Cultura de Costa Rica

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Teatro Nacional, San José,1897. Ícono popular del interés del costarricense por la cultura refinada y de rasgos internacionales.

La cultura de Costa Rica es variada al tener influencias inicialmente de la cultura indígena y europea, posteriormente de la cultura afrocaribeña y asiática.

Desde sus orígenes hasta el mundo globalizado contemporáneo, los rasgos culturales de esta región han sido marcados por su carácter ístmico como puente entre dos grandes masas continentales de gran poder biológico, económico y geopolítico, generando un punto de encuentro o una línea de paso de todo tipo de corrientes e influencias, generando el surrealista endemismo biológico y cultural que le caracteriza.

Posteriormente se dieron hitos que han orientado ese proceso, como la cultura del cacao y luego la del café, la orientación valiente, pacífica y laboriosa cristalizada en la derrota de los filibusteros de EEUU, la abolición del ejército, la contribución decisiva a la pacificación de Centroamérica en varias oportunidades históricas, valiéndole incluso el Premio Nobel de la Paz, y más reciente, el reconocimiento universal a la vocación ecológica y de una economía basada en la producción de alta tecnología y el ecoturismo.

Costa Rica recibió la imprenta en 1830. Su literatura ha dado, además de bellos trozos costumbristas, singulares ensayistas y prosistas en la primera mitad del siglo XX. Destácanse las novelas sociales como las de Carlos Luis Fallas, y recientemente sus poetas modernos.

Los pintores fundadores del nacionalismo dejaron una honda huella en la estética regional, y el salto a una modernidad acelerada fue dado por la generación de Francisco Amighetti. Además de eso, Costa Rica ha tenido retratistas de renombre como Enrique Echandi,[1]​ Gonzalo Morales Alvarado[2]​ y Gonzalo Morales Sáurez.[3]​ Otros artistas pictóricos de importancia en Costa Rica son, Rodolfo Stanley, Fernando Carballo, y Rafa Fernández.

Cuenta con una fuerte tradición escultórica que tiene sus raíces ancestrales en las esferas de piedra, esculturas en piedra, jade y cerámicas precolombinas, legado que posteriormente ha sido cultivado y continuado por escultores como Francisco Zúñiga, Juan Manuel Sánchez, Domingo Ramos, José Sancho, Max Jiménez, Ibo Bonilla y Jorge Jiménez Deredia.

Con la formación de la Orquesta Sinfónica Juvenil las vocaciones afluyeron, y sobrevino la consolidación de la Orquesta Sinfónica Nacional. La danza parece ser una de las disciplinas más populares, y el teatro sigue su impulso de hace treinta años.

Sin embargo, Costa Rica presenta hoy en día una gran cantidad de venas artísticas entre las que se contempla la música, la danza y el baile, el teatro, el cine, la producción cinematográfica y televisiva, la plástica y las letras.

Arquitectura

Basílica de los Ángeles en Cartago, Arq. Luis Llach, 1890. El santuario data de 1635 y es el objetivo de la mayor peregrinación anual del país por bendiciones de la "Negrita", sincretismo de virgen con rasgos indígenas.
Casa de la Hacienda Santa Rosa, Guanacaste. En esta casona se llevó a cabo la Batalla de Santa Rosa, donde los costarricenses derrotaron y expulsaron a los filibusteros de William Walker que invadieron el territorio nacional durante la Campaña Nacional de 1856-1857. La casona original data de 1750, pero ha sufrido varias remodelaciones, incluida una reconstrucción en 2001 tras un incendio. Se encuentra ubicada dentro del Parque Nacional Santa Rosa.

La Arquitectura de Costa Rica se construye desde la perspectiva sincrónica a partir de sus particularidades bioclimáticas regionales y desde el eje diacrónico por las influencias propias de un puente ístmico que une dos masas continentales de gran fuerza cultural y geopolítica, por lo que resulta un sincretismo entre lo ancestral, la enorme biodiversidad y la novedad de estilos arquitectónicos de moda o materiales y tecnologías exóticas. [4][5]

Su identidad tiene ancladas las raíces en las tipologías de urbanización ancestral como en la ingeniería de Guayabo, la cultura simbólica del Valle del Diquís y sus esferas de piedra o el misticismo cósmico de los ranchos habitacionales y ceremoniales Baja Talamanca, que devinieron en una síntesis que oscila entre la importancia bioclimática, los estilos de moda y la creatividad local.

