Diferencia entre revisiones de «Español mexicano»

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Esta variación del español mexicano es usada en el norte de México en los estados de [[Chihuahua]], [[Sonora]], [[Nuevo León]], [[Sinaloa]] y [[Coahuila]]. Se diferencia de otras regiones de [[México]] principalmente en la entonación (acento) y [[Contracción (gramática)|contracción]] de las palabras en las formas cortas como se pronuncia y se escribe, así como el encuentro de determinadas preposiciones con los artículos, conservando las mismas conjugaciones que tiene el mexicano central con respecto al uso universal del pronombre personal de [[Tuteo (gramática)|ustedes]] y [[Tuteo (gramática)|tuteo]], para situaciones formales e informales con el [[seseo]] y [[yeísmo]]. También se oyen las conjugaciones del [[vosotros]] en México, rara la vez. Por los [[españoles]] que quedaron en México durante y después de la conquista. Su uso coloquial es el empleo del lenguaje, de alguna forma en un contexto informal, familiar y distendido, con vocablos caracterizados por su uso común, frecuente y directo que se alejan de todo tipo de retórica.
Esta variación del español mexicano es usada en el norte de México en los estados de [[Chihuahua]], [[Sonora]], [[Nuevo León]], [[Sinaloa]] y [[Coahuila]]. Se diferencia de otras regiones de [[México]] principalmente en la entonación (acento) y [[Contracción (gramática)|contracción]] de las palabras en las formas cortas como se pronuncia y se escribe, así como el encuentro de determinadas preposiciones con los artículos, conservando las mismas conjugaciones que tiene el mexicano central con respecto al uso universal del pronombre personal de [[Tuteo (gramática)|ustedes]] y [[Tuteo (gramática)|tuteo]], para situaciones formales e informales con el [[seseo]] y [[yeísmo]]. Su uso coloquial es el empleo del lenguaje, de alguna forma en un contexto informal, familiar y distendido, con vocablos caracterizados por su uso común, frecuente y directo que se alejan de todo tipo de retórica.


==== Variedad del español mexicano hablada en el centro del país ====
==== Variedad del español mexicano hablada en el centro del país ====

Revisión del 05:28 19 jun 2009

El español mexicano (o español de México) es la variedad de dialectos y sociolectos de la lengua castellana, hablada en el territorio mexicano; y en diversos lugares de Estados Unidos donde hay núcleos de población de origen mexicano. También sobresale la forma de hablar el castellano en el la zona de la Península de Yucatán, que se conoce como español yucateco.

Descripción

Históricamente, la evolución del español mexicano coincide con el desarrollo del idioma español en el Perú, Sevilla, Madrid, Bogotá y las grandes urbes estandarizantes de la época. La Ciudad de México fue durante siglos el centro de uno de los dos grandes virreinatos de América colonial, uno de los cuales se expandía desde el centro de lo que son ahora los Estados Unidos en el norte hasta Panamá en el sur. Como resultado del prominente papel de la Ciudad de México en la administración colonial al norte del ecuador la población de la ciudad incluyó relativamente muchos hablantes del centro de España. Consecuentemente, como Lima dentro de la Audiencia de Lima y las otras grandes ciudades, la Ciudad de México tendió históricamente a ejercer un efecto estandarizador dentro de su propia esfera de influencia lingüística, un estado de cosas que se refleja en la lluvia de encomios al patrón de habla mexicana dada por los comentaristas de los siglos XVII y XVIII.

El hispanista sueco Bertil Malmberg apunta que en el español de México, las vocales tienden a perder fuerza, mientras que las consonantes son siempre pronunciadas. Malmberg explica ello por la influencia del complicado sistema de consonantes de la lengua náhuatl a través de los hablantes bilingües y nombres de lugares.

Variaciones

En el territorio de México contemporáneo, no es coextensivo con lo que podría ser llamado Español Mexicano. Debido a diversas variaciones como en el caso de Yucatán con peculiaridades únicas tanto en su léxico como en su pronunciación y entonación que lo distinguen de cualquier otro español hablado en México y país hispanohablante. Se han señalado algunas características muy particulares y generales a casi todas las versiones del español de México, también se ha referido (aunque no insistido en) que existen algunas peculiaridades regionales y sociales, que fragmentan el español mexicano en múltiples dialectos. Las variedades regionales poseen algunos rasgos que son muy específicos, y en algunos casos más que ser regionales son comunitarias (por ejemplo pueblos alejados o pequeñas rancherías con considerado aislamiento donde se preservan variedades extremadamente peculiares, en comparación con las mayoritarias; poblaciones de origen mestizo, pero de gran antigüedad, que fueron castellanizándose desde hace mucho tiempo y gradualmente; y lo que tenemos son islas lingüísticas donde se habla, variedades de castellano bastante antiguo y regionalizado, que pueden ser como por ejemplo dialectos o hablas con influencias muy fuertes de voces asturianas o extremeñas, como terminaciones en u, en vez de en o; por ejemplo perru, en vez de perro; o pronunciar la h muda con sonido de j o h aspirada; formas de hablar el español que se aprendieron hace mucho tiempo y a lo largo de los siglos adquirieron características fonológicas y léxicas muy particulares y muy fuertes, particularmente influencias de las lenguas indígenas; particularmente esto sucedió y subsiste hoy día en los estados del centro del país, como el Estado de México donde la influencia fonológica y léxica en estas variedades que sobreviven en islas se debe en gran parte a lenguas originarias, en especial al náhuatl y al otomí-mazahua y el Purépecha en Michoacán.

