Prunus armeniaca

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Prunus armeniaca

Prunus armeniaca en Pomological Magazine, de John Lindley, vol. 1, 1827-1828, por Augusta Innes Withers
Estado de conservación
Preocupación menor (LC)
Preocupación menor (UICN 3.1)
Taxonomía
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Rosidae
Orden: Rosales
Familia: Rosaceae
Subfamilia: Amygdaloideae
Tribu: Amygdaleae
Género: Prunus
Subgénero: Prunus
Sección: Armeniaca
Especie: Prunus armeniaca
L.
Prunus armeniaca en flor.
Albaricoques maduros.
Albaricoques secos en un pueblo de Capadocia (Turquía).

Prunus armeniaca, llamado comúnmente albaricoque, damasco, albergero o chabacano (en árabe: الْبَرْقُوق‎, romanizadoāl-barqūq «la ciruela») es un árbol frutal originario de China (donde fue hallada la variedad originaria silvestre), Turquía, Irán, Armenia, Azerbaiyán y Siria.

Descripción

Es un árbol de 3 a 6 metros de altura, caducifolio, inerme o algo espinoso, con las hojas, pecioladas y estipuladas que miden de 5 a 10 cm por 3.5 a 8 cm, y son ovadas, suborbiculares o cordiformes, acuminadas, de margen doblemente aserrado, de haz y envés glabrescentes, rojizas cuando jóvenes, con algunas glándulas en la base del limbo. Las flores son solitarias o en fascículos de 2-6, subsésiles, con receptáculo de 5 a 7 mm, acopado o tubular, de interior anaranjado y exterior purpúreo o amarillento. Los sépalos, de 5 a 7 mm, son reflejos, de obovados a oblongos, de margen denticulado y subciliado, obtusos, purpúreos, mientras los pétalos miden 10 a 15 mm y son obovados, blancos o de un rosa pálido. El ovario es pubescente y da un fruto de 3 a 6 cm, subgloboso o elipsoidal, aterciopelado, amarillento o anaranjado, con un surco longitudinal. El mesocarpo, comestible, es de sabor más o menos dulce y el endocarpo es comprimido, liso o ligeramente arrugado, aquillado, con dos aristas paralelas a la quilla, adherido al mesocarpo.[1]

El fruto es muy parecido al melocotón o durazno, pero no debe confundirse con aquel.

Historia

P. armeniaca es originario de Asia central, en la zona comprendida entre el mar Negro y el noroeste de China.[2]Armenia tiene una gran tradición de su cultivo desde tiempos remotos dando lugar al nombre científico de la especie. En los países cercanos a Armenia se le suele llamar «manzana armenia».[cita requerida]

Se cree que los griegos lo introdujeron en Europa aproximadamente en el siglo V a. C.[2]​ Hacia el año 70 a. C., los romanos lo extendieron aún más.[cita requerida]

Cultivo

Producción

Principales productores de albaricoques frescos -- 2013
en toneladas
TurquíaBandera de Turquía Turquía 811.609
IránBandera de Irán Irán 457.308
UzbekistánBandera de Uzbekistán Uzbekistán 430.000
Bandera de Argentina Argentina 319.784
Italia Italia 198.290
PakistánBandera de Pakistán Pakistán 177.630
Ucrania Ucrania 135.000
Bandera de Francia Francia 133.646
EspañaBandera de España España 131.800
JapónBandera de Japón Japón 123.700
MarruecosBandera de Marruecos Marruecos 119.670
Egipto Egipto 99.931
AfganistánBandera de Afganistán Afganistán 90.000
Fuente: ONU: La División de Estadística [3]

Turquía es el mayor productor mundial, seguido por Irán y Uzbekistán. Actualmente[¿cuándo?] Turquía produce el 85 % de la fruta deshidratada.[cita requerida]

En España, el cultivo de esta especie ocupaba en 2006 una extensión de 18 150 ha, siendo las principales provincias productoras Murcia (con 10 152 ha), Valencia (con 3496 ha) y Albacete (con 1915 ha). En Argentina, la mayor superficie cultivada con damascos se ubica en la provincia de Mendoza (aproximadamente el 81 %), seguida por la provincia de San Juan (11 %) y Buenos Aires (5 %), mientras que otras provincias representan el 3 % restante.[4]

Variedades cultivadas

Algunas de las principales variedades cultivadas en España son: 'bulida', 'canino', 'moniquí', 'nancy' y 'paviot'.[cita requerida]

Este árbol se suele cultivar en regadío aunque en España hay algo de producción de secano, donde evidentemente las producciones son menores y con más variación de un año a otro.[cita requerida]

Propagación

Su propagación se suele realizar por injerto utilizando como portainjerto, pie de injerto o patrón, alguno de los siguientes:

  1. Franco, es decir, albaricoquero. Es el portainjerto natural y, por lo tanto, el más conveniente, siempre que encuentre condiciones apropiadas para su crecimiento. Desarrolla un sistema radical profundo, particularmente en suelos ligeros, y suele resistir largos periodos de sequía. La planta crece con mucho vigor y suele ser longeva. Como contraparte, la planta injertada sobre este patrón suele entrar en producción algo más tarde que en el caso de otros portainjertos, aunque la producción suele ser muy abundante. Se adapta mejor a variedades tardías o de media estación que tempranas.[5]
  2. Melocotonero o duraznero. Cuando se usa este portainjerto, el albaricoquero tiene buena adaptación a suelos livianos o areno-arcillosos. El ejemplar adquiere gran desarrollo y es precoz, en tanto que los frutos tienden a madurar una semana antes que sobre pie franco. Sin embargo, la planta es menos longeva que sobre pie franco y la unión del injerto al portainjerto no es tan perfecta como en el primer caso.[5]
  3. Ciruelo. Los ciruelos San Julián, Prunus cerasifera (mirabolán o mirabolano), Prunus doméstica cv. Reina Claudia, Marianna (Prunus cerasifera × Prunus munsoniana) y otros, son los portainjertos más utilizados en Europa. San Julián y mirabolán tienen niveles de afinidad con el albaricoquero que varían de medianos a buenos, pero en zonas de vientos fuertes la combinación ofrece pocas probabilidades de éxito. En cuanto a Reina Claudia, se adapta a una variedad de suelos, desde livianos a pesados, y dio muy buenos resultados en la región de Rosellón (Francia).[5]
  4. Almendro. Los híbridos de melocotón x almendro, muy utilizados en el resto de especies frutales de hueso, no son compatibles con el albaricoquero y por tanto no se utilizan a no ser que se use madera intermedia (patrón intermediario), es decir, injertar el híbrido con melocotonero o almendro, por ejemplo, y posteriormente sobre ese brote injertar la variedad deseada de albaricoquero. Esto alarga el periodo de permanencia en el vivero en un año y por tanto encarece su producción.

El injerto de yema es el mejor para el albaricoquero. Usualmente se usa el injerto a yema dormida, pero en zonas templado-cálidas puede hacerse la injertación a yema despierta, al iniciarse la brotación de primavera o a principios de verano. Si el portainjertos es el ciruelo San Julián, se puede también injertar de púa.[5]

Conservación del fruto

El fruto de Prunus armeniaca tiene un comportamiento climatérico, con una tasa respiratoria moderada.[6]​ Su sensibilidad al etileno es moderada.[7]​ Las condiciones óptimas de conservación son 0 °C y humedad relativa de 90-95 %.[7]​ En esas condiciones, la vida en poscosecha varía entre 1 y 3 semanas, según las variedades.[7]​ No tolera el hidroenfriamiento, es decir, enfriamiento con agua fría, requiriendo enfriamiento en cámaras con aire.[7]​ Los frutos de la mayoría de los cultivares de P. armeniaca se ablandan con rapidez a 20 °C, lo que los hace muy susceptibles al daño físico (golpes, compresión) y al ataque de microorganismos.

Propiedades

Albaricoques, crudos
Valor nutricional por cada 100 g
Energía 50 kcal 211 kJ
Carbohidratos 11.12 g
 • Azúcares 9.24 g
 • Fibra alimentaria 2.0 g
Grasas 0.39 g
Proteínas 1.40 g
Agua 86.35 g
Retinol (vit. A) 96 μg (11%)
Tiamina (vit. B1) 0.030 mg (2%)
Riboflavina (vit. B2) 0.040 mg (3%)
Niacina (vit. B3) 0.600 mg (4%)
Vitamina B6 0.054 mg (4%)
Vitamina C 10.0 mg (17%)
Vitamina E 0.89 mg (6%)
Vitamina K 3.3 μg (3%)
Calcio 13.0 mg (1%)
Hierro 0.39 mg (3%)
Magnesio 10.0 mg (3%)
Fósforo 23.0 mg (3%)
Potasio 269.0 mg (6%)
Sodio 1.0 mg (0%)
Zinc 0.20 mg (2%)
% de la cantidad diaria recomendada para adultos.
Fuente: Albaricoques, crudos en la base de datos de nutrientes de USDA.
  • El aceite de albaricoque se utiliza al igual que el aceite de almendras dulces como demulcente de la piel.
  • En Indochina se usa como antiséptico en enfermedades respiratorias.
  • Las semillas se usan para tratar la tos y el estreñimiento en medicina china.Tiene vitamina A, potente antioxidante, mejora también las enfermedades de los ojos. No debe confundirse con la semilla del durazno, pues aquella contiene cianuro y por lo tanto es tóxica.
  • El amaretto es un licor bastante popular en Italia que emplea las almendras de albaricoque en su confección y de ahí su nombre ya que son de sabor amargo (amaro en italiano).[8]
  • El albaricoque se utiliza en cosmética para la elaboración de mascarillas, para tratar las anomalías de la piel, especialmente del cutis. Es capaz de nutrir la piel de vitamina A y proporcionar numerosos minerales. Protege el cutis contra la aparición de arrugas y blanquea aquellos rostros provistos de manchas en la cara causadas por el sol o por la edad.

Taxonomía

Prunus armeniaca fue descrita por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 1: 474. 1753.[9]

Etimología
Sinonimia
  • Amygdalus armeniaca (L.) Dumort.
  • Armeniaca armeniaca (L.) Huth
  • Armeniaca vulgaris Lam. basónimo[12]

Etimología de los nombres comunes

El árbol es denominado comúnmente

La fruta se suele denominar

  • albaricoque procede del árabe hispánico /albarqúq/, este del árabe clásico /burqūq/, derivación a su vez del griego βερίκοκκον[13]​ y del griego antiguo πρεκοκκια /prekokia/ o πραικοκιον /prekokion/, que significa "madura temprano".[cita requerida]
  • albérchigo o albérchiga procede del árabe hispánico /albéršiq/, este del latín persicum y este del griego Περσικόν (/persikon/),[18]​ de la que proceden los nombres del melocotón en diversas lenguas europeas, delatando la procedencia de la especie.(en algunas partes de Andalucía y Castilla-La Mancha y LaRioja)
  • Aprisco o prisco adaptación de albaricoque, comparte origen etimológico con la designación en inglés apricot.
  • Mayuelo (en Andalucía Occidental, hace referencia al mes de mayo, en el que madura este fruto).
  • damasco[15]​ (en Andalucía, Canarias, el Cono Sur[19]​ y Cuba),
  • chabacano (en gran parte de México),[20]
  • alberge (en Aragón y La Rioja).[21]

Véase también

Referencias

  1. Prunus armeniaca en Flora Ibérica, RJB/CSIS, Madrid
  2. a b Martínez-Mora, C.; et al. «Genetic variability among local apricots (Prunus armeniaca L.) from the Southeast of Spain» (PDF). Consultado el 23 de febrero de 2011. 
  3. «Estadísticas de: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura: La División de Estadística». ONU FAO. 
  4. Sozzi, G.O. (2007). Árboles frutales. Ecofisiología, cultivo y aprovechamiento. Buenos Aires: Facultad de Agronomía. p. 28. ISBN 950-29-0974-7. 
  5. a b c d Grünberg, I. P.; Sartori, E. (1978). El arte de criar e injertar frutales. Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires. pp. 131-132. 
  6. Sozzi, Gabriel O. (2008). «Fisiología de la maduración de los frutos de especies leñosas». En Sozzi, Gabriel O, ed. Árboles frutales. Ecofisiología, cultivo y aprovechamiento. 1ª reimpresión (1ª edición). Buenos Aires: Facultad de Agronomía. pp. 667-687. ISBN 950-29-0974-7. 
  7. a b c d Sozzi, Gabriel O. (2008). «Tecnología en postcosecha y su influencia sobre la calidad de los frutos». En Sozzi, Gabriel O, ed. Árboles frutales. Ecofisiología, cultivo y aprovechamiento. 1ª reimpresión (1ª edición). Buenos Aires: Facultad de Agronomía. pp. 769-805. ISBN 950-29-0974-7. 
  8. Dr. Berdonces I Serra. «Prunus armeniaca». Gran Enciclopecia de las Plantas Medicinales. Tikal ediciones. pp. 963-94. ISBN 84-305-8496-X. 
  9. «Prunus armeniaca». Tropicos.org. Missouri Botanical Garden. Consultado el 20 de enero de 2015. 
  10. En Nombres botánicos
  11. Prunus en F. Gaffiot, Dictionnaire Latin-Français, Hachette, Paris, 1934.
  12. Prunus armeniaca en PlantList/
  13. a b Real Academia Española. «albaricoque». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  14. Johnson, Owen; More, David (2006). Árboles: guía de campo. Omega. ISBN 978-84-282-1400-1. 
  15. a b Real Academia Española. «damasco». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  16. Real Academia Española. «alberchiguero». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  17. Real Academia Española. «albergero». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  18. Real Academia Española. «albérchigo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  19. En Argentina se distingue entre damasco (de fruto pequeño) y damasca (que tiene frutos más grandes y hojas de mayor superficie).
  20. Real Academia Española. «chabacano». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  21. Real Academia Española. «alberge». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 

Bibliografía

  1. Anonymous. 1986. List-Based Rec., Soil Conserv. Serv., U.S.D.A. Database of the U.S.D.A., Beltsville.
  2. Breedlove, D.E. 1986. Flora de Chiapas. Listados Floríst. México 4: i–v, 1–246.
  3. CONABIO. 2009. Catálogo taxonómico de especies de México. 1. In Capital Nat. México. CONABIO, Mexico City.
  4. Cronquist, A.J., N. H. Holmgren & P. K. Holmgren. 1997. Vascular plants of the intermountain west, U.S.A., subclass Rosidae (except Fabales). 3A: 1–446. In A.J. Cronquist, A. H. Holmgren, N. H. Holmgren, J. L. Reveal & P. K. Holmgren (eds.) Intermount. Fl.. Hafner Pub. Co., New York.
  5. Davidse, G., M. Sousa Sánchez, S. Knapp & F. Chiang Cabrera. 2014. Saururaceae a Zygophyllaceae. 2(3): ined. In G. Davidse, M. Sousa Sánchez, S. Knapp & F. Chiang Cabrera (eds.) Fl. Mesoamer.. Universidad Nacional Autónoma de México, México.
  6. Gleason, H. A. 1968. The Choripetalous Dicotyledoneae. vol. 2. 655 pp. In H. A. Gleason Ill. Fl. N. U.S.. New York Botanical Garden, New York.
  7. Gleason, H. A. & A.J. Cronquist. 1991. Man. Vasc. Pl. N.E. U.S. (ed. 2) i–910. New York Botanical Garden, Bronx.
  8. Munz, P. A. & D. D. Keck. 1959. Cal. Fl. 1–1681. University of California Press, Berkeley.
  9. Standley, P. C. & J. A. Steyermark. 1946. Rosaceae. En: Standley, P.C. & J.A. Steyermark (eds.), Flora of Guatemala - Part IV. Fieldiana, Bot. 24(4): 432–484.

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