Diferencia entre revisiones de «José María Pemán»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Alelapenya (discusión · contribs.)
m Deshecha la edición 38812283 de Gosergi (disc.)
Línea 279: Línea 279:
Desde 1947 empezaron a publicarse sus ''Obras completas'' en una editorial gaditana que ayudó mucho a Pemán en su difusión ''Establecimientos Cerón y Librería Cervantes'' (Escelicer). En 1955 obtuvo el premio [[Mariano de Cavia]] de periodismo por su artículo «Nieve en Cádiz» publicado en ''ABC'' y en [[1957]] el premio March de Literatura. Entre los años 1968 y 1970 trabajó para TV y radio como autor de guiones. El programa de mayor éxito de la televisión en España fue ''El Séneca'', una serie en la que el personaje creado por Pemán e interpretado por [[Antonio Martelo]], derrochaba sentido común, gramática y buen humor aunque para algunos realizaba una crítica inútil (que no consigue nada ni impide nada).<ref name="Montalban" /> Pemán se vanaglorió de que la censura franquista nunca se había atrevido con sus obras.<ref>Fernando Lara y Diego Galán: [http://www.triunfodigital.com/mostradorn.php?a%F1o=XXVII&num=535&imagen=43&fecha=1972-12-30 «Pemán, patriarca y espectador»], en ''Triunfo'', 535; 1972, pp. 43–47</ref>
Desde 1947 empezaron a publicarse sus ''Obras completas'' en una editorial gaditana que ayudó mucho a Pemán en su difusión ''Establecimientos Cerón y Librería Cervantes'' (Escelicer). En 1955 obtuvo el premio [[Mariano de Cavia]] de periodismo por su artículo «Nieve en Cádiz» publicado en ''ABC'' y en [[1957]] el premio March de Literatura. Entre los años 1968 y 1970 trabajó para TV y radio como autor de guiones. El programa de mayor éxito de la televisión en España fue ''El Séneca'', una serie en la que el personaje creado por Pemán e interpretado por [[Antonio Martelo]], derrochaba sentido común, gramática y buen humor aunque para algunos realizaba una crítica inútil (que no consigue nada ni impide nada).<ref name="Montalban" /> Pemán se vanaglorió de que la censura franquista nunca se había atrevido con sus obras.<ref>Fernando Lara y Diego Galán: [http://www.triunfodigital.com/mostradorn.php?a%F1o=XXVII&num=535&imagen=43&fecha=1972-12-30 «Pemán, patriarca y espectador»], en ''Triunfo'', 535; 1972, pp. 43–47</ref>


== Pemán y el cine ==
Pemán interviene muy pronto en el cine del nuevo régimen colaborando con la mayoría de los directores del momento. Una veces interviene en el guión, otras, en adaptaciones de obras suyas y, anecdóticamente, aparece personalmente como él mismo en alguna película. Era muy aficionado al cine adonde acudía todos los días.


* ''Julieta y Romeo''. José Mª Castellví (1939).

* ''Lola Montes''. [[Antonio Román (director de cine)|Antonio Román]] (1944).
¡Pemán! Poeta del engaño y la mentira,
* ''El amor brujo''. Antonio Román (1944).
que conduces un burro por Pegaso,
* ''El fantasma y doña Juanita''. [[Rafael Gil]] (1944).
tus versos atormentan al Parnaso
* ''Fuenteovejuna''. Antonio Román (1947).
y destrozan las cuerdas de la lira.
* ''La vida encadenada''. Antonio Román (1948).

* ''La cigarra''. [[Florián Rey]] (1948).
Al pasado tu numen se retira
* ''Brindis a Manolete''. Florián Rey (1948).
y canta la barbarie y el atraso;
* ''Locura de amor''. [[Juan de Orduña]] (1948).
la maldita epopeya del fracaso
* ''Capitán de Loyola''. José Díaz Morales (1949).
de una casta traidora que delira.
* ''La duquesa de Benamejí''. [[Luis Lucía Mingarro|Luis Lucía]] (1949).

* ''Lola la Piconera''. Luis Lucía (1951).
Latebroso poeta sin entraña,
* ''Rebeldía''. [[José Antonio Nieves Conde]] (1954).
que el obispo acompaña con la vela;
* ''Congreso en Sevilla''. Antonio Román (1955).
de la tierra sin luz, polichinela
* ''La viudita naviera''. [[Luis Marquina]] (1961).
que pasas arrojando como araña,
* ''Teresa de Jesús''. Juan de Orduña (1961).
como viejo patriota de cazuela,
* ''Autopsia''. Juan Logar (1973). Aparece él mismo.
tu veneno mortal a nuestra España
* ''Cádiz, señorita del mar''. Guillermo de la Cueva (1974).
* ''Rafael en Raphael''. [[Antonio Isasi-Isasmendi]] (1975). Aparece él mismo.


== Obra impresa ==
== Obra impresa ==

Revisión del 19:56 15 jul 2010

José María Pemán Pemartín
Información personal
Nombre de nacimiento José María Pemán y Pemartín Ver y modificar los datos en Wikidata
Nombre en español José María Pemán yPemartín Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 8 de mayo de 1897
Cádiz EspañaBandera de España España
Fallecimiento 19 de julio de 1981
Cádiz
Sepultura Cripta de la catedral de Cádiz Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Española
Religión Iglesia católica Ver y modificar los datos en Wikidata
Lengua materna Español Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Cónyuge Carmen Domecq Rivero
Hijos Nueve
Información profesional
Ocupación Escritor y periodista
Cargos ocupados
Géneros Poesía, dramaturgia y novela Ver y modificar los datos en Wikidata
Partido político Unión Patriótica Ver y modificar los datos en Wikidata
Miembro de
Distinciones
Firma

José María Pemán y Pemartín[1]​ (Cádiz, 8 de mayo de 189719 de julio de 1981) fue un activista monárquico, poeta, dramaturgo, escritor, articulista y orador español que se significó por sus ideas conservadoras y por su apoyo a la Dictadura de Miguel Primo de Rivera, al golpe de Estado militar, al Régimen subsiguiente (Movimiento Nacional) y finalmente a la opción monárquica de don Juan de Borbón.

