Diferencia entre revisiones de «Causas de la Segunda Guerra Mundial»

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=== Ataque a Pearl Harbor ===
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le meti la pimga a una gringa que estuvo muy rica a la cual e la cache y se que le gusto por que al dia siguiente me volvio a pedir y yo tampoco pude evitarlo no importa lo fuere asi se fea pero le meti mi pingachu a ; lo voy a revelar ;a jenny y eso es todo por hoy no le digan a su enamorado :
es secreto


== Referencias y notas ==
== Referencias y notas ==

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La invasión de Polonia de 1939 es considerada el detonante de la Segunda Guerra Mundial en Europa, conflicto que luego se extendió a África, el Medio Oriente y el Océano Atlántico.
El Ataque a Pearl Harbor es considerado el detonante de la Guerra del Pacífico; sin embargo, fuerzas chinas ya estaban enfrentando a los japoneses dentro de la Segunda Guerra Sino-japonesa.

La Segunda Guerra Mundial involucró a varias naciones y se libró en diferentes teatros y frentes, separados entre sí por grandes distancias. Aunque las causas para el inicio de hostilidades varían en cada frente; históricamente, la Invasión de Polonia de 1939 y el Ataque a Pearl Harbor en 1941 son considerados los detonantes de la guerra en Europa[1]​ y Asia respectivamente. En Japón, la Segunda Guerra Mundial suele ser estudiada junto con la Segunda Guerra Sino-Japonesa o incluso con eventos anteriores;[2]​ desde este punto de vista, el detonante de la guerra en Asia habría sido el Incidente del puente de Marco Polo en 1937 o el Incidente de Mukden en 1931.

Antecedentes

Benito Mussolini (izquierda) y Adolf Hitler (derecha), líderes de la Italia fascista y de la Alemania nazi respectivamente.

En Alemania, el partido nazi llegó al poder tras ser la lista más votada en las elecciones de 1933, tras las cuales procedieron a asegurar su hegemonía y eliminar cualquier vestigio de democracia en el sistema de gobierno alemán. Las causas principales de su popularidad en alza eran diversas: su repudio del Tratado de Versalles (particularmente el Artículo 231, conocido como la cláusula de culpabilidad), que había impuesto múltiples restricciones a la economía y las fuerzas armadas alemanas tras la Primera Guerra Mundial, su feroz anticomunismo, la Dolchstoßlegende (promovida en gran parte por el propio partido nazi), y sus continuas promesas de reconstrucción nacional y económica. También apelaron de forma continuada a un sentimiento nacionalista reivindicativo de la identidad alemana, que tuvo un importante papel en el inicio de la guerra al promover la exigencia de restitución de territorios considerados como pertenecientes a Alemania. Adicionalmente, de forma acorde con el Führerprinzip, Adolf Hitler era presentado como un salvador mesiánico del pueblo alemán.

El Japón imperial de los años 1930 era gobernado principalmente por una camarilla militarista de líderes del ejército y la marina, devotamente dedicados a convertir al Japón en una potencia colonial. Japón invadió Manchuria en 1931, y China en 1937, con la doble finalidad de mejorar sus magras reservas de recursos naturales y extender su control colonial sobre áreas mayores. Los Estados Unidos de América y el Reino Unido reaccionaron otorgando préstamos a la República de China, proporcionando ayuda militar encubierta, enviando pilotos y aviones de caza a la China del Kuomintang, e instituyendo embargos cada vez mayores sobre el petróleo y los recursos naturales comprados por Japón. Esos embargos habrían acabado forzando al Japón a abandonar sus posesiones recientemente conquistadas en China o buscar nuevas fuentes de recursos para mantener su economía. Japón debía elegir entre retirarse de China (algo inaceptable para el orgullo nacional), desarrollar nuevas fuentes de recursos (lo que era altamente improbable), comprar los recursos en el mercado internacional (extremadamente difícil debido a los embargos), o ir a la guerra para conquistar territorios ricos en petróleo, bauxita y otros recursos en las Indias Orientales Neerlandesas, Malasia y las Filipinas.

