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Diferencia entre revisiones de «Golpe de Estado en España de 1981»

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El '''golpe de Estado de 1981''', también conocido como '''23F''',<ref group="nota">Aunque, como puede verse en las referencias, la forma más extendida es ''23-F'' y la ''[[Ortografía de la lengua española]]'' de la [[Real Academia Española|Academia]] admite tanto la forma con guion como sin él como correctas, dicha ''Ortografía'' recomienda escribirlo ''23F'', por ser el signo innecesario.</ref> fue un presunto intento fallido de [[golpe de Estado]] perpetrado el 23 de febrero de 1981 por algunos mandos [[Fuerzas Armadas Españolas|militares]] en España.


Los episodios centrales fueron el asalto al [[Palacio de las Cortes]] por un numeroso grupo de [[Guardia Civil|guardias civiles]] a cuyo mando se encontraba el teniente coronel [[Antonio Tejero|Tejero]], durante la sesión de votación para la investidura del candidato a la [[Presidente del Gobierno de España|presidencia del Gobierno]], [[Leopoldo Calvo-Sotelo]], de [[Unión de Centro Democrático]], y la ocupación militar de la ciudad de [[Valencia (España)|Valencia]] en virtud del [[estado de excepción]] proclamado por el teniente general [[Jaime Milans del Bosch|Milans del Bosch]], capitán general de la [[III Región Militar]].
Los episodios centrales fueron el asalto al [[Palacio de las Cortes]] por un numeroso grupo de [[Guardia Civil|guardias civiles]] a cuyo mando se encontraba el teniente coronel [[Antonio Tejero|Tejero]], durante la sesión de votación para la investidura del candidato a la [[Presidente del Gobierno de España|presidencia del Gobierno]], [[Leopoldo Calvo-Sotelo]], de [[Unión de Centro Democrático]], y la ocupación militar de la ciudad de [[Valencia (España)|Valencia]] en virtud del [[estado de excepción]] proclamado por el teniente general [[Jaime Milans del Bosch|Milans del Bosch]], capitán general de la [[III Región Militar]].

Revisión del 17:40 13 oct 2016

Golpe de Estado de 1981

Salón de Plenos del Palacio de las Cortes, sede del Congreso de los Diputados, donde numerosos guardias civiles irrumpieron dirigidos por Tejero.
Contexto del acontecimiento
Fecha 23 de febrero de 1981
Sitio España
Impulsores Véase Condenados
Gobierno previo
Gobernante Adolfo Suárez
Forma de gobierno Monarquía parlamentaria
Gobierno resultante
Gobernante Adolfo Suárez[nota 1]
Forma de gobierno Monarquía parlamentaria

El golpe de Estado de 1981, también conocido como 23F,[nota 2]​ fue un presunto intento fallido de golpe de Estado perpetrado el 23 de febrero de 1981 por algunos mandos militares en España.

Los episodios centrales fueron el asalto al Palacio de las Cortes por un numeroso grupo de guardias civiles a cuyo mando se encontraba el teniente coronel Tejero, durante la sesión de votación para la investidura del candidato a la presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, de Unión de Centro Democrático, y la ocupación militar de la ciudad de Valencia en virtud del estado de excepción proclamado por el teniente general Milans del Bosch, capitán general de la III Región Militar.

Antecedentes

Foto de familia de los actos de conmemoración del 30.º aniversario del fracaso del golpe de Estado (febrero de 2011).

El golpe de Estado de 1981 se encuentra estrechamente relacionado con los acontecimientos vividos durante la Transición Española. Cuatro elementos generaron una tensión permanente que el Gobierno de Adolfo Suárez no logró contener: los problemas derivados de la crisis económica, las dificultades para articular una nueva organización territorial del Estado, las acciones terroristas protagonizadas por ETA y la resistencia de ciertos sectores del ejército a aceptar un sistema democrático.

Operación Galaxia

Los primeros síntomas de malestar en el ejército aparecieron en abril de 1977. Con motivo de la legalización del Partido Comunista de España (PCE) el día 9 de abril, Sábado Santo, dimitió el almirante Pita da Veiga, ministro de Marina, y el Consejo Superior del Ejército emitió una nota en la que manifestaba su disconformidad con dicha legalización, aunque la acatase. En noviembre de 1978 tuvo lugar la desarticulación de la Operación Galaxia, una intentona golpista por la cual su principal responsable, Antonio Tejero, fue condenado a siete meses de prisión.

Crisis

Mientras crecía la voluntad golpista en sectores del ejército y de la extrema derecha, el Gobierno progresó en el inicio de la década hacia una profunda crisis, que durante 1980 se volvió cada vez más insostenible. Entre los principales acontecimientos destacaron la dimisión en enero del ministro de Cultura, Manuel Clavero, la remodelación del Gobierno en mayo, la moción de censura presentada contra Suárez por parte del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a finales de mayo, la dimisión en julio del vicepresidente del Gobierno, Fernando Abril Martorell, que produjo una nueva remodelación en septiembre, y la elección en octubre de Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón como portavoz del grupo parlamentario centrista, candidato alternativo al oficial, Santiago Rodríguez-Miranda, promovido por Suárez.

Dimisión de Suárez

Adolfo Suárez, presidente del Gobierno en funciones durante el golpe de Estado.

La debilidad creciente de Adolfo Suárez en el seno de su propio partido propició la presentación de su dimisión como presidente del Gobierno y presidente de la Unión de Centro Democrático (UCD) el 29 de enero de 1981. En su intervención televisiva Suárez aseguró que no quería que la democracia fuera un paréntesis en la historia de España.[1]​ El 1 de febrero, el Colectivo "Almendros" publicó en el periódico El Alcázar un artículo claramente golpista.[2]​ Del 2 al 4 de febrero, los reyes viajaron al País Vasco y visitaron la Casa de Juntas de Guernica, donde los diputados de Herri Batasuna les recibieron con un fuerte abucheo y varios incidentes.[3]​ El 6 de febrero apareció asesinado el ingeniero de la central nuclear de Lemóniz, José María Ryan, que había sido secuestrado unos días antes por ETA Militar,[4]​ mientras se seguía sin noticias de otro industrial secuestrado, Luis Suñer.

En medio de este tenso clima, se pusieron en marcha los procesos de sustitución de Suárez. Entre los días 6 y 9 de febrero tuvo lugar el II Congreso de UCD en Mallorca, donde el partido apareció descompuesto. Agustín Rodríguez Sahagún fue elegido presidente del partido. Tras una ronda de contactos con los líderes de los partidos políticos,[5]​ el rey designó a Leopoldo Calvo-Sotelo candidato a presidente del Gobierno el 10 de febrero de 1981.[6]

Artículo de Emilio Romero

El periodista Emilio Romero Gómez publicó días antes del golpe un artículo en el diario ABC en el que criticaba duramente al dimitido Adolfo Suárez, defendía la necesidad de «un golpe de timón» y proponía al general —posteriormente implicado en el golpe— Alfonso Armada como posible candidato a presidente del Gobierno.[7][8]

Primera sesión de investidura

En este enrarecido escenario, el día 19 de febrero comenzó la primera sesión de investidura en el Congreso de los Diputados, donde Calvo-Sotelo presentó su propuesta de Gobierno. En la votación del día 20 no obtuvo la mayoría necesaria,[9]​ por lo que debía producirse una nueva votación cuarenta y ocho horas después, el día 23 de febrero, tal como establece el artículo 99.3 de la Constitución española. Este es el día que elegirían los golpistas para su tentativa de golpe de Estado. Una tentativa en la que iban a confluir las voluntades de un golpe duro, promovido por el teniente general Milans del Bosch y uno blando promovido por el general Armada, en aquel momento hombre de confianza del rey.[cita requerida]

Desarrollo del golpe de Estado

Cronología de los hechos[10][11]

23 de febrero

  • 17:00.— Se abre la sesión de investidura de Leopoldo Calvo Sotelo en el Congreso.
  • 18:00.— Comienza la votación nominal.
  • 18:23.— Tejero irrumpe en el hemiciclo junto con varios guardias civiles.
  • 19:00.— En Valencia, Milans del Bosch declara el estado de excepción.[nota 3]
  • 19:30.— Milans del Bosch despliega la División Maestrazgo en Valencia.
  • 21:00.— Formación de un Gobierno provisional.
  • 23:50.— Entra Armada en el Congreso.

24 de febrero

  • 01:14.— Mensaje televisado del Rey.[nota 4]
  • 01:18-01:30.— Armada abandona el Congreso.
  • 05:45.— Milans del Bosch anula el estado de excepción.[nota 5]
  • 10:00.— Salen las diputadas del Congreso.
  • 12:15.— Salen los diputados del Congreso.

En el golpe del día 23 coinciden las distintas tramas golpistas que operaban desde el inicio de la Transición, mediante una acción coordinada.