Juventud

Procedente de una familia acomodada de la burguesía andaluza. Su padre fue el diputado conservador gaditano Juan Gualberto Pemán y Maestre, perteneciente a la familia política de la Restauración, y su madre María Pemartín y Carrera Laborde Aramburu. En la fachada de la casa en que nació en Cádiz (calle Isabel La Católica nº 12) existe una gran lápida, con una figura alegórica con la estética de la época, y su busto en bajorrelieve en bronce.

Casa de Cádiz donde nació Pemán.
Placa conmemorativa del nacimiento de Pemán. Año 1939.

Estudió el bachillerato en el colegio del Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz (marianistas). Cursó la carrera de Derecho en Sevilla y se doctoró en Madrid con la tesis Ensayo sobre las ideas filosófico-jurídicas de La República de Platón. Esta es la única referencia curricular conocida en su formación intelectual.

Durante dos años trabajó como penalista pero, como auténtico humanista y ciudadano libre, su estatus social le permitió decidir por sí mismo qué hacer, cómo y cuándo, sin obedecer más que a las leyes civiles.[2][3]​ Pronto comenzó a acreditarse como poeta en Juegos Florales y más tarde en obras de tema costumbrista andaluz (De la vida sencilla, 1923; Nuevas poesías, 1925; A la rueda, rueda, 1929; En el barrio de Santa Cruz, 1931, y otras muchas).

Y es que Andalucía
es una señora de tanta hidalguía
que apenas le importa «lo materiá».[4]

Su inicio literario fueron las justas poéticas locales. En unos Juegos Florales en el Puerto de Santa María, le premiaron con accésit una trova en décimas. Poco después, en Baena, en otros Juegos Florales de los que fue jurado la insigne Blanca de los Ríos, le otorgaron otro accésit por un Canto a Andalucía en endecasílabos, y casi enseguida obtuvo el primer premio en su ciudad natal, cantando en su centenario al beato fray Diego José de Cádiz.

En los Juegos Florales de Sanlúcar de Barrameda (agosto de 1922) en los que fue mantenedor el patriarca del periodismo José Ortega Munilla, obtuvo la «flor natural» con una composición titulada El Viático, que se hizo muy famosa y con lo que comenzaría su carrera de escritor. Por estos méritos, a los 23 años fue elegido académico de número de la Real Academia Hispano Americana de Cádiz, en la que leyó un discurso de ingreso sobre La poesía hispano-americana. A los veinticuatro años contrajo matrimonio con María del Carmen Domecq Rivero Núñez de Villavicencio y González, de familia prócer jerezana. Se conocieron, ella a lomos de un caballo blanco y él a la grupa de un corcel «torcido y maltrecho».[5]​ Tuvieron nueve hijos.

Pero volvamos al caso.
Móntate a la grupa mía.
No hay en toda Andalucía
caballo de mejor paso
ni de andar más señoril.
Vamos a echarle un vistazo,
niña, a la Feria de Abril...

Político

Como intelectual católico el ideario de Pemán se resumía en su frase: «La gran lección de España fue quedarse sentada sobre las piedras y las tumbas y estarse allí a solas con Dios».[6]​ No se consideraba a sí mismo un político pero, aun expresándose en el versátil «lenguaje del alma», prestó un apoyo ideológico importante al regeneracionismo de la Dictadura de Miguel Primo de Rivera.[7]​ Fue nombrado secretario de la Asamblea Nacional consultiva primorriverista por el dictador jerezano y amigo de la familia, y en julio de 1927 presidente en Cádiz de la Unión Patriótica con lo que se convirtió en uno de los principales poderes fácticos de la región. Desde su cargo fue uno de los máximos responsables de que el viejo cacicazgo persistiese.[8][9]​ En este sentido recomendó a Ramón de Carranza y Fernández de la Reguera para su designación como alcalde (no electo) de Cádiz en 1927.

A Pemán le gustaba aclarar que él «no era político» y, por ende, no se presentaba en nombre de ningún partido. «Yo hablo —decía— en nombre de toda la profundidad de la conciencia de España, que queda más allá de todos los partidos, de todos los distritos. Yo hablo en nombre del viento que entra y sale, como por los ojos vacíos de una calavera, por los huecos de los paredones de los conventos derruidos y las iglesias quemadas, y hablo en nombre del silencio tradicional de la madrugada del Viernes Santo de Sevilla; yo hablo en nombre de las escuelas sin cruces, de los cementerios sin capilla, de las verdades profundas de nuestra tradición».
—Acedo Castillo, J. F.: «Pemán. Tradicionalista». En: Razón Española. nº 86, 2001

En los años 30 empezó a cultivar el periodismo político, escribiendo en El Debate. Como articulista sería una de las firmas más asiduas en la «tercera» del diario Abc de Madrid. En 1933 arrebata la presidencia del Ateneo Gaditano al alcalde Enrique Álvarez López, de Izquierda Republicana tras reñidísimo escrutinio.

Durante la República perteneció al activo grupo derechista Acción Española. En enero de 1933 funda con otros Renovación Española, un partido político defensor de la restauración de Alfonso XIII (del que sería líder Calvo Sotelo), con apoyos importantes entre la aristocracia y el caciquismo rural. Se destaca como un activo orador antirrepublicano, monárquico y tradicionalista.

Se interesó por el mecanismo parlamentario democrático presentándose a diputado por Badajoz (1931) y por Cádiz (1933), obteniendo escaño en la segunda oportunidad como monárquico independiente. A finales de 1935 aparecieron sus famosas «Cartas a un escéptico en materia de formas de gobierno» en las que reprueba tanto a la monarquía liberal y parlamentaria como al accidentalismo que propugnaba la CEDA. Como otros intelectuales de Acción Española, estuvo influenciado ideológicamente por el monarquismo europeo de Charles Maurras y de Sir Charles Petrie.[10][11]

Actividad política parlamentaria

  • Dictadura de Primo de Rivera. Elecciones del 12 de septiembre de 1927 por Cádiz para Representantes de las Organizaciones provinciales de Unión Patriótica. Legislaturas: 1927–1928 y 1928–1929.
  • República. Elecciones del 19 de noviembre de 1933 por Cádiz. Independiente (¿Renovación Española?). Legislatura: 1933–1935.
  • Cortes españolas franquistas. Elecciones del 16 de marzo de 1943. Instituciones culturales. Legislatura: 1943–1946.

