Álvar Núñez Cabeza de Vaca

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Álvar Núñez Cabeza de Vaca

Monumento en Houston (Texas)


2.º Adelantado de Nueva Andalucía o del Río de la Plata
1537 - 1545
Monarca Carlos I de España
Predecesor Pedro de Mendoza
Sucesor Juan Ortiz de Zárate


3.er Gobernador del Río de la Plata y del Paraguay
11 de marzo de 1542 - 26 de abril de 1544
Monarca Carlos I de España
Predecesor Domingo Martínez de Irala
Sucesor Domingo Martínez de Irala

Información personal
Nacimiento e/ 1488 y 1490
Jerez de la Frontera, Reino de Sevilla
Corona de Castilla
Fallecimiento 27 de mayo en 1559
Sevilla, reino homónimo
Corona de España
Nacionalidad Española
Familia
Padres Francisco de Vera Ver y modificar los datos en Wikidata
Teresa Cabeza de Vaca y de Zurita Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Conquistador, descubridor, explorador y gobernante colonial
Rama militar Ejército de tierra Ver y modificar los datos en Wikidata
Rango militar Soldado Ver y modificar los datos en Wikidata
Firma

Álvar Núñez Cabeza de Vaca (Jerez de la Frontera, 1488/1490 - Sevilla, 1557/1558) fue un descubridor y conquistador español que exploró la costa sur de Norteamérica desde la actual Florida pasando por Alabama, Misisipi y Luisiana y se adentró en Texas, Nuevo México, Arizona[1][2]​ y en el norte de México hasta llegar al Golfo de California, territorios que pasaron a anexionarse al Imperio Español dentro del Virreinato de Nueva España. El rey Carlos I de España le otorgó el título de Segundo Adelantado y lo nombró capitán general y gobernador del Río de la Plata, Paranáguazu y sus anexos.[3]​ y fue el primer europeo en llegar a las cataratas del Iguazú y que exploró el curso del río Paraguay.

Biografía

Alvar Núñez Cabeza de Vaca nació entre 1488 y 1490 en el seno de una familia hidalga. Aproximadamente en 1512 se alistó en las tropas de la Liga Santa de 1511, formada por varios países, entre ellos España, para luchar contra Francia. Dentro de la Liga Santa sirvió en las campañas de Italia en las compañías de Bartolomé de Sierra y de Don Alonso de Carvajal. Participó en la Batalla de Rávena y poco después pasó a ser alférez en Gaeta. Posteriormente, como militar luchó en conflictos acaecidos en España. En 1520 peleó en la Guerra de las Comunidades al tiempo que, huérfano de padre y madre, pronto entró al servicio de la Casa de Medina-Sidonia como mensajero. Participó en la Toma de Tordesillas y en la Batalla de Villalar. En 1522 combatió en la Batalla del Puente de la Reina, en Navarra.[4]

Orígenes familiares

En tiempos de la conquista, el cronista español González Fernández de Oviedo situó el origen de la familia de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, en un famoso y legendario pastor que durante la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 ayudó a los ejércitos del rey Alfonso VIII a derrotar a los almohades, a través de un sendero que había marcado con los cráneos de algunas de sus vacas muertas por los lobos hacía tiempo[5]​. Según los historiadores Diego Peña y Javier Martínez-Pinna, otro posible origen del apellido del célebre explorador español es la población de igual nombre, la de Cabeza de Vaca, situada al sur de la provincia de Badajoz.

Primer viaje a América

El 17 de junio de 1527, Álvar Núñez Cabeza de Vaca partió de Sanlúcar de Barrameda, rumbo a América, como tesorero y alguacil mayor en la expedición que capitaneaba el gobernador Pánfilo de Narváez, que tenía por objetivo la conquista de Florida y la búsqueda de la Fuente de la eterna juventud,[6]​ entre el río de las Palmas y el cabo de la Florida. La expedición estaba compuesta por 600 hombres y cinco barcos. En Santo Domingo, 140 marinos abandonaron la expedición y en Cuba murieron 70 hombres en una fuerte tormenta, pero llegaron finalmente a la costa de Florida el martes 12 de abril de 1528. En la bahía de Tampa vieron casas indígenas.

Expedición de Álvar Núñez Cabeza de Vaca durante su primer viaje a América.

