Mitología mexica

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Huitzilopochtli, deidad principal del mito de la creación.

La mitología mexica es un conjunto de mitos y leyendas nahuas tradicionales del pueblo mexica o azteca. La realidad de la creación nahua es una extensión y complejo cultural desde antes de la llegada de los mexicas al Valle de México. Al asimilarse, éstos cambiaron sus propios dioses, intentando colocarlos al mismo nivel de los antiguos dioses del panteón.

Existe un culto dominante sobre los demás dioses aztecas: el de su dios del Sol y de la guerra, Huitzilopochtli. Los aztecas se consideraban como el pueblo elegido por el Sol, encargados de garantizar su recorrido por el cielo, alimentándolo. Este sentimiento fue reforzado por la reforma social y religiosa de Tlacaélel bajo el reino de los emperadores Itzcóatl, Moctezuma I y Axayácatl a mitad del siglo XV.

El mito de la creación del mundo de los aztecas expande esta idea. Las religiones prehispánicas se formaron a través de una lenta evolución y asimilación de los dioses prehispánicos, no tanto como seres de poder ilimitado, sino muchas veces como encarnaciones de las fuerzas de la naturaleza con personalidad humana.

Los tlahmatinimeh (sabios nahuas) trataron de dar un poco de orden a esta multitud de dioses, así tenemos en primer lugar a los dioses creadores, o Ipalnemowani, palabra nahua que significa "aquel por quien se vive" y, dado que en náhuatl no existía el plural más que para sustantivos animados, se ha especulado mucho sobre una posible tendencia monoteísta de los aztecas. Aunque esta interpretación puede estar originada por la influencia monoteísta occidental al no valorar la importancia en la cultura nahuatl del concepto de dualidad creadora.

Los dioses creadores eran en primer lugar, Ometéotl (ōme ‘dos’; teotl ‘dios’) el principio de la dualidad creadora que a su vez engendraba en sí mismo como origen y efecto a Ometecuhtli (ōme ‘dos’; teuctli ‘señor’), elemento masculino de origen, y Omecihuatl (ōme ‘dos’; cihuatl: ‘señora’), elemento femenino de origen. A partir de ellos surgían cuatro elementos rectores principales: Tezcatlipoca (señor del espejo negro) y Quetzalcóatl (serpiente emplumada), creadores del mundo, Tláloc (señor del agua) y Ehécatl (señor del viento) proveedores de la lluvia y de la vida; otro nombre que se le daba a estos dioses es Moyocoyani Tloque Nahuaque ("El inventor de sí mismo" o "El señor de lo cerca y lo junto"). La mayor parte de la poesía náhuatl que sobrevive usa estos nombres para referirse a los dioses creadores.

Después estarían los dioses patronos, que eran los encargados de vigilar a cada pueblo. Según una antigua leyenda, cuando los grupos nahuas (las tribus nahuatlacas) salieron de Aztlán, cada una de ellas llevaba consigo su "bulto sagrado", que contenía las reliquias de su dios patrono. Huitzilopochtli era el dios patrono de los mexicas, pero ellos también respetaban los dioses de los otros pueblos. Junto al Templo Mayor, construyeron un templo especial para los dioses patronos de todos los pueblos conquistados, de manera análoga al Panteón de los romanos.

Existían así mismo, dioses dedicados a cada profesión y aspecto de la vida. Xipe Tótec, dios del reverdecimiento fue adoptado como el dios de los plateros, Nanahuatzin, de las enfermedades de la piel y la humildad, Tlazoltéotl, diosa del amor físico y de las prostitutas, etc. También existían algunos dioses de origen familiar, pero se sabe poco de ellos. La mayoría de estos dioses son anteriores a los aztecas y son compartidos por los demás pueblos nahua, u otros de las cercanías.

La leyenda de los cinco soles[editar]

Según los aztecas tenían la creencia en que otros mundos existían antes del suyo. Según ellos hubo cuatro mundos antes o soles como ellos los llamaban, cada uno regido por un dios específico, una raza humana única y devastada por un fenómeno natural diferente. Cada uno de estos soles estaba ligado con los elementos básicos: Tierra, agua, aire y fuego. Cada uno de estos estaba relacionado no solo con la naturaleza y su composición sino también con su destrucción.

Hay varias versiones de este mito ya que la información no es completa y el orden suelen cambiar. Esta versión está basada en la Historia de los mexicanos por sus pinturas donde el orden de los soles es el primer sol, el segundo sol, el tercer sol, el cuarto sol y el quinto sol.[1]

Origen del mundo[editar]

Después de las devastaciones de los cuatro soles Quetzalcóatl y Tezcatlipoca son reconocidos por la recreación de la tierra y el cielo, no como enemigos sino como aliados. Según el mito azteca de la creación, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca crean el cielo y la tierra desmembrando al monstruo de la tierra Tlaltecuhtli, que quiere decir "señor de la tierra", a pesar de que en los textos se puede encontrar una descripción femenina de este monstruo. Se dice que Tlaltecuhtli se combinaba con otro monstruo, el gran caimán el cual con su espalda de cocodrilo les dio forma a las montañas del mundo. Este mito fue esparcido por todo México por lo que llegó a la cultura maya de Yucatán.

Una de las versiones de este mito dice que Quetzalcóatl y Tezcatlipoca descendieron del cielo para observar a Tlaltecuhtli, al hacerlo vieron que su deseo por la carne fresca era tan grande que no solo poseía unas fauces llenas de filosos dientes, sino que también poseía dentaduras rechinantes en sus hombros, rodillas y otras articulaciones. Al ver esto los dioses concordaron en que la creación no podía ser completada mientras el monstruo estuviera de por medio. Entonces para crear la Tierra Quetzalcóatl y Tezcatlipoca se transformaron en grandes serpientes. Una de ellas tomó la mano izquierda y el pie derecho de Tlaltecuhtli, mientras que el otro la tomó por su mano derecha y su pie izquierdo y entre los dos desmembraron al monstruo. La parte superior del monstruo creó la tierra mientras que la parte inferior fue el cielo.

