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Juan José Arévalo

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Juan José Arévalo Bermejo
Archivo:JuanArévaloBermejo.jpg
Presidente Arévalo


24.º Presidente de la República de Guatemala
15 de marzo de 1945-15 de marzo de 1951
Vicepresidente Mario Monteforte Toledo
Predecesor Federico Ponce Vaides
Sucesor Jacobo Arbenz Guzmán

Información personal
Apodo «Che Arévalo»[Nota 1]
«Chilacayotón»[Nota 2]
Nacimiento 10 de septiembre de 1904 Ver y modificar los datos en Wikidata
Taxisco (Guatemala) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 8 de octubre de 1990 Ver y modificar los datos en Wikidata (86 años)
Ciudad de Guatemala (Guatemala) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Guatemalteca
Religión Católicismo
Familia
Padres Mariano Arévalo Bonilla y Elena Bermejo de Paz
Cónyuge Elisa Martínez Contreras
Margarita de León[1]
Hijos
Educación
Educado en Universidad de La Plata (Argentina).
Información profesional
Ocupación maestro, filósofo, político, escritor
Partido político Frente Popular Libertador
Renovación Nacional
Firma

Juan José Arévalo Bermejo (Taxisco, 10 de septiembre de 1904 - Guatemala, 7 de octubre de 1990),[2]​ fue un educador y político guatemalteco. Hijo de Mariano Arévalo Bonilla y Elena Bermejo de Paz, estudió en la Universidad de Tucumán en Argentina tras obtener una beca de parte del gobierno del general Lázaro Chacón. En 1944, fue electo presidente de Guatemala de 1945 a 1951 tras la Revolución de 1944, siendo el primer presidente popularmente electo en ese país centroamericano; luego, durante el gobierno del coronel Jacobo Arbenz Guzman fue embajador itinerante de Guatemala. Se definió a sí mismo como un socialista espiritual, que impulsó numerosas reformas para integrar a las clases más pobres de la sociedad guatemalteca, basado en el New Deal del presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt; sin embargo, por ser estas reformas totalmente nuevas para Guatemala, la derecha de su país lo tildó de comunista. Fue también un prolífico escritor, cuyas obras versan sobre temas de pedagogía e historia de Guatemala.

Biografía

Arévalo Bermejo durante su adolescencia en una foto familiar.

Compañero de estudios de Luis Martínez Mont desde los diecisiete años, con quien fueron discípulos del profesor Miguel Morazán en la Escuela Normal Central para Varones.[3]​ Martínez Mont y Arévalo fueron desde entonces entrañables amigos; estudiaron juntos magisterio y para 1923 ya eran profesores ejemplares en la Escuela Normal Central para Varones. También se embarcaron en la creación de una revista literaria, que llamaron Alba y aunque sólo tuvo cuatro números, publicó textos de los reconocidos escritores guatemaltecos Rafael Arévalo Martínez, Flavio Herrera y Carlos Wyld Ospina.[4]​ En 1927, como parte de su proyecto educativo, el gobierno del general Lázaro Chacón había convocado a un concurso para docentes, donde los mejores serían premiados con becas para estudiar pedagogía en el extranjero; ambos ganaron: Martínez Mont partió hacia Suiza y Arévalo hacia Argentina.[5]

El año 1932 fue difícil para Arévalo: el gobierno del general Jorge Ubico había decidido recortarles la pensión que les enviaba mensualmente y que les servía para dedicarse a estudiar de lleno. En un principio recibían Q175 mensuales pero ahora se les entregarían solo Q116; esta reducción obedeció a los cambios en educación que hizo el general Ubico, quien no prosiguió el proyecto de restructuración que habían iniciado los generales José María Orellana y Lázaro Chacón.[5]

Retorno a Guatemala y gobierno de Jorge Ubico

La situación en Guatemala se complicaba para los intelectuales ya que sus proyectos morían antes de nacer; en secreto, Luis Martínez Mont, Arévalo y dos amigos más prometieron marcharse y «servir a Guatemala desde fuera, pero servirla limpios de culpa, pues el país era cada día más una cárcel. Los cementerios crecían a velocidad inusitada, el magisterio estaba intimidado «».[6]​ Pero salir no era sencillo en esa época y había que armar un plan. Por esos días a Martínez Montt lo invitaron a un viaje a Washington como parte de una delegación oficial, y concluyeron que era una oportunidad única para marcharse; el mismo Martínez pensó que desde Estados Unidos sería sencillo volar a Suiza y retomar sus contactos. Arévalo también ideó un plan: enviarle un telegrama a Ubico para informarle que iría a visitar a unos amigos a Argentina y que estaría fuera solamente unos días. Ambos prometieron escribirse algún texto cifrado para confirmar que era seguro partir; el primero en hacerlo fue Martínez Mont, quien redactó desde Washington: «Johnny Walker. Todo va bien. No dejes pasar el mes de septiembre sin demostrar que tienes grande la quijada. Salú che». Arévalo entendió el mensaje como una invitación a marcharse; pero cuando apenas estaba llegando a Buenos Aires se enteró de que Martínez no voló a Suiza sino que retornó a Guatemala, a integrarse en el gabinete de Ubico y unos meses después le habían nombrado director de la Escuela Normal Central para Varones. «Aquella enigmática carta desde Washington insinuándome que aprovechara el mes de septiembre para abandonar el país, aparecía ahora con los visos de un empujón a fin de que yo dejara el campo vacío», escribió Arévalo, «no me lo expliqué nunca».[5]

«¡Viva, Arévalo!»

El Teatro Lux en la sexta avenida de la zona 1. Aquí ocurrió el episodio donde el pueblo ovacionó a Arévalo durante la exposición del plan de trabajo del candidato presidencial Adrián Recinos en 1944.