En Aguas Claras, actual Clearwater, los indios les indicaron a los españoles que el oro se encontraba "más allá", en la provincia de Apalache, en la parte norte de Florida. Fueron con sus barcos hasta esa región y los anclaron para seguir a pie, aunque Cabeza de Vaca no estaba de acuerdo, al pensar que era territorio hostil y que no tenían ni raciones ni modo de comunicarse con las tribus que encontraran. Sin embargo, no quiso quedarse a cuidar a los barcos para que nadie pensara que era temor lo que le impedía continuar y que no se comprometiera su honor. La provincia de Apalache debió ser el nombre antiguo de Tallahassee, al norte de Florida, pero el paisaje que se describe parece similar a los Everglades,[6]​ que se encuentran en la parte sur de la península. Fueron por los pantanos usando balsas y a nado. El caballo de quien se ahogaba servía de comida a los supervivientes. En esas zonas pantanosas donde el agua les llegaba hasta el pecho, sufrían ataques de indios con flechas y tenían que combatir con sus arcabuces y ballestas. Los indios apalaches eran altos e iban desnudos y usaban arcos grandes y muy anchos y lanzaban flechas con mucha puntería capaz de herir a los españoles a pesar de sus corazas. En su trayecto, se toparon con más de veinte naciones indígenas. Camino del poblado de Aute sufrieron otro ataque con flechas. Desde la bahía de Tampa, los españoles tuvieron que hacer frente a huracanes y tempestades.[6]

Devoraron los caballos que les quedaban y fueron en busca de la costa, llegando a la desembocadura del río San Marcos, actual río St Marks y regresaron a los barcos. Como no tenían cañones, barcos ni materiales improvisaron fraguas con cañones de palo y pieles de ciervos. Posteriormente forjaron los estribos de los caballos, espuelas y materiales metálicos de ballestas e hicieron herramientas. Con esas herramientas cortaron madera e hicieron cinco barcazas, que les sirvieron para navegar por la costa. Siguieron hacia el Oeste hasta encontrar una isla con canoas, robánsose algunas, en las que embarcaron. Ya estando en las canoas sufrirían otro ataque de indios flecheros que hirió a todos los miembros que quedaban de la expedición, incluido el propio Cabeza de Vaca, que fue herido en la cara.

Navegaron 30 días por la costa hasta llegar a la desembocadura del río del Espíritu Santo, conocido actualmente como río Misisipi. Hoy, no se sabe si esta expedición fue la primera en descubrir la desembocadura del Misisipi o dicho mérito debe atribuirse a Alonso Álvarez de Pineda. Entonces sobrevinieron corrientes y vientos que separaron las embarcaciones y la embarcación de Cabeza de Vaca terminó en la isla de Galveston, que él bautizó como isla Malhado (isla de la Mala Suerte). En ese momento se encontraron él y su grupo sin Pánfilo de Narváez y abandonados a su suerte.[6]

Solamente 15 hombres estaban vivos, pero fueron tratados bien por los indios carancaguas. Era una tribu que repartía sus pertenencias y que carecía de mandos. Les quisieron hacer físicos y doctores, porque ellos curaban las enfermedades poniendo las manos y soplando y les pidieron que hicieran eso para que ayudaran en algo, pero los españoles se reían de esa costumbre y por eso les quitaban la comida hasta que hicieran lo que les decían. Posteriormente, fueron repartidos como sirvientes de las familias de indios. Los 15 hombres acordaron mandar una expedición de cuatro hombres a Panuco en busca de ayuda, pero la expedición fracasó. Tras seis años de vida como indígena, aprendiendo la cultura del mimbre, el camuflaje y la guerrilla, además de a conjugar chamanismo con los conocimientos médicos que arrastraba de la cultura europea.[7]

Durante algún tiempo Cabeza de Vaca ejerció de mercader entre los indígenas del territorio comarcano a San Antonio y la costa tejana. Llevaba conchas marinas y caracolas a los pueblos del interior cambiándolas por cueros y almagra, esto último lo usaban con frecuencia los indios de la costa para sus pinturas.[7]

En Matagorda, cerca de Galveston, Cabeza de Vaca se encontró con algunos de sus antiguos compañeros de expedición: Andrés Dorantes de Carranza, Alonso del Castillo Maldonado y Estebanico y juntos fueron en una nueva travesía.[6]

El Río Bravo

Por temor a los aborígenes de la costa y creyendo que en esos territorios del norte encontrarían oro, remontaron el río Bravo, en vez de dirigirse al asentamiento español en el río Pánuco. Durante el viaje hacia el noroeste de México, ejercieron de curanderos mediante la imposición de manos y el rezo de avemarías y padrenuestros en latín. Cuando Cabeza de Vaca extrajo con éxito la punta de una flecha que un indígena tenía clavada cerca del corazón, la fama de curanderos y gente de bien entre las tribus indígenas ya no les abandonó.