Este violento acto de desmembramiento al monstruo hizo enojar a los demás dioses por lo que decidieron que para consolar la tierra, todas las plantas que necesitará el hombre para vivir crecerían de ella, de sus cabellos crecieron los árboles, flores y hierbas y de su piel saldría pasto y pequeñas flores; sus ojos serían la fuente de los riachuelos, lagunas y pequeñas cuevas; su boca los grandes ríos y cavernas y su nariz sería la cresta de las montañas y valles. La leyenda dice que se podía escuchar el grito del monstruo en las noches sediento de sangre y por los corazones de la gente y esto solo podía ser calmado por medio de los sacrificios ofreciendo la carne y la sangre para calmar a Tlaltecuhtli y que siguiera dando los frutos necesitados para que la vida humana continuara.[1]

Primer sol: Tezcatlipoca[editar]

Tezcatlipoca fue el primer sol en alumbrar el mundo y los otros dioses crearon a los gigantes, hombres muy fuertes, que comían bellotas de encinas. Tezcatlipoca fue el sol durante 676 años. Cuando Tezcatlipoca dejó de ser sol, todos los gigantes fueron comidos por jaguares y no quedó ninguno. Tezcatlipoca dejó de ser sol porque Quetzalcóatl lo golpeó con un gran bastón y lo tiró al agua, de donde salió convertido en jaguar a comer a los gigantes. Este mundo desapareció por temblores y el hombre fue devorado por jaguares.[2]

Segundo sol: Quetzalcóatl[editar]

Quetzalcóatl fue el sol de la segunda edad, habitada por hombres-mono, que se alimentaban de piñones. Quetzalcóatl fue el sol durante 675 años, hasta que Tezcatlipoca lo derribó y levantó un fuerte viento que se llevó a Quetzalcóatl y los hombres-mono.[2]

Tercer sol: Tláloc[editar]

Tlalocatecutli, conocido como Tláloc "el que hace brotar", dios de la lluvia y del rayo fue el sol y duró 364 años. Durante esta edad los hombres-mono comían acicintli es lo que hoy conocemos como teocintle "simiente como de trigo que nace en el agua". Pero Quetzalcóatl hizo llover fuego del cielo, quitó a Tláloc y fue sustituido por su mujer Chalchiuhtlicue.[2]

Cuarto sol: Chalchiuhtlicue[editar]

Chalchiuhtlicue duró 312 años alumbrando a los hombre-pez, que en ese tiempo comían cincocopi, simiente como maíz. El último año que fue sol Chalchiuhtlicue llovió de tal manera que se cayeron los cielos y los hombre-pez fueron llevados por las aguas y se convirtieron en todos los géneros de peces que hay.[2]

Quinto sol: Tonatiuh[editar]

La creación del hombre[editar]

Los dioses decidieron que ya que había un nuevo mundo era necesaria la recreación del hombre para poblar la Tierra. Según el mito, Quetzalcóatl debía ir al inframundo a recuperar los huesos humanos de la última era, es decir, la raza que fue convertida en pez por la inundación.

El inframundo era un lugar peligroso conocido como Mictlán, gobernado por Mictlantecuhtli, señor del inframundo. El siguiente verso es la versión de Histoyre du mechique y de la Leyenda de los Soles. Una vez ahí Quetzalcóatl le pidió a Mictlantecuhtli y a su esposa, Mictecacíhuatl, la señora del inframundo los huesos de los ancestros:

… y entonces Quetzalcóatl fue a Mictlán. Se acercó a Mictlantecuhtli; y le dijo: "He venido por los huesos, los huesos preciosos, los huesos de jade", decía Quetzalcóatl. "¿Puedo con ellos poblar la tierra?" y Mictlantecuhtli le respondió: "Puedes quitarme lo que guardo con tanto cuidado con una condición - que desfilen cuatro veces alrededor de mi trono al soplar con esta concha”. De mala gana el Señor de Mictlán, daba su consentimiento. Le entregaba a Quetzalcóatl una concha de caracol que no tenía agujeros para los dedos. Pero los gusanos aburridos creaban los agujeros y las abejas volaban en su interior para hacer el sonido. Quetzalcóatl tenía que actuar con rapidez para tomar los huesos. El Señor de Mictlán, finalmente dio la orden para que los huesos se recuperan, pero Quetzalcóatl pensaba que se trataba de un truco. En consecuencia, Quetzalcóatl comenzó a correr. Entonces el señor de Mictlán ordenó que un pozo se excavara en el camino del dios que huía, cayendo en él. Quetzalcóatl revive eventualmente, pero los huesos están rotos, y de ahí que haya seres humanos en todos los tamaños.[1]

Una vez más allá de la tierra muerta, junto con otros dioses, les roció con su propia sangre, restaurando la vida. Así, la humanidad ha nacido de la penitencia de los dioses.

Y este regalo tuvo que ser cancelado en la sangre del sacrificio. “¿Qué otra cosa podría ser, motivado a los antiguos, desde la muerte precedido a su reaparición, la muerte debe ser la causa de la Vida?”[1]

El nacimiento de Tonatiuh[editar]

Se dice que el nacimiento del quinto sol tuvo lugar en Teotihuacán, considerado el lugar donde el tiempo comienza. Después de la creación de la tierra, el hombre, su comida y sus bebidas, los dioses se reunieron en la obscuridad en Teotihuacán para decidir quién sería el nuevo sol:

Se dice que cuando todo estaba en oscuridad, cuando no había sol que iluminara el amanecer ni el atardecer, los dioses convocaron una reunión entre ellos en Teotihuacán. Ahí preguntaron: ¡Dioses, vengan aquí!, ¿quién ha de llevar la carga?, ¿quién tomará sobre sí mismo el peso de ser el sol y traer el amanecer?[1]

Un dios arrogante llamado Tecuciztecatl se ofreció a ser voluntario rápidamente, sin embargo, los dioses decidieron elegir a un dios humilde de nombre Nanahuatzin (dios que partió la roca del sustento para conseguir el maíz) como segundo contendiente. Como todo un guerrero, acepta su deber y deuda a los otros dioses. Dos pirámides fueron alzadas para Tecuciztecatl y Nanahuatzin para ayunar y hacer penitencia, mientras se preparaba la pira sacrificial. Es lo que hoy conocemos como las pirámides del sol y de la luna.[1]

La ofrenda que hizo Tecuciztecatl fue hecha de los más finos materiales. En vez de ramas de abeto llevaba plumas de quetzal, y bolas de oro en lugar de manojos de hierba atados. En lugar de las espinas de maguey con su sangre ofreció punzones de jade con punta de coral rojo, así como su incienso fue uno de los más finos y raros que había.[1]

En cambio, los materiales de la ofrenda de Nanahuatzin fueron de poco valor; para sus ramas de abeto y sus manojos de hierbas usó haces de caña. Ofreció las espinas de maguey con su sangre, así como para el incienso quemó sus propias costras.[1]

A medianoche, después de cuatro días de penitencia, los dioses prepararon a Tecuciztecatl con grandes adornos mientras que Nanahuatzin vistió con simples vestimentas de papel. Entonces en los dioses formaron un círculo alrededor de la pira sacrificial que había estado ardiendo durante cuatro días. El primero en ser nombrado fue Tecuciztecatl, sin embargo, al intentar saltar al fuego, el miedo lo paralizó. Esto sucedió tres veces hasta que los dioses decidieron llamar a Nanahuatzin, quien se echó al fuego sin dudarlo. Fue entonces que Tecuciztécatl, al ver el valor de Nanahuatzin, decidió aventarse, así como también se sacrificaron el águila y el jaguar.

