Diferencia entre revisiones de «Perspectivas sobre el capitalismo por escuela de pensamiento»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Línea 16: Línea 16:


La economía del lado de la oferta se desarrolló durante la década de 1970 en respuesta a la política económica keynesiana y en particular al fracaso de la gestión de la demanda para estabilizar las economías occidentales durante la [[estanflación]] de la década de 1970 tras la [[crisis del petróleo de 1973]].<ref>{{Cita libro|apellidos=E.|nombre=Case, Karl|título=Principles of economics|url=https://www.worldcat.org/oclc/39123747|fechaacceso=2018-11-30|fecha=1999|editorial=Prentice Hall|isbn=0130957100|edición=5th ed|oclc=39123747}}</ref> Se basó en una serie de ideas económicas no keynesianas, en particular en el pensamiento de la Escuela Austriaca sobre el espíritu empresarial y la nueva macroeconomía clásica. Las raíces intelectuales de la economía de la oferta también se remontan a varios pensadores económicos tempranos como [[Ibn Jaldún|Ibn Khaldun]], [[Jonathan Swift]], [[David Hume]], Adam Smith y [[Alexander Hamilton]].<ref>{{Cita libro|apellidos=|nombre=|enlaceautor=|título=Bartlett, Bruce. "Supply-Side Economics: "Voodoo Economics" or Lasting Contribution?" (PDF). Laffer Associates (11 November 2003).|url=|fechaacceso=|año=|editorial=|isbn=|editor=|ubicación=|página=|idioma=|capítulo=}}</ref> Las recomendaciones políticas típicas de la economía del lado de la oferta son tasas impositivas marginales más bajas y menos regulación.<ref>{{Cita libro|apellidos=1936-2005.|nombre=Wanniski, Jude,|título=The way the world works : how economies fail--and succeed|url=https://www.worldcat.org/oclc/3710756|fechaacceso=2018-11-30|fecha=1978|editorial=Basic Books|isbn=0465090958|oclc=3710756}}</ref> Los beneficios máximos de la política tributaria se logran optimizando las tasas impositivas marginales para estimular el crecimiento, aunque es un malentendido común que los aspectos económicos de la oferta solo se refieren a la política tributaria cuando trata de eliminar las barreras a la producción en general.<ref>{{Cita libro|apellidos=W.|nombre=Kopcke, Richard|título=The macroeconomics of fiscal policy|url=https://www.worldcat.org/oclc/62128034|fechaacceso=2018-11-30|fecha=2006|editorial=MIT Press|isbn=0262112957|oclc=62128034|apellidos2=Bemis)|nombre2=Tootell, Geoffrey M. B. (Geoffrey Matthew|apellidos3=K.|nombre3=Triest, Robert}}</ref>
La economía del lado de la oferta se desarrolló durante la década de 1970 en respuesta a la política económica keynesiana y en particular al fracaso de la gestión de la demanda para estabilizar las economías occidentales durante la [[estanflación]] de la década de 1970 tras la [[crisis del petróleo de 1973]].<ref>{{Cita libro|apellidos=E.|nombre=Case, Karl|título=Principles of economics|url=https://www.worldcat.org/oclc/39123747|fechaacceso=2018-11-30|fecha=1999|editorial=Prentice Hall|isbn=0130957100|edición=5th ed|oclc=39123747}}</ref> Se basó en una serie de ideas económicas no keynesianas, en particular en el pensamiento de la Escuela Austriaca sobre el espíritu empresarial y la nueva macroeconomía clásica. Las raíces intelectuales de la economía de la oferta también se remontan a varios pensadores económicos tempranos como [[Ibn Jaldún|Ibn Khaldun]], [[Jonathan Swift]], [[David Hume]], Adam Smith y [[Alexander Hamilton]].<ref>{{Cita libro|apellidos=|nombre=|enlaceautor=|título=Bartlett, Bruce. "Supply-Side Economics: "Voodoo Economics" or Lasting Contribution?" (PDF). Laffer Associates (11 November 2003).|url=|fechaacceso=|año=|editorial=|isbn=|editor=|ubicación=|página=|idioma=|capítulo=}}</ref> Las recomendaciones políticas típicas de la economía del lado de la oferta son tasas impositivas marginales más bajas y menos regulación.<ref>{{Cita libro|apellidos=1936-2005.|nombre=Wanniski, Jude,|título=The way the world works : how economies fail--and succeed|url=https://www.worldcat.org/oclc/3710756|fechaacceso=2018-11-30|fecha=1978|editorial=Basic Books|isbn=0465090958|oclc=3710756}}</ref> Los beneficios máximos de la política tributaria se logran optimizando las tasas impositivas marginales para estimular el crecimiento, aunque es un malentendido común que los aspectos económicos de la oferta solo se refieren a la política tributaria cuando trata de eliminar las barreras a la producción en general.<ref>{{Cita libro|apellidos=W.|nombre=Kopcke, Richard|título=The macroeconomics of fiscal policy|url=https://www.worldcat.org/oclc/62128034|fechaacceso=2018-11-30|fecha=2006|editorial=MIT Press|isbn=0262112957|oclc=62128034|apellidos2=Bemis)|nombre2=Tootell, Geoffrey M. B. (Geoffrey Matthew|apellidos3=K.|nombre3=Triest, Robert}}</ref>

