Golpe de Estado en España de 1981

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Golpe de Estado del 23 de
febrero de 1981 en España

Foto de familia de los asistentes a los actos de conmemoración del 30º aniversario del fracaso del golpe de Estado del 23 de febrero, en el año 2011.
Contexto del acontecimiento
Fecha 23 de febrero de 1981
Sitio Bandera de España España
Impulsores
  • Gobierno previo
    Gobernante
  • Forma de gobierno Monarquía parlamentaria
    Gobierno resultante
    Gobernante
    • Juan Carlos I, como rey de España
    • Adolfo Suárez,[n. 1]​ como presidente del Gobierno
  • Forma de gobierno Monarquía parlamentaria[n. 2]

    El golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 en España, también conocido como 23F o 23-F,[n. 3]​ fue un intento fallido de golpe de Estado perpetrado fundamentalmente por algunos mandos militares, cuyos episodios centrales fueron el asalto al Palacio de las Cortes por un numeroso grupo de guardias civiles a cuyo mando se encontraba el teniente coronel Antonio Tejero, durante la sesión de votación para la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, de la Unión de Centro Democrático, y la ocupación militar de la ciudad de Valencia en virtud del estado de guerra proclamado por el capitán general de la III Región Militar Jaime Milans del Bosch.

    Antecedentes

    El Golpe de Estado de 1981 se encuentra estrechamente relacionado con los acontecimientos vividos durante la Transición Española. Cuatro elementos generaron una tensión permanente, que el gobierno de UCD no logró contener: los problemas derivados de la crisis económica, las dificultades para articular una nueva organización territorial del Estado, las acciones terroristas protagonizadas por ETA y la resistencia de ciertos sectores del ejército a aceptar un sistema democrático.

    Operación Galaxia

    Los primeros síntomas de malestar en el ejército aparecieron en abril de 1977, cuando con motivo de la legalización del PCE, el día 9 de ese mismo mes, Sábado Santo, dimitió el almirante Pita da Veiga, ministro de Marina, y el Consejo Superior del Ejército emitió una nota en la que manifestaba su disconformidad con dicha legalización, aunque la acatase. En noviembre de 1978 tuvo lugar la desarticulación de la Operación Galaxia, una intentona golpista por la cual su principal responsable, Antonio Tejero, fue condenado a siete meses de prisión.

    Crisis

    Mientras crece la voluntad golpista en sectores del ejército y de la extrema derecha, el gobierno progresa en el inicio de la década hacia una profunda crisis, que durante 1980 se volverá cada vez más insostenible. Entre los principales acontecimientos destacan la dimisión del ministro de Cultura, Manuel Clavero, el 15 de enero, la remodelación del gobierno el 3 de mayo, la moción de censura presentada contra Adolfo Suárez por parte del PSOE los días 28-30 de mayo, la dimisión el 22 de julio del vicepresidente del Gobierno, Fernando Abril Martorell, que produce una nueva remodelación en septiembre, y la elección en octubre de Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón como portavoz del grupo parlamentario centrista, candidato alternativo al oficial (Santiago Rodríguez-Miranda) promovido por Suárez.

    Dimisión de Suárez

    La debilidad creciente de Suárez en el seno de su propio partido propicia la presentación de su dimisión como presidente del Gobierno y de UCD el 29 de enero de 1981, en una intervención televisiva, tras la cual los acontecimientos se precipitan. El 1 de febrero, el Colectivo "Almendros" publica en El Alcázar un artículo claramente golpista; del 2 al 4 de febrero, los reyes viajan al País Vasco y visitan la Casa de Juntas de Guernica, donde los diputados de Herri Batasuna les reciben con un fuerte abucheo y varios incidentes, y el 6 de febrero aparece asesinado el ingeniero de la central nuclear de Lemóniz, José María Ryan, secuestrado unos días antes, mientras se sigue sin noticias de otro industrial secuestrado, Luis Suñer.

    En medio de este tenso clima, se ponen en marcha los procesos de sustitución de Suárez. Entre los días 6 y 9 de febrero tiene también lugar el II Congreso de UCD en Mallorca, donde el partido aparece descompuesto y es elegido como presidente Agustín Rodríguez Sahagún, y el día 10, Leopoldo Calvo-Sotelo es nombrado candidato a presidente del Gobierno.