Para la inmensa mayoría de los participantes en las luchas contra la dictadura de Ubico, y para el resto del pueblo guatemalteco, el Dr. Arévalo era prácticamente un desconocido. Pero un proceso interno de los grupos involucrados en la Revolución de Octubre lo llevó a la presidencia. He aquí los hechos: como resultado de las jornadas de junio de 1944 que llevaron a la renuncia del general Jorge Ubico, se formaron dos partidos revolucionarios:

  1. El «Frente Popular Libertador» (FPL) que era el «partido estudiantil»[Nota 4]​ formado y dirigido por los jóvenes que desde las asociaciones estudiantiles resucitaron la Asociación de Estudiantes Universitarios[Nota 5]​ Entre sus principales dirigentes, todos estudiantes de la Universidad Nacional, figuraron los hermanos Mario y Julio César Méndez Montenegro, Manuel Galich, José Manuel Fortuny, y muchos más, junto con algunos profesionales jóvenes como Augusto Charnaud y Alfonso Bauer Paiz. Este partido creció enormemente en todo el país, pues muchos de los líderes estudiantiles eran de provincia y tenían liderazgo y prestigio en sus pueblos de origen.[Nota 6][7]
  2. El otro partido se llamó «Renovación Nacional» y estaba formado principalmente por maestros y profesionales más maduros, como Juan José Orozco Posadas, quien se dice que fue el que mencionó al Dr. Arévalo como el indicado para candidato presidencial. Este grupo no tuvo nunca el empuje político ni el arraigo popular que alcanzó el FPL, pero estaba formado por los amigos más cercanos a Arévalo y él los utilizó para hacer contrapeso al FPL y después al «Partido de Acción Revolucionaria» (PAR)[Nota 7][7]

La falta de una «figura nacional» entre los estudiantes universitarios que formaban el «Frente Popular Libertador» y la necesidad de encontrar un personaje que no estuviera comprometido con uno u otro partido[Nota 8]​ hizo entonces que se buscar a un hombre sin pasado oscuro, sin nexos con la dictadura, y con una sólida formación académica: se decidió por el Dr. Arévalo Bermejo. Además, Arévalo era un distinguido maestro egresado de la Escuela Normal para Varones, y los maestros lo conocían, además de que ellos fueron otro grupo que tuvo un papel fundamental en la lucha contra el general Ubico Castañeda y de que en el interior del país tenían un liderazgo natural y un prestigio enorme. Con estos factores, la candidatura de Arévalo fue acogida de tal manera que se conviertió en un huracán. Habían surgido otros movimientos políticos, como el «Partido Social Democrático», integrado por abogados en su mayoría conservadores y liderados por un militar distanciado del general Ubico, el coronel Guillermo Flores Avendaño. El otro grupo era la «Unión Cívica», encabezada por Jorge Toriello Garrido.[7]

A tal grado llegó la popularidad del candidato del FPL y de RN, que el grito de guerra de sus partidarios era simplemente «¡Viva, Arévalo!», el cual se pronunciaba en viva voz en los mítines, e incluso en los mítines de los oponentes: por ejemplo, cuando el licenciado Adrián Recinos, otro de los candidatos a la presidencia, llevó a cabo la presentación de su plan de gobierno:[Nota 9]​ justo en el momento en que se abrió el telón se escuchó un débil grito de «¡Viva, Arévalo!», lo que bastó para que el público que abarrotaba el teatro estallara en una ovación para el Dr. Arévalo. La ovación fue de tal magnitud, que el licenciado Recinos y sus colaboradores tuvieron que retirarse sin poder exponer ninguno de sus puntos, y bajo una lluvia de improperios.[8]

Elecciones presidenciales de 1944

En las elecciones de 1944, considerada por los historiadores como las primeras elecciones transparentes en Guatemala, Arévalo obtuvo más del 85% de los votos emitidos y consiguió la Presidencia de la República el 15 de marzo de 1945.[9]

Gobierno

Así lucía el Palacio Nacional durante el gobierno del Dr. Arévalo.

Durante su gestión, conocida como el Primer Gobierno de la Revolución[Nota 10]​ se produjeron cambios sociales de gran importancia en la vida de los guatemaltecos. Desde 1901 y hasta la revolución de octubre, Guatemala había sido una clásica República bananera: con gobiernos tiránicos al servicio de la frutera norteamericana United Fruit Company. Su filosofía de un «Socialismo Espiritual» también conocida como «Arevalismo» fue contrario a esta estructura del país, y fue en parte el motor de la creación del Ministerio de Trabajo, el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), y la popular Colonia «El Maestro».[Nota 11]​ El Socialismo Espiritual de Arévalo se consideró una especie de «comunismo» debido a este rompimiento con la estructura política dependiente de una trasnacional norteamericana, por esta razón, y por el ambiente macartista imperante en los Estados Unidos durante los gobiernos de Harry Truman y del general Dwight Eisenhower, su gobierno tuvo dificultades internas y en el entorno internacional con los gobiernos de la época.

Advertencia

La polarización que existía (y todavía existe) entre la población guatemalteca en torno a las figuras de la Revolución de Octubre ha hecho que se difundan mitos diversos sobre los hechos que a continuación se describen; algunos personajes se han idealizado o demonizado dependiendo de quien es el que relata la historia. En esta sección se ha intentado presentar únicamente las versiones que poseen más veracidad y fundamento, y en algunas ocasiones, se presentan las versiones de las dos tendencias predominantes, liberales y marxistas, obtenidas de las obras del escritor neoliberal Carlos Sabino[Nota 12]​ y de los escritores e intelectuales izquierdistas guatemaltecos Luis Cardoza y Aragón[Nota 13]​ y Carlos Guzmán-Böckler.

