Martin Heidegger

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 17:13 3 jun 2020 por IVFC14 (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Martin Heidegger


Rector de la Universidad de Friburgo
21 de abril de 1933-27 de abril de 1934
Predecesor Wilhelm von Möllendorff
Sucesor Eduard Kern

Información personal
Nacimiento 26 de septiembre de 1889
Messkirch, Bandera de Imperio alemán Imperio alemán (actual Alemania Alemania)
Fallecimiento 26 de mayo de 1976
(86 años)
Friburgo de Brisgovia, Bandera de Alemania Occidental Alemania Occidental
Causa de muerte Enfermedad infecciosa Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Messkirch Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Alemana
Familia
Padres Friedrich Heidegger
Johanna Kemp
Cónyuge Elfride Heidegger Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educación Dr. en filosofía, 1914;
Dr. phil. hab. 1916
Educado en
Tesis doctoral
Supervisor doctoral Arthur Schneider (supervisor Ph.D.) y Heinrich Rickert (supervisor de Dr. phil. hab.)
Alumno de
Información profesional
Ocupación Filósofo, poeta y profesor universitario Ver y modificar los datos en Wikidata
Área Filosofía Ver y modificar los datos en Wikidata
Empleador
Estudiantes doctorales Hans Jonas, Herbert Marcuse, Víctor Farías, Hans-Georg Gadamer y Fernando Huidobro Ver y modificar los datos en Wikidata
Estudiantes Hannah Arendt, Carlos Astrada, Günther Anders, Karl Löwith, Charles Malik, Ernst Nolte, Emmanuel Lévinas, Karl Rahner, Jan Patočka, Alberto Wagner de Reyna, Sigrid Hunke y Ernesto Mayz Vallenilla Ver y modificar los datos en Wikidata
Movimiento Movimiento revolucionario conservador Ver y modificar los datos en Wikidata
Lengua literaria Alemán
Obras notables
Conflictos Primera Guerra Mundial Ver y modificar los datos en Wikidata
Partido político Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (de 1933 a 1945)
Miembro de Academia de Ciencias y Humanidades de Heidelberg (desde 1958) Ver y modificar los datos en Wikidata
Firma

Martin Heidegger (Messkirch, 26 de septiembre de 1889 - Friburgo de Brisgovia, 26 de mayo de 1976) fue un filósofo alemán, considerado por muchos especialistas como el pensador más influyente del siglo XX y de la filosofía contemporánea[1][2][3][4][5]​.

Tras sus inicios en la teología católica, desarrolló una filosofía que influyó en campos tan diversos como la teoría literaria, social y política, el arte y la estética, la arquitectura, la antropología cultural, el diseño, el ecologismo, el psicoanálisis y la psicoterapia.

En Ser y tiempo (1927), Heidegger aborda el significado de "ser" al considerar la pregunta "¿qué es común a todas las entidades que las convierten en entidades?" Heidegger aborda esta pregunta a través de un análisis de Dasein, su término para el tipo específico de ser que poseen los humanos, y que asocia estrechamente con su concepto de "ser-en-el-mundo" (In-der-Welt-sein).[6]​ Esta concepción de lo humano contrasta con la de pensadores racionalistas como René Descartes, que había entendido la existencia humana más básicamente como pensar, como en Cogito ergo sum ("Pienso, luego existo").

Además de ser uno de los intelectuales de mayor peso dentro del movimiento revolucionario conservador[7][8][9][10][11]​, fue miembro y seguidor del Partido Nazi.[12][13]​ Existe controversia entre la la corcondancia de su filosofía con el nazismo.[14][15]

Biografía

Nació en Messkirch, distrito de Baden, el 26 de septiembre de 1889, hijo de Friedrich Heidegger, tonelero y sacristán, y de Johanna Heidegger (Johanna Kemp de soltera).[16]​ Estudió teología católica, ciencias naturales y filosofía. Pronto se aleja del catolicismo, al que considera una influencia "extrafilosófica"[17]​ que «se le hace inadmisible»,[18]​ pasando de la teología católica, primero a la filosofía, y después al protestantismo,[a]​ expresando su preferencia por un «cristianismo libre».[18]​ Se comprende así que Bultmann afirmara de Heidegger: «procede del catolicismo, pero es completamente protestante».[19]

En la Universidad de Friburgo de Brisgovia (donde estudió filosofía) fue discípulo de Carl Braig[20]​ y de Heinrich Rickert, uno de los máximos exponentes del neokantismo de la Escuela de Baden y luego asistente de Edmund Husserl, el fundador de la fenomenología. Comenzó su actividad docente en Friburgo en 1915, para luego enseñar durante un período (19231928) en Marburgo. Retornó a Friburgo en ese último año, ya como profesor de filosofía.

