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=== Farmacodinámica ===
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Los alcaloides [[Neurotransmisor monoamina|monoamina]] principales hallados en los hongos psicotrópicos del género ''Psilocybe'' son la psilocibina (4-fosforiloxi-[[Dimetiltriptamina|N,N-dimetiltriptamina]]) y la psilocina (4-hidroxi-N,N-dimetiltriptamina).<ref>Bouso y Farré (2013): 45.</ref> Al ser ingeridos oralmente, la psilocibina contenida en las setas se metaboliza en el hígado transformándose en psilocina, la molécula responsable de los efectos psicotrópicos en el ser humano.<ref>Páres (2013): 88.</ref> Estos efectos psicotrópicos o acción en el cerebro se deben a que la estructura química de la psilocina es similar a la de un [[neurotransmisor]]. La psilocina actuará acoplándose a los [[Receptor 5-HT2A|receptores 5-HT<sub>2A</sub>]] del [[sistema nervioso central]].<ref>Bouso y Farré (2013): 48.</ref>
Los alcaloides [[Neurotransmisor monoamina|monoamina]] principales hallados en los hongos psicotrópicos del género ''Psilocybe'' son la psilocibina (4-fosforiloxi-[[Dimetiltriptamina|N,N-dimetiltriptamina]]) y la psilocina (4-hidroxi-N,N-dimetiltriptamina).<ref>Bouso y Farré (2013): 45.</ref> Al ser ingeridos oralmente, la psilocibina contenida en las setas se metaboliza en el hígado transformándose en psilocina, la molécula responsable de los efectos psicotrópicos en el ser humano.<ref>Páres (2013): 88.</ref> La psilocibina atraviesa una [[Hidrólisis enzimática|rápida hidrólisis]] de sus grupos fosfato a partir de su contacto con la enzima [[fosfatasa alcalina]], convirtiéndose en el [[metabolito activo]] psilocina. Estos efectos psicotrópicos o acción en el cerebro se deben a que la estructura química de la psilocina es similar a la del [[neurotransmisor]] [[serotonina]].<ref name=":8">{{Cita web|url=http://www.eurekaselect.com/126865/article|título=Recreational Use, Analysis and Toxicity of Tryptamines|fechaacceso=2020-04-27|apellido=Tittarelli|nombre=Roberta|fecha=2014-12-31|sitioweb=Current Neuropharmacology|idioma=en|doi=10.2174/1570159x13666141210222409}}</ref> La psilocina actuará acoplándose a los [[Receptor 5-HT2A|receptores 5-HT<sub>2A</sub>]] del [[sistema nervioso central]].<ref>Bouso y Farré (2013): 48.</ref>

Una vez ingeridos los hongos, los efectos alucinógenos se empieza a manifestar dentro de las primeras dos horas, empezando a decrecer entre las 3 a 4 horas, y despareciendo entre las 4 y 8 horas.<ref name=":8" />

=== Toxicidad ===
=== Toxicidad ===
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No obstante, al igual que con las [[microdosis psicodélicas]] de psilocibina, es posible que los pacientes o usuarios reporten síntomas negativos como [[ansiedad]], malestar físico y concentración disminuida.<ref name=":12">{{Cita publicación|url=https://doi.org/10.1186/s12954-019-0308-4|título=Psychedelic microdosing benefits and challenges: an empirical codebook|apellidos=Anderson|nombre=Thomas|apellidos2=Petranker|nombre2=Rotem|fecha=10 de julio de 2019|publicación=Harm Reduction Journal|volumen=16|número=1|páginas=43|fechaacceso=27 de diciembre de 2019|issn=1477-7517|doi=10.1186/s12954-019-0308-4|apellidos3=Christopher|nombre3=Adam|apellidos4=Rosenbaum|nombre4=Daniel|apellidos5=Weissman|nombre5=Cory|apellidos6=Dinh-Williams|nombre6=Le-Anh|apellidos7=Hui|nombre7=Katrina|apellidos8=Hapke|nombre8=Emma}}</ref> En un estudio a partir de [[Encuesta|encuestas]], el 39% de los encuestados calificó sus experiencias de dosis completa de psilocibina como una de las 5 experiencias psicológicamente más desafiantes de sus vidas.<ref>{{Cita publicación|url=https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27578767|título=Survey study of challenging experiences after ingesting psilocybin mushrooms: Acute and enduring positive and negative consequences|apellidos=Carbonaro|nombre=Theresa M.|apellidos2=Bradstreet|nombre2=Matthew P.|fecha=12 2016|publicación=Journal of Psychopharmacology (Oxford, England)|volumen=30|número=12|páginas=1268–1278|fechaacceso=2020-04-27|issn=1461-7285|doi=10.1177/0269881116662634|pmc=5551678|pmid=27578767|apellidos3=Barrett|nombre3=Frederick S.|apellidos4=MacLean|nombre4=Katherine A.|apellidos5=Jesse|nombre5=Robert|apellidos6=Johnson|nombre6=Matthew W.|apellidos7=Griffiths|nombre7=Roland R.}}</ref>


