Órgano (instrumento musical)

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Órgano

Órgano de la Basílica de Weingarten.
Características
Clasificación Instrumento de teclado
Instrumento de viento
Tesitura
Músicos
Fabricantes Véase Lista de fabricantes de órganos y categoría:Fabricantes de órganos
Artículos relacionados

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Órgano de Verospi.

El órgano es un instrumento musical armónico de teclado. Los sonidos se generan haciendo pasar aire por tubos de diferentes longitudes (desde pocos centímetros hasta varios metros). Se clasifica como instrumento de viento o aerófono en la categoría instrumentos de teclado y también dentro de la subcategoría aire insuflado, junto al acordeón y al armonio.

Consta de diferentes registros o sonidos, cuyo timbre dependerá de la forma, tamaño, material o mecanismo de producción del sonido. Se maneja mediante uno o más teclados para tocar con las manos, y otro consistente en unos pedales en la parte inferior que generalmente gobiernan los registros más graves, aunque también se pueden emplear para generar otra voz aguda. Los distintos registros se accionan mediante unas palancas o botones al alcance de la mano del organista. Todo el sistema puede ser mecánico, eléctrico o electrónico dependiendo de la naturaleza de la fabricación del instrumento.

En el pasado, el aire se suministraba por medio de unos fuelles movidos a mano, o también por medio de una turbina accionada por una corriente de agua suministrada por una cisterna que era llenada de agua a mano. Actualmente se suministra mediante compresores accionados por motores eléctricos.

El órgano se toca con manos y pies, lo cual hace recomendable el estudio de otros instrumentos de teclado para poder pasar a su estudio como instrumento.

Historia

El órgano de la iglesia parroquial de Ayerbe tiene 56 teclas y los tubos de los extremos van en disminución hacia el centro y de éste surgen otros tubos que superan a aquellos en longitud.

El órgano tubular tiene su origen en Grecia por el antiguo inventor Ctesibio quien ideó diversos artilugios que funcionaban con agua y aire, tal es el caso del hydraulis. El órgano fue conocido por los romanos y se adoptó por la Iglesia como acompañamiento a las ceremonias religiosas en el siglo VII.

A lo largo de la historia, los órganos han sido:

  • Portátiles o fijos, según se puedan trasladar o no.
  • Hidráulicos o neumáticos, según sea que el aire se genere por la tensión o presión de agua (fría o caliente), o bien por fuelles manuales o eléctricos (que es el sistema actualmente en uso).

La invención de los fuelles parece remontarse al siglo IV en Oriente, pues se dibujan en un bajorrelieve del obelisco de Teodosio en Estambul. Hasta el siglo XII se emplearon los dos sistemas, que resultaban siempre muy complicados, y al llegar al siglo XIII se abandonaron completamente los hidráulicos. Se generalizó desde entonces en las iglesias el instrumento, que fue adquiriendo lentamente su perfección hasta el siglo XVI. En el siglo XIV se simplificó el juego de los fuelles que antes exigía la fuerza de muchos hombres y se convirtió el teclado en cromático siendo antes diatónico.

Teclado del Órgano de la Basílica de San Martín en Alemania obra de Joseph Gabler.

En el siglo XV se construyeron órganos de dimensiones más grandes y fijos (continuaron los portátiles y pequeños para iglesias menores) y se le añadieron pedales. En el siglo XVI se aumentó el tamaño de los órganos, se los encerró en una caja, tal como hoy los conocemos, y se inventaron los teclados sobrepuestos. En el siglo XIX se perfeccionó hasta el punto de alcanzar un solo órgano la extensión de diez octavas con cinco teclados. En las últimas décadas, con la aplicación de la electricidad a los órganos, se ha conseguido simplificar los sistemas de palancas y dar mayor rapidez a todos los movimientos.

Órgano de la catedral de Sevilla.

El órgano en la música académica europea

Como solista

Representación pictórica de Hubert Van Eyck.

En la música académica europea el órgano, como solista y tocado solo, ha tenido grandes compositores que le destinaron obras célebres, sobre todo en la época barroca, edad de oro del instrumento; destaca el aporte de Johann Sebastian Bach en el siglo XVII y Olivier Messiaen en el siglo XX. Sin embargo el órgano, por ser un instrumento completo (es decir, que tiene todo lo necesario para interpretar una obra casi de cualquier tipo), no tiene necesidad de depender de otro instrumento, ya que sus registros y su arquitectura musical (la forma como se gobierna el órgano)lo hacen independiente. Es el único instrumento para el cual se han compuesto "sinfonías", debido a la paleta sonora de los instrumentos más grandes, particularmente mejorada en el s. XIX.

