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Diferencia entre revisiones de «Música de Venezuela»

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La Onda Nueva es un género musical desarrollado en 1968 por el músico, compositor y director de orquesta venezolano [[Aldemaro Romero]] teniendo como base al joropo venezolano, combinado con elementos de [[jazz]] e influencias del [[bossanova]]. El golpe de batería característico de la Onda Nueva fue desarrollado por el baterista venezolano Frank Hernández.
La Onda Nueva es un género musical desarrollado en 1968 por el músico, compositor y director de orquesta venezolano [[Aldemaro Romero]] teniendo como base al joropo venezolano, combinado con elementos de [[jazz]] e influencias del [[bossanova]]. El golpe de batería característico de la Onda Nueva fue desarrollado por el baterista venezolano Frank Hernández.


Según dijo Aldemaro Romero, "la Onda Nueva no es otra cosa que la sustitución de una orquestación por otra. En vez de arpa, cuatro y maracas; piano, bajo y batería: el trío ideal para tocar música de jazz
Según dijo Aldemaro Romero, "la Onda Nueva no es otra cosa que la sustitución de una orquestación por otra. En vez de arpa, cuatro y maracas; piano, bajo y batería: el trío ideal para tocar música de jazz"

Según lo señalado por el cantante, músico y compositor venezolano Alí Agüero, él fue llamado por Aldemaro Romero en el año 1968 para solicitarle que consiguiera una voz femenina y una masculina para un proyecto que estaba desarrollando, en el cual estaban incluidos además de Romero, el baterista Frank Hernández y el bajista Jorge Romero. Aldemaro Romero había seleccionado como vocalista a María Elena Peña y Alí Agüero se propuso para participar en el proyecto trayendo a su amigo, el cantante y músico José Ramón Angarita y a la cantante Zenaida Riera. En ese momento, Romero había sufrido un accidente automovilístico y estaba recluido en una clínica de Caracas, donde se iniciaron los ensayos. Una vez dado de alta, Romero continuó los ensayos e hizo un montaje del tema folklórico "Aragüita" cuya letra fue añadida por el poeta venezolano Germán Fleitas Beroes. El resultado fue mostrado al contrabajista rumano Jacques Braunstein, amigo del músico y director, quien opinó que aquello le parecía "una onda nueva". Aldemaro Romero encontró que ese nombre sería el ideal para el género que había creado.[2]​ Otra variante de la historia del surgimiento del género musical, contada por Frank Hernández señala que una empresa de publicidad le había encargado a Aldemaro Romero un tema venezolano moderno con instrumentos tales como piano, bajo y batería, sin recurrir a los instrumentos musicales tradicionales de géneros folklóricos y típicos venezolanos. A la hora de buscar el tema, Romero sugirió el tema “Aragüita”, pero tocado en la batería en forma "jazzeada" y no a la manera tradicional. A pesar de que Romero aprobó el resultado, la empresa publicitaria no lo aceptó.

Luego de hacer montajes y arreglos de temas venezolanos de su autoría, además de "Aragüita" y dos temas de los integrantes de The Beatles, Paul McCartney y John Lennon, Romero logró un contrato de grabación con la empresa venezolana, ya desaparecida, La Discoteca, C.A.. Producto de este esfuerzo fue el disco LP titulado “Aldemaro Romero presenta la Onda Nueva”, el cual fuera editado solo en forma analógica en dos ocasiones.

Al año siguiente, Aldemaro Romero y el compositor italiano Carlo Savina fueron contratados para la elaboración de la banda sonora de la cinta «La epopeya de Bolívar». Los temas compuestos, arreglados y grabados por Romero en Italia fueron recogidos en un álbum que se convirtió en el primer trabajo discográfico editado por su sello denominado "Onda Nueva", creado para proteger sus creaciones en lo sucesivo. La firma llegó a editar 6 discos más en formato LP y algunos discos sencillos de 45 rpm. En 1970, durante una estancia en México, firmó contrato con la empresa "Discos Musart" para realizar un disco de Onda Nueva con música mexicana tradicional, en el cual respaldó con orquesta a la vocalista chilena Monna Bell. Este álbum se tituló La Onda Nueva en México.[3]​

Paralelamente a ello, Romero creó, con base en ese género musical, el "Primer Festival Mundial de la Onda Nueva" cuyas presentaciones se realizaron en los días 28 al 30 de enero de 1971, en el Teatro Municipal de Caracas.[4]​ A este festival fueron invitados, entre otros, artistas tales como los orquestadores Franck Pourcel, Edmundo Ros, Waldo de los Ríos y Paul Mauriat, el violinista y orquestador Helmut Zacharias, el grupo brasileño Zimbo Trio, el bandoneonista Astor Piazzola; cantantes como Armando Manzanero, Marco Antonio Muñiz, Mirla Castellanos y Olga Guillot. Estos festivales, que se transmitieron por televisión a otros países, se celebraron hasta 1973, ya que Romero no recibió apoyo financiero del Estado Venezolano para continuarlos. Como resultado de estos festivales, surgieron colaboraciones de Romero con el guitarrista estadounidense Charlie Byrd, acuerdos para grabar algunos de los temas ganadores con su propio grupo denominado Aldemaro Romero y su Onda Nueva e incluso grabaciones, en las cuales no tuvo influencia Romero, en las cuales se usó como base el género de la Onda Nueva con intérpretes como Paul Mauriat, Caterina Valente, el italiano Nando Di Luca y los venezolanos Freddy León, Humberto Zárraga y Henry Rubio.

Al finalizar los festivales, Romero fue nombrado director de la sala de espectáculos Poliedro de Caracas y luego, en 1974 renuncia y marcha con su grupo a España, donde trató de interesar al público en la Onda Nueva. Allí firmaría dos contratos de grabación con CBS y Ariola para realizar sus álbumes Toma lo que te ofrecí (1974) y Una por una (1975), respectivamente. Al fracasar estos intentos, se dirigió a Italia en 1976. Allí volvería a interesar al público en su creación musical. Para ello, firmaría un contrato con el Istituto Latino Americano de Roma para producir el álbum titulado Aldemaro Romero E la Sua Onda Nueva con temas en español y versiones en idioma italiano de su música. Sin embargo, la gira que se proyectó en Italia para promocionar este trabajo, no pudo realizarse debido a la muerte de la esposa del baterista Frank Hernández. Ese mismo año, concluye el ciclo de la Onda Nueva con la grabación de un trabajo instrumental denominado Onda Nueva instrumental y con la producción y arreglos de Elaiza Romero & Augusto Martelli, un trabajo grabado por su hija mayor Elaiza Romero Soteldo y la dirección del orquestador italiano Augusto Martelli.

Durante la etapa de la Onda Nueva, Aldemaro Romero obtuvo el Primer Premio como Arreglista y Director en el Festival de la Canción Latina de México (1974), en el Festival de Mallorca (1976), en las Olimpiadas Musicales de Grecia (1977) y el Premio Superestrella Internacional en el Music-Expo de Miami (1975).


== Música afrocaribeña ==
== Música afrocaribeña ==

Revisión del 19:22 20 mar 2018

Primera edición de la zarzuela Alma Llanera, compuesta por Pedro Elías Gutiérrez con textos de Rafael Bolivar Coronado. El tema musical homónimo Alma Llanera es hoy considerado como el segundo himno de Venezuela
Fracción instrumental de Alma Llanera.

