Tercer sexo

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Escultura de Hermafrodito, del que deriva la palabra hermafrodita.

Los términos tercer sexo y tercer género se utilizan para describir individuos que no encajan en las definiciones de género binario.

Este término se ha empleado para describir a numerosos casos como las vírgenes juramentadas en los Balcanes,[1]berdache y winkte en América del Norte, muxe en México, hijra (/jishra/) en India y Pakistán,[2]kathoey en Tailandia, apwint en Birmania, akava'ine en Islas Cook, fa'afafine en Samoa, mahu en Hawái o khanith en la cultura árabe. En diferentes culturas un tercer género puede representar un estado indefinido entre hombre y mujer, un estado en el que se es ambos, o una categoría del todo independiente de lo masculino y lo femenino. Esta última definición es la preferida por quienes interpretan de forma estricta del concepto de «tercer género». Algunos antropólogos han descrito un cuarto,[3]​ y un quinto género.[4]

En la cultura occidental, las personas lesbianas, gais, transgénero o intersexuales han sido descritos como pertenecientes a un tercer género, aunque algunos[¿quién?] ponen objeciones a esta caracterización. El término también es utilizado por muchos grupos e individuos para describirse a sí mismos. El estado de no ser ni masculino ni femenino puede entenderse en relación con el sexo, a la orientación sexual o la identidad de género del individuo.

Polimorfismos sexuales[editar]

Forma con barra blanca del gorrión de cuello blanco, que posee dos formas masculinas y dos femeninas distintas.

La bióloga y teórica del género Anne Fausto-Sterling propuso en un artículo de 1993 que para describir los cuerpos humanos sería más adecuado hablar de cinco sexos en lugar de dos.[5]​ La bióloga Joan Roughgarden argumenta que en algunas especies animales puede haber más de dos sexos. Sugiere que con un sexo biológico determinado, pueden existir múltiples posibilidades de conducta al alcance de los organismos individuales.[6]

Entre los animales que presentan sexos separados, algunos individuos sufren anomalías en su diferenciación sexual que resultan en grados diversos de intersexualidad. la intersexualidad generalmente entorpece sus capacidades reproductivas, y algunas anomalías pueden interferir con otros aspectos del desarrollo. Algunas especies presentan polimorfismos genéticos que resultan en que se encuentren individuos machos, hembras, o de ambos sexos con aspectos y conductas diferentes respecto a la territorialidad, cortejo o crianza. Dos ejemplos habituales en la literatura son los reptiles americanos del género Uta, que presentan tres formas masculinas y dos femeninas, y el chingolo gorgiblanco (Zonotrichia albicollis), con dos formas masculinas y dos femeninas. Los individuos de rayas blancas son más agresivos y defienden un territorio, mientras que los individuos de rayas marrones proveen más cuidados parentales. Un 90% de las parejas que crían están formadas por individuos de ambas clases.[7]​ Los peces del género Porichthys tienen machos de dos formas y tamaños distintos.[8]​ Los machos de Lepomis macrochirus, otro pez, tienen tres formas que exhiben comportamientos reproductivos diferentes. Otras especies, generalmente peces marinos, como el tordo de roca Symphodus ocellatus, pueden cambiar su sexo en el transcurso de su desarrollo.[9]​ En estricta interpretación biológica, ninguno de los ejemplos anteriores sería un tercer sexo, ya que, o bien son anomalías que interfieren con la reproducción y desarrollo, o bien son individuos machos o hembras con libreas o conductas diferenciadas, o bien son hermafroditas, es decir, tienen órganos reproductores de los dos sexos.