Renacimiento

Ya en la edad media hubo colecciones de piezas para órgano solo; en el Renacimiento tuvo su primera edad de oro. Antonio de Cabezón (1510-1566) es uno de los mejores organistas de su época y uno de los más destacados en el ámbito español; para el órgano escribió tientos, pasacalles, variaciones, etc.

Barroco

En el barroco el órgano tuvo su apogeo y época dorada, tanto en intérpretes como en compositores y organeros.

En Italia destaca la figura de Frescobaldi (1585-1641), cuya obra Fiori musicali (1635) es una de las más importantes en el ámbito teclístico.

En los Países Bajos hay otro ilustre ejemplo con Jan Pieterszoon Sweelinck(1560-1621). Él y Frescobaldi son los dos primeros genios de la literatura barroca del teclado.

En Francia el órgano tenía un papel relevante en la vida musical,y la escuela francesa del órgano tuvo su máximo apogeo entre 1660 y 1720. Los más ilustres exponentes de la escuela es F. Couperin (1668-1733). Después la escuela, junto con la escuela del clave, pierde prestigio y la música francesa del instrumento desaparece ante la indiferencia de los grandes compositores, como J. P. Rameau (1683-1764). En 1790 ya esta en plena decadencia y hay sólo compositores menores.

En España hay numerosas figuras destacables durante todo el periodo, desde Francisco Correa de Arauxo y Juan Cabanilles hasta Antonio Soler (1729-1783), cuya producción organística es la más importante del siglo XVIII en el ámbito iberoamericano.

En Inglaterra los dos más ilustres representantes son Purcell (1659-1695), que compuso piezas de temática libre, y Händel (1685-1759), que compuso conciertos para órgano y orquesta.

Órgano de Klosterlechfeld, Alemania.

En Alemania el órgano tuvo una importancia capital en todos los sentidos; la calidad y cantidad de las obras y el gran número de compositores durante todo el periodo hicieron que el órgano tuviera ahí el máximo apogeo.

La escuela alemana, que puede dividirse en la del norte, la del sur y la del centro, tuvo su apogeo entre 1650 y 1750 con los tres compositores más importantes de la literatura Alemana: Pachelbel (sur) (1653-1706), Buxtehude (norte) (1637-1707) y, sobre todo, Bach (1685-1750), cuya aportación fue la más importante del periodo barroco.

Desde 1750 hasta la actualidad

Órgano de la iglesia de San Pedro de los Francos, Calatayud, España.

Después de la época barroca y de la muerte de los grandes compositores del periodo entre 1706 y 1750, el órgano entró en decadencia en la música de concierto; la indiferencia de los grandes compositores hace que se le reserve casi exclusivamente para música religiosa. En el periodo clásico, Mozart y Haydn sólo compusieron algunas sonatas y fantasías el primero, y el segundo, conciertos para órgano. Beethoven, por su parte, lo usó en su gran Missa Solemnis.

En el romanticismo, salvo contadas excepciones, siguió relegado por los grandes compositores, aunque Mendelssohn, Anton Bruckner, Brahms, Jesús Guridi y Franck destinan grandes obras a este instrumento, como los corales (1897) y las sonatas (1845) de Brahms y Mendelssohn respectivamente.

Órgano de la Ópera de Sídney, Australia.

Sin embargo, los organistas y compositores belgas César Franck (1822-1890) y Jacques-Nicolas Lemmens (1823-1881) recuperan las obras de Bach y hacen revivir el órgano, lo que lleva a una edad de plata con sus discípulos franceses Alexandre Guilmant (1837-1911) y Charles-Marie Widor (1844-1937). Las sonatas del primero y, sobre todo, las nueve sinfonías del segundo representan obras que explotan las enormes posibilidades del gran órgano romántico, gracias también a la labor innovadora del organero Aristide Cavaillé Coll (1811-1899). Puede decirse que Widor es al órgano lo que Bruckner a la orquesta sinfónica: un autor que al explorar las posibilidades más amplias y complejas del instrumento lleva la forma sinfonía/sonata a su máxima expansión, sin romper con la tonalidad clásica.