Es común el uso de gran cantidad de léxico indígena para designar varios elementos y así como léxico español antiguo con formas verbales y de conjugación también antiguas, así como anteponer o posponer prefijos o sufijos en lengua indígena a las palabras castellanas como en el Estado de México. Para los inmigrantes o turistas, muchas veces resulta en momentos difícil comprender la totalidad del discurso de los interlocutores lugareños en algunas macrovariedades son perfectamente distinguibles y su extensión es más o menos amplia. Entre ellas están los dialectos empleados en el norte, sur y centro de México, en su forma general y en su formas particulares como el caso de la península de Yucatán, en el Distrito Federal con variaciones graduales según sociolectos e influencias de otras regiones por las migraciones.

Variedad del español mexicano hablada en el septentrión

Esta variación del español mexicano es usada en el norte de México en los estados de Chihuahua, Sonora, Nuevo León, Sinaloa y Coahuila. Se diferencia de otras regiones de México principalmente en la entonación (acento) y contracción de las palabras en las formas cortas como se pronuncia y se escribe, así como el encuentro de determinadas preposiciones con los artículos, conservando las mismas conjugaciones que tiene el mexicano central con respecto al uso universal del pronombre personal de ustedes y tuteo, para situaciones formales e informales con el seseo y yeísmo. Su uso coloquial es el empleo del lenguaje, de alguna forma en un contexto informal, familiar y distendido, con vocablos caracterizados por su uso común, frecuente y directo que se alejan de todo tipo de retórica.

Variedad del español mexicano hablada en el centro del país

Esta variación del español mexicano es la más popular y usada en su mayoría por todos los estados de la república mexicana, en su forma general en el Distrito Federal, Guanajuato, Zacatecas, Estado de México, Tlaxcala, Morelos, Durango, Aguascalientes, como también en los estados costeños (Oaxaca, Guerrero, Sinaloa, Sonora, Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán), septentrionales (Chihuahua, Sonora, Nuevo León, Sinaloa y Coahuila) y meridionales (Chiapas, Tabasco y Campeche con Quintana Roo). Y en casos especiales con Veracruz y Yucatán. El español Central es el más conocido internacionalmente en el entretenimiento de las televisoras mexicanas, y en representaciones internacionales con diversos modismos triviales, sin entonación grave con palabras derivadas directamente desde la conquista española e idioma náhuatl, como también usado por su cercanía al español latinoamericano neutral, para los doblajes al español en México y en América Latina. Así como también en España, antes de que tuviese su propio doblaje.

Variedad del español mexicano hablada en el sur del país

Esta variación del español mexicano es usado en el sur de México en los estados de Chiapas, Tabasco y Campeche existen diversas diferencias en la entonación (acento) y gramática (vos/tú). El término tuteo habitualmente significa tratar de o de vos, en contraposición a usted. Cuando se usa el tuteo como antónimo de voseo suele ser necesario aclararlo, aunque no es bien visto el voseo pronominal. De cualquier forma, el vos convive con el , debido por ser mayoritario. El vos desde los tiempos coloniales se ha considerado en muchas partes como una forma incorrecta en los países de uso mixto o en aquellos donde su uso no es común.

Variedad del español mexicano hablada en las costas del sur del país

Esta variación del español mexicano que es usado en las áreas costeras pacíficas de Oaxaca, Guerrero, Sinaloa, Sonora, Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán, aunque principalmente áreas costeras de Veracruz es asimismo distintivo al menos a nivel del habla local, como el que exhibe más rasgos fonéticos de la costa que el hablado en resto de México. El acento costeño exhibe en general una idiosincrasia con rasgos bastante comunes a lo largo de todo el litoral, aunque existen ligeras diferencias regionales y maneras de ser muy diferentes a los de los habitantes del interior del país y estados. Zonas geo-sociológicas que definen a los habitantes de las costas y otras regiones cercanas o limítrofes a los mismos estados.

Manera de hablar el castellano de modo formal en México

Archivo:Cristina Hernández Actriz Doblaje.ogg
Cristina Hernández, actriz de doblaje mexicana.
Para mayor información del doblaje, ver el artículo: Doblaje

En los medios de comunicación el primer doblaje mexicano fue en 1907 por Fructuoso Gerabelt, tiempo después, las primeras producciones hollywoodenses de 1922 dieron una consolidación definitiva en la industria del doblaje, logrando una creciente demanda que generaba la televisión. Inicialmente en México se contaba con 4 horas de transmisión, logrando que el público y los anuciantes se vieran favorecidos con la promoción de los productos. Edmundo Santos y Carlos David Ortigosa se asocian y comienzan a doblar para Walt Disney en 1949 con películas como La Cenicienta, Peter Pan, La noche de las narices Frías y Alicia en el país de las Maravillas. El auge de este estilo de doblaje comenzó con la familiaridad con que era recibido en Hispanoamérica, por la presencia del cine mexicano a lo largo de la década de 1940, desprovisto de un vocabulario neutral con el fin de una comprensión general, llámese español neutral o hispanoamericano en la región. Al transcurir el tiempo, en el doblaje mexicano se han usado ciertas frases coloquiales mexicanas.

