Diferencia entre revisiones de «Agustín Gamarra»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
m Revertidos los cambios de 190.42.127.219 a la última edición de 190.232.222.228
Línea 56: Línea 56:
En Bolivia aún subsistía el régimen vitalicio o bolivariano, con el mariscal [[Antonio José de Sucre|Sucre]] a la cabeza, lo cual significaba un grave peligro para la frontera peruana del sur. A fines de [[1827]] varios motines ocurrieron en Bolivia en contra de la dominación colombiana, siendo todos sofocados. Pero otro ocurrido en la ciudad de [[Chuquisaca]] el [[18 de abril]] de [[1828]] tuvo mejor éxito. Al intentar sofocarlo, [[Antonio José de Sucre|Sucre]] fue herido en el brazo derecho y obligado a buscar refugio. Una Asamblea realizada ese mismo día acordó llamar al general Gamarra y a las tropas peruanas apostadas en la frontera, las que inmediatamente penetraron en [[Bolivia]]. [[Antonio José de Sucre|Sucre]] se vio obligado a delegar el mando en el general [[José María Pérez de Urdininea]], Presidente del Consejo y Ministro de Guerra.
En Bolivia aún subsistía el régimen vitalicio o bolivariano, con el mariscal [[Antonio José de Sucre|Sucre]] a la cabeza, lo cual significaba un grave peligro para la frontera peruana del sur. A fines de [[1827]] varios motines ocurrieron en Bolivia en contra de la dominación colombiana, siendo todos sofocados. Pero otro ocurrido en la ciudad de [[Chuquisaca]] el [[18 de abril]] de [[1828]] tuvo mejor éxito. Al intentar sofocarlo, [[Antonio José de Sucre|Sucre]] fue herido en el brazo derecho y obligado a buscar refugio. Una Asamblea realizada ese mismo día acordó llamar al general Gamarra y a las tropas peruanas apostadas en la frontera, las que inmediatamente penetraron en [[Bolivia]]. [[Antonio José de Sucre|Sucre]] se vio obligado a delegar el mando en el general [[José María Pérez de Urdininea]], Presidente del Consejo y Ministro de Guerra.


El avance del ejército peruano en Bolivia no tuvo mayor inconveniente. La mayoría del ejército boliviano hizo causa común con Gamarra, y sólo una pequeña parte le presentó oposición. Gamarra ocupó [[La Paz]], [[Oruro]], [[Chuquisaca]], [[Potosí]] y [[Cochabamba]]. El general Urdininea se avino a llegar a un acuerdo con el jefe peruano, firmándose el [[Tratado de Piquiza]] ([[6 de julio]] de [[1828]]) por el cual se convino, entre otras cosas, en la renuncia de Sucre a la Presidencia de la República, así como la salida de todos los extranjeros del territorio boliviano, tanto tropas auxiliares colombianas como aquellos extranjeros que hubieran tomado parte activa en la política boliviana. Desde entonces Gamarra fue conocido como el '''Mariscal de Piquiza'''. Este suceso daría lugar a una fuerte enemistad entre [[Antonio José de Sucre|Sucre]] y Gamarra y el empeoramiento de las relaciones con la [[Gran Colombia]].y gamarra lo agarro por atras y le dio
El avance del ejército peruano en Bolivia no tuvo mayor inconveniente. La mayoría del ejército boliviano hizo causa común con Gamarra, y sólo una pequeña parte le presentó oposición. Gamarra ocupó [[La Paz]], [[Oruro]], [[Chuquisaca]], [[Potosí]] y [[Cochabamba]]. El general Urdininea se avino a llegar a un acuerdo con el jefe peruano, firmándose el [[Tratado de Piquiza]] ([[6 de julio]] de [[1828]]) por el cual se convino, entre otras cosas, en la renuncia de Sucre a la Presidencia de la República, así como la salida de todos los extranjeros del territorio boliviano, tanto tropas auxiliares colombianas como aquellos extranjeros que hubieran tomado parte activa en la política boliviana. Desde entonces Gamarra fue conocido como el '''Mariscal de Piquiza'''. Este suceso daría lugar a una fuerte enemistad entre [[Antonio José de Sucre|Sucre]] y Gamarra y el empeoramiento de las relaciones con la [[Gran Colombia]].