== Nombre común ==
== Nombre común ==

Revisión del 22:43 27 abr 2020

 
Psilocybe yungensis

En el occidente de Jalisco, México.
Taxonomía
Reino: Fungi
División: Basidiomycota
Clase: Agaricomycetes
Orden: Agaricales
Familia: Strophariaceae
Género: Psilocybe
Especie: P. yungensis
Singer & A.H. Sm., 1958
Características micológicas

Psilocybe yungensis
 

Himenio con láminas
 
 

Sombrero cónico o campanulado
 
 

Láminas adnatas o ventrudas
 

Pie desnudo
 

Esporas de color marrón-púrpura
 

Ecología saprofítica
 

Comestibilidad: psicotrópica

Psilocybe yungensis es un hongo psilocibio de la familia Strophariaceae. Es una especie lignícola que se alimenta de la madera podrida y contribuye a la degradación de la materia orgánica depositada en los suelos y al ciclo de nutrientes en los bosques donde crece.

Crece en racimos y grupos sobre las maderas podridas de árboles en bosques subtropicales y nubosos entre los 1000 y 2000 m s.n.m. Se ha reportado en Bolivia, Colombia, Ecuador, México y en la isla de Martinica. Ha sido utilizado como embriagante enteogénico por los mazatecos en el sur de México.

El escritor estadounidense y pionero de los psicodélicos R. Gordon Wasson verificó las propiedades psicotrópicas de la seta en 1958 pero a la fecha no existen estudios que hayan confirmado la presencia de psilocibina.

Descripción

Los cuerpos fructíferos (o basidiocarpos) de P. yungensis tienen píleos (o sombreros) que son cónicos en forma de campana en la madurez, y alcanzan un diámetro de hasta 2.5 cm. La superficie del píleo es lisa y pegajosa y, en especímenes húmedos, tiene estrías radiales (ranuras) que se extienden casi hasta el margen. El color de los sombreros frescos varía de marrón rojizo oscuro a marrón oxidado a marrón anaranjado. La cutícula del sombrero tiene la propiedad de higrofaneidad, es decir, el color cambiará dependiendo de su estado de hidratación.[1]​ Un sombrero seco en P. yungensis se va desvaneciendo al marrón amarillento opaco o el color de la «paja sucia». La tapa con frecuencia tiene un umbo prominente.[2]

El sombrero de P. yungensis tiene un umbo prominente y el estipe está cubierto por fibrillas blanquecinas. Fotografía de dos esporocarpos en Jalisco, México.