Así mismo, por la alta producción musical y cinematografíca, el doblaje mexicano es rápidamente identificado en Hispanoamérica. A finales del siglo XXI, ciertos países comenzaron a doblar documentales culturales y deportivos en Estados Unidos, Colombia, Venezuela, Argentina y Chile. En México acorde a la legislación, en las salas de cine, las películas animadas, ciencia ficción, animes japonesas, infantiles y documentales son dobladas de manera obligatoria a la manera formal, mientras que el resto de las películas pueden ser exhibidas con doblaje o subtítulada.

Fonética y fonología

  • Seseo: Como ocurre en todos los dialectos de América, Canarias y de buena parte de Andalucía, no existe diferencia en la pronunciación de s y z, c, siendo pronunciadas todas como una /s/. Aunque existe una diferencia alofónica, la [s] del español mexicano es laminodental o apicodental, mientras que la [s] del centro y norte de España es apico-alveolar, la cual para oídos mexicanos puede sonar parecida a una "sh" postpalatal inglesa.
  • Yeísmo: Del mismo modo, no se diferencia la pronunciación de y y ll; ambas son una aproximante palatal sonora /ʝ/ como la y del español estándar.
  • En el español mexicano existe reducción de las vocales átonas por ensordecimiento, como en ['tRasts] trastes. Este proceso es más frecuente cuando una vocal está en contacto con [s], siendo la [e] la vocal más afectada. Es un ejemplo del fenómeno apuntado por Bertil Malmberg. Según el erudito filólogo, Rafael Lapesa, algunas personas omiten también otras vocales (Ej. Cómo ’stás 'cómo estás', nec’sito 'necesito', palabr’s 'palabras', much’s gras’s 'muchas gracias'). Dicho fenómeno sin embargo, es visto como no estándar y por ende tiene cierto estigma social[cita requerida], a pesar de ser formas en que se expresa gran parte de la población.
  • En las mismas regiones – la mayor parte del interior de México – la /s/ final de sílaba raramente se debilita; esto, combinado con la frecuente reducción de vocales átonas, da a la sibilante [s] una prominencia especial. Se debe observar que esta situación contrasta con la de las áreas costeras, tanto del Pacífico como del Caribe, donde el debilitamiento de la /s/ al final de sílaba es un marcador sociolingüístico, reflejando la tirantez entre la norma del centro de México y la tendencia histórica hacia el debilitamiento consonántico que es tan característico de las áreas costeras de América Latina y de la mitad sur de la península Ibérica.
  • De igual modo, en contraste con lo que ocurre en el habla ibérica y en la mayor parte de los dialectos costeros del Caribe y el Pacífico, la variante mexicana conserva las /d/ en posición intervocálica en todos los registros, considerando su omisión como perteneciente a un lenguaje poco educado: amado, partido, nada se pronuncian claramente, mientras que en el lenguaje popular de otros lugares se escucha amao, partío y naa [naː].
  • La vibrante simple [ɾ] (y en cierta medida también [r][cita requerida]) son frecuentemente asibiladas a lo largo del centro y sur de México (especialmente la -r final de sílaba), como en ['kaɹta] carta o [a'moɹ] amor, mientras que en los estados del norte las vibrantes apicoalveolares para /rr/ múltiple y /-r/ predominan. En algunas regiones de Yucatán, se pronuncia uvularmente /ʁ/. También es frecuente la articulación [ɾː] del grupo /-rd-/: 'perder, verdad'.
  • La fricativa /x/, se articula en el interior del país es usualmente una fricativa velar sorda [x], como en ['kaxa] caja, semejante al sonido de centro y norte de España, pero sin realizaciones uvulares. En las costas la articulación normal de j es faríngea o glotal sorda [h], como en la mayor parte de los dialectos costeros del Caribe y el Pacífico.
  • Acento: Por diversos factores no enteramente claros, entre los que se podrían contar las influencias de algunas lenguas indígenas, las varias modalidades regionales del español ibérico traído desde la península, y las corrientes de inmigración de otros lugares del planeta han creado un mosaico de acentos en México. Ello es comprensible, además, por la extensión del país. Algunos de los acentos son claramente distinguibles de los demás, como por ejemplo los de Nuevo León, Sinaloa, Yucatán, la Ciudad de México, Jalisco, Tabasco, Chiapas y Veracruz.

Lexicología

Carácter rústico

A causa de la procedencia social de la mayor parte de los conquistadores y colonizadores españoles -soldados, expresidiarios, aventureros, etc.- pueden señalarse el vulgarismo y el carácter rústico como rasgos característicos del español de América. Sin embargo, la ciudad de México fue donde se formó el lenguaje más culto de la colonia. Con una gran capacidad de asimilación, muy pronto estuvo al nivel cultural de las más grandes ciudades españolas: nueve años después de la conquista, en 1530, tiene una imprenta, la primera de América, en 1537 comienza a ser corte de virreyes; en 1547 es cabeza de arzobispado, en 1553 inaugura su universidad, y su ambiente literario era muy atractivo para los escritores españoles. Por todas estas características, no es el vulgarismo el rasgo peculiar de su español, aunque no falten rasgos de carácter rústico. Entre ellos, tal vez el más importante sea el de convertir los hiatos (término con el que se denomina la combinación de dos vocales que son elementos constituyentes de sílabas contiguas y que no forman diptongo) en diptongos: pior (peor), poliar (pelear), cuete (cohete), pasiar (pasear), linia (línea).