    Artículo de Emilio Romero

    El periodista Emilio Romero Gómez publicó días antes del golpe un artículo en el diario ABC en el que criticaba duramente al dimitido Adolfo Suárez, defendía la necesidad de 'un golpe de timón' y proponía al general (posteriormente implicado en el golpe) Alfonso Armada como posible candidato a Presidente del Gobierno.[1][2]

    Sesión de investidura

    En este enrarecido escenario, el día 18, Calvo-Sotelo presentaba su gobierno, pero en la votación del día 20 no obtuvo la mayoría necesaria para la investidura, por lo que debía producirse una nueva votación el día 23, día que elegirían los golpistas para su tentativa de golpe de Estado. Una tentativa en la que iban a confluir las voluntades de un golpe duro, promovido por el capitán general Jaime Milans del Bosch y uno blando promovido por el general Alfonso Armada, en aquel momento hombre de confianza del Rey.

    Desarrollo del golpe de Estado

    Congreso de los Diputados.

    En el golpe del día 23 coinciden las distintas tramas golpistas que operaban desde el inicio de la Transición, mediante una acción coordinada.

    El asalto al Congreso de los Diputados

    A las seis en punto de la tarde empieza la votación nominal para la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como Presidente del Gobierno. A las 18:22 horas, cuando iba a emitir su voto el diputado socialista Manuel Núñez Encabo, se inicia la operación "Duque de Ahumada", en referencia al fundador de la Guardia Civil. Según el plan trazado, un grupo de guardias civiles, subfusil en mano, irrumpió en el hemiciclo del Congreso de los Diputados encabezados por el teniente coronel Antonio Tejero. Éste, desde la tribuna, gritó "¡Quieto todo el mundo!" (Sic) y dio orden de que todos se tirasen al suelo.

    Como militar de más alta graduación allí presente y como vicepresidente del Gobierno, el teniente general Gutiérrez Mellado se levantó, se dirigió al teniente coronel Tejero y le ordenó que se pusiera firme y le entregase el arma. Tras un brevísimo forcejeo y para reafirmar su orden, Tejero efectuó un disparo que fue seguido por unas ráfagas de los subfusiles de los asaltantes. Sin inmutarse, con los brazos en jarras, el anciano general permaneció indiferente al sonido de las armas. Mientras la mayor parte de los diputados obedecía las órdenes de Tejero, el diputado Carrillo y el presidente Suárez se mantuvieron sentados en sus escaños. Suárez incluso hizo ademán de ayudar a Gutiérrez Mellado. Durante el asalto, un ayudante de uno de los diputados sufrió un ataque de ansiedad y golpeó a un presente en la nariz.

    Pedro Francisco Martín, operador de Televisión Española, grabó más de media hora del momento, aportando al mundo un documento audiovisual de valor incalculable sobre la tentativa de Golpe de Estado. Con la toma del Hemiciclo y el secuestro de los poderes ejecutivo y legislativo, se intentaba conseguir el llamado "vacío de poder", sobre el cual se pretendía generar un nuevo poder político. Más tarde, cinco de los diputados fueron separados del resto: el aún presidente del Gobierno, Adolfo Suárez González, el ministro de Defensa y presidente de UCD, Agustín Rodríguez Sahagún, el líder de la oposición, el socialista Felipe González Márquez, el segundo en la lista del PSOE, Alfonso Guerra, y el líder del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo.

    Aquella noche es recordada como "la noche de los transistores", debido a que la Cadena SER continuó emitiendo y una buena parte de la población la pasó pegada a la radio siguiendo los acontecimientos.

    Ocupación militar de Valencia

    Tanque M47E1 del Ejército de Tierra que fue el modelo utilizado por la División de Infantería Motorizada Maestrazgo nº 3 para ocupar Valencia por orden del teniente general Milans del Bosch.