La música de Venezuela se caracteriza por mezclar elementos españoles, indígenas y africanos, típico de ser perteneciente a un pueblo predominantemente mestizo. El género más representativo del país es el valse y el joropo, que utiliza instrumentos como el cuatro, el arpa, las maracas y la bandola. El joropo es una forma rural que se originó en los Llanos y el ritmo ha llegado a consagrarse como la música de identidad nacional, hasta el punto que se le da la denominación en el exterior a los venezolanos como llaneros. En Venezuela existen varios estilos de música popular, como la salsa y merengue, que son comunes a sus vecinos del Caribe.

Música folklórica

Gaita zuliana

Una música muy popular en Venezuela es la Gaita. Este género, originado en el estado Zulia, es muy popular durante la época navideña. La gaita, unida al aguinaldo, conforman la representación nacional de la Navidad venezolana. Esta música folklórica es una de las principales en este país. Existen varios tipos de gaitas.

Estatua en homenaje al gaitero Ricardo Aguirre en la ciudad de Maracaibo
El cantautor Ricardo Portillo en el Amanecer Gaitero de 2012

Gaita de Furro

  • Tiene un esquema rítmico de 6x8. Es el género musical zuliano más difundido a escala nacional. La instrumentación con la que tradicionalmente se ha acompañado esta gaita: Cuatro, maracas, charrasca, tambora y el instrumento básico el Furro, (también conocido antiguamente como Mandullo) descendiente directo de la zambomba española.

La temporada gaitera originalmente estaba comprendida entre la víspera del Día de la Chinita, el 18 de noviembre, este inicio de las gaitas se conocía tradicionalmente como la Bajada de lo Furros y se prolongaba hasta el 2 de febrero, día de la Candelaria, en el cual tenía lugar la Subida de lo Furros, es decir se guardaban los instrumentos hasta que llegara nuevamente la fecha de inicio de la temporada.

Gaita perijanera

  • Carece de estribillo fijo, siendo este el motivo por el cual un grupo de investigadores no la aceptan como gaita alegando que es requisito indispensable de esta la presencia de un estribillo fijo.

Se turnan todos los asistentes con «versos espontáneos», (son estrofas de cuatro octosílabos y el coro se repite el segundo y el cuarto después de que el solista los canta), hombres y mujeres se toman de la mano y hacen círculo alrededor del grupo de músicos, el círculo avanza e incluso se rompe y se hacen diversas figuras entrecruzándose en el transcurso del baile.

Gaita a Santa Lucía En la parte Norte de Maracaibo, concretamente en Santa Rosa de Aguas, El Moján, Sinamaica y sitios cercanos, se ha encontrado un canto al cual los habitantes de estos sitios le llaman «Gaita a Santa Lucía», y le han conocido en esa denominación a lo largo de muchas generaciones.

Se canta en modos mayores y según algunos informantes, tradicionalmente se ha cantado acompañada de: cuatro, charrasca, maracas y furro, no habiéndose incluido la tambora sino hasta después de la llegada del «Chimbanguele» (del Sur del Lago) a estos sitios.

En toda la zona norte solo se ha encontrado este estribillo:

Canten muchachos con alegría
Que esta es la gaita de Santa Lucía,
Gloria demos a Santa Lucía

Los versos, son generalmente improvisados y tienen la característica de que el coro responde al revés a lo que el solista dice, por ejemplo:

Solista: Los ojitos de Lucía, parecen dos paraparas…
Coro: Parecen dos paraparas, los ojitos de Lucía…

Se canta en honor de Santa Lucía, generalmente para pagarle promesas, se confeccionan hermosos altares donde se le rinde culto con música y oraciones en un novenario comprendido entre el 12 y el 21 de diciembre, (el día de Santa Lucía es el 13), sin embargo, las gaitas se prolongan más allá de esa fecha.

Gaita de tambora

Música Tambor del Estado Zulia en el Culto a San Benito de Palermo, Venezuela.
  • Es la evolución del canto de faena femenino; (en el pilón, en la piedra de moler, en la tabla lavando el río, frente al fogón) las esclavas eran utilizadas para el trabajo en el hogar y este canto en el trabajo, es canalizado por los valores culturales Africanos y logra florecer hasta enfrentarse al urbanismo, quien la reduce a una simple actividad que se realiza una o dos veces al año.

Se caracteriza porque presenta una tambora con parche en ambos extremos, sujetos con cáñamo o mecates; y un tamborito igual al medio golpe del chimbanguele.[1]

Tamborera Llamada por el cronista e investigador Juan de Dios Martínez como «La 5.ª gaita», es ciertamente el quinto subgénero de la gaita zuliana. Surge a principios de la década de 1970 como resultado de la fusión de la gaita de tambora y los chimbángueles de San Benito. Su creador fue el célebre cantautor gaitero Nelson Martínez de la mano con el Gran Coquivacoa, agrupación gaitera en la cual formaba filas. Su ritmo es de 2x4 y se ejecutó inicialmente con cuatro, furro, tambora, charrasca y maracas. Prontamente se le adicionaron el bajo, el piano, la guitarra eléctrica, las congas, el bongó, el cencerro y hasta metales (trompeta, trombón y saxofón) y timbales, por cuanto a finales de los 1970 y principios de los 1980 la gaita tamborera fue arropada por la influencia musical caribeña, en especial de la salsa, todo ello liderado por los conjuntos gaiteros vanguardistas como Estrellas del Zulia, Guaco, Santa Anita, Melody Gaita y, por supuesto, Gran Coquivacoa. La temática es variada y no tiene una temporada especial para su ejecución.

Joropos

Interpretación del contrapunteo de Florentino y el Diablo. Caracas, 2006.
Archivo:JOROPO LARENSE.jpg
Golpe tocuyano o joropo larense.

Joropo Llanero

Manifestación musical oriunda de los estados Apure, Barinas, Cojedes, Guárico, Portuguesa tambien presente en la parte centro-sur de los estados Anzoátegui y Monagas. De la misma forma, el joropo llanero forma parte de la tradición folklórica de los departamentos del Meta, Vichada y Casanare en la vecina Colombia. La palabra «joropo» viene del arábigo «xarop» que significa «jarabe» y está emparentado con los jarabes tapatíos y sones jarochos de México.

Este tipo de joropo ha sido el más difundido y exitoso comercialmente. Es interpretado con cuatro, maracas y bandola llanera (cuatro cuerdas). El Joropo llanero puede ser dividido en pasaje y golpe. Mientras el pasaje es un género más lírico, el golpe es un género mucho más recio y rápido. Mientras el golpe usa temas heroicos y patrióticos, el pasaje le canta al amor y al paisaje llanero.

Entre las especies musicales se pueden citar los siguientes golpes: Pajarillo, Quirpa, Carnaval, Seis por derecho, Quitapesares, Guacharaca, entre otros. Algunos pasajes famosos son Fiesta en Elorza, Caballo Viejo, Traigo polvo del camino, Romance en la lejanía, La Potra Zaina, Apure en un viaje, entre otros.

Se ha encontrado en los últimos años con preocupación, que la forma de vestirse para bailar joropo ha sido invadido sutilmente por vestidos muy cortos y estilos que poco a poco han desplazado al vestido floreado y largo tradicional venezolano. Este se ha ido sustituyendo por uno corto (como el de la imagen) que aunque sigue siendo colorido, no tiene ninguna relación con el vestido que se ha usado tradicionalmente. Dicho estilo ha sido adoptados por las jóvenes ejecutantes y bailarinas.