Política interna

El 13 de mayo de 1947 se promulgó la ley de Emisión del Pensamiento en Guatemala, la cual no censuraba ni coaccionaba el libre pensamiento en el país.[10]​, y en 1949, la creación del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) y su posterior legalización significó profundizar en la ampliación del espectro político al incluir un partido comunista.

Poder judicial

Durante el gobierno de Arévalo se intentó cambiar las estructuras judiciales arcaicas, consolidadas por el mantenimiento de las viejas prácticas de manipulación, sumisión y formalismo.[Nota 14]​ La rápida incorporación de nuevos derechos, la aparición de un Parlamento legítimo y la dinámica revolucionaria generaron tensión en un sistema judicial, quizás dispuesto a acompañar el proceso pero que se encontraba atrapado en los vicios de su estructura colonial. La creación del Código de Trabajo fue un logro evidente, pero también mostró que el sistema judicial tenía problemas para ajustarse a la rapidez del cambio.[11]

Ejército

Entre las reformas que se pusieron en marcha desde la caída del gobierno de Ponce Vaides y que se trataron de consolidar con la Constitución de 1945, la reestructuración del Ejército tuvo gran trascendencia: la suspensión del generalato, decretada desde los primeros momentos del triunfo del movimiento revolucionario, simbolizó esta transformación, que se completó con una inquietud por modernizar, profesionalizar e institucionalizar el Ejército. Por primera vez en la historia del país una Constitución concedió todo un capítulo y 13 artículos al tema del Ejército, asentando un modelo que sería retomado en las Constituciones posteriores. La norma constitucional estableció una reorganización del Ejército que resultó compleja y no siempre operativa: buscaba confirmar la autonomía funcional que por primera vez se le confería. Creó el Consejo Superior de la Defensa Nacional, órgano de consulta y colegiado, constituido por 15 miembros, algunos por elección y dentro de los cuales no se incluía al presidente de la República, a pesar de considerársele comandante en jefe del Ejército.[11]

Los cargos superiores y operativos del Ejército eran:

  • Jefe del Estado Mayor del Ejército: designado por el Congreso de la República a propuesta del Consejo Superior de la Defensa Nacional
  • Ministro de la Defensa Nacional: Arbenz fungió como Ministro de la Defensa durante el gobierno de Arévalo. Fue el primer ministro de esta cartera, pues la misma anteriormente se llamaba «Ministerio de la Guerra».

Entre ambos líderes se generaron no pocas rivalidades durante los diez años de vigencia de la Constitución de 1945, como las que opusieron al mayor Francisco Javier Arana, jefe del Ejército y líder de la derecha hasta su asesinato en 1949, al coronel Jacobo Arbenz Guzmán, ministro de la Defensa en ese tiempo, y líder de la izquierda. Por otra parte, algunas interpretaciones han insistido en que fueron precisamente el status jurídico y la estructura organizativa que la Constitución de 1945 reconoció al Ejército los factores que determinaron que la oficialidad entrara de lleno en el juego político. En este sentido, las votaciones para integrar el Consejo Superior de la Defensa Nacional y el propio carácter de este órgano, impulsaban la discusión para la toma de decisiones sobre la política militar que debía adoptar el Ejército de Guatemala y lo convertían en un estamento deliberativo.[11]

Aun cuando la nueva regulación pudo haber contribuido al incremento del peso político del Ejército en el país, los cambios que se produjeron en la sociedad guatemalteca y en el contexto internacional durante aquellos años generaron entre muchos oficiales la sensación de su peso político frente a la debilidad del Estado y del resto de organizaciones partidistas y sociales.[11]

Economía


Material fílmico de la Guatemala de Arévalo se puede encontrar en estos videos de la Universidad de Pensilvania:

Secciones Descripción
Parte 1 Ciudad de Guatemala
Parte 2 Lago de Atitlán
Parte 3
00:00 Chichicastenango, El Quiché
11:45 Lago de Atitlán
Parte 4
00:00 El Quiché
01:00 Vistas aéreas de Guatemala
05:39 Ciudad de Guatemala
07:46 Marchantes[Nota 15]
09:01 Aeropuerto Internacional La Aurora
09:27 Vistas aéreas de Guatemala
11:03 Alta Verapaz
Parte 5
00:00 Alta Verapaz
10:00 Travesía Río Polochic-Lago de Izabal-Río Dulce
15:39 Livingston, Izabal
16:16 Puerto Barrios, Izabal[Nota 16]
Parte 6 IRCA: Viaje de Bananera a Palín
Parte 7 IRCA: Viaje Palín-Retalhuleu-Ciudad de Guatemala

Los precios del café, principal producto agrícola que exportaban los guatemaltecos, ya que el banano era negocio exclusivo de los norteamericanos, alcanzaron los precios que habían perdido en 1930. Y, aunque la beneficiada en primer término fue la élite cafetalera, hubo una derrama suficiente para abrir nuevos negocios o ampliar los ya existentes en los rangos sociales intermedios de la capital y de algunas cabeceras departamentales. Asimismo, durante el gobierno de Arévalo hubo considerable expansión de las clases medias urbanas y ladinas del país, a las que hasta el sindicalismo recién organizado favoreció, puesto que muchos de los nuevos dirigentes y diputados obreros salieron de sus distintas capas.[12]

Salud y Asistencia Social

Durante el gobierno de Arévalo fue Ministro de Salud Pública y Asistencia Social el Dr. Julio Bianchi;[13]​ en 2012 se descubrió que durante su gestión como ministro se practicaron entre 1946 y 1948 Experimentos sobre sífilis en Guatemala por miembros de universidades norteamericanas.[Nota 17]

Muerte del coronel Arana

Antecedentes

La muerte del Teniente Coronel Francisco Javier Arana es de crítica importancia en la historia de Guatemala, pues fue un evento pivotal en la historia de la revolución guatemalteca: su muerte no sólo abrió las puertas a la elección del coronel Jacobo Arbenz como presidente de la república en 1950[Nota 18]​sino que también provocó una aguda crisis en el gobierno del doctor Arévalo Bermejo, quien se vio enfrentado contra un ejército que había sido fiel al mayor Arana, y a grupos civiles que aprovecharon la ocasión para protestar fuertemente contra su gobierno.

