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Antártida Argentina
Reclamación territorial argentina
 
Situación de la Antártida Argentina
Situación de la Antártida Argentina
 
Mayor base científica
 • Población
 • Coordenadas
Base Esperanza

80 hab. (permanentes)
63°23′54″S 56°59′46″O / -63.39833, -56.99611
País  [1]
 • Provincia
 • Departamentos
Bandera de Argentina Argentina
Tierra del Fuego
Sector Antártico Argentino e
Islas del Atlántico Sur (Orcadas)
Dirección científica nacional Instituto Antártico Argentino,
Dirección Nacional del Antártico
Superficie[1]
 • Total

965.597 km²
Población[1]
 • Total
 • Densidad
 • Dif. intercensal

163 (INDEC, 2001)
0,0 hab/km²
14,79%
Gentilicio antártico/a
Huso horario UTC-3
Dominio Internet .ar, .aq
Prefijo telefónico 0054 + 02901
Bases Esperanza y Marambio:
0054 + 02964
Código Postal 9411
Dirección Nacional del Antártico
Comando Antártico Argentino

1 La soberanía sobre el sector es disputada por el Reino Unido y parcialmente por Chile. Por aplicación del artículo 4 del Tratado Antártico de 1959, las disputas de soberanía se encuentran suspendidas.

Antártida Argentina o Sector Antártico Argentino, es la denominación que en la Argentina se aplica al sector de la Antártida comprendido entre los meridianos 74° O y 25° O, el paralelo 60° S y el Polo Sur. Esta zona es reivindicada por la República Argentina, que la considera como una de sus regiones geográficas y como parte integral de su territorio; se encuentra superpuesta parcialmente, entre el Polo Sur y la Tierra de San Martín (denominación de la península Antártica en la cartografía oficial argentina), con el área oriental del territorio reclamado por Chile (Territorio Chileno Antártico) y totalmente con la región reclamada por Reino Unido (Territorio Antártico Británico).

Administrativamente para la Argentina el área forma parte de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, englobando completamente el Departamento Antártida Argentina. A su vez, las islas Orcadas del Sur forman parte del Departamento Islas del Atlántico Sur.

Las reclamaciones antárticas argentinas están basadas en consideraciones históricas, geológicas, de presencia humana argentina continuada y de proximidad a la Argentina Continental Americana. El ejercicio de la soberanía argentina sobre la Antártida Argentina se efectiviza en todos los aspectos que no se encuentran limitados por la firma del Tratado Antártico en 1959. El cual destinó las actividades antárticas exclusivamente a fines pacíficos de los países firmantes y adherentes, congelando los litigios territoriales e impidiendo la realización de nuevas reclamaciones o la ampliación de las existentes mientras dure su vigencia.[2]

La superficie estimada de la Antártida Argentina es de 1.461.597 km², de la cual 965.314 km² corresponden a tierra firme. La capa de hielo tiene un espesor de 2 km en promedio. Las temperaturas oscilan entre 0 ºC en verano y -60 ºC en invierno aunque en ciertos puntos puede descender a aproximadamente los -82°C.

Historia

Terra Australis Incognita

El navegante español Gabriel de Castilla, zarpó de Valparaíso en marzo de 1603 al mando de tres naves en una expedición encomendada por su primo hermano el virrey del Perú, Luis de Velasco y Castilla, para reprimir las incursiones de corsarios holandeses en los mares al sur. Al parecer esa expedición alcanzó los 64° de latitud sur. No se han hallado aún en archivos españoles documentos que confirmen la latitud alcanzada y las tierras avistadas; sin embargo, el relato del marinero holandés Laurenz Claesz (en un testimonio sin fecha, pero probablemente posterior a 1607), documenta la latitud y la época. Claesz declara que él:

ha navegado bajo el Almirante don Gabriel de Castilla con tres barcos a lo largo de las costas de Chile hacia Valparaiso, i desde allí hacia el estrecho [de Magallanes], en el año de 1604; i estuvo en marzo en los 64 grados i allí tuvieron mucha nieve. En el siguiente mes de abril regresaron de nuevo a las costas de Chile.

Otro documento holandés, publicado en Amsterdam en tres idiomas en 1622 afirma que a los 64º S hay tierra "muy alta y montañosa, cubierta de nieve, como el país de Noruega, toda blanca, que parecía extenderse hasta las islas Salomón", lo que evidentemente confirma un avistamiento previo a la publicación.
Las tierras avistadas serían las islas llamadas desde el siglo XIX con el nombre de Shetland del Sur. El documento holandés, tal cual se puede notar, aunque ya distinguía la separación entre Tierra del Fuego y la Antártida aún mantenía la creencia de que el continente hoy llamado Antártida incluía a Australia y zonas próximas a las ecuatoriales islas Salomón en las que se suponían grandes minas de oro.