Hoy en día, la investigación académica mayoritaria sobre el capitalismo en el mundo occidental se basa en el pensamiento económico neoclásico. Le favorece una amplia coordinación del mercado y patrones relativamente neutrales de regulación gubernamental del mercado dirigidos a mantener los [[Propiedad|derechos de propiedad]]; mercados laborales desregulados; [[gobierno corporativo]] dominado por los dueños financieros de las empresas; y sistemas financieros que dependen principalmente del financiamiento basado en el [[mercado de capitales]] en lugar del financiamiento estatal.

[[Milton Friedman]] tomó muchos de los principios básicos establecidos por Adam Smith y los economistas clásicos y les dio un nuevo giro. Un ejemplo de esto es su artículo en la edición de septiembre de 1970 de [[The New York Times|''The New York Times'']], donde afirma que la responsabilidad social de las empresas es "usar sus recursos y participar en actividades diseñadas para aumentar sus ganancias ... (a través de) la competencia abierta y libre, sin engaños ni fraudes ". Esto es similar al argumento de Smith de que el interés propio a su vez beneficia a toda la sociedad.<ref>{{Cita libro|apellidos=Friedman|nombre=Milton|título=Corporate Ethics and Corporate Governance|url=http://dx.doi.org/10.1007/978-3-540-70818-6_14|fechaacceso=2018-12-03|editorial=Springer Berlin Heidelberg|isbn=9783540708179|páginas=173–178}}</ref>

Un trabajo como este ayudó a sentar las bases para la próxima comercialización (o privatización) de las empresas estatales y la [[economía de la oferta]] de [[Ronald Reagan]] y [[Margaret Thatcher]]. La [[Escuela de Economía de Chicago]] es más conocida por su defensa del libre mercado y sus ideas [[Monetarismo|monetaristas]]. Según Friedman y otros monetaristas, las economías de mercado son intrínsecamente estables si se las deja solas y las depresiones se deben únicamente a la intervención del gobierno.<ref>{{Cita libro|apellidos=Bernhard.|nombre=Felderer,|título=Macroeconomics and new macroeconomics|url=http://worldcat.org/oclc/751520807|fechaacceso=2018-12-03|fecha=1992|editorial=Springer|isbn=3540553185|oclc=751520807}}</ref>


== Política económica clásica ==
== Política económica clásica ==

Revisión del 11:17 3 dic 2018

David Ricardo por Thomas Phillips

A lo largo de la historia moderna, una variedad de perspectivas sobre el capitalismo ha evolucionado en función de las diferentes escuelas de pensamiento.

Visión general

Adam Smith fue uno de los primeros escritores influyentes sobre el tema con su libro La riqueza de las naciones, que generalmente se considera el comienzo de la economía clásica que surgió en el siglo XVIII. Por el contrario, Karl Marx consideraba que el capitalismo era un modo de producción históricamente específico y consideraba que el capitalismo era una fase de desarrollo económico que pasaría y sería reemplazado por el comunismo puro. Junto con su crítica al capitalismo, Marx creía que los trabajadores explotados serían la fuerza impulsora detrás de una revolución social hacia una economía de estilo socialista.[1]​ Para Marx, este ciclo de extracción del plusvalía por parte de los dueños del capital o de la burguesía se convierte en la base de la lucha de clases.