El juglar de la Cruzada

Pemán y la ciudad de Cádiz estuvieron siempre muy unidos. Piropeaba a Cádiz llamándola «Señorita del mar, novia del aire». Sin embargo nunca dejó el toque solariego jerezano.

Desde el inicio de la Guerra Civil se comprometió incondicionalmente con los golpistas como tantos otros autores reconocidos[12]​ (Marquina, Benavente, Azorín, Baroja, Rosales, Manuel Machado, Gerardo Diego, Pérez de Ayala, etc.).

Como ejemplo sorprendente, el Romancero carlista[13]​ (poesías que Pemán publicó en álbum con el título de Por Dios, por la patria y el rey, con ilustraciones de Carlos Sáenz de Tejada),[14]​ a pesar de su anterior militancia monárquica alfonsina.

Desde aquellos primeros momentos adquirió el sobrenombre de «Poeta alférez, que siente, canta y vive la nueva Epopeya Nacional».[15][16]

El mismo 24 de julio de 1936, emulando al general locutor Queipo de Llano, desde las ondas de Radio Jerez proclamó: «La guerra, con su luz de fusilería, nos ha abierto los ojos a todos: la idea de turno o juego político ha sido sustituida para siempre por la idea de exterminio o expulsión».

Aleccionaba sobre doctrina fascista a los obreros de Jerez de la Frontera en sus alocuciones radiadas: «Obreros que me escucháis en cualquier parte: vamos a hablar un momento con el corazón en la mano [...]. Yo creo que estáis sentados frente a frente de mí a esta mesa. ¿Qué tomamos? [...]. Para salvaros de todo esto ha venido el Movimiento Nacional que, por serlo, es movimiento popular, ni de izquierdas ni de derechas, porque quiere que ambos se unan al Movimiento y le sostengan. Hay que unir estos dos frentes, lo nacional y lo social para obtener el equilibrio».[17]

Apologeta católico del orden y del caudillaje, el mismo Pemán se definiría como un falangista: «mitad poeta, mitad monje».[18]​ Creía que la guerra era «el choque de dos entusiasmos». Se haría acreedor a la victoria el que mejor canalizara el entusiasmo de su bando.[19]​ Se convirtió enseguida en el bardo del Alzamiento Nacional[20]​ y en un fomentador de entusiasmos a través de su encendido verbo, su poesía de guerra o su prosa soberbia. Quería expresarse en un lenguaje español del alma o supranaturalista: una mezcla confusa de abstracciones metafísicas (del Ser Absoluto, del Espíritu, de Fe, de Valores Eternos, de Nuevo Renacimiento, etc.) y de elaboraciones semánticas (tradicionalidad, destino divinal, cielo teológico etc.) incrustadas en una matriz épica violenta.[21][22]​ Pero el lenguaje del alma no era suficiente:

Los hombres de estudio hemos de reconocer humildemente que no hay poema ni artículo como éste que el Ejército está escribiendo, con toscos renglones de sangre, sobre el cuerpo de la Patria.[23]

Incluso llegó al reporterismo de guerra por orden del Generalísimo Franco, instalándose a las puertas mismas de Madrid cuando parecía inminente la entrada en la capital de las tropas rebeldes. Iba en el mismo coche del coronel Eduardo Losas Camaña, el primer jefe que se aventuró a entrar.[24]​ Tras la conquista se dirigió por Unión Radio a los madrileños tras los coroneles Losas Camaña y Joaquín Ríos Capapé:

Españoles, madrileños, hermanos todos que me escucháis. Ante mis labios temblorosos por la emoción más grande que he sentido en toda mi vida, tengo un micrófono envilecido durante años por la calumnia y por la mentira. Pero me bastará gritar ¡Viva España! y ¡Arriba España! [...] Españoles todos: Hoy ha entrado en Madrid, por encima de todo, el Caudillo, el caudillo Franco, el Caudillo del corazón grande, de la justicia, de la misericordia [...].[25]

Su encendida narración de la entrada en Madrid de las Fuerzas Nacionales la recogió en tres artículos que se publicaron en una cadena de diarios de España y América y fueron luego reunidos en un folleto titulado Historia de tres días.[26]​ Con categoría de ministro, fue nombrado por Franco presidente de la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado (1–10–1936/29–1–1938), encargada de la implacable depuración del personal docente[27]​(Magisterio y Universidad) secundado por Enrique Suñer Ordóñez[28]​ como vicepresidente y por Eugenio Vegas Latapie como secretario. Su labor fue eficaz: entre 15.000 y 16.000 sancionados, de los que 6.000 maestros fueron separados definitivamente de la enseñanza, 3.000 fueron suspendidos de empleo y sueldo y alrededor de 6.000 perdieron su plaza al ser trasladados forzosamente de su localidad.[29]​ Se puede estimar que, aproximadamente, un tercio de los catedráticos de Universidad fueron represaliados.[30][31]

En octubre de 1937 Franco creó el Consejo Nacional de FET y de las JONS. La lista de los cincuenta consejeros comienza por Pilar Primo de Rivera, el conde de Rodezno, el general Gonzalo Queipo de Llano y José María Pemán.[32]​ De esta época es el curioso poema que Julio Rodríguez Puértola[33]​ califica como de «señoritismo andaluz vitivinícola». Se trata de una letrilla a la liberación de Bilbao y de su amigo jerezano Tomás Domecq publicada in extenso en ABC de Sevilla.