Otros historiadores atribuyen el primer avistaje de tierras antárticas al marino holandés Dirk Gerritsz, que habría encontrado las islas hoy denominadas Shetland del Sur. Según su relato, su nave fue desviada de curso por una tormenta después de trasponer el Estrecho de Magallanes, al regreso de una expedición de corso a la India, en 1599. Existen dudas sobre la veracidad del relato de Gerritsz.

En los mapas de la época, la Antártida y Australia formaban parte de un inmenso continente conjetural llamado (Terra Australis Incognita), el primero en descubrir la existencia de un mar que separaba a América de la posible Terra Australis Incognita fue el español Francisco de Hoces motivo por el cual el mar por él recorrido es llamado mar de Hoces (aunque aún es frecuente en la cartografía la denominación pasaje de Drake para referirse al mismo).

El 30 de abril de 1606 Pedro Fernández de Quirós tomó posesión de todas las tierras del Sur hasta el Polo para la Corona de España en la isla de Espíritu Santo en Vanuatu, a la que llamó Austrialia del Espíritu Santo pensando que era parte de la Terra Australis Incognita.[3]

En el siglo XVIII, la península Antártica y los archipiélagos de las Antillas del Sur eran frecuentemente visitados por cazadores de focas españoles e hispanoamericanos, quienes sin embargo ocultaban los territorios en cuestión para evitar la competencia (en especial de los ingleses). La presencia de estos cazadores está atestiguada por el encuentro de restos de sus refugios en las costas orientales de la península Antártica.

Primeras expediciones a la península Antártica

Mapa de escalas proporcionalmente idénticas en donde se observa a la Antártida Argentina y otros territorios reivindicados.

En 1815 el almirante argentino-irlandés Guillermo Brown emprendió una campaña para hostigar a la flota española en el océano Pacífico y al transponer el cabo de Hornos un fuerte temporal lo abatió hacia el mar Antártico hasta el paralelo 65 ºS a bordo de los navíos argentinos Hércules y Trinidad (hecho por el cual en la cartografía argentina suele llamarse Tierra de la Trinidad a la parte más septentrional de la península Antártica). El libro de bitácora de Brown indica que avistó tierras heladas que no pudo identificar.

El 25 de agosto de 1818 el gobierno argentino (entonces, de las Provincias Unidas del Río de la Plata) otorgó las primeras concesiones para la caza de focas y pingüinos en territorios correspondientes al continente antártico a Juan Pedro de Aguirre, quien operaba con los buques Pescadora Director y San Juan Nepomuceno. En el petitorio que Aguirre había presentado el 18 de febrero solicitó autorización para la instalación de un establecimiento para pesca de lobos en alguna de las islas existentes a la altura del Polo Sur.

La primera tierra descubierta en forma confirmada al sur del paralelo 60° S fue por el inglés William Smith a bordo del bergantín mercantil Williams, mientras navegaba desde Buenos Aires a Valparaíso, desviado de su ruta al sur del cabo de Hornos, el 19 de febrero de 1819 avistó la extremidad nordeste (punta Williams) de la isla Livingston. Denunció su descubrimiento en Valparaíso, pero no le fue creído y en otro viaje volvió a desviarse alcanzando el 16 de octubre de 1819 la isla Rey Jorge. Bautizó al archipiélago como Nueva Bretaña del Sur y tomó posesion de él a nombre de la corona británica, dando a conocer sus descubrimientos al llegar a Montevideo.

El foquero argentino Spiritu Santo al mando del capitán Carlos Tidblom (o Timdblon), fue seguido en setiembre de 1819 desde las islas Malvinas por el brig estadounidense Hercilia (al mando de Nathaniel Palmer) alcanzándolo en la isla Decepción en las Shetland del Sur. El hecho de que estos foqueros se dirigieran a las islas con rumbo fijo suele ser considerado como prueba de que las conocían anteriormente.

Entre 1819 y 1821 los buques Vostok y Mirny al mando del marino alemán al servicio de Rusia, Fabian Gottlieb von Bellingshausen, navegaron por los mares antárticos. En 1821 avistaron una isla a la que denominaron Tierra Alejandro I (69º 53'S) en honor al zar de Rusia de aquel entonces.