En un punto coinciden los estudiosos de la historia de la arquitectura de Costa Rica: el apreciado pero exigente clima tropical ha logrado que a través de los siglos, los estilos de diseño transnacionales han tenido que adaptarse al bioclimatismo local, porque si el arquitecto no lo prevé, el usuario lo hará de la mano de un operario. Y esto le ha dado a la arquitectura costarricense un hilo conductor dentro de tantas corrientes invitadas a través del tiempo.[4][5]

Parques y Plazas

La Plaza de la Cultura es el espacio cívico y cultural de referencia en la capital, es el vestíbulo urbano del Teatro Nacional con el fuerte simbolismo de ser el techo del Museo de Oro Precolombino

Cada pueblo tiene sus parques urbanos y aquí nombramos algunos ejemplos de arraigo en la cultura popular o de relevancia histórica. De las plazas se nombran algunos ejemplos de las plazas urbanas consolidadas que sirven como referente social.

Tradiciones

Tradición del boyeo y la carreta típica

La carreta típica más grande del mundo, en Sarchí de Valverde Vega.

La fabricación de carretas de bueyes pintadas de forma característica es una de las tradiciones culturales más famosas de Costa Rica tanto a nivel nacional como internacional. La carreta fue el medio de transporte por excelencia durante la colonia y gran parte de los inicios de la vida independiente del país, en especial en lo que se refiere al transporte del grano de café desde el Valle Central hasta Puntarenas para su posterior exportación. El café fue, durante el siglo XIX y gran parte del siglo XX, impulso del desarrollo económico del país.

Rueda de carreta típica.

El arte de la carreta pintada se caracteriza por la coloración en formas geométricas, flores, rostros y paisajes en miniatura, además de las características puntas de estrella, todo lo cual se hace a mano. Generalmente, la carreta se pinta de color anaranjado, blanco o rojo, y encima se le pintan los diseños característicos, que en el pasado también se utilizaban para identificar la comunidad o lugar de procedencia del boyero. La elaboración de estas carretas es especialmente conservada en el distrito de Sarchí, en el cantón de Valverde Vega, aunque las celebraciones a los boyeros (el que cuida y guía los bueyes que jalan las carretas) se realizan en diversos cantones a lo largo y ancho del país, como Escazú, donde se celebra el Día Nacional del Boyero, los segundos domingos del mes de marzo en el distrito de San Antonio de Escazú, donde se realiza un colorido desfile de carretas que recorre las calles principales del cantón.

La tradición del boyeo y la carreta típica costarricense es Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad de la Unesco desde el 24 de noviembre de 2005. Además, la carreta es uno de los símbolos patrios de Costa Rica, pues simboliza la cultura de la paz y el trabajo del costarricense, la humildad, la paciencia, el sacrificio, y la constancia en el afán por alcanzar los objetivos trazados del pueblo costarricense.

Mascarada tradicional costarricense

Mascarada tradicional costarricense.

La mascarada tradicional costarricense tiene sus orígenes en la época colonial, aunque incluye diversos elementos que se remiten al pasado precolombino. Las máscaras, también conocidas como “mantudos” o “payasos”, son personajes elaborados de forma artesanal utilizando materias primas como madera de balsa, barro, yeso, papel y goma a base de harina y agua, las cuales una vez finalizadas se montan sobre una armazón de hierro, se les reviste de trajes coloridos (mantas, de allí el nombre “mantudo”) y se les lleva a desfilar por las calles de las comunidades durante las celebraciones cívicas o religiosas, bailando al son de música de cimarrona y persiguiendo a los asistentes. La elaboración artesanal de los mantudos es una tradición que se mantiene muy vigente en la actualidad, especialmente en cantones como Escazú, Barva, Cartago, Aserrí, Oreamuno, Desamparados y otros, con destacados artesanos mascareros que se han distinguido a través de la historia por la calidad de sus trabajos y por la herencia de su arte de padres a hijos. A través de los años, se han creado personajes icónicos como la Giganta, el Diablo, la Muerte, la Segua, la Minifalda, las brujas, etc, que se consideran básicos en cualquier mascarada, aunque en la actualidad también se incluyen máscaras que representan personajes de la cultura popular, celebridades o políticos. Desde 1996, se celebra en el país el Día Nacional de la Mascarada Tradicional Costarricense, el 31 de octubre, con la finalidad de rescatar esta antigua tradición y a la vez combatir la influencia cultural de celebraciones ajenas a la cultura nacional, como el Halloween.

