Segundo gobierno de Óscar R. Benavides

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 15:20 2 nov 2014 por Alvaro Arditi (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Segundo Gobierno de Óscar R. Benavides
(1933-1939)
Autoridades
Vicepresidentes Ernesto Montagne Markholz (1936-1939)
Antonio Rodríguez Ramírez (1936-1939)
Presidente del Consejo de Ministros José Matías Manzanilla
Jorge Prado Ugarteche
José de la Riva Agüero y Osma
Alberto Rey de Castro
Carlos Arenas y Loayza
Manuel E. Rodríguez
Ernesto Montagne Markholz
Manuel Ugarteche
Datos Generales
Elegido en Elección por el Congreso Constituyente del Perú
Toma de mando 30 de abril de 1933
Fin del gobierno 8 de diciembre de 1939
Gobierno Anterior Gobierno constitucional de Luis Sánchez Cerro
Gobierno Posterior Primer gobierno de Manuel Prado Ugarteche

El segundo gobierno de Óscar R. Benavides en el Perú se inició el 30 de abril de 1933 y culminó el 8 de diciembre de 1939. Fue un gobierno de carácter dictatorial, nacido en momentos en que el país atravesaba una crisis interna, motivada por el enfrentamiento entre el gobierno y los apristas; y enfrentaba un conflicto internacional con la vecina república de Colombia, panorama que se había agravado aún más con el asesinato del presidente Luis Sánchez Cerro.

Benavides fue elegido por el Congreso Constituyente, para que completara el periodo del presidente fallecido. Elección que no se sujetó a la Constitución, pero que se hizo invocando la situación de emergencia. Sin embargo, tras anular las elecciones generales de 1936, Benavides prorrogó su gobierno por tres años más, hasta 1939, cuando finalmente cedió el mando a Manuel Prado Ugarteche, elegido en unas cuestionadas elecciones.

Benavides gobernó bajo el lema de «orden, paz y trabajo», contando con el respaldo del ejército y de la oligarquía. Hechos importantes de este gobierno fueron el arreglo de paz con Colombia, la represión a los apristas y comunistas, la dación de leyes a favor de la clase trabajadora y la mejora de la situación económica y financiera, que le permitió hacer numerosas obras públicas.

Primera etapa (1933-1936)

El general Oscar R. Benavides, presidente provisorio del Perú (1933-1939).

Producido el asesinato del presidente Luis Sánchez Cerro el 30 de abril de 1933, en la tarde de ese mismo día el Congreso Constituyente confirió al general Óscar R. Benavides el mandato presidencial para que concluyera el periodo de su predecesor, o sea hasta el año 1936. Benavides se desempeñaba entonces como Jefe de la Defensa Nacional, a raíz del conflicto con Colombia que estalló en 1932. Su elección como presidente no se sujetaba a la Constitución, pues esta estipulaba que no podían ser elegidos para la suprema magistratura los militares en actividad. Sin embargo, se invocó la situación excepcional en que se hallaba la República, que no solo enfrentaba una guerra exterior (con Colombia), sino que en su interior sufría la amenaza de una guerra civil, a consecuencia de los enfrentamientos entre apristas y urristas (miembros del partido del presidente Sánchez Cerro).

Benavides era ya una figura muy conocida en la política peruana, habiendo sido sucesivamente Presidente de la Junta de Gobierno y Presidente Provisorio en lo que fuera su primer gobierno (1914-1915), también por elección del Congreso. Como militar, se había destacado en el conflicto de La Pedrera de 1911 (en la frontera con Colombia).

Benavides suscribió la Constitución de 1933, que reemplazó a la de 1920. Esta nueva Constitución mantendría su vigencia hasta 1979. Su primer gabinete ministerial, presidido por José Matías Manzanilla (que también fuera jefe del gabinete del presidente anterior), juró el 5 de mayo de 1933. Lo integraban los ministros del anterior gabinete sanchecerrista: Julio Chávez Cabello (Gobierno y Policía), Wenceslao Delgado (Justicia e Instrucción), Ignacio A. Brandariz (Hacienda), el coronel Antonio Beingolea Balarezo (Guerra); más dos cambios: Pablo Ernesto Sánchez Cerro, hermano del presidente asesinado (Fomento) y Luis A. Flores (Marina y Aviación). Con este gabinete se daba a entender que se mantendría la política del anterior mandatario.

Represión a apristas y comunistas

Las prioridades de Benavides al comenzar su gobierno fueron buscar el fin del conflicto con Colombia, calmar la agitación política interna y superar la crisis económica.

Benavides encaró el problema con Colombia de manera franca. El recién electo presidente colombiano, Alfonso López Pumarejo (amigo de Benavides desde los días en que ambos coincidieron en Londres desempeñando funciones diplomáticas), viajó hasta Lima para entrevistarse con el presidente peruano. Finalmente, se llegó a un acuerdo de paz en mayo de 1934.

Los problemas internos, originados por la tenaz campaña opositora de los seguidores de ideologías extremistas (aprismo y comunismo), serían los más complicados de resolver.

El general Oscar R. Benavides, transmitiendo un mensaje radial en 1936.

