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Diferencia entre revisiones de «Orden Franciscana»

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Orden de Frailes Menores
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Escudo


San Francisco confortado por un ángel músico, por Francisco Ribalta.
Siglas O.F.M, O.F.M Conv, O.F.M CAP
Nombre común Franciscanos
Tipo Mendicante
Regla Regla de San Francisco
Hábito

Gris o Negro (O.F.M Conv.= Conventuales)

Marrón (O.F.M, O.F.M Cap. = Capuchinos)
Fundador San Francisco de Asís
Fundación 1209
Lugar de fundación Asís
Aprobación

Verbal 1209-1210 por el Papa Inocencio III

por Bula solet Annuere 1223 por el Papa Honorio III
Sitio web http://www.francescani.net/ http://www.ofm.org/ http://www.ofmcap.org

La Orden de Frailes Menores (u Orden Franciscana), cuyos miembros son más conocidos como franciscanos, es una orden religiosa mendicante católica fundada por san Francisco de Asís en el año 1209.

Composición

En la actualidad la componen los siguientes institutos religiosos:

Primera orden

La primera orden es masculina. Su funcionamiento fue aprobado en 1209 por el papa Inocencio III. Cuenta con tres ramas:

Estas ramas aparecieron debido a divisiones internas en la Orden original, por los diversos modos de interpretar, de vivir y de observar la Regla de San Francisco de Asís, especialmente en cuanto ve a la vida evangélica profesada y a la rigidez u holgura en la observancia de la pobreza.

En el capítulo general extraordinario del año 1517, convocado por el papa León X, los conventuales se opusieron rotundamente a la intención de reformar la Orden y poner al frente un general de la observancia. Sin más remedio, el papa decretó la separación total de la Orden entre dos ramas: Conventuales y Observantes, invirtiendo la relación de dependencia mantenida hasta entonces: si desde los inicios de la Orden la comunidad (es decir, los conventuales) era la que había representado a toda la Orden, ahora esta función la pasaría a ocupar la observancia. Pero no fue todo, al general conventual se le obligó a entregar su cargo y el sello de la Orden a los observantes. Sin embargo, esta determinación se vio rápidamente disminuida a través de breves pontificios del mismo papa.

A propósito de tal división el apreciado historiador Observante, Lucas Wadding resumía todos los acontecimientos del último siglo, antes de 1517 y de este mismo año, en las siguientes afirmaciones: «Observantes vero paulatim, etsi per multas tribulationes et contradictiones, creverunt sub Conventualibus; neque voluerunt umquam ab Ordinis córpore divelli, sed vero cápiti et legítimo sancti Francisci Successori, penes quem potéstas regendi et sigillum Órdinis residébat, humíliter subesse, iuxta illud ipsíus sancti Francisci praecétpum: et alii Fratres teneántur fratri Francisco et eius Successóribus obedire. Tunc áutem facta est separátio, quando a Conventualibus ad Observantes translatus est cum sigillo Primatus, et Ministri Generalis totíus Órdinis, quae prius penes Conventuales erat, nomenclatura; uti a Leone Pontífice... factum fuisse multo praemisso consílio narrávimus diffuse» [Los Observantes poco a poco, superando muchas dificultades y oposiciones, se desarrollaron bajo los Conventuales; y jamás pensaron en separarse del cuerpo de la Orden, sino permanecer humildemente sometidos a la verdadera cabeza y al legítimo Sucesor de s. Francisco, el cual detenta la potestad de gobernar y el sello de la Orden, según el mandato de s. Francisco: y los demás frailes están obligados a obedecer a fray Francisco y a sus Sucesores. La separación se dio cuando, juntamente con el sello, el Primado y el título de Ministro General de toda la Orden, que anteriormente lo detentaban los Conventuales, pasó de los Conventuales a los Observantes; de qué manera todo eso ha sido realizado por el Papa León... lo hemos relatado, con abundancia de detalles, después de haberlo pensado previamente, n.d.t.] (WaddingAnnMin, 1528, n. 16).

Luego de esta división, en el año de 1535, en el seno de la Observancia se inició el movimiento de la Reforma Capuchina. Actualmente, cada una de estas tres ramas, observando la única Regla de San Francisco de Asís, cuenta con su propia autonomía y su propio Ministro General. Desde el mismo siglo XIII, existen los franciscanos de la Tercera Orden Regular, quienes también tienen su autonomía y su propio Ministro General.

Segunda orden

La segunda orden comprende las ramas femeninas:

Tercera orden

La tercera orden en la familia franciscana comprende:

  1. la Orden Franciscana Seglar, Tercera Orden Seglar u Ordo Franciscanus Saecularis (OFS), y
  2. la Tercera Orden Regular o Tertius Ordo Regularis (TOR).