Este argumento está entrelazado con la versión de Marx de la teoría del valor, obra que afirma que el trabajo es la fuente de todo valor y, por lo tanto, del beneficio. Max Weber consideraba el intercambio de mercado en lugar de la producción como la característica definitoria del capitalismo. En contraste con sus contrapartes en modos anteriores de actividad económica, las empresas capitalistas eran las agentes de la racionalización de la producción, dirigida a maximizar la eficiencia y la productividad. Una tendencia que conduce a un proceso sociológico de racionalización envolvente. Según Weber, los trabajadores en instituciones económicas precapitalistas entendían el trabajo en términos de una relación personal entre el maestro y el oficial en un gremio, o entre el señor y el campesino en una hacienda.

Mientras tanto, la economía institucional, que fue la principal escuela de pensamiento económico en los Estados Unidos, sostiene que el capitalismo no puede separarse del sistema político y social en el que está incrustado. A finales del siglo XIX, la Escuela Histórica Alemana de Economía divergió con la Escuela Austriaca de Economía emergente, dirigida en ese momento por Carl Menger. Las generaciones posteriores de seguidores de la Escuela Austriaca continuaron influyendo en el pensamiento económico occidental durante gran parte del siglo XX. El economista austriaco Joseph Schumpeter, un precursor de la Escuela Austriaca de Economía, enfatizó la destrucción creativa del capitalismo, el hecho de que las economías de mercado cambian constantemente.

Los economistas austriacos Ludwig von Mises y Friedrich Hayek se encontraban entre los principales defensores de la economía de mercado contra los defensores de las economías socialistas planificadas del siglo XX. Entre los argumentos de Mises estaba el problema del cálculo económico, que fue propuesto por primera vez por Mises en 1920 y luego fue expuesto por Hayek.[2][3]​ El problema al que nos referimos es el de cómo distribuir los recursos racionalmente en una economía. La solución de mercado libre es el mecanismo del precio, en el que las personas individualmente tienen la capacidad de decidir cómo se debe distribuir un bien o servicio en función de su disposición a dar dinero por ello. Mises y Hayek argumentaron que solo el capitalismo de mercado podía manejar una economía moderna y compleja.

Parcialmente opuesto a esa opinión, el economista británico John Maynard Keynes argumentó en su Teoría general del empleo, los intereses y el dinero de 1937 que el capitalismo sufría un problema básico en su capacidad para recuperarse de los períodos de desaceleración de la inversión. Keynes argumentó que una economía capitalista podría permanecer en un equilibrio indefinido a pesar del alto desempleo. Keynes trató de proporcionar soluciones a muchos de los problemas de Marx sin abandonar por completo la comprensión clásica del capitalismo. Su trabajo intentó demostrar que la regulación puede ser efectiva y que los estabilizadores económicos pueden frenar las agresiones de la expansión y la recesión que a Marx no le gustaban.

Estos cambios buscaban crear más estabilidad en el ciclo económico y reducir los abusos a los trabajadores. Los economistas Keynesianos argumentan que las políticas Keynesianas fueron una de las principales razones por las que el capitalismo fue capaz de recuperarse tras la Gran Depresión.[4]

La economía del lado de la oferta se desarrolló durante la década de 1970 en respuesta a la política económica keynesiana y en particular al fracaso de la gestión de la demanda para estabilizar las economías occidentales durante la estanflación de la década de 1970 tras la crisis del petróleo de 1973.[5]​ Se basó en una serie de ideas económicas no keynesianas, en particular en el pensamiento de la Escuela Austriaca sobre el espíritu empresarial y la nueva macroeconomía clásica. Las raíces intelectuales de la economía de la oferta también se remontan a varios pensadores económicos tempranos como Ibn Khaldun, Jonathan Swift, David Hume, Adam Smith y Alexander Hamilton.[6]​ Las recomendaciones políticas típicas de la economía del lado de la oferta son tasas impositivas marginales más bajas y menos regulación.[7]​ Los beneficios máximos de la política tributaria se logran optimizando las tasas impositivas marginales para estimular el crecimiento, aunque es un malentendido común que los aspectos económicos de la oferta solo se refieren a la política tributaria cuando trata de eliminar las barreras a la producción en general.[8]

Hoy en día, la investigación académica mayoritaria sobre el capitalismo en el mundo occidental se basa en el pensamiento económico neoclásico. Le favorece una amplia coordinación del mercado y patrones relativamente neutrales de regulación gubernamental del mercado dirigidos a mantener los derechos de propiedad; mercados laborales desregulados; gobierno corporativo dominado por los dueños financieros de las empresas; y sistemas financieros que dependen principalmente del financiamiento basado en el mercado de capitales en lugar del financiamiento estatal.

