], pág. 5.</ref>
* El aumento de las concentraciones de [[dióxido de carbono atmosférico]] puede haber jugado un papel en la activación del PHA,<ref name=":26" /> especialmente su extensión a través del ecuador,<ref>{{Cita web|url=https://oxfordre.com/climatescience/view/10.1093/acrefore/9780190228620.001.0001/acrefore-9780190228620-e-531|título=The Late Pleistocene-Holocene African Humid Period as Evident in Lakes|fechaacceso=2022-07-04|apellido=Holmes|nombre=Jonathan|fecha=2017-04-26|sitioweb=Oxford Research Encyclopedia of Climate Science|páginas=25-26|idioma=en|doi=10.1093/acrefore/9780190228620.013.531}}</ref> así como su reanudación después del [[Dryas Reciente|evento 1 de Dryas Reciente]] y [[Eventos Heinrich|Heinrich]] a través del aumento de la temperatura de la superficie del mar.<ref>{{Cita publicación|url=https://ui.adsabs.harvard.edu/abs/2017NatCo...8.1372C|título=Rapid termination of the African Humid Period triggered by northern high-latitude cooling|apellidos=Collins|nombre=James A.|apellidos2=Prange|nombre2=Matthias|fecha=2017-11-01|publicación=Nature Communications|volumen=8|fechaacceso=2022-07-04|página=5|issn=2041-1723|doi=10.1038/s41467-017-01454-y|apellidos3=Caley|nombre3=Thibaut|apellidos4=Gimeno|nombre4=Luis|apellidos5=Beckmann|nombre5=Britta|apellidos6=Mulitza|nombre6=Stefan|apellidos7=Skonieczny|nombre7=Charlotte|apellidos8=Roche|nombre8=Didier|apellidos9=Schefuß|nombre9=Enno}}</ref>
* En algunas partes del Sahara, el aumento del suministro de agua de las regiones montañosas puede haber contribuido al desarrollo de condiciones húmedas.<ref>[[doi:10.1007/978-3-319-89839-1|Mercuri y col. 2018]], pág. 225.</ref><ref>[[doi:10.1007/978-3-662-10313-5_12|Prasad y Negendank 2004]], pág. 221.</ref>
* En algunas partes del Sahara, el aumento del suministro de agua de las regiones montañosas puede haber contribuido al desarrollo de condiciones húmedas.<ref>{{Cita libro|título=Plants and People in the African Past|url=https://link.springer.com/book/10.1007/978-3-319-89839-1|fechaacceso=2022-07-04|doi=10.1007/978-3-319-89839-1|idioma=en|página=225}}</ref><ref>{{Cita libro|título=Holocene Palaeoclimate in the Saharo—Arabian Desert|url=https://doi.org/10.1007/978-3-662-10313-5_12|editorial=Springer|fecha=2004|fechaacceso=2022-07-04|isbn=978-3-662-10313-5|doi=10.1007/978-3-662-10313-5_12|idioma=en|nombre=Sushma|apellidos=Prasad|nombre2=Jörg F. W.|apellidos2=Negendank|nombre-editor=Hubertus|apellido-editor=Fischer|página=221}}</ref>
* Los bosques más grandes en [[Eurasia]] pueden haber llevado a un desplazamiento hacia el norte de la ZCIT.<ref>[[doi:10.1002/2017GL073740|Hopcroft y col. 2017]], pág. 6804.</ref>
* Los bosques más grandes en [[Eurasia]] pueden haber llevado a un desplazamiento hacia el norte de la ZCIT.<ref>{{Cita publicación|url=https://research.birmingham.ac.uk/en/publications/multi-vegetation-model-evaluation-of-the-green-sahara-climate-reg|título=Multi vegetation model evaluation of the Green Sahara climate regime|apellidos=Hopcroft|nombre=Peter O.|apellidos2=Valdes|nombre2=Paul J.|fecha=2017-07-16|publicación=Geophysical Research Letters|volumen=44|número=13|fechaacceso=2022-07-04|página=6804|idioma=English|issn=0094-8276|doi=10.1002/2017GL073740|apellidos3=Harper|nombre3=Anna B.|apellidos4=Beerling|nombre4=David J.}}</ref>
* Otros mecanismos propuestos incluyen la [[convección]] que ocurre por encima de la [[Capa límite|capa límite atmosférica]],<ref>[[doi:10.1175/jcli-d-17-0234.1|Dixit y col. 2018]], pág. 234.</ref> aumento de los flujos de [[calor latente]],<ref name=":36" /> baja presión en el noroeste de África que atrae humedad al Sahara,<ref>[[doi:10.1007/978-3-319-96794-3|Bendaoud y col. 2019]], pág. 529.</ref> cambios en los [[Ciclo solar|ciclos solares]]<ref>[[Especial:BookSources/9783540476252|Pachur y Altmann 2006]], pág. 9.</ref> y fenómenos complejos de flujo atmosférico.<ref>[[doi:10.1175/jcli-d-17-0234.1|Dixit y col. 2018]], pág. 247.</ref>
* Otros mecanismos propuestos incluyen la [[convección]] que ocurre por encima de la [[Capa límite|capa límite atmosférica]],<ref>{{Cita publicación|url=http://journals.ametsoc.org/doi/10.1175/JCLI-D-17-0234.1|título=The Role of Nonlinear Drying above the Boundary Layer in the Mid-Holocene African Monsoon|apellidos=Dixit|nombre=Vishal|apellidos2=Sherwood|nombre2=Steven|fecha=2018-01-01|publicación=Journal of Climate|volumen=31|número=1|fechaacceso=2022-07-04|página=234|idioma=en|issn=0894-8755|doi=10.1175/JCLI-D-17-0234.1|apellidos3=Geoffroy|nombre3=Olivier|apellidos4=Mantsis|nombre4=Damianos}}</ref> aumento de los flujos de [[calor latente]],<ref name=":36" /> baja presión en el noroeste de África que atrae humedad al Sahara,<ref>{{Cita libro|título=The Geology of the Arab World---An Overview|url=http://link.springer.com/10.1007/978-3-319-96794-3|editorial=Springer International Publishing|fecha=2019|fechaacceso=2022-07-04|isbn=978-3-319-96793-6|serie=Springer Geology|doi=10.1007/978-3-319-96794-3|nombre-editor=Abderrahmane|apellido-editor=Bendaoud|página=529}}</ref> cambios en los [[Ciclo solar|ciclos solares]]<ref>{{Cita libro|título=Die Ostsahara im Spätquartär: Ökosystemwandel im größten hyperariden Raum der Erde|url=https://doi.org/10.1007/978-3-540-47625-2|editorial=Springer-Verlag Berlin Heidelberg|fecha=2006|fechaacceso=2022-07-04|isbn=978-3-540-47625-2|oclc=315826557|idioma=German|nombre=Hans-Joachim|apellidos=Pachur|nombre2=Norbert|apellidos2=Altmann|página=9}}</ref> y fenómenos complejos de flujo atmosférico.<ref>{{Cita publicación|url=http://journals.ametsoc.org/doi/10.1175/JCLI-D-17-0234.1|título=The Role of Nonlinear Drying above the Boundary Layer in the Mid-Holocene African Monsoon|apellidos=Dixit|nombre=Vishal|apellidos2=Sherwood|nombre2=Steven|fecha=2018-01-01|publicación=Journal of Climate|volumen=31|número=1|fechaacceso=2022-07-04|página=247|idioma=en|issn=0894-8755|doi=10.1175/JCLI-D-17-0234.1|apellidos3=Geoffroy|nombre3=Olivier|apellidos4=Mantsis|nombre4=Damianos}}</ref>


== Efectos ==
== Efectos ==

Revisión del 14:51 4 jul 2022

El Sahara no fue un desierto durante el período húmedo africano. En cambio, la mayor parte del norte de África estaba cubierta por hierba, árboles y lagos.

El período húmedo africano (PHA, también conocido por otros nombres) es un período climático en África durante las épocas geológicas del Pleistoceno tardío y del Holoceno, cuando el norte de África era más húmedo que hoy. La cobertura de gran parte del desierto del Sahara por pastos, árboles y lagos fue causada por cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol; cambios en la vegetación y el polvo en el Sahara que fortalecieron el monzón africano; y aumento de los gases de efecto invernadero, lo que puede implicar que el calentamiento global antropogénico podría resultar en una contracción del desierto del Sahara.

Durante el último máximo glacial, el Sahara contenía extensos campos de dunas y estaba mayormente deshabitado. Era mucho más grande que hoy, pero sus lagos y ríos, como el lago Victoria y el Nilo Blanco, estaban secos o en niveles bajos. El período húmedo comenzó hace unos 14 600-14 500 años al final del Evento Heinrich, simultáneamente con el calentamiento de Bølling-Allerød. Se formaron o expandieron ríos y lagos como el lago Chad, los glaciares crecieron en el monte Kilimanjaro y el Sahara retrocedió. Ocurrieron dos grandes fluctuaciones secas; durante el Dryas Reciente y el corto evento del 8200 a.C. El período húmedo africano terminó hace 6000-5000 años durante el período frío de la Oscilación de Piora. Si bien algunas pruebas apuntan a un final hace 5500 años, en el Sahel, Arabia y África Oriental el período parece haber tenido lugar en varios pasos, como el evento del 4200 a.C.

El PHA condujo a un asentamiento generalizado del Sahara y los desiertos árabes, y tuvo un efecto profundo en las culturas africanas, como el nacimiento de la civilización faraónica. Vivieron como cazadores recolectores hasta la revolución agrícola y domesticaron ganado, cabras y ovejas. Dejaron sitios arqueológicos y artefactos como uno de los barcos más antiguos del mundo, y pinturas rupestres como las de la Cueva de los Nadadores y las Tadrart Acacus. Los primeros períodos húmedos en África se postularon después del descubrimiento de estas pinturas rupestres en partes ahora inhóspitas del Sahara. Cuando terminó el período, los humanos abandonaron gradualmente el desierto en favor de regiones con suministros de agua más seguros, como el valle del Nilo y Mesopotamia, donde dieron lugar a sociedades tempranas y complejas.

Historial de investigación

Heródoto en el 440 a.C. y Estrabón en el 23 d.C. discutieron la existencia de un Sahara más verde, aunque sus informes fueron cuestionados al principio debido a su naturaleza anecdótica. En 1850, el investigador Heinrich Barth discutió la posibilidad de que el cambio climático pasado condujera a un aumento de la humedad en el Sahara después de descubrir petroglifos en el desierto de Murzuq, y nuevos descubrimientos de petroglifos llevaron al explorador del desierto László Almásy a acuñar el concepto de un Sahara Verde en la década de 1930. Más adelante en el siglo XX, evidencia concluyente de un Sahara pasado más verde, la existencia de lagos[1][2]​ y los altos niveles de flujo del Nilo se informaron cada vez más[3]​ y se reconoció que el Holoceno presentó un período húmedo en el Sahara.[4]

La idea de que los cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol influyen en la fuerza de los monzones ya se avanzó en 1921, y aunque la descripción original era en parte inexacta, más tarde se encontró evidencia generalizada de tales controles orbitales sobre el clima.[1]​ Al principio se creía que los períodos húmedos en África se correlacionan con etapas glaciales ("hipótesis pluvial") antes de que la datación por radiocarbono se generalizara.[5]

El desarrollo y la existencia del período húmedo africano ha sido investigado con arqueología, modelos climáticos e indicadores paleoclimáticos,[6]​ con sitios arqueológicos,[7]dunas y depósitos dejados por lagos, depósitos eólicos y cera de hojas en el mar y humedales que juegan un papel importante.[2][8]​ El polen, los depósitos lacustres y los niveles anteriores de los lagos se han utilizado para estudiar los ecosistemas del período húmedo africano,[9]​ y de carbón vegetal y de la hoja impresiones se han utilizado para identificar cambios en la vegetación.[10]​ El tiempo de hace 6000 años ha recibido especial atención, especialmente desde que ese período del PHA se ha utilizado como un experimento en el Proyecto de Intercomparación de Modelado del Paleoclima.[11]

Problemas de investigación

Si bien los cambios de precipitación desde el último ciclo glacial están bien establecidos, la magnitud y el momento de los cambios no están claros.[12]​ Dependiendo de cómo y dónde se realicen las mediciones y reconstrucciones, se han determinado diferentes fechas de inicio, fechas de finalización, duraciones[3]​ y niveles de precipitación[13]​ para el período húmedo africano.[3]​ Las cantidades de precipitación reconstruidas a partir de registros paleoclimáticos y simuladas mediante modelos climáticos a menudo son incompatibles entre sí;[14]​ en general, la simulación del Sahara Verde se considera un problema para los modelos del sistema Tierra.[15]​ La erosión de sedimentos lacustres y los efectos del reservorio de carbono dificultan la fecha de cuándo se secaron.[16]​ Los cambios en la vegetación por sí mismos no necesariamente indican cambios en las precipitaciones, ya que los cambios en la estacionalidad, la composición de las especies de plantas y los cambios en el uso de la tierra también influyen en los cambios en la vegetación.[17]​ Las proporciones de isótopos, como la proporción de hidrógeno/deuterio, que se han utilizado para reconstruir los valores de precipitación pasados, también están bajo la influencia de varios efectos físicos, lo que complica su interpretación.[18]

Terminología

Los períodos húmedos anteriores a veces se conocen como «períodos húmedos africanos»[19]​ y se han definido varios períodos secos/húmedos para la región de África central.[20]​ En general, estos tipos de fluctuaciones climáticas entre períodos más húmedos y secos se conocen como «pluviales» e «interpluviales», respectivamente.[21]​ Debido a que el PHA no afectó a toda África, Williams et al. 2019 recomendó que se elimine el término.[22]

Otros términos que se han aplicado al PHA del Holoceno o fases climáticas correlativas son «período húmedo del Holoceno», que también abarca un episodio análogo en Arabia y Asia;[23][24]​ «episodio húmedo de principios a mediados del Holoceno»;[25]​ «Holoceno Pluvial»;[26]​ «Fase húmeda del Holoceno»;[27]​ «Kibangien A» en África Central;[28]​ «Makalian» para el período neolítico del norte de Sudán;[29]​ «Fase húmeda nabtiana»[30]​ o «período naftiano» para el período húmedo 14 000-6000 en el Mediterráneo oriental y Levante;[31]​ «Pluvial neolítico»;[32]​ «Neolítico Subpluvial»;[27]​ «Fase húmeda neolítica»;[33]​ «Nouakchottien» del Sáhara Occidental 6500-4000 años antes del presente;[34]​ «Subpluvial II»[33]​ y «Tchadien» en el Sáhara Central 14 000-7500 años antes del presente.[34]​ Los términos «Léopoldvillien»[35]​ y Ogolien se han aplicado al período seco en el último máximo glacial,[36]​ este último es equivalente al «Kanemian»;[37]​ «Período seco de Kanemian» se refiere a un período seco entre 20 000 y 13 000 años antes del presente en el área del lago Chad.[38]