El asalto al Congreso de los Diputados

Disparos en el techo del Salón de plenos del Congreso de los Diputados

A las seis en punto de la tarde del 23 de febrero de 1981 empezó la segunda votación nominal para la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados. El primer diputado en votar fue José Manuel García Margallo.[12]​ A las 18:23 horas, cuando iba a emitir su voto el diputado socialista Manuel Núñez Encabo,[13]​ se inició la Operación Duque de Ahumada,[14][15]​ en referencia al fundador de la Guardia Civil. Según el plan trazado, un grupo de doscientos guardias civiles,[16]subfusil en mano, irrumpió en el hemiciclo del Congreso de los Diputados encabezados por el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero.[17]​ Este, desde la tribuna, gritó «¡Quieto todo el mundo!» [sic] y dio orden de que todos se tirasen al suelo.[18]

Como militar de más alta graduación allí presente y como vicepresidente del Gobierno, el teniente general del Ejército de Tierra Gutiérrez Mellado se levantó, se dirigió al teniente coronel Tejero y le ordenó que se pusiera firme y le entregase el arma. El presidente del Gobierno Adolfo Suárez hizo ademán de ayudar a Gutiérrez Mellado. Tras un brevísimo forcejeo de Gutiérrez Mellado con varios guardias civiles, Tejero efectuó un disparo al aire que fue seguido por unas ráfagas de los subfusiles de los asaltantes.[19]​ Estos disparos provocaron heridas a algunos de los visitantes del palco superior.[20]​ Sin inmutarse, con los brazos en jarras, el anciano teniente general permaneció indiferente al sonido de las armas. Mientras la mayor parte de los diputados obedecía las órdenes de Tejero, el diputado Carrillo y el presidente Suárez se mantuvieron sentados en sus escaños. Entonces, Tejero se dirigió a Gutiérrez Mellado, le zarandeó y agredió por la espalda, sin conseguir que el teniente general cayera al suelo. Finalmente, Gutiérrez Mellado volvió a su escaño.[21]

Casi todos diputados permanecieron tendidos en el suelo hasta alrededor de las 18:30, cuando se incorporaron en sus asientos. Posteriormente, el capitán de la Guardia Civil Muñecas Aguilar se dirigió a la tribuna de oradores y anunció que debían esperar hasta la llegada de la «autoridad militar competente». Insistió en que estuvieran todos tranquilos.[22]

Hacia las 19:35, el presidente Suárez se levantó del bancó azul y pidió hablar con el que mandaba la fuerza. Se oyeron unos gritos y un guardia pidió tranquilidad a los diputados, amenazando con la metralleta. Uno de los asaltantes dijo: «Señor Suárez, permanezca en su escaño». El presidente comenzó a hablar cuando alguien gritó: «¡Se siente, coño!».[23]​ Tradicionalmente se atribuye esta frase al teniente coronel Tejero, aunque probablemente la pronunciara el teniente Ramos Rueda.[24]

Pedro Francisco Martín, operador de Televisión Española, grabó más de media hora del momento, aportando al mundo un documento audiovisual de valor incalculable sobre la tentativa de golpe de Estado.[25]​ Las imágenes del Congreso no se emitieron en directo, solamente por el circuito interno de Televisión Española.[26]​ Se estaban grabando para darlas en diferido y se esperó hasta que el Congreso fuera desalojado para emitirlas en televisión.[27]​ Con la toma del hemiciclo y el secuestro de los poderes ejecutivo y legislativo, se intentaba conseguir el llamado vacío de poder, sobre el cual se pretendía generar un nuevo poder político.

A las 19:40 horas, Tejero cogió por el brazo al presidente Suárez, y ambos salieron del hemiciclo.[28][29]​ Se dirigieron al cuarto de ujieres donde Suárez pidió a Tejero que explicara «qué locura es esta». Tejero se limitó a decir que era «todo por España». Ante la insistencia de Suárez, Tejero le replicó: «Tú ya no eres presidente de nada».[30][31]​ Pasadas las 20:00 horas, otros cinco diputados fueron separados del resto: el vicepresidente del Gobierno, teniente general Gutiérrez Mellado; el líder de la oposición, el socialista Felipe González;[32]​ el segundo en la lista del PSOE, Alfonso Guerra; el líder comunista, Santiago Carrillo;[33]​ y el ministro de Defensa y presidente de UCD, Agustín Rodríguez Sahagún.[34]

Aquella noche es recordada como «la noche de los transistores», debido a que la Cadena SER continuó emitiendo y una buena parte de la población la pasó conectada a la radio siguiendo los acontecimientos.[35][36]​ Mariano Revilla —técnico— y Rafael Luis Díaz —cronista de la Cadena SER— relataron el asalto desde el interior del Congreso y consiguieron dejar micrófonos conectados para grabar el sonido ambiente.[37]

Ocupación militar de Valencia

Tanque M-47E1 del Ejército de Tierra que fue el modelo utilizado por la División de Infantería Motorizada Maestrazgo nº 3 para ocupar Valencia por orden del teniente general Milans del Bosch.

Poco después de la entrada de Tejero al Congreso y siguiendo el plan previsto, se sublevó en Valencia el Capitán General de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch. Este desplegó la División Motorizada "Maestrazgo", con dos millares de hombres y cincuenta carros de combate, a las calles. Los efectivos se desplegaron desde el puerto de Valencia hasta el centro de la ciudad, donde apuntaban a los edificios institucionales, como el Ayuntamiento o las Cortes valencianas. La ocupación, que recibía el nombre de Operación Turia, era clave para que otras regiones militares se incorporasen al golpe de estado.[38]

Hacia las siete de la tarde, las emisoras de radio valencianas comenzaron a emitir un comunicado[nota 3]​ de Milans del Bosch en el que declaraba el estado de excepción.[40]​ Milans intentó convencer a otros militares de secundar la acción.

Aquella noche la ciudad estuvo rodeada de militares con blindados y otros camiones del ejército que habían salido de las bases de Bétera y Paterna. Una columna blindada se dirigió a la base aérea de Manises para convencer a su comandante de que se sumase al golpe, pero este no solo no lo hizo, sino que amenazó incluso con desplegar dos cazas equipados con misiles aire-tierra contra los tanques, optando estos por regresar.[41]

Situación de las regiones militares

Cerca de dos horas después del asalto al Congreso de los Diputados, Juan García Carrés le transmitió lo siguiente al teniente coronel Tejero: La II Región Militar (Sevilla), la III (Valencia), la IV (Barcelona) y la V (Zaragoza) se habían sublevado y apoyaban el nombramiento de Jaime Milans del Bosch como presidente del Gobierno.[42]

Poco después le dijo que la I (Madrid) y las Capitanías Generales de Baleares y de Canarias eran dudosas. La VII Región Militar (Valladolid) y el Jefe de la Zona Marítima del Mediterráneo, Capitán General Juan Carlos Muñoz-Delgado y Pintó, le transmitieron al Rey de España que estaban a su disposición para lo que él quisiera.

La V Región Militar (Zaragoza) adquiere una importancia especial porque ese día se encontraban en la capital aragonesa varias unidades de la División Acorazada Brunete realizando prácticas de tiro. Pero ninguno de estos capitanes generales apoyaría firmemente el golpe. El único capitán general que se sublevó fue Jaime Milans del Bosch, quien sacó 1800 hombres, decenas de vehículos militares y 40 tanques a las calles de Valencia.[cita requerida]

Sin embargo según una nota publicada por el periódico El País,[43][44]​ al parecer escrita durante el golpe por el teniente general Guillermo Quintana Lacaci, la situación de las capitanías era la siguiente:

Regiones Militares de España (1939-1984) Teniente General
I Primera Región Militar, capitanía general de Madrid. Teniente General Guillermo Quintana Lacaci. Leal al Rey y a la Constitución.
II Segunda Región Militar, capitanía general de Sevilla. Teniente General Pedro Merry Gordon. A la espera de acontecimientos.
III Tercera Región Militar, capitanía general de Valencia. Teniente General Jaime Milans del Bosch Sublevada.
IV Cuarta Región Militar, capitanía general de Barcelona. Teniente General Antonio Pascual Galmes. Leal, pero si la V región militar se hubiera sublevado la IV también lo habría hecho.
V Quinta Región Militar, capitanía general de Zaragoza. Teniente General Antonio Elícegui Prieto. Pendiente de lo que hacia la I.
VI Sexta Región Militar, capitanía general de Burgos. Teniente General Luis Polanco Mejorada. Leal al Rey y a la Constitución.
VII Séptima Región Militar, capitanía general de Valladolid. Teniente General Ángel Campano López. A la espera de acontecimientos.
VIII Octava Región Militar, capitanía general de La Coruña. Teniente General Manuel Fernández Posse. Leal al rey, pero si la VI se hubiera sublevado, también lo habría hecho.
IX Novena Región Militar, capitanía general de Granada. Teniente General. Antonio Delgado Álvarez. Leal al rey y a la Constitución.
Baleares Capitanía General de Baleares. Teniente General Manuel De la Torre Pascual. A la espera de acontecimientos. Si Milans hubiera tenido éxito quizá se le hubiera unido.
Canarias Capitanía General de Canarias. Teniente General Jesús González del Yerro. Dudas. Al enterarse del protagonismo de Milans y de que Armada sería presidente, se muestra leal al rey y a la Constitución. Desconfía de Armada.