Milton Friedman tomó muchos de los principios básicos establecidos por Adam Smith y los economistas clásicos y les dio un nuevo giro. Un ejemplo de esto es su artículo en la edición de septiembre de 1970 de The New York Times, donde afirma que la responsabilidad social de las empresas es "usar sus recursos y participar en actividades diseñadas para aumentar sus ganancias ... (a través de) la competencia abierta y libre, sin engaños ni fraudes ". Esto es similar al argumento de Smith de que el interés propio a su vez beneficia a toda la sociedad.[9]

Un trabajo como este ayudó a sentar las bases para la próxima comercialización (o privatización) de las empresas estatales y la economía de la oferta de Ronald Reagan y Margaret Thatcher. La Escuela de Economía de Chicago es más conocida por su defensa del libre mercado y sus ideas monetaristas. Según Friedman y otros monetaristas, las economías de mercado son intrínsecamente estables si se las deja solas y las depresiones se deben únicamente a la intervención del gobierno.[10]

Política económica clásica

Adam Smith

Artículos principales: Economía clásica y liberalismo clásico.

La escuela clásica del pensamiento económico surgió en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII. Los economistas políticos clásicos Adam Smith, David Ricardo, Jean-Baptiste Say y John Stuart Mill publicaron análisis de la producción, distribución e intercambio de bienes en un mercado que desde entonces ha sido la base de estudio para la mayoría de los economistas contemporáneos.

En Francia, los fisiócratas como François Quesnay promovieron el libre comercio basándose en la concepción de que la riqueza se originaba en la tierra. El Tableau Économique de Quesnay (1759) describió la economía de manera analítica y sentó las bases de la teoría económica de los fisiócratas, seguida por Anne Robert Jacques Turgot, quien se oponía a los aranceles aduaneros y abogaba por el libre comercio. Richard Cantillon definió el equilibrio a largo plazo como el balance de los flujos de ingresos y argumentó que el mecanismo de oferta y demanda en torno a la tierra influye en los precios a corto plazo.

El ataque de Smith al mercantilismo y su razonamiento sobre "el sistema de libertad natural" en The Wealth of Nations (1776) se toman generalmente como el comienzo de la economía política clásica. Smith ideó un conjunto de conceptos que siguen estando fuertemente asociados con el capitalismo actual, en particular su teoría de la "mano invisible" del mercado, a través de la cual la búsqueda del interés personal individual produce involuntariamente un bien colectivo para la sociedad. Era necesario que Smith fuera tan contundente en su argumento a favor de los mercados libres porque tenía que superar el sentimiento mercantilista popular de ese período de tiempo.[11]

   "Por el contrario, entre las naciones civilizadas y prósperas, aunque un gran número de personas no hacen ningún trabajo, muchos de ellos consumen productos por diez veces, con frecuencia cien veces más trabajo que la mayor parte de los que trabajan; sin embargo, el producto de toda la mano de obra de la sociedad es tan grande, que a menudo todos se suministran abundantemente, y un trabajador, incluso del orden más bajo y más pobre, si es frugal e industrial, puede disfrutar de la mayor parte de las necesidades y conveniencias de la vida que es posible que cualquier salvaje adquiera." - Adam Smith, La Riqueza de las Naciones

Criticó los monopolios, aranceles, deberes y otras restricciones impuestas por el estado de su época y creyó que el mercado es el árbitro de recursos más justo y eficiente. Este punto de vista fue compartido por David Ricardo, el segundo más importante de los economistas políticos clásicos y uno de los economistas más influyentes de los tiempos modernos.[12]

En los Principios de economía política y tributación (1817), Ricardo desarrolló la ley de la ventaja comparativa, lo que explica por qué es rentable para dos partes comerciar, incluso si uno de los socios comerciales es más eficiente en todo tipo de producción económica. Este principio apoya el argumento económico para el libre comercio. Ricardo era partidario de la ley de Say y opinaba que el pleno empleo es el equilibrio normal para una economía competitiva.[13]​ También argumentó que la inflación está estrechamente relacionada con los cambios en la cantidad de dinero y el crédito y fue un defensor de la ley de rendimientos decrecientes, que establece que cada unidad adicional de insumos produce cada vez menos producción adicional.[14]

Los valores de la economía política clásica están fuertemente asociados con la doctrina liberal clásica de mínima intervención gubernamental en la economía, aunque no necesariamente se opone a la provisión por parte del estado de unos pocos bienes públicos básicos.[15]​ El pensamiento liberal clásico generalmente ha asumido una clara división entre la economía y otros ámbitos de la actividad social, como el estado.[16]

Economía política marxista

Karl Marx en 1875

Artículo principal: Economía marxista.