Es una de las figuras protagónicas de la filosofía contemporánea: fue uno de los primeros pensadores en apuntar hacia la «destrucción de la metafísica» (movimiento que sigue siendo repetido), en «quebrar las estructuras del pensamiento erigidas por la Metafísica (que domina al hombre occidental)», que planteó que «el problema de la filosofía no es la verdad sino el lenguaje», con lo que hizo un aporte decisivo al denominado giro lingüístico, problema que ha revolucionado la filosofía. Mantuvo vigencia en muchos pensadores europeos —y con el paso del tiempo en los no europeos—, a partir de la publicación de Ser y tiempo (1927). El estilo innovador, complicado y aún oscuro que utiliza Heidegger con el fin de abrir-mundos según el pensador (y que muchos consideran que es terriblemente oscuro y casi místico) influyó en Hans-Georg Gadamer, el estilo singular y difícil que utiliza Jean-Paul Sartre en El ser y la nada, el de Jacques Lacan cuando redacta sus Escritos, el de Jacques Derrida con su crítica a la Presencia, Gianni Vattimo y a una gran parte de pensadores envueltos en el debate sobre la muerte de Dios y el Ser, el nihilismo, la postmodernidad y la época post-capitalista.[cita requerida]

Ahora bien, la obra de Heidegger, aborda, al tratar problemas ontológicos, también problemas de tipo semiótico; es de este modo que influye directamente en los hermenéuticos: Paul Ricoeur, Rüdiger Bubner y Hans-Georg Gadamer.

Obras

Etapas

La obra de Heidegger suele entenderse como separada en dos períodos distintos cuya ruptura se encontraría en el viraje (Kehre) experimentado por su enfoque filosófico, por lo que es habitual hablar de dos etapas o momentos en su pensamiento[¿según quién?]. Digamos que esta decisión señalada por estudiosos y críticos de su obra, el filósofo nunca la aceptó:

  • Momento en que se sirve de la analítica existencial como instrumento o «prolegómeno» para replantear la pregunta tradicional de la metafísica, la pregunta por el «ser», como pregunta por el «sentido de ser» (claramente desde los primeros párrafos de Ser y tiempo). En esta etapa se concluye que el sentido de ser es íntimamente dependiente del tiempo, por esto podemos considerar la primera etapa como marcada por una búsqueda del «ser del tiempo».
  • Un segundo periodo en el que, como el propio autor señala, concibe su pensamiento como el desarrollo de una «historia del ser». El objetivo fundamental de esta «historia del ser» radica en la comprensión de los vínculos entre el desarrollo de la cuestión del ser en la filosofía y la historia de Occidente (aunque no señalado por muchos, encarar este momento según este enfoque, nos lleva a reminiscencias hegelianas). Esta segunda etapa ya no pretende abordar el «ser del tiempo» sino que se encara frente a los «tiempos del ser», en este sentido puede ser comprendido el viraje que se produce en su filosofía.
La Mesmerhaus, en Messkirch, casa en la que se crio Heidegger.

El primer periodo viene marcado por su principal obra, Ser y tiempo (1927), obra que pretende abordar la pregunta por el sentido de ser, pero que, quedando inconclusa, se centra en el estudio de la existencia humana. En esta obra confluyen, principalmente, tres tradiciones filosóficas: historicismo y hermenéutica a través de la lectura de Dilthey, irracionalismo (Kierkegaard) y fenomenología (Husserl).

En la segunda etapa de su pensamiento, cuyos primeros síntomas se perciben en su texto sobre La esencia de la verdad, el filósofo estudia la historia de la metafísica[21]​ como proceso de olvido del ser, desde Platón, y como caída inevitable en el nihilismo (cuando se piensa el ente tan sólo, éste termina por aparecer vacío). En este sentido será fundamental su obra Nietzsche, obra donde se define su concepto de nihilismo.

De esta época son especialmente interesantes las obras en que revisa la historia de la filosofía, a través de las que irá aflorando una «nueva metafísica» cuyo germen ya estaba presente en su obra Ser y tiempo, sólo que allí permaneció oculta entre los diversos y penetrantes análisis sobre el hombre entendido como Dasein —ser-ahí o ser-el-ahí—, que llevó a cabo. Dasein, en su especificidad, comienza el interrogatorio. Dasein es el ser que en cada situación investiga y cuestiona adecuadamente.

Algunos académicos consideran que dividir la obra de Heidegger en "dos etapas" condiciona de entrada su lectura en conjunto en tanto desfigura la noción de "trayecto", fundamental para comprender Ser y Tiempo.[22]

Ser y tiempo

Diagrama de Ser y tiempo (en alemán).
Vista de la cabaña de Heidegger en Todnauberg. Allí escribió la mayor parte de Sein und Zeit.