Mexicanismos

Ejemplos de coloquialismos mexicanos;

  • ¿Mande?: En México se utiliza para responder formalmente a una persona.
    • Ejemplo1: ¿Mande? (¿Qué?), no le escuche bien.
    • Ejemplo2: -Oye hijo, ¿puedes traerme unas medicinas?, -¿Mande? (¿Cómo?), -¿Que si me puedes traer medicinas?..
    • Ejemplo3: Juan... (y Juan contesta)... Mande (Sería como decir "¿Sí?" o "¿Diga?".
  • ¡Aguas! Interjección para advertir algo, como un peligro, una dificultad, etc.
    • Ejemplo1: ¡Aguas con el escalón que te puedes tropezar!/Ten cuidado con el escalón pues te puedes tropezar.
  • ¿Bueno?: Es la manera que en México se contestan las llamadas telefónicas.
  • Platicar: Conversar, charlar (verbo usado también en América Central).
  • Pena: Vergüenza (también usado en otros países de Hispanoamérica).
  • Chavo(a): Muchacho(a), joven.
  • Chamaco, huerco, morro (morro y huerco se usan más en la zona norte del país): Niño, Niña.
  • Tlapalería: Tienda donde se venden pinturas, materiales eléctricos, herramientas, artículos para construcción, ácidos, etc., ferretería.
  • Apapachar: Mimar.
  • Colonia: Barrio, parte de una ciudad.
    • Ejemplo1: Pedro vive en la colonia Benito Juárez de esta ciudad.
    • Ejemplo2: El desbordamiento del río provocó la inundación de varias colonias/povocó la inundación de varias zonas de la ciudad.
  • Refresco: Bebida de agua gaseosa, que contiene ácido carbónico; soda o gaseosa. [pero esto se usa en TODOS los países!]
    • Ejemplo1: Me gusta la Coca Cola, pero prefiero otros refrescos.
  • Alberca: Estanque destinado al baño o a la natación, piscina.
    • Ejemplo1: Me gusta ir a nadar en la alberca que Ramón tiene en su casa.
  • Desarmador: Herramienta para atornillar o destornillar, destornillador.
    • Ejemplo1: -Manuel: trae el desarmador para arreglar el radio
  • Naco: Persona vulgar, corriente, de mala educación, de mal gusto, de malas costumbres, malos modales, de mal vestir. vease variaciones de otros países
  • Fresa: Persona decente, "fina" de alta educación, de buen gusto, de buenas costumbres, clase alta, buenos modales, de buen vestir. vease variaciones de otros países
  • Ahorita (también se usa ahoritita): Es el vocablo mexicano con mayor dificultad de comprensión para extranjeros ya que indica tanto una acción en un lapso indefinido. Esta palabra puede ser en ese mismo instante, en 5 minutos, 1 hora. Pero también se usa en tiempo pasado.
    • Ejemplo1: ¿Puedes ir?, ahorita voy, como el instante preciso en que se habla
    • Ejemplo2: -¿Cuándo es el partido?, -¡ahorita!.
    • Ejemplo3: El accidente automovilístico estuvo muy fuerte. -¿Cuándo pasó el accidente?- -¡Ahorita, hace como 10 minutos!- (PASADO)
  • ¡Chale!: (Palabra Coloquial) Interjección para demostrar asombro, molestia, fastidio. Se utiliza únicamente en el centro del país
    • Ejemplo1: -Te salió mal; vuélvelo a hacer -¡Chale!
    • Ejemplo2: ¡Chale, si ya lo hice 3 veces!.
  • Viejo(a): Pareja sentimental, cónyuge, esposo-a, novio-a.
    • Ejemplo1: Voy a ir con mi vieja al cine.
    • Ejemplo2: Ese viejo no entiende.
    • Ejemplo3: Ese viejo ya no puede caminar.
  • Huevón (malsonante y vulgar): Flojo, holgazán.
  • Chingar, Chingo, Chingón (adjetivos vulgares, y a veces malsonantes, de la jerga mexicana):
    • Ejemplo1: "¡Ah que bien chingas!" / ¡Ah no me fastidies!.
    • Ejemplo2: "¡Qué chingón eres!" / Eres una persona muy lista.
    • Ejemplo3: "Me llevé una chinga en el trabajo" / Estuvo muy pesado el trabajo.
    • Ejemplo4: "Me chingué a esa vieja" / Me acosté con esa mujer (despectivo).
    • Ejemplo5: "José tiene un chingo de dinero" / José tiene muchísimo dinero.
    • Ejemplo6: "¿Viste esos zapatos? Están chingones" / ¿Has visto esos zapatos? Son muy buenos. (también se usa el término "chido")
    • Ejemplo7: "Unos pandilleros le pusieron una chinga a Raúl" / Unos pandilleros dieron una golpiza tremenda a Raúl.
    • Ejemplo8: "Hay un Chingo de gente en el centro" / Hay mucha gente en el centro.
  • Chingadera (adjetivo malsonante y vulgar de la jerga mexicana): Cosa de poco valor o mala calidad.
    • Ejemplo1: "Mueve esa chingadera" / Mueve esa cosa insevible.
    • Ejemplo2: "Siempre me sales con tus chingaderas" / Siempre haces tus tonterías.