La unión de las láminas al estipe es variable: puede estar adherida al tallo (adnatas) o ligeramente unida (semilibres). El espaciado de las láminas es estrecho, casi abarrotado, y el color es inicialmente gris opaco, luego al madurar los basidios e iniciar a producir esporas el color cambia a marrón violáceo. El tallo es de 3 a 5,5 cm de largo y 1,5 a 2,5 mm de grosor, y tiene un ancho más o menos igual en toda su longitud o un poco más grande cerca de la base.[3]​ El tallo es hueco y quebradizo; de color marrón pálido en la parte superior y marrón rojizo cerca de la parte inferior. El tallo está densamente cubierto con fibrillas blanquecinas pegadas en su superficie; las fibrillas se desprenden en la madurez para mostrar finalmente una superficie lisa.[4]

Distribución y hábitat

Distribución

La especie se encuentra en el noreste, centro y sureste de México, y se ha registrado en varios lugares en los estados de Oaxaca, Puebla, Tamaulipas y Veracruz.[4][5]​ También está presente en Bolivia, Colombia y Ecuador (provincias de Pichincha y Pastaza),[6][7]​ así como en la isla de Martinica en el Caribe.[8]​ En 2009, se reportó en China.[9]

En México y Colombia, el hongo generalmente fructifica entre junio y julio; en Bolivia, se registró apareciendo en enero.[4]

El micólogo mexicano Gastón Guzmán analizó la distribución de la micobiota en los hemisferios norte y sur de América. Argumentó que dada la alta biodiversidad en Sudamérica, la especie se originó allá y luego llegó a México a través de los bosques mesofíticos de alisos (Alnus spp).[10]

Hábitat

Psilocybe yungensis es una especie saprótrófica y lignícola que contribuye a la degradación de la materia orgánica depositada en los suelos y al ciclo de nutrientes en los bosques donde crece.[11]​ Por lo general, crece en grupos o racimos sobre la madera podrida (rara vez en humus); es poco frecuente encontrarla creciendo solitariamente. A menudo se reporta su presencia en plantaciones de café, bosques subtropicales o nubosos, especialmente aquellos que crecen en elevaciones entre los 1000 y 2000 m s.n.m.

Roger Heim y Robert Gordon Wasson identificaron en 1958 algunas especies de árboles en cuya madera podrida crecen estos hongos a 1500 m s.n.m. en el estado de Oaxaca, en el sur de México. Las especies de árbol se encontraban en el municipio de Huautla de Jiménez y fueron las siguientes: Persea americana, Matayba clavelligera, Coccoloba pubescens y Ocotea veraguensis.[12]

Taxonomía

Psilocybe yungensis fue descrita como nueva para la ciencia por los micólogos Rolf Singer y Alexander Hanchett Smith, y la descripción publicada en la revista científica Mycologia (50) 1: 142 en 1958.[13]​ Los especímenes usados como holotipo fueron recolectados en la provincia de Nor Yungas, Bolivia, en el camino de La Paz a Coroico.[4]​ La descripción de 1958 en Mycologia fue breve y en latín,[14]​ pero meses más tarde en ese mismo año en el siguiente número de la revista hicieron una descripción más extensa en inglés.[3]

De acuerdo Gastón Guzmán, especialista en Psilocybe, las especies Psilocybe acutissima (descrita por Roger Heim en 1959), y Psilocybe isauri (descrita por Singer en 1958, publ. 1959) son sinónimas,[15][16]​ ya que tanto las características macroscópicas y microscópicas son las mismas en el material tipo de las tres.[10]​ Singer consideró que P. isauri es una especie distinta de P. yungensis debido a las diferencias respecto a la vellosidad de la superficie del tallo. Smith nombró a la variedad P. yungensis var. diconica para especímenes que encontró con el umbo cónico, en lugar de obcónico (en forma de cono invertido).[17]​ De manera similar, la principal característica distintiva que Roger Heim le atribuyó a P. acutissima fue la presencia un umbo en el sombrero (parecido a la forma de un seno humano). Los estudios posteriores mostraron que estas variaciones morfológicas no justificaban el reconocimiento individual, debido a la naturaleza variable de estas características y la existencia de formas intermedias.[4]