En Ser y Tiempo, pese a ser una obra que quedó incompleta, Heidegger plantea ideas centrales de todo su pensamiento. En ella, el autor parte del supuesto de que la tarea de la filosofía consiste en determinar plena y completamente el sentido del ser, no de los entes, entendiendo por «ser», en general, aquello que instala y mantiene a los entes concretos en su entidad.[23]

En la comprensión heideggeriana, el hombre es el ente abierto al ser algo menudo, pues sólo a él «le va» su propio ser, es decir, mantiene una explícita relación de co-pertenencia con él. La forma específica de ser que corresponde al hombre es el «ser-ahí» (Dasein), en cuanto se halla en cada caso abocado al mundo, lo cual define al «ser-ahí» como «ser-en-el-mundo» (según traduce José Gaos) o «estar-en-el-mundo» (según vierte Jorge Eduardo Rivera).[23]​ De esa estructura parte la analítica existencial del Dasein, que en Ser y tiempo juega el papel de ontología fundamental.[24]

La distinción de la filosofía moderna, desde Descartes, entre un sujeto encerrado en sí mismo que se enfrenta a un mundo totalmente ajeno es inconsistente para Heidegger: el ser del hombre se define por su relación con el mundo, relación cuya forma de ser no consiste en un «comercio» entre sujeto y objeto, o en una teoría del conocimiento que también los implique, sino que es propia de la existencia (Dasein) como «ser-en-el-mundo», y encuentra su fundamento ontológico en el «Cuidado» (Rivera) o «Cura» (Gaos) (Sorge). Estas categorías (en rigor, existenciales o existenciarios [Existenzialien]) le sirven para comprender por dónde pasa la diferencia entre una vida auténtica, que reconozca el carácter de «caída» que tiene la existencia (propiedad), es decir, la imposibilidad de dominar su fundamento (el ser), y una vida inauténtica o enajenada, que olvida el ser en nombre de los entes concretos (impropiedad).[23]

La dimensión temporal del ser y la dimensión temporal del hombre —en cuanto proyecto del «ser-ahí» y enfrentamiento a la muerte (el ser-ahí es también «estar vuelto hacia la muerte» [Sein zum Tode])—, sería el otro gran olvido de la filosofía clásica. El esfuerzo de Heidegger por pensar el ser como relación de los entes en el tiempo está en la base del posterior movimiento hermenéutico.[23]

Polémica en torno al nacionalsocialismo

Su importancia dentro de la filosofía —llamada filosofía continental por algunos autores angloamericanos— se ha visto marcada por la polémica, sobre todo la de su adhesión al Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP: Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei) al cual estuvo afiliado desde 1933 hasta 1945.[25]​ Entre los especialistas la relación de Heidegger con el nazismo ha venido siendo un tema de discusión en el cual no hay consenso.

El discurso del rectorado

Según algunos, el discurso que pronunció en la toma de posesión del rectorado de la Universidad de Friburgo (1933), así como sus conferencias en los seminarios de la Universidad entre 1933 y 1935,[26]​ son una clara muestra de su apoyo intelectual inicial al nazismo. La renuncia al rectorado, muy poco después de ocuparlo, no evitó que en 1945 fuera destituido como docente en Friburgo, tras la ocupación de Alemania por los aliados al final de la Segunda Guerra Mundial. El mismo Heidegger se refiere a su rectorado en escritos como los siguientes: El rectorado, 1933–1934. Hechos y reflexiones; «Entrevista del Spiegel: Conversación de Spiegel con M. Heidegger:[27]​ "Ya sólo un Dios puede salvarnos"».[28]​ Estos textos han sido recogidos en esta obra: Martin Heidegger: Escritos sobre la universidad alemana, Editorial Tecnos, Madrid, 2ª edición, 1996. Estudio preliminar, traducción y notas de Ramón Rodríguez García.