    Poco después y siguiendo el plan previsto, se sublevó en Valencia el Capitán General de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch, quien desplegó la División Motorizada "Maestrazgo", con 1.800 efectivos, decenas de vehículos militares y tanques a las calles, desde el puerto de Valencia hasta el centro de la ciudad, donde apuntaban a los edificios institucionales, como el Ayuntamiento o las Cortes valencianas. Declaró el estado de excepción e intentó convencer a otros militares de secundar la acción. Aquella noche la ciudad estuvo rodeada de militares con blindados y otros camiones del ejército que habían salido de las bases de Bétera y Paterna. Una columna blindada se dirigió a la base aérea de Manises para convencer a su comandante de que se sumase al golpe, pero este no solo no lo hizo, sino que amenazó incluso con desplegar dos aeronaves con misiles contra los tanques, optando estos por regresar.

    Situación de las Capitanías Generales

    Cerca de dos horas después del asalto del teniente coronel Tejero al Parlamento, Juan García Carrés le transmitió lo siguiente:

    se habían sublevado. Poco después le dijo que la (Madrid, Guillermo Quintana Lacaci) y las Capitanías Generales de Baleares (Manuel de la Torre Pascual) y de Canarias (Jesús González del Yerro) eran dudosas. La VIIª Región Militar (Valladolid, General Campano) y el Jefe de la Zona Marítima del Mediterráneo, Capitán de Navío José Serra Castelló, le transmitieron al Rey de España que estaban a su disposición para lo que él quisiera.

    La Vª Región Militar (Zaragoza), bajo el mando del teniente general Elícegui Prieto, adquiere una importancia especial porque ese día se encontraban en la capital aragonesa varias unidades de la División Acorazada Brunete realizando prácticas de tiro. Pero ninguno de estos capitanes generales apoyaría firmemente el golpe. El único capitán general que se sublevó fue Jaime Milans del Bosch, quien sacó 1.800 hombres, decenas de vehículos militares y 4 tanques a las calles de Valencia.

    Sin embargo según una nota publicada por el periódico El País,[3]​al parecer escrita durante el golpe por el Teniente General Guillermo Quintana Lacaci, la situación de las capitanías era la siguiente:

    Regiones Militares de España (1939-1984) Teniente General
    I Primera Región Militar, capitanía general de Madrid. Teniente General Guillermo Quintana Lacaci. Leal al Rey y a la Constitución.
    II Segunda Región Militar, capitanía general de Sevilla. Teniente General Pedro Merry Gordon. A la espera de acontecimientos.
    III Tercera Región Militar, capitanía general de Valencia. Teniente General Jaime Milans del Bosch Sublevada.
    IV Cuarta Región Militar, capitanía general de Barcelona. Teniente General Antonio Pascual Galmes. Leal, pero si la Vª región militar se hubiera sublevado la IVª también lo habría hecho.
    V Quinta Región Militar, capitanía general de Zaragoza. Teniente General Antonio Elícegui Prieto. Pendiente de lo que hacia la Iª.
    VI Sexta Región Militar, capitanía general de Burgos. Teniente General Luis Polanco Mejorada. Leal al Rey y a la Constitución.
    VII Séptima Región Militar, capitanía general de Valladolid. Teniente General Ángel Campano López. A la espera de acontecimientos.
    VIII Octava Región Militar, capitanía general de La Coruña. Teniente General Manuel Fernández Posse. Leal al rey, pero si la VIª se hubiera sublevado, también lo habría hecho.
    IX Novena Región Militar, capitanía general de Granada. Teniente General. Antonio Delgado Álvarez. Leal al rey y a la Constitución.
    Baleares Capitanía General de Baleares. Teniente General Manuel De la Torre Pascual. A la espera de acontecimientos. Si Milans hubiera tenido éxito quizá se le hubiera unido.
    Canarias Capitanía General de Canarias. Teniente General Jesús González del Yerro. Dudas. Al enterarse del protagonismo de Milans y de que Armada sería presidente, se muestra leal al rey y a la Constitución. Desconfía de Armada.

    Gobierno provisional de subsecretarios

    A las nueve de la noche, un comunicado del Ministerio del Interior informaba de la constitución de un gobierno provisional con los subsecretarios de todos los ministerios, presidido por Francisco Laína, director de la Seguridad del Estado, para asegurar la gobernación del Estado y en estrecho contacto con la Junta de Jefes de Estado Mayor. Entretanto, otro general golpista, Torres Rojas, fracasaba en su intento de suplantar en el mando de la División Acorazada Brunete al general Juste, jefe de la misma, abortándose la pretensión de ocupar los puntos estratégicos de la capital, entre ellos la sede de Radio y Televisión, y la difusión de un comunicado relatando el éxito del golpe.