  • Güey (alt. wey - güé - we, es, para mucha gente, malsonante y vulgar aun hoy en día): Genérico para sustituir el nombre del alguien del que se tiene mucha confianza.
    • Ejemplo1: " Me dijo ese güey...". También usado para designar una persona anónima.
    • Ejemplo2: "-¿Quién te dijo eso? -Un güey que pasó por la calle" / "-¿Quién te dijo eso? -Una persona que pasó por la calle" (esta expresión puede ser equivalente a la que se usa en España, "tío").
    • Ejemplo3: "¡No seas wey, hazlo así!" / ¡No seas tonto, hazlo así!
  • A Huevo (o agüevo) (expresión o interjección vulgar y malsonante de la jerga mexicana): Hacer algo obligatoriamente o a la fuerza.
    • Ejemplo1: "Tengo que estudiar 'a huevo'(a fuerza) porque mañana tengo examen."
    • Ejemplo2: "México ganó el partido de futbol contra Brasil...¡A HUEVO!(qué bien)"
  • Cabrón (también en uso femenino "cabrona", es una expresión vulgar y, en ocasiones malsonante): Amigo, compadre, hombre pedante o dificultad.
    • Ejemplo1: Personas que gusta de aprovecharse de una mala situación de manera física o mentalmente.
    • Ejemplo2: Resaltar un situación difícil.
    • Ejemplo3: Se cayó un árbol sobre el carro y estuvo bien cabrón (dificultad) sacarlo.
  • Pinche (adjetivo despectivo, malsonante y vulgar de la jerga mexicana); algo malo, inútil, molesto, de poco valor o mala calidad.
    • Ejemplo1: "pinche carro", "pinche día", "pinche chingadera, no funciona".
  • Pinche (afirmación); se puede utilizar para enfatizar la confianza que se tiene con alguien, sobre todo amigos.
    • Ejemplo1: Pinche Juan, ¡cuánto tiempo sin verte! ¿Dónde habías estado?.
  • Padre (es equivalente a ¡bacán! en países de Sudamérica): Significa algo bueno, divertido, que agrada, sustituido por ¡Qué bien!.
    • Ejemplo1: "¡Qué padre estuvo la película!".
    • Ejemplo2: "Me la pasé muy padre en la playa con mis amigos".
    • Ejemplo3: "¡Qué padre que ganaste el concurso!".
  • ¡Órale! (también se usa "¡ándale!"): Afirmación, exclamación, mutuo acuerdo, sorpresa, entendido, esta bien. Esta palabra se recomienda usarla 1-2 veces en una platica común con la misma persona, porque se puede interpretar como desinterés ó indiferencia.
    • Ejemplo1: "¿Vamos por unas pizzas?. ¡Órale!".
    • Ejemplo2: "Es necesario ir a la conferencia. ¡Órale!."
    • Ejemplo3: "Te sugiero portarte bien. ¡Órale!, solo porque tú me lo sugieres."
    • Ejemplo4: "¡Orale!, que bien te vez."
  • ¡Ándale! (también se usa ¡órale!): Se emplea para incitar a alguien a empezar o a proseguir una acción. En México también puedes oír con frecuencia palabras con terminaciones "le", camínale, cómele, apúrale, etc.
    • Ejemplo1: "¡Ándale, veinte dólares a que gano esta partida!".
    • Ejemplo2: "Ándale, no te quedes atrás".
  • ¡Qué chido! (también se usa "chingón"): adjetivo para denotar algo agradable, bueno, de buen gusto, bello, etc.
    • Ejemplo1: "¡Qué chido está ese carro!".
    • Ejemplo2: "Chido, aprobé el examen de Matemáticas.
    • Ejemplo3: "Están bien chidos tus tenis".
  • ¡Ah Chingá! (interjección vulgar y en ocasiones malsonante, también conocida como ¡Ah Chingao!): expresión de asombro: "¡Ah caray!"
    • Ejemplo: "-¿Qué ya vas a ser papá? -!Ah Chingá!, ¿cómo estuvo eso?"
  • Chela: Vulgarismo de cerveza.
    • Ejemplo1: "vamos por unas chelas, ¿no vienes?".
  • ¡Puta madre! (interjección vulgar y malsonante): Expresión de enojo, hastío o molestia.
    • Ejemplo1: "¡Puta madre, no me salen las cuentas!".
  • Pedo o peda (malsonante y vulgar): De diversos significado; "como saludo, conflictos, borracho, acontecimiento, punto de vista, borrachera, problema, etc."
    • Ejemplo1: "Estoy metido en un pedo".
    • Ejemplo2: "¿Que pedo? ¿Cómo estas?".
    • Ejemplo3: "¿Qué pedo? ¿Por qué Bush ganó otra vez la presidencia de EE. UU.?".
    • Ejemplo4: "¿Qué pedo, cómo estás?" ...esta expresión lo utilizan los jóvenes entre ellos si se tienen confianza.
    • Ejemplo5: "Otro pedo" .. puede ser como decir otro rollo ó punto de vista
    • Ejemplo6: "Cancún es otro pedo nada que ver con Acapulco, porque Cancún está más bonito."
    • Ejemplo7: "Ese muchacho es otro pedo, porque es muy buena onda".
    • Ejemplo8: "Se tomó 10 cervezas y anda bien pedo".
    • Ejemplo9: "Nos pusimos una peda, que no veas".
    • Ejemplo10: "José siempre la hace de pedo en la oficina"/José siempre complica las cosas en la oficina