Solo en el año 1951 se reincorporó, si bien su actividad académica fue ya mucho menos constante. Su primer curso en la Universidad tras su reincorporación —para cuya concreción tuvo que ser nombrado profesor emérito, tal como lo indica Heinrich Wiegand Petzet en Encuentros y diálogos con Martin Heidegger, 1929–1976 (Katz Editores, Buenos Aires, 2007)—, ha sido recogido en el libro ¿Qué significa pensar?Was heißt denken?—, publicado por la Editorial Trotta de Madrid, en 2006; traducción de Raúl Gabás Pallás (hay una versión previa, publicada por la Editorial Nova de Buenos Aires;[29]​ segunda edición, 1964; traducción de Haraldo Kahnemann). Aunque recibió de algunos de sus discípulos, como Herbert Marcuse, la sugerencia insistente de que se retractara públicamente de su discurso de 1933, el filósofo desestimó el consejo y nunca quiso dar explicaciones en los términos pedidos por Marcuse. Sin embargo, la relación entre ambos culmina de una manera especial, según relata Franco Volpi:

In uno dei suoi ultimi viaggi in Germania, il 12 agosto 1976, di passaggio dalla rinomata libreria di Fritz Werner, di cui anche Heidegger era cliente, Marcuse vergava nel quaderno degli ospiti le seguenti parole: «In ricordo dell'ammirevole dignità con cui Heidegger ha terminato i suoi giorni. Che anche a noi possa essere accordata la grazia di invecchiare con dignità, lucidità e serenità».
En uno de sus últimos viajes a Alemania,el 12 de agosto de 1976, pasando por la famosa librería de Fritz Werner, de la que también fue cliente Heidegger, Marcuse anotaba en el libro de visitas las siguientes palabras: «En memoria de la admirable dignidad con la que Heidegger terminó sus días. Que también a nosotros nos pueda ser concedida la gracia de envejecer con dignidad, lucidez y serenidad».

La controversia

La controversia sobre el papel político de la filosofía de Heidegger fue lanzada en 1946 por Karl Löwith.[30]​ El artículo posterior de Löwith sobre el "decisionismo",[31]​ los de Nicolas Tertulian sobre las Contribuciones a la Filosofía,[32]​ así como la publicación de los libros Heidegger y el Nazismo de Víctor Farías,[33]Martín Heidegger en camino a su biografía del historiador Hugo Ott[34]​ y Heidegger: La introducción del nazismo en la filosofía de Emmanuel Faye,[26]​ han avivado la polémica.

Entre quienes han confrontado o atacado frontalmente a Heidegger por una mera cuestión ideológica se encuentran Jürgen Habermas, Theodor Adorno, Hans Jonas, Pierre Bourdieu, Maurice Blanchot, Emmanuel Levinas, Richard Rorty, Luc Ferry, Alain Renaut, Hassan Givsan, Jean-Pierre Faye, Richard Wolin y Henri Meschonnic.

Entre quienes en la actualidad han venido desarrollando la crítica de la obra de Heidegger y los vínculos filosóficos entre su pensamiento, el nazismo, el antisemitismo y el movimiento völkisch se encuentran, además de los ya citados Víctor Farías y Emmanuel Faye, al lingüista François Rastier,[35]​ a los investigadores Sidonie Kellerer,[36][37]Stéphane Domeracki,[38]Johannes Fritsche[39]​ y Gaëtan Pegny. En el ámbito hispanohablante se encuentran el filósofo Julio Quesada Martín[40]​ y Nicolás González Varela.

Si bien para algunos no es posible abordar su obra sin reservas de carácter político, la mayoría de los filósofos, estudiosos e investigadores actuales prefieren tomar el trabajo de Heidegger en su sentido estrictamente filosófico[cita requerida], que también es controvertido, aunque de otra manera. Desde la filosofía analítica, su obra ha sido criticada con dureza, sobre todo por Rudolf Carnap. Otros representantes de la filosofía analítica, como Richard Rorty y Hubert L. Dreyfus han dado, posteriormente, una buena acogida a su pensamiento, sobre todo este último. Pero el pensamiento heideggeriano también ha suscitado adhesiones entusiastas: así, una serie de representantes de la filosofía francesa— Jean-Paul Sartre, Maurice Merleau-Ponty, Michel Foucault, Jacques Derrida, Paul Ricoeur, Jean Beaufret François Fédier y Jean-Luc Nancy. Entre los que han comprendido la filosofía de Heidegger —aunque polemicen con ella— están también Walter Biemel, Otto Pöggeler, Jan Patocka, José Ortega y Gasset, Xavier Zubiri, Julián Marías, Jean Grondin e innumerables otros— que admiraron la capacidad de precisión de su lenguaje, así como su aportación al discurso poshumanista.

Pidió ser enterrado en el cementerio católico de Messkirch. En lápida brilla una estrella: “Ir hacia una estrella. Sólo eso”, dijo una vez.

Según Heleno Saña, hay quienes "imitan a su maestro Heidegger y sus juegos malabares con las palabras, que sobre todo en el Heidegger tardío reemplazan una y otra vez a los conceptos rigurosos. De ahí que, con plena razón —desde el punto de vista de los detractores del gran pensador—, Pierre Bourdieu haya podido acusar al filósofo de la Selva Negra de "doble juego" y de valerse de una "alquimia filológico-filosófica" (L'ontologie politique de Martin Heidegger).[41]​ Y concluye: "El producto final del discurso de Heidegger y de sus discípulos es un galimatías abstracto y desligado totalmente de los problemas, preocupaciones y retos de la vida real".