Benavides comenzó distanciándose de los sanchecerristas más conspicuos, entre ellos Luis A. Flores, el líder de la Unión Revolucionaria, que pasó a la oposición. Tras la dimisión del gabinete Manzanilla, Jorge Prado Ugarteche asumió la Presidencia del Consejo de Ministros, el 29 de junio de 1933. Prado dio a conocer, ante el Congreso Constituyente, un programa llamado de «apaciguamiento y concordia», obteniendo abrumador voto de confianza. El 9 de agosto de 1933 se expidió una ley de amnistía, por la cual se amnistiaba a todas aquellas personas a las que se les seguía juicio político y se permitía el retorno de los deportados. Fue así como Haya de la Torre, el líder del APRA, fue puesto en libertad y retornaron los desterrados apristas. Pero no duraría mucho esta apertura. Poco después el gabinete Prado dimitió y el 25 de noviembre le sucedió el presidido por José de la Riva Agüero y Osma, quien reinició la política de mano dura contra el APRA. En mayo del año siguiente, Riva Agüero, que también ejercía como ministro de Justicia, Culto e Instrucción, renunció por negarse a firmar la ley que aprobaba el divorcio de mutuo disenso, pues ello atentaba contra su fe católica.[1]

El 18 de mayo de 1934 juró como nuevo presidente del gabinete Alberto Rey de Castro, con quien se flexibilizó la política antiaprista. En ese contexto se produjo un intento revolucionario aprista en Lima, conocido como la conspiración de El Agustino, que buscaba atacar cuarteles y conmocionar diversas áreas de la ciudad. Esto empujó al gobierno a reiniciar la persecución contra los apristas (25 de noviembre de 1934). Para Haya de la Torre y su partido, empezó la etapa “la gran clandestinidad”, la cual sólo concluiría, de manera oficial, en 1945 (para arreciar nuevamente entre 1948 y 1956, bajo el Ochenio de Odría).

El 25 de diciembre de 1934 asumió como presidente del gabinete Carlos Arenas y Loayza. Los apristas desataron actos terroristas en todo el país. El 15 de mayo de 1935 ocurrió el asesinato del director del diario El Comercio, Antonio Miró Quesada de la Guerra, y el de su esposa María Laos, a manos de Carlos Steer Lafont, un joven de 19 años, integrante de la Falange Aprista Juvenil.

El gobierno mantuvo la proscripción del APRA, aduciendo que era un partido internacional, lo que, según la Constitución de 1933, lo inhabilitaba para actuar. Por esa misma razón se reprimió al Partido Comunista, aunque los militantes de éste eran todavía una minoría, comparado con las masas que movilizaban los apristas Las cárceles se llenaron de presos políticos, apristas y comunistas. Una novela del escritor indigenista José María Arguedas, El Sexto, está ambientada en dicha época.

Las frustradas elecciones de 1936

Luis Antonio Eguiguren.

Al acercarse el fin de su período presidencial, programado para 1936, el presidente Benavides anunció su intención de convocar a elecciones generales para 1936. Con el fin de dar una apariencia de imparcialidad, decidió formar un nuevo gabinete conformado por personalidades ajenas a toda bandería e interés político. La presidencia del Consejo de Ministros fue confiada al general Manuel E. Rodríguez, quien juramentó el 21 de mayo de 1935. Durante este período se crearon los ministerios de Educación y de Salud Pública. El 13 de abril de 1936, el coronel Ernesto Montagne Markholz (que era ministro de Educación) reemplazó a Rodríguez en la jefatura del gabinete.

Para la elecciones de 1936, se perfilaba como candidato de arrastre popular el líder aprista Víctor Raúl Haya de la Torre, pese a estar en la clandestinidad. Pero faltando veinte días para los comicios, el Jurado electoral tachó la inscripción de Haya, por considerar que su partido era una organización internacional, y como tal, inhabilitada constitucionalmente. Como candidatos se presentaron: Manuel Vicente Villarán, apoyado por algunos miembros del gobierno, como José de la Riva Agüero; Luis A. Flores, jefe de la Unión Revolucionaria, de tendencia fascista y acérrimo opositor del gobierno; el doctor Luis Antonio Eguiguren, notable jurista, ex Presidente del Congreso Constituyente; y Jorge Prado Ugarteche, ex ministro del gobierno, al que apoyaban partidos menores.

Aparentemente, era Jorge Prado quien gozaba de la simpatía oficialista. Pero el gobierno veía también con buenos ojos la candidatura de Villarán. Por su parte, el aprismo ofreció su apoyo a Luis Antonio Eguiguren, quien se perfiló así como seguro triunfador, al ser aquel un partido de masas. Al realizarse los escrutinios, la tendencia favorecía, efectivamente, a Eguiguren, por lo que el Jurado electoral decidió suspender el conteo, bajo el absurdo argumento de que los votos de dicho candidato provenían de un partido internacional (como si tuviera el poder de discernir la procedencia de los votos, que eran secretos). Al momento de esta suspensión, así iban las cifras:

Luis Antonio Eguiguren, 74.185 votos;

Jorge Prado Ugarteche, 50.162;

Luis A. Flores, 46.803;

Manuel Vicente Villarán, 29.166.

El Jurado electoral trasladó el problema al Congreso, el cual, convocado extraordinariamente por el Poder Ejecutivo, anuló las elecciones y prorrogó por tres años más el mandato de Benavides, es decir, hasta 1939, y por añadidura le otorgó la facultad de legislar (pues el Congreso, instalado el 8 de diciembre de 1931 como Constituyente, culminaba también su periodo el 8 de diciembre de 1936).

Segunda etapa (1936-1939)

Descontento popular

Benavides, en esta segunda etapa de su gobierno, continuó las líneas fundamentales de su administración, pero se hizo notorio el hastío de la población. Continuó como presidente del Consejo de Ministros el coronel Ernesto Montagne Markholz.

No solo se mantuvo la persecución contra los apristas y comunistas, sino que se enfiló la represión hacia Luis A. Flores y otros líderes del urrismo, que fueron deportados. En febrero de 1937 fue asesinado el líder obrero aprista Manuel Arévalo, aduciéndose que había intentado mientras era conducido preso a Lima, hecho que conmocionó a la clase trabajadora y a la opinión pública en general.

