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Diferencia entre revisiones de «Reparto de África»

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[[Archivo:Africa1898.png|thumb|350px|Mapa de [[África]] de [[1911]] que muestra los reclamos coloniales de cada país europeo. Las posesiones británicas están de amarillo; las francesas, de rosa claro; las italianas, de rosa subido; las alemanas, de verde; las portuguesas, de morado; las belgas, de anaranjado claro; las españolas, de anaranjado intenso; y los países independientes están de color gris.]]
{{fusionar en|Repartición de África}}
El '''reparto''' o '''repartición de África''', también llamado la '''disputa por África''' o la '''''carrera por África''''', fue la proliferación de los reclamos europeos sobre el territorio africano durante el periodo del [[Nuevo Imperialismo]], entre la década de 1880 y el comienzo de la [[Primera Guerra Mundial]], que involucró principalmente a las naciones de [[Francia]], [[Alemania]] y el [[Reino Unido]], aunque también participaron [[Italia]], [[Portugal]], [[Bélgica]], [[España]] y, en menor medida, [[Estados Unidos de América|Estados Unidos]], este último país a través de la fundación de [[Liberia]].
[[Archivo:Colonial_Africa_1913_map.svg|thumb|left|300px|Reparto de [[África]] por las potencias colonizadoras europeas antes de la [[Primera Guerra Mundial]] (1913).{{Leyenda|#bbfdd9|Alemania}}{{Leyenda|#f7fab2|Bélgica}}{{Leyenda|#eaaff7|España}}{{Leyenda|#b6e3fc|Francia}}{{Leyenda|#d2f89b|Italia}}{{Leyenda|#c0a6f2|Portugal}}{{Leyenda|#fbc5c0|Reino Unido}}{{Leyenda|#f6f6f6|Estados independientes}}]]


Hablar de la llamada "''disputa por África''" es continuar un debate de más de un siglo de antigüedad. La segunda mitad del [[siglo XIX]], en el año [[1877]], vio la transición del imperialismo "informal" que ejercía control a través de la influencia militar y de la dominación económica a aquél de dominio directo.<ref name=ref_duplicada_1> Kevin Shillington, Historia de África: Segunda Edición, (Nueva York: Macmillian Publishers Limited, 2005), 301.</ref> Los intentos para mediar la competencia imperial, tal como la [[Conferencia de Berlín]] ([[1884]] - [[1885]]) entre el [[Reino Unido]], [[Francia]] y [[Alemania]] no pudieron establecer definitivamente los reclamos de cada una de las potencias involucradas. Estas disputas sobre [[África]] estuvieron entre los principales factores que originaron la [[Primera Guerra Mundial]].
Las últimas décadas del [[siglo XIX]] vieron el inicio de la ocupación europea del territorio africano. El momento histórico del [[imperialismo]] abarca propiamente el período que va de la [[Conferencia de Berlín]] por el reparto de las áreas de influencia comercial en África, en 1884–85, hasta la [[Segunda Guerra Mundial]] ([[1939]]–[[1945]]) momento que sienta las bases para la liberación africana. El período consta de tres fases: la primera alcanza hasta la [[Primera Guerra Mundial]] ([[1914]]–[[1918]]) en que se consolidaron los modelos de explotación, la segunda fase corresponde al período de entre Guerras, con el auge de nuevos modelos coloniales, en la tercera fase, que puede denominarse ya de liberación, las luchas anticoloniales y el auge del [[neocolonialismo]] marcan un período de desigual duración dependiendo de la región.


== Apertura del continente ==
Ahora bien, debe comprenderse, en un análisis completo, el momento que arranca con la independencia de [[Sudamérica]] a finales del XVIII y principios del XIX. Éstas condicionaron junto con los movimientos [[abolicionistas]] la supresión del [[tráfico de personas esclavizadas]] por parte de [[Gran Bretaña]], que se erigió en centinela de las costas africanas y en promotora de tratados internacionales con reinos africanos y países europeos.


{{|Era de los Descubrimientos}}
En torno a la segunda década del siglo XIX la mayor parte del [[tráfico de personas esclavizadas]] había sido formalmente proscrito por las potencias europeas, sin embargo [[España]] y [[Portugal]] seguían ampliamente interesadas, y participaban de un modo no declarado en el tráfico debido a las economías agrícolas de sus dominios de ultramar, de modo que el criminal comercio no decayó hasta la segunda mitad del XIX. La ventaja política y marítima adquirida por [[Gran Bretaña]] en las costas africanas tuvo como consecuencia la vitalización de sus expediciones de reconocimiento. Alentados por sociedades geográficas y misionales el interior del continente se les fue abriendo cada vez más. Pero sólo dos descubrimientos fundamentales, proporcionarán a los europeos la llave definitiva de las puertas interiores de África; el uso de la [[quinina]] y la [[ametralladora]].


[[Archivo:Davidlivingstone cropped.jpg|thumb|200px|[[David Livingstone]] fue uno de los primeros europeos en explorar el interior de [[África]].]]
Antes del momento de la invasión europea de África, las sociedades africanas se hallaban embarcadas en procesos de muy diversa índole. Por una parte las sociedades de la Costa Occidental que se habían militarizado como consecuencia del clima belicoso que propiciaba la economía de esclavización, se encontraban en un momento de reconversión hacia una economía basada en el aceite de palma y el marfil principalmente, este era el caso de [[Dahomey]] y del [[Reino de Benín]] respectivamente, mientras que el imperio [[Ashanti]] potenciaba el comercio del oro. Ello no ocultaba sin embargo que la debilidad demográfica causada por la trata y la animadversión competitiva interafricana debida a las guerras esclavistas estaban debilitando las estructuras políticas. Las monarquías tradicionales teocráticas de tipo gerontocrático se veían acosadas por la presencia de nuevos actores económicos como pequeños jefes que ofrecían acuerdos que interesaban a las potencias europeas, principalmente [[Gran Bretaña]] y [[Francia]]. Además, en algunas ciudades africanas de la costa, se estaba creando una pequeña burguesía comercial local que tenía amplios contactos internacionales y se embarcaba en empresas comerciales de alto calado, lo cual, en última instancia, llegó a ser visto como una molesta competencia por los europeos.


La apertura de [[África]] a la exploración occidental y su explotación habían comenzado seriamente al final del [[siglo XVIII]]. Hacia [[1835]], los europeos habían trazado mapas de la mayor parte del noroeste de África. Entre los exploradores europeos más famosos estaban [[David Livingstone]], que trazó planos del vasto interior, y [[Alexandre de Serpa Pinto]], quien la cruzó en una complicada expedición, trazando mapas del interior del continente. Arduas expediciones en las décadas de 1850 y 1860 por [[Richard Burton]], [[John Hanning Speke|John Speke]] y [[James Grant]] descubrieron los grandes lagos centrales y el nacimiento del [[Río Nilo]]. Para el final del siglo, los europeos habían cartografiado el [[Nilo]] desde su nacimiento, el recorrido del [[Río Niger]], los ríos [[Río Congo|Congo]] y [[Zambeze]] habían sido trazados, y el mundo había descubierto los grandes recursos de [[África]].
Las sociedades de las costas orientales estaban principalmente enfocadas al comercio con [[Oriente Medio]] y la [[India]], esta actividad había configurado una cultura de base [[bantú]] y aportes árabes, la [[Swahili]], orientada al mar. La región vivió la tensión originada por la creciente influencia británica y alemana que, lentamente, imponía condicionantes a la la trata esclavista, a la par que debilitaba conscientemente las estructuras políticas árabo-swahilis preponderantes, controlando el comercio marítimo. En las costas del Mediterráneo la crisis del [[Imperio otomano]] había inducido el refuerzo de las estructuras locales. Pero toda la región a excepción de [[Egipto]] se hallaba en decadencia, política y económica. [[Egipto]] sufría procesos modernizadores al tiempo que buscaba mantener un control colonial sobre [[Sudán]], todo lo cual a la postre desembocó en una quiebra del estado y el intervencionismo Británico.


De cualquier modo, en los comienzos de la lucha por la posesión de [[África]], las naciones occidentales controlaban únicamente el 10 por ciento del continente. En [[1875]] los territorios controlados más importantes tanto por su extensión como por su riqueza eran [[Argelia]], bajo el dominio de [[Francia]]; la [[Colonia del Cabo]], controlada por el [[Reino Unido]]; y [[Angola]], que estaba dominada por [[Portugal]]..
El interior de África sufría dos procesos diferentes al Norte del Ecuador y al Sur. En la primera zona, se habían impulsado movimientos de renovación islámica a partir de cofradías de estudiosos, con consecuencias políticas que desbancaron, en varios casos, estructuras precedentes de tipo [[animista]]. Estos movimientos desembocaron en formaciones políticas imperiales como el imperio de [[El Hadj Umar]] en [[Senegal]] y [[Malí]], el Imperio de [[Usmán Dan Fodio]] en el norte de [[Nigeria]] y [[Camerún]] o los dominios de [[El Mahdi]] en [[Sudán]]. La [[Etiopía]] cristiana, por su parte, se veía acosada por el empuje islámico que la cercaba, al tiempo que las parcialidades internas fomentaban un clima constante de guerra civil.


Los adelantos tecnológicos facilitaron la expansión a grandes distancias. La [[industrialización]] provocó rápidos avances en transporte y comunicaciones, especialmente en la navegación con [[barco de vapor|vapor]], [[ferrocarril]]es y [[telégrafo]]s. Los avances médicos también fueron de importancia, en especial las medicinas para enfermedades tropicales. El desarrollo de la [[quinina]], un efectivo tratamiento contra la [[malaria]], permitió que la vasta región de los trópicos pudiera ser accesible para los europeos.
El África Ecuatorial y Austral se había mantenido en cambio relativamente aislada y las influencias, aunque existían eran generalmente indirectas. Estructuras complejas de tipo monárquico e imperial; [[Luba]], [[Lunda]], [[Rozwi]], [[Ruanda]], [[Burundi]], [[Buganda]], [[Buniyoro]], [[Tooro]], [[Ankole]], se sucedían en una línea curva que arranca en la costa norte de la actual [[Angola]] y pasando por el interior de [[Mozambique]] finaliza en la actual [[Uganda]]. El extremo sur iba en cambio a vivir las tensiones producidas por el crecimiento de la [[Colonia del Cabo]] y la invasión de tierras interiores por parte de comunidades de origen holandés que escapaban del control político británico, a la par el explosivo crecimiento [[Nguni]], de cuyo seno surgiría el imperio [[Zulú]], y las migraciones que acarreará, trastocará toda la región. Estas comunidades, conocidas como [[Bóer|Boers]], tradicionalistas y de ideología racista-puritana, se enfrentaron sucesivamente con los [[Hotentotes]], los [[Xhosa]]s, los [[Nguni]]s y finalmente los británicos. Mientras que [[Madagascar]] veía crecer la influencia de los mesetarios [[Hova]] más indonésicos, sobre otros pueblos merced al tráfico comercial con [[Francia]]. En general toda África se veía convulsionada por la generalización del uso de armas de fuego de carga frontal, los cambios en el comercio internacional y la aparición de nuevos cultivos como el [[maíz]].


== Los comienzos de la invasión ==
== Causas de la disputa ==
Aunque se señala la [[Conferencia de Berlín]] ([[1884]]–[[1885]]) como el gran hito del período. Lo cierto es que ésta fue el pistoletazo de salida en un carrera que todos habían empezado ya. La tradicional competitividad inter-Europea se había volcado en planes para la explotación y dominio de aquellas zonas de África que se consideraban propicias para los cultivos tropicales una vez perdida América. Ello explica que [[España]], aun vinculada a América viera el botín africano como algo secundario, no así [[Gran Bretaña]],[[Portugal]], [[Francia]], [[Alemania]] y finalmente [[Italia]]. Si bien en un principio las compañías comerciales semi-independientes o concesionales habían operado en la zona, sus ambiciosos planes exigían cada vez más el concurso de los Estados, [[Otto von Bismarck]] vio la oportunidad de mantener ocupada a Francia implicándola en la carrera por África{{cita requerida}}, frente a Gran Bretaña y desviar así su atención de la fronteras alemanas. Los acuerdos adoptados en [[Berlín]] hacían una mención muy especial al comercio el [[Río Níger]] y la cuenca del [[Río Congo]], se quería dar una imagen de legitimidad a la penetración y dominio territorial sobre África pretextando motivos humanitarios o «civilizatorios» según el lenguaje de la época. La Conferencia dio asimismo oficialidad a las pretensiones personales de [[Leopoldo II de Bélgica]] sobre la cuenca del río más caudaloso de África, para la explotación de [[caucho]], [[aceite]] y [[marfil]] que había denominado «[[Estado Libre del Congo]]».


=== África y los mercados globales ===
Tras los acuerdos europeos, huelga decir que a espaldas de los africanos, las potencias aceleraron la carrera hacia el interior del continente. La invasión tenía su precedente con la toma de posiciones en el [[Norte de África]]. En el [[África subsahariana]], el procedimiento habitual fue comprar las voluntades de jefes locales y pequeños reyes para que firmaran tratados de cesión de soberanía. Sin embargo las relaciones con los detentores de poderes mayores: grandes monarquías tradicionales, jefes islámicos y emperadores, fueron mucho más difíciles. La [[ametralladora]] y la [[quinina]] resultaron en este punto devastadoras, ya que hasta entonces, dos factores había protegido África negra del saqueo europeo; la superioridad numérica y la [[malaria]]. En su avance, [[Francia]], que contaba con una sólida base argelina y senegalesa, se enfrentó al Imperio fundado por [[El Hadj Omar]] al oeste de [[Senegal]] y al imperio de [[Samory Turé]] en el alto Níger rubricando la ocupación con la toma de [[Dahomey]] casi en el cambio de siglo, no sin antes haber aniquilado el [[Reino Merina]] de los [[Hova]] de [[Madagascar]]. Los británicos se batieron en frentes muy diversos, desde [[Sudán]], hasta la Costa de [[Nigeria]], donde la suerte les favoreció al enfrentarse a un [[Reino de Benín]] extenuado por la trata esclavista y a un país [[yoruba]] sumido en la Guerra Civil. Más dificultoso fue el control del norte de [[Nigeria]] y del Extremo sur del continente. En la primera zona se recurrió a dosis de chantaje y razzias militares. En el sur, el imperio de base militarista fundado por [[Shaka]] a principios del XIX presentó dura batalla todavía a finales del XIX, e infringió serías derrotas a los regimientos británicos demostrando una superioridad táctica aunque, para su desgracia, no tecnológica.

El [[África subsahariana]], una de las últimas regiones del mundo en gran parte sin afectar por el "imperialismo informal" y la "[[civilización]]", también resultaba atractiva para las potencias europeas por razones económicas y raciales. Durante una época donde la [[balanza comercial]] de [[Gran Bretaña]] mostraba un creciente déficit, con los mercados continentales encogiéndose y cada vez más [[Proteccionismo|proteccionistas]] debido a la Gran Depresión entre los años [[1873]] y [[1896]], [[África]] ofrecía al [[Reino Unido]], [[Alemania]], [[Francia]] y otros países un mercado abierto del que se cosecharía un gran excedente: un mercado que comprara más de la metrópoli de lo que vendía en total.<ref name=ref_duplicada_1 /> El [[Reino Unido]], al igual que la mayoría de los otros países industriales, había empezado a tener un desfavorable balance de comercio (que era contrarrestado, de todos modos, por el ingreso de las inversiones de sus colonias).

