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== Biografía ==
== Biografía ==
Nació en Sevilla el año 1484. Estudio en Salamanca y recién graduado de abogado, vino a América junto con su padre, llegando el 15 de abril de 1502 a La Española. Venía, como la mayoría, motivado por el espíritu aventurero y el ansia de riqueza. Durante 8 años tomó parte en la guerra contra los indios y los empleó para explotar la tierra. Fue encomendero, pues.
Después de un corto regreso a Europa, como tenía ya los estudios necesarios, se le concedió ser ordenado sacerdote (diocesano), el primero en el Nuevo Mundo (1507). En 1510 llegan los primeros dominicos, liderados por fr. Pedro de Córdoba. Bartolomé hizo algún tiempo de intérprete para su predicación a los indios. Fr. Antonio de Montesinos predica el famoso sermón del 1er. domingo de Adviento, en el que pregunta: "Y éstos no son personas...?", lo cual le impacta tremendamente, aunque no estaba de acuerdo con su doctrina.

Pasó a Cuba como capellán del ejército y recibió nuevos indios y tierras, a los que trató siempre con bondad, pero vio que los demás no eran así, sino que los hombres perecían en las minas, las mujeres eran abusadas, ancianos y niños morían de hambre y familias enteras se suicidaban para escapar a la brutal explotación.

En Pentecostés de 1514 renunció públicamente a sus encomiendas y empezó a predicar contra todo aquel sistema.

Fue con Montesinos a Sevilla en 1516; ambos iban a "amonestar al rey" de que la conquista y la esclavitud estaban acabando con los naturales, por lo que solicitaban reformas profundas. Muerto el rey Fernando, presenta sus memoriales "Abusos"y "Remedios" al Cardenal Cisneros, pidiendo que los indígenas vivan en pueblos con tierras comunes, organizados por un administrador, pagando tributos a la corona. Fue nombrado "Protector de los indios".

En 1517 presenta al nuevo rey Carlos I un proyecto para repoblar el continente con labradores en lugar de soldados. Salió con muchos campesinos hacia Venezuela, pero casi todos le abandonaron para dedicarse a la lucrativa trata de esclavos. Unos indios se levantaron y mataron a algunos frailes y oficiales. Tuvo que renunciar a su plan de colonización pacífica. Su proyecto de "comunidades", años después se transformó en el "corregimiento" o pueblo libre bajo la corona.

Frustrado en sus planes, en 1522 ingresó a la Orden Dominicana en Santo Domingo, capital de La Española. Por seis años estudió ampliamente -en Vega Real- teología, patrística y sagrada escritura, y luego fue nombrado prior en Puerto Plata. Desde allí escribe cartas apasionadas al Consejo de Indias, denunciando la trata mortífera a los naturales. Esto da lugar a una ley en 1530 prohibiendo la esclavitud de los indios. Sus sermones pidiendo buen trato e incluso la libertad de los indios, fueron considerados 'escandalosos' por muchos españoles, así como sus consejos en el confesionario, y se quejaron a las autoridades, por lo cual la Audiencia le prohibió predicar por dos años. Entonces fue juntando material para su vasta "Historia general de las Indias".

Junto con otro fraile fue a visitar en su campamento a Enriquillo, un indio guerrillero, y le convencieron de que abandonase su posición. Así demostró que con amor se podía atraer a cualquiera a la fe cristiana. A raíz de esta experiencia compuso su primer gran tratado: "El único modo de atraer a todas las gentes a la verdadera fe". En él expone que los naturales eran seres racionales y muy capaces. Y que la conquista a fuego y espada era un método equivocado. La conversión debía ser fruto de la prédica y del buen ejemplo, con respeto a los derechos de los nativos, sobre todo su libertad y su propiedad.

En 1531 escribe un largo "Memorial para el Consejo de Indias" y se fue secretamente a España, regresando con una ley favorable a los nativos; luego salió a presentarla en México y después en Perú. Las Casas pide luego que le dejen repetir la experiencia pacificadora en Tezulutlán (tierra de guerra), Guatemala, y con los padres Cáncer y Angulo se internó en la zona, obteniendo su conversión en apenas dos años, en base a exponer en su lengua las verdades de la fe con versos, música y canto; no se derramó ni una gota de sangre. Aquella zona es llamada desde entonces Verapaz.

A fines de 1539 vuelve a España para buscar más misioneros y sigue cabildeando a favor de los indígenas. De modo que en 1542 una Junta Magna en Valladolid publica las famosas Leyes Nuevas de Indias, inspiradas en su pensamiento, que no gustaron a las autoridades del Nuevo Mundo, que hicieron todo lo posible por no cumplirlas y desacreditar a su inspirador. Por este tiempo acabó de escribir su "Brevísima relación de la destrucción de las Indias". Como en todas sus obras, demuestra una gran erudición: manejo de autoridades clásicas, así como un conocimiento detallado -por lo que él vio o por lo que le contaron de primera mano-, que respalda sus afirmaciones (a pesar de lo cual fue tachado de exagerado, porque las cifras y datos son verdaderamente escalofriantes).

Su pensamiento de avanzada llega a afirmar que es preferible que los indígenas anden desnudos y adoren a sus dioses, e incluso tengan sus sacrificios humanos de buena fe, antes que hacerles la guerra cruelmente y despojarles de sus tierras, de sus valores y de su dignidad, lo cual demuestra un pensamiento más atrasado, sustentado en la fuerza bruta. Admira las grandes ciudades, el orden político y social de las sociedades americanas, el carácter agradable y pacífico de las gentes, frente a la brutalidad, el egoísmo y la mentira de los conquistadores. Por eso algunos en España le acusaron de antipatriota, en lugar de percatarse de dónde estaba la verdad.

Fue elegido para obispo de Cusco, en Perú, pero rehusó, diciendo que él sólo obraba por servir a Dios y a Su Majestad y no por buscar mercedes. Poco después fue obligado a que aceptase el nombramiento de obispo de Chiapas, siendo consagrado en 1544 en Sevilla. Llegó con 45 frailes dominicos y un equipo laico de 5 personas, el mayor contingente misionero jamás reunido hasta entonces. Quería hacer una diócesis modelo. Vivía pobremente, vestido con su hábito blanco, comiendo poco para no recargar sobre las gentes, etc. Y tuvo el consuelo de que ya otros frailes, como los franciscanos, aceptaban sus ideas liberadoras. Pero las personas 'importantes' le hacían la vida imposible, cegados por la ambición y la prepotencia, amenazando incluso con matarle, por lo cual renunció en 1547 (residió en Chiapas poco más de seis meses) y regresó a España, para entrevistarse con el príncipe Felipe. En ese intervalo estuvo consagrando obispo, en Gracias a Dios (Honduras) a Mons. Antonio Valdivieso OP, obispo de León (Nicaragua). Estuvo en Granada y en El Realejo, Nicaragua, donde intentó armar una expedición evangelizadora al Perú, que parece no llegó a su fin.

En 1550 tuvo grandes discusiones con el teólogo esclavista Sepúlveda; en esas discusiones siempre contó con la ayuda de sus hermanos dominicos, como Melchor Cano, etc. Siempre estaba escribiendo, retirado en algún convento, escribiendo cartas a numerosos personajes o presentando ponencias en alguna Junta real. Y era frecuentemente consultado en la Corte sobre cuestiones de América.

Murió santamente en 1566, en el convento de Atocha (Madrid), a los 82 años.


=== Nacimiento y primeros años ===
=== Nacimiento y primeros años ===
De acuerdo a Antonio de Remesal, quien fue su primer biógrafo, Las Casas nació en Sevilla en [[1474]], pero las investigaciones de Helen Rand Parish y Harold E. Weidman de 1976, determinaron que la fecha más probable del nacimiento del fraile fue el 11 de [[noviembre]] de [[1484]] en [[Triana]].<ref>Pérez, op.cit. p.9</ref> Siendo niño conoció a los [[Reyes Católicos]], y a [[Cristóbal Colón]], pues su padre Pedro de las Casas, participó en los viajes del almirante. En [[1499]] tuvo la oportunidad de conocer a un indio, el cual fue traído por Colón y regalado a su padre como esclavo.<ref>Pérez, op.cit. p.20</ref>Las Casas estudió latín en [[Salamanca (España)|Salamanca]] o [[Sevilla]].<ref name="OGorman">Casas, op.cit. (2) apéndice biográfico p.XXV</ref>
De acuerdo a Antonio de Remesal, quien fue su primer biógrafo, Las Casas nació en Sevilla en [[1474]], pero las investigaciones de Helen Rand Parish y Harold E. Weidman de 1976, determinaron que la fecha más probable del nacimiento del fraile fue el 11 de [[noviembre]] de [[1484]] en [[Triana]].<ref>Pérez, op.cit. p.9</ref> Siendo niño conoció a los [[Reyes Católicos]], y a [[Cristóbal Colón]], pues su padre Pedro de las Casas, participó en los viajes del almirante. En [[1499]] tuvo la oportunidad de conocer a un indio, el cual fue traído por Colón y regalado a su padre como esclavo.<ref>Pérez, op.cit. p.20</ref>Las Casas estudió latín en [[Salamanca (España)|Salamanca]] o [[Sevilla]].<ref name="OGorman">Casas, op.cit. (2) apéndice biográfico p.XXV</ref>

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Bartolomé de las Casas O.P.
Predecesor Juan de Arteaga y Avendaño
Sucesor Tomás Casillas O.P.

Título Obispo emérito de Chiapas
Información religiosa
Ordenación sacerdotal 1510
Ordenación episcopal 30 de marzo de 1544 por
Jerónimo de Loayza O.P.
Información personal
Nombre Bartolomé de las Casas O.P.
Nacimiento Sevilla, 24 de agosto de ¿1474?
Fallecimiento Madrid, 17 de julio de 1566
Alma máter Universidad de Salamanca

Bartolomé de Las Casas O.P. (Sevilla, 24 de agosto de ¿1474?[1]​ – Madrid, 17 de julio de 1566) fue un fraile dominico español, cronista, teólogo, obispo de Chiapas (México), filósofo, jurista y apologista de los indios.

Biografía

Nacimiento y primeros años

De acuerdo a Antonio de Remesal, quien fue su primer biógrafo, Las Casas nació en Sevilla en 1474, pero las investigaciones de Helen Rand Parish y Harold E. Weidman de 1976, determinaron que la fecha más probable del nacimiento del fraile fue el 11 de noviembre de 1484 en Triana.[2]​ Siendo niño conoció a los Reyes Católicos, y a Cristóbal Colón, pues su padre Pedro de las Casas, participó en los viajes del almirante. En 1499 tuvo la oportunidad de conocer a un indio, el cual fue traído por Colón y regalado a su padre como esclavo.[3]​Las Casas estudió latín en Salamanca o Sevilla.[4]

Primer viaje a las Indias

Cacicazgo de Higüey.

El 15 de abril de 1502, siguiendo los pasos de su padre que había participado en el segundo viaje de Colón, llega a La Española.[4]​ Durante 1503 se dedicó a extraer oro, participando en la campaña de conquista del gobernador Nicolás de Ovando, y bajo las órdenes del capitán Diego Velázquez de Cuéllar en el Cacicazgo de Higüey, por tal motivo recibió una encomienda en la Villa de la Concepción de la Vega, la cual administró hasta 1506.[5]

Viaje a Roma y regreso a La Española

En 1506, viajó de regreso a Sevilla, en donde recibió órdenes sagradas menores al sacerdocio.[4]​ En 1507 viajó a Roma y se ordenó como presbítero. Regresó a La Española en 1508 y durante 1511 escuchó los comentarios del Sermón de adviento de fray Antonio de Montesinos, el cual censuraba la conducta de los colonos al respecto del maltrato de los indios: "Yo soy la voz que clama en el desierto...". Se le negó la absolución debido a que en esa época, aún mantenía su repartimiento.[6]

Viaje a Cuba y renuncia a sus encomiendas

A solicitud de Diego Velázquez, en la primavera de 1512 se trasladó a Cuba como capellán del conquistador Pánfilo de Narváez, en 1513 después de la matanza de Caonao,[7]​ Narváez le cuestionó: "¿Qué parece a vuestra merced destos nuestros españoles qué han hecho?", la pregunta fue formulada, de tal forma, como si el capitán no tuviese que ver con las acciones, Las Casas le respondió "Que os ofrezco a vos y a ellos al diablo".[8]​ Por haber participado en las campañas, recibió un repartimiento junto con Pedro de Rentería en Jagua, cuyos indios a cargo trabajaban en la minería.

Como recompensa por sus acciones realizadas durante la conquista de Cuba, en 1514 recibió un nuevo repartimiento de indios en Canarreo junto al río Arimao (cerca de Cienfuegos). Pero Las Casas tomó conciencia paulatinamente de lo injusto que era el sistema y se convenció de que debía «procurar el remedio de esta gente divinamente ordenado». El 15 de agosto de 1514, día de la Asunción, a la edad de treinta años, pronunció un sermón en Sancti Spíritus durante el cual renunció a sus repartimientos públicamente.[9]

Procurador y protector universal de los indios, viaje a Santo Domingo

En 1515 se trasladó a Santo Domingo, donde se vinculó con los frailes dominicos. Fray Pedro de Córdoba lo envió a España en compañía de Antonio de Montesinos para abogar por los indios; los frailes llegaron a Sevilla el 6 de octubre, en diciembre del mismo año, lograron entrevistarse con el rey Fernando el Católico, con el secretario Lope de Conchillos y con el obispo de Burgos Juan Rodríguez de Fonseca, pero los resultados fueron adversos a sus peticiones.

Debido al fracaso, y tras la muerte del rey Fernando el Católico a principios de 1516, Montesinos y Las Casas viajaron a Madrid para realizar nuevas peticiones al cardenal Francisco Jiménez de Cisneros quien ejercía la regencia de la corona de Castilla; en abril, Cisneros determinó enviar a tres frailes jerónimos para ejercer la gobernación de La Española. Las Casas fue comisionado consejero de los frailes y se le nombró procurador y protector universal de todos los indios.[4]​ Cargo similar al de Ombudsman de Suecia que fue instituido a principios del siglo XIX.

Entrevista con Carlos I de España

En 1517, las Casas se sintió insatisfecho por la actuación de los frailes jerónimos, pues la opresión, y esclavitud de los indígenas persistió en La Española. En el mes de junio, decidió regresar a España para dar cauce a sus quejas, sin embargo el cardenal Cisneros muríó en el mes de noviembre. El fraile se entrevistó con el cardenal Adriano de Utrecht, quien le recomendó esperar una entrevista con el rey Carlos I.

En 1518 Las Casas planeó un proyecto para colonizar tierras de indios con labradores reclutados en España. En 1519 Las Casas impugnó las acciones del fraile franciscano Juan de Quevedo, quien había sido nombrado obispo de Santa María la Antigua del Darién pronunciándose a favor de la esclavitud de los indígenas.[10]

Al igual que Pedro Mártir de Anglería, en abril de 1520 Las Casas conoció a los indígenas totonacas que fueron llevados ante la presencia del nuevo monarca por Alonso Hernández Portocarrero y Francisco de Montejo, ambos emisarios de Hernán Cortés; un par de meses más tarde en Santiago de Compostela el Consejo de Castilla autorizó a Las Casas llevar a cabo el proyecto para crear una colonia pacífica en el territorio de Cumaná, para que aplicase sus teorías, las cuales consistían en poblar la tierra firme, sin derramar sangre y anunciar el evangelio, sin estrépito de armas.[11]

Volvió a las Indias en 1520, intentando poner en marcha su encomienda, siempre en contra de la esclavitud de los indios, el proyecto fracasó porque en su ausencia los indios se rebelaron. Desengañado, entró en la Orden de Santo Domingo, quienes por entonces estaban elaborando una reflexión sobre el derecho en la Escuela de Salamanca, criticando muchos aspectos de la colonización de América y entre ellos el sistema de encomiendas. A partir de 1521 se retiró para dedicarse al estudio de la teología, la filosofía y el derecho canónico y medieval, y comenzó a escribir su Historia de las Indias.

En 1535 regresa a América donde intenta de nuevo un programa de colonización pacífica en Guatemala, donde obtiene un relativo éxito; vuelve de nuevo a España en 1540 y en Valladolid, visita de nuevo al rey Carlos I. Éste, prestando oídos a las demandas de Las Casas y a las nuevas ideas del Derecho de Gentes difundidas por Francisco de Vitoria, convocó al Consejo de Indias, en las que se conocen como Juntas de Valladolid o Comisión de Valladolid.

Como consecuencia de lo que se discutió, se promulgaron el 20 de noviembre de 1542 las Leyes Nuevas. En ellas se prohibía la esclavitud de los indios y se ordenaba que todos quedaran libres de los encomenderos y fueran puestos bajo la protección directa de la Corona. Se disponía además que, en lo concerniente a la penetración en tierras hasta entonces no exploradas, debían participar siempre dos religiosos, que vigilarían que los contactos con los indios se llevaran a cabo en forma pacífica dando lugar al diálogo que propiciara su conversión. Esto no resolvió el problema (ya que, a partir de entonces, se utilizaron para las encomiendas coloniales esclavos negros traídos de África), pero al menos fue un primer intento. A finales de ese mismo año terminó de redactar en Valencia su obra más conocida, Brevísima relación de la destrucción de las Indias, dirigida al príncipe Felipe (futuro Felipe II), entonces encargado de los asuntos de Indias.

Se le ofreció el obispado de Cuzco, importantísimo en aquel momento, pero Las Casas no aceptó, aunque si aceptó el obispado de Chiapas en 1543, con el encargo de poner en práctica sus teorías. Residió allí durante dos años para regresar definitivamente a España en 1547. Durante su obispado en Chiapas residió en la Ciudad Real de Chiapas, hoy llamada San Cristóbal de las Casas en su honor.

Renunció a su obispado y continuó con su labor de defensa de los indios hasta su muerte, lo que le valió ser conocido como el Apóstol de los Indios. En Valladolid, entre 1550 y 1551, mantuvo una polémica con Juan Ginés de SepúlvedaLa controversia de Valladolid») sobre la legitimidad de la conquista, se discute quien ganó esta controversia, ya que ambos se consideraron ganadores. Bartolomé de Las Casas murió en Madrid en 1566.

En el año 2000 la Iglesia Católica dio inicio al proceso de beatificación.

Pensamiento Político y Jurídico

Junto con Francisco de Vitoria, Bartolomé de las Casas es considerado como uno de los fundadores del derecho internacional moderno.[12]​ Aunque desde perspectivas opuestas, ambos se ocuparon del problema alrededor del cual emergió el derecho de gentes en la época moderna: la definición de las relaciones entre los imperios europeos y los pueblos del llamado "Nuevo Mundo". Esta tarea requería de la creación de un marco jurídico suficientemente amplio como para ser válido al mismo tiempo para europeos y aborígenes.[13]​ La tradición legal que fue usada para tal fin fue precisamente la del derecho natural, la cual fue tomada del derecho medieval y la filosofía estoica. De las Casas consideró que los indígenas tenían uso de razón, tanto como los antiguos griegos y romanos, y que como criaturas racionales eran seres humanos. Como tales, los indígenas estaban cobijados por el derecho natural y eran titulares de los derechos a la libertad y a nombrar sus autoridades.[14]

Su contribución a la teoría y práctica de los derechos humanos puede apreciarse en su "Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias", el cual, por ser escrito a mediados del Siglo XVI, constituye el primer informe moderno de derechos humanos. En el describe las atrocidades a las que fueron sometidos los indígenas de las Américas por los conquistadores españoles. Un parágrafo puede dar una idea de los hechos que narra este libro: "Otra vez, este mesmo tirano fue a cierto pueblo que se llamaba Cota, y tomó muchos indios he hizo despedazar a los perros quince o veinte señores y principales, y cortó mucha cantidad de manos de mujeres y hombres, y las ató en unas cuerdas, y las puso colgadas de un palo a la luenga, porque viesen los otros indios lo que habían hecho a aquellos, en que habría setenta pares de manos; y cortó muchas narices a mujeres y a niños".

Obras

  • Historia de la destrucción de las Indias
  • De único vocationis modo, conocida en español como Del único modo de atraer a todos los pueblos a la verdadera religión, 1537
  • Brevísima relación de la destrucción de las Indias
  • Los dieciséis remedios para la reformación de las Indias
  • Apologética historia sumaria
  • De thesauris
  • Treinta proposiciones muy jurídicas
  • Obra indigenista

Véase también

Notas

  1. Borges op.cit. p.21; Iglesias op.cit. p.23-24 Hasta el año 1975 se admitía como año probable de nacimiento de Las Casas el de 1474, avalado por su primer biógrafo, Antonio de Remesal, por lo que muchas fuentes siguen repitiendo ese dato. En 1975, la historiadora Helen R. Parish presentó un documento que prueba que en 1516 el propio Las Casas decía tener 31 años de edad (una declaración jurada para un juicio, además). Sin embargo, Isacio Pérez Fernández, quizá el más conocido de los lascasianos modernos, probó con otro documento que el padre de Las Casas decía tener 50 años en 1514, y por tanto tendría 10 en 1474. Aun así, la mayoría de las fuentes modernas coinciden en que el año probable de nacimiento está próximo a 1484.
  2. Pérez, op.cit. p.9
  3. Pérez, op.cit. p.20
  4. a b c d Casas, op.cit. (2) apéndice biográfico p.XXV
  5. Pérez, op.cit. p.21
  6. Pérez, op.cit. p.22-23
  7. Casas, op.cit.(1) p.36 "Una vez, saliéndonos a recebir con mantenimientos y regalos diez leguas de un gran pueblo, y llegados allá, nos dieron gran cantidad de pescado y pan y comida con todo lo que más pudieron; súbitamente se les revistió el diablo a los cristianos e meten a cuchillo en mi presencia (sin motivo ni causa que tuviesen) más de tres mil ánimas que estaban sentados delante de nosotros, hombres y mujeres e niños. Allí vide tan grandes crueldades que nunca los vivos tal vieron ni pensaron ver."
  8. Thomas op.cit. p.397
  9. Pérez, op.cit. p.24
  10. Casas, op.cit.(2) apéndice biográfico p.XXVI
  11. Thomas, op.cit. p.396
  12. Tierney, Brian, The Idea of Natural Rights: Studies on Natural Rights, Natural Law, and Church Law, 1150-1625 (Michigan: B. Berdmans Publishing, 1997), 273.
  13. Anghie, Antony, ‘Colonial Origins of International Law’, en Darian-Smith, Eve y Fitzpatrick, Peter, eds., Laws of the Postcolonial (Ann Arbor: University of Michigan Press, 1999), pp. 89-90 y 94.
  14. De las Casas, Bartolomé, Apologética Historia Sumaria II, Obras Completas, Volumen 7 (Madrid: Alianza Editorial, 1992), pp. 536-537.

Bibliografía

  • BORGES, Pedro (1990) Quién era Bartolomé de las Casas, Madrid, ed. Rialp col. <Libros de historia, nº33> ISBN 84-321-2670-5
  • CASAS, Bartolomé de las (1) (1999) Brevísima relación de la destruición de las Indias, Madrid, ed.Castalia, traducción de Consuelo Varela, ISBN 84-703-9833-4
  • CASAS, Bartolomé de las (2) (1966) Los indios de México y la Nueva España México, ed. Porrúa, prólogo y biografía de Edmundo O'Gorman, ISBN 970-07-4977-0
  • IGLESIAS Ortega, Luis (2007) Bartolomé de las Casas: Cuarenta y cuatro años infinitos Sevilla, ed.Fundación José Manuel Lara, ISBN 978-84-96824-11-9
  • MENÉNDEZ Pidal, Ramón (1963) El padre Las Casas: Su doble personalidad Madrid, ed. Espasa Calpe, col. «Grandes Biografías»
  • PÉREZ Fernández, Isacio (1984) Fray Bartolomé de las Casas: Brevísima relación de su vida, diseño de su personalidad, síntesis de su doctrina, Salamanca, ed. San Esteban, ISBN 84-718-8151-9
  • THOMAS, Hugh (2007) La conquista de México, México ed. Planeta, ISBN 970-690-163-9

Enlaces externos