El tercer género en las sociedades contemporáneas[editar]

Los estudios de género actuales intentan demostrar que el sistema de dos géneros no es ni innato ni universal. Previamente, en los años sesenta del siglo XX algunos antropólogos descubrieron y describieron que en varias culturas, tanto contemporáneas como antiguas se reconocen, de forma más o menos reglamentada y socialmente aceptada otros géneros que no encajan con un sistema binario de género.[10]

Culturas indígenas de América del Norte[editar]

Algunas culturas indígenas de América del Norte incluyen categorías sociales de género no binario. Se las conoce generalmente como «dos espíritus». Algunos ejemplos son las winkte de la cultura lakota, las ninauposkitzipxpe (‘mujeres con corazón de varón’) de los pies negros y las muxe zapotecas en México.[11]

Varios estudiosos han debatido sobre la naturaleza de estas categorías, además de la definición del término «tercer sexo». Diferentes investigadores pueden caracterizar a los dos espíritus como alguien que cambia de sexo (gender-crosser), de sexo mixto (mixed gender), de sexo intermedio (intermediate gender) o perteneciente a un tercer o cuarto sexo diferenciado que no son dependientes del masculino o femenino como categorías primarias. Aquellos (como Will Roscoe) que han defendido esta última interpretación, también defienden que los roles sociales de los «dos espíritus» no se deben entender como los de un tercer sexo. El antropólogo Jean-Guy Goulet (1996) hace un resumen de la literatura existente:

Para resumir: «berdache» puede referirse a una categoría de seres humanos masculinos que tienen un estatus social determinado distinto de la de hombre o mujer (Blackwood 1984; Williams 1986: 1993); una categoría de seres humanos masculinos y femeninos que se visten y comportan «como miembros del sexo opuesto» (Angelino & Shedd 1955; Jacobs 1968; y Whitehead 1981); o categorías de seres humanos masculinos y femeninos que ocupan un tercer o cuarto sexo claramente establecido (Callender & Kochems 1983a; 1983b; Jacobs 1983; Roscoe 1987; 1994). Sin embargo, Scheffler (1991: 378) ve entre los «berdaches» y «amazonas» de los nativos americanos «situaciones en los que a algunos hombres (más raramente mujeres) se les permite actuar, en cierto grado, como si fuesen mujeres (u hombres) y puede hablárseles como su fuesen mujeres (u hombres) o con un anómalo el-ella o ella-el» Desde el punto de vista de Scheffler (1991: 378), «los datos etnográficos citados por Kessler y McKenna (1978), y más recientemente por Williams (1986), proporcionan la prueba definitiva de que no se consideraba que esas personas habían cambiado de una categoría sexual (o en la terminología de Kessler y McKenna, de género) a otra, sino que solo eran “mujeres” (u “hombres”) de forma metafórica». En otras palabras, no tenemos que imaginar un sistema de sexos múltiples. Individuos que aparecían con la vestimenta o las ocupaciones del sexo opuesto, solo eran miembros del sexo o género opuesto en sentido metafórico.
Jean-Guy Goulet (1996)[12]

El término «berdache» o también «bardaje», es considerado muy ofensivo por muchos dos espíritus e indígenas debido a su peyorativo origen histórico. Fue empleado por primera vez por los colonos europeos de manera despectiva, con el significado de ‘hombre sumiso y afeminado’.[13]​ El término «dos espíritus» es un calco del inglés two-spirit creado en 1990 para expresar una identidad reconocida por muchos pueblos indígenas y es preferido habitualmente como la forma más respetuosa.

El subcontinente indio[editar]

Las hijras (/jishras/) de la India, Pakistán y Bangladés son probablemente la población del tipo «tercer sexo» más conocida y numerosa en el mundo actual ―la organización de salud The Humsafar Trust, con sede en Bombay, estima que hay entre 5 y 6 millones de jisras en la India.[14]​ También tienen el nombre de aravani/aruvani o jogappa. A menudo, aunque de forma equivocada, llamados en inglés «eunucos», a veces nacen como individuos intersexuados o aparentemente masculinos, pero visten ropas femeninas y en general no se consideran ni hombres ni mujeres. Solo un 8% de las hijra que visitan clínicas Humsafar son nirwaan (castrados).

Movimientos sociales de hijras han realizado campañas para ser reconocidas como un tercer sexo. En 2005, los pasaportes de la India fueron modificados para tres sexos: M, F y E (masculino, femenino y eunuco, respectivamente).[15][16]

Además del papel femenino de las hijra (/jishra/), en la India moderna existen también formas institucionalizadas de «masculinización femenina». Entre los gaddhi, en la falda del Himalaya, algunas chicas adoptan el papel de sadhin, renunciando al matrimonio y vistiendo y trabajando como hombres, pero manteniendo nombres y pronombres femeninos.[17]

A finales del siglo XIX, antropólogos anotaron la existencia de un rol social similar en Madrás, el de los basivi.[18]

Sin embargo, el historiador Walter Penrose concluye que ambos casos «su estatus es más de transgénero que de tercer género».[19]

Tailandia[editar]

Tres kathoey trabajando como bailarinas gogó en Nana Plaza (de Bangkok).