Víctor Farías —uno de los principales detractores del filósofo—, intenta poner de manifiesto la función vitalizadora que Heidegger tiene en las formas totalitarias y extremistas en la actualidad. El subtítulo de su libro más reciente, Heidegger y su herencia, es muy expresivo respecto del punto de vista y de las intenciones del autor de dicha obra: "Los neonazis, el neofascismo y el fundamentalismo islámico".[42]

Domenico Losurdo considera que los orígenes del nazismo de Haidegger se encuentran en la "ideología de la guerra" (Kriegideologie) defendida por la generación de intelectuales que vivieron la I Guerra Mundial, desde liberales como Marianne y Max Weber o Naumann, hasta los exponentes del movimiento revolucionario conservador, como Sombart y Jünger, desarrollada en un nominalismo filosófico, inspirado en Burke, que rechazó las categoría universales de "humano" y "humanidad", así como el deseo de paz como decadencia, según las teorías de Jaspers o Spengler; y finalmente convertido en base de los teóricos del régimen y del "destino" de Alemania, como Schmitt, Baeumler y el propio Heidegger.[43]

Emmanuel Faye —otro de los mayores detractores del filósofo, junto con Víctor Farías y Julio Quesada, a los que se ha agregado últimamente Peter Trawny— considera que en su conjunto la obra de Heidegger continúa difundiendo a escala planetaria los fundamentos del nazismo.[26]​ Para Faye hay continuidad en el pensamiento heideggeriano anterior a 1933, entre 1933 y 1945 y después de 1945. En 1935 en la Introducción a la metafísica Heidegger había elogiado la "verdad interna y la grandeza" del movimento nazi, "como el encuentro de la técnica determinada planetariamente y del hombre moderno"; Faye relaciona la concepción heideggeriana de la tecnología con su apología del nazismo, tal y como Heidegger la expresa en una entrevista de 1966:[44]

"veo la situación del hombre en el mundo de la técnica planetaria no como un destino inextricable e inevitable, sino que, precisamente, veo la tarea del pensar en cooperar, dentro de sus límites, a que el hombre logre una relación satisfactoria con la esencia de la técnica; el nacionalsocialismo iba sin duda en esa dirección, pero esa gente era demasiado inexperta en el pensamiento como para lograr una relación realmente explícita con lo que hoy acontece".[27]

Desde 1949 Heidegger equiparó "en su esencia" los campos de exterminio y la bomba de hidrógeno con la agricultura convertida en industria motorizada, con lo cual, según Faye, trató de negar el genocidio e invisibilizar sus responsables.[44]​ Faye recuerda que en el curso de invierno 1933-1934 titulado De la esencia de la verdad, Heidegger presentó a sus estudiantes los objetivos de “explotar las posibilidades fundamentales de la estirpe original germánica y conducirla al poder" y "enfrentar al enemigo" externo o interno, para lo cual la exigencia radical es encontrar el enemigo y enfrentarlo hasta exterminarlo totalmente (völligen Vernichtung), "para que la existencia no sea entorpecida".[44]

Faye documenta la ruta de lo que según él es una codificación del nazismo en términos filosóficos.[44]​ Parte de las conferencias de 1925 "El actual combate por una visión del mundo histórica", en las cuales Heidegger afirmó que para interrogarse sobre "el carácter del ser" es necesario un "suelo" (Boden) y que se requiere apropiarse de un pasado, allí donde sea posible "encontrar las raíces auténticas de nuestra existencia". Continúa con Ser y Tiempo donde rechazó cualquier esclarecimiento de la existencia apoyado en culturas extranjeras, pues conduce a la pérdida del "suelo" y consideró que la existencia auténtica sólo se realiza como "destino común" de un pueblo.[26]​ En el curso del invierno de 1934-1935 sobre la Germania de Hölderlin, Heidegger exclamó subrayando el texto editado: "La Patria es ‘el ser’ mismo" (Das Vaterland ist ‘das Seyn’ selbst).[44]​ En la entrevista de 1966 declaró:

Sé, por la experiencia e historia humanas, que todo lo esencial y grande sólo ha podido surgir cuando el hombre tenía una patria y estaba arraigado en una tradición.[27]