Es por eso que las puntas de las plumas del águila son blancas y la piel del jaguar está manchada con las quemaduras del fuego. Después de la muerte de Nanahuatzin y Tecuciztécatl los dioses esperaron que alguno apareciera en el cielo, cuando de repente el cielo se empezó a llenar de luz. Los dioses empezaron a buscar el lugar por donde saldría Nanahuatzin y algunos supieron que saldría por el este surgiendo como Tonatiuh, el quinto sol[1]

Historia de la creación según los antiguos mexicanos[editar]

Quetzalcóatl y Tezcatlipoca

En el relato de la cosmogonía náhuatl, la creación del universo, se menciona que en un principio solo existía un cielo, que llamaron el décimo tercero, en el cual vivía una pareja divina, Ometecuhtli y Omecíhuatl, que procreó cuatro hijos, el primogénito fue Tlatlauhqui-tezcatlipoca (Tezcatlipoca Rojo), el cual fue adorado particularmente por los tlaxcaltecas y huejotzincas bajo el nombre de Camaxtli,[3]​ pero asimilado por los mexicas como Xipe Tótec[4]​, "Nuestro Señor El Desollado"; el segundo hijo fue Yayauhqui-tezcatlipoca (Tezcatlipoca Negro); el tercero fue Iztauhqui-tezcatlipoca (Tezcatlipoca Blanco), asimilado por los mexicas como Quetzalcóatl; el cuatro fue Xoxoauhqui-tezcatlipoca (Tezcatlipoca Azul), asimilado por los mexicas como Huitzilopochtli.

Estos cuatro dioses, después de 600 años de inactividad, se reunieron y conferenciaron acerca de lo que debían ordenar y de las leyes que debían imponer a lo que creasen, y puestos de acuerdo, comisionaron a Quetzalcóatl y Huitzilopochtli la responsabilidad de crear al Medio Sol, que alumbraba poco por no ser entero.

Los númenes mexicas se transforman, multiplican su personalidad para poder cumplir con todas sus acciones divinas, de esta manera una deidad puede ser benévola o malévola, ser la madre de su propia abuela, destruir lo que ha procreado, ser dinámica y estática, omnipresente, ubicua, ambivalente, polifacética, y por lo tanto tener tantos nombres como acciones realice, y tantas características como su naturaleza lo requiera.

Los nahuas tenían varios mitos de la creación, resultado de la integración de distintas culturas. En uno de ellos, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl se dan cuenta de que los dioses se sentían vacíos y necesitaban compañía. Por ello necesitaban crear la tierra. Existía solo un inmenso mar, donde vivía Tlaltecuhtli, el monstruo de la tierra. Para atraerlo, Tezcatlipoca ofreció su pie como carnada y el monstruo salió y se lo comió. Antes de que pudiera sumergirse, los dos dioses lo tomaron y lo estiraron para dar a la tierra su forma. Sus ojos se convirtieron en lagunas, sus lágrimas en ríos, sus orificios en cuevas. Después de ello, los dioses le dieron el don de la vegetación para confortar su dolor. Y posteriormente se dio a la tarea de crear a los primeros hombres.

Aun así, los dos astros siguen siendo inertes en el cielo y es indispensable alimentarlos para que se muevan. Entonces otros dioses deciden sacrificarse y dar el "agua preciosa" que es necesaria para crear la sangre. Por lo tanto, se obliga a los hombres a recrear eternamente el sacrificio divino original.

Tlahuizcalpantecuhtli blandiendo un hacha según una escena del Códice Borgia


Panteón nahua antiguo[editar]

Primordiales[editar]

Conjuntamente llamados Ometeotl, son la pareja primigenia surgida de la sustancia o principio dual Omeyotl:

  • Ometecuhtli, del náhuatl ome (“dos”) y señor (también llamado Tonacatecuhtli), es el dios de la dualidad, pre-generador/es de las almas y señor de la Creación.
  • Omecihuatl, del náhuatl ome (“dos”) y mujer (también llamada Tonacacihuatl), es la diosa de la dualidad, pre-generador/es de las almas y señora de la Creación.

Principales[editar]

  • Huitzilopochtli (también Mextli, Mexitl, Uitzilopochtli): el gran dios de Tenochtitlan, patrono de la guerra, el fuego y el sol. Guía, protector y patrono de los aztecas (A quienes ordenó llamarse Mexicas a partir de aquel momento) desde su salida de Aztlan. Su nombre significa Colibrí Zurdo (O izquierdo) o Colibrí del sur.
  • Quetzalcóatl: Serpiente de plumas preciosas, dios creador y patrono del gobierno, los sacerdotes y los mercaderes. Asociado con Ehécatl como viento divino. Asociado también con Tlahuizcalpantecuhtli como el lucero de la mañana (el planeta Venus). Uno de los cuatro hijos de la pareja primigenia.
  • Tezcatlipoca (también Omácatl, Titlacauan): El Espejo Humeante, omnipotente dios de los gobernantes, hechiceros y guerreros; de la noche, la muerte, la discordia, el conflicto, la tentación y el cambio; daba y quitaba las riquezas y era el protector de los esclavos. Siniestro rival de Quetzalcóatl en muchos mitos. Puede aparecer como un jaguar, además de sus otros muchos Tonales.
  • Tláloc (también Nuhualpilli): El que Hace Brotar a las Cosas, Licor de la Tierra, grande y antiguo proveedor y dios de la lluvia, la fertilidad y el rayo. Uno de los cuatro hijos de la pareja primigenia (Ometecuhtli y Omecihuatl). Dios creador y uno de los cuatro soles. Fue uno de los dioses más viejos de toda Mesoamérica y tenía un templo gemelo junto al de Huitzilipochtli en Tenochtitlan.
  • Xipe Tótec Nuestro Señor Desollado: Dios de las estaciones, de la primavera, la germinación de las semillas y la renovación de la vegetación; además de la fertilidad. Era considerado el patrono de los orfebres. Se le identificaba a veces con Mixcóatl; sobre todo como destinatario de los sacrificios gladiatorios y por flechamiento.
  • Xiuhtecuhtli: Dios del fuego, la personificación de la vida después de la muerte, la luz en la oscuridad y la comida en épocas de hambruna.