Etimología
  • Psilocybe: nombre genérico acuñado en 1871 por Paul Kummer que deriva de dos palabras griegas: ψιλός psilos («desnudo», «calvo») y κύβη kubē («cabeza»), en referencia a la delgada piel que se suelta del píleo.[18]
  • yungensis: epíteto otorgado por Singer y Smith al describir por primera vez a la especie en los Yungas de Bolivia; precisamente en las Cataratas de San Juan en Coroico.[3]
Sinonimia
  • Psilocybe yungensis var. diconica A.H.Smith, 1958
  • Psilocybe acutissima Heim, 1959
  • Psilocybe isauri Singer, 1959
  • Psilocybe subyungensis Guzmán, 1978
  • Psilocybe chiapanensis Guzmán, 1995

Importancia cultural

El color de los sombreros frescos de P. yungensis varía de marrón rojizo oscuro a marrón oxidado a marrón anaranjado. Grupo de setas en Xalapa, sur de México.

Los esporocarpos de P. yungensis son utilizados ritualmente con fines enteogénicos por los mazatecos en el estado mexicano de Oaxaca.[19][20]Robert Gordon Wasson clasificó a la especie como enteogénica luego de ingerirla junto a Thomas Davis en julio de 1958 en Río Santiago, localidad del municipio de Huautla de Jiménez en Oaxaca. Thomas ingirió 20 pares de setas reportando «un efecto atenuado pero indiscutible, acompañado de visiones geométricas», mientras que Wasson ingirió 12 pares mencionando que tuvo alucinaciones «bastante extensas y la misma sensación de euforia».[21]

El «hongo del árbol» de los yurimaguas

De acuerdo a Richard Evans Schultes y Albert Hofmann, se ha sugerido que P. yungensis es el «hongo del árbol» reportado por los misioneros jesuitas de los siglos XVII y XVIII, un hongo rojizo que aparentemente fue la fuente de una bebida intoxicante utilizada por los yurimaguas —fusión de los pueblos yuri y omaguas— en la amazonía peruana.[22][23]​ Es el escritor jesuita José Chantre y Herrera que hace el reporte:

los Zurimaguas mezclan hongos que se crían en árboles caídos, con cierta especie de telilla colorada, que suele estar pegada a troncos podridos. Es sumamente cálida esta telilla, y no hay bebedor que no caiga con su bebida, á tres pilches. Tanta es su fortaleza, ó por mejor decir, su veneno.
Historia de la misión de los indios Mainas y de otras muchas naciones situadas
en el Marañón español y en otros varios ríos que desembocan en él (1637-1767)

José Chantre y Herrera (publ. 1901): 85.[24]

Ott también ha sugerido que la especie reportada en el siglo XVII puede ser P. yungensis. Argumenta que si bien la especie nunca ha sido reportada en Perú, el país se «encuentra ciertamente dentro de su ámbito geográfico» al encontrarse ya en hábitats similares en Colombia, Ecuador y Bolivia.[25]​ Sin embargo, no existe un registro establecido de uso de hongos alucinógenos en esa área,[26][27]​ y es posible que el hongo pueda ser una especie psicodélica de un hongo del género Gymnopilus que crece en la madera de los árboles.[28]​ En los estudios de la especie Gymnopilus purpuratus se ha encontrado la presencia de psilocibina, psilocina y beocistina en diferentes extractos de la seta.[29]​ Ott también ha sugerido la posibilidad de que sea pueda ser el liquen Dictyonema huaorani, especie que contiene trazas de 5-Meo-DMT y psilocibina.[25][30]

Estudios farmacológicos

En 1958 Roger Heim y Albert Hofmann estudiaron una serie de setas para determinar la presencia de alcaloides psicotrópicos en ellas. Lograron identificar la presencia de psilocibina y psilocina en Psilocybe mexicana, Psilocybe semperviva, Psilocybe wassoni y Psilocybe cubensis. Encontraron solamente psilocibina en las siguientes especies: Psilocybe aztecorum, Psilocybe zapotecorum y Psilocybe caerulescens var. mazatecorum (sinónimo de P. caerulescens). En el mismo estudio se realizaron también dos análisis cromatográficos de muestras secas de Psilocybe yungensis. No se logró detectar ni la psilocibina ni la psilocina en los especímenes recolectados en Río Santiago, a pesar de las pruebas de ingestión de Wasson y Davis que verificaron las propiedades psicotrópicas en esa misma muestra.[31]