Antecedentes y comienzo

El período húmedo africano tuvo lugar a finales del Pleistoceno[39]​ y principios del Holoceno medio,[40]​ y vio un aumento de las precipitaciones en el norte y oeste de África debido a una migración hacia el norte del cinturón de lluvia tropical.[17][41]​ El PHA es el cambio climático más profundo de las latitudes bajas durante los últimos 100 000 años[42]​ y se destaca dentro del Holoceno, por lo demás relativamente estable desde el punto de vista climático.[43]​ Es parte del llamado óptimo climático del Holoceno, durante el cual los veranos en el hemisferio norte eran más cálidos que en la actualidad.[44][45][46][47][48][49][50]​ Liu y col. 2017[51]​ subdividió el período húmedo en un «PHA I» que duró hasta hace 8000 años, y un «PHA II» de 8000 años en adelante,[52]​ siendo el primero más húmedo que el segundo.[53]

El período húmedo africano no fue la primera fase de este tipo; existe evidencia de unos 230 períodos más antiguos de «Sahara verde»/periodo húmedo que se remonta quizás a la primera aparición del Sahara hace 7-8 millones de años,[1]​ por ejemplo durante la Etapa 5a y c del isótopo marino.[54]​ Los períodos húmedos anteriores parecen haber sido más intensos que el PHA del Holoceno,[55][56]​ incluido el período húmedo Eemiano excepcionalmente intenso que proporcionó las vías para que los primeros humanos cruzaran Arabia y el norte de África[57]​ y que, junto con los períodos húmedos posteriores, se ha relacionado con la expansión de las poblaciones aterienses.[58]​ Estos períodos húmedos suelen estar asociados con los interglaciares, mientras que los estadios glaciares se correlacionan con los períodos secos.[19]

El calentamiento de Bølling-Allerød parece ser sincrónico con el inicio del período húmedo africano,[59][60][61]​ así como con el aumento de la humedad en Arabia.[62]​ Posteriormente, en la secuencia de Blytt-Sernander, el período húmedo coincide con el período atlántico.[63]

Condiciones antes del periodo humano africano

Vegetación africana durante el último máximo glacial

Durante el Último Máximo Glacial, el Sahara y el Sahel habían estado extremadamente secos[64]​ con menos precipitaciones que hoy[65][66]​ como se refleja en la extensión de las capas de dunas y los niveles de agua en los lagos cerrados.[64]​ El Sahara era mucho más grande,[67]​ extendiéndose de 500 a 800 kilómetros (310 a 500 millas) más al sur,[68]​ una diferencia de 5° de latitud.[69]​ Las dunas estaban activas mucho más cerca del ecuador,[62][68][70][71][72]​ y las selvas tropicales se habían retirado a favor de los paisajes afromontanos y de sabana a medida que disminuían las temperaturas, las precipitaciones y la humedad.[35][73]

Hay poca evidencia, a menudo equívoca, de actividad humana en el Sahara o Arabia en ese momento, lo que refleja su naturaleza más seca.[74][75][76]​ La aridez durante el Último Máximo Glacial parece haber sido la consecuencia del clima más frío y las capas de hielo polar más grandes, que apretó el cinturón monzónico hacia el ecuador y debilitó el Monzón de África Occidental. El ciclo del agua atmosférica y las circulaciones de Walker y Hadley también fueron más débiles.[77]​ Las fases secas excepcionales están vinculadas a los eventos de Heinrich[78]​ cuando hay una gran cantidad de icebergs en el Atlántico norte;[79]​ la descarga de grandes cantidades de estos icebergs entre 11 500 y 21 000 años antes del presente coincidió con sequías en los subtrópicos.[80]

Antes del inicio del PHA, se cree que el lago Victoria, Alberto, Eduardo,[81]Turkana[82]​ y los pantanos de Sudd se habían secado.[83]​ El Nilo Blanco se había convertido en un río estacional[83]​ cuyo curso[84]​ junto con el del Nilo principal puede haber sido represado por dunas.[85]​ El delta del Nilo estaba parcialmente seco, con llanuras arenosas que se extendían entre los canales efímeros y el fondo marino expuesto, y se convirtió en una fuente de arena para los ergios[86]​ más al este.[87]​ Otros lagos de África, como el lago Chad y el lago Tanganica, también se había reducido durante este tiempo,[88]​ y tanto el río Níger y el Río Senegal se atrofian.[89]

Aumenta la humedad temprana

Si algunas partes del desierto, como las tierras altas como las colinas del Mar Rojo, fueron alcanzadas por los vientos del oeste[90]​ o los sistemas meteorológicos asociados con la corriente en chorro subtropical[91]​ y por lo tanto recibieron precipitaciones, es controvertido. Solo se apoya claramente para el Magreb en el noroeste de África,[90]​ aunque el flujo del río[70]​/formación de terrazas[92]​ y el desarrollo del lago en las montañas Tibesti y Jebel Marra[93][94]​ y el flujo residual del Nilo pueden explicarse de este modo.[95]​ Las tierras altas de África parecen haber sido menos afectadas por la sequía durante el último máximo glacial.[96]

El final de la sequía glaciar ocurrió hace entre 17 000 y 11 000 años,[94]​ con un comienzo anterior observado en las montañas del Sahara[97][73]​ (posiblemente) hace 18 500 años.[98]​ En el sur y el centro de África, los inicios anteriores hace 17 000 y 17 500 años, respectivamente, pueden estar relacionados con el calentamiento antártico,[99][28]​ mientras que el lago Malaui parece haber estado bajo hasta hace unos 10 000 años.[100]

Los altos niveles de los lagos ocurrieron en las montañas Jebel Marra y Tibesti hace entre 15 000 y 14 000 años[101]​ y la etapa más joven de glaciación en las montañas del Alto Atlas tuvo lugar al mismo tiempo que el período húmedo africano temprano.[102]​ Hace unos 14 500 años, comenzaron a aparecer lagos en las zonas áridas.[103]

Inicio

El período húmedo comenzó hace unos 15 000[99][104]​-14 500 años.[39][64][105][106]​ El inicio del período húmedo tuvo lugar casi simultáneamente en todo el norte de África[107]​ y África tropical,[108]​ con impactos hasta Santo Antão en Cabo Verde.[109][110]​ En Arabia, las condiciones de humedad aparentemente tardaron unos dos milenios en avanzar hacia el norte,[107][111]​ un avance gradual está respaldado por datos tefrocronológicos.[112]

El lago Victoria reapareció y se desbordó;[103]​ lago Alberto también se desbordó en el Nilo Blanco[101]​ hace 15 000-14 500 años[81]​ y también lo hizo el lago Tana, en el Nilo Azul.[101]​ El Nilo Blanco inundó parte de su valle[113]​ y se reconectó con el Nilo principal.[104][114]​ En Egipto se produjeron inundaciones generalizadas por el «Nilo Salvaje»;[101]​ este período del «Nilo salvaje»[115]​ condujo a las mayores inundaciones registradas en este río,[85]​ sedimentación en las llanuras aluviales,[116]​ y probablemente también afectó a las poblaciones humanas a lo largo del río.[117]​ Incluso antes, hace entre 17 000 y 16 800 años, el agua de deshielo de los glaciares de Etiopía, que se estaban retirando en ese momento, puede haber comenzado a aumentar el flujo de agua y sedimentos en el Nilo.[118]​ En el Rift de África Oriental, los niveles de agua en los lagos comenzaron a aumentar en unos 15 500/15 000[119]​-12 000 años atrás;[120]​ el lago Kivu comenzó a desbordarse en el lago Tanganica hace unos 10 500 años.[121]

Casi al mismo tiempo que comenzó el PHA, el clima glacial frío en Europa asociado con el evento 1 de Heinrich terminó[103]​ con el cambio climático hasta Australasia.[101]​ Un calentamiento y retroceso del hielo marino alrededor de la Antártida coincide con el inicio del período húmedo africano,[122]​ aunque la reversión del frío antártico también cae en este tiempo[28]​ y puede relacionarse con un intervalo de sequía registrado en el Golfo de Guinea.[123]

Causas

El período húmedo africano fue causado por un monzón más fuerte de África Occidental[124]​ dirigido por cambios en la radiación solar y en la retroalimentación del albedo.[14]​ Estos conducen a una mayor importación de humedad tanto desde el Atlántico ecuatorial hacia África Occidental, como desde el Atlántico Norte y el Mar Mediterráneo hacia las costas mediterráneas de África.[125][126]​ Hubo interacciones complejas con la circulación atmosférica de los extratrópicos y entre la humedad proveniente del Océano Atlántico y el Océano Índico,[127]​ y una mayor superposición entre las áreas humedecidas por el monzón y las humedecidas por ciclones extratropicales.[128]

Los modelos climáticos indican que los cambios de un Sahara seco a uno verde y viceversa tienen un comportamiento de umbral, y el cambio se produce una vez que se supera un cierto nivel de insolación;[129]​ del mismo modo, una caída gradual de la insolación a menudo conduce a una transición repentina de regreso a un Sahara seco.[130]​ Esto se debe a varios procesos de retroalimentación que están en funcionamiento,[17]​ y en los modelos climáticos a menudo hay más de un estado estable de clima-vegetación.[131]​ La temperatura de la superficie del mar y los cambios de gases de efecto invernadero sincronizaron el comienzo del PHA en África.[108]

Cambios orbitales

Ciclos de Milankovich durante el último millón de años

El período húmedo africano se ha explicado por el aumento de la insolación durante el verano del hemisferio norte.[17]​ Debido a la precesión, la estación en la que la Tierra pasa más cerca del Sol en su órbita elíptica, el perihelio, cambia, y la insolación máxima de verano ocurre durante el verano del hemisferio norte.[132]​ Hace entre 11 000 y 10 000 años, la Tierra atravesó el perihelio en el momento del solsticio de verano, aumentando la cantidad de radiación solar en aproximadamente un 8%,[39]​ lo que resultó en que el monzón africano se hiciera más fuerte y se extendiera más al norte.[133]​ Hace entre 15 000 y 5000 años, la insolación del verano era al menos un 4% más alta que en la actualidad.[42]​ La oblicuidad también disminuyó durante el Holoceno,[134]​ pero el efecto de los cambios de oblicuidad en el clima se centra en las latitudes altas y su influencia en el monzón no está clara.[135]

Durante el verano, la calefacción solar es más fuerte sobre la tierra del norte de África que sobre el océano, formando una baja presión de área que extrae el aire húmedo y la precipitación[39]​ desde el océano Atlántico.[136]​ Este efecto se vio reforzado por el aumento de la insolación del verano,[137][138]​ lo que llevó a un monzón más fuerte que también llegó más al norte.[134]​ Los efectos de estos cambios circulatorios llegaron hasta los subtrópicos.[16]

La oblicuidad y la precesión son responsables de dos de los ciclos de Milankovich más importantes y son responsables no sólo del inicio y el cese de las edades de hielo[139]​ sino también de las variaciones de la intensidad de los monzones.[135]​ Se espera que los monzones del hemisferio sur tengan la respuesta opuesta a los monzones del hemisferio norte a la precesión, ya que los cambios de insolación se invierten; esta observación está corroborada por datos de América del Sur.[140]​ El cambio de precesión aumentó la estacionalidad en el hemisferio norte mientras que la disminuyó en el hemisferio sur.[134]

Comentarios de Albedo

Según el modelo climático,[1]​ los cambios orbitales por sí mismos no pueden aumentar la precipitación sobre África lo suficiente como para explicar la formación de los grandes lagos del desierto, como 330 000 kilómetros cuadrados (130 000 millas cuadradas) el lago Chad[16][141][142][143]​ o la expansión hacia el norte de vegetación[134][144][145]​ a menos que se tengan en cuenta los cambios en la superficie del océano y la tierra.[17]

La disminución del albedo resultante de los cambios en la vegetación es un factor importante en el aumento de las precipitaciones.[16]​ Específicamente, el aumento de las precipitaciones aumenta la cantidad de vegetación; la vegetación absorbe más luz solar y, por lo tanto, hay más energía disponible para el monzón. Además, la evapotranspiración de la vegetación agrega más humedad, aunque este efecto es menos pronunciado que el efecto albedo.[64]​ Los flujos de calor en el suelo y la evaporación también son alterados por la vegetación.[146]

La menor generación de polvo de un Sahara más húmedo influye en el clima[147]​ al reducir la cantidad de luz absorbida por el polvo y también al modificar las propiedades de las nubes, haciéndolas menos reflectantes y más eficientes para inducir la precipitación.[1][148][149]​ En los modelos climáticos, las cantidades reducidas de polvo en la troposfera junto con los cambios en la vegetación pueden[150][151]​ a menudo, pero no siempre, explicar la expansión del monzón hacia el norte.[152]​ Sin embargo, no existe un acuerdo universal sobre los efectos del polvo en las precipitaciones en el Sahel,[1]​ en parte porque los efectos del polvo sobre la precipitación pueden depender de su tamaño.[153]

Además de los cambios en las precipitaciones brutas, los cambios en la estacionalidad de las precipitaciones, como la duración de las estaciones secas, deben tenerse en cuenta al evaluar los efectos del cambio climático en la vegetación,[154]​ así como los efectos fertilizantes del aumento de las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera.[146]

Otras fuentes de cambios de albedo:

  • Los cambios en las propiedades del suelo provocan cambios en el monzón; la sustitución de suelos desérticos por suelos arcillosos produce un aumento de las precipitaciones[155]​ y los suelos húmedos[146]​ o que contienen materia orgánica reflejan menos luz solar y aceleran el proceso de humectación.[1]​ Los cambios en la arena del desierto también modifican el albedo.[146]
  • Los cambios de albedo causados por lagos y humedales[14]​ pueden alterar la precipitación en los modelos climáticos.[155]

Cambios en la zona de convergencia intertropical

Los extratrópicos más cálidos durante el verano pueden haber atraído la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT) hacia el norte,[150]​ lo que ha provocado cambios en las precipitaciones.[156]​ Las temperaturas de la superficie del mar frente al norte de África se calentaron debido a los efectos orbitales ya los vientos alisios más débiles, lo que provocó un movimiento hacia el norte de la ZCIT y un aumento de los gradientes de humedad entre la tierra y el mar.[64]​ Dos gradientes de temperatura, uno entre un Atlántico más frío durante la primavera y un continente africano que ya se está calentando, el otro entre temperaturas más cálidas al norte de los 10° de latitud y más frías al sur, pueden haber contribuido a este cambio.[157]​ En África oriental, los cambios en la ZCIT tuvieron un efecto relativamente pequeño sobre los cambios en las precipitaciones.[158][159]​ La posición anterior de la ZCIT en Arabia también es controvertida.[160]