Celestes[editar]

Tepeyollotl
  • Citlalicue: Vestido de Estrellas, un creador de las estrellas.
  • Coyolxauhqui: Cascabeles de o La de los Cascabeles en la Cara, hermana legendaria de Huitzilopochtli y patrona de la Vía Láctea.[cita requerida]
  • Ehécatl (también Ehécatl-Quetzalcóatl): dios del viento y creador de la tierra, los cielos y la actual raza de los hombres al rescatar los huesos de los hombres viejos del Mictlán, en su advocación de Quetzalcóatl. Como dios del Oeste, es uno de los que sostiene el cielo. Soplaba el viento que limpiaba el camino de los Tlaloque (dioses menores de la lluvia, ayudantes de Tláloc).
  • Metztli (también Meztli, Tecuciztécatl, Tecciztécatl): diosa de la luna, la noche y los granjeros. También se identifica con un dios de los gusanos, de bajo rango, que falló en sacrificarse para convertirse en el Sol, y devino en la Luna, su rostro oscurecido por un conejo.
  • Mixcóatl (serpiente nube): dios de la caza, la guerra y la Vía Láctea.
  • Mixtli: Diosa de las nubes. Pertenece a los Nauhtzonteteo que son los 1600 dioses que nacieron del gigantesco Tecpatl que parió la diosa primordial Omecihuatl en Chicomóztoc. Por lo tanto, su progenitora era únicamente la diosa Omecihuatl.
  • Nanahuatzin (también Nana, Nanautzin, Nanahuatl o Nanauatzin): dios de bajo rango que se sacrificó a sí mismo para convertirse en el dios Sol Tonatiuh, en la prueba en que Tecuciztécatl falló.
  • Tlahuizcalpantecuhtli: dios del este, dios del colorido sonrosado de la aurora, y por lo tanto de la “estrella del alba” (el planeta Venus, lo que lo convierte en una manifestación de Quetzalcóatl). Es uno de los que sostienen los cielos.
  • Tlalchitonatiuh representa al sol bajo.
  • Tletonatiuh: Era uno de los cuatro soles aztecas. Es el "sol de fuego", bajo cuyo influjo los humanos fueron exterminados por el fuego caído del cielo y transformados en diversos animales como perros, aves, etc.
  • Tonatiuh El Luminoso o El que Calienta: Dios Sol y guerrero de los cielos que disparaba sus dardos luminosos a los cuatro puntos cardinales al amanecer, asociado con las águilas. Identificado con Huitzilopochtli. Se le representaba con el glifo del movimiento (ollin). También era el regente del paraíso al que iban los guerreros muertos en batalla, los sacrificados en su honor y las mujeres que morían en el primer parto.
  • Xólotl Gemelo: Representado como un perro de color oscuro, gemelo del dios Quetzalcóatl. Era considerado la “estrella vespertina” (el planeta Venus), al contrario de su gemelo, la “estrella matutina” (Venus al amanecer, o sea Quetzalcóatl). Representaba los aspectos oscuros de la dualidad de los gemelos.
  • Yohualtecuhtli era la diosa azteca de la noche, y protegía el sueño de los niños.
  • Xitlali: Diosa de las estrellas, significa Lucero de las estrellas, Estrella de la mañana, lucero del triunfo o de la esperanza.
Fenoménicos[editar]
  • Atlacoya: diosa de las sequías.
  • Ayauhtéotl: diosa de la bruma y la neblina; se la ve por las mañanas o en las noches. Se la asocia con la vanidad y la fama.
  • Tepeyóllotl: Corazón de la Montaña, dios jaguar, asociado con los ecos y los terremotos.

Acuáticos[editar]

Chalchitlicue
  • Acuecucyoticihuati: diosa de los mares, de los ríos y del agua que corre. Su representación es de una mujer dando a luz, y se la considera una de las representaciones de Chalchitlicue.
  • Achane: Dios de las aguas de las profundidades. De las criaturas que habitan en aguas de los mares y océanos. Esposo de la diosa Atlatona.
  • Ameyalli: Diosa de los nacimientos de agua que provienen de las profundidades. Pertenece a los Nauhtzonteteo que son los 1600 dioses que nacieron del gigantesco Tecpatl que parió la diosa primordial Omecihuatl en Chicomóztoc. Por lo tanto su padre y madre era únicamente la diosa Omecihuatl.
  • Amimitl: Dios de los lagos y apaciguador de las tempestades. Pertenece a los Nauhtzonteteo que son los 1600 dioses que nacieron del gigantesco Tecpatl que parió la diosa primordial Omecihuatl en Chicomóztoc. Por lo tanto su padre y madre era únicamente la diosa Omecihuatl.
  • Atl: Una diosa primordial de las aguas, madre del monstruo marino Cipactli.
  • Atlacamani: Diosa de las tormentas marinas.
  • Atlatonin o Atlatonan: diosa de las costas.
  • Atlahtli: Diosa de los arroyos. Pertenece a los Nauhtzonteteo que son los 1600 dioses que nacieron del gigantesco Tecpatl que parió la diosa primordial Omecihuatl en Chicomóztoc. Por lo tanto su padre y madre era únicamente la diosa Omecihuatl.
  • Atlaua o Atlahua: Señor de las Aguas, un dios del agua, patrono de los pescadores y los arqueros.
  • Chalchiuhtlatónal: Una diosa menor del agua.
  • Chalchitlicue: La de la Falda de Verde Jade, diosa del agua y esposa de Tláloc. Principal diosa de los mares.
  • Matlalcehuitl (también Matlalcueje): Diosa de los aguaceros y del canto, sirviente de la diosa Chalchitlicue.

Ígneos[editar]

Chantico
  • Camaxtli: dios de la caza, la guerra, el destino y el fuego. Fue uno de los creadores del mundo.
  • Chantico: diosa del fuego celeste, los tesoros personales y los volcanes.
  • Huehuetéotl (también Ueueteotl, Xiuhtecuhtli, Xiutechuhtli): antiguo dios del corazón, el fuego de la vida. Asociado con la Estrella Polar y con el Norte, es uno de los que sostienen los cielos. Su nombre significa Dios Viejo.
  • Paynaltón: el mensajero de Huitzilopochtli.
  • Xócotl: Dios estrella asociado con el fuego.

Alimento[editar]

Centéotl
  • Centéotl: también Cinteotl o Centeocihuatl, dios principal del maíz, hijo de Tlazotéotl. Le estaba dedicado el cuarto mes del año.
  • Chicomecóatl (también Chalchiuhcihuatl, Chiccoméccatl, o Xilonen): Siete Serpiente diosa del maíz nuevo, esposa de Centéotl, venerada particularmente por los huaxtecos.
  • Coatlicue: La de la Falda de Serpientes, madre de Coyolxauhqui, los Centzon Huitznahua, y Huitzilopochtli. Dios de la tierra.
  • Xilonen:’’ Barbuda’’, la diosa del jilote

Fertilidad[editar]

Xochiquétzal
  • Chiconahui: una diosa doméstica de la fertilidad.
  • Temazcalteci (también Temaxcaltechi o Tozi) - diosa de los baños, diosa abuela, corazón de la tierra y madre de los dioses. Asociada con las parturientas y la guerra.
  • Teteoinnan: madre de los dioses.
  • Tlazolteotl: es la diosa de la belleza y del amor sensual.
  • Toci: Abuela de los Dioses, señora de la salud, de los temazcales, corazón de la tierra y señora de los textiles, fue sincretizada por Santa Ana
  • Tonantzin (también Omecíhuatl) Madre de Quetzalcóatl, antiguamente tenía su capilla en el cerro del Tepeyac, fue destruida por los españoles y se creó ahí la actual Villa de Guadalupe.
  • Tzítzmitl: anciana diosa abuela.
  • Xochipilli Príncipe Flor: Joven dios de las fiestas, la pintura, la danza, los juegos, el canto, el amor y la escritura. Castigaba con enfermedades secretas a quienes no le guardaban ayuno. Identificado con Macuilxóchitl y relacionado con Centéotl.
  • Xochiquétzal Flor de la Rica Pluma o Flor Preciosa: Diosa de la sexualidad femenina, las flores, el placer, la artesanía, el tejido, la danza, el canto y las madres jóvenes. véase Ichpuchtli y Ahuilteotl.
  • Cihuacóatl: primera mujer en dar a luz, considerada por ello protectora de los partos
  • Tonacacíhuatl: diosa esposa de Tonacatecuhtli
  • Tonacatecuhtli: un dios mexica de la fertilidad. Durante la creación del mundo lo dividió en tierra y océano.