Símbolos franciscanos

Símbolos típicamente franciscanos son reconocidos la Tau franciscana, el cordón franciscano con tres nudos, el hábito franciscano, el Cristo de San Damián.

Santos y beatos franciscanos

Francisco de Asís en la pintura de Francisco de Zurbarán.

Algunos santos y beatos franciscanos famosos son:

De la Primera Orden

De la Segunda Orden

De la Tercera Orden Regular

De la Orden Franciscana Seglar

San Juan XXIII, Papa.
San Pío X, Papa.
San Juan Bosco, propagador.
San Juan María Vianney,
"el Santo Cura de Ars".
San Carlos Borromeo, reformador.
Santo Tomás Moro, mártir.

Santos "cordígeros" de San Francisco

(Archicofradía devocional franciscana aprobada por Sixto V en Asís, en el 1585):

  • San Francisco de Sales (Sales 21 de agosto de 1567 - Lyon 28 de diciembre de 1622), obispo italiano. Beatificado por Alejandro VII el 8 de enero de 1662. Canonizado el 19 de abril de 1665. Nombrado doctor de la Iglesia el 7 de julio de 1877 y patrón de periodistas y publicitarios católicos el 26 de enero de 1923.
  • San José de Calasanz (Peralta de la Sal, 31 de julio de 1557 - Roma, 25 de agosto de 1648). Sacerdote español, iniciador de las escuelas populares gratuitas en Roma y fundador de los clérigos regulares de las Escuelas Pías (Escolapios). Beatificado el 18 de agosto de 1748. Canonizado por Clemente XIII el 16 de julio de 1767. Nombrado patrón de las escuelas populares cristianas el 13 de agosto de 1948.
  • San Benito José Labre (Amettes, 26 de marzo de 1748 - Roma, 16 de abril de 1783). Seglar francés. Beatificado el 20 de mayo de 1860. Canonizado por León XIII el 8 de febrero de 1881.
  • Santa Bernadette Soubirous (Lourdes, 7 de enero de 1844 - Nevers, 16 de abril de 1879). Seglar francesa. Beatificada por Pío XI el 14 de junio de 1925. Canonizada el 8 de diciembre de 1933.

Franciscanos en la ciencia

  • Francisco Antonio de Arrábida (1771-1850): obispo de Anemuria, botánico, tutor de Pedro II de Brasil.
  • Roberto Grosseteste (1175-1253): obispo de Lincoln y fundador de la escuela experimental de Oxford. Matemático, astrónomo, meteorólogo, físico y uno de los primeros en incorporar la matemática a las ciencias naturales.
  • Rogerio Bacon (1214-1292): descubridor del foco de los espejos cóncavos, matemática de espejos parabólicos, descubrió el principio de la cámara oscura y estudió la visión y otros estudios de óptica.
  • Juan Peckham (1220-1292): arzobispo de Canterbury. Trabajó en óptica y su obra más célebre es: Perspectiva communis.
  • Bartolomé el inglés (): autor de una enciclopedia de 19 libros llamada: Sobre las propiedades de las cosas. Traducida en la Edad media del latín al italiano, francés, castellano e inglés.
  • Pedro Juan Olieu (1248-1298): investigó sobre la dinámica, la inercia, el impulso posteriormente llamado ímpetu.
  • Guillermo de Ockham (1280-1349): concibió el principio de acción y reacción, empirista y filósofo. En economía es célebre el epíteto: La navaja de Ockham.
  • Ramón Llull OFS. (1232-1316): beato. Políglota y uno de los lingüistas que sentó las bases de la lengua científica catalana. Hoy en día se conservan 250 títulos con temas sobre astronomía, geométrica, náutica y lógica.
  • Luca Pacioli (1445-1517): matemático, en 1494 publica un compendio de toda la matemática disponible en su tiempo con innovaciones en geometría y matemática financiera y creando el método de la partida doble se le considera el padre de la contabilidad moderna.
  • Bernardino de Sahagún: escribió la Historia general de las cosas de la Nueva España, una summa sobre los conocimientos que recogió décadas después de la Conquista de México. Se considera como pionero en la antropología.
  • Calzavarini, Lorenzo (1939-2012): sociólogo, autor de varios libros sobre las comunidades indígenas bolivianas y la historia de laxaciones interculturales. Recuperó el archivo colonial y republicano del Convento de San Francisco con documentación que va de 1606 a 1936. Creó el Museo Franciscano.