Según la opinión del estado mayor japonés, franceses, holandeses y británicos estaban más que ocupados en la guerra en Europa, los soviéticos retrocedían frente a los ataques alemanes, y los estadounidenses tardarían años en organizarse para la guerra, por lo que preferirían llegar a un compromiso antes que entrar en una guerra total. Con esas premisas se inició la planificación de la Guerra de la Gran Asia Oriental en el Pacífico.[3]

La causa directa para la entrada en la guerra de los Estados Unidos fue el ataque a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941. Alemania declaró la guerra a los Estados Unidos el 12 de diciembre de 1941.

Interrelaciones y economía

Competición por los recursos

Liga de Naciones

La Sociedad de Naciones (SDN) fue un organismo internacional creado por el Tratado de Versalles, el 28 de junio de 1919. Se proponía implementar las bases para la paz y la reorganización de las relaciones internacionales una vez finalizada la Primera Guerra Mundial.

La SDN se basó en los principios de la cooperación internacional, arbitraje de los conflictos y la seguridad colectiva. El Pacto de la SDN (los 26 primeros artículos del Tratado de Versalles) fue redactado en las primeras sesiones de la Conferencia de París por iniciativa del Presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson.

El día 15 de noviembre de 1920, fue realizada en Ginebra la primera asamblea de la sociedad, con la participación de 42 países.[1]

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, la SDN fue disuelta el 18 de abril de 1946, siendo sucedida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).[2

Guerra civil Española

Eventos específicos

Primera Guerra Mundial

Mapa de Europa en 1923, cuando las fronteras nacionales estaban definidas.

El fin de la Primera Guerra Mundial fue coronado con el Tratado de Versalles. En vista que los Aliados no habían entrado a Alemania todavía, el pueblo alemán creyó que su país tenía bases para negociar un tratado de paz que siguiera las líneas de los Catorce puntos del Presidente Wilson. Esta esperanza no se vio realizada, y el Tratado de Versalles despojó al Imperio Alemán de sus colonias y de territorio en el este y en el oeste. Esto dejó un sentimiento de resentimiento en el pueblo de Alemania, que consideraba que los grupos políticos alemanes que participaron en la revolución de Noviembre y habían precipitado el armisticio eran responsables de la crisis económica y política que siguió. Estos grupos "apátridos" fueron eventualmente identificados como comunistas y judíos por las facciones de ultraderecha que llegarían al poder después de la guerra.

El Tratado de Versalles hizo renacer a Polonia, y creó dos naciones nuevas: Checoslovaquia y Yugoslavia. Estas tres naciones poseían importantes minorías étnicas en sus territorios: alemanes, húngaros, croatas, etc., que no se sentían representadas por sus gobiernos. Eventualmente, Alemania reclamaría territorios en Checoslovaquia y Polonia, producto de la arbitrariedad del Tratado de Versalles en definir las fronteras.

Más al este, la Unión Soviética perdería territorios a favor del estado polaco, así como los países bálticos. Durante la Segunda Guerra Mundial, Stalin intentaría, con éxito, recuperar los territorios que el Imperio Ruso perdió en la primera guerra.

Algunos historiadores consideran que la II Guerra Mundial fue una continuación de la primera, donde la Triple Entente humilló a Alemania, que no se sentía derrotada, no obstante, le permitió conservar el potencial industrial necesario para que en el futuro buscara recuperar lo perdido.

República de Weimar

La República de Weimar fue el nombre histórico que recibe el estado alemán durante el período de entreguerras. Esta fue una república parlamentaria donde el Canciller debía hacerse responsable de la nación ante el Reichstag. Las duras condiciones impuestas por el Tratado de Versalles limitaron cualquier posibilidad de resurgimiento económico del país a causa de las reparaciones de guerra y las restricciones a la industria y el ejército alemán.

El regreso de los veteranos de guerra incrementó las preocupaciones del gobierno, ya que muchos de estos se unieron a los Freikorps, grupos paramilitares de derecha. En las calles estallaron los enfrentamientos entre los grupos de derecha e izquierda. La Revolución de Noviembre de 1918 y el Levantamiento de Enero de 1919 del Partido Comunista de Alemania asustó a los dirigentes monarquícos y de derecha, y el enfrentamiento de entre la Liga Espartaquista y los Freikorps, se desató. Apoyados por el gobierno y los militares, los Freikorps acabaron con los socialistas y comunistas, y los cuerpos de dos de sus principales líderes, Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht fueron arrojados a un río en Berlín, abortándose el intento de convertir a Alemania en un estado socialista. En octubre de ese mismo año, Adolfo Hitler se unió a un pequeño partido: Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores, más conocido como Partido Nazi.

