Repostería de Chile

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Calzones rotos, un tipo de dulce frito típico de la cocina chilena

La repostería de Chile es una parte de la gastronomía chilena especializada en la elaboración de postres, pasteles y recetas dulces en general. Con una fuerte influencia de la repostería originaria de Europa, principalmente de la repostería española por los siglos de dominio del Imperio español en el actual territorio chileno, como también fueron incorporados y remezclados a partir del siglo XIX elementos de la repostería alemana, francesa, italiana y de otros países producto de la inmigración en Chile.

Historia[editar]

Los orígenes del desarrollo repostero en el país se remontan a la época del Chile colonial —entre los siglos XVI y comienzos del XIX—, donde se le atribuye a las religiosas de la Iglesia católica, la creación y elaboración de las primeras recetas de dulces en los conventos y claustros.[1]​ De allí proviene la expresión «hecho con mano de monja», comúnmente usada en el español chileno, haciendo alusión a aquella persona que tiene dotes o habilidades para cocinar con exquisitez. En aquella época, era común que algunos platos hayan sido introducidos al Reino de Chile desde el Virreinato del Perú, del cual pertenecía administrativamente bajo el dominio de la Monarquía Hispánica.

Una vez obtenida la independencia a comienzos del siglo XIX, la llegada de inmigrantes de distintos orígenes al territorio de la naciente república, trajo consigo como parte de sus costumbres y aspectos culturales, la elaboración de sus propios platos, los cuales fueron compartidos o comercializados al resto de la población nacional, siendo muchos de ellos popularizados a nivel local. Un ejemplo de ello son los inmigrantes alemanes, quienes masificaron el consumo de muchas de sus tortas y algunas masas como el berlín, el cual es ampliamente vendido en pastelerías y panaderías a lo largo de todo el país, sin tener sus fabricantes necesariamente un origen alemán.[2]​ Del mismo modo, la palabra Kuchen, que en alemán quiere decir «pastel», es un vocablo de uso común en el español chileno para referirse a un tipo de pastel de frutas (Obstkuchen en Alemania) muy consumido en todo el país en especial para las once, un tipo de merienda incorporada en las comidas en Chile durante la tardenoche.[3]

A partir del siglo XX comenzaron a abrirse en Chile los primeros salones de té, lugares de encuentro en los espacios urbanos de un público mayoritariamente femenino donde se consumían diferentes tipos de dulces, galletas o pasteles como acompañamiento.[4]​ La cultura chilena del té se encuentra bien arraigada de manera transversal en la sociedad nacional, llegando a ser los chilenos los mayores consumidores de este brebaje en todo el continente americano. Ya en el siglo XXI fueron aperturándose las «teterías», como se conocen las casas de té en ese país, para diferentes tipos de audiencias y con productos gourmet o premium, como algunas delicatessen para acompañar y quienes junto a las cafeterías, ofrecen diversos platos de repostería nacional e internacional.[5]

Las localidades de La Ligua, Curacaví y Curicó tienen la particularidad de ser reconocidas por la elaboración de sus propios dulces típicos. Mientras que los dulces de La Ligua obtuvieron el reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial en julio de 2019 por el Ministerio de Cultura chileno,[6]​ los dulces de Curacaví obtuvieron en 2017 el «Sello de Origen» que otorga y certifica el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI).[7]

Postres y dulces típicos[editar]

Sopaipillas pasadas en chancaca
Pajaritos bañados en merengue y sin decorar

Referencias[editar]

  1. Revista Paula (16 de junio de 2015). «Con mano de monja». La Tercera (Latercera.com). Consultado el 14 de enero de 2023. 
  2. «Manjares alemanes desde Chile». Selecciones del Reader's Digest. Consultado el 14 de enero de 2023. 
  3. Liencura, Jaime (24 de mayo de 2016). «¡Misterio resuelto! Descubre cómo le dicen a los “berlines” en Berlín». Publimetro Chile (Publimetro.cl). Consultado el 14 de enero de 2023. 
  4. Martínez, Rodrigo (31 de mayo de 2018). «El dulce retorno del salón de té». El Líbero (Ellibero.cl). Consultado el 15 de enero de 2023. 
  5. Rauch M., Karla (22 de julio de 2015). «Boom del té en Chile: sube consumo promedio y aumentan teterías». El Mercurio (Economiaynegocios.cl). Consultado el 11 de agosto de 2019. 
  6. «Dulces de La Ligua son declarados como Patrimonio Cultural Inmaterial». Teletrece (T13.cl). 31 de julio de 2019. Consultado el 14 de enero de 2023. 
  7. Aguilar Gorodecki, Alejandra (2 de mayo de 2017). «Autoridades entregan “Sello de Origen” a chicha y dulces de Curacaví». Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa.gob.cl). Consultado el 14 de enero de 2023. 
  8. Ducrot, Víctor Ego (1998). Los sabores de la patria (1.ª edición). Buenos Aires: Editorial Norma. p. 204. ISBN 958-04-4703-9. 
  9. Ducrot, Víctor Ego (6 de abril de 2003). «Origen mítico del dulce de leche» (HTM). edant.clarin.com. Consultado el 2 de junio de 2014. 
  10. Golombek, Diego, y Pablo Schwarzbaum (2003). El cocinero científico (cuando la ciencia se mete en la cocina) - Apuntes de alquimia culinaria (2.ª edición). Buenos Aires: Siglo XXI Editores. p. 96. ISBN 987-1105-15-0. «Otras versiones menos patriotas afirman que el dulce de leche fue en realidad inventado en Chile, donde se lo llamaba manjar blanco; es más, se dice que O'Higgins inició a San Martín en el más dulce de los vicios». 
  11. Barsky, Julián, y Osvaldo Barsky (2008). La Buenos Aires de Gardel. Editorial Sudamericana. p. 208. ISBN 978-950-07-2904-8. «En algunos ambientes circulan platos más refinados, y entre los dulces se destacaba el de leche. Éste había sido introducido desde Chile, donde se lo denominaba 'manjar blanco' y se lo preparaban en el siglo XVIII con leche de vaca, canela y vainilla. De ahí pasó a Cuyo y a Tucumán donde comenzó a utilizárselo como relleno de los alfajores, para luego difundirse en Buenos Aires». 
  12. Boyle, Patricio (13-15 de mayo de 2008). «La mesa y la cuja en el Colegio Jesuita de Mendoza». I Seminario de patrimonio agroindustrial: Paisajes culturales del vino, el pan, el azúcar y el café (Mendoza): 3. Consultado el 28 de diciembre de 2011. «Se importan en el siglo XVII varios frascos de manjar, el célebre dulce de leche de origen chileno y que viajan a través de la cordillera hasta el colegio de Mendoza». 
  13. Pandolfi Burzio, Ana María (14 de agosto de 2017). «Germanismos gastronómicos». Laventanaciudadana.cl. Consultado el 15 de enero de 2023.