—¿ No sabes lo que ha pasao? / No sé nada;
—Pues escucha, que ha llegao / de Bilbao
el señorito Tomás / ¡Qué alegría!
—Tú dirás... / Es que Bilbao y Jerez
¡ya se vuelven a encontrá! / ¡Ya está lograda la hazaña!
que nos vuelve a la unidá! / Y se abrazan otra vé
la boina del Requeté / y la guitarra con moña
y la Virgen de Begoña / besa a la de la Mercé.
—¿Y don Tomás? ¿Muy nervioso? / ¿Cómo nervioso? / ¡Al revé!
Muy sereno y con hombría / Ya lo dice el ABC
casi toítos los días / «Pa calidad, Domecq».[ ][34]

La enseñanza de la Historia como vía de transmisión de valores fue uno de los pilares de la escuela del Franquismo, y precisamente, motivo de exilio de muchos "maestros".[35]​ En 1942 Pemán fue presidente del tribunal de oposiciones a catedráticos de Instituto de Historia de España.[36][37]

Considerado por todos como «el ingenio del Régimen»,[38]​ Pemán fue realmente un activista que aparentaba manejarse como un esteta perplejo ante los entusiasmos que despertaba y arrastrado malgré lui por la vorágine política que asumió.

Nunca luchó en los frentes. Nombrado Alférez Provisional Honorífico, lo que más gustó a Pemán durante esta época fue el turismo de guerra de pompa y circunstancia: recorrer los frentes y pronunciar discursos, visitar a los generales en sus puestos de mando,[39]​ pasearse con uniforme militar o de Falange por las ciudades de la retaguardia, deleitar dando conferencias o alternar en los hospitales con heridos y enfermeras.Error en la cita: La etiqueta de apertura <ref> es incorrecta o tiene el nombre mal[40]​ Según él mismo declarará más tarde en su «Confesión General»: «...y yo creí entender cuál tenía que ser mi parte de esclavitud y de responsabilidad. Había pasado la hora de las crónicas ligeras y de los romances cortos. Yo creí entender que había llegado la hora de intentar un poema épico…».[41]

En 1938 publicó en Zaragoza su monumental Poema de la Bestia y el Ángel. La redacción de este largo poema, lleno de símbolos, le llevó un año entero. En la introducción el autor se compara a sí mismo con Cellini y Goethe.[42]​ El Poema de la Bestia y el Ángel llegó a ser considerado como el paradigma épico de la Nueva España y de la Cruzada. Pemán se eleva al libro del Apocalipsis intentando plasmar la idea de que el Padre Eterno miraba con especial complacencia las cosas de España[43]

Dios estaba en un trono
y los ángeles que están junto a su silla
miran a Dios... y piensan en España.

La Bestia, simbolizada por un auto blindado, pelea con el Ángel, un joven soldado, analfabeto, aragonés y cristiano de 16 años. La Bestia muere. Un autor, entonces joven, escribió de Pemán lo que sigue: «No creo que poeta contemporáneo alguno haya visto más diáfanamente el ser y el sentir de la poesía».[44]

Poco reconocido en el extranjero, en el lado republicano no dejaron de cuestionar el estro poético de Pemán:

Poeta del engaño y la mentira,
que conduces un burro por pegaso,
tus versos atormentan el Parnaso
y destrozan las cuerdas de la lira.
Al pasado tu númen se retira
y canta la barbarie y el atraso;
la maldita epopeya del fracaso
de una casta traidora que delira.[45]

Aunque no destacó como orador parlamentario, Pemán pronunció centenares de brillantes discursos políticos, académicos, panegíricos y de circunstancias. Como ejemplo de los excesos de entusiasmo suscitados por la oratoria se cita el incidente del 12 de octubre de 1936 cuando se conmemoraba en el paraninfo de la Universidad de Salamanca el Día de la Raza.[46]​ Pemán asistió expresamente invitado por el Rector Miguel de Unamuno. Comenzó a hablar el dominico Vicente Beltrán de Heredia, catedrático de «Ciencia Escolástica», y fue seguido por Pemán, que leyó un texto de exaltación de la juventud española, con pronunciamientos en torno a su tesis favorita de los españoles como pueblo de Dios y la impactante apelación a «España y siempre España y nada más que España». Le siguió el profesor Francisco Maldonado de Guevara en el mismo estilo. Ambos desarrollaron sus vibrantes «oraciones universitarias de Hispanidad» en las que, como reconoció Pemán, existió un exceso de vehemencia. Fue a continuación cuando Unamuno se levantó y pronunció sus célebres airadas palabras donde al «Venceréis pero no convenceréis, venceréis porque tenéis la fuerza pero no convenceréis porque os falta la razón» del rector de la Universidad replicó el tuerto y manco general Millán Astray, por entonces en la propaganda de Franco, con un «¡Mueran los intelectuales!». Según la versión posterior de Pemán, Millán realmente dijo «¡Mueran los falsos intelectuales traidores, señores!».[47]Hugh Thomas cita que al final de otro discurso en Sevilla Pemán llamó a Queipo de Llano «la segunda Giralda».[48]

Pemán colaboró con los departamentos de propaganda de Falange en cuantas ocasiones fue requerida su pluma. A propósito de las cocinas de Auxilio Social escribió en octubre de 1939:

[...] ésta es generosa guerra al revés, en la que son los conquistados los que reciben el botín.[49]

Creador de himnos

Compuso una letra no oficial del himno nacional español (Marcha Real) que, con algunas modificaciones, muchos niños de la época debieron memorizar[50][51]​ y cantar al iniciar las clases.

Versión original del himno nacional de José Mª Pemán:

¡Viva España!
Alzad la frente, hijos
del pueblo español
que vuelve a resurgir.
Gloria a la Patria
que supo seguir
sobre el azul del mar
el caminar del Sol. (Bis)
Triunfa España
los yunques y las ruedas
cantan al compás
un nuevo himno de fe.
Juntos con ellos
cantemos de pie
la vida nueva y fuerte
de trabajo y paz. (Bis)[52]

Durante la Guerra Civil Española, José María Pemán decide cambiar el segundo verso por el conocido «alzad los brazos», adaptándolo al Bando Nacional y el régimen nacido tras el final de la contienda.


El himno actual de la Armada Española data de 1940, cuando el entonces capitán de navío Pedro Nieto Antúnez (después ministro de Marina) era director de la Escuela Naval Militar con sede en San Fernando. La letra es de José María Pemán y la partitura del compositor Germán Álvarez Beigbeder. De «Himno de la Escuela Naval» pasó en los años ochenta a utilizarse como Himno de la Armada.