    Negativa del rey

    La negativa del rey a apoyar el golpe permitió abortarlo a lo largo de la noche. El propio monarca (en tanto Sabino Fernández Campo y Alfonso Armada Comín jugaban al gato y al ratón) se aseguró mediante gestiones personales y de sus colaboradores la fidelidad de los mandos militares, aunque algunas fueran ambiguas, como por ejemplo la respuesta del capitán general de Baleares, Manuel De La Torre Pascual (amigo personal de Pedro Mas Oliver, teniente coronel ayudante de campo de Milans del Bosch) al presidente del entonces ente balear pre-autonómico (CGI) Jeronimo Alberti: Estamos atentos pero tranquilos, aunque dispuestos a sacar las tropas a la calle, si la situación lo requiere. También destacó la actitud del presidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol, quien poco antes de las diez de la noche transmitía a toda España por las emisoras de Radio Nacional y Radio Exterior una alocución donde llamaba a la tranquilidad. Hasta la una de la noche tuvieron lugar gestiones desde el Hotel Palace, en los alrededores del Congreso, lugar elegido como centro de operaciones por el general Aramburu Topete, entonces director general de la Guardia Civil (teniendo bajo sus órdenes directas a mandos del Cuerpo, como el coronel jefe de Madrid Constantino Gómez González) y el general Sáenz de Santa María, a su vez director general de la Policía Nacional.

    El monarca también contó con la ayuda de Sabino Fernández Campo, en aquel momento secretario general de la Casa del Rey, que ayudó al rey realizando llamadas a diversos sectores militares como capitanías generales, estado mayor, etc.

    La actitud de Armada

    Por allí también deambuló el general Alfonso Armada, parte del plan golpista, quien pretendía sibilinamente, simulando negociar con los asaltantes, proponerse como solución de compromiso. Su secreto plan de golpe emulando al general francés De Gaulle, fracasa al negarse Tejero a que presidiera un gobierno del que también formarían parte socialistas y comunistas. Más tarde, descubiertos sus planes, sería relevado de su puesto de Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército por su implicación en la trama golpista.

    A la medianoche, Alfonso Armada se presentó en el Congreso con un doble objetivo: convencer al teniente coronel Tejero para que depusiera su actitud y asumir él mismo el papel de jefe del Gobierno a las órdenes del Rey, en actitud claramente anticonstitucional. Pero Armada, siendo la "autoridad competente" esperada por Tejero no le propone una junta militar presidida por Milans, o un gobierno en el que Milans fuera ministro de defensa, sino una lista de políticos de todos los partidos, con Felipe González como vicepresidente para Asuntos Políticos, los socialistas Gregorio Peces-Barba (Justicia), Enrique Múgica (Sanidad) y Javier Solana (Transportes) y entre los representantes del Partido Comunista a Jordi Solé Tura en Trabajo y a Ramón Tamames en Economía, que formarían un gobierno de concentración presidido por él. En este gobierno estarían también presentes: el aliancista Manuel Fraga (Defensa), los centristas Pío Cabanillas (Hacienda), José Luis Álvarez (Obras Públicas), Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (Educación), y Agustín Rodríguez Sahagún (Industria); el presidente de la CEOE, Carlos Ferrer Salat (Comercio), el director de la Agencia EFE, Luis María Ansón (Información), el abogado Antonio Garrigues Walker (Cultura), el banquero José María López de Letona (Vicepresidente para Asuntos Económicos), José María de Areilza (Asuntos Exteriores), y dos militares: el general José Antonio Sáenz de Santamaría (Autonomías) y el general Manuel Saavedra Palmeiro (Interior).[4]

    "Yo no he asaltado el Congreso para esto", le respondió airadamente Tejero. Tras una agria discusión, el teniente coronel despachó violentamente al general Armada sin dejar que se dirigiera a los diputados. Perdida toda opción sobre su "solución", Armada salió del Palacio de las Cortes refiriéndose a Tejero: "este hombre está completamente loco".