Jonathan Ott —un estudioso de los enteógenos— mencionó en su libro Pharmacotheon (1993) que aunque Hofmann no pudo detectar la presencia de los alcaloides en las muestras secas en laboratorio, «indudablemente contiene psilocibina y/o psilocina» ya que de acuerdo a las pruebas de ingestión si resultaron ser psicoactivos.[32]​ Actualmente los hongos psicoactivos se clasifican en tresgrupos:[33]

Farmacodinámica

Los alcaloides monoamina principales hallados en los hongos psicotrópicos del género Psilocybe son la psilocibina (4-fosforiloxi-N,N-dimetiltriptamina) y la psilocina (4-hidroxi-N,N-dimetiltriptamina).[34]​ Al ser ingeridos oralmente, la psilocibina contenida en las setas se metaboliza en el hígado transformándose en psilocina, la molécula responsable de los efectos psicotrópicos en el ser humano.[35]​ La psilocibina atraviesa una rápida hidrólisis de sus grupos fosfato a partir de su contacto con la enzima fosfatasa alcalina, convirtiéndose en el metabolito activo psilocina. Estos efectos psicotrópicos o acción en el cerebro se deben a que la estructura química de la psilocina es similar a la del neurotransmisor serotonina.[36]​ La psilocina actuará acoplándose a los receptores 5-HT2A del sistema nervioso central.[37]

Una vez ingeridos los hongos, los efectos alucinógenos se empieza a manifestar dentro de las primeras dos horas, empezando a decrecer entre las 3 a 4 horas, y despareciendo entre las 4 y 8 horas.[36]

Toxicidad

'Psilodep' (Estudio de psilocibina en depresión) es un programa de investigación a través de ensayos clínicos con psilocibina del Centro Imperial para la Investigación Psicodélica.[38]

La psilocibina carece de efectos tóxicos en los siguientes sistemas: digestivo, renal, respiratorio, circulatorio y endocrino a corto y largo plazo. Una de las características de este alcaloide triptamínico es la especificidad de su acción en el sistema nervioso central considerándose la psilocibina «extraordinariamente segura a nivel orgánico, sin que exista en la práctica una dosis tóxica que pueda poner en peligro la vida del usuario a través de una intoxicación aguda».[39]​ Debido a lo anterior, la psilocibina se encuentra en investigación a nivel de ensayos clínicos para su uso en el tratamiento de adicciones y la depresión severa.[40][41]

En un modelo desarrollado por un grupo de científicos liderados por David Nutt y publicado en The Lancet el 2010, se analizaron los daños causados por el abuso de drogas en el Reino Unido, tanto a uno mismo como a otros. Las puntuaciones más altas la tuvieron el alcohol (72), la heroína (55) y el crack (54).[42]​ El tabaco obtuvo un puntaje de 26, el cannabis de 20, mientras que sustancias psicodélicas como el LSD y la psilocibina tuvieron un puntaje de 7 y 6, respectivamente, siendo la psilocibina la sustancia con menor puntaje de la lista.[43]

No obstante, al igual que con las microdosis psicodélicas de psilocibina, es posible que los pacientes o usuarios reporten síntomas negativos como ansiedad, malestar físico y concentración disminuida.[44]​ En un estudio a partir de encuestas, el 39% de los encuestados calificó sus experiencias de dosis completa de psilocibina como una de las 5 experiencias psicológicamente más desafiantes de sus vidas.[45]

Nombre común

No posee nombre común en castellano. No obstante, en la lengua mazateca a esta especie se la llama 'ntí si tho ta' a ya, que se traduciría como «lo que surge con el árbol».[46]​ El término se compone de las siguientes palabras:

  • 'ntí, un prefijo de deferencia y afecto, el apóstrofe inicial marca una pausa glotica[47]
  • si thó, que significa «lo que surge»[47]
  • ta' a ya, que significa «unido al árbol»[46]