En 1947 el Dr. Arévalo, en compañía de un amigo y dos bailarinas rusas que estaban de visita en Guatemala, tuvo un terrible accidente automovilístico en la carretera a Panajachel: cayó al barranco y quedó gravemente herido, mientras que todos sus acompañantes murieron.[14][15][16]​ Los dirigentes del PAR suscribieron un pacto con el teniente coronel Arana, en el que éste se comprometía a no intentar ningún golpe de estado contra el presidente convaleciente, a cambio de que los partidos revolucionarios apoyarían a Arana como su candidato oficial en las siguientes elecciones.[Nota 19]​ Sin embargo, la recuperación del robusto presidente fue casi milagrosa y pronto pudo hacerse cargo del gobierno nuevamente.[Nota 20][17]​ Arana había aceptado este pacto porque quería ser conocido como un «héroe demócrata» de la sublevación contra Ponce y creyó que el «Pacto del Barranco» garantizaría su posición cuando llegara el momento de las elecciones a presidente.

Arana era una persona muy influyente en el gobierno de Arévalo, y había logrado ser nominado como el siguiente candidato a la presidencia, por delante del capitán Arbenz, a quien se le dijo que por su corta edad[Nota 21]​ no tendría problema en esperar su turno para las elecciones siguientes.[18]

Hechos

Francisco Javier Arana murió en un enfrentamiento armado contra militares de civil que quisieron prenderlo el 18 de julio de 1949, en el Puente de la Gloria, en Amatitlán, a donde se había dirigido en compañía de su asistente y del comandante de la base aérea La Aurora a requisar armamento que había sido incautado unos días antes.[19]​ Existen diferentes versiones sobre quienes lo emboscaron.

Tras recuperar la estabilidad

Con el aumento del precio del café en 1947, y el pago de la Deuda Inglesa que hizo Ubico justo antes de renunciar, aunque la beneficiada en primer término fue la burguesía cafetalera, monocultivista y monoexportadora, hubo una derrama suficiente para abrir nuevos negocios o ampliar los ya existentes en los rangos sociales intermedios de la capital y de algunas cabeceras departamentales. En pocas palabras, esos fueron algunos de los años de considerable expansión de las clases medias urbanas y ladinas del país, a las que hasta el sindicalismo recién organizado favoreció, puesto que muchos de los nuevos dirigentes y diputados obreros salieron de sus distintas capas.

Relación con la prensa

Al principio de su gobierno, toleró la libertad de prensa, pero cuando esto fue aprovechado por la derecha guatemalteca y la United Fruit Company para hacer campaña de desprestigio incesante, tuvo serios altercados con el cuarto poder. El escritor, abogado y numismático Manuel Coronado Aguilar, quien lo detestaba personalmente, escribió el libro El Año 2001 (1959) en donde acusa al presidente Arévalo de imponer la “ley mordaza” a la prensa y de conculcar los derechos de la Iglesia Católica.[20][Nota 22]

Nuestro Diario

El gobierno de Arévalo compró el periódico Nuestro Diario de Federico Hernández de León para contrarrestar la prensa negativa que en éste se le hacía; se pretendía que el periódico se publicaran como editoriales unos artículos partidistas escritos por altos funcionarios públicos. El director, Pedro Julio García, prefirió renunciar; y junto con él se fueron todos los colaboradores del diario, los que a la larga fundaron Prensa Libre.[21]

La Hora

En enero de 1948, la Asociación de Periodistas de Guatemala logró que el Congreso de la República dejara sin efecto la decisión del Ejecutivo de mandar a cerrar el diario La Hora después de que su director, Clemente Marroquín Rojas, hubiese cuestionado la pasividad del Ejército en la reivindicación del territorio de Belice, desaprovechando la coyuntura de que el poderío de Inglaterra estaba mermado luego de la Segunda Guerra Mundial.[22]

Educación

Muchos de los cambios que el gobierno del general Lázaro Chacón intentó no pudieron llevarse a cabo, principalmente por problemas económicos: a Chacón le tocó, durante su administración, sufrir los primeros embates de la Gran Depresión de 1929.

Cuando Jorge Ubico tomó la presidencia en 1931, acabó con todas las novedades en materia educativa y dificultó seriamente las condiciones para el magisterio nacional ya que su enfoque principal era mantener la estabilidad económica de Guatemala frente a la Gran Depresión. El proyecto educativo permaneció dormido hasta que fue retomado por el gobierno de Arévalo[Nota 23]​ quien llevó a cabo todos los cambios que Chacón solamente pudo intentar.[23]

Arévalo inicio la construcción de la Biblioteca Nacional y del Archivo General de Gobierno -actualmente llamado Archivo General de Centro América[Nota 24]​ del Conservatorio Nacional de Música y la reorganización del Ballet Guatemala, la Orquesta Sinfónica Nacional y del Coro Nacional.[24]