[[Archivo:Suez Canal drawing 1881.jpg|thumb|230px|left|Dibujo del [[Canal de Suez]] realizado en 1881. El Canal era una de las grandes ambiciones europeas para ampliar sus mercados a nivel global.]]

Debido a que el [[Reino Unido]] se desarrolló como la más importante nación posindustrial del mundo, los servicios se convirtieron en un importante sector de su economía. Las exportaciones financieras, como se mencionó, mantenían a la economía del [[Reino Unido]] en pie, especialmente las inversiones capitales fuera de [[Europa]], particularmente para el desarrollo de mercados abiertos en [[África]] (predominantemente asentamienos coloniales), el [[Medio Oriente]], el sur y sureste de [[Asia]] y [[Oceanía]].

Además, el capital excedente era por lo general más rentable al invertirse en el extranjero, donde la mano de obra barata, la limitada competencia y abundantes materias primas hacían una mayor ganancia posible. Otro aliciente para el imperialismo, desde luego, fue la demanda de recursos no disponibles en [[Europa]], especialmente [[cobre]], [[algodón]], [[caucho]], [[té]] y [[hojalata]], recursos a los que los consumidores europeos se habían acostumbrado y la industria del viejo continente se había vuelto dependiente.

De cualquier manera, en [[África]] - excluyendo a lo que se convertiría en la [[Unión Sudafricana]] en [[1909]] - la cantidad de capital invertido por los europeos era relativamente baja, comparada con otros países, antes y después de la [[Conferencia de Berlín]]. En consecuencia, las compañías implicadas en el comercio tropical africano eran relativamente pocas, aparte de la [[De Beers|Compañía Minera De Beers]] de [[Cecil Rhodes]]. Estas observaciones pueden restar mérito de los argumentos pro-imperialistas de algunos ''[[lobby|lobbies]]'' (grupos de presión) coloniales como el ''[[Alldeutscher Verband]]'', o como [[Francesco Crispi]] o [[Jules Ferry]], que argumentaban que algunos mercados protegidos en [[África]] resolverían los problemas de precios bajos y sobreproducción causados por los mercados continentales en disminución. No obstante, de acuerdo con la clásica tesis de [[John A. Hobson]], expuesta en su obra ''[[Imperialismo (Hobson)|Imperialismo]]'' de [[1902]], que influiría en autores tales como [[Lenin]], [[León Trotsky]] o [[Hannah Arendt]], esta disminución en los mercados continentales fue un factor clave en el nuevo periodo neoimperialista a nivel global. Historiadores posteriores han notado que tales estadísticas sólo opacaron el hecho de que el control formal del África tropical tenía gran valor estratégico en una era de rivalidad imperial, mientras el [[Canal de Suez]] ha permanecido como una localización estratégica. La [[Fiebre del oro de Witwatersrand]] de [[1886]], que llevó a la fundación de [[Johannesburgo]] y fue un factor importante en la segunda [[Guerras de los Bóer]] en [[1889]] contó para la "conjunción del superfluo dinero y de la superflua mano de obra, que se dieron la mano entre sí para abandonar juntos el país", que es por sí sólo, de acuerdo con [[Hannah Arendt]], el nuevo elemento de la era imperialista.

=== Motivos estratégicos ===

[[Archivo:Alfred von Tirpitz.jpg|thumb|200px|El Almirante [[Alfred von Tirpitz]].]]
Mientras el África tropical no era una zona de grandes inversiones, otras regiones sí lo eran. El vasto interior - entre [[Sudáfrica]], rica en oro y diamantes, y [[Egipto]] - tenía, no obstante, un valor estratégico importante para asegurar el flujo del comercio exterior. El [[Reino Unido]] estaba de esta manera bajo intensa presión política, especialmente debido a partidiarios del [[Partido Conservador (Reino Unido)|Partido Conservador]], para proteger los mercados lucrativos en el [[Raj Británico]] ([[India]]), la [[Dinastía Qing]] ([[China]]), y [[América Latina]] de los rivales usurpadores. De esta forma, proteger la importante vía marítima entre el este y el oeste - el [[Canal de Suez]] - era crucial. La rivalidad entre el [[Reino Unido]], [[Francia]], [[Alemania]] y las otras potencias europeas estuvo presente durante gran parte de la colonización. De este modo, mientras [[Alemania]], que había sido unificada bajo el dominio de [[Prusia]] después de la [[Batalla de Sadowa]] en [[1886]] y la [[Guerra Franco-prusiana]] en [[1870]], difícilmente era una potencia colonial antes del periodo neoimperialista, y participaría ansiosamente en la disputa. Siendo un [[Revolución industrial|poder industrial en crecimiento]] que le pisaba los talones al [[Reino Unido]], aún no había tenido la oportunidad de controlar territorios extracontinentales, principalmente debido a su tardía unificación, su fragmentación en varios estados, y su falta de experiencia en [[navegación marítima|navegación]] moderna. Esto cambiaría bajo el liderazgo de [[Otto von Bismarck|Bismarck]], quien implementó la ''[[Weltpolitik]]'' (política mundial) y, después de disponer las bases del aislamiento de [[Francia]] con la alianza entre [[Alemania]] y el [[Imperio austrohúngaro]] y más tarde con la [[Triple Alianza (1882)|Triple Alianza]] con [[Italia]], exigió la [[Conferencia de Berlín]] que fijó las reglas para un control efectivo de los territorios extranjeros. El expansionismo alemán conduciría al [[Plan Tirpitz]], implementado por el [[Alfred von Tirpitz|Almirante von Tirpitz]], quien también abogaría los Decretos de Flota en [[1898]], atractivo en una lucha armada con el [[Reino Unido]]. Para [[1914]], los Decretos le habían dado a [[Alemania]] la segunda fuerza naval en el mundo (aproximadamente 40% más pequeña que la [[Marina Real Británica]]). De acuerdo con von Tirpitz, esta agresiva política naval estaba respaldada más por el Partido Nacional Liberal de Alemania que por los conservadores, demostrando que los principales sostenes del imperialismo de las naciones europeas eran las crecientes clases burguesas.<ref> [[Alfred von Tirpitz]], ''Erinnerungen'' (1919), citado por [[Hannah Arendt]], ''Los orígenes del totalitarismo'', sección de Imperialismo, capítulo I, parte 3.</ref>

==== La ''Weltpolitik de Bismarck'' ====

[[Archivo:Bismarck1894.jpg|thumb|left|200px|[[Otto von Bismarck]] fue un personaje importante en la disputa por África.]]

[[Alemania]] inició su expansión mundial en la década de 1880 bajo el liderazgo de [[Otto von Bismarck|Bismarck]], alentado por la burguesía nacional. Algunos de ellos, diciendo ser del pensamiento de [[Friedrich List]], defendieron la expansión en las [[Filipinas]] y en [[Timor]]; otros decidieron establecerse en [[Isla de Formosa|Formosa]] (la actual Taiwán), etc. A fines de la década de 1870, estas voces aisladas empezaron a ser relevadas por una verdadera política imperialista, conocida como la ''Weltpolitik'' (política mundial), que fue respaldada por la tesis mercantilista. En [[1881]], Hübbe-Schleiden, un abogado, publicó ''Deutsche Kolonisation'', la cual decía que "el fomento de una [[conciencia]] nacional demandaba una política exterior independiente".<ref> [http://www.paris4.sorbonne.fr/fr/IMG/pdf/navette-7.pdf Imperialismo colonial alemán: un fenómeno a corto y largo plazo] (PDF) por Bernard Poloni, en "Imperialismo, hegemonía, liderazgo", 26 de marzo de 2004 Conferencia en la [[Universidad de París]].</ref> El [[pangermanismo]] fue así ligado a las jóvenes campañas imperialistas de la nación. Al principio de los años de 1880 se creó el ''Deutscher Kolonialverein'', y tuvo su propia revista en [[1884]], la ''Kolonialzeitung''. Este grupo colonial también fue relevado por el grupo nacionalista ''Alldeutscher Verband''.

Así, [[Alemania]] se convirtió en la tercera potencia colonial en [[África]], adquiriendo un imperio de 2,6 millones de kilómetros cuadrados en total y 14 millones de individuos, principalmente en sus posesiones africanas (África del Suroeste, Togolandia, Camerún y Tanganyika). La disputa por África llevó a Bismarck a proponer la [[Conferencia de Berlín]], que se realizaría entre [[1884]] y [[1885]]. Después del ''[[Entente Cordiale]]'' de [[1904]] entre [[Francia]] y el [[Reino Unido]], [[Alemania]] trató de aislar a [[Francia]] en [[1905]] con la [[Primera Crisis Marroquí]]. Estó llevó a la [[Conferencia de Algeciras]] en [[1905]], en la que la influencia de [[Francia]] sobre [[Marruecos]] fue compensada por el intercambio de otros territorios, y luego a la [[Crisis de Agadir]], o Segunda Crisis Marroquí, en [[1911]]. Junto con el [[Incidente de Fachoda]] de [[1898]] entre [[Francia]] y el [[Reino Unido]], esta sucesión de crisis internacionales prueba la amargura de la lucha entre los diferentes imperios, que finalmente llevó a la [[Primera Guerra Mundial]].

==== El conflicto de los imperialismos rivales ====
Mientras [[Pierre Savorgnan de Brazza|Pierre de Brazza]] estaba explorando el [[Reino del Congo]] para [[Francia]], [[Henry Morton Stanley|Henry Stanley]] también lo exploró a principios de los años de 1880 en nombre de [[Leopoldo II de Bélgica]], quien obtendría su propio [[Estado Libre del Congo]]. Al pretender abogar humanitarismo y denunciar la [[esclavitud]], Leopoldo II usó las tácticas más inhumanas para explotar sus recién adquiridas tierras. Sus crímenes fueron revelados en [[1905]], pero permaneció al mando hasta [[1908]], cuando fue obligado a ceder el control al gobierno belga.

[[Francia]] ocupó [[Túnez]] en mayo de [[1881]] (y [[Guinea]] en [[1884]]), que en parte convenció a [[Italia]] para unirse en [[1882]] a la Alianza Dual entre [[Alemania]] y el [[Imperio austrohúngaro]], formando así la [[Triple Alianza (1882)|Triple Alianza]]. Ese mismo año, el [[Reino Unido]] ocupó el Egipto Otomano, que dominaba a [[Sudán]] y parte de [[Somalia]]. En [[1870]] y [[1882]], [[Italia]] tomó posesión de las primeras partes de [[Eritrea]], mientras que [[Alemania]] declaró a [[Togolandia]], [[Camerún]] y [[África del Sudoeste Alemana|África del Sudoeste]] bajo su dominio en [[1884]]. El [[África Occidental Francesa]] (AOF) fue fundada en [[1895]], y el [[África Ecuatorial Francesa]] (AEF), en [[1910]].

[[Italia]] continuó su conquista para ganar su "lugar en el sol". Después de la derrota en la [[Primera guerra ítalo-etíope]] ([[1895]]-[[1896]]), adquirió [[Somalilandia]] en [[1899]] y toda [[Eritrea]] en ese mismo año. En [[1911]], se envolvió en una [[Guerra Ítalo-Turca|guerra con el Imperio Otomano]], en la que adquirieron [[Tripolitania]] y [[Cirenaica]] (la actual [[Libia]]). [[Enrico Corradini]], quien financió la guerra en su totalidad, y más tarde unió su grupo al joven [[Partido Nacional Fascista]] (PNF), desarrolló en [[1919]] el concepto de ''Nacionalismo Proletario'', imaginó legitimar el imperialismo de [[Italia]] con una sorprendente mezcla de [[socialismo]] con [[nacionalismo]]: "Debemos empezar por reconocer el hecho de que hay tanto naciones proletarias como clases proletarias; es decir, hay naciones cuyas condiciones de vida están sujetas... al modo de vida de otras naciones, como hay clases. Una vez que esto es comprendido, el nacionalismo debe insistir firmemente en esta verdad: Italia es, materialmente y moralmente, una nación proletaria".<ref> [[Enrico Corradini]], ''Reporte del Primer Congreso Nacionalista'': Florencia, 3 de diciembre de 1919.</ref> La [[Invasión de Etiopía|Segunda Guerra ítalo-etíope]] en [[1935]] y [[1936]], ordenada por [[Benito Mussolini|Mussolini]], sería en realidad una de las últimas guerras colonizadoras, ocupando [[Etiopía]] durante 5 años, que había permanecido como el último territorio independiente de África. La [[Guerra Civil Española]], para algunos el inicio de la [[Guerra Civil Europea]], empezaría en [[1936]].

Por otro lado, los británicos abandonaron su aislamiento en [[1902]] con la [[Alianza Anglo-Japonesa]], que le permitiría al [[Imperio del Japón]] salir victorioso de su [[Guerra Ruso-Japonesa|guerra contra Rusia]] ([[1904]]-[[1905]]). El [[Reino Unido]] firmó entonces el ''[[Entente cordiale]]'' con [[Francia]] en [[1904]], y, en [[1907]], la [[Triple Entente]], que incluía a [[Rusia]], así se opuso a la Triple Alianza que [[Otto von Bismarck|Bismarck]] había formado tan pacientemente.

==== La Sociedad Americana de Colonización y la fundación de Liberia ====

Los [[Estados Unidos]] tomaron parte, marginalmente, en esta empresa a través de la [[Sociedad Americana de Colonización]] (ACS), establecida en [[1816]] por [[Robert Finley]]. La ACS ofrecía la emigración a [[Liberia]] ("Tierra de los libres"), una colonia fundada en [[1820]], a algunos esclavos negros liberados; el esclavo emancipado Lott Carry se convirtió en el primer misionero americano en África. Este intento de colonización fue resistido por la gente nativa.

[[Archivo:James Monroe 02.jpg|thumb|left|210px|[[James Monroe]] fue el primer presidente de la [[Sociedad Americana de Colonización]] y quinto presidente de los [[Estados Unidos]].]]
Liderados por los sureños de [[Estados Unidos]], el primer presidente de la [[Sociedad Americana de Colonización]] fue [[James Monroe]], de [[Virginia]], quien se convirtió en el quinto presidente de los [[Estados Unidos]] de [[1817]] a [[1825]]. De esta forma, uno de los principales partidarios de la colonización americana de África fue el mismo hombre que proclamó, en su [[Discurso del Estado de la Unión]] de [[1823]], la opinión de que las potencias europeas ya no debían colonizar las Américas o interferir con los asuntos de las naciones soberanas localizadas en las Américas. A cambio, [[Estados Unidos]] planeaba permanecer neutral en las guerras entre potencias europeas y en guerras entre una potencia europea y sus colonias. Sin embargo, si estas guerras posteriores ocurrieran en las Américas, los [[Estados Unidos]] verían tal acción como hostil hacia sí mismos. Este famoso estatuto es conocido como la [[Doctrina Monroe]] y fue la base de la neutralidad de [[Estados Unidos]] durante el [[siglo XIX]].