== Guerra con la Gran Colombia (1828-1829) ==
== Guerra con la Gran Colombia (1828-1829) ==

Revisión del 23:41 11 ago 2009

Agustín Gamarra

Presidente del Perú
1 de septiembre de 1829-20 de diciembre de 1833
Predecesor Antonio Gutiérrez de la Fuente
Sucesor Francisco Xavier de Luna Pizarro

15 de agosto de 1839-18 de noviembre de 1841
Predecesor Andrés de Santa Cruz
Sucesor Manuel Menéndez

Rango
Gran Mariscal del Perú

Información personal
Nacimiento 27 de agosto de 1785 Ver y modificar los datos en Wikidata
Cuzco (Perú) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 18 de noviembre de 1841 Ver y modificar los datos en Wikidata
Ingavi (Bolivia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Muerto en combate Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cementerio Presbítero Matías Maestro Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Peruana
Familia
Cónyuge Francisca Zubiaga y Bernales
Educación
Educado en Colegio San Francisco de Asís Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Militar
Rama militar Ejército del Perú Ver y modificar los datos en Wikidata
Rango militar General Ver y modificar los datos en Wikidata
Conflictos Segunda Campaña de Intermedios, Guerra grancolombo-peruana y guerra entre Perú y Bolivia Ver y modificar los datos en Wikidata

Agustín Gamarra Messia (* Cusco, 27 de agosto de 1785 - † Ingavi, 18 de noviembre de 1841), político y militar peruano, fue Presidente del Perú en dos periodos: de 1829 a 1833 y de 1839 a 1841. Encarna la figura del caudillo militar que tuvo activa participación en la vida política durante las primeras décadas de la República del Perú.

Al servicio de las armas españolas (1809-1821)

Hijo de Fernando Gamarra, escribiente español, y de doña Josefa Petronila Messia, indígena de modesta cuna, nació en el Cuzco e inició sus estudios en el Colegio de San Buenaventura de los frailes franciscanos y luego cursó Cánones en el de San Francisco.

Pero en 1809 optó por la carrera militar enrolándose como cadete en el ejército realista que alistaba el general arequipeño José Manuel de Goyeneche contra el movimiento liberal iniciado en La Paz (1809) y Buenos Aires (1810). Pasó al Alto Perú, combatió en la batalla de Guaqui (1811), durante la cual tuvo un comportamiento que lo hizo acreedor al grado de Subteniente; estuvo en los adversos encuentros de Tucumán (1812) y Salta (1813), a las órdenes del general Pío Tristán; y en los victoriosos de Vilcapuquio y Ayohuma (1813), a las órdenes del general Joaquín de la Pezuela.

Ostentando ya el grado de Capitán y en las filas del Regimiento N.° 1, que estaba íntegramente formado por cuzqueños, fue incorporado a su pedido a la división enviada contra el movimiento revolucionario que acaudillaran en el Cuzco los hermanos Angulo y el brigadier Mateo Pumacahua (1814). Combatió desde Oruro bajo las órdenes del general español Juan Ramírez. Entró victoriosamente a La Paz y Arequipa, siendo ascendido a Teniente Coronel el 7 de enero de 1815. Concurrió luego a la Batalla de Umachiri (11 de marzo de 1815), sangriento encuentro que puso término al movimiento patriota empezado en el Cuzco.

Integró la junta de pacificación encargada de juzgar y castigar a los que participaron en la revolución, pero por su benevolencia fue excluido del tribunal. Prudencialmente, se le confió un puesto administrativo como contador interino de rentas de la intendencia del Cuzco, trabajando en el ordenamiento de las cuentas hasta 1816. Marchó luego a Puno para ocupar un puesto en la contaduría provincial. A poco, se le requirió para combatir a las guerrillas altoperuanas; las redujo en varios combates y mediante el ofrecimiento del indulto; y, no obstante la franca hostilidad que le demostró su superior, el general Mariano Ricafort, el virrey Joaquín de la Pezuela lo ascendió a la clase de Coronel y lo destacó a la provincia altoperuana de Tarija (mayo de 1817) con la misión de pacificarla.

Estando en el Alto Perú fue acusado de alentar una conspiración en el cuartel general de Tupiza, que debía iniciarse con la prisión de los jefes españoles, para marchar luego hacia La Paz y Cuzco al mismo tiempo que la Expedición Libertadora de San Martín llegaba a la costa peruana. No se le pudo probar nada, y se optó por trasladarlo a Lima, junto con el temido segundo batallón del Regimiento N.° 1, del que era jefe. Llegado a la capital (noviembre de 1820), fue despojado del mando de su batallón y designado como ayuda de campo del virrey José de La Serna. Su ascendente carrera militar en el ejército realista parecía acabada, pero se abría otra opción para él.

En las filas patriotas (1821-1825)

Poco duró su fidelidad a la monarquía española, y después de coadyuvar al paso del Batallón Numancia al campo patriota, se presentó ante el cuartel general de San Martín en Huaura (3 de enero de 1821) y se incorporó al ejército emancipador.

Fue enviado a la sierra central con la misión de formar un ejército regular en base a las montoneras que actuaban en la región. Llegó a Jauja, pero le fue difícil cumplir su misión pues los reclutas eran reacios a la disciplina militar. Se trasladó a Pasco, con instrucciones de no comprometerse en acción alguna estando en desventaja, pero una avanzada de su división fue sorprendida y derrotada por el ejército realista comandado por Mariano Ricafort (abril de 1821). De todos modos logró la formación de dos unidades de combate: el Batallón Leales y el Escuadrón de Granaderos del Perú.