Para denominar a la seta de la especie P. mexicana los mazatecas utilizan el término 'ntí si tho ni se, que se traduce como «el pajarito que surge».[48]​ En cambio, para P. caerulescens el nombre vernáculo es 'ntí ki so, que significa «deslizamiento de tierra». María Sabina explicó que este hongo surge sobre el bagazo de la caña de azúcar pero que en el pasado lo encontraban en los lugares en donde la tierra se había derrumbado.[49]

Referencias

  1. Huertes de Pablo, Pablo (2011). «Estudio micológico de las especies más representativas del valle del Jaramilla y pico del Ocejón (Guadalajara)». oa.upm.es. p. 31. Consultado el 21 de abril de 2020. 
  2. Stamets, Paul (1996). Psilocybin mushrooms of the world : an identification guide. Ten Speed Press. pp. 168-9. ISBN 0-89815-839-7. OCLC 34514700. Consultado el 10 de abril de 2020. 
  3. a b c «Mycologia 50 (2): 274, 1958». www.cybertruffle.org.uk. Consultado el 17 de abril de 2020. 
  4. a b c d e Guzmán (1983): 150-152.
  5. Guzmán, Gastón; Montoya-Bello, Leticia; Bandala-Muñoz, Víctor M. (1988). «Nuevos registros de los hongos alucinógenos del género Psilocybe en México y análisis de la distribución de las especies conocidas». Revista mexicana de micología (4): 255-266. doi:10.33885/sf.1988.3.726. Consultado el 11 de abril de 2020. 
  6. Stamets, Paul (1996). Psilocybin mushrooms of the world : an identification guide. Ten Speed Press. pp. 168-9. ISBN 0-89815-839-7. OCLC 34514700. Consultado el 10 de abril de 2020. 
  7. Psilocybe yungensis En: Ordóñez, M. E. 2019. Fungi del Ecuador. Versión 2019.0. Fungario QCAM, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Consultado el 16 de abril de 2020.
  8. Guzmán, G. (1986). «Distribución de los hongos en la región del Caribe y zonas vecinas». Caldasia, 103-120. Consultado el 17 de abril de 2020.
  9. Bau, T. y Sarentoya (2009) «Strophariaceae of China (IV) Psilocybe». Journal of Fungal Research 1 (7): 14–36.
  10. a b Guzmán, G., Allen, J.W. y J. Gartz (2000). «A worldwide geographical distribution of the neurotropic fungi, an analysis and discussion». Annali del Museo Civico di Rovereto: Sezione Archeologia, Storia, Scienze Naturali. 14: 200, 202, 210.
  11. Guzmán (1983): 22.
  12. Heim y Wasson (1958): 174.
  13. «Psilocybe yungensis». www.mycobank.org. Consultado el 9 de abril de 2020. 
  14. «Libri Fungorum - Page Image Mycologia 50 (1–6): 142 (1958)». www.librifungorum.org. Consultado el 17 de abril de 2020. 
  15. «Psilocybe yungensis Singer & A.H.Sm.». www.gbif.org. Consultado el 18 de abril de 2020. 
  16. «Psilocybe isauri». www.mycobank.org. Consultado el 20 de abril de 2020. 
  17. Glosario Botánica (13 de agosto de 2015). «Obcónico (Botánica)». Consultado el 23 de abril de 2020. 
  18. «Psilocibina». Etimologías de Chile - Diccionario que explica el origen de las palabras. Consultado el 17 de abril de 2020. 
  19. Guzmán, Gastón (2008-11). «Hallucinogenic Mushrooms in Mexico: An Overview». Economic Botany (en inglés) 62 (3): 407. ISSN 0013-0001. doi:10.1007/s12231-008-9033-8. Consultado el 15 de abril de 2020. 
  20. Ramírez-Cruz, Virginia; Guzmán, Gastón; Ramírez-Guillén, Florencia (2006). «Las especies del género Psilocybe conocidas del Estado de Oaxaca, su distribución y relaciones étnicas». Revista Mexicana de Micología (23): 27-36. ISSN 0187-3180. Consultado el 17 de abril de 2020. 
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Bibliografía

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