Aunque la colonia de [[Liberia]] nunca se volvió tan grande como fue prevista, tan sólo fue el primer paso en la colonización americana de África, según sus primeros defensores. Así, [[Jehudi Ashmun]], uno de los primeros líderes de la ACS, visualizó un imperio americano en África. Entre los años de [[1825]] y [[1826]], hizo lo posible por arrendar, anexar o comprar tierras tribales a lo largo de la costa y cerca de importantes ríos que condujeran tierra adentro. Igual que su predecesor el teniente [[Robert F. Stockton|Robert Stockton]], quien en [[1821]] estableció el sitio para [[Monrovia]] "persuadiendo" a un jefe local al que se referían como "Rey Peter" para que vendiera Cabo Montserado (o Mesurado) apuntando con una pistola a su cabeza, Ashmun estaba preparado para usar la fuerza para extender el territorio de la colonia. En un tratado de mayo de [[1825]], el "Rey Peter" y otros reyes nativos acordaron vender tierras a cambio de 500 barras de tabaco, tres barriles de ron, cinco barriles de pólvora, cinco paraguas, diez postes de acero y diez pares de zapatos, entre otros objetos. En marzo de [[1825]], la ACS inició una publicacón trimestral, la ''Revista Colonial del Repositorio Africano'', editada por el Rev. [[Ralph Randolph Gurley]], quien encabezó la Sociedad hasta [[1844]]. Concebido como el órgano promocional de la Sociedad, el Conceived as the Society's propaganda organ, el ''Repositorio'' prometió tanto la colonización como a Liberia.

La Sociedad controló la colonia de Liberia hasta [[1847]] cuando, bajo la percepción de que los británicos se anexaran el asentamiento, Liberia fue proclamado un estado libre e independiente, convirtiéndose así en la primera nación africana descolonizada. Para [[1867]], la Sociedad había mandado más de 13.000 emigrantes. Después de la [[Guerra Civil Estadounidense]] ([[1861]]-[[1865]]), cuando muchas personas de raza negra querían ir a Liberia, el suporte financiero para la colonización había disminuido. Durante sus últimos años la Sociedad se enfocó en proyectos educacionales y misioneros en Liberia más que en la emigración.

== Sucesión de crisis previas a la Primera Guerra Mundial ==

=== La colonización del Congo ===

{{AP|Historia de la República Democrática del Congo}}

[[Archivo:Hw-stanley.jpg|115px|thumb|La exploración de [[Henry Morton Stanley|Henry Stanley]] en el Congo fue muy importante para el rey [[Leopoldo II de Bélgica]].]]
[[Archivo:Ps-debrazza-nadar.jpg|thumb|115px|[[Pierre Savorgnan de Brazza]] reclamó la zona del Congo para Francia.]]
Las exploraciones de [[David Livingstone]], continuadas por [[Henry Morton Stanley]], excitaron la imaginación de los europeos. Pero al principio, las ostentosas ideas de colonización de Stanley encontraron poco apoyo debido a los problemas y a la escala de acción requerida, excepto por [[Leopoldo II de Bélgica]], quien en [[1876]] había organizado la [[Asociación Internacional Africana]]. De [[1879]] a [[1884]], Stanley era enviado en secreto por Leopoldo II a la región del Congo, donde hizo acuerdos con varios jefes africanos a lo largo del [[Río Congo]] y para [[1882]] tenía suficiente territorio para formar las bases del [[Estado Libre del Congo]]. Leopoldo II fue dueño oficial de la colonia desde [[1885]] y la explotó por su [[marfil]] y su [[caucho]].

Mientras Stanley estaba explorando el Congo en nombre de [[Leopoldo II de Bélgica]], el oficial de la marina francesa [[Pierre Savorgnan de Brazza|Pierre de Brazza]] viajó hacia la cuenca del Congo occidental y levantó la bandera francesa sobre la recién fundada [[Brazzaville]] en [[1881]], ocupando así la actual [[República del Congo]]. [[Portugal]], que también reclamó el área debido a viejos tratados con el nativo [[Reino del Congo]], hizo un tratado con el [[Reino Unido]] el [[26 de febrero]] de [[1884]] para cortar el acceso al [[Océano Atlántico|Atlántico]] de la Sociedad del Congo.

Para [[1890]] el [[Estado Libre del Congo]] había consolidado el control de su territorio entre [[Kinshasa|Leopoldville]] y [[Kisangani|Stanleyville]] y estaba considerando abarcar el sur del [[Río Lualaba]] en [[Kisangani|Stanleyville]].Al mismo tiempo la [[Compañía Británica de Sudáfrica]] de [[Cecil Rhodes]] se estaba expandiendo hacia el norte desde el [[Río Limpopo]], y la atención se centraba en la tierra donde sus expansiones se encontrarían, [[Katanga]], sitio del [[Reino Yeke]] de [[Msiri]]. Además de ser el poder militar más fuerte del área, Msiri comercia grandes cantidades de cobre, marfil y esclavos, y rumores de oro llegaban a los oídos de los europeos. La disputa por [[Katanga]] fue un ejemplo perfecto del periodo. Rhodes y la [[Compañía Británica de Sudáfrica]] (BSAC) mandaron dos expediciones a Msiri en [[1890]] bajo el mando de [[Alfred Sharpe]], quien fue desairado, y [[Joseph Thomson]] quien no logró llegar a [[Katanga]]. En [[1891]] Leopoldo mandó cuatro expediciones. La expedición ''Le Marinel'' sólo pudo conseguir una carta. La expedición ''Delcommune'' fue desairada. La bien armada expedición ''Stairs'' tenía órdenes de tomar Katanga con o sin el consentimiento de Msiri; él se negó, fue fusilado, y la expedición le cortó la cabeza y la clavaron en un poste como una "lección barbárica" a la gente. La expedición ''Bia'' culminó la labor de establecer una administración y una "presencia policiaca" en [[Katanga]].

El medio millón de kilómetros cuadrados de [[Katanga]] entraron en la posesión de Leopoldo II y formó parte de su reino africano de más de 2,300,000 km², alrededor de 75 veces el tamaño de [[Bélgica]]. El Estado Libre del Congo impuso tal [[Terrorismo de Estado|régimen de terror]] en la gente colonizada, incluyendo asesinatos masivos con millones de víctimas, y trabajo de esclavitud, que [[Bélgica]], bajo la presión de la Asociación de Reforma de Congo, terminó el mandato de Leopoldo II y lo anexó en [[1908]] como una colonia de [[Bélgica]], conocida como el [[Congo Belga]].

=== El Canal de Suez ===

{{AP|Canal de Suez}}

[[Ferdinand de Lesseps]] había obtenido concesiones de [[Isma'il Pasha]], el líder de [[Egipto]], entre los años de [[1854]] a [[1856]], para construir el [[Canal de Suez]]. Algunas fuentes estiman la fuerza de trabajo en 30,000 obreros,<ref>[http://www.arte.tv/fr/connaissance-decouverte/aventure-humaine/Cette_20semaine/1291022.html L'Aventure Humaine: ''Le canal de Suez'', Article de l'historien Uwe Oster].</ref> pero otros estiman que hasta 120,000 trabajadores murieron durante los diez años de la construcción debido a la desnutrición, fatiga y diferentes enfermedades, especialmente [[cólera]].<ref>[http://news.bbc.co.uk/2/hi/middle_east/5195068.stm BBC Página web de noticias: La Crisis de Suez — Mapas clave].</ref> Poco después de haber sido terminado en [[1869]], Isma'il Pasha, el líder de Egipto, tomó prestadas grandes sumas de banqueros franceses e ingleses con grandes tasas de interés. Para [[1875]], estaba enfrentando dificultades financieras y fue obligado a vender su parte del Canal de Suez. Estas partes fueron repartidas por el [[Primer Ministro del Reino Unido]], [[Benjamin Disraeli]], quien buscó darle a su país control práctico en el manejo de esta vía marítima estratégica. Cuando Isma'il Pasha se negó a reconocer la deuda externa de [[Egipto]] en [[1879]], [[Francia]] y el [[Reino Unido]] asumieron control financiero conjunto sobre el país, forzando al mandatario egipcio a abdicar. Las clases gobernantes egipcias aceptaron con agrado la intervención extranjera. La Revuelta de Urabi se desató contra el [[Jedive]] y la influencia europea en [[1882]], un año después de la Revuelta Mahdista. [[Muhammad Ahmad]], quien se había autoproclamado el ''[[Mahdi]]'', redentor del Islam, en [[1881]], lideró la rebelión y fue derrotado sólo por [[Horatio Kitchener]] en [[1898]]. El [[Reino Unido]] luego asumió la administración del país.

=== La Conferencia de Berlín ===

{{AP|Conferencia de Berlín}}

La ocupación de [[Egipto]] y la adquisición del [[Congo]] fueron los primeros acontecimientos importantes de lo que se convertiría en una precipitada disputa por el territorio africano. En [[1884]], [[Otto von Bismarck]] convocó a la [[Conferencia de Berlín]] para discutir el problema de [[África]]. Los diplomáticos se enmascararon con una fachada humanitaria condenando el tráfico de esclavos, prohibiendo la venta de [[bebida alcohólica|bebidas alcohólicas]] y [[arma de fuego|armas de fuego]] en ciertas regiones, y expresando su preocupación por las actividades misioneras. Más importante, los diplomáticos en [[Berlín]] establecieron las reglas de competencia por las que las grandes potencias debían guiarse en su búsqueda de colonias. También acordaron que el área a lo largo del [[Río Congo]] sería administrada por [[Leopoldo II de Bélgica]] como un área neutral, conocida como el [[Estado Libre del Congo]], en la cual el comercio y la navegación serían libres. Ninguna nación reclamaría ningún territorio africano sin notificar sus intenciones a los demás países involucrados. Ningún territorio podría ser formalmente reclamado antes de ser eficazmente ocupado. No obstante, los competidores ignoraron las reglas cuando les era conveniente y en varias ocasiones la guerra era evitada por muy poco.

=== Ocupación británica de Egipto y Sudáfrica ===

[[Archivo:Boercamp1.jpg|thumb|300px|Niños y mujeres bóer en un [[campo de concentración]] durante la Segunda Guerra de los Bóer (1899-1902).]]
Las ocupaciones de [[Egipto]] y la [[Colonia del Cabo]] por parte del [[Reino Unido]] contribuyeron a la preocupación de asegurar el nacimiento del [[Río Nilo]]. Egipto fue ocupado por las fuerzas británicas en [[1882]] (aunque no fue declarado formalmente un protectorado hasta [[1914]], y nunca fue propiamente una colonia); [[Sudán]], [[Nigeria]], [[Kenia]] y [[Uganda]] fueron subyugados en la década de 1890 y principios de la década de 1900; y en el sur, la Colonia del Cabo (adquirida en [[1795]]) proveyó la base para la subyugación de los Estados africanos vecinos y los pobladores holandeses que habían abandonado el Cabo para evitar a los británicos y más tarde fundarían sus propias repúblicas. En [[1877]], [[Theophilus Shepstone]] anexó la [[República de Sudáfrica]] (o Transvaal — independiente de [[1857]] a [[1877]]) a los dominios británicos. El Reino Unido consolidó su poder sobre la mayoría de las colonias de Sudáfrica en [[1879]] después de la [[Guerra Anglo-Zulú]]. Los Bóers protestaron y en diciembre de [[1880]] se sublevaron, lo que llevó a la [[Guerras de los Bóer|Primera Guerra de los Bóer]] (1880-1881). El primer ministro inglés [[William Ewart Gladstone|William Gladstone]] firmó un tratado de paz el [[23 de marzo]] de [[1881]], otorgándoles un gobierno libre a los Boers en Transvaal. La [[Guerras de los Bóer|Segunda Guerra de los Bóer]] se desarrolló entre [[1899]] y [[1902]]; las repúblicas independientes de los Bóer del [[Estado Libre de Orange]] y la [[República de Sudáfrica]] (Transvaal) fueron derrotadas esta vez y absorbidas por el Imperio Británico.

=== Incidente de Fachoda ===

{{AP|Incidente de Fachoda}}

[[Archivo:Punch Rhodes Colossus.png|thumb|left|250px|El proyecto del ferrocarril de El Cairo a Ciudad del Cabo de [[Cecil Rhodes]]. Fundador de la [[De Beers|Compañía Minera De Beers]], una de las primeras compañías de diamantes, Rhodes era además el dueño de la Compañía Británica de Sudáfrica, que forjó a [[Rhodesia]] por sí sola. El quería "pintar el mapa de rojo (británico)", y declaró: "todas estas estrellas... estos vastos mundos que se mantienen fuera del alcance. Si pudiera, anexaría otros planetas".<ref> Sarah Gertrude Millin, ''Rhodes'', Londres, 1933, p.138.</ref>]]


El [[Incidente de Fachoda]] de [[1898]] fue uno de conflictos cruciales en el camino para que [[Europa]] consolidara sus posesiones en el continente africano. Llevó al [[Reino Unido]] y a [[Francia]] al borde de la guerra pero culminó en una gran victoria estratégica para el Reino Unido, y dispuso las bases para el ''[[Entente Cordiale]]'' de [[1904]] entre las dos naciones rivales. El conflicto provino de algunas batallas sobre el control de ciertas secciones del [[Nilo]], lo que causó que el Reino Unido se expandiera hacia [[Sudán]].

El avance francés hacia el interior de [[África]] fue principalmente desde [[África occidental]] (hoy en día [[Senegal]]) hacia el este, a través del [[Sahel]] a lo largo del borde sur del Sahara, un territorio que hoy en día cubren [[Senegal]], [[Malí]], [[Níger]] y [[Chad]]. Su principal objetivo era tener una unión ininterrumpida entre el [[Río Níger]] y el [[Nilo]], controlando de esta forma todo el comercio de la [[Sahel|región de Sahel]], en virtud de su existente control sobre las rutas de caravanas que atravesaban el Sahara. Los británicos, por otra parte, querían enlazar sus posesiones en el [[África austral]] (actuales [[Sudáfrica]], [[Botswana]], [[Zimbabwe]], [[Lesotho]], [[Swazilandia]] y [[Zambia]]) con sus territorios en el [[África oriental]] (actual [[Kenia]]) y estas dos áreas con el nacimiento del Nilo. [[Sudán]] (que en esos días incluía a la actual [[Uganda]]) era obviamente la clave para la realización de estas ambiciones, especialmente desde que [[Egipto]] estuvo bajo el control británico. Esta "línea roja" a través de África fue hecha más famosa por [[Cecil Rhodes]]. Junto con [[Alfred Milner|Lord Milner]] (el ministro colonial británico en Sudáfrica), Rhodes abogó tal imperio de "Cabo a Cairo" uniendo con vías férreas el [[Canal de Suez]] con la parte rica en minerales del sur del continente. Aunque obstaculizado por la ocupación alemana de Tanganyika hasta el final de la Primera Guerra Mundial, Rhodes ejerció presión exitosamente en nombre de tan extenso imperio africano.