En 1823 el inglés James Weddell descubrió el mar abierto que hoy lleva su nombre, llegando hasta los 74º 15'S y 34º 17'O.

El 10 de junio de 1829 el Gobierno de Buenos Aires dictó el decreto de creación de la ‎Comandancia Político Militar de las Islas Malvinas incluyendo a las islas adyacentes al Cabo de Hornos, lo que se suele interpretar en la Argentina como que incluyó a las islas antárticas.

En 1838 el estadounidense Charles Wilkes alcanzó el cabo de Hornos y circunnavegó el continente antártico.

También en 1838 el francés Jules Dumont d'Urville descubrió la Tierra Adelia, Luis Felipe e isla Joinville, estas dos últimas al norte de la Península Antártica.

Participación argentina en la exploración antártica

En 1848 el futuro comandante argentino Luis Piedra Buena viajó a la Antártida como grumete del barco de William Smiley.

La Expedición Argentina a las Tierras y Mares Australes de 1881 al mando teniente de la Marina Italiana Giácomo Bove exploró Tierra del Fuego hasta que Bove naufragó. La expedición del rumano Julio Popper se frustró durante su alistamiento por la muerte de éste en 1893.

El 29 de diciembre de 1894, el presidente argentino Luis Sáenz Peña autorizó a Luis Neumayer para explorar el territorio situado al sur de la Patagonia y denominado Tierra de Grand (península Antártica), aunque prohibiendo cualquier tipo de explotación, pero la expedición no se realizó.[4]

Entre 1897 y 1899 una expedición belga, comandada por Adrien de Gerlache, de la que participó Roald Amundsen, debió invernar en la Antártida al quedar encerrada por los hielos.[5]

El 10 de octubre de 1900 el gobierno argentino decidió incorporarse a la Expedición Antártica Internacional, compuesta de varias expediciones, pero el viaje argentino no se realizó y se ofreció colaboración a la expedición sueca al mando del doctor Otto Nordenskjöld. Éste recibiría apoyo argentino a cambio de incorporar a un marino argentino a su expedición y entregarle los datos científicos y las colecciones zoológicas que se recogieran. A su paso por Buenos Aires el alférez de navío José María Sobral se embarcó en el buque Antarctic el 21 de diciembre de 1901. Como no se tenían noticias de la expedición, el gobierno argentino cumplió su compromiso de apoyo acondicionando a la corbeta ARA Uruguay, que partió en su búsqueda el 8 de octubre de 1903 al mando del teniente de navío Julián Irízar, rescatando a los integrantes de la expedición, que habían quedado invernando a raíz del hundimiento del Antarctic.[6]

Ocupación permanente de la Antártida

El 2 de enero de 1904 la Argentina adquirió la estación meteorológica instalada por el escocés William Speirs Bruce, en la isla Laurie de las Orcadas del Sur, en la que había quedado una dotación de seis hombres realizando observaciones científicas. En ella se instaló un observatorio metereológico, donde funcionaba también una oficina de correos. Tal observatorio devino en la Base Orcadas, el establecimiento humano permanente más antiguo existente hoy en todo el territorio antártico.

La corbeta ARA Uruguay volvió a la Antártida en 1905 (zarpó el 10 de diciembre de 1904) para relevar a la dotación argentina de las Orcadas del Sur y dirigirse a la isla Decepción y luego a la isla Wiencke en busca de Jean-Baptiste Charcot, cuya expedición francesa (1903-1905) se creía perdida. En agradecimiento a la colaboración argentina con su expedición Charcot bautizó a un grupo insular como islas Argentina. Una de esas islas fue nombrada como isla Galíndez en homenaje al capitán de la corbeta, Ismael Galíndez, y otra fue denominada isla Uruguay, en homenaje a la corbeta.[7]

El gobierno argentino decidió sumar dos observatorios metereológicos, en la isla Georgia del Sur y en la isla Wandel, a los que ya tenía en las islas Laurie y Observatorio. La expedición que debía instalar uno en el puerto en donde invernó Charcot en 1904 en la isla Wandel (hoy isla Booth) partió de Buenos Aires el 30 de diciembre de 1905 al mando del teniente de navío Lorenzo Saborido en el barco Austral, que era el Le Français comprado a Charcot cuando éste viajó a Buenos Aires en febrero de ese año. Luego de relevar a la dotación de las Orcadas del Sur, regresó a Buenos Aires sin poder llegar a la isla Wandel. En un nuevo intento, al mando del teniente de navío Arturo Celery, el 22 de diciembre de 1906 el barco encalló y se hundió en el banco Ortiz del Río de la Plata, por lo que el observatorio nunca se construyó.[8]​ En junio de 1905 el transporte Guardia Nacional al mando del teniente de navío Alfredo P. Lamas llevó adelante la tarea de levantar el observatorio de las Georgias del Sur en la bahía Cumberland, renombrada como bahía Guardia Nacional.