Soplen serenas las brisas
ruja amenazas la ola,
mi gallardía española
se corona de sonrisas [...].[53]

El Himno de las Fuerzas Aéreas fue renovado en 1967. Convocado el concurso por el Ministerio del Aire, entre 198 competidores ganó el presentado por José Mª Pemán y Ricardo Dorado.

Alcemos el vuelo
sobre el alto cielo,
lejos de la tierra
la esperanza nos lleva detrás.
El Aire en la guerra
comienza a ser paz. [...].[54]

El himno del Congreso Eucarístico Internacional, celebrado en Barcelona en 1952, también fue encargado a Pemán:

De rodillas, Señor, ante el sagrario,
que guarda cuanto queda de amor y de unidad,
venimos con las flores de un deseo,
para que nos las cambies en frutos de verdad.
Cristo en todas las almas y en el mundo la paz [...].[55]

Controversias y legado final: «el bueno de Pemán»

Un discurso de José María Pemán en 1940 en la Academia de Jurisprudencia sobre la figura de José Calvo Sotelo, en un ciclo de conferencias sobre «Calvo Sotelo, promotor del Movimiento Nacional», suscitó una reacción airada entre los dirigentes del Régimen. Las palabras de Pemán produjeron la indignación de Miguel Primo de Rivera, hermano de José Antonio, que dirigió una carta muy injuriosa al Presidente de la Real Academia Española. Pemán le contestó retándole a duelo. Los padrinos serían Camilo Alonso Vega y Ricardo Rada por Pemán y Manuel Mora-Figueroa y Manuel Halcón por Miguel Primo. Pocos días después, serenados los ánimos, todo se arregló amistosamente.[56][57]​ Pero José Ibáñez Martín, a la sazón Ministro de Educación Nacional, por Orden publicada en el Boletín Oficial de 24 de julio cesaba a José María Pemán del cargo de director de la Real Academia, nombrando en su lugar a Francisco Rodríguez Marín.[58]

Pronunció el segundo pregón de la Semana Santa de Sevilla en 1942.

En 1948 José Mª Pemán figuró como rey Gaspar en la Cabalgata de Reyes Magos del Ateneo de Sevilla.

La causa monárquica

En esta etapa de su vida Pemán se comprometió obsesivamente, en sus actos y en sus escritos, en la sucesión del Franquismo por una monarquía sustentada en el pretendiente «natural» al trono de España, exilado en Estoril (Portugal), don Juan de Borbón[59]​ conde de Barcelona, a lo que Franco se oponía sistemáticamente.

Presidió el consejo privado del conde de Barcelona entre 1960 y 1964. Pemán tuvo que dimitir porque sufrió un ataque cerebral en un viaje a Ceuta en agosto de 1964.[60]​ Siguió militando a título honorario manteniendo sin embargo una buena relación con el régimen de Franco. El Caudillo dijo en una ocasión:

Pemán es un caballero y nunca he tenido ninguna queja de él, a pesar de su agudeza política soltando indirectas y alusiones en sus discursos y artículos. A veces tira con bala, pero sabe guardar al Movimiento Nacional la admiración y el respeto que le debe todo buen patriota. Es como otros que rodean a D. Juan, entusiasta de sus aspiraciones, pero desenvolviéndose siempre dentro de la mayor corrección».[61]

Pemán seguiría dedicando sus esfuerzos a la causa monárquica, procurando que el régimen franquista se fuera acercando a modelos políticos occidentales.

«Convénzase Pemán —le decía Franco—, Europa está equivocada» a lo que Pemán contestaba: «¿Y por qué no probamos a equivocarnos también nosotros, mi general?».[62]

No obtuvo título nobiliario ni de Franco ni de la Monarquía,[63]​ a los que sirvió con lealtad. En 1981 el rey Juan Carlos le concedió la insignia de la Orden del Toisón de Oro en cierto modo equivalente a un título nobiliario, si bien no transmisible.

Creador de opinión, intentó orientar a sus lectores a través de una considerable masa de artículos periodísticos[64]​ en los que hablaba poco de su pasado y donde raramente se arrepintió de algún error. En sus relaciones con el extranjero aplicó sabiamente la máxima «Conviene ser políglota para saber callar en siete idiomas».[65]​ En muchas ciudades de España hay calles con el nombre de Pemán. Tiene una calle con su nombre en la ciudad de Sevilla, nominada por Ayuntamiento democrático en 1995 «por ayudar a restaurar la Monarquía en España». La Universidad de Sevilla lo nombró doctor honoris causa en la Facultad de Filosofía.

Murió cristianamente en su casa de Cádiz con un crucifijo entre las manos. Sus últimos gestos fueron para pedir que se leyera su poema «Al Cristo de la buena muerte», donde expresa:

Quiero en la vida seguirte
y por tus caminos irte
alabando y bendiciendo
y bendecirte sufriendo
y muriendo,bendecirte.[66]

En otra ocasión dejó escrito:

Hay que morir sin compañía,
esposa mía y compañera,
tuya es mi vida toda entera,
pero mi muerte es sólo mía.
— «Soledad en la muerte», en Las flores del bien.

Enterrado inicialmente junto a su esposa en el cementerio de Cádiz, en la actualidad sus restos reposan en la cripta de la Catedral de Cádiz en una tumba reservada para él desde muchos años antes. En su último domicilio Casa Pemán (Plaza San Antonio, 14) hay una Fundación que alberga el legado de Pemán, que incluye más de 16.000 volúmenes de los siglos XVII al XX, así como manuscritos, revistas y correspondencia del escritor gaditano. Acoge además otras exposiciones organizadas por la entidad Cajasol junto con la Diputación Provincial de Cádiz.