Faye anota que el cambio de Heidegger después de 1946 radicó en que la historicidad que en 1933-1934 identificaba con el presente, con lo "actual", pasa a relacionarse con el pensar el futuro a partir de los rasgos decisivos de la época actual, en diálogo con el "destino del mundo"; Hölderlin, a quien buscó convertir en "potencia agitadora del pueblo alemán", pasó a ser para Heidegger el poeta que enseña el futuro, el “pensamiento venidero” (die künftige Denken) que asume la tarea de pensar la pérdida de la tierra natal y de la patria.[44]

Para Emmanuel Lévinas, la ontología heideggeriana abre la posibilidad del "Mal elemental", que se inscribe en la ontología del ser preocupado sólo por el ser, "para el cual en su ser está en juego ese mismo ser",[45]​ sin conseguir abrirse paso hacia la alteridad. La ontología heideggeriana, según Lévinas, permanece interna al ser, dominada por su "inter-es", pues abre el yo al mundo, pero cierra la existencia y el ser al "Otro", a la trascendencia, que es una real exterioridad pues no está al servicio del ser, sino que es responsabilidad ética y amor.[46]​ De manera que Heidegger así no percibió que la posibilidad esencial del "Mal elemental" puede acceder por la lógica, posibilidad "para la cual la filosofía occidental no estaba suficientemente precavida".[45]

En 2014 se inició la publicación de los Cuadernos negros (Schwarze Hefte), treinta y cuatro cuadernillos con cubiertas enceradas de color negro en los que el filósofo redactó una serie de apuntes entre 1931 y 1976, permitiéndo así arrojar nueva luz sobre su nivel de compromiso personal con el nacionalsocialismo y revaluar la dimensión política de su pensamiento.[47]​ El año 2016 se publicó la correspondencia entre Martin y su hermano Fritz Heidegger bajo el título de Martin Heidegger und der Antisemitismus[48]​ en donde se confirma que su adhesión al nazismo es tan temprana como desde 1931, así en la carta fechada el 18 de diciembre de 1931 Martin Heidegger escribe:

Espero que vayan a leer el libro de Hitler; los primeros pocos capítulos autobiográficos son débiles. Este hombre tiene un instinto político seguro y remarcable, y lo tuvo incluso cuando el resto de nosotros estábamos aún en la niebla, no hay manera de negarlo. El movimiento Nacional Socialista pronto ganará una fuerza completamente diferente. No se trata de la mera política partidista —se trata de la redención o caída de Europa y la civilización occidental. Cualquiera que no lo entienda merece ser aplastado por el caos[49][50][51].

Véase también

Notas

  1. Así se desprende de una carta del 9 de enero de 1919 dirigida al párroco católico que le había casado (Engelbert Krebs), en la que manifiesta su ruptura con el «sistema del catolicismo».