Gobierno provisional de subsecretarios

A las nueve de la noche, un comunicado del Ministerio del Interior informaba de la constitución de un gobierno provisional con los subsecretarios de todos los ministerios, presidido por Francisco Laína, director de la Seguridad del Estado, para asegurar la gobernación del Estado y en estrecho contacto con la Junta de Jefes de Estado Mayor.[45]​ Entretanto, otro general golpista, Torres Rojas, fracasaba en su intento de suplantar en el mando de la División Acorazada Brunete al general Juste, jefe de la misma, abortándose la pretensión de ocupar los puntos estratégicos de la capital, entre ellos la sede de Radio y Televisión, y la difusión de un comunicado relatando el éxito del golpe.

Negativa del rey

La negativa del rey a apoyar el golpe permitió abortarlo a lo largo de la noche. El propio monarca se aseguró mediante gestiones personales y de sus colaboradores la fidelidad de los mandos militares, aunque algunas fueran ambiguas, como por ejemplo la respuesta del capitán general de Baleares, Manuel De La Torre Pascual (amigo personal de Pedro Mas Oliver, teniente coronel ayudante de campo de Milans del Bosch) al presidente del entonces ente balear pre-autonómico (CGI) Jeronimo Alberti: «Estamos atentos pero tranquilos, aunque dispuestos a sacar las tropas a la calle, si la situación lo requiere». También destacó la actitud del presidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol, quien poco antes de las diez de la noche transmitía a toda España por las emisoras de Radio Nacional y Radio Exterior una alocución donde llamaba a la tranquilidad. Hasta la una de la noche tuvieron lugar gestiones desde el Hotel Palace, en los alrededores del Congreso, lugar elegido como centro de operaciones por el general Aramburu Topete, entonces director general de la Guardia Civil (teniendo bajo sus órdenes directas a mandos del Cuerpo, como el coronel jefe de Madrid Constantino Gómez González) y el general Sáenz de Santa María, a su vez director general de la Policía Nacional.

El monarca también contó con la ayuda de Sabino Fernández Campo, en aquel momento secretario general de la Casa del Rey, que ayudó al rey realizando llamadas a diversos sectores militares como capitanías generales, estado mayor, etcétera.

El golpe blando de Armada

El general Alfonso Armada formaba parte del plan golpista. Armada había sido nombrado Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército semanas antes del asalto al Congreso[46]​ y había sido un hombre de confianza del Rey.[47]​ El golpe blando de Armada quería emular al golpe que llevó a cabo el general francés De Gaulle en 1958.[48]​ El objetivo de Armada no era acabar con la monarquía ni con la democracia,[49]​ sino convertirla en un sucedáneo de democracia.[50]

Armada pretendía acercarse al Rey para ofrecerse como solución y reconducir el golpe en supuesto beneficio del país y de la Corona.[51]​ Pretendía comparecer en el Congreso como enviado del Rey para proponer un gobierno de compromiso presidido por él mismo.[52]​ Sin embargo, su plan se vio truncado: el secretario del Rey, Sabino Fernández Campo, no permitió que Armada acudiera a la Zarzuela, impidiendo que ejerciera su influencia sobre el monarca.[53][54]

Ante la imposibilidad de entrar en la Zarzuela, Milans llamó a Armada hacia las diez de la noche[55]​ y le propuso una variante del plan original: que Armada acudiera al Congreso y negociara el previsto gobierno de unidad a cambio de la liberación de los diputados y la revocación del estado de excepción de Milans del Bosch.[56]​ Armada llamó a la Zarzuela para pedir su apoyo al plan. Fernández Campo le prohibió hablar en nombre del Rey, pero no le impidió acudir al Congreso.[57]

A las 23:50 horas,[58]​ Alfonso Armada se presentó en el Congreso con un doble objetivo: convencer al teniente coronel Tejero para que depusiera su actitud y asumir él mismo el papel de jefe del Gobierno a las órdenes del Rey, en actitud claramente anticonstitucional. Pero Armada, siendo la «autoridad competente» esperada por Tejero no le propone una junta militar presidida por Milans, o un gobierno en el que Milans fuera ministro de defensa, sino una lista de políticos de todos los partidos, con el propio Alfonso Armada como presidente del Gobierno, Felipe González como vicepresidente para Asuntos Políticos, los socialistas Gregorio Peces-Barba (Justicia), Enrique Múgica (Sanidad) y Javier Solana (Transportes) y entre los representantes del Partido Comunista a Jordi Solé Tura en Trabajo y a Ramón Tamames en Economía, que formarían un gobierno de concentración. En este gobierno estarían también presentes: el aliancista Manuel Fraga (Defensa), los centristas Pío Cabanillas (Hacienda), José Luis Álvarez (Obras Públicas), Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (Educación), y Agustín Rodríguez Sahagún (Industria); el presidente de la CEOE, Carlos Ferrer Salat (Comercio), el director de la Agencia EFE, Luis María Ansón (Información), el abogado Antonio Garrigues Walker (Cultura), el banquero José María López de Letona (Vicepresidente para Asuntos Económicos), José María de Areilza (Asuntos Exteriores), y dos militares: el general José Antonio Sáenz de Santamaría (Autonomías) y el general Manuel Saavedra Palmeiro (Interior).[59][60][61]

Ante la propuesta de Armada, Tejero le respondió airadamente: «Mi general: yo no he asaltado el Congreso para esto».[62]​ Tras una agria discusión, el teniente coronel despachó violentamente al general Armada sin dejar que se dirigiera a los diputados. Perdida toda opción sobre su «solución», Armada salió del Palacio de las Cortes refiriéndose a Tejero: «este hombre está completamente loco».[63][64]

Más tarde, cuando fueron descubiertos los planes de Armada, sería relevado de su puesto de Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército por su implicación en la trama golpista.[65]​ No obstante, el propio Armada ha negado que propusiera tal gobierno o que quisiera dar un «golpe blando».[66]

Intervención televisiva del rey

A la una y catorce minutos de la madrugada del día 24 de febrero,[67]​ se emitió en televisión el mensaje del rey,[nota 4]​ vestido con uniforme de Capitán General de los Ejércitos, que había sido grabado una hora antes.[68]​ Juan Carlos I se dirigió a la nación para situarse contra los golpistas, defender la Constitución española, llamar al orden a las Fuerzas Armadas en su calidad de Comandante en Jefe y desautorizar a Milans del Bosch.[69]​ A partir de ese momento el golpe se da por fracasado.[70]

Final del golpe

Hacia la una de la madrugada, el teniente general Milans del Bosch recibió la llamada del Rey ordenándole retirar las tropas.[71][72]​ Poco después, Milans dio la orden de regresar a sus unidades a los contingentes militares que ocupaban Valencia. A las 5:45 la Capitanía General de la III Región Militar hizo un comunicado[nota 5]​ en el que anulaban las medidas de estado de excepción.[73]

Por otro lado, Tejero resistió hasta el mediodía del día 24. Hacia las 10:00 horas se permitió la salida de las diputadas del Congreso de los Diputados.[74]​ A las 10:30, Tejero negoció con Armada las condiciones de su rendición. Las condiciones incluían la salida de Tejero sin la presencia de periodistas y que los guardias de rango hasta teniente no serían juzgados. La Zarzuela dio su conformidad al acuerdo. Este pacto se conoce como el pacto del capó, ya que se firmó sobre el capó de un Land Rover.[75]

A mediodía se incorporaron al Hemiciclo los diputados que la noche anterior habían sido obligados a abandonarlo.[76]​ Seguidamente, se procedió a desalojar el Congreso de los Diputados y a las 12:15 todo había terminado.[77]

Reacciones internacionales

Nada más producirse el asalto al Congreso, el golpe fue condenado con toda dureza por los países de la Comunidad Económica Europea (más tarde, Unión Europea), con quienes España estaba negociando una adhesión que se produciría finalmente en 1986. De entre todos los estados miembros conviene destacar por su energía la protesta del Reino Unido y especialmente la entonces Primera Ministra, Margaret Thatcher, que calificó la sublevación militar como «un acto terrorista».[cita requerida]

Estados Unidos

Por su parte, Estados Unidos se mantuvo oficialmente neutral en cuanto al proceso. Sin embargo, durante el juicio, Tejero afirmó que «tanto el gobierno de EE. UU. como el Vaticano habían sido sondeados por el general Armada». Tras la entrada de Tejero en el Hemiciclo, el Secretario de Estado norteamericano, el general Alexander Haig, se limitó a decir que «El asalto al Congreso de los Diputados es un asunto interno de los españoles»,[78]​ lo que le valió severas críticas internacionales.[79]​ Una vez fracasado el golpe, Estados Unidos cambió el tono de sus declaraciones radicalmente: «Tenemos que congratularnos de que en España haya triunfado la democracia».[80]

Santa Sede

Según Santiago Carrillo, el Vaticano «también conocía lo que iba a pasar». El día 23 el episcopado español se encontraba reunido en asamblea plenaria, pero no realizó declaraciones hasta el día 24, cuando condenó el golpe ya fracasado. También según Carrillo, un asistente a la asamblea, que no era obispo sino cura, trató de conseguir que ese mismo día la asamblea hiciera una declaración contra el golpe y a favor de la Constitución, pero no lo logró.[81]

El juicio y las consecuencias del golpe

Tras el golpe quedaron algunos interrogantes, especialmente referidos al papel que jugó cada uno de los principales golpistas y especialmente a las intenciones y apoyos de Armada. Las consecuencias más destacadas fueron el inicio de un proceso de involución autonómica con la aprobación de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), posteriormente declarada parcialmente inconstitucional, y que la monarquía salió poderosamente reforzada entre la población y los medios políticos.