Otro detalle usado por los cantantes de música llanera en la actualidad es la bufanda o ruana, accesorios que no forman parte de la tradición llanera de Venezuela, sobre todo en Guárico, Apure, Portuguesa y Cojedes; ya que Barinas por su cercanía con los Andes Venezolanos tienes variantes climáticas distintas a los otros estado llaneros Venezolanos. (fuente Lic. Vidal Stanly León)

Joropo Central o Joropo Tuyero

Joropo característico los estados de Aragua y Miranda, y de la zona oriental de Carabobo y norte de Guárico (Venezuela). Mientras que el joropo llanero se entona con bandola llanera, cuatro y maracas, el tuyero se entona con arpa, maracas y buche (voz). Al mismo tiempo, mientras el arpa tuyera usa cuerdas métalicas y de nailon, en el arpa del joropo llanero todas las cuerdas son de nailon. Otro punto distintivo entre el joropo tuyero y el llanero es el hecho que en el primero, el que canta es el mismo que ejecuta las maracas. La pieza más característica del folklore tuyero, «La revuelta tuyera», consta de cuatro secciones: La exposición (pasaje), el desarrollo (yaguaso y guabina), la coda instrumental (llamada «Marisela») y un final conocido como «La llamada del mono». Los pasajes tuyeros más famosos son «El Totumo de Guarenas» de Benito Canónico, «El ermitaño» de Mario Díaz, «Amanecer tuyero» de Cipriano Moreno y Pablo Hidalgo y «El gato enmochilado» de Fulgencio Aquino.

Joropo oriental

Joropo característico de la región nororiental de Venezuela, específicamente de los estados Sucre, Nueva Esparta y Norte de Anzoátegui y Monagas. En este particular tipo de joropo el instrumento melódico por excelencia es la mandolina o bandolín. No obstante, la bandola oriental (ocho cuerdas de Nylon), el violín, la armónica y un pequeño acordeón llamado «cuereta» también tienen un papel primordial en el folklore musical oriental. El llamado joropo con estribillo se compone de dos secciones: la primera sección o «golpe» es tradicionalmente una melodía fija en ritmo 3/4 que es repetida dos o más veces; la segunda sección o «estribillo» es una melodía improvisada sobre un ciclo armónico fijo que está a ritmo 6/8. Cabe destacar que en el joropo oriental, el cuatro y las maracas son ejecutados de una manera mucho más libre y compleja que en el resto de los joropos venezolanos. De la misma manera, es importante mencionar que la tradición musical de la región oriental de Venezuela posee muchas otras formas aparte del joropo oriental.

Joropo guayanés

Joropo resultado de la interacción de llaneros y orientales en el estado Bolívar, específicamente en Ciudad Bolívar la antigua Angostura. Es ejecutado con bandola guayanesa (ocho cuerdas metálicas), cuatro y maracas. «El seis guayanés», «la Josa» y «el rompe luto» resaltan entre los joropos guayaneses más famosos.

Golpe tocuyano o joropo larense

Joropo oriundo de la región centro-occidental de Venezuela, mayoritariamente de los estados Lara y Yaracuy. Es interpretado por una variedad de cordófonos (cuatro, medio cinco, cinco y seis), que junto con tambora y maracas producen una sonoridad única entre los joropos venezolanos. Carota, Ñema y Tajá es el conjunto musical más prolífico en la interpretación de este género. Famosos golpes tocuyanos son Amalia Rosa, Gavilán tocuyano y Ramoncito en Cimarrona.

Joropo andino

Joropo principalmente ejecutado en el estado Táchira y Mérida. Este tipo de Joropo tiene 2 formas básicas: El Corrido y El Galerón. Generalmente el joropo andino es mas lento, mas adaptado al paisaje montañés. Se toca con violín, mandolina, bandolín tachirense, guitarra, cuatro y tiple. Joropos andinos famosos son el Pato bombiao, Perra Baya, Guariconga y Molinera.

Merengue venezolano

Baile de merengue venezolano en la década de 1920.

En Venezuela existe una enorme gama de merengues -desprendidas, en su origen rítmico, de la simplificación de las variadas fulías negras de la costa central del país- que se pueden agrupar en tres grandes grupos: el caraqueño, el oriental y el larense.

Siendo un género bailable, el merengue venezolano -y sobre todo el caraqueño- tiene letras de corte costumbrista y picaresco, algunas de ellas muy subidas de tono, que son el reflejo de las tradiciones, los personajes y las historias de la época. Cuatro instrumentos solistas conforman la orquesta que ejecuta el merengue rucaneao: trompeta, trombón, saxo y clarinete; los cuales son acompañados por el cuatro, el contrabajo, el redoblante y la charrasca de tapara. La rítmica fue variando y del reglamentario compás de 2/4, organizado en dos corcheas y un tresillo de negra, a fuerza de baile y sobre todo de rucaneo, se llegó al singular compás de 5/8 (5 corcheas), extraña medida que le da esa cadencia característica que lo diferencia de sus primos caribeños.

Este merengue rucaneao -cuyo nombre compuesto remite a la dulcería criolla venezolana: el primero realizado con claras de huevo y azúcar; el segundo, conocido como rúcano, una golosina gelatinosa hecha con tuétano de vaca y meladura de azúcar cuajada en forma cónica (papelón)- era considerado por los conservadores de entonces, una manifestación vulgar. Tal vez por lo acaramelado de su nombre, por la impudicia de sus letras o por la forma de bailarlo, que requería ciertos movimientos acentuados de las caderas y un acercamiento muy estrecho de la pareja. Por la razón que fuere se prohibió tocarlo, cantarlo o bailarlo en las casas de familia y salones de baile de aquella gente respetable. Pero este ritmo de compás mocho, penetró el gusto de los caraqueños que habitaban en parroquias como San Juan, La Pastora o San José y fue ganando espacios más allá de los mabiles (prostíbulos donde se bailaba y se tomaba). Esta forma musical tuvo su mayor auge entre 1920 y 1940, gracias a los «cañoneros» como eran conocidos aquellos músicos que sacaron el merengue de esos locales nocturnos y lo llevaron a las plazas y los templetes en épocas de carnaval y otras celebraciones populares, recorriendo las calles acompañados de un artefacto llamado trabuco o cañón, que no era más que un pequeño tubo de bambú relleno de carburo de calcio y agua, al que hacían detonar (de ahí el nombre) para anunciar los temas que iban a interpretar a continuación. Finalmente, ya entrada la década de los cincuenta, los grandes salones sucumben y abren sus puertas a este baile caraqueño, que llegó de la mano de la orquesta de Luis Alfonzo Larrain. El Norte es una quimera de Luis Fragachán, La pelota del Carey de Lorenzo Herrera, Carmen la que contaba dieciséis años y Préstame tu máquina de Balbino García animaron fiestas de matrimonios, quinceañeras, graduaciones y demás jolgorios capitalinos de la época, luego este estilo musical cayó en desuso. No obstante, gracias a la contribución de compositores y músicos de la talla de Carlos Bonnet, Luís Laguna, Pablo Camacaro, Cruz Felipe Iriarte, Otilio Galíndez, César del Avila, Ismael Querales, Hely Orsini, Cristóbal Soto, Adelys Freites, Cecilia Todd, Raquel Castaño, Lilia Vera, Jesús Sevillano, Ana Cecilia Loyo, Simón Díaz, el Quinteto Contrapunto, Ensamble Gurrufío, El Cuarteto, Gualberto Ibarreto, Los Cañoneros y Los Antaños del Stadium entre otros el merengue venezolano ha recobrado su merecido espacio en la escena musical venezolana bajo la métrica de 5/8 la favorita de los músicos y compositores de las últimas décadas.

Vals venezolano

Aun cuando el vals es un ritmo proveniente de los grandes salones europeos de los siglos XVII y XIX, una nueva forma de valse surgió durante la primera década del siglo XIX en Colombia, Ecuador y Venezuela. Esta nueva forma de vals devino en un aceleramiento en el ritmo lo que a su vez produjo vertiginosas formas coreográficas en su baile. Mientras que en en Colombia y Ecuador recibió el nombre de pasillo, en Venezuela conservó el nombre de Valse o Vals venezolano.