    Intervención televisiva del Rey

    A la una y catorce minutos de la madrugada del día 24 de febrero, el Rey intervino en televisión, vestido con uniforme de Capitán General de los Ejércitos para situarse contra los golpistas, defender la Constitución española, llamar al orden a las Fuerzas Armadas en su calidad de Comandante en Jefe y desautorizar a Milans del Bosch. A partir de ese momento el golpe se da por fracasado. Milans del Bosch, aislado, canceló sus planes a las cinco de la mañana y fue arrestado, mientras que Tejero resistió hasta el mediodía del 24. Sin embargo, ya durante la mañana del día 24 fueron liberados los diputados.

    Reacciones internacionales

    Nada más producirse el asalto al Congreso, el golpe fue condenado con toda dureza por los países de la Comunidad Económica Europea (más tarde, Unión Europea), con quienes España estaba negociando una adhesión que se produciría finalmente en 1986. De entre todos los estados miembros conviene destacar por su energía la protesta del Reino Unido y especialmente la entonces Primera Ministra, Margaret Thatcher, que calificó la sublevación militar como "un acto terrorista".

    Estados Unidos

    Por su parte, Estados Unidos se mantuvo oficialmente neutral en cuanto al proceso. Sin embargo, durante el juicio, Tejero afirmó que "tanto el gobierno de EE.UU. como el Vaticano habían sido sondeados por el general Armada". Tras la entrada de Tejero en el Hemiciclo, el Secretario de Estado norteamericano, el general Alexander Haig, se limitó a decir que "El asalto al Congreso de los Diputados es un asunto interno de los españoles",[5]​ lo que le valió severas críticas internacionales. Una vez fracasado el golpe Estados Unidos cambió el tono de sus declaraciones radicalmente: "Tenemos que congratularnos de que en España haya triunfado la democracia".[6]

    Vaticano

    Según Santiago Carrillo, el Vaticano "también conocía lo que iba a pasar". El día 23 el episcopado español se encontraba reunido en asamblea plenaria, pero no realizó declaraciones hasta el día 24, cuando condenó el golpe ya fracasado. También según Carrillo, un asistente a la asamblea, que no era obispo sino cura, trató de conseguir que ese mismo día la asamblea hiciera una declaración contra el golpe y a favor de la Constitución, pero no lo logró.[7]

    El juicio y las consecuencias del golpe

    Tras el golpe quedaron algunos interrogantes, especialmente referidos al papel que jugó cada uno de los principales golpistas y especialmente a las intenciones y apoyos de Armada. Las consecuencias más destacadas fueron el inicio de un proceso de involución autonómica con la aprobación de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), posteriormente declarada parcialmente inconstitucional, y que la monarquía salió poderosamente reforzada entre la población y los medios políticos.

    En el juicio seguido con posterioridad ante el Consejo Supremo de Justicia Militar, conocido como el Juicio de Campamento, fueron condenados a 30 años de reclusión, como principales responsables del golpe de estado, Milans del Bosch, Alfonso Armada y Antonio Tejero Molina.

    La trama civil del golpe nunca fue investigada de modo riguroso, siendo el único civil condenado el ex dirigente de los Sindicatos Verticales de la dictadura franquista Juan García Carrés.

    El papel del CESID

    Asimismo, no ha sido suficientemente aclarado el papel desempeñado por el comandante del entonces denominado CESID,[8]​ hoy Centro Nacional de Inteligencia, José Luis Cortina, absuelto en el juicio por falta de pruebas, si bien el capitán Gómez Iglesias, un subordinado suyo, fue condenado por organizar la llegada de los guardias civiles asaltantes al Congreso utilizando vehículos, placas de matrícula falsas y equipos de transmisiones pertenecientes a la escuela de agentes operativos del CESID.

    Tres meses antes del golpe de estado del 23-F, el CESID avisó al presidente del Gobierno y a algunos de sus ministros de una serie de operaciones en fase de maduración para torcer el curso de los acontecimientos políticos.... Pero el plan del que se daban más detalles –y al que los autores del documento concedían un alto grado de viabilidad e incluso le ponían fecha: primavera de 1981- consistía en forzar la dimisión de Adolfo Suárez como jefe del Gobierno y asegurar el apoyo parlamentario de UCD y PSOE a un nuevo presidente, que sería “un general con respaldo, pero no protagonismo político, del resto de la estructura militar”, a fin de configurar un “Gobierno de gestión o de salvación nacional”.[9]