Referencias

  1. Leyte, A. (2005). Heidegger. Madrid: Alianza Editorial, pp. 52-53.
  2. "With his transforming of Husserl’s transcendental phenomenology of consciousness into an interpretative inquiry into the ontological foundations of Western metaphysics, Heidegger launched an entire movement in philosophical thought that has made him the most influential philosopher of the 20th century." en: Kruger-Ross, M. (2015). Raising the Question of Being in Education by Way of Heidegger's Phenomenological Ontology, Indo-Pacific Journal of Phenomenology, 15(2), p. 7.
  3. "Martin Heidegger is now widely recognized as the most influential philosopher of the Twentieth Century." en: Thomson, I. (1999). The end of onto-theology: understanding Heidegger's turn, method, and politics.
  4. "Heidegger is certainly the most influential philosopher of our time." Rockmore, T. (1997). On Heidegger's Nazism and philosophy. University of California Press, p. 1.
  5. Feenberg, A. (2000). "From essentialism to constructivism: Philosophy of technology at the crossroads" en Technology and the Good Life? (Chicago: University of Chicago Press), pp. 294-315.
  6. Velasquez, M. (2012). Philosophy: A Text with Readings. Boston: Cengage Learning, p. 193
  7. "The “Conservative Revolution” is a highly cultural current of thought that developed in Germany after 1918 in opposition to the Weimar Republic and that is characterized by a refusal of democracy and parliamentarianism. Although it dominated the cultural climate of Germany between 1918 and 1933, it was sharply divided into a multitude of factions. Armin Mohler counted more than 430 groups in a list that was by no means exhaustive. This current of thought brought together such diverse personalities as the writers Thomas Mann (in his earlier days), Stefan George, Gottfried Benn, Ernst von Salomon, and Ernst Jünger; the philosophers Oswald Spengler and Martin Heidegger" en: François, S., & Godwin, A. (2008). The Euro-Pagan Scene: Between Paganism and Radical Right. Journal for the Study of Radicalism, 1(2), p. 52.
  8. "D’ailleurs, Pierre-André Taguieff affirme que le recours à la philosophie de Martin Heidegger, qui se situait dans la mouvance révolutionnaire conservatrice, permit à Alain de Benoist à la fin des années soixante-dix, «une reformulation du néo-paganisme»." en François, S. (2005). Les paganismes de la Nouvelle Droite (1980-2004). Université du Droit et de la Santé - Lille II, p. 99.
  9. "[T]he most studied aspect of the impact of the war on philosophy: the development of a German "conservative revolution" and "reactionary modernism" during the 1920s and 1930s in the writings of Martin Heidegger and Carl Schmitt." en: De Warren, N. (2014). The first world war, philosophy, and Europe. Tijdschrift voor Filosofie, 76, p. 720.
  10. "In many ways, Heidegger was an exponent of the German "Conservative Revolution" against the theory and practice of liberal democracy during the Weimar Republic. Like most of the revolutionary conservatives, he rapidly became disillusioned with the Nazi regime, which had resulted from that revolution." en Romoser, G. K. (1967). Heidegger and Political Philosophy-Alexander Schwan: Politische Philosophic im Denken Heideggers. Vol. II of Ordo Politicus: Neue Freiburger Beiträge zur Politikwissenschaft.(Cologne and Opladen: Westdeutscher Verlag, 1965. Pp. 206. DM 28.). The Review of Politics, 29(2), p. 263.
  11. "(...) but Carl Schmitt, Martin Heidegger, and Ernst Jünger, the founding fathers of the German 'Conservative Revolution', and one-time fellow travellers of Nazism" en: Griffin, R. (2007). "Postscript: A Different Beginning?" en Modernism and Fascism (London: Palgrave Macmillan), pp. 365-369.
  12. Farin, Ingo (2016). Reading Heidegger's "Black notebooks 1931--1941. Cambridge, Massachusetts London, England: The MIT Press. ISBN 978-0262034012. 
  13. Press, The MIT. «Reading Heidegger's Black Notebooks 1931–1941». The MIT Press. 
  14. Sharpe, Matthew (2 de octubre de 2018). «On Reading Heidegger—After the "Heidegger Case"?». Critical Horizons 19 (4): 334-360. ISSN 1440-9917. doi:10.1080/14409917.2018.1520514. 
  15. Fried, Gregory(ed.) (2020). Confronting Heidegger: a Critical Dialogue on Politics and Philosophy. Rowman and Littlefield. ISBN 9781786611918. 
  16. Safranski, R. (2003). «Cronología de Martin Heidegger». Un maestro de Alemania. Martin Heidegger y su tiempo (1ª edición). Tusquets. p. 543. ISBN 8483108666. 
  17. «Consideraciones sobre la religión en la fenomenología del joven Heidegger.». César Lambert. Consultado el 15 de abril de 2018. 
  18. a b Denker, A.; Gander, H.H.; Zaborowski, H. (2004). Heidegger und die Anfänge seines Denkens. Heidegger - Jahrbuch 1. Freiburg/München: Verlag Karl Alber. p. 67. 
  19. Maestro Cano, Ignacio C. «Protestantismo, pensamiento y cultura en Alemania». Biblio3W. Revista bibliográfica de geografía y ciencias sociales. Consultado el 29 de septiembre de 2016. 