El juicio ante el Consejo Supremo de Justicia Militar comenzó el 19 de febrero de 1982.[82]​ El 3 de junio se hizo pública la sentencia[83]​ del conocido como Juicio de Campamento. Tras los recursos impuestos ante el Tribunal Supremo, este hizo pública la sentencia firme el 28 de abril de 1983.[84]​ Fueron condenados a 30 años de reclusión, como principales responsables del golpe de estado, Milans del Bosch, Alfonso Armada y Antonio Tejero Molina.

La trama civil del golpe nunca fue investigada de modo riguroso, siendo el único civil condenado el exdirigente de los Sindicatos Verticales de la dictadura franquista Juan García Carrés.

El papel del CESID

Asimismo, no ha sido suficientemente aclarado el papel desempeñado por el comandante del entonces denominado CESID,[85]​ hoy Centro Nacional de Inteligencia, José Luis Cortina, absuelto en el juicio por falta de pruebas, si bien el capitán Gómez Iglesias, un subordinado suyo, fue condenado por organizar la llegada de los guardias civiles asaltantes al Congreso utilizando vehículos, placas de matrícula falsas y equipos de transmisiones pertenecientes a la escuela de agentes operativos del CESID.

Tres meses antes del golpe de estado del 23-F, el CESID avisó al presidente del Gobierno y a algunos de sus ministros de una serie de operaciones en fase de maduración para torcer el curso de los acontecimientos políticos.... Pero el plan del que se daban más detalles –y al que los autores del documento concedían un alto grado de viabilidad e incluso le ponían fecha: primavera de 1981– consistía en forzar la dimisión de Adolfo Suárez como jefe del Gobierno y asegurar el apoyo parlamentario de UCD y PSOE a un nuevo presidente, que sería “un general con respaldo, pero no protagonismo político, del resto de la estructura militar”, a fin de configurar un “Gobierno de gestión o de salvación nacional”.[86]

Por su parte, el general Carlos Alvarado confesó tras la prescripción de los delitos juzgados por el 23-F su participación en el intento de golpe de estado.[87]

El «Elefante Blanco»

La identidad del popularmente conocido como «Elefante Blanco», el militar promotor del golpe al que Tejero esperaba en el Congreso de los Diputados para hacerse cargo del gobierno y que nunca apareció, no ha trascendido y sigue siendo un misterio. Entre los nombres apuntados se encuentran los de Alfonso Armada[88]​ o Milans del Bosch,[89]​ partícipes conocidos en el golpe. Según otros, como Gutiérrez Mellado, el elefante blanco era el general De Santiago.[90]

Condenados

Los treinta condenados en el juicio fueron los siguientes:[83][84]

Miembros de las Fuerzas Armadas
  1. Jaime Milans del Bosch y Ussía. Teniente General y Capitán General de la III Región Militar. Condenado a 30 años. Puesto en libertad condicional en 1990.[91]​ Falleció en 1997.[92]
  2. Alfonso Armada Comyn. General de División y 2º Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra. Condenado a 6 años, ampliada a 30 por el Tribunal Supremo. Indultado en 1988.[93]
  3. Luis Torres Rojas. General de División y Gobernador Militar de La Coruña. Condenado a 6 años, ampliada a 12 por el Tribunal Supremo. Puesto en libertad condicional en 1988.[94]
  4. Camilo Menéndez Vives. Capitán de Navío. Condenado a 1 año.
  5. Diego Ibáñez Inglés. Coronel de Ingenieros y 2º Jefe de Estado Mayor de la III Región Militar. Condenado a 5 años, ampliada a 10 por el Tribunal Supremo. Falleció en 1987.[95]
  6. José Ignacio San Martín López. Coronel de Artillería y Jefe de Estado Mayor de la División Acorazada Brunete. Condenado a 6 años, ampliada a 10 por el Tribunal Supremo. Puesto en libertad condicional en 1986.[96]
  7. Pedro Mas Oliver. Teniente Coronel de Infantería. Condenado a 6 años.
  8. Ricardo Pardo Zancada. Comandante de Infantería. Condenado a 6 años, ampliada a 12 por el Tribunal Supremo. Puesto en libertad condicional en 1987.[97]
  9. Carlos Alvárez-Arenas Pardinas. Capitán de Infantería. 3 años de suspensión de empleo.
  10. José Pascual Gálvez. Capitán de Infantería. 3 años de suspensión de empleo.
  11. Francisco Dusmet García-Figueras. Capitán de Infantería. 2 años de suspensión de empleo.
  12. José Cid Fortea. Capitán de Intendencia. 2 años de suspensión de empleo.
Miembros de la Guardia Civil
  1. Miguel Manchado García. Coronel. Condenado a 6 años, ampliada a 8 por el Tribunal Supremo. Puesto en libertad condicional en 1985.[98]
  2. Antonio Tejero Molina. Teniente Coronel. Condenado a 30 años. Puesto en libertad condicional en 1996.[99]
  3. Vicente Gómez Iglesias. Capitán. Agente del CESID. Condenado a 6 años.
  4. Jesús Muñecas Aguilar. Capitán. Condenado a 5 años.
  5. José Luis Abad Gutiérrez. Capitán. Condenado a 5 años.
  6. Enrique Bobis González. Capitán. Condenado a 3 años.
  7. Francisco Acera Martín. Capitán. Condenado a 3 años.
  8. Carlos Lázaro Corthay. Capitán. 3 años de suspensión de empleo.
  9. Juan Pérez de la Lastra. Capitán. 3 años de suspensión de empleo.
  10. César Álvarez Fernández. Teniente. Condenado a 1 año.
  11. Pedro Izquierdo Sánchez. Teniente. Condenado a 1 año.
  12. Vicente Ramos Rueda. Teniente. Condenado a 1 año.
  13. Santiago Vecino Núñez. Teniente. Condenado a 1 año.
  14. Manuel Boza Carranco. Teniente. Condenado a 1 año.
  15. Jesús Alonso Hernaiz. Teniente. Condenado a 1 año.
  16. José Núñez Ruano. Teniente. 1 año de suspensión de empleo.
  17. Vicente Carricondo Sánchez. Teniente. 1 año de suspensión de empleo.
Civiles
  1. Juan García Carrés. Ex dirigente de los Sindicatos Verticales franquistas. Condenado a 2 años.

Hubo tres procesados absueltos.

  1. José Luis Cortina Prieto. Comandante de Infantería. Jefe de la Agrupación Operativa de Misiones Especiales del CESID.
  2. Juan Batista González. Capitán de Artillería.
  3. Francisco Ignacio Román. Capitán de la Guardia Civil.

En la cultura popular

Véase también

Notas

  1. Adolfo Suárez siguió como presidente interino durante tres días más. El 29 de febrero, finalmente, Leopoldo Calvo-Sotelo fue investido presidente.
  2. Aunque, como puede verse en las referencias, la forma más extendida es 23-F y la Ortografía de la lengua española de la Academia admite tanto la forma con guion como sin él como correctas, dicha Ortografía recomienda escribirlo 23F, por ser el signo innecesario.
  3. a b Bando difundido por el Capitán General de la III Región Militar el 23 de febrero de 1981:[39]
    EXCMO. SR. D. JAIME MILANS DEL BOSCH Y USSÍA, TENIENTE GENERAL DEL EJÉRCITO Y CAPITÁN GENERAL DE LA 3ª REGIÓN MILITAR

    HAGO SABER

    Ante los acontecimientos que se están desarrollando en estos momentos en la Capital de España y el consiguiente vacío de poder, es mi deber garantizar el orden en la Región de mi Mando hasta tanto se reciban las correspondientes instrucciones que dicte S.M. el Rey.

    En consecuencia,

    DISPONGO

    Artículo 1.º- Todo personal afecto a los Servicios Públicos de Interés Civil queda militarizado, con los deberes y atribuciones que marca la Ley.