Si se dibuja una línea desde [[Ciudad del Cabo]] hasta [[El Cairo]] (el sueño de Rhodes), y una de [[Dakar]] hasta el [[Cuerno de África]] (lo que es [[Etiopía]], [[Eritrea]], [[Djibouti]] y [[Somalia]] actualmente), (la ambición francesa), estas dos líneas se interceptarían en alguna parte del este de [[Sudán]] cerca de Fachoda, explicando su importancia estratégica. En resumen, el Reino Unido había buscado extender su imperio de [[África oriental]] continuamente de El Cairo al [[Cabo de Buena Esperanza]], mientras Francia buscaba extender sus propias posesiones de Dakar hasta Sudán, lo que le permitiría a su imperio abarcar el continente desde el [[Océano Atlántico]] hasta el [[Mar Rojo]].

Un ejército bajo el mando de [[Jean-Baptiste Marchand]] llegó primero al fuerte estratégicamente localizado en Fachoda, seguidos muy de cerca por el batallón británico comandado por [[Horatio Kitchener|Lord Kitchener]], comandante en jefe de la Armada Británica desde [[1892]]. Los franceses se retiraron después de un empate, y continuaron presionando los reclamos en otros puestos de la región. En marzo de [[1899]] los franceses y los británicos acordaron que los nacimientos de los ríos [[Río Nilo|Nilo]] y [[Río Congo|Congo]] marcaran la frontera entre sus dominios.

=== Crisis marroquíes ===

A pesar de que la [[Conferencia de Berlín]] había establecido las normas para el reparto de África, no había ablandado a los imperios rivales. El [[Incidente de Fachoda]] de [[1898]], que había puesto a [[Francia]] y al [[Reino Unido]] al borde de una guerra, finalmente condujo a la firma del ''[[Entente Cordiale]]'' en [[1904]], que revirtió la influencia de varias potencias europeas. Como resultado, el nuevo poder alemán decidió poner a prueba la solidez de su influencia, usando el territorio de [[Marruecos]] como campo de batalla.

[[Archivo:Julesferry.jpg|thumb|180px|[[Jules Ferry]], Republicano francés que, como Primer Ministro, dirigió las negociaciones que condujeron al establecimiento de un protectorado en [[Túnez]] (1881); preparó el tratado para la ocupación de [[Madagascar]] el [[17 de diciembre]] de [[1885]]; dirigió la exploración de las regiones del Congo y Níger; y organizó la conquista de [[Indochina]]. Renunció después del [[Guerra Franco-China|Incidente de Tonkin]] en 1885.]]
Así, el [[31 de marzo]] de [[1905]] el [[Guillermo II de Alemania|Káiser Guillermo II de Alemania]] visitó [[Tánger]], en el norte de Marruecos, y dio un discurso en favor de la independencia de ese país, retando la influencia francesa en Marruecos. La influencia gala en Marruecos había sido reafirmada por el [[Reino Unido]] y [[España]] en [[1904]]. El discurso del [[Káiser]] reforzó el nacionalismo francés y con apoyo británico el ministro extranjero francés, [[Théophile Delcassé]], tomó una actitud desafiante. La crisis alcanzó su auge a mediados de junio de [[1905]], cuando Delcassé fue forzado a salir del ministerio por [[Maurice Rouvier]]. Pero para julio de ese año [[Alemania]] estaba siendo apartada y los franceses accedieron a formar una conferencia para resolver la crisis. Antes de celebrar la conferencia, sin embargo, Alemania siguió movilizando reservas de su armada en por diciembre y Francia moviendo tropas en las fronteras durante enero de [[1906]].

La [[Conferencia de Algeciras]] de [[1906]] fue llamada para acabar con la disputa. De las trece naciones presentes, los representantes alemanes sólo fueron apoyados por [[Imperio austrohúngaro|Austria-Hungría]]. Francia recibió el apoyo del [[Reino Unido]], [[Rusia]], [[Italia]], [[España]] y los [[Estados Unidos de América]]. Los alemanes aceptaron eventualmente un acuerdo, firmado el [[31 de mayo]] de [[1906]], donde Francia cedía ciertos cambios domésticos en Marruecos pero retenía el control de las áreas clave.

Sin embargo, cinco años después, la Segunda Crisis Marroquí (o Crisis de Agadir) fue iniciada por el despliegue del cañonero alemán ''Panther'' en el puerto de [[Agadir]] el [[1 de julio]] de [[1911]]. Alemania estaba comenzando a intentar sobrepasar la supremacía naval del [[Reino Unido]] — la marina británica tenía la norma de permanecer de mayor tamaño que las dos siguientes flotas navales en el mundo combinadas. Cuando los británicos oyeron de la llegada del ''Panther'' a Marruecos, erróneamente creyeron que los alemanes querían convertir a Agadir en una base naval en el Atlántico.

El propósito del movimiento alemán era reforzar los reclamos para la compensación para aceptar el control francés del Reino de [[África del Norte]], donde la supremacía de Francia había sido mantenida en la Conferencia de Algeciras. En noviembre de [[1911]] fue firmada una convención bajo la cual Alemania aceptaba la posición de Francia en Marruecos a cambio de territorios en la colonia del Congo Medio (hoy la [[República del Congo]]), localizada en el [[África Ecuatorial Francesa]].

Subsecuentemente, Francia estableció un protectorado pleno sobre Marruecos ([[30 de marzo]] de [[1912]]), terminando lo que quedaba de la independencia formal del país. Además, el apoyo británico para Francia durante las dos crisis marroquís reforzó la Entente entre ambos países y, sumado al distanciamiento anglo-germano, profundizó las divisiones que culminarían en la [[Primera Guerra Mundial]].

== Encuentro colonial ==

=== Consciencia y exhibiciones coloniales ===

==== El "lobby colonial" ====

En sus etapas iniciales el imperialismo era básicamente la acción de exploradores individuales y algunos mercaderes aventureros. Varios líderes políticos importantes como [[William Ewart Gladstone|Gladstone]] se oponían a la colonización en sus primeros años. No obstante, durante su segundo mandato de 1880 a 1885 no pudo resistir el [[lobby]] colonial, y por ello no ejecutó su promesa electoral de retirarse de [[Egipto]]. Aunque Gladstone se oponía personalmente al imperialismo, las tensiones sociales causadas por la Gran Depresión lo hicieron cambiar a favor del [[jingoísmo]]: los imperialistas se habían convertido los "parásitos del [[patriotismo]]".<ref> [[John A. Hobson]], ''Imperialismo'', 1902, p.61 (citado por Arendt).</ref> En [[Francia]] el político entonces [[Partido Radical y Radical Socialista|Radical]] [[Georges Clemenceau]] también se oponía al imperialismo: pensaba que la colonización era un desvío de la "línea azul de los [[Cordillera de los Vosgos|Montes Vosgos]]", que era el revanchismo y la urgencia patriótica de reclamar la región de [[Alsacia-Lorena]] que había sido anexada por el [[Tratado de Frankfurt]] de [[1871]]. Clemenceau de hecho hizo caer al gabinete de [[Jules Ferry]] después del [[Guerra Franco-China|desastre de Tonkin]] de [[1885]]. De acuerdo con el clásico de [[Hannah Arendt]] ''Los orígenes del totalitarismo'' (1951), esta ilimitada expansión de la soberanía nacional en territorios extranjeros contradecía la unidad de la nación-estado que le proveía la ciudadanía a su población. Así, una tensión entre la necesidad universal de respetar los derechos humanos de la gente colonizada, ya que debían ser considerados "ciudadanos" de la nación-estado, y los impulsos imperialistas para la desmedida explotación de las poblaciones consideradas inferiores empezó a surgir. Algunas voces en las [[metrópoli]]s se opusieron a lo que consideraban como crueldad innecesaria de la administración colonial, descrita en la obra de [[Joseph Conrad]] ''[[El corazón de las tinieblas]]'' (1899) — contemporáneo de ''La caraga del hombre blanco'' de [[Rudyard Kipling]] — o en ''Viaje al fin de la noche'' de [[Louis-Ferdinand Céline]] (1932).

De esta manera, los lobbies fueron erigidos progresivamente para legitimar el reparto de África y otras aventuras expansivas en el extranjero. En [[Alemania]], en [[Francia]] y en el [[Reino Unido]], la burguesía empezó a demandar fuertes normas políticas exteriores para asegurar el crecimiento del mercado. En [[1916]], [[Lenin]] publicaría su famoso ''Imperialismo, fase superior del Capitalismo'' para explicar este fenómeno. Aún en pontencias menores, personas como Corradini empezaron a reclamar un "lugar en el sol" para las presuntas "naciones proletarias", reforzando el nacionalismo y el militarismo en un prototipo anticipado del [[fascismo]].

==== Propaganda colonial y jingoísmo ====

Sin embargo, para el final de la [[Primera Guerra Mundial]] los imperios colonizadores se habían vuelto muy populares casi en todas partes: la opinión pública había sido convencida de las necesidades de un imperio colonial, aunque muchos de los metropolitanos nunca lo verían. Las exhibiciones coloniales habían sido instrumentales en este cambio de mentalidades populares provocado por la [[propaganda]] colonial, mantenida por el [[lobby]] colonial y por varios científicos. Así, la conquista de territorios fue inevitablemente seguida por exhibiciones públicas de los indígenas por motivos científicas y de ocio. Karl Hagenbeck, un comerciante alemán de animales salvajes y futuro empresario de muchos [[zoológico]]s de Europa, decidió de esta manera exhibir en [[1874]] a gente de [[Samoa]] y [[Lapón|Saamis]] como poblaciones "puramente naturales". En [[1876]], mandó a uno de sus colaboradores al recientemente conquistado Sudán Egipcio para que consiguiera algunas bestias salvajes y [[Nuba]]s. Presentados en [[París]], [[Londres]] y [[Berlín]], estos Nubas fueron un éxito. Tales "zoológicos humanos" podían encontrarse en [[Hamburgo]], [[Amberes]], [[Barcelona]], [[Londres]], [[Milán]], [[Nueva York]], [[Varsovia]], etc., y entre 200,000 y 300,000 visitantes asistiendo a cada exhibición. Los [[Tuareg]]s fueron exhibidos después de la conquista francesa de [[Tombuctú|Timbuctú]] (descubierto por [[René Caillé]], disfrazado como musulmán, en [[1828]], que de esta forma ganó el premio ofrecido por la ''[[Société de Géographie]]'' francesa); los [[malgache]] después de la ocupación de [[Madagascar]]; las mujeres amazonas de [[Abomey]] después de la derrota mediática de [[Behanzin]] contra los franceses en [[1894]]... No acostumbrados a las condiciones climáticas, algunos de los indígenas exhibidos murieron, como unos Galibis en París en [[1892]].<ref> [http://www.africultures.com/anglais/articles_anglais/43blanchard.htm De zoológicos humanos a apoteosis coloniales: la era de exhibir el Otro], por Pascal Blanchard, Nicolas Bancel y Sandrine Lemaire.</ref>

[[Archivo:African_Pigmies_CNE-v1-p58-B.jpg|thumb|200px|[[Pigmeos]] junto al Prof. K. G. Murphy. Algunos pigmeos eran exhibidos en zoológicos humanos, como Ota Benga en el Zoológico de Bronx, en [[Nueva York]].]]
Geoffroy de Saint-Hilaire, director del Jardín Parisino de Aclimatación, decidió en [[1877]] organizar dos "exhibiciones etnológicas", presentando [[Nuba]]s e [[Inuit]]. El público de Jardín Parisino se duplicó, con un millón de entradas pagadas en ese año, un gran logro para esos tiempos. Entre 1877 y 1912, aproximadamente treinta "exhibiciones etnológicas" fueron presentadas en el ''Jardin zoologique d'acclimatation''.<ref> [http://www.monde-diplomatique.fr/2000/08/BANCEL/14145.html "Estos zoológicos humanos the la República Colonial"], ''Le Monde diplomatique'', agosto de 2000.</ref>Las "villas de negros" serían presentadas en la Feria Mundial de París de 1878 y 1879; la Feria Mundial de 1900 presentó el famoso [[diorama]] "viviendo" en [[Madagascar]], mientras que las Exhibiciones Coloniales en [[Marsella]] ([[1906]] y [[1922]]) y en París ([[1907]] y [[1931]]) presentarían también seres humanos en jaulas, frecuentemente desnudo o semidesnudos.<ref> [http://www.discoverparis.net/newsletter.html?insight=3162983825694464 Febrero de 2003, El fin de una era].</ref> Las "villas [[Senegal|senegalesas]]" nomádas también fueron creadas, mostrando así el poder del imperio colonial a toda la población.

En los [[Estados Unidos]], Madison Grant, director de la Sociedad Zoológica de Nueva York, expuso al pigmeo Ota Benga en el Zoológico de Bronx junto con simios y otros animales en [[1906]]. A instancias de Grant, un prominente científico racista (llamado así por ser seguidor de las teorías antropológicas del siglo XIX) y [[Eugenesia|eugenecista]], el director Hornaday, puso a Ota Benga en una jaula con un orangután y lo marcó como el "Eslabón Perdido" en un intento de demostrar el [[darwinismo]], y en particular de que africanos como Ota Benga eran más cercanos a los monos que los europeos.

Tales exhibiciones coloniales, que incluyen la Exhibición del Imperio Británico de 1924 y la exitosa Exposición colonial de París de 1931, fueron indudablemente un elemento clave del proyecto de colonización y legitimaron la despiadada Disputa por África, del mismo modo que la popular tira cómica ''[[Las aventuras de Tintín]]'', llena de [[cliché]]s, fueron obviamente portadores de una ideología etnocéntrica y racista que fue la condición de consentimiento de las masas para el fenómeno imperialista. El trabajo de [[Hergé]] alcanzó la cima con historias como ''[[Tintín en el Congo]]'' (1930-1931) o ''[[La oreja rota]]'' (1935).

Mientras las tiras cómicas jugaban el mismo papel que los ''[[Western|westerns]]'' para legitimar las [[Guerras Indias]] en [[Estados Unidos]], las exhibiciones coloniales eran tanto populares como científicas, siendo una interfaz entre las masas y la investigación científica seria. Así, antropólogos como [[Madison Grant]] o [[Alexis Carrel]] formaron su racismo pseudo-científico,inspirados por ''Un ensayo sobre la inequidad de las Razas Humanas'' de [[Joseph Arthur de Gobineau]] (1853-1855). Los zoológicos humanos proveían laboratorios para estas hipótesis raciales y además una demostración de validez: al etiquetar a Ota Benga como el "eslabón perdido" entre los simios y los europeos, el [[Darwinismo social]] y la pseudo-jerarquía de las razas fueron simultáneamente "probados", y el lego podía observar esta "verdad científica".

