Ir al contenido

Colonización de los Estados Unidos

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 04:59 23 oct 2020 por 192.141.247.5 (discusión). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.

El período del descubrimiento de los Estados Unidos es una etapa histórica de varios siglos en los que se produjeron sucesivos cambios. Comprende el período desde la llegada de los primeros inmigrantes europeos al continente americano, a finales del siglo XV; hasta finales del siglo XVIII. Las oleadas de inmigrantes británicos que arribaron fundaron allí las Trece Colonias, que consagrarían su independencia política de la corona británica en el año 1776.

El descubrimiento europeo

Bandera del Virreinato de Nueva España que forma parte del Imperio español que fundó ciudades como San Francisco (California), Los Angeles (California), San Antonio (Tejas), Pensacola (Florida) o San Agustín (Florida)

América fue descubierta -para los europeos- el 12 de octubre de 1492 por la expedición del navegante Cristóbal Colón al servicio de la Corona de Castilla. Estaba compuesta por tres naves, llamadas La Niña, La Pinta y La Santa María, referidas como carabelas en la orden del Concejo de Andalucía de Santa Fe el 30 de abril de 1492. A lo largo del siglo XV y el siguiente, la conquista española de los territorios americanos abarcó el Caribe, Centroamérica, Sudamérica y, en Norteamérica, los territorios del oeste hasta Alaska y Florida en el sudeste, territorios a los que se agregó en 1763 la Luisiana tras el Tratado de París, región que comprendía más de doce mil kilómetros de norte a sur.

Juan Ponce de León (Santervás de Campos, Valladolid, España) fue uno de los primeros europeos en llegar al actual Estados Unidos ya que fue el descubridor de Florida, a la que dio su actual nombre.

Juan Ponce de León dio nombre a La Florida en 1513, cuando la tomó en nombre de la Corona de España. Hasta 1563, los españoles enviaron varias expediciones para explorarla, pero no llegaron a levantar ninguna fortificación estable. Sin embargo, la presencia en 1564 de un nutrido contingente de hugonotes franceses, que alzaron un fuerte en la desembocadura del río San Juan, supuso una seria amenaza que llevó a España a la decisión de establecer una presencia militar permanente en el área. El 28 de agosto de 1565, Pedro Menéndez de Avilés funda la ciudad de San Agustín. Es el asentamiento europeo más antiguo ocupado hoy en EE.UU. Solo San Juan (Puerto Rico) lo supera como ciudad más antigua de "los Estados Unidos".

Imperios español y portugués en 1790.

En 1583, la Reina Isabel I de Inglaterra otorga una autorización al pirata Walter Raleigh para fundar una colonia al norte de La Florida, a la que llamaría Virginia, y que abarcaría más tarde las actuales Carolina del Sur, Carolina del Norte, Virginia, Virginia Occidental y Maine. Rápidamente se vio la posibilidad de explotar la zona con cultivos de tabaco, por lo que se creó en 1606 la Compañía de Virginia como sociedad anónima, que financió el primer establecimiento inglés.

En 1607, un grupo de colonizadores ingleses fundó una pequeña aldea en Jamestown (Virginia). Portadores de una cédula del Rey Jaime I de Inglaterra, fundaron una colonia permanente en los primeros siete meses después de su llegada. La colonia creció con el tiempo y prosperó con el cultivo de tabaco, cuyo primer envío a Inglaterra fue en 1614.

Bandera de los Países Bajos, fundadora de Nueva Ámsterdam, actual Nueva York.

En Nueva Inglaterra, región nororiental del actual Estados Unidos, los puritanos ingleses establecieron varias colonias. Llegaron a América pensando que la Iglesia de Inglaterra había adoptado demasiadas prácticas del catolicismo. Su propósito era fundar una colonia basada en sus propios ideales religiosos. Un grupo de puritanos, conocidos como los peregrinos, cruzaron el Atlántico en un barco llamado Mayflower y se establecieron en Plymouth en 1620. Una colonia puritana mucho más grande se estableció en la zona de Boston en 1630. Para 1635, algunos colonizadores ya estaban emigrando a la cercana Connecticut.