Asi, el vals ha adquirido los instrumentos típicos de cada región venezolana para su ejecución. Aun cuando este género ha sido cultivado mayormente en los Andes y en la región centro-occidental de Venezuela, el vals ha tenido un papel preponderante en la música regional del centro y oriente de Venezuela. En la región andina, el violín y el bandolín son instrumentos solistas, acompañados de la guitarra, tiple y cuatro. En Lara se ejecuta con violín, mandolina, cuatro y guitarra. La melodía, generalmente en ocho compases, es entrecortada e insinuante, rompiendo de forma atrevida con la métrica europea y jugando con los silencios y compases de forma graciosa y saltarina. Esta influencia del valse llega a los serenateros y compositores románticos, quienes divulgaron ampliamente el vals-canción. La estructura musical característica de los valses populares consta de tres partes. Aún cuando muchos músicos firman sus composiciones con sus nombres, la mayoría han dejado sus creaciones en el anonimato.

Entre los más relevantes valses venezolanos de están, Dama Antañona (Francisco De Paula Aguirre), El Diablo Suelto (Heraclio Fernández), Conticinio (Laudelino Mejías), Brisas del Zulia (Amable Espina), Pluma y Lira (Telésforo Jaimes), Como llora una estrella (Antonio Carrillo), El Jarro Mocho (Federico Vollmer) y los mundialmente aclamados valses de Antonio Lauro (Nº2 "Andreina", Nº3 "Natalia" entre otros).

Música andina

Ensamble Gurrufío. De izquierda a derecha: Juan Ernesto Laya, David Peña, Cheo Hurtado y Luis Julio Toro.
Bambuco andino

Siendo típicamente andino (estados Táchira, Mérida y Trujillo), este género musical se localiza también en los estados Zulia, Lara y Distrito Capital, encontrándose en éstos últimos bajo formas de melodías románticas.

La sonoridad de la palabra «bambuco» evoca en la mente del oyente cierta cercanía con las melodías africanas. Sin embargo, la realidad es otra: el bambuco es un ritmo acompasado y cadencioso que tiene su origen en España y América. Su profunda raigambre en el territorio neogranadino hace que el bambuco trascienda las fronteras y se arraigue en el occidente venezolano, específicamente en los Andes y Zulia, donde sufre algunas modificaciones en los compases y estructura. Cabe destacar que en cada región adquiere un acento propio de la geografía y las tradiciones.

A decir de algunos musicólogos, el bambuco presenta ciertas analogías con la habanera, especialmente en los lánguidos matices del fraseo de sus versos. Sin embargo, mientras la versión cubana tiene un compás 3/4, el ritmo venezolano es 6/8 (semicorchea-corchea-semicorchea). Los especialistas recuerdan que las introducciones e interludios del bambuco emulaban instrumentalmente los tríos de boleros que colmaron la escena en el siglo XX. Su estructura musical rompe con todos los cánones, al no estar limitada a cuatro tonos cíclicos.

En cuanto al acompañamiento, en el bambuco venezolano están presentes el piano, el bajo y la guitarra, teniendo una característica especial en la región andina donde se incorporan la mandolina, el violín, el tiple, el cuatro, bandolín tachirense y la flauta. Los temas de inspiración son idílicos, nostálgicos y evocadores, con ciertos matices señoriales y hasta sublimes.

Música campesina
Hombre cantando, acompañado de un cuatro, en las cercanías del Hotel Humboldt, Caracas, Venezuela

La música campesina es una expresión cultural de los Andes venezolanos (Estados Mérida, Táchira, Trujillo y parte de Barinas). Se diferencia de la música llanera en que el güiro sustituye a las maracas y la guitarra remplaza al arpa. Tanto el cuatro como el bajo son utilizados en ambas manifestaciones. Alrededor de la década de 1970, el género se fue formando con las primeras agrupaciones y fue a través de las disqueras Divensa en Mérida, Potosí en Táchira y Tamarindo en el Vigía, que fue evolucionando y se fue dando a conocer. Hoy existe una cantidad interesante de agrupaciones representativas del género en su mayoría en el estado Mérida, la zona del Mocotíes y los pueblos del sur, aunque existen nuevas tendencias en la zona del Táchira, destacándose las agrupaciones de Pregonero, y San Cristóbal, su instrumentación consiste tradicionalmente en requinto, guitarra, violín, cuatro venezolano y güiro, algunas agrupaciones fusionan este estilo acompañándolo con percusión como congas y timbales.

Debido a la proximidad de la región andina con Colombia, la música campesina venezolana tiene influencias de la carranga y el vallenato. La música campesina ha alcanzado gran popularidad, además es un género con una larga lista de agrupaciones. Algunas de ellas han conocido el éxito a nivel nacional en radio y televisión con uno o varios de sus pegajosos sencillos hasta el punto de lograr que se organicen festivales en homenaje a la música campesina, y que se abran espacios o categorías para galardonar el género en premiaciones artísticas ya existentes, se destacan entre los grupos más mencionados: Los Serranitos de América, el Son Sureño, Los Auténticos Serranitos, Los Chacaritos, Eminente entre otros.

Musica Tachirense de Raiz

[2]​El término “música tachirense de Raíz” fue implementado a partir del año 2015 por el Músico Miguel Angel Chacón Acevedo, Director de la agrupación Los Montañeros y activista del impulso de los instrumentos Tachirenses y su música; este término se refiere principalmente a la música de finales del siglo XIX y principios del siglo XX que marcó la época de oro del bandolín tachirense.

La música tachirense de raíz se compone de varios géneros que se identifican principalmente por el círculo armónico, el ritmo y el “canto firme del bandolín”, siendo este último, la melodía característica del género. En este sentido la podemos dividir en dos grandes grupos; los géneros que se ejecutan a ritmo de Merengue Campesino y los géneros que se ejecutan a ritmo de Joropo Andino. Entre los merengues campesinos más destacados están el pato bombiao, manzanares y bombarda mientras en el ritmo de joropo andino están la perra baya, el macayao, guariconga, molinera y guacharaca.

Una importante característica a resaltar es que el canto y la improvisación de versos son fundamentales en la ejecución de la música tachirense de raíz ya que esta se desarrolla folkloricamente de manera colectiva. Esta forma de canto colectivo se conoce como "canto acomodado", y consiste en que las personas que desean cantar se organizan alrededor de los instrumentistas, muchas veces en forma de rueda o circulo, uno a uno van cantando versos que deben comenzar con la ultima frase de la persona anterior, de esta manera se va creando una cadena de canto donde la improvisación juega un papel fundamental, pues los versos deben rimar y tener relación con el verso del compañero anterior.

Calipso Guayanes o de El Callao

La agrupación Serenata Guayanesa

Ritmo que llegó a la Guayana Venezolana (Estado Bolívar) de la mano de inmigrantes antillanos que fueron a trabajar a las minas de oro del Callao en el siglo XIX. El calypso guayanés de El Callao, cantado tradicionalmente en inglés, se hace a partir de una batería rítmica de percusión basada en el bumbac, acompañada de charrasca, campana o cencerro y cuatro venezolano. Comúnmente se adiciona teclado, bajo eléctrico, instrumentos de viento, voces masculinas y femeninas. Woman del Callao es indiscutiblemente el calipso del Callao más reconocido dentro y fuera de Venezuela. Serenata Guayanesa junto Un Solo Pueblo y Convenezuela han sido las agrupaciones que han difundido el calipso tradicional venezolano fuera de la región del Callao en las últimas décadas.