En Tailandia, las kathoey[20]​ (en inglés a veces llamadas ladyboys, ‘chicos-dama’) son habitualmente consideradas como un tercer género.[21]

Sin embargo, a pesar de que un número significativo de tailandeses ven a las kathoey como un tercer género, otros las ven ya sea como un tipo de hombre o como un tipo de mujer.[22]

Preguntamos a nuestras 190 [kathoeys] si se consideraban hombres, mujeres, un segundo tipo de mujer (sao praphet song) o no hombre (kathoey). Ninguna se consideraba hombre y solo un 11% se consideraba kathoey (es decir, ‘no hombre’). En cambio un 45% se consideraban mujeres, y un 36% se consideraban sao praphet song [...] Desgraciadamente no se incluyó la categoría phet tee sam (‘tercer género’). Si lo hubiésemos hecho, posiblemente muchas hubiesen elegido ese término. [...] Alrededor del 50% [de los tailandeses no transgénero] las ve como varones con la mente equivocada, pero la otra mitad las ve, ya sea como mujeres nacidas en el cuerpo equivocado (alrededor de un 15%), o como un tercer género (alrededor de un 35%).
Sam Winter[22]

En 2004, la Escuela de Tecnología de Chiang Mai destinó un baño para las kathoeys, con un símbolo masculino y femenino entrelazado en la puerta. A las 15 estudiantes kathoey se les pidió que llevaran ropa masculina, pero se les permitió llevar peinados femeninos.[23][24]

Sociedad occidental[editar]

Algunos escritores han sugerido que el tercer sexo surgió hacia el 1700 en Inglaterra: el sodomita masculino.[25]​ De acuerdo con estos escritores, el hecho estuvo marcado por la aparición de una subcultura de varones afeminados y sus lugares de encuentro (molly house), así como un marcado incremento de la hostilidad hacia los varones afeminados u homosexuales. Existen personas que se describen como «pertenecientes al tercer sexo» desde por lo menos la década de 1860, coincidiendo con la aparición de los escritos de Karl Heinrich Ulrichs,[26]​ continuando hasta finales del siglo XIX con Magnus Hirschfeld,[27]John Addington Symonds,[28]Edward Carpenter,[29]Aimée Duc[30]​ y otros. Estos escritores se describieron a sí mismos y a aquellos como ellos como «invertidos» o de género «intermedio», que tienen deseos homosexuales, y sus escritos abogaban por la aceptación de tales sexualidades intermedias.[31]

Muchos de los precedentes que citan estos escritores pertenecen a la literatura de la Grecia clásica y sánscrita.

En la Alemania del II Imperio, el término drittes geschlecht (‘tercer género’) y mannweib (‘mujer hombre’) también fueron empleados para describir a feministas ―tanto por sus oponentes[32]​ como por las feministas mismas―.

En la novela Das dritte geschlecht (‘el tercer sexo’, 1899), de Ernst Ludwig von Wolzogen, las feministas fueron retratadas como «neutras», con características físicas externas femeninas, acompañadas por una psique lisiada masculina.

A lo largo de gran parte del siglo XX, el término «tercer sexo» fue una descripción popular de los homosexuales y de las sexualidades no conformistas, pero tras el movimiento de liberación gay de los años setenta y una creciente separación de los conceptos, el término cayó en desuso entre la comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) y el público en general. Con la renovada exploración de la sexualidad que promovieron la teoría queer y los movimientos feminista y transgénero, algunas personas en Occidente han comenzado a describirse de nuevo como un tercer género.[33]​ Un movimiento social bien conocido de personas que no se identifican como varones ni como mujeres es el de Radical Faeries. Otras identidades modernas que cubren un terreno similar incluyen a los pangénero, bigénero, genderqueer, andrógino, intergénero, «otros géneros» (other gender) y «de genero diferente» (differently gendered).