Verbos cambiantes

    • Dile que no "force" la herradura, en lugar de "Dile que no fuerce la herradura".
    • Él "solda" los metales, en lugar de "Él suelda los metales".
    • Deja que el arroz se coza, en lugar de "Deja que el arroz se cueza".

Conjugaciones: De manera no normalizada, algunos verbos terminados en -iar presentan ruptura de diptongo en su conjugación en el presente del indicativo;

    • El banco negocía un préstamo, en lugar de "El banco negocia un préstamo".
    • Yo no diferencío entre los colores, en lugar de "Yo no diferencio entre los colores".
    • Yo te financío la obra, en lugar de "Yo te financio la obra".
  • Formación de los imperativos

En buena parte del territorio mexicano se acostumbra añadir un -le al final de los verbos conjugados en modo imperativo.

  • Ejemplo1: José, córrele porque se va el camión.
  • Ejemplo2: Muévanle (ustedes) bien a la harina.

Arcaísmos

La primera impresión que produce el español de México es que se trata de un habla conservadora. En efecto, no son pocos los casos en que el habla de México ha conservado modos antiguos de decir, sin dejarse influir por las innovaciones realizadas en otras zonas de la comunidad lingüística hispana. El hecho de que algunas voces o expresiones ya desaparecidas en el habla de España se sigan oyendo en México es la razón por la cual se ha señalado el arcaísmo como característica del español mexicano. Son arcaísmos respecto a España expresiones como: se me hace (me parece), ¿qué tanto? (¿cuánto?), muy noche, dizque, donde (usado como condicional en expresiones como: «Donde se lo digas, te mato»). Los arcaísmos resultan más evidentes en el vocabulario. Palabras ya olvidadas en España conservan vigencia en México: pararse (ponerse de pie), prieto, liviano, demorarse, dilatarse, esculcar, luego, recibirse (graduarse), nadien por nadie. Entre los arcaísmos se encuentran antiguas formas de conjugar verbos, usadas por lo general en poblaciones donde no hay mucha comunicación con el exterior, a saber: truje por traje, naza por nazca (de nacer). También la pronunciación de la H fricativa en palabras como "hediondo" que en el habla rural se pronuncia "jediondo" y el uso de verbos auxiliares arcaicos como "ancina". Estas formas arcaicas o anticuadas para la mayoría de los hispanohablantes, persisten sobre todo en las zonas relativamente aisladas de la mayoría de la sociedad, constituyendo islas lingüísticas, como ya quedó apuntado en este artículo previamente. Así en las zonas serranas del Estado de Chihuahua y Durango es donde se pueden apreciar estos arcaísmos, entre otros lugares.

Regionalismo

Junto al conjunto de rasgos comunes a todas las variantes del español mexicano, existen diferencias de vocabulario, entonación y gramática características de cada región.

Por ejemplo, "bollo" en la Ciudad de México es un tipo de pan, pero en Yucatán son heces; en Chiapas, "mecos" son personas rubias, mientras que en la Ciudad de México hace referencia vulgar al esperma, a los mecos; en Morelos, refiere a las cosas o personas sucias; a su vez esta expresión en Chihuahua hace alusión a personas poco inteligentes: "¡Cómo eres meco!", ¡Cómo eres tonto!; en Chiapas totol se refiere a el guajolote. En el centro del país, lonche se puede referir a un refrigerio durante tiempo de trabajo o de escuela o más específicamente a un almuerzo, de hecho existen las "loncherías",en la Península de Baja California y Sonora se dice curada, curado o cura como sinonimo de "Padre" para denotar algo que es atractivo de alguna forma, Ejemplo: Qué cura está,Qué padre está estamientras que en el centro del País cura se refiere a un Clérigo.

Influencia Náhuatl

El español de México ha tenido como sustrato diversas lenguas indígenas. Especialmente significativo ha sido el influjo del náhuatl, especialmente en el léxico. Sin embargo, si bien en el léxico su influencia es innegable, apenas se deja sentir en el terreno gramatical. En el vocabulario, además de los mexicanismos con los que se ha enriquecido la lengua española, como tomate, hule, chocolate, coyote, petaca, etcétera; el español de México cuenta con muchos nahuatlismos que le confieren una personalidad léxica propia. Puede ocurrir que la voz náhuatl coexista con la voz española, como en los casos de cuate y amigo, guajolote y pavo, chamaco y niño, mecate y reata, etc. En otras ocasiones, la palabra indígena difiere ligeramente de la española, como en los casos de huarache, que es un tipo de sandalia; tlapalería, una variedad de ferretería, molcajete, un mortero de piedra, etc. En otras ocasiones, la palabra náhuatl ha desplazado completamente a la española. tecolote, atole, milpa, ejote, jacal, papalote, etc. Son muchos los indigenismos que designan realidades mexicanas para las que no existe una palabra castellana; mezquite, zapote, jícama, ixtle, cenzontle, tuza, pozole, tamales, huacal, comal, huipil, metate, etc. Hay que hacer notar que la fuerza del sustrato náhuatl cada día hace sentir menos su influencia, ya que no hay aportaciones nuevas.