Ver también: Socialismo y Comunismo

Karl Marx consideraba que el capitalismo era un modo de producción históricamente específico (la forma en que se posee y controla la propiedad productiva, combinada con las correspondientes relaciones sociales entre individuos en función de su conexión con el proceso de producción).[17]

Para Marx, la etapa capitalista de desarrollo o "sociedad burguesa" representaba la forma más avanzada de organización social hasta la fecha, pero también pensó que las clases trabajadoras llegarían al poder en una transformación socialista o comunista mundial de la sociedad humana desde el primer gobierno aristocrático, luego capitalista y finalmente de la clase obrera.[18]

Siguiendo a Adam Smith, Marx distinguió el valor de uso de los productos básicos de su valor de cambio en el mercado. Según Marx, el capital se crea con la compra de productos con el fin de crear nuevos productos con un valor de cambio más alto que la suma de las compras originales. Para Marx, el uso de la fuerza de trabajo se había convertido en una mercancía bajo el capitalismo porque el valor de intercambio de la fuerza de trabajo, como se refleja en el salario, es menor que el valor que produce para el capitalista.

Argumenta que esta diferencia en los valores constituye una plusvalía, que los capitalistas extraen y acumulan. En su libro El capital, Marx argumenta que el modo de producción capitalista se distingue por la forma en que los propietarios de capital extraen este excedente de los trabajadores: todas las sociedades de clases anteriores habían extraído el excedente de la mano de obra, pero el capitalismo era nuevo al hacerlo a través del valor de venta de lo producido.[19]​ Argumenta que un requisito básico de una sociedad capitalista es que una gran parte de la población no debe poseer fuentes de auto sustento que les permitan ser independientes y, en cambio, deben ser obligadas a vender su trabajo por un salario digno.[20][21][22]

   "La mercancía es ante todo un objeto externo, una cosa que a través de sus cualidades satisface las necesidades humanas de cualquier tipo. La naturaleza de estas necesidades, ya sea que surjan, por ejemplo, del estómago o de la imaginación, no origina ninguna diferencia. Tampoco importa aquí cómo la cosa satisface las necesidades del hombre, ya sea directamente como un medio de subsistencia, es decir, un objeto de consumo, o indirectamente como un medio de producción." - Karl Marx, Das Kapital

Junto con su crítica al capitalismo, Marx creía que el trabajo explotado sería la fuerza impulsora detrás de una revolución hacia una economía de estilo socialista.[23]​ Para Marx, este ciclo de extracción del plusvalor por parte de los dueños del capital o de la burguesía se convierte en la base de la lucha de clases. Este argumento está entrelazado con la versión de Marx de la teoría del valor trabajo que afirma que el trabajo es la fuente de todo valor y, por lo tanto, del beneficio.

   "La naturaleza no construye máquinas, ni locomotoras, ferrocarriles, telégrafos eléctricos, etc. Estos son productos de la industria humana. Material natural transformado en órganos de la voluntad humana sobre la naturaleza, o de participación humana en la naturaleza. Son órganos del cerebro humano, creados por la mano humana; el poder del conocimiento, objetivado. El desarrollo del capital fijo indica hasta qué punto el conocimiento social general se ha convertido en una fuerza de producción directa y, en consecuencia, las condiciones del proceso de la vida social están bajo el control del intelecto general y se han transformado de acuerdo con eso." - Karl Marx, Grundrisse

En el imperialismo, la etapa más evolucionada del capitalismo (1916), Vladimir Lenin modificó la teoría marxista clásica y argumentó que el capitalismo necesariamente indujo al capitalismo monopolista, al que también llamó "imperialismo", para encontrar nuevos mercados y recursos, que representan la última y más evolucionada etapa del capitalismo.[24]​ Algunos economistas marxistas del siglo XX consideran que el capitalismo es una formación social donde los procesos de la clase capitalista dominan, pero no son exclusivos.[25]