    Por su parte, el general Carlos Alvarado confesó tras la prescripción de los delitos juzgados por el 23-F su participación en el intento de golpe de estado.[10]

    El "Elefante Blanco"

    La identidad del popularmente conocido como "Elefante Blanco", el militar promotor del golpe al que Tejero esperaba en el Congreso para hacerse cargo del gobierno y que nunca apareció, no ha trascendido y sigue siendo un misterio. Entre los nombres apuntados se encuentran los de Alfonso Armada[11]​ o Milans del Bosch,[12]​ partícipes conocidos en el golpe. Según otros, como Manuel Gutiérrez Mellado, el elefante blanco era el general De Santiago.[13]

    Condenados

    Los treinta condenados en el juicio fueron los siguientes:

    Miembros de las Fuerzas Armadas
    1. Jaime Milans del Bosch y Ussía. Teniente General y Capitán General de la III Región Militar. Condenado a 30 años, indultado en 1990.
    2. Alfonso Armada Comyn. General de División y 2º Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra. Condenado a 6 años, ampliada a 30 por el Tribunal Supremo, indultado en 1988.
    3. Luis Torres Rojas. General de División y Gobernador Militar de La Coruña. Condenado a 6 años, ampliada a 12 por el Tribunal Supremo, indultado en 1988.
    4. Camilo Menéndez Vives. Capitán de Navío. Condenado a 1 año.
    5. Diego Ibáñez Inglés. Coronel de Ingenieros y 2º Jefe de Estado Mayor de la III Región Militar. Condenado a 5 años, ampliada a 10 por el Tribunal Supremo, muere en 1987.
    6. José Ignacio San Martín López. Coronel de Artillería y Jefe de Estado Mayor de la División Acorazada Brunete. Condenado a 6 años, ampliada a 10 por el Tribunal Supremo, libertad condicional en 1986.
    7. Pedro Mas Oliver. Teniente Coronel de Infantería. Condenado a 6 años.
    8. Ricardo Pardo Zancada. Comandante de Infantería. Condenado a 6 años, ampliada a 12 por el Tribunal Supremo, indultado en 1989.
    9. Carlos Alvárez-Arenas Pardina. Capitán de Infantería. 3 años de suspensión de empleo.
    10. José Pascual Gálvez. Capitán de Infantería. 3 años de suspensión de empleo.
    11. Francisco Dusmet García-Figueras. Capitán de Infantería. 2 años de suspensión de empleo.
    12. José Cid Fortea. Capitán de Intendencia. 2 años de suspensión de empleo.
    Miembros de la Guardia Civil
    1. Miguel Manchado García. Coronel. Condenado a 6 años, ampliada a 8 por el Tribunal Supremo, indultado en 1988.
    2. Antonio Tejero Molina. Teniente Coronel. Condenado a 30 años, libertad condicional en 1996.
    3. Vicente Gómez Iglesias. Capitán. Agente del CESID. Condenado a 6 años.
    4. Jesús Muñecas Aguilar. Capitán. Condenado a 5 años.
    5. José Luis Abad Gutiérrez. Capitán. Condenado a 5 años.
    6. Enrique Bobis González. Capitán. Condenado a 3 años.
    7. Francisco Acera Martín. Capitán. Condenado a 3 años.
    8. Carlos Lázaro Corthay. Capitán. 3 años de suspensión de empleo.
    9. Juan Pérez de la Lastra. Capitán. 3 años de suspensión de empleo.
    10. César Álvarez Fernández. Teniente. Condenado a 1 año.
    11. Pedro Izquierdo Sánchez. Teniente. Condenado a 1 año.
    12. Vicente Ramos Rueda. Teniente. Condenado a 1 año.
    13. Santiago Vecino Núñez. Teniente. Condenado a 1 año.
    14. Miguel Boza Carranco. Teniente. Condenado a 1 año.
    15. Jesús Alonso Hernaiz. Teniente. Condenado a 1 año.
    16. José Núñez Ruano. Teniente. 1 año de suspensión de empleo.
    17. Vicente Carricondo Sánchez. Teniente. 1 año de suspensión de empleo.
    Civiles
    1. Juan García Carrés. Ex dirigente de los Sindicatos Verticales franquistas. Condenado a 2 años.