Onda Nueva

Aldemaro Romero dirigiendo la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas en la celebración del 50 aniversario de Dinner in Caracas.

La Onda Nueva es un género musical desarrollado en 1968 por el músico, compositor y director de orquesta venezolano Aldemaro Romero teniendo como base al joropo venezolano, combinado con elementos de jazz e influencias del bossanova. El golpe de batería característico de la Onda Nueva fue desarrollado por el baterista venezolano Frank Hernández.

Según dijo Aldemaro Romero, "la Onda Nueva no es otra cosa que la sustitución de una orquestación por otra. En vez de arpa, cuatro y maracas; piano, bajo y batería: el trío ideal para tocar música de jazz"

Según lo señalado por el cantante, músico y compositor venezolano Alí Agüero, él fue llamado por Aldemaro Romero en el año 1968 para solicitarle que consiguiera una voz femenina y una masculina para un proyecto que estaba desarrollando, en el cual estaban incluidos además de Romero, el baterista Frank Hernández y el bajista Jorge Romero. Aldemaro Romero había seleccionado como vocalista a María Elena Peña y Alí Agüero se propuso para participar en el proyecto trayendo a su amigo, el cantante y músico José Ramón Angarita y a la cantante Zenaida Riera. En ese momento, Romero había sufrido un accidente automovilístico y estaba recluido en una clínica de Caracas, donde se iniciaron los ensayos. Una vez dado de alta, Romero continuó los ensayos e hizo un montaje del tema folklórico "Aragüita" cuya letra fue añadida por el poeta venezolano Germán Fleitas Beroes. El resultado fue mostrado al contrabajista rumano Jacques Braunstein, amigo del músico y director, quien opinó que aquello le parecía "una onda nueva". Aldemaro Romero encontró que ese nombre sería el ideal para el género que había creado.[2]​ Otra variante de la historia del surgimiento del género musical, contada por Frank Hernández señala que una empresa de publicidad le había encargado a Aldemaro Romero un tema venezolano moderno con instrumentos tales como piano, bajo y batería, sin recurrir a los instrumentos musicales tradicionales de géneros folklóricos y típicos venezolanos. A la hora de buscar el tema, Romero sugirió el tema “Aragüita”, pero tocado en la batería en forma "jazzeada" y no a la manera tradicional. A pesar de que Romero aprobó el resultado, la empresa publicitaria no lo aceptó.

Luego de hacer montajes y arreglos de temas venezolanos de su autoría, además de "Aragüita" y dos temas de los integrantes de The Beatles, Paul McCartney y John Lennon, Romero logró un contrato de grabación con la empresa venezolana, ya desaparecida, La Discoteca, C.A.. Producto de este esfuerzo fue el disco LP titulado “Aldemaro Romero presenta la Onda Nueva”, el cual fuera editado solo en forma analógica en dos ocasiones.

Al año siguiente, Aldemaro Romero y el compositor italiano Carlo Savina fueron contratados para la elaboración de la banda sonora de la cinta «La epopeya de Bolívar». Los temas compuestos, arreglados y grabados por Romero en Italia fueron recogidos en un álbum que se convirtió en el primer trabajo discográfico editado por su sello denominado "Onda Nueva", creado para proteger sus creaciones en lo sucesivo. La firma llegó a editar 6 discos más en formato LP y algunos discos sencillos de 45 rpm. En 1970, durante una estancia en México, firmó contrato con la empresa "Discos Musart" para realizar un disco de Onda Nueva con música mexicana tradicional, en el cual respaldó con orquesta a la vocalista chilena Monna Bell. Este álbum se tituló La Onda Nueva en México.[3]​

Paralelamente a ello, Romero creó, con base en ese género musical, el "Primer Festival Mundial de la Onda Nueva" cuyas presentaciones se realizaron en los días 28 al 30 de enero de 1971, en el Teatro Municipal de Caracas.[4]​ A este festival fueron invitados, entre otros, artistas tales como los orquestadores Franck Pourcel, Edmundo Ros, Waldo de los Ríos y Paul Mauriat, el violinista y orquestador Helmut Zacharias, el grupo brasileño Zimbo Trio, el bandoneonista Astor Piazzola; cantantes como Armando Manzanero, Marco Antonio Muñiz, Mirla Castellanos y Olga Guillot. Estos festivales, que se transmitieron por televisión a otros países, se celebraron hasta 1973, ya que Romero no recibió apoyo financiero del Estado Venezolano para continuarlos. Como resultado de estos festivales, surgieron colaboraciones de Romero con el guitarrista estadounidense Charlie Byrd, acuerdos para grabar algunos de los temas ganadores con su propio grupo denominado Aldemaro Romero y su Onda Nueva e incluso grabaciones, en las cuales no tuvo influencia Romero, en las cuales se usó como base el género de la Onda Nueva con intérpretes como Paul Mauriat, Caterina Valente, el italiano Nando Di Luca y los venezolanos Freddy León, Humberto Zárraga y Henry Rubio.

Al finalizar los festivales, Romero fue nombrado director de la sala de espectáculos Poliedro de Caracas y luego, en 1974 renuncia y marcha con su grupo a España, donde trató de interesar al público en la Onda Nueva. Allí firmaría dos contratos de grabación con CBS y Ariola para realizar sus álbumes Toma lo que te ofrecí (1974) y Una por una (1975), respectivamente. Al fracasar estos intentos, se dirigió a Italia en 1976. Allí volvería a interesar al público en su creación musical. Para ello, firmaría un contrato con el Istituto Latino Americano de Roma para producir el álbum titulado Aldemaro Romero E la Sua Onda Nueva con temas en español y versiones en idioma italiano de su música. Sin embargo, la gira que se proyectó en Italia para promocionar este trabajo, no pudo realizarse debido a la muerte de la esposa del baterista Frank Hernández. Ese mismo año, concluye el ciclo de la Onda Nueva con la grabación de un trabajo instrumental denominado Onda Nueva instrumental y con la producción y arreglos de Elaiza Romero & Augusto Martelli, un trabajo grabado por su hija mayor Elaiza Romero Soteldo y la dirección del orquestador italiano Augusto Martelli.

Durante la etapa de la Onda Nueva, Aldemaro Romero obtuvo el Primer Premio como Arreglista y Director en el Festival de la Canción Latina de México (1974), en el Festival de Mallorca (1976), en las Olimpiadas Musicales de Grecia (1977) y el Premio Superestrella Internacional en el Music-Expo de Miami (1975).