Se ganaron la voluntad de los nativos e hicieron varias exploraciones en busca de una ruta para regresar a la Nueva España por lo que hoy es el suroeste de Estados Unidos y norte de México. Tras deambular durante largo tiempo por la extensa zona que hoy es la frontera entre México y Estados Unidos llegaron a la zona del río Bravo, siguiendo el curso del río encontraron tribus dedicadas a la caza del bisonte con las que convivieron.

Finalmente a orillas del río Petatlán, hoy llamado río Sinaloa, en el pueblo de Bamoa Guasave, restablecieron el contacto con un equipo de exploradores españoles en el año 1536 a pocas leguas de Culiacán, asentamiento español.

Durante aquel viaje recogió las primeras observaciones etnográficas sobre las poblaciones indígenas del golfo de México, escribiendo una narración titulada Naufragios, considerada la primera narración histórica sobre los territorios que hoy corresponden a Estados Unidos, fue publicada en 1542 en Zamora y en 1555 en Valladolid, en la cual describe sus vivencias y las de sus tres compañeros quienes atravesaron a pie el suroeste de los actuales Estados Unidos y el norte de México.

Siete Ciudades

Tras este viaje tomó consistencia en América un mito muy similar al de El Dorado, que es el de las Siete Ciudades de Cíbola y Quivira, llenas de oro. Los cuatro supervivientes de la exploración hablaron en México acerca de comentarios de ciudades colmadas de oro. El virrey de Nueva España organizó una expedición al mando de fray Marcos de Niza, que fue acompañada de Estebanico.

Durante la marcha de la expedición Estebanico murió asesinado por indígenas, que hicieron huir al resto, y el fraile relató a su regreso que la historia de las ciudades colmadas de oro y joyas era cierta. Entonces se envió una expedición militar dirigida por Francisco Vázquez de Coronado para encontrar el lugar pero la búsqueda demostró que la historia era falsa.

Segundo viaje a América

Monumento a Álvar Núñez cabeza de Vaca en Jerez de la Frontera

Álvar Núñez Cabeza de Vaca regresó a España en 1537 y consiguió que se le otorgara el título de segundo adelantado del Río de la Plata. A finales de 1540 inició desde Cádiz su segundo viaje que le llevó al sur del continente americano. Arribó a la isla de Santa Catalina, en el territorio español que entonces era llamado La Vera o Mbiazá —actualmente es parte del estado brasileño de Santa Catarina— y que correspondía a la gobernación del Paraguay.

Desde dicha isla arrancó en un viaje por tierra, a lo largo de casi cinco meses, con el propósito de llegar a la entonces villa y fuerte de Asunción del Paraguay, sede de la gobernación del Río de la Plata. Guiado por indígenas tupís-guaraníes cruzó con su expedición la selva paranaense. Fue el primer europeo que descubrió y describió las cataratas del Iguazú: «el río da un salto por unas peñas abajo muy altas, y da el agua en lo bajo de la tierra tan grande golpe que de muy lejos se oye; y la espuma del agua, como cae con tanta fuerza, sube en alto dos lanzas y más».

Al llegar a Asunción pronto entró en conflicto con los capitanes y colonos españoles allí establecidos, quienes, alentados por Domingo Martínez de Irala, rechazaban la autoridad del gobernador y sus proyectos de organizar la colonización del territorio olvidándose de perseguir los quiméricos tesoros de los que hablaban los mitos indígenas. Finalmente ocuparía el cargo de gobernador el 11 de marzo de 1542.