En el parque Genovés de Cádiz hay un teatro al aire libre con el nombre de «Teatro de Verano José María Pemán». En el mismo lugar existe un monumento mandado erigir por suscripción popular con un busto de Pemán realizado por Juan de Ávalos (1967).[67]

Sinopsis vital

En Pemán podemos distinguir con Vázquez Montalbán tres etapas: a) durante la República fue el inflamado contestatario de derechas, creador de «El Divino Impaciente»; b) durante la Guerra Civil fue un inestimable propagandista al servicio de la causa nacional, con ejecutoria política de cierta importancia; c) después de la guerra (Franquismo) fue durante casi treinta años una bien equilibrada mezcla de portavoz oficioso de Estoril, un crítico general de costumbres generales, un poeta, y un dramaturgo folclorista.[68]

Literato

La poesía es mi esencia, mi raíz de escritor. Los demás géneros son como una consecuencia.

Terminada la guerra civil, Pemán supo instalarse económicamente en las Letras del Régimen. Cultivó todos los géneros literarios con un estilo equidistante entre el clasicismo y el modernismo en un momento en que su perfil político de escritor y su relevancia pública ejercieron por sistema como criterios de evaluación artística; y el elogio inmotivado o la exaltación hueca fueron recursos comunes de la crítica oficial.

Publica su Elegía de la tradición de España (1931), dirige la revista Ellas y colabora en Acción Española.[69]​ En 1933 estrena ruidosamente El divino impaciente, que obtiene el premio Cortina de la Real Academia. Su libro Las flores del bien (1946), está considerado como la cumbre de su poesía no épica.

Como autor teatral cultivó el drama histórico-religioso en verso (El divino impaciente, Cuando las Cortes de Cádiz y Cisneros), la temática andaluza (Noche de levante en calma) y la comedia costumbrista (Julieta y Romeo y El viento sobre la tierra). Su estreno más irreverente fue el de Los tres etcéteras de don Simón (1958).

Realizó adaptaciones de obras clásicas (Antígona, Hamlet y Edipo). Como narrador mostró su ingenio en novelas y cuentos (Historia del fantasma y doña Juanita, Cuentos sin importancia, La novela de San Martín...). También publicó ensayos.

En 1936 es elegido miembro numerario de la Academia Española, de la que fue director entre su toma de posesión el 20 de diciembre de 1939 y 1940 (ver más atrás) y entre 1944 y 1947, cuando renunció a su cargo para que lo ocupara el padre de la Filología española, Ramón Menéndez Pidal.

Desde 1947 empezaron a publicarse sus Obras completas en una editorial gaditana que ayudó mucho a Pemán en su difusión Establecimientos Cerón y Librería Cervantes (Escelicer). En 1955 obtuvo el premio Mariano de Cavia de periodismo por su artículo «Nieve en Cádiz» publicado en ABC y en 1957 el premio March de Literatura. Entre los años 1968 y 1970 trabajó para TV y radio como autor de guiones. El programa de mayor éxito de la televisión en España fue El Séneca, una serie en la que el personaje creado por Pemán e interpretado por Antonio Martelo, derrochaba sentido común, gramática y buen humor aunque para algunos realizaba una crítica inútil (que no consigue nada ni impide nada).[68]​ Pemán se vanaglorió de que la censura franquista nunca se había atrevido con sus obras.[70]

Pemán y el cine

Pemán interviene muy pronto en el cine del nuevo régimen colaborando con la mayoría de los directores del momento. Una veces interviene en el guión, otras, en adaptaciones de obras suyas y, anecdóticamente, aparece personalmente como él mismo en alguna película. Era muy aficionado al cine adonde acudía todos los días.

  • Julieta y Romeo. José Mª Castellví (1939).
  • Lola Montes. Antonio Román (1944).
  • El amor brujo. Antonio Román (1944).
  • El fantasma y doña Juanita. Rafael Gil (1944).
  • Fuenteovejuna. Antonio Román (1947).
  • La vida encadenada. Antonio Román (1948).
  • La cigarra. Florián Rey (1948).
  • Brindis a Manolete. Florián Rey (1948).
  • Locura de amor. Juan de Orduña (1948).
  • Capitán de Loyola. José Díaz Morales (1949).
  • La duquesa de Benamejí. Luis Lucía (1949).
  • Lola la Piconera. Luis Lucía (1951).
  • Rebeldía. José Antonio Nieves Conde (1954).
  • Congreso en Sevilla. Antonio Román (1955).
  • La viudita naviera. Luis Marquina (1961).
  • Teresa de Jesús. Juan de Orduña (1961).
  • Autopsia. Juan Logar (1973). Aparece él mismo.
  • Cádiz, señorita del mar. Guillermo de la Cueva (1974).
  • Rafael en Raphael. Antonio Isasi-Isasmendi (1975). Aparece él mismo.

Obra impresa

  • Obras completas, Madrid: Escelicer, 1947–1965, siete tomos. I. «Poesía» (1947). II. «Novelas y cuentos» (1948). III. «Narraciones y ensayos» (1949). IV. «Teatro». V. «Doctrina y oratoria» (1953). VI. «Miscelánea» (1953). VII. «Miscelánea» (1965).

Lírica

  • De la vida sencilla. Poesías originales, M., V. H. Sanz Calleja, 1923 (con prólogo de Francisco Rodríguez Marín).
  • Nuevas poesías, M., Voluntad, 1925.
  • A la rueda, rueda... Cancionero, M., CIAP Mundo Latino, 1929.
  • El barrio de Santa Cruz (Itinerario lírico), Jerez de la Frontera, Nueva Litografía Jerezana, 1931.
  • Elegía de la tradición de España, Cádiz, Tip. Manuel Cerón, 1931.
  • Salmo de los muertos del 10 de agosto, 1933.
  • Señorita del mar, M., Sáez Hnos, 1934.
  • Poesía (1923-1937), Valladolid, Santarén, 1937.
  • Poema de la Bestia y el Ángel, Zaragoza, Jerarquía, 1938.
  • Poesía sacra, M., Escelicer, 1940.
  • Por Dios, por la Patria y el Rey, M., Ediciones Españolas, 1940 (Estampas de Carlos Saez de Tejada).
  • Las musas y las horas, M., Aguilar, 1945.
  • Las flores del bien, B., Montaner y Simón, 1946.
  • Obras completas, M., Escelicer, 1947 (Tomo I: Poesía).
  • La Pasión según Pemán. Edibesa, 1997.
  • Poesía esencial. Granada, 2002. (Estudio preliminar y selección de José Enrique Salcedo Mendoza).