Universidad popular

Esta institución fue fundada en 1922 y estaba encargada de la educación popular. El nombre de Universidad se utilizó para hacer ver a la población guatemalteca que ya no sólo la élite académica podía tener acceso a la educación. La Universidad Popular pretendía promover la participación de profesionales, quienes habían sido educados y colocados en la posición privilegiada en la que se encontraban con el dinero del pueblo, y quienes por lo tanto debían devolverlo en efectivo o con su trabajo. De esta manera, profesionales de varias áreas impartieron clases ad honórem.[25]​ Los objetivos de la Universidad Popular en Guatemala se centraban en los tres aspectos fundamentales del problema educativo que enfrentaba el país:

  1. Enseñar a leer y escribir.
  2. Enseñar el círculo de conocimientos generales a las personas que por circunstancias de la fortuna no habían podido adquirirlas.
  3. Difundir en el pueblo las nociones más importantes de higiene, de instrucción cívica y moral, para obtener un mejoramiento en las condiciones físicas y espirituales de la gran masa.[26]

La institución había sido cerrada en 1932 por el gobierno del general Jorge Ubico.[25]

Educación media

En la capital se fundó el Instituto Normal de Señoritas "Centroamérica" (INCA), el Instituto Normal Mixto "Rafael Aqueche", el Instituto Normal Mixto Nocturno, la Escuela Normal Rural Alameda y de las Escuelas Tipo Federación.[24]​ El número de alumnos aumentó en gran medida en los establecimientos ya existentes.[27]

Universidad de San Carlos

En 1945, fundó la Facultad de Humanidades, con su departamento de pedagogía, e inició un período de hondas inquietudes culturales: se realizaron las primeras investigaciones de carácter pedagógico y se trató de enlazar a faculta de con los grandes problemas nacionales. [27]

Política exterior

El 17 de noviembre de 1948, arribó a Guatemala el nuevo embajador de Estados Unidos, Richard Patterson. Los enemigos políticos de Arévalo esperaban al nuevo embajador para salvar a la nación, amenazada por los comunistas que presuntamente su gobierno toleraba y hasta protegía. Patterson era un hombre enérgico, que no reía ni sonreía fácilmente y era copropietario de una fábrica de plumas fuente. Su designación de embajador había sido solicitada por la United Fruit Company, para que se modificara el Código de Trabajo, ya que éste afectaba los intereses de la frutera.[7]

Un embajador de un país de América del Sur, que residía en Honduras, le dijo al presidente Arévalo que tenía información confiable según la cual la misión de Patterson era derrocarlo. Arévalo entonces le dijo a su Ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Muñoz Meany, que no atendería al nuevo embajador en la oficina presidencial porque quería evitar expulsarlo de esa oficina. Prefirió, entonces, atenderlo, la primera vez, para que presentara sus cartas credenciales, en el Salón de Recepciones, y las veces siguientes, en el Salón de Banquetes, ambos en el Palacio Nacional. El primer encuentro entre ambos ocurrió el 18 de noviembre, para la presentación de cartas credenciales; Patterson no hablaba castellano, y Arévalo no quiso hablarle en inglés. Transcurridos ocho días, Patterson solicitó la primera entrevista, en la cual le informó al presidente que la United Fruit Company se oponía a que el Código de Trabajo se aplicara a los ciudadanos de Estados Unidos que trabajaban en la empresa y que dicha ley debía reformarse, para excluir a esos ciudadanos. Patterson le dijo a un traductor de Puerto Rico, contratado por él: «Dígale al Señor Presidente que yo soy hombre de negocios y que hablo poco», a lo que Arévalo respondió: «Por favor, dígale usted al Señor Embajador que yo soy político y que hablo mucho».[7]

Un semana después, el embajador solicitó una segunda entrevista; en esta ocasión Patterson le dijo al traductor: «Dígale al Señor Presidente que estoy estudiando español. Así pronto hablaremos sin intermediario», a lo que Arévalo respondió: «Dígale al Señor Embajador que no se tome esas fatigas. Yo tengo cuarenta años de estar estudiando el idioma, y todavía no lo domino.» Patterson no se percató de la ironía presidencial. Las entrevistas continuaron. Al fin, Arévalo optó por atenderlo en la oficina presidencial, pero con un traductor elegido por el presidente.[Nota 25]​ En la sexta o en la séptima entrevista, el embajador le dijo al traductor: «Dígale al Señor Presidente que vengo a ofrecerle un viaje a Estados Unidos, con el recorrido que él desee y durante el tiempo que le parezca; que mi gobierno no otorga condecoraciones pero que el Presidente Arévalo será condecorado en Washington; que será recibido espléndidamente y que, además, le daremos lo que él pida; pero que cambie de política»; Arévalo respondió: «Dile al Señor Embajador que mi esposa y yo hemos estado muy preocupados, en días pasados, por la noticia de que la señora de Patterson padecía un ataque de gripe, y que nos gustaría saber que ya está fuera de peligro». La respuesta ya no era irónica; era una franca manera de decirle al embajador norteamericano que su propuesta era denegada. El embajador se quedó atónito y sólo pudo preguntar: «¿Usted le comunicó al presidente mi mensaje?», quien respondió: «Sí, Señor Embajador». Arévalo comentó en sus memorias: «La batalla estaba ganada. Guatemala se había salvado de un vil negocio, de esos viles negocios que suelen producirse en el escritorio presidencial».[7]