Música afrocaribeña

Otro género importado es la salsa cubano-americana, que ha producido varias superestrellas domésticas, incluyendo a Federico Betancourt, Oscar D'León, Vladimir Lozano, Alberto Naranjo, Alfredo "Cutufla" Franceschi, Nelson González Rojas «El Emperador de la Salsa», Porfi Baloa, Leonardo Pedroza, Carlos Quintana, Erik Franceschi, Samir Bazzi, Gustavo Aguado[3]​, Wilmer Lozano, Jonathan Moly, Nano-Gram, Omar Acedo, Victor Mendoza, Oswaldo Oropeza, Carlos “Nené” Quintero, Natividad Martínez, Alfredo Naranjo, Tito Madrigal, Joe Ruiz « El duro de la clave»,[4]Perucho Torcatt,[5]Sergio Pérez, Tony Monserrat, Frank Fernández «El Rey del Timbal», Orlando Watusi, Ray Pérez, Carlos Emilio Landaeta « Pan con queso», Luis «Tata» Guerra, Alberto Slezinger, El Negrito Calavén, Carlín Rodríguez, Dimas Pedroza, Dimas Chirinos, Ray Pérez, Mauricio Silva, Evio di Marzo, Marco Toro, Nelson Navas, Nelson Alizo, J.J. Hernández « El Indio de la Salsa», Benavides, Orlando Poleo, Olinto Medina, Argenis Carruyo, Carlos Tabaco Quintana, Norka Mendoza y Rogelia « Canelita» Medina y agrupaciones como La Dimensión Latina, El Clan de Víctor, Adrenalina Caribe, Nelson y sus Estrellas, Los Satélites, El Trabuco Venezolano, Orquesta de Instrumentos Latinoamericanos, Grupo Madera, Los Megatones de Lucho, Pedroza y sus Caciques,[6]Los Adolescentes, Daiquirí, Salserín, Orquesta Bailatino, Las Soneras, Sonora Tropical, Guaco, Los Dementes, Silva y Guerra, Los Peniques, Grupo Mango, Naty y su orquesta, Federico y su combo latino, El Trabuco Venezolano, El Salseto, Cadaver Exquisito, Orquesta Latino Caribeña Simón Bolívar, Servando y Florentino, Nelson Alizo y sus Estrellas, La Charanga 80, La Magnífica de Elio Pacheco, La Pandilla de Albóndiga, Coco y su sabor Matancero, la orquesta de Andy Durán, Alfredo Naranjo y su Guajeo, Orquesta Pelinkere, Tabaco y sus Metales y el Sexteto Juventud.

Oscar de Leon en Darmstadt (Alemania), 2009.

El merengue dominicano, el bolero, la cumbia colombiana, la guaracha, el son, la rumba, el regueton, están representados por la Billo's Caracas Boys, la orquesta de los Hermanos Belisario, la orquesta de Luis Alfonzo Larrain, Los Melódicos, La Pequeña Mavare, la orquesta Sans Souci, la Sonora Caracas, la orquesta de Chucho Sanoja, la orquesta de Aldemaro Romero, la orquesta de Anibal Abreu, la orquesta de Porfi Jiménez, Mario y sus Diamantes, Orlando y su Combo, Los Ideales, Los Originales, Los Master, Los Cantores del Trópico, El Sonero Clásico del Caribe, Los Naipes, Edmundo Ros and his orchestra, Bacanos, Los Hermanos Rodríguez, El Trío Venezuela, Los Blanco de Maracaibo, Los Profesionales, La Casino Riverside, La Tremenda, Los Palmers, Los Fantasmas del Caribe, el Super Combo Los Tropicales , Grupo A.5, Calle Ciega, Chino y Nacho.[7]​ Entre los cantantes destacan: Graciela Naranjo, Elisa Soteldo, Adilia Castillo, Alfredo Sadel, Felipe Pirela, Gisela Guedez, Rosa Virginia Chacin, Annaé Torrealba, Nancy Toro, Ruth Dimassis, ''«Toña»'' Granados, Antonio Lauro, Martha Rey, Santiago Tovar, Víctor Piñero, «El Rey del Merecumbé», Italo Pizzolante, Gonzalo Peña, Anny Cauz, Veronica Rey, Chico Salas, Víctor Pérez, Tanya, Manolo Monterrey, Rafa Galindo, Omar Enrique «El Principe del Merengue», Luisín Landaez, Emilita Dago, Marco Tulio Maristani, Manuel Enrique Pérez Díaz, Ely Méndez, Héctor Monteverde, Carlos Almenar Otero, Eduardo Serrano, Oswaldo Morales, Perucho Navarro, Cheo García, Luisito García, Tania, Miguel Moly, Nelson Henríquez, Aldo Donà, Pastor López («El Rey de la Cumbia»), Argenis Carruyo, José Luis Rodríguez, Liz, Diveana, Roberto Antonio, Potro Alvarez, Oscarcito, Chyno Miranda y Nacho entre otos.

Otros géneros del folklore

Otras formas de música tradicional venezolana son extensivamente grabadas e investigadas gracias al trabajo de la Fundación Bigott, con sede en Caracas. La Percusión afroamericana (incluyendo ritmos múltiples como sangueo, fulía y parranda) es quizás la forma musical mejor documentada.[8]​ Entre los conjuntos más importantes se destacan Un Solo Pueblo, Huracán de Fuego, Tambor Urbano, Los Vasallos del Sol, La sardina de Naiguatá y Grupo Madera. Los artistas más experimentales de fusión combinan rumba, jazz latino, el joropo, salsa y otras formas de música latinoamericana.

Música pop y rock

La banda de ska Desorden Público
La Vida Bohème, representantes del rock venezolano

La música pop y el rock son también muy populares, y varias bandas y solistas han tenido considerable éxito en el transcurso de los años. Algunos grupos bien conocidos son las bandas de ska Desorden Público, Guasacaca Zon, en el pop-rock Caramelos de Cianuro, Aditus y Témpano, en el dance y el funk Los Amigos Invisibles (banda más exitosa internacionalmente) y los grupos de rock ahora extintos, pero muy influyentes, Los Thunderbirds, Los Impala, Los Claners, Los 007, Los Darts, Los Dionys, Azúcar, Cacao y Leche, Syma, Los Memphis, La ofrenda, Sentimiento Muerto y Zapato 3. Recientemente, del 2010 en delante han surgido nuevas bandas dentro de la escena del rock alternativo venezolano que han recibido mayor atención internacional, en especial La Vida Bohème, banda que fue nominada a los Premios Grammy Latinos. Desde principios de la década de 1990, se realiza el Festival Nuevas Bandas, que busca agrupar a los jóvenes en torno al género rock.

Los Amigos Invisibles, grupo de dance, funk y fusión

En el género del Heavy metal, a finales de los años 1970 y principios de 1980 se inició un poderoso movimiento que perdura hasta nuestros días. Entre las bandas más reconocidas podríamos citar a Resistencia, Grand Bite, Torre de Marfil, Tinajas y Krueger entre otros, todo ello sin dejar de mencionar a los míticos Power age y Arkangel de Freddy Marshall, considerados como los padres del Heavy Metal en Venezuela y la banda de mayor proyección internacional en este estilo musical.

El movimiento musical contemporáneo ha visto florecer a un grupo importante de propuestas que han abierto nuevos espacios dentro la música venezolana. Adicionalmente, entre los solistas se han destacado Melissa («la Reina del Rock») en el new wave, Frank Quintero en el pop, Aguilar en el synth pop, Agni Mogollón en el soft-rock, Paul Gillman en el rock metal, Pablo Dagnino en el rock post-punk, Colina en el reggae, Jean Carlo De Oliveira (metal progesivo), Hernán "Eddie" Hermida en el heavy metal y Pablo Manavello en el pop-rock.

A finales de los años noventa un muy fuerte movimiento de música electrónica se extendió por el país. Varios grandes festivales multimedia tomaron lugar, tales como Caracas no Duerme, AX, Petaquire, Dermis Tatú, y Mare Nostrum. Estos eventos combinaron música con video y performances de artistas venezolanos tales como Luis Poleo, Oswaldo Grillet, Frank Wow, Cayayo Troconis y Sony. Las principales bandas/DJ de esta era son Ojo Fatuo, DJ Oddo y DJ Wyz.