Expresiones populares

Identidad "Pura Vida" que nace de la casi infinita diversidad biológica y cultural de un ístmo-puente entre dos masas continentales
El Himno Nacional como declaración de principios del pueblo

Las expresiones que el pueblo usa reiterada y cotidianamente vienen a ser una declaración de principios de un pueblo, que refleja su cosmovisión, ambiente y estado de ánimo, son una especie de mantra, cuyo significado se filtra en el subconsciente de la población que constantemente la repite y se refleja en la caracterización de la cultura y dinámica social permitiendo perfilara la costarriqueñidad, tal como lo explica el investigador Dionisio Cabal en sus libros "Refranero de uso costarricense" (2010),[6]​ "Aguizotes: raíces mágicas de Costarrica" (2011)[7]​ y otros artículos periodísticos. [8][9][10]

El origen y/o etimología de cada una son muy discutidos y no parece que haya certeza de encontrarlos, pero algunas de las expresiones más arraigadas entre los ticos, que las hacen suyas y que los extranjeros los reconocen a través de ellas son:

Pura vida

"Pura Vida" es la frase más reconocible vinculada a los costarricenses y que refleja la forma de vida de Costa Rica. A menudo cuando la gente camina por las calles o en las tiendas saludan diciendo "Pura Vida". Puede darse como una pregunta o como un reconocimiento de su presencia o ser utilizado tanto como un saludo o despedida. Las guías para turistas suelen decir: “Una respuesta recomendable para "¿Cómo estás?" sería "Pura Vida"”. Y usarla es el primer consejo de los asesores de imagen de artistas y otros personajes públicos que visitarán el país para crear empatía con el público costarricense.[11]

El “pura vida” simboliza la simplicidad del buen vivir, el apego a la humildad, el bienestar, la satisfacción, la felicidad, y el optimismo, asociadas al arte de apreciar la apostura en lo sencillo y natural.[9]

Esta frase está íntimamente vinculada a la espontánea y enorme biodiversidad del país, como expresan en la otra frase: “si te quedas parado, te pueden nacer plantas en la cabeza”. Y tiene tal arraigo que programas internacionales de primer orden apoyados oficialmente se suelen denominar como el caso de el evento de tecnología y diseño “ TEDx Pura Vida” [12][13]

Ticos

Tico es un gentilicio coloquial sinónimo de costarricense, que los nacionales usan como auto confirmación de sencillez, paz y laboriosidad en frases como “tico de pura cepa” y los extranjeros lo usan para dar a entender que están informados sobre la idiosincrasia tica.

Su origen no se conoce bien, pero se dice que al inicio de los cultivos bananeros (1880) en la Baja Talamanca a las indígenas las llamaban “tisingas” (en referencia a la Ciudad de Ticingal - El Dorado - descrita por Juan Vásquez de Coronado en 1662) y los afro caribeños, venidos a las obras del ferrocarril, en un mal inglés jamaiquino les decían “she are tico” y como eran de notoria baja estatura, otros trasladaron el vocablo a “chirrisquitico” usándolo asociado a todo lo pequeño, y en particular la terminación agregada a otros adjetivos como “chiquitico” o “chocolatico”, por lo que los extranjeros empezaron a llamarles “ticos” a los originarios de la zona. [14]

Otra versión indica que ya durante la Campaña de 1856, cuando los costarricenses fueron a Nicaragua a derrotar a los filibusteros de EEUU que tenían como objetivo hacer de Centroamérica un Estado esclavista, durante la estadía los costarricenses fueron bautizados "ticos" por los nicaragüenses, ya que era común escucharlos llamarse entre ellos "hermaniticos", asumiéndolo con orgullo por su valentía en la gran gesta.