Placa recordatoria del descubrimiento de las cataratas del Iguazú por Álvar Núñez Cabeza de Vaca

Su propósito de erradicar la anarquía y domeñar a los insurgentes provocó que los descontentos se sublevaran en 1544 y enviaron a Cabeza de Vaca a España acusado de abusos de poder en la represión de los disidentes, así como el incendio de Asunción en el año anterior. En realidad, por haber exigido el cumplimiento de las Leyes de Indias, las que protegían a los indígenas de los abusos de los conquistadores, entre otras medidas poco políticas. El Consejo de Indias lo desterró a Orán en 1545. Pena que, quizá, no llegó a cumplir pues Cabeza de Vaca recurrió la sentencia y siguió peleando hasta el final de su vida con el propósito de ver restablecido su honor, ya no su hacienda.

Aunque los últimos años de su vida son una incógnita quizá, por los documentos encontrados por algunos historiadores cuyas obras se reflejan en la bibliografía, murió en Sevilla el 27 de mayo en 1559. Es improbable, como han afirmado otros, que tuviera algún cargo de relevancia en sus últimos años. Aunque no consta, pudo haber tomado los hábitos y acabar sus días entre el silencio de un monasterio.

En Palabras del Inca Garcilaso: "Murió en Valladolid, apelando al Consejo de Indias, con el propósito de ver restablecido su honor y sus bienes que le fueron confiscados cuando fue apresado en Asunción".

En la capilla del Convento de Santa Isabel, en la Calle Encarnación de Valladolid, se conserva la lápida que guardó los restos de este conquistador.

Filmografía

En 1991, el director Nicolás Echevarría realizó una película basada en este personaje, Cabeza de Vaca. El papel de Cabeza de Vaca lo interpretó el actor español Juan Diego.

Véase también

Referencias

  1. New Perspectives on the West. «Alvar Nuñez Cabeza de Vaca». 
  2. Donald E. Sheppard. «Cabeza de Vaca in Texas, New Mexico and Arizona». 
  3. ABC Color (24 de octubre de 2004). Luis Verón, ed. «Gobernadores coloniales de la provincia del Paraguay». 
  4. Alvar Núñez Cabeza de Vaca: Un explorador del Nuevo Mundo (10 de diciembre de 2011). «Servicio militar (1512-1526)». 
  5. Peña, Diego; Martínez-Pinna, Javier. «Exploradores en busca del sueño americano». Revista Vive la Historia (26): 80-85. 
  6. a b c d e Diputación de Cádiz (13 de enero de 2012). «Aventuras y desventuras de Alvar Núñez Cabeza de Vaca». La vuelta a Cádiz en 80 mundos. 
  7. a b Jesús M. Villazón (3 de agosto de 2011). «ALVAR NÚÑEZ CABEZA DE VACA». 

Ediciones de los Naufragios

  • NÚÑEZ CABEZA DE VACA, Álvar. Naufragios y Comentarios. Madrid: Espasa-Calpe, 2005
  • Naufragios y Comentarios. Col. Crónicas de América. Madrid: Dastin, 2000
  • Naufrágios e Comentários. Porto Alegre: L&PM, 1999. (en portugués).
  • Naufragios, La Habana , Instjbonhohnhu0h0unhnu0hn0iujjkjjuyhyh0ituto del Libro, 1970.

Bibliografía secundaria

  • Forssmann, Alec, Perdido en Norteamérica : la sobrevivencia de Cabeza de Vaca, In Historia y Vida, nº479
  • Andrés, RESÉNDEZ (2008). Un viaje distinto. La exploración de Cabeza de Vaca por América. La Vanguardia Ediciones. ISBN 9788496642546. 
  • Alonso, Roberto, "Valladolid Universal. Historias y leyendas de la ciudad que fue capital del mundo". Elefantous BOOKS, Valladolid ISBN 978-84-943-55-0-6
  • Gomez-Galisteo, M. Carmen. Early Visions and Representations of America. New York: Bloomsbury, 2014.
  • Peña, Diego y Martínez-Pinna, Javier. Exploradores en busca del sueño americano . Revista Vive la Historia, nº26, páginas 80-85

Enlaces externos

Obras de Álvar Núñez Cabeza de Vaca

Estudios críticos


Predecesor:
Domingo Martínez de Irala

Gobernador del Río de la Plata y del Paraguay

1542 - 1544
Sucesor:
Domingo Martínez de Irala