Cambios en las precipitaciones de África oriental

El período húmedo africano que tuvo lugar en África oriental parece haber sido causado por diferentes mecanismos.[161]​ Entre los mecanismos propuestos se encuentran la disminución de la estacionalidad de las precipitaciones[162]​ debido al aumento de las precipitaciones en la estación seca,[163]​ acortamiento de la estación seca, aumento de las precipitaciones[164]​ y mayor afluencia de humedad de los océanos Atlántico e Índico. La entrada de humedad del Atlántico fue provocada en parte por un monzón más fuerte de África Occidental e India, lo que quizás explica por qué los efectos del PHA se extendieron al hemisferio sur.[158][165]​ El comportamiento de los vientos alisios del este no está claro; el aumento del transporte de humedad por los vientos alisios del este puede haber ayudado al desarrollo del PHA pero,[124]​ alternativamente, puede haber ocurrido un monzón indio más fuerte que aleja los vientos del este de África oriental.[166]

Es posible que hayan contribuido cambios en la frontera aérea del Congo[164][167]​ o una mayor convergencia a lo largo de esta frontera;[164][167]​ la frontera aérea del Congo se habría desplazado hacia el este por los fuertes vientos del oeste[165]​ dirigidos por una presión atmosférica más baja sobre el norte de África,[168]​ permitiendo que la humedad adicional del Atlántico llegara al este de África.[169]​ Las partes de África Oriental que se aislaron de la humedad del Atlántico no se volvieron significativamente más húmedas durante el PHA,[105]​ aunque en un sitio en Somalia la estacionalidad de las precipitaciones puede[170]​ o no haber disminuido.[171]

Varios factores contribuyentes pueden haber llevado al aumento de la humedad en África Oriental, y no todos estaban necesariamente operando simultáneamente durante el PHA.[172][173]​ Se ha puesto en duda que el «período húmedo africano» llegó a esta parte de África.[174]​ Por último, el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero puede haber estado involucrado en la dirección de la aparición del PHA en el sudeste de África tropical;[175]​ allí, se esperaría que los cambios orbitales conduzcan a variaciones climáticas opuestas a las del hemisferio norte.[176]​ El patrón de cambios de humedad en el sudeste de África es complejo.[177]

Factores adicionales

  • El cambio climático en las latitudes del extremo norte puede haber contribuido al inicio del PHA.[124]​ La contracción de las capas de hielo escandinavo y Laurentino ocurrió al principio,[146]​ y en los modelos climáticos, a menudo se requiere un retroceso de las capas de hielo para simular el período húmedo.[178]​ Su existencia también podría explicar por qué el PHA no comenzó inmediatamente con el pico de insolación temprano, ya que las capas de hielo aún existentes habrían enfriado el clima.[179][180]
  • Los cambios de temperatura de la superficie del mar en el Atlántico influyen en el monzón africano[124]​ y pueden haber influido en la aparición del PHA. Los vientos alisios más débiles y una mayor insolación conducirían a temperaturas de la superficie del mar más cálidas, aumentando las precipitaciones al aumentar los gradientes de humedad entre la tierra y el mar.[64]​ También estuvieron involucrados cambios en los gradientes de temperatura del Atlántico Norte.[136]
  • El calentamiento del mar Mediterráneo aumenta la cantidad de precipitaciones del Sahel; este efecto es responsable del reciente aumento antropogénico de las precipitaciones en el Sahel mediado por el calentamiento global.[1]​ Las temperaturas más cálidas de la superficie del mar también podrían explicar el aumento de precipitación registrado en el Mediterráneo[160]​ y el aumento de la intensidad de las precipitaciones reconstruidas de los antiguos ríos del Sahara durante el PHA.[181]
  • El aumento de las precipitaciones durante el invierno se correlaciona con una mayor extensión espacial de las precipitaciones mediterráneas y podría haber ayudado al establecimiento del PHA, especialmente en el norte de África,[182][183][184]​, Marruecos[185]​ y el norte de Egipto,[186]​ alrededor del norte del Mar Rojo,[187]​ en Tibesti[188][189]​ y en el norte de Arabia[160]​ y generalmente en latitudes más altas donde el monzón no llegó.[157]​ Esta precipitación puede haberse extendido a otras partes del Sahara; esto habría llevado a que las áreas de precipitación de verano e invierno se superpusieran[190][191]​ y el área seca entre las zonas climáticas influenciadas por los vientos del oeste y los monzones se vuelve más húmeda o desaparece por completo.[192]​ Dichos cambios en las precipitaciones derivadas del Mediterráneo pueden estar correlacionados con cambios en las Oscilaciones del Atlántico Norte y Ártico.[182]
  • La vaguada mediada por el transporte hacia el norte de la humedad durante el otoño y también se ha propuesto la primavera para explicar el aumento de la precipitación y su subestimación por modelos climáticos.[14]​ En un modelo climático, el aumento del transporte de humedad hacia el norte por tales depresiones aumenta las precipitaciones otoñales en el Sahara, especialmente a mediados del Holoceno y cuando el clima ya es más húmedo de lo habitual allí.[193]
  • Los anticiclones subtropicales más débiles se propusieron como explicación durante los años setenta y ochenta.[194]
  • En regiones montañosas como el campo volcánico de Meidob, las temperaturas frías después del último máximo glacial pueden haber reducido la evaporación y, por lo tanto, permitido un inicio temprano de la humedad.[195]
  • Los cambios en el campo geomagnético de la Tierra pueden estar relacionados con los cambios de humedad.[196]
  • El aumento del suministro de humedad de lagos más grandes como el lago Megachad puede haber aumentado la precipitación, aunque este efecto probablemente no sea adecuado para explicar todo el PHA.[197]​ Se ha atribuido un papel similar a los extensos humedales, drenajes y lagos del Sahara Oriental[198]​ y al ecosistema en general.[199]
  • Dos vientos de gran altura, el chorro del este africano y el chorro tropical del este modulan los flujos de aire atmosférico sobre África y, por lo tanto, también la cantidad de precipitación; el chorro tropical del este proviene de la India y funciona con gradientes de temperatura entre los trópicos[65]​ y los subtrópicos, mientras que el African Easterly Jet funciona con gradientes de temperatura en el Sahel.[200]​ Un monzón de África occidental más fuerte resultó en un chorro del este africano más débil y por lo tanto disminuyó el transporte de humedad fuera de África.[165]
  • El aumento de las concentraciones de dióxido de carbono atmosférico puede haber jugado un papel en la activación del PHA,[146]​ especialmente su extensión a través del ecuador,[201]​ así como su reanudación después del evento 1 de Dryas Reciente y Heinrich a través del aumento de la temperatura de la superficie del mar.[202]
  • En algunas partes del Sahara, el aumento del suministro de agua de las regiones montañosas puede haber contribuido al desarrollo de condiciones húmedas.[203][204]
  • Los bosques más grandes en Eurasia pueden haber llevado a un desplazamiento hacia el norte de la ZCIT.[205]
  • Otros mecanismos propuestos incluyen la convección que ocurre por encima de la capa límite atmosférica,[206]​ aumento de los flujos de calor latente,[148]​ baja presión en el noroeste de África que atrae humedad al Sahara,[207]​ cambios en los ciclos solares[208]​ y fenómenos complejos de flujo atmosférico.[209]

Efectos

Vegetación y cuerpos de agua en el Eemiano (abajo) y el Holoceno (arriba)

El período húmedo africano se extendió por el Sahara, así como por el este,[51]​ sureste y ecuatorial de África. En general, los bosques se expandieron por el continente.[210]​ Un episodio húmedo similar tuvo lugar en las Américas tropicales, China, Asia,[211][212][41][64][213]India,[214]​ la región de Makran,[215]​ el Medio Oriente y la Península arábiga[211][212][41][64][213]​ y parece relacionarse con el mismo forzamiento orbital que el PHA.[211]​ Un episodio monzónico del Holoceno temprano se extendió hasta el desierto de Mojave en América del Norte.[216]​ En contraste, se registra un episodio más seco en gran parte de América del Sur, donde el lago Titicaca, el lago Junín, la descarga del río Amazonas y la disponibilidad de agua en Atacama fueron menores.[217]

Aumentó la descarga de los ríos Congo, Níger,[218]Nilo,[219]Ntem,[220]Rufiji,[221]​ y Sanaga.[218]​ La escorrentía de Argelia,[222]​ África ecuatorial, el noreste de África y el Sahara occidental también fue mayor.[223]​ Los cambios en la morfología de los sistemas fluviales y sus llanuras aluviales se produjeron en respuesta al aumento de la descarga,[224][220]​ y el río Senegal rompió las dunas y volvió a entrar en el Océano Atlántico.[89]

Flora y fauna del Sahara

Durante el período húmedo africano, lagos, ríos, humedales y vegetación, incluidos pastos y árboles, cubrieron el Sahara y el Sahel[137][225][133]​ creando un "Sahara verde"[226]​ con una cubierta terrestre que no tiene análogos modernos.[227]​ La evidencia incluye datos de polen, sitios arqueológicos, evidencia de actividad de fauna como diatomeas, mamíferos, ostrácodos, reptiles y caracoles, valles de ríos enterrados, esteras ricas en materia orgánica, lutitas, evaporitas como también travertinos y tobas depositadas en ambientes subacuáticos.[40]

Una sabana actual, parque nacional Tarangire, Tanzania

La cubierta vegetal se extendió luego sobre casi todo el Sahara[39]​ y consistió en una sabana de hierba abierta con arbustos y árboles.[136][228]​ En general, la vegetación se expandió hacia el norte[41]​ a 27-30° de latitud norte en África Occidental[229][10]​ con un límite del Sahel en aproximadamente 23° norte,[44]​ ya que el Sahara estaba poblado por plantas que hoy en día ocurren a menudo a unos 400-600 kilómetros (250-370 millas)[230][231]​ más al sur.[232]​ El movimiento de la vegetación hacia el norte tomó algún tiempo y algunas especies de plantas se movieron más rápido que otras.[233]​ Las plantas que rinden la fijación de carbono C3 se hicieron más comunes[234]​ y el régimen de incendios de la vegetación cambió.[235]

Los bosques y plantas de los trópicos húmedos se concentraron alrededor de lagos y ríos.[236]​ El paisaje durante el PHA se ha descrito como un mosaico entre varios tipos de vegetación de origen semidesértico y húmedo[237]​ en lugar de un simple desplazamiento de especies de plantas hacia el norte,[238]​ y persistieron algunas comunidades de vegetación marrón o amarilla.[1]​ Los datos de polen a menudo muestran un predominio de los pastos sobre los árboles de los trópicos húmedos.[10]​ El árbol Lophira alata y otros pueden haberse extendido fuera de los bosques africanos durante el PHA,[239]​ y las plantas Lactuca pueden haberse dividido en dos especies bajo los efectos del PHA y otros cambios climáticos en África durante el Holoceno.[240]

El clima del Sahara no se volvió del todo homogéneo; sus partes centro-orientales eran probablemente más secas que los sectores occidental y central[241]​ y el mar de arena de Libia todavía era un desierto[1]​ aunque las áreas desérticas puras se retiraron o se volvieron áridas/semiáridas.[242]​ Puede haber existido un cinturón árido al norte de los 22° de latitud,[243]​ o la vegetación[144]​ y el monzón africano podría haber alcanzado los 28-31° de latitud norte;[244]​ en condiciones generales entre 21° y 28° de latitud norte son poco conocidas.[245]​ Las áreas secas pueden haber persistido en las sombras de la lluvia de montañas y podría haber soportado vegetación de clima árido, lo que explica la presencia de su polen en núcleos de sedimentos.[246]​ Además, las gradaciones norte-sur en los patrones de vegetación se han reconstruido a partir de datos de carbón y polen.[247]

Los fósiles registran cambios en la fauna animal del Sahara.[248]​ Esta fauna incluía antílopes,[39]babuinos, ratas de caña,[249]bagres,[250][251]almejas,[252]cormoranes,[253]​ cocodrilos,[39]​ elefantes,[254]​ ranas,[255]gacelas,[254]jirafas,[39]alcélafo,[250][256]liebres,[254]hipopótamos,[250][256]moluscos, perchas del Nilo,[257]pelícanos,[258]rinocerontes,[249]águilas culebras,[253]​ serpientes,[255]tilapia,[252]sapos,[255]tortugas[250]​ y muchos más animales,[259]​ y en Egipto se observaron hienas manchadas, jabalíes, búfalos de agua, ñus y cebras.[260]​ Las aves adicionales incluyen cuervo de cuello marrón, focha, gallina de agua común, zampullín crestado, ibis lustroso, ratonero de patas largas, tórtola, ganso de espuelas y pato copetudo.[261]​ En el Sahara vivían grandes rebaños de animales.[262]​ Algunos animales se expandieron por todo el desierto, mientras que otros se limitaron a lugares con aguas profundas.[257]​ Los primeros períodos húmedos en el Sahara pueden haber permitido que las especies cruzaran el ahora desierto.[243]​ Una reducción en los pastizales abiertos al comienzo del PHA puede explicar un cuello de botella en la población de guepardos al comienzo del período húmedo,[263]​ mientras que el período húmedo condujo a la expansión de algunas poblaciones animales, como el ratón de Hubert.[264]

