Diferencia entre revisiones de «Fundamentalismo de mercado»

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El '''fundamentalismo de mercado''' es una expresión usada por los escépticos del [[laissez faire]], [[intervencionismo|intervencionistas económicos]] y [[proteccionista]]s, para denotar una supuesta creencia injustificada y exagerada de que el [[libre mercado]] provee la mayor [[equidad]] y [[prosperidad]] posible y que la interferencia con el proceso de mercado disminuye el bienestar social. Políticamente, el término se utiliza con frecuencia para hablar de una marcada [[oposición]] a cualquier normativa legal tendente a menoscabar la [[libertad individual]] y que propugne la reducción de las funciones del [[Estado]] en materia económica y social, llegando a la [[desregularización]] progresiva o total de estas áreas.
El '''fundamentalismo de mercado''' es una expresión usada por los escépticos del [[laissez faire]], [[intervencionismo|intervencionistas económicos]] y [[proteccionista]]s, para denotar una supuesta creencia injustificada y exagerada de que el [[libre mercado]] provee la mayor [[equidad]] y [[prosperidad]] posible y que la interferencia con el proceso de mercado disminuye el bienestar social. Políticamente, el término se utiliza con frecuencia para hablar de una marcada [[oposición]] a cualquier normativa legal tendente a menoscabar la [[libertad individual]] y que propugne la reducción de las funciones del [[Estado]] en materia económica y social, llegando a la [[desregularización]] progresiva o total de estas áreas.



Revisión del 20:56 8 dic 2009

El fundamentalismo de mercado es una expresión usada por los escépticos del laissez faire, intervencionistas económicos y proteccionistas, para denotar una supuesta creencia injustificada y exagerada de que el libre mercado provee la mayor equidad y prosperidad posible y que la interferencia con el proceso de mercado disminuye el bienestar social. Políticamente, el término se utiliza con frecuencia para hablar de una marcada oposición a cualquier normativa legal tendente a menoscabar la libertad individual y que propugne la reducción de las funciones del Estado en materia económica y social, llegando a la desregularización progresiva o total de estas áreas.

Los "fundamentalistas" sostendrían que los mercados tienden hacia un equilibrio natural y que el mejor interés para una sociedad dada se alcanza permitiendo a sus participantes perseguir su propio interés.[1]​ La expresión es usualmente rechazada como un 'término peyorativo' (falacia del hombre de paja) por las personas y organizaciones a las cuales aplica.[2]​ Según John Quiggin, las características usuales de la "retórica económica fundamentalista" son las asertaciones "dogmáticas" y la afirmación que cualquiera que tenga perspectivas contrarias no es un economista realmente.[3]John Ralston Saul sostiene que es simplemente una forma de bullying.[4]​ Este enfoque discurre de la evidencia que proveen los economistas neoclásicos con una explicación científica del fenómeno económico, una explicación que los economistas afirman representa el estatus de verdad científica (si, y solo si, todas las asunciones involucradas en derivar el análisis económico son simultáneamente satisfechas). No obstante, como señala Kozul-Wright en su libro The Resistible Rise of Market Fundamentalism, esta "ineluctabilidad de las fuerzas de mercado" que los políticos neo-liberales y conservadores tienden a subrayar y su confianza en una política escogida desacnsa en una "mixtura de asunciones implícitas, mitos sobre la historia del desarrollo económico de sus propios países e intereses especiales camuflados en su retórica de bien general".[5]

Liberales, y en general los promercado, niegan toda legitimidad a este término por considerarlo un cajón de sastre semántico más o menos destinado a menoscabar sus ideas. Por ejemplo, personajes como Jean-François Revel reniegan de tal idea, y dejan bien claro que la economía de mercado no tiene por objetivo solucionar todos los problemas de la sociedad, sino ayudarla a mejorar. Sostienen asimismo que el liberalismo, debido a que no es determinista con respecto a fines universales, jamás ha caído en la utopía de pretender construir una sociedad perfecta: se contenta con comparar las diversas sociedades que existen o han existido, y sacar las conclusiones pertinentes de las que funcionan o han funcionado menos mal.[6]

Historía del término

La expresión "fundamentalismo de mercado" fue popularizada por el multimillonario George Soros en su libro La crisis del capitalismo global(1998),[7]​ en el cual afirma que "esta idea fue llamada laissez faire en el siglo XIX... He encontrado un mejor nombre: fundamentalismo de mercado."[8]​. Palagummi Sainath cree que fue el periodista Jeremy Seabrooke quien usó primero el término.[9]​.