La [[antropología]], la hija de la colonización, participó en este presunto racismo científico basado en el [[Darwinismo social]] respaldando, junto con el [[positivismo|positivismo social]] y el [[cientifismo]], los reclamos de superioridad de las civilizaciones occidentales sobre las "culturas primitivas". Sin embargo, el descubrimiento de culturas antiguas llevaría [[dialéctica]]mente a la antropología a criticarse a sí misma y a revalidar la importancia de las culturas extranjeras. Así, la Expedición Punitiva de [[1897]] comandada por el Almirante británico [[Harry Rawson]] capturó, incendió y saqueó la ciudad de [[Benin City|Benín]], incidentalmente llevando a su fin al altamente sofisticado [[Reino de Benín]] del [[África occidental]]. No obstante, el saqueo de [[Benín]] introdujo los famosos [[Bronces de Benin|Bronces de Benín]] y otras obras de arte al mercado europeo de arte, ya que el [[Almirantazgo Británico]] subastó el patrimonio confiscado para costear los gastos de la expedición. La mayoría de los Bronces de Benín fueron adquiridos por compradores alemanes, aunque un grupo numeroso permanece en el [[Museo Británico]]. Los Bronces de Benín marcaron el inicio de la larga revaloración del valor de la cultura del [[África occidental]], que tuvo fuertes influencias en la formación del [[modernismo]].

[[Archivo:Surviving Herero.jpg|thumb|left|250px|Algunos [[Herero]] sobrevivientes, después de su escape por el Desierto de Omaheke.]]
Muchos estudios contemporáneos se han enfocado en la construcción del discurso racista en el [[siglo XIX]] y su propaganda como una condición previa del proyecto de colonización y del reparto de África, hecha totalmente sin el concernimiento de la población local, como ejemplificó [[Henry Morton Stanley|Stanley]]: "los salvajes sólo respetan la fuerza, el poder, la audacia y la decisión." La [[antropología]], que estaba relacionada con la [[criminología]], prosperó en estas exploraciones, al tener a la geografía ante ella y la etnología — que, junto con los estudios de [[Claude Lévi-Strauss]], teorizaría la ilusión etnocéntrica — lo hizo también poco después. Según varios historiadores, la formación de este discurso racista y sus prácticas también serían una condición previa del "racismo de estado" ([[Michel Foucault]]) como fue encarnado por el [[Holocausto]]. La invención de los [[campo de concentración|campos de concentración]] durante la Segunda Guerra de los Bóer también sería una innovación usada por el [[Alemania Nazi|Tecer Reich]].

=== La exterminación de los Namaqua y los Herero ===

En [[1985]], el Informe de la [[Organización de las Naciones Unidas|ONU]] reconoció el [[Genocidio herero y namaqua|intento de Alemania de exterminar los pueblos Herero y Namaqua]] del suroeste de África como uno de los primeros intentos de [[genocidio]] en el [[siglo XX]]. En total, unos 65.000 Herero (el 80% de la población total de Hereros) y 10.000 Namaqua (50% de la población total de Namaquas) fueron asesinados entre [[1904]] y [[1907]]. Una característica de este genocidio fue la muerte por [[inanición]] y el envenenamiento de pozos de las poblaciones Herero y Namaqua que estaban atrapadas en el [[Namib|Desierto del Namib]].

[[Archivo:Baartman.jpg|thumb|200px|Una caricatura del siglo XIX de [[Saartje Baartman]], una mujer [[Khoi-san]] que era exhibida desnuda en una jaula como una atracción complementaria en Inglaterra, ante la indignación de la Asociación Africana. Después de su muerte, sus genitales fueron diseccionados y moldeados en cera. [[Nelson Mandela]] solicitó formalmente a [[Francia]] el regreso de sus restos, que habían sido guardados en el [[Musée de l'Homme]] de París hasta 1974.]]

== Conclusiones ==

Durante el periodo neoimperialista, por el fin del siglo, Europa adquirió casi 23 millones de km² (9 millones de millas cuadradas) - un quinto de la superficie terrestre total - en posesiones coloniales. Las posesiones formales de Europa ahora incluían el continente africano entero excepto [[Etiopía]], [[Liberia]] y [[Saguia el Hamra]], lo que después integraría el [[Sahara español]]. Entre [[1885]] y [[1914]] el Reino Unido tomó cerca del 30% de la población de África bajo su control, 15% fue de Francia, 9% de Alemania, 7% de Bélgica y sólo 1% para Italia. Tan sólo [[Nigeria]] aportó 15 millones de individuos, más que en toda el [[África Occidental Francesa]] or el Imperio Colonial Alemán entero. Fue paradójico que el [[Reino Unido]], el incondicional defensor del libre comercio, emergió en 1914 no sólo con el imperio de ultramar más extenso gracias a su prolongada prescencia en la [[India]], sino también con las mayores ganancias en el reparto de África, reflejando su ventajosa posición en su principio. En término de superficie ocupada, los franceses fueron los marginales vencedores pero mucho de su territorio consistía del escasamente poblado [[Desierto del Sahara|Sahara]].

El imperialismo político siguió a la expansión económica, con los "lobbies coloniales" apoyando al [[chovinismo]] y al [[jingoísmo]] en cada crisis a fin de legitimar la empresa colonial. Las tensiones entre las potencias imperiales llevaron a una sucesión de crisis, que finalmente explotaron en agosto de [[1914]], cuando las rivalidades previas y las alianzas crearon un efecto dominó que llevó a las más importantes naciones europeas a la guerra. [[Imperio austrohúngaro|Austria-Hungría]] atacó [[Serbia]] para vengar el asesinato del príncipe austriaco Francisco Fernando por parte de agentes serbios, [[Rusia]] se movilizaría para asistir a sus hermanos eslavos en Serbia, Alemania intervendría para ayudar a Austria-Hungría contra Rusia. Ya que Rusia tenía una alianza militar con Francia contra Alemania, la Plantilla General Alemana, comandada por el General von Moltke decidió realizar el bien preparado [[Plan Schlieffen]] para invadir Francia y rápidamente sacarlos de la guerra antes de enfrentarse a Rusia en lo que se esperaba que fuera una larga campaña. Esto requirió una invasión de Bélgica lo que trajo al [[Reino Unido]] a la guerra contra Alemania, Austria-Hungría y sus aliados. Las campañas [[U-Boot]] de Alemania contra los barcos hizo que el Reino Unido eventualmente arrastrara a los [[Estados Unidos de América|Estados Unidos]] a lo que se había convertido en la [[Primera Guerra Mundial]]. Además, usando la Alianza Anglo-Japonesa como excusa, [[Japón]] aprovechó esta oportunidad de conquistar los intereses alemanes en [[China]] y el [[Océano Pacífico|Pacífico]] para convertirse en la potencia dominante en el Pacífico Oeste, estableciendo el entorno para la [[Segunda Guerra Sino-japonesa]] (que comenzó en 1937), y eventualmente para la [[Segunda Guerra Mundial]].

== Colonias africanas listadas por su potencia colonizadora ==

[[Archivo:Colonial_Africa_1913_map.svg|thumb|300px|Mapa donde se muestra el reparto de África por las potencias europeas (1913).{{Leyenda|#bbfdd9|Alemania}}{{Leyenda|#f7fab2|Bélgica}}{{Leyenda|#eaaff7|España}}{{Leyenda|#b6e3fc|Francia}}{{Leyenda|#d2f89b|Italia}}{{Leyenda|#c0a6f2|Portugal}}{{Leyenda|#fbc5c0|Reino Unido}}{{Leyenda|#f6f6f6|Estados independientes}}]]
=== Alemania ===
:[[Camerún Alemán]] (ahora [[Camerún]]).
:[[África Oriental Alemana]] (ahora [[Burundi]], [[Rwanda]] y [[Tanzania]]).
:[[África del Sudoeste Alemana]] (ahora [[Namibia]]).
:[[Togolandia]] (ahora [[Togo]] y parte de [[Ghana]]).

=== Bélgica ===
:[[Estado Libre del Congo]] y [[Congo Belga]] (ahora [[República Democrática del Congo]])

=== España ===
:[[Sahara Español]] (ahora [[Sáhara Occidental]])
::[[Río de Oro]]
::[[Saguia el Hamra]]
:[[Protectorado Español de Marruecos|Marruecos Español]]
::[[Franja de Tarfaya]]
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=== Francia ===
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::[[Chad]]
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=== Italia ===
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:[[Eritrea]]
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=== Portugal ===
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:[[Cabinda|Cabinda Portuguesa]]
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:[[Guinea Portuguesa]] (ahora [[Guinea-Bissau]])
:[[Cabo Verde|Islas de Cabo Verde]]
:[[Santo Tomé y Príncipe]]

=== Reino Unido ===
Los británicos estaban principalmente interesados en mantener líneas de comunicación seguras con la [[India]], que los llevaron a interesarse por Egipto y Sudáfrica. Una vez que estas dos áreas estaban seguras, fue el intento de colonizadores británicos como [[Cecil Rhodes]] de establecer el ferrocarril de Cabo-Cairo.

:[[Egipto]]
:[[Sudán Anglo-Egipcio]] (ahora [[Sudán]])
:[[África Oriental Británica]]
::[[Kenia]]
::[[Uganda]]
:[[Somalilandia Británica]]
:[[Rhodesia del Sur]] (ahora [[Zimbabwe]])
:[[Rhodesia del Norte]] (ahora [[Zambia]])
:[[Bechuanalandia]] (ahora [[Botswana]])
:[[Estado Libre de Orange]]
:[[Unión Sudafricana]]
:[[Gambia]]
:[[Sierra Leona]]
:[[Nigeria]]
:[[Costa de Oro Británica]] (ahora [[Ghana]])
:[[Nyasalandia]] (ahora [[Malawi]])

=== Estados independientes ===
:[[Liberia]], fundada por la [[Sociedad Americana de Colonización]] de los [[Estados Unidos de América|Estados Unidos]] en 1821. Declaró su independencia en 1847.
:[[Etiopía]] ([[Abisinia]]), sus fronteras fueron trazadas de nuevo con la [[Eritrea|Eritrea Italiana]] y [[Somalilandia Francesa]], brevemente ocupada por Italia de 1936 a 1941 durante la Crisis de Abisinia de la [[Segunda Guerra Mundial]].

== Referencias ==
{{Listaref}}

== Véase también ==
* [[Colonialismo]]
* [[Imperialismo]]
* [[Nuevo Imperialismo]]
* [[Descolonización de África]]
* [[Conferencia de Berlín]]
* [[Primera Guerra Mundial]]
* [[Incidente de Fachoda]]

== Enlaces externos ==

* [http://www.guardian.co.uk/print/0,3858,4460659-103681,00.html Bélgica exhuma sus demonios coloniales (en inglés)]
* [http://www.mgar.net/africa/coloniza.htm Colonización europea de África siglos XIX y XX]
* [http://www.mapadecolonizacioneuropeaenafrica.netfirms.com/ Mapa de colonización europea de África]
* [http://enciclopedia.us.es/index.php/Colonizaci%C3%B3n_de_%C3%81frica Colonización de África. Enciclopedia Libre Universal en Español]
* [http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/2679.htm Europeos en el África negra]
* [http://www.claseshistoria.com/imperialismo/conflictos.htm Conflictos entre potencias]

[[Categoría:Historia de África]]
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Revisión del 15:19 19 ene 2010

Mapa de África de 1911 que muestra los reclamos coloniales de cada país europeo. Las posesiones británicas están de amarillo; las francesas, de rosa claro; las italianas, de rosa subido; las alemanas, de verde; las portuguesas, de morado; las belgas, de anaranjado claro; las españolas, de anaranjado intenso; y los países independientes están de color gris.

El reparto o repartición de África, también llamado la disputa por África o la carrera por África, fue la proliferación de los reclamos europeos sobre el territorio africano durante el periodo del Nuevo Imperialismo, entre la década de 1880 y el comienzo de la Primera Guerra Mundial, que involucró principalmente a las naciones de Francia, Alemania y el Reino Unido, aunque también participaron Italia, Portugal, Bélgica, España y, en menor medida, Estados Unidos, este último país a través de la fundación de Liberia.

Hablar de la llamada "disputa por África" es continuar un debate de más de un siglo de antigüedad. La segunda mitad del siglo XIX, en el año 1877, vio la transición del imperialismo "informal" que ejercía control a través de la influencia militar y de la dominación económica a aquél de dominio directo.[1]​ Los intentos para mediar la competencia imperial, tal como la Conferencia de Berlín (1884 - 1885) entre el Reino Unido, Francia y Alemania no pudieron establecer definitivamente los reclamos de cada una de las potencias involucradas. Estas disputas sobre África estuvieron entre los principales factores que originaron la Primera Guerra Mundial.

Apertura del continente

{{|Era de los Descubrimientos}}

David Livingstone fue uno de los primeros europeos en explorar el interior de África.

La apertura de África a la exploración occidental y su explotación habían comenzado seriamente al final del siglo XVIII. Hacia 1835, los europeos habían trazado mapas de la mayor parte del noroeste de África. Entre los exploradores europeos más famosos estaban David Livingstone, que trazó planos del vasto interior, y Alexandre de Serpa Pinto, quien la cruzó en una complicada expedición, trazando mapas del interior del continente. Arduas expediciones en las décadas de 1850 y 1860 por Richard Burton, John Speke y James Grant descubrieron los grandes lagos centrales y el nacimiento del Río Nilo. Para el final del siglo, los europeos habían cartografiado el Nilo desde su nacimiento, el recorrido del Río Niger, los ríos Congo y Zambeze habían sido trazados, y el mundo había descubierto los grandes recursos de África.

De cualquier modo, en los comienzos de la lucha por la posesión de África, las naciones occidentales controlaban únicamente el 10 por ciento del continente. En 1875 los territorios controlados más importantes tanto por su extensión como por su riqueza eran Argelia, bajo el dominio de Francia; la Colonia del Cabo, controlada por el Reino Unido; y Angola, que estaba dominada por Portugal..

Los adelantos tecnológicos facilitaron la expansión a grandes distancias. La industrialización provocó rápidos avances en transporte y comunicaciones, especialmente en la navegación con vapor, ferrocarriles y telégrafos. Los avances médicos también fueron de importancia, en especial las medicinas para enfermedades tropicales. El desarrollo de la quinina, un efectivo tratamiento contra la malaria, permitió que la vasta región de los trópicos pudiera ser accesible para los europeos.

Causas de la disputa

África y los mercados globales

El África subsahariana, una de las últimas regiones del mundo en gran parte sin afectar por el "imperialismo informal" y la "civilización", también resultaba atractiva para las potencias europeas por razones económicas y raciales. Durante una época donde la balanza comercial de Gran Bretaña mostraba un creciente déficit, con los mercados continentales encogiéndose y cada vez más proteccionistas debido a la Gran Depresión entre los años 1873 y 1896, África ofrecía al Reino Unido, Alemania, Francia y otros países un mercado abierto del que se cosecharía un gran excedente: un mercado que comprara más de la metrópoli de lo que vendía en total.[1]​ El Reino Unido, al igual que la mayoría de los otros países industriales, había empezado a tener un desfavorable balance de comercio (que era contrarrestado, de todos modos, por el ingreso de las inversiones de sus colonias).

Dibujo del Canal de Suez realizado en 1881. El Canal era una de las grandes ambiciones europeas para ampliar sus mercados a nivel global.