Patterson, sin embargo, era obstinado, y sin pedir previamente audiencia, solicitó hablar con el presidente una vez más. Esta vez el traductor fue Raúl Osegueda, Secretario Privado de la Presidencia. El embajador dijo: «Infórmele al Señor Presidente que estaré ocho días en Washington. Dígale que me han dicho que a él le gustan las mujeres; que quiero traerle una pero deseo saber si la prefiere rubia o de pelo negro». Arévalo menciona en sus memorias: «Yo nunca había escuchado de un diplomático semejante ofrecimiento de servicios celestinos que solamente se justifican en un plano de íntima amistad. Me dió una profunda pena pensar que este hombre representaba a la nación que acababa de ganar una guerra mundial.[Nota 26]​ Con no poco desprecio brindé la respuesta, ya sin ironía». La respuesta del presidente, comunicada por el traductor, fue ésta: «Efectivamente, me gustan las mujeres; pero que suelo buscármelas yo mismo».[7]

El embajador norteamericano se convenció de que era demasiado difícil someter a Arévalo, y optó, entonces, por un recurso que resultó tan inútil como lo habían sido ya todos sus intentos hasta el momento: conspirar para derrocarlo.[7]

Consejo de Ministros

Ministerio de Estado Ministro
Ministerio de Gobernación, Justicia y Previsión Social Adolfo Almengor
Ministerio de Relaciones Exteriores Enrique Muñoz Meany
Ministerio de la Defensa Nacional Jacobo Arbenz Guzmán
Ministerio de Educación Manuel Galich
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social Julio Domingo Bianchi Smout
Ministerio de Economía Manuel Noriega Morales
Agricultura y Minería Roberto Guirola
Ministerio de Comunicaciones y Obras Públicas Rafael Pérez de León
Ministerio de Hacienda y Crédito Público Carlos Leonidas Acevedo[28]

Último año de gobierno

El último año de gobierno de Arévalo se caracterizó por una amplia libertad política tanto de expresión como en organización. En las ciudades, la creación de sindicatos, fue acompañada por leyes laborales que favorecieron en gran medida a las clases medias y bajas, aunque estas ventajas no se lograron percibir en las áreas rurales agrarias donde sus condiciones aún eran duras. Mientras que el gobierno hizo algunos esfuerzos por mejorar los derechos de los campesinos, su situación no se podía mejorar, sino a través de una reforma agraria a gran escala. La carencia de esta reforma fue una debilidad importante durante su administración, y un problema que su sucesor trato de enfrentar. El 15 de marzo de 1951 dejó la presidencia a su sucesor Jacobo Árbenz Guzmán.

Otras de las principales realizaciones de su gestión gubernamental fueron la creación del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), la del Banco de Guatemala y la del Instituto de Fomento de la Producción (INFOP), además de la emisión del Código de Trabajo en 1947, de la Ley de Arrendamiento Forzoso de las Tierras Ociosas y de la Ley de Fomento Industrial.[24]

Gobierno de Árbenz y exilio

Poco después de entregarle el poder al coronel Jacobo Árbenz Guzmán en 1951, Arévalo fue nombrado por éste como embajador itinerante. De esta cuenta, por los siguientes tres años Arévalo pasó tiempo en Europa y en América Latina a expensas del gobierno guatemalteco. Nunca se le pidió su opinión para asuntos del gobierno ni influenció ninguno de los eventos que ocurrieron durante el régimen arbencista.[29]

Arévalo estaba en Chile cuando cayó Árbenz y allí se quedó para luego trasladarse a Uruguay en 1958 -en donde se reunió brevemente con Árbenz y su familia-. Uruguay, que había vivido con intensidad y optimismo todo el proceso revolucionario guatemalteco, y asistió con impotencia al final del gobierno de Arbenz fue un país hospitalario y supo recibir y albergar por un tiempo a los dos ex presidentes de la denominada primavera democrática. Arévalo arribó a Montevideo en varias ocasiones antes, durante y después de la renuncia de Arbenz, estableciéndose de manera estable entre 1958 y principios del siguiente año, cuando aceptó una cátedra universitaria en Venezuela. Gozó de cierta libertad y pudo expresarse a través de artículos periodísticos que el semanario Marcha recibió gustoso.[30]

Cuando Arévalo se mudó a Venezuela en 1959[31]​ reinició su carrera académica y escribió tres libros contra la política estadounidense en el hemisferio.[29]​ Para 1961 su tónica anti-estadounidense cambió, pues aparte de criticar al presidente Dwight Eisenhower y a John Foster Dulles, atacó las políticas comunistas de Fidel Castro en Cuba y elogió al nuevo presidente estadounidense, el demócrata católico John F. Kennedy.[29]

En 1963, el gobierno del presidente guatemalteco Miguel Ydígoras Fuentes estaba en crisis debido a la extensa corrupción e incompetencia de su administración[29]​ Hacia el final de su mandado, Ydígoras estaba preparando a su sucesor, Roberto Alejos, pero éste no fue bien recibido por la élite guatemalteca que empezó a buscar otros candidatos; para contrarrestar esta tendencia Ydígoras Fuentes entonces ofreció que las elecciones serían libres y que permitiría que participara el expresidente Arévalo como candidato.[32]​ Desde México, en donde se encontraba desde 1962, Arévalo empezó a hacer campaña política y -para congraciarse con la élite guatemalteca y con el ejército del país- empezó a hacer ataques personales a Árbenz, a repetir una y otra vez que siempre había sido un anticomunista y que nunca tuvo participación en la muerte del coronel Francisco Javier Arana.[32]​ Es más, llegó a decir que «todos en Guatemala saben quien mató a Arana, por quó fue asesnado y quién se benifició de su muerte». Eso sí, Arévalo no se retractó de su crítica al régimen estadounidense de Eisenhower y dijo que luego de la elección de Kennedy «hubo un cambio de guardia, que los dinosaurios habían sido derrotados y que la Gran República era regida por nuevos hombres - hombres que habían estudiado en Harvard[32]