Narrativa y cuentos

  • Cuentos sin importancia, 1927.
  • Romanza del fantasma y doña Juanita, 1927.
  • Inquietudes de un provinciano, 1930.
  • Volaterías, 1932.
  • De Madrid a Oviedo, pasando por Las Azores, 1933.
  • La vencedora, 1933.
  • San Pedro, 1933.
  • Fierabrás, 1935.
  • El vuelo inmóvil, 1936.
  • ¡Atención, atención!, 1937.
  • Arengas y crónicas de guerra. Escelicer-Cerón, Cádiz, 1937.
  • Historia de tres días, 1939.
  • El paraíso y la serpiente, 1942.
  • Señor de su ánimo, 1943.
  • Un laureado civil, 1944.
  • De doce cualidades de la mujer, 1948.
  • Un soldado en la historia: vida del capitán general Varela. Madrid, 1954.

Ensayo

  • DE doce cualidades de la mujer
  • El hecho y la idea de la Unión Patriótica, 1929.
  • Cartas a un escéptico en materia de formas de gobierno, 1935.
  • Crónicas de antes y después del diluvio, 1939.
  • La historia de España contada con sencillez, 1939.
  • Ocho ensayos religiosos, 1948.

Teatro

  • Isoldina y Polión, 1928.
  • La viudita naviera.
  • El divino impaciente, 1933.
  • Cuando las Cortes de Cádiz, 1934.
  • Cisneros, 1935.
  • Julieta y Romeo, 1935.
  • La danza de los velos, 1936.
  • Almoneda, 1937.
  • De ellos es el mundo, 1938.
  • Ha habido un robo en el teatro, 1938.
  • La Santa virreina, 1939.
  • Ella no se mete en nada, 1941.
  • Por la Virgen Capitana, 1941.
  • Metternich, 1942.
  • Juan sin versos, 1942.
  • El testamento de la Mariposa, 1942.
  • Hay siete pecados, 1943.
  • Como el primer día, 1943.
  • Hablar por hablar, 1944.
  • Si me quieres o me dejas, 1944.
  • Yo no he venido a traer la paz, 1945.
  • Diario íntimo de la tía Angélica, 1946.
  • Todo a medio hacer, 1946.
  • Antígona, 1946.
  • La casa, 1947.
  • En tierra de nadie, 1947.
  • Vendimia, 1947.
  • La verdad, 1947.
  • Lo que debe ser, 1948.
  • Semana de Pasión, 1948.
  • Hamlet, 1949.
  • Electra, 1949.
  • El viejo y las niñas, 1949.
  • El gran cardenal, 1950.
  • Paca Almuzara, 1950.
  • Por el camino de la vida, 1950.
  • La muerte de Carmen, 1949; libreto de ópera con música de Ernesto Halffter.