Franciscanos en América

La primera orden religiosa en llegar y establecerse en Mesoamérica, fueron los franciscanos; después llegaron los jesuitas, los agustinos y la orden de predicadores o mejor conocidos como dominicos.

Franciscanos en México

El 13 de mayo de 1524, un grupo de doce franciscanos provenientes del Caribe llegan a la Nueva España con el fin de predicar su religión. Durante su instancia llevaron a cabo una serie de actividades para compartir y profesar su religión con éxito, pero antes tuvieron que deshacerse de sus hábitos y adoptar nuevos para poder cumplir con su cometido.

Provincias franciscanas

  • Yucatán: San José de Yucatán (1536).
  • Jalisco: Ajijic (1531), Xalisco de Nayarit (1540), Guadalajara (1547), Ahuacatlán (1551), Acaponeta (1580), Xala (1601) y Ayotuchpan (1607).
  • Puebla: Quecholac y Tecali (1540), Tecamachalco (1541) y Atlixco (1550).
  • Zacatecas: San Mateo de Sombrerete y San Francisco de Chalchihuites (1563).

Lengua

El primer acercamiento que tuvieron fue con la lengua.

Educación

El proyecto educativo constaba de tres vertientes[1]

Franciscanos en Perú

La orden religiosa de los franciscanos llegó al Perú poco después de la muerte de Atahualpa, aunque fue en Quito (1533) donde se construyó el primer convento. El primer franciscano que pisó tierras peruanas fue fray Marcos de Niza, y poco después llegaron los padres Jodoco Ricke (nombrado Custodio para el Perú), Pedro Gosseal y Pedro Rodeñas.

Estos frailes dedicaron grandes esfuerzos en la evangelización de los indígenas de estas tierras. Ricke, además de enseñar la doctrina cristiana, enseñó a los indios técnicas de agricultura (arar con bueyes, hacer yugos, arados y carretas), la manera de contar con cifras, la gramática española, a leer y escribir, el arte de tocar instrumentos musicales de viento y cuerda, y otros oficios.

En Lima se construyó el segundo convento de la orden. Poco antes, hacia 1548, los franciscanos también se habían implantado en Trujillo y Cuzco.

En 1542 llegó al Perú una expedición de franciscanos, conformada por doce frailes, lo cual dio origen al nombre de la provincia peruana: de los Doce Apóstoles.

Los miembros de la orden franciscana se dedicaron más que nada a las misiones populares, conviviendo prácticamente con los indios y buscando transmitirles con su ejemplo la enseñanza cristiana. Esto originó también una serie de iniciativas orientadas a inculcar la fe cristiana entre los pueblos aborígenes. Entre estos intentos cabe destacar la obra de fray Luis Jerónimo de Oré, autor del Símbolo católico indiano (1588), que incluye además una gramática en quechua y aimara, una descripción geográfica del Perú e informaciones sobre las antiguas costumbres prehispánicas. Oré es también autor de un ritual de oraciones en lenguas nativas.

La zona donde Juan Santos Atahualpa empezó su levantamiento tiene una importancia particular. El Gran Pajonal, ubicado en Tarma, en la selva central, fue un centro de misioneros franciscanos dedicados a evangelizar a las etnias selváticas, así como de algunos buscadores de oro. En esta región y durante esa época se descubrieron grandes depósitos de sal, que fueron rápidamente explotados por los españoles, utilizando la fuerza de trabajo de la zona, con los conocidos maltratos de la mita colonial. También hay referencias de maltratos por parte de los misioneros franciscanos y sus rígidas reglas, que además no hacían nada contra los abusos de los empresarios de la sal. Otro factor de descontento fueron las enfermedades que traían y que diezmaban a la población aborigen.

Hacia mediados del siglo XVIII los franciscanos habían logrado establecer unas 32 misiones de trescientos habitantes cada una: en total unas nueve mil personas. Otro dato importante es que la selva central fue una zona de constante intercambio de productos y de personas. Principalmente coca, frutas, madera, sal, algodón y otros productos valiosos. La movilización de personas de diferentes orígenes se intensificó, ya que los misioneros y terratenientes llevaban consigo sirvientes y trabajadores serranos, negros y mestizos. Además de estos grupos controlados, hubo otro contingente de disidentes, provenientes principalmente de la sierra, aunque no exclusivamente indios, que encontraron en la selva central una zona de refugio ideal para esconderse de las autoridades. Para mediados del siglo XVIII, estos grupos no controlados tenían una población que sumaba probablemente varios miles.

Referencias

  1. Jarquín Ortega, María Teresa. «Educación franciscana». El Colegio Mexiquense A.C. Consultado el 13 de diciembre de 2015. 

Enlaces externos