Un decreto emitido por Chile el 27 de febrero de 1906, cedió la explotación industrial agrícola y pesquera por 25 años, en las islas Diego Ramírez, Shetland del Sur, Georgias del Sur y la Tierra de Graham (Tierra de O'Higgins-San Martín) a Enrique Fabry y a Domingo de Toro Herrera, encargándoseles también el resguardo y la custodia de los intereses soberanos de Chile en la zona. La Argentina protestó formalmente el 10 de junio de 1906 por esas acciones de Chile.

El 21 de julio de 1908, el Reino Unido anunció oficialmente sus reclamos a todas las tierras dentro de los meridianos 20º a 80º al Sur del paralelo 50º, que en 1917 trasladó al Sur del paralelo 58º debido a que con ese reclamo se incluía a parte de la Patagonia.

El 30 de marzo de 1927 fue inaugurada en las Orcadas del Sur la primera estación radiotelegráfica de la Antártida.

El 15 de diciembre de 1927 la Dirección General de Correos y Telégrafos de la República Argentina comunicó a la Oficina Internacional de la Unión Postal Universal que:

(...) la jurisdicción territorial argentina se extiende, de derecho y de hecho, a la superficie continental, al mar territorial, a las islas situadas sobre la costa marítima, a una parte de Tierra del Fuego y a los Archipiélagos de los Estados, Año Nuevo, Georgia del Sur, Orcadas del Sur y a las tierras polares no delimitadas. De derecho, no pudiendo ejercerla de hecho debido a la ocupación mantenida por Gran Bretaña, le corresponde también el archipiélago de las Malvinas.

La Comisión Nacional del Antártico (Argentina) fue creada en 1939 mediante el Decreto N° 35821 para asistir a una invitación noruega, pero por el Decreto N° 61852 del 30 de abril de 1940 pasó a ser un organismo permanente, con el objeto de intensificar las investigaciones en la zona. Se realizaron exploraciones, tareas científicas, relevamiento de terreno y balizamiento.

El 6 de noviembre de 1940, Chile estableció por decreto los límites de sus reclamaciones antárticas.

Forman la Antártica Chilena o Territorio Chileno Antártico, todas las tierras, islas, islotes, arrecifes, glaciares y demás conocidos y por conocer, y el mar territorial respectivo, existentes dentro de los límites del casquete constituido por los meridianos 53°, longitud oeste de Greenwich, y 90°, longitud oeste de Greenwich.

En enero de 1942 la Argentina, de acuerdo con la Teoría de los Sectores Polares, declaró sus derechos antárticos entre los meridianos 25º y 68º 24' Oeste (el de punta Dungeness). La Argentina realizó en la isla Decepción su toma de posesión formal del territorio continental antártico el 8 de noviembre de 1942, mediante la colocación de un cilindro que contenía un acta y una bandera dejados allí por una expedición al mando del capitán de fragata Alberto J. Oddera. En enero de 1943 personal del barco británico HMS Carnarvon Castle destruyó las evidencias de la toma de posesión argentina, plantó la bandera británica y envió a Buenos Aires el acta. El 5 de marzo de ese año el buque argentino ARA 1° de Mayo removió la bandera británica.[9]

El 2 de septiembre de 1946 el Decreto N° 8944 fijó nuevos límites para la Antártida Argentina entre los meridianos 25° y 74° (el del extremo oriental de las islas Sandwich del Sur) de longitud Oeste.
Finalmente el Decreto Ley Nº 2129, del 28 de febrero de 1957, estableció los límites definitivos entre los meridianos 25º y 74º Oeste y el paralelo 60º de latitud Sur.

Chile y la Argentina firmaron el 4 de marzo de 1948 un mutuo acuerdo en la protección y defensa jurídica de sus derechos territoriales antárticos, reconociendo mutuamente:

(...) hasta tanto se pacte, mediante acuerdos amistosos, la línea de común vecindad en los territorios antárticos de Chile y la República Argentina, declaran:

1) Que ambos Gobiernos actuarán de común acuerdo en la protección y defensa jurídica de sus derechos en la Antártida Sudamericana, comprendida entre los meridianos 25° y 90°, de longitud oeste de Greenwich, en cuyos territorios se reconocen Chile y la República Argentina indiscutibles derechos de soberanía.
2) Que están de acuerdo en continuar su acción administrativa, de exploración, vigilancia y fomento en la región de frontera no definida de sus respectivas zonas antárticas, dentro de un espíritu de cooperación recíproca.