Tuanis

Dicho de una cosa de excelente calidad, según la definición de la Real Academia Española. Pero se extiende a una expresión de optimismo y aprobación, utilizada como catalizador de múltiples acciones y conector comunicacional.

Hay quienes aducen que la palabra “tuanis” viene de una derivación de la expresión en inglés “too nice” (muy bien), pero parece que viene del malespín, un código militar ideado por el general salvadoreño Francisco Malespín, con el cual se cambiaba el sonido de las letras. ‘Tuanis’, por ejemplo, significa ‘bueno’, en este caso se cambió la ‘b’ por la ‘t’; la ‘e’ por la ‘a’ y la ‘o’ por la ‘i’.[8]

Mae

“Mae” tiene actualmente una connotación de confraternidad, compañerismo, tolerancia, sugerencia de amistad o complicidad y otras acepciones condicionales o contextuales. También como catalizador de múltiples acciones y conector comunicacional.

En Costa Rica se usa para llamar a cualquiera (mujer o hombre entre mujeres y hombres) se utiliza indistintamente "mae": "Esa mae", "Ese mae", "ay mae!!" (= ay hombre!, ay mujer!. En otros contextos coloquiales, también tiene una connotación de "tonto": "No te hagás el maje" (no te hagas el tonto, aunque también suele decirce "qué mae más tonto!" [15]

Una versión dice que proviene como derivación de "maje" que posiblemente tenga su origen en "majo" o "maja" de España y en ese sentido alude a elegante, guapo, simpático o alegre.

Otros sostienen que allá por los años de 1920, cada zapatero tenía su aprendiz, el cual se dedicaba, principalmente, a majar suela sobre una plancha de hierro. Al estrujar la suela, esta se endurecía y se volvía más resistente. Pero a los nuevos en el oficio les jugaban la broma de ponerlos a martillar un tacón de hule, y el ingenuo se pasaba todo el día “maje que te maje”, y nada que estiraba. Al rato lo hacían caer en cuenta de la burla y le decían “te cogieron de maje y maje”.

Lo que sí es consensuado es que “mae” deriva de “maje” que originalmente tuvo una orientación picaresca y diversa.[8]

Con el paso del tiempo, la expresión se ha convertido en un símbolo de la idiosincrasia costarricense y es usado en situaciones de confianza en todos los círculos económicos, culturales y sociales del país, representando una expresión que hace reconocible a cualquier costarricense en cualquier parte del mundo.

En la lucha tenaz, de fecunda labor

Ante la pregunta cotidiana y multiuso de ¿Cómo estás? (o cualquier variante), es común escuchar como respuesta:

-En la lucha tenaz, de fecunda labor

en clara referencia al Himno Nacional de Costa Rica como declaratoria de principios, que comparten, promueven e identifican a los naturales de este país.[8]

Indica también que en la cotidianidad hay un conjunto de valores compartidos y que sintetiza el Himno Nacional. De hecho, tal respuesta es literal el primer verso de la segunda estrofa, como puede verse:

En la lucha tenaz, de fecunda labor,
que enrojece del hombre la faz;
conquistaron tus hijos - labriegos sencillos -
eterno prestigio, estima y honor,

Teatro

Teatro Nacional de Costa Rica.

La actividad teatral del país es muy dinámica, posee una compañía estatal (la Compañía Nacional de Teatro) y la disciplina se enseña profesionalmente en dos universidades estatales, en varios institutos privados y en el Taller Nacional de Teatro. Funcionan en 14 salas de teatro independiente, tres salas estatales y algunas regionales; en las que se puede ver desde teatro clásico hasta vodevil. Además, es frecuente que haya grupos de teatro de aficionados en algunas comunidades.