    Artículo 2.º- Se prohíbe el contacto con las Unidades Armadas por parte de la población civil. Dichas Unidades repelerán sin intimidación ni previo aviso todas las agresiones que puedan sufrir con la máxima energía.

    Igualmente repelerán agresiones contra edificios, establecimientos, vías de comunicación y transporte, Servicios de agua, luz y electricidad, así como dependencias y almacenes de primera necesidad.

    Artículo 3.º- Quedarán sometidos a la Jurisdicción Militar y tramitados por procedimientos sumarísimos todos los hechos comprendidos en el Artículo anterior, así como los delitos de rebelión, sedición y de atentado o resistencia a los Agentes de la Autoridad. Los de desacato, injuria, amenaza o menosprecio a todo el personal militar o militarizado que lleve distintivo de tal, cualquiera que lo realice, propague, incite o induzca. Igualmente los de tenencia ¡lícita de armas o cualquier otro objeto de agresión.

    Artículo 4.º- Quedan prohibidos los lock-outs o huelgas. Se considerará como sedición el abandono del trabajo siendo principales responsables los dirigentes de sindicatos y asociaciones laborales.

    Artículo 5.º- Quedan prohibidas todas las actividades públicas y privadas de todos los partidos políticos, prohibiéndose igualmente las reuniones superiores a cuatro personas, así como la utilización por los mismos de cualquier medio de comunicación social.

    Artículo 6.º- Se establece el Toque de Queda desde las veintiuna a las siete horas, pudiendo circular únicamente dos personas como máximo durante el citado plazo de tiempo por la vía pública y pernoctando todos los grupos familiares en sus respectivos domicilios.

    Artículo 7.º- Sólo podrán circular los vehículos y transportes públicos, así como los particulares debidamente autorizados. Permanecerán abiertas únicamente las Estaciones de Servicio y Suministro de Carburantes que diariamente se señalen.

    Artículo 8.º- Quedan suspendidas la totalidad de las actividades públicas y privadas de todos los partidos políticos.

    Artículo 9.º- Todos los Cuerpos de Seguridad del Estado se mantendrán bajo mi Autoridad.

    Artículo 10.º- Igualmente asumo el poder judicial y administrativo, tanto del Ente Autonómico como de los Provinciales y Municipales.

    Artículo 11.º- Estas Normas estarán en vigor el tiempo estrictamente necesario para recibir instrucciones de S.M. el Rey o de la Superioridad.

    Este Bando surtirá efectos desde el momento de su publicación.

    Por último se espera la colaboración activa de todas las personas patriotas amantes del orden y de la paz, respecto a las instrucciones anteriormente expuestas.

    Por todo ello termino con un fuerte:

    ¡VIVA EL REY! ¡VIVA POR SIEMPRE ESPAÑA!

    Valencia, 23 de febrero de 1981

    EL TENIENTE GENERAL

    JAIME MILANS DEL BOSCH
  4. a b Discurso de Don Juan Carlos I contra el intento de golpe de Estado:
    Al dirigirme a todos los españoles, con brevedad y concisión, en las circunstancias extraordinarias que en estos momentos estamos viviendo, pido a todos la mayor serenidad y confianza y les hago saber que he cursado a los Capitanes Generales de las Regiones Militares, Zonas Marítimas y Regiones Aéreas la orden siguiente:

    «Ante la situación creada por los sucesos desarrollados en el Palacio del Congreso y para evitar cualquier posible confusión, confirmo que he ordenado a las Autoridades Civiles y a la Junta de Jefes de Estado Mayor que tomen todas las medidas necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente.

    »Cualquier medida de carácter militar que en su caso hubiera de tomarse deberá contar con la aprobación de la Junta de Jefes de Estado Mayor.»

    La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la patria, no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la Constitución votada por el pueblo español determinó en su día a través de referéndum.
  5. a b Bando difundido por el Capitán General de la III Región Militar el 24 de febrero de 1981, anulando el anterior:[39]
    EXCMO. SR. D. JAIME MILANS DEL BOSCH Y USSÍA, TENIENTE GENERAL DEL EJÉRCITO Y CAPITÁN GENERAL DE LA 3ª REGIÓN MILITAR

    HAGO SABER

    Que recibidas instrucciones dictadas por S.M. El Rey y garantizando el orden y seguridad ciudadana en el ámbito de esta Región de mi mando,

    DISPONGO

    Quede sin efecto lo dispuesto en el manifiesto publicado con fecha de ayer, día 23 de Febrero del presente año, desde el momento de la difusión de este comunicado.

    Quiero agradecer a todas las Autoridades, Entidades, Corporaciones, particulares y medios de comunicación social, la colaboración prestada y la comprensión de los motivos que produjeron la decisión transmitida en mi anterior comunicado.

    Igualmente, ante la imposibilidad de hacerlo personal o individualmente, quiero agradecer en nombre propio y en el de esta Capitanía General cuantas adhesiones y ofrecimientos he recibido.

    Al propio tiempo informo que las unidades militares seguirán adoptando el despliegue y medidas de seguridad pertinentes que les permita una pronta y eficaz actuación si fuera necesario, para garantía de la paz, orden y seguridad ciudadana.

    En todo momento, la intención de este Mando ha sido y es el Servicio de España, el respeto a la Ley bajo el mando supremo de S.M. El Rey (Q.D.G.) cuya adhesión inquebrantable queda patente hoy más que nunca.

    ¡VIVA EL REY! ¡VIVA SIEMPRE ESPAÑA!