Para estos pensadores, los procesos de clase capitalista son simplemente aquellos en los que el trabajo excedente toma la forma de plusvalía, utilizable como capital mientras que otras tendencias para la utilización del trabajo, sin embargo, existen simultáneamente en las sociedades existentes donde predominan los procesos capitalistas. Sin embargo, otros pensadores marxianos tardíos argumentan que una formación social en su conjunto puede ser clasificada como capitalista si el capitalismo es el modo por el cual se extrae un excedente, incluso si la actividad capitalista no produce este excedente, como cuando la mayoría absoluta de la población está comprometida en la actividad económica no capitalista.[26]

David Harvey extiende el pensamiento marxista a través del cual teoriza la producción diferencial de lugar, espacio y activismo político bajo el capitalismo. Utiliza la teoría de la crisis de Marx para ayudar a su argumento de que el capitalismo debe tener sus "soluciones", pero que no podemos predeterminar qué soluciones se implementarán, ni de qué forma serán implementadas.

Esta idea de solución es sugestiva y podría significar una solución como estabilizar, sanar o resolver, o que necesita una solución: la idea de evitar sentirse peor para sentirse mejor. En Límites al capital (1982), Harvey describe un capitalismo sobredeterminado, espacialmente inquieto, unido a la espacialidad de la formación de las crisis y su resolución. Además, su trabajo ha sido fundamental para comprender las contracciones de la acumulación de capital y los movimientos internacionales de los modos de producción capitalistas y los flujos de dinero.[27]

En su ensayo, "Notas hacia una teoría del desarrollo geográfico desigual", Harvey examina las causas de la extrema volatilidad en las fortunas económicas económicas contemporáneas a través y entre los espacios de la economía mundial. Basa este desarrollo desigual en cuatro condicionalidades, siendo estas los procesos de acumulación de capital en la red de la vida socio-ecológica; la acumulación por desposesión; el carácter legal de la acumulación de capital en el espacio y el tiempo; y las luchas políticas, sociales y de "clase" en una variedad de escalas geográficas.[28]

Sociología política weberiana

Max Weber en 1917

Economía institucional

Thorstein Veblen

Escuela Histórica alemana y Escuela austriaca

Ludwig von Mises

La Escuela austriaca de economía, ha sido una gran influencia en algunas formas de liberalismo en el que el laissez-faire del capitalismo es considerado el ideal de sistema económico.[29]​ Esto influyó en los economistas y los filósofos políticos y teóricos, incluyendo a Henry Hazlitt, Hans-Hermann Hoppe, Israel Kirzner, Murray Rothbard, Walter Block y Richard M. Ebeling.[30][31]

Economía Keynesiana

John Maynard Keynes


La economía neoclásica y la Escuela de Chicago

Economía convencional

La economía convencional es un término utilizado para referirse a la economía no heterodoxa que se enseña en universidades prominentes. Está más estrechamente asociada con la economía neoclásica,[32]​ o más precisamente, con la síntesis neoclásica, que combina el enfoque neoclásico en la microeconomía con enfoque Keynesiano en la macroeconomía.[33]

Los economistas convencionales no son generalmente separados en escuelas, pero dos importantes escuelas económicas de pensamiento son las "escuelas de agua salada y de agua dulce". Las escuelas de agua salada constan de las universidades y otras instituciones localizadas cerca la Costa Este y Oeste de los Estados Unidos, como Berkeley, Harvard, Instituto de Tecnología de Massachusetts, Universidades de Pensilvania, Princeton, Columbia, Duque, Stanford y Yale. Las escuelas de agua dulce incluyen la Universidad de Chicago, la Universidad Carnegie Mellon, la Universidad de Rochester y la Universidad de Minnesota. Las "escuelas de agua dulce" como Pittsburgh, Chicago, Rochester y Minneapolis están localizadas más cerca de los Grandes Lagos.[34]

Ver también

Conceptos

Personas

Obras

  •     Capitalismo y libertad
  •     Capitalismo: el ideal desconocido
  •     Economía en una lección
  •     Libre de escoger
  •     Grundrisse
  •     El individualismo y el orden económico.
  •     Hombre, economía y estado
  •     La mentalidad anticapitalista
  •     La Ley