Debido a que el Reino Unido se desarrolló como la más importante nación posindustrial del mundo, los servicios se convirtieron en un importante sector de su economía. Las exportaciones financieras, como se mencionó, mantenían a la economía del Reino Unido en pie, especialmente las inversiones capitales fuera de Europa, particularmente para el desarrollo de mercados abiertos en África (predominantemente asentamienos coloniales), el Medio Oriente, el sur y sureste de Asia y Oceanía.

Además, el capital excedente era por lo general más rentable al invertirse en el extranjero, donde la mano de obra barata, la limitada competencia y abundantes materias primas hacían una mayor ganancia posible. Otro aliciente para el imperialismo, desde luego, fue la demanda de recursos no disponibles en Europa, especialmente cobre, algodón, caucho, y hojalata, recursos a los que los consumidores europeos se habían acostumbrado y la industria del viejo continente se había vuelto dependiente.

De cualquier manera, en África - excluyendo a lo que se convertiría en la Unión Sudafricana en 1909 - la cantidad de capital invertido por los europeos era relativamente baja, comparada con otros países, antes y después de la Conferencia de Berlín. En consecuencia, las compañías implicadas en el comercio tropical africano eran relativamente pocas, aparte de la Compañía Minera De Beers de Cecil Rhodes. Estas observaciones pueden restar mérito de los argumentos pro-imperialistas de algunos lobbies (grupos de presión) coloniales como el Alldeutscher Verband, o como Francesco Crispi o Jules Ferry, que argumentaban que algunos mercados protegidos en África resolverían los problemas de precios bajos y sobreproducción causados por los mercados continentales en disminución. No obstante, de acuerdo con la clásica tesis de John A. Hobson, expuesta en su obra Imperialismo de 1902, que influiría en autores tales como Lenin, León Trotsky o Hannah Arendt, esta disminución en los mercados continentales fue un factor clave en el nuevo periodo neoimperialista a nivel global. Historiadores posteriores han notado que tales estadísticas sólo opacaron el hecho de que el control formal del África tropical tenía gran valor estratégico en una era de rivalidad imperial, mientras el Canal de Suez ha permanecido como una localización estratégica. La Fiebre del oro de Witwatersrand de 1886, que llevó a la fundación de Johannesburgo y fue un factor importante en la segunda Guerras de los Bóer en 1889 contó para la "conjunción del superfluo dinero y de la superflua mano de obra, que se dieron la mano entre sí para abandonar juntos el país", que es por sí sólo, de acuerdo con Hannah Arendt, el nuevo elemento de la era imperialista.

Motivos estratégicos

El Almirante Alfred von Tirpitz.

Mientras el África tropical no era una zona de grandes inversiones, otras regiones sí lo eran. El vasto interior - entre Sudáfrica, rica en oro y diamantes, y Egipto - tenía, no obstante, un valor estratégico importante para asegurar el flujo del comercio exterior. El Reino Unido estaba de esta manera bajo intensa presión política, especialmente debido a partidiarios del Partido Conservador, para proteger los mercados lucrativos en el Raj Británico (India), la Dinastía Qing (China), y América Latina de los rivales usurpadores. De esta forma, proteger la importante vía marítima entre el este y el oeste - el Canal de Suez - era crucial. La rivalidad entre el Reino Unido, Francia, Alemania y las otras potencias europeas estuvo presente durante gran parte de la colonización. De este modo, mientras Alemania, que había sido unificada bajo el dominio de Prusia después de la Batalla de Sadowa en 1886 y la Guerra Franco-prusiana en 1870, difícilmente era una potencia colonial antes del periodo neoimperialista, y participaría ansiosamente en la disputa. Siendo un poder industrial en crecimiento que le pisaba los talones al Reino Unido, aún no había tenido la oportunidad de controlar territorios extracontinentales, principalmente debido a su tardía unificación, su fragmentación en varios estados, y su falta de experiencia en navegación moderna. Esto cambiaría bajo el liderazgo de Bismarck, quien implementó la Weltpolitik (política mundial) y, después de disponer las bases del aislamiento de Francia con la alianza entre Alemania y el Imperio austrohúngaro y más tarde con la Triple Alianza con Italia, exigió la Conferencia de Berlín que fijó las reglas para un control efectivo de los territorios extranjeros. El expansionismo alemán conduciría al Plan Tirpitz, implementado por el Almirante von Tirpitz, quien también abogaría los Decretos de Flota en 1898, atractivo en una lucha armada con el Reino Unido. Para 1914, los Decretos le habían dado a Alemania la segunda fuerza naval en el mundo (aproximadamente 40% más pequeña que la Marina Real Británica). De acuerdo con von Tirpitz, esta agresiva política naval estaba respaldada más por el Partido Nacional Liberal de Alemania que por los conservadores, demostrando que los principales sostenes del imperialismo de las naciones europeas eran las crecientes clases burguesas.[2]

La Weltpolitik de Bismarck

Otto von Bismarck fue un personaje importante en la disputa por África.

Alemania inició su expansión mundial en la década de 1880 bajo el liderazgo de Bismarck, alentado por la burguesía nacional. Algunos de ellos, diciendo ser del pensamiento de Friedrich List, defendieron la expansión en las Filipinas y en Timor; otros decidieron establecerse en Formosa (la actual Taiwán), etc. A fines de la década de 1870, estas voces aisladas empezaron a ser relevadas por una verdadera política imperialista, conocida como la Weltpolitik (política mundial), que fue respaldada por la tesis mercantilista. En 1881, Hübbe-Schleiden, un abogado, publicó Deutsche Kolonisation, la cual decía que "el fomento de una conciencia nacional demandaba una política exterior independiente".[3]​ El pangermanismo fue así ligado a las jóvenes campañas imperialistas de la nación. Al principio de los años de 1880 se creó el Deutscher Kolonialverein, y tuvo su propia revista en 1884, la Kolonialzeitung. Este grupo colonial también fue relevado por el grupo nacionalista Alldeutscher Verband.

Así, Alemania se convirtió en la tercera potencia colonial en África, adquiriendo un imperio de 2,6 millones de kilómetros cuadrados en total y 14 millones de individuos, principalmente en sus posesiones africanas (África del Suroeste, Togolandia, Camerún y Tanganyika). La disputa por África llevó a Bismarck a proponer la Conferencia de Berlín, que se realizaría entre 1884 y 1885. Después del Entente Cordiale de 1904 entre Francia y el Reino Unido, Alemania trató de aislar a Francia en 1905 con la Primera Crisis Marroquí. Estó llevó a la Conferencia de Algeciras en 1905, en la que la influencia de Francia sobre Marruecos fue compensada por el intercambio de otros territorios, y luego a la Crisis de Agadir, o Segunda Crisis Marroquí, en 1911. Junto con el Incidente de Fachoda de 1898 entre Francia y el Reino Unido, esta sucesión de crisis internacionales prueba la amargura de la lucha entre los diferentes imperios, que finalmente llevó a la Primera Guerra Mundial.

El conflicto de los imperialismos rivales

Mientras Pierre de Brazza estaba explorando el Reino del Congo para Francia, Henry Stanley también lo exploró a principios de los años de 1880 en nombre de Leopoldo II de Bélgica, quien obtendría su propio Estado Libre del Congo. Al pretender abogar humanitarismo y denunciar la esclavitud, Leopoldo II usó las tácticas más inhumanas para explotar sus recién adquiridas tierras. Sus crímenes fueron revelados en 1905, pero permaneció al mando hasta 1908, cuando fue obligado a ceder el control al gobierno belga.

Francia ocupó Túnez en mayo de 1881 (y Guinea en 1884), que en parte convenció a Italia para unirse en 1882 a la Alianza Dual entre Alemania y el Imperio austrohúngaro, formando así la Triple Alianza. Ese mismo año, el Reino Unido ocupó el Egipto Otomano, que dominaba a Sudán y parte de Somalia. En 1870 y 1882, Italia tomó posesión de las primeras partes de Eritrea, mientras que Alemania declaró a Togolandia, Camerún y África del Sudoeste bajo su dominio en 1884. El África Occidental Francesa (AOF) fue fundada en 1895, y el África Ecuatorial Francesa (AEF), en 1910.

Italia continuó su conquista para ganar su "lugar en el sol". Después de la derrota en la Primera guerra ítalo-etíope (1895-1896), adquirió Somalilandia en 1899 y toda Eritrea en ese mismo año. En 1911, se envolvió en una guerra con el Imperio Otomano, en la que adquirieron Tripolitania y Cirenaica (la actual Libia). Enrico Corradini, quien financió la guerra en su totalidad, y más tarde unió su grupo al joven Partido Nacional Fascista (PNF), desarrolló en 1919 el concepto de Nacionalismo Proletario, imaginó legitimar el imperialismo de Italia con una sorprendente mezcla de socialismo con nacionalismo: "Debemos empezar por reconocer el hecho de que hay tanto naciones proletarias como clases proletarias; es decir, hay naciones cuyas condiciones de vida están sujetas... al modo de vida de otras naciones, como hay clases. Una vez que esto es comprendido, el nacionalismo debe insistir firmemente en esta verdad: Italia es, materialmente y moralmente, una nación proletaria".[4]​ La Segunda Guerra ítalo-etíope en 1935 y 1936, ordenada por Mussolini, sería en realidad una de las últimas guerras colonizadoras, ocupando Etiopía durante 5 años, que había permanecido como el último territorio independiente de África. La Guerra Civil Española, para algunos el inicio de la Guerra Civil Europea, empezaría en 1936.

Por otro lado, los británicos abandonaron su aislamiento en 1902 con la Alianza Anglo-Japonesa, que le permitiría al Imperio del Japón salir victorioso de su guerra contra Rusia (1904-1905). El Reino Unido firmó entonces el Entente cordiale con Francia en 1904, y, en 1907, la Triple Entente, que incluía a Rusia, así se opuso a la Triple Alianza que Bismarck había formado tan pacientemente.

La Sociedad Americana de Colonización y la fundación de Liberia

Los Estados Unidos tomaron parte, marginalmente, en esta empresa a través de la Sociedad Americana de Colonización (ACS), establecida en 1816 por Robert Finley. La ACS ofrecía la emigración a Liberia ("Tierra de los libres"), una colonia fundada en 1820, a algunos esclavos negros liberados; el esclavo emancipado Lott Carry se convirtió en el primer misionero americano en África. Este intento de colonización fue resistido por la gente nativa.

James Monroe fue el primer presidente de la Sociedad Americana de Colonización y quinto presidente de los Estados Unidos.

Liderados por los sureños de Estados Unidos, el primer presidente de la Sociedad Americana de Colonización fue James Monroe, de Virginia, quien se convirtió en el quinto presidente de los Estados Unidos de 1817 a 1825. De esta forma, uno de los principales partidarios de la colonización americana de África fue el mismo hombre que proclamó, en su Discurso del Estado de la Unión de 1823, la opinión de que las potencias europeas ya no debían colonizar las Américas o interferir con los asuntos de las naciones soberanas localizadas en las Américas. A cambio, Estados Unidos planeaba permanecer neutral en las guerras entre potencias europeas y en guerras entre una potencia europea y sus colonias. Sin embargo, si estas guerras posteriores ocurrieran en las Américas, los Estados Unidos verían tal acción como hostil hacia sí mismos. Este famoso estatuto es conocido como la Doctrina Monroe y fue la base de la neutralidad de Estados Unidos durante el siglo XIX.

Aunque la colonia de Liberia nunca se volvió tan grande como fue prevista, tan sólo fue el primer paso en la colonización americana de África, según sus primeros defensores. Así, Jehudi Ashmun, uno de los primeros líderes de la ACS, visualizó un imperio americano en África. Entre los años de 1825 y 1826, hizo lo posible por arrendar, anexar o comprar tierras tribales a lo largo de la costa y cerca de importantes ríos que condujeran tierra adentro. Igual que su predecesor el teniente Robert Stockton, quien en 1821 estableció el sitio para Monrovia "persuadiendo" a un jefe local al que se referían como "Rey Peter" para que vendiera Cabo Montserado (o Mesurado) apuntando con una pistola a su cabeza, Ashmun estaba preparado para usar la fuerza para extender el territorio de la colonia. En un tratado de mayo de 1825, el "Rey Peter" y otros reyes nativos acordaron vender tierras a cambio de 500 barras de tabaco, tres barriles de ron, cinco barriles de pólvora, cinco paraguas, diez postes de acero y diez pares de zapatos, entre otros objetos. En marzo de 1825, la ACS inició una publicacón trimestral, la Revista Colonial del Repositorio Africano, editada por el Rev. Ralph Randolph Gurley, quien encabezó la Sociedad hasta 1844. Concebido como el órgano promocional de la Sociedad, el Conceived as the Society's propaganda organ, el Repositorio prometió tanto la colonización como a Liberia.

La Sociedad controló la colonia de Liberia hasta 1847 cuando, bajo la percepción de que los británicos se anexaran el asentamiento, Liberia fue proclamado un estado libre e independiente, convirtiéndose así en la primera nación africana descolonizada. Para 1867, la Sociedad había mandado más de 13.000 emigrantes. Después de la Guerra Civil Estadounidense (1861-1865), cuando muchas personas de raza negra querían ir a Liberia, el suporte financiero para la colonización había disminuido. Durante sus últimos años la Sociedad se enfocó en proyectos educacionales y misioneros en Liberia más que en la emigración.

Sucesión de crisis previas a la Primera Guerra Mundial

La colonización del Congo

La exploración de Henry Stanley en el Congo fue muy importante para el rey Leopoldo II de Bélgica.
Pierre Savorgnan de Brazza reclamó la zona del Congo para Francia.

Las exploraciones de David Livingstone, continuadas por Henry Morton Stanley, excitaron la imaginación de los europeos. Pero al principio, las ostentosas ideas de colonización de Stanley encontraron poco apoyo debido a los problemas y a la escala de acción requerida, excepto por Leopoldo II de Bélgica, quien en 1876 había organizado la Asociación Internacional Africana. De 1879 a 1884, Stanley era enviado en secreto por Leopoldo II a la región del Congo, donde hizo acuerdos con varios jefes africanos a lo largo del Río Congo y para 1882 tenía suficiente territorio para formar las bases del Estado Libre del Congo. Leopoldo II fue dueño oficial de la colonia desde 1885 y la explotó por su marfil y su caucho.

Mientras Stanley estaba explorando el Congo en nombre de Leopoldo II de Bélgica, el oficial de la marina francesa Pierre de Brazza viajó hacia la cuenca del Congo occidental y levantó la bandera francesa sobre la recién fundada Brazzaville en 1881, ocupando así la actual República del Congo. Portugal, que también reclamó el área debido a viejos tratados con el nativo Reino del Congo, hizo un tratado con el Reino Unido el 26 de febrero de 1884 para cortar el acceso al Atlántico de la Sociedad del Congo.