    Valencia, 24 de Febrero de 1981

    EL TENIENTE GENERAL

    JAIME MILANS DEL BOSCH

Referencias

  1. «Suárez: "No quiero que el sistema democrático sea un paréntesis en la historia de España"». El País. 30 de enero de 1981. Consultado el 6 de marzo de 2016. 
  2. «El diario "El Alcázar", investigado como posible soporte de ideas sediciosas». El País. 1 de marzo de 1981. Consultado el 6 de marzo de 2016. 
  3. «El Rey defiende en Guernica la democracia y las instituciones tradicionales vascas». El País. 5 de febrero de 1981. Consultado el 5 de octubre de 2016. 
  4. Unzueta, Patxo (7 de febrero de 1981). «ETAm asesinó ayer a José María Ryan, ingeniero de la central nuclear de Lemóniz». El País. Consultado el 5 de octubre de 2016. 
  5. «La propuesta de candidato a presidente del Gobierno, pendiente de las tensiones internas de UCD». El País. 1 de febrero de 1981. Consultado el 5 de octubre de 2016. 
  6. «Calvo Sotelo, designado por el Rey candidato a la Presidencia del Gobierno». El País. 11 de febrero de 1981. Consultado el 6 de marzo de 2016. 
  7. Romero Gómez, Emilio (31 de enero de 1981). «Las tertulias de Madrid». ABC. Consultado el 23 de febrero de 2016. 
  8. «Emilio Romero, Armada y el "golpe de timón"». El País. 2 de marzo de 1982. Consultado el 23 de febrero de 2016. 
  9. «A Calvo Sotelo le faltaron siete votos para la investidura». El País. 21 de febrero de 1981. Consultado el 23 de febrero de 2016. 
  10. «Las 18 horas que pusieron en vilo a la democracia». La Vanguardia. EFE. 22 de febrero de 2011. Consultado el 27 de marzo de 2016. 
  11. «Cronología de los hechos». Levante-El Mercantil Valenciano. Consultado el 27 de marzo de 2016. 
  12. «23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 24 de febrero de 2016. «18:00. Comienza la segunda votación para la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, después de la dimisión de su compañero de partido en la UCD Adolfo Suárez. El proceso es nominal. El primero en votar es el diputado José Manuel García Margallo.» 
  13. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 2. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «Siendo las dieciocho horas ventitrés minutos, cuando el Secretario Primero de la Cámara (Sr. Carrascal) llama a votar al Sr. Núñez Encabo, se escuchan gritos, voces y disparos procedentes del exterior del Salón de Sesiones.» 
  14. Urbano, Pilar (1982). Con la venia... yo indagué el 23-F. Barcelona: Argos-Vergara. p. 106. ISBN 978-84-7178-434-6. «En cuanto a la contraseña "Duque de Ahumada", Tejero dirá en cierto momento del proceso que "la conocían Milans, Armada y Cortina". Pero Armada, mejor dicho, Gabeiras, ya en la noche del 23-F ha de telefonear a Valencia para conocerla.» 
  15. Oneto, José (1981). La noche de Tejero. GeoPlaneta. p. 37. ISBN 978-84-320-3597-5. «La nueva Galaxia, la "operación Duque de Ahumada" estaba en marcha.» 
  16. Bravo Navarro, Martín (2006). 23-F: las claves de una trama oscura: reflexiones y conclusiones. Valladolid: Quirón Ediciones. p. 86. ISBN 978-84-96016-70-5. «inmediatamente tomó contacto con el Director de la Guardia Civil, quien le comunicó que el número de guardias que había ocupado el Congreso era de 200.» 
  17. «El Gobierno y los diputados, retenidos en el Congreso». El País. 24 de febrero de 1981. Consultado el 24 de febrero de 2016. 
  18. Blanco Ortega, Juan (1995). 23-F: Crónica fiel de un golpe anunciado. Fuerza Nueva. p. 16. ISBN 978-84-7378-040-7. «El Teniente Coronel Tejero y otros miembros de la Guardia Civil se dirigen a la Cámara, gritando: "¡Alto! ¡Todo el mundo quieto! ¡Quieto todo el mundo!... ¡Silencio! ¡Quieto todo el mundo! ¡Al suelo! ¡Al suelo todo el mundo! ¡Todo el mundo al suelo!"». 
  19. «Manuel Gutiérrez Mellado recrimina la actitud del golpista Antonio Tejero el 23-F». RTVE. 30 de enero de 2008. Consultado el 28 de febrero de 2016. 
  20. Fernández de Córdoba y Calleja, Enrique (24 de febrero de 2011). «Un testigo del 23-F». ABC. Consultado el 23 de febrero de 2016. 
  21. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 5. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «El teniente coronel Tejero se dirige al vicepresidente primero del gobierno y con ayuda de otros guardias, le zarandea y golpea violentamente. Incluso le agrede por la espalda, sin que el teniente general caiga al suelo. El vicepresidente primero ocupa su escaño.» 
  22. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 6. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «Posteriormente, una persona que vestía uniforme de capitán de la Guardia Civil y que, según nuestra información, resultó ser el capitán Muñecas, se dirige a la tribuna de oradores diciendo lo siguiente: "Buenas tardes. No va a ocurrir nada; pero vamos a esperar un momento a que venga la autoridad militar competente para disponer lo que tenga que ser y lo que él mismo diga a todos nosotros. O sea, esténse tranquilos"». 
  23. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. pp. 9 y 10. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «Siendo, aproximadamente, las diecinueve horas treinta y cinco minutos, el presidente del Gobierno en funciones abandona el banco azul y se dirige a uno de los asaltantes diciendo: "¡Quiero hablar con el que manda la fuerza!". Se oyen gritos y voces que dicen: "¡Retírese! ¡Silencio! ¡Schsss!" Un guardia, situado en la parte superior derecha del hemiciclo, dice con toda claridad: "Tranquilos, señores; al próximo movimiento de manos, se mueve esto, ¿eh? (Señalando la metralleta). Así que los de las manitas ésas, tranquilos. Eso cuando estén solos. Aquí se ha acabado". Inmediatamente, el Señor Suárez, presidente del gobierno en funciones, se pone en pie. Una voz: "¡Señor Suárez, permanezca en su escaño!". Suárez dice: "Yo tengo la facultad, como presidente del Gobierno... (no se perciben las últimas palabras)". Suárez es interrumpido con diversos gritos del siguiente tenor literal: "¡Señor Suárez! ¡Se siente, coño! ¡Se siente! ¡Se siente! ¡Que se siente!" Mientras que estos gritos se producen, el Señor Presidente del Congreso hace repetidas llamadas a la tranquilidad, diciendo: "¡Por favor, por favor...!".» 
  24. Galán, Lola (20 de febrero de 2011). «Los que quedan del golpe». El País. Consultado el 15 de abril de 2016. «Otra de las frases célebres que se le atribuyen: "Se sienten, coño", no está claro que la pronunciara él, y hay quien sostiene que fue dicha por Vicente Ramos Rueda, uno de los oficiales de la Guardia Civil que le acompañaban.» 
  25. Pulido, Sara (marzo de 2009). «Testigos del 23-F». AcademiaTV (109). p. 36. «José Marin Quesada fue el realizador de aquella transmisión. Según me comentó años después había distribuido en el Hemiciclo cuatro cámaras, dos centrales y dos en las esquinas. Las centrales fueron desactivadas por los asaltantes a base de golpes con las culatas de sus armas. Destrozaron las ópticas, los objetivos. Siguieron trabajando con las de los laterales. Hasta que un guardia civil inutiliza la situada a la derecha de la presidencia pidiendo al operador que la cierre. Al efectuar esta operación la cámara se apaga. Quedaba una cámara útil era la que manejaba Pedro Francisco Martín. En medio de aquel caos tuvo la sangre fría y el temple para apagar el piloto rojo, el “chivato” por el que se detecta que una cámara está activa. Gracias a ella pudimos ver lo que ocurría en el interior del hemiciclo. Esa cámara estuvo transmitiendo hasta el instante en el que el Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez se levantó de su escaño en el banco azul y se dirigió a uno de los asaltantes. Es cuando una voz le conminó a que ocupara de nuevo su asiento y se escucha la frase pronunciada por uno de los asaltantes que se hizo tristemente famosa en aquella jornada: “se sienten, ¡coño!”.» 
  26. Pulido, Sara (marzo de 2009). «Testigos del 23-F». AcademiaTV (109). p. 35. «Televisión Española transmitía aquella tarde, por circuito interno, el acto de investidura del que iba a ser presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo.» 
  27. Pulido, Sara (marzo de 2009). «Testigos del 23-F». AcademiaTV (109). p. 34. «Las imágenes del Congreso se estaban grabando para darlas en diferido; así lo había acordado por unanimidad el Consejo de Administración del Ente Público por entender que la sustitución de un Presidente del Gobierno dimitido es un acontecimiento que debe considerarse “normal” en un país democrático. Cuando llegué a Prado del Rey lo primero que hice fue verlas; pero ya me anunciaron que, con toda probabilidad, un grupo militar armado iba a ocupar la sede de RTVE; ello, unido a la lógica precaución por lo que podía suceder a los parlamentarios si dábamos las imágenes, me determinó a esperar hasta que la situación se aclarase.Por todo ello, decidí dar las imágenes en TV tan pronto como Tejero y sus hombres abandonaran el Congreso y no quedó ningún parlamentario dentro del Palacio de la Carrera de San Jerónimo; y así se hizo.» 
  28. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 11. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «El teniente coronel Tejero coge por el brazo al presidente del Gobierno en funciones, y ambos salen del Hemiciclo; son aproximadamente, las diecinueve horas cuarenta minutos.» 
  29. «23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. «19.40. Tejero coge por el brazo a Suárez y ambos salen del hemiciclo.» 
  30. García de Blas, Elsa (27 de enero de 2012). «Suárez a Tejero, el 23-F: “¡Explique qué locura es esta!”». El País. Consultado el 2 de marzo de 2016. 
  31. Beltrán, Juan (9 de febrero de 2014). «La conversación inédita entre Suárez y Tejero el 23-F». La Razón. Consultado el 2 de marzo de 2016. 