El teatro comenzó a manifestarse en Costa Rica durante la época de la colonización española, primeramente con obras traídas por los sacerdotes católicos, los cuales las utilizaron como método de evangelización. Tras la independencia en 1821, empezaron a arribar al país algunas compañías teatrales, provenientes de España, Italia y Francia, que presentaban sus obras en galerones y corrales de comedia al aire libre, como el teatro Villaseñor o el teatro Sifuentes. En 1850, bajo el gobierno de Juan Rafael Mora Porras, se construyó el Teatro Mora, que cambió su nombre a Teatro Municipal con la caída de Mora en 1860. Este teatro fue el lugar donde se se presentaron las compañías teatrales entre 1860 y 1888, cuando el edificio fue destruido por un terremoto.

En 1891, fue inaugurado el Teatro Variedades, cuya importancia cultural en el desarrollo de la sociedad costarricense persiste hasta la actualidad, dado que permitió, a partir de ese momento, la presencia constante de compañías teatrales y otras sociedades artísticas (orquestas, prestidigitadores, circos, estudiantinas, etc), además de organizarse una compañía nacional de aficionados. Para finales del siglo XIX, y con la consolidación de una oligarquía de comerciantes y exportadores del café, principal motor de la economía nacional, el gobierno del presidente José Joaquín Rodríguez estableció un impuesto a la producción y exportación del café con el objetivo de construir un teatro, lo que finalmente permitió la inauguración, en 1897, del Teatro Nacional de Costa Rica, con la interpretación de la ópera Fausto de Charles Gounod, por parte de la Compañía de Ópera Francesa Aubry.

El Teatro Nacional de Costa Rica, de arquitectura neoclásica y decoraciones barrocas y de estilo rococó hechas en mármol de Carrara, una cúpula metálica fabricada en Bélgica, esculturas de Pietro Bulgarelli, Juan Ramón Bonilla, Pietro Capurro, Adriático Foli y Jorge Jiménez Deredia, y la pintura del italiano Aleardo Villa, "Alegoría del café y el banano", que decora el techo de la escalera principal, es considerado la joya arquitectónica de San José y ha sido declarado Monumento Nacional. En él se realizan presentaciones anuales de obras de teatro, danza, conciertos con orquestas sinfónicas, y reuniones y cenas de Estado.

  • Teatro Nacional
  • Teatro Melico Salazar
  • Auditorio Nacional
  • Teatro Oscar Fesler
  • Teatro Arlequín
  • Teatro Chaplin
  • Teatro del Ángel
  • Teatro de la Danza
  • Teatro de San José
  • Teatro el Triciclo
  • Teatro Juan José Vargas Calvo
  • Teatro la Aduana
  • Teatro la Comedia
  • Teatro la Esquina
  • Teatro la Máscara
  • Teatro Laurence Oliver
  • Teatro Lucho Barahona
  • Teatro Espressivo Pinares (Curridabat)
  • Teatro 1887
  • Teatro Moliere
  • Teatro Sala de la Calle 15
  • Teatro Torres
  • Teatro Variedades
  • Teatro Giratablas
  • Teatro Eugene O Neal
  • Teatro de las Bellas Artes (UCR)
  • Teatro de Montes de Oca (UCR)
  • Teatro Mozart
  • Teatro Abya Yala
  • Teatro del Conservatorio de Castella
  • Teatro Dionisio (Barva)
  • Teatro Municipal de Alajuela
  • Teatro Galerón Cultural Aspinall-Murray (Monteverde)
  • Teatro Dominical Little Theatre (Dominical, Puntarenas)

Museos

  • Museo Nacional de Costa Rica[16]
  • Museo de Arte Costarricense[17]
  • Museo Histórico Dr. Rafael Angel Calderón Guardia[18]
  • Museos del Banco Central[19]
  • Museo Histórico Marino de la Ciudad de Puntarenas[20]
  • Museo Regional de la Provincia de Limón[21]
  • Museo del Café[22]
  • Museo de Fotografías Históricas[23]
  • Museo del Ferrocarril[24]
  • Museo Histórico Juan Santamaría[25]