A partir del 2000 hasta el presente se desarrolla un movimento musical de diversos estilos underground incluyendo grupos como: Malanga (pop rock), Masseratti 2lts (downtempo), La Vida Boheme (post-punk), Lmca (Electronic/Synthpop/post-punk/experimental), Viniloversus (indie rock), KP-9000 (trip hop), La Seguridad Nacional, Cardopusher (breakcore), Nuuro (IDM), Patafunk (Tropical/funk), FamasLoop (trip hop), Candy 66 (metal progresivo), Los Mentas (Rockabilly), Todosantos (nu rave/indietronica), Jimmy Flamante (breakbeat), Los Pixel (funk), Las Americas (shoegazing), Los Javelin (surf rock/rockabilly), Dondi (downtempo), Retrovértigo (post-rock), Lis (instrumental rock), Tercer Cuarto (alternative metal), Panasuyo (neo-folklore), Charliepapa (rock de garage, Pacheko (dubstep), Leo Vargas y sus Mestizos (rock folk). En relacion al rap y el hip-hop, se destacan Perucho Conde, Lil Supa, Canserbero, One Shot, Dame Pa' Matala (fusión de ritmos venezolanos con hip hop).

Algunos músicos baladistas venezolanos, como Alfredo Sadel, Mirla Castellanos, Mirtha Pérez, Mirna Ríos, Mayra Martí, Delia Dorta, Nancy Ramos, Cherry Navarro, Héctor Cabrera, Carlos Almenar Otero, Jorge Rigó, Elisa Rego, Antonietta, Lila Morillo, Patty Ross, Arelys, Lorenzo Herrera, Henry Salvat, Ofelia, Gloria Martín, Lilia Vera, Alí Primera, Rudy Márquez, Néstor Daniel Hoyer (Los Terricolas), Los Tres Tristes Tigres, Devorah Sasha, Rudy Hernández, Gualberto Ibarreto, Mireya Delgado, Luis Oberto, Emilio Arvelo, Jose Antonio Bordell, Gimeno, Armando Biart, Marlene, Roberto Luti, Ricardo Montaner, Natacha Guevara, Raul Naranjo conocido como “El pirata de la canción”, Miguel Itriago, Leonel Ruiz, Amilcar Briceño, José Luis Rodríguez «El Puma», Joel Pineda, Eleazar Agudo, Guillermo Dávila, Los Terrícolas, Franco De Vita, Juan Galea, Yordano, Luz Marina, Pecos Kanvas, Hanny Kaouan, Roque Valero, Rudy la Scala, Luis Silva, Natusha, Victor Muñoz, Servando y Florentino, Carlos Baute, Henry Stephen, Kiara, Karina, Mariana Vega, Laura Guevara, e Ilan Chester han ganado gran popularidad en otros países latinoamericanos.

Música clásica

Venezuela también ha producido compositores clásicos, tales como Teresa Carreño[9]​(renombrada pianista de talla mundial), Felipe Larrazábal, Reynaldo Hahn (director de la Opera de París), Augusto Brandt, Prudencio Esaá, Juan Bautista Plaza, Juan Vicente Lecuna, Franco Medina, José Antonio Calcaño, Víctor Guillermo Ramos Rangel, Jose Clemente Laya, Evencio Castellanos, Gonzalo Castellanos Yumar, Inocente Carreño, Modesta Bor, Ángel Sauce, Nazil Baez Finol, Daniel Milano,[10]Rafael Rengifo, Moisés Moleiro, Antonio Estévez, y Vicente Emilio Sojo (conocido por sus contribuciones a la musicología y la educación musical). Roberto Ruscitti siguió los pasos de Sojo. Entre los cultores del vals venezolano se encuentra Antonio Lauro, considerado uno de los mejores a nivel mundial interpretando y componiendo obras para la guitarra al igual que Raúl Borges, Alirio Diaz, Rodrigo Riera, Ruben Riera, Luis Zea, Luis Quintero y Rómulo Lazarde.

En 1954 Caracas fue la sede del I Festival de Música Latinoamericana donde se escuchó el estreno mundial de la Sinfonía India, de Carlos Chávez; la Cantata Criolla, de Antonio Estévez; las Bachianas N° 5 para soprano y cellos, de Heitor Villa-Lobos.[11]

Venezuela alberga una red nacional de conservatorios y escuelas de música.[12][13]​ También hay escuelas e institutos privados donde destaca el Colegio Emil Friedman de Caracas. Entre los institutos de estudios superiores en música o que tienen un departamento de música se encuentran la Universidad de las Artes, cuyo departamento de música es el antiguo Instituto Universitario de Estudios Musicales; la Universidad Central de Venezuela, que otorga diplomados en interpretación musical y posgrados en musicología, incluyendo doctorados; la Universidad Simón Bolívar, cuyo departamento de música otorga el grado de Magíster en Música en diversas áreas (Composición, dirección orquestal, dirección coral y educación musical), la Universidad de los Andes y desde 2011 la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, la cual otorga una Licenciatura en Música gracias al convenio con el Conservatorio Vicente Emilio Sojo.

Concierto en el Centro Nacional de Acción Social para la Música en Caracas

A partir de los años sesenta con la llegada del compositor greco-venezolano Yannis Ioannidis y la creación del Instituto de Fonología por el maestro Antonio Estévez, la composición musical tiene un gran desarrollo y se da inicio a la música contemporánea. Entre los más destacados exponentes de este tipo de música se encuentran: Alfredo del Mónaco, Servio Tulio Marín, Miguel Noya, Alfredo Marcano Adrianza, Emilio Mendoza, Miguel Angel Fuster, Juan Carlos Núñez, Eduardo Marturet (quién es sobre todo un director de orquesta internacional), Alfredo Rugeles, Adina Izarra, Adrián Suárez, Federico Ruiz, Hildegard Holland y Ricardo Teruel, entre otros.

El Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela es una obra del Estado venezolano fundada por el maestro José Antonio Abreu, en el año de 1975, para la sistematización de la instrucción y la práctica colectiva de la música a través de la orquesta sinfónica y el coro como instrumentos de organización social y desarrollo comunitario. Conocido también como El Sistema, comprende una red de 120 orquestas juveniles y 60 orquestas infantiles, con un número de aproximadamente 350.000 jóvenes dedicados a la música.

Entre los prominentes músicos y compositores que han estudiado, fundado o impartido clases en estas instituciones se encuentran: Alberto Grau, María Guinand (una de las fundadoras y coordinadoras de la Maestría de Música de la Universidad Simón Bolívar), Diana Arismendi, Ricardo Teruel, Adina Izarra, José Francisco Del Castillo, Gabriela Montero, Sir Augusto Ramírez, Judith Jaimes, Carlos Riazuelo, Inocente Carreño, Maurice Hasson, Gonzalo Castellanos Yumar, Eric Colon, Felipe Izcaray, Jesús Hernández, Frank di Polo, Humberto Bruni Lamanna, Josefina Benedetti, Alfredo Rugeles, Abraham Abreu, Aquiles Baéz, Jaime Martínez, Alexis Cárdenas, Carlos Duarte, Cecilia de Majo, Juan Carlos Núñez, Huáscar Barradas, Pedro Eustache, Edicson Ruiz, José Antonio Abreu, Benjamín Brea, Carmelo Cacioppo (músico).

Músicos venezolanos

El cantautor venezolano Simón Díaz, uno de los mayores exponentes de la música tradicional venezolana.
Aldemaro Romero dirigiendo la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas en la celebración del 50 aniversario del disco Dinner in Caracas.

Pedro Elías Gutiérrez es el compositor de la zarzuela Alma Llanera con textos de Rafael Bolivar Coronado estrenada el 19 de septiembre de 1914 en el Teatro Municipal de Caracas. El tema musical homónimo Alma Llanera es hoy considerado como el segundo himno de Venezuela.

Juana María de la Concepción, conocida comúnmente como Conny Méndez,[14]​ nació el 11 de abril de 1898 en Caracas. Fue una compositora, cantante, escritora, caricaturista y actriz que produjo más de 40 composiciones, como por ejemplo: Yo soy venezolana, Chucho y Ceferina, La Negrita Marisol, Venezuela habla cantando, entre muchas otras.