Referencias

  1. http://www.larazon.es/images/uploads/image/filename/64067/c617x280_063nac21fot1.jpg
  2. Ignacio Sotelo: «Religión, trabajo y sufrimiento», en El País, 20 de mayo de 2008
  3. José Mª Pemán: «Entendimiento del trabajo», en ABC (Sevilla), 18 de diciembre de 1971
  4. José Mª Pemán: «Feria de Abril en Jerez»
  5. Antonio Astorga: «Pemán: 25 años sin el divino literario», en ABC (Sevilla), 19 de julio de 2006
  6. Javier Villán, El Mundo, 11 de septiembre de 1997
  7. José María Pemán: El hecho y la idea de la Unión Patriótica. Madrid, 1929
  8. Gonzalo Álvarez Chillida: «Vieja y nueva derecha. El cacicato de Jerez y Cádiz en las postrimerías de la Restauración»
  9. Joaquín María Piñeiro Blanca: Ramón de Carranza: un oligarca gaditano en la crisis de la restauración. Diputación de Cádiz, Cádiz, 1998
  10. Sir Charles Alexander Petrie, 3rd Baronet
  11. Iñigo Moreno: «Vegas Latapié, el intelectual monárquico que se opuso a Franco», en ABC, 2 de febrero de 2007
  12. Gómez Marín, J. A.: «Los fascistas y el 98», en Tiempo de Historia, 1; 1974, pp. 26–39
  13. Acedo Castillo, J. F.: «Pemán. Tradicionalista». Razón Española. nº 86, 2001
  14. Centro de Estudios General Zumalacárregui: «Carlos Sáenz de Tejada y el carlismo, a los cincuenta años de su muerte»
  15. Villén, Jorge. Antología poética del Alzamiento. 1936–1939. Cerón y Cervantes, Cádiz, 1939
  16. José Mª Pemán: Arengas y crónicas de guerra. Escelicer-Cerón. Cádiz, 1937
  17. «El discurso del señor Pemán radiado anoche». ABC de Sevilla, 26 de agosto de 1936, págs. 6 y 7
  18. 4eW3FAhIFMM/R5T6XaycZxI/AAAAAAAABI4/nTokm80sJxg/s320/PEMAN2.JPG
  19. José Mª Pemán: «Abril: victoria y entropía», en Espejo de los días, nº 810, 16 de abril de 1972
  20. Acedo Castillo, J. F.: «Pemán. Tradicionalista», en Razón Española. nº 86, 2001
  21. Rodríguez Puértola, Julio: «Fascismo y poesía en España». A.I.H. (Asociación Internacional de Hispanistas). Actas VII Congreso, 1980, pp. 887–888
  22. Urda Anguita, J. A.: Representaciones de la violencia en la poesía de la Guerra Civil española. Tesis doctoral. University of Missouri-Columbia, 2007
  23. ABC de Sevilla, 9 de septiembre de 1936, pág. 7
  24. José Mª Pemán: «Entender la guerra», en Espejo de los días, nº 657, 11 de mayo de 1969
  25. ABC de 29 de marzo de 1939, pág. 5
  26. José Mª Pemán: De la entrada en Madrid: historia de tres días. Madrid, 1939
  27. Pemán fue el autor de la Circular de 7 de diciembre de 1936 (B.O.E. de 10.12.1936) que sistematizó la represión contra el personal docente [1].
  28. Enrique Suñer Ordóñez (1878-1941) [2][3]
  29. Morente Valero, Francisco: La escuela y el Estado Nuevo. La depuración del Magisterio Nacional (1936–1943). Valladolid, 1997, pp. 194-200
  30. Jaume Claret Miranda: «Cuando las cátedras eran trincheras. La depuración política e ideológica de la Universidad española durante el primer franquismo», en Hispania Nova. nº 6, 2006
  31. Manuel Alvaro Dueñas: «El decoro de nuestro aire de familia». Revista de Estudios Políticos (Nueva Época), 105. Julio-septiembre de 1999, pp. 147–173
  32. Julián Casanova. Historia de España. Vol. 8. República y Guerra Civil, Crítica–Marcial Pons, 2007, p. 356
  33. Rodríguez Puértola, Julio: «Fascismo y poesía en España», A.I.H. (Asociación Internacional de Hispanistas). Actas VII Congreso, 1980, pp. 887–888
  34. José Mª Pemán: «Diálogo de la vuelta del prisionero». ABC de Sevilla, 29 de junio de 1937, pág. 6
  35. Josep Fontana: «La caza del maestro», en El País, 10 de agosto de 2006
  36. Serafín Pro: Diccionario biográfico de gaditanos insignes. Cádiz, 1955, p. 272
  37. La Historia de España de Pemán. [4]
  38. Paul Preston, El gran manipulador. Ediciones B, Barcelona, 2008, p. 212
  39. Pemán visita al coronel Juan Yagüe [5]
  40. Durante la guerra es nombrado alférez provisional honorario y en 1941 recorre Argentina, Chile, Perú etcétera pronunciando conferencias. Tras recuperar entre 1944 y 1947 la dirección de la Real Academia, volvió a dar conferencias por Hispanoamérica en 1948 y fue elegido miembro de la Academia Argentina de Letras y Perú le concedió la Gran Cruz de la Orden del Sol
  41. José Mª Pemán: «Confesión general», en Obras completas, tomos I y V, 1947 y 1953
  42. H. R. Southworth: El mito de la cruzada de Franco. Ruedo Ibérico, París, 1963, p. 227
  43. Edición prínceps del «Poema de la Bestia y el Ángel»
  44. Camilo José Cela (cf. Obras completas de Pemán, I; Madrid, 1947; pp. 1155–1156)
  45. Roger de Flor: «Tríptico de traidores», en Ramos-Gascón, Antonio. El romancero del Ejército Popular (143–144). Madrid: Nuestra Cultura, 1978
  46. «Escolar.net » ¡Mueran los intelectuales!». Consultado el 2009. 
  47. José Mª Pemán, «La verdad de aquel día», en ABC, 26 de noviembre de 1964
  48. Hugh Thomas, La guerra civil española, París, Ruedo Ibérico, 1967, p. 310.
  49. Carme Moliner: La captación de las masas. Política social y propaganda en el régimen franquista. Cátedra. 2ª ed. Madrid. 2008 pág. 46
  50. «YouTube — Himno Español (con letra)». Consultado el 2009. 
  51. Diario de Cádiz, 28 de octubre de 2007
  52. José María Pemán (hijo), «El himno nacional de mi padre», en Libertad Digital, 21 de enero de 2008
  53. «Himno De La Armada». Consultado el 2009. 
  54. «Himno Del Ejercito Del Aire». Consultado el 2009. 
  55. «Eucaristía». Consultado el 2009. 
  56. Gonzalo Redondo, Política, cultura y sociedad en la España de Franco (1939–1975). Pamplona, Eunsa, 1999, p. 321
  57. Manuel Halcón: «Pemán, su impavidez». ABC (Sevilla), 8 de noviembre de 1967
  58. http://farm4.static.flickr.com/3003/2715842288_2e2e07069a.jpg?v=1217638750
  59. José Mª Pemán: «La sucesión». ABC (Sevilla), 22 de diciembre de 1966 [6]
  60. Calvo Serer, Rafael: «Franco frente al Rey. El proceso del régimen», en Ruedo Ibérico, París, 1972, p. 132
  61. F. Franco Salgado-Araujo: Mis confesiones privadas con Franco. Planeta. Barcelona. 1976, pág.519
  62. José María García León: «Pemán, entre Franco y Don Juan». Diario de Cádiz, 07/02/2008
  63. Jaime Peñafiel: «Nobles por decreto». El Mundo, 16 de octubre de 1994
  64. Artículos periodísticos de José María Pemán
  65. José Mª Pemán: «Una experiencia», en ABC, 1967
  66. «José Mª Pemán, enterrado en el panteón familiar del cementerio de Cádiz». El País, 21/07/1981.
  67. José Mª Pemán, «Eso del monumento», ABC (Sevilla), 29 de julio de 1967
  68. a b Vázquez Montalbán, M.: «Pemán y el Séneca. Una tragedia liberal», Triunfo, 494, 1972, pp. 19–22
  69. «Acción Española / Madrid 1931-1937». Consultado el 2009. 
  70. Fernando Lara y Diego Galán: «Pemán, patriarca y espectador», en Triunfo, 535; 1972, pp. 43–47

Bibliografía

  • Enciclopedia biográfica española. Barcelona: J. M. Massó, 1955.
  • Manuel Machado: José María Pemán: Unos versos, un alma y una época. Madrid, 1940.
  • M. Ciriza: Biografía de Pemán. Madrid, 1974.
  • E. Gascó: Pemán. Madrid, 1974.
  • Ferrer Hortet, Eusebio: José María Pemán: 83 años de España. Ediciones Palabra, Madrid, 1993, 483 pp.
  • G. Álvarez: José María Pemán. Pensamiento y trayectoria de un monárquico (1897–1941). Cádiz, 1996.
  • J. Tusell y G. Álvarez: Pemán. Un trayecto intelectual desde la extrema derecha hasta la democracia. Barcelona, 1998.
  • A. Correa: Poetas andaluces en la órbita del modernismo. Sevilla, 2001.
  • Artículos periodísticos de José María Pemán.

Enlaces externos


Predecesor:
-
Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado
1936 - 1938
Sucesor:
Pedro Sainz Rodríguez