Véase también

Referencias

  1. a b c d e f g h i j Claussen, Martin (29 de marzo de 2017). «Theory and Modeling of the African Humid Period and the Green Sahara». Oxford Research Encyclopedia of Climate Science (en inglés). doi:10.1093/acrefore/9780190228620.001.0001/acrefore-9780190228620-e-532. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  2. a b Holmes, Jonathan (26 de abril de 2017). «The Late Pleistocene-Holocene African Humid Period as Evident in Lakes». Oxford Research Encyclopedia of Climate Science (en inglés). p. 3. doi:10.1093/acrefore/9780190228620.013.531. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  3. a b c McCool, Jon-Paul (1 de abril de 2019). «Carbonates as evidence for groundwater discharge to the Nile River during the Late Pleistocene and Holocene». Geomorphology 331: 5. ISSN 0169-555X. doi:10.1016/j.geomorph.2018.09.026. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  4. Dawelbeit, Ahmed; Jaillard, Etienne; Eisawi, Ali (1 de diciembre de 2019). «Sedimentary and paleobiological records of the latest Pleistocene-Holocene climate evolution in the Kordofan region, Sudan». Journal of African Earth Sciences (en inglés) 160: 12. ISSN 1464-343X. doi:10.1016/j.jafrearsci.2019.103605. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  5. Wendorf, Fred; Karlén, Wibjörn; Schild, Romuald (1 de enero de 2007). Anderson, David G., ed. Chapter 6 - Middle Holocene environments of north and east Africa, with special emphasis on the African Sahara (en inglés). Academic Press. p. 190. ISBN 978-0-12-088390-5. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  6. Timm, Oliver; Köhler, Peter; Timmermann, Axel; Menviel, Laurie (1 de mayo de 2010). «Mechanisms for the Onset of the African Humid Period and Sahara Greening 14.5-11 ka BP*». Journal of Climate 23: 2612. ISSN 0894-8755. doi:10.1175/2010JCLI3217.1. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  7. Hoelzmann, Philipp; Keding, Birgit; Berke, Hubert; Kröpelin, Stefan; Kruse, Hans-Joachim (1 de mayo de 2001). «Environmental change and archaeology: lake evolution and human occupation in the Eastern Sahara during the Holocene». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 169: 193. doi:10.1016/S0031-0182(01)00211-5. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  8. Chandan, Deepak; Peltier, W. Richard (1 de noviembre de 2020). «African Humid Period Precipitation Sustained by Robust Vegetation, Soil, and Lake Feedbacks». Geophysical Research Letters 47: 1. ISSN 0094-8276. doi:10.1029/2020GL088728. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  9. Sereno, Paul C.; Garcea, Elena A. A.; Jousse, Hélène; Stojanowski, Christopher M.; Saliège, Jean-François; Maga, Abdoulaye; Ide, Oumarou A.; Knudson, Kelly J. et al. (1 de agosto de 2008). «Lakeside Cemeteries in the Sahara: 5000 Years of Holocene Population and Environmental Change». PLoS ONE 3: 2. doi:10.1371/journal.pone.0002995. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  10. a b c Watrin, Julie; Lézine, Anne-Marie; Hély, Christelle; Contributors (1 de agosto de 2009). «Plant migration and plant communities at the time of the “green Sahara”». Comptes Rendus Geoscience 341: 657. ISSN 1631-0713. doi:10.1016/j.crte.2009.06.007. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  11. Chandan, Deepak; Peltier, W. Richard (1 de noviembre de 2020). «African Humid Period Precipitation Sustained by Robust Vegetation, Soil, and Lake Feedbacks». Geophysical Research Letters 47: 2. ISSN 0094-8276. doi:10.1029/2020GL088728. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  12. Lézine, Anne-Marie; Duplessy, Jean-Claude; Cazet, Jean-Pierre (1 de abril de 2005). «West African monsoon variability during the last deglaciation and the Holocene: Evidence from fresh water algae, pollen and isotope data from core KW31, Gulf of Guinea». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 219: 227. doi:10.1016/j.palaeo.2004.12.027. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  13. Junginger, Annett; Roller, Sybille; Olaka, Lydia A.; Trauth, Martin H. (1 de febrero de 2014). «The effects of solar irradiation changes on the migration of the Congo Air Boundary and water levels of paleo-Lake Suguta, Northern Kenya Rift, during the African Humid Period (15-5ka BP)». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 396: 1. doi:10.1016/j.palaeo.2013.12.007. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  14. a b c d Skinner, Christopher B.; Poulsen, Christopher J. (16 de enero de 2016). «The role of fall season tropical plumes in enhancing Saharan rainfall during the African Humid Period». Geophysical Research Letters (en inglés) 43 (1): 349. ISSN 0094-8276. doi:10.1002/2015GL066318. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  15. Hopcroft, Peter O.; Valdes, Paul J.; Harper, Anna B.; Beerling, David J. (16 de julio de 2017). «Multi vegetation model evaluation of the Green Sahara climate regime: RAINFALL SUPPORTING A GREEN SAHARA». Geophysical Research Letters (en inglés) 44 (13): 6805. doi:10.1002/2017GL073740. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  16. a b c d deMenocal, Peter; Ortiz, Joseph; Guilderson, Tom; Adkins, Jess; Sarnthein, Michael; Baker, Linda; Yarusinsky, Martha (1 de enero de 2000). «Abrupt onset and termination of the African Humid Period:. rapid climate responses to gradual insolation forcing». Quaternary Science Reviews 19: 348. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/S0277-3791(99)00081-5. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  17. a b c d e Shanahan, Timothy M.; McKay, Nicholas P.; Hughen, Konrad A.; Overpeck, Jonathan T.; Otto-Bliesner, Bette; Heil, Clifford W.; King, John; Scholz, Christopher A. et al. (1 de febrero de 2015). «The time-transgressive termination of the African Humid Period». Nature Geoscience 8: 140. doi:10.1038/ngeo2329. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  18. Holmes, Jonathan (26 de abril de 2017). «The Late Pleistocene-Holocene African Humid Period as Evident in Lakes». Oxford Research Encyclopedia of Climate Science (en inglés). p. 11. doi:10.1093/acrefore/9780190228620.013.531. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  19. a b Ehrmann, Werner; Schmiedl, Gerhard; Beuscher, Sarah; Krüger, Stefan (1 de enero de 2017). «Intensity of African Humid Periods Estimated from Saharan Dust Fluxes». PLoS ONE 12: 1. doi:10.1371/journal.pone.0170989. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  20. Runge, Jürgen (2012). Landscape evolution, neotectonics and quaternary environmental change in southern Cameroon (en english). CRC Press/Balkema. p. 144. ISBN 978-0-203-12020-0. OCLC 802261801. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  21. Migliore, Jérémy; Baumel, Alex; Juin, Marianick; Fady, Bruno; Roig, Anne; Duong, Nathalie; Médail, Frédéric (1 de septiembre de 2013). «Surviving in Mountain Climate Refugia: New Insights from the Genetic Diversity and Structure of the Relict Shrub Myrtus nivellei (Myrtaceae) in the Sahara Desert». PLoS ONE 8: 1. doi:10.1371/journal.pone.0073795. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  22. The Prehistory of the Sudan (en inglés). p. 10. doi:10.1007/978-3-030-47185-9. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  23. Lézine, Anne-Marie; Ivory, Sarah J.; Braconnot, Pascale; Marti, Olivier (1 de mayo de 2017). «Timing of the southward retreat of the ITCZ at the end of the Holocene Humid Period in Southern Arabia: Data-model comparison». Quaternary Science Reviews 164: 68. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2017.03.019. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  24. Decker, Valeska; Falkenroth, Michaela; Lindauer, Susanne; Landgraf, Jessica; Al-Lawati, Zahra; Al-Rahbi, Huda; Franz, Sven Oliver; Hoffmann, Gösta (2021-03). «Collapse of Holocene mangrove ecosystems along the coastline of Oman». Quaternary Research (en inglés) 100: 55. ISSN 0033-5894. doi:10.1017/qua.2020.96. Consultado el 3 de julio de 2022. 
  25. Linstädter, Jörg (2008). «The Epipalaeolithic-Neolithic-Transition in the Mediterranean region of Northwest Africa: Der Obergang vom Epipalaolithikum zum Neolithikum im mediterranen Nordwest-Afrika». Quartär – Internationales Jahrbuch zur Erforschung des Eiszeitalters und der Steinzeit (en inglés) 55: 56. ISSN 2749-9995. doi:10.7485/QU55_03. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  26. Runge, Jörgen (ed.). New Studies on Former and Recent Landscape Changes in Africa: Palaeoecology of Africa 32. p. 81. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  27. a b Olsen, Sandra L. (1 de enero de 2017). Weighing the Evidence for Ancient Afro-Arabian Cultural Connections through Neolithic Rock Art (en inglés). Brill. p. 90. ISBN 978-90-04-33082-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  28. a b c Runge, Jürgen (2012). Landscape evolution, neotectonics and quaternary environmental change in southern Cameroon (en english). CRC Press/Balkema. p. 213. ISBN 978-0-203-12020-0. OCLC 802261801. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  29. Spinage, Clive A. (2012). Spinage, Clive Alfred, ed. The Changing Climate of Africa Part I: Introduction and Eastern Africa (en inglés). Springer. p. 71. ISBN 978-3-642-22872-8. doi:10.1007/978-3-642-22872-8_2. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  30. Said, RUSHDI (1 de enero de 1993). Said, RUSHDI, ed. 6 - PAST FLUCTUATIONS OF THE NILE (en inglés). Pergamon. p. 128. ISBN 978-0-08-041886-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  31. Revel, Marie; Ducassou, E.; Grousset, F. E.; Bernasconi, S. M.; Migeon, S.; Revillon, S.; Mascle, J.; Murat, A. et al. (1 de junio de 2010). «100,000 Years of African monsoon variability recorded in sediments of the Nile margin». Quaternary Science Reviews 29: 1357. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2010.02.006. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  32. Brass, Michael (1 de marzo de 2018). «Early North African Cattle Domestication and Its Ecological Setting: A Reassessment». Journal of World Prehistory (en inglés) 31 (1): 86. ISSN 1573-7802. doi:10.1007/s10963-017-9112-9. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  33. a b Reed, Charles A. (1959). «Animal Domestication in the Prehistoric Near East». Science 130 (3389): 1637. ISSN 0036-8075. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  34. a b Baumhauer, Roland (ed.). Holocene Palaeoenvironmental History of the Central Sahara: Palaeoecology of Africa Vol. 29, An International Yearbook of Landscape Evolution and Palaeoenvironments. p. 10. doi:10.1201/9780203874899. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  35. a b Runge, Jürgen (2012). Landscape evolution, neotectonics and quaternary environmental change in southern Cameroon (en english). CRC Press/Balkema. p. 211. ISBN 978-0-203-12020-0. OCLC 802261801. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  36. Huysecom, Eric; Rasse, Michel; Lespez, Laurent; Neumann, Katharina; Fahmy, Ahmed; Ballouche, Aziz; Ozainne, Sylvain; Maggetti, Marino et al. (2009). «The emergence of pottery in Africa during the tenth millenium cal BC : new evidence from Ounjougou (Mali)». Antiquity 83 (322): 2. ISSN 0003-598X. doi:10.1017/s0003598x00099245. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  37. Pachur, Hans-Joachim; Altmann, Norbert (2006). Die Ostsahara im Spätquartär: Ökosystemwandel im größten hyperariden Raum der Erde (en german). Springer-Verlag Berlin Heidelberg. p. 32. ISBN 978-3-540-47625-2. OCLC 315826557. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  38. Sepulchre, Pierre; Schuster, Mathieu; Ramstein, Gilles; Krinnezr, Gerhard; Girard, Jean-Francois; Vignaud, Patrick; Brunet, Michel (1 de marzo de 2008). «Evolution of Lake Chad Basin hydrology during the mid-Holocene: A preliminary approach from lake to climate modelling». Global and Planetary Change 61: 42. ISSN 0921-8181. doi:10.1016/j.gloplacha.2007.08.010. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  39. a b c d e f g h deMenocal, Peter; Ortiz, Joseph; Guilderson, Tom; Adkins, Jess; Sarnthein, Michael; Baker, Linda; Yarusinsky, Martha (1 de enero de 2000). «Abrupt onset and termination of the African Humid Period:. rapid climate responses to gradual insolation forcing». Quaternary Science Reviews 19: 347. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/S0277-3791(99)00081-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  40. a b Quade, J.; Dente, E.; Armon, M.; Ben Dor, Y.; Morin, E.; Adam, O.; Enzel, Y. (1 de septiembre de 2018). «Megalakes in the Sahara? A Review». Quaternary Research 90: 1. ISSN 0033-5894. doi:10.1017/qua.2018.46. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  41. a b c d Costa, Kassandra; Russell, James; Konecky, Bronwen; Lamb, Henry (1 de enero de 2014). «Isotopic reconstruction of the African Humid Period and Congo Air Boundary migration at Lake Tana, Ethiopia». Quaternary Science Reviews 83: 58. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2013.10.031. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  42. a b McGee, David (20 de noviembre de 2017). «Climatic Changes and Cultural Responses During the African Humid Period Recorded in Multi-Proxy Data». Oxford Research Encyclopedia of Climate Science (en inglés). p. 3. doi:10.1093/acrefore/9780190228620.001.0001/acrefore-9780190228620-e-529. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  43. Blanchet, Cécile L.; Tjallingii, Rik; Frank, Martin; Lorenzen, Janne; Reitz, Anja; Brown, Kevin; Feseker, Tomas; Brückmann, Warner (1 de febrero de 2013). «High- and low-latitude forcing of the Nile River regime during the Holocene inferred from laminated sediments of the Nile deep-sea fan». Earth and Planetary Science Letters 364: 98. ISSN 0012-821X. doi:10.1016/j.epsl.2013.01.009. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  44. a b Claussen, Martin; Brovkin, Victor; Ganopolski, Andrey; Kubatzki, Claudia; Petoukhov, Vladimir (1 de marzo de 2003). «Climate Change in Northern Africa: The Past is Not the Future». Climatic Change (en inglés) 57 (1): 99. ISSN 1573-1480. doi:10.1023/A:1022115604225. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  45. Badino, Federica; Ravazzi, Cesare; Vallè, Francesca; Pini, Roberta; Aceti, Amelia; Brunetti, Michele; Champvillair, Elena; Maggi, Valter et al. (1 de abril de 2018). «8800 years of high-altitude vegetation and climate history at the Rutor Glacier forefield, Italian Alps. Evidence of middle Holocene timberline rise and glacier contraction». Quaternary Science Reviews 185: 41. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2018.01.022. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  46. Lüning, S.; Vahrenholt, F. (2019). Bendaoud, Abderrahmane, ed. Holocene Climate Development of North Africa and the Arabian Peninsula (en inglés). Springer International Publishing. p. 507. ISBN 978-3-319-96794-3. doi:10.1007/978-3-319-96794-3_14. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  47. Greer, Lisa; Swart, Peter K. (2006-06). «Decadal cyclicity of regional mid-Holocene precipitation: Evidence from Dominican coral proxies: DECADAL CYCLICITY OF HOLOCENE PRECIPITATION». Paleoceanography (en inglés) 21 (2): 2. doi:10.1029/2005PA001166. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  48. Sbaffi, Laura; Wezel, Forese Carlo; Curzi, Giuseppe; Zoppi, Ugo (1 de enero de 2004). «Millennial- to centennial-scale palaeoclimatic variations during Termination I and the Holocene in the central Mediterranean Sea». Global and Planetary Change 40: 203. ISSN 0921-8181. doi:10.1016/S0921-8181(03)00111-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  49. Marshall, Michael H.; Lamb, Henry F.; Davies, Sarah J.; Leng, Melanie J.; Kubsa, Zelalem; Umer, Mohammed; Bryant, Charlotte (1 de agosto de 2009). «Climatic change in northern Ethiopia during the past 17,000 years: A diatom and stable isotope record from Lake Ashenge». Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology (en inglés) 279 (1): 124. ISSN 0031-0182. doi:10.1016/j.palaeo.2009.05.003. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  50. Lucazeau, F.; Rolandone, F. (20 de agosto de 2012). «Heat-flow and subsurface temperature history at the site of Saraya (eastern Senegal)». Solid Earth (en english) 3 (2): 216. ISSN 1869-9510. doi:10.5194/se-3-213-2012. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  51. a b Liu, Xiting; Rendle-Bühring, Rebecca; Kuhlmann, Holger; Li, Anchun (1 de febrero de 2017). «Two phases of the Holocene East African Humid Period: Inferred from a high-resolution geochemical record off Tanzania». Earth and Planetary Science Letters 460: 123. ISSN 0012-821X. doi:10.1016/j.epsl.2016.12.016. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  52. Chiotis, Eustathios. Climate Changes in the Holocene: Impacts and Human Adaptation. p. 17. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  53. Chiotis, Eustathios. Climate Changes in the Holocene: Impacts and Human Adaptation. p. 20. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  54. Tjallingii, Rik; Claussen, Martin; Stuut, Jan-Berend W.; Fohlmeister, Jens; Jahn, Alexandra; Bickert, Torsten; Lamy, Frank; Röhl, Ursula (1 de octubre de 2008). «Coherent high- and low-latitude control of the northwest African hydrological balance». Nature Geoscience 1: 671. doi:10.1038/ngeo289. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  55. Zerboni, Andrea; Trombino, Luca; Cremaschi, Mauro (1 de enero de 2011). «Micromorphological approach to polycyclic pedogenesis on the Messak Settafet plateau (central Sahara): Formative processes and palaeoenvironmental significance». Geomorphology 125: 331. ISSN 0169-555X. doi:10.1016/j.geomorph.2010.10.015. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  56. Africa from MIS 6-2 (en inglés). p. 126. doi:10.1007/978-94-017-7520-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  57. Ehrmann, Werner; Schmiedl, Gerhard; Beuscher, Sarah; Krüger, Stefan (1 de enero de 2017). «Intensity of African Humid Periods Estimated from Saharan Dust Fluxes». PLoS ONE 12: 12-13. doi:10.1371/journal.pone.0170989. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  58. Africa from MIS 6-2 (en inglés). p. 117. doi:10.1007/978-94-017-7520-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  59. Timm, Oliver; Köhler, Peter; Timmermann, Axel; Menviel, Laurie (1 de mayo de 2010). «Mechanisms for the Onset of the African Humid Period and Sahara Greening 14.5-11 ka BP*». Journal of Climate 23: 2627. ISSN 0894-8755. doi:10.1175/2010JCLI3217.1. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  60. Holmes, Jonathan (26 de abril de 2017). «The Late Pleistocene-Holocene African Humid Period as Evident in Lakes». Oxford Research Encyclopedia of Climate Science (en inglés). p. 10. doi:10.1093/acrefore/9780190228620.013.531. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  61. Runge, Jörgen (ed.). New Studies on Former and Recent Landscape Changes in Africa: Palaeoecology of Africa 32. p. 65. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  62. a b The Evolution of Human Populations in Arabia (en inglés). p. 45. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  63. Blümel, Wolf Dieter (2002). 20000 Jahre Klimawandel und Kulturgeschichte – von der Eiszeit in die Gegenwart (en alemán). p. 8. doi:10.18419/opus-1619. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  64. a b c d e f g h Adkins, Jess; Demenocal, Peter; Eshel, Gidon (1 de diciembre de 2006). «The African humid period and the record of marine upwelling from excess 230Th in Ocean Drilling Program Hole 658C». Paleoceanography 21: 1. ISSN 0883-8305. doi:10.1029/2005PA001200. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  65. a b Collins, James A.; Prange, Matthias; Caley, Thibaut; Gimeno, Luis; Beckmann, Britta; Mulitza, Stefan; Skonieczny, Charlotte; Roche, Didier et al. (1 de noviembre de 2017). «Rapid termination of the African Humid Period triggered by northern high-latitude cooling». Nature Communications 8: 2. ISSN 2041-1723. doi:10.1038/s41467-017-01454-y. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  66. Coutros, Peter R. (2019-09). «A fluid past: Socio‐hydrological systems of the West African Sahel across the long durée». WIREs Water (en inglés) 6 (5): 4. ISSN 2049-1948. doi:10.1002/wat2.1365. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  67. Brooks, Nick; Chiapello, Isabelle; Lernia, Savino Di; Drake, Nick; Legrand, Michel; Moulin, Cyril; Prospero, Joseph (1 de septiembre de 2005). «The climate-environment-society nexus in the Sahara from prehistoric times to the present day». The Journal of North African Studies 10 (3-4): 255. ISSN 1362-9387. doi:10.1080/13629380500336680. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  68. a b Williams, M. a. J.; Williams, F. M.; Duller, G. a. T.; Munro, R. N.; Tom, O. A. M. El; Barrows, T. T.; Macklin, M.; Woodward, J. et al. (2010-05). «Late Quaternary floods and droughts in the Nile valley, Sudan: new evidence from optically stimulated luminescence and AMS radiocarbon dating». Quaternary Science Reviews (en english) 29 (9-10): 1131. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2010.02.018. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  69. Riemer, Heiko. «Riemer, H. (2006) Archaeology and Environment of the Western Desert of Egypt: 14C-based human occupation history as archive for Holocene palaeoclimatic reconstruction. In: S.A.A. Youssef (ed.), Geology of the Tethys (Cairo: The Tethys Geological Society) 553–564.». Academia.edu: 554-555. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  70. a b Baumhauer, Roland (ed.). Holocene Palaeoenvironmental History of the Central Sahara: Palaeoecology of Africa Vol. 29, An International Yearbook of Landscape Evolution and Palaeoenvironments. p. 28. doi:10.1201/9780203874899. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  71. Muhs, Daniel R.; Roskin, Joel; Tsoar, Haim; Skipp, Gary; Budahn, James R.; Sneh, Amihai; Porat, Naomi; Stanley, Jean-Daniel et al. (1 de junio de 2013). «Origin of the Sinai-Negev erg, Egypt and Israel: mineralogical and geochemical evidence for the importance of the Nile and sea level history». Quaternary Science Reviews 69: 29. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2013.02.022. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  72. Kennett, Douglas J.; Kennett, James P. (1 de enero de 2007). Anderson, David G., ed. Chapter 7 - Influence of Holocene marine transgression and climate change on cultural evolution in southern Mesopotamia**This chapter appeared in somewhat different form in the Journal of Island & Coastal Archaeology 1:67–99, and is used with permission of the Taylor & Francis Group, LLC. (en inglés). Academic Press. p. 235. ISBN 978-0-12-088390-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  73. a b Pachur y Altmann 2006, pág. 6.
  74. Brooks, Nick; Chiapello, Isabelle; Lernia, Savino Di; Drake, Nick; Legrand, Michel; Moulin, Cyril; Prospero, Joseph (1 de septiembre de 2005). «The climate-environment-society nexus in the Sahara from prehistoric times to the present day». The Journal of North African Studies 10 (3-4): 258-259. ISSN 1362-9387. doi:10.1080/13629380500336680. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  75. The Evolution of Human Populations in Arabia (en inglés). p. 197. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  76. Das Quartär in den Tropen (en inglés). p. 514. doi:10.1007/978-3-662-57384-6. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  77. Runge, Jürgen (2012). Landscape evolution, neotectonics and quaternary environmental change in southern Cameroon (en english). CRC Press/Balkema. p. 212. ISBN 978-0-203-12020-0. OCLC 802261801. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  78. Ehrmann, Werner; Schmiedl, Gerhard; Beuscher, Sarah; Krüger, Stefan (1 de enero de 2017). «Intensity of African Humid Periods Estimated from Saharan Dust Fluxes». PLoS ONE 12: 14. doi:10.1371/journal.pone.0170989. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  79. Haslett, Simon K; Davies, Catherine F C (2006-03). «Late Quaternary climate-ocean changes in western North Africa: offshore geochemical evidence». Transactions of the Institute of British Geographers (en inglés) 31 (1): 43. ISSN 0020-2754. doi:10.1111/j.1475-5661.2006.00193.x. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  80. Bard, Edouard (1 de noviembre de 2013). «Out of the African Humid Period». Science 342: 808. ISSN 0036-8075. doi:10.1126/science.1246519. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  81. a b Williams, M. a. J.; Williams, F. M.; Duller, G. a. T.; Munro, R. N.; Tom, O. A. M. El; Barrows, T. T.; Macklin, M.; Woodward, J. et al. (2010-05). «Late Quaternary floods and droughts in the Nile valley, Sudan: new evidence from optically stimulated luminescence and AMS radiocarbon dating». Quaternary Science Reviews (en english) 29 (9-10): 1129. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2010.02.018. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  82. Morrissey, Amy; Scholz, Christopher A. (1 de junio de 2014). «Paleohydrology of Lake Turkana and its influence on the Nile River system». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 403: 95. doi:10.1016/j.palaeo.2014.03.029. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  83. a b Williams, M. a. J.; Williams, F. M.; Duller, G. a. T.; Munro, R. N.; Tom, O. A. M. El; Barrows, T. T.; Macklin, M.; Woodward, J. et al. (2010-05). «Late Quaternary floods and droughts in the Nile valley, Sudan: new evidence from optically stimulated luminescence and AMS radiocarbon dating». Quaternary Science Reviews (en english) 29 (9-10): 1134. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2010.02.018. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  84. Castañeda, Isla S.; Schouten, Stefan; Pätzold, Jürgen; Lucassen, Friedrich; Kasemann, Simone; Kuhlmann, Holger; Schefuß, Enno (1 de marzo de 2016). «Hydroclimate variability in the Nile River Basin during the past 28,000 years». Earth and Planetary Science Letters 438: 54. ISSN 0012-821X. doi:10.1016/j.epsl.2015.12.014. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  85. a b Runge, Jörgen (ed.). African Palaeoenvironments and Geomorphic Landscape Evolution: Palaeoecology of Africa Vol. 30, An International Yearbook of Landscape Evolution and Palaeoenvironments. p. 237. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  86. Perego, Alessandro; Zerboni, Andrea; Cremaschi, Mauro (1 de enero de 2011). «Geomorphological Map of the Messak Settafet and Mellet (Central Sahara, SW Libya)». Journal of Maps 7 (1): 465. doi:10.4113/jom.2011.1207. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  87. Muhs, Daniel R.; Roskin, Joel; Tsoar, Haim; Skipp, Gary; Budahn, James R.; Sneh, Amihai; Porat, Naomi; Stanley, Jean-Daniel et al. (1 de junio de 2013). «Origin of the Sinai-Negev erg, Egypt and Israel: mineralogical and geochemical evidence for the importance of the Nile and sea level history». Quaternary Science Reviews 69: 42, 44. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2013.02.022. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  88. Gasse, Françoise (1 de enero de 2000). «Hydrological changes in the African tropics since the Last Glacial Maximum». Quaternary Science Reviews 19: 195. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/S0277-3791(99)00061-X. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  89. a b Coutros, Peter R. (2019-09). «A fluid past: Socio‐hydrological systems of the West African Sahel across the long durée». WIREs Water (en inglés) 6 (5): 5. ISSN 2049-1948. doi:10.1002/wat2.1365. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  90. a b Brookes, Ian A. (1 de noviembre de 2003). «Geomorphic indicators of Holocene winds in Egypt's Western Desert». Geomorphology 56: 164. ISSN 0169-555X. doi:10.1016/S0169-555X(03)00076-X. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  91. Maley, Jean (1 de noviembre de 2000). «Last Glacial Maximum lacustrine and fluviatile Formations in the Tibesti and other Saharan mountains, and large-scale climatic teleconnections linked to the activity of the Subtropical Jet Stream». Global and Planetary Change 26: 133. ISSN 0921-8181. doi:10.1016/S0921-8181(00)00039-4. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  92. Runge, Jörgen (ed.). African Palaeoenvironments and Geomorphic Landscape Evolution: Palaeoecology of Africa Vol. 30, An International Yearbook of Landscape Evolution and Palaeoenvironments. p. 234. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  93. Maley, Jean (1 de noviembre de 2000). «Last Glacial Maximum lacustrine and fluviatile Formations in the Tibesti and other Saharan mountains, and large-scale climatic teleconnections linked to the activity of the Subtropical Jet Stream». Global and Planetary Change 26: 122. ISSN 0921-8181. doi:10.1016/S0921-8181(00)00039-4. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  94. a b Gatto, Maria Carmela; Zerboni, Andrea (2015-06). «Holocene Supra-Regional Environmental Changes as Trigger for Major Socio-Cultural Processes in Northeastern Africa and the Sahara». African Archaeological Review (en inglés) 32 (2): 307. ISSN 0263-0338. doi:10.1007/s10437-015-9191-x. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  95. Maley, Jean (1 de noviembre de 2000). «Last Glacial Maximum lacustrine and fluviatile Formations in the Tibesti and other Saharan mountains, and large-scale climatic teleconnections linked to the activity of the Subtropical Jet Stream». Global and Planetary Change 26: 127. ISSN 0921-8181. doi:10.1016/S0921-8181(00)00039-4. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  96. Moeyersons, Jan; Nyssen, Jan; Poesen, Jean; Deckers, Jozef; Haile, Mitiku (1 de enero de 2006). «Age and backfill/overfill stratigraphy of two tufa dams, Tigray Highlands, Ethiopia: Evidence for Late Pleistocene and Holocene wet conditions». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 230: 166. doi:10.1016/j.palaeo.2005.07.013. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  97. Pachur, Hans-Joachim; Altmann, Norbert (2006). Die Ostsahara im Spätquartär: Ökosystemwandel im größten hyperariden Raum der Erde (en german). Springer-Verlag Berlin Heidelberg. p. 11. ISBN 978-3-540-47625-2. OCLC 315826557. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  98. Pachur, Hans-Joachim; Altmann, Norbert (2006). Die Ostsahara im Spätquartär: Ökosystemwandel im größten hyperariden Raum der Erde (en german). Springer-Verlag Berlin Heidelberg. p. 601. ISBN 978-3-540-47625-2. OCLC 315826557. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  99. a b Junginger, Annett; Roller, Sybille; Olaka, Lydia A.; Trauth, Martin H. (1 de febrero de 2014). «The effects of solar irradiation changes on the migration of the Congo Air Boundary and water levels of paleo-Lake Suguta, Northern Kenya Rift, during the African Humid Period (15-5ka BP)». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 396: 12. doi:10.1016/j.palaeo.2013.12.007. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  100. Talbot, Michael R.; Filippi, Maria Letizia; Jensen, Niels Bo; Tiercelin, Jean-Jacques (1 de marzo de 2007). «An abrupt change in the African monsoon at the end of the Younger Dryas». Geochemistry, Geophysics, Geosystems 8: 4. ISSN 1525-2027. doi:10.1029/2006GC001465. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  101. a b c d e Williams, M. a. J.; Williams, F. M.; Duller, G. a. T.; Munro, R. N.; Tom, O. A. M. El; Barrows, T. T.; Macklin, M.; Woodward, J. et al. (2010-05). «Late Quaternary floods and droughts in the Nile valley, Sudan: new evidence from optically stimulated luminescence and AMS radiocarbon dating». Quaternary Science Reviews (en english) 29 (9-10): 1132. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2010.02.018. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  102. Hughes, Philip D.; Fenton, C. R.; Gibbard, Philip L. (1 de enero de 2011). Ehlers, Jürgen, ed. Chapter 76 - Quaternary Glaciations of the Atlas Mountains, North Africa. Quaternary Glaciations - Extent and Chronology (en inglés) 15. Elsevier. pp. 1066-1068. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  103. a b c deMenocal, Peter; Ortiz, Joseph; Guilderson, Tom; Adkins, Jess; Sarnthein, Michael; Baker, Linda; Yarusinsky, Martha (1 de enero de 2000). «Abrupt onset and termination of the African Humid Period:. rapid climate responses to gradual insolation forcing». Quaternary Science Reviews 19: 354. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/S0277-3791(99)00081-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  104. a b Williams, Martin; Talbot, Michael; Aharon, Paul; Abdl Salaam, Yassin; Williams, Frances; Inge Brendeland, Knut (1 de octubre de 2006). «Abrupt return of the summer monsoon 15,000 years ago: new supporting evidence from the lower White Nile valley and Lake Albert». Quaternary Science Reviews 25: 2652. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2005.07.019. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  105. a b Reid, Rachel E. B.; Jones, Mica; Brandt, Steven; Bunn, Henry; Marshall, Fiona (1 de noviembre de 2019). «Oxygen isotope analyses of ungulate tooth enamel confirm low seasonality of rainfall contributed to the African Humid Period in Somalia». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 534: 9. doi:10.1016/j.palaeo.2019.109272. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  106. Past Climate Variability through Europe and Africa (en inglés). p. 242. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  107. a b The Geology of the Arab World---An Overview (en inglés). p. 528. doi:10.1007/978-3-319-96794-3. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  108. a b Shanahan, Timothy M.; McKay, Nicholas P.; Hughen, Konrad A.; Overpeck, Jonathan T.; Otto-Bliesner, Bette; Heil, Clifford W.; King, John; Scholz, Christopher A. et al. (1 de febrero de 2015). «The time-transgressive termination of the African Humid Period». Nature Geoscience 8: 142. doi:10.1038/ngeo2329. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  109. «Alluvial Fans And Their Relationship To African Humid Period Climate Dynamics». web.archive.org. 24 de diciembre de 2019. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  110. Castilla-Beltrán, Alvaro; de Nascimento, Lea; Fernández-Palacios, José María; Fonville, Thierry; Whittaker, Robert J.; Edwards, Mary; Nogué, Sandra (1 de junio de 2019). «Late Holocene environmental change and the anthropization of the highlands of Santo Antão Island, Cabo Verde». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 524: 104. doi:10.1016/j.palaeo.2019.03.033. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  111. The Evolution of Human Populations in Arabia (en inglés). p. 46. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  112. Neugebauer, Ina; Wulf, Sabine; Schwab, Markus J.; Serb, Johanna; Plessen, Birgit; Appelt, Oona; Brauer, Achim (2017-08). «Implications of S1 tephra findings in Dead Sea and Tayma palaeolake sediments for marine reservoir age estimation and palaeoclimate synchronisation». Quaternary Science Reviews 170: 274. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2017.06.020. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  113. Williams, M. a. J.; Williams, F. M.; Duller, G. a. T.; Munro, R. N.; Tom, O. A. M. El; Barrows, T. T.; Macklin, M.; Woodward, J. et al. (2010-05). «Late Quaternary floods and droughts in the Nile valley, Sudan: new evidence from optically stimulated luminescence and AMS radiocarbon dating». Quaternary Science Reviews (en english) 29 (9-10): 1127. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2010.02.018. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  114. Williams, Martin; Talbot, Michael; Aharon, Paul; Abdl Salaam, Yassin; Williams, Frances; Inge Brendeland, Knut (1 de octubre de 2006). «Abrupt return of the summer monsoon 15,000 years ago: new supporting evidence from the lower White Nile valley and Lake Albert». Quaternary Science Reviews 25: 2664. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2005.07.019. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  115. Blanchet, C. L.; Contoux, C.; Leduc, G. (15 de diciembre de 2015). «Runoff and precipitation dynamics in the Blue and White Nile catchments during the mid-Holocene: A data-model comparison». Quaternary Science Reviews. The Quaternary History of the River Nile (en inglés) 130: 225. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2015.07.014. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  116. Hamdan, Mohamed A.; Brook, George A. (1 de diciembre de 2015). «Timing and characteristics of Late Pleistocene and Holocene wetter periods in the Eastern Desert and Sinai of Egypt, based on 14C dating and stable isotope analysis of spring tufa deposits». Quaternary Science Reviews 130: 184. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2015.09.011. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  117. Kuper, Rudolph (1 de enero de 2006). «After 5000 BC: The Libyan desert in transition». Comptes Rendus Palevol. CLIMATS-CULTURES-SOCIETES aux temps préhistoriques, de l'apparition des Hominidés jusqu'au Néolothique (en inglés) 5 (1): 412. ISSN 1631-0683. doi:10.1016/j.crpv.2005.10.013. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  118. Revel, Marie; Ducassou, E.; Grousset, F. E.; Bernasconi, S. M.; Migeon, S.; Revillon, S.; Mascle, J.; Murat, A. et al. (1 de junio de 2010). «100,000 Years of African monsoon variability recorded in sediments of the Nile margin». Quaternary Science Reviews 29: 1358. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2010.02.006. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  119. Barker, Philip; Telford, Richard; Gasse, Françoise; Thevenon, Florian (1 de noviembre de 2002). «Late Pleistocene and Holocene palaeohydrology of Lake Rukwa, Tanzania, inferred from diatom analysis». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 187: 302. doi:10.1016/S0031-0182(02)00482-0. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  120. Moeyersons, Jan; Nyssen, Jan; Poesen, Jean; Deckers, Jozef; Haile, Mitiku (1 de enero de 2006). «Age and backfill/overfill stratigraphy of two tufa dams, Tigray Highlands, Ethiopia: Evidence for Late Pleistocene and Holocene wet conditions». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 230: 177. doi:10.1016/j.palaeo.2005.07.013. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  121. Gasse, Françoise (1 de enero de 2000). «Hydrological changes in the African tropics since the Last Glacial Maximum». Quaternary Science Reviews 19: 203. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/S0277-3791(99)00061-X. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  122. Hodell, David A.; Kanfoush, Sharon L.; Shemesh, Aldo; Crosta, Xavier; Charles, Christopher D.; Guilderson, Thomas P. (1 de septiembre de 2001). «Abrupt Cooling of Antarctic Surface Waters and Sea Ice Expansion in the South Atlantic Sector of the Southern Ocean at 5000 cal yr B.P.». Quaternary Research 56: 196. ISSN 0033-5894. doi:10.1006/qres.2001.2252. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  123. Marshall, Michael H.; Lamb, Henry F.; Davies, Sarah J.; Leng, Melanie J.; Kubsa, Zelalem; Umer, Mohammed; Bryant, Charlotte (1 de agosto de 2009). «Climatic change in northern Ethiopia during the past 17,000 years: A diatom and stable isotope record from Lake Ashenge». Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology (en inglés) 279 (1): 125. ISSN 0031-0182. doi:10.1016/j.palaeo.2009.05.003. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  124. a b c d Burrough, S. L.; Thomas, D. S. G. (1 de noviembre de 2013). «Central southern Africa at the time of the African Humid Period: a new analysis of Holocene palaeoenvironmental and palaeoclimate data». Quaternary Science Reviews 80: 29. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2013.08.001. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  125. Marinova, Elena; Linseele, Veerle; Vermeersch, Pierre (1 de noviembre de 2008). «Holocene environment and subsistence patterns near the Tree Shelter, Red Sea Mountains, Egypt». Quaternary Research 70: 395. ISSN 0033-5894. doi:10.1016/j.yqres.2008.08.002. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  126. Tjallingii, Rik; Claussen, Martin; Stuut, Jan-Berend W.; Fohlmeister, Jens; Jahn, Alexandra; Bickert, Torsten; Lamy, Frank; Röhl, Ursula (1 de octubre de 2008). «Coherent high- and low-latitude control of the northwest African hydrological balance». Nature Geoscience 1: 167. doi:10.1038/ngeo289. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  127. Mercuri, Anna Maria, ed. (2018). Plants and People in the African Past: Progress in African Archaeobotany (en inglés). Springer International Publishing. p. 219. ISBN 978-3-319-89838-4. doi:10.1007/978-3-319-89839-1. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  128. «Die spätpleistozänen und holozänen Paläoseen in der zentralen Sahara - neue Ergebnisse aus der Téneré, dem Erg de Téneré und dem Erg de Fachi-Bilma, NE-Niger». web.archive.org. 26 de junio de 2020. p. 290. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  129. deMenocal, Peter; Ortiz, Joseph; Guilderson, Tom; Adkins, Jess; Sarnthein, Michael; Baker, Linda; Yarusinsky, Martha (1 de enero de 2000). «Abrupt onset and termination of the African Humid Period:. rapid climate responses to gradual insolation forcing». Quaternary Science Reviews 19: 356. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/S0277-3791(99)00081-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  130. Renssen, H.; Brovkin, V.; Fichefet, T.; Goosse, H. (2003). «Holocene climate instability during the termination of the African Humid Period.». Geophysical Research Letters (en english) 30 (1061): 1. ISSN 0094-8276. doi:10.1029/2002GL016636. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  131. Renssen, H.; Brovkin, V.; Fichefet, T.; Goosse, H. (2003). «Holocene climate instability during the termination of the African Humid Period.». Geophysical Research Letters (en english) 30 (1061): 4. ISSN 0094-8276. doi:10.1029/2002GL016636. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  132. Liu, XiaoDong; Shi, ZhengGuo (1 de octubre de 2009). «Effect of precession on the Asian summer monsoon evolution: A systematic review». Chinese Science Bulletin 54: 3721. doi:10.1007/s11434-009-0540-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  133. a b de Menocal, Peter B. (1 de febrero de 2015). «Palaeoclimate: End of the African Humid Period». Nature Geoscience 8: 1. doi:10.1038/ngeo2355. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  134. a b c d Hély, Christelle; Braconnot, Pascale; Watrin, Julie; Zheng, Weipeng (1 de agosto de 2009). «Climate and vegetation: Simulating the African humid period». Comptes Rendus Geoscience 341: 672. ISSN 1631-0713. doi:10.1016/j.crte.2009.07.002. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  135. a b Liu, XiaoDong; Shi, ZhengGuo (1 de octubre de 2009). «Effect of precession on the Asian summer monsoon evolution: A systematic review». Chinese Science Bulletin 54: 3722. doi:10.1007/s11434-009-0540-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  136. a b c Tierney, Jessica E.; Lewis, Sophie C.; Cook, Benjamin I.; LeGrande, Allegra N.; Schmidt, Gavin A. (1 de julio de 2011). «Model, proxy and isotopic perspectives on the East African Humid Period». Earth and Planetary Science Letters 307: 103. ISSN 0012-821X. doi:10.1016/j.epsl.2011.04.038. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  137. a b Renssen, H.; Brovkin, V.; Fichefet, T.; Goosse, H. (1 de junio de 2006). «Simulation of the Holocene climate evolution in Northern Africa: The termination of the African Humid Period». Quaternary International 150: 95. doi:10.1016/j.quaint.2005.01.001. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  138. Phelps, Leanne N.; Chevalier, Manuel; Shanahan, Timothy M.; Aleman, Julie C.; Courtney‐Mustaphi, Colin; Kiahtipes, Christopher Albert; Broennimann, Oliver; Marchant, Rob et al. (2020-08). «Asymmetric response of forest and grassy biomes to climate variability across the African Humid Period: influenced by anthropogenic disturbance?». Ecography (en inglés) 43 (8): 1119. ISSN 0906-7590. doi:10.1111/ecog.04990. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  139. Liu, XiaoDong; Shi, ZhengGuo (1 de octubre de 2009). «Effect of precession on the Asian summer monsoon evolution: A systematic review». Chinese Science Bulletin 54: 3720-3721. doi:10.1007/s11434-009-0540-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  140. Liu, XiaoDong; Shi, ZhengGuo (1 de octubre de 2009). «Effect of precession on the Asian summer monsoon evolution: A systematic review». Chinese Science Bulletin 54: 3723. doi:10.1007/s11434-009-0540-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  141. Armitage, Simon J.; Bristow, Charlie S.; Drake, Nick A. (1 de julio de 2015). «West African monsoon dynamics inferred from abrupt fluctuations of Lake Mega-Chad». Proceedings of the National Academy of Science 112: 8543. ISSN 0027-8424. doi:10.1073/pnas.1417655112. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  142. Thompson, Lonnie G.; Mosley-Thompson, Ellen; Davis, Mary E.; Henderson, Keith A.; Brecher, Henry H.; Zagorodnov, Victor S.; Mashiotta, Tracy A.; Lin, Ping-Nan et al. (1 de octubre de 2002). «Kilimanjaro Ice Core Records: Evidence of Holocene Climate Change in Tropical Africa». Science 298: 591. ISSN 0036-8075. doi:10.1126/science.1073198. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  143. Geography in Britain after World War II (en inglés). p. 53. doi:10.1007/978-3-030-28323-0. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  144. a b Thompson, Alexander J.; Skinner, Christopher B.; Poulsen, Christopher J.; Zhu, Jiang (16 de abril de 2019). «Modulation of Mid‐Holocene African Rainfall by Dust Aerosol Direct and Indirect Effects». Geophysical Research Letters (en inglés) 46 (7): 3917. ISSN 0094-8276. doi:10.1029/2018GL081225. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  145. Past Climate Variability through Europe and Africa (en inglés). p. 243. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  146. a b c d e f Timm, Oliver; Köhler, Peter; Timmermann, Axel; Menviel, Laurie (1 de mayo de 2010). «Mechanisms for the Onset of the African Humid Period and Sahara Greening 14.5-11 ka BP*». Journal of Climate 23: 2613. ISSN 0894-8755. doi:10.1175/2010JCLI3217.1. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  147. Pausata, Francesco S. R.; Emanuel, Kerry A.; Chiacchio, Marc; Diro, Gulilat T.; Zhang, Qiong; Sushama, Laxmi; Stager, J. Curt; Donnelly, Jeffrey P. (1 de junio de 2017). «Tropical cyclone activity enhanced by Sahara greening and reduced dust emissions during the African Humid Period». Proceedings of the National Academy of Science 114: 6222. ISSN 0027-8424. doi:10.1073/pnas.1619111114. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  148. a b Gaetani, Marco; Messori, Gabriele; Zhang, Qiong; Flamant, Cyrille; Pausata, Francesco S. R. (1 de octubre de 2017). «Understanding the Mechanisms behind the Northward Extension of the West African Monsoon during the Mid-Holocene». Journal of Climate 30: 7622. ISSN 0894-8755. doi:10.1175/JCLI-D-16-0299.1. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  149. Thompson, Alexander J.; Skinner, Christopher B.; Poulsen, Christopher J.; Zhu, Jiang (16 de abril de 2019). «Modulation of Mid‐Holocene African Rainfall by Dust Aerosol Direct and Indirect Effects». Geophysical Research Letters (en inglés) 46 (7): 3918. ISSN 0094-8276. doi:10.1029/2018GL081225. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  150. a b Sha, Lijuan; Ait Brahim, Yassine; Wassenburg, Jasper A.; Yin, Jianjun; Peros, Matthew; Cruz, Francisco W.; Cai, Yanjun; Li, Hanying et al. (16 de diciembre de 2019). «How Far North Did the African Monsoon Fringe Expand During the African Humid Period? Insights From Southwest Moroccan Speleothems». Geophysical Research Letters (en inglés) 46 (23): 6. ISSN 0094-8276. doi:10.1029/2019GL084879. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  151. Chandan, Deepak; Peltier, W. Richard (1 de noviembre de 2020). «African Humid Period Precipitation Sustained by Robust Vegetation, Soil, and Lake Feedbacks». Geophysical Research Letters 47: 9. ISSN 0094-8276. doi:10.1029/2020GL088728. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  152. Thompson, Alexander J.; Skinner, Christopher B.; Poulsen, Christopher J.; Zhu, Jiang (16 de abril de 2019). «Modulation of Mid‐Holocene African Rainfall by Dust Aerosol Direct and Indirect Effects». Geophysical Research Letters (en inglés) 46 (7): 3923. ISSN 0094-8276. doi:10.1029/2018GL081225. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  153. Zhang, Ming; Liu, Yonggang; Zhang, Jian; Wen, Qin (1 de junio de 2021). «AMOC and Climate Responses to Dust Reduction and Greening of the Sahara during the Mid-Holocene». Journal of Climate (en inglés) 34 (12): 4894. ISSN 0894-8755. doi:10.1175/JCLI-D-20-0628.1. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  154. Vincens, A.; Buchet, G.; Servant, M.; ECOFIT Mbalang collaborators (4 de mayo de 2010). «Vegetation response to the "African Humid Period" termination in Central Cameroon (7° N) – new pollen insight from Lake Mbalang». Climate of the Past (en english) 6 (3): 290. ISSN 1814-9324. doi:10.5194/cp-6-281-2010. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  155. a b deMenocal, Peter; Ortiz, Joseph; Guilderson, Tom; Adkins, Jess; Sarnthein, Michael; Baker, Linda; Yarusinsky, Martha (1 de enero de 2000). «Abrupt onset and termination of the African Humid Period:. rapid climate responses to gradual insolation forcing». Quaternary Science Reviews 19: 357. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/S0277-3791(99)00081-5. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  156. Heine, Klaus (2019). Das Quartär in den Tropen: Eine Rekonstruktion des Paläoklimas (en alemán). Springer Berlin Heidelberg. p. 45. ISBN 978-3-662-57383-9. doi:10.1007/978-3-662-57384-6. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  157. a b Diaz, Henry F., ed. (2004). «The Hadley Circulation: Present, Past and Future». Advances in Global Change Research (en inglés británico): 339. ISSN 1574-0919. doi:10.1007/978-1-4020-2944-8. Consultado el 22 de junio de 2021. 
  158. a b Tierney, Jessica E.; Lewis, Sophie C.; Cook, Benjamin I.; LeGrande, Allegra N.; Schmidt, Gavin A. (1 de julio de 2011). «Model, proxy and isotopic perspectives on the East African Humid Period». Earth and Planetary Science Letters 307: 110. ISSN 0012-821X. doi:10.1016/j.epsl.2011.04.038. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  159. Tierney, Jessica E.; Russell, James M.; Huang, Yongsong; Damsté, Jaap S. Sinninghe; Hopmans, Ellen C.; Cohen, Andrew S. (1 de octubre de 2008). «Northern Hemisphere Controls on Tropical Southeast African Climate During the Past 60,000 Years». Science 322: 254. ISSN 0036-8075. doi:10.1126/science.1160485. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  160. a b c Lüning, S.; Vahrenholt, F. (2019). Bendaoud, Abderrahmane, ed. Holocene Climate Development of North Africa and the Arabian Peninsula. Springer International Publishing. p. 529. ISBN 978-3-319-96793-6. doi:10.1007/978-3-319-96794-3_14. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  161. Burrough, S. L.; Thomas, D. S. G. (1 de noviembre de 2013). «Central southern Africa at the time of the African Humid Period: a new analysis of Holocene palaeoenvironmental and palaeoclimate data». Quaternary Science Reviews 80: 29-30. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2013.08.001. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  162. Tierney, Jessica E.; Lewis, Sophie C.; Cook, Benjamin I.; LeGrande, Allegra N.; Schmidt, Gavin A. (1 de julio de 2011). «Model, proxy and isotopic perspectives on the East African Humid Period». Earth and Planetary Science Letters 307: 109. ISSN 0012-821X. doi:10.1016/j.epsl.2011.04.038. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  163. Wang, Lixin; Brook, George A.; Burney, David A.; Voarintsoa, Ny Riavo G.; Liang, Fuyuan; Cheng, Hai; Edwards, R. Lawrence (1 de abril de 2019). «The African Humid Period, rapid climate change events, the timing of human colonization, and megafaunal extinctions in Madagascar during the Holocene: Evidence from a 2m Anjohibe Cave stalagmite». Quaternary Science Reviews 210: 150. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2019.02.004. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  164. a b c Burrough, S. L.; Thomas, D. S. G. (1 de noviembre de 2013). «Central southern Africa at the time of the African Humid Period: a new analysis of Holocene palaeoenvironmental and palaeoclimate data». Quaternary Science Reviews 80: 30. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2013.08.001. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  165. a b c Junginger, Annett; Roller, Sybille; Olaka, Lydia A.; Trauth, Martin H. (1 de febrero de 2014). «The effects of solar irradiation changes on the migration of the Congo Air Boundary and water levels of paleo-Lake Suguta, Northern Kenya Rift, during the African Humid Period (15-5ka BP)». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 396: 13. doi:10.1016/j.palaeo.2013.12.007. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  166. Costa, Kassandra; Russell, James; Konecky, Bronwen; Lamb, Henry (1 de enero de 2014). «Isotopic reconstruction of the African Humid Period and Congo Air Boundary migration at Lake Tana, Ethiopia». Quaternary Science Reviews 83: 64. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2013.10.031. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  167. a b Costa, Kassandra; Russell, James; Konecky, Bronwen; Lamb, Henry (1 de enero de 2014). «Isotopic reconstruction of the African Humid Period and Congo Air Boundary migration at Lake Tana, Ethiopia». Quaternary Science Reviews 83: 59. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2013.10.031. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  168. Castañeda, Isla S.; Schouten, Stefan; Pätzold, Jürgen; Lucassen, Friedrich; Kasemann, Simone; Kuhlmann, Holger; Schefuß, Enno (1 de marzo de 2016). «Hydroclimate variability in the Nile River Basin during the past 28,000 years». Earth and Planetary Science Letters 438: 53. ISSN 0012-821X. doi:10.1016/j.epsl.2015.12.014. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  169. Liu, Xiting; Rendle-Bühring, Rebecca; Kuhlmann, Holger; Li, Anchun (1 de febrero de 2017). «Two phases of the Holocene East African Humid Period: Inferred from a high-resolution geochemical record off Tanzania». Earth and Planetary Science Letters 460: 130. ISSN 0012-821X. doi:10.1016/j.epsl.2016.12.016. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  170. Reid, Rachel E. B.; Jones, Mica; Brandt, Steven; Bunn, Henry; Marshall, Fiona (1 de noviembre de 2019). «Oxygen isotope analyses of ungulate tooth enamel confirm low seasonality of rainfall contributed to the African Humid Period in Somalia». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 534: 10. doi:10.1016/j.palaeo.2019.109272. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  171. Yang, Deming; Uno, Kevin T.; Souron, Antoine; McGrath, Kate; Pubert, Éric; Cerling, Thure E. (5 de noviembre de 2020). «Intra-tooth stable isotope profiles in warthog canines and third molars: Implications for paleoenvironmental reconstructions». Chemical Geology (en inglés) 554: 11-12. ISSN 0009-2541. doi:10.1016/j.chemgeo.2020.119799. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  172. Reid, Rachel E. B.; Jones, Mica; Brandt, Steven; Bunn, Henry; Marshall, Fiona (1 de noviembre de 2019). «Oxygen isotope analyses of ungulate tooth enamel confirm low seasonality of rainfall contributed to the African Humid Period in Somalia». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 534: 1. doi:10.1016/j.palaeo.2019.109272. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  173. Liu, Xiting; Rendle-Bühring, Rebecca; Kuhlmann, Holger; Li, Anchun (1 de febrero de 2017). «Two phases of the Holocene East African Humid Period: Inferred from a high-resolution geochemical record off Tanzania». Earth and Planetary Science Letters 460: 131. ISSN 0012-821X. doi:10.1016/j.epsl.2016.12.016. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  174. Castañeda, Isla S.; Werne, Josef P.; Johnson, Thomas C. (1 de septiembre de 2007). «Wet and arid phases in the southeast African tropics since the Last Glacial Maximum». Geology 35: 825. doi:10.1130/G23916A.1. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  175. Holmes, Jonathan; Hoelzmann, Philipp (26 de abril de 2017). The Late Pleistocene-Holocene African Humid Period as Evident in Lakes (en inglés) 1. Oxford University Press. p. 31. doi:10.1093/acrefore/9780190228620.013.531. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  176. Barker, Philip; Telford, Richard; Gasse, Françoise; Thevenon, Florian (1 de noviembre de 2002). «Late Pleistocene and Holocene palaeohydrology of Lake Rukwa, Tanzania, inferred from diatom analysis». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 187: 295. doi:10.1016/S0031-0182(02)00482-0. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  177. Barker, Philip; Telford, Richard; Gasse, Françoise; Thevenon, Florian (1 de noviembre de 2002). «Late Pleistocene and Holocene palaeohydrology of Lake Rukwa, Tanzania, inferred from diatom analysis». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 187: 296. doi:10.1016/S0031-0182(02)00482-0. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  178. Timm, Oliver; Köhler, Peter; Timmermann, Axel; Menviel, Laurie (1 de mayo de 2010). «Mechanisms for the Onset of the African Humid Period and Sahara Greening 14.5-11 ka BP*». Journal of Climate 23: 2629. ISSN 0894-8755. doi:10.1175/2010JCLI3217.1. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  179. Holmes, Jonathan; Hoelzmann, Philipp (26 de abril de 2017). The Late Pleistocene-Holocene African Humid Period as Evident in Lakes (en inglés) 1. Oxford University Press. p. 26. doi:10.1093/acrefore/9780190228620.013.531. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  180. Menviel, Laurie; Govin, Aline; Avenas, Arthur; Meissner, Katrin J.; Grant, Katharine M.; Tzedakis, Polychronis C. (18 de noviembre de 2021). «Drivers of the evolution and amplitude of African Humid Periods». Communications Earth & Environment (en inglés) 2 (1): 8. ISSN 2662-4435. doi:10.1038/s43247-021-00309-1. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  181. Zaki, Abdallah S.; King, Georgina E.; Haghipour, Negar; Giegengack, Robert; Watkins, Stephen E.; Gupta, Sanjeev; Schuster, Mathieu; Khairy, Hossam et al. (15 de noviembre de 2021). «Did increased flooding during the African Humid Period force migration of modern humans from the Nile Valley?». Quaternary Science Reviews (en inglés) 272: 8. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2021.107200. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  182. a b Hamdan, Mohamed A.; Brook, George A. (1 de diciembre de 2015). «Timing and characteristics of Late Pleistocene and Holocene wetter periods in the Eastern Desert and Sinai of Egypt, based on 14C dating and stable isotope analysis of spring tufa deposits». Quaternary Science Reviews 130: 185. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2015.09.011. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  183. Phillipps, Rebecca; Holdaway, Simon; Wendrich, Willeke; Cappers, René (1 de febrero de 2012). «Mid-Holocene occupation of Egypt and global climatic change». Quaternary International 251: 72. doi:10.1016/j.quaint.2011.04.004. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  184. Petit-Maire, N. (1989). Leinen, Margaret, ed. Interglacial Environments in Presently Hyperarid Sahara : Palaeoclimatic Implications. Springer Netherlands. p. 648. ISBN 978-94-010-6937-3. doi:10.1007/978-94-009-0995-3_27. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  185. Cheddadi, Rachid; Carré, Matthieu; Nourelbait, Majda; François, Louis; Rhoujjati, Ali; Manay, Roger; Ochoa, Diana; Schefuß, Enno (1 de junio de 2021). «Early Holocene greening of the Sahara requires Mediterranean winter rainfall». Proceedings of the National Academy of Science 118: 1. ISSN 0027-8424. doi:10.1073/pnas.2024898118. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  186. Hamdan, M. A.; Flower, R. J.; Hassan, F. A.; Hassan, S. M. (1 de junio de 2020). «The Holocene history of the Faiyum Lake (Egypt) based on sediment characteristics, diatoms and ostracods contents». Journal of Great Lakes Research (en inglés) 46 (3): 468. ISSN 0380-1330. doi:10.1016/j.jglr.2020.03.016. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  187. Williams, M. a. J.; Williams, F. M.; Duller, G. a. T.; Munro, R. N.; Tom, O. A. M. El; Barrows, T. T.; Macklin, M.; Woodward, J. et al. (2010-05). «Late Quaternary floods and droughts in the Nile valley, Sudan: new evidence from optically stimulated luminescence and AMS radiocarbon dating». Quaternary Science Reviews (en english) 29 (9-10): 1133. ISSN 0277-3791. doi:10.1016/j.quascirev.2010.02.018. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  188. Baumhauer, Roland, ed. (27 de febrero de 2009). Holocene Palaeoenvironmental History of the Central Sahara (en inglés) (0 edición). CRC Press. p. 6. ISBN 978-0-203-87489-9. doi:10.1201/9780203874899. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  189. Prasad, Sushma; Negendank, Jörg F. W. (2004). Fischer, Hubertus, ed. Holocene Palaeoclimate in the Saharo—Arabian Desert. Springer Berlin Heidelberg. pp. 219-220. ISBN 978-3-642-05826-4. doi:10.1007/978-3-662-10313-5_12. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  190. Cheddadi, Rachid; Carré, Matthieu; Nourelbait, Majda; François, Louis; Rhoujjati, Ali; Manay, Roger; Ochoa, Diana; Schefuß, Enno (1 de junio de 2021). «Early Holocene greening of the Sahara requires Mediterranean winter rainfall». Proceedings of the National Academy of Science 118: 4. ISSN 0027-8424. doi:10.1073/pnas.2024898118. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  191. Linstädter, Jörg; Kröpelin, Stefan (2004-12). «Wadi Bakht revisited: Holocene climate change and prehistoric occupation in the Gilf Kebir region of the Eastern Sahara, SW Egypt: Holocene Climate Change in the Gilf Kebir region, Egypt». Geoarchaeology (en inglés) 19 (8): 763. doi:10.1002/gea.20023. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  192. Marks, Leszek; Welc, Fabian; Milecka, Krystyna; Zalat, Abdelfattah; Chen, Zhongyuan; Majecka, Aleksandra; Nitychoruk, Jerzy; Salem, Alaa et al. (2019-08). «Cyclonic activity over northeastern Africa at 8.5-6.7 cal kyr B.P., based on lacustrine records in the Faiyum Oasis, Egypt». Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology (en inglés) 528: 121. doi:10.1016/j.palaeo.2019.04.032. Consultado el 1 de julio de 2021. 
  193. Skinner, Christopher B.; Poulsen, Christopher J. (1 de enero de 2016). «The role of fall season tropical plumes in enhancing Saharan rainfall during the African Humid Period». Geophysical Research Letters 43: 355-356. ISSN 0094-8276. doi:10.1002/2015GL066318. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  194. Nyamweru, C. K.; Bowman, D. (1 de enero de 1989). «Climatic changes in the Chalbi Desert, North Kenya». Journal of Quaternary Science 4: 137. ISSN 0267-8179. doi:10.1002/jqs.3390040204. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  195. Pachur, Hans-Joachim; Altmann, Norbert (2006). Die Ostsahara im Spätquartär: Ökosystemwandel im größten hyperariden Raum der Erde (en german). Springer-Verlag Berlin Heidelberg. p. 276. ISBN 978-3-540-47625-2. OCLC 315826557. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  196. Chase, Brian M.; Meadows, Michael E.; Carr, Andrew S.; Reimer, Paula J. (1 de julio de 2010). «Evidence for progressive Holocene aridification in southern Africa recorded in Namibian hyrax middens: Implications for African Monsoon dynamics and the ``African Humid Period». Quaternary Research 74: 42. ISSN 0033-5894. doi:10.1016/j.yqres.2010.04.006. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  197. Collins, James A.; Prange, Matthias; Caley, Thibaut; Gimeno, Luis; Beckmann, Britta; Mulitza, Stefan; Skonieczny, Charlotte; Roche, Didier et al. (1 de noviembre de 2017). «Rapid termination of the African Humid Period triggered by northern high-latitude cooling». Nature Communications 8: 7. ISSN 2041-1723. doi:10.1038/s41467-017-01454-y. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  198. Pachur, Hans-Joachim; Altmann, Norbert (2006). Die Ostsahara im Spätquartär: Ökosystemwandel im größten hyperariden Raum der Erde (en german). Springer-Verlag Berlin Heidelberg. p. 556. ISBN 978-3-540-47625-2. OCLC 315826557. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  199. Das Quartär in den Tropen (en inglés). p. 518. doi:10.1007/978-3-662-57384-6. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  200. Collins, James A.; Prange, Matthias; Caley, Thibaut; Gimeno, Luis; Beckmann, Britta; Mulitza, Stefan; Skonieczny, Charlotte; Roche, Didier et al. (1 de noviembre de 2017). «Rapid termination of the African Humid Period triggered by northern high-latitude cooling». Nature Communications 8: 3. ISSN 2041-1723. doi:10.1038/s41467-017-01454-y. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  201. Holmes, Jonathan (26 de abril de 2017). «The Late Pleistocene-Holocene African Humid Period as Evident in Lakes». Oxford Research Encyclopedia of Climate Science (en inglés). pp. 25-26. doi:10.1093/acrefore/9780190228620.013.531. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  202. Collins, James A.; Prange, Matthias; Caley, Thibaut; Gimeno, Luis; Beckmann, Britta; Mulitza, Stefan; Skonieczny, Charlotte; Roche, Didier et al. (1 de noviembre de 2017). «Rapid termination of the African Humid Period triggered by northern high-latitude cooling». Nature Communications 8: 5. ISSN 2041-1723. doi:10.1038/s41467-017-01454-y. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  203. Plants and People in the African Past (en inglés). p. 225. doi:10.1007/978-3-319-89839-1. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  204. Prasad, Sushma; Negendank, Jörg F. W. (2004). Fischer, Hubertus, ed. Holocene Palaeoclimate in the Saharo—Arabian Desert (en inglés). Springer. p. 221. ISBN 978-3-662-10313-5. doi:10.1007/978-3-662-10313-5_12. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  205. Hopcroft, Peter O.; Valdes, Paul J.; Harper, Anna B.; Beerling, David J. (16 de julio de 2017). «Multi vegetation model evaluation of the Green Sahara climate regime». Geophysical Research Letters (en english) 44 (13): 6804. ISSN 0094-8276. doi:10.1002/2017GL073740. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  206. Dixit, Vishal; Sherwood, Steven; Geoffroy, Olivier; Mantsis, Damianos (1 de enero de 2018). «The Role of Nonlinear Drying above the Boundary Layer in the Mid-Holocene African Monsoon». Journal of Climate (en inglés) 31 (1): 234. ISSN 0894-8755. doi:10.1175/JCLI-D-17-0234.1. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  207. Bendaoud, Abderrahmane, ed. (2019). The Geology of the Arab World---An Overview. Springer Geology. Springer International Publishing. p. 529. ISBN 978-3-319-96793-6. doi:10.1007/978-3-319-96794-3. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  208. Pachur, Hans-Joachim; Altmann, Norbert (2006). Die Ostsahara im Spätquartär: Ökosystemwandel im größten hyperariden Raum der Erde (en german). Springer-Verlag Berlin Heidelberg. p. 9. ISBN 978-3-540-47625-2. OCLC 315826557. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  209. Dixit, Vishal; Sherwood, Steven; Geoffroy, Olivier; Mantsis, Damianos (1 de enero de 2018). «The Role of Nonlinear Drying above the Boundary Layer in the Mid-Holocene African Monsoon». Journal of Climate (en inglés) 31 (1): 247. ISSN 0894-8755. doi:10.1175/JCLI-D-17-0234.1. Consultado el 4 de julio de 2022. 
  210. Russell y Ivory 2018, pág. 1.
  211. a b c Huang y col. 2008, pág. 1459.
  212. a b Engel y col. 2012, pág. 131.
  213. a b Piao y col. 2020, pág. 1.
  214. Heine 2019, pág. 586.
  215. He, Wei; Liu, Jianguo; Huang, Yun; Cao, Li (2020). «Sea Level Change Controlled the Sedimentary Processes at the Makran Continental Margin Over the Past 13,000 yr». Journal of Geophysical Research: Oceans (en inglés) 125 (3): e2019JC015703. ISSN 2169-9291. doi:10.1029/2019JC015703. Consultado el 5 de julio de 2021. 
  216. Kirby, Matthew E.; Knell, Edward J.; Anderson, William T.; Lachniet, Matthew S.; Palermo, Jennifer; Eeg, Holly; Lucero, Ricardo; Murrieta, Rosa et al. (2015-09). «Evidence for insolation and Pacific forcing of late glacial through Holocene climate in the Central Mojave Desert (Silver Lake, CA)». Quaternary Research (en inglés) 84 (2): 174-186. ISSN 0033-5894. doi:10.1016/j.yqres.2015.07.003. Consultado el 5 de julio de 2021. 
  217. Huang y col. 2008, pág. 1461.
  218. a b Flögel, S.; Beckmann, B.; Hofmann, P.; Bornemann, A.; Westerhold, T.; Norris, R. D.; Dullo, C.; Wagner, T. (2008-09). «Evolution of tropical watersheds and continental hydrology during the Late Cretaceous greenhouse; impact on marine carbon burial and possible implications for the future». Earth and Planetary Science Letters (en inglés) 274 (1-2): 1-13. ISSN 0012-821X. doi:10.1016/j.epsl.2008.06.011. Consultado el 5 de julio de 2021. 
  219. Usai, Donatella (2 de junio de 2016). «A Picture of Prehistoric Sudan». Oxford Handbooks Online (en inglés). doi:10.1093/oxfordhb/9780199935413.001.0001/oxfordhb-9780199935413-e-56. Consultado el 5 de julio de 2021. 
  220. a b Runge 2013, pág. 81.
  221. Liu y col. 2017, pág. 127.
  222. Coussin, Vincent; Penaud, Aurelie; Combourieu-Nebout, Nathalie; Peyron, Odile; Miras, Yannick; Sicre, Marie-Alexandrine; Babonneau, Nathalie; Cattaneo, Antonio (1 de mayo de 2020). Holocene Paleoenvironments in the Western Mediterranean Sea: palynological evidences on the Algerian coast and climatic reconstructions 22. p. 17688. Consultado el 5 de julio de 2021. 
  223. Wu y col. 2017, pág. 95.
  224. Sangen 2012, pág. 213.
  225. Stojanowski, Carver y Miller 2014, pág. 80.
  226. Chiotis 2018, pág. 187.
  227. Phelps y col. 2020, pág. 1120.
  228. Bristow y col. 2018, pág. 182.
  229. Hély y col. 2009, pág. 685.
  230. Sylvestre y col. 2013, pág. 224 (estimación más baja).
  231. Lézine 2017, pág. 4 (estimación superior).
  232. Baumhauer 2004, pág. 291.
  233. Watrin, Lézine y Hély 2009, pág. 663.
  234. Castañeda, Isla S.; Mulitza, Stefan; Schefuß, Enno; Lopes dos Santos, Raquel A.; Sinninghe Damsté, Jaap S.; Schouten, Stefan (1 de diciembre de 2009). «Wet phases in the Sahara/Sahel region and human migration patterns in North Africa». Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 106 (48): 20159-20163. ISSN 0027-8424. PMC 2776605. PMID 19910531. doi:10.1073/pnas.0905771106. Consultado el 5 de julio de 2021. 
  235. Ruan, Y.; Mohtadi, M.; Dupont, L. M.; Hebbeln, D.; Kaars, S. van der; Hopmans, E. C.; Schouten, S.; Hyer, E. J. et al. (2020). «Interaction of Fire, Vegetation, and Climate in Tropical Ecosystems: A Multiproxy Study Over the Past 22,000 Years». Global Biogeochemical Cycles (en inglés) 34 (11): e2020GB006677. ISSN 1944-9224. doi:10.1029/2020GB006677. Consultado el 5 de julio de 2021. 
  236. Watrin, Lézine y Hély 2009, pág. 668.
  237. Lézine 2017, pág. 5.
  238. Watrin, Lézine y Hély 2009, pág. 667.
  239. Ewédjè, Eben-Ezer Baba Kayode; Jansen, Simon; Koffi, Guillaume Kouame; Staquet, Adrien; Piñeiro, Rosalia; Essaba, Rodolphe Abessole; Obiang, Nestor Laurier Engone; Daïnou, Kasso et al. (1 de junio de 2020). «Species delimitation in the African tree genus Lophira (Ochnaceae) reveals cryptic genetic variation». Conservation Genetics (en inglés) 21 (3): 501-514. ISSN 1572-9737. doi:10.1007/s10592-020-01265-7. Consultado el 5 de julio de 2021. 
  240. «Lactuca dregeana DC. (Asteraceae: Chicorieae) – A South African crop relative under threat from hybridization and climate change». South African Journal of Botany (en inglés) 132: 146-154. 1 de agosto de 2020. ISSN 0254-6299. doi:10.1016/j.sajb.2020.04.012. Consultado el 5 de julio de 2021. 
  241. Linstädter y Kröpelin 2004, pág. 762.
  242. Brookes 2003, pág. 163.
  243. a b White y col. 2011, pág. 458.
  244. Sha y col. 2019, pág. 2.
  245. Prasad y Negendank 2004, pág. 225.
  246. White y col. 2011, pág. 460.
  247. Hopcroft y col. 2017, pág. 6808.
  248. Cole y col. 2009, pág. 257.
  249. a b Neer y col. 2020, págs. 18-19.
  250. a b c d Stivers y col. 2008, pág. 4.
  251. Neer y col. 2020, pág. 23.
  252. a b Stivers y col. 2008, pág. 11.
  253. a b Neer y col. 2020, págs. 16-17.
  254. a b c Metcalfe y Nash 2012, pág. 100.
  255. a b c Neer y col. 2020, pág. 15.
  256. a b Petit-Maire 1989, pág. 641.
  257. a b Mercuri y col. 2018, pág. 221.
  258. Neer y col. 2020, pág. 16.
  259. Pachur y Altmann 2006, pág. 528.
  260. Gross y col. 2014, pág. 14472.
  261. Neer y col. 2020, pág. 17.
  262. Blanchet, Contoux y Leduc 2015, pág. 222.
  263. Rabanus-Wallace, M. Timothy; Wooller, Matthew J.; Zazula, Grant D.; Shute, Elen; Jahren, A. Hope; Kosintsev, Pavel; Burns, James A.; Breen, James et al. (18 de abril de 2017). «Megafaunal isotopes reveal role of increased moisture on rangeland during late Pleistocene extinctions». Nature Ecology & Evolution (en inglés) 1 (5): 1-5. ISSN 2397-334X. doi:10.1038/s41559-017-0125. Consultado el 5 de julio de 2021. 
  264. Mouline, Karine; Granjon, Laurent; Galan, Maxime; Tatard, Caroline; Abdoullaye, Doukary; Atteyine, Solimane Ag; Duplantier, Jean-Marc; Cosson, Jean-François (2008). «Phylogeography of a Sahelian rodent species Mastomys huberti: a Plio-Pleistocene story of emergence and colonization of humid habitats». Molecular Ecology (en inglés) 17 (4): 1036-1053. ISSN 1365-294X. doi:10.1111/j.1365-294X.2007.03610.x. Consultado el 5 de julio de 2021.