Literatura

La literatura costarricense, aunque joven, ha producido algunos escritores de proyección internacional, cuyos trabajos han sido traducidos a varios idiomas. Entre los géneros literarios, predominan la poesía, el cuento y el ensayo. Hacia finales del siglo XIX y principios del siglo XX, aparece la creación literaria propiamente dicha, siendo el costumbrismo el primer movimiento literario: El hojarasca (1894) de Ricardo Fernández Guardia; El Chamarasca (1898) de Carlos Gagini; La propia (1895) de Manuel González Zeledón y El Moto (1900) de Joaquín García Monge. La poesía aparece a partir de 1890, siguiendo el mismo estilo literario. Destacan las Concherías de Aquileo J.Echeverría, que rescatan el folclor costarricense y la vida bucólica del campo.

Entre 1900 y 1920 aparece el realismo, con tendencias más modernistas y menos idílicas que se contraponían al estilo de vida campesino tradicional. Destacan El árbol enfermo (1898) de Carlos Gagini y Cuentos de mi tía Panchita, de Carmen Lyra, colección de cuentos considerada obra magna de la literatura infantil costarricense. La fundación de la revista Repertorio Americano por Joaquín García Monge estimuló la literatura vanguardista en Costa Rica: aparecieron destacados poetas como Lisímaco Chavarría (Orquídeas, 1904; Nómadas, 1906; Añoranzas líricas, 1908), Eunice Odio, Rafael Ángel Troyo y Auristela Castro de Jiménez.

El estilo realista preparó el terreno para la llegada de la literatura socialista, relacionada con el periodo de reformas sociales en Costa Rica que se dio durante los años 40, periodo en el cual se produjeron muchas de las grandes obras de la literatura nacional, por lo que se considera una etapa fundamental de en la formación de la literatura contemporánea costarricense. Muchos de los autores de este época fueron activistas de los movimientos socialistas, comunistas y reformistas de este periodo de la historia costarricense. Autores como Carmen Lyra (En una silla de ruedas, Bananos y hombres) y Carlos Luis Fallas (Mamita Yunai, Gentes y gentecillas, Marcos Ramírez, Mi madrina), quien expone en sus obras los abusos hacia los trabajadores por parte de la compañía bananera United Fruit Company, se caracterizan por el eclecticismo y la mezcla de elementos disimiles, combinando el romanticismo, modernismo y la experimentación vanguardista. La década del 40 es una época cumbre de la literatura costarricense, con autores como Joaquín Gutiérrez Mangel, cuyas obras hoy se consideran clásicos de la literatura costarricense: Cocorí, Puerto Limón, La hoja de aire, Murámonos Federico y otras. También destacan Fabián Dobles, especialmente conocido por Historias de Tata Mundo, Una burbuja en el limbo (1946) y El sitio de las abras (1950); José Marín Cañas, cuya obra Pedro Arnáez (1942) explora las tribulaciones de un trabajador de una compañía minera; Juan Varela (1939), de Adolfo Herrera García, expone como protagonista al campesino, pero ya no desde el punto de vista bucólico, sino en un estilo de vida austero que exige un cambio social; Carlos Luis Sáenz destaca por su obra infantil (Mulita mayor, El abuelo cuentacuentos) y los poetas Isaac Felipe Azofeifa (El viejo liceo, 1937; Trunca Unidad, 1958; Vigilia en pie de muerte, 1962; Canción, 1964) y Julián Marchena (Alas en fuga, Romance de las carretas).

Los años 1940 fueron una época de rica producción literaria. Se destacó también Luis Dobles Segreda, poeta, bibliófilo y escritor herediano; Yolanda Oreamuno, cuya literatura explora las dimensiones psicológicas y ocultas de la psique femenina (La ruta de su evasión, 1949); Carlos Salazar Herrera, conocido por sus Cuentos de angustias y paisajes, que exploran historias desarrolladas en el ámbito rural pero con ámbitos psicológicos más profundos que las historias regionales. En los años 1960 surgieron autores muy importantes: el poeta turrialbeño Jorge Debravo (Nosotros los hombres), Laureano Albán y Alfonso Chase, cuyas obras no solo critican la realidad social sino que se esperanzan en la posibilidad del cambio. En la prosa, destacan Alberto Cañas Escalante (Oldemar y los coroneles, Los molinos de Dios), Carmen Naranjo (Más allá del Parismina), José León Sánchez (La isla de los hombres solos, Tenochtitlan: la última batalla de los aztecas) y en la poesía, Julieta Dobles (Costa Rica poema a poema).