  • Nahuatlismos muy frecuentes: aguacate, cacahuate, cacao, coyote, cuate, chapulín, chicle, chocolate, ejote, elote, guachinango, guajolote, huarache, hule, jitomate, mayate, mecate, milpa, olote, papalote, petaca (por maleta), piocha, zopilote.
  • Nahuatlismos medianamente frecuentes: ajolote, chichi (por pecho femenino), jacal, xocoyote (benjamín), tecolote, tianguis, tlapalería, zacate.
  • Otros indigenismos: butaca, cacique, caimán, canoa, colibrí, chirimoya, naguas, guayaba, huracán, iguana, jaguar, jaiba, jején, loro, maguey, maíz, mamey, maní, papaya, piragua, tabaco, tapioca, yuca.

La influencia del náhuatl en la fonología parece restringido a la pronunciación homosilábica del -tl- (México: [a.'tlan.ti.ko] / España: [ad.'lan.ti.ko]). Y tal vez a ciertas pronunciaciones palatalizadas o fricativadas de /ɾ/: Chayito < Charito < Charo o ayudar [a.ʝu.ðaɹ]. En la gramática la presencia subcategorización como transitivos de verbos que en otras partes son intransitivos, y la inclusión de reflexivos (México: tardarse / España: tardar [uno en hacer algo]), o el uso más frecuente de benefactivos (incluyendo pronombres para el objeto indirecto con mayor frecuencia que en otras variedades de español), reproducen tendencias típicas del náhuatl en el uso de la forma o voz aplicativa de los verbos.

Influencia Inglesa

México tiene una frontera de más de 2.500 kilómetros con los Estados Unidos, recibe cada año gran afluencia de turistas norteamericanos, cientos de miles de mexicanos van a trabajar temporal o permanentemente al país vecino y México es, de hecho, el país con más ciudadanos norteamericanos viviendo fuera de Estados Unidos, con más de 100.000, distribuidos alrededor del territorio nacional. El inglés es la lengua extranjera más estudiada en México y la segunda más hablada después del español, más hablada aún que los dialectos índigenas autóctonos. En cambio, la corriente de anglicismos, o sea, palabras del inglés incorporadas al español, va en continuo aumento. Hay muchas palabras del inglés que se usan tanto en América como en España: filmar, béisbol, club, coctel, líder, cheque, sandwich, etc, Pero en el español mexicano se usan otros muchos anglicismos que no se utilizan en todos los países de habla hispana. En este caso se encuentran: carro, checar, hobby, folder, overol, suéter, réferi, lonchería, closet, etc. Frente a esta corriente anglicista actúa el ideal de la lengua hispánica, el afán de propiedad expresiva, el sentido de comunidad lingüístíca con los demás países hispanohablantes. Todos estos factores se dejan sentir en México con gran fuerza, por lo cual no se presenta el temor por el porvenir inmediato de la lengua.

En la región del norte de México y el sur de EE.UU., especialmente en los estados fronterizos, el español incorpora palabras del inglés de uso común: troca (truck), lonche (lunch), yonque (junkyard).

El Centro de Lingüística Hispánica de la UNAM realizó un número de encuestas en el Proyecto de estudio coordinado de la norma lingüística culta de las principales ciudades de Iberoamérica y de la Península Ibérica. En las realizadas a hablantes mexicanos de norma culta urbana el número total de anglicismos era de aproximadamente 4%. Sin embargo, en esta cifra se incluiyen anglicismos que permearon el español general hace tiempo y no particularizan el habla nacional, como son nylon, dólar, ron, vagón y otros.

Los resultados de dicha investigación se resumen en:

  • Los préstamos léxicos se registran en su mayoría en la clase morfológica del sustantivo.
  • Anglicismos de uso general: O.K. (/oquéi/), Bye (/bai/), raiting, click, básquetbol, bat, béisbol, box(eo), cátcher, claxon, clip, closet, club, clutch, coctel, convertible, champú (o šampú), cheque, elevador, emergencia, esmoquin, exprés, fútbol, gol, hit (o /xit/), home (/xom/), jonrón, jeep, jet, knockout, líder, mitin, nylon, overol, panqué, pay (del ingl. pie), pudín, refrigerador, baby shower, reversa, rin, round, set, socket, strike (stráik o estráik), suéter, pants, tenis, supermercado, vallet parking, tennis, y whiskey.
  • Anglicismos frecuentes: bar, bermudas (por pantalón corto), bistec, capitán (de meseros), carpeta (por tapete), chequera, jockey, short, show, sport (tipo de ropa), switch, full-time (tipo de trabajo).
  • Anglicismos de uso medio: barman, bell-boy, box-spring, King/Queen Size, folder, grill, handicap, manager, penthouse, pullman, sprint, strapless, túnerl, velís, videotape, zípper.