La intentona golpista del general Antonio Rodríguez

El general Antonio Rodríguez Ramírez, ministro de Gobierno que fue autor de un intento de golpe de estado contra Benavides, en el que perdió la vida.

Por entonces, los líderes apristas, convencidos de que era imposible llegar al poder mediante una revolución popular, adoptaron otra táctica: decidieron captar a los miembros de las fuerzas armadas con el fin de usarlos como instrumentos para sus fines. Uno de los que cayeron en la red aprista fue el general Antonio Rodríguez Ramírez, ministro de Gobierno y segundo vicepresidente, uno de los hombres de confianza de Benavides. Rodríguez quedó convencido de que era el hombre providencial para salvar al país de la dictadura y organizó un golpe de estado, en complicidad del general Cirilo Ortega. Haya de la Torre le prometió el apoyo total del “pueblo aprista” una vez que iniciara el movimiento.

El domingo 19 de febrero de 1939 fue el día señalado para el golpe de estado, aprovechando que Benavides se hallaba de excursión hacia el puerto de Pisco, con motivo de los carnavales.[2]​ Acompañaban al presidente en ese viaje un grupo reducido de sus colaboradores, entre ellos los ministros Carlos Concha Cárdenas, Diómedes Arias Schreiber, Héctor Boza y el capitán de navío Roque A. Saldías.

En la madrugada de ese día, Rodríguez se sublevó con algunos subalternos y ocupó el Palacio de Gobierno sin encontrar resistencia alguna. Acto seguido, anunció por Radio Nacional y envió a los diarios para su publicación el consabido Manifiesto a la Nación, pero ninguno de ellos lo publicó. Un piquete de la Guardia Republicana, confabulado con los rebeldes, fue enviado a la Penitenciaría de Lima, para que liberara a los presos políticos (la mayoría aprista).

Sin embargo, la intentona golpista culminaría de manera sorpresiva a las pocas horas. Los rebeldes cometieron el error de no comprometer a su favor a los destacamentos que custodiaban Palacio, cuyos jefes se vieron sorprendidos por los hechos; decidieron finalmente permanecer fieles a Benavides. El mayor de la policía Luis Rizo Patrón, jefe de la Guardia de Asalto, se puso de acuerdo con el capitán Alejandro Ismodes Romero, comandante de la Compañía de Ametralladoras de Palacio (emplazadas en las azoteas de Palacio), para debelar el movimiento. La hora fijada fue a las 8 de la mañana, en momentos en que se izaba la bandera en el patio de Palacio y se tocaba la Marcha de Banderas. Acordaron que la señal la daría Ísmodes, la cual sería unas ráfagas de ametralladora disparada desde lo alto de Palacio. Llegada la hora y ante la señal convenida, Rizo Patrón avanzó sobre Palacio de Gobierno y apuntando con un mosquetón a Rodríguez, le intimó por tres veces a que se rindiera. Rodríguez increpó a Rizo Patrón de manera temeraria, recibiendo entonces una descarga, que lo dejó muerto en el acto. Cayeron además un alférez y un guardia. Los demás oficiales comprometidos con el golpe no atinaron a hacer nada y fueron detenidos.

La rebelión, que había contado al parecer con gran apoyo de diversos sectores, fracasó debido fundamentalmente a que los rebeldes no lograron comprometer a muchas de las unidades fundamentales del Ejército ni a jefes importantes. Tampoco hubo apoyo popular. El “pueblo aprista” no se hizo presente.

Enterado por vía cablegráfica de la intentona golpista, Benavides regresó de Pisco por vía terrestre y llegó a Lima seguido de una caravana de automóviles. Se había salvado esta vez, pero comprendió muy bien que era contraproducente mantenerse en el poder. En reemplazo de Rodríguez fue nombrado como nuevo ministro de Gobierno Diómedes Arias Schreiber.

El 20 de abril de 1939, tras la renuncia de Montagne, asumió como nuevo jefe del gabinete el ministro de Hacienda Manuel Ugarteche, con quien concluyó el gobierno de Benavides.

Elecciones generales de 1939

Viendo que el panorama le era adverso, Benavides decidió convocar a elecciones y hacer el traspaso de poder. Pero antes convocó a un plebiscito, que se realizó el 18 de junio de 1939, y por el cual se aprobaron importantes reformas constitucionales, como la ampliación del período presidencial de 5 a 6 años, el restablecimiento de los dos vicepresidentes y la disminución de las facultades legislativas del Congreso en materia económica. Su intención era robustecer el Poder Ejecutivo en desmedro del Legislativo.

Para las elecciones generales de 1939, Benavides apoyó la candidatura presidencial de Manuel Prado Ugarteche, hijo del presidente Mariano Ignacio Prado y que por entonces ejercía la presidencia del Banco Central de Reserva del Perú. Contra esta candidatura oficial, se alzó la de José Quesada, joven abogado, natural de Trujillo, quien para su campaña adquirió el diario La Prensa, desde donde se peleó por la libertad electoral, ante el propósito evidente del gobierno de manipular los resultados.

El partido aprista, que era el más importante del país, continuaba proscrito por ley. Otra importante fuerza política, la Unión Revolucionaria, quedó también anulada al estar desterrado su líder, Luis A. Flores. Ante la coyuntura electoral, tanto Prado como Quesada solicitaron el apoyo de los apristas, pero estos decidieron no tomar partido. Hechos los escrutinios, Manuel Prado resultó vencedor, con enorme ventaja. Se habló de fraude masivo; se dice que manos inescrupulosas cambiaron las ánforas y que treinta años después, se hallaron estas en una finca limeña, llenas con los votos de Quesada.[2]

En momentos en que los organismos electorales verificaban los resultados, ocurrió en Trujillo un crimen horrendo. El 19 de noviembre de 1939, el teniente coronel Segundo Remigio Morales Bermúdez, comandante de armas de la guarnición de Trujillo y primer jefe del batallón de Infantería N.º 19, fue asesinado a mansalva en su domicilio, hecho que se achacó a militantes apristas. Una corte marcial juzgó a trece acusados, dos de los cuales, Tomás Solano Bocanegra y Gregorio Zavaleta Díaz, fueron condenados a muerte, pena que se cumplió el 3 de diciembre del mismo año. Los demás fueron sentenciados a penas de prisión.