Mientras Arévalo se pronunciaba desde México, la situación en Guatemala se volvió. Analistas de la embajada de los Estados Unidos en el país reportaron que si en efecto se daban elecciones libres, Arévalo era el seguro ganador pues recibiría los votos de todos aquellos que detestaban a los gobiernos contrarrevolucionarios; pero su gobierno no tendría base, pues ni la élite del país ni el ejército guatemalteco aceptarían al nuevo presidente, que les heredó al comunista Árbenz.[32]​ El 30 de marzo de 1963 los periódicos anunciaron que Arévalo había regresado a Guatemala, que había llegado a liderar a quienes lo apoyaban, y que permanecería en el país aunque le «costara la vida»;[32]​ pero dos días después ya estaba exiliado nuevamente en México, pues el 31 de marzo el ejército le dió un golpe de estado a Ydígoras Fuentes, instaló a una junta militar dirigida por el coronel Enrique Peralta Azurdia, y canceló las elecciones.[32][33]

De acuerdo a miembros de la élite guatemalteca de esa época, Ydígoras nunca pretendió que las elecciones fueran libres; simplemente quería que la élite apoyara a Alejos y utilizó la reputación de Arévalo para chantajearla, pero su plan falló.[32]

Regreso definitivo a Guatemala

A mediados de la década de 1970, el Dr. Arévalo regresó a Guatemala. En diciembre de 1985, se reunió con el presidente Marco Vinicio Cerezo Arévalo unas cuantas horas después de que Cerezo había tomado posesión del cargo y dijo satisfecho que nunca había esperado estar vivo cuando en Guatemala retomara el poder un civil. Celebró la ocasión diciendo: «La revolución de octubre va a tener un segundo capítulo». Desafortunadamente, Arévalo también alcanzó a ver que el régimen de Cerezo fue acusado de abusos contra los derechos humanos, de haber hecho una administración civil ineficiente y de no poder resolver los graves problemas económicos de Guatemala.[34]

Reconocimientos y distinciones

Muerte

El Dr. Arévalo Bermejo, murió en octubre de 1990 en un hospital de la Ciudad de Guatemala a los 86 años de edad, [33]​ y fue enterrado en Taxisco, Santa Rosa.

Publicaciones

  • Método Nacional de Lectura, 1927
  • Viajar es vivir, 1933
  • Geografía elemental de Guatemala, 1936
  • La filosofía de los valores en la pedagogía, 1939
  • La adolescencia como evasión y retorno, 1941
  • Escritos pedagógicos y filosóficos, 1945
  • La pedagogía de la personalidad, 1948
  • Escritos políticos y discursos, 1953
  • Istmania; o, La unidad revolucionaria de Centroamérica, 1954
  • Fábula del tiburón y las sardinas: América latina estrangulada, 1956
  • Antikomunismo en América Latina: radiografía del proceso hacia una nueva colonización, 1959
  • Guatemala, la democracia y el imperio, 1964
  • La personalidad, la adolescencia, los valores, 1974
  • El concepto de la amistad según los escolares, 1985

Escritos Autobiograficos

  • Memorias de aldea, 1963
  • La inquietud Normalista, 1970
  • La Argentina que yo viví, 1975
  • El candidato blanco y el huracán, 1984

Véase también

Referencias

  1. Arévalo Bermejo se casó por primera vez con Elisa Martínez Contreras (en Argentina), volviéndose a casar después con Margarita de León.
  2. «Biografías de Presidentes de Guatemala». eeduca.com. Consultado el 25 de abril de 2009. 
  3. Arévalo Bermejo, 1970, p. 9.
  4. Arévalo Bermejo, 1970, p. 78.
  5. a b c Sandoval, 2012, p. 1.
  6. Arévalo Bermejo, 1970, p. 138.
  7. a b c d e f g h «Evocación de un presidente digno: Juan José Arévalo». Promo 66 Liceo Guatemala. Guatemala. 26 de abril de 2007. Consultado el 16 de octubre de 2014. 
  8. Entrevista con ex integrante del «Frente Popular Libertador», quien fue testigo presencial del hecho. 1984.
  9. «Biografía de Juan José Arevalo Bermejo». Municipalidad de Guatemala. Consultado el 12 de noviembre de 2013. 
  10. Secretaría de la Presidencia de Guatemala, 1947, p. 1.
  11. a b c d Comisión para el Esclarecimiento Histórico, 1999.
  12. Wikiguate: Gobierno del Dr. Juan José Arévalo Bermejo. 
  13. «Who is who in the Nation Capital». p. p. 32. Consultado el 28 de agosto de 2014. 
  14. Sabino, 2007, p. 48.
  15. Arévalo Bermejo, 1998, p. 36.
  16. Villagrán Kramer, 1994.
  17. Barnoya García, 1979.
  18. Sabino, 2007, p. 50.
  19. Sabino, 2007, p. 50-54.
  20. Batres Villagrán, 2012, p. 24.
  21. Palmieri, 2007.
  22. Rodríguez, 2007.
  23. Fuentes Oliva, 2012.
  24. a b c Wikiguate: Juan José Arévalo Bermejo. 
  25. a b Fuentes Oliva, 2012, p. sección 31.
  26. Fuentes Oliva, 2012, p. sección 30.
  27. a b Cach, 2014, p. 1.
  28. Cazali Avila, 1999, p. 7.
  29. a b c d Gleijeses, 1992, p. 392.
  30. García Ferreira, 2010.
  31. Gliejeses, 1992, p. 392.
  32. a b c d e f g Gleijeses, 1992, p. 393.
  33. a b Golden, 1990, p. 1.
  34. Golden, 1990.
  35. Matsuura, 2004.
  36. Gómez Bergés, 1972.