El 1 de noviembre de 2013, Alemania reconoce el derecho a los padres a no inscribir a sus hijos con un sexo u otro en el registro civil.[34]

Otros[editar]

Las siguientes categorías también han sido descritas como pertenecientes al tercer sexo:

Oriente Medio[editar]

Asia-Pacífico[editar]

  • Filipinas: una serie de identidades sexuales/«géneros» son habitualmente nombrados como tercer sexo en el habla popular, además de en algunos estudios académicos. Términos locales para estas identidades (que son considerados com derogatorios por algunos) incluyen bakla (tagalo), bayot (cebuano), agi (ilongo), bantut (tausug), binabae, bading ―todos ellos se refieren a hombres gays afeminados o transexuales―. Las mujeres son llamadas lakin-on o tomboy.[39]

Europa[editar]

  • Balcanes: vírgenes juradas,[1]​ mujeres que trabajan y visten como hombres y emplean espacios reservados para los hombres, pero no se casan.

África[editar]

América Latina y el Caribe[editar]

  • En México, perdura en varias comunidades la natural convivencia entre los tres géneros, importante recalcar a los zapotecos del Istmo de Tehuantepec en donde son reconocidos como Muxes. En diversos textos sobre las diferentes culturas de Mesoamérica, el tercer género siempre estuvo presente, reconocido y valorado de manera natural.