Remigio Morales Bermúdez era nieto del militar del mismo nombre, que fuera presidente del Perú entre 1890 y 1894; fue además padre de Francisco Morales Bermúdez, que llegó a ser también militar y Presidente del Perú, entre 1975 y 1980.

El 8 de diciembre de 1939 Benavides entregó el mando a Manuel Prado. El 19 de diciembre del mismo año, Prado honró a Benavides con el título de Mariscal.

Obras

El general Óscar R. Benavides y su gabinete ministerial. Lima, 1933.

Política económica y financiera

En este aspecto, el gobierno de Benavides fue exitoso, al superar con rapidez la crisis económica mundial iniciada en 1929 (otros países latinoamericanos demoraron más superar dicha crisis). Se mejoró notablemente el aspecto financiero, especialmente en lo relacionado con la banca y la captación de impuestos, aplicándose algunos proyectos que había dejado la misión Kemmerer en 1931. Se estabilizó la moneda y se abrió el crédito exterior. El país comenzó a entrar a un período de prosperidad debido a las exportaciones, especialmente agrícolas y mineras (plata, cobre, algodón y azúcar). Dotado de los fondos necesarios, sumado a la estabilidad política, el Estado pudo emprender la realización de obras públicas.

Entre las numerosas medidas que tomó el gobierno, resaltamos las siguientes:

  • Creación del Consejo Superior de Industrias, destinado a impulsar el desarrollo industrial del país
  • Creación de los departamentos de petróleo, fierro y minerales en metálico, química y metalurgia, destinados a realizar estudios y exploraciones en los yacimientos mineros.
  • Creación del Consejo de Explotaciones Mineras, como organismo dependiente del Ministerio de Fomento.
  • Se dispuso que todo molino estaba obligado a utilizar un porcentaje mínimo de cereal nacional.
  • Se reorganizó la Compañía de Vapores y Dique del Callao.
  • Se formuló un empréstito de 13'000,000 de soles para la mejora de los servicios portuarios del Callao.
  • Se reglamentó el funcionamiento del Banco Agrícola y de los clubes cooperativos
  • Se dictó un reglamento para la explotación de los yacimientos petrolíferos de la selva.
  • Se reformó la Ley de Bancos y se fijaron normas para el funcionamiento del Banco Industrial, semejantes a los que regían para los bancos Central, Hipotecario y Agrícola.
  • Creación del Consejo Superior de Contribuciones. En ese rubro se hicieron innovaciones: Bajo la denominación de impuestos sobre la renta se comprendió el impuesto sobre la renta del capital movible, el de las utilidades, los de predios rústicos y urbanos, los sueldos y el impuesto progresivo sobre la renta.

Política agropecuaria

  • Para incentivar el desarrollo de la agricultura y la ganadería, se creó el Consejo Superior de Agricultura y Ganadería
  • Se fijó un precio tope de venta para el guano.
  • Se estableció una Escuela Experimental de Agricultura en Puerto Maldonado.
  • Para regularizar la producción de subsistencias, se dispuso que los propietarios de tierras de cultivo en Lima y Callao destinaran el 5% del área de ellas, para el cultivo de productos de panllevar.
  • Se realizó una vasta labor de saneamiento de frutales en Tacna y Moquegua.
  • Se dictaron normas para mejorar y extender las áreas de cultivo en la costa.
  • Se dictaron dispositivos para fomentar la piscicultura y la ganadería.

Obras públicas

Oscar R. Benavides junto con su esposa Francisca Benavides Diez Canseco, más conocida como "Doña Paquita".
  • Por el IV centenario de la fundación de Lima (1936) se realizaron grandes obras de modernización en la capital. Se construyeron las actuales sedes de los poderes ejecutivo (Palacio de Gobierno), legislativo (Palacio Legislativo del Perú) y judicial (Palacio de Justicia). En 1935 se inauguró una estatua ecuestre de Francisco Pizarro, en el atrio de la Catedral de Lima. En 1937 se inauguró en Santa Beatriz el monumento a Jorge Chávez, de forma piramidal, obra del escultor Baroni. También en 1935 se aperturó el Paseo de la República, importante avenida capitalina. En 1936 se inauguró la Avenida Salaverry, que une la Plaza Jorge Chávez con la Avenida del Ejército.
  • Se creó la Junta IV Centenario de Arequipa, entidad destinada a supervigilar la construcción de obras de interés social en dicha ciudad.
  • Se inició la construcción del puerto de Matarani, en el sur, para que reemplazara a Mollendo como puerto principal de Arequipa.
  • Se construyó el Terminal Marítimo y el Dique Seco del puerto del Callao. Para llevar adelante este proyecto, planeado desde la época de Leguía, se celebró un contrato con la Cerro de Pasco Cooper Corporation y la Frederick Snare Corporation. Se trataba de una obra de fundamental importancia, ya que las instalaciones del primer puerto del Perú precisaban de instalaciones modernas y acordes al volumen de su movimiento.
  • Se terminaron varias obras de irrigación iniciadas por el Oncenio de Leguía.
  • Se desarrolló una vasta labor de construcción y mejora de las vías de comunicación, especialmente de las carreteras. Se construyó el tramo peruano de la carretera Panamericana, logrando unir las secciones de ese camino en el Ecuador, el Perú y Chile. Se construyó la carretera Central que atraviesa los Andes al Este de Lima hacia la selva amazónica, llegando hasta Tingo María.
  • Se abolió el peaje de carreteras y de puentes con lo que se implementó la libertad en las carreteras.
  • El 2 de noviembre de 1937 fue inaugurado el Aeropuerto de Limatambo, situado en los terrenos del mismo nombre y de la Hacienda San Borja. Se constituyó en la única y obligada estación de todos los aviones civiles y comerciales que traficaban por Lima.
  • Se expidió un reglamento para el servicio de parques y avenidas.
  • Se realizaron obras de canalización en el río Rímac.
  • Para sistematizar y modernizar el desarrollo de las ciudades se creó el Consejo Nacional de Urbanismo del Perú integrado por 7 miembros, nombrados en base a una terna elaborada por la Municipalidad de Lima, la Sociedad de Ingenieros y la Sociedad de Arquitectos.
  • Se promovió el turismo. Se construyó el Hotel de Turistas de Tingo María y se avanzaron los de Piura, Huánuco, Chala, Cuzco, Camaná, Puno, Huancayo, Huaraz, Arequipa y Abancay.