Referencias

  1. Wheen, Francis Books That Shook the World: Marx's Das Kapital. 1st ed. London: Atlantic Books, 2006. 
  2. Ebeling, Richard M. (1993). The Meaning of Ludwig von Mises. Springer Netherlands. pp. 56-101. ISBN 9789401049634. Consultado el 30 de noviembre de 2018. 
  3. Wootton, Barbara; von Hayek, F. A.; Brutzkus, Boris (1935-08). «Collectivist Economic Planning.». Economica 2 (7): 348. ISSN 0013-0427. doi:10.2307/2548617. Consultado el 30 de noviembre de 2018. 
  4. Erhardt III, Erwin. "History of Economic Development." University of Cincinnati. Lindner Center Auditorium, Cincinnati. 7 Nov. 2008.
  5. E., Case, Karl (1999). Principles of economics (5th ed edición). Prentice Hall. ISBN 0130957100. OCLC 39123747. Consultado el 30 de noviembre de 2018. 
  6. Bartlett, Bruce. "Supply-Side Economics: "Voodoo Economics" or Lasting Contribution?" (PDF). Laffer Associates (11 November 2003). 
  7. 1936-2005., Wanniski, Jude, (1978). The way the world works : how economies fail--and succeed. Basic Books. ISBN 0465090958. OCLC 3710756. Consultado el 30 de noviembre de 2018. 
  8. W., Kopcke, Richard; Bemis), Tootell, Geoffrey M. B. (Geoffrey Matthew; K., Triest, Robert (2006). The macroeconomics of fiscal policy. MIT Press. ISBN 0262112957. OCLC 62128034. Consultado el 30 de noviembre de 2018. 
  9. Friedman, Milton. Corporate Ethics and Corporate Governance. Springer Berlin Heidelberg. pp. 173-178. ISBN 9783540708179. Consultado el 3 de diciembre de 2018. 
  10. Bernhard., Felderer, (1992). Macroeconomics and new macroeconomics. Springer. ISBN 3540553185. OCLC 751520807. Consultado el 3 de diciembre de 2018. 
  11. Harms, John B. (2009-07). «The Triumph of CapitalismThe Triumph of Capitalism, by DegenRobert A.. New Brunswick, NJ: Transaction Publishers, 2008. 204 pp. $39.95 cloth. ISBN: 9781412806893.». Contemporary Sociology: A Journal of Reviews 38 (4): 361-362. ISSN 0094-3061. doi:10.1177/009430610903800439. Consultado el 3 de diciembre de 2018. 
  12. Hunt, E. K. (28 de enero de 2015). History of Economic Thought. doi:10.4324/9781315703688. Consultado el 3 de diciembre de 2018. 
  13. Blackwell Encyclopedia of Political Thought. Blackwell Publishing. 1991. p. 91. 
  14. Skousen, Mark (28 de enero de 2015). The Making of Modern Economics. doi:10.4324/9781315699448. Consultado el 3 de diciembre de 2018. 
  15. Eric Aaron, What's Right? (Dural, Australia: Rosenberg Publishing, 2003), 75. 
  16. Calhoun, Craig (2002). Capitalism: Dictionary of the Social Sciences. Oxford University Press. 
  17. Burnham, Peter (2003). Capitalism: The Concise Oxford Dictionary of Politics. Oxford University Press. 
  18. Trotsky, Leon (12 de noviembre de 2012). Towards Socialism or Capitalism? (Routledge Revivals). doi:10.4324/9780203102923. Consultado el 3 de diciembre de 2018. 
  19. Marx, Karl. «Economic Manuscripts: Capital, Vol.3, Chapter 47». www.marxists.org. Consultado el 3 de diciembre de 2018. 
  20. Karl Marx. Chapter Twenty-Five: The General Law of Capitalist Accumulation. 
  21. Dobb, Maurice 1947 Studies in the Development of Capitalism. New York: International Publishers Co., Inc. 
  22. David Harvey 1989 The Condition of Postmodernity. 
  23. Todd, D. D. (2008-03). «Marx's Das Kapital: A Biography Francis Wheen Books That Shook the World Vancouver: Douglas & McIntyre, 2007, 130 pp., $22.95Marxist Ethics: A Short Exposition Willis H. Truitt New York: International Publishers, 2005, xi + 119 pp., $10.95». Dialogue 47 (02): 407. ISSN 0012-2173. doi:10.1017/s0012217300002730. Consultado el 3 de diciembre de 2018. 
  24. Lenin, V.I. «Lenin: Imperialism, the Highest Stage of Capitalism». www.marxists.org. Consultado el 3 de diciembre de 2018. 
  25. Obras de Stephen Resnick y Richard Wolff. 
  26. Higgins, W. E.; de Ste. Croix, G. E. M. (1982-12). «The Class Struggle in the Ancient Greek World: From the Archaic Age to the Arab Conquests». The American Historical Review 87 (5): 1369. ISSN 0002-8762. doi:10.2307/1856940. Consultado el 3 de diciembre de 2018. 
  27. Lawson, Victoria (18 de marzo de 2014). Making Development Geography. doi:10.4324/9780203764176. Consultado el 3 de diciembre de 2018. 
  28. 1935-, Harvey, David, (2006). Spaces of global capitalism. Verso. ISBN 1844670651. OCLC 63125965. Consultado el 3 de diciembre de 2018. 
  29. What is Austrian Economics?, Ludwig Von Mises Institute.
  30. DiLorenzo, Thomas. "Frederic Bastiat (1801–1850): Between the French and Marginalist Revolutions." Mises.org
  31. Mises.org, Thornton, Mark. "Frédéric Bastiat as an Austrian Economist."
  32. David C. Colander, Complexity and History of Economic Thought, p. 35.
  33. Clark, B. (1998). Political-economy: A comparative approach. Westport, CT: Praeger.
  34. Gordon: Productivity ... "four universities placed on or near bodies of fresh water, Carnegie-Mellon, Chicago, Minnesota and Rochester"