Los travestís de América Latina han sido descritos como un tercer sexo, aunque no se ven a sí mismos como tales. Don Kulick ha descrito el mundo de los travestís en el Brasil urbano como teniendo dos categorías: «hombres» y «no hombres», con mujeres, homosexuales y travestis perteneciendo a la segunda categoría.[42]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. a b Antonia Young: Women who become men: albanian sworn virgins, 2000. ISBN 1-85973-335-2.
  2. Anuja Agrawal: «Gendered bodies: the case of the “third gender” in India», en la revista Contributions to Indian Sociology, n. s., 31: págs. 273-297; 1997.
  3. Will Roscoe: Changing Ones : Third and Fourth Genders in Native North America. Palgrave Macmillan, 2000. ISBN 0-312-22479-6.
    Ver también: Randolph Trumbach: «London’s sapphists: from three sexes to four genders in the making of modern culture», en Gilbert Herdt (editor): Third sex, third gender: beyond sexual dimorphism in culture and history (págs. 111-136). Nueva York: Zone (MIT), 1994.
  4. a b Sharyn Graham: «Sulawesi’s fifth gender», artículo en la revista Inside Indonesia, de abril-junio de 2001.
  5. Anne Fausto-Sterling: «The five sexes: why male and female are not enough» Archivado el 22 de mayo de 2008 en Wayback Machine., artículo en las págs. 20-25 de la revista The Sciences, mayo/abril de 1993.
  6. Joan Roughgarden: Evolution's rainbow: diversity, gender, and sexuality in nature and people. University of California Press, 2004. ISBN 0-520-24073-1.
  7. Joan Roughgarden: Evolution's rainbow: diversity, gender, and sexuality in nature and people (pág. 89-90). University of California Press, 2004. ISBN 0-520-24073-1.
  8. Joan Roughgarden: Evolution's rainbow: diversity, gender, and sexuality in nature and people (pág. 76-78). University of California Press, 2004. ISBN 0-520-24073-1.
  9. Joan Roughgarden: Evolution's rainbow: diversity, gender, and sexuality in nature and people (pág. 78-88). University of California Press, 2004. ISBN 0-520-24073-1.
  10. M. Kay Martin, y Bárbara Voorhies: Female of the species. Capítulo 4: «Supernumerary sexes» (pág. 23). Nueva York: Columbia University Press, 1975.
  11. Véase, por ejemplo, S. E. Hollimon: «The third-gender in native California: two-spirit undertakers among the chumash and their neighbors». En C. Claassen y R. Joyce (eds.): Women in prehistory (págs. 173-188). Filadelfia (Estados Unidos): University of Pennsylvania Press, 1997.
  12. Goulet, Jean-Guy A.: «The berdache/two-spirit: a comparison of anthropological and native constructions of gendered identities among the northern athapaskans» [diciembre de 1996], artículo en la revista Journal of the Royal Anthropological Institute, 2, n.º 4: pág. 683 (19), 2006.
    * Las obras citadas en esta introducción son:
    Angelino, H.; y C. Shedd: «A note on berdache», artículo en la revista American Anthropology, 57, págs. 121-126; 1955.
    Blackwood, E.: «Sexuality and gender in certain native american tribes: the case of cross-gender females», artículo en la revista Signs: Journal of Women in Culture and Society 10, págs. 24-27 (o 27-34), 1984.
    Callender, C.; y L. M. Kochems (1983a): «The north american berdache», artículo en la revista Current Anthropology, 24: págs. 443-456; 1983.
    Callender, C.; y L. M. Kochems (1983b): «Reply». En Current Anthropology, 24: págs. 464-467, 1983.
    Jacobs, S.-E.: «Berdache: a brief review of the literature», artículo en la revista Colorado Anthropology, 1, págs. 25-40; 1968.
    Jacobs, S.-E.: «Comment». En Current Anthropology, 24, pág. 462, 1983.
    Kessler, S. & W. McKenna (1978). Gender: an ethnomethodological approach. Nueva York: Wiley.
    Roscoe, Will: «Bibliography of berdache and alternative gender roles among north american indians», artículo en la revista Journal of Homosexuality, 14, págs. 81-171, 1987.
    Roscoe, Will: «How to become a berdache: toward a unified analysis of gender diversity». En G. Herdt (ed.): Third sex, third gender: beyond sexual dimorphism in culture and history. Nueva York: Zone Books, 1994.
    Scheffler, H. W.: «Sexism and naturalism in the study of kinship». En M. di Leonardo (ed.): Gender at the crossroads of knowledge: feminist anthropology in the postmodern era. Berkeley: University of California Press, 1991.
    Whitehead, H.: «The bow and the burden strap: a new look at institutionalized homosexuality in native North America». En S. B. Ortner, y H. Whitehead (eds.): Sexual meanings: the cultural construction of gender and sexuality. Nueva York: Cambridge University, 1981.
    Williams, W. L.: The spirit and the flesh: sexual diversity in american indian culture. Boston: Beacon Press, 1986.
  13. «B. C. on gender: the berdache tradition».
  14. Talwar, Rajesh (1999). The Third sex and Human Rights, Gyan Publishing House. ISBN 81-212-0266-3
  15. «India’s eunuchs demand rights» (‘los eunucos de la India exigen derechos’), artículo de Habib Beary, corresponsal de la BBC en Bangalore.
  16. «“Third sex” finds a place on Indian passport forms» (‘el tercer sexo encuentra un lugar en los formularios de pasaportes indios’), artículo en el diario The Telegraph (India), del 10 de marzo de 2005.
  17. Peter Phillimore: «Unmarried women of the Dhaula Dhar: celibacy and social control in northwest India», en la revista Journal of Anthropological Research, 47 (3): págs. 331-350, 1991.
  18. Fred Fawcett: «On basivis: women who, through dedication to a deity, assume masculine privileges», en la revista Journal of the Anthropological Society of Bombay. Bombay: Education Society’s Press; London: Treubner, julio de 1891.
  19. Walter Penrose: «Hidden in history: female homoeroticism and women of a “third nature” in the South Asian past», artículo en la revista Journal of the History of Sexuality, 10.1; 2001.
  20. Kathoey se pronuncia como una mezcla de /kachooi/ o /katjeei/.
  21. Richard Totman: The third sex. Kathoey: Thailand’s ladyboys. Souvenir Press, 2004. ISBN 0-285-63668-5
  22. a b Sam Winter: [https://web.archive.org/web/20141117055249/http://web.hku.hk/~sjwinter/TransgenderASIA/paper_language_and_identity.htm «Language and identity in transgender: gender wars and the case of the Thai kathoey». Ensayo científico presentado en la Hawaii Conference on Social Sciences (conferencia hawaiana sobre ciencias sociales). Waikiki (Hawái), junio de 2003.
  23. «Cross-dressing teens get own school bathroom. Thai officials launch “transvestite toilet” in bid to cope with growing need», artículo de la agencia noticiosa Associated Press del 22 de junio de 2004, publicada el 18 de junio de 2008 en el sitio web MSN.
  24. «Una escuela tailandesa ofrece un retrete para alumnos transexuales», artículo en el sitio web 20 Minutos (España), del 2 de agosto de 2008.
  25. Randolph Trumbach: Sex and the gender revolution. Volumen 1: «Heterosexuality and the third gender in enlightenment London». Chicago: University of Chicago Press (Chicago Series on Sexuality, History & Society), 1998.
  26. Hubert C. Kennedy: «The “third sex” theory of Karl Heinrich Ulrichs», artículo en la revista Journal of Homosexuality, 6 (1-2): págs. 103-101; otoño-invierno de 1980-1981.
  27. Magnus Hirschfeld: Berlins drittes geschlecht (‘el tercer género de Berlín’), 1904.
  28. Havelock Ellis y John Addington Symonds: Sexual Inversion, 1897.
  29. Edward Carpenter: «The intermediate sex: a study of some transitional types of men and women» Archivado el 30 de mayo de 2023 en Wayback Machine., 1908.
  30. Aimée Duc: Sind es frauen? Roman über das dritte geschlecht (‘¿esas son mujeres?, una novela sobre el tercer género’), 1901.
  31. James W. Jones: “We of the third sex”: literary representations of homosexuality in Wilhelmine Germany. Nueva York: Peter Lang Publishing (German Life and Civilization, volumen 7), 1990. ISBN 0-8204-1209-0.
  32. Bárbara D. Wright: «“New man” eternal woman: expressionist responses to german feminism». [1897]. En The German Quarterly, 60, n.º 4: pág. 594; otoño de 1987.
  33. Ingrid Sell: «Not man, not woman: psychospiritual characteristics of a western third gender», artículo en la revista Journal of Transpersonal Psychology, 33 (1): págs. 16-36; 2001.
    Ingrid Sell: «Third gender: a qualitative study of the experience of individuals who identify as being neither man nor woman» (disertación doctoral). Institute of Transpersonal Psychology, UMI N.º 3011299, 2001.
  34. Enrique, Müller; Benito, Emilio de (19 de agosto de 2013). «Alemania ‘crea’ un tercer sexo». El País. Consultado el 1 de noviembre de 2013. 
  35. Unni Wikan: «The khanith: a third gender role?». En: Behind the veil in Arabia: women in Oman. Chicago: University of Chicago Press, 1991.
  36. Tamasailau Sua'aIi'i: «Samoans and gender: some reflections on male, female and fa'afafine gender identities». En: Tangata o te moana nui: the evolving identities of Pacific peoples in Aotearoa/New Zealand. Palmerston North (Nueva Zelanda): Dunmore Press, 2001. ISBN 0-86469-369-9.
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  38. Robert Oostvogels: The Waria of Indonesia: A Traditional Third Gender Role, en Herdt (ed.), op cit., 1995.
  39. Nanda, Serena (1999). Gender Diversity: Crosscultural Variations. Waveland Pr Inc, 7 de octubre de 1999. ISBN 1-57766-074-9
  40. Donham, Donald (1990). History, Power, Ideology. Central Issues in Marxism and Anthropology, Cambridge
  41. Towles, Joseph A. (1993). Nkumbi initiation: Ritual and structure among the Mbo of Zaire, Musée royal de l'Afrique Centrale (Tervuren, Belgique)
  42. Don Kulick: Travesti: sex, gender, and culture among brazilian transgendered prostitutes. Chicago: University of Chicago Press, 1998.
  43. Linden Lewis (1953-): The culture of gender and sexuality in the Caribbean (pág. 12). Gainsville: University Press of Florida, 2003.
  44. Zachary I Nataf: «Whatever I feel...» [1998], artículo en la revista New Internationalist, n.º 300, abril de 1998.
  45. Gilbert Herdt: «Mistaken sex: culture, biology and the third sex in New Guinea» [1993], en Gilbert Herdt: "Sambia sexual culture: essays from the field (págs. 243-264). Chicago, 1999.