Política social

La política social fue uno de los pilares del gobierno de Benavides, a fin de contrarrestar la propaganda política de los grupos extremistas.

  • Fueron construidos los barrios obreros de Lima, constituidos por viviendas de tipo económico y campos deportivos. Entre dichos barrios mencionamos: El Barrio Obrero Modelo del Frigorífico y el Barrio Obrero Modelo, en el Callao; el Barrio Obrero de La Victoria y el Barrio Obrero del Rímac, en Lima.
  • Se construyeron restaurantes populares para los obreros y sus familias, debidamente equipados y con personal especializado.
  • Fue creada una Junta Permanente para el control del precio de las subsistencias, a fin de evitar la especulación y el acaparamiento.
  • Se reglamento el funcionamiento de la Junta de Pro Desocupados.
  • Fue reglamentado el trabajo a domicilio, nivelándolo con el que se realizaba en las fábricas.
  • Fue creada la Dirección de Asuntos Indígenas, como organismo dependiente del Ministerio de Salud Pública, Trabajo y Previsión Social. Se trataba de una entidad orientada a elevar el nivel de vida del indígena.
  • Se estableció el descanso de 30 días, con goce de haber, por cada año de trabajo para los servidores de la banca, el comercio y la industria.
  • Se reglamentó el pago de alquiler de las viviendas para las clases media y popular.
  • Se puso en manos de las Direcciones de Trabajo y Previsión Social la atención de los problemas laborales.
  • El 12 de agosto de 1936 se promulgó la Ley N.º 8433 que estableció el Seguro Social Obligatorio para Obreros, para cubrir los riesgos de enfermedad, maternidad, invalidez, vejez y muerte. Previamente a instancias del gobierno, el doctor Edgardo Rebagliati hizo un estudio sobre los diversos sistemas de Seguros sociales en el mundo.
  • Se declaró facultativo el seguro social para los trabajadores independientes y del servicio doméstico.
  • Por la Ley N.º 8435, promulgada el 7 de julio de 1936, se hizo extensivos a todos los servidores del Estado los beneficios de jubilación, cesantía y montepío.

Política sanitaria

  • Se creó el Ministerio de Salud Pública, Trabajo y Asistencia Social, como entidad separada del Ministerio de Fomento. Su primer titular fue Armando Montes.
  • Se realizaron obras de saneamiento, es decir instalaciones de agua potable y desagüe en toda la República.
  • Para mejorar el servicio de agua potable en la ciudad de Cuzco, se fijó un impuesto a la coca y a la cerveza en el departamento.
  • Se inició el proyecto de la construcción del Hospital Central del Seguro Obrero en Lima, hoy Hospital Guillermo Almenara, que sería inaugurado por el gobierno siguiente. Fue, en su momento, el Hospital más grande y mejor equipado de Sudamérica.
  • Se ampliaron los hospitales de Chachapoyas y del Niño de Lima.
  • Se construyó el Hospital de Policía.
  • Se reorganizaron los servicios de los refectorios escolares
  • Se creó el servicio anti-malárico de la ciudad de Ayacucho.

Política educacional y cultural

  • En septiembre de 1935 se creó el Ministerio de Educación Pública, separado del Ministerio de Justicia, Prisiones, Culto y Beneficencia. Su primer titular fue el coronel Ernesto Montagne Markholz. En la misma reforma, se instituyó la Dirección de Psico-Pedagogía, Estadísticas e Inspecciones y los servicios de Construcciones y Conservación de Edificios Escolares y el de Inspección de Tipo Escolar. Además, se reorganizó y amplió la Dirección de Educación Física y Sanidad Escolar.
  • Se incentivó la carrera magisterial mediante el sistema de concurso para cubrir las plazas vacantes, la estabilidad laboral y el incremento de beneficios del mutualismo magisterial (préstamos, pensiones, seguro y hospitalización).
  • Se reabrió en 1935 la Universidad de San Marcos, que había sido clausurada por Sánchez Cerro en 1932.
  • Se construyeron locales para nuevos centros escolares en Lima y provincias.
  • Fue reestablecido el Colegio de Enseñanza e Instrucción Comercial con el nombre de Colegio Nacional Dos de Mayo.
  • Se creó la Escuela de Artes y Oficios de Sullana.
  • Se fundó la Orquesta Sinfónica Nacional.
  • Se fundó el Colegio Nacional “9 de diciembre” en Coracora.
  • Por decreto de mayo de 1935 se declaró monumento nacional la Capilla de La Merced de Huancayo, donde funcionara el Congreso Constituyente de 1839.
  • Se elaboró un plan de estudios para la Escuela de Aspirantes de la Escuela Guardia Civil y de Policía.
  • Se expidió un decreto exigiendo a los particulares la entrega de documentos oficiales al Archivo Nacional, hoy Archivo General de la Nación.