Para 1890 el Estado Libre del Congo había consolidado el control de su territorio entre Leopoldville y Stanleyville y estaba considerando abarcar el sur del Río Lualaba en Stanleyville.Al mismo tiempo la Compañía Británica de Sudáfrica de Cecil Rhodes se estaba expandiendo hacia el norte desde el Río Limpopo, y la atención se centraba en la tierra donde sus expansiones se encontrarían, Katanga, sitio del Reino Yeke de Msiri. Además de ser el poder militar más fuerte del área, Msiri comercia grandes cantidades de cobre, marfil y esclavos, y rumores de oro llegaban a los oídos de los europeos. La disputa por Katanga fue un ejemplo perfecto del periodo. Rhodes y la Compañía Británica de Sudáfrica (BSAC) mandaron dos expediciones a Msiri en 1890 bajo el mando de Alfred Sharpe, quien fue desairado, y Joseph Thomson quien no logró llegar a Katanga. En 1891 Leopoldo mandó cuatro expediciones. La expedición Le Marinel sólo pudo conseguir una carta. La expedición Delcommune fue desairada. La bien armada expedición Stairs tenía órdenes de tomar Katanga con o sin el consentimiento de Msiri; él se negó, fue fusilado, y la expedición le cortó la cabeza y la clavaron en un poste como una "lección barbárica" a la gente. La expedición Bia culminó la labor de establecer una administración y una "presencia policiaca" en Katanga.

El medio millón de kilómetros cuadrados de Katanga entraron en la posesión de Leopoldo II y formó parte de su reino africano de más de 2,300,000 km², alrededor de 75 veces el tamaño de Bélgica. El Estado Libre del Congo impuso tal régimen de terror en la gente colonizada, incluyendo asesinatos masivos con millones de víctimas, y trabajo de esclavitud, que Bélgica, bajo la presión de la Asociación de Reforma de Congo, terminó el mandato de Leopoldo II y lo anexó en 1908 como una colonia de Bélgica, conocida como el Congo Belga.

El Canal de Suez

Ferdinand de Lesseps había obtenido concesiones de Isma'il Pasha, el líder de Egipto, entre los años de 1854 a 1856, para construir el Canal de Suez. Algunas fuentes estiman la fuerza de trabajo en 30,000 obreros,[5]​ pero otros estiman que hasta 120,000 trabajadores murieron durante los diez años de la construcción debido a la desnutrición, fatiga y diferentes enfermedades, especialmente cólera.[6]​ Poco después de haber sido terminado en 1869, Isma'il Pasha, el líder de Egipto, tomó prestadas grandes sumas de banqueros franceses e ingleses con grandes tasas de interés. Para 1875, estaba enfrentando dificultades financieras y fue obligado a vender su parte del Canal de Suez. Estas partes fueron repartidas por el Primer Ministro del Reino Unido, Benjamin Disraeli, quien buscó darle a su país control práctico en el manejo de esta vía marítima estratégica. Cuando Isma'il Pasha se negó a reconocer la deuda externa de Egipto en 1879, Francia y el Reino Unido asumieron control financiero conjunto sobre el país, forzando al mandatario egipcio a abdicar. Las clases gobernantes egipcias aceptaron con agrado la intervención extranjera. La Revuelta de Urabi se desató contra el Jedive y la influencia europea en 1882, un año después de la Revuelta Mahdista. Muhammad Ahmad, quien se había autoproclamado el Mahdi, redentor del Islam, en 1881, lideró la rebelión y fue derrotado sólo por Horatio Kitchener en 1898. El Reino Unido luego asumió la administración del país.

La Conferencia de Berlín

La ocupación de Egipto y la adquisición del Congo fueron los primeros acontecimientos importantes de lo que se convertiría en una precipitada disputa por el territorio africano. En 1884, Otto von Bismarck convocó a la Conferencia de Berlín para discutir el problema de África. Los diplomáticos se enmascararon con una fachada humanitaria condenando el tráfico de esclavos, prohibiendo la venta de bebidas alcohólicas y armas de fuego en ciertas regiones, y expresando su preocupación por las actividades misioneras. Más importante, los diplomáticos en Berlín establecieron las reglas de competencia por las que las grandes potencias debían guiarse en su búsqueda de colonias. También acordaron que el área a lo largo del Río Congo sería administrada por Leopoldo II de Bélgica como un área neutral, conocida como el Estado Libre del Congo, en la cual el comercio y la navegación serían libres. Ninguna nación reclamaría ningún territorio africano sin notificar sus intenciones a los demás países involucrados. Ningún territorio podría ser formalmente reclamado antes de ser eficazmente ocupado. No obstante, los competidores ignoraron las reglas cuando les era conveniente y en varias ocasiones la guerra era evitada por muy poco.

Ocupación británica de Egipto y Sudáfrica

Niños y mujeres bóer en un campo de concentración durante la Segunda Guerra de los Bóer (1899-1902).

Las ocupaciones de Egipto y la Colonia del Cabo por parte del Reino Unido contribuyeron a la preocupación de asegurar el nacimiento del Río Nilo. Egipto fue ocupado por las fuerzas británicas en 1882 (aunque no fue declarado formalmente un protectorado hasta 1914, y nunca fue propiamente una colonia); Sudán, Nigeria, Kenia y Uganda fueron subyugados en la década de 1890 y principios de la década de 1900; y en el sur, la Colonia del Cabo (adquirida en 1795) proveyó la base para la subyugación de los Estados africanos vecinos y los pobladores holandeses que habían abandonado el Cabo para evitar a los británicos y más tarde fundarían sus propias repúblicas. En 1877, Theophilus Shepstone anexó la República de Sudáfrica (o Transvaal — independiente de 1857 a 1877) a los dominios británicos. El Reino Unido consolidó su poder sobre la mayoría de las colonias de Sudáfrica en 1879 después de la Guerra Anglo-Zulú. Los Bóers protestaron y en diciembre de 1880 se sublevaron, lo que llevó a la Primera Guerra de los Bóer (1880-1881). El primer ministro inglés William Gladstone firmó un tratado de paz el 23 de marzo de 1881, otorgándoles un gobierno libre a los Boers en Transvaal. La Segunda Guerra de los Bóer se desarrolló entre 1899 y 1902; las repúblicas independientes de los Bóer del Estado Libre de Orange y la República de Sudáfrica (Transvaal) fueron derrotadas esta vez y absorbidas por el Imperio Británico.

Incidente de Fachoda

El proyecto del ferrocarril de El Cairo a Ciudad del Cabo de Cecil Rhodes. Fundador de la Compañía Minera De Beers, una de las primeras compañías de diamantes, Rhodes era además el dueño de la Compañía Británica de Sudáfrica, que forjó a Rhodesia por sí sola. El quería "pintar el mapa de rojo (británico)", y declaró: "todas estas estrellas... estos vastos mundos que se mantienen fuera del alcance. Si pudiera, anexaría otros planetas".[7]


El Incidente de Fachoda de 1898 fue uno de conflictos cruciales en el camino para que Europa consolidara sus posesiones en el continente africano. Llevó al Reino Unido y a Francia al borde de la guerra pero culminó en una gran victoria estratégica para el Reino Unido, y dispuso las bases para el Entente Cordiale de 1904 entre las dos naciones rivales. El conflicto provino de algunas batallas sobre el control de ciertas secciones del Nilo, lo que causó que el Reino Unido se expandiera hacia Sudán.

El avance francés hacia el interior de África fue principalmente desde África occidental (hoy en día Senegal) hacia el este, a través del Sahel a lo largo del borde sur del Sahara, un territorio que hoy en día cubren Senegal, Malí, Níger y Chad. Su principal objetivo era tener una unión ininterrumpida entre el Río Níger y el Nilo, controlando de esta forma todo el comercio de la región de Sahel, en virtud de su existente control sobre las rutas de caravanas que atravesaban el Sahara. Los británicos, por otra parte, querían enlazar sus posesiones en el África austral (actuales Sudáfrica, Botswana, Zimbabwe, Lesotho, Swazilandia y Zambia) con sus territorios en el África oriental (actual Kenia) y estas dos áreas con el nacimiento del Nilo. Sudán (que en esos días incluía a la actual Uganda) era obviamente la clave para la realización de estas ambiciones, especialmente desde que Egipto estuvo bajo el control británico. Esta "línea roja" a través de África fue hecha más famosa por Cecil Rhodes. Junto con Lord Milner (el ministro colonial británico en Sudáfrica), Rhodes abogó tal imperio de "Cabo a Cairo" uniendo con vías férreas el Canal de Suez con la parte rica en minerales del sur del continente. Aunque obstaculizado por la ocupación alemana de Tanganyika hasta el final de la Primera Guerra Mundial, Rhodes ejerció presión exitosamente en nombre de tan extenso imperio africano.

Si se dibuja una línea desde Ciudad del Cabo hasta El Cairo (el sueño de Rhodes), y una de Dakar hasta el Cuerno de África (lo que es Etiopía, Eritrea, Djibouti y Somalia actualmente), (la ambición francesa), estas dos líneas se interceptarían en alguna parte del este de Sudán cerca de Fachoda, explicando su importancia estratégica. En resumen, el Reino Unido había buscado extender su imperio de África oriental continuamente de El Cairo al Cabo de Buena Esperanza, mientras Francia buscaba extender sus propias posesiones de Dakar hasta Sudán, lo que le permitiría a su imperio abarcar el continente desde el Océano Atlántico hasta el Mar Rojo.

Un ejército bajo el mando de Jean-Baptiste Marchand llegó primero al fuerte estratégicamente localizado en Fachoda, seguidos muy de cerca por el batallón británico comandado por Lord Kitchener, comandante en jefe de la Armada Británica desde 1892. Los franceses se retiraron después de un empate, y continuaron presionando los reclamos en otros puestos de la región. En marzo de 1899 los franceses y los británicos acordaron que los nacimientos de los ríos Nilo y Congo marcaran la frontera entre sus dominios.

Crisis marroquíes

A pesar de que la Conferencia de Berlín había establecido las normas para el reparto de África, no había ablandado a los imperios rivales. El Incidente de Fachoda de 1898, que había puesto a Francia y al Reino Unido al borde de una guerra, finalmente condujo a la firma del Entente Cordiale en 1904, que revirtió la influencia de varias potencias europeas. Como resultado, el nuevo poder alemán decidió poner a prueba la solidez de su influencia, usando el territorio de Marruecos como campo de batalla.

Jules Ferry, Republicano francés que, como Primer Ministro, dirigió las negociaciones que condujeron al establecimiento de un protectorado en Túnez (1881); preparó el tratado para la ocupación de Madagascar el 17 de diciembre de 1885; dirigió la exploración de las regiones del Congo y Níger; y organizó la conquista de Indochina. Renunció después del Incidente de Tonkin en 1885.

Así, el 31 de marzo de 1905 el Káiser Guillermo II de Alemania visitó Tánger, en el norte de Marruecos, y dio un discurso en favor de la independencia de ese país, retando la influencia francesa en Marruecos. La influencia gala en Marruecos había sido reafirmada por el Reino Unido y España en 1904. El discurso del Káiser reforzó el nacionalismo francés y con apoyo británico el ministro extranjero francés, Théophile Delcassé, tomó una actitud desafiante. La crisis alcanzó su auge a mediados de junio de 1905, cuando Delcassé fue forzado a salir del ministerio por Maurice Rouvier. Pero para julio de ese año Alemania estaba siendo apartada y los franceses accedieron a formar una conferencia para resolver la crisis. Antes de celebrar la conferencia, sin embargo, Alemania siguió movilizando reservas de su armada en por diciembre y Francia moviendo tropas en las fronteras durante enero de 1906.

La Conferencia de Algeciras de 1906 fue llamada para acabar con la disputa. De las trece naciones presentes, los representantes alemanes sólo fueron apoyados por Austria-Hungría. Francia recibió el apoyo del Reino Unido, Rusia, Italia, España y los Estados Unidos de América. Los alemanes aceptaron eventualmente un acuerdo, firmado el 31 de mayo de 1906, donde Francia cedía ciertos cambios domésticos en Marruecos pero retenía el control de las áreas clave.

Sin embargo, cinco años después, la Segunda Crisis Marroquí (o Crisis de Agadir) fue iniciada por el despliegue del cañonero alemán Panther en el puerto de Agadir el 1 de julio de 1911. Alemania estaba comenzando a intentar sobrepasar la supremacía naval del Reino Unido — la marina británica tenía la norma de permanecer de mayor tamaño que las dos siguientes flotas navales en el mundo combinadas. Cuando los británicos oyeron de la llegada del Panther a Marruecos, erróneamente creyeron que los alemanes querían convertir a Agadir en una base naval en el Atlántico.

El propósito del movimiento alemán era reforzar los reclamos para la compensación para aceptar el control francés del Reino de África del Norte, donde la supremacía de Francia había sido mantenida en la Conferencia de Algeciras. En noviembre de 1911 fue firmada una convención bajo la cual Alemania aceptaba la posición de Francia en Marruecos a cambio de territorios en la colonia del Congo Medio (hoy la República del Congo), localizada en el África Ecuatorial Francesa.

Subsecuentemente, Francia estableció un protectorado pleno sobre Marruecos (30 de marzo de 1912), terminando lo que quedaba de la independencia formal del país. Además, el apoyo británico para Francia durante las dos crisis marroquís reforzó la Entente entre ambos países y, sumado al distanciamiento anglo-germano, profundizó las divisiones que culminarían en la Primera Guerra Mundial.

Encuentro colonial

Consciencia y exhibiciones coloniales

El "lobby colonial"

En sus etapas iniciales el imperialismo era básicamente la acción de exploradores individuales y algunos mercaderes aventureros. Varios líderes políticos importantes como Gladstone se oponían a la colonización en sus primeros años. No obstante, durante su segundo mandato de 1880 a 1885 no pudo resistir el lobby colonial, y por ello no ejecutó su promesa electoral de retirarse de Egipto. Aunque Gladstone se oponía personalmente al imperialismo, las tensiones sociales causadas por la Gran Depresión lo hicieron cambiar a favor del jingoísmo: los imperialistas se habían convertido los "parásitos del patriotismo".[8]​ En Francia el político entonces Radical Georges Clemenceau también se oponía al imperialismo: pensaba que la colonización era un desvío de la "línea azul de los Montes Vosgos", que era el revanchismo y la urgencia patriótica de reclamar la región de Alsacia-Lorena que había sido anexada por el Tratado de Frankfurt de 1871. Clemenceau de hecho hizo caer al gabinete de Jules Ferry después del desastre de Tonkin de 1885. De acuerdo con el clásico de Hannah Arendt Los orígenes del totalitarismo (1951), esta ilimitada expansión de la soberanía nacional en territorios extranjeros contradecía la unidad de la nación-estado que le proveía la ciudadanía a su población. Así, una tensión entre la necesidad universal de respetar los derechos humanos de la gente colonizada, ya que debían ser considerados "ciudadanos" de la nación-estado, y los impulsos imperialistas para la desmedida explotación de las poblaciones consideradas inferiores empezó a surgir. Algunas voces en las metrópolis se opusieron a lo que consideraban como crueldad innecesaria de la administración colonial, descrita en la obra de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas (1899) — contemporáneo de La caraga del hombre blanco de Rudyard Kipling — o en Viaje al fin de la noche de Louis-Ferdinand Céline (1932).

De esta manera, los lobbies fueron erigidos progresivamente para legitimar el reparto de África y otras aventuras expansivas en el extranjero. En Alemania, en Francia y en el Reino Unido, la burguesía empezó a demandar fuertes normas políticas exteriores para asegurar el crecimiento del mercado. En 1916, Lenin publicaría su famoso Imperialismo, fase superior del Capitalismo para explicar este fenómeno. Aún en pontencias menores, personas como Corradini empezaron a reclamar un "lugar en el sol" para las presuntas "naciones proletarias", reforzando el nacionalismo y el militarismo en un prototipo anticipado del fascismo.