    Hubo tres procesados absueltos.

    1. José Luis Cortina Prieto. Comandante de Infantería. Jefe de la Agrupación Operativa de Misiones Especiales del CESID.
    2. Juan Batista González. Capitán de Artillería.
    3. Francisco Ignacio Román. Capitán de la Guardia Civil.

    En la cultura popular

    Véase también

    Notas

    1. El golpe resultó fallido y Adolfo Suárez siguió como presidente interino durante 3 días más. El 29 de febrero, finalmente, Leopoldo Calvo-Sotelo fue investido presidente.
    2. El golpe no hizo cambiar la forma de gobierno de España.
    3. Aunque, como puede verse en las referencias, la forma más extendida es 23-F y la Ortografía de la RAE admite ambas formas como correctas, dicha Ortografía recomienda escribirlo sin guion, por ser este innecesario.

    Referencias

    1. Diario ABC. 31/Enero/1981
    2. El País. 2/Marzo/1982
    3. Francisco Medina. 23-F, La Verdad. pag 358. El País publicó dicha nota el 17 de febrero de 1991
    4. Periodista Digital, 25/02/09.
    5. «Haig: "Es un asunto interno"». La Vanguardia: 11. 24 de febrero de 1981. Consultado el 11 de febrero de 2009. «El secretario de Estado norteamericano Alexander Haig, declaró hoy que el incidente ocurrido en el Congreso español es un asunto interno de España», sin querer hacer de momento otro comentario.» 
    6. «Reagan felicita a Su Majestad». La Vanguardia: 16. 25 de febrero de 1981. Consultado el 11 de febrero de 2009. «Un portavoz del Departamento de Estado, a través de su Embajada en Madrid, difundió un comunicado oficial en el que expresaba su congratulación «por la feliz resolución de la crisis y por la fortaleza mostrada por las instituciones y por los dirigentes de la nueva democracia española. El papel desempeñado por el rey Juan Carlos I y la conducción de la nación española han contribuido de manera sobresaliente a la solución de la crisis y merecen especial admiración». 
    7. fecha = 22 de febrero de 2009 El Gobierno de Estados Unidos y el Vaticano sabían lo que iba a pasar. Consultado el 23 de febrero de 2009. «Lo que no cabe duda es que el Gobierno de EEUU estaba al corriente de que iba a haber una sublevación. Las declaraciones del secretario de Estado americano, que era un general, en los primeros momentos consistieron en decir que aquel era un problema interno de los españoles que no les afectaba a ellos. El Vaticano también conocía lo que iba a pasar. Sucedió algo muy significativo. El día 23 estaba reunida en Madrid la Asamblea episcopal y uno de sus miembros, que no era un obispo, era un cura que había sido la mano derecha del cardenal Tarancón, trató de conseguir que ese mismo día la asamblea hiciera una declaración contra el golpe y a favor de la Constitución... no lo logró. Sólo al día siguiente, cuando ya el golpe ya había fracasado, se produjo una declaración de la asamblea favorable a la legalidad democrática.» 
    8. Las claves del 23-F según Calderón El Pais 10/10/2004. El ex-director del CESID y otro alto cargo dan su versión sobre el frustrado golpe del 23-F
    9. Joaquín Prieto “Golpe de Estado”, página 325 de “Memorias de la Transición”, El País, Madrid, 1995
    10. «El golpe tenía medios más que suficientes para triunfar». La Vanguardia: 20. 23 de febrero de 2006. Consultado el 11 de febrero de 2009. «–Incluso algunos lo han reconocido después. –El famoso general Carlos Alvarado. Apareció en un programa de televisión pretendiendo desvelar el secreto de su implicación, que algunos ya habíamos publicado.» 
    11. El falso enigma del elefante blanco
    12. El elefante blanco del 23-F era Milans del Bosch
    13. «Jose Gabieras: "Armada dijo al Rey que el Ejército apoyaba a Milans». Diario El Mundo: 6. 22 de febrero de 2001. Consultado el 21 de febrero de 2011. «Diario El Mundo». 
    14. El Mundo (24 de febrero de 2014). «Jordi Évole, sobre 'Operación Palace: 'Por lo menos hemos reconocido que es mentira'». 

    Bibliografía

    Enlaces externos