En una segunda campaña a la sierra central sirvió bajo el mando del general argentino Juan Antonio Álvarez de Arenales, quien le comisionó sorprender al general realista José Carratalá, quien se hallaba en el pueblo de Concepción, cerca de Jauja. Gamarra no pudo cumplir con la misión y se retiró a Jauja (mayo de 1821). Arenales se enfureció a tal punto con Gamarra, que llegó incluso a pedir a San Martín su separación del ejército.

Ocupada Lima por el ejército libertador, Gamarra se trasladó a la capital donde participó del entusiasmo generado por la Proclamación de la Independencia (julio de 1821) y estuvo entre los galardonados con la Orden del Sol. A continuación, como Jefe de Estado Mayor, se integró al destacamento patriota comandado por el general Pío Tristán que fue enviado hacia el sur, con la misión de ocupar Cañete e Ica. Pero al llegar al valle de Ica fueron atacados por el ejército realista de José de Canterac y sufrieron un serio revés en la batalla de la Macacona (7 de abril de 1822), tras lo cual Gamarra fue enjuiciado y se le suspendió de la milicia por cuatro meses.

En medio de la convulsión política que atravesaba el Perú, José de la Riva Agüero fue nombrado Presidente de la República, a instigación de un grupo de jefes del ejército patriota (entre ellos Gamarra) amotinados en Balconcillo. Gamarra rechazó el ministerio de Guerra que le ofreció Riva Agüero; en cambio fue ascendido a General de Brigada (8 de abril de 1823) y partió junto con el general Andrés de Santa Cruz a la Segunda Campaña de Intermedios, contra los realistas del Alto Perú, que duró de mayo a setiembre de 1823 y concluyó en la desordenada "campaña del talón", sin resultado positivo para los patriotas.

Siendo inminente la llegada de Simón Bolívar, Gamarra se apresuró a manifestarle su adhesión. Se incorporó al Ejército Libertador, combatió en la Batalla de Junín (6 de agosto de 1824); y como Jefe de Estado Mayor fue uno de los artífices del triunfo alcanzado en la Batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824), aunque su intervención no fue mencionada debidamente por Sucre en el parte enviado a Bolívar, omisión que Gamarra jamás perdonaría. De todas formas, recibió el ascenso a General de División en enero de 1825.

Prefecto del Cuzco (1825-1827)

El 6 de febrero de 1825 fue nombrado por Bolívar como Prefecto del Cuzco y jefe militar de los departamentos del sur. Ese mismo año se casó en Zurite con doña Francisca Zubiaga y Bernales, quien llegaría a ser conocida con el apodo de “La Mariscala”.

Como Prefecto realizó una labor encomiable, pues sofocó inmediatamente la resistencia que aún intentaban oponer algunos oficiales realistas. Se preocupó además por incentivar la agricultura y por mejorar los servicios asistenciales y de la Casa de la Moneda.

Tras el retiro de Bolívar y la caída del régimen vitalicio en el Perú (1827) se mantuvo en la Prefectura y en el mando del poderoso ejército del sur, al servicio del gobierno del Mariscal José de La Mar. Fue elegido diputado por Lampa ante el Congreso Constituyente de 1827.

Invasión a Bolivia (1828)

En Bolivia aún subsistía el régimen vitalicio o bolivariano, con el mariscal Sucre a la cabeza, lo cual significaba un grave peligro para la frontera peruana del sur. A fines de 1827 varios motines ocurrieron en Bolivia en contra de la dominación colombiana, siendo todos sofocados. Pero otro ocurrido en la ciudad de Chuquisaca el 18 de abril de 1828 tuvo mejor éxito. Al intentar sofocarlo, Sucre fue herido en el brazo derecho y obligado a buscar refugio. Una Asamblea realizada ese mismo día acordó llamar al general Gamarra y a las tropas peruanas apostadas en la frontera, las que inmediatamente penetraron en Bolivia. Sucre se vio obligado a delegar el mando en el general José María Pérez de Urdininea, Presidente del Consejo y Ministro de Guerra.

El avance del ejército peruano en Bolivia no tuvo mayor inconveniente. La mayoría del ejército boliviano hizo causa común con Gamarra, y sólo una pequeña parte le presentó oposición. Gamarra ocupó La Paz, Oruro, Chuquisaca, Potosí y Cochabamba. El general Urdininea se avino a llegar a un acuerdo con el jefe peruano, firmándose el Tratado de Piquiza (6 de julio de 1828) por el cual se convino, entre otras cosas, en la renuncia de Sucre a la Presidencia de la República, así como la salida de todos los extranjeros del territorio boliviano, tanto tropas auxiliares colombianas como aquellos extranjeros que hubieran tomado parte activa en la política boliviana. Desde entonces Gamarra fue conocido como el Mariscal de Piquiza. Este suceso daría lugar a una fuerte enemistad entre Sucre y Gamarra y el empeoramiento de las relaciones con la Gran Colombia.