Política internacional

La paz con Colombia

Frontera peruano-colombiana, según lo establecido por el Tratado Salomón Lozano. El Protocolo de 1934 reconoció la vigencia de dicho Tratado.

La primera tarea de Benavides fue llevar adelante las negociaciones de paz con Colombia. Al respecto, se reunió una conferencia de paz en Río de Janeiro, adonde acudió una brillante delegación peruana encabezada por Víctor M. Maúrtua e integrada por Víctor Andrés Belaúnde, Raúl Porras Barrenechea, Alberto Ulloa Sotomayor, Ventura García Calderón y Víctor Proaño como secretario. Esta delegación trató de canjear Leticia por algún otro territorio. Pero Colombia se negó y puso como condición para la paz el respeto a los tratados internacionales. Finalmente, el 24 de mayo de 1934, ambas delegaciones firmaron un Protocolo de Amistad y Cooperación, y un acta adicional, que reafirmó la vigencia del Tratado Salomón-Lozano el cual «no podrá ser modificado o afectado sino por mutuo consentimiento de las partes o por la decisión de la justicia internacional». Colombia se comprometía a la vez a no hostilizar a las poblaciones peruanas de Leticia y el Trapecio Amazónico y a darles todas las facilidades para que pudieran desenvolver sus actividades.

El Perú se había puesto en una situación diplomática muy delicada al tratar de desconocer el tratado Salomón-Lozano, firmado en 1922, ratificado por el Congreso en 1927 y puesto en ejecución en 1930, por el cual cedía a Colombia el Trapecio Amazónico, incluida la localidad de Leticia. Fueron precisamente, los habitantes peruanos de esta localidad, quienes en un gesto patriótico, habían originado el conflicto, al expulsar a las autoridades colombianas de Leticia y proclamar su reincorporación al Perú en septiembre de 1932.

A partir de entonces, ambas naciones han caminado por la senda de la paz y de la cooperación. En 1936 se firmaron varios acuerdos sobre intercambio de publicaciones, intercambio intelectual y cultural, actas de estado civil, sobre censos y sobre pasaportes en la región amazónica. En 1938 se firmó un Convenio de Cooperación Aduanera, entre otros acuerdos.

El litigio fronterizo con el Ecuador

Línea del Statu quo establecido en la frontera peruano-ecuatoriano en 1936.

En 1924, el Perú y Ecuador, mediante el Protocolo Castro Oyanguren-Ponce, habían acordado una fórmula mixta para negociar la solución del problema de límites, que consistía en combinar el arbitraje internacional con la negociación directa paralela. Recién en 1936, ambas partes se reunieron en Washington para negociar de acuerdo a dicha fórmula, fijando con prioridad una línea de statu quo en calidad de frontera provisional, tomando como base los territorios que de facto poseía cada país. Pero una vez más las conversaciones fracasaron debido a las aspiraciones ecuatorianas de llegar al Marañón y el Amazonas, lo que implicaba afectar la legítima soberanía peruana sobre extensos territorios. Poco después, los ecuatorianos realizaron acciones violatorias del statu quo de 1936, incursionando en territorio peruano, lo que obligó al Perú a establecer una nutrida línea de puestos fronterizos, con el consiguiente desarrollo de roces y escaramuzas entre patrullas militares. La situación se agravaría en 1941, desembocando en un conflicto armado.[3]

La VIII Conferencia Panamericana de Lima

Acontecimiento importante del gobierno de Benavides fue la organización de la VIII Conferencia Panamericana, que se inauguró solemnemente en Lima, el 9 de diciembre de 1938, con la asistencia de las delegaciones de todos los Estados del continente, presididas muchas de ellas por los cancilleres de sus respectivos países. La representación peruana, presidida por el canciller Carlos Concha Cárdenas, estaba integrada por Diómedes Arias Schreiber, Gerardo Balbuena Carrillo, Víctor Andrés Belaunde, José Luis Bustamante y Rivero, Carlos García Castañeta, Arturo García Salazar, Juan Bautista de Lavalle y García, Pedro M. Oliveira, Manuel Prado Ugarteche, Alfredo Solf y Muro y Alberto Ulloa Sotomayor. En total asistieron a esta Asamblea unos 200 delegados y deliberó durante más de dos semanas, ocupándose, entre otros asuntos, de la creación de una Corte Interamericana de Justicia, la codificación del Derecho Internacional Americano, la eliminación de las restricciones al comercio internacional y la cooperación intelectual y técnica. Finalizó con la firma de la Declaración de Lima, el 24 de diciembre de 1938.

Diversas medidas

  • Se expidió un reglamento para el funcionamiento de los servicios administrativos del Ministerio de Relaciones Exteriores.
  • Se suscribió un convenio de intercambio cultural con Argentina.
  • Se reglamentó el funcionamiento de la Comisión Consultiva del Ministerio de Relaciones Exteriores.
  • Se promulgó un Reglamento de Inmigración.

Defensa nacional

Como se trataba de un gobierno militar, no podía dejarse de atender la defensa nacional, a la que se dedicó el 14% del presupuesto, algo que sería de gran utilidad ante el conflicto con Ecuador de 1941.