  32. «23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. «20:10. Un capitán y un individuo con metralleta y anorak verde pero sin distintivo de guardia, conminan a Felipe González (PSOE) y a Manuel Gutiérrez Mellado a que les acompañen. Se produce en la Cámara un grave silencio.» 
  33. «23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. «20:12. Los dos mismos individuos proceden de igual forma con Alfonso Guerra (PSOE) y Santiago Carrillo (PCE), uno de los tres diputados que se han mantenido sentado cuando los militares han entrado.» 
  34. «23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. «20.15. Los mismos individuos requieren a Agustín Rodríguez Sahagún (UCD) a hacer lo mismo. Se escuchan en el hemiciclo estentóreos vivas y arribas de varios números en respuesta a uno de sus jefes. Parece que estén colocando a cada uno en habitaciones separadas.» 
  35. Casal, Javier (21 de febrero de 2011). «'La Noche de los Transistores', 30 años después». Cadena SER. Consultado el 28 de febrero de 2016. 
  36. «La noche de los transistores». El País. 25 de febrero de 1981. Consultado el 28 de febrero de 2016. 
  37. «Mariano Revilla y Rafael Luis Díaz. El técnico y el cronista de la cadena SER que relataron el asalto.». El País. 12 de abril de 2009. Consultado el 28 de febrero de 2016. 
  38. Alberola, Miquel (26 de febrero de 2006). «La ocupación de Valencia del 23-F». El País. Consultado el 9 de abril de 2016. 
  39. a b «23-F: los bandos de Milans del Bosch». Diariocrítico.com. 1 de enero de 2011. Consultado el 30 de marzo de 2016. 
  40. «23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 10 de abril de 2016. «19.13. Estado de excepción. El capitán general de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch, emite un bando por las emisoras valencianas La voz de Castellón y Radio Castellón, que parecen haber sido tomadas también por los soldados. El general ha establecido el estado de excepción y el toque de queda en la región de 21 a 7 horas.» 
  41. Parrilla, José (23 de febrero de 2011). «El día de los tanques». Levante-EMV. Consultado el 10 de abril de 2016. «El único obstáculo que encontró Milans del Bosch en ese despliegue fue el Ala 11 del Ejército del Aire con base en Manises. Su coronel jefe se negó a acatar la orden y cuando una columna de vehículos se dirigía a la base para rendirla, éste amenazó con enviar dos cazas equipados con misiles aire-tierra para destruir a los tanques. Cuando el general golpista dio la orden de volver, dos de estos aviones ya tenían encendidos su motores, según reveló después el ministro Alberto Oliart en una entrevista radiofónica.» 
  42. «Grabaciones de Garcia Carres, 23F». CronoHistoria. 23 de febrero de 2009. Consultado el 9 de abril de 2016. «García Carrés: Y me ha dicho que os transmita a todos vosotros lo siguiente: la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta región militar apoyan el nombramiento de Jaime Milans del Bosch como presidente del Gobierno.» 
  43. Medina, Francisco (2006). 23F, la verdad. Barcelona: Plaza & Janés. pp. 358-359. ISBN 978-84-01-37940-6. 
  44. El País publicó dicha nota el 17 de febrero de 1991.
  45. «El Rey ordenó a los subsecretarios y secretarios de Estado que asuman la gobernación del país». El País. 24 de febrero de 1981. Consultado el 30 de marzo de 2016. «En estas circunstancias, los secretarios de Estado y subsecretarios de los diversos ministerios se han constituido en sesión permanente, por instrucciones de su majestad el Rey, para asegurar la gobernación del país, dentro de cauces civiles y en estrecho contacto con la Junta de Jefes de Estado Mayor, que igualmente se halla reunida». 
  46. «El general Armada, segundo jefe del Estado Mayor del Ejército». El País. 4 de febrero de 1981. Consultado el 31 de julio de 2016. 
  47. Cercas, Javier (2012). «Segunda parte: Un golpista frente al golpe. Capítulo 8». Anatomía de un instante. ISBN 978-84-397-2690-6. «Armada, su viejo preceptor, su secretario de siempre, el hombre que durante años le sacó de tantos aprietos y estuvo a su lado en el momento difícil de restaurar la monarquía». 
  48. Cercas, Javier (2012). «Cuarta parte: Todos los golpes del golpe. Capítulo 3». Anatomía de un instante. ISBN 978-84-397-2690-6. «en lo esencial su golpe quería ser un golpe similar en la forma al golpe que llevó a la presidencia de la república francesa al general De Gaulle en 1958». 
  49. Cercas, Javier (2012). «Cuarta parte: Todos los golpes del golpe. Capítulo 3». Anatomía de un instante. ISBN 978-84-397-2690-6. «Armada no estaba contra la monarquía ni (al menos de manera frontal o explícita) contra la democracia». 
  50. Cercas, Javier (2012). «Cuarta parte: Todos los golpes del golpe. Capítulo 3». Anatomía de un instante. ISBN 978-84-397-2690-6. «con la misión de rebajar la democracia hasta convertirla en una semidemocracia o en un sucedáneo de democracia». 
  51. Cercas, Javier (2012). «Segunda parte: Un golpista frente al golpe. Capítulo 8». Anatomía de un instante. ISBN 978-84-397-2690-6. «[tenía] la seguridad de que él aún podía encauzar aquella efusión militar —"reconducir" es el verbo que quizá hubiera empleado— en beneficio del país y de la Corona». 
  52. Cercas, Javier (2012). «Segunda parte: Un golpista frente al golpe. Capítulo 8». Anatomía de un instante. ISBN 978-84-397-2690-6. «les hubiese persuadido de que la única forma de arreglarla y sobre todo de salvar la democracia amenazada consistía en formar un gobierno de coalición o concentración o unidad presidido por él mismo». 
  53. Cercas, Javier (2012). «Segunda parte: Un golpista frente al golpe. Capítulo 8». Anatomía de un instante. ISBN 978-84-397-2690-6. «Y es entonces cuando Fernández Campo pronuncia la frase final: No, Alfonso. Quédate ahí. Si te necesitamos ya te llamaremos». 
  54. Cercas, Javier (2012). «Segunda parte: Un golpista frente al golpe. Capítulo 8». Anatomía de un instante. ISBN 978-84-397-2690-6. «el antiguo secretario no pudo acercarse al monarca y la pieza fundamental del golpe no encontró su punto de encaje». 
  55. Cercas, Javier (2012). «Cuarta parte: Todos los golpes del golpe. Capítulo 8». Anatomía de un instante. ISBN 978-84-397-2690-6. «poco antes de las diez de la noche [...] más o menos a esa misma hora Milans llamó a Armada al Cuartel General del ejército». 
  56. Cercas, Javier (2012). «Cuarta parte: Todos los golpes del golpe. Capítulo 8». Anatomía de un instante. ISBN 978-84-397-2690-6. «[que Armada] acuda al Congreso ocupado desde el Cuartel General del ejército, hable con los diputados y forme con ellos el previsto gobierno de unidad bajo su presidencia a cambio de que Tejero los libere, de que Milans revoque el estado de excepción y de que la normalidad regrese al país». 
  57. Cercas, Javier (2012). «Cuarta parte: Todos los golpes del golpe. Capítulo 8». Anatomía de un instante. ISBN 978-84-397-2690-6. «Tiene que quedar claro que vas por tu cuenta, eso sí, y sólo para liberar al gobierno y a los diputados: no invoques al Rey». 
  58. «Milans y Armada se contradicen». ABC. 14 de agosto de 1981. p. 1. Consultado el 30 de marzo de 2016. «A las 23,50 horas del 23 de febrero el general Alfonso Armada entra en el Congreso. Habla con Tejero, quien no acepta la oferta de abandonar España con los oficiales que le han seguido.» 
  59. Fernández Barbadillo, Pedro (25 de febrero de 2009). «La lista del Gobierno del general Armada el 23-F». Periodista Digital. Consultado el 29 de febrero de 2016. 
  60. Medina, Francisco (2006). 23F, la verdad. Barcelona: Plaza & Janés. p. 380. ISBN 978-84-01-37940-6. 
  61. «El gobierno de Armada». El Mundo. 23 de febrero de 2006. p. 13 del Especial 25º aniversario del 23-F. 
  62. Pinilla García, Alfonso (23 de febrero de 2009). «¿Y si Tejero hubiera aceptado?». El Mundo. Consultado el 29 de febrero de 2016. «"Mi general: yo no he asaltado el Congreso para esto", afirma ante Armada un Tejero indignado al ver que su acción puede servir para que las poltronas del Ejecutivo sean ocupadas por quienes él considera los responsables de todos los males acaecidos en España desde la muerte de Franco.» 
  63. Ruiz Mantilla, Jesús (12 de abril de 2009). «23-F. El juicio de los hijos». El País. Consultado el 29 de febrero de 2016. «Armada abandonó la sala en la que discutió con Tejero muy irritado: "¡Este hombre está loco!".» 
  64. Oneto, José (1981). La noche de Tejero. GeoPlaneta. p. 186. ISBN 978-84-320-3597-5. «Alfonso Armada: Acabo de ver a Tejero, he estado con él en el Congreso. No atiende a razones. Está completamente loco.» 
  65. «Los generales Milans del Bosch y Armada, destituidos tras el fracaso del golpe militar». El País. 25 de febrero de 1981. p. 1. Consultado el 30 de marzo de 2016. 
  66. Iriarte, José Joaquín (20 de febrero de 2011). «La última entrevista de Alfonso Armada». ABC. p. 22. Consultado el 29 de marzo de 2016. 
  67. «23-F: El golpe, 20 años después». El Mundo. febrero de 2001. Consultado el 29 de febrero de 2016. «A la 1.14 horas de la madrugada, el Rey Juan Carlos I compareció a través de la primera cadena de televisión, para dar un mensaje de tranquilidad a los españoles, la mayoría de los cuales permanecían encerrados en sus domicilios, con la oreja pegada al transistor.» 
  68. G. Basterra, Francisco (27 de febrero de 1981). «Así se grabó y emitió el trascendental mensaje del Rey en la madrugada del martes». El País. Consultado el 10 de abril de 2016. «Son las 0.15 horas de la madrugada del martes 24 de febrero, la más larga de la historia de España de los últimos tiempos. El rey Juan Carlos, vestido con el uniforme de Capitán General del Ejército, con gesto serio y con voz firme, inicia desde su despacho, en el primer piso del palacio de la Zarzuela, su mensaje a la nación». 