3) Que a la mayor brevedad, y, en todo caso, en el curso del presente año, proseguirán las negociaciones hasta llegar a la concertación de un tratado chileno-argentino de demarcación de límites en la Antártida Sudamericana.

El 25 de enero de 1948 se instaló el Destacamento Naval Decepción.

Entre el 12 y el 29 de febrero de 1948 (fechas de partida y llegada a Puerto Belgrano) una flota de guerra argentina con 3.000 hombres a bordo visitó las Orcadas del Sur, la parte norte de la península Antártica y las Shetland del Sur. Estaba compuesta por los cruceros ARA 25 de Mayo y ARA Almirante Brown, los torpederos ARA Misiones, ARA Entre Ríos, ARA Santa Cruz, ARA San Luis, ARA Mendoza y ARA Cervantes. Como recordatorio de ese viaje el estrecho Bransfield fue renombrado como mar de la Flota en la toponimia argentina.[10]

El 7 de abril de 1948 por decreto N° 9905, se estableció la dependencia política-administrativa del Sector Antártico Argentino del Gobernador Marítimo del Territorio Nacional de Tierra del Fuego. Por le Decreto N° 17040 del 9 de junio fue creada la División Antártida y Malvinas bajo dependencia del Ministerio de Relaciones Exteriores. Su función era entender en todo lo relacionado con la defensa de los derechos jurídicos argentinos sobre la Antártida Argentina, las Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.[11]

En 1951 se inauguró la primera base continental argentina en la Antártida, el Destacamento Naval Almirante Brown. Al año siguiente se inauguró el Destacamento Naval Esperanza. Mientras se construía esta última base en la bahía Esperanza, se produjo el primer tiroteo bélico en la Antártida el 1 de febrero de 1952, cuando un equipo de costa argentino, luego de realizar una advertencia, disparó sobre las cabezas una ráfaga de ametralladora y obligó a reembarcar a un equipo civil del Falkland Islands Dependencies Survey que descargaban materiales del barco John Biscoe con la intención de restablecer allí la base británica "D" incendiada en 1948. (Véase: Bahía Esperanza#Incidente de bahía Esperanza)

En 1952 y 1953 los gobiernos de los estados de Argentina y Chile (entonces siendo respectivos presidentes de los dos estados conosurenses: Juan Domingo Perón y Carlos Ibáñez del Campo) acordaron un entendimiento por el cual coordinaron acciones contra las pretensiones del Reino Unido de modo que las zonas de reclamaciones translapadas (un triángulo curvo al sur del paralelo 60°S y entre los meridianos 53°O y 74°O y el Polo Sur) entre los dos estados quedaron sujetas a la cooperación entre ambos estados y en la perspectiva de una soberanía condominial, quedaba refrendada una acción cooperativa de beneficios mutuos entre ambos estados.

El 17 de enero de 1953 fue inaugurado en la caleta Balleneros el Refugio Teniente Lasala (una cabaña y una tienda de campaña) por personal del barco argentino ARA Chiriguano, quedando en él un sargento y un cabo de la Armada Argentina. El 15 de febrero desembarcaron 32 royal marines de la fragata británica HMS Snipe armados con ametralladoras Sten, rifles y gas lacrimógeno apresando a los dos marinos argentinos.[12]​ El refugio argentino y un cercano refugio chileno deshabitado fueron destruidos y los marinos argentinos fueron entregados a un barco de ese país el 18 de febrero en las islas Georgias del Sur. Un destacamento británico permaneció tres meses en la isla mientras la fragata patrulló sus aguas hasta abril.

En los años 1960s la Argentina fue pionera en la realización de cruceros a la Antártida, cruceros realizados con navíos de la empresa estatal argentina ELMA (Empresa Líneas Marítimas Argentinas), mientras que, casi al mismo tiempo, la empresa estatal argentina Aerolíneas Argentinas inauguraba los vuelos de pasajeros transpolares transantárticos que unían a Ushuaia, con Sydney haciendo escala en la base antártica argentina Marambio, también a mediados de los 1960 y primera mitad de los 1970 la Argentina lanzó cohetes desde sus bases antárticas, tales cohetes de la serie Castor diseñados e íntegramente construidos en la Argentina poseían instrumental meteorológico y -especialmente- sensores de radiaciones. El primer humano nacido en el continente antártico, el argentino Emilio Marcos Palma, lo hizo en la Base Esperanza, dentro del territorio reivindicado por la Argentina.