Aldemaro Romero[15][16]​ fue un prolífico compositor. Fusionó muchos géneros musicales que van desde el jazz, pasando por la música caribeña hasta valses venezolanos y trabajos sinfónicos, lo cual ayudó a modernizar la música tradicional venezolana. De esa manera, creó un estilo que él mismo denominó Onda Nueva.[17]

Músicos y compositores venezolanos notables son, entre muchos otros: Aldo Abreu, César del Avila, Alfredo Sadel, Simón Díaz, Hugo Blanco, Eneas Perdomo, Armando Molero, Billo Frometa, Chelique Sarabia, María Luisa Escobar, Luis Mariano Rivera, Ángel Custodio Loyola, Manny Delgado, Luis Cruz, Ignacio "Indio" Figueredo, Alí Primera, Gloria Martín, Cristóbal Jiménez, Italo Pizzolante, Luis Felipe Ramón y Rivera, Fredy Reyna, Jacinto Pérez «El Rey del Cuatro», Vladimir Ludovic, Cheo Hurtado, Hernán Gamboa, Ivan Perez Rossi, Miguel Siso, Gualberto Ibarreto, Juan Carlos Salazar, Ulises Acosta, Caterina Lescano, Luis Castro«El Rey del Bordon» , Prisca Dávila, Carlos Bereciartu, Lilia Vera, Victor Cuica, Beto Valderrama, César Prato, Eudes Balza, Rafael Brito, Huáscar Barradas, Edy Marcano, Luis Gómez-Imbert, Gustavo Morantes, Benjamín Brea, Ezequiel Serrano, Roldán Peña, Gerardo López, Alí Agüero, Renato Capriles, Renato Salani, Leonard Jácome, Miguel Angel Fuster, Marek Jan Wesolowski, Ed Calle, Eduardo Lanz, Eduardo Serrano, Henry Martínez, Glenn Tomassi, Álvaro Paiva, Elvis Cano, José Sifontes, Reyna Lucero, Agni Mogollón, Cecilia Todd, Roberto Todd, Telesforo Naranjo, Vytas Brenner, Gerry Weil, Xulio Formoso, Edmundo Ros, Francisco Pacheco, Édgar Quintero, Reynaldo Armas, Alexis Rossell, Vidal Colmenares, Maruja Muci, María Teresa Chacín, Leonor Fuguet, Enrique Hidalgo, Juan Vicente Torrealba, Laudelino Mejias, Gilberto Mejias Palazzi, Pablo Schneider, Orlando Flores, Rubén Cedeño, Otmaro Ruiz, Enrique Atencio, Rudy Regalado, Pablo Gil, Antonio Naranjo, y William Naranjo así como los grupos Serenata Guayanesa, Los Cuñaos, El Cuarteto, Medio Evo, Los Guaraguao, Los Pájaros, Un, dos , tres fuera, Los Chamos, Grupo Unicornio, Los Terrícolas, Guaco, Alondra, Acuario, Trio Venezuela, Los Cuatro, C4 Trío, Voz Veis, Vocal Song, Urbanda, Quinto Criollo, Los Hidalgo, Ensamble Gurrufío, y Maracaibo 15 entre otros.

Gustavo Matamoros es un destacado compositor venezolano dedicado a la experimentación con el sonido y su relación con la mente y la cultura del ser humano. Él ha trabajado principalmente con técnicas contemporáneas tales como los medios electroacústicos, los medios mixtos, el «performance», las instalaciones, la radiofonía y los espectáculos de medios múltiples. Actualmente reside en los Estados Unidos.

Véase también

Escuelas y Academias

Referencias

  1. Tomado del anexo explicativo del Long play Primer Encuentro Folklórico infantil del Zulia. Zulia, su gente y su Folklore. Volumen 1 realizado por la Unidad de Investigación de Antropología y Folklore de Instituto Zuliano de la Cultura. «Tipos de Gaita». Archivado desde el original el 21 de marzo de 2013. Consultado el 10 de abril de 2013. 
  2. Miguel Angel Chacón Acevedo, Investigación Personal, Cordero - Táchira
  3. http://www.el-nacional.com/noticias/entretenimiento/gustavo-aguado-hablo-presentacion-furrial_218118
  4. http://asocosalsa74.blogspot.com/2006/10/joe-ruizel-duro-de-la-clave.html
  5. http://asocosalsa74.blogspot.com/2008/09/perucho-torcat.html
  6. http://asocosalsa74.blogspot.com/2008_06_01_archive.html
  7. Bendahan, Daniel. 1990. Siete Músicos Venezolanos. Cuadernos Lagoven, Lagoven, S.A. Caracas. 140p. ISBN 980-259-292-7
  8. Salazar; Briseida. 1990. San Benito canta y Baila con sus Chibangueros. Fundación Bigott. Caracas. 2562p. ISBN 980-07-0026-9
  9. Milanca Guzmán, Mario. 1987. Teresa Carreño. Gira caraqueña y evocación. Cuadernos Lagoven, Lagoven, S.A. Caracas. 140p. ISBN 980-259-151-3
  10. http://www.musica.coord.usb.ve/svmc/directorio.html
  11. «La modernidad musical en Venezuela», Numa Tortolero
  12. Asuaje de Rugeles, Ana Mercedes, Guinand, María y Bottome, Bolivia. 1986. Historia del Movimiento coral y de las Orquestas Juveniles en Venezuela. Cuadernos Lagoven, Lagoven, S.A. Caracas. 96p. ISBN 980-259-064-9
  13. Pérez Perazzo, Jesús Ignacio. 1989. El Maravilloso Mundo de La Banda. Cuadernos Lagoven, Lagoven, S.A. Caracas. 96p. ISBN 980-259-257-9
  14. Juana María de la Concepción (Conny Méndez) http://www.venezuelatuya.com/biografias/conny_mendez.htm
  15. Catálogo de Obras para saxofón de compositores de América Latina: Aldemaro Romero «Copia archivada». Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016. Consultado el 26 de abril de 2015. 
  16. Aldemaro Romero http://salsa2u.freeservers.com/aldemaroromero.htm
  17. Los Festivales de Onda Nueva http://musicapopulardevenezuela.blogspot.com/2008/01/los-festivales-de-onda-nueva.html

Bibliografía

  • Cook, Federico. 1986. El cuatro Venezolano. Cuadernos Lagoven, Lagoven, S.A. Caracas. 108p. ISBN 980-259-100-9
  • Crespo, Luis Alberto. 1991. La Música del Cedro y la Caoba. Venezuela Tierra Mágica Corpoven, S.A. Caracas. 24p. ISBN 980-259-464-4
  • Castillo Didier, Miguel. 1993. Cayetano Carreño. Biblioteca Ayacucho.Caracas. 226p. ISBN 980-276-169-9
  • Ramón y Rivera, Luis Felipe. 1969. La Música Folklórica de Venezuela. Monte Ávila Editores, S.A. Caracas. 241p.
  • Ramón y Rivera, Luis Felipe. 1955. Cantos de Trabajo del Pueblo Venezolano. Fundación Eugenio Mendoza. Caracas. 56p.
  • Rosenberg, Dan and Phil Sweeney. «Salsa con Gasolina». 2000. In Broughton, Simon and Ellingham, Mark with McConnachie, James and Duane, Orla (Ed.), World Music, Vol. 2: Latin & North America, Caribbean, India, Asia and Pacific, pp 624-630. Rough Guides Ltd, Penguin Books. ISBN 1-85828-636-0

Enlaces externos