Algunos ejemplos de anglicismos sintácticos, que coexisten con las variantes comunes, son:

  • Uso del verbo aplicar, coexiste con postularse. ("Apliqué a esa universidad" I applied to the university, en lugar de "Postulé a esta universidad")
  • Uso del verbo asumir, coexiste de manera no generalizada con suponer. ("Asumo que sí va ir a la fiesta", I assume he is going to the party, en lugar de "Supongo que sí va ir a la fiesta")
  • Uso del verbo accesar coexiste de manera no generalizada con acceder a. ("Accesa a nuestra página de internet", Access our web page, en lugar de "Accede a nuestra página de internet").
  • Uso del verbo "realizar" coexiste de manera no generalizada con "darse cuenta". ("Y entonces realicé que había dejado mis lentes", "I realized then i had left my glasses", en lugar de "Y entonces me di cuenta que había dejado mis lentes").

Extranjerismos

Al igual que sucede con el español en otros países, el español mexicano hace uso de ciertos anglicismos y otros extranjerismos. Por ejemplo: ¡Qué cool!, se dice cuando algo está muy padre, o al decir "está super IN", quiere decir que algo está como que en la onda al igual que decir "está OUT" pero lo contrario, que está fuera. Éstos extranjerismos se usan, en su mayoría, por mujeres.

Otros: Galleguismos: "morriña", "vasoira". Por ejemplo: "Patricia, tengo morriña".

Sintaxis

Usos preposicionales

Algunos modelos sintácticos se diferencian del español peninsular. En primer lugar está el elipsis más o menos universal de la partícula negativa ‘no’ en oraciones que contienen la preposición 'hasta':

  • Será publicado hasta fines de año (en español peninsular sería: <No> será publicado hasta fin de año.)
  • Cierran hasta las nueve (en español peninsular sería: <No> cierran hasta las 9.)
  • Hasta que tomé la pastilla se me quitó el dolor (en español peninsular sería: Hasta que tomé la píldora el dolor <no> se fue.)

Usos pronominales

Una segunda forma que coexiste con el uso peninsular involucra el empleo del interrogativo ‘qué’ en conjunción con el cuantificador ‘tan(to)’, como en:

  • ¿Qué tan graves son los daños?/¿Cuán graves son los daños?
  • ¿Qué tan buen cocinero eres?/¿Cuán buen cocinero eres?

Valores de las formas verbales

El amplio estudio de Moreno de Alba sobre los valores de las formas verbales en el español de México arroja numerosos datos lingüísticos de indicativo, imperativo y subjuntivo que caracterizan este dialecto. A continuación se muestran tablas referentes únicamente al indicativo, por ser este modo el más empleado tanto en registros orales como escritos:

Valores del pretérito de indicativo
Valor % de casos
Semelfactivo 92,1%
Equivalente a antecopretérito 1,6%
Equivalente a antefuturo 0,6%
Casos especiales 5%
Valores del futuro de indicativo
Valor % de casos
Futuro con valor temporal 77,6%
Valor modal. Probabilidad referida al presente 8,2%
Valor modal. Concesivo 4,4%
Valor modal. Dubitativo presente 2,2%
Valor modal. Exclamativo presente 1,4%
Valor modal. Prospectiva 5,9%
Valores del presente de indicativo
Valor % de casos
Presente actual momentáneo 8,1%
Presente actual durativo 58,6%
Presente habitual 48,6%
Presente intemporal 19,5%
Presente histórico (con valor de pretérito) 2,7%
Presente con valor de futuro 7,1%
Casos especiales 0,6%

Referencias

Bibliografías

Lexicología
  • Lope Blanch, Juan M. Investigaciones sobre dialectología mexicana. México: UNAM, 1990. ISBN 968-5825-67-X
  • Carranza Vásquez, Teresa. "Galicismos y anglicismos en el léxico del vestuario en el español de México", en Actas del VI congreso internacional de la Asociación de lingüística y filología de la América Latina: Phoenix, Arizona (septiembre de 1981), 1988. ISBN 968-36-0485-4 , pags. 575-592.
  • Haensch, Günther. "La lexicografía del español de América en el umbral del siglo XXI" en Encuentro Internacional sobre el español de América. Presencia y Destino. El español de América hacia el siglo XXI, Tomo I, Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1991.
Sintaxis
  • Leñero, Carmen. Elementos relacionantes interclausulares en el habla culta de la ciudad de México. México: UNAM, 1990. ISBN 968-36-1344-6
  • Moreno de Alba, José. Valores de las formas verbales en el español de méxico. México: UNAM, 1985. ISBN 968-837-166-1
  • Reynoso Noverón, Jeanett. "Procesos de gramaticalización por subjetivización: El uso del diminutivo en el español", Selected Proceedings of the 7th Hispanic Linguistics Symposium, ed. David Eddington, 79-86. Somerville, MA: Cascadilla Proceedings. Project. www.lingref.com, document #1088.

Véase también

Enlaces Externos