Órgano Pérez Molero siendo tocado (se necesitan dos personas, una que se encargue del teclado y otra que mueva los fuelles a mano para suministrar el aire), en el Museo de la Música de Barcelona.

De entre los discípulos de Widor seguramente el más notable es Louis Vierne (1870-1937), que llegó a recibir el estímulo y aprecio de César Franck. Autor de seis importantes sinfonías, de numerosas piezas de fantasía y de diversos estilos para órgano. Asimismo, con Vierne los conciertos de órgano en París adquieren la categoría de acontecimiento cultural, y el autor llegará a dar varios recitales por los Estados Unidos. También tuvo éxito como intérprete Joseph Bonnet (1884-1944), discípulo de Guilmant. Bonnet compuso solamente para órgano, y casi toda su obra entre 1908 y 1913. Autor ecléctico, recuperador de la tradición gregoriana y notable maestro de la variación, compuso desde obras litúrgicas hasta otras de corte romántico o impresionista.

Con ello, en el siglo XX el órgano recupera otra vez su papel de instrumento rey, y alcanza su cumbre en la ricas y complejas obras de Olivier Messiaen (1908-1992), así como en el concierto de órgano (1938) de Francis Poulenc, aunque el autor sin duda más prolífico es Marcel Dupré (1886-1971).

En el Museo de la Música de Barcelona se expone una importante colección de órganos barrocos, clásicos y románticos de distintos orígenes.

Selección de obras para órgano

Barroco

Tocata y fuga en re menor, BWV 565
Tocata y fuga en re menor, BWV 565 de Johann Sebastian Bach (1685-1750)

Clásico

  • Fantasías y sonatas de W. A. Mozart (1756-1791)
  • Dos conciertos para órgano de F. Haydn (1732-1809)
  • Concierto para órgano de Michel Corrette (1707-1791)
Archivo:Organo de tubos iglesia de Santa María de Ateca.jpg
Organo de tubos Iglesia de Santa Maria (Ateca) 1798

Romántico

Siglo XX

Otras facetas en obras musicales: como acompañante

El órgano, aparte de ser un instrumento solista, ha tenido otras facetas en las obras, como acompañamiento o realización del bajo continuo.

En la edad media y el renacimiento, el órgano, antes de que se compusieran obras a "solo" o como solista, se utilizaba para acompañar o entonar el canto gregoriano, misas, motetes y piezas polifónicas de Leonín y Perotín (de la Escuela de Notre Dame), siendo el único instrumento que se podía tocar en la música religiosa.

En la época barroca, con la aparición del bajo continuo, el órgano, junto con el clave, el fagot y el laúd adquiere una importancia capital, porque el órgano permitía hacer acordes juntos y alargar notas para realizar el bajo continuo. Entonces, desde 1600 hasta 1750, el órgano esta prácticamente como parte del bajo continuo en todas las obras vocales religiosas, y también, se puede decir la instrumental. Todos los compositores barrocos hicieron la técnica del bajo continuo, entre ellos, Monteverdi, Lully, Brutexude, Couperin, J. S. Bach, etc. Como ejemplos de obras que requieran el apoyo del órgano haciendo el bajo continuo se podían citar las 200 cantatas sacras de J. S. Bach (1685-1750) o el Gloria RV 589 de Vivaldi (1675-1741).

Coro del templo de Santa Prisca de Taxco.

Además de la técnica del bajo continuo, al órgano también se le dio un papel de acompañante melódico como ejemplo, algunas árias de cantatas sacras de J. S. Bach o los himnos de H. Purcell (1659-1695).

En el clasicismo y épocas posteriores, con el desuso del bajo continuo, el órgano recupera el papel de acompañante y entonador y se relega básicamente a la música religiosa, como algunas piezas de voz y órgano de C. Franck.

Selección de obras como acompañante o parte del bajo continuo

Organistas famosos

Véase Categoría:Organistas

Hablando de compositores para órgano, el periodo barroco fue el más fructífero para el instrumento, con compositores de gran renombre como Dietrich Buxtehude, Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Händel y Antonio Vivaldi, del romanticismo Mozart, Franz Liszt, Robert Schumann, Johann Pachelbel, Alexandre Boël, Felix Mendelssohn, Anton Bruckner, Bartholdy, Léon Boëllmann, Johannes Brahms y César Franck. Del siglo XX tenemos a Charles-Marie Widor, Jehan Alain, Olivier Messiaen, Francis Poulenc, Jeanne Demessieux y Marcel Dupré.