La crisis económica de los años 1970 y 1980 impulsó del desarrollo de una literatura más dedicada a explorar la identidad nacional, con autores como Rafael Ángel Herrera (La guerra prodigiosa, 1986), Fernando Contreras (Única mirando al mar, 1983), Fernando Durán Ayanegui (Las estirpes de Montanchez, 1992), Tatiana Lobo (Asalto al paraíso, 1992), Anacristina Rossi (La loca de Gandoca).

Costa Rica también posee una basta producción de historiadores nacionales, donde destacan Cleto González Víquez, Rafael Obregón Loría, Ricardo Fernández Guardia, Luis Felipe González Flores, Victor Manuel Elizondo y Carlos Meléndez Chaverri. En lo que se refiere al teatro, destacan las obras de Samuel Rovinsky (Las fisgonas de Paso Ancho), Alberto Cañas (Uvieta, La Segua), Alfredo Castro Fernández (El punto muerto), la también poetisa y guionista de cine Ana Istarú (Hombres en escabeche, Baby Boom en el paraíso, Caribe).

Escultores

Pintores

Galería

Véase también

Enlaces externos

Notas

  1. Sitio del Museo de Arte Costarricense, http://www.musarco.go.cr/patrimonio_artistico/homenaje_rembrandt.htm
  2. La Nacion, Edgar Ulloa, 29/6/08, http://www.nacion.com/ancora/2008/junio/29/ancora1597459.html
  3. Dario Chinchilla, La Nacion, 9/8/09, http://www.nacion.com/ancora/2009/agosto/09/ancora2051190.html
  4. a b Elena Troyo y otros (1998). Historia de la arquitectura en Costa Rica. Fundación Museos del Banco Central. ISBN 9968-9795-4-6. 
  5. a b [1] |Junta de Andalucía: Guía de arquitectura y paisaje de Costa Rica. id=ISBN 978-84-7595-283-3
  6. nacion.com.
  7. redcultura.com.
  8. a b c d [2] |La Nación,Revista Proa: Dichos pura vida de origen muy tuanis
  9. a b [3] |La Nación, Federico Apestegui: La muerte del pura vida?
  10. [4] |Costarriqueñismos
  11. [5] |Wikipedia inglesa
  12. [6] |TEDx Pura Vida 2012
  13. http://tedxprauvida.org/
  14. [7] |Origen de palabra ticos asociada a El Dorado
  15. [8] |Así Hablamos
  16. http://www.museocostarica.go.cr/
  17. http://www.ilustracionydiseno.com/museoarte/index.html
  18. http://www.museosdecostarica.com/museos9.htm
  19. http://www.museosdelbancocentral.org/
  20. http://www.museosdecostarica.com/museos13.htm
  21. http://www.museosdecostarica.com/museos16.htm
  22. http://www.museosdecostarica.com/museos25.htm
  23. http://www.museosdecostarica.com/museos25.htm
  24. http://www.museosdecostarica.com/museos24.htm
  25. http://www.museojuansantamaria.go.cr/
  26. http://www.centrodecine.go.cr./index.shtml
  27. http://www.museosdecostarica.com/museos24.htm
  28. http://www.museosdecostarica.com/museos24.htm
  29. http://www.museosdecostarica.com/museos26.htm
  30. http://www.madc.ac.cr/mambo452/index.php
  31. http://ilam.org/cr/museoculturapopular/
  32. http://museos.ulatina.ac.cr/museos/Orosi.html
  33. http://museos.ulatina.ac.cr/museos/Orosi.html
  34. http://www.teoretica.org/