Bibliografía

Bibliografía sobre Arévalo

Obras de Arévalo

  • Arévalo Bermejo, Juan José (1927). Método Nacional de Lectura. Guatemala. 
  • ----- (1933). Viajar es vivir. Buenos Aires: Imprenta Mercatali. 
  • ----- (1936). Geografía elemental de Guatemala. Guatemala. 
  • ----- (1939). La filosofía de los valores en la pedagogía. Buenos Aires: Imprenta López. 
  • ----- (1941). La adolescencia como evasión y retorno. Buenos Aires: Imprenta López. 
  • ----- (1945). Escritos pedagógicos y filosóficos. Guatemala: Tipografía nacional. 
  • ----- (1948). La pedagogía de la personalidad. Guatemala: Tipografía nacional. 
  • ----- (1953). Escritos políticos y discursos. Guatemala: Tipografía nacional. 
  • ----- (1954). Istmania; o, La unidad revolucionaria de Centroamérica. Buenos Aires: Indoamérica. 
  • ----- (1956). Fábula del tiburón y las sardinas: América latina estrangulada. América Nueva. 
  • ----- (1959). Antikomunismo en América Latina: radiografía del proceso hacia una nueva colonización. 
  • ----- (1964). Guatemala, la democracia y el imperio. Buenos Aires: Palestra. 
  • ----- (1974). La personalidad, la adolescencia, los valores. Guatemala: José de Pineda Ibarra. 

Escritos Autobiograficos

  • Arévalo Bermejo, Juan José (1963). Memorias de aldea. Guatemala: Académica Centroamericana. 
  • ----- (1970). La inquietud Normalista. Guatemala: Académica Centroamericana. 
  • ----- (1984). El candidato blanco y el huracán. Guatemala: Académica Centroamericana. 

Enlaces externos

Notas

  1. Mote cariñoso con que se referían a él sus correligionarios por el largo tiempo que vivió en Argentina.
  2. Los estudiantes de la Universidad de San Carlos lo llamaban así en el periódico satírico No Nos Tientes, debido a su prominente mentón
  3. Hijo que tuvo con la poetisa guatemalteca Alaíde Foppa; Foppa no quiso causarle un escándalo al entonces recién electo presidente de Guatemala, y se fue a vivir a México, en donde se casó con Alfonso Solórzano Fernández, quien le dio el apellido a Julio y con quien tuvo otros hijos.
  4. Caso único en la historia de América Latina.
  5. Que había sido fundada el 22 de mayo de 1920 tras el derrocamiento del licenciado Manuel Estrada Cabrera, pero que había sido clausurada durante el gobierno del general Ubico.
  6. En 1944, únicamente los hijos varones de las élites sociales guatemaltecas asistían a la Universidad Nacional, que era como entonces se llama a la Universidad de San Carlos de Guatemala y además era la única institución de educación superior en el país.
  7. Partido que nació luego de una efímera fusión del FPL y RN, que al separarse resultaron en tres partidos
  8. Si el candidato era del FPL, el RN habría quedado en una posición marginal y el RN por su parte, no tenía fuerza suficiente para pelear por un candidato propio.
  9. La que se realizó en Teatro Lux de la Ciudad de Guatemala
  10. Ya que ésta se dio después de la Revolución de Octubre de 1944
  11. Un conjunto de casas donadas por el gobierno a los profesores de Guatemala en lo que luego sería la zona 15 de la capital del país.
  12. Sabino es un reconocido intelectual liberal en América Latina, y es catedrático visitante de la Universidad Francisco Marroquín, principal baluarte del pensamiento neoliberal en Guatemala
  13. Cardoza y Aragón fue un reconocido izquierdista que participó como Ministro de Relaciones Exteriores y como embajador de Guatemala en la Unión Soviética durante el gobierno de Jacobo Arbenz.
  14. véase: Servilismo durante el gobierno de Manuel Estrada Cabrera
  15. Comerciantes indígenas guatemaltecos por antonomasia.
  16. Tanto las instalaciones del puerto, como los ferrocarriles y los vapores, pertenecían a la United Fruit Company.
  17. En 2012, el gobierno de Barack Obama, por intermedio de su Secretario de Estado Hillary Clinton pidió perdón al estado de Guatemala por estos hechos, pero dejó muy en claro que no existiría ninguna indemnización por los mismos.
  18. Arbenz sería derrocado por los Estados Unidos en junio de 1954, así terminando la revolución.
  19. Este fue conocido como el «Pacto del Barranco».
  20. El periódico No Nos Tientes de la Huelga de Dolores de los estudiantes de la Universidad de San Carlos se refiere satíricamente a esta situación llamando a Juan José Arévalo «Superjuancho» por su rápida recuperación y las circunstancias de su accidente.
  21. apenas 36 años en ese tiempo
  22. Coronado Aguilar era del partido conservador y por lo tanto, aspiraba a una restitución del Concordato de Guatemala de 1854 que había establecido el presidente conservador Rafael Carrera, a quien Coronado Aguilar admiradaba.
  23. Beneficiario de una de las becas que el gobierno otorgó y que le permitió doctorarse en el extranjero.
  24. Esta obra no la continuó su sucesor, el coronel Jacobo Arbenz por el énfasis del gobierno de éste en la Reforma Agraria, pero sí fué terminada por el gobierno del coronel Carlos Castillo Armas,
  25. El traductor era Miguel Ángel Sandoval, un pianista guatemalteco que había vivido en Estados Unidosdurante veinticinco años, y que hablaba perfectamente el idioma inglés.
  26. La Segunda Guerra Mundial.


Predecesor:
Federico Ponce Vaides
Presidente de Guatemala

1945 - 1951
Sucesor:
Jacobo Arbenz Guzmán