  • Se creó el Comité Económico de la Defensa Nacional, para la inversión y control de los fondos destinados a esa finalidad.
  • Se potenció a las fuerzas armadas en sus tres armas con la adquisición de armamento moderno (aviones caza, tanques de guerra, etc.).
  • Se adquirieron los destroyers Almirante Guise y Almirante Villar y el buque tanque Pariñas; se incrementó la flotilla fluvial del Amazonas con las cañoneras Loreto y Amazonas y con cuatro remolcadores.
  • Se construyeron, ampliaron y modernizaron cuarteles en Lima y otras ciudades del país.
  • De acuerdo a la evolución de la técnica militar mundial, se abandonó la escuela francesa para seguir la estadounidense.
  • Se creó el Consejo Superior de Guerra, como organismo consultor de Guerra.
  • Fueron reglamentados los servicios de la Guardia Republicana.
  • Se dio un reglamento normativo para los ascensos en la Guardia Civil y de Seguridad.

Justicia

  • Se promulgó el Código Civil de 1936, que reemplazó al que regía desde 1852. En ella se reconoció por primera vez el divorcio. Este Código mantendría su vigencia hasta 1984, cuando fue reemplazado por otro.
  • Se estableció el Seguro Mutuo de Vida y la Asociación Mutualista Judicial para los miembros del Poder Judicial.
  • Se emprendió la mejora de los centros penitenciarios y se inició la construcción de otros, como la Cárcel Departamental de Arequipa. Labor destacable, si se tiene en cuenta que el rubro penitenciario es por lo general desdeñado por los gobiernos.

Estadística

  • Se planeó y organizó un Censo Nacional que, sin embargo, tuvo efecto sólo en 1940, bajo el siguiente gobierno.

Acontecimientos diversos

  • El 27 de octubre de 1934, se prueba el primer avión construido en el Perú por la Compañía Nacional de Aviación Faucett.
  • El 18 de enero de 1935 se conmemora el IV centenario de la fundación de Lima. Las festividades estuvieron a cargo del alcalde Luis Gallo Porras.
  • El 28 de marzo de 1936 nace en Arequipa Mario Vargas Llosa, que se convertiría en un destacado escritor.
  • El 13 de mayo de 1936 fallece en Lima el gran compositor de música criolla Felipe Pinglo.
  • El representativo peruano de fútbol tiene una destacada actuación en las Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.
  • El 30 de enero de 1937 se inaugura Radio Nacional con dos transmisores: de onda corta y larga, con potencia mayor a 10 Kw.
  • El primer vuelo directo entre Lima y Buenos Aires fue realizado por Armando Revoredo Iglesias, quien aterrizó el 27 de marzo de 1937, en El Palomar. Voló una distancia de 3.300 km en 13 horas y 3 minutos.
  • El 29 de abril de 1938 muere en París el poeta César Vallejo.
  • El 12 de febrero de 1939 la selección peruana de fútbol gana el Campeonato Sudamericano disputado en Lima, al vencer en la final al combinado de Uruguay.