Vicios[editar]

Mayáhuel
  • Huehuecóyotl (también Ueuecoyotl): Coyote Viejísimo, un dios bromista e indulgente, señor de la promiscuidad y los lugares salvajes. Capaz de cambiar de forma, se lo asocia con los tambores y el coyote.
  • Macuilcozcacuauhtli: El Cinco Buitre, uno de los Ahuiateteo (dioses de los excesos).
  • Macuilcuetzpalin: El Cinco Lagarto, uno de los Ahuiateteo (dioses de los excesos).
  • Macuilmalinalli: El Cinco Hierba, uno de los Ahuiateteo (dioses de los excesos).
  • Macuiltochtli: El Cinco Conejo, uno de los Ahuiateteo (dioses de los excesos).
  • Macuilxóchitl: El Cinco Flor, dios de los juegos y el juego, y jefe de los Ahuiateteo, dioses de los excesos.
  • Mayáhuel (también Mayahual, o Mayóuel): diosa del maguey, y por extensión, del alcohol.
  • Ometochtli (El Dios Conejo): dios conejo ebrio, jefe de los Centzon Totochtin
  • Tepoztécatl (también Tezcatzontécatl): dios del pulque y los conejos.
  • Tlazoltéotl (también Tlaelquani, Tlazolteotli) Devoradora de la Mugre: diosa de la purificación de la mugre, la enfermedad o el exceso. A ella se acogían los moribundos para confesar sus pecados ante su teopixque (Sacerdote), también era considerada patrona del tejido, de los amores y placeres impuros. Protectora y patrona de los amantes.

Muerte[editar]

Itzpapalótl.
  • Chalmecatecuchtli: Uno de los tantos dioses del Mictlán, y de los sacrificios.
  • Chalmécatl: el inframundo (Mictlán) y el norte.
  • Ilamatecuhtli (también Cihuacóatl o Quilaztli): La Vieja Princesa, anciana diosa de la tierra, la muerte, y la Vía Láctea. Su rugido indicaba la guerra.
  • Itztlacoliuhqui-Ixquimilli: dios de la justicia, de la piedra, la obsidiana, la frialdad, la dureza y el castigo.
  • Iztli: dios del sacrificio y los cuchillos de piedra.
  • Itzpapálotl: Mariposa de Obsidiana, Reina de Tomoanchan y de los tzitzimime (demonios de las estrellas) así como una de las Cihuateteo (Mujeres deificadas). Además de ser la diosa de la violencia.
  • Mictecacíhuatl (o Mictlancíhuatl): diosa de la muerte y Señora de Mictlán, el inframundo de los infiernos.
  • Mictlantecuhtli (también Mictlantecuhtzi, o Tzontémoc): dios de la muerte y Señor de Mictlán, también dios del norte, uno de los que sostienen los cielos.
  • Teoyaomqui (también Teoyaomiqui): dios de los guerreros muertos.
  • Xólotl El dios de los espíritus, de los gemelos y protector de los muertos. Gobernante del Itzcuintlán.

Oficios[editar]

Pahtécatl
  • Acalometochtli: Dios que protege a los navegantes. Pertenece a los Nauhtzonteteo que son los 1600 dioses que nacieron del gigantesco Tecpatl que parió la diosa primordial Omecihuatl en Chicomóztoc. Por lo tanto, su padre y madre era únicamente la diosa Omecihuatl.
  • Chicomexóchtli: Un dios patrono de los artistas. Sirviente del dios Xochipilli.
  • Cochimetl (también Coccochímetl): dios del comercio, el regateo, el trueque y los comerciantes.
  • Huixtocíhuatl (o Uixtochíhuatl): Una diosa de la sal y también del agua salada.
  • Opochtli: dios zurdo de la caza, en particular la caza con trampas, y la pesca. Hijo del dios Tláloc.
  • Tlacotzontli es la protectora de los caminos. Para hacerla favorable, los viajeros acudían ante ella sangrándose con ramas de espino.
  • Yacatecuhtli Señor de la Vanguardia: Dios de los mercaderes y los viajeros
Sanación[editar]
  • Ixtlilton: dios de la curación, las danzas, los festivales y los juegos. Hermano de Xochipilli.
  • Patécatl: El de la Tierra de las Medicinas, dios del pulque, fertilidad y medicina, esposo de Mayahuel, creador del peyote y padre de los Centzon Totochtin
  • Toci: La abuela de los dioses, también señora de la salud entre los Tlaxcaltecas. Deificada por Huitzilopochtli.

Tiempo[editar]

  • Oxomoco: Diosa de la astrología y el calendario (Primera Mujer semidiosa). Deificada como la personificación de la noche.
  • Cipactónal: Dios de la astrología y el calendario (Primer Hombre semidiós). Deificado como la personificación del día.

Otros[editar]

Dioses-serpiente[editar]

Grupos de dioses[editar]