  69. «El Rey ordena el mantenimiento del orden constitucional votado por el pueblo español». El País. 24 de febrero de 1981. Consultado el 3 de marzo de 2016. 
  70. Apezarena, José (2013). Todos los hombres del rey. Madrid: BibliotecaOnline. ISBN 978-84-15599-75-3. «Cuando los españoles escuchan por televisión al Rey, respiran con alivio. Es la 1.12 de la madrugada. Muchos optan por irse ya a la cama. Están convencidos de que el golpe de Estado ha fracasado estrepitosamente.» 
  71. Rubio, Antonio (23 de febrero de 2006). «Informes confidenciales desvelan cómo se planificó desde Valencia el golpe de Estado del 23-F». El Mundo. Consultado el 10 de abril de 2016. «01.00 horas. "Llamada telefónica de S. M. a S. E. [Milans del Bosch] ordenándole retirar las tropas. Inmediatamente, el CAPGE [capitán general] lo ordena. Se despide con un fuerte abrazo. Estaba allí presente el general gobernador militar que llevaba el encargo del JEME [jefe del Estado Mayor del Ejército] de relevar a S. E. del Mando de la Capitanía General, por desobediencia".» 
  72. «Milans retira las tropas». ABC. 6 de febrero de 1982. p. 13. Consultado el 10 de abril de 2016. «El general Caruana se presenta en capitanía general y dice al teniente general Milans del Bosch que había recibido la orden del JEME de arrestarle. En ese momento le llama por teléfono al Rey. El general Caruana escucha las palabras con que el teniente general Miláns del Bosch se despide: "A las órdenes de Vuestra Majestad, Señor; mi lealtad hasta el fin" así como la orden de retirar las fuerzas, que el teniente general Milans del Bosch da inmediatamente después de colgar el teléfono.» 
  73. «Milans del Bosch anuló las medidas de estado de excepción en Valencia a las seis de la mañana». El País. 24 de febrero de 1981. Consultado el 28 de febrero de 2016. 
  74. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 24. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 3 de marzo de 2016. «Hacia las diez horas, el teniente Álvarez anuncia que, a petición de varios miembros del Gobierno y de otros Sres. Diputados, se va a autorizar la salida de las Diputadas. Estas, todas, se resisten tenazmente a abandonar la Cámara; ceden, ante los argumentos de sus compañeros, y salen todas las que se encontraban en ese momento en el Salón, con excepción de Doña María Izquierdo Rojo y Doña Pilar Brabo Castells.» 
  75. Apezarena, José (2013). Todos los hombres del rey. Madrid: BibliotecaOnline. ISBN 978-84-15599-75-3. «A la mañana siguiente, el teniente coronel Fuentes acude al Congreso para hablar con Pardo Zancada. A las diez y media llaman a Armada: Tejero y Pardo quieren concertar con él las condiciones de su rendición. Lee al jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor (Alfaro Arregui) la nota con las condiciones, éste consulta a La Zarzuela y se da conformidad. Tejero pide a Armada que firme la nota de capitulación, cosa que hace. Las condiciones de Tejero son: saldrá con sus hombres sin que haya periodistas y fotógrafos en la calle, los insurgentes regresarán a sus cuarteles y allí devolverán las armas; ninguno de los guardias, hasta teniente, debe ser acusado "porque me han seguido a las Cortes creyendo que seguíamos órdenes del Rey para liberar al gobierno de comandos terroristas de ETA". Es el famoso "pacto del capó", que se firma sobre el capó de un Land Rover». 
  76. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 27. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 3 de marzo de 2016. «Se incorporan al Hemiciclo los Sres. Gutiérrez Mellado, Suárez, González Márquez, Guerra, Rodríguez Sahagún, Carrillo y Fraga.» 
  77. «Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 28. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 3 de marzo de 2016. «Serían, aproximadamente, las doce horas y quince minutos de la mañana del martes 24 de febrero de 1981.» 
  78. «Haig: "Es un asunto interno"». La Vanguardia: 11. 24 de febrero de 1981. Consultado el 11 de febrero de 2009. «El secretario de Estado norteamericano Alexander Haig, declaró hoy que el incidente ocurrido en el Congreso español es un asunto interno de España», sin querer hacer de momento otro comentario.» 
  79. «Foreign Affairs; SPAIN: A NERVOUS NEW ALLY?». New York Times (en inglés). 24 de agosto de 1981. «Secretary of State Alexander Haig's gaffe calling the February putsch attempt an "internal issue"». 
  80. «Reagan felicita a Su Majestad». La Vanguardia: 16. 25 de febrero de 1981. Consultado el 11 de febrero de 2009. «Un portavoz del Departamento de Estado, a través de su Embajada en Madrid, difundió un comunicado oficial en el que expresaba su congratulación «por la feliz resolución de la crisis y por la fortaleza mostrada por las instituciones y por los dirigentes de la nueva democracia española. El papel desempeñado por el rey Juan Carlos I y la conducción de la nación española han contribuido de manera sobresaliente a la solución de la crisis y merecen especial admiración». 
  81. «El Gobierno de Estados Unidos y el Vaticano sabían lo que iba a pasar». 22 de febrero de 2009. Archivado desde el original el 26 de noviembre de 2015. Consultado el 23 de febrero de 2009. «Lo que no cabe duda es que el Gobierno de EE. UU. estaba al corriente de que iba a haber una sublevación. Las declaraciones del secretario de Estado americano, que era un general, en los primeros momentos consistieron en decir que aquel era un problema interno de los españoles que no les afectaba a ellos. El Vaticano también conocía lo que iba a pasar. Sucedió algo muy significativo. El día 23 estaba reunida en Madrid la Asamblea episcopal y uno de sus miembros, que no era un obispo, era un cura que había sido la mano derecha del cardenal Tarancón, trató de conseguir que ese mismo día la asamblea hiciera una declaración contra el golpe y a favor de la Constitución... no lo logró. Sólo al día siguiente, cuando ya el golpe ya había fracasado, se produjo una declaración de la asamblea favorable a la legalidad democrática.» 
  82. Prieto, Martín (20 de febrero de 1982). «El general Armada arrebató en la sesión de ayer a Tejero y Milans del Bosch el protagonismo de la intentona». El País. Consultado el 22 de marzo de 2016. 
  83. a b «Milans, Tejero, Armada y otros siete reos quedan expulsados del Ejército por su participación en la rebelión del 23-F». El País. 4 de junio de 1982. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
  84. a b «Texto íntegro de la sentencia condenatoria». El País. 29 de abril de 1983. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
  85. Calderón, Javier; Ruiz Platero, Florentino (10 de octubre de 2004). «Las claves del 23-F según Calderón». El País. «El ex-director del CESID y otro alto cargo dan su versión sobre el frustrado golpe del 23-F». 
  86. Joaquín Prieto “Golpe de Estado”, página 325 de “Memorias de la Transición”, El País, Madrid, 1995
  87. «El golpe tenía medios más que suficientes para triunfar». La Vanguardia: 20. 23 de febrero de 2006. Consultado el 11 de febrero de 2009. «–Incluso algunos lo han reconocido después. –El famoso general Carlos Alvarado. Apareció en un programa de televisión pretendiendo desvelar el secreto de su implicación, que algunos ya habíamos publicado.» 
  88. Barbería, José Luis; Prieto, Joaquín (24 de febrero de 1991). «El falso enigma del Elefante Blanco». El País. Consultado el 29 de febrero de 2016. 
  89. «El 'elefante blanco' del 23-F era Milans del Bosch». El Mundo. 17 de septiembre de 2003. Archivado desde el original el 12 de febrero de 2009. 
  90. Prieto, Martín (22 de febrero de 2001). «El "Elefante Blanco"». El Mundo. p. 7. Consultado el 21 de febrero de 2011. «El Elefante Blanco era De Santiago.» 
  91. González, Miguel (1 de julio de 1990). «Milans sale en libertad condicional, tras nueve años y 127 días de prisión, sin renegar del 23-F». El País. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
  92. «Fallece el ex general Milans del Bosch, uno de los máximos autores de la intentona golpista del 23-F». El País. 27 de julio de 1997. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
  93. Yárnoz, Carlos (24 de diciembre de 1988). «El Gobierno indulta al ex general Alfonso Armada, condenado por dirigir el golpe del 23-F». El País. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
  94. Yárnoz, Carlos (25 de noviembre de 1988). «La libertad para Torres Rojas facilita más el indulto a Armada». El País. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
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  96. Alba, Inés (27 de junio de 1986). «El coronel San Martin, condenado por el 23-F, sale de la cárcel en libertad provisional». El País. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
  97. «Libertad condicional para el ex comandante Pardo Zancada, condenado por el 23-F». El País. 23 de septiembre de 1987. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
  98. «Puesto en libertad el coronel Manchado, condenado por el 23-F». El País. 11 de diciembre de 1985. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
  99. Serrano, Rodolfo (4 de diciembre de 1996). «Tejero, imagen del intento golpista del 23-F, en libertad provisional». El País. Consultado el 19 de marzo de 2016. 
  100. «TVE estrena una miniserie histórica sobre el 23-F». RTVE. 20 de enero de 2009. Archivado desde el original el 11 de enero de 2012. 
  101. Piña, Raúl (24 de febrero de 2014). «Jordi Évole, sobre 'Operación Palace: 'Por lo menos hemos reconocido que es mentira'». El Mundo. 

Bibliografía

Enlaces externos