Guerra con la Gran Colombia (1828-1829)

El 3 de junio de 1828 Bolívar lanzó una violenta proclama contra los peruanos y un mes después declaró la guerra al Perú. El Presidente José de La Mar aceptó el reto, y con la autorización del Congreso se puso en campaña hacia el norte al frente del ejército peruano.

La guerra fue terrestre y marítima. En el mar, contando el Perú con superioridad indiscutible, la armada peruana al mando de Jorge Martín Guisse bloqueó la costa grancolombiana entre Machala y Panamá y luego atacó y ocupó Guayaquil pereciendo heroicamente Guisse en el asalto.

La campaña terrestre no tendría el mismo resultado. La Mar, al mando de las tropas peruanas (Ejército del Norte), estableció su cuartel general en Piura, y luego avanzó hacia Loja en busca del ejército grancolombiano que mandaba Sucre. Otra parte del ejército peruano proveniente de Bolivia y al mando de Gamarra (Ejército del Sur) avanzó también sobre el territorio grancolombiano. La Mar asumió la dirección suprema de la guerra y Gamarra fue designado Comandante general del ejército. El objetivo inmediato que se propusieron fue la ocupación de Cuenca. Los dos jefes peruanos no coordinaron bien sus movimientos y Sucre actuando con su característica habilidad, en la madrugada del 13 de febrero de 1829 sorprendió el parque de artillería peruano en el pueblo de Saraguro y lo destrozó.

A continuación, Sucre, al frente del grueso de su ejército (unos 4,000 hombres), logró derrotar a una división de avanzada del ejército peruano (unos 1,000 soldados) en el lugar denominado Portete de Tarqui, cerca de Cuenca (27 de febrero de 1829). Fue un revés para los peruanos pero no una derrota decisiva, al no producirse un encuentro o batalla campal entre ambos ejércitos, que se aferraron a sus posiciones.

Hay serios indicios para suponer de que detrás de estos “reveses” del ejército peruano estuvo la mano oculta y traicionera de Gamarra, quien, aliado con los generales Andrés de Santa Cruz y Antonio Gutiérrez de la Fuente buscaba, no la derrota de los grancolombianos, sino la caída de La Mar, sobreponiendo sus intereses subalternos a los de su patria. La Fuente, que estaba en Arequipa con un ejército y con orden de marchar a la frontera grancolombiana, jamás llegó al teatro de operaciones. Por su parte Santa Cruz ya se hallaba como Presidente en Bolivia y desde allí maquinaba planes para realizar el proyecto de una Confederación con el Perú[1]​.

Se ha llegado incluso a acusar a Gamarra de reunirse secretamente con Sucre, y que intencionadamente dejó que el Ejército del Norte (dirigido por el mismo La Mar) sufriera reveses, para que el Ejército del Sur (comandado por él) resultara siendo el núcleo del Ejército peruano y poder así decidir la paz con los grancolombianos. En defensa de esta tesis se ha argüido que Gamarra ordenó la retirada de sus tropas en la Batalla del Portete de Tarqui. Sus defensores, en cambio, niegan que tal orden tuviera una oculta intención, resaltando el hecho que Gamarra demostrara un comportamiento valiente en el curso del combate, a tal punto que fue herido y le mataron dos cabalgaduras[2]​.

Derrocamiento de La Mar y la paz con Colombia

Luego del revés de Tarqui y no obstante contar todavía con un ejército superior, La Mar aceptó el ofrecimiento de Sucre de hacer la paz. Se firmó así el Convenio de Girón (28 de febrero de 1829), que entre otras cosas, estipulaba la desocupación del territorio grancolombiano por el ejército peruano, es decir Loja y Guayaquil. Representando a La Mar firmaron Gamarra y el coronel Luis de Orbegoso. En su correspondencia Gamarra hizo notar que la situación del ejército peruano era insostenible, por no tener municiones suficientes y hallarse la caballería en mal estado, todo lo cual impedía maniobrar en un territorio tan áspero como la sierra de Cuenca.

En cumplimiento del Convenio, el ejército peruano se retiró a Piura, pero la guarnición peruana de Guayaquil se negó a desocupar el puerto, hasta que el Congreso peruano aprobara dicho Convenio. Luego, debido a ciertos incumplimientos de parte de Sucre, el Presidente La Mar rechazó el Convenio y se preparó para proseguir la guerra, cuando en la noche del 7 de junio de 1829 una conspiración de los jefes del ejército en Piura dirigidos por Gamarra lo depuso y obligó a embarcarse para Costa Rica. Simultáneamente, en Lima Antonio Gutiérrez de la Fuente, cómplice de Gamarra, derrocaba al encargado del mando Manuel Salazar y Baquíjano y asumía el poder con el título de Jefe Supremo.

Gamarra, ya como Jefe del Ejército del Norte, firmó el armisticio con la Gran Colombia (10 de julio de 1829), por el cual se estipulaba la supresión de las hostilidades por 60 días, la supresión del bloqueo de la costa ecuatoriana y la entrega de Guayaquil. Finalmente, se firmó la paz entre el Perú y la Gran Colombia por el Tratado Larrea – Gual (22 de septiembre de 1829). La Gran Colombia, antecedente de la República del Ecuador, respetó entonces los derechos del Perú sobre los territorios de Tumbes, Jaén y Maynas, a los cuales jamás consideró “territorios grancolombianos”.

Presidencia del Perú

Primera Presidencia (1829-1833)

En Lima, La Fuente no quiso conservar el poder y renunció ante el Congreso. Éste, por votación, nombró Presidente Provisorio de la República al Mariscal Gamarra y la Vicepresidente a La Fuente (1º de setiembre de 1829). Se convocaron luego a las primeras elecciones populares del Perú. Gamarra obtuvo más de la mayoría absoluta de los colegios electorales de provincia exigidos por la Constitución y fue proclamado Presidente Constitucional por el Congreso, el 19 de diciembre de 1829.

El gobierno de Gamarra quiso ser lo opuesto al de José de La Mar. Éste coincidió con un esfuerzo constitucionalista; Gamarra dejó de lado la Constitución de 1828, la cual no lo tuvo satisfecho por las limitaciones que estableció al Poder Ejecutivo. Instauró un gobierno autoritario y conservador.

Gamarra logró, a duras penas, terminar su gobierno constitucional. Tuvo un carácter muy activo por lo que se ausentó varias veces de la capital para sofocar las varias rebeliones y levantamientos que ocurrieron en diversas partes del país. Durante esas expediciones dejaba la presidencia en manos de sus vicepresidentes o encargados de gobierno, el primero de los cuales, Antonio Gutiérrez de la Fuente, manifestó también su carácter autoritario y comenzó a ganarse la enemistad de la cúpula política limeña. La Fuente terminó por ser expulsado de Lima tras un motín que estalló en la capital, promovido por la esposa de Gamarra, la famosa Mariscala.

Conforme pasaba el tiempo, la oposición liberal al gobierno se robusteció más y los miembros del Congreso hicieron sentir su protesta. Fue Francisco de Paula González Vigil, sacerdote tacneño, quien hizo la más severa crítica al régimen autoritario de Gamarra culminando su argumentación con las célebres palabras: “Yo debo acusar, yo acuso”. En su elocuente discurso, Vigil denunció los actos ilegales y las arbitrariedades en que había incurrido el régimen de Gamarra. Con estas acusaciones, el gobierno se desprestigió aún más. El Congreso se clausuró a fines de 1832.

En las postrimerías de su mandato, Gamarra convocó a la Convención Nacional (1833), una asamblea de representantes cuya misión sería reformar la Constitución de 1828, tal como lo había estipulado esta última. Como ya finalizaba también su período presidencial, Gamarra convocó a los Colegios Electorales para la elección de un nuevo Presidente, pero dichos colegios fueron elegidos parcialmente (unas provincias eligieron y otras no) y no se pudo realizar la elección. Entonces se encomendó a la Convención Nacional la elección de un Presidente provisorio. Dicha asamblea estaba dominada por los liberales a la cabeza de los cuales estaba el clérigo Francisco Xavier de Luna Pizarro. El elegido fue Luis José de Orbegoso y Moncada, un militar débil y manejable, en desmedro del candidato gobiernista, Pedro Pablo Bermúdez (20 de diciembre de 1833).

Guerra civil entre gamarristas y orbegosistas

Descontento por dicho resultado, Gamarra quiso imponer a toda costa a su candidato Bermúdez, y junto con sus adeptos empezó a hostilizar al nuevo gobierno. Orbegoso, se refugió en la Fortaleza del Real Felipe en el Callao, y Pedro Pablo Bermúdez se proclamó en Lima Jefe Supremo de la República. Estalló enseguida la guerra civil. El pueblo de Lima no simpatizó con los rebeldes; Bermudez y sus partidarios tuvieron que retirarse a la sierra. Fueron perseguidos por Orbegoso, quien fue derrotado en Huaylacucho. Sin embargo la guerra finalizó cuando ambos bandos se amistaron en el llamado Abrazo de Maquinhuayo (24 de abril de 1834). Gamarra, que se encontraba en Arequipa, emigró con destino a Bolivia, mientras su esposa la “Mariscala” se iba a Chile, donde moriría poco después.

Perú y Bolivia: ¿uno e indivisible?

Otra idea que obsesionaba a Gamarra era la anexión de Bolivia. Compartía esta inquietud con Andrés de Santa Cruz. Sin embargo, mientras Santa Cruz pensaba en la creación de un Estado Federado, Gamarra pensaba en la vuelta de Bolivia al Perú, de donde se había separado luego de declarar su independencia en el Congreso de Chuquisaca.

Cuando el general Felipe Santiago Salaverry se rebeló contra del gobierno de Orbegoso y se proclamó Jefe Supremo del Perú (1835), Santa Cruz y Gamarra vieron la ocasión propicia para realizar sus planes. Desde Bolivia, Gamarra ingresó al Perú y ocupó el Cuzco. Entonces, Orbegoso, que se encontraba en Arequipa, haciendo uso de una autorización del Congreso, llamó en su auxilio a Andrés de Santa Cruz. Dos mil bolivianos cruzaron la frontera y Orbegoso delegó el mando en Santa Cruz.

Ante la unión de Orbegoso y Santa Cruz, Gamarra y Salaverry sumaron entonces fuerzas contra la invasión boliviana. Gamarra fue el primero que se enfrentó con Santa Cruz, su antiguo aliado, pero fue derrotado en la Batalla de Yanacocha (13 de agosto de 1835).

Fugitivo, Gamarra llegó a Lima, en donde las autoridades lo tomaron prisionero y lo deportaron a Costa Rica. Eliminado Gamarra, quedaron frente a frente Santa Cruz y Salaverry. Con la derrota y fusilamiento de este último, se pudo al fin establecer la Confederación Perú-Boliviana (1836).

Pero Gamarra no cejó en su empeño de destruir la Confederación. Salió a buscar el apoyo de Ecuador y luego el de Chile, con el fin de organizar una gran Expedición “Restauradora”. Un ejército aliado chileno-peruano puso término al régimen de la Confederación gracias a las victorias logradas en la Portada de Guía (21 de agosto de 1838) y en Yungay (20 de enero de 1839), y el subsiguiente derrocamiento de Santa Cruz.

Segunda Presidencia (1839-1841)

Gamarra fue nombrado Presidente, primero con carácter provisorio (15 de agosto de 1839) y luego con carácter Constitucional (10 de julio de 1840), por el Congreso reunido en Huancayo.

Durante este segundo gobierno, Gamarra siguió los mismos lineamientos del primero, al ser autoritario y conservador, ya que así lo exigían las circunstancias, luego de varios años de guerra civil. Enfrentó el reto de pacificar el país, teniendo que enfrentar la revolución “regeneradora” que en Arequipa encabezó Manuel Ignacio de Vivanco proclamándose Jefe Supremo (1841). Para combatirlo fue enviado el ministro de guerra Ramón Castilla, quien después de sufrir la derrota en Cachamarca, triunfó sobre los vivanquistas en Cuevillas. Vivanco huyó a Bolivia.

Invasión a Bolivia y muerte

Gamarra inició una nueva guerra contra Bolivia, cuyo propósito era volver a reunirla con el Perú, o por lo menos incorporar solo el departamento de La Paz. Para justificarse, arguyó una serie de razones, como el hecho de que aún continuaban actuando en Bolivia los partidarios de Andrés de Santa Cruz. Declarada la guerra, el ejército peruano acantonado en Puno invadió Bolivia, avanzando por Huancané, Moho y Sorata, y el 19 de octubre de 1841 ocupó La Paz, en donde acampó. Los bolivianos dejaron de lado sus rencillas políticas y se congregaron en torno del general José Ballivián. El 18 de noviembre de 1841 ambos ejércitos se encontraron en la llanura de Ingavi, al este de La Paz. Se dice que Gamarra, al ver que en el cielo destacaban los colores del arco iris, en tono de presagio dijo: "Si fuera romano aplazaría la batalla, porque miro reflejados en el cielo los colores de Bolivia". Pero ordenó el ataque, y a poco de empezada la refriega cayó mortalmente herido. El encuentro finalizó con la derrota de los peruanos, tras cincuenta minutos de feroz lucha.

Sus restos fueron transportados de Bolivia a Lima en 1849 con gran solemnidad y enterrados en el Cementerio Presbítero Maestro. Con motivo de las exequias de este caudillo, Bartolomé Herrera dió un célebre sermón, que fue un llamado al orden al país.

Obras y hechos importantes de su Gobierno

Primer Gobierno (1829-1833)

  • Se firmó en Guayaquil el Tratado de Paz, Amistad y Límites entre el Perú y la Gran Colombia, entre el representante peruano José de Larrea y Loredo y el colombiano Pedro Gual, por lo que se le conoce también como Tratado Larrea - Gual (22 de septiembre de 1829). La Gran Colombia respetó los derechos del Perú sobre Tumbes, Jaén y Maynas, y a su vez el Perú desistió de reclamar Guayaquil. Las fronteras quedaron pues, tal como estaban antes de estallar la guerra.
  • En 1830 se disolvió la Gran Colombia y surgió como estado independiente la República del Ecuador, que se erigió sobre la base de los territorios de la antigua Audiencia de Quito, más Guayaquil. La flamante república en ese entonces no hizo reclamos sobre Tumbes, Jaén y Maynas, que pertenecían al Perú de manera indiscutible en base al principio del Uti Possidetis y el principio de la libre determinación de los pueblos. El primer tratado celebrado entre el Perú y Ecuador fue el Tratado Pando – Novoa, suscrito el 12 de julio de 1832 por el ministro de gobierno y relaciones exteriores del Perú, José María Pando, y el ministro plenipotenciario de Ecuador, Diego Novoa. Su artículo 14 reconocía y respetaba los límites vigentes entre ambas naciones.
  • En 1831 Gamarra quiso declarar la guerra a Bolivia pero el Congreso se opuso. Entonces decidió entablar negociaciones con dicho país. Los representantes de ambos países, el peruano Pedro Antonio de La Torre y el boliviano Miguel María Aguirre se reunieron en Tiquina (frontera peruano-boliviana), firmando un Tratado preliminar de paz (25 de agosto de 1831), en el que se acordó el retiro de ambos ejércitos de la frontera y la disminución de sus efectivos. El 8 de noviembre de 1831, los mismos plenipotenciarios, con la mediación de Chile, suscribieron en Arequipa el Tratado de Paz y Amistad, que ratificó los acuerdos anteriores, además de la prohibición de las actividades sediciosas a los refugiados políticos de ambos países, y el mantenimiento de las fronteras hasta el nombramiento de las comisiones de límites. Por el mismo tiempo se celebró el Tratado de Comercio, en el cual se aprobó la igualdad de derechos, se declaró libre la navegación en el Lago Titicaca y quedaron exentos algunos artículos necesarios para la industria y la agricultura de ambos países. El gobierno boliviano aceptó el Tratado de Paz y Amistad, mas no el de Comercio, por considerarlo lesivo a sus intereses comerciales. El peruano La Torre se vió obligado a viajar a Bolivia para negociar con el representante boliviano Casimiro Olañeta un nuevo Tratado de Comercio, que fue suscrito en Chuquisaca el 17 de noviembre de 1832.
  • Se reorganizó la Casa de Moneda, cuya dirección fue encomendada a Cayetano de Vidaurre 1831 y se crearon las casas de moneda de Trujillo y Arequipa.
  • Se tomó medidas para regularizar el cobro de las contribuciones, especialmente del ramo de patentes que no habían sido hecho efectivas desde el año 1822
  • Se inauguró el muelle del Callao y se abrió al comercio marítimo el puerto de Cerro Azul.
  • Se estableció la Dirección General de Aduanas
  • Se creó el Departamento de Amazonas, por ley promulgada el 21 de noviembre de 1832. La integraban las provincias de Chachapoyas, Pataz y Maynas, hasta entonces bajo la jurisdicción de La Libertad. Para ello fue decisiva la acción del diputado amazonense José Braulio del Campo Redondo.
  • Se fundó en 1830 el Colegio Militar, cuyo director fue el coronel Manuel Ignacio de Vivanco, pero no tuvo larga vida pues fue clausurado en 1834.
  • Se reorganizó el Convictorio de San Carlos y se fundó el Ateneo de Lima, con el propósito de estimular el desarrollo cultural del país.
  • Se ensayó la descentralización administrativa que se hizo por medio de las Juntas Departamentales, que habían sido creadas por la Constitución de 1828. Lamentablemente, este ensayo no dio los resultados esperados por la irresponsabilidad y la falta de preparación de sus miembros, a lo que se sumó la escasez de recursos económicos.

Segundo Gobierno (1839-1841)

  • Convocó el Congreso Constituyente de Huancayo, que se instaló el 15 de agosto de 1839 y que luego promulgó una Constitución Conservadora el 10 de noviembre de dicho año (Constitución de 1839), que regiría el país hasta 1854. Frente a las Constituciones liberales anteriores (1823, 1828, 1834) que debilitaban la autoridad del Poder Ejecutivo pretendiendo subordinarlo al Legislativo, la Constitución de Huancayo fue a un robustecimiento de la autoridad del Ejecutivo. Aumentaba el mandato presidencial a 6 años y suprimía el régimen municipal.
  • En 1839 empezó la navegación a vapor en el Perú. El naviero norteamericano William Wheelwright tuvo la feliz idea de implantar la navegación a vapor en las costas del Pacífico sudamericano, con los barcos Perú y Chile. La implantación de este sistema agilizó las operaciones de transporte de carga y pasajeros, que hasta entonces se realizaba con barcos a vela, cuyo desplazamiento lento, estaba sujeto, en la mayoría de los casos, a los caprichos de la naturaleza.
  • El 4 de mayo de 1839 inició su publicación en Lima el diario El Comercio, fundado por el chileno Manuel Amunátegui y su socio Alejandro Villota, con el lema “Orden, libertad, saber”, diario que subsiste hasta la actualidad.
  • El 14 de noviembre de 1840 fue fundado el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe, siendo sus promotores el comerciante y agricultor iqueño Domingo Elías y el español Nicolás Rodrigo, en vista de la gran escasez en Lima de centros educativos. Fue fundado para dar educación a los niños pero pronto extendió su acción a los jóvenes y hasta llegó a proporcionar educación superior. Este Colegio subsiste hasta el día de hoy.
  • El 8 de julio de 1841 se firmó en Lima el Tratado de Paz, Amistad, Comercio y Navegación Peruano - Brasileño entre los representantes diplomáticos Duarte Da Ponte Ribeyro del Brasil y Manuel Ferreyros del Perú. Al margen de los acuerdos que se tomaron para la calificación de las embarcaciones comerciales de ambos países, así como la manera en que debían desarrollarse las correspondientes transacciones, se convino en lo que toca a límites "llevarla a cabo lo más pronto posible de acuerdo al uti possidetis de 1821", con el compromiso de realizar cambios o compensaciones territoriales, de acuerdo a lo convenido entre las partes. Al día siguiente se firmó una Convención Postal, con la participación de los mismos diplomáticos.
  • Durante esta época tuvo auge la corriente costumbrista en la literatura peruana con Felipe Pardo y Aliaga y Manuel Ascencio Segura como máximos exponentes. Pardo satirizó las costumbres políticas y sociales de entonces burlándose de sus enemigos, los liberales, y Segura satirizó las costumbres de la clase media y el caudillaje militar. En la pintura costumbrista sobresalió Pancho Fierro.

Véase también

Referencias

  1. Sobre las intrigas de estos tres personajes (Gamarra, Santa Cruz y La Fuente) en pro de la caída de La Mar, ha dado pruebas el historiador Nemesio Vargas (Historia del Perú Independiente, 9 vols. Lima, 1903-1942) y su hijo Rubén Vargas Ugarte (Historia General del Perú, 12 vols. Lima, 1971-1984), quien opina que si se hubiera ayudado eficazmente al Presidente La Mar y no se le hubieran sembrado tantos obstáculos, el Perú hubiera ganado la guerra contra la Gran Colombia
  2. Uno de los más denodados defensores del general Gamarra fue el militar e historiador Manuel de Mendiburu, quien escribió: “Los que tildaron de cobardía al general Gamarra en estos peligros, avanzándose a acusarle de traición, son unos impostores a quienes un ciego espíritu de partido movió a decir, sin respeto a la verdad y honra de su mismo país, lo que jamás podrían probar” (citado por Jorge Basadre: Historia de la República del Perú. 1822 - 1933, Octava Edición, Tomo 1, pág. 200. Lima, 1998)

Bibliografía

  • Basadre, Jorge: Historia de la República del Perú. 1822 - 1933, Octava Edición, corregida y aumentada. Tomos 1 y 2. Editada por el Diario "La República" de Lima y la Universidad "Ricardo Palma". Impreso en Santiago de Chile, 1998.
  • De la Puente Candamo, José Agustín: Historia General del Perú. Tomo VI. La Independencia. Lima, Editorial BRASA S.A., 1993.
  • Historia del Perú. Lima, Lexus Editores, 2000. ISBN 9972-625-35-4
  • Grandes Forjadores del Perú. Lima, Lexus Editores, 2000. ISBN 9972-625-50-8
  • Morote, Herbert: Bolivar: Libertador y enemigo Nº 1 del Perú. Lima, Jaime Campodónico/Editor, 2007. ISBN 978-9972-729-60-7
  • Riva Aguero y Sanchez Boquete, José de la: Memorias y documentos para la historia de la independencia del Perú y causas del mal éxito que ha tenido esta París, 1858. (Pseudónimo: P. Pruvonena).
  • Tauro del Pino, Alberto: Enciclopedia Ilustrada del Perú. Tercera Edición. Tomo 7. FER-GUZ. Lima, PEISA, 2001. ISBN 9972-40-156-1
  • Vargas Ugarte, Rubén: Historia General del Perú. Sexto Tomo. Tercera Edición. Editor Carlos Milla Batres. Lima, Perú, 1981. ISBN 84-499-4818-5

Enlace externo


Precedido por:

Antonio Gutiérrez de la Fuente
Autoproclamado Presidente

Presidente del Perú
Setiembre 1829 - Diciembre 1833

Escudo de Perú
Presidente Constitucional del Perú

Sucedido por:

Francisco Xavier de Luna Pizarro
Presidente Interino

Precedido por:

Andrés de Santa Cruz
Supremo Protector de la Confederación

Presidente del Perú
Agosto 1839 - Noviembre 1841

Escudo de Perú
Presidente Constitucional del Perú

Sucedido por:

Manuel Menéndez