  • Aihuateteo: los espíritus del exceso y el placer.
  • Centzon Mimixcoa: (Cuatrocientas serpientes-nubes) Los 400 dioses de las estrellas del norte, representados como hombres con cabeza de serpiente, o como enormes serpientes que surcan los cielos. Hijos de la diosa Coatlicue.
  • Centzon Huitznahua: 400 Dioses aztecas de las estrellas del Sur. Son los hermanos rebeldes de Huitzilopochtli e hijos de Coatlicue.
  • Centzon Totochtin (cuatrocientos conejos): 400 Dioses del pulque y de los estados de embriaguez, "inmorales" y ebrios. Salvajes y muy violentos. Hijos de la diosa del maguey, Mayáhuel. De entre ellos se mencionan los siguientes:
    • Acolhua (en náhuatl: acolhua, ‘el que tiene hombros’‘'acolli, hombro; hua, que tiene’)?
    • Colhuantzíncatl (en náhuatl: colhuantzincatl, ‘morador de colhuacán’colhuacantzinco, colhuacan; tecatl, morador de, habitante de, persona de’)?
    • Cuatlapanqui (en náhuatl: quatlapanqui, ‘el abrecabezas’cuaitl, cabeza; tlapanqui, tlapana; tlapana, romper’)?
    • Chimalpanécatl (en náhuatl: chimalpanecatl, ‘morador de chimalpán’chimalpan, chimalpán; tecatl, morador de, habitante de, persona de’)?
    • Izquitécatl (en náhuatl: izquitecatl, ‘morador de izquitlán’izquitlan, izquitlán; tecatl, morador de, habitante de, persona de’)?
    • Ometochtli (en náhuatl: ometochtli, ‘dos conejo’ome, dos; tochtli, conejo’)?
    • Papáztac (en náhuatl: papaztac, ‘el enervado’papaztac, panchtli; pachtli, enervar’)?
    • Teatlahuiani (en náhuatl: teatlahuiani, ‘el ahogador’te, alguno; atlahuiani, ahogar’)?
    • Tepoztécatl (en náhuatl: tepoztecatl, ‘morador de tepoztlán’tecatl, morador de, habitante de, persona de’)?
    • Tequechmecaniani (en náhuatl: tequechmecaniani, ‘el que cuelga’te, alguno; quechtli, cuello; mecatl, mecate; mecaniani, el que cuelga’)?
    • Tezcatzóncatl (en náhuatl: tezcatzoncatl, ‘cabellos de espejo’tezcatl, espejo; zontli, cabellos’)?
    • Tlaltecayohua (en náhuatl: tlaltecayohua, ‘tierra que cae’tlalli, tierra; tecayohua, que cae, rodar’)?
    • Tlilhua (en náhuatl: tlilhua, ‘el que tiene tinta negra’tlilli, tinta negra; hua, que tiene’)?
    • Tomiyauh (en náhuatl: tomiyauh, ‘nuestro trigo de maíz’to, nuestro; miahuatl, trigo de maíz’)?
    • Toltécatl (en náhuatl: toltecatl, ‘morador de toltitlán’toltli, toltitlán; tecatl, morador de, habitante de, persona de’)?
    • Yauhtécatl (en náhuatl: yauhtecatl, ‘morador de yauhtlán’yauht, yauhtlán; tecatl, morador de, habitante de, persona de’)?
  • Nauhtzonteteo Grupo de 1600 dioses que surgieron de un enorme pedernal ubicado en el Chicomóztoc de Aztlán, para ayudar a los tezcatlipocas. Hijos de la diosa primordial Omecihuatl.
  • Tlaloque: Los 4 hijos del dios del rayo Tláloc y la diosa del mar, Chalchiutlicue. Encargador de ayudar a su padre en las labores del Tlalocan.

Criaturas sobrenaturales[editar]