Bibliografía

  • Abu-Lughod, Janet L. Before European Hegemony The World System A.D. 1250–1350. New York: Oxford UP. 1991.
  • Priceless: On Knowing the Price of Everything and the Value of Nothing. New Press. 24 August 2005. p. 277. ISBN 1-56584-981-7. 
  • Buchanan, James M. Politics Without Romance. 
  • Bottomore, Tom (1985). Theories of Modern Capitalism. 
  • «Democracy and Economic Growth: A meta-analysis». School of Accounting, Economics and Finance Deakin University Australia. 2006. 
  • Coase, Ronald (1974). The Lighthouse in Economics. 
  • Demsetz, Harold (1969). Information and Efficiency. 
  • Fulcher, James (2004). Capitalism. 
  • Friedman, Milton (1952). Capitalism and Freedom. 
  • Böhm-Bawerk, Eugen von (1890). Capital and Interest: A Critical History of Economical Theory. London: Macmillan and Co. 
  • Harvey, David (1990). The Political-Economic Transformation of Late Twentieth Century Capitalism. Cambridge, MA: Blackwell Publishers. ISBN 0-631-16294-1. 
  • Hayek, Friedrich A. (1975). The Pure Theory of Capital. Chicago: University of Chicago Press. ISBN 0-226-32081-2. 
  • Hayek, Friedrich A. (1963). Capitalism and the Historians. Chicago: University of Chicago Press. 
  • Heilbroner, Robert L. (1966). The Limits of American Capitalism. 
  • Heilbroner, Robert L. (1985). The Nature and Logic of Capitalism. 
  • Heilbroner, Robert L. (1987). Economics Explained. 
  • Cryan, Dan (2009). Capitalism: A Graphic Guide. 
  • Josephson, Matthew, The Money Lords; the great finance capitalists, 1925–1950, New York, Weybright and Talley, 1972.
  • Luxemburg, Rosa (1913). The Accumulation of Capital. 
  • Marx, Karl (1886). Capital: A Critical Analysis of Capitalist Production. 
  • Mises, Ludwig von (1998). Human Action: A Treatise on Economics. Scholars Edition. 
  • Reisman, George (1996). Capitalism: A Treatise on Economics. Ottawa, Illinois: Jameson Books. ISBN 0-915463-73-3. 
  • Resnick, Stephen (1987). Knowledge & Class: a Marxian critique of political economy. Chicago: University of Chicago Press. 
  • Rostow, W. W. (1960). The Stages of Economic Growth: A Non-Communist Manifesto. Cambridge: Cambridge University Press. 
  • Scott, John (1997). Corporate Business and Capitalist Classes. 
  • Seldon, Arthur (2007). Capitalism: A Condensed Version. London: Institute of Economic Affairs. 
  • Sennett, Richard (2006). The Culture of the New Capitalism. 
  • Smith, Adam (1776). An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations. 
  • De Soto, Hernando (2000). The Mystery of Capital: Why Capitalism Triumphs in the West and Fails Everywhere Else. New York: Basic Books. ISBN 0-465-01614-6. 
  • Strange, Susan (1986). Casino Capitalism. 
  • Weber, Max (1926). The Protestant Ethic and the Spirit of Capitalism.