Propaganda colonial y jingoísmo

Sin embargo, para el final de la Primera Guerra Mundial los imperios colonizadores se habían vuelto muy populares casi en todas partes: la opinión pública había sido convencida de las necesidades de un imperio colonial, aunque muchos de los metropolitanos nunca lo verían. Las exhibiciones coloniales habían sido instrumentales en este cambio de mentalidades populares provocado por la propaganda colonial, mantenida por el lobby colonial y por varios científicos. Así, la conquista de territorios fue inevitablemente seguida por exhibiciones públicas de los indígenas por motivos científicas y de ocio. Karl Hagenbeck, un comerciante alemán de animales salvajes y futuro empresario de muchos zoológicos de Europa, decidió de esta manera exhibir en 1874 a gente de Samoa y Saamis como poblaciones "puramente naturales". En 1876, mandó a uno de sus colaboradores al recientemente conquistado Sudán Egipcio para que consiguiera algunas bestias salvajes y Nubas. Presentados en París, Londres y Berlín, estos Nubas fueron un éxito. Tales "zoológicos humanos" podían encontrarse en Hamburgo, Amberes, Barcelona, Londres, Milán, Nueva York, Varsovia, etc., y entre 200,000 y 300,000 visitantes asistiendo a cada exhibición. Los Tuaregs fueron exhibidos después de la conquista francesa de Timbuctú (descubierto por René Caillé, disfrazado como musulmán, en 1828, que de esta forma ganó el premio ofrecido por la Société de Géographie francesa); los malgache después de la ocupación de Madagascar; las mujeres amazonas de Abomey después de la derrota mediática de Behanzin contra los franceses en 1894... No acostumbrados a las condiciones climáticas, algunos de los indígenas exhibidos murieron, como unos Galibis en París en 1892.[9]

Pigmeos junto al Prof. K. G. Murphy. Algunos pigmeos eran exhibidos en zoológicos humanos, como Ota Benga en el Zoológico de Bronx, en Nueva York.

Geoffroy de Saint-Hilaire, director del Jardín Parisino de Aclimatación, decidió en 1877 organizar dos "exhibiciones etnológicas", presentando Nubas e Inuit. El público de Jardín Parisino se duplicó, con un millón de entradas pagadas en ese año, un gran logro para esos tiempos. Entre 1877 y 1912, aproximadamente treinta "exhibiciones etnológicas" fueron presentadas en el Jardin zoologique d'acclimatation.[10]​Las "villas de negros" serían presentadas en la Feria Mundial de París de 1878 y 1879; la Feria Mundial de 1900 presentó el famoso diorama "viviendo" en Madagascar, mientras que las Exhibiciones Coloniales en Marsella (1906 y 1922) y en París (1907 y 1931) presentarían también seres humanos en jaulas, frecuentemente desnudo o semidesnudos.[11]​ Las "villas senegalesas" nomádas también fueron creadas, mostrando así el poder del imperio colonial a toda la población.

En los Estados Unidos, Madison Grant, director de la Sociedad Zoológica de Nueva York, expuso al pigmeo Ota Benga en el Zoológico de Bronx junto con simios y otros animales en 1906. A instancias de Grant, un prominente científico racista (llamado así por ser seguidor de las teorías antropológicas del siglo XIX) y eugenecista, el director Hornaday, puso a Ota Benga en una jaula con un orangután y lo marcó como el "Eslabón Perdido" en un intento de demostrar el darwinismo, y en particular de que africanos como Ota Benga eran más cercanos a los monos que los europeos.

Tales exhibiciones coloniales, que incluyen la Exhibición del Imperio Británico de 1924 y la exitosa Exposición colonial de París de 1931, fueron indudablemente un elemento clave del proyecto de colonización y legitimaron la despiadada Disputa por África, del mismo modo que la popular tira cómica Las aventuras de Tintín, llena de clichés, fueron obviamente portadores de una ideología etnocéntrica y racista que fue la condición de consentimiento de las masas para el fenómeno imperialista. El trabajo de Hergé alcanzó la cima con historias como Tintín en el Congo (1930-1931) o La oreja rota (1935).

Mientras las tiras cómicas jugaban el mismo papel que los westerns para legitimar las Guerras Indias en Estados Unidos, las exhibiciones coloniales eran tanto populares como científicas, siendo una interfaz entre las masas y la investigación científica seria. Así, antropólogos como Madison Grant o Alexis Carrel formaron su racismo pseudo-científico,inspirados por Un ensayo sobre la inequidad de las Razas Humanas de Joseph Arthur de Gobineau (1853-1855). Los zoológicos humanos proveían laboratorios para estas hipótesis raciales y además una demostración de validez: al etiquetar a Ota Benga como el "eslabón perdido" entre los simios y los europeos, el Darwinismo social y la pseudo-jerarquía de las razas fueron simultáneamente "probados", y el lego podía observar esta "verdad científica".

La antropología, la hija de la colonización, participó en este presunto racismo científico basado en el Darwinismo social respaldando, junto con el positivismo social y el cientifismo, los reclamos de superioridad de las civilizaciones occidentales sobre las "culturas primitivas". Sin embargo, el descubrimiento de culturas antiguas llevaría dialécticamente a la antropología a criticarse a sí misma y a revalidar la importancia de las culturas extranjeras. Así, la Expedición Punitiva de 1897 comandada por el Almirante británico Harry Rawson capturó, incendió y saqueó la ciudad de Benín, incidentalmente llevando a su fin al altamente sofisticado Reino de Benín del África occidental. No obstante, el saqueo de Benín introdujo los famosos Bronces de Benín y otras obras de arte al mercado europeo de arte, ya que el Almirantazgo Británico subastó el patrimonio confiscado para costear los gastos de la expedición. La mayoría de los Bronces de Benín fueron adquiridos por compradores alemanes, aunque un grupo numeroso permanece en el Museo Británico. Los Bronces de Benín marcaron el inicio de la larga revaloración del valor de la cultura del África occidental, que tuvo fuertes influencias en la formación del modernismo.

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Algunos Herero sobrevivientes, después de su escape por el Desierto de Omaheke.

Muchos estudios contemporáneos se han enfocado en la construcción del discurso racista en el siglo XIX y su propaganda como una condición previa del proyecto de colonización y del reparto de África, hecha totalmente sin el concernimiento de la población local, como ejemplificó Stanley: "los salvajes sólo respetan la fuerza, el poder, la audacia y la decisión." La antropología, que estaba relacionada con la criminología, prosperó en estas exploraciones, al tener a la geografía ante ella y la etnología — que, junto con los estudios de Claude Lévi-Strauss, teorizaría la ilusión etnocéntrica — lo hizo también poco después. Según varios historiadores, la formación de este discurso racista y sus prácticas también serían una condición previa del "racismo de estado" (Michel Foucault) como fue encarnado por el Holocausto. La invención de los campos de concentración durante la Segunda Guerra de los Bóer también sería una innovación usada por el Tecer Reich.

La exterminación de los Namaqua y los Herero

En 1985, el Informe de la ONU reconoció el intento de Alemania de exterminar los pueblos Herero y Namaqua del suroeste de África como uno de los primeros intentos de genocidio en el siglo XX. En total, unos 65.000 Herero (el 80% de la población total de Hereros) y 10.000 Namaqua (50% de la población total de Namaquas) fueron asesinados entre 1904 y 1907. Una característica de este genocidio fue la muerte por inanición y el envenenamiento de pozos de las poblaciones Herero y Namaqua que estaban atrapadas en el Desierto del Namib.

Una caricatura del siglo XIX de Saartje Baartman, una mujer Khoi-san que era exhibida desnuda en una jaula como una atracción complementaria en Inglaterra, ante la indignación de la Asociación Africana. Después de su muerte, sus genitales fueron diseccionados y moldeados en cera. Nelson Mandela solicitó formalmente a Francia el regreso de sus restos, que habían sido guardados en el Musée de l'Homme de París hasta 1974.

Conclusiones

Durante el periodo neoimperialista, por el fin del siglo, Europa adquirió casi 23 millones de km² (9 millones de millas cuadradas) - un quinto de la superficie terrestre total - en posesiones coloniales. Las posesiones formales de Europa ahora incluían el continente africano entero excepto Etiopía, Liberia y Saguia el Hamra, lo que después integraría el Sahara español. Entre 1885 y 1914 el Reino Unido tomó cerca del 30% de la población de África bajo su control, 15% fue de Francia, 9% de Alemania, 7% de Bélgica y sólo 1% para Italia. Tan sólo Nigeria aportó 15 millones de individuos, más que en toda el África Occidental Francesa or el Imperio Colonial Alemán entero. Fue paradójico que el Reino Unido, el incondicional defensor del libre comercio, emergió en 1914 no sólo con el imperio de ultramar más extenso gracias a su prolongada prescencia en la India, sino también con las mayores ganancias en el reparto de África, reflejando su ventajosa posición en su principio. En término de superficie ocupada, los franceses fueron los marginales vencedores pero mucho de su territorio consistía del escasamente poblado Sahara.

El imperialismo político siguió a la expansión económica, con los "lobbies coloniales" apoyando al chovinismo y al jingoísmo en cada crisis a fin de legitimar la empresa colonial. Las tensiones entre las potencias imperiales llevaron a una sucesión de crisis, que finalmente explotaron en agosto de 1914, cuando las rivalidades previas y las alianzas crearon un efecto dominó que llevó a las más importantes naciones europeas a la guerra. Austria-Hungría atacó Serbia para vengar el asesinato del príncipe austriaco Francisco Fernando por parte de agentes serbios, Rusia se movilizaría para asistir a sus hermanos eslavos en Serbia, Alemania intervendría para ayudar a Austria-Hungría contra Rusia. Ya que Rusia tenía una alianza militar con Francia contra Alemania, la Plantilla General Alemana, comandada por el General von Moltke decidió realizar el bien preparado Plan Schlieffen para invadir Francia y rápidamente sacarlos de la guerra antes de enfrentarse a Rusia en lo que se esperaba que fuera una larga campaña. Esto requirió una invasión de Bélgica lo que trajo al Reino Unido a la guerra contra Alemania, Austria-Hungría y sus aliados. Las campañas U-Boot de Alemania contra los barcos hizo que el Reino Unido eventualmente arrastrara a los Estados Unidos a lo que se había convertido en la Primera Guerra Mundial. Además, usando la Alianza Anglo-Japonesa como excusa, Japón aprovechó esta oportunidad de conquistar los intereses alemanes en China y el Pacífico para convertirse en la potencia dominante en el Pacífico Oeste, estableciendo el entorno para la Segunda Guerra Sino-japonesa (que comenzó en 1937), y eventualmente para la Segunda Guerra Mundial.

Colonias africanas listadas por su potencia colonizadora

Mapa donde se muestra el reparto de África por las potencias europeas (1913).     Alemania     Bélgica     España     Francia     Italia     Portugal     Reino Unido     Estados independientes

Alemania

Camerún Alemán (ahora Camerún).
África Oriental Alemana (ahora Burundi, Rwanda y Tanzania).
África del Sudoeste Alemana (ahora Namibia).
Togolandia (ahora Togo y parte de Ghana).

Bélgica

Estado Libre del Congo y Congo Belga (ahora República Democrática del Congo)

España

Sahara Español (ahora Sáhara Occidental)
Río de Oro
Saguia el Hamra
Marruecos Español
Franja de Tarfaya
Ifni y Gran Ifni
Tetuán
Fez
Guinea Española (ahora Guinea Ecuatorial)
Río Muni
Fernando Poo

Francia

Argelia
Túnez
Marruecos
África Occidental Francesa
Mauritania
Senegal
Sudán Francés (ahora Malí)
Guinea
Camerún
Costa de Marfil
Níger
Alto Volta (ahora Burkina Faso)
Dahomey (ahora Benín)
África Ecuatorial Francesa
Gabón
Congo Medio (ahora la República del Congo)
Ubangui-Chari (ahora la República Centroafricana)
Chad
Somalilandia Francesa (ahora Yibuti)
Madagascar
Comoras

Italia

África del Norte Italiana (ahora Libia)
Eritrea
Somalilandia Italiana (ahora Somalia)

Portugal

Angola
Cabinda Portuguesa
África Oriental Portuguesa (ahora Mozambique)
Guinea Portuguesa (ahora Guinea-Bissau)
Islas de Cabo Verde
Santo Tomé y Príncipe

Reino Unido

Los británicos estaban principalmente interesados en mantener líneas de comunicación seguras con la India, que los llevaron a interesarse por Egipto y Sudáfrica. Una vez que estas dos áreas estaban seguras, fue el intento de colonizadores británicos como Cecil Rhodes de establecer el ferrocarril de Cabo-Cairo.

Egipto
Sudán Anglo-Egipcio (ahora Sudán)
África Oriental Británica
Kenia
Uganda
Somalilandia Británica
Rhodesia del Sur (ahora Zimbabwe)
Rhodesia del Norte (ahora Zambia)
Bechuanalandia (ahora Botswana)
Estado Libre de Orange
Unión Sudafricana
Gambia
Sierra Leona
Nigeria
Costa de Oro Británica (ahora Ghana)
Nyasalandia (ahora Malawi)

Estados independientes

Liberia, fundada por la Sociedad Americana de Colonización de los Estados Unidos en 1821. Declaró su independencia en 1847.
Etiopía (Abisinia), sus fronteras fueron trazadas de nuevo con la Eritrea Italiana y Somalilandia Francesa, brevemente ocupada por Italia de 1936 a 1941 durante la Crisis de Abisinia de la Segunda Guerra Mundial.

Referencias

  1. a b Kevin Shillington, Historia de África: Segunda Edición, (Nueva York: Macmillian Publishers Limited, 2005), 301.
  2. Alfred von Tirpitz, Erinnerungen (1919), citado por Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo, sección de Imperialismo, capítulo I, parte 3.
  3. Imperialismo colonial alemán: un fenómeno a corto y largo plazo (PDF) por Bernard Poloni, en "Imperialismo, hegemonía, liderazgo", 26 de marzo de 2004 Conferencia en la Universidad de París.
  4. Enrico Corradini, Reporte del Primer Congreso Nacionalista: Florencia, 3 de diciembre de 1919.
  5. L'Aventure Humaine: Le canal de Suez, Article de l'historien Uwe Oster.
  6. BBC Página web de noticias: La Crisis de Suez — Mapas clave.
  7. Sarah Gertrude Millin, Rhodes, Londres, 1933, p.138.
  8. John A. Hobson, Imperialismo, 1902, p.61 (citado por Arendt).
  9. De zoológicos humanos a apoteosis coloniales: la era de exhibir el Otro, por Pascal Blanchard, Nicolas Bancel y Sandrine Lemaire.
  10. "Estos zoológicos humanos the la República Colonial", Le Monde diplomatique, agosto de 2000.
  11. Febrero de 2003, El fin de una era.

Véase también

Enlaces externos