  • Acihuatlameh: "Mujeres del Agua". Entidades ginecoformes con la parte inferior de pez tenidas como protectoras del mar, ríos y otros cuerpos de agua. Se encontraban relacionadas con la diosa Apancihuatl; quien era su líder, y con Tezcatlipoca. En los mitos se dice que algunas Acihuatlameh ayudaron al dios Ehecatecuhtli a cruzar el mar para llegar a la casa del sol y traer la música a los hombres.
  • Ahuaque: Diocecillos de la lluvia y el viento con forma de niños. Asistentes de los Tlaloqueh. Se cree que habitan el Tlalocan (véase).
  • Ahuízotl: Monstruo con forma de perro; manos de mono; larga cola que terminaba en una mano con la que ahogaba a los incautos. Habitante de ríos y lagunas. Estaba al servicio de Tláloc, por lo que la víctima solo podía ser tocada por los sacerdotes luego de haber sido sacada del agua. Era símbolo de mala suerte y desgracia. En ocasiones el Ahuizotl lloraba como un niño atrayendo a quien se atreviese a ver de dónde procedía el sonido.
  • Amoxoaque: Raza mítica de hombres y mujeres árbol; que solían habitar en los bosques como guardianes de los mismos; seres naturales que tenían la capacidad de convertir en árbol a todo aquel que haya destruido algún árbol como consecuencia.
  • Atlanteotl Un gigantesco ser que cargaba sobre sus hombros las aguas primordiales sobre la cual el monstruo marino Cipactli nadaba. No existe el nombre de Atlanteotl para ese dios con forma semejante a Schu o Atlas. Es un mero invento. Alguien unió Atlan (que es un locativo que se traduce como "en el agua") con teotl 'dios', para así formar Atlanteotl como "Dios del Agua", aunque en realidad se traduciría como "Dios o divinidad en el Agua". El inventor de ello fue André Bonnet en su libro 'La divination chez les Aztlantes' Adyar-París, 1950.
  • Cachinipas: "Malos Espíritus de Polvo Retorcido". Clase de espíritus malignos de los vientos generalmente representados como remolinos de polvo; su influencia es nefasta para los enfermos, viejos y padres de familia. Para contrarrestar y evitar los males que provocan, se debe sacrificar al hijo menor.
  • Centlapachton: Yohualtetzahuitl representada como el espirítu del fantasma de una niña que emerge del inframundo para aparecerse en la tierra por la noche; en los baños o lugares destinados a la defecación. Con cabellos largos y negros; y caminando a la manera de los patos. Se sabe que su presencia augura muerte.[5]
  • Cihuapipiltin o “Cihuateteo”, seres cadavéricos aberrantes de las mujeres que murieron al parir y que no cumplieron sus años de servicio al dios Sol Tonatiuh, y que regresaban a la tierra a robar niños y a causar transgresiones sexuales, y si eran vistas por algún adulto, estas le auguraban su muerte.
  • Cipactli: Monstruo marino primordial; posedor de 18 bocas; una en cada unión de su cuerpo; vóraz y cólerica; fue tenida por la personificación del caos antes de la intervención de los dioses; asesinada por Tezcatlipoca y Quetzalcoatl.
  • Civatateo: almas de las mujeres muertas al dar a luz que guían al sol poniente en los cielos del Oeste. También acompañan a los guerreros al cielo.
  • Cueyatl: Monstruos marinos que nacieron de la sangre y el odio de Cipactli hacia el humano, ya que, ella los culpaba por su mal estado. Eran monstruosas ranas con sangre y aliento venenoso que también era capaces de transformarse en una rana normal.
  • Honchi: Raza de gigantes del inframundo. De ellos se dice que existen tanto machos como hembras, y estas últimas se caracterizan por sus gigantescos senos. Son todos de un enorme tamaño, peludos "de una sola pieza", que tienen los pies para atrás, y gustan de comer carne humana. Su aspecto es horrible porque tienen pelo por todo el cuerpo, largo y ensortijado en la cabeza. Son poseedores de grandes colmillos y muestran evidentes dificultades para caminar.
  • Huehueytin: Dígase de cuatro gigantes formados por los dioses Tezcatlipoca y Quetzalcóatl; para levantar los trece cielos que se cayeron después del Diluvio Universal.
  • Hueytlacome: Gigantes que se consideraba que eran tan viejos que ya existían cuando se cimentó el Segundo Sol. Según los Anales de Cuauhtitlán, los gigantes fueron creados por los dioses y, dado que no conocían la agricultura, su alimentación consistía en frutas silvestres, raíces y bellotas. En aquellos ayeres, los gigantes se saludaban diciendo “No se caiga usted”, porque el que se caía lo hacía para siempre.
  • Ixpuxtecqui: "El de la Cara Despedazada". Alternativamente Ixicuauh. Parte de los dioses menores de la muerte; Miquizteteo. Dios de la mala suerte. Consorte de Nexoxcho. Vivía en el Mictlán y, de acuerdo a la narrativa; con frecuencia dejaba su lugar subterráneo, para ir bajo la falda de la noche estrellada por los caminos y las calles, los puentes y las acequias de las ciudades y los pueblos, con su rostro destruido y su único pie, pues era cojo, saltando a trechos, haciendo un ruido seco con las cuatro enormes uñas de su rojo pie de águila. Era un extraño mensajero de muerte. Pasaba entre la gente sin ser visto, dejando oír solo el rasguido de sus uñas. ¡Ay de aquel que alcanzaba a distinguirlo, a ver una cabeza sin rostro definido, con la mitad superior gris y la inferior perdida en la oscuridad, pues era negra, con el cuerpo normal de hombre y la extremidad emplumada, de ave de rapiña! Ese, si estaba enfermo, sabía al instante que no había de sanar, y si estaba saludable y fuerte, enfermaba de miedo, de superstición, de fiebre sobrenatural, y moría. En vano eran solicitados médicos, tícitl, curanderos, tepatli, y hechiceros, tetlachiuiani; inútilmente se preparaban emplastos y pócimas, se hacía uso de sangrías y aun de trepanaciones; ese desdichado tarde o pronto iba a seguir los pasos de Ixicuauh hasta llegar, después de las nueve tribulaciones de rigor, a las espaldas de Tzontémoc, El que Cae de Cabeza, y ser entregado a la eternidad, al silencio, a las tinieblas y a la soledad, no obstante estar entre millares de sus semejantes.[6]
  • Macihuatli: Matlateotl representada como el espirítu del fantasma de una mujer que seduce a trasnochadores, infieles y violentos​ en la forma de una atractiva mujer; desnuda o semidesnuda, pero con el rostro oculto; bajo un velo que le cubre por completo su descarnado rostro de caballo. Por su parte, entre los nahuas del reino de Cuscatlan, se le suele relacionar con la aparición del fantasma del infante, Tzipitco, ya que se cree que ambos murieron durante el alumbramiento. Homóloga a la Siguanaba de los Mayas. También fue conocida bajo los nombres de Siuateyuga, Cigua, Cihuatlaco y Cegua.[7][8]
  • Mazacoatl: Serpiente fantástica, de gran tamaño, poseedor de una cornamenta de venado. Atraía a los hombres transformándose en una atractiva mujer para después llevarlos al inframundo y devorarlos, con las mujeres procedía atrayéndoles sin transformarse para que se subieran a su lomo y hervir sus entrañas al calentar se cuerpo.
  • Maxiltiani: en náhuatl: Maxiltialli, ‘sustituto‘. Criatura encargada de castigar a las familias que hacían algo que ofendía a los dioses, normalmente el Maxiltiani jugaba con los niños inocentes ya que solo ellos lo pueden ver en su forma original, en algunas ocasiones los perdía o escondía para tomar su forma y así poder ser visible ante los ojos de todos. Según la leyenda, el primer Maxiltiani se hizo pasar por un dios siendo solo un criatura diseñada para el servicio de los dioses principales, por ello fue castigado por Itzpapálotl y condenado a no ser visible en su forma natural y solo ser visible una vez que robara una apariencia humana. Se dice que su apariencia real es muy espantosa su cuerpo está hecho con huesos internos y una piel muy dura que asemeja a un exoesqueleto, por eso suelen crujir cuando caminan o mueven su cuerpo, no puede durar mucho tiempo con una forma robada por lo que solo lo hacen cuando van a castigar a alguien por algún pecado cometido hacia los dioses.
  • Nahual: Un hechicero o una bruja con la habilidad de cambiar de forma.
  • Ocelocolotl: Criatura híbrida entre jaguar y alacrán. Un jaguar-guerrero humanoide con cola y tenazas de alacrán.
  • Ohuican Chaneque: "Los que habitan en lugares peligrosos". Criaturas asociadas al inframundo; cuya principal actividad es cuidar los montes y los animales silvestres. Se dice que son personas de aproximadamente un metro o metro veinte; tienen los pies al revés, el cuerpo deforme, poseen cola y carecen de la oreja izquierda, otros aseguran que son enanos con rostro de niños, y que adoran las travesuras.[9]
  • Oxkokoltzec: Portento gigantesco y deforme con brazos largos y delgados; cuya fuerza era lo suficiente como para destrozar la carne de las personas con tan solo tocarlas.
  • Quatezcatl: Portento representado como un ave de hermoso plumaje de colores azul y blanco, también tenía un espejo en la cabeza donde se reflejaría el futuro de cualquiera que lo vea. Por lo general era representado del tamaño de una paloma (Aunque en ocasiones se le ilustraba de un tamaño mayor).
  • Tlacacoyotl: Criatura mitad hombre y coyote que vivía en la ciudad de Cuacoyotécatl. Tpo de nahual identificado como los licántropos.
  • Tlacamichin: Seres marinos; el término se refiere a las criaturas en las que se convirtieron los gigantes del cuarto sol durante el final de su era.
  • Tlacahueyac: Yohualtetzahuitl representado como el espirítu del fantasma de un hombre que adopta la forma de un gigante. A veces, se le podía ver cargando su cabeza entre sus brazos mientras andaba por las calles en la madrugada. Se tomaba por mal augurio su presencia; de pronta desgracia, muerte, guerra o hambruna.
  • Tlacahuilotl: Yohualtetzahuitl representado como el espirítu del fantasma de un ave de plumaje negro con cabeza humana que siempre estaba sonriendo posado sobre las ramas de árboles sin hojas. Su aparición es tomada por mal agüero.
  • Tlahuepan: Yohualtetzahuitl representado como el espirítu del fantasma de una sombra u hombre que se alarga como una viga. Su aparición fue tomada como un mal augurio.
  • Tlacanexquimilli: Yohualtetzahuitl representado como un bulto de cenizas, un muerto amortajado, no tenía puestos los pies ni la cabeza, pues andan rodando por el suelo y emitiendo terribles gemidos que ponían los pelos de punta.
  • Tlacatecólotl: “Hombre Búho”, Dentro del folklore de los pueblos nahuas; tipo de Yohualtetzahuitl representado como un hombre alado con cabeza de búho y pies de ave; que presagiaba la muerte con tan solo su presencia, y entre otras cosas también era capaz de maldecir a cualquiera con tan solo verlo.
  • Tlacatzinacantli: Demonio o genio del este. Criatura humanoide con rasgos de murciélago que se alimentan de la sangre de los hombres.
  • Tlahuelpuchi: Entidades femeninas y masculinas que se alimentan de sangre; que solían moverse a gran velocidad entre las cosechas y pastizales. Seres antropomórficos consagrados a Tezcatlipoca, dios de la oscuridad, puesto que la oscuridad les embargaba a su paso, ya que luego de cansarse en sus vanas pesquisas, cesaban de hacerlas y se dirigían al bosque en forma de vapor que inducía al hombre.
  • Tlahuipuchtli: "El Sahumador Luminoso." Clase de portento que andaba de noche por las montañas echando fuego por la boca para espantar a sus enemigos; que morían a consecuencia del susto. Por otro lado, Torquemada lo incluye entre los nahuales, que tenían propiedad de convertirse no solo en animales, sino en fuegos. Por su parte, el autor del Códice Carolino, más racional, no cree en su existencia y estima que tales brujos no eran sino luciérnagas.
  • Tlapehuiloni: Fantasmas de mortales que no han podido pasar del primer estrato del Inframundo.
  • Tlemoyotl: Mosquitos de fuego que se hacían presentes en los montes.
  • Tzitzimime: Demonios estrella de la oscuridad, que atacan al Sol durante los eclipses y amenazan la Tierra. De apariencia de esqueleto con pocos pedazos de carne salientes, de aproximadamente 2 metros de altura. Portaban un gran arco.
  • Xicalcóatl: Serpiente con escamas negras al punto de parecer haber sido pulidas, tiene una jícara de hermosos colores en su espalda la cual hipnotiza a cualquiera que la vea.
  • Xiuhcóatl: El máximo dragón de la mitología nahua; usado por Huitzilopochtli como arma para matar a su hermana Coyolxauhqui y a sus 400 hermanos Centzon Huitznáhuac.
  • Xochicalcatl: Ofidio gigantesco que vivía en la ciudad de Xochicalco; solía devorar personas ancianas para saciar su hambre. Y según la tradición, fue muerto por el héroe Tepoztecatl.
  • Xochitónal: Un monstruo marino en forma de iguana gigante habitante del primer nivel del Mictlán.
  • Yohualtepuztli: "Hacha Nocturna". Yohualtetzahuitl representado como el espirítu del fantasma de un hombre decapitado de gran altura con el pecho abierto; con el corazón expuesto (que de ser arrancado podría traer, o bien la fortuna o la fatalidad). Aparición espectral que hacía sonidos de un hacha cortando un árbol durante las noches.
  • Camazotz un gigantesco murciélago sirviente de Mictlantecuhtli que descendió del Tlamoachan durante el final del cuarto sol. Vive dentro del noveno nivel del Mictlán posado al lado del señor de la muerte.[cita requerida]