Ya en 1923, la economía alemana se hizo insostenible, y la inflación arruinó a un amplio segmento de la clase media. Esta situación se agravó aún más después de la gran depresión y procuró una oportunidad para la llegada al poder del partido Nazi en 1933, que no tardó en controlar todas las instituciones y dio fin a este periodo histórico.

La República de Weimar siempre fue débil e inestable, cambiando continuamente de gabinete ministerial. Esta debilidad fue aprovechada tanto por la izquierda como por la derecha para llegar al poder, pero los socialistas fueron reprimidos violentamente. El descontento popular con la República de Weimar motivó el ascenso de Hitler al poder, que aseguraba poder devolverle a Alemania el lugar que ocupaba antes de la Primera Guerra Mundial.

Depresión económica

Dictadura nazi

Invasión italiana de Etiopía

Con su llegada al poder, el premier italiano Benito Mussolini había prometido la creación del Imperio Italiano, y había iniciado la búsqueda de naciones independientes débiles, con el objetivo de convertirlas en colonias. Aunque Albania parecía la nación que Mussolini andaba buscando, no deseando romper relaciones prematuramente con Gran Bretaña y Francia, Mussolini se enfocó en Etiopía, ya que se encontraba al lado de las colonias italianas de Somalilandia y Eritrea.

El 3 de octubre de 1935, 100.000 soldados italianos atacaron a Etiopía desde Eritrea sin previa declaración de guerra. Luego una fuerza menor atacó desde la Somalilandia. Inmediatamente la Sociedad de Naciones impusó sanciones a Italia, que quedaron en el papel, ya que los Aliados siguieron vendiendo petróleo a la Italia fascista. El 5 de mayo de 1936 las fuerzas italianas llegaron a Addis Abeba, el emperador etíope Haile Selassie había huido del país tres días antes.

El 30 de junio, el exiliado emperador Haile Selassie intentó dar un discurso ante la Sociedad de Naciones denunciando a Italia, pero fue abucheado por los partidarios de Mussolini y tuvo que abandonar el edificio. Italia anexó oficialmente el territorio de Etiopía el 7 de mayo y el rey italiano Víctor Manuel III fue proclamado Emperador. La Liga de Naciones condenó la acción italiana y Mussolini retiró su país de la misma.

Guerra Civil Española

La influencia italiana en la Guerra Civil Española fue palpable, como lo indica este cartel republicano.

El 14 de abril de 1931, se proclamó la Segunda República Española, y el rey Alfonso XIII partió al exilio. No obstante, durante su corta vida, la república se vio acosada por distintos movimientos de derecha e izquierda. Para 1936, estos movimientos habían polarizado completamente al país y los cambios de gobierno y disturbios en las calles eran comunes. Los sectores conservadores encontraron eco en algunas unidades del ejército, y ni siquiera el exilio de altos oficiales militares, entre los que se encontraba el general Francisco Franco, logró disminuir la posibilidad de un alzamiento militar de derecha.

En efecto, el 17 de julio de 1936 se realizó un Alzamiento militar en distintas partes de España, y los generales exiliados regresaron al país. Las muertes de los generales Emilio Mola y José Sanjurjo en accidentes aéreos distintos convirtieron al general Franco en el líder supremo de las fuerzas del Alzamiento. Mejor equipados, y apoyados por la Italia fascista y la Alemania Nazi, las fuerzas nacionalistas fueron acorrolando poco a poco a las fuerzas republicanas. No obstante, el apoyo de las potencias fascistas al régimen del Franco no fue desinteresado. Alemania consiguió importantes concesiones mineras, como el tungsteno o wolframio, que utilizarían en la construcción de armamento pesado. Por otro lado, Italia tenía la intención de conseguir una base militar establecida en la isla de Mallorca.