Autoridades

Ministros

Ministerio Ministros Periodo
Presidencia
del Consejo de Ministros
José Matías Manzanilla
Jorge Prado Ugarteche
José de la Riva Agüero y Osma
Alberto Rey de Castro
Carlos Arenas y Loayza
Manuel E. Rodríguez
Ernesto Montagne Markholz
Manuel Ugarteche
30 de abril de 1932 - 26 de junio de 1933
29 de junio de 1933 - 24 de noviembre de 1933
24 de noviembre de 1933 - 18 de mayo de 1934
18 de mayo de 1934 - 24 de diciembre de 1934
24 de diciembre de 1934 - 18 de mayo de 1935
18 de mayo de 1935 - 13 de abril de 1936
19 de abril de 1936 - 20 de abril de 1939
12 de abril de 1939 - 8 de diciembre de 1939
Relaciones Exteriores José Matías Manzanilla
Solón Polo
Alberto Rey de Castro
Carlos Concha Cárdenas
Alberto Ulloa Sotomayor
César A. de la Fuente
Carlos Concha Cárdenas
Enrique Goytisolo Bolognesi
30 de abril de 1932 - 26 de junio de 1933
29 de junio de 1933 - 5 de septiembre de 1934
5 de septiembre de 1934 - 14 de septiembre de 1934
14 de septiembre de 1934 - 13 de abril de 1936
13 de abril de 1936 - 22 de octubre de 1936
22 de octubre de 1936 - 30 de octubre de 1937
30 de octubre de 1937 - 19 de abril de 1939
20 de abril de 1939 - 8 de diciembre de 1939
Hacienda y Comercio Ignacio A. Brandariz
Alfredo Solf y Muro
Benjamín Roca
Fernando Tola Cires
Manuel Ugarteche
Teófilo Iglesias Rodríguez
Benjamín Roca
Manuel Ugarteche
30 de abril de 1933 - 26 de junio de 1933
29 de junio de 1933 - 24 de noviembre de 1933
24 de noviembre de 1933 - 21 de mayo de 1935
21 de mayo de 1935 - octubre de 1935
octubre de 1935 - 23 de octubre de 1936
23 de octubre de 1936 - 29 de octubre de 1937
29 de octubre de 19371 de diciembre de 1938
1 de diciembre de 1938 - 8 de diciembre de 1939
Justicia, Culto e Instrucción Wenceslao Delgado
Daniel Olaechea
José de la Riva Agüero y Osma
Alberto Rey de Castro
Carlos Arenas y Loayza
Ernesto Montagne Markholz
30 de abril de 1932 - 26 de junio de 1933
29 de junio de 1933 - 24 de noviembre de 1933
24 de noviembre de 1933 - 18 de mayo de 1934
18 de mayo de 1934 - 24 de diciembre de 1934
24 de diciembre de 1934 - 18 de mayo de 1935
21 de mayo de 1935 - 5 de octubre de 1935
Justicia y Culto Wenceslao Delgado
Diómedes Arias Schreiber
Felipe de la Barra
Diómedes Arias Schreiber
Guillermo Almenara Irigoyen
José Félix Aramburú
5 de octubre de 1935 - 13 de abril de 1936
13 de abril de 1936 - 23 de octubre de 1936
23 de octubre de 1936 - 29 de octubre de 1937
29 de octubre de 1937 - 20 de marzo de 1939
20 de marzo de 1939 - 19 de abril de 1939
20 de abril de 1939 - 8 de diciembre de 1939
Gobierno y Policía Julio Chávez Cabello
Jorge Prado Ugarteche
Alfredo Henriod
Antonio Rodríguez Ramírez
Diómedes Arias Schreiber
30 de abril de 1933 - 26 de junio de 1933
29 de junio de 1933 - 24 de noviembre de 1933
24 de noviembre de 1933 - 21 de mayo de 1935
21 de mayo de 1935 - 20 de marzo de 1939
20 de marzo de 1939 - 8 de diciembre de 1939
Fomento y Obras Públicas Manuel E. Rodríguez
Pablo Ernesto Sánchez Cerro
Carlos Alayza Roel
Héctor Boza
Manuel E. Rodríguez
Héctor Boza
Federico Recavarren
Héctor Boza
30 de abril de 1933 - 3 de mayo de 1933
3 de mayo de 1933 - 26 de junio de 1933
29 de junio de 1933 - 26 de noviembre de 1933
26 de noviembre de 1933 - 21 de mayo de 1935
21 de mayo de 1935 - 13 de abril de 1936
13 de abril de 1936 - 23 de octubre de 1936
23 de octubre de 1936 - 29 de octubre de 1937
29 de octubre de 1937 - 8 de diciembre de 1939
Educación Pública Ernesto Montagne Markholz
Óscar Arrús
12 de septiembre de 1935 - 19 de abril de 1939
19 de abril de 1939 - 8 de diciembre de 1939
Salud, Trabajo y Previsión Social Armando Montes de Peralta
Fortunato Quesada Larrea
Roque A. Saldías
Rafael Escardó
Guillermo Almenara Irigoyen
9 de octubre de 1935 - 12 de abril de 1936
13 de abril de 1936 - 23 de octubre de 1936
3 de noviembre de 1936 - 29 de octubre de 1937
29 de octubre de 1937 - 19 de abril de 1938
30 de abril de 1938 - 8 de diciembre de 1939
Marina y Aviación Alfredo Benavides Diez Canseco
Luis A. Flores
Carlos Rotalde González del Valle
Héctor Mercado
Roque A. Saldías
30 de abril de 1933 - 3 de mayo de 1933
3 de mayo de 1933 - 26 de junio de 1933
29 de junio de 1933 - 21 de mayo de 1935
21 de mayo de 1935 - 29 de octubre de 1937
29 de octubre de 1937 - 8 de diciembre de 1939
Guerra Antonio Beingolea Balarezo
Manuel E. Rodríguez
Federico Hurtado
Felipe de la Barra
30 de abril de 1933 - 26 de junio de 1933
29 de junio de 1933 - 21 de mayo de 1935
21 de mayo de 1935 - 19 de abril de 1939
20 de abril de 1939 - 8 de diciembre de 1939

Referencias

  1. López Martínez, 2010, p.14.
  2. a b «Balacera carnavalera». Revista Caretas, N.° 2270. 14 de febrero del 2012.
  3. Gran Historia del Perú 2000, pp. 256-257.
Bibliografía
  • Basadre Grohmann, Jorge: Historia de la República del Perú (1822 - 1933), Tomos 15 y 16. Editada por la Empresa Editora El Comercio S. A. Lima, 2005. ISBN 9972-205-77-0 (V.15) / ISBN 9972-205-78-9 (V.16)
  • Chanduvi Torres, Luis: El APRA por dentro. Lo que hice, lo que vi y lo que sé. 1931-1957. Primera Edición. Mayo de 1988. Lima, Perú. Impreso en Taller Gráfico “Copias e Impresiones”.
  • Chirinos Soto, Enrique: Historia de la República / 1930 -1985. Tomo II. Desde Sánchez Cerro hasta Alan García. Lima, AFA Editores, 1985.
  • Guerra, Margarita: Historia General del Perú. Tomo XII. La República Contemporánea (1919-1950). Primera Edición. Editorial Milla Batres. Lima, Perú, 1984. ISBN 84-499-4818-5
  • López Martínez, Héctor: La República Contemporánea (1933-2010). Tomo XII de la “Historia del Perú” publicada por la Empresa Editora El Comercio S.A, 2010. ISBN 978-612-4069-98-7
  • Portocarrero Grados, Ricardo: El Perú Contemporáneo. Incluido en Historia del Perú. Lima, Lexus Editores, 2000. ISBN 9972-625-35-4
  • Rivera Serna, Raúl: Historia del Perú. República 1822 - 1968. Segunda edición ampliada. Lima, Perú, 1974.
  • El Mariscal Benavides, su vida y su obra. Lima, Editorial Atlántida, 2 volúmenes. 1976, 1981.
  • El siglo XX de El Comercio. 1930-1939. Plaza & Janes S.A. Edición de Perú, 2000. ISBN 9972-617-17-3 (Tomo IV).
  • Varios autores: Gran Historia del Perú. Lima, Edición Libris, 2000. Publicada por fascículos por la Empresa Editora El Comercio S.A.


Predecesor:
Gobierno constitucional de Luis Sánchez Cerro
Presidente Constitucional
Gobierno del Perú
30 de abril de 1933-8 de diciembre de 1939
Sucesor:
Primer gobierno de Manuel Prado Ugarteche
Presidente constitucional