Héroes y reyes legendarios[editar]

Reyes[editar]

  • Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl: rey sacerdote legendario de la mítica ciudad de Tollan.
  • Huemac: Un rey de Tollan y un héroe que venció a Tezcatlipoca y a los Tlaloque en un juego de pelota.

Guerreros[editar]

  • Tepoztecatl: Un semidiós héroe que mato a varios monstruos y salvo varias ciudades.
  • Yaotl: Un semidiós encarnación de Tezcatlipoca.
  • Toueyo, también llamado: Tobeyo: Un semidiós, encarnación de Tezcatlipoca. Enamoró a la hija de Huemac.
  • Tlacauepan: Encarnación de Tezcatlipoca, asesinada a pedradas.
  • Copil: Sobrino de Huitzilopochtli e hijo de Malinalxochitl. Fue asesinado, surgiendo de su corazón el nopal.

Metamorfeados[editar]

  • Iztaccíhuatl: Princesa que muere de pena al ser engañada que su amado guerrero Popoca había muerto en batalla; su cuerpo en posición de mujer dormida se transformó en el volcán Iztaccíhuatl (Mujer Blanca) por designio de los dioses. Ambos volcanes custodian la cuenca del Valle de Anáhuac.
  • Mololoa: Princesa que lloró tanto la muerte de su amado Tépetl que formó un río. Hija del rey Trigomil[cita requerida]
  • Popoca: Guerrero legendario que al regresar victorioso del campo de batalla se encuentra con la inesperada muerte de su princesa amada, tras lo cual sube al pináculo del templo con ella en sus brazos y se entregan a sí mismos como ofrendas a los dioses; los dioses aceptan el sacrificio de su amor no consumado, y para conservarlo eterno, deciden transformarlos en volcanes. Este es el origen mitológico del volcán Popocatépetl.
  • Tata y Nene: 2 personas que fueron convertidas en perros por Tezcatlipoca como castigo por desobedecerlo.
  • Xappan: Un héroe que mató al Atotolin y se convirtió en rey, pero en su ambición fue convertido en un escorpión rojo gigante.[cita requerida]

Figuras Menores[editar]

  • Coxcox: El primer hombre mortal creado en el segundo sol.
  • Xóchitl: La primera mujer mortal creada en el segundo sol.

Lugares[editar]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. a b c d e f g h i Taube, Karl (2003). British Museum, ed. Aztec and Mayan myths. University of texas. p. 35-40. 
  2. a b c d Moreno de los Arcos, Roberto (2013). «Estudios de la cultura Nahuatl». Los cinco soles cosmogónicos. ISSN 0071-1675. Consultado el 24 de noviembre de 2015. 
  3. Robelo, Cecilio Agustín (1905). Diccionario de Mitología Nahua. México: Biblioteca Porrua. Imprenta del Museo Nacional de Arqueología. p. 56,57,58,59,60. ISBN 978-9684327955. 
  4. Fernández, Adela (1998). Dioses Prehispánicos de México: Mitos y Deidades Del Panteón Náhuatl. México: Panorama Editorial. p. 57. ISBN 968-38-0306-7. 
  5. Diccionario Ritual de Voces Nahuas: Definiciones de Palabras que Expresan el Pensamiento Mítico y Religioso de los Nahuas Prehispánicos. Panorama Editorial. 1992. ISBN 978-9683803160. 
  6. Higuera, Salvador Mateos (1940). Enciclopedia gráfica del México antiguo III Los dioses creados. Secretaría de Hacienda y Crédito Público. p. 50-51. 
  7. La MACIHUATLI / cara de caballo / por RAPATUSTRA, archivado desde el original el 29 de febrero de 2020, consultado el 4 de diciembre de 2019 .
  8. Sunstrider (11 de abril de 2011). «Mitos, Monstruos y Leyendas: La Siguanaba - La mujer con cara de caballo». Mitos, Monstruos y Leyendas. Consultado el 4 de noviembre de 2022. 
  9. 7 Monstruos Mexicanos Prehispánicos (aztecas y mayas) por RAPATUSTRA, archivado desde el original el 24 de junio de 2020, consultado el 10 de diciembre de 2019 .

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]