Nueva Inglaterra también estableció otra tradición: una moralidad con frecuencia intolerante. Los puritanos creían que los gobiernos debían hacer cumplir la moralidad de Dios. Castigaban severamente a los bebedores, a los adúlteros, a los violadores del Séptimo Día y a los herejes. En las colonias puritanas, el derecho de voto se limitaba a los miembros de la Iglesia y los salarios de los ministros se pagaban de los impuestos.

Evolución territorial de Norteamérica por estados-nación no nativos desde 1750 a 2008.

Roger Williams, un puritano que no estaba de acuerdo con las decisiones de la comunidad, sostuvo que el Estado no debía intervenir en cuestiones religiosas. Obligado a salir de Massachusetts en 1635, fundó la vecina Colonia de Rhode Island y las Plantaciones de Providence, que garantizaban libertad religiosa y la separación entre Estado e Iglesia. Las colonias de Maryland (fundada en 1634 como refugio para católicos) y Pensilvania (fundada en 1681 por el dirigente cuáquero William Penn) también se caracterizaron por su tolerancia religiosa. Esta tolerancia, a su vez, atrajo a otros grupos de colonos al Nuevo Mundo.

Con el paso del tiempo, las colonias británicas de América del Norte recibieron a muchos grupos de origen no británico: los agricultores alemanes se establecieron en Pensilvania; los suecos fundaron la colonia de Delaware; y los primeros esclavos africanos llegaron a Virginia en 1619. En 1626, colonos neerlandeses compraron la isla de Manhattan a los jefes indígenas de la región y erigieron la ciudad de Nueva Ámsterdam; en 1664, los ingleses se hicieron con la colonia y la rebautizaron como Provincia de Nueva York.

En el año 1770 ya habían surgido varios centros urbanos pequeños pero en proceso de expansión y cada uno de ellos contaba con periódicos, tiendas, comerciantes y artesanos. Filadelfia, con 28 000 habitantes, era la ciudad más grande, seguida por Nueva York, Boston y Charleston. A diferencia de la mayor parte de las demás naciones, Estados Unidos jamás tuvo una aristocracia feudal. En la era colonial la tierra era abundante y la mano de obra escasa, por lo que todo hombre libre tenía la oportunidad de alcanzar, si no la prosperidad, al menos la independencia económica.

Todas las colonias compartían la tradición del gobierno representativo. El monarca británico nombraba a muchos de los gobernadores coloniales, pero todos ellos debían gobernar conjuntamente con una asamblea elegida. El voto estaba restringido a los terratenientes varones blancos, pero la mayoría de los hombres blancos tenían suficientes propiedades para votar. El Reino Unido no podía ejercer un control directo sobre sus colonias estadounidenses, ya que Londres estaba demasiado lejos y los colonos tenían un espíritu muy independiente.

Las trece colonias

Norteamérica hacia 1700.
Mapa de las Trece Colonias.

En 1733, los británicos habían ocupado trece colonias a lo largo de la costa del Atlántico, desde Nuevo Hampshire en el norte hasta Georgia en el sur:

Los franceses controlaban Canadá y la Luisiana francesa, que comprendían toda la vertiente del río Misisipi: un imperio vasto con pocos habitantes. Entre 1689 y 1815, Francia y Gran Bretaña sostuvieron varias guerras y América del Norte se vio envuelta en cada una de ellas. En 1756, Francia e Inglaterra contendieron en la Guerra de los Siete Años, conocida en Estados Unidos como la Guerra Francesa e Indígena. El primer ministro británico, William Pitt, invirtió soldados y dinero en América del Norte y ganó un imperio. Las fuerzas británicas tomaron las plazas fuertes canadienses de Louisburg (1758), Quebec (1759) y Montreal (1760).

A new map of North America, elaborado tras el Tratado de París (1763).