El 1 de diciembre de 1959 fue firmado el Tratado Antártico por la Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América, entrando en vigor el 23 de junio de 1961.

En su artículo 1 declara:

La Antártida se utilizará exclusivamente para fines pacíficos. Se prohíbe entre otras, toda medida de carácter militar, tal como el establecimiento de bases y fortificaciones militares, la realización de maniobras militares, así como los ensayos de toda clase de armas. El presente Tratado no impedirá en empleo de personal o equipo militares, para investigaciones científicas o para cualquier otro fin pacífico.

Y en su artículo 4:

Ningún acto o actividad que se lleve a cabo mientras el presente Tratado se halle en vigencia constituirá fundamento para hacer valer, apoyar o negar una reclamación de soberanía territorial en la Antártida, ni para crear derechos de soberanía en esta región. No se harán nuevas reclamaciones anteriormente hechas valer, mientras el presente Tratado se halle en vigencia.

El 8 de abril de 1970 el gobernador de Tierra del fuego dictó el decreto N° 149 creando 4 departamentos, entre ellos el Departamento Sector Antártico Argentino:

Departamento Sector Antártico Argentino:

Norte: paralelo 60°
Sur: Polo Sur
Este: meridiano 25°

Oeste: meridiano 74°. Exclúyense de este sector las islas Orcadas por haberse incorporado al Departamento Islas del Atlántico Sud.

En julio de 2003 Chile y la Argentina comenzaron a reabrir un refugio argentino llamado Refugio Abrazo de Maipú, a medio camino entre las bases O'Higgins, de Chile y Esperanza, de la Argentina para utilizarlo entre los dos paises, reanudando así oficialmente la cooperación de ambos estados en el sector antártico.

En noviembre de 2007 ante las intensiones del Reino Unido de extender su control económico militar y político directo, particularmente sobre las áreas litorales hasta 350 millas náuticas desde la línea de bajamar en estos territorios, Chile y la Argentina volvieron a cooperar para evitarlo.

Fisiografía

Relieve

El Sector Antártico Argentino entre los meridianos 25º Oeste y 74º Oeste dentro del continente Antártico e islas adyacentes

El sector antártico reclamado por la Argentina se caracteriza por incluir uno de los accidentes más característicos del continente antártico: la península Antártica, una gran península cuya forma recuerda a una S alargada, y que se encuentra recorrida por los Antartandes. Su nombre lo recibe de una cordillera bastante abrupta que se considera como la continuación de la cordillera de los Andes, siendo su nexo submarino la llamada Dorsal del Scotia, cuyos afloramientos sobre el nivel del Océano Atlántico son las Antillas del Sur. La altura máxima de los Antartandes es el monte Coman, de 3.657 m, ubicado en el segmento montañoso llamado Montes de La Eternidad; destaca también el Monte Esperanza, con 2.860 m. Desde los Antartandes se extiende una ramificación hacia el suroeste conocida como Montes Ellsworth, una cordillera baja y en gran medida subglaciar que une a los Antartandes con la otra gran cordillera antártica, los Montes Transantárticos. En estos, más exactamente en el segmento llamado Cordillera Diamante, se ubica la mayor altitud de la denominada Antártida Argentina, el nunatak Monte Chiriguano, con 3.660 m de altitud. Hacia el Polo Sur geográfico se encuentra la Meseta Polar.

El peso del indlandsis o calota de hielo continental mantiene a partes del sial y del sima correspondiente a la Antártida bajo el nivel oceánico, de modo que si la calota se fundiera, estas zonas se elevarían lentamente sobre el nivel oceánico. Este sector se denomina así Antártida Hundida, y forma una gran depresión que separa a la Antártida Occidental —en la cual está la Península Antártica— de la Antártida Oriental en la cual se encuentran los Montes Transantárticos (de formas poco abruptas debido a la erosión glacial) y el dilatado cratón o escudo antártico.

La depresión mencionada forma una gran bahía en la cual se encuentran grandes islas tabulares subglaciares como las de Berkner, Quijada y Portillo.

Desde los Montes Transantárticos y la Meseta del Polo Sur discurren gigantescos glaciares (como los llamados Falucho, Sargento Cabral y Glaciar Buenos Aires). Los glaciares llegan al Mar de Weddell formando dos barreras de hielo separadas por la isla Berkner: la Edith Ronne al oeste y la de Filchner al este.