  20. Heidegger, Zur Sache des Denkens, 81f; s. auch Heidegger: Frühe Schriften 11, GA 1, 57; Thomas Sheehan: Heidegger's Lehrjahre, en: John Sallis et al. (Hg.): The Collegium Phaenomenologicum, Dordrecht/Boston/London: Kluwer 1988, 77-137, hier 94f.
  21. M. Heidegger: Conferencias y artículos, “Superación de la metafísica”, Barcelona, 1994 Archivado el 14 de mayo de 2011 en Wayback Machine. Consultado: 25-06-2.011
  22. Leyte, op. cit., pp. 42-43.
  23. a b c d Biografías y Vidas. «Martin Heidegger». Consultado el 4 de septiembre de 2004. 
  24. Vigo, Alejandro. Arqueología y aleteiología. Estudios heideggerianos, pág. 117. Logos Verlag, Berlin 2014. En Google Books.
  25. En la polémica obra de Víctor Farías —que fue alumno de doctorado de Heidegger— Heidegger y el nazismo se profundiza en este tema y se aportan diversas pruebas.
  26. a b c d Faye, Emmanuel (2009) Heidegger. La introducción del nazismo en la filosofía. Madrid: Akal. ISBN 978-84-460-2584-9
  27. a b c Entrevista del Spiegel a Martin Heidegger Archivado el 7 de agosto de 2013 en Wayback Machine.; traducción y notas de Ramón Rodríguez, en Tecnos, Madrid, 1996.
  28. M. Heidegger: “El último dios”, Revista de Filosofía. Cordoba. Año VI. N° 8-9, nov. 96. Archivado el 14 de mayo de 2011 en Wayback Machine. Consultado: 25-06-2.011
  29. M. Heidegger: “¿Qué significa pensar?”, Buenos Aires, Nova 1964. Archivado el 14 de mayo de 2011 en Wayback Machine. Consultado: 25-06-2.011
  30. Löwith, Karl (1946) "Les implicatios politiques de la philosophie de l'existence de Martin Heidegger"; Les Temps modernes (noviembre 1946): 346.
  31. Löwith, Karl (1984) "Der okasionelle Dezisonismus von c. Schmitt"; Sämlitche schriften 8: 61-71.
  32. Tertulian, Nicolas (1990) "Histoire de l'être et révolution politique. Réflexions sur un ouvrage posthume de Heidegger"; Les Temps modernes 45 (523): 109-136. "Qui ha peur du débat?"; Les Temps modernes 45 (529-530): 214-240.
  33. Farías, Víctor (1988) Heidegger y el Nazismo. Fondo de Cultura Económica. Edición ampliada: Palma de Mallorca: Lleonard Muntaner, 2009.
  34. Ott, Hugo (1992). Heidegger de camino a su biografía. Alianza Editorial. 
  35. Rastier, François (2015). Naufrage d'un prophète - Heidegger aujourd'hui. Presses Universitaires de France. ISBN 978-2-13-061948-2. 
  36. Kellerer, Sidonie (2014). «La guerra invisible de Martin Heidegger». Revista Stoa. Archivado desde el original el 20 de noviembre de 2016. Consultado el 20 de noviembre de 2016. 
  37. Kellerer, Sidonie (2011). «La máscara de Heidegger. «La época de la imagen del mundo» – La metamorfosis de un texto». Academia.edu. Consultado el 20 de noviembre de 2011. 
  38. Domeracki, Stéphan (2016). Heidegger et sa solution finale. Connaissances et Savoirs. ISBN 978-2-7539-0311-1. 
  39. Fritsche, Johannes (1999). Historical Destiny and National Socialism in Heidegger's Being and Time. University of California Press. ISBN 9780520210028. 
  40. Quesada Martín, Julio (2008). Heidegger de Camino al Holocausto. Biblioteca Nueva. ISBN 9788497428637. 
  41. Saña, Heleno (2007). «la filosofía de la desesperanza». Historia de la filosofía española (1ª edición). Almuzara. pp. 202-3. ISBN 978-84-96710-98-6. 
  42. Farias, Víctor (2010). Heidegger y su herencia. Los neonazis, el neofascismo y el fundamentalismo islámico (1ª edición). Madrid: Tecnos. (Grupo Anaya). ISBN 978-84-309-5018-8. 
  43. Losurdo, Domenico (1991). La comunidad, la muerte, Occidente: Heidegger y la ideología de la guerra. Buenos Aires: Losada, 2001. ISBN 950-03-8056-0. 
  44. a b c d e f Ser, história, técnica de extermínio na obra de Heidegger, Conferência de Emmanuel Faye o dia 13 de abril de 2011 ao receber o doctorado honris causa. Academia Brasileira de Filosofía. Consultado el 4 de enero de 2014.
  45. a b Lévinas, Emmanuel (1934) Quelque réflexions sur la philosophie de l'hitlérisme; Esprit 26. Paris: Rivage Poche, 1997.
  46. Sebbah, François-David (2003) "Le Mal élémentaire"; Lévinas, Ambigüités de l'altérité. Les Belles Lettres.
  47. Moreno Claros, Luis Fernando. «Frustración y antisemitismo: Los Cuadernos negros de Heidegger». Consultado el 26 de julio de 2015. 
  48. Homolka, Walter y Heidegger, Arnulft (editores) (2016). Heidegger und der Antisemitismus. Positionen im Widerstreit. Herder. 448p. ISBN 978-3-451-37529-3
  49. Luisa Zielinski (18 de octubre de 16). «In his own words». The Paris Review (en inglés). Consultado el 20 de noviembre de 2016. 
  50. Pijamasurf (24 de octubre de 2016). «Nuevas cartas confirman sin lugar a dudas el nazismo de Martin Heidegger». Consultado el 20 de noviembre de 2016. 
  51. Eric Aeschimann (13 de octubre de 2016). «“Je me suis inscrit hier au parti...” : Heidegger, chronique d’un nazi ordinaire». Nouvel Observateur (en francés). Consultado el 20 de noviembre de 2012. 

Enlaces externos