El Tratado de París, firmado en 1763, concedió a Gran Bretaña derechos sobre Canadá y toda América del Norte al este del río Misisipi. La victoria de Inglaterra condujo directamente al conflicto con sus colonias estadounidenses. Para evitar que pelearan con los nativos de la región, llamados indios por los europeos, una Proclamación real de 1763 negaba a los colonos el derecho de establecerse al oeste de los montes Apalaches. El gobierno británico empezó a castigar a los contrabandistas e impuso nuevos gravámenes al azúcar, el café, los textiles y otros bienes importados. La Ley de Alojamiento obligó a las colonias a alojar y alimentar a los soldados británicos; y con la aprobación de la Ley de Estampillas, debían adherirse estampillas fiscales especiales a todos los periódicos, folletos, documentos legales y licencias.

Estas medidas parecieron muy justas a los políticos británicos, que habían gastado fuertes sumas de dinero para defender sus colonias estadounidenses durante y después de la Guerra Francesa e Indígena. Seguramente, su razonamiento era que los colonos debían sufragar parte de esos gastos. Pero los colonos temían que los nuevos impuestos dificultaran el comercio y que las tropas británicas estacionadas en las colonias pudieran usarse para aplastar las libertades civiles que los colonos habían disfrutado hasta entonces.

En general, los temores eran infundados, pero fueron los precursores de lo que han llegado a ser tradiciones profundamente arraigadas en la política estadounidense. Los ciudadanos desconfían del "gobierno poderoso"; después de todo, millones de inmigrantes llegaron a los Estados Unidos para escapar de la represión política.

En 1765, representantes de nueve colonias se reunieron como "Congreso sobre la Ley de Estampillas" y protestaron contra el nuevo impuesto. Los comerciantes se negaron a vender productos británicos, los distribuidores de estampillas se vieron amenazados por la muchedumbre enardecida y la mayoría de los colonos sencillamente se negó a comprar las mencionadas estampillas. El parlamento británico se vio forzado a revocar la Ley de Estampillas, pero hizo cumplir la Ley de Alojamiento, decretó impuestos al y a otros productos y envió funcionarios aduaneros a Boston a cobrar esos aranceles. De nuevo, los colonos optaron por desobedecer, así que se enviaron soldados británicos a Boston.

Las tensiones se aliviaron cuando lord North, el nuevo Primer ministro británico, eliminó todos los nuevos impuestos salvo el del té. En 1773, un grupo de colonos respondió a dicho impuesto escenificando la Fiesta del Té de Boston: disfrazados de indígenas, abordaron buques mercantes británicos y arrojaron al agua, en el puerto de Boston, 342 cajas de té. El Parlamento promulgó entonces las «Leyes Intolerables» (Intolerable Acts): la independencia del gobierno colonial de Massachusetts se restringió drásticamente y se enviaron más soldados británicos al puerto de Boston, que ya estaba cerrado a los buques mercantes. En septiembre de 1774 tuvo lugar en Filadelfia el Primer Congreso Continental, reunión de líderes coloniales que se oponían a lo que percibían como opresión británica en las colonias. Estos líderes instaron a los colonos a desobedecer las Leyes Intolerables y a boicotear el comercio británico. Los colonos empezaron a organizar milicias y a almacenar armas y municiones.

Bandera de las 13 colonias británicas
Bandera diseñada por Betsy Ross con 13 estrellas y 13 bandas, representando a las Trece Colonias.

La guerra comenzó oficialmente en 1775 y fue claramente de dominio inglés hasta la batalla de Saratoga, primera gran victoria americana, cuando Francia y, posteriormente España, entrarían en la guerra en apoyo de los independentistas estadounidenses. La guerra terminó en 1783 con la batalla de Yorktown. Por el Tratado de Versalles (1783), Inglaterra se vio obligada a reconocer la independencia de las trece colonias estadounidenses, tal y como éstas la habían establecido en la famosa Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776.

Una vez lograda la independencia, resultó muy complicado poner de acuerdo a todas las antiguas colonias en si continuaban como estados independientes o si se reunían en una sola nación. Tras varios años de negociaciones, cincuenta y cinco representantes de las antiguas colonias se reunieron en 1787 en el Congreso de Filadelfia para redactar una constitución. Allí se acordó un gobierno federal único, con un presidente de la República y dos Cámaras Legislativas (Congreso y Senado) como solución intermedia. El Congreso redactó también la Constitución de 1787 y llamó a las elecciones por las que se invistió a George Washington como primer presidente de los Estados Unidos.

Véase también

Enlaces externos