Las costas de la Península Antártica son muy accidentadas, abundando los fiordos, rías y bahías, tanto por la actividad erosiva glaciar como por la presencia de vulcanismo activo (en el Mar de La Flota existen volcanes submarinos activos). Al este de la Península Antártica se encuentra, también convergiendo en el Mar de Weddell, la Barrera de Hielos Larsen, una barrera glaciar que se encuentra en retroceso debido al recalentamiento global. En cierto modo pueden considerarse parte del relieve los sastruguis, especie de dunas de nieve. En ciertos puntos de los mares antárticos se encuentran áreas libres de hielo durante gran parte del año, llamadas polinias, la más famosa es la Polinia de Weddell.

Al Oeste de la Península Antártica, sobre el Mar de Bellinghausen, se encuentran, de forma paralela a la misma, varios archipiélagos eslabonados que constituyen el conjunto más meridional de las Antillas del Sur: la Isla Belgrano, los archipiélagos Biscoe y Palmer, las Islas Shetland del Sur, las islas Melchior y las islas Elefante. Dentro de las Antillas del Sur, aunque bastante separadas de las mencionadas, se encuentran las islas Orcadas del Sur. Por otra parte, frente a las costas suroccidentales de la Península Antártica se extiende la gran Isla Alejandro I, incluida en su mayor parte en el sector antártico reivindicado por Argentina.

Clima

El verano antártico dura la mitad de cada año, teniendo su clímax en enero. Durante el verano el Sol siempre se mantiene sobre el horizonte, viéndose como si bajara desde el cenit hasta las cercanías del horizonte hacia las 0 horas... si bien, en lugar de desaparecer en ese momento, comienza nuevamente a ascender, de manera que durante seis meses se da continuamente luz solar sobre tan dilatada extensión. A los momentos de "noche" iluminada durante el verano se les llama noches blancas; de este modo, durante los seis meses del invierno polar antártico (cuyo fulcro es en julio) la mayor parte del territorio se encuentra a oscuras o en penumbras, ya que el Sol se halla oculto tras el horizonte.

Aunque todo el sector antártico se ubica dentro de la zona de clima polar-nival, por lo que la nieve y el hielo son el denominador común, en la denominada Antártida Argentina se distinguen claramene dos zonas climáticas: una septentrional y otra meridional. La septentrional es bastante más cálida que la meridional, siendo también más húmeda y sujeta a precipitaciones casi continuas, casi siempre en forma de nevadas, aunque cada vez se hacen más comunes las aguanieves, e incluso las lluvias. De esta manera, en la región septentrional, hacia los años 80 las temperaturas medias veraniegas rondaban los 0ºC en enero, y las invernales promediaban los -59ºC, existiendo en las costas septentrionales de la Península Antártica y, especialmente en las costas de los archipiélagos, un bioma semejante al de la tundra.

La región meridional, especialmente la zona de la meseta polar, se caracteriza por la extremada sequedad atmosférica y las consecuentes escasísimas precipitaciones (todo esto, se entiende, debido a que el agua se encuentra casi de continuo bajo el punto de congelación).

Desde finales del siglo XX no se evidencia elevación alguna de las temperaturas en la zona. Pese a la gelidez, la radiación solar en las frecuencias del ultravioleta es elevada en gran medida a causa del agujero de ozono en la ionosfera, debido a motivos antrópicos (emisión de freón y gases fluoruroscarbonados en el hemisferio Norte).

Son frecuentes las auroras polares, intensificadas durante los periodos de manchas solares, así como las antelias, las ventiscas, los espejismos y los vientos blancos y blizzards, más en el interior y ya sobre el Polo Sur se ubica un constante centro de alta presión atmosférica (ciclón) que despide fuertes vientos hacia el norte y noreste (esto es, acorde a la fuerzas de Coriolis) del Hemisferio Sur terrestre; estos vientos alcanzan la velocidad de los 200 km/h y provocan en el transpaís o interior tempestades llamadas sordas ya que en en tal zona carecen de relámpagos y truenos, en cambio en las zonas costeras más septentrionales son bastante frecuentes las tormentas eléctricas con abundantes exalaciones y truenos.

Pueden incluirse dentro de las condiciones climáticas otros curiosos fenómenos que se dan en el mar, como las polinias, que consisten en extensas regiones del Océano Glacial Antártico que se mantienen libres de congelación durante casi todo el año, debido a que las aguas cálidas provenientes de latitudes más bajas del Atlántico se hunden en la zona de Convergencia Polar Antártica bajo las aguas frías. Al chocar contra las barreras glaciares, las polinias afloran en determinados sítios, elevando la temperatura ambiente.