Como intérpretes se pueden destacar a Albert Schweitzer, Lionel Rogg, Helga Schauerte-Maubouet y Adelma Gómez. La francesa Marie-Claire Alain es considerada la organista de mayor éxito, con cerca de doscientos cincuenta discos editados y cuatro millones de copias vendidas, grabó en tres ocasiones la obra integral de órgano de Johann Sebastian Bach, además de registrar las obras de una docena de compositores.

Bandas sonoras de cine

A partir de la primera mitad del siglo XX el órgano se encuentra en bandas sonoras de cine, compositores como destinan brillantes participaciones en algunas de sus bandas sonoras haciendo una función completamente diferente visto desde entonces.

A partir de aquí, el órgano, conforme avanza el siglo XX encuentra un hueco en más ámbitos musicales, como las bandas sonoras de series o anuncios.

Un interesante ejemplo son las piezas contemporáneas de órgano compuestas por Hans Zimmer para la película Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto, donde dedica dos temas al antagonista de la película Davy Jones y su mascota el Kraken, lo interesante aquí es que el órgano ha sido llevado a una nueva faceta: una partitura que no incluye pedales y además tiene un amplio apoyo de instrumentos digitales para orquesta. Hans Zimmer también compuso la banda sonora de "Interstellar", donde el órgano era el solista de las piezas, acompañado de una orquesta.

También tenemos a otro compositor: Danny Elfman, quien compuso melodías de órgano similares en torno al apoyo de otros instrumentos, dedicadas a las películas Batman y Batman Returns.

Bandas sonoras de videojuegos

Más recientemente, a partir de la década de 1980, compositores de música para videojuegos han utilizado samples para emular este instrumento en algunas piezas de sus bandas sonoras para videojuegos.

Es a partir de la generación de 16 bits (1989-1996) donde, teniendo una calidad de sonido decente en las consolas Mega Drive, Super Nintendo, las Recreativas y Neo Geo se percata un buen sample que emula el sonido real de un órgano.

Uno de las primeras apariciones del órgano es en la banda sonora de la recreativa Vampire Killer (1988) de Konami, ligando entonces para siempre en las bandas sonoras de la saga Castlevania.

En 1991 encontramos dos excelentes bandas sonoras, Super Castlevania IV y Super Ghouls ghosts donde el órgano tiene un papel bastante importante.

También, en el mismo año, Nobuo Uematsu le da un papel importante en las bandas sonoras de Final Fantasy IV (1991,) y más adelante en Final Fantasy VI del año (1994) de Square, donde se ve una fuerte influencia de la escuela alemana barroca con Bach, Brtutexude, etc. y hay pistas memorables como "Dancing Mad".

Michiru Yamane, compositora de muchas de las bandas sonoras de los juegos de la saga Castlevania, le un papel estelar en los juegos Castlevania Symphony of the Night (1997), Harmony of Dissonance (2002), Aria of Sorrow (2003), Lament of Inoccence (2003) y Curse of Darkness (2005) donde la música está muy influenciada también por la música organística del barroco.

Otro ejemplo del uso del órgano en bandas sonoras en videojuegos es Tri-Ace en la mayoría de sus videojuegos actuales, como Star Ocean o Baten Kaitos (este último desarrollado por Tri-Crescendo, compañía gemela de Tri-Ace que desarrolla las bandas sonoras). El célebre músico que compone las obras es Motoi Sakuraba, conocido por crear las BSO de numerosos RPJ's.

En The Legend of Zelda: Ocarina of Time el antagonista, Ganondorf, espera a Link tocando el órgano.

En Crash of the Titans durante la pelea contra N.Gin, este toca un órgano mientras sus mutantes atacan a Crash.

Selección de obras destacables en otras músicas

Bandas sonoras de anime

  • Dragon Ball Z (1989-1996)
  • Naruto (2002-...): al parecer es solamente una corta repetición rediseñada del principio de la fuga de Johann Sebastian Bach de su famosa obra Tocata y Fuga en Re menor.
  • Silent Möbius (1998): al comienzo del opening se escucha el introito en órgano
  • Saru! Get You ~On Air~: el tema de Pipotron J se basa en Música Gótica En el fondo y con Notas de Órgano, Curiosamente se desconoce si se basa en una obra clásica, o es una Improvisación.

Bandas sonoras de videojuegos

Véase también

Referencias

Enlaces externos