La retirada de 10.000 voluntarios italianos del CTV favoreció el reconocimiento por parte de Neville Chamberlain del Imperio italiano en Abisinia. Del mismo modo, Francia fue presionada indirectamente por Mussolini para "adoptar una posición más suave" respecto a Franco. El 30 de noviembre de 1938, a poco de comenzar la campaña de Cataluña, en Italia se barajaban exigencias sobre Córcega, Túnez, Niza y Saboya. Esto hizo circular rumores sobre una posible intervención militar francesa en apoyo de la República. Ésta no se produjo, pero la frontera francesa se abrió para dejar pasar las armas soviéticas, que llegaron demasiado tarde para que representaran un factor determinante en la contienda.

Las reservas de oro del Banco de España, enviadas a Moscú como pago de las armas y personal enviado en ayuda de la República, nunca regresaron en su mayor parte a España. Dichas reservas incrementaron sustancialmente el potencial económico a corto plazo de la Unión Soviética, y no es descabellado pensar que fueran utilizadas en momentos de crisis ante la ofensiva alemana de 1940.

La ocupación nazi de los sudetes en 1938 se produjo en pleno desarrollo de la Batalla del Ebro. Las exigencias alemanas ya parecían encaminar invariablemente a Europa hacia un conflicto de grandes dimensiones. La Guerra Civil Española sirvió a Hitler como distracción para los sucesos que ocurrían en Europa Central, que a la postre darían inicio a la Segunda Guerra Mundial.

De este modo, la Guerra Civil más que causa fue preparación del subsiguiente conflicto. La arena española fue escenario de importantes batallas donde los carros de combate adquirieron protagonismo, como Guadalajara o Brunete. El enfrentamiento directo entre armamento alemán y soviético, las prácticas de bombardeo masivo, y la debilidad patente de las democracias inglesa y francesa a la hora de tomar decisiones, fueron añadidos para una ruleta que ya había sido impulsada, y no podía dejar de girar.

Segunda Guerra Sino-Japonesa

Avance japonés en China en 1940

La primera víctima de los militares nacionalistas en el gobierno del Japón fue China. Este gigantesco país se encontraba dividió a inicios de los años 30 en las facciones del Kuomintang, el Partido Comunista de China y los Señores de la Guerra. Si bien estos últimos habían perdido poder en los últimos años en favor del Kuomintang, algunos de ellos continuaban controlando grandes provincias chinas.

El reinicio de los enfrentamientos entre Japón y China ocurrió con el incidente de Mukden. En 1931, el Kuomintang se había alzado como la principal fuerza política de China, logrando reconocimiento de muchas naciones bajo el nombre de la República de China. No obstante, el Ejército Nacional Revolucionario de China, del Kuomintang, continuaba en desventaja tecnológica frente al Ejército Imperial Japonés, por lo que no fue sorprendente que oficiales japoneses del Ejército Guandong destruyeran secciones del Ferrocarril del Sur de Manchuria, y luego culparan a disidentes chinos, procediendo a ocupar Manchuria y estableciendo el estado títere de Manchukuo.

El débil gobierno de la República de China no supo oponer resistencia a Japón y continuó perdiendo territorio a favor de Manchukuo en los siguientes años. La Sociedad de Naciones rehusó reconocer al recién creado estado y Japón renunció al organismo en marzo de 1933.

Finalmente, después del Incidente del Puente de Marco Polo en 1937, el Generalísimo Chiang Kai-shek decidió finalmente hacerle frente a Japón. En aquella época, China contaba con 80.000 soldados de élite, entrenados por alemanes, y un ejército de 1.7 millones de hombres, aunque la mayoría de estos no poseían entrenamiento alguno.

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Cabezas de chinos civiles son apiladas por japoneses durante la masacre de Nanjing.

A pesar de estas mejoras chinas, los ataques japoneses hicieron retroceder a las fuerzas chinas al centro y al sur. En la batalla de Shanghái, los chinos nacionalistas ofrecieron su primera resistencia seria, aunque perdieron sus mejores tropas. La entrada de tropas japonesas en Nanking, conocida como la Masacre de Nanking, es considerado uno de los episodios más oscuros de esta guerra, debido a la cantidad de matanzas y violaciones de civiles chinos en la ciudad.