Biología

Las aguas que rodean al territorio, al ser frías y sin embargo, en la profundidad, encontrarse sobre el punto de congelación son extraordinariamente ricas en fauna: bentos (esponjas antárticas), artrópodos y crustáceos, moluscos (por ejemplo calamares gigantes), cetáceos, focoenidos, pinípedos; las aguas abísales no congeladas poseen una extraoridanria fauna que recién a inicios del siglo XXI ha sido descubierta, por ejemplo peces cuya sangre y demás humores poseen substancias anticongelantes orgánicas.
En las costas y supeficie de la banquisa abunda la avifauna, entre la que se destacan los pingüinos.
En el interior o transpaís antártico, debido a las condiciones climáticas imperantes, son frecuentes las formas de vida llamadas extremófilas, practicamente en el inicio de la red trófica existen — como en todas las redes tróficas conocidas— bacterias aunque en muchas menos cantides que en otros sectores de la superficie de la Tierra, es notable que en el sector antártico las bacterias presentan las ya indicadas características extremófilas que, por ejemplo, les hacen resistir sin destruirse por la cristalización del agua en su protoplasma las casi constantes temperaturas bajo el 0 grado centígrado, un ejemplo de este tipo de bacterias antárticas es la Bizionia argentinensis cuyo genoma ha sido integramente decodificado por científicos argentinos a inicios del año 2008.

Flora

En las aguas abunda el fitoplancton. La mayor parte del territorio es un desierto helado, si bien puede considerarse también como una gigantesca reserva de agua dulce a escala planetaria. La vegetación macroscópica se presenta en las costas o en algunas zonas de los nunataks. Dado lo extremado del clima, el reino vegetal se ve muy restringido por las condiciones climáticas: algas en las aguas, y las simbiosis de vegetal (alga) y hongos conocidas como líquenes (entre estos se destaca el epilítico Xanthonia elegans). Pese a todo, en las áreas costeras septentrionales de la Península Antártica y en las Antillas del Sur se encuentran manchones dos herbáceas fanerógamas; entre ellas destaca el clavel antártico (Colobanthus quitensis) y "céspedes" de tipo tundra como la gramínea "pasto antártico" (Deschampsia antarctica)[13]​ con musgos que aparecen en los prolongados veranos. La Deschampsia antarctica se caracteriza por su resistencia a las radiaciones uv y se estudia su uso terapéutico para tratar neoplasias o cánceres de piel.

Fauna

Entre los animales que habitan este territorio y sus aguas destacan:

  • Zooplancton, primer eslabón animal de la cadena alimenticia (cadena trófica) de otras varias especies de animales
  • Krill, crustáceo de alto valor protéico.

Focas:

Cetáceos:

Aves:

Bases científicas

Foto satelital desde el espacio sideral: bases argentinas en la Antártida (las permanentes en rojo), año 2007.

Según lo establecido por el Tratado Antártico, firmado por varios países, entre ellos Argentina, la presencia humana se reduce a las bases científicas (no militares aunque pueden tener personal militar no armado). En ellas se desarrollan tareas de investigación, quedando excluida cualquier otro tipo de actividad, incluso la económica. La Dirección Nacional del Antártico y el Instituto Antártico Argentino dirigen varias bases en la Antártida, seis de ellas a lo largo de todo el año y otras sólo en época estival.

Véase también

Referencias

  1. a b INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda 1991 y Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001 e Instituto Geográfico Militar. «Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur según departamento. Población, superficie y densidad.». Consultado el 16 de mayo de 2009. 
  2. La Antártica Chilena. pp. 173. Escrito por Oscar Pinochet de la Barra. Publicado por Andres Bello, 1976
  3. Canal Social
  4. Servicio de Hidrografía Naval Expediciones
  5. HISTORIA ANTÁRTICA
  6. SHN
  7. Islas Argentinas
  8. Medio siglo de recuerdos antárticos: memorias. Pág. 30. Escrito por Oscar Pinochet de la Barra. Publicado por Editorial Universitaria, 1994
  9. Passing Deception Island
  10. Armada Argentina
  11. Hemeroteca Digital, Diario EL ORDEN, Sábado 12 de Junio de 1948
  12. Historia y Arqueologia Marítima. Churchill envió una fragata para repeler la "invasion" de las Malvinas por dos soldados Argentinos en 1953.
  13. «Antártida - Flora». Consultado el 2009. 

Enlaces externos y referencias