Actualmente, la expresión es usada por varios autores que escriben sobre temas económicos para significar un creencia presuntamente injustificada en la habilidad de los mercados para resolver todos los problemas en una sociedad.[10]​ El término ha sido usado, peyorativamente, para criticar a algunos grupos que son vistos mayormente como detractores de cualquier regulación del Estado y defensores de un mercado totalmente libre.[10]​ También es usado para menospreciar los argumentos de los partidarios de las "virtudes de la economía de libre mercado radical" o, en las palabras de Soros, contra la "ideología" que "ha colocado al capital financiero en el asiento de conductor."[8]

Joseph E. Stiglitz usó el término en su ensayo autobiográfico de aceptación del Premio Nobel de Economía para criticar algunas políticas del Fondo Monetario Internacional: "Más extensivamente, el FMI estaba defendiendo una serie de políticas, a las que se refieren generalmente como el Consenso de Washington, las doctrinas neoliberales o fundamentalismo de mercado, sobre la base de una comprensión incorrecta de la teoría económica y (lo que observé) como una interpretación inadecuada de datos históricos."[11]

"Las teorías que yo (y otros) ayudaron a desarrollar explican por qué a menudo mercados sin trabas no solo no conducen a la justicia social, sino que ni siquiera producen resultados eficientes. De manera interesante, no ha habido intentos intelectuales de refutación de la mano invisible de Adam Smith: individuos y firmas, en busca de su propio interés, no son necesariamente o en general conducidos a la eficiencia económica."[12]

Historia del concepto

Mientras que el término fundamentalismo de mercado es relativamente nuevo (el uso de la palabra "fundamentalismo" es en sí mismo reciente), el concepto de liberalismo económico no lo es. Las ideas fueron tomadas en el siglo XVIII en los trabajos de Adam Smith y de Jean-Baptiste Say[13]​. Fue recién en el siglo XX cuando la relativa sofisticación encontrada en el trabajo de Smith sería reformulada por economistas tales como Friedrich Hayek, Joseph Schumpeter y Milton Friedman (provenientes de diferentes escuelas económicas), resultando en una receta para una economía de libre mercado: negocios y comercio desregulados, intervención restringida del Estado y dejar que el espíritu empresarial genere bienestar para todos aquellos que participaran de la economía.

Bajo la influencia de Friedman y de los Chicago Boys (economistas chilenos educados en la Universidad de Chicago) en el Milagro de Chile durante el régimen de Augusto Pinochet en la década de 1970s, modelos similiares fueron adaptados por la primera ministra Margaret Thatcher en el Reino Unido (Thatcherismo y por el presidente Ronald Reagan en los Estados Unidos (Reaganomics a comienzos de la década de 1980s.[14]

A fines de la década de 1980s, las intituciones financieras basadas en Bretton Woods Washington D.C. (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial) y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos se adhirieron al Consenso de Washington, una serie de prescripciones políticas para naciones con crisis económicas, las cuales incluían medidas tales como la eliminación de subsidios estatales, redirección de gasto social en desarrollo de infraestructura y reducción de impuestos.[15]​ o, como Stiglitz resumió, promovió el proselitismo de un conjunto universal de recomendaciones de política económica: "estabilizar, liberalizar y privatizar" (Stiglitz, 1998:21-22).