A inicios de la Segunda Guerra Mundial, China no contaba con apoyo directo internacional, y el gobierno se había trasladado a la remota ciudad de Chongqing, mientras que el ejército japonés ocupaba la mayor parte de la franja costera oriental de China, controlando los principales centros de producción económica. No obstante, esta guerra influyó de manera importante en eventos posteriores: en primer lugar, la fuerte resistencia china y la negativa a rendir sus fuerzas frustaron todas las esperanzas japonesas de una victoria rápida en China, por lo que continuaron buscando territorios de fácil expansión en el norte, controlado por la Unión Soviética, y luego en el sur, controlado por las naciones europeas. Eventualmente, el Imperio de Japón se dirigiría al sureste, chocando directamente con los intereses de Estados Unidos, que impondría un embargo económico al Japón, a la postre principal detonante del ataque a Pearl Harbor. En segundo lugar, las fuerzas del Partido Comunista obtuvieron un respiro del hostigamiento que recibían de las fuerzas del Kuomintang, y durante la guerra ganaron territorio. Al finalizar la guerra, expulsarían a las fuerzas del Kuomintang, con apoyo soviético, a Taiwán.

La entrada de los Estados Unidos en la guerra en 1941 frenó el avance japonés en China, aunque el Imperio nipón continuó controlando los territorios conquistados, e incluso, en 1944, logró lanzar una ofensiva exitosa hacia el sur de China (véase Operación Ichi Go).

Anschluss

Extensión de Alemania de 1935 a 1939

Desde la abdicación de Carlos I de Austria el 11 de noviembre de 1918, grupos nacionalistas austríacos intentaron anexar a Alemania todos los territorios donde se hablaba alemán y que habían pertenecido al desmembrado Imperio Austrohúngaro. La República de Austria Alemana fue proclamada al día siguiente e intentó sin éxito unirse a Alemania, ya que el gobierno austríaco fue obligado por las potencias vencedoras de la I Guerra Mundial a firmar el Tratado de Saint-Germain-en-Laye, poniendo fin al prematuro Anschluss (Conexión).

A pesar de que un gobierno de tipo fascista llegaría al poder en Austria en 1933, esto no significaría el reavivamiento del nacionalismo alemán en Austria, ya que el austrofascismo rivalizaría con el nacionalsocialismo de Hitler.

En 1938, hundido en una grave crisis política, el premier austríaco Kurt Schuschnigg fue presionado por Hitler para que detuviera la persecución de los austríacos nazis, y al mismo tiempo legalizara el Partido Nazi en Austria de nuevo. Hitler intimidó a Schuschnigg con su poder militar, por lo que éste accedió. Hitler no cumplió su palabra, y Schuschnigg perdió el control de Austria, que empezó a ser ocupada por Alemania el 12 de marzo.

Para legitimizar la ocupación, Hitler ordenó que se celebrara un plesbicito en Austria el 10 de abril, obteniendo 99,73% de los votos a favor del Anschluss. Esta votación no era secreta, y en los días anteriores, 70.000 "elementos perturbadores" como socialdemócratas, comunistas y judíos habían sido arrestados. Desde aquel día oficialmente Austria fue parte del Tercer Reich y Arthur Seyß-Inquart fue nombrado gobernador general.

Acuerdos de Munich

La creación de Checoslovaquia había sido una de las muchas decisiones polémicas plasmadas en el Tratado de Versalles. La incorporación de territorios habitados por 3,5 millones de alemanes étnicos a este nuevo país, otorgó a Hitler una excusa para reclamar el territorio checoslovaco de los Sudetes.

La llamada Sudetenkrise (Crisis de los Sudetes) estalla en septiembre de 1938, cuando el líder local del NSDAP, Konrad Henlein, reclama al gobierno checoslovaco mayor autonomía. Aunque el gobierno cede, Henlein sigue reclamando más concesiones y Adolfo Hitler mueve los ejércitos alemanes hacia la frontera con Checoslovaquia. Intentando evitar una nueva guerra mundial, los premiers británico Chamberlain y francés Daladier viajan a Alemania, donde se reúnen con Hitler y Mussolini. El 29 de septiembre se firman los Acuerdos de Munich, donde se entregó los Sudetes a Alemania, pero se condicionó que esta sería la última anexión de este país. Curiosamente, el gobierno checoslovaco no tuvo ningún representante en la conferencia donde se decidió entregar parte de su territorio a Alemania. El 1 de octubre de 1938 las tropas alemanas entraron en los Sudetes, y Checoslovaquia perdió 30.000 km² de territorio, además de todo su cinturón defensivo. Pocos meses después Checoslovaquia fue desmembrada por presiones alemanas y eslovacas, naciendo el Protectorado de Bohemia y Moravia y el Estado Eslovaco.

Esta efímera victoria política de Chamberlain lo convenció del fracaso de su política de apaciguamiento, y tardíamente los gobiernos de Francia y el Reino Unido decidieron que no debían realizar más concesiones a Hitler, ratificando sus garantías a Polonia.

Guerra fronteriza ruso-japonesa

En un Japón dominado por ejércitos muy nacionalistas, la dirección de la expansión del Imperio Japonés había sido tomada por el Ejército Japonés en Corea, al ocupar Manchuria sin ni siquiera informar a Tokyo. El ejército mencionado consideraba que el Japón debería expandirse hacia el norte y oeste, ocupando territorios de Mongolia y la Unión Soviética, alejándose de la interminable guerra con China.

El choque de las dos esferas de influencia soviética y japonesa era inminente, y se materializó cuando cuatro unidades de caballería de Mongolia, aliado de la URSS, cruzaron la nebulosa frontera de su país con Manchukuo, aliado de Japón. Después de intentar expulsar a los mongoles varias veces sin éxito, la Stavka ordenó a Georgi Zhúkov que contraatacara a los japoneses.

La batalla de Khalkhin Gol fue decisiva para garantizar la paz de la URSS en el oriente, las tácticas militares japonesas resultaron no ser efectivas contra los ataques soviéticos, que destruyeron dos divisiones enemigas en su totalidad. Los japoneses se retiraron de la frontera con Mongolia y desde entonces se planificó la expansión de su Imperio hacia el sur, con la mira en el Sudeste de Asia controlado por las colonias europeas, y el Pacífico, controlado por los Estados Unidos.

Pacto Ribbentrop-Molotov

Firma del Pacto Ribbentrop-Molotov

Para abril de 1939, las intenciones alemanas de ocupar Polonia eran cada vez más obvias, y la Unión Soviética no había logrado negociar la formación de una alianza con el Reino Unido y Francia, ya que estos países creían que esto sería el inicio de la intervención soviética en Polonia, los estados bálticos, Finlandia y Rumania.

El 2 de junio de 1939 la URSS tomó la iniciativa y planteó la formación de una alianza militar bajo las siguientes condiciones:

  • En caso de que algún poder europeo atacase a alguno de los miembros de la alianza.
  • En caso de que Alemania atacara a Bélgica, Estonia, Finlandia, Grecia, Letonia, Polonia, Rumania o Turquía.
  • En caso de que algún país europeo solicite ayuda a los miembros de la alianza.

Las naciones occidentales estudiaron el planteamiento soviético y casi dos meses después enviaron delegaciones a Moscú en un velero, llegando el 11 de agosto. En este punto los soviéticos descubrieron que los delegados no tenían autoridad para firmar un acuerdo. Las negociaciones progresaron lentamente, pero se estancaron cuando Kliment Voroshílov propuso discutir la defensa de Polonia. El gobierno polaco se negó rotundamente a dejar entrar tropas soviéticas a Polonia, ya que temían que su estado perdiera los territorios ganados en la Paz de Riga. En la tercera semana de agosto, la negativa polaca paralizó completamente el progreso de las negociaciones, incluso bajo presión anglo-francesa.

El primer indicio del aproximamiento germano-soviético se dio cuando Stalin reemplazó a Maxim Litvinov, judío étnico, por Vyacheslav Molotov como Ministro de Relaciones Exteriores, por lo que los nazis ahora podían negociar de nuevo con la URSS. En efecto, el 19 de agosto, el Ministro de Relaciones Exteriores alemán Joachim von Ribbentrop viajó a Moscú y se reunió con su homólogo soviético Molotov, donde firmaron un acuerdo comercial por siete años. Luego, Ribbentrop sugirió extender el acuerdo al ámbito político, para asegurar las buenas relaciones entre las naciones durante la duración del acuerdo comercial.

El 24 de agosto Ribbentrop se reunió con Stalin y se firmó el Pacto Ribbentrop-Molotov, que estipulaba la no-agresión entre la Unión Soviética y la Alemania Nazi durante 10 años, así como la neutralidad de una nación si la otra iba a la guerra con una potencia tercera, que podía entenderse como Francia y el Reino Unido.

Una claúsula secreta, no revelada hasta 1945, indicaba que Finlandia, Estonia y Letonia pasarían a formar parte de la esfera de influencia soviética, mientras que Polonia y Lituania sería repartida entre Alemania y la URSS. Además, la región de Besarabia sería anexada por la URSS de Rumania. Esta claúsula secreta fue negada por los dirigentes soviéticos hasta que en 1988, el político Alexander Nikolaevich Yakovlev aceptó la existencia de tal protocolo, existencia que fue ratificada durante la disolución de la URSS.

Invasión de Polonia

La Invasión de Polonia de 1939 fue consecuencia directa del Pacto Ribbentrop-Mólotov. Tanto la Unión Soviética como Alemania deseaban recuperar el territorio perdido en el Tratado de Brest-Litovsk y el Tratado de Versalles, y la Segunda República Polaca, apoyada por Francia y el Reino Unido, era la única fuerza que se oponía. En el Pacto Ribbentrop-Molotov, la URSS y Alemania aclararon sus esferas de influencia, y creyendo que las garantías anglo-francesas no eran más que papel mojado, Hitler ordenó la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939.

Dos días después, Francia y el Reino Unido declararon la guerra a Alemania, e inició realmente la Segunda Guerra Mundial en Europa. La URSS atacó a Polonia el 19 de septiembre, y las fuerzas polacas dejan de combatir el 3 de octubre. En ningún momento se materializaron las garantías de sus aliados.

Invasión de la Unión Soviética

El Nacionalsocialismo alemán estipulaba que la dirección de expansión de Alemania era el este de Europa. Por esta razón, Hitler se excusaba de la guerra con Francia y Gran Bretaña, alegando que había sido "obligado a luchar" con estas naciones, ya que impedían el "avance natural" alemán, al oponerse a la invasión de Polonia. En 1941, con el frente occidental calmado, y con los británicos fuera de Europa continental por un tiempo, Hitler se enfocó en la URSS, que era el enemigo natural de Alemania según su ideología.

La Operación Barbarroja significaba la invasión de la Unión Soviética con tres enormes grupos de ejércitos, que expulsarían a las fuerzas eslavas más allá de los Urales. No obstante, la campaña en la Unión Soviética era muy distinta a las campañas alemanas anteriores, ya que estaba ideada también como campaña de exterminio. En efecto, fuerzas especiales del Ejército Alemán y de las SS debían "limpiar" el camino a los colonos alemanes, exterminando a todos los eslavos que no escapasen al avance alemán. Esta alta mortalidad permitiría que los campos de trigo de Ucrania alimentasen a los ciudadanos alemanes, causando un superávit en la producción. Después de la guerra soviético-finesa, Hitler estaba convencido de la debilidad del Ejército Rojo, y creía que antes del invierno de 1941 Moscú sería capturada. Esta derrota de la URSS, dejaría aislado al Reino Unido, que no tardaría en solicitar un armisticio.

La intervención alemana en los Balcanes en abril de 1941 atrasaría los planes alemanes de invasión, y disminuiría el tiempo que las fuerzas alemanas poseían para capturar Moscú, antes de la llegada del invierno. Además, la inteligencia alemana subestimaría la capacidad de recuperación soviética, e ignoraría las grandes reservas de soldados rusos existentes. De esta manera, el 22 de junio de 1941, los soldados alemanes atacarían a la Unión Soviética vestidos con uniformes de verano para una campaña que debía durar tres meses, pero que se alargaría por casi cuatro años.

Ataque a Pearl Harbor

Referencias y notas

  1. «World War II (1939-1945)» (en inglés). Enciclopedia Británica. Consultado el 18 de abril de 2009. 
  2. NCJH, 1990:246
  3. United States Strategic Bombing Survey, Summary Report (en inglés), con una descripción de los objetivos estratégicos iniciales del Japón.

Bibliografía

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Enlaces externos