Fundamentalismo y los mercados financieros

A lo largo del último par de décadas en los Estados Unidos, cada vez que la expansión del crédito llevaba a problemas, las autoridades financieras intervenían inyectando liquidez y estimulando la economía.[1]​ Este sistema de 'incentivos asimétricos' (también conocido como "riesgo moral") estimulaba cada vez mayores expansiones del crédito.[1]​ Desde 1980, las regulaciones financieras han sido progresivamente relajadas hasta que han prácticamente desaparecido.[16]​ Según George Soros, "el sistema era tan exitoso que la gente llegó a creer en lo que el ex presidente de Estados Unidos Ronald Reagan llamó la magia del mercado y yo llamo 'fundamentalismo de mecado,"[1]​ "Los fundamentalistas creen que el mercado tiende hacia el equilibrio y el interés común es mejor servido permitiendo a los participantes perseguir su propio interés. Es una concepto erróneo evidente porque era la intervención de las autoridades lo que impedía a los mercados financieros derrumbarse, no los mercados por sí mismos."[16]

Sin embargo los liberales afirman que el sistema financiero está altamente regulado y viciado por el intervencionismo estatal, respondiendo a intereses creados en vez de al mercado (consumidores).[17][18][19]

Respuesta

Liberales y promercado en general asocian el discurso "antimercado" tanto al desconocimiento o confusión sobre el funcionamiento de la economía por parte de sectores de la población, medios de comunicación e intelectuales de izquierda (véase: pensamiento único).[20][21][22]

También asocian la difusión del «pensamiento único antiliberal» a la mala fe que tendrían algunos intelectuales con fines propagandistas,[23]​ y a grupos de presión económicos y funcionarios públicos que buscarían aumentar su poder político o preservar sus privilegios a costa de las libertades ciudadanas.[19]

Véase también

Referencias

  1. a b c d Soros, George, "The worst market crisis in 60 years." Financial Times, January 22 2008 19:57]
  2. Eubanks, Phillip (2005). «Globalization, "Corporate Rule," and Blended Worlds: A Conceptual-Rhetorical Analysis of Metaphor, Metonymy, and Conceptual Blending». Metaphor and Symbol 20 (3): 173-197. doi:10.1207/s15327868ms2003_2.  Parámetro desconocido |fechaaceso= ignorado (se sugiere |fechaacceso=) (ayuda)
  3. Quiggin, John. Rationalism and Rationality in Economics, 1999, On Line Opinion,www.onlineopinion.com.au
  4. SAUL, John Ralston. On Equilibrium, Penguin Books, 2001 Canada
  5. KOZUL-WRIGHT, Richard and RAYMENT, Paul. The Resistible Rise of Market Fundamentalism: Rethinking Development Policy in an Unbalanced World. London: Zed Books Ltd, 2007 p. 14 and Chapter 6
  6. Revel 2000.
  7. BRESLOW,Marc. George Soros: Beware Market Fundamentalism. Dollars & Sense, issue #221, January-February 1999
  8. a b SOROS, George. The Crisis of Global Capitalism Public Affairs, 1998.
  9. SAINATH,Palagummi. And then there was the market.
  10. a b Market fundamentalism The Language of Philosophy - Dictionary and Research Guide, Enlexica, Inc.
  11. Ensayo autobiográfico de aceptación del Premio Nobel de Economía
  12. STIGLITZ, Joseph E. The pact with the devil. Beppe Grillo's Friends interview
  13. Boldeman, Dr. Lee. The cult of the market: economic fundamentalism and its discontents. — PDF (1.60 MiB). 2007, Canberra: The Australian National University ANU E Press. ISBN 978-1-921313-53-0, p. 13
  14. AMBROSE, Soren. Resisting Market Fundamentalism! Ending the Reign of Extremist Neo-Liberalism. 50 Years Is Enough Network, April 2004
  15. Williamson, John: What Washington Means by Policy Reform, in: Williamson, John (ed.): Latin American Readjustment: How Much has Happened, Washington: Institute for International Economics 1989
  16. a b Soros, George, "The worst market crisis in 60 years." Financial Times, 22 de enero de 2008 19:57]
  17. El fin del neoliberalismo, por Juan Ramón Rallo
  18. La fatal arrogancia del dirigismo financiero, por Gabriel Calzada
  19. a b Las crisis del intervencionismo estatal y las mentiras de sus propagandistas, por Guillermo Rodríguez González
  20. Cómo la globalización conquista la pobreza, por Johan Norberg
  21. Pobreza y pobres en la sociedad libre, por Juan Fernando Carpio
  22. Breves notas sobre pobreza y liberalismo, por Ángel Martín Oro
  23. La doctrina Klein: El auge de la polémica del desastre, por Johan Norberg (contra